Está en la página 1de 162

DOMINA TU CONFIANZA

UNA GUÍA PRÁCTICA PARA DESHACERTE DE LA


INSEGURIDAD Y DESARROLLAR UNA CONFIANZA
INQUEBRANTABLE EN TI MISMO

THIBAUT MEURISSE

Traducido por
PAULA IZQUIERDO ALTAREJOS
Editado por
JUAN MANUEL GIMENEZ SIRIMARCO
ÍNDICE

¿Te falta confianza en ti mismo?


Por Qué Elegir Este Libro
Tu Guía de Acción Paso a Paso Gratuita
Domina Tu Vida Con La Colección “Domina Tu(s)...”

I. La Naturaleza De La Confianza En Uno Mismo


1. Qué Es La Confianza
2. Las Cinco Características De La Confianza
3. El Poder De La Confianza
II. Identificar Tus Creencias Limitantes
4. Creencia E Identidad
5. Superar Tus Creencias Limitantes
6. Integrar Tus Nuevas Creencias
III. Construir Creencias Fundamentales
7. La Creencia General Número Uno Que Cambiará Tu Vida
8. Siete Creencias Principales Que Transformarán Tu Vida
IV. La Fórmula De La Confianza En Uno Mismo
9. Entorno Positivo
10. Acciones Repetidas
11. Deseo Intenso
12. Estar Dispuesto A Enfrentarse A La Incomodidad
V. Mantener La Confianza A Largo Plazo
13. El Poder Del Pensamiento A Largo Plazo
14. Cómo Pasar Del Pensamiento A Corto Plazo Al Pensamiento A Largo Plazo
15. Ganar El Juego Emocional

Conclusión
¿Qué opinas?
Domina Tus Emociones (Extracto)
Otros Libros Del Autor
Sobre El Autor
© 2021 Thibaut Meurisse
Título original: Master your Beliefs: A Practical Guide to Stop Doubting Yourself and Build
Unshakeable Confidence
Traducción: Paula Izquierdo Altarejos
Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción en cualquier formato de cualquier
parte de este libro sin el permiso del autor, salvo autorización expresa del autor.
¿TE FALTA CONFIANZA EN TI MISMO?

¿Estás cansado de ver que todos progresan en la vida mientras tú


permaneces atascado en un trabajo o una relación poco satisfactorios?
¿Estás harto de que te digan “confía más en ti mismo” sin ni siquiera saber
cómo hacerlo? ¿Te parece que estás desaprovechando tu vida, sintiéndote
inseguro e incapaz de desarrollar la confianza en ti mismo necesaria para
perseguir los objetivos que anhelas?
Si quieres descubrir un método concreto para desarrollar una confianza
inquebrantable en ti mismo que te permita perseguir aquello que realmente
deseas, este libro es para ti.
En este libro aprenderás:

Qué es la confianza en uno mismo y cómo funciona exactamente,


Por qué todos podemos ganar confianza en nosotros mismos y cómo
hacerlo,
Las siete creencias principales que dispararán tu confianza,
Cómo utilizar el poder de la confianza para lograr casi cualquier
cosa que desees,
La Fórmula de la Confianza que incrementará tu seguridad en ti
mismo rápidamente y
Cómo mantener un alto nivel de confianza en ti mismo a largo plazo
y desarrollar una determinación inquebrantable.

Si lo anterior te parece interesante, sigue leyendo.


POR QUÉ ELEGIR ESTE LIBRO

Tu capacidad de creer es una de las herramientas más poderosas de las que


dispones. Una vez que creas que algo es posible, empezarás a pasar a la
acción y no te detendrás hasta que tu visión se haga realidad. En otras
palabras, el simple hecho de creer genera las condiciones necesarias para la
consecución de cualquier objetivo o sueño. Por otra parte, si estás lleno de
dudas y no crees que algo esté a tu alcance, probablemente ni siquiera darás
el primer paso en esa dirección.
Por desgracia, nunca te han enseñado cómo creer, ni a mí tampoco. En el
colegio no te ofrecieron un Curso sobre Creer 101. En su lugar, te dejaron
solo para que lo descubrieras todo por tu cuenta, asumiendo que ya eras
consciente de poseer este regalo llamado “confianza” en tu interior.
Utilizando esta capacidad de creer, puedes explorar posibilidades
prácticamente ilimitadas y lograr cosas aparentemente imposibles a primera
vista.
En gran medida, aquello que crees determina lo que puedes (o no puedes)
conseguir en la vida. Es por ello que tener una comprensión sólida de cómo
funciona la capacidad de creer y la confianza en uno mismo es crucial. En
este libro, descubrirás cómo funcionan las creencias y aprenderás una
fórmula específica que te ayudará a desarrollar una confianza sólida en ti
mismo. Te animo a ver este libro como una guía práctica para generar una
mayor confianza en ti mismo. Consúltalo tantas veces como sea necesario.
Espero de todo corazón que, al realizar los ejercicios detallados en este
libro, te des permiso para utilizar el poder de la confianza para lograr tus
objetivos más ambiciosos y vivir la vida que deseas—la vida que te
mereces.
TU GUÍA DE ACCIÓN PASO A PASO GRATUITA

Para ayudarte a dominar los principios de la confianza descritos en este


libro, he creado una guía de acción gratuita. Puedes descargarla en esta
URL:
https://whatispersonaldevelopment.org/domina-tu-confianza
También puedes utilizar el libro de ejercicios disponible al final de este
libro.
Si tienes algún problema para descargarte la guía de acción, puedes
escribirme a: thibaut.meurisse@gmail.com y te enviaré una copia tan
pronto como pueda.
Domina Tu Vida Con La Colección “Domina Tu(s)...”
Éste es el sexto libro de la colección “Domina Tu(s)...”. Puedes consultar el
primer libro “Domina tus Emociones” en el siguiente enlace:

http://mybook.to/domina_tus_emociones

Qué dicen los lectores de Domina Tus Emociones

“Ha cambiado mi vida”


“¡Es uno de los mejores libros de autoayuda que he leído en mi vida!”
“Un libro fantástico sobre las emociones!!!!!!”
“¡Este libro me ha enganchado hasta el final! ¡No podía dejar de leer y,
cuando lo hacía, no podía esperar a seguir leyendo de nuevo!”
“En una palabra: ¡FENOMENAL!”
PARTE I

LA NATURALEZA DE LA CONFIANZA
EN UNO MISMO

La mente es un instrumento tan poderoso; puede proporcionarte


literalmente todo lo que desees. Pero primero tienes que creer que
aquello que quieres es posible. Y creer es una elección. Es
simplemente un pensamiento que decides tener una y otra vez hasta
que se convierte en automático.
— JACK CANFIELD, ESCRITOR Y ORADOR
MOTIVACIONAL.

¿Alguna vez te has preguntado qué es la confianza? ¿Podrías explicar por


qué una persona es capaz de creer en sus objetivos y hacerlos realidad
mientras que otras están llenas de dudas y son incapaces de progresar?
Después de todo, la capacidad de creer no es algo tangible. Así que, ¿por
qué algunos son capaces de creer y otros no pueden?
En esta sección, exploraremos esta y otras preguntas. Veremos en
profundidad qué es la confianza para poder empezar a entender cómo
funciona y cómo puedes desarrollar más confianza en ti mismo.
Ten en cuenta que, en este libro, utilizaré los términos “capacidad de creer”,
“confianza” y “confianza en uno mismo” de forma intercambiable, ya que
son sinónimos en gran medida y se refieren al mismo concepto.
También emplearé muchas veces la expresión “el poder de la confianza”,
refiriéndome a nuestra capacidad innata de seguir creyendo en algo y seguir
tomando las acciones necesarias para hacer que suceda. Esta habilidad es lo
que nos separar de cualquier otro ser vivo de la Tierra. Es el superpoder que
nos permite pensar en algo—un objeto físico o una idea—y “crearlo” en el
mundo real.
A continuación, vamos a ver qué es la confianza y cómo funciona.
1

QUÉ ES LA CONFIANZA

Dicho de manera sencilla, la confianza es la capacidad de centrar la


suficiente concentración y energía en una idea para que influencie tu
comportamiento—ya sea de forma consciente o inconsciente. En este
sentido, debemos diferenciar entre “creer” y “pensar”.
Pensar es una actividad que realizas durante todo el día, pero no
necesariamente conduce a la acción o tiene un impacto en tu
comportamiento. Teniendo en cuenta que tienes miles de pensamientos cada
día, es una suerte que no tengas que actuar cada vez que tienes un
pensamiento. Por ejemplo, si tienes el pensamiento de que te gustaría viajar
a Francia, esto no significa que vayas a actuar basándote en este
pensamiento inmediatamente. Y si se te cruza por la mente el pensamiento
“Me apetecería comerme un donut”, no significa que vayas a dejar lo que
estás haciendo para ir a comprarte ese donut.
Por el contrario, aquello que crees es mucho más poderoso que los meros
pensamientos. Tus creencias están enraizadas más profundamente en tu
mente. Dictan cómo te percibes a ti mismo y cómo percibes el mundo que
te rodea y tienen un impacto directo en tus decisiones. A continuación, te
muestro algunas maneras en las que las creencias pueden afectar a tu
comportamiento:

Si crees que no eres muy inteligente, probablemente no perseguirás


tus mayores sueños,
Si crees que eres tímido, puede que no realices ciertas actividades
que te parecen imposibles para ti (por ejemplo, dar un discurso,
acercarte a hablar con alguien en un evento, etc.) y
Si crees que el dinero es la raíz de todos los males, probablemente
no ganarás mucho o te desharás rápidamente del dinero que ganes.

