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TEÓRICO #11 - Clínica de La Actividad
TEÓRICO #11 - Clínica de La Actividad
En primer lugar, podemos recordar que la clase pasada veíamos esta relación
entre la organización prescrita y la organización real, esta brecha en el medio. La
clínica de la actividad se basa en este vínculo y, también toma para profundizar,
un vínculo similar que plantea la ergonomía: disciplina que se encarga del diseño
de lugares de trabajo, herramientas y tareas que sean acordes a las necesidades y
las capacidades de los trabajadores.
La ergonomía también plantea dos aspectos que hacen al trabajo: la actividad y la
tarea. La actividad se correspondería a la organización real y la tarea a la
organización prescrita. Entonces también, la clínica de la actividad, tomando
estos vínculos compartidos en todas estas corrientes teóricas, plantea justamente
lo real-actividad con una brecha de lo que es lo prescripto-tarea. Es decir que, la
propuesta de la clínica de la actividad va a ampliar entonces lo que desarrollamos
la clase pasada desde la psicodinámica del trabajo. En esta clase vamos a intentar
poder analizar esta relación entre lo prescripto/tarea y lo real/actividad a la luz de
las modalidades actuales de trabajo. Sobre esto, la clínica de la actividad también
se va a plantear qué es la actividad y por qué los trabajadores realizan este esfuerzo
que implica la actividad, el transformar esto prescrito en lo real
Como vemos acá, hay una foto de un ferrocarril, vemos de fondo la Torre Eiffel y,
justamente en esta ficha, ustedes van a encontrar un ejemplo que toma Clot para
poder definir varios de sus conceptos y que vamos a desarrollar en este pequeño
vídeo para seguir profundizando.
Clot realizó una observación sobre el sector de conducción de trenes de los
suburbios de París. Lo primero que observa Clot es que, en el pasado, las
formaciones, los trenes, tenían tres trabajadores que trabajaban dentro de esta
formación:
- Por un lado, tenían un conductor a cargo, que era quien manejaba.
- Por otro lado, un conductor asistente que ayudaba a este maquinista a
cargo.
- Por último, un auxiliar que avisaba cuando se va a llegar una estación,
controlaba que ningún pasajero tuviera un accidente y asistía -de alguna
manera- también a esta tarea de conducción para que se pudiera
desarrollar sin mayores problemas.
Ahora, yendo a la actualidad, Clot observa que ya no hay tres trabajadores, hay uno
solo sobre los trenes, hay un solo más maquinista que hoy en día está haciendo
las actividades que en algún momento hacían tres trabajadores. Podríamos pensar
entonces, desde esta mirada/simple observación, que la conducción es una
actividad que este maquinista realiza o ejerce en soledad. En esta actividad
aparentemente no existiría un colectivo de trabajo: el trabajador estaría solo.
De esta forma, este trabajador que se encuentra solo constantemente tiene que
resolver un montón de conflictos de criterio que, en otro momento, lo podría
realizar con la ayuda de estos compañeros. Estos conflictos de criterio van a
tener que ver, por ejemplo, con evitar llegar tarde de una estación a otra para poder
cumplir con los horarios, pero, a su vez, también va a haber riesgos, porque si se
apura mucho puede chocar con otro tren que vaya un poquito más adelante.
Siguiendo con su observación, Clot encuentra que -en realidad- existen otros
trabajadores que ayudan a este maquinista a poder, por ejemplo, resolver todos
estos conflictos. Por ejemplo: existe la figura del regulador, que es aquel que desde
un centro de control va a ayudar a dar indicaciones a este maquinista -y a todos
los demás- para que puedan llegar a tiempo respetando los tiempos digamos de
cada formación. De esta forma, lo que podemos pensar, es que la actividad de
este regulador penetra en la actividad del maquinista.
Asimismo, también la actividad que realicen otros conductores de otras
formaciones va a afectar la actividad de este maquinista. La actividad de este
maquinista también se va a ver afectada -por ejemplo- por los humores de los
pasajeros que están adentro de ese tren, que si él llega tarde van a estar de mal
humor y seguramente van a afectar la atmósfera de su propio espacio de trabajo.
En este punto, es interesante tomar esta frase que trae Vygotsky: “A cada minuto
el hombre está plena de posibilidades no realizadas”. La actividad consiste,
entonces, en deshacerse de la actividad de otros. Si el conductor constantemente
está pensando que otro maquinista puede atrasarse y, entonces, no va a poder
llegar a tiempo con su recorrido, probablemente se distraiga y no pueda realizar su
propia actividad. Cuando hablamos entonces de lo real, de la actividad, estamos
hablando de una actividad que incluye dos componentes: la actividad realizada
[lo que la persona realmente está haciendo] es sólo una parte de lo que es posible
hacer [es lo visible, lo que vemos a simple vista]. Pero, para poder hacer eso la
persona, también tiene que dejar de hacer otras cosas, por ejemplo: dejar de
pensar en lo que va a ser otro conductor. Entonces, la actividad incluye también
lo que no se hace, lo que no es visible. En muchos casos, esto que no se hace
es también lo que a uno le gustaría hacer, pero no puede hacerse en este contexto.
