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DEFINICIÓN OBLIGACIÓN TRIBUTARIA:

La obligación tributaria es toda aquella obligación que surge como


consecuencia de la necesidad de pagar tributos para el sostenimiento de los
gastos del estado.
Como consecuencia de la obligatoriedad del pago de los tributos
surgen obligaciones entre los contribuyentes y la Administración. Esto quiere
decir que hay una relación entre el obligado tributario y la Administración, y
por lo tanto, el estado es competente para reclamar el pago de tributos. El
objetivo del pago de los tributos, es que el contribuyente, de acuerdo con su
capacidad económica, sufrague los gastos necesarios para el mantenimiento
de las estructuras e instituciones del estado.

El incumplimiento de las obligaciones tributarias conlleva la


correspondiente sanción tributaria.

El vigente código orgánico tributario en su artículo 13 la define de la


siguiente manera:

“Artículo 13. La obligación tributaria surge entre el Estado, en las distintas


expresiones del Poder Público, y los sujetos pasivos, en cuanto ocurra el
presupuesto de hecho previsto en la ley. La obligación tributaria constituye
un vínculo de carácter personal, aunque su cumplimiento se asegure
mediante garantía real o con privilegios especiales”.
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La actividad tributaria en Venezuela, constituye el organismo público


encargado de favorecer el aparto fiscal nacional, promoviendo los procesos
fiscales para los contribuyentes naturales y jurídicos, estos bienes
recaudados son utilizados para el bienestar de los ciudadanos que habitan
este país.

El Estado para la satisfacción de los gastos públicos se vale, entre


otros, de dos clases de recursos fundamentales:

a) los llamados recursos originarios, domínales o patrimoniales, que


los obtiene de su propio patrimonio.

b) los denominados recursos derivados que los detrae del patrimonio


de los individuos o de la riqueza perteneciente a entidades ajenas al Estado,
a consecuencia del ejercicio del "poder de imposición estatal" o "soberanía
fiscal". La convivencia humana impone deberes en pro del organismo
superior que la hace posible. El desenvolvimiento del Estado y la prestación
de los servicios públicos se traducen en gastos que deben sufragarse
mediante la recaudación de recursos equivalentes, dentro de los cuales
revisten capital importancia los llamados "recursos derivados", que en la
mayoría de los Estados constituyen la base fundamental para la formación
del tesoro público.

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL SISTEMA TRIBUTARIO VENEZOLANO

Desde el año 1.917, se produjeron desajustes en la aplicación de los


tributos, por la presencia del petróleo, convirtiéndose en la primera fuente de
recursos fiscales para el Estado y la industria más importante del país, la
cual hasta 1.943 aportó muy pocos recursos al Estado, debido a que sólo
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estaba gravada por la Ley de Minas y su aporte era tan sólo del 4,5% sobre
la producción petrolera, es decir, no existía ninguna Ley que pechara la
industria petrolera, por el contrario los contratos petroleros que se firmaban
con las compañías petroleras las exceptuaban del pago de impuestos
creados que se fuesen a crear por 99 años.
En el año 1936, el Ministro de Hacienda Dr. Alberto Adriani, introdujo
ante el congreso tres proyectos de Leyes de Impuesto sobre la Renta, debido
a que existía la necesidad de crear un tributo directo mediante el cual se
obtendrían recursos al Estado para satisfacer las necesidades de salubridad,
educación, vías de comunicación, etc., pero a pesar de todos los esfuerzos
por transformar el sistema fiscal no fueron aprobados.
En 1942, estando en el gobierno Eliazar López Contreras se presentó
ante el congreso un proyecto de la Ley de Impuesto sobre la Renta, el cual
se caracterizaba por ser un resumen de los tres proyectos anteriores, siendo
sancionado ese año y entrando en vigencia el 1º de enero de 1943, gravando
la industria petrolera y demás actividades rentísticas del país.
Esta Ley fue creada mediante el sistema mixto que se caracterizaba
por presentar una tarifa proporcional, seguido de otro de carácter global, de
tarifa progresiva, que tenía el carácter de complementario, y estuvo vigente
hasta el 16 de diciembre de 1966.
En 1964 Rómulo Betancourt le entregó la Presidencia a Raúl Leoni, la
situación financiera y económica no era muy estable, por lo que el presidente
recurrió a la alianza con el Frente Nacional Democrático (FND) presidida por
Arturo Uslar Pietri y Unión Republicana Democrática (URD) de Jóvito Villalba.
Para dar una amplia sustentación política se constituyó el gobierno
denominado Ancha Base.
Tiempo después la Cámara de Comercio advertía contra una nueva
reforma tributaria: "Cuando apenas tiene la anterior dos años se vuelve a
plantear una nueva reforma tributaria, pero nada se dice del otro lado de la
cuestión, que es el gasto público".
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En 1976, el Ministro de Hacienda Héctor Hurtado estaba anunciando