Por suerte, tus creencias no representan la realidad. Puedes sustituir tus


creencias negativas por otras positivas, como veremos en la PARTE II.
Identificar tus creencias limitantes.
1. La conexión entre creencia y pensamiento
Aunque los pensamientos y las creencias son diferentes, están
interconectados y se alimentan unos a otros:

Los pensamientos acaban convirtiéndose en creencias con el tiempo


si se les presta la suficiente atención y
Las creencias generan pensamientos, que a su vez refuerzan esas
creencias.

Si sigues teniendo en mente un pensamiento en concreto, empezarás a


formarte la creencia correspondiente. Por ejemplo, si te dices repetidamente
a ti mismo que eres la persona más tenaz que has conocido nunca, acabarás
creyéndolo. Como resultado, perseverarás donde antes te dabas por
vencido. En resumen, tus pensamientos se convertirán en creencia—una
creencia que influenciará directamente tu comportamiento.
Una vez que has adquirido una creencia, esta generará los pensamientos
correspondientes. Por ejemplo, imaginemos que crees que no eres lo
suficientemente bueno. En este caso, si recibes un cumplido mientras estás
en una cita, puede que lo ignores y asumas que la persona que te ha
elogiado lo ha hecho solo por educación. Cuando tu jefe te alabe en el
trabajo, puede que contestes que cualquiera podría haberlo hecho. Estos
pensamientos, a su vez, alimentarán a la creencia original de que no eres lo
suficientemente bueno.
Identifiquemos ahora de dónde provienen tus creencias.
2. El origen de las creencias
¿Alguna vez te has preguntado cómo se crearon tus creencias en primer
lugar?
La respuesta es sencilla. Tus creencias se han formado mediante:

1. Tu discurso interno y
2. Cualquier información que hayas recibido del mundo externo (y
cómo la has interpretado).

Veamos cada uno de estos componentes.


a. Tu discurso interno
Mientras que los pensamientos no tienen poder por ellos mismos, si te
centras en pensamientos concretos y les das vueltas una y otra vez, y
durante el tiempo suficiente, empiezan a convertirse en creencias. Y, cuanto
más repitas estos pensamientos, más fuertes se harán las creencias asociadas
a ellos. Por ejemplo, decirte que eres un estúpido una vez no tiene ninguna
consecuencia, pero repetírtelo miles de veces sí que las tiene.
La verdad es esta: aquello que te dices a ti mismo repetidamente tiende a
convertirse en tu realidad con el tiempo. La conversación que tienes contigo
mismo crea tu “realidad”, bien suceda de forma consciente o inconsciente.
Y para dejarlo claro, tu realidad es aquello que crees sobre ti mismo y el
mundo que te rodea.
Si insistes en decirte que todo lo que haces es un desastre y que eres un
idiota, así es como acabarás percibiéndote a ti mismo. Un discurso interno
como este te llevará a subestimarte y, a largo plazo, a renunciar a tus
sueños. Y, para colmo, te hará sentirte fatal contigo mismo.
Ten en cuenta que tu discurso interno estará influenciado inevitablemente
por tu entorno. Por ejemplo, si tus padres o tus profesores te dicen
repetidamente que nunca llegarás a ser nada en la vida, incorporarás esta
supuesta verdad y empezarás a decirte lo mismo sin apenas darte cuenta de
ello.
Esto nos lleva al segundo factor que influencia tus creencias.
b. Cualquier información del mundo externo
La mayoría de tus creencias se formaron durante tu infancia y provenían de
influencias externas, que podían ser tus padres, familiares, compañeros de
clase, profesores o medios de comunicación.
Por ejemplo, si tus padres tenían problemas económicos, puede que hayas
desarrollado una mentalidad de escasez. Si te criticaban, puede que hayas
sentido que lo que hacías nunca era suficiente. Y puede que sigas
sintiéndote así incluso después de haberte ido de casa y haberte
independizado.
Para cambiar tus creencias, debes:

Cambiar tu discurso interno y


Elegir tu entorno de forma más consciente.

Más adelante, analizaremos cómo puedes modificar tu discurso interno y


utilizar tu entorno para reprogramar tu mente. Pero, por ahora, vamos a
definir con más detalle qué es la “confianza”, distinguiendo entre verdadera
confianza y falsa confianza.
3. Verdadera confianza vs. Falsa confianza
La verdadera confianza tiene la energía de la convicción sólida y el deseo
genuino y se mantiene a lo largo de un periodo prolongado de tiempo. Esta
confianza trasciende las dificultades y las decepciones y supera la crítica y
el cinismo.
La verdadera confianza se da cuando:

Sabes en lo más hondo que puedes solucionar las cosas y que lo


harás,
Sigues convencido de esa “confianza” durante meses o años y dejas
ir las dudas en ti mismo,
No dejas que tu entorno se interponga en el camino hacia tus
objetivos y
Mantienes una confianza sólida en ti mismo durante el día.
No obstante, la verdadera confianza no es lo mismo que la arrogancia. No
se trata de ser la persona que levanta más la voz de la sala, ni de alardear.
Aunque algunas personas puedan parecer muy seguras de sí mismas, eso no
significa que hayan aprendido a utilizar el poder de la confianza. Y a la
inversa, solo porque alguien no parezca seguro de sí mismo no significa
que no esté utilizando este superpoder.
Te animo a cultivar la verdadera confianza reconectando con tu yo interno y
manteniendo la fe sin importar lo que ocurra. Practica a mantenerte en ese
espacio mental positivo en el que todo parece posible. A continuación,
sigue avanzando hacia tus objetivos con confianza durante todo el tiempo
que sea necesario para alcanzarlos.

Actividad práctica

Utilizando tu guía de acción, evalúa lo bien que has integrado la verdadera


confianza en tu vida.
4. La diferencia entre la confianza y la ilusión
Cuando empecé mi viaje de desarrollo personal, me imaginaba a mí mismo
inspirando a miles, o millones, de personas. Pero no podía dejar de
preguntarme si mi visión venía de mi ego o si era mi “destino” o algo
similar. Puede que solo estuviera fantaseando.
Para descubrirlo, decidí confiar en mi intuición y seguir esta visión. Durante
los primeros años, lo único que me encontré fue una dificultad tras otra. Las
visitas a mi blog eran ínfimas, mis libros no se vendían y estaba perdiendo
dinero. Pero mantuve la confianza. Seguí aplicando el poder de la
confianza, utilizando todos los conceptos que descubrirás en este libro:

Me dije a mí mismo que si otros podían vivir de escribir libros de


autoayuda, yo también podía. Estos escritores no eran mejores, más
inteligentes ni estaban más motivados que yo.
Confié en que estaba en el camino correcto y haciendo lo correcto,
así que seguí adelante.
Me recordé que tenía años por delante para desarrollar mi negocio.
Me recordé que, si seguía delante, acabaría solucionando las cosas.
Cultivé la identidad de alguien que nunca se rinde.
Condicioné mi mente a diario, utilizando las afirmaciones, el
discurso interno positivo y la visualización.
Pensé en todas las razones por las que mi visión tenía que hacerse
realidad y lo que me aportaría a mí y a la gente que me rodea.
Cultivé la autocompasión. Cada vez que me sentía deprimido, me
recordaba que todo estaba bien.

Utilizando el poder de la confianza, fui capaz de alcanzar algunos de mis


mayores sueños. En el momento en el que escribo esto, me dedico
plenamente a la escritura y tengo el control sobre mi horario de trabajo.
Puedo viajar donde quiera y cuando quiera. Pero, lo que es más importante,
estoy absolutamente convencido de que no soy un iluso.
Sin embargo, este éxito solo llegó porque pasé a la acción. No me dediqué
solamente a soñar despierto. Visualicé mis objetivos con un fuerte
sentimiento de compromiso y con la determinación firme de hacerlos
realidad. A continuación, pasé a la acción.
Por lo tanto, si te sientes impulsado a intentar algo, da el primer paso.
Nunca sabes a dónde te llevará. No subestimes lo que puedes conseguir a
largo plazo. En unos pocos años, podrías estar en un lugar completamente
diferente a nivel físico, mental, económico y espiritual.
A continuación, vamos a revisar algunas características básicas de la
confianza para que puedas comprender mejor qué es y cómo puedes
utilizarla para mejorar tu vida.

Actividad práctica

Utilizando tu guía de acción, anota uno de tus mayores objetivos o sueños y


contesta las siguientes preguntas:
¿Cómo de iluso eres respecto a este objetivo?
Si sigues haciendo lo que haces actualmente, ¿cómo de probable es
que logres este objetivo (siendo realista)?
¿Qué deberías hacer para asegurarte de que alcanzas tu objetivo o, al
menos, de que aumentas las probabilidades de lograrlo?
2

LAS CINCO CARACTERÍSTICAS DE LA CONFIANZA

Para aprovechar al máximo el poder de la confianza, debes comprender sus


características básicas. En esta sección, revisaremos cinco de ellas.
Entender estas características te dará la seguridad en tu capacidad que
necesitas para utilizar la confianza y realizar cambios asombrosos en tu
vida.
1. La confianza es una habilidad

Así como el hombre físicamente débil puede


volverse fuerte a través del entrenamiento cuidadoso y
paciente, el hombre mentalmente débil puede ejercitarse para
pensar correctamente.
— JAMES ALLEN, ESCRITOR.

