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O ’CONNOR 9 a n z 1 9 1 2
COMPILADOR
HISTORIA CRITICA
DE LA FILOSOFIA
OCCIDENTAL
ni
RACIONALISMO, ILUMINISMO
Y MATERIALISMO EN LOS
SIGLO S XVII Y XVIII
PAIDOS
1
HISTORIA CRÍTICA DE LA
s
FILOSOFIA OCCIDENTAL
Uno nuevo concepción de lo historio de la filosofía.
so
Los conceptos y teorías de los más grandes pensadores, o
expuestos, criticados y evaluados a lo luz del conoci
miento contemporáneo, en una obra notable por su <
claridad, amplitud y profundidad. ü
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a.
D. J. O’CONNOR
comp Dador
Racionalismo, iluminismo
y materialismo
en los siglos XVII y XVIII
gal912
HISTORIA
CRÍTICA
DE LA FILOSOFÍA
OCCIDENTAL
PAIDÓS
Buenos Aires
Títtiio del original inglés
A GuriCAL litSTOKY OF WESTERN PmtosoPHY
Capítulo» X, XI, x m y XVI
publicado por The Fne Presa oí Glenror
The Macmlílan Companr, Nueva York
VcrsiÓn casfr/larui de
NESTOR MICUEZ
I. Descarte? 9
J. L. Watlijcg
Umversíty Colitgr, Londres
11. Spinoza 61
P. H. Nídditcih
Universidad de Simcx
i 11. Leíbniz 109
Htrrn L. Sa v
Birkbetlí Coüege, Londres
DESCARTES
Por J. L. W a t l in g
E L PUNTO D E VISTA D E D E S C A S T E S
EL CONOCIMIENTO IDEAL
LA E X IS T E N C IA D E L YO
Estoy seguro «Le que soy algo que piensa, ¿pero acaso
no sé también lo que se requiere para darle certidumbre
de algo? En este conocimiento primero no se encuentra
nada más que una clara i distinta percepción de lo que
conozco; la cual no sería suficiente para asegurarme que
es verdadera si [pudiera suceder que una cosa concebida
clara y distintamente de* este modo fuera falsa. Por con
siguiente, me parece que puedo establecer como regla ge
nera! que todas las cosas que concebimos muy clara y dis
tintamente son todas verdaderas
8 hjfem, L.
DESCARTES 45
i° Idem , LX.
lo RACIONALISMO
LA RELA CIO N E N T R E LA M EN TE Y E L C U ER PO
Testos
E dicion es com pletas:
CEuvres d e Descartes, compilación de C, Adain y P. Tannery
(2 vela, y suplemento, París, 1897-1910). Esta edición au
para a todas las otras ediciones de sus obras completas.
E dicion es y traducciones d e obras individuales:
T he P hiíosophicat W orks o j D escartes, trad. por E. S . Holdane y
G. T. Rosa 1.2 vals. Cambridge, 1911, 1931), Es la traduc
ción inglesa más completa de que se dispone.
Otra huerta traducción in glesa fl>:
Descartes, P hüosophical Writings, trad. por E. Anscombe y P .:
T. Geach (Edimburgo, 1954).
Descartes' P hiíosophicat Writings, trad- i>or N. Kemp Smith (N.
Y , 1953), Esta selección da más extensión a las R eglas para
la dirección d el espíritu.
R en e D escartes Selections, contp. por Ralph M. Eaton (Nueva
York, 1927).
Exposiciones generales
Biografía
Haidane, E. S., D escartes i His L ije and Tim es (Londres, 1905),
II
S PINOZ A
Por P. H. Njuditch
- Idem .
