EL PODER ENERGÉTICO Y ESPIRITUAL DE LAS MANDALAS

Mandala es una palabra sánscrita que significa Círculo, considerada como clave para el
autoconocimiento, y es utilizada como herramienta de meditación.

Están vinculadas con el budismo, hinduismo, yoga y meditación.

Varias culturas antiguas la utilizaron como elemento de integración, unidad y armonía.

Han sido utilizadas en prácticas de oración, meditación y curación.

La mandala es un símbolo sagrado universal y cada cultura lo expresa de acuerdo a sus

creencias y experiencias.

Fomenta la concentración de la energía en un solo punto. Su objetivo es servir como herramienta

en nuestro viaje espiritual.

Funciona en aspectos de nuestra personalidad que necesitan ser aclarados o fortalecidos.

Se puede decir que los mandalas son la manifestación de nuestra alma y espíritu. Nuestras
emociones, pensamientos, experiencias, traumas, trabajan de nuestro inconsciente en conexión
con nuestra conciencia.

Cuando las introducimos en nuestra vida, tanto en la observación como en la creación o pintura,
nos damos cuenta de que el bienestar que nos brindan es notable.

A las mandalas las podemos encontrar en la naturaleza en diversas formas. Están constituidas
por un conjunto de figuras y formas geométricas que representan las características más
importantes del universo.

El centro es su punto principal, desde donde todo parece desarrollarse. Es de él que surge la
fluidez para que el resto sea creado.

La vibración de una mandala está conectada en sus formas y colores.

La conexión con las mandalas es para todos en especial para quienes buscan bienestar, equilibrio
emocional, disminución del estrés y desarrollo de la concentración. Nos conecta con nuestro ser
interior, nuestro potencial y autodescubrimiento.

Al hacer contacto visual con una mandala, nuestro estado de ánimo y energía cambian
positivamente. Su campo de fuerza tiene el poder de modificar nuestra energía en varios niveles
ya que podemos sentir su vibración optimista, equilibrio y la intención que el creador está
proyectando.
Es una herramienta que nos ayuda en la búsqueda del equilibrio, autoconocimiento, desarrollo
intuitivo y creativo, a través de la auto-terapia.

Usos

Relajación, auto tratamiento, descargas emocionales, desarrollar la creatividad e intuición.

Los 5 principales beneficios:

1. Desarrolla y despierta nuestra creatividad a través de la práctica y nuestra sensibilidad.

2. Mejora nuestro estado de ánimo debido a la armonía en sus formas y su vibración energética.
Nos transmiten tranquilidad, bienestar, plenitud.
3. Organización física, mental y emocional con su energía, ayudándonos a entender nuestras
emociones, preocupaciones, tristezas y angustias. Mueve nuestro lado racional y emocional.
4. Mayor concentración: Todos los beneficios anteriores nos ayudan a aumentar nuestra
concentración, porque al limpiar nuestro campo mental, vibracional, energético, espiritual,
emocional y físico permitiendo que solo se mantenga la información de calidad.
5. Autoconocimiento: Cuando conectamos con una mandala estamos haciendo auto reflexión,
auto análisis y auto observación.

Colorear mandalas es la actividad que tiene mayor potencial para disminuir la ansiedad.

Meditando con las mandalas

1.. Análisis: Observar una mandala y concentrarnos en lo que estamos buscando equilibrar
en nuestras vidas. Elegir la mandala que nos cause armonía y felicidad.

2. Espacio: Buscar un lugar agradable y cómodo. Sentarnos con la columna recta y colocar
la mandala frente a nosotros.

3. Relájate: Enfoca el centro de la mandala. Deja fluir tu mente, vaciando poco a poco
hasta que la energía de la mandala te llene.

4. Respiración: Sigue relajando y respirando profundo.

5. Intuición: Siente tu mente tranquila, para que el desgaste de energía sea menor, es aquí
donde empezamos a accesar a la intuición y auto conocimiento.

6. Enfoque: presta atención a tu respiración y permite que la mandala penetre en tu interior

armonizando tu campo de energía.
7. Armonía: con serenidad medita durante 15 minutos con música relajante. Empieza a
sentir su poder, para comprender su energía y poder terapéutico. Siente lo que tu corazón
tiene que decirte, sigue tu intuición sobre cual mandala traerá más armonía a ti.

Los colores y sus vibraciones

Medita en este universo de colores para que sientas su vibración a través de tu intuición y
sentimientos.

Significado de los colores:

Negro: relacionado con la tristeza, la muerte, lo profundo, la ignorancia y el misterio.

Blanco: purificación, iluminación. Es el color de la perfección. De la nada o el todo por

hacer.
Verde: relacionado con la naturaleza, esperanza, crecimiento, felicidad y libertad.
Azul: paz, alegría, serenidad y satisfacción.
Gris: calma, espera, neutralidad, sabiduría y renovación.
Rojo: energía pura vital, pasión y sensualidad.
Naranja: energía, dinamismo, ternura, valor y ambición.
Amarillo: simpatía, color del sol y la luz.
Rosado: altruismo, dulzura, paciencia.
Morado: contemplación, amor al projimo, Idealismo y sabiduría.
Violeta: transformación, magia, espiritualidad e inspiración.
Plateado: capacidades psíquicas, emociones fluctuantes.
Dorado: sabiduría y lucidez.

Dibujar o pintar mandalas es una terapia que se está usando cada día más. Su diseño es
libre y su significado dependerá de sus formas y colores. Para quienes se animen a crear
algunos o dibujarlos estos son algunos de los significados:

Círculo: lejanía pero también seguridad, lo absoluto y el verdadero “yo”.

Cuadrado: equilibrio y estabilidad.
Triángulo: relacionado con el agua, la transformación y vitalidad.
Espiral: energías curativas
Cruz: símbolo de decisiones y se relaciona con los puntos cardinales.
Corazón: la unión, el amor, la felicidad.

Pentágono: representa los símbolos de la tierra, agua y fuego, así como la forma del cuerpo
humano.
Hexágono: equilibrio y unión de los contrarios.
Mariposa: relacionada con la transformación, muerte y la auto renovación del alma.
Laberinto: confusión, autorreflexión y la búsqueda del centro de uno mismo.
Disfruta de tu inmersión meditativa a través de la magia de los colores, ya sea activa a
través del acto de dibujar y pintar las mandalas , o pasiva, a través de tu observación y
contemplación.