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Los tiempos de los Cantos ¿Por lo tanto, cómo puede el poeta ser característicamente

Luigi Balsucci contemporáneo en cuanto poeta?3

Si las cosas están históricamente así, está justificado el


en Nuovi studi leopardiani. Torio: Einaudi, 1996, pp. 177-218. escritor que para salvar los fundamentos de la poesía, recurre a los
Traducción y notas de Ivonne Leranth Soria para la Cátedra de temas y a las formas antiguas:
Literatura Italiana, UBA
Perdón, entonces, si el poeta moderno sigue las cosas antiguas, si
utiliza el lenguaje y el estilo y la manera antigua, si usa además las
I. antiguas fábulas, etc., si se muestra cercano a las antiguas
opiniones, si prefiere las antiguas costumbres, usos, eventos, si
Una de las convicciones más declaradas por Leopardi fue
imprime en su poesía un carácter de otro siglo, si en definitiva
aquella de la no contemporaneidad de la poesía en un siglo como el busca en el espíritu y en el carácter, ser o parecer antiguo.4
suyo, privado de ilusiones, dedicado al culto de lo útil y, en cuanto
tal, particularmente “impoético”. Leamos un ejemplo en el No es una defensa del clasicismo tout court5. El autor aquí
Zibaldone1, fechado el 12 de junio de 1823: piensa más bien en el experimento a la manera clásica de sus
canciones, considerado como una respuesta sui generis, polémica y
Gritan que la poesía debe producirse contemporánea [a nuestra
paradojal, en el impasse6 histórico de la poesía. En cuanto al
época]2, esto es adoptar el lenguaje y las ideas y pintar las
clasicismo oficial, y particularmente montiano7, él ya tenía manera
costumbres, y tal vez, también las maldiciones de nuestro tiempo.
De modo que condenan el uso de las antiguas ficciones, opiniones, de tomar distancia, considerándolo un típico producto del ingenio
costumbres, acontecimientos […]. Pero yo digo que mucho podrá literario italiano que, incapaz de una poesía «afectuosa», la única
ser contemporáneo a este siglo excepto la poesía. ¿Cómo puede el posible en los tiempos de sequía de la imaginación, se ha vuelto
poeta adoptar el lenguaje y seguir las ideas y mostrar las enteramente a aquella«imaginativa», teniendo detrás a los antiguos
costumbres de una generación de hombres para los que la gloria es «como un niño a su mamá» y haciendo una obra pura de imitación.8
un fantasma; la libertad, la patria y el amor propio no existen; De ese modo, Leopardi ratificaba la idea de un proceso histórico
[para los que] el verdadero amor es una puerilidad, y en definitiva, irreversible, renunciando definitivamente a la confianza que había
[para los que] todas las ilusiones desaparecieron; las pasiones, no defendido en su juvenil Discurso de un italiano en torno a la poesía
solamente las grandes y nobles y bellas, sino todas las pasiones
romántica (1818), sobre la posibilidad de permanecer gracias a la
están extintas. ¿Cómo se puede hacer eso, digo, y ser poeta? Un
poeta, una poesía sin ilusiones, sin pasiones, son términos
contradictorios ¿Un poeta, en tanto poeta, puede ser egoísta y 3 Zibaldone, pp 2944-2945.
metafísico? ¿Y nuestro siglo no tiene todas estas características? 4 Ivi, p. 2946.
5 tout court: (fr.) a secas. (Casi todas las citas que en el original aparecen en un idioma distinto

al italiano no han sido traducidas por ser esta la voluntad del autor del original. Sí se colocará
a pie de página referencias sobre la misma como N. del T.)
1 Zibaldone: es un diario personal de Leopardi que recoge gran cantidad de anotaciones (un 6 Impasse: (fr). Punto muerto o situación a la que no se encuentra salida. Estancamiento. (N. del T).

total de 4526 páginas) escritas entre 1817 y 1832. (N. del T.) 7 Vincenzo Monti (1754-1828) es el poeta que mejor representa el neoclasicismo italiano. (N.
2 Cuando el agregado de algún término en la traducción facilite la comprensión de las ideas del T).
del autor, estos se indicarán entre corchetes. N. del T. 8 Zibaldone, pp. 734-735, 8 de marzo 1821.

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poesía cercanos a la naturaleza, siguiendo las maneras simples y ilusiones, a las cuales no cabe duda que también en este género de
“objetivas” de las representaciones antiguas. poesía se podría conceder mucho, más de lo que hacemos los
Pero las inferencias negativas sobre una posibilidad de extranjeros.11
supervivencia de la poesía en la edad moderna son en realidad un
poco menos drásticas que aquello que resulta de la página de 1823. En el tenor sustancialmente negativo de las consideraciones,
La distinción (schilleriana9 y después staëliana10) entre una poesía el fragmento no se priva de algunas admisiones: en primer lugar, el
«de la imaginación» propia de los antiguos y una «sentimental» reconocimiento de que lo «sentimental», en tanto movimiento «por
propia de los modernos deja en efecto a los segundos alguna tímida el conocimiento del hombre y de las cosas, en definitiva de lo
chance de autenticidad: verdadero» sigue siendo un «género de poesía»; en segundo lugar,
el espacio que se deja a las «ilusiones», a las que «no hay duda que
La poesía sentimental es única y exclusivamente típica de este también en este género de poesía se podría conceder mucho». Esta
siglo, como la verdadera y simple poesía de la imaginación (quiero última afirmación puede sonar contradictoria con la idea de una
decir no mixta) era única y exclusivamente típica de los siglos conexión de lo «sentimental» con la filosofía: pero el lector
homéricos, o similares a aquellos en otras naciones. De lo que bien leopardiano llena mentalmente este vacío, considerando aquella
se puede concluir que la poesía no es casi típica de nuestro tiempo, solicitud de ilusiones como condicionada, pero no anulada por la
y no sorprende si ella ahora languidece como vemos y si es algo conciencia de lo verdadero: «Yo en el pensamiento me imagino…»12
raro, no digo [encontrar] un verdadero poeta, sino una verdadera La concesión a los modernos se vuelve así una legitimación de la
poesía. Ya que lo sentimental se funda y brota de la filosofía, de la
propia poesía: él que así argumenta, no lo olvidemos , es ya el autor
experiencia, del conocimiento del hombre y de las cosas, en
resumen de lo verdadero, mientras que la primitiva esencia de la
de El Infinito, de Angelo Mai y de la Noche del día de Fiesta.
poesía era el ser inspirada por lo falso. Y teniendo en cuenta a la De hecho, sobre esta línea de reconocimiento no será difícil
poesía en este sentido de antes, apenas se puede decir que la desgranar otras concesiones para la poesía moderna en el curso del
sentimental sea poesía, antes más bien que una filosofía o una Zibaldone. La primera de estas podría ser señalada en la afirmación
elocuencia, solo en la medida en que es más hermosa, más ornada «la poesía melancólica y sentimental es un respiro del alma»13. Pero
que la filosofía y que la elocuencia de la prosa. Puede también ser más significativa es una página del 5-6 de octubre de 1821, donde al
más sublime y más bella, pero no por otro medio que el de las poeta lírico se le reconoce la facultad de descubrir las verdades más
altas: lo «verdadero», por lo tanto, no es visto más (otro punto de
9 Schilleriana: Johann Christoph Friedrich Schiller, (1759 –1805), poeta, dramaturgo, filósofo e
distanciamiento con el Discurso de un italiano) en oposición
historiador alemán. Se le considera junto a Goethe el dramaturgo más importante de inconciliable con lo «imaginado». Antiguos y modernos parecen ser
Alemania, así como una de las figuras centrales del clasicismo de Weimar. (N. del T). emparejados en esta prerrogativa: y, en efecto, la ejemplificación
10 Staëliana Anne-Louise Germaine Necker (París,1766 –1817), Baronesa de Staël Holstein, más
conocida como Madame de Staël, fue una escritora suiza, considerada francesa por su vida e siguiente incluye tanto a un autor griego como Píndaro14, como
influencia en la vida cultural parisina. Desde muy joven mostró en el salón literario de su
madre un especial buen juicio. Seguidora de los filósofos franceses del siglo XVIII, ya a los 22
años escribe una Carta sobre el carácter y las obras de Jean-Jacques Rousseau. Contrajo matrimonio 11 Zibaldone, pp. 734-35, 8 de marzo 1821.
y tuvo tres hijos con el embajador de Suecia en París en 1786 y convirtió su salón en uno de 12 v.7 de El Infinito. Todas las citas de los cantos traducidas han sido tomadas de: Giacomo
los principales centros literarios y políticos de la capital francesa. Sus primeros ensayos y su Leopardi, Cantos, traducción y notas de M. de las Nieves Muñiz Muñiz, Cátedra, Madrid,
novela Delphine, en la que preconiza la libertad de elección sentimental sobre los 1998. (N. del T.)
convencionalismos sociales, la sitúan dentro del naciente movimiento romántico. Fue 13 Zibaldone, p. 136, 24 de junio 1820.
reponsable del inicio del debate en Italia en torno a la poesía romántica. (N. del T.) 14 Píndaro es uno de los más célebres poetas líricos de la Grecia clásica. N. del T.
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también a «algunos líricos alemanes e ingleses verdaderamente 1824 (Editor Nobili, Bolonia) como los Versos de 1826 (Edición delle
abandonados al ímpetu de una vívida imaginación y sentimiento, Muse, Bolonia), respondían a los criterios categóricos que la noción
[cosa] que rara vez ocurre»15. El elemento unificador está de “lírica” como «expresión libre y sincera de cualquier afecto vivo
constituido por el «género»: «el verdadero poeta lírico». A medida y bien sentido del hombre» tendía ahora a anular completamente. El
que la reflexión leopardiana sobre la poesía continúa, parece nuevo modelo era aquel de los cantos pisano-recanatenses, voces de
privilegiar, por encima de la misma distinción de las épocas, aquella una sabiduría dolorosa, conjuntamente moderna y sin tiempo, cuyo
de los géneros. De los tres fundamentales, el lírico, el épico y el mismo esquema métrico, la llamada “canción libre”, aparecía como
dramático; el primero es considerado conjuntamente el primogénito una especie de quintaesencia rítmica, frente a la cual cualquier otra
y el más alto: «propio de todas las naciones, aún de las salvajes, más especificación métrica resultaba limitada. El compendio
noble y más poético que cualquier otro, verdadera y pura poesía en terminológico de esta operación unificadora estaba dado por el
toda su extensión, típica de cada hombre también inculto, que busca título de la colección, Cantos, que no tenía precedentes en nuestra
recrearse o consolarse con el canto, y con las palabras medidas de tradición literaria para una antología lírica, sin referencias directas
cualquier modo, y con la armonía; expresión libre y sincera de al elemento musical (referencias presentes, en cambio, en el Último
cualquier afecto vivo y bien sentido del hombre»16. También aquí, canto de Safo y en el Canto nocturno de un pastor errante del Asia,
frente al uso de un presente acrónico parecen callar las razones de la tratándose en ambos casos de supuestas composiciones musicales
inferioridad específica de los modernos. Pero en un pensamiento en la ficción poética: el primero en tanto acompañado por la lira, el
tres años posterior, aquello que estaba implícito se vuelve explícito: segundo en cuanto modulado sobre una «música triste», según la
de los tres géneros principales de poesía, «el único que noticia sobre los pastores kirguises19 proporcionada en el Zibaldone,
verdaderamente les queda a los modernos es el lírico (…); género el día 3 de octubre de 1828)20 .
dado, que es el primero, por eso tan eterno y universal, siempre La operación poética21 se reflejaba a su vez retroactivamente
característico del hombre en cada tiempo y en cada lugar, como la en la sistematización de la producción anterior. En primer lugar, la
poesía; la cual desde el principio consistía sólo en este género»17. elección de los textos que se incluyen en el libro: recuperado todo el
Ahora, en este aspecto, «nuestra edad se aproxima a la primitiva»18. corpus de las «canciones», la selección obraba en relación a la más
Así se definen los rasgos que conectan al remoto pastor del Canto heterogénea recopilación de los Versos, de los cuales se salvaron los
nocturno con el moderno poeta de Recanati. cinco «idilios» (un sexto, El miedo nocturno, no homogéneo con los
otros por ser más cercano a los idilios “teocráticos”22, habría sido
II. recuperado solamente en la sección del apéndice de la edición
No es casual que estas últimas reflexiones coincidan con el napolitana de los Cantos, 1835) y Epístola al conde Carlo Pepoli.
nacimiento mismo de los Cantos como libro solamente de “líricas”,
sin otras determinaciones de géneros (editado por pimera vez por
Guglielmo Piatti, Florencia, 1831). En efecto, tanto las Canciones de 19 Kirguises: Kirguís (etnia). La etnia kirguís es un pueblo de origen túrquido-mongol.
Tradicionalmente ocuparon y ocupan Kirguistán, país montañoso de Asia central, sin salida
al mar. (N. del T).
20 Zibaldone, pp. 4399-400.
15 Zibaldone, p.1856. 21 Sobre la que siempre resultan actuales las observaciones de K. Maurer, Giacomo Leopardi
16 Ivi, p. 4234, 15 de diciembre de 1826. Canti und die Auflössung der lyrischen Genera, Klostermann, Frankfurt am Main, 1957.
17 Ivi, p. 4476, 29 de marzo 1829. 22 Teócrito (310 a. C.-260 a. C.) Poeta griego fundador de la poesía bucólica o pastoril y uno
18 Ivi, p. 4477, 30 marzo 1829. de los más importantes del Helenismo. N. del T.