una reforma tributaria, la cual encontró muchos opositores, a lo que el
ministro reaccionó diciendo "todo se debe a que muy poca gente había leído
los proyectos de reforma fiscal, y en lo más mínimo, las personas naturales y
únicamente de este nivel (Bs. 200.000) en adelante es que se elevarán las
tarifas". Sin embargo fueron las personas naturales las que terminaron
asumiendo los aumentos de las tarifas sin estar aprobada la ley, debido a
que los aumentos de precios de los productos de primera necesidad.
El 17 de mayo de 1978 se modifica la Ley de Impuesto sobre la Renta
de 1967, que entra en vigencia a partir del 1º de julio de 1978.
Estando Luis Herrera Campins en el gobierno, el Ministro de Hacienda
Luis Ugueto Arismendi anunció la aplicación de una nueva reforma tributaria
con el objeto de conjugar el déficit presupuestario de 8.000 millones de
bolívares que se presentaría en 1980, año en el que se tenía previsto
ingresos por 51 millones y 58 millones de bolívares. No obstante, el otro
propósito era de frenar el excesivo gasto de los venezolanos.
La Ley de Impuesto sobre la Renta de 1978 sufre modificaciones y
entra en vigencia la nueva Ley el 1º de enero de 1982.
Lusinchi creó en 1980 la Comisión de Estudios y Reforma Fiscal
(CEF), que presidió Tomás E. Carrillo Batalla, la cual elaboró un programa
basado en la problemática fiscal venezolana, y en octubre de 1984 anunció
que la reforma generaría 20 mil millones de bolívares anuales y comprendía
los siguientes aspectos: eliminación gradual del subsidio de la gasolina,
simplificación de las tarifas de la Ley de Impuesto sobre la Renta, eliminación
del sistema de incentivos fiscales, simplificación del Impuesto sobre la Renta
de las personas naturales eliminando los desgravámenes y la creación del
Impuesto General a las Ventas, éstas recomendaciones se quedaron en
papel.
En 1986 se realizó una reforma parcial del Impuesto sobre la Renta, la
cual, en vez de simplificar, hacer más eficiente el proceso de pago de
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impuestos, lo complicó, aun cuando el objetivo no era hacer más simple el


cobro de impuestos, sino el de elevar y hacer más eficiente la recaudación.
Durante el primer año de la reforma los ingresos se elevaron, pero debido a
las debilidades estructurales del proyecto hicieron que la recaudación bajara
en más de un 25 por ciento.
El gobierno reconociendo los desajustes estructurales y la aplicación
de políticas erradas, inicia en 1989 una estrategia para enfrentar la crisis
fiscal, esta estrategia va dirigida substancialmente al mejoramiento de la
capacidad de gestión del sector público, es decir, modernizar el sector
público.
Esta reforma tributaria se incluyó, dentro de las estrategias de
modernización del sector público planteadas en el VIII plan de la nación,
particularmente dentro de la denominada Reforma Fiscal, la cual englobaba
diversos aspectos como son la privatización y reestructuración de empresas
públicas, la reforma de la gestión presupuestaria, la racionalización de los
subsidios e incentivos fiscales y la reforma tributaria propiamente dicha,
compuesta por cuatro proyectos. La modernización institucional del Ministerio
de Hacienda, la modernización de la Administración Tributaria, la reforma de
la Legislación Tributaria y la descentralización fiscal.
La Reforma Tributaria tenía como objetivo principal el aumento de los
ingresos tributarios y del margen de acción de la política fiscal. Además,
busca atacar los problemas del Sistema Tributario Venezolano. Dependencia
del ingreso petrolero, distorsión en las decisiones económicas, baja
recaudación, estructura legal compleja, deficiencia administrativa y la falta de
equidad.
Desde 1990 se comenzó a discutir el proyecto de Impuesto al Valor
Agregado (IVA), el cual fue instrumentado durante el gobierno de Carlos
Andrés Pérez, fue aprobado por el Congreso y ejecutado por poco tiempo
durante el gobierno provisional de Ramón J. Velázquez. El objetivo del IVA
era dotar al Sistema Tributario Venezolano de un impuesto que cumpliera
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con las características que debería reunir un tributo: neutralidad, simplicidad


y eficiencia; además, de crear un instrumento que eliminara los impuestos
improductivos y simplificara otros, así como reducir la dependencia de los
ingresos petroleros.
Iniciando el gobierno de Rafael Caldera, el Ministro de Hacienda Julio
Sosa Rodríguez presentó al congreso un paquete de Reformas Tributarias, el
cual fue aprobado en Consejo de Ministros el 7 de marzo de 1994. El
paquete contiene la Ley a los Débitos Bancarios (IDB), modificación del
Impuesto al Valor Agregado (IVA) y se denominaría Impuesto a las Ventas al
Mayor y al Consumo Suntuario, modificación del Impuesto sobre la Renta y
la modificación del Código Orgánico Tributario.
La modernización del sistema de administración tributaria ha obligado
a la creación de un ente autónomo para la recaudación de los tributos
internos el cual se ha denominado Servicio Nacional Integrado de
Administración Tributaria (SENIAT) creado a mediados del año 1994 con la
misión de contribuir activamente con la formulación de la política fiscal-
tributaria, modernizar y administrar eficaz y eficientemente el sistema de
recaudación de los tributos nacionales, proporcionar una cultura tributaria
con apego a los principios de legalidad, honestidad, equidad y respeto al
contribuyente.

I.V.A

El IVA, conocido también como Impuesto sobre el Valor Añadido,


consiste en un impuesto indirecto cuya función es gravar ciertos productos y
servicios, que se producen tanto dentro del territorio nacional como en el
exterior.

Como consumidores, conocemos el IVA como un impuesto que


incrementa el importe final del producto. Como profesionales, en cambio,
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representa uno de los valores económicos más importantes en la facturación


de la empresa.

la tasa obligatoria e igualatoria, que tenemos que pagar, todos los


ciudadanos por el consumo de bienes y servicios, independientemente
del poder adquisitivo que tengamos.

I.S.R.L

El impuesto sobre la renta es un impuesto que grava la utilidad de las


personas, empresas, u otras entidades legales. El impuesto a la renta es
parte importante del sistema tributario porque liga el ahorro con la inversión,
y tiene repercusiones sobre los incentivos en los mercados laborales y los
emprendimientos.