Puedes obtener casi cualquier cosa que desees en la vida si desarrollas unas
habilidades concretas. Con determinación y trabajo duro, puedes aprender a
convertirte en un orador elocuente, un experimentado jugador de ajedrez,
un meditador avanzado o un escritor talentoso. Y también puedes aprender
a confiar en ti mismo. Sin importar lo bajo que sea tu nivel de confianza
actual, puedes aumentarlo notablemente mediante los ejercicios que se
describen en este libro.
Personalmente, yo no nací con confianza en mí mismo. Durante muchos
años, sentí que me faltaban recursos y me sentí inseguro, preguntándome
por qué me costaba tanto ser asertivo, seguro de mí mismo o proactivo. Por
ejemplo, en el colegio, me daba miedo levantar la mano y a menudo no era
capaz de pedir ir al baño (a veces me esperaba horas). Tampoco era capaz
de sonarme la nariz—ni de cualquier otra cosa que centrara la atención en
mí. Y cuando alguien me pedía algo, no era capaz de decir que no. A
medida que pasaron los años, parecía que mis amigos me adelantaban en la
vida mientras yo era infeliz en el trabajo y poco exitoso en mis relaciones
personales. Me preguntaba constantemente por qué la vida era tan injusta.
Después de todo, había trabajado duro y me merecía algo mejor, ¿no crees?
Puede que sí, pero no estaba sacando provecho del poder de la confianza.
Siendo sincero, no soy Muhammad Ali ni Bruce Lee. En algunas
situaciones, sigo sintiéndome insuficiente, dudoso o avergonzado, pero en
los últimos años he progresado mucho. Leer incontables libros de
autoayuda me ha permitido comprender el poder de la confianza y utilizarlo
para desarrollar el nivel de seguridad en mí mismo que necesitaba para
alcanzar muchos de mis objetivos. Me di cuenta de que, desarrollando una
confianza inquebrantable, casi cualquier cosa que visualizaba y realmente
deseaba era posible. Lo único que faltaba por hacer era “purificar” mi
mente:

1. Deshaciéndome de las dudas en mí mismo y


2. Sustituyéndolas por pensamientos de confianza, valor y seguridad.

Una vez equipado con esta confianza absoluta, podía seguir adelante para
explorar nuevos horizontes y nuevas posibilidades y descubrir los talentos
ocultos que no sabía que tenía. Una de las maneras en las que desarrollé un
mayor nivel de confianza fue logrando pequeños objetivos consistente y
repetidamente. En concreto, lo logré:

Aprendiendo a cumplir las promesas que me hacía a mí mismo


(alcanzando primero pequeños objetivos y mayores objetivos
después) y
Aprendiendo a cumplir las promesas que hacía a los demás (siempre
y cuando fuera posible).
Con el tiempo, fui consiguiendo objetivos cada vez mayores. Tras haber
desarrollado tanta confianza, ahora sé que puedo alcanzar casi cualquier
objetivo que me marque.
La lección aquí es:

Debes darte cuenta de que tu capacidad de cumplir tu palabra es


clave para cultivar una confianza sólida en ti mismo y
Puedes empezar hoy mismo, marcándote pequeños objetivos y
lográndolos consistentemente.

Recuerda, la confianza es una habilidad a la que tienes acceso y que puedes


desarrollar al igual que cualquier otra destreza. Si sigues el proceso
correcto, puedes moverte desde un estado de perpetua duda en ti mismo a
una confianza extrema. Así que, ¿por qué no empezar a practicar esta
habilidad para poder diseñar la vida que deseas en los próximos años?
En la PARTE IV. La fórmula de la confianza en uno mismo, exploraremos
una fórmula concreta que puedes utilizar para desarrollar una confianza
sólida.

Actividad práctica

Contesta las siguientes preguntas utilizando tu guía de acción:

¿Qué estás haciendo actualmente para desarrollar una mayor


confianza en ti mismo y en tu visión?
¿Qué podrías hacer para cultivar aún más confianza en ti mismo?

2. La confianza es neutral

La naturaleza es neutral. La naturaleza no se


preocupa. Si haces lo que hacen otras personas con éxito,
disfrutarás de los mismos resultados y recompensas que ellos.
Y si no lo haces, no disfrutarás de ellos.
— BRIAN TRACY, ESCRITOR Y ORADOR
MOTIVACIONAL.

Otro aspecto fundamental de la confianza es que es neutral. La naturaleza es


imparcial y a la naturaleza no le podría importar menos quién desarrolla una
confianza inquebrantable y quién no. Por ello, la naturaleza no le va a
impedir a nadie utilizar el poder de la confianza para mejorar su vida. Esto
también es válido para aquellos que sufren una culpa intensa, dudas en sí
mismos que les paralizan o que atraviesan cualquier otro obstáculo en la
vida.
La naturaleza no puede impedirte utilizar tu capacidad de creer para
lograr hazañas increíbles y transformar tu vida más allá de tu imaginación.
Todo lo que tienes que hacer es decidir qué grado de confianza quieres
adquirir con el tiempo. ¿Deseas desarrollar una confianza extraordinaria
para poder crecer y crear incontables nuevas oportunidades para ti mismo o
prefieres seguir con tu poca confianza, dudando de cada paso que das en el
camino? La decisión es tuya, pero también lo son las consecuencias con las
que tendrás que vivir.
La conclusión es que la confianza es neutral. El hecho de confiar o creer en
algo es una herramienta que está disponible para todos nosotros. Utilízala
para diseñar tu vida ideal y sacar a la luz todo tu potencial—o no. Hagas lo
que hagas, al universo no le importa.

Actividad práctica

Contesta las siguientes preguntas utilizando tu guía de acción:

Sabiendo que nadie puede impedirte confiar, ¿cómo utilizarás el


poder de la confianza a partir de hoy?
¿Para qué lo utilizarás?

3. La confianza es tu responsabilidad

No se puede escapar de la responsabilidad del


mañana evadiéndola hoy.
— ABRAHAM LINCOLN, EXPRESIDENTE DE LOS
ESTADOS UNIDOS.

¿No te gustaría estar rodeado las 24 horas del día por una familia y amigos
que te apoyaran, mentores sabios y los mejores coaches a nivel mundial?
Por desgracia, para la mayoría de nosotros, este no es el caso. Puede que tu
familia ridiculice tus sueños, que tus amigos no te apoyen o que no tengas
ningún mentor ni coach que te guíe. Pero no pasa nada. No necesitas que
nadie te dé su permiso para utilizar el poder de la confianza. Confiar es
inherente a tu naturaleza. Nadie podrá quitarte esa habilidad. Por lo tanto, es
tu responsabilidad emplear tu confianza innata para diseñar la vida que
deseas. Si decides asumirla, tu trabajo es encontrar la forma de desarrollar
una confianza inquebrantable independientemente de cuál sea tu entorno.
Por lo tanto, no utilices tu entorno como excusa para ignorar tu poder
interno de la confianza. Si lo haces, te estarás menospreciando. En su lugar,
reclámalo y haz uso de tu capacidad de creer. Hacerlo es tu responsabilidad.

Actividad práctica

Completa los siguientes ejercicios utilizando tu guía de acción:

Durante un momento, cierra tus ojos y deja que la siguiente verdad


cale en ti: puedes, y conseguirás, cultivar una confianza sólida con
el tiempo.
Ahora, sabiendo que la confianza es tu responsabilidad, escribe una
cosa que harás para recuperar el control sobre tu capacidad de
confiar (por ejemplo, apuntarte a un grupo de personas afines a ti,
distanciarte de una persona tóxica o leer biografías de gente con
éxito).

4. La confianza siempre está presente

El hombre está hecho por sus creencias. Como


él cree, así es.
— JOHANN WOLFGANG VON GOETHE, POETA.

Otra característica fundamental de la confianza es que siempre está


presente. Nunca te podrán quitar tu capacidad interior de creer. Puedes
olvidarla o puede que esté cubierta temporalmente por tus dudas. Esto
significa que tienes en tu interior la capacidad de levantarte cada día y
confiar una vez más, independientemente de los aparentes fracasos del ayer.
La mera idea de que puedes perder ese poder podría generarte dudas. Por
supuesto, todos dudamos de nosotros mismos alguna vez, pero recuerda
que, tras los momentos de dudas, siempre puedes elegir centrarte de nuevo
en tu capacidad de confiar. Si dudas de ti mismo más a menudo de lo que te
gustaría, asegúrate de aplicar la técnica que te presento en la Parte IV. La
fórmula de la confianza en uno mismo, para aumentar tu nivel de confianza
en ti mismo.
La confianza en ti mismo está disponible en todo momento. Así que,
aprovecha tu poder con tanta frecuencia como sea necesario y empieza a
conseguir tus mayores objetivos.

Actividades prácticas

Completa los siguientes ejercicios utilizando tu guía de acción:

Dedica un momento a darte cuenta de que nunca te podrán arrebatar


tu capacidad de confiar. Sé consciente de que, en este mismo
momento, puedes elegir confiar.
A continuación, anota lo que harías de otra manera si estuvieras
completamente convencido de tu poder de confianza en todo
momento.

5. La confianza es un regalo que le concedes al mundo

No me corresponde a mi juzgar las creencias de


nadie, pero sí que decido alegrarme por su capacidad de creer.
— TOM ALTHOUSE, ACTOR Y ESCRITOR

A medida que empieces a perseguir tus objetivos con mayor confianza en ti


mismo, puede que te asuste ser rechazado, parecer arrogante o que te vean
como un egoísta. Sin embargo, ten en mente que el poder de la confianza no
se debería emplear por motivos egoístas (aunque puede suceder). Debería
utilizarse para transformarte a ti mismo y, lo que quizás es más importante,
para transformar el mundo que te rodea de forma positiva.
Te animo a ver la confianza como un regalo que te concedes no solo a ti
mismo, sino también al mundo. Haciendo uso de este regalo, puedes plantar
la semilla de la posibilidad en tu interior y en el interior de la mente de las
personas que se cruzan en tu camino. De esta forma, te convertirás en una
fuente de inspiración para la gente que te rodea.
En realidad, cada uno de nosotros tiene un papel que representar al ofrecer
el regalo de la confianza a las personas que más lo necesitan. Puede que no
seamos el futuro Gandhi o la futura Madre Teresa, pero nuestra manera de
comportarnos y de interactuar con los demás puede generar la chispa
necesaria para despertar el potencial oculto de otros. Esto por sí mismo es
una verdadera bendición y un acto de humildad.
Por ello, en vez de dejar que tus dudas dicten tu vida, ¿por qué no utilizar tu
nueva comprensión de la confianza para inspirar a tu pareja, hijos, amigos,
compañeros de trabajo y a todos aquellos que te encuentres en la vida? ¿Por
qué no convertirte en un faro de esperanza y de positividad para los demás?
Aunque la confianza es intangible, puede tener efectos tangibles en el
mundo. Utiliza tu confianza para influenciar a los demás y crear un efecto
mariposa positivo a tu alrededor.