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Quedan afuera, entonces, los cinco Sonetos a la persona de ser Pecora, cantos pisano-recanatenses (1828-30). El resultado de esta
carnicero florentino, ejercicio léxico en un registro “cómico-realista”; sistematización es que el libro de los Cantos se ofrece al lector: a)
quedan afuera naturalmente los dos vernáculos cómico-satíricos del como una obra caracterizada por un marcado pluralismo estilístico;
griego, La batalla de los ratones y de las ranas y la Sátira de Simónides b) como el trazado de una “historia” a la vez sentimental e
sobre las mujeres; afuera también, pero por razones de evaluación ideológica: realización lírica, si queremos, de aquella “historia de un
intrínseca, la gesticulante y enfática Elegía II (de cuya edición alma” que Leopardi persiguió por largos intervalos, y sin resultado,
napolitana habría salvado un fragmento en el apéndice). Los como proyecto de una obra narrativa.
mismos títulos de los textos seleccionados fueron a su vez Ambas características resultan incrementadas en las dos
sometidos a un tratamiento de homologación respecto del resto del ediciones sucesivas del libro: la napolitana de 1832 (Editor Saverio
libro, con la pérdida de sus etiquetas de «género»: por lo tanto Starita), en la cual las composiciones aumentan de veinte a treinta y
desaparecieron los subtítulos Canciones I, Canciones II, etc. de las nueve, con la inserción de los cantos florentinos y napolitanos, y con
composiciones tomadas de la primera colección, así como aquellos la recuperación en el apéndice de los textos “menores” compuestos
de Idilio I, Idilio II, etc. de los primeros cinco textos de la segunda. anteriormente, pero no incluidos en la primera edición; y la
Un título de género como la Elegía I fue sustituido con el título florentina, póstuma (Editor Felice Le Monnier, Florencia, 1845)
temático El primer amor, mientras que la Epístola al conde Carlo Pepoli editada por el amigo [de Leopardi] Antonio Ranieri, en donde las
se reducía más simplemente a Al conde Carlo Pepoli. composiciones aumentan a cuarenta y uno, con la adición del Ocaso
Sin embargo, la homologación encontraba sus límites de la luna y de La retama. La parábola histórica ideológica se
objetivos en la diversidad irreducible de aquellas composiciones. El prolonga de tal manera por encima de la elegía desolada de los
modelo esencialmente monoestilístico del cancionero petrarquesco23 cantos pisano-recanatenses hasta culminar en la “cósmica” Retama,
no podía en este caso ser un ejemplo. Leopardi adopta en primera mientras la gama tonal se enriquece con el registro ferviente y
instancia, un criterio de sucesión por bloques temático-estilísticos: heroico de los “cantos de Aspasia” y con aquel reflexivo y
primero, las «canciones» (1818-22), después los «idilios» (1819-21). gnómico24 de los cantos napolitanos. Respecto a los recorridos
Sólo en su interior él introduce, o mejor dicho conserva, un criterio estilísticos juveniles entre los textos contemporáneos de las
cronológico (pero con algunas excepciones, como veremos). Este canciones y los idilios, la pluralidad estilística de los cantos, a partir
último criterio se vuelve dominante en la disposición de los cantos de la canción A su dama, se realiza por lo tanto en la dimensión
siguientes, a partir de A su dama (1823), separada del grupo de las predominante de la diacronía25. De ello se deduce que una lectura
canciones anteriores y situada junto a la epístola a Pepoli (1826) correcta del libro, renunciando a criterios jerárquicos y normativos
como una bisagra entre la primera parte del libro y los sucesivos en relación con sus distintas secciones (el más afortunado y tenaz
23 Cancionero (Canzoniere en italiano) es el nombre con que se conoce la obra lírica en vulgar 24 Gnómico (Del lat. gnomĭcus, y este del gr. γνωµικός, sentencioso). 1. adj. Dicho de un poeta:
toscano de Francesco Petrarca. Rerum vulgarium fragmenta (Fragmentos de cosas en vulgar), Que escribe o compone sentencias y reglas de moral en pocos versos. 2. adj. Dicho de una
compuesta en el siglo XIV, y publicada por primera vez en Venecia en 1470 por el editor poesía: De este género. La gnómica es un género de poesía que consiste en un conjunto de
Vindelino da Spira. Francesco Petrarca (1304 – 1374). Lírico y humanista italiano, cuya poesía máximas puestas en verso como auxilio a la memoria. Pertenece a la familia de la literatura
dio lugar a una corriente literaria que influyó en autores como Garcilaso de la Vega (en sapiencial, que expresa verdades generales sobre el mundo. Los temas van de
España), William Shakespeare y Edmund Spenser (en Inglaterra), bajo el sobrenombre lo sagrado y divino a lo mundano. Los antiguos griegos la conocieron como gnomas, derivada
genérico de petrarquismo. Tan influyente como las nuevas formas y temas que trajo a la de la palabra que significaba ‘opinión’. (N. del T).
poesía, fue su concepción humanista, con la que intentó armonizar el legado grecolatino con 25 Diacronía (día: a través, cronos: tiempo): a través del tiempo. (N. del T).
las ideas del cristianismo. (N. del T).
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ha sido el criterio “idílico”, desde De Sanctis hasta las ultimas glorioso («nuestros antiguos padres») y un presente de esclavitud y
derivaciones crocianas), deberá seguir con apego el recorrido de ignavia. Por lo tanto, si las dos composiciones se colocan sobre la
poético completo, atenta a las escansiones internas y a las línea ideológica de las canciones sucesivas, por la presencia de esta
variedades de sus resultados expresivos. antítesis, sus resultados específicos están más bien relacionados con
la carga patético-heroica del sujeto en primera persona que se
III. mueve en la escena, desde la desesperada agonía de la primera
Colocada la secuencia inicial en bloques cronológicamente canción («El arma, el arma aquí: yo solo / combatiré, sucumbiré yo
paralelos, la elección de las canciones como primera sección de los solo») hasta la desconsolada elegía de la segunda («Ay, no la sangre
Cantos responde a consideraciones de naturaleza conjuntamente nuestra y no la vida / tuviste, oh cara; ni la muerte tuve / por tu
histórica e ideológica. Leopardi parece confirmar en el orden del cruel desventura»). Los mismos episodios históricos de los
libro el mismo orden de aparición pública de su poesía (las trescientos espartanos caídos en las Termópilas (A Italia) y de los
Canciones, como habíamos visto, compuestas dos años antes que los soldados italianos muertos en la campaña napoleónica a Rusia
idilios, incluidos en la selección de los Versos). Pero esta (Sobre el monumento), respondiendo a aquella idea de lírica para
consideración histórica refleja otra más esencial: de hecho, las grandes cuadros que fue propia del pindarismo26 del siglo XVII, en
canciones representaron para su autor, por un largo tiempo, la realidad, cuentan como supremos paradigmas de muerte gloriosa y
principal forma y la más probada de su hacer poético, si es verdad de muerte desconocida en la flor de los años y, por lo tanto, como
que los primeros productos de la estación pisano-recanatense proyecciones y mitos afectivos de aquel yo poético que es el
continuaron apareciéndosele por algún tiempo como “canciones” verdadero protagonista de las dos composiciones.
(así son definidas las dos líricas: El resurgimiento y A Silvia en una También A Angelo Mai (enero 1820) es una canción patriótica
carta a Brighenti del 12 de junio de 1828). Finalmente, téngase en su configuración inicial, en la cual el hallazgo de los libros de La
presente el valor ideológicamente programático de las canciones, República de Cicerón27 des para el poeta la ocasión para una nueva
después reverberantes sobre los mismos idilios, con el pasaje confrontación entre los <<
(inimaginable a la inversa) de una esfera filosófica y de época a una
individual e íntima. Revisadas en su sucesión, las canciones 26 Píndaro (518 a. C.- 438 a.C.). Célebre poeta lírico de la Grecia clásica. La obra conocida
contienen en efecto el diagrama de la progresiva toma de conciencia consta de cuatro libros de epinicios que suman 45 odas y algunos fragmentos sueltos.
Los epinicios (ἐ̟ίνικοι / epinikoi) son cantos corales compuestos en honor de los vencedores
de una infelicidad “histórica”, que de un ámbito inicialmente en alguno de los cuatro certámenes deportivos de los Juegos Panhelénicos que se cantaban al
patriótico y civil pasa a una dimensión existencial, en la que el paso de los campeones. Las composiciones de Píndaro suelen utilizar la victoria deportiva
“nosotros” se identifica con la humanidad moderna ya privada de como simple punto de partida para loar el valor personal del atleta: su triunfo refleja la
victoria de lo Bello y lo Bueno sobre la mediocridad. (N. del T).
valores y despojada de las bellas ilusiones antiguas. 27 El De re publica de Cicerón es un tratado de filosofía política dividido en seis libros. Escrito
Esta perspectiva final se refleja de nuevo sobre la misma entre el 55 a.C. y el 51 a.C. y, como su modelo La República de Platón, se desarrolla en forma
significación de las dos primeras canciones, A Italia y Sobre el de diálogo (hipotético) en el 129 a.C., entre Escipión Emiliano, que moriría pocos días
después, Lelio y otros personajes menores. Analiza las formas de gobierno y sus
monumento de Dante (septiembre-octubre 1818), expresiones en sí degeneraciones (de monarquía a tiranía, de aristocracia a oligarquía,
mismas de una infelicidad sin consuelo (Italia, con empatía, sentida de democracia a oclocracia y la vuelta a la monarquía). Propone como mejor sistema político
el resultante de la fusión de la «monarquía», la «aristocracia» y la «democracia». El Libro VI
como una criatura digna de ser consolada y de compasión), pero ya incluye el «Sueño de Escipión», comentado por Macrobio. De los seis libros que la componían
marcada por la conciencia de una brecha histórica entre un pasado quedaron completos sólo los primeros, además de lo transmitido por otros autores, como
Macrobio, Lactancio, Nonio y San Agustín. Se posee además fragmentos del tercero al quinto