Se consideran contribuyentes a todas las personas naturales o


jurídicas que desempeñan una actividad económica dentro del marco legal
de un país. Por lo tanto, se trata de un impuesto de orden nacional.

El Estado es el ente encargado de recaudar el dinero del impuesto


sobre la renta a través de las entidades financieras.

Normalmente, el impuesto sobre la renta se trata de un tipo


de impuesto directo, es decir, un impuesto que se aplica de manera periódica
e individual a las personas físicas o jurídicas sobre sus ingresos económicos
en el marco de un período anual, llamado año gravable.

DEFINICIÓN DE COMPENSACIÓN SEGÚN CÓDIGO ORGÁNICO DE


COMERCIO

COT Artículo 49. La compensación extingue, de pleno derecho y hasta su


concurrencia, los créditos no prescritos, líquidos y exigibles del
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contribuyente, por concepto de tributos, intereses, multas y costas


procesales, con las deudas tributarias por los mismos conceptos, igualmente
líquidas, exigibles y no prescritas, comenzando por las más antiguas, aunque
provengan de distintos tributos y accesorios, siempre que se trate del mismo
sujeto activo. Asimismo, se aplicará el orden de imputación establecido en
los numerales 1, 2 y 3 del artículo 44 de este Código. El contribuyente o su
cesionario podrán oponer la compensación en cualquier momento en que
deban cumplir con la obligación de pagar tributos, intereses, multas y costas
procesales o frente a cualquier reclamación administrativa o judicial de los
mismos, sin necesidad de un pronunciamiento administrativo previo que
reconozca su derecho.
El contribuyente o su cesionario estarán obligados a notificar de la
compensación a la oficina de la Administración Tributaria de su domicilio
fiscal, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes de haber sido opuesta,
sin que ello constituya un requisito para la procedencia de la compensación,
y sin perjuicio de las facultades de fiscalización y determinación que pueda
ejercer la Administración posteriormente. La falta de notificación dentro del
lapso previsto, generará la sanción correspondiente en los términos
establecidos en este Código.

Por su parte, la Administración podrá oponer la compensación frente al


contribuyente, responsable o cesionario, a fin de extinguir, bajo las mismas
condiciones, cualesquiera créditos invocados por ellos.

PARÁGRAFO ÚNICO. La compensación no será oponible en los impuestos


indirectos cuya estructura y traslación prevea las figuras de los denominados
débito y crédito fiscales, salvo expresa disposición legal en contrario.
La imposibilidad de oponer la compensación establecida en este Parágrafo,
será extensible tanto al débito y crédito fiscales previstos en la estructura y
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traslación del impuesto indirecto, como a la cuota tributaria resultante de su


proceso de determinación.

Sujeto pasivo, es el deudor, vale decir, la persona que debe la prestación.


Considerada respecto del acreedor, la obligación figura en su activo, y vista
respecto del deudor, la obligación figura en su pasivo.

Sujeto activo, es el acreedor, a cuyo 'favor la prestación se establece.

Tanto el sujeto activo como el sujeto pasivo de la obligación tributaria


se mantienen en una situación compensatoria de prestaciones: El Estado
satisfaciendo las necesidades públicas, valoradas económicamente a través
de los gastos públicos, y el contribuyente aportando parte de su riqueza al
tesoro público para que éste cuente con los recursos que se han de emplear
en el sufragio de tales gastos.

MEDIOS DE EXTINCIÓN DE LA OBLIGACIÓN TRIBUTARIA

La remisión como forma de extinción de las obligaciones en


Venezuela, Badell y Grau (2011) indican lo siguiente:

La remisión: es un modo de extinción de las obligaciones tributarias


establecido por Ley, a través de la cual el legislador, de manera unilateral,
condona o perdona a los contribuyentes y responsables, con ánimo de
liberalidad, el cumplimiento del todo o parte de sus obligaciones. La Ley
sobre el Régimen de Remisión y Facilidades para el Pago de Obligaciones
Tributarias Nacionales (en adelante, Ley de Remisión), publicada en la
Gaceta Oficial No. 37.296 de 3 de octubre de 2001. Tiene por objeto
establecer un régimen excepcional y temporal para el cumplimiento
voluntario de las obligaciones tributarias nacionales (artículo 1). En el artículo
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2 se establece que están comprendidos en el régimen de remisión los


tributos de la competencia del Poder Nacional, administrados por el Servicio
Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria. En lo que
respecta a la remisión como forma de extinción de las obligaciones se
considera, que esta sirve como mecánica de perdón otorgada al deudor, con
miras de que no se entere al fisco el monto tributado, lo cual facilita una
dinámica liberadora del contribuyente para honrar un compromiso
previamente adquirido.

Confusión: En el ámbito del derecho tributario se presenta como forma de


finalización de la obligación de ese espectro la denominada confusión.
Ferreira (2010) señala que “la obligación tributaria se extingue por confusión
cuando el sujeto activo quedare colocado en la situación del deudor, como
consecuencia de la transmisión de los bienes o derechos objeto del tributo”.
En lo que respecta a la confusión se asume que cuando el acreedor y el
deudor se presentan en una sola persona, producto de que la administración
activa se convirtió en propietaria de los bienes o servicios de los que se
debía requerir la obligación tributaria. Es evidente que al recaer en la misma
identidad subjetiva la condición de acreedor y de deudor, esto hace que un
sujeto no pueda deberse ni cobrarse a sí mismo un contenido, de allí que, al
ser el mismo sujeto, exista una mezcla de haberes patrimoniales que impiden
que se mantenga o persista la obligación.

