Entrevista a un adolescente de 19 años (de clase social humilde)

1. ¿Por qué lo haces?

Lo hago porque me siento triste y con eso escapó de la realidad.

2. ¿Qué se siente?

Se siente que se aligera mi dolor.

3. ¿Desde qué edad consumís?

No recuerdo bien desde que edad consumo, pero creo que empezó en mi
adolescencia (15 o 16 años).

4. ¿Eres feliz haciéndolo?

No lo sé si soy feliz haciéndolo. Lo que sí sé es que siento que se ha vuelto

una necesidad sobre la que no tengo control.

5. ¿Pensás en dejarla o lo has intentado alguna vez?

Si he pensado en dejarla, porque sé el daño que me causa, pero hasta ahora

no he podido lograrlo.

6. ¿Qué es lo que consumís?

He consumido varias, como paco marihuana y hoy en día consumo cocaína.

7. ¿El consumo es diario? Si la respuesta es afirmativa ¿Cuántas veces lo

haces?

Si, consumo diariamente. Pero nunca tuve en cuenta cuantas veces lo hago
al día.

8. ¿Tus padres saben de tu consumo?

No mis padres no saben qué consumo.

Pero pienso que no les importo, porque viven pensando en sus trabajos.
Cuando quiero hablar con ellos o contarles algo no tienen tiempo, siempre
me dicen “hablamos mañana”.

Entrevista a una joven de 16 años (de clase social alta)

1. ¿Por qué lo haces?

Lo hago por diversión.

2. ¿Qué se siente?

Siento placer al hacerlo.

3. ¿Desde qué edad consumís?

Consumo desde los 13 años.

4. ¿Eres feliz haciéndolo?

Si soy feliz haciéndolo.

5. ¿Pensás en dejarla o lo has intentado alguna vez?

Sí pienso en dejarla porque hasta ahora la he controlado bien.

6. ¿Qué es lo que consumís?

Consumo marihuana.

7. ¿El consumo es diario? Si la respuesta es afirmativa ¿Cuántas veces lo

haces?

No, el consumo no es diario. Solo los fines de semana.

8. ¿Tus padres saben de tu consumo?

No, mis padres no lo saben. No sospechan de mí porque mi comportamiento

es bueno.

● La interpretación a la que llego, es que la droga no solo afecta a chicos o

jóvenes que tienen carencia afectiva de sus padres, sino también a
aquellos que lo tienen todo y lo hacen por diversión y placer.
Para uno es una vía de escape de una triste realidad que les toca vivir y
para otros es una forma de disfrutar y pasarla bien.
Pero cualquiera de las formas que los hagan (carencia afectiva o
diversión) se trata de una adicción que es nociva, perjudicial y altamente
peligrosa porque afecta la salud de las personas.