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expresiva a la representación de una realidad en sí misma triste y
«padres antiguos» y los italianos indolentes de la Restauración, y desolada.29
para una nueva exhortación a una recuperación civil y nacional. Esta última dirección estilística prevalece en las dos
Pero al final, el propósito parentético28 es socavado desde su interior canciones gemelas, En las nupcias de la hermana Paulina y A un
por la conciencia de un proceso irreversible de decadencia, debido vencedor en el juego de la pelota (octubre-noviembre 1821), donde si
al alejamiento de la humanidad de su feliz estado de ignorancia bien las sugerencias dudosas para un renacimiento nacional,
«natural», pleno de vitalidad y de magnánimas ilusiones, hacia una presente todavía en la canción a Mai, ceden el paso a una
condición dominada por el tedio y por la nada, productos de la exhortación más desolada, inspirada en un estoicismo heroico en [el
cognición nefasta de lo «verdadero». En este sentido la canción a poema] En las nupcias, vuelto a la exaltación de la virtud en sí
Angelo Mai es el primer boceto de una visión leopardiana del misma o proyectado históricamente en la conmemoración de gestos
mundo (una suerte de «filosofía de la historia», como la definía De y sacrificios supremos (Virginia); en A un vencedor, en una especie
Sanctis), destinada a seguir siendo la base ideológica de las de vitalidad desesperada, con la celebración de la actividad
sucesivas canciones y de las mismas reflexiones del Zibaldone sobre agonística y del mismo riesgo más allá de cualquier meta, como
la infelicidad de los hombres modernos (llamado «pesimismo remedio paradojal para restaurar el valor de una existencia a estas
histórico»). Pero también sobre el plano expresivo la composición se alturas vacía de significado. Esta disposición ideológica y
revela de una importancia capital, con la dualidad de sus registros psicológica se refleja en las estructuras estilísticas de las dos
estilísticos, correspondientes a las dos direcciones, la de lo «vago» y canciones, ricas en módulos imperativos o marcadamente
la de lo «audaz»: el primero conectado a la conmemoración de los sentenciosos, referidas al modelo de Horacio30 (específicamente el
mitos antiguos, con la utilización de palabras y de módulos ricos en de las odas romanas) alabado en varios pensamientos
imprecisión, a lo largo de una línea ya experimentada en el reciente contemporáneos del Zibaldone por la potencia y la velocidad de sus
Infinito; el segundo ligado a la definición de lo negativo moderno, «audacias».
tanto en lo moral como en lo existencial (el ocio, el tedio, la nada), Liquidada la temática patriótico-civil, el poema siguiente
con el empleo de un lenguaje rico en enérgicas metáforas y en Bruto el menor (diciembre 1821) establece directamente un discurso
términos y construcciones «peregrinas», para conferir fuerza sobre el hombre y sobre los orígenes históricos de su infelicidad. El
protagonista poético de la canción es el jefe de la conjura contra
y la conclusión del sexto, que fueron descubiertos por el cardenal Angelo Mai en 1819, en
Cesar de los Idus de marzo, vencido después en Filipos por los
un palimpsesto vaticano bajo el comentario de San Agustín a los salmos 119-140 de David.
Marco Tulio Cicerón, (106 a. C.-43 a. C.) Jurista, político, filósofo, escritor y orador romano. 29 Sobre los registros expresivos de la canción véase también C. Galimberti, Estilo ‘vago’ y
Considerado uno de los más grandes retóricos y estilistas de la prosa en latín de la República lenguaje de la verdad en la canción “Ad Angelo Mai”, Olschki, Firenze, 1951, pp. 11-67.
romana. Reconocido universalmente como uno de los más importantes autores de la historia 30 Quinto Horacio Flaco (65 a. C.–8 a. C.), principal poeta lírico y satírico en lengua latina. Fue
romana, es responsable de la introducción de las más célebres escuelas filosóficas helenas en un poeta reflexivo, que se expresaba con una perfección casi absoluta. Los principales temas
la intelectualidad republicana, así como de la creación de un vocabulario filosófico en latín. que trata en su poesía son el elogio de una vida retirada («beatus ille») y la invitación de gozar
Gran orador y reputado abogado, Cicerón centró su atención en su carrera política. Sus cartas, de la juventud («carpe diem»). Escribió, además, las Odas y Epístolas, la últimas de las cuales,
la mayoría enviadas a Ático, alcanzaron un enorme reconocimiento en la literatura dirigida «A los Pisones», es conocida como Arte poética. Las odas son composiciones de
europea por la introducción de un depurado estilo epistolar. Constituido en uno de los carácter lírico que constituyen la obra cumbre de la lírica latina. Son cuatro libros con un total
máximos defensores del sistema republicano tradicional combatió, usando cualquier recurso, de 104 odas. En ellos se jacta de haber sido el primero en trasplantar al latín la lírica eolia en
la dictadura de César. (N. del T). su conjunto, imitando los temas y los metros líricos griegos, sobre todo de Alceo, Safo y
28 Parenético, ca: (Del gr. ̟αραινετικός). 1. adj. Perteneciente o relativo a la parénesis. Anacreonte. Horacio tiene conciencia de que sus odas son lo mejor de su obra y afirma que
Parénesis: Exhortación o amonestación. (N. del T). serán más duraderas que el bronce. (N. del T.)
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ejércitos de Octaviano y Antonio. El momento histórico sobre el cual titanismo y la soledad aristocrática del personaje que recupera la
se fija la atención del poeta no es, sin embargo, el primero, caro al altísima tensión expresiva que recorre todo el poema, nutrido de
clasicismo ilustrado alferiano31 (la tragedia Bruto segundo se cerraba latinismos y de arcaísmos propuestos en clave fuertemente
precisamente en el asesinato de Cesar), sino el otro, aquel de la expresionista, en donde hace su prueba extrema el clasicismo
derrota y el suicidio, asociado a un supremo acto de abjuración de «audaz» de las canciones.
la virtud, según las noticias trasmitidas por Dio Cassius32. Tal Después de la negación de Bruto, el canto A la primavera o de
abjuración se coloca históricamente en una época crucial, las fábulas antiguas (enero 1822) aparece como «un lánguido
identificable con el fin de la república romana, es decir, según resurgimiento del corazón»36 , estimulado por el retorno de la bella
Leopardi, con «la última edad de la imaginación, imperando estación que parece despertar en el poeta el latido de una
finalmente la ciencia y la experiencia de lo verdadero» (de la sensibilidad retenida, ya apagada. Pero este inquieto y dudoso
Comparación de las sentencias de Bruto el menor y de Teofrasto cercanos a inicio “idílico” se convierte prontamente en el epicedium37 de las
la muerte, una prosa que acompañaba al texto poético en la edición bellas historias antiguas, ya no renovables por una humanidad
boloñesa del 1824)33. De aquí le viene a la canción ese color oscuro cansada y sepultada en el dolor: la naturaleza cíclica de la
de Apocalipsis, culminando en las imágenes de la Roma antigua primavera del año se corresponde irreversiblemente con la de
que se derrumba desde las altas cimas; de aquí proviene, aquella que fue la primavera del género humano. El lamento de los
particularmente, el carácter absolutamente recusable del gesto mitos clásicos está en sintonía con una actitud de la poesía europea
suicida de Bruto, en el que está implícito el rechazo a todo consuelo, entre los siglos XVIII y XIX (Wordsworth, Shelley, Keats, sobre todo
y también de aquella foscoliana34 del sepulcro (Bruto invoca para sí el Schiller de Los dioses de Grecia)38; pero en este, como en otros
mismo una muerte total). Es precisamente esta Stimmung35 de casos, la consonancia leopardiana es más el resultado de una
reflexión conducida por las líneas internas de su concepción, que de
31 Vittorio Amadeo Alfieri (1749-1803). Dramaturgo, poeta y escritor italiano. Es el mayor influencias reales. Lamento que en este caso va de la mano con el
poeta trágico italiano del siglo XVIII. Las influencias literarias de Alfieri proceden de los motivo de la felicidad de los antiguos, incluso de los primitivos,
escritos de Montesquieu, Voltaire, Rousseau, Helvetius, que conoció en sus muchos viajes por
Europa. El estudio y el perfeccionamiento de la lengua culta italiana (toscana) los llevó a cabo
con la lectura de los clásicos italianos y latinos (Dante y Petrarca para la poesía; Virgilio para Sepolcri («Los sepulcros») el mito personal de la tumba no llorada en el exilio. Escribió la
el verso trágico). Su interés por el estudio del hombre, por la visión mecanicista del mundo, novela epistolar Últimas cartas de Jacopo Ortis. En Los sepulcros, escrito en endecasílabo blanco
por la libertad absoluta y la aversión hacia el despotismo, lo unen a la doctrina de en 1806 y publicado en 1807, medita sobre la muerte con motivo de una discusión que
la Ilustración. Los temas literarios iluministas, con el fin de aclarar las conciencias y a aportar mantuvo con otro poeta, Pindemonte. En su obra aparecen diversos temas: el de la tumba,
el progreso social y civil, están afrontados por el poeta no en forma separada, sino con la recuerdo de las glorias de un pueblo; el de la belleza serenadora, que sublima los amores
emoción y las inquietudes del pensamiento romántico, incluso en su estilo de vida, siempre difíciles; el del exilio, como exaltación del amor a la patria y el de la poesía, que eterniza la
en busca de autonomía ideológica (de hecho, dejó todos sus bienes a su hermana Giulia para historia. (N. del T).
poder renunciar al control de los Saboya) y en no aceptar la clara distinción del siglo 36 M. Fubini, “Introduzione” a G. Leopardi, Canti, Loescher, Torino, 1971, p. 146.

XVIII entre la vida y la literatura, en nombre de valores ético-morales superiores. (N. del T). 37 Epicedium: Entre los antiguos griegos, el funeral de canto coral. Escrito o discurso en honor
32 Dion Casio Coceyano (155–después del 235) también conocido como Dio Cassius o Cassius de un difunto. (N. del T).
Dio, fue un historiador y senador romano. (N. del T). 38 William Wordsworth (1770–1850). Reconocido poeta romántico inglés.
33 G. Leopardi, Tutte le opere, a cura di Walter Binni, Sansoni, Firenze, 1969, p. 209. Percy Bysshe Shelley (1792-1822). Escritor, ensayista y poeta romántico inglés.
34 Stimmung: estado anímico. (N. del T.) John Keats (1795-1821). Gran poeta británico del romanticismo.
35 Ugo Foscolo (1778 -1827). Famoso poeta, escritor y patriota italiano. Como escritor su obra Johann Christoph Friedrich Schiller, (1759–1805). Poeta, dramaturgo, filósofo e
se sitúa equidistante entre el neoclasicismo y el romanticismo y su inspiración es historiador alemán. Se le considera junto a Goethe el dramaturgo más importante de
fundamentalmente política y sentimental: deriva fundamentalmente del amor romántico y Alemania, así como una de las figuras centrales del clasicismo de Weimar. Sus baladas se
del incipente y patriótico nacionalismo italiano. Creó en su famosísimo poema Dei cuentan entre los poemas más famosos. (N del T.)

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vinculada al magisterio benéfico de una naturaleza que una vez diferencia de [lo que ocurre] en A la Primavera, el discurso de los
«habló sin revelarse». De aquí el carácter indeterminado de varios Patriarcas se desarrolla sobre una línea de progresión histórica:
mitos metamórficos evocados (Acteón, las Helíades, Eco, Procne y desde Adán a Caín, a Noé, a Abraham, a Jacob. Sobre esta trama de
Filomena, etc.), donde lo indefinido prevalece sobre lo figurativo, historia bíblica Leopardi inserta, en paralelo o en superposición, su
dominante en cambio en la fuente ovidiana. Los procesos propia «historia del género humano». La historia del Génesis,
evocativos se valen en el plano lingüístico de un léxico «vago», esto fundado sobre la idea de una desobediencia originaria y de una
es de palabras sujetas a la categoría leopardiana de las caída de la felicidad edénica, se transforma así en la historia
«naturalmente poéticas» por las ideas amplias e indefinidas que rousseaniana-leopardiana de la decadencia del hombre de su estado
contienen (arcana, incierta, desierta noche, remoto, etc.). Lo que de primitivo de naturaleza y de la progresiva revelación de la
todos modos impide la inclusión del poema en el área “idílica” no infelicidad consecuente. Al inicio de esta historia, como versión
es solamente la configuración de su tema en términos de la histórica natural del motivo bíblico del Edén, Leopardi sitúa la visión adánica
antítesis antiguos/modernos, sino también el uso de un registro de la humanidad en el cuadro de una naturaleza incontaminada:
docto y de gusto clásico, donde las imágenes ovidianas se funden una suerte de idilio prehistórico, donde el tema poético del «mundo
con aquellas virgilianas39 y horacianas, como para sugerirle a sin gente» se alimenta de nuevo de las sugerencias del infinito-
Vossler la calificación de «canciones filológicas» y la idea de «un indefinido. La asunción de la materia bíblica en la antropología
juego doloroso»40. Pero más que una disposición filológica e irónica, leopardiana, le permite al poeta, a través de la comparación, un
esas imágenes se atribuyen a la búsqueda de una tonalidad remota último pasaje del mundo patriarcal a aquel de los pueblos indígenas
y peregrina, conforme a la exigencia de «expresar la experiencia de California, amenazados en su condición de primitivismo puro
arcana y extraordinaria de los antiguos»41. por los progresos nefastos de la colonización (un motivo polémico,
La composición que sigue en el orden de los Cantos es El en el cual, una vez más, son evidentes las sugerencias del
himno a los patriarcas o de los comienzos del género humano (julio 1822), pensamiento iluminista-rousseauniano). En esta desaprobación final
compuesta, en realidad, algunos meses después que El último canto de los efectos de esta «desnaturalización» del presente, culminan los
de Safo, que de hecho lo precedía en la edición boloñesa de las distintos indicios del himno sobre los males incurables que le
Canciones. La razón de este desplazamiento parece evidente: el esperan a la humanidad post-patriarcal, en un contrapunto
Himno constituye de hecho una suerte de consideración bíblica del continuo con una nostalgia idílica de un mundo bíblico-natural. En
motivo de la felicidad de los primitivos, de los cuales las imágenes este sentido El himno a los Patriarcas, mientras desarrolla en paralelo
mitológicas de A la primavera representan la versión clásica. Pero a a la canción A la primavera el tema de la nostalgia por lo primitivo,
se erige como la máxima expresión poética de [lo] negativo
39 Publio Ovidio Nasón (43 a. C.–17 d. C.). Famoso poeta romano sobre todo por sus histórico-existencial que había tenido su primera realización en la
obras Arte de amar y Las metamorfosis, obra esta última en verso en que recoge relatos canción A Angelo Mai.
mitológicos procedentes sobre todo del mundo griego y adoptados por la cultura latina de su El ciclo de las canciones se cierra con el Último canto de Safo
época.
Publio Virgilio Marón (70 a. C.–19 a. C.), más conocido por su nomen, Virgilio, fue un (mayo de 1822), que por el tema del suicidio y por la misma elección
poeta romano, autor de la Eneida, las Bucólicas y las Geórgicas. En la obra de Dante Alighieri, La de un personaje antiguo como sujeto monologante parece remitirse
Divina Comedia, fue su guía a través del Infierno y del Purgatorio. N del T.
40 K. Vossler, Leopardi, Ricciardi, Napoli, 1925, p.257 (edición original de 1923).
a Bruto el menor. Pero la denuncia de Bruto tiene lugar en un ámbito
41 E. Bigi. Erudizioni e poesia in due canzoni leopardiane, en Dal Petrarca al Leopardi, Ricciardi, histórico, [mientras que] la de Safo en un ámbito conjuntamente
Milano-Napoli, 1954, p. 106.
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individual y atemporal. El autor intentó, de hecho, representar «la tituladas con un personaje histórico: Bruto y Safo). El radio de
infelicidad de un alma gentil, tierna, sensible, noble y cálida, acción completamente interior de este sujeto fue lúcidamente fijado
colocada en un cuerpo feo y joven»42. De aquí viene aquello que de en una nota póstuma (1828), que contiene una definición sintética
recatado y doloroso impregna la protesta de Safo al respecto de una de la temática de los idilios: «Los idilios expresan situaciones,
misteriosa iniquidad que se consuma en el origen de su destino: una afecciones, aventuras históricas de mi alma»45. Pero el cambio
protesta del todo ajena a los excesos titánicos de Bruto. Safo es en respecto a las canciones es también de orden lingüístico: el arduo
este sentido un personaje “virgiliano”, así como Bruto era un clasicismo, nutrido de latinismos y arcaísmos, además de metáforas
personaje “lucanesco”43. La diversidad se refleja también sobre el «audaces», es reemplazado por un lenguaje más claro, fundado
plano del paisaje, la brecha entre la «negra noche» de Bruto, sobre una mezcla de «familiar» y «peregrino», y fermentado por el
inquieta de funesta oscuridad, y la «plácida noche» de Safo, uso de aquel «vago» del que ya habíamos registrado una episódica
iluminada por el rayo «pudoroso» de la luna en el atardecer. Por aparición en algunas zonas de las canciones. Sin embargo, la
esta ansiosa inminencia del paisaje, el canto de Safo parece más bien operación poética no es posterior sino, como habíamos mencionado,
abrirse a blandas cadencias de idilio; en particular, la situación paralela a la de las canciones, en cuyo espacio ideológico se inscribe
inicial del sujeto que sufre la exclusión de la belleza de las cosas, precisamente la aventura completamente personal del sujeto
identificada con la dulzura de una noche iluminada por la luna, “idílico”.
puede traer a la memoria del lector la primera parte de la Noche del Pero antes de que tal sujeto entre en acción, se anticipa en
día de fiesta. Pero también para silenciar la diversidad tonal entre los dos composiciones colocadas con función introductoria: El primer
dos textos (la elevada naturaleza pudorosa del monólogo de Safo, amor y El gorrión solitario. El primero, compuesto en tercetos
tan admirada por De Sanctis44, se nutre siempre de un lenguaje dantescos, la medida de la elegía amorosa; por la fecha de la
elegido, «peregrino», tanto en relación al léxico como a la sintaxis), composición (diciembre de 1817) y por sus vínculos aún estrechos
el idilio paisajista de Safo está perfectamente incorporado en la con una temática amorosa entre petrarquesca y montiana, debe
estructura argumentativa del canto, plenamente funcional a la considerarse más allá de algún eficaz tramo introspectivo o
denuncia “cósmica” del personaje. narrativo (el poeta «en un perenne razonar sepulto» con su corazón;
la espera ansiosa de la partida de la dama temprano por la mañana),
poco más que un incunable poético: sobre todo si se lo compara con
IV. el contemporáneo Diario del primer amor, donde la misma materia
El pasaje a los idilios se caracterizó por un cambio del sujeto psicológica (la primera revelación del sentimiento amoroso,
poético: al “nosotros” histórico de las canciones lo reemplaza un asociada a la figura de la prima Gertrude Cassi) es admirablemente
“yo” existencial, coincidente con el mismo personaje del poeta analizada en una prosa «de claridad stendhaliana»46. Un vínculo
(distinto, en cuanto tal, del yo monologante de las dos canciones más íntimo con la psicología y con el lenguaje de los idilios se
introdujo, en cambio, en el Gorrión Solitario: el yo que se expresa
42 Así en la auto presentación del «Nuovo Ricoglietore», septiembre 1825 (en G. Leopardi,

Tutte le opere, cit., p. 56).