Declaratoria de incobrabilidad: es la declaración de la administración


tributaria de que en algunos casos las prestaciones tributarias son
incobrables. La Prescripción, es un medio de liberarse de la obligación, por
razón del tiempo y bajo las condiciones de la ley. De esta manera se
presenta una forma de intervención de la administración tributaria activa, que
puede intervenir frente a un crédito en ese ámbito y manifestar que el mismo
no será requerido, en virtud de que existen razones y condiciones que
permiten asumir ese tipo de pronunciamiento en el tiempo. Se trata de un
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beneficio del que puede gozar el contribuyente o administrado, cuando el


ente con poder tributario lo califique así a todo evento, lo que puede conducir
a que se supedite a que se pueda demostrar supuestos de insolvencia y
estos puedan ser calificados fehacientemente por el ente administrativo.

CARACTERÍSTICAS DE LAS OBLIGACIONES TRIBUTARIAS:

En el caso de las obligaciones tributarias estas presentan unas


características que se relacionan a la propia naturaleza de la obligación tal
como se desprende de la obligatoriedad y capacidad contributiva que se
relaciona con la misma.

Obligatoriedad: Para comprender la consistencia de la obligación tributaria


se tiene que Trujillo (2010) sostiene: “La existencia de un conjunto de normas
destinadas a prever los hechos que constituyen ilícitos penales y establecer
las penas que a ellos corresponden”. Se corresponde la obligación tributaria
a una norma de orden público, por tanto, imperativo, categórica, taxativa que
supone que los sujetos y supuestos encuadrables con la norma son
susceptibles de regulación.

Capacidad Contributiva: Es determinante que la presencia de la obligación


tributaria se presente respecto de los que material y formalmente pueden
cumplirla, de allí que se exija capacidad contributiva, respecto de esto Jarach
(2006) indica: “capacidad contributiva significa apreciación por parte del
legislador de que el hecho económico que se ha verificado para el sujeto le
permite distraer una suma de dinero de sus necesidades privadas para
destinarla a contribuir a los gastos públicos”.
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MODO DE EXTINCIÓN DE LA OBLIGACIÓN TRIBUTARIA

Los modos, formas, métodos, medios con los que, se extinguen las
deudas tributarias son sucesos legales a través de los que éstas dejan de
producir efectos jurídicos con carácter definitivo. Dichas circunstancias por
las que se extinguen los compromisos tributarios, se los considera
convencionales, pudiendo señalárselos como actos jurídicos bilaterales, ya
que debe existir concurrencia entre los intervinientes, esto es, la disposición
del deudor o sujeto pasivo por dar cumplimiento versus la conformidad del
acreedor o sujeto activo de aceptar el acatamiento.

El SENIAT: es el Servicio Nacional Integrado de Administración


Tributaria. El SENIAT es el organismo del estado central venezolano que se
encarga de recolectar los impuestos, tales como el impuesto sobre la renta,
impuesto al valor agregado (IVA), impuesto aduaneros y todos los demás
que tienen aplicación a nivel nacional. Modo de Extinción de la Obligación
Tributaria. Estos modos constituyen las causas, medios o canales utilizados
por el sujeto pasivo para lograr la extinción de la deuda. El modo de extinción
de la obligación tributaria sucede por las siguientes causas: Pago,
Compensación, Confusión y Prescripción.

Solución o pago: esta acción es susceptible de que la efectúe el


sujeto pasivo o deudor a través del pago en dinero efectivo de los tributos al
sujeto activo, para lo cual se tiene que observar los siguientes requisitos,
previo cumplimiento de lo estipulado en los artículos desde el 38 hasta el
artículo 50 del código orgánico tributario:

a) Por quienes debe efectuar el pago, esto es por los contribuyentes,


responsables solidarios o sustitutos.
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b) Por quienes puede efectuar el pago, ya sea por el obligado, por el


responsable, cualquier persona, también un tercero en representación de
éstos, sin perjuicio del derecho de reintegro.

c) A quien tiene que hacérsele el pago, es decir al sujeto activo,


peticionario o acreedor.

d) Dónde se pagará, de acuerdo a las siguientes posibilidades:

1. En el sitio en que la ley o reglamento señale.

2. En las agencias donde funcionan las oficinas de recaudación.

3. En el sitio donde se produjo el hecho generador.

4. En el domicilio del deudor

e) Cómo debe efectuarse el pago: este tendrá que efectuarse en


divisa nacional de curso legal, pudiéndose realizar también a través de
cheque certificado, transferencias, giros, libranzas, a favor del sujeto activo.
Si se acepta cheque certificado, la obligación se extinguirá al momento en
que se efectivice el cheque.

El pago lo deben hacer los contribuyentes o los responsables;


adicionalmente, lo puede hacer cualquier persona a nombre de ellos, sin
perjuicio de su derecho de reembolso. El pago debe hacerse al acreedor
del tributo, y a su vez, por éste al funcionario público o agente al que la
norma jurídica designe como facultado para ello. El pago debe hacerse en
el tiempo que la norma señale, y ésta si no la ha fijado, se lo hará en la
fecha en que nació la obligación; a más de esto se lo puede hacer en el
tiempo en que se lo ha convenido legalmente. Se lo hará en el lugar que la
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normativa de la materia señale, o en las oficinas de recaudación del lugar


donde se dio el hecho generador o el domicilio del deudor.