Actividades prácticas

Contesta las siguientes preguntas en tu guía de acción:

Si aumentaras notablemente tu nivel de confianza en ti mismo, ¿en


qué personas de tu entorno tendrías un efecto positivo?
¿A quién inspirarías?
3

EL PODER DE LA CONFIANZA

Debes encontrar el lugar dentro de ti donde nada


es imposible.
— DEEPAK CHOPRA, ESCRITOR Y ORADOR PÚBLICO.

La confianza es una de las fuerzas más poderosas de la Tierra. Una vez que
aprendas a utilizarla adecuadamente, podrás realizar cambios
impresionantes en tu vida. Veamos más en detalle cómo la confianza crea tu
realidad.
1. Las creencias distorsionan la realidad
La capacidad de creer es tu superpoder. El poder de creer puede permitirte
moldear la realidad a tu voluntad—al menos, así es como puedes sentirte.
Las creencias pueden “distorsionar” la realidad de las siguientes maneras:

1. Cambiando cómo piensas, te sientes y actúas, abriendo puertas a


innumerables oportunidades que no creías que existían,
2. Convirtiendo a tu subconsciente en un poderoso aliado,
3. Influenciando a las personas que te rodean e
4. Inspirando a la gente.

Veamos estos cuatro puntos más detalladamente:


a. Las creencias cambian cómo piensas, te sientes y actúas
Adoptar creencias positivas tiene un impacto en tu forma de pensar, lo que
desencadena nuevas emociones y te lleva a realizar acciones diferentes. A
su vez, estas acciones te permiten lograr mejores resultados. En resumen, tu
capacidad de creer te permite distorsionar tu “realidad” introduciendo
nuevas formas de pensamiento que expanden tu campo de posibilidades.
Por ejemplo, si crees que siempre puedes mejorar en todo lo que haces,
buscarás formas de mejorar. Puede que esto se traduzca en pedir la opinión
de los demás, modificar tu abordaje, encontrar un mentor o simplemente en
intentarlo una vez más. Dado que tu nueva identidad dicta que mejorar es
inevitable, seguirás adelante hasta que la realidad “se doblegue a tu
voluntad”. Por el contrario, si crees que no puedes mejorar, no te esforzarás,
o no te esforzarás lo suficiente como para ver resultados tangibles. Esto, a
su vez, reforzará la idea de que no tienes poder.
b. Las creencias convierten a tu subconsciente en un poderoso aliado
Otro efecto colateral de las creencias positivas es que tu subconsciente
empezará a trabajar para ti. Cuando tienes convicciones sólidas, tu
subconsciente se esforzará por cerrar la brecha que separa tu situación
actual de la situación que deseas.
Por ejemplo, si estás convencido de que puedes dedicarte a una profesión
que te llene, tu subconsciente buscará oportunidades de conseguir que esta
creencia se haga realidad. Como resultado, puede que le preguntes a alguien
que ama su trabajo y que te proporcione un consejo valioso. Puede que veas
un vídeo de YouTube que te indique el camino correcto. O puede que, de
repente, se te ocurran soluciones ingeniosas para diseñar tu profesión ideal.
Dicho de otra manera, cuando crees que algo es posible, tu subconsciente
empezará a recortar la distancia entre donde estás y donde te gustaría estar.
Identificará información valiosa que podrías haber pasado por alto. Es por
ello que te recomiendo tener claro lo que quieres y pedirle a tu
subconsciente que te apoye en tus proyectos.
c. Las creencias influencian a los que te rodean
Otro motivo por el que las creencias son importantes es porque influencian
tu entorno. Puedes utilizar el poder de la confianza no solo para influenciar
tus pensamientos, emociones y acciones, sino también para influenciar a
todas y cada una de las personas que te rodean.
El famoso coach Tony Robbins afirma que, en todas las interacciones entre
dos personas, aquella con más seguridad en sí misma gana. Y, de hecho, es
más fácil vender algo—ya sea a ti mismo, una idea de negocio o un
producto que hayas creado—si tienes una confianza absoluta en lo que estás
vendiendo.
Las creencias actúan como pilares. Si estos pilares son sólidos, ningún
suceso externo puede sacudirlos. Puedes escuchar a la gente y que no te
afecten sus juicios. Puedes encontrarte con fracasos o crisis, pero sigues
creyendo en ti mismo. Sin importar cómo sea tu ambiente externo,
permanecerás dentro de tu burbuja de confianza, protegido de la
negatividad que te rodea.
Si navegas por el mundo con un sentimiento de confianza tan sólido,
continuamente pensarás, te sentirás y actuarás acorde a tus creencias
principales. A medida que lo hagas, será mucho más probable que
influencies a las personas que te rodean y no a la inversa. Esto se debe a que
estarás utilizando el poder de la confianza, mientras que otros no lo harán.
En la PARTE III. Construir creencias fundamentales, describiremos
creencias principales que puedes adoptar para generar confianza y empezar
a influenciar a los demás en vez de ser influenciados por ellos.
d. La confianza inspira a los demás
A medida que apliques el poder de la confianza, estarás mejor posicionado
para inspirar a la gente que te rodea. Entenderás que, sin importar cuál sea
su narrativa, los demás también tienen la capacidad de confiar en sí
mismos, de resolver las cosas y de lograr la mayoría de sus objetivos.
Dejarás de ver a las personas tal y como son ahora y empezarás a ver en
quién podrían convertirse una vez que se libren de sus bloqueos mentales y
sus limitaciones autoimpuestas. Como he dicho anteriormente, esta es la
razón por la que la confianza es un regalo tanto para ti como para la gente
que te rodea. Utilizando su poder, puedes crecer y producir un impacto
positivo en el mundo que te rodea a una mayor escala que si no lo utilizas.
Muchas personas exitosas pueden ver a los demás como aquellos en los que
podrían convertirse. Esto se debe a que los individuos con éxito entienden
cómo funciona la confianza y como puede magnificar las habilidades de
otras personas. En cambio, los que están llenos de dudas en sí mismos son
incapaces de ver el potencial de los demás. Dado que estas personas no
creen que pueden crecer, tampoco creen que otros puedan crecer.
Cuando aprendas a utilizar el poder de la confianza, te convertirás en una
fuente de inspiración para los que te rodean. En tu presencia, muchos se
sentirán inspirados a marcarse retos y superar sus supuestas limitaciones.

Actividad práctica

Piensa en una de las creencias más positivas que podrías adoptar. A


continuación, responde estas preguntas:

¿Cómo podría ayudarme mi subconsciente para conseguir que esta


creencia se haga realidad? Por ejemplo, ¿podría ayudarme a
encontrar soluciones, conducirme a actuar de manera diferente, etc.?
¿Qué efecto tendrá mi nueva creencia en la gente que me rodea?
Si soy capaz de ver más potencial en las personas del que ellas
mismas ven, ¿de qué manera me convertiré en una inspiración para
ellas? ¿Cómo les apoyaré?