43 Marco Anneo Lucano (39-65). Poeta romano. Su obra fue muy nutrida, sin embargo, hasta 45G. Leopardi, Tutte le opere, cit., p. 372.
nosotros ha llegado únicamente su epopeya en diez cantos sobre la guerra civil entre César y 46M. Fubini, cit., p. 179. Henri Beyle (1783 – 1842), más conocido por su seudónimo Stendhal.
Pompeyo, que lleva el título de Farsalia. (N. del T.) Escritor francés del siglo XIX. Valorado por su agudo análisis de la psicología de sus
44 F. De Sanctis, Giacomo Leopardi, a cura di W. Binni, Laterza, Bari, 1953, p. 151. personajes y la concisión de su estilo. (N. del T.)

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tiene, de hecho, las características propias del protagonista de los de Salomón Gessner48 (1730-88), repetidos por Leopardi en los
poemas siguientes, sobre todo la conciencia de una vocación de juveniles Recuerdos (donde el elemento campestre no es más que
soledad [causada] por una incapacidad natural de participación en una efusión de fondo de una veta patético-familiar), hasta las Prosas
la vida de los coetáneos, mostrada aquí en el andar por las calles de y Poesías campestres de Ippolito Pindemonte49, a los mismos
la aldea en un día de fiesta. Pero el trazado de este personaje sucede Pensamientos de amor y a los [Versos] Libres al príncipe don Sigismondo
post factum: El gorrión solitario es en realidad una obra lírica Chigi de Monti, en los que el motivo literario tradicional, de
realizada en la madurez tardía (aparece por primera vez, como se ascendencia petrarquesco-arcádica, del poeta que se refugia con sus
ha dicho, en la edición napolitana de 1835); su ubicación “pensamientos” en la paz de los campos, se enriquece con la
introductoria respecto de los idilios es por lo tanto un homenaje al sensibilidad prerromántica y (en el caso de Monti) de la sensibilidad
tema, no a la cronología. La adopción misma del esquema métrico wertheriana50. Pero a la rêverie51 amorosa o melancólico-existencial
de la canción libre denuncia la filiación de la composición con un del sujeto lírico tradicional se le suman en Leopardi las
tiempo posterior a la composición A Silvia, la primera canción libre meditaciones sobre el infinito, sobre el tiempo, sobre los
leopardiana. Más precisamente, la articulación del discurso sobre «recuerdos». En este sentido el idilio leopardiano, al menos en sus
una comparación prolongada entre el poeta y el gorrión, con obras ejemplares más elevadas (El Infinito, A la luna, La noche del día
distribución simétrica de las estrofas (la primera dedicada a la de fiesta), se configura como una experiencia que afecta a la esfera
soledad del gorrión, la segunda a la del poeta, la tercera a la cognoscitiva no menos que a la emotiva: no por casualidad los
disociación de la suerte de los dos protagonistas) preludia la temas de estos poemas volverán en la reflexión explicadas del
calculada arquitectura del Ocaso de la luna. Zibaldone, como aspectos o corolarios de esa «ciencia del alma
Y llegamos así a las cinco composiciones en endecasílabos
libres, calificados como «idilios» en los escritos originales del autor
y en la colección de los Versos de 1826. La denominación (nunca otra 48 Salomón Gessner (1730-1788) Escritor suizo en lengua alemana. Sus obras principales
vez repetida, como se ha dicho, a partir de la primera edición de los son Daphnis (1754), poema bucólico, e Idilios (1756), de un fuerte sentimentalismo. Es autor
Cantos) vuelve a traer a la memoria del lector leopardiano los idilios también de la epopeya pastoril La muerte de Abel (1758). N. del T.
49 Pindemonte (1753-1828 ). Poeta y literato neoclásico italiano .Posee elementos que lo
de Mosco47, traducidos en 1815; aquellos, producciones de acercan al romanticismo. Fue amigo de Fóscolo y de Alfieri. Fue influenciado literariamente
argumento mitológico-pastoril, y los idilios leopardianos tienen en por el poeta inglés Gray y por el suizo Gessner. Su obra más famosa es la traducción de la
Odisea , aunque no pudo transmitir el sentido de la épica original. También fue el autor de
común (y no siempre) una ambientación campestre general. En dos colecciones relacionadas por espíritu y los temas: Poemas rurales (1788) y Prosa rural
realidad, los precedentes se encuentran más cercanos a cierta (1794), que es el que mejor expresa la poesía de Pindemonte. Escribió las Epístolas (1805) y
producción del siglo XVIII que va desde los “idilios sentimentales” los Sermones de poesía (1819) y fue también el autor de varias tragedias , como Arminius (1804),
que muestra la influencia de la poesía osiánica . La poética de Pindemonte, aunque clásica,
tiene en sí misma una inquietud, un espíritu de la melancolía, una proximidad a los temas
sentimentales que por momentos la acercan a la nueva poesía romántica: por esto se lo
47 Mosco de Siracusa (siglo II a. C.) poeta pastoril griego. Por su estilo y temática bucólica fue considera un precursor del romanticismo. N. del T.
seguidor e imitador de Teócrito. Mosco floreció en torno al año 150 a. C. (Teócrito murió en 50 Las desventuras del joven Werther. Novela epistolar y semiautobiográfica de Johann Wolfgang
el 260). A Mosco lo evoca Ateneo, y Juan Estobeo lo recuerda en sus Florilegios, atribuyéndole von Goethe, (1774). Importante obra del movimiento Sturm und Drang en la literatura
tres cortos poemas de inspiración bucólica que se titulan igual que los de Teócrito, Idilios, y alemana. Es uno de los pocos trabajos de este movimiento que Goethe escribió antes de que,
el epigrama Eros al arado. Entre los Idilios, se cuentan el poema mitológico Europa (que narra el junto a Friedrich von Schiller, comenzara el movimiento clásico de Weimar. También influyó
rapto de esa ninfa por Zeus convertido en toro), Eros fugitivo, Megara (sobre el personaje en la literatura del Romanticismo que siguió a este movimiento. El libro hizo que Goethe se
homónimo, primera mujer de Heracles) y Lamento por la muerte de Bión, personaje que era en convirtiera en una celebridad literaria. N. del T.
efecto otro de los poetas imitadores de Teócrito: Bión de Esmirna. N. del T. 51 Rêverie: (fr.) ensueño, ensimismamiento. N. del T.
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humana»52 sobre la cual se apoya gran parte de la especulación profundísima, etc.), todas relacionadas semánticamente con la idea de
leopardiana. infinidad; la preponderancia de timbres vocálicos abiertos con
A este respecto es ejemplar El infinito (1819). La carga función fono-simbólica (interminables, espacios, sobrehumanos,
gnoseológica implícita en el motivo desarrollado en el poema (el inmensidad, mar, etc.); la frecuencia de los encabalgamientos,
infinito como “ficción” imaginativa, dada la concreta finitud de toda potenciados por la disposición de las palabras temáticamente
vastedad real) es confirmada en numerosas ocasiones en las páginas fuertes («interminables / espacios», «sobrehumanos / silencios»,
del Zibaldone. La más cercana a la situación del idilio es la de junio «esta / inmensidad», etc.); la misma configuración rítmica de la
de 1820, en la que desarrollando uno de los aspectos de su «teoría composición, un continuum54 métrico-sintáctico donde la voz no se
del placer», el autor considera la hipótesis de una «visión detiene, y parece reflejar en sí la dinámica del pensamiento
restringida» como posibilidad de despertar fantasías vagas-infinitas: «imaginativo», hasta el aplacador naufragio final en el «mar» de la
inmensidad.
[…] a veces el alma deseará y efectivamente desea una visión La celebración de un “placer de la imaginación” aúna a El
restringida y limitada en cierto modo, como en las situaciones infinito con A la luna también breve (dieciséis versos) y
románticas. La causa es […] el deseo de infinito, porque entonces contemporáneo (1819), aunque en el libro de los Cantos las dos
en lugar de la vista, trabaja la imaginación. Y lo fantástico composiciones resultan separadas por la posterior La noche del día de
reemplaza a lo real. El alma se imagina aquello que no ve, lo que
fiesta, por un principio de alternancia entre los idilios breves y
aquel árbol, aquel seto, aquella torre le esconden, y va errante en
un espacio imaginario […]53
extensos. El tema de A la luna está dado por el descubrimiento del
placer del recuerdo (El recuerdo era, de hecho, su título original):
Mas el conjunto del espacio temático de la lírica puede ser pero lo que le da un sabor a paradoja es que tal placer se realiza
cubierto por otras tantas observaciones del diario. Ahora lo que ha independientemente de que la materia tratada sea feliz o triste. Nos
llevado a cabo en ellas por separado y en forma reflexiva se ofrece encontramos, por lo tanto, frente a otro aspecto de la leopardiana
en forma concatenada en la sucesión de los quince endecasílabos del «ciencia del alma»: y también aquí se puede registrar una prioridad
idilio, como la “narración” de un único proceso interior. Una de la lírica respecto de la reflexión del Zibaldone, precisamente una
función decisiva en el relato de este proceso tiene la introducción página del 25 de octubre de 1821, sobre el deleite y lo vívido de los
del elemento acústico («Y cuando el viento /oigo crujir entre estas recuerdos infantiles, cuyo final es una verdadera paráfrasis del
ramas»), verdadera piedra angular en el desarrollo del poema, por motivo desarrollado en el idilio:
la cual el motivo del infinito espacial, desarrollado en la primera
Y son placenteros por su vivacidad, también los recuerdos de
parte, pasa hasta el del infinito temporal («Y lo eterno me
imágenes y de cosas que en la juventud nos eran dolorosas, o
sobreviene»). Está relacionado con la cadencia “narrativa” de la tenebrosas, etc. Y por la misma razón nos es placentero en la vida
composición su alto grado de evocación, alimentado por los también el recuerdo doloroso, y aún cuando la causa del dolor no
distintos recursos de los significados lingüísticos y métricos: el uso haya pasado, así como cuando el recuerdo lo cause o lo aumente
de palabras de gran número de sílabas (interminables, sobrehumanos, […].55