Los pagos anticipados, porcentajes y oportunidad deberán ser


autorizados y dispuestos por la ley. El contribuyente puede hacer una
solicitud sobre la facilidad de pago de tributos dirigidos a las autoridades
administrativas competentes, pero son estas las que decidirán si aceptan
o no dicha solicitud, cumpliendo los parámetros de la ley.

Cuando el crédito a favor del sujeto activo del tributo comprenda


también intereses y multas, los pagos parciales se imputarán en el
siguiente orden: 
1. intereses,
2. tributo, 
3. multas.
Cuando el contribuyente o responsable deba al sujeto activo varias
obligaciones de un mismo tributo, el pago se imputará primero a la
obligación más antigua que no hubiere prescrito, de acuerdo a la regla del
artículo anterior. Cuando la deuda sea de varias obligaciones, por distintos
tributos, el pago se imputará al tributo que elija el deudor y de éste a la
obligación más antigua, conforme a la misma regla.  De no hacerse esta
elección, la imputación se hará a la obligación más antigua.

Una vez determinada la obligación por la administración, el


contribuyente o responsable puede aceptar en parte y protestar en otra.
Así solo pagará la parte no objetada y podrá formular su reclamo por la
otra parte. Los sujetos activos de la respectiva obligación o sus agentes
de recaudación no podrán negarse, en ningún caso, a recibir esos pagos.
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El pago de la obligación tributaria, según el artículo 50, puede también


hacerse mediante consignación, en la forma y ante la autoridad
competente que la ley establece, en los casos en que el sujeto activo de la
obligación tributaria o sus agentes se negaren a recibir el pago.

Código orgánico Tributario

“Artículo 40. El pago debe ser efectuado por los sujetos pasivos. También
puede ser efectuado por un tercero, quien se subrogará en los derechos,
garantías y privilegios del sujeto activo, pero no en las prerrogativas
reconocidas al sujeto activo por su condición de ente público.

Artículo 41. El pago debe efectuarse en el lugar y la forma que indique la ley
o en su defecto la reglamentación. El pago deberá efectuarse en la misma
fecha en que deba presentarse la correspondiente declaración, salvo que la
Ley o su reglamentación establezcan lo contrario. Los pagos realizados fuera
de esta fecha, incluso los provenientes de ajustes o reparos, se considerarán
extemporáneos y generarán los intereses moratorios previstos en el artículo
66 de este Código. La Administración Tributaria podrá establecer plazos para
la presentación de declaraciones juradas y pagos de los tributos, con
carácter general para determinados grupos de contribuyentes o
responsables de similares características, cuando razones de eficiencia y
costo operativo así lo justifiquen. A tales efectos, los días de diferencia entre
los distintos plazos no podrán exceder de quince (15) días hábiles.

Artículo 42. Existe pago por parte del contribuyente en los casos de


percepción o retención en la fuente prevista en el artículo 27 de este Código.

Artículo 43. Los pagos a cuenta deben ser expresamente dispuestos o


autorizados por la ley.
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En los impuestos que se determinen sobre la base de declaraciones juradas,


la cuantía del pago a cuenta se fijará considerando la norma que establezca
la ley del respectivo tributo.

Artículo 44. La Administración Tributaria y los sujetos pasivos o terceros, al


pagar las obligaciones tributarias, deberán imputar el pago, en todos los
casos, al concepto de lo adeudado según sus componentes, en el orden
siguiente:

1. Sanciones.

2. Intereses moratorios.

3. Tributo del período correspondiente.

Parágrafo Primero. La Administración Tributaria podrá imputar cualquier


pago a la deuda más antigua, contenida en un acto definitivamente firme,
sobre la que se haya agotado el cobro extrajudicial previsto en este Código.

Parágrafo Segundo. Lo previsto en este artículo no será aplicable a los


pagos efectuados por los agentes de retención y de percepción en su
carácter de tales. Tampoco será aplicable en los casos a que se refieren los
artículos 45, 46 y 47 de este Código.

Artículo 45. El Ejecutivo Nacional podrá conceder, con carácter general,


prórrogas y demás facilidades para el pago de obligaciones no vencidas, así
como fraccionamientos y plazos para el pago de deudas atrasadas, cuando
el normal cumplimiento de la obligación tributaria se vea impedido por caso
fortuito o fuerza mayor, o en virtud de circunstancias excepcionales que
afecten la economía del país. Las prórrogas, fraccionamientos y plazos
concedidos de conformidad con este artículo, no causarán los intereses
previstos en el artículo 66 de este Código.
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Artículo 46. Las prórrogas y demás facilidades para el pago de obligaciones


no vencidas, podrán ser acordadas con carácter excepcional en casos
particulares.

A tal fin, los interesados deberán presentar la solicitud al menos quince (15)
días hábiles antes del vencimiento del plazo para el pago, y sólo podrán ser
concedidas cuando a juicio de la Administración Tributaria se justifiquen las
causas que impiden el cumplimiento normal de la obligación. La
Administración Tributaria deberá responder dentro de los diez (10) días
hábiles siguientes a la presentación de la solicitud.

Las prórrogas y demás facilidades que se concedan causarán intereses


sobre los montos financiados, los cuales serán equivalentes a la tasa activa
bancaria vigente al momento de la suscripción del convenio. Si durante la
vigencia del convenio, se produce una variación de diez por ciento (10%) o
más entre la tasa utilizada en el convenio y la tasa bancaria vigente, se
procederá al ajuste de las cuotas restantes utilizando la nueva tasa.