66 HACIONAUSMO
D IO S O LA N ATURALEZA
3 htrm
SPINOZA í>7
i
74 RACIONALISMO
18 Idem .
SPINOZA 81
M E N T E Y M A TERIA
E L B IE N Y E L M AL
Obras principales
Textos
L E I HN I Z
Por R u t h L. S aw
1 M onadoiogia, sección 7.
1)4 ILUMINISMO
A AH ABC ABCD
AC ACD ABCE
Al) A DE ABDE
AF. ABD ACME
ACE
ABE
n BC BU) BCMF.
fít> BCK
BE BDF.
c CD CDE
CE
i> DE
E
9 Idem.
LF.IBNIZ i:w
no Jebe ser ciuisidemilo i'timn imgitiradn en el concepto lie que el concepto de algún otro individuo contenga la res
mi romo ímliviilun tatnuguír ginr il i- ¡tos ioió n ¡le ia provi puesta a las mismas. Arnauld objeta a esta concepción
dencia de rgiie mítica cambia la naturaleza de la-
vosos, nutii a juiedc -llccdrr iguc eslo deba catar en m í). que no solamente hace imposible la libertad humana, sino
también la libertad de Dios. Dios, a! crear a .Adán, ha
Es Herir, ArnauIH se consideraba a sí mismo como un determinado lodo el curso de los acontecimientos, los
animal esencialmente racional, rjue había llegado a ser cuales, en lo sucesivo, se siguen “con una necesidad más
un teólogo y un soltero, aunque podía haber elegido que fatal”. I-eibniz rechaza la palabra “fatal” y dice que
ser un médico y un hombre casado. Para Leibniz. el indi Arnauld confunde la necesidad hipotética con la absoluto.
viduo Arnauld contenía replegado en su naturaleza, desde Es cierto que. una vez que Dios lia elegido crear al Adán
su creación, su futuro de teólogo y eélibe. junto con real, esto es. la mónada que contiene en sí misma lodo
todos los actos que determinaban esta situación, inclusive el curso de los acontecimientos posteriores, inclusive la
sus actos He libre elección, Al crear a Arnauld. Dios creó descendencia de Adán y su historia, la historia real del
a todos los otros seres implicados en sus acciones con mundo se desarrolla, no con necesidad “fatal”, sino de
sus estados ya mutuamente adaptados. Si en la naturaleza acuerdo con causas que “inclinan sin exigir”. Estas son
o en el concepto de Arnauld hubiera estado contenido las causas finales, y el mundo real cumple con el pronó-
que él elegiría casarse, entonces habría habido otro ser silo de Dios, que es crear el mejor de todos los mundos
creado en cuyo concepto estuviera ínrluido que ella elegi posibles. La necesidad es hipotética, pues depende inicial
ría casarse con Arnauld. mente de la elección de Dios y todo el curso de los acon
El individuo, según Arnauld, es un espécim en de este tecimientos contiene libres elecciones que Dios había re
tipo, particularizado por tener su propio trozo de materia. picando en los conceptos de sus rriaturas.
Sócrates es un espécimen de humanidad, que hace los El enfoque que hace leibniz de la libertad humana y
tipns de cosas propio de los seres humanos a su manera divina plantea la cuestión más general de la relación entre
Dcculiar. Las cosas concretas que hace y dice son sus ma el principio de contradicción v el de razón suficiente en
neras propias de hacer los tipos humanos de cosas, asi co su sistema, A primera vista, la distinción entre los dos
mo el ser de nariz chata es su propia manera particular de principios es perfectamente clara. Las verdades necesarias
manifestar la característica humana de poseer una nariz. de la lógica v la matemática son verdaderas según el
Hay leyes generales que nos permiten esperar que Sócra principio de contradicción, siendo sus opuestas contra
tes podrá aprender a hablar, aprender la gramática y dictorias. Son verdaderas de “todos los mundos posibles”,
aprender a razonar, pero no hay leyes que nos permitan dependen del intelecto de Dios v no de su voluntad. Dios
esperar que él diga: “Pero, ¿no es ridicula la expresión no podría crear un mundo en el cual la distancia más
«amo de sí mismo*?. pues el hombre que es amo de sí corla entre dos punios de un plano no fuera una recta,
mismo será también, presumo, esclavo de sí mismo, y pero esto no supone una limitación a su libertad, sino
el esclavo será el amo”. Pero es justamente este segundo sinililemente un reconocimiento de la naturaleza de su
tipo de expectativa el que interesa a Leilmiz. Su Sócrates intelecto. Por otra parte, el principio de razón suficiente,
es justamente el individuo que dice estas palabras y no aunuue verdadero de lodos los mundos posibles — de
otras, y Dios, que tiene un concepto completo de cada cualquier mundo que Dios pudiera haber creado sería
individuo, puede leer en el concepto justamente esas pa verdadero decir que hubo una razón gior la cual debía
labras, y. además, tiene que ajustar las cosas de tal modo ser así y no de otra manera— , las verdades reales de las
U2 t UNUIMSMIl
T E O KI A MOHAI.