2. Tus pensamientos crean tu realidad

Para percibir el mundo de manera diferente,


debemos estar dispuestos a cambiar nuestro sistema de
creencias, dejar el pasado atrás, expandir nuestro sentido del
ahora y disolver el miedo en nuestras mentes.
— GERALD JAMPOLSKY, ESCRITOR.
La gente suele malinterpretar la idea de que “los pensamientos crean la
realidad”. No se dan cuenta de que siempre existe un lapso de tiempo entre
el momento en el que piensan en algo y el momento en el que empieza a
manifestarse en el mundo real. No tenemos un pensamiento y voilà, aquello
que imaginamos aparece inmediatamente. Esto sería poco práctico por
muchas razones.
Tenemos miles de pensamientos todos los días, incluyendo muchos
pensamientos tóxicos. Imagina qué pasaría si todos estos pensamientos se
manifestaran instantáneamente. El mundo estaría en un completo estado de
caos. ¿Cómo te sentirías si yo te dijera que eres culpable por insultar a tu
jefe o golpear a uno de tus compañeros en la cara solo porque ese
pensamiento se te ha cruzado por la mente?
Por suerte, la realidad no funciona así. Tus pensamientos tienen el poder de
convertirse en realidad solo cuando se mantienen durante un periodo de
tiempo lo suficientemente largo y son alimentados por la suficiente energía
mental—la energía de la confianza, la convicción y el compromiso.
Un pensamiento que cumpla estos requisitos te llevará a actuar en
consecuencia y, con el tiempo, generará los resultados deseados.
Evidentemente, hay límites a lo que es posible en este mundo, pero estos
suelen ser menores de los que te impones a ti mismo. Por ello, el primer
paso para convertir tus pensamientos en realidad es creer que todo lo que
imaginas es posible. Por supuesto, puede que no lo alcances, pero al menos
puedes progresar enormemente hacia tus metas—a menudo más de lo que
imaginabas.
A continuación, te muestro ejemplos concretos de cómo funcionan
realmente los pensamientos.
Imagina que quieres viajar al sudeste asiático con tu familia. En primer
lugar, imagina que tienes el pensamiento “Algún día me gustaría poder
viajar al sudeste asiático con mi familia”. Ahora bien, ¿es esto suficiente
para que tu deseo se haga realidad? Por supuesto que no.
Antes de hacerse realidad, el pensamiento requiere que se le aporte energía.
Debe estar acompañado de ilusión y deseo. Sin deseo, un pensamiento no
tiene poder. Debes sentir como si tus pensamientos te empujaran. Deben
cambiar tu estado mental y transportarte al futuro en el que te gustaría vivir.
En este ejemplo, debes desear realmente viajar al sudeste asiático e
imaginarte que ya estás allí.
En segundo lugar, debes aportarle más energía al pensamiento mediante el
compromiso. Es decir, en tu mente, debes comprometerte a convertir este
pensamiento en realidad. A mucha gente le gusta soñar despierta con un
futuro mejor. Sin embargo, no puedes transformar tu vida de esta manera.
Soñar despierto solo te hace sentir mejor en el momento, sabiendo al mismo
tiempo que la mayoría de tus sueños seguramente nunca se cumplirán. En
cambio, comprometerse es dar un paso hacia tu futuro y creer firmemente
que se convertirá en tu realidad. Estas son dos actitudes mentales opuestas.
En nuestro ejemplo, debes estar absolutamente decidido a viajar al sudeste
asiático con tu familia.
En tercer lugar, debes reiterar el mismo pensamiento tantas veces como sea
necesario hasta que genere el impulso de actuar. Tener el pensamiento en sí
mismo no tendrá demasiado impacto. No obstante, si repites el mismo
pensamiento muchas veces a lo largo de tu día, te sentirás impulsado a
actuar para cerrar la brecha entre tu situación actual y la que deseas. En este
ejemplo, debes pensar en viajar al sudeste asiático y visualizarlo de la forma
más vívida posible hasta que se convierta en un objetivo lo suficientemente
importante como para que actúes basándote en él.
Recuerda, el poder de la confianza es lo que nos permite convertir algo
intangible (un pensamiento, idea o visión) en algo tangible (un objeto,
negocio, viaje, etc.). Por ejemplo, este libro empezó a tomar forma a partir
del siguiente pensamiento:
La confianza es una de las fuerzas más poderosas de la Tierra. Quiero
ayudar a la gente a utilizarla para que puedan cambiar sus vidas y las
vidas de los que les rodean.
Después, seguí enfocando mi energía mental hacia este pensamiento hasta
que me sentí impulsado a poner mis palabras por escrito y crear este libro.
De forma parecida:

Cuando le conferimos la suficiente intensidad, el pensamiento


“Quiero cambiar de profesión”, nos lleva a aprender nuevas
habilidades, apuntarnos a entrevistas de trabajo o hacer contactos
hasta que consigamos cambiar de trabajo.
Si le prestamos la suficiente atención, el pensamiento “Quiero
jubilarme pronto” nos incita a ahorrar dinero y/o a empezar
negocios paralelos hasta que consigamos este objetivo.
Cuando le damos la suficiente importancia al pensamiento “Quiero
encontrar pareja”, esto puede llevarnos a utilizar aplicaciones de
citas y a socializar más hasta que encontremos a alguien con quien
estar.

En 2017, dejé mi trabajo bien pagado para dedicarme por completo a la


escritura. Muchos debieron pensar que estaba loco. Sin embargo, yo apenas
dudaba de que conseguiría dedicarme a la escritura.
¿Por qué?
Principalmente porque ya entendía cómo podía utilizar el poder de la
confianza para reducir la distancia entre mi situación de aquel momento y el
futuro que imaginaba. En aquel entonces, también había:

Escrito cinco libros,


Recibido muchas opiniones positivas de mis libros,
Trabajado en mi negocio paralelo mientras tenía un trabajo a
jornada completa (lo que demostraba que estaba motivado) y
Realizado el suficiente trabajo de desarrollo personal como para
entender que la falta de confianza era lo único que podía impedirme
conseguir mis objetivos.

En resumen, había desarrollado la confianza que necesitaba y la seguridad


en mí mismo que requería para diseñar el futuro que tenía en mente.
Como conclusión, en muchos casos, tus pensamientos pueden crear tu
realidad. Así que, asegúrate de que utilizas el poder de la confianza para
acortar la distancia entre donde estás y donde te gustaría estar.
Para conocer en más detalle el proceso de pensamiento que me permitió
convertirme en un escritor a jornada completa, puedes consultar mi libro
Domina Tu Pensamiento, el quinto libro de esta colección.
Actividad práctica

Completa el siguiente ejercicio utilizando tu guía de acción:

Piensa en algo que te gustaría que te ocurriera en el futuro, como


conseguir un ascenso, encontrar un trabajo mejor o viajar a otro
continente.
Imagina lo que pasaría si te centraras únicamente en ese deseo.
A continuación, anota en tu guía de acción qué acciones concretas
vas a empezar a realizar como resultado de enfocarte en ese
pensamiento.

3. Tu confianza determina tus resultados

Si crees que puedes hacerlo, probablemente


puedas. Si crees que no puedes hacerlo, seguramente no podrás.
Creer es el interruptor de encendido que te saca de tu
plataforma de lanzamiento.
— DENIS WAITLEY, ORADOR MOTIVACIONAL Y
ESCRITOR.

a. La vida es un juego de simulación


Me gusta comparar la vida con un juego de simulación. En este juego, el
componente principal que determina tus resultados es:
Tu nivel de confianza en ti mismo.
Puedes utilizar el poder de tu mente para aumentar tu confianza en ti
mismo. Tu mente es como el controlador principal del juego. Determina si
vas a jugar en nivel fácil (quedándote en el nivel 1) o si lo vas a dar todo (y
vas a intentar llegar al nivel 100). Una vez que aprendas a disciplinar tu
mente y a mantener un elevado nivel de confianza, verás que logras cosas
asombrosas.
Por otro lado, si caes víctima de tus dudas, conseguirás mucho menos de lo
que eres capaz de alcanzar. Las dudas en ti mismo consumen energía,
debilitan tus pensamientos y disminuyen tu poder creativo. Las dudas
destruyen tu capacidad de centrarte en un solo pensamiento con la
suficiente fuerza y durante el tiempo suficiente para acumular la energía
necesaria para que se manifieste su equivalente físico. Por lo tanto, elimina
las preocupaciones innecesarias y todas las limitaciones que se interpongan
entre tú y tus objetivos. Luego, concentra tus pensamientos en lo que más
deseas. Para aprender a identificar tus limitaciones y empezar a superarlas,
consulta la PARTE II. Identificar tus creencias limitantes.
Una vez que comprendí que tomar el control de mi mente era el secreto
para lograr casi cualquier cosa que deseara, me comprometí a desarrollar
una confianza sólida. En otras palabras, elegí dejar el nivel 1 (las dudas que
me carcomían) y esforzarme para llegar al nivel 100 (la confianza
inquebrantable).
¿Y tú? ¿A qué nivel quieres jugar a este juego llamado “tu vida”?
Empezando hoy mismo, ¿qué necesitas hacer de otra manera para alcanzar
ese nivel?
Recuerda, tu nivel de confianza determina en gran medida lo que puedes
lograr en este mundo. Desde hoy mismo, decide a qué nivel quieres jugar a
este juego y actúa en consecuencia.

Actividad práctica

Utilizando tu guía de acción, contesta estas preguntas:

Si tuviera que evaluar mi nivel actual de confianza en mí mismo en


una escala del 1 (jugar a nivel fácil) al 100 (darlo todo), ¿qué
puntuación me daría?
¿Qué nivel de confianza me gustaría tener dentro de treinta días?
¿Qué puedo hacer para conseguirlo?
b. La confianza hace posible lo imposible
Puede que te hayan recomendado ser realista, pero ¿alguna vez te has
parado a pensar qué significa realmente ser realista? Este concepto es
subjetivo. Por ejemplo, aquello que tú crees que puedes hacer y aquello que
yo creo que puedo hacer puede variar notablemente. Estas diferencias
dependen mayormente de nuestros niveles de confianza en nosotros
mismos, nuestras experiencias, nuestras destrezas y otros factores.
Mi consejo es este: no dejes que otras personas te digan lo que puedes y lo
que no puedes hacer. Su opinión es irrelevante. Si yo tuviera que haber
esperado a que otros me dieran su aprobación para empezar a escribir,
todavía estaría esperando. Cuando empecé mi carrera como escritor no tenía
ningún título relacionado con la escritura ni conocía a nadie en el sector y ni
siquiera escribía en mi lengua materna. Sin embargo, desde mi propia
perspectiva, mi objetivo era realista. Por lo tanto, ignoré las opiniones
negativas y las críticas y empecé mi viaje.
Te animo a que hagas lo mismo. Deja de esperar la aprobación de los demás
para perseguir tus objetivos. No necesitas su permiso para empezar a vivir
la vida que deseas. Olvídate de las definiciones de otros acerca de lo que es
“realista”. En su lugar, utiliza el poder de la confianza para hacer posible lo
aparentemente imposible. Si estás lo suficientemente “loco” como para
creer que tus sueños son posibles—y mantienes este estado mental durante
el tiempo suficiente—los alcanzarás. Como dijo Henry Ford, “Tanto si
piensas que puedes como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”. Solo
empezarás a realizar las acciones necesarias para cumplir tus objetivos
cuando verdaderamente creas que puedes lograrlos.