52 Zibladone, p. 53. 54 Continuum. (Ad. Lat:continuus, a, um) continuo, inmediato. N. del T.


53 Ivi, p. 171. 55Zibladone, p. 1987.

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hora en los futuros Recuerdos, tiene el efecto de desviar más que de
Sobre el plano de la ejecución poética, un decisivo elemento apoyar el curso de los pensamientos del sujeto poético. La historia
de distinción respecto a El Infinito está dado por la configuración de de la Noche está precisamente en esta desviación, por la cual «la
la “voz”: la dicción interior pura de aquel idilio se sustituye aquí mente del poeta se separa de su dolor presente, considerándolo
por la forma del coloquio, iniciada por el vocativo: «Oh graciosa mezclado y casi confundido en el flujo infinito de los
luna» y seguida con movimientos afables y discursivos por el resto acontecimientos»57. Estamos todavía, entonces, en la temática del
del poema, rica en nexos coordinativos («tú pendías», «y es», «mas infinito, y más precisamente del infinito temporal: como el
me alivia», etc.) y reforzada por rasgos áulicos discretos («sobre», murmullo del viento en el poema epónimo, también el canto del
«yo venía», «como ahora haces», etc.)56, con efectos de elegante artesano en la Noche, percibido sobre el fondo del silencio nocturno,
contrapunto entre «familiar» y «peregrino». En el interior de esta transmite los pensamientos del poeta sobre las «muertas
dimensión coloquial es posible recorrer una línea de desarrollo estaciones». De aquí la función a su modo catárquica del motivo del
temático que partiendo de indicaciones circunstanciales de tiempo y ubi sunt? («¿Dónde el eco / de los pueblos antiguos?, ¿Y dónde el
de espacio («hoy hace un año», «esta colina»), llega a las últimas grito de nuestros gentes famosas?»); la desesperación inicial del
enunciaciones “objetivas” sobre la cualidad gratificante de los poeta se trasforma en la contemplación «tranquilizadora y
recuerdos. atormentadora»58 de un destino común de anulación.
La noche del día de fiesta (primavera de 1820) La tensión lírica de los tres primeros idilios tiene un relativo
cronológicamente es el primero de los tres idilios extensos. A alivio en los dos sucesivos, más claramente atribuibles a
diferencia de los otros dos (El sueño y La vida solitaria), establecidos determinados filones de la tradición poética. El sueño (1820-1821), en
sobre un único motivo, el nuestro parece estar compuesto por una particular, parece volver a conectarse al género de las “visiones”,
serie de motivos sucesivos, que se mantienen unidos por un marco cuyos arquetipos son rastreables en la canción petrarquesca Cuando
de paisajes (la dulzura de una noche iluminada por la luna «clara y mi suave y fiel consuelo y sobre todo en la segunda parte del Triunfo
sin viento») y por la identidad del sujeto monologante (cercano por de la muerte, con la evocación de la dama muerta que se le aparece
su agitada “gesticulación” al sujeto “wertheriano” de las recordadas en sueños al poeta enamorado. Pero mientras que el diálogo
composiciones montianas). Pero la peculiaridad temática de la petrarquesco con Laura está inspirado en la anticipación de un
Noche consiste justamente en esa sucesión de motivos, es decir, en el reencuentro de los dos amantes en una vida más plena; el diálogo
trazado de una “historia”. El momento culminante está constituido leopardiano con la muchacha «en la flor de los años desaparecida»
por la evocación del canto del artesano que interrumpe las (pálida prefiguración de Silvia) se centra sobre la idea de la muerte
consideraciones del poeta sobre su propia infelicidad por sentirse como fin total del ser. Es con esta perspectiva particular, que
un excluido de la vida, iniciando hacia el final sus reflexiones sobre desemboca en el motivo desolado del «nunca más» (otra de las
la gloria humana. Es el caso más evidente, en la poesía leopardiana, especificaciones leopardianas del infinito temporal), que se unen los
de registro de un acontecimiento entendido como simultáneo a la momentos poéticamente más intensos de la poesía, comúnmente
enunciación poética: un acontecimiento que, sin embargo, a censurada por sus excesos de énfasis sentimental (la jovencita
diferencia del susurro del viento en El Infinito y del sonido de la
57 G. A. Levi, comentario a G. Leopardi, Canti, a cura di G. A. Levi, La Nuova Italia, Firenze
56 1928, p. 125.
Blasucci se refiere al uso en italiano de fórmulas arcaicas o literarias, que no subisten en la
traducción. (N. del T.) 58 W. Binni, La protesta de Leopardi, Sansoni, Firenze, 1973, p. 51.
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muerta es también la dama amada). Los antecedentes literarios de la las que formaba un bloque en la colección boloñesa de 1824, y su
Vida solitaria (segunda mitad de 1821) se deben buscar en un filón ubicación después de La vida solitaria, en posición por lo tanto de
más famoso de alabanza de la vida rural, con respecto a la cual la posterioridad ideológica y estilística con respecto a todo el complejo
novedad temática de nuestro texto esta dada por la visión del todo canciones-idilios. En el canto A su dama, compuesto inmediatamente
leopardiana de la soledad como promotora de un «cierto después del regreso del poeta de la decepcionante estancia en
resurgimiento de la imaginación»59 en el hombre desilusionado por Roma, las razones histórico-epocales de las canciones y aquellas
el conocimiento de la «verdad». Pero este motivo, en lugar de biográfico-existenciales de los idilios parecen, de hecho,
sumergirse en una situación determinada, se refracta en una serie trascendidas por la persuasión de una infelicidad constitutiva del
de pinturas de paisajes sucesivos, conforme a una tradición más hombre, por la incapacidad misma de la realidad para satisfacer su
cercana a las composiciones modeladas sobre la fragmentación en petición suprema de felicidad. Es la condición ideológica de la cual
partes del día (por ejemplo Las cuatro partes del día de Pindemonte). nacerán los Opúsculos morales, de 1824, cuyo tono firme y tranquilo
Sin embargo lo que distingue La vida solitaria de tales modelos es anticipado por los movimientos de lucidez discursiva de nuestra
tardíos del siglo XVIII, dominados por intentos hedonistas y canción. Esta ha parecido a sus intérpretes como el ejemplo de una
descriptivos, es la presencia aunque intermitente de la “óptica poesía que se realiza en el límite: voz extrema del «corazón»
idílica” leopardiana, una suerte de fenomenología de la “ilusión” sobreviviente a las negaciones de la «razón»61, traducción lírica de
verificada en la variación de las horas y de los lugares. El clímax «un juicio que tiene la cadencia de un silogismo»62, expresión
poético de esta serie, verdadero idilio en el idilio, está constituido poética de lo «inefable» «por fuerza y virtud de estilo»63. Son
por la evocación de la «altísima calma» meridiana en la segunda definiciones que representan en la variedad de sus formas una
estrofa60, con la disolución definitiva del yo en el silencio de la situación de objetiva paradoja poética: es decir, la voluntad de
naturaleza. cultivar la ilusión en cuanto tal, para compensar en su imaginación
las fallas producidas por el conocimiento de la verdad. Visto más de
cerca, es la lógica del «yo en el pensamiento me imagino»,
extendida desde la ilusión del infinito hasta aquella de la dama
V. ideal, «uno de esos fantasmas de la belleza y la virtud celestial e
Agotados los bloques de las canciones y de los idilios, el inefable, que aparecen a menudo a la imaginación en los sueños y
libro de los Cantos se basa en la sucesión cronológica como criterio en la vigilia, cuando somos poco más que niños, y después alguna
dominante de su organización interna. La motivación de esta rara vez en el sueño, o en una casi enajenación mental, cuando
elección, como se ha mencionado, se encuentra en la conciencia de somos jóvenes» (como expresara en la presentación en la revista
una “historia” ideológico-sentimental del sujeto lírico. Precisamente «Nuovo Colezionista»)64. Sin embargo, lo que distingue el discurso
a esta conciencia se debe la separación de A su dama (septiembre de de la canción de aquel del Infinito es la inevitable presencia de lo
1823) del grupo de las canciones compuestas entre 1818 y 1822, con negativo dentro de su círculo poético, esto es, la conciencia de una

59Zibaldone, pp. 1550-51. 61 F. De Sanctis, cit., pp. 226-43.


60En el original lassa: tipo de estrofa de las canciones de gesta medieval, formada por versos 62 F. Flora, Comentario a G. Leopardi, Canti, a cura di F. Flora, Mondadori, Milano, 1937, p.
decasílabos o dodecasílabos de número variable, y unidos por una misma rima o por la 220.
asonancia. Aquí se tradujo como estrofa toda vez que aparecía en el original el término lassa 63 R. Bacchelli, Leopardi y Manzoni, Mondadori, Milano, 1960, pp. 143-144.

ya que se ha considerado esta la mejor opción semántica. (N. del T.) 64 G. Leopardi, Tutte le opere, cit. p. 57.

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realidad dolorosa en contraste con la que celebra el valor de la contenidas en la epístola, aunque no de las convicciones que las
ilusión. De aquí el desarrollo en claroscuro del tema, donde el habían alimentado, repetidas en el resto de la lírica («sé que natura
himno a la «querida belleza» encuentra su margen de sombra en el es sorda, / que no tiene piedad. // Que no del bien solícita / fue,
suspiro de los «años tristes y breves». Pero la negación penetra mas del ser tan sólo: / si al dolor nos conserva / no le importa más
gramaticalmente en la misma evocación del fantasma celeste, ya»). La sucesión de los dos textos, la epístola y la canción, crea en
definido por su no ser presente en el espacio y en el tiempo del el interior de los Cantos una relación diacrónica, contribuyendo de
poeta e introducido a través de una serie de tal vez y de si que tal modo a la configuración del libro como «historia de un alma».
mientras “fingen” la modalidad de lo posible hacen referencia de Pero la idea de una historia está implícita en el mismo
hecho a una condición de pura irrealidad. Al trazado de este lúcido Resurgimiento, una suerte de síntesis-resumen de la propia vida, o
caso de ilusión-negación contribuye la forma «brillante y elegante» mejor dicho de la vida del propio «corazón», a la luz de la reciente
del dictado65, donde el clasicismo de las canciones, abandonadas sus recuperación. El desarrollo de la poesía se distribuirá en dos
búsquedas «audaces» o arcaizantes, permanece como una pátina tiempos, el primero contiene la historia del progresivo agotamiento
conscientemente «peregrina». del corazón y el segundo la celebración del inesperado
renacimiento. Funcional a la calidad del tema resulta la elección del
metro, la estrofita de heptasílabos a la manera de Metastasio66, un
VI. unicum en el interior de los Cantos, en cuyo ritmo cantable parece
Entre la composición de los Opúsculos morales (1824) y la reflejarse, con una intención de sonriente alejamiento, la situación
poesía El resurgimiento (abril 1828), primer anuncio de los cantos paradojal de dulce-amargo que es la base de la composición.
pisano-recanatenses, se extienden cuatro años de silencio poético,
sustancialmente interrumpidos por los versos libres Al conde Carlo
Pepoli (1826), con su desarrollo a la manera de “sermón” horaciano y VII.
la declaración final de renuncia a la poesía y de conversión a los Mientras que El resurgimiento contiene el anuncio de la
estudios de la «amarga verdad». Las razones de este silencio se nueva poesía, aunque permaneciendo en los umbrales por su
deben buscar en los mismos desarrollos especulativos de los carácter de excéntrico “homenaje” a Metastasio, A Silvia (abril 1828)
Opúsculos y en las sucesivas reflexiones del Zibaldone en dirección representa el primer ejemplar verdadero de esa nueva poética,
hacia un pesimismo materialista integral (la vida como círculo de liberada de toda etiqueta de género (canción, idilio, himno,
producción y destrucción que ignora la petición de felicidad del epístola, canzonetta67), según aquella idea absoluta de lírica como
hombre) que, si por un lado ponía en crisis la visión de una «libre y franca expresión de cualquier afección muy vivo y muy
naturaleza benéfica o por lo menos piadosa, por el otro resultaba sentido del hombre», que mientras tanto se venía especificando en
paralizante contra la misma sensibilidad poética. Es en relación al las páginas del Zibaldone68. No olvidemos que es justamente gracias
estado de «duro adormecimiento» consecuente con estas a la presencia de la serie de composiciones inauguradas con A Silvia
conclusiones especulativas que debe medirse el “milagro” de aquel
66 Pietro Metastasio (1698- 1782). Escritor y poeta italiano, uno de los más importantes
singular renacimiento del corazón celebrado en El resurgimiento,
libretistas de ópera del siglo XVIII. (N. de T.)
verdadera negación de las proclamaciones de “insensibilidad” 67 Canzonétta: (it.) Composición de argumento popular, más corta que la canción y de carácter
ligero para canto e instrumento. (N. del T.)
65 F. De Sanctis, cit., pp. 168. 68 Zibaldone, p. 4234
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que el libro de poemas leopardianos asume el título de Cantos. Por por su muerte en aquel Recuerdos de infancia y de adolescencia
lo tanto, si de “nuevos” o “grandes idilios” se quiere hablar, queda presentado en 1818-19 como apuntes para una novela
entendido que la definición no está leopardianamente autorizada: autobiográfica prevista. El tema de la “jovencita que canta”
ella se justifica sólo en la medida en que pretende poner de relieve adquiere así una profundidad temporal, entra en la esfera de los
algunos aspectos de estas composiciones que recuerdan a los idilios recuerdos. Esta recuperación [ganada a la] memoria a diferencia
juveniles (la reflexión existencial enmarcada en un paisaje que en Sueño, ocurre ahora fuera de todo malentendido amoroso: lo
recanatense), pero deja en las sombras otros no menos decisivos. que el poeta anhela en Silvia es el encanto de una criatura femenina
Entre estos se pueden señalar: la posición diferente del yo poético, en la flor de su primera juventud. Pero como sobre esta criatura se
considerado ahora más que en la singularidad de sus “aventuras” espesa la sombra de la muerte, el deseo se convierte en compasión,
interiores, en su solidaridad con el destino de sufirmiento de las y esta a su vez en identificación. La historia de Silvia, con su
«personas humanas»; la colocación de dicho sujeto dentro de una parábola luminosa y fugaz, se vuelve así una “figura” de la misma
parábola vital; con la oposición juventud-madurez; la recuperación historia de la juventud y de sus esperanzas, destinadas a caer
de la realidad recanatense, ya referente de los idilios juveniles, en la cuando aparezca la verdad. De aquí el carácter especular de la
dimensión de los recuerdos; la adopción, en el plano expresivo, de conmemoración poética, establecida sobre la comparación de las
formas airosamente melódicas y de un elegante lenguaje sencillo y dos historias, la de Silvia y la del poeta, donde el acontecimiento
estilizado; la introducción, en el plano de la métrica, de la así crítico está constituido respectivamente por la muerte de la
llamada “canción libre”, a saber, liberada de esquemas fijos en la jovencita y de las esperanzas del poeta. Más allá de dicho evento, el
extensión de la estrofa, en la sucesión de endecasílabos y tiempo confiado y de ensueño de la primera juventud, colmado
heptasílabos, en la distribución de las rimas. para Silvia de «las obras femeninas» y del «continuo canto», y para
El antecedente poético más directo de A Silvia es el el poeta de los estudios, a la vez, agotadores y amados. Esta
fragmento comúnmente titulado El canto de la jovencita, compuesto conmemoración paralela se refleja en la misma partición estrófica,
con toda probabilidad cerca de la gran lírica pisana, donde «el distribuidas según un criterio de alternancia de los dos sujetos («Yo
constante canto / que de cerrado refugio viene errante / por calles los estudios gratos…», «Tú antes que las hierbas…»; «morías, tierna
tranquilas»69 se carga de resonancias dolorosas para el poeta que niña…», «También morían pronto / mis dulces esperanzas…»), con
escucha, consciente de las tristes negaciones del futuro a aquella la exclusión de la cuarta estrofa, verdadera bisagra lírico-narrativa,
«voz alegre de la esperanza». Evitando el presente de la anónima que primero une a ambos sujetos en consideración de su espera de
jovencita pisana, por una lógica asociativa bien conocida para el ensueño («Qué pensamientos suaves […]»), después en el rechazo
autor del Zibaldone («a menudo una sensación experimentada en la de su suerte infeliz («Cuando me acuerdo de tanta esperanza […]»).
actualidad trae a la memoria una reminiscencia de otra probada La dimensión del «rememorar» se convierte a su vez en el
anteriormente […] Así una canción nos recuerda, por ejemplo, tema de los posteriores Recuerdos (compuesto en agosto-septiembre
aquello que hacíamos alguna vez oyendo aquel mismo canto»)70, el de 1829, después del regreso a Recanati), cuyo título repite en plural
poeta de A Silvia recupera en su memoria la imagen de la aquel primitivo del idilio A la luna: en ambos textos la inspiración
recanatense Teresa (Fattorini), recordada por su canto y después poética se ofrece, de hecho, por un “retorno”, instigador de dulces
recuerdos. Pero esta dulzura asume ahora la conciencia de un
69 Todas las obras, p.350 tiempo consumado, de tantas esperanzas incumplidas: el recuerdo
70 Zibaldone, p. 1455