Parágrafo Único. Las prórrogas y demás facilidades para el pago a los que


se refiere este artículo no se aplicarán en los casos de obligaciones
provenientes de tributos retenidos o percibidos, así como de impuestos
indirectos cuya estructura y traslación prevea la figura de los denominados
créditos y débitos fiscales.

Artículo 47. Excepcionalmente, en casos particulares, y siempre que los


derechos del Fisco queden suficientemente garantizados, la Administración
Tributaria podrá conceder fraccionamientos y plazos para el pago de deudas
atrasadas. En este caso, se causarán intereses sobre los montos
financiados, los cuales serán equivalentes a la tasa activa bancaria vigente al
momento de la suscripción del convenio. Si durante la vigencia del convenio,
se produce una variación de diez por ciento (10%) o más entre la tasa
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utilizada en el convenio y la tasa bancaria vigente, se procederá al ajuste de


las cuotas restantes utilizando la nueva tasa.

En ningún caso se concederán fraccionamientos o plazos para el pago de


deudas atrasadas, cuando el solicitante se encuentre en situación de
quiebra. En caso de incumplimiento de las condiciones y plazos concedidos,
de desaparición o insuficiencia sobrevenida de las garantías otorgadas o de
quiebra del contribuyente, la Administración Tributaria dejará sin efecto las
condiciones o plazos concedidos, y exigirá el pago inmediato de la totalidad
de la obligación a la cual ellos se refieren.

Si el contribuyente sustituye la garantía o cubre la insuficiencia sobrevenida


de esa garantía, se mantendrán las condiciones y plazos que se hubieren
concedido.

Parágrafo Primero. La negativa de la Administración Tributaria de conceder


fraccionamientos y plazos para el pago no tendrá recurso alguno.

Parágrafo Segundo. Los fraccionamientos y plazos para el pago a los que


se refiere este artículo no se aplicarán en los casos de obligaciones
provenientes de tributos retenidos o percibidos. No obstante, en estos casos,
la Administración Tributaria podrá conceder fraccionamientos o plazos para
el pago de los intereses moratorios y las sanciones pecuniarias generados
con ocasión de los mismos.

Artículo 48. La máxima autoridad de la Administración Tributaria


establecerá el procedimiento a seguir para el otorgamiento de las prórrogas,
fraccionamientos y plazos para el pago, previstos en los artículos 45, 46 y 47
de este Código, pero en ningún caso éstos podrán exceder de treinta y seis
(36) meses.
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Para el otorgamiento de las prórrogas, fraccionamientos y plazos para el


pago, previstos en los artículos 45, 46 y 47 de este Código, no se requerirá el
dictamen previo de la Contraloría General de la República. No obstante, la
Administración Tributaria Nacional deberá remitir periódicamente a la
Contraloría General de la República, una relación detallada de las prórrogas,
fraccionamientos y plazos para el pago que hubiere otorgado conforme a lo
establecido en los artículos anteriores.

Parágrafo Único. A los efectos previstos en los artículos 46 y 47 de este


Código, se entenderá por tasa activa bancaria vigente la tasa activa
promedio de los seis (6) principales bancos comerciales y universales del
país con mayor volumen de depósitos, excluidas las carteras con intereses
preferenciales, calculada por el Banco Central de Venezuela para el mes
calendario inmediato anterior. La Administración Tributaria Nacional deberá
publicar dicha tasa dentro de los primeros diez (10) días continuos del mes.
De no efectuar la publicación en el lapso aquí previsto, se aplicará la última
tasa activa bancaria que hubiere publicado la Administración Tributaria
Nacional”.

Por compensación: este caso se da cuando mantienen deudas


mutuas tanto el sujeto activo con el sujeto pasivo, para saldar las mismas se
procede a liquidarlas tomando en cuenta la de menor cuantía, la diferencia
tendrá que ser devuelta o, acreditada para el saneamiento de futuras
deudas.

La compensación surge cuando dos personas son la una de la otra,


recíprocamente y por derecho propio, acreedora y deudora (artículo 1195
Código Civil). Esta situación provoca la comparación simultánea de las dos
obligaciones, para extinguirlas en la cuantía coincidente.
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La compensación puede solicitarse a instancia del obligado tributario


(tanto en período voluntario de pago como en período ejecutivo) o aplicarse
de oficio por la Hacienda acreedora (las deudas tributarias que se
encuentren en período ejecutivo).

La regla de "A debe a B y B debe a A, por lo tanto, se compensan


en sus deudas" también se hace presente en derecho tributario.  Ya sea
de oficio o a petición de parte, una deuda tributaria se puede compensar si
hay créditos líquidos por tributos que se han pagado en exceso o se han
pagado indebidamente. Estos créditos debes de ser reconocidos por la
autoridad competente o por el Tribunal Distrital de lo Fiscal. Solo valdrá
esta compensación si los créditos no se hallen prescritos y los tributos
respectivos sean administrados por el mismo organismo.

Las deudas tributarias también se compensarán con créditos de un


contribuyente contra el mismo sujeto activo, por títulos distintos del
tributario, reconocidos en acto administrativo firme o por sentencia
ejecutoriada, dictada por órgano jurisdiccional. No se admitirá la
compensación de créditos con el producto de tributos recaudados por
personas naturales o jurídicas, que actúen como agentes de retención o
de percepción. Tampoco se admitirá la compensación de obligaciones
tributarias, o de otros, que se adeuden al Gobierno Nacional y demás
entidades y empresas de las instituciones del Estado, con títulos de la
deuda pública externa.
Código orgánico Tributario

“Artículo 49. La compensación extingue, de pleno derecho y hasta su


concurrencia, los créditos no prescritos, líquidos y exigibles del
contribuyente, por concepto de tributos, intereses, multas y costas
procesales, con las deudas tributarias por los mismos conceptos, igualmente
líquidas, exigibles y no prescritas, comenzando por las más antiguas, aunque
21

provengan de distintos tributos y accesorios, siempre que se trate del mismo


sujeto activo. Asimismo, se aplicará el orden de imputación establecido en
los numerales 1, 2 y 3 del artículo 44 de este Código.