Actividad práctica

Completa los siguientes ejercicios utilizando tu guía de acción:

Por un momento, olvídate de todas las limitaciones que otras


personas pueden estar imponiéndote. Céntrate en lo que puede
lograr tu mejor versión.
Ahora, pregúntate “¿Qué cosas ‘imposibles’ puedo hacer posibles
en el futuro próximo?”.

c. La amplitud de tu pensamiento determina la amplitud de tus logros


Tus pensamientos dominantes son un buen predictor de tu futuro. Por
ejemplo, si tus pensamientos diarios se centran en qué cenarás, qué verás en
Netflix esta noche o qué nuevo dispositivo electrónico te vas a comprar, es
poco probable que rindas al máximo o que logres tus mayores sueños. Sin
embargo, si te centras en tus objetivos principales, te estarás forzando a
pensar en grande y a mejorar para cumplirlos.
Si te fijas en los visionarios, te darás cuenta de que siempre piensan de una
manera completamente diferente a la habitual. Por ejemplo, puede que se
pregunten a sí mismos cuestiones tales como:

¿Cuál es la mejor versión de mí mismo?


¿Cuál es el mayor impacto que puedo causar en el mundo?
¿Cómo puedo convertirme en un experto mundial en mi campo?
¿Cómo puedo acelerar mis resultados exponencialmente?
¿Qué habilidades necesito aprender para conseguir que mi visión se
haga realidad?
¿Cómo puedo revolucionar mi industria?
Etc.

Si te planteas estas preguntas repetidamente y durante un periodo de tiempo


lo suficientemente prolongado, dichas cuestiones conducirán a mejores
resultados que las preguntas triviales como qué hay para cenar o qué
película ver en Netflix. Recuerda, para utilizar el poder de la confianza
debes reiterar los mismos pensamientos repetidamente, al tiempo que
inviertes el suficiente esfuerzo mental y compromiso en ellos.
Así que, ¿en qué pensamientos te estás centrando ahora mismo? ¿Se
refieren al futuro que te gustaría crear o son irrelevantes? Empezando desde
hoy mismo, ¿qué pensamientos mejores podrías adoptar?
Actividad práctica

Responde las siguientes cuestiones utilizando tu guía de acción:

Durante los últimos días, ¿en qué he estado pensando más a


menudo? ¿Cuáles son mis pensamientos dominantes?
Si sigo teniendo estos mismos pensamientos, ¿qué es probable que
pase en el futuro?
¿Es esto lo que realmente deseo? Si no lo es, ¿qué otros
pensamientos principales debería adoptar?

4. Confianza vs. arrogancia

Nos preguntamos, “¿Quién soy yo para ser


brillante, hermoso, talentoso, extraordinario?” Más bien, la
pregunta a formular es “¿Quién eres tú para no serlo?”.
— MARIANNE WILLIAMSON, ESCRITORA Y POLÍTICA.

Bruce Lee utilizó el poder de la confianza para cultivar una confianza


inquebrantable. En enero de 1969, Bruce Lee tenía 26 años y era una
estrella menor de TV en los Estados Unidos. Tenía dos hijos y poca
estabilidad económica. En aquel momento, escribió la siguiente afirmación:
SECRETO
Mi objetivo principal
Yo, Bruce Lee, seré la primera estrella oriental mejor pagada de los
Estados Unidos. A cambio, haré los espectáculos más emocionantes y seré
un actor de la máxima calidad. A partir de 1979, conseguiré fama mundial
y, de aquí hasta finales de 1980 conseguiré ganar 10.000.000 $. Viviré de la
forma que desee y lograré la armonía y la felicidad.
Bruce Lee
Enero, 1969
En sus propias palabras, esta confianza inquebrantable fue más allá de la fe:
Siento que tengo en mi interior esta gran fuerza creativa y espiritual que es
más que fe, más que confianza, más que determinación, más que visión. Es
una combinación de todas ellas. Mi cerebro se magnetiza con esta fuerza
dominante que poseo.
De forma similar, Muhammad Ali afirmó, “Soy el mejor, decía incluso
antes de saberlo”. Al manifestar al mundo quién era (o quién quería ser),
empezó a crear su propia realidad.
Evidentemente, este tipo de discurso interno no convierte a alguien
automáticamente en el mejor boxeador o experto en artes marciales del
mundo, pero sí que sienta los cimientos. A continuación, esta confianza
debe ser alimentada con trabajo duro y constante durante un periodo de
tiempo prolongado.
Ahora bien, cuando alguien afirma que es el mejor boxeador de todos los
tiempos o “la súper estrella oriental mejor pagada de Estados Unidos”, ¿es
esto fantasear? ¿Es arrogancia o es utilizar la confianza inquebrantable para
“predecir” el futuro? Es difícil decir esto, pero creo que tú también deberías
arriesgarte a ser visto como un arrogante cuando desarrolles una confianza
inquebrantable en ti mismo. De hecho, al utilizar el poder de la confianza,
puedes transformar vidas, empoderar a los demás y convertir situaciones
desesperadas en situaciones de esperanza. Y, por supuesto, también puedes
logar la mayoría de tus objetivos.
A veces me preocupa que los que me rodean puedan pensar que estoy
fanfarroneando. No obstante, compartir mis historias y mis objetivos es una
manera de tener responsabilidades y exigirme más a mí mismo—y espero
que también sirva para inspirar a mis lectores a alcanzar sus propios
objetivos. He decidido que construir la confianza necesaria para conseguir
mis objetivos es más importante que las opiniones negativas de los demás.
Así que aprende a reafirmarte. Defiende tus objetivos a largo plazo.
Manifiesta al mundo en quién vas a convertirte. Y empieza a convertir lo
invisible—tus sueños, ideales y visión—en lo visible. Tienes el poder de
confiar. Utilízalo para alcanzar tus objetivos más relevantes.
A continuación, vamos a ver qué puedes hacer para identificar tus creencias
limitantes y empezar a superarlas.
PARTE II

IDENTIFICAR TUS CREENCIAS


LIMITANTES

El hombre que conoce sus limitaciones no tiene ninguna.


— DAVID FOSTER WALLACE, ESCRITOR.

Sin importar lo exitosos que podamos ser, seguimos teniendo creencias


limitantes que nos lastran. Creo que uno de nuestros objetivos en la vida
debería ser aprender a liberarnos de nuestras limitaciones para que podamos
ser fieles a nosotros mismos y conseguir todo aquello que realmente
deseamos.
Imagina que pudieras erradicar todas tus limitaciones y desarrollar una
confianza absoluta en tu capacidad de conseguir cualquier objetivo que te
propongas. ¿Cómo te haría sentir esto? ¿Cuánta energía, entusiasmo y
pasión extra tendrías?
En esta sección, trabajaremos en sacar a la luz algunas de tus creencias más
limitantes y veremos cómo puedes reemplazarlas por otras más positivas
para que puedas empezar a desbloquear tu potencial.
Pero, antes de esto, vamos a ver cómo tus creencias determinan tu identidad
actual y, lo que es más importante, cuáles son las implicaciones de este
hecho.
4

CREENCIA E IDENTIDAD

El concepto que tienes de ti mismo solo puede


eliminarse de la conciencia con otro concepto de ti mismo. Al
crear un ideal en tu mente, puedes identificarte con él hasta que
te conviertas en uno solo con el ideal, transformándote en él.
— NEVILLE GODDARD, AUTOR DE EL PODER DE LA
CONCIENCIA.