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mismo, entonces, termina con un cambio de signo. La configuración antigua»)73. La referencia evocativa es provista en ambos textos por
del discurso sobre dos tiempos, el pasado de la memoria y el un aspecto de la vida en el pueblo, visto una vez más como una
presente de la decepción, nos devuelve al canto A Silvia: pero la “imagen” de la condición humana. La base conceptual coincide en
linealidad de la sucesión de los dos tiempos se sustituye aquí [por] ambos casos con un corolario de la reflexión leopardiana sobre la
un movimiento continuo y alterno entre pasado y presente, en un esencia “negativa” del placer, o como producto puro de la
«secreto fluctuar de la memoria»71. Y de este proyecto concluso de A finalización de su contrario («Placer, hijo del ahogo») o en cuanto
Silvia nace el carácter tendencialmente abierto de la construcción coincidente con la misma expectativa de ese placer. Precisamente el
poética confiada a una sucesión de estrofas de distinta extensión de carácter “figurativo”, no alegórico del primer término le asegura
endecasílabos libres, la medida de los idilios juveniles, en particular una cierta amplitud y vivacidad de desarrollos evocativos,
de La noche del día de fiesta, a los que Los recuerdos se refieren por la otorgándole el particular encanto “idílico”. Pero la estilización
presencia (poéticamente purificada) de algunos movimientos elegante de fondo (aquella misma que inducía por ejemplo a Pascoli
“wertherianos”. Los pasajes entre las distintas estrofas están dados a lamentar el genérico binomio «rosas y violetas» en El sábado en la
en su mayoría por frágiles recuerdos temáticos (hasta la aldea) persuade a una consideración conjunta de representaciones y
“casualidad” del suceso registrado en la sujeción la tercera estrofa: sentencias en ambas composiciones. Que han de considerarse
«Viene el viento llevando el sonido del tiempo / desde la torre de la precisamente en su unidad de «idilios-apólogos»74, con su propio
aldea»), incluso si en las intenciones responden a un diseño de desarrollo temático-musical que incluye los tres tiempos de la
sucesión temporal: infancia, adolescencia, primera juventud, descripción, de la reflexión y de la sentencia (llevada a cabo en
conforme a una discreta intención de «historia de un alma». Pero ambos textos en una especie de estrofa-despedida75 abierta por un
más allá de cualquier diseño lógico o cronológico, el cambio de vocativo: «O natura cortés», «muchachito gozoso»). El mayor
estrofas refleja el mismo fluir interior del yo del poeta, con una desarrollo de los primeros tiempos en el Sábato y el sobreentendido
sucesión de “respiraciones” en las que parece realizarse la idea de de su participación gnómica («nada más te diré») explican la
una poesía como traducción sensible del «tiempo del alma»72. preferencia general de los lectores por este canto respecto a la
En relación con la línea fluctuante de los Recuerdos, los dos Quietud. Pero también en este último la reflexión está lejos de ser un
cantos La quietud después de la tormenta y El sábado en la aldea (ambos cuerpo extraño, extendiendo con efecto de continuidad rítmica, en
de septiembre de 1829) marcan un regreso a las partituras cerradas, el vuelco semántico, las medidas del “allegretto”76 inicial, confiados
favorecido por el mismo carácter “objetivo” y gnómico de la en la agilidad de los heptasílabos y en la vivacidad de los
representación, con la relegación a los márgenes del sujeto en movimientos exclamativos e interrogativos.
primera persona (que, sin embargo, sigue siendo el motor secreto de Cronológicamente la última de las poesías pisano-
la evocación, también esta es el resultado de un recuerdo, si es cierto recanatenses (pero antepuesta en el libro a las dos precedentes, tal
que «la sensación presente no deriva inmediatamente de las cosas,
no es una imagen de los objetos, sino de la imaginación juvenil; un 73 Zibaldone, p. 515.
recuerdo, una repetición, una repercusión o reflexión de la imagen 74 M. Fubini, comentario, cit., p. 301.
75 Estrofa despedida (en italiano strofa-congedo): Tipo de estrofa de saludo, es más breve que
las otras y sirve como conclusión o cierre de una canción. Similar a la tornada trovadoresca
medieval. N del T.
71 G. Getto, Saggi Leopardiani, Vallecchi, Firenze, 1966, p.98. 76 Allegretto:{música} indicación dinámica: moderadamente rápido, pero más lento
72 M. Fubini, comentario, cit., p. 62. que allegro. N del T.
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vez para separarlas del resto de la serie por su condición de idilios- VIII.
apólogos, El canto nocturno de un pastor errante de Asia (octubre 1829- La serie de las poesías pisano-recanatenses constituye la
abril 1830) desarrolla hasta el final la instancia dual, evocativa y última sección de los Cantos en la edición florentina de 1831,
reflexiva (ganándose la calificación de De Sanctis de “idilio de los seguido por un grupo de poemas, compuestos entre 1831 y 1834 e
idilios”)77. Pero eliminando la matriz recanatense y con ella la inspirados en el tema del amor como ilusión suprema. El referente
identificación del autor con el sujeto poético. El pequeño pueblito biográfico es identificable en la pasión por la noble dama florentina
de los Apeninos con sus casas, sus plazas y su fondo montañoso es Fanny Targioni Tozzetti, la Aspasia de la homónima poesía: de ahí
reemplazado por un paisaje desértico sin límites; al yo del poeta, la denominación corriente de “ciclo de Aspasia” para este conjunto
presente en los primeros tres cantos e implícito en la voz fabulada de poemas (y, en sentido estricto, inadecuada, dada la implicaciones
de la Quietud y del Sábato, lo sucede el yo personaje de un pastor ético-psicológicas del nombre-senhal79, válido solamente para ese
nómada de Asia central. El cuidado del autor es preservar, en el último texto). Con su inclusión en los Cantos la dimensión
interior de su sistema ideológico y estilístico, un margen de “histórica” del libro recibe un doble incremento: [por un lado] la
especificidad para aquel sujeto poético. En lo formal, la distribución relación que se establece entre la nueva experiencia vital y las
del discurso en “estrofas” de distintas extensiones, pero con un precedentes del sujeto poético; [por el otro], la presencia de un
volver insistente de cláusulas análogas y monorrítmicas, parece de diagrama interno de aquella misma experiencia, representada
hecho sugerir la evolución de un «antiquísimo y primitivo canto primero positivamente (El pensamiento dominante, Amor y muerte y
fúnebre»78. En lo ideológico, la “sencillez” del pastor tiende a además el Consalvo desplazado a otra parte, como veremos), luego
desdibujar en vaguísimos «tal vez» y «¿por qué?» la lucidez de las negativamente, como revelación del engaño (A sí mismo, Aspasia).
afirmaciones leopardianas, que suenan en las páginas del Zibaldone En cualquiera de los dos casos la carga afectiva es inseparable de un
y de los Opúsculos (sobre todo en el Diálogo entre la Naturaleza y un fuerte componente “teorético”: las poesías del ciclo en su conjunto
islandés, con sus urgentes cuestionamientos sobre la finalidad de la son una representación del alma enamorada y de un discurso sobre
vida). La misma calidad del interlocutor astral proporciona a las el amor. Este vínculo de «ideología y pasión»80, vivido en la
interrogaciones del pastor un carácter más pensativo que plenitud de un presente absoluto, sin recuerdo, se refleja en la
inquisitivo: la luna, diferente de la Naturaleza, no es de hecho la estructura de vez en cuando argumentativa o fervientemente
autora del orden universal, sino un producto menos efímero que el interjectiva del discurso poético, lejano de las cadencias melódico-
pastor o, de vez en cuando, un espectador atento. Pero los caminos elegíacas de los poemas pisano-recanatenses. Los cantos de amor
escépticos de cada estrofa llaman invariablemente a una florentino constituyen en este sentido la primera expresión de
constatación de infelicidad, enfatizada por las rimas repetidas en – aquella nueva poética leopardiana, enérgica y «heroica»81, que
ale. La expiración de aquellas desoladas campanadas es cada vez caracterizan la parte final de los Cantos hasta la última Retama.
más sentida cuanto más espacio concedió el poeta en el curso de las
distintas estrofas a las expresiones de duda o de asombro. 79 Senhal. Seudónimo utilizado por los trovadores provenzales para encubrir el nombre de la

persona a la que dirigían sus composiciones, especialmente una supuesta dama de condición
social superior. Este recurso les permitía mantener en secreto la identidad del verdadero
receptor de los poemas. (N. del T.)
80 E. Bigi, Ideologia e passione nei canti di Aspasia (1973), in ID., Poesia e critica tra la fine del
77 F. De Sanctis, Giacomo Leopardi cit., p276. Settecento e inizi dell’Ottocento, Cisalpino-Goliardiardica, Milano, 1986, pp. 58-84.
78 M. Fubini, comentario cit., p.291. 81 W. Binni, La nuova poetica leopardiana, Sansoni, Firenze, 1947.