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Texto*
Exposiciones generales
EL MATERIALISMO FRANCES
DEL SIGLO XVIII
For K. A. Gellner
I
I C'.'
1,1(1 El. MATEKJ A I.ISMO l-'HANEES
discutible: basta reflexionar en ludo b* que esta parlicü- capción del universo de “dos estados básicos"; antes y
lar alternativa secular debe a la religión a la que cuín- después de la Ilustración, por así decir. ( Antes, había
bate. En sus ideas particulares, le debe mucho por upo- oscuridad y superstición; después, hubo luz. Esta visión
stcióti; y en su estructura general puede deberle otro de un “estado dual” quizá sea heredada de la religión.)
tanto por emulación más » menos inconsciente. Con el reemplazo de la concepción algo simplista del
estado dual por teorías del desarrollo, o evolución, histó
rico, también surgió una interpretación más tolerante y,
TEM A S M ODERNOS Q U E NO ESTA N P R E S E N T E S por así decir, funcional de aquellos errores contra los
EN E L PEN SA M IEN TO D E LA ILU STR A C IO N que la Ilustración había luchado, Esto hizo imposible con
siderarlos exclusivamente como errores surgidos del te
afirmación de que la Ilustración forjó y formuló por mor o la imaginación y explotados por los sacerdotes
primera vez la visión moderna del mundo tal como se y los tiranos para sus propios fines. Esta mayor comple
manifiesta en las presuposiciones compartidas y en las jidad o comprensión y/o tolerancia se refuerza mediante
filosofías (orinales no requiere, como dijimos, aclaración lo que podría llamarse la visión "sociológica”. Si se con
por el hecho de que la religión haya sobrevivido a su sidera que las ideas son primordinlmenle funciones socia
alaque. Si la visión del mundo característica del siglo XVIII les, no individuales, entonces, al menos parle de la labor
actualmente no nos incita o estimula, ello se debe en de desbrozamienlo realizada por los hombres de la Ilus
parle a que sus expolíenles realizaron su labor muy loen tración estaba nial encaminada. Si las sociedades o nacio
y con éxito. Lo que ellos predicaban se ha convertido nes son unidades supraindividiiales, bien pueden hablar
en terreno común, compartido hasta por ios sucesores de a los individuos que las componen a través de esas leyen
sus adversarios de antaño. _ das, dogmas o instituciones aparentemente absurdos que
Pero esa afirmación exige algunas aclaraciones por no resisten la critica ilustrada. Así. el relativismo que
otras razones. Hay ciertos constituyentes destacados de estaba, presente cu la IlusLracióu, pero que no fue seguido
nuestro clima de opinión moderno que [altaban o esta hasta sus últimas consecuencias, recibió luego un ímpetu
ban inadecuadamente incorporados a las creencias de la v un desarrollo que condujo al sncavamienfo parcial de
Ilustración. Es su ausencia tanto como el éxito, del cual la misma visión crítica del Ilnminismo.