Aquello que crees da forma a tu identidad. Para crecer y superar tus


limitaciones actuales, debes reinventarte a ti mismo y cambiar tu identidad.
Por ejemplo, para pasar de ser un escritor con dificultades a un escritor
exitoso, tuve que cambiar mi identidad. Tuve que verme a mí mismo como
aquel en quién podía convertirme y no como quien era en aquel momento.
Tuve que confiar en que, si otros podían convertirse en escritores de éxito,
yo también podía. Me costó varios años verme como un escritor “de
verdad” y presentarme como tal. Cuando me preguntaban qué hacía, solía
contestar con algo como esto:
“Escribo libros cortos y los vendo en Amazon”.
¿Te suena esto a la descripción de un verdadero escritor?
Más adelante, decidí crear una nueva identidad. Decidí personificar el
escritor que aspiraba a ser y empecé a presentarme acorde a ello. Ya no me
dedicaba a escribir libros cortos. Ahora estaba dirigiendo mi propio negocio
por internet. Era tanto un escritor como un hombre de negocios. Desde
aquel punto en adelante, me aseguré de utilizar los términos “negocio de
publicación por internet” y “escritor” cada vez que me presentaba a alguien
nuevo.
En aquel entonces, soñaba con convertirme en un escritor con ingresos de
seis cifras al año. Así que el siguiente paso fue comportarme como si lo
fuera. Cada vez que dudaba acerca de invertir en libros o cursos, me
preguntaba lo siguiente: “Si realmente quiero convertirme en un escritor
con ingresos de seis cifras, ¿puedo permitirme no invertir en este
producto?”. También leía muchas historias, publicaciones de blogs y libros
de escritores independientes de éxito. Al absorber su manera de pensar,
examinar su comportamiento y aprender de su experiencia, intenté
maximizar mis probabilidades de éxito.
De forma similar, tus creencias limitantes pueden hacer que te sientas
menos capaz de lo que realmente eres. Pueden hacer que te sientas poco
valioso o incapaz de lograr determinados objetivos. Pero, sea la que sea la
identidad que mantengas en este momento, no es tu verdadero yo—solo es
un concepto que tú has aceptado como cierto.
Por suerte, puedes cambiar muchas de tus creencias y crear una nueva
identidad. Puedes verte a ti mismo como un triunfador, un líder carismático
o un hombre de negocios seguro de sí mismo. Puedes visualizarte como un
experto en cualquier proyecto que elijas seguir.
Ahora, deja que te muestre cómo tu identidad moldea tu comportamiento.
El siguiente ejemplo proviene de mi libro “Success is Inevitable” (El éxito
es inevitable).
Imagina que tienes veinte kilos de sobrepeso y que durante años has
intentado perder peso. Ahora, ponte en la piel de un entrenador personal
con el “peso ideal”. Imagina que tú—como entrenador personal—te
levantaras un día con veinte kilos adicionales de sobrepeso. ¿Cómo
reaccionarías?
Me apuesto lo que sea a que estarías en estado de shock. Pensarías, “¡Este
no soy yo!” y empezarías a transformar tu cuerpo inmediatamente. Para
hacerlo, eliminarías toda la comida basura de tu casa y seguirías haciendo
ejercicio hasta que recuperaras tu peso ideal. Y tendrías éxito. ¿Por qué?
Porque tendrías una imagen concreta de cómo debería ser tu cuerpo y esta
imagen estaría tan vinculada a tu identidad que inevitablemente
recuperarías tu peso original.
Lo que demuestra este ejemplo es que la gente actúa según sus creencias. Y
estas creencias son el resultado de la identidad que han creado para ellos
mismos de forma consciente o inconsciente. Por lo tanto, para cambiar
cómo actúa, la gente debe adoptar nuevas creencias y construir una nueva
identidad.
A continuación, te muestro otro ejemplo de cómo nuestras creencias dictan
nuestras decisiones y determinan nuestro destino. Este ejemplo está
extraído del libro de Jack Canfield Los principios del éxito.
Victor Serebriakoff, hijo de un emigrante ruso, creció en un suburbio de
Londres. Sus profesores no creían que pudiera acabar el colegio, así que le
convencieron para que encontrara un trabajo. Como resultado, dejó sus
estudios a los quince años y fue pasando de un trabajo insatisfactorio a otro.
No obstante, un suceso transformó su vida. A los treinta y dos años, se
alistó en el ejército británico y le hicieron una prueba de inteligencia. El test
reveló que tenía un CI de 161. Es decir, que era increíblemente listo.
Tras ver estos resultados, empezó a actuar inmediatamente como un genio.
Tras abandonar el ejército, trabajó en la industria maderera y acabó
convirtiéndose en el director de varias fábricas. Y, lo que es aún más
impresionante, inventó una máquina para clasificar la madera e introdujo el
sistema métrico en el comercio, lo que tuvo un profundo impacto en la
industria. Más adelante, se convirtió en presidente de la comisión nacional
de estándares madereros.
La lección de esta historia es que, aunque Victor siempre había sido
inteligente, dejó que la gente le convenciera de lo contrario. Creyó a los
demás y actuó en consecuencia durante unos quince años. Al hacerlo,
permitió que sus limitaciones (percibidas) dictaran su identidad y dieran
forma a su destino.
Estos son dos vívidos ejemplos que ilustran cómo las creencias limitantes
pueden afectar negativamente a nuestras vidas.
¿Y tú? ¿Estás dejando que tus limitaciones percibidas actuales determinen
tu identidad y, por tanto, tu futuro?

Actividad práctica

Completa los siguientes ejercicios utilizando tu guía de acción:

Piensa en un gran objetivo que te gustaría conseguir.


Ahora, escribe algunas afirmaciones que describan la identidad de
alguien que ya haya alcanzado ese objetivo.

Elegir tu identidad
En este momento, puede que te preguntes cómo puedes modificar tu
identidad. En cierto sentido, es sencillo. Todo empieza con una elección.
Comienza con la decisión de adoptar determinados rasgos de personalidad y
de actuar en consecuencia de una manera que se ajuste a estos rasgos.
Tras graduarme en la escuela de negocios en 2015, me uní a una pequeña
empresa de consultoría. Dos veces al año, teníamos que enviar una
presentación como parte de nuestra evaluación. Nos daban un proyecto y
teníamos que crear una propuesta que presentaríamos a la empresa que nos
pedía asesoría (esta parte la realizaban nuestros jefes). Intenté que se me
ocurriera una propuesta decente, pero era incapaz de producir algo que
fuera mínimamente bueno y recibí las peores puntuaciones de toda la
empresa—dos veces seguidas. Esto me hizo sentir avergonzado,
especialmente considerando que la mayoría de mis compañeros de trabajo
eran graduados recientes casi diez años más jóvenes que yo. Poco después
de esto, dejé mi trabajo y me centré en mi carrera de escritor.
Tras dejar mi trabajo, tomé la decisión consciente de cambiar mi identidad.
No quería seguir siendo un trabajador promedio. Desde donde me
encontraba en adelante, sería un experto mundial. Me convertiría en
excelente. Así que me pregunté, “¿Qué hacen los triunfadores y cómo
puedo convertirme en uno de ellos?”. Me di cuenta de que uno de los
puntos en común de los triunfadores es que, cuando dicen algo, lo hacen.
En pocas palabras, cumplen sus promesas, tanto las que se hacen a sí
mismos como las que hacen a los demás. Por lo tanto, para formar parte de
este grupo, yo tendría que desarrollar esa habilidad. Para mí, esto incluía
convertirme en la persona más disciplinada que conocía. Una de las
maneras en las que construí mi nueva identidad fue marcándome pequeños
objetivos y cumpliéndolos consistentemente. Esto me dio la confianza para
conseguir objetivos cada vez mayores. Además, cultivé el hábito de decir
que sí solo a las cosas que podía cumplir. Quería cumplir mis promesas
tanto como fuera posible. Al implementar estos hábitos, entre otros, fui
capaz de elevar mis estándares y de obtener mejores resultados.
Recuerda que la mayoría de tus limitaciones son autoimpuestas. Son falsas
identidades que aceptas como verdaderas. Utilizando el poder de la
confianza, puedes construir una nueva identidad que te permita conseguir
casi todo lo que desees.
La conclusión es que tus creencias tienen un impacto en tu comportamiento
y determinan en gran medida tus resultados. Por ello, escógelas
cuidadosamente. En la PARTE III. Construir creencias fundamentales,
revisaremos algunas de las creencias principales que te permitirán disparar
tu confianza e incrementar tus resultados.
Ahora que ya hemos visto cómo tus creencias afectan a tu identidad y
determinan muchas de las decisiones en tu vida, vamos a ver cómo puedes
identificar tus creencias limitantes y superarlas.
5

SUPERAR TUS CREENCIAS LIMITANTES

Solo vemos lo que queremos ver; solo oímos lo


que queremos oír. Nuestro sistema de creencias es como un
espejo que solo nos muestra lo que creemos.
— DON MIGUEL RUIZ, ESCRITOR Y PROFESOR
ESPIRITUAL.

1. Identificar tus creencias limitantes


Imagina si pudieras eliminar cualquier limitación autoimpuesta y cualquier
miedo irracional. ¿Cuánta confianza ganarías y cuánto más conseguirías
como resultado?
Lo cierto es que la mayoría de cosas que te frenan son solo excusas. Estas
excusas te impiden mejorar tu vida. En su mayoría, son poderosas porque
las aceptas como ciertas o válidas en tu situación. Pero, ¿por qué tienen que
ser así? ¿Realmente no hay nada que puedas hacer para eliminar estas
limitaciones? ¿Realmente tienes tan poco poder?
Para identificar tus creencias limitantes, puedes plantearte estas preguntas
para cada área de tu vida:

¿Por qué no tengo una puntuación 10 de 10 en esta área?


¿Qué es lo que me está frenando?
Si no pudiera buscar ninguna excusa, ¿qué haría de otra manera?
Ten en mente que cualquier excusa que utilices reduce tu abanico de
posibilidades. Al tolerar las excusas, le cedes tu poder a las circunstancias
externas. Le estás diciendo al mundo: “No está en mis manos. No hay nada
que yo pueda hacer al respecto”.
Sin embargo, en realidad, casi siempre puedes hacer algo para mejorar tu
vida. Incluso si no puedes cambiar tu situación, puedes cambiar tu
percepción de la misma.
Yo tenía muchas razones válidas para no dedicarme a escribir libros de
autoayuda. Probablemente, millones de personas tenían más legitimidad
para escribir sobre este tema. Algunas de mis razones eran:

Yo no tenía ningún título relacionado con la escritura,


No tenía ningún título en psicología, coaching o ningún otro tema
relacionado con el desarrollo personal,
Soy introvertido y no soy el tipo de persona que te imaginarías
como un “gurú” del desarrollo personal.
No conocía a nadie en el sector,
Escribo en inglés, pero no soy un hablante nativo,
El nicho del desarrollo personal es muy competitivo y
Mucha gente no creía que yo pudiera lograrlo.

Así que por supuesto que dudaba de mí mismo. ¿Quién era yo para escribir
un libro? De todas formas, todo estaba escrito ya. ¿Y por qué iba a escribir
yo cuando había tantas otras personas más cualificadas para hacerlo?
El problema cuando aceptamos excusas como estas es que tienden a
convertirse en nuestra realidad. Si no las sustituimos por creencias más
positivas, nos arriesgamos a subestimarnos. Para librarnos de nuestras
excusas, debemos elegir adoptar nuevos pensamientos que apoyen la
realidad que queremos crear.
Un ejemplo de creencia limitante que suelo presentar es este:
No tengo suficiente tiempo.
Podemos sustituir esta creencia por otra más positiva como:
Siempre saco tiempo para hacer aquello a lo que me he comprometido.
En realidad, hasta las personas más ocupadas del planeta pueden encontrar
tiempo para hacer ejercicio, leer o viajar con su familia. Si Barack Obama
tenía tiempo para hacer ejercicio todos los días cuando estaba en la Casa
Blanca, ¿no crees que tú también podrías?
Si te repites continuamente que sacas tiempo para trabajar en cualquier cosa
a la que te hayas comprometido, acabarás pensando y actuando de forma
diferente. Te preguntarás “¿Cómo encuentro tiempo?”. En el proceso,
descubrirás que puedes sacar más tiempo. Quizás puedes:

Reducir el tiempo que pasas viendo la televisión,


Dejar de perder treinta minutos al día mirando tu tablón de
Facebook,
Cocinar varias comidas de una sola vez,
Delegar algunas de tus tareas o
Decir que no a las peticiones que no se ajusten a tus valores o a tu
visión.