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El carácter “intelectual” del discurso leopardiano sobre el objetiva e impersonal, con una hipóstasis83 de las dos entidades
amor es especialmente evidente en la primera composición de la evocadas en un aura de “mito” platónico, donde el nuevo elemento
serie, El pensamiento dominante (primavera de 1831), que, bajo la a la vez ideológico y figurativo está constituido por la asimilación
forma de un himno al pensamiento de amor, es una reflexión sobre del segundo término a una «bellísima doncella», en contraste con
el amor y sobre su poder que a la vez da vida y ennoblece. De esto las imágenes macabras de la tradición de gusto medieval. La
deriva el particular “estilnovismo”82 de las poesías, con la renovada introducción de este valor alternativo en el horizonte de la
antítesis guinizelliana gentileza-vileza, donde el segundo término se experiencia del amor atenúa el fervor vital que impregnaba el
identifica históricamente con el necio siglo y con sus ídolos discurso del Pensamiento dominante, la colocación de cualquier nota
utilitaristas. Pero la “teoricidad” del Pensamiento se manifiesta de languidez y desfallecimiento en la que parece anunciarse la voz
también en un segundo grado, en la asunción de aquella ferviente de la desilusión. El recorrido temático de la poesía consiste
experiencia interior dentro de una visión negativa de la condición precisamente en la transición de un anhelo igual de los dos valores,
humana, donde el amor no es más que otro de los “errores” «primer consuelo de los sabios pechos», a un elogio específico de la
destinados a disolverse en la confrontación con la realidad. Excepto muerte realizado por el poeta en primera persona, con un
que la intensidad de un sentimiento experimentado en toda su prepotente retorno al “yo” que estalla en la última parte con toda su
potencia actual refuerza el carácter de ilusión vital, de desafío sin carga heroica «recalcitrante al hado», en una larga invocación
precedentes a la evidencia de lo verdadero. De aquí surge lo que de apasionada que se hace eco (o anticipa) el altísimo final del Diálogo
objetivamente dramático tiene el himno en su fuerza asertiva, una de Tristán y un amigo.
vez más, pero de manera totalmente distinta respecto de las elegías La celebración del binomio Amor-Muerte regresa en forma
(A su dama), la celebración del valor incluye el reconocimiento de un de narrativa en el contemporáneo Consalvo, verdadera “novela en
elemento negativo que lo contrasta: un clímax poético del canto es verso”, cuyo climax está en el episodio del beso supremo de Elvira
en este sentido la evocación del éxtasis amoroso en la duodécima al protagonista moribundo, más bien proyección del poeta y de su
estrofa, donde la relación entre el «dulce pensamiento» y lo deseo insatisfecho. Este aspecto biográficamente “compensatorio” y
«verdadero» se configura en términos competitivos, y donde en no “cognitivo” de la representación, incluso en la felicidad de
particular el primer término adquiere las características del infinito algunos tramos líricos (la brillante belleza de Elvira, el motivo
leopardiano, es decir, la ilusión-matriz de toda la poesía de los sentido del «nunca más»), constituye la razón fundamental de la
Cantos. inferioridad de esta composición, estimada por sus puntas de
Un caso de teorización similar mueve el discurso de Amor y patética languidez por lectores tardorrománticos (incluyendo al
Muerte (verano de 1832), realizado en la primera parte de forma joven De Sanctis); y justifica conjuntamente la exclusión del poema
del “ciclo” al cual pertenece históricamente y su desplazamiento
“engañoso” cerca de A su dama; con cuyo tema específico Consalvo
82 Con la expresión toscana dolce stil novo , Francesco de Sanctis denominó en el siglo XIX a un
grupo de poetas italianos de la segunda mitad del siglo XIII, integrado por Guido
Guinizelli, Guido Cavalcanti, Dante Alighieri, Lapo Gianni, Cino da Pistoia, Gianni
Alfani y Dino Frescobaldi. La expresión dolce stil novo proviene de la Divina comedia de
Dante, concretamente de Purgatorio, XXIV, v. 57, («Di qua dal dolce stil novo ch' i' odo») y de allí 83 Hipóstasis es un término de origen griego usado a menudo, aunque imprecisamente, como
es de donde el poeta florentino Bonagiunta denomina así la obra de Dante en contraposición equivalente de ser o sustancia, pero en tanto que realidad de la ontología. Puede traducirse
a la lírica trovadoresca. El dolce stil novo persiguió una altísima y refinadísima estilización de como ‘ser de un modo verdadero’, ‘ser de un modo real’ o también ‘verdadera realidad’. (N.
los contenidos de la poética erótica vigentes hasta entonces. (N. del T.) del T.)
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establece una relación interna, que va desde la pasión real hasta el amante (prefiguración en términos sensualisitas86 de modernos
anhelo de un ser ideal. análisis del engaño amoroso: Stendhal, Proust87). Pero esta actitud
Pero el verdadero giro temático de la serie está constituido teorizante convive con el recuerdo reciente de una esclavitud
por el brevísimo canto A sí mismo (mayo de 1833), con el anuncio de amorosa de la que el poeta aún mantiene signos en su alma: de aquí
la caída de la ilusión amorosa, el «engaño extremo» ya considerado el resentimiento que frecuentemente se queda en su discurso
«eterno» por el poeta, y con el reconocimiento final de la «infinita objetivante, hasta las puntas misóginas generalmente censuradas
vanidad de todo». El discurso realizado en forma de alocución al por los críticos, para ser leídas, de todos modos, en función de
propio corazón, se lleva a cabo en módulos bruscamente aquella antítesis entre persona real y la «amorosa idea» que
epigráficos84, en una apretada sucesión de períodos breves constituye el motivo conductor del poema.88 La dialéctica de la
centrados sobre verbos de fuerte carga asertiva («murió», «ha composición está precisamente en la alternancia de una voluntad
muerto», «latiste») o conativa («reposa», «detente», «desespera», puntual que recuerda (piénsese sobre todo en el punzante realismo
«desprecia»), con una tensión sistemática entre métrica y sentido descriptivo en la primera estrofa, retratando un interior fragante y
debida a la presencia de fuertes pausas dentro de los versos y de voluptuoso) y de una necesidad teorizante, de movimientos
audaces encabalgamientos entre un verso y otro, hasta la enérgicamente resentidos y de desolados juramentos, que culminan
reconstrucción final en la perfección fúnebre del último verso. Por en la aceptación final de la vida vacía de ilusiones como «noches sin
su potente construcción métrico-lingüística, así como por la estrellas en invierno».
desnudez desolada de sus reivindicaciones, A sí mismo bien puede
definirse como «el ejercicio más audaz de la nueva poética, el anti-
idilio por excelencia»85. IX.
La parábola temático-ideológica en el interior del ciclo se Caído el «extremo engaño», la poesía leopardiana en su
cierra con Aspasia (primavera de 1834), suerte de epístola en verso última fase “napolitana” vuelve sobre la consideración de aquellos
libre cuyo destinatario coincide con la misma dama que fue el objeto “universales” materialistas, tales como la muerte, la vejez, la
de la pasión y de la desilusión, aquí nominada finalmente con su naturaleza creadora-destructora, que hasta ahora habían
nombre, no sin implicaciones alusivas (Aspasia fue la cortesana permanecido en el fondo de situaciones líricas particulares
amada por Pericles) en su calidad de «docta cautivadora». El relacionadas con la historia del sujeto poético. De esto deriva en esta
poema, puede colocarse cronológicamente en los inicios de la última producción un carácter reflexivo e impersonal, con la
estancia napolitana, refleja un estado de ánimo definitivamente tendencia a borrar o a relegar a los márgenes aquel yo biográfico
posterior al anuncio dramático de A sí mismo. La instancia que fue el protagonista de los cantos precedentes. Se incrementan
especulativa, ya presente en el Pensamiento dominante y en Amor y paralelamente los movimientos afirmativos o argumentativos ya
Muerte, regresa aquí en primer plano, para dar razón de una
desilusión que trasciende la misma identidad biográfica de la dama 86 Sensualismo: Teoría filosófica difundida en Italia a partir del siglo XVII según la cual el
para configurarse en los términos de un desdoblamiento entre origen de todo conocimiento radica en la percepción sensible. (N. del T.)
realidad de la persona amada y su proyección en el pensamiento del 87 Marcel Proust (de 1871-1922). Escritor francés, autor de la serie de siete novelas En busca del

tiempo perdido, una de las obras más destacadas e influyentes de la literatura del siglo XX. (N.
del T.)
84 Bruscamente epigráficos: estilo epigráfico: sentencias cortas, habla lapidaria. (N. del T.) 88 L. Spitzer, La Aspasia di Leopardi (1963), in. ID. Studi italiani, Vita e pensiero, Milano, 1976,
85 W. Binni, cit., p. 92. pp. 251-92.

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emergentes en los cantos de amor florentinos, con resultados, no burlesco Crónicas de la batalla entre los ratones y las ranas91,
prosaicos, sino más bien antimelódicos, propios de una música expresiones de una actitud “cómica” que acompaña silenciosamente
intelectual y «sin canto»89. Este nuevo curso se abre con las dos la inspiración mas correctamente lírica de los últimos cantos. La
canciones “sepulcrales”, Sobre un bajorrelieve sepulcral antiguo y Sobre ficción “de palinodia”92 que está en la base de la epístola se refiere,
el retrato de una mujer hermosa (1834-1835), relacionados en primera sin embargo, a la situación inicial del Diálogo de Tristán y de su amigo,
instancia con aquel filón neoclásico de la poesía europea que se es decir a una retractación de sus convicciones pesimistas y a la
inspiraba en la descripción de monumentos fúnebres, estelas o consecuente adhesión al credo espiritualista-progresista de sus
sarcófagos, y que podía incluir entre sus textos una obra maestra adversarios. Los mismos temas polémicos del opúsculo reaparecen
como la Oda a una urna griega de John Keats. Nada, sin embargo, en en la epístola: la contraposición entre una supuesta felicidad de las
nuestro caso se refiere a la factura artística de los monumentos: la «masas» y la infelicidad cierta de los individuos, los ataques contra
reflexión leopardiana no es estética, sino existencial. El tema de las ciencias económicas, la burla hacia los saberes fáciles difundidos
ambos cantos es la muerte, vista, sin embargo, en el primer caso por los boletines (totalmente nueva es en cambio la alusión a las
como separación sin retorno y en el segundo como destrucción del guerras coloniales salvajes por la posesión de las especias). Pero
ser. Diferente, en consecuencia, la función de las estructuras mientras que el Tristán es un texto satírico solo en parte, la Palinodia
dilemáticas comunes a ambos: en el primer caso ellas reflejan la es enteramente apostada sobre esa ficción de base. La misma
perplejidad del poeta entre las felicitaciones por el fin de los males representación de una naturaleza cruel que, como un niño
de quien muere y aflicción por su partida; en el segundo caso ellas caprichoso, crea y destruye incesantemente sus obras (una seria y
destacan el contraste, presente en el centro mismo de la materia, larga secuencia, en la que se renueva a su manera el horror del
entre el «paraíso» de la belleza y el horror de la descomposición: un Islandés), se recupera en la estructura satírica de la epístola con el
contraste en sí mismo irremediable, que constituye el «misterio irónico llamado final a una «felicidad común», ideada por los
eterno de nuestro ser». La brecha entre los dos textos parece «espíritus elevados» del siglo para remediar la infelicidad de los
abreviarse en la diversidad de las respectivas imágenes femeninas: individuos.
la primera relacionada con el modelo de Silvia o de Merina,
jovencitas extintas en la flor de los años; la segunda con el modelo
más cercano de Aspasia, la mujer vista en todo el esplendor de su X.
belleza, de quien Sobre el retrato representa a la vez la celebración y Con la Palinodia se cerraba prácticamente [la edición] de los
la sepultura.90 Cantos de 1835, visto que los poemas siguientes (Imitación, Scherzo,
La siguiente Palinodia al Marques Gino Caponi (1835) marca, los tres Fragmentos – Oye, Melisso, Yo aquí vagando, Caído el diurno
casi unos diez años después de los versos Al Conde Carlo Pepoli, una rayo-, las dos versiones de Simónides), compuestos en distintas
vuelta al género de la epístola horaciana: pero su configuración épocas, constituían, como se ha dicho, una especie de apéndice del
satírica la une a los textos leopardianos contemporáneos como el
91 Paralipómenos de la Batracomiomaquia: sátira seudo homérica de Giacomo Leopardi en la que,
“capítulo” burlesco Los nuevos creyentes y el poemita heroico
mediante la descripción de una lucha entre ratones y ranas, se simbolizan las sublevaciones
patrióticas italianas frente a los austriacos. N. del T.
89 W. Binni, La protesta di Leopardi cit., p. 132. 92Palinodia. (Del lat. palinodĭa, y este del gr. ̟αλινῳδία). 1. f. Retractación pública de lo que se
90 Cfr. F. Fortini, Sopra il ritratto di una bella donna, in ID., Nuovi saggi italiani, Garzanti, Milano, había dicho. N del T.
1987, pp. 56-85.
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libro, destinada a permanecer intacta en la edición póstuma del ‘45. contacto, esta vez temático, con el Gorrión solitario y con su
En esta última la función de epílogo es asumida por los dos nuevos desprecio de la vejez «detestada» por el poeta en primera persona.
cantos, El ocaso de la luna y La retama (1836), cuya ubicación en el Pero propia del Ocaso es precisamente la consideración “objetiva”
orden inmediatamente después de la Palinodia fue sin dudas del tema y la impersonalidad de la voz del narrador, que resuena
querida por Leopardi, en vista de un proyecto de reedición del libro con la «dulzura de un triste coro»94. Para el tema cósmico de La
por un editor parisino. Sin perjuicio del carácter común de Retama los referentes más cercanos son algunos de los textos
meditación sobre la infelicidad de la condición humana, el Ocaso se satíricos (la imagen de la naturaleza creadora-destructora de la
ocupa de sus aspectos biológicos-existenciales, destacando la Palinodia, la evocación de los volcanes prehistóricos en el séptimo
brevedad de la juventud, con sus esperanzas e ilusiones, en toda la canto de los Paralipómenos); pero las premisas ya estaban todas
línea de la vida. La Retama, en cambio, denuncia la fragilidad y presentes en el Diálogo de la naturaleza y de un Islandés, verdadera
precariedad en el interior de una máquina cósmica que la trasciende matriz ideológica de esta última fase “cósmico-materialista” del
y la ignora. La primera composición se refiere a un tema presente en pesimismo leopardiano. La novedad temática de la Retama en
forma autobiográfica en los cantos pisano-recanatenses, de los comparación con aquellos textos está constituida por la ansiada
cuales Leopardi parece retomar también los módulos de la perspectiva de una «confederación» de los hombres contra la
representación “idílica” en la amplia descripción del paisaje de una naturaleza impía, no para cancelar sino para aliviar los males de
noche de luna (motivo poéticamente privilegiado en la lírica una persecución objetiva, conectada con la misma organización de
leopardiana, desde A la luna hasta el Canto nocturno) realizada con la existente. Tanto la reflexión cósmica como el mensaje
un lenguaje rico en vaguedad evocativa. Pero no se trata de un humanitario se aúnan poéticamente en torno a la figura de la
retorno de poética: la configuración impersonal del discurso y la retama, «la flor del desierto», imagen a la vez de la piedad y de la
firmeza asertiva de las piezas gnómicas garantizan su pertenencia a heroica dignidad, introducida esta vez, no a través de la mediación
la última fase de la poesía leopardiana; la misma asunción del de una comparación, sino como objeto de contemplación directa, en
paisaje en términos comparativos responde a una técnica una suerte de recuperada disposición “idílica” del sujeto poético.
compositiva que, como se mencionó a su tiempo, sigue el modelo Esta última connotación parece, sin embargo, reduccionista cuando
del tardío Gorrión solitario, del cual el Ocaso repite la lúcida se aplica a la calidad de la evocación, en la cual la nota gentil de la
estructura tripartita: 1) evocación del ocaso lunar en una noche flor adquiere significado e importancia a partir de la desolación del
primaveral; 2) comparación de ese suceso astronómico con el suceso paisaje circundante, los desiertos campos vesubianos, retratada
biológico de la decadencia de la juventud en el arco de la vida ahora en su escuálido presente, ahora en la memoria de sus
humana; 3) disociación entre el carácter cíclico de la primera (el agitaciones apocalípticas, con la utilización de un lenguaje oscuro y
cielo volverá a iluminarse con la salida del sol) y la linealidad
irreversible de la segunda (la vejez no será seguida por una nueva Ossian, es recordado en las leyendas como el más grande poeta de Irlanda, y un guerrero de
juventud). La asimilación de la noche a la vejez, en lugar de la la Fianna en el Ciclo feniano o Ciclo ossiánico de la mitología irlandesa. Es el narrador de gran
parte del ciclo. La escritura de Ossian está particularmente asociada al ciclo de poemas
muerte, introduce en el tópico de la similitud natural (desde Catulo de James Macpherson que éste afirma haber traducido de fuentes antiguas en gaélico escocés.
a Ossian)93 un cambio decisivo, estableciendo otro punto de Editó la colección completa; The Works of Ossian (Las obras de Ossian), en 1765. El poema más
famoso de entre ellos fue Fingal escrito en 1762. Los poemas alcanzaron un gran éxito
internacional y se los proclamó el equivalente celta de escritores clásicos como Homero. (N.
93Gayo Valerio Catulo (87 a. C. – 57 a. C., aunque muchos estudiosos aceptan las fechas 84 a. del T.)
C. – 54 a. C.). Importante poeta latino. N. del T. 94 G. De Robertis, comentario cit., p. 443.