deriva la trivialidad de su concepción, lo que da a la 2. Otro notable elemento de la visión moderna del
visión del mundo de la Ilustración e.se sabor ligeramente mundo que faltaba en la Ilustración, como faltaba en las
añejo y poco estimulante que tiene pava muchas personas. concepciones contra las que ésta luchaba. es un cierto
Vale la pena especificar esos constituyentes ausentes, que pesimismo, basado no en una doctrina religiosa de) ¡tocado
iban a ser agregados más adelante. _ original, sino en una visión totalmente recular de! hom
1. En primer lugar, faltaba lo que puede llamarse bis- bre. Esta visión del hombre, formulada meta físicamente
toricismo y socíologismo: una cierta conciencia de la por Schopenhauer. aforísticamente por Nietzsche v clíni
continuidad, la unidad, el flujo y el crecimiento en el camente por Frcud, es ajena al pensamiento ilustrado y
mundo. Esta conciencia fue inspirada más^ tarde por la constituye un grave problema para él. La Ilustración no
consideración de la historia humana o biológica, y a me se inclinaba a atribuir al hombre un sustrato fundamen
nudo falta entre los hombres de la Ilustración, quienes talmente bueno, como hizo Rousseau, pero consideraba ai
se inclinaban más bien a lo que podría llamarse una eon- hombre, al menos, como moralmente neutro y capaz de
174 El. MATERIALISMO FRANCES
LA ID EO L O G IA Y SU IN FLU EN C IA
LE SY S T E M E D E LA N ATURE
* “No hay patria sin bienestar: una sociedad sin equidad sólo
encierra enemigos, una sociedad oprimida sólo contiene opteso
y esclavos.”
DEL SIGLO XVIII 199
Para justificar sus monstruosas opiniones, nos dicen que trae un principio verificación isla del significado, del cual
la= ideas son los únicos objetos del pensamiento. Pero las afirma que no es sino el reciproco de! aforismo aristo
ideas son efectos. Aunque sea difícil llegar a las causas, télico según el cual nada hay en el espíritu que no pase
¿podemos suponer que no haya ninguna? Si sólo tene antes por los sentidos. Si una palabra o una idea no se
mos ideas de objetos materiales, ¿cómo podemos suponer refiere a nada sensible, entonces carece de significado.
que las causas de nuestras ideas son inmateriales? Su El profundo Locke puso de relieve ese principio, para
poner que el hombre, sin ayuda de cosas y objetos exter disgusto de los teólogos. También otros han compren
nos, puede tener ideas del universo es como decir que un dido el absurdo del sistema de las ideas innatas. ¿Cómo
ciego puede tener una idea verdadera de un cuadro del ha sucedido, pues, que todos ellos no hayan llegado a
(pie nunca ha oído hablar. comprender que ese principio socava la teología? Es
Es fácil ver el origen de esos errores. Forjados por el que el prejuicio, ¡ay!, especialmente en lo que respecta
prejuicio o el temor de la teología, los hombres parten a cuestiones religiosas, es fuerte. Los moralistas deberían
de la idea de un espíritu puro, y luego no alcanzan a haber comprendido lo absurdo de admitir un sentimien
comprender cómo éste puede Ínter actual' con el cuerpo. to o instinto moral innato.
