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El primer amor
El canto de cantos (o Cantares) abre con la manifestación del deseo de la mujer: de ser
amada.
(Can. 1:1-2) Cantar de los cantares, el cual es de Salomón. (2) ¡Oh, si él me besara con
besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino.
Eres hermosa
Cuando la Biblia repite una frase dos veces, es para asegurar que lo que se dice es firme
e inamovible. Por ejemplo, cuando Jesús dice: “De cierto, de cierto, les digo…”
CAPÍTULO #2
La esposa al encuentro del amado 1-17
(Cantares 2:1) Yo soy la rosa de Sarón, y el lirio de los valles.
Lo malo es que estaba cautivada por su propia belleza más que la del Rey.
Hasta ese momento, ella lo ama por lo que Él hace por ella, y no por quién
Él es. En el capítulo uno ella dice: “Mi Amado es para mí como…”.
Por el contrario, es evidente que el Rey no la busca por interés, sino por amor. No la ama
por lo que ella le puede dar, sino por quién es ella. Ella aprendió a recibir el amor del Rey,
pero aún le falta devolverle el favor.
2-17 expresiones amorosas, públicas y privadas, el amor no se puede comprar ni forzar, y
no debería ser excitado de manera prematura.
El pastor responde con palabras tiernas, es como nuestro amado viene a cada vida el
evangelio de Cristo nos llena de su plenitud.
En este capítulo, el Señor se revela como hombre valiente, que conquista cualquier
obstáculo. Lo hace así para que la Novia vea que Él puede hacer cualquier cosa, por lo
tanto, no tiene nada de que temer.
CAPÍTULO #3
Lo buscó en la Ciudad, entre la gente. Aún lo buscó en las calles del “servicio”. No lo
encontró, ya que nadie puede servir de sustituto para una relación con el Amado.
Le dice dos veces que es bella. Esto significa que lo que se dice es una verdad firme. No
hay duda alguna de ella. La palabra “hermosa” se repite 12 veces en el libro de Cantares.
¿Por qué es importante reconocer que somos hermosos a los ojos de Dios?
Las personas que tienen una buena estima propia se cuidan y se mantienen bien. Por el
contrario, las personas que no se aprecian a sí mismos tienden a ser descuidados o hasta
autodestructivas.
Luego que el Rey le describe a la Novia los frutos que quiere en su huerto, la Novia dice
algo que podría parecernos sorprendente:
(Cantares 4:16) Levántate, Aquilón, y ven, Austro; soplad en mi huerto, despréndanse sus
aromas. Venga mi amado a su huerto, y coma de su dulce fruta
Todos deseamos los momentos de descanso y solaz, pero también debemos aprender a
aceptar los tiempos de pruebas, ya que muchas veces son necesarias.
No se trata de “buscar” problemas, sino de aceptar las pruebas que vienen del Señor, las
cuales son necesarias para probar nuestra fe y crecer en las virtudes.
CAPÍTULO #5
El tormento de la separación 1-8
La Novia estaba dispuesta a ser todo lo que el Rey desea de ella. Pero en lugar de subir
la montaña y trabajar en el huerto…se durmió.
(Cantares 5:2) Yo dormía, pero mi corazón velaba. Es la voz de mi amado que llama:
Ábreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía, porque mi cabeza está
llena de rocío, mis cabellos de las gotas de la noche.
creyente no puede disfrutar mucho de su propio huerto, a no ser que Cristo el amado de
su alma, venga a él y produzca en la gracia necesaria para que los frutos de ese huerto
redunden en gloria de nuestro señor y salvador
Si nos entristece leer que la Novia se volvió a dormir, pensemos si nosotros no hacemos
lo mismo. Muchas veces nos proponemos hacer muchas cosas buenas para Dios; nos
comprometemos a hacer esto, a cambiar aquello. Nuestra intención es buena, pero al final
no hacemos nada, porque nos dormimos en los laureles.
(2 Corintios 8:12) Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que
uno tiene, no según lo que no tiene.
La última descripción del Rey en este capítulo es acerca de su “paladar” (heb. Jej). Esta
misma palabra se menciona en el Salmo 119, donde se habla de la Palabra de Dios.
(Salmo 119:103) ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.
No sólo se trata de “morder y tragar” las palabras, sino de “sacarles el jugo”. Aprendamos
a saborear lo que el Señor nos va dando día a día. Esto fue lo que aprendió a hacer la
Novia, y por eso descubrió que el Amado era mejor que todos los amores del mundo.
CAPÍTULO #6
Mutuo encanto del esposo de la esposa 1-13
Luego de la descripción que la Novia hace del Rey, las doncellas de Jerusalén se quedan
intrigadas. Ellas quieren saber dónde está el Amado, y están dispuestas a acompañar a la
Novia a buscarlo.
(Cantares 6:1) ¿A dónde se ha ido tu amado, oh la más hermosa de todas las mujeres?
¿A dónde se apartó tu amado, y lo buscaremos contigo?
Las doncellas todavía están enfocadas en la Novia. Están impresionadas por Su belleza.
Pero ese mismo interés en ella las lleva a interesarse en aquello que apasiona a la Novia.
De la misma forma, nuestro amor y pasión por el Señor puede despertar el deseo en otros
por conocerlo más.
Nosotros somos huerto para Dios, pero sólo para Él, y para ningún otro amor.
Los nogales son árboles cuyo fruto son las nueces. Éstos son árboles que dan
mucha sombra, sirviendo, así como refugio del calor y sol intenso del verano.
Producen frutos de cuya semilla se saca la nuez. También la madera del nogal es
muy preciada.
(Efesios 6:15) y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
El amor de la Novia por el Rey fue despertándose poco a poco. Al final del Cantares
vemos que el amor llega a su plenitud. Ya no sólo busca ser amada, sino desea dar su
amor por completo. Alcanzó un amor maduro y profundo que nada ni nadie puede apagar.
El amor, especialmente el amor a Dios, no se puede forzar. Debe nacer voluntariamente y
en el tiempo indicado, de lo contrario no fluirá