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áspero en el que parece resucitar, pero fuera de cualquier armadura visión del mundo. También los poemas que parecen inspirarse en
clasicista, la disposición “expresiva” de algunas canciones. No temas más limitados (A la luna, La noche del día de fiesta, Los recuerdos,
obstante, la realidad de la Retama no se limita en sus características El sábado en la aldea, etc.), a pesar de su fragancia evocadora (o a
evocativas: propia de la lírica es, de hecho, la alternancia de través de esa carga), refieren, como se ha visto, a una leopardiana
fragmentos descriptivos con largas secuencias argumentativas, en «ciencia del alma humana» que constituye la base misma de aquella
las que se explicitan los significados que se sugieren en el nivel visión general del mundo que es el objeto directo de otros poemas
“simbólico” de la evocación de las humildes flores y de sus tristes (desde Angelo Mai hasta A la primavera, al Canto nocturno, etc.). Si
paisajes. Tanto los fragmentos evocativos como los racionales están una poesía es a su modo un acto cognitivo, la leopardiana es un acto
encomendados a organismos estróficos de dimensiones inusuales, cognitivo de primera instancia. Es, por lo tanto, que para ningún
una estructura imponente (la tercera estrofa asciende a setenta otro poeta más que para Leopardi es pertinente recordar sus
versos), en que la técnica de la canción libre alcanza su realización escritos especulativos (incluso si este recuerdo no pudiese nunca
más audaz. Los resultados de esta excepcional performance poética agotar la carga de significado contenida en un texto poético). Y no
son de innegable unidad y potencia, tanto como para hacer quiere decir que aquellos escritos estén siempre relacionados con
francamente insuficientes aquellos criterios de lectura antológica las diversas realizaciones de la poesía: la relación de prioridad entre
destinada a aislar los núcleos evocativos: justamente allí donde los los unos y los otros (véase el caso del Infinito, de A la luna, de Angelo
fragmentos más bien argumentativos parecen absolutamente Mai) fue más de una vez inverso. La poesía tuvo, de hecho, a
necesarios para el aliento lírico de la composición, no solo porque menudo para el mismo autor del Zibaldone una función de avanzada
contribuyen a valorizar con su función pausativa diversas epifanías cognitiva. Lo que constituye una denegación a su convicción inicial
de lo “poético”, sino en cuanto conservan, si no exactamente la (después corregida a lo largo de los años, como se ha visto), de que
carga simbólica, la tensión lingüística, la altura del discurso delante una gran poesía no pueda brotar «del conocimiento del hombre y
del supremo silencio del cosmos. de las cosas».
Sin embargo, es legítimo preguntarse qué espacio específico
asignaba Leopardi, de hecho, a su poesía, garantizando así la
XI. particularidad respecto a las distintas reflexiones directas sobre el
Al final de esta reconstrucción, llevada a cabo con un corte hombre y sobre la naturaleza, legadas sobre todo en las páginas de
decididamente diacrónico, queremos proponer algunas breves su diario intelectual. En este sentido, esta cuestión debería
consideraciones sobre la poesía leopardiana considerada en su indagarse al respecto de todo gran poeta dotado también de fuerza
conjunto95. especulativa: y la respuesta debe buscarse no tanto en una teoría
Cada poema, incluso el más vinculado a temas cotidianos, estética general, como, de vez en cuando, en la concreta
contiene su visión del mundo. La poesía leopardiana la contiene no organización mental de un escritor.
solo en este modo implícito, sino en un modo más directo y La reflexión leopardiana sobre el hombre conduce a la
explícito, porque su objeto está dado por la enunciación de una enunciación de algunos motivos subyacentes de su infelicidad: el
conocimiento, promovido por el desarrollo de la razón, de las leyes
95 En este último apartado continúo con pocas variaciones el discurso realizado en L. Blasucci,
materialistas y mecanicistas de la existencia, anuladoras de todo
Leopardi e lo spazio della poesia, en ID., I titoli dei “Canti” e altri studi leopardiani, Morano, valor ideal en cuanto pura “ilusión” producida por la imaginación;
Napoli, 1989, pp. 167-171.
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la diferencia entre una infinita solicitud de felicidad por parte del A su dama), o como pasión actual y vivificante, pero con la
individuo y lo irrisorio de los diversos logros parciales; la conciencia ineludible de un «engaño» (El pensamiento dominante,
conciencia de la inserción del hombre en un círculo natural de Amor y Muerte). Además, esta actitud no se ofrece en positivo sin
producción y destrucción, orientado no hacia la felicidad del sombras, sino como anhelo de un bien minado por la conciencia de
individuo, sino hacia la perpetuación de la existencia misma. Así su imposibilidad real: lo que constituye la condición misma de su
pues, la poesía leopardiana asume sobre sí esta conciencia (por lo vehemente encanto.
tanto no hay conflicto entre «corazón» e «intelecto»)96, haciéndose Tanto como motivo de lamento o como evocación actual,
voz irreducible del individuo que denuncia su condición y aquello que connota la «ilusión» para Leopardi es la carga de
ardientemente anhela, en la memoria o en los supuestos, una infinito que está implícita. En este sentido el tema del infinito no
condición “otra”. La poesía surge para afirmar al individuo como permanece aislado en el poema epónimo, sino que se reproduce en
fin, en el interior de un orden que parece en cambio destinarlo a un todas las sucesivas apariciones de la ilusión en las poesías de los
eslabón de pura transmisión de la existencia. Cantos. Cualquier objeto de deseo leopardiano está caracterizado
Descienden de aquí algunas actitudes fundamentales de la poesía por un léxico semánticamente “in(de)finido” : desde las fantasías
leopardiana, a pesar de la variedad de sus situaciones temáticas: la mitológicas de los antiguos («Nuestros sueños hermosos dónde han
primera de ellas consiste en el lamento por las ilusiones destruidas, ido / del ignoto refugio / de ignotos habitantes […] / […] y del remoto
sea bajo la forma de lamento histórico, como ilusiones lecho / de la joven Aurora […]: en A Angelo Mai) a las dulces
pertenecientes al género humano desde sus inicios hasta los últimos fantasías infantiles («Y qué pensamientos inmensos, / que dulces
signos vitales de las republicas antiguas (A Angelo Mai, A la sueños me inspiró la vista / de aquel lejano mar, aquellos montes
primavera o de las fábulas antiguas, Himno a los Patriarcas o de los azules»: en Los recuerdos), al éxtasis del pensamiento de amor («Qué
principios del género humano, etc.), sea bajo la forma de lamento mundo ya, que nueva / inmensidad, que paraíso es este, / donde a
personal, como ilusiones que alimentaban la edad primera de cada menudo tu estupendo encanto / elevarme parece»: en El
individuo (A Silvia, Los recuerdos, El sábado en la aldea, etc.), es justa la pensamiento dominante), a los mismos efectos de la música sobre el
analogía, inspirada en Vico97 , entre la historia de la humanidad y la alma humana («Deseos infinitos / y visiones soberbias / crea en la
historia del individuo. Se trata de poemas establecidos sobre una mente ansiosa / por natural virtud, docto concierto»: en Sobre el
oposición pasado/presente: el primero coincidente con el tiempo de retrato de una bella mujer).
los «felices engaños», de los «fantasmas beatos», del «querido Pero hay en la poesía de Leopardi una tercera actitud, la
imaginar»; el segundo con aquel de la «amarga verdad». Otra valiente contemplación del mal, ético o existencial. En este sentido
actitud de esta poesía consiste en la celebración de la ilusión en el más preciso él anticipa, como ya se ha dicho, algunas direcciones
presente, o como consciente “ficción” del pensamiento (El infinito, “negativas” del pensamiento y de la poesía moderna (desde
Shopenhauer a Baudelaire, desde Nietzsche a Kierkegaard98),
9696
Blasucci, en sus conclusiones, se opone a la triunfante visión decimonónica de De Sanctis, para
quien la poesía de Leopardi representaba el combate entre el corazón y la razón. 98 Arthur Schopenhauer (1788—1860). Filósofo alemán. Su filosofía, concebida esencialmente
97 Giambattista Vico (1668-1744). Jurista y filósofo. Notable por su concepto de verdad como un «pensar hasta el final» la filosofía de Kant, es deudora de Platón y Spinoza,
como resultado del hacer (verum ipsum factum). Su obra más importante es la Scienza nuova, sirviendo además como puente con la filosofía oriental, en especial con el budismo,
publicada por vez primera en 1725 y luego de ampliaciones y reestructuraciones, en 1730 y el taoísmo y el vedanta. En su obra tardía, a partir de 1836, presenta su filosofía en abierta
1744, año de su muerte. La gran originalidad de su pensamiento ha sido valorada en el siglo polémica contra los desarrollos metafísicos postkantianos de sus contemporáneos, y
XX merced a Benedetto Croce, Isaiah Berlin y a María Zambrano. (N. del T.) especialmente contra Hegel, lo que contribuyó en no escasa medida a la consideración de su

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permaneciendo, sin embargo, firme en sus premisas materialistas y evidencia y casi una consistencia ontológica: «Y en nuestra cuna / la
sensualistas. Es precisamente este aspecto el que hace de poemas nada vela inmóvil y en la tumba»: en A Angelo Mai), y por otro, la
como Bruto el Menor y A sí mismo, o de algunos fragmentos de utilización de una sintaxis fuertemente abreviada y elíptica, con
poesías como A Angelo Mai y Sobre el retrato de una bella mujer, por efectos de potentes escansiones epigráficas. («Amargura y tedio / la
citar ejemplos distanciados entre sí en el tiempo, expresiones vida, nada más; y fango es el mundo»: en A sí mismo). En todos
poéticamente no menos sublimes que aquellas que tienen por objeto estos casos la denuncia de lo negativo se convierte en un acto vital,
el encanto de las ilusiones y su pesar. Si hay un progreso en la expresión de una conciencia irreducible sobre las leyes de la muerte
historia de la crítica a la obra, el mismo consiste en la adquisición de y del no ser. Es la última paradoja de esta poesía, lúcidamente
los dominios de la poesía de estas zonas temáticas, donde la enunciada por su mismo autor como una prerrogativa común a
intensidad de la negación se traduce en potencia evocativa y todos los grandes poetas de la “desilusión”:
expresiva. A la realización de tal resultado contribuye por un lado
una técnica metafórica fundada sobre el uso de las «audacias» (para Precisamente, las obras de talento tienen esto, aun cuando
las cuales los datos semánticamente negativos adquieren una representan vívidamente la nulidad de las cosas, aun cuando
demuestran claramente y hacen sentir la inevitable infelicidad de
la vida, aunque expresan las más terribles desesperanzas, sin
pensamiento como una filosofía «antihegeliana». Su trabajo más famoso, Die Welt als Wille embargo, para un alma grande que se encuentra también en un
und Vorstellung (El mundo como voluntad y representación), constituye desde el punto de vista estado de extremo abatimiento, desilusión, nulidad, tedio y
literario una obra maestra de la lengua alemana de todas las épocas. Supone además una de
las cumbres del idealismo occidental, y el pesimismo profundo (no profundo pesimismo), que desaliento de la vida, o en las más amargas y mortíferas catástrofes
perdura en la obra de escritores y pensadores de los siglos XIX y XX, de la talla […], sirven siempre de consuelo, reavivando el entusiasmo, y no
de Freud, Nietzsche, Mann, Tolstói, Einstein, o Jorge Luis Borges, entre otros. tratando ni representando más que la muerte, le crean, al menos
Charles Pierre Baudelaire (1821-1867). Poeta, crítico de arte y traductor francés. Fue momentáneamente, aquella vida que había perdido […]. (Gran
llamado poeta maldito, debido a su vida de bohemia y excesos, y a la visión del mal que
impregna su obra. Fue el poeta de mayor impacto en el simbolismo francés. cosa, y cierta madre de placer y de entusiasmo, y efecto magistral
Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844 –1900). Filósofo, poeta, músico, y filólogo alemán. Realizó de la poesía, cuando logra hacer que el lector adquiera mayor
una crítica exhaustiva de la cultura, la religión y la filosofía occidental, mediante conocimiento sobre sí mismo, y de sus desgracias, y de su mismo
la deconstrucción de los conceptos que las integran, basada en el análisis de las actitudes abatimiento, y de la aniquilación de su espíritu)99.
morales (positivas y negativas) hacia la vida. Este trabajo afectó profundamente a
generaciones posteriores. Meditó sobre las consecuencias del triunfo del secularismo de
la Ilustración, expresada en su observación «Dios ha muerto», de una manera que determinó la
agenda de muchos de los intelectuales más célebres después de su muerte. Si bien hay
quienes sostienen que la característica definitoria de Nietzsche no es tanto la temática que
trataba sino el estilo y la sutileza con que lo hacía, fue un autor que introdujo, como ningún
otro, una cosmovisión que ha reorganizado el pensamiento del siglo XX, en autores tales
como Heidegger, Foucault, Derrida, Deleuze, Vattimo, entre otros. Nietzsche recibió amplio
reconocimiento durante la segunda mitad del siglo XX como una figura significativa en la
filosofía moderna. Su influencia fue particularmente notoria en los filósofos existencialistas,
críticos, postestructuralistas y postmodernos y en la sociología de Max Weber.
Søren Aabye Kierkegaard (1813–1855). Prolífico filósofo y teólogo danés del siglo XIX. Se le
considera el padre del existencialismo, por hacer filosofía del Sufrimiento y la «Angustia»,
tema que retomaría Heidegger y otros filósofos de siglo XX. Criticó con dureza
el hegelianismo de su época y lo que él llamó formalidades vacías de la Iglesia danesa. Ha
sido considerado un importante intelectual de la pasada centuria. (N. del T.)
99 Zibaldone, pp. 259-60, 4 de octubre de 1820.
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