Dice Clot que, todo esto que no se hace, también es lo real de la actividad.
Es importante tener en cuenta esto real de la actividad además de la actividad
realizada. ¿Por qué es importante? Porque todo esto que uno reprime y que no
puede hacer es cansador, entonces también hacia la actividad.
De esta forma, podríamos decir que -por el momento- la relación entre lo
prescripto/tarea y lo real/actividad es esta que vemos en esta filmina. Ya la
clase pasada, cuando veíamos psicodinámica del trabajo, decíamos que entre lo
prescripto y lo real hay una brecha, y esta brecha son las tensiones que se
dan entre lo que se debería hacer y lo que realmente se hace.
Así, en el ejemplo de los trenes que venimos trabajando, los maquinistas tienen
como tarea prescripta el llegar de una estación a otra a una determinada velocidad
controlada por un dispositivo. Decíamos que, si ellos ponen el dispositivo en
automático, su mente empieza a vagabundear y no puede dejar de pensar en otras
preocupaciones que le impedirían realizar su actividad. Frente a esto decíamos
que ponen el dispositivo en modo manual y juegan a controlar ellos la velocidad
para no llegar a tope.
Ahora, si este juego no fuera compartido entre todos los maquinistas, entonces
sería la transgresión, sería un solo maquinista que está transgrediendo y poniendo
en modo manual, cuando en realidad todos ponen en modo automático. Entonces,
justamente como esto es algo compartido, incluimos este concepto que es el de
género profesional.
¿Qué es el género profesional? Es lo prescripto, informal y colectivo. Es
prescrito por un colectivo de trabajadores, son obligaciones compartidas en un
determinado medio profesional, es la forma de hacer la actividad en un
determinado momento y en un contexto concreto. Si analizáramos -por ejemplo-
en otro colectivo de maquinistas de otra ciudad probablemente no exista esta
herramienta profesional que forma parte de este género profesional. Esto es algo
que analiza Clot en ese contexto laboral. Esto es importante porque también
genera pertenencia social y, al mismo tiempo, es un recurso de acción, es una
forma de realizar esa tarea, es lo que hace a la actividad en concreto colectivo de
trabajo.
Ahora bien, a lo prescripto/tarea. la clínica de la actividad lo llama también la
organización de trabajo. Esta organización del trabajo es la que plantea las
características de la tarea a realizar. Sobre esta base, el colectivo de
trabajadores construye sus propias reglas y lenguaje. Esto es el trabajo de
organización.
El género profesional o el trabajo de organización establece los límites de lo que
es aceptable e inaceptable en ese trabajo, en ese contexto de trabajo. Les aporta
a los individuos/trabajadores que forman parte de ese colectivo un bagaje de cómo
se espera que actúen. Cada individuo, a su vez, va a tomar este bagaje y le va a dar
su propia impronta, generándose a nivel individual lo que la clínica de la actividad
llama el estilo profesional.
Si en la organización de trabajo no se construye un género profesional, la clínica
de la actividad dice que ese trabajo se va a empobrecer. Entonces, es fundamental
que exista una organización de trabajo que plantee cuál es la tarea necesaria
realizar (por ejemplo: conducir los trenes de París); pero, al mismo tiempo, es
importantísimo que ese colectivo de trabajadores que tienen que conducir esos
trenes pueda construir sus propias herramientas y su propio género
profesional. Si eso no existe, los sujetos se van a volver a sí mismos y ahí es donde
se dará el sufrimiento, porque no hay posibilidad de construcción colectiva, de
creación. Esto se puede traducir en accidentes, falta de productividad y un montón
de otros indicadores organizacionales.
Por esto, y por esta relevancia del género profesional, justamente la metodología
que plantea la clínica de la actividad tiene que ver con el poder proveer
herramientas que favorezcan el desarrollo de un género profesional. Por esto
considera la clínica de la actividad que es fundamental que en los espacios de
trabajo haya debates, controversias y que no estén todos de acuerdo: el
desacuerdo es lo que posibilita el cambio. Las herramientas en las que basa su
práctica la clínica del trabajo tienen que ver con poder generar estos espacios de
debate y de reflexión sobre la actividad que se realiza.