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“El advenimiento del Salvador” Iglesia Oasis de Gracia Pastor Jaime León

EL ADVENIMIENTO DEL SALVADOR


EL ANUNCIO A MARÍA

Lucas 1:26-38
Luc. 1:26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la
casa de David; y el nombre de la virgen era María. 28 Y entrando el ángel en donde ella
estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las
mujeres. 29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué
salutación sería ésta. 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado
gracia delante de Dios. 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y
llamarás su nombre JESÚS. 32 Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el
Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para
siempre, y su reino no tendrá fin. 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto?
pues no conozco varón. 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre
ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que
nacerá, será llamado Hijo de Dios. 36 Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha
concebido hijo en su vejez; y éste es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; 37
porque nada hay imposible para Dios. 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del
Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia. 

INTRODUCCIÓN
La celebración del Advent durante las 5 semanas antes de navidad, ha sido una
práctica cristiana para recordar estas verdades; y padres cristianos lo han usado de
forma muy creativa para ministrar a sus hijos el plan de redención.

"La celebración del Adviento sólo es posible para aquellos que tienen el alma atribulada,
que se saben pobres e imperfectos, y que esperan algo más grande por venir". ~ Dietrich
Bonhoeffer

"Dios de la esperanza, te miro con corazón abierto y espíritu anhelante. Durante este
tiempo de Adviento, me mantendré alerta y despierto, escuchando tu palabra y
guardando tus preceptos. Mi esperanza está en ti". ~Mateo Kelly

El nacimiento del Hijo de Dios, nuestro Salvador no ocurrió de forma precipitada,


inesperada o improvisada. Por el contrario, el Hijo, la segunda persona de la
trinidad se encarnó según el plan determinado de Dios padre. Y así lo esperamos
hoy por segunda vez, ya sin relación con el pecado, para darle cumplimiento pleno
y consumar el plan de redención.

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MARÍA Y EL SIMBOLISMO BÍBLICO


Al reflexionar en esto, apliquémoslo a nosotros pensando que simbolizamos o que
representamos cada uno de nosotros.

¿Que miran las personas cuando nos ven a nosotros?

 María en la profecías, María como un instrumento. En primer lugar, es


aquella mujer anunciada de cuya simiente vendría el que heriría a la serpiente
en la cabeza, que destruiría el imperio del mal. [Heb. 2:14,15]
Gen 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente
suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 

María una virgen, María como una señal. Es la mujer en la que se


mostraría la señal del advenimiento de el Salvador.
Isa 7:14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen
concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. 

Una visión correcta de la encarnación depende de la verdad sobre el nacimiento


de Jesús por medio de una virgen. Fue el acto sobrenatural de Dios para darnos
a su Hijo. Acto que no tuvo, ni requirió la intervención humana.

La naturaleza del nacimiento de Jesús da fe de su deidad y de su origen libre del


pecado. Un nacimiento obrado sobrenaturalmente por el Espíritu Santo, que
mostró también la manera en que debería de nacer toda su descendencia.

Jn 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni
de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. 

 María un símbolo de la iglesia, María como un depósito. al ser una


receptora de Gracia antes que una dispensadora de Gracia. El ángel Gabriel le
dice: ¡Salve muy favorecida! Que quiere decir como en Ef. 1:6 que se nos hizo
“aceptos” literalmente por esa Gracia. Ella nos representa.

Ef. 1:6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el
Amado,

Es decir, se le concedió esa Gracia [el favor] para ser el instrumento del Señor.
En otras palabras, solo por la Gracia que se nos concede podemos ser los
instrumento útiles del Señor. Por eso dice Pedro:

1Pe 4:10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios. 

Entonces, la iglesia, es la elegida, la receptora de la Gracia divina para ser el


instrumento de Dios para cumplir sus planes y llevar a cabo sus propósitos aquí
en la tierra. Ella es la virgen elegida para casarse con el cordero.
Por eso el ángel le dice: “no temas”. [1:30] porque ha sido la elegida por Dios.

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MARÍA UNA MUJER DE DIOS

 Un corazón inquisidor
El ángel no reprendió a María (1:34) por la misma pregunta que le hizo
Zacarías, (1:18,20) ¿Cómo será esto? porque la de ella no procedía de un
corazón incrédulo, sino de un corazón asombrado que inquiría. Ella dice: “no
conozco varón”. Ella no dudaba que pudiera ocurrir, sino quería saber
cómo habría de ocurrir.

Por eso el ángel le explica como va a ocurrir todo y como ella iba a quedar
embarazada (1:35).

Su actitud al escuchar todo lo que decían de Jesús, muestra como era su corazón
en la relación con su Dios.

Luc 2:19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. 

 Un corazón adorador
Es siempre un corazón humilde que es ministrado por otros.
Es un corazón sencillo que se identifica con aquellos que están siendo
ministrados de la misma forma por Dios.

Nuestra espiritualidad siempre puede ser reforzada por lo que Dios está
haciendo con y en los que nos rodean. (1:36,37)

Ella no era una diva (diosa) sino un corazón humilde que amaba y
consecuentemente adoraba a Dios. Luc 1:46 Entonces María dijo: Engrandece mi
alma al Señor…

 Un corazón de sierva
Es la manera como ella se define así misma. Su auto percepción era como la
de una sierva…
“La sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” 1:38

Dios debe obrar en nosotros esta disposición para podernos usar como sus
instrumentos de redención.

En el tiempo que vivimos cada día hay más amos y menos siervos. Hay más que
quieren mandar y menos que quieren obedecer. Son más los que reclaman
privilegios y menos lo que los ceden. Mas lo que dan consejos y saben como se
deben hacer las cosas, que los que buscan consejo y necesitan dirección.

El diablo siempre quiere endiosarnos (Gen. 3:5); pero el corazón rendido a


Dios nos hace vernos como siervos de Dios y de los hombres.

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La contienda con Dios termina cuando llegamos a este punto y decimos: Que
quieres que haga… he aquí tu sierva.

Hec. 9:6 Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el
Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.

CONCLUSIÓN
Necesitamos más siervos, o sea hombres y mujeres que digan cosas como estas
a Dios:
 He aquí la sierva del Señor.
 Hágase conmigo conforme a tu palabra.
 ¿Qué quieres que haga?
 No se haga mi voluntad, sino la tuya.

Las palabras del ángel, no era una situación fácil para María, sino por el contrario,
era un posición difícil y vergonzosa. Desposada para casarse con José, debía
enfrentarse al estigma de una maternidad fuera del matrimonio.

Es obvio que José habría sabido que el hijo no era suyo, y ella era consciente de que
podría ser acusada de adulterio, una ofensa que se castigaba con el apedreamiento
(Det. 22:13-21). Sin embargo, ella se sometió voluntaria y con buena disposición a
la voluntad de Dios expresada por el ángel Gabriel.

Es fácil servir cuando ese servicio nos trae reconocimiento de otros; sin embargo,
muchas veces servir al Señor puede significar señalamiento o malos puntos de
vista. Por eso Pablo dijo:

Gal 1:10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a
los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. 

Para Jesús servir a Dios significó la cruz y una corona de espinos.

¿Qué precioso estas tu dispuesto a pagar para servir a Dios?

Canto: “Un siervo para tu gloria”

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