El contribuyente o su cesionario podrán oponer la compensación en


cualquier momento en que deban cumplir con la obligación de pagar tributos,
intereses, multas y costas procesales o frente a cualquier reclamación
administrativa o judicial de los mismos, sin necesidad de un pronunciamiento
administrativo previo que reconozca su derecho. El contribuyente o su
cesionario estarán obligados a notificar de la compensación a la oficina de la
Administración Tributaria de su domicilio fiscal, dentro de los cinco (5) días
hábiles siguientes de haber sido opuesta, sin que ello constituya un requisito
para la procedencia de la compensación, y sin perjuicio de las facultades de
fiscalización y determinación que pueda ejercer la Administración
posteriormente. La falta de notificación dentro del lapso previsto, generará la
sanción correspondiente en los términos establecidos en este Código.

Por su parte, la Administración podrá oponer la compensación frente al


contribuyente, responsable o cesionario, a fin de extinguir, bajo las mismas
condiciones, cualesquiera créditos invocados por ellos.

Parágrafo Único. La compensación no será oponible en los impuestos


indirectos cuya estructura y traslación prevea las figuras de los denominados
débito y crédito fiscales, salvo expresa disposición legal en contrario. La
imposibilidad de oponer la compensación establecida en este Parágrafo,
será extensible tanto al débito y crédito fiscales previstos en la estructura y
traslación del impuesto indirecto, como a la cuota tributaria resultante de su
proceso de determinación.

Artículo 50. Los créditos líquidos y exigibles del contribuyente o


responsable, por concepto de tributos y sus accesorios, podrán ser cedidos a
22

otros contribuyentes o responsables, al solo efecto de ser compensados con


deudas tributarias del cesionario con el mismo sujeto activo.

El contribuyente o responsable deberá notificar a la Administración Tributaria


de la cesión dentro de los tres (3) días hábiles siguientes de efectuada. El
incumplimiento de la notificación acarreará la sanción correspondiente en los
términos establecidos en este Código.

Artículo 51. Las compensaciones efectuadas por el cesionario conforme a lo


establecido en el artículo anterior sólo surtirán efectos de pago en la medida
de la existencia o legitimidad de los créditos cedidos. La Administración
Tributaria no asumirá responsabilidad alguna por la cesión efectuada, la cual
en todo caso corresponderá exclusivamente al cedente y cesionario
respectivo.

El rechazo o impugnación de la compensación por causa de la inexistencia o


ilegitimidad del crédito cedido hará surgir la responsabilidad personal del
cedente. Asimismo, el cedente será solidariamente responsable junto con el
cesionario por el crédito cedido”.

Por confusión: los casos de extinción por confusión se presentan


cuando el sujeto activo es también sujeto pasivo de la obligación tributaria.

En derecho civil ya se prevé cuando el deudor pasa a ser acreedor


de la misma deuda. La obligación tributaria se extingue cuando el
acreedor de ésta se convierte en deudor de dicha obligación, como
consecuencia de la transmisión o transferencia de los bienes o derechos
que originen el tributo respectivo.
23

“Artículo 52. La obligación tributaria se extingue por confusión, cuando el


sujeto activo quedare colocado en la situación del deudor, como
consecuencia de la transmisión de los bienes o derechos objeto del tributo.
La decisión será tomada mediante acto emanado de la máxima autoridad de
la Administración Tributaria.”

Remisión: La remisión o condonación de la obligación tributaria se


extingue cuando el acreedor renuncia a su derecho al crédito, es decir que el
sujeto activo perdona la deuda.

“Artículo 53. La obligación de pago de los tributos sólo puede ser


condonada o remitida por ley especial. Las demás obligaciones, así como los
intereses y las multas, sólo pueden ser condonados por dicha ley o por
resolución administrativa en la forma y condiciones que esa ley establezca”.

La declaratoria de incobrabilidad:  La Administración Tributaria


puede declarar incobrables las obligaciones tributarias y sus accesorios y
multas, siempre que se encuentren en alguno de los supuestos previstos en
el Código Orgánico Tributario.

“Artículo 54. La Administración Tributaria podrá de oficio, de acuerdo al


procedimiento previsto en este Decreto Constituyente, declarar incobrables
las obligaciones tributarias y sus accesorios y multas conexas que se
encontraren en algunos de los siguientes casos:

1. Aquellas cuyo monto no exceda de cincuenta unidades tributarias (50


U.T.), siempre que hubieren transcurrido ocho (8) años contados a partir del
1° de enero del año calendario siguiente a aquél en que se hicieron
exigibles.
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2. Aquellas cuyos sujetos pasivos hayan fallecido en situación de insolvencia


comprobada, y sin perjuicio de lo establecido en el artículo 24 de este
Código.

3. Aquellas pertenecientes a sujetos pasivos fallidos que no hayan podido


pagarse una vez liquidados totalmente sus bienes.

4. Aquellas pertenecientes a sujetos pasivos que se encuentren ausentes del


país, siempre que hubieren transcurrido ocho (8) años contados a partir del
1° de enero del año calendario siguiente a aquél en que se hicieron
exigibles, y no se conozcan bienes sobre los cuales puedan hacerse
efectivas.