Y al ver que el alma tiene ideas, concluyen que debe Ifolbacb presenta también una teoría empirista de las
extraerlas de sí misma. verdades geométricas y lógicas, con el fin, nuevamente,
Sin embargo, hay ciertos fenómenos que dan sustento de evitar la teoría de las ¡deas innatas. Aplica la nega
a esas opiniones: los sueños, Holbach ofrece, pues, una ción de las ideas innatas a las ¡deas abstractas — bondad,
explicación causal de los sueños. Compara a quienes belleza, orden, inteligencia, virtud, etc.— y brinda una
sueñan con teólogos despierto?. Pero los sueños prueban teoría empirista de su significado. Todos los errores y
lo opuesto del dogma espiritualista. El olma de un hom disputas de los hombres derivan de abandonar las evi
bre que sueña es como un hombre borracho o delirante. dencias de la experiencia y los sentidos, y de dejarse
Si hubiera en el mundo un ser capaz de moverse a sí conducir por ideas presuntamente innatas, Pensar en ob
mismo por su propia energía, tendría el poder de detener jetos (jue no actúan sobre nuestros sentidos es pensar en
o suspender el movimiento en el universn, debería ser palabras tsolamente) —por ejemplo, la palabra Dios— ,
una excepción al determinismo general. íllolbach, como es usar la imaginación (en el vacíol. La teología, la
de costumbre, fusiona su determinismo con una tesis psicología (es decir, la disciplina de su époea dedicada
esencialista, la de que las propiedades causales y otras, al estudio de la sustancia psíquica) y la metafísica son
derivan de lo naturaleza misma de los seres, o con un meras ciencias de palabras. F.llas infectan el estudio de
modo esencialista de expresión. 1 la moral y la política. Pero los hombres necesitan la ver
La dificultad para comprender las facultades del alma dad. y ésta consiste en conocer las verdaderas relaciones
humana da origen a la atribución de cualidades incom que ellos tienen con las cosas que pueden influir en su
prensibles, Por ejemplo, nuestro pensamiento y nuestra bienestar. Sólo es posible conocer esas relaciones con la
imaginación pueden examinar el vasto universo. En rea ayuda de la experiencia. Sin experiencia no hay razón;
lidad. sólo tenemos ideas como efecto de nuestros sen sin razón no somos más que ciegos que acLúan al azar.
tidos; sólo pensamos, queremos y actuamos a través de Pero, ¿cómo adquirir experiencia de temas ideales que
modificaciones de nuestro cerebro ÍHolbach fusiona el nuestros sentidos nunca conocen o examinan? ¿Cómo
sensaciónismo con el determinismo físico,! De aquí ex conocer sus efectos sobre nosotros? AI hacer depender la
202 Kl, MATERIALISMO FRANCES
1 Capítulo VI.
212 EL MATERIALISMO FRANCES
CO N CLU SIO N
Escritos de Holbach
joítítreWci o p p o s é e s a u x id e e s sa r n a tu r e ile s
L e b o n -s e n s ou idéete
( Amsterdam, 1772). También publicado con el lílulo L e bon-
s e n s d u c u r é M e s l ie t .
L a religión- n a tu r r lle , p r é c é d é e d e la e o r r e sp o n d e n c e d e y o l taire
e t ( C A t e m b e n s u r T o e u v re d u c u r é M e d ia r (París, 1881)..
A L e U e r fr o m T h r a s y b u lu s to L e u c ip p e (Londres, 1828).
lio m m o n t e n s e ; o r n a tu ra l id e a s o p p o s e tl to jnpcrnaíu/íií (Nueva
York, 1795, y Londres, 1826).
L e c k r is t ia n is m e d é v o ité (Londres, 1756). Publicado anteriormente
con el seudónimo de Nicolás Antoine Boulanger.
I lis t o ir e c r it iq u e d e J e s ú s C k r is t (1770).
L a co n ta g ia n m a r é e (Londres, 1768),
S y s t e m e d e la n a tu r e , o u d e s fo ts d u m o n d e p h y s iq u e e t d u m o n d e
m o r a l (Londres. 1770; 2 vola., Parí», 1821).
T h e S y s t e m o f Notare: o r th e L a tes o j th e M o r a l a n d P h t s ic a l
W o r ld (Londres, 1797),
- . con notas de Diderot. traducidas por H. D. Robinsun (Boston,
1868).
S y s t e m e s o c ia l; ou p r in c ip e s n o ta r e is d e la m o ra le e t d e la p o lit i•
q u e , a c e c un e x a m e n d e T in flu e n c e d a g o v e r n e m e n t s u r le s
m o etirs (Londres, 1773).
L a P o lit iq u e N a tu r e lle (2. voU„ Londres, 1773).
E th o c r a t ie ou le G o u v e m e m e n t ¡o n d e su r le s m o r á is (París, 1775),