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Los participantes reflexionan sobre sus experiencias en la educación primaria, señalando que en general se enfocaba más en la memorización, obediencia y cumplimiento de tareas que en desarrollar la creatividad y escuchar a los estudiantes. Mencionan que los valores de respeto y honestidad se enfatizaban, pero que había pocas oportunidades para que los estudiantes opinaran o fueran el centro del aprendizaje. Además, indican que desafortunadamente no parece haber habido mucho cambio, y que las escuelas y algunos ma
Los participantes reflexionan sobre sus experiencias en la educación primaria, señalando que en general se enfocaba más en la memorización, obediencia y cumplimiento de tareas que en desarrollar la creatividad y escuchar a los estudiantes. Mencionan que los valores de respeto y honestidad se enfatizaban, pero que había pocas oportunidades para que los estudiantes opinaran o fueran el centro del aprendizaje. Además, indican que desafortunadamente no parece haber habido mucho cambio, y que las escuelas y algunos ma
Los participantes reflexionan sobre sus experiencias en la educación primaria, señalando que en general se enfocaba más en la memorización, obediencia y cumplimiento de tareas que en desarrollar la creatividad y escuchar a los estudiantes. Mencionan que los valores de respeto y honestidad se enfatizaban, pero que había pocas oportunidades para que los estudiantes opinaran o fueran el centro del aprendizaje. Además, indican que desafortunadamente no parece haber habido mucho cambio, y que las escuelas y algunos ma
En mi educación básica, los valores que más frecuentemente se vivían eran el respeto (hacia los demás estudiantes y hacia los profesores y su trabajo), la perseverancia para el logro académico aunque tengo la sensación que se vivían de una forma muy específica y limitada. El discurso era, en general, uno con tono más punitivo y formativo. Se empleaba el uso de la frase “Debes de respetar… si no lo haces hay castigo…”. La mayoría de los días Las actividades eran de repetición y mecanización al igual que de memorización. Las actividades en donde se nos permitía opinar o pensar más allá eran bastante limitadas. No hace mucho que visité mi escuela primaria hace apenas dos años. Me dio mucha tristeza ver que no había cambios. Eran las mismas maestras y las mismas metodologías en las mismas instalaciones con la misma infraestructura. No hubo como tal un cambio educativo significativo.
Blanca Liliana Montelongo Pimentel
En mi caso me tocó reglazo y vivir la pena de ser corregida en los valores. Creo que eran más respedados desde un punto axiológico los esfuerzos de los profesores y por ende la formación del alumnado. Por supuesto, siempre permeaba un ambiente de disciplina, silencio y obediencia. Comenzabamos con la carga de materias comunes (matemáticas, español, ciencias, etc.) y seguiamos con materias como música, deportes y artes. Creo que me siento privilegiada porque mi educación primaria fue en varios estados y en colegios que pugnaban por la exigencia y rigor educativo. Sin embargo pocas veces (muy muy pocas) eramos escuchados y se consideraban nuestros intereses en el interior aulistico. Pocos profesores recuerdo, la Mtra. Rosy que fue la que me dió el reglazo para corregir mi actitud de egoísmo y envidia, el Prof. Magdaleno, quien llegó a decir que yo era tramposa por avanzar rapidamente en mis notas y llegar a la excelencia. Y finalmente, el Prof. Jaime quien realmente nos escuchaba y nos tomaba en cuenta levantando nuestro ánimo y motivandonos constantemente. Probablemente no es el cambio en el aula, si no el cambio en la mentalidad del maestro lo que hace la diferencia. Creo que como alumnos somos capaces de todo, si en un comienzo somos bien direccionados. Daiysi Isela Palomares López Al recordar mi educación primaria viene a mi mente que los valores que más se trabajaban dentro del aula eran el respeto y la honestidad, dado que siempre se escuchaban discursos en los que nos permitían darnos cuenta de porqué no se le pegaba a los demás compañeros/as o no se tomaban las cosas de otra persona sin pedirle permiso. Además se mencionaba mucho sobre la amistad y el respeto a nuestros mayores (adultos). Recuerdo que generalmente los y las docentes eran quienes tenían la “razón” y había pocas oportunidades en que aceptaran las sugerencias de un estudiante como parte de un proceso de retroalimentación, a decir verdad, recuerdo un aula en donde había poca apertura a poner al estudiante como centro de la educación. Normalmente, se hacían las actividades en el libro o libreta, algún dictado o algún ejercicio en el pizarrón o trabajo en equipos de forma mecánica y se privilegiaba la memorización en exámenes y participaciones. A pesar de los años no siento (desde mi perspectiva obviamente) que esto haya cambiado, pues actualmente mi sobrina va a la misma escuela y sigo leyendo las instrucciones de sus tareas con ese enfoque en obedecer y no en propiciar la creatividad y libertad, “pedí dibujar rosas y la niña las pintó azules, no hay rosas azules y por eso está mal la actividad”.
Gabriela Aridai Soto Morales
Me gustaría compartir que mi educación primaria no fue la mejor ya que considero que a los estudiantes nos limitában en muchos aspectos,no éramos escuchados y en la mayoría de las veces no teníamos motivación,realmente fueron muy pocos los profesores que tuvieron la vocación de enseñar con amor y paciencia;pensé que en la secundaria sería distinto pero prácticamente viví una experiencia muy similar ya que aunque teníamos la oportunidad de tener varias clases al día con diferentes profesores eran los docentes los que tomaban el mando al cien por ciento y se nos hacía partícipes de manera limitada temiendo a equivocarnos y ser ridiculizados.Las habilidades socio emocionales no eran desarrolladas siendo que la adolescencia es una época muy difícil para un estudiante.Hoy en día puedo darme cuenta con mis familiares más pequeños qué desafortunadamente su educación es muy similar a lo que fue la mía y que incluso algunos profesores siguen laborando solo con el objetivo de jubilarse y no teniendo algún sentido de vocación por la docencia .