Parágrafo Único. La Administración Tributaria podrá disponer de oficio la no


iniciación de las gestiones de cobranza de los créditos tributarios a favor del
Fisco, cuando sus respectivos montos no superen la cantidad equivalente a
una unidad tributaria (1 U.T.)”.

Por la prescripción de la acción de cobranza: una obligación tributaria se


extingue por prescripción cuando el sujeto activo ha dejado transcurrir cinco
años o más y no ejerció el derecho al cobro; o cuando, después de
transcurrir siete años en que se debió presentar la declaración y no se lo hizo
o se la presentó incompleta.

La prescripción es la extinción del crédito tributario, motivada por


la inactividad de su titular durante un plazo legal predeterminado, que se
sitúa, actualmente, en cuatro años (artículo 66 LGT).
Conforme a esta institución, el ente público acreedor no podrá
determinar la deuda tributaria mediante la oportuna liquidación, ni exigir el
pago de las deudas liquidadas. Por su parte, los obligados tributarios no
podrán solicitar las devoluciones que se puedan derivar de la normativa
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propia de cada tributo, ni las que puedan corresponder por los ingresos
indebidos realizados, ni siquiera el reembolso del coste de las garantías.

La obligación y la acción de cobro de esta prescribirá en plazo de


cinco años contados desde la fecha en que fueron exigibles; y, en siete
años desde aquella en que debió presentarse la correspondiente
declaración, si ésta resultare incompleta o si no se la hubiere presentado.

Cuando se conceda facilidades para el pago, la prescripción


operará respecto de cada cuota o dividendo, desde su respectivo
vencimiento.

En el caso de que la administración tributaria haya procedido a


determinar la obligación que deba ser satisfecha, prescribirá la acción de
cobro de la misma, en los plazos previstos en el inciso primero de este
artículo, contados a partir de la fecha en que el acto de determinación se
convierta en firme, o desde la fecha en que cause ejecutoria la resolución
administrativa o la sentencia judicial que ponga fin a cualquier reclamo o
impugnación planteada en contra del acto determinativo antes
mencionado.

La prescripción debe ser alegada expresamente por quien pretende


beneficiarse de ella, el juez o autoridad administrativa no podrá declararla
de oficio.

La prescripción se interrumpe por el reconocimiento expreso o tácito


de la obligación por parte del deudor o con la citación legal del auto de
pago. No se tomará en cuenta la interrupción por la citación del auto de
pago cuando la ejecución hubiere dejado de continuarse por más de dos
26

años, salvo lo preceptuado en el artículo 247, o por afianzamiento de las


obligaciones tributarias discutidas.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que el plazo de prescripción se


interrumpe, comenzando de nuevo, entre otros supuestos en aquellos en los
que existe cualquier acción de la Administración tributaria conducente a la
liquidación de la deuda o por la interposición de reclamaciones o recursos de
cualquier clase por parte del interesado.

“Artículo 55. Prescriben a los seis (6) años los siguientes derechos y


acciones:

1. La acción para verificar, fiscalizar y determinar la obligación tributaria con


sus accesorios.

2. La acción para imponer sanciones tributarias, distintas a las penas


restrictivas de la libertad.

3. La acción para exigir el pago de las deudas tributarias y de las sanciones


pecuniarias definitivamente firmes.

4. El derecho a la recuperación de impuestos y a la devolución de pagos


indebidos.

Artículo 56. En los casos previstos en los numerales 1, 2 y 3 del artículo


anterior, el término de la prescripción será de diez (10) años cuando ocurra
alguna de las circunstancias siguientes:

1. El sujeto pasivo no cumpla con la obligación de declarar el hecho


imponible o de presentar las declaraciones que correspondan.
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2. El sujeto pasivo no cumplan con la obligación de inscribirse en los


registros de control que a los efectos establezca la Administración Tributaria.

3. La Administración Tributaria no haya podido conocer el hecho imponible,


en los casos de verificación, fiscalización y determinación de oficio.

4. El sujeto pasivo haya extraído del país los bienes afectos al pago de la
obligación tributaria o se trate de hechos imponibles vinculados a actos
realizados o a bienes ubicados en el exterior.

5. El sujeto pasivo no lleve contabilidad o registros de las operaciones


efectuadas, no los conserve durante el plazo establecido o lleve doble
contabilidad o registros con distintos contenidos.

Artículo 57. La acción para imponer penas restrictivas de libertad prescribe


a los diez (10) años.

La acción para perseguir y castigar los ilícitos establecidos en los numerales


1, 2 y 3 del artículo 118 es imprescriptible.

Las sanciones restrictivas de libertad previstas en los artículos 119, 121 y


122 una vez impuestas, no estarán sujetas a prescripción.

Las sanciones restrictivas de libertad previstas en los artículos 123 y 124,


prescriben por un tiempo igual al de la pena que haya de cumplirse, más la
mitad del mismo”.
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Todo esto se encuentra en el Código Orgánico Tributario: Capitulo V De los


Medios de Extinción:

“Artículo 39. La obligación tributaria se extingue por los siguientes medios


comunes:

1. Pago.

2. Compensación.

3. Confusión,

4. Remisión.

5. Declaratoria de incobrabilidad.

Parágrafo Primero. La obligación tributaria se extingue igualmente


por prescripción, en los términos previstos en el Capítulo VI de este Título.

Parágrafo Segundo. Las leyes pueden establecer otros medios de extinción


de la obligación tributaria que ellas regulen.

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