Como puedes ver, tienes más control sobre tu tiempo y tu vida del que
piensas.
La conclusión es que siempre puedes encontrar excusas para no trabajar.
Sin embargo, lo que diferencia a las personas con una elevada confianza en
sí mismas de otras es que continuamente buscan razones por las que tener
éxito—no razones por las que fracasar. Al dominar el poder de la confianza,
consiguen alcanzar un objetivo tras otro.
¿Y tú? ¿Cuáles son tus excusas y qué vas a hacer al respecto?

Actividad práctica

Utilizando tu guía de acción, completa el siguiente ejercicio:


Selecciona un área de tu vida en la que quieras centrarte ahora
mismo. Elige una de estas áreas: profesión, familia, dinero,
crecimiento personal, relaciones personales, vida social,
espiritualidad. A continuación, responde la siguiente pregunta.
¿Por qué no tengo una puntuación 10 de 10 en esta área?
Escribe dos o tres excusas que podrías eliminar o en las que podrías
trabajar y que tendrían el mayor impacto positivo en tu vida.

Ahora, vamos a ver cómo puedes empezar a deshacerte de estas excusas


eligiendo una nueva identidad que te sea más beneficiosa y que te ayude en
tus planes.
2. Cuestionar tus creencias limitantes
Una vez que hayas identificado algunas de tus creencias limitantes, debes
cuestionarlas. Para hacerlo, empieza preguntándote lo siguiente:
¿Mis creencias limitantes siempre son ciertas, en todo momento y bajo
cualquier circunstancia?
Las creencias limitantes suelen ser falsas, al menos en parte. Por ejemplo,
creer que no eres una persona segura de sí misma seguramente es
incorrecto. Puede que te falte seguridad en ciertas situaciones, pero que
tengas confianza en ti mismo en otras. Esto mismo es válido para el
ejemplo anterior de “No tengo tiempo”. En esencia, no eres alguien a quien
le falte tiempo. Puede haber periodos en los que estás más ocupado que
otros. Seguramente tendrás días más ocupados y días más libres. En
cualquier caso, siempre tienes la opción de elegir a qué dar prioridad.
3. Encontrar ejemplos personales que contradigan tus creencias
limitantes
Una forma efectiva de cuestionar tus creencias limitantes es buscar
ejemplos de tu vida personal que las contradigan, es decir, ejemplos que
demuestren claramente que tus creencias no son tan ciertas como puedes
pensar que son.
Imaginemos que crees que no eres lo suficientemente bueno, lo que te lleva
a sentirte insuficiente y avergonzado de ti mismo. ¿Realmente no eres lo
suficientemente bueno en ningún momento y bajo cualquier circunstancia o
esto solo es válido en determinadas circunstancias?
Lo más probable es que te sientas más seguro de ti mismo en algunas
situaciones, pero ¿eres consciente de todas estas situaciones? La diferencia
principal entre las personas con una alta autoestima saludable y las personas
con una baja autoestima es aquello en lo que se centran. Las primeras
reconocen todas las cosas que hacen bien. Las segundas se culpan por
cualquier cosa que hacen mal, por pequeña que sea, y no son conscientes de
sus logros.
Si buscas de forma proactiva todas las cosas que haces o que has hecho
bien, encontrarás muchos ejemplos. Entonces, te darás cuenta de que tu
creencia de “No soy lo suficientemente bueno”, ya no es cierta o al menos
te darás cuenta de lo incorrecta que es.
El objetivo es reunir ejemplos concretos que demuestren que tu creencia es,
si no completamente, al menos parcialmente errónea. Recuerda que muchas
de las creencias que mantienes sobre ti mismo y sobre el mundo son falsas.
Forman parte de la historia que te estás contando a ti mismo y puedes
cambiar esta historia por otra que te sea de más ayuda.
Así que, cuestiona tus creencias y considéralas como lo que son—creencias
—y no retratos fieles de la realidad.

Actividad práctica

Empleando tu guía de acción, realiza el siguiente ejercicio:

Selecciona una de tus creencias limitantes y contesta esta pregunta:


¿Esta creencia limitante es cierta en todo momento y bajo cualquier
circunstancia?
A continuación, busca ejemplos de tu propia vida que demuestren
que tu creencia es errónea.
4. Reúne pruebas de que tus creencias son erróneas
Para seguir cuestionando tus creencias limitantes, busca casos reales que
contradigan firmemente estas creencias. A veces, todo lo que necesitas es
un ejemplo de alguien que tiene éxito en lo que tú quieres conseguir. Esto
puede ser suficiente para que te des cuenta de que, si esa persona puede
tener éxito, tú también puedes.
Por ejemplo, puede que creas que la gente rica es avariciosa. Si es tu caso,
es poco probable que logres la cantidad de dinero que deseas. Después de
todo, no te gustaría que te consideraran una persona avariciosa, ¿no?
No obstante, si miras a tu alrededor, descubrirás a mucha gente rica que se
preocupa por los demás y que gasta su dinero de forma generosa. Ahora
bien, ¿la gente rica puede ser avariciosa? Por supuesto, pero también puede
serlo la gente con menos dinero. El dinero solo hace que la avaricia de la
gente rica sea más visible que la de otros.
Por lo tanto, si quieres deshacerte de esta creencia limitante, busca a
personas ricas con las que te puedas identificar por su amabilidad y
generosidad.
O puede que creas que no eres lo suficientemente listo y, por ello, no
puedes crear ese negocio con el que sueñas. Tampoco crees poder ganar
dinero con este negocio. Pero, ¿es esto cierto?
Hace un tiempo, me enteré de que el amigo de un amigo estaba dirigiendo
su propio negocio con mucho éxito. Tengo que admitir que me sorprendió.
Esa persona no me parecía demasiado brillante. Y, aun así, estaba dirigiendo
su propia empresa. Este ejemplo muestra que no necesitas ser especial para
ganar dinero, solo tienes que entender cómo funciona el dinero, desarrollar
una relación saludable con él y, lo que es más importante, creer en ti durante
el tiempo suficiente hasta que alcances tus objetivos.
También puedes pensar que no tienes tiempo suficiente para trabajar en tu
negocio paralelo. Si es tu caso, busca a personas que hayan creado un
negocio paralelo exitoso a pesar de tener una agenda muy apretada. En un
grupo para escritores de Facebook, leí una publicación de una mujer que
escribió veintiséis novelas en un año, al tiempo que tenía dos niños y
continuaba con su trabajo a jornada completa como profesora. Es más, ella
era una escritora de éxito, que ganaba bastante dinero con ello.
A medida que reúnas casos reales como estos, empezarás a considerar que
aquello que creías imposible puede no serlo. Al fin y al cabo, si otros han
tenido éxito, ¿por qué no tú? La creencia de “Si otros pueden, yo puedo”,
me ha ayudado a pasar de ser un aspirante a escritor a un escritor con éxito.
Y no soy el único que se beneficia de ello. María, una de mis lectoras,
aprendió siete idiomas en siete años sin gastar dinero. ¿Adivina cuál fue una
de las creencias en las que confió para conseguir ese objetivo? Sí, has
acertado, “Si otros pueden, yo puedo”.
Así que busca ejemplos relevantes. Después, recuerda que, si otros pueden,
tú probablemente también puedes.

Actividad práctica

Fíjate en la creencia limitante que has identificado en el ejercicio anterior.


Ahora, busca ejemplos reales que demuestren por qué esta creencia es
errónea. Escríbelos en tu guía de acción.
6

INTEGRAR TUS NUEVAS CREENCIAS

Tus probabilidades de éxito en cualquier


proyecto siempre pueden medirse por tu confianza en ti mismo.
— ROBERT COLLIER, ESCRITOR.

Finalmente, debes integrar tus nuevas creencias para convertirlas en parte


de tu identidad. Puedes hacer esto:

1. Poniéndolas por escrito y revisándolas de forma regular,


2. Pensando en ellas a menudo,
3. Actuando de una manera que las refuerce,
4. Pensando en todas las razones por las que son correctas y
5. Pensando en todas las razones por las que tú quieres que sean
ciertas.

1. Escribir tus creencias positivas


Lo primero que te recomiendo es poner tus creencias por escrito. El simple
hecho de poner las cosas por escrito puede ser beneficioso de dos maneras.
En primer lugar, te fuerza a procesar tus pensamientos y a escribirlos de una
manera clara y ordenada. Esto por sí solo aporta claridad. En segundo lugar,
hace que sean más reales para ti. Cuando escribes las cosas, es como si
convirtieras lo intangible, como un pensamiento, en algo más real, como
una intención determinada, un objetivo definido, etc.
Por lo tanto, escribe las creencias positivas con las que quieres sustituir tus
creencias limitantes. Cuando lo hagas, asegúrate de:

Escribir tus creencias utilizando el presente,


Evitar los pensamientos negativos y afirmar tus creencias de una
manera positiva (por ejemplo, utiliza “soy valiente” en vez de “ya
no tengo miedo”),
Añade poder a tu afirmación modificando tu estado fisiológico (por
ejemplo, implica a tu cuerpo y prueba a utilizar diferentes tonos de
voz) y
Utiliza el poder de la visualización e imagínate en situaciones
concretas que se relacionen con tu creencia. Luego, intenta sentirte
como si ya tuvieras lo que deseas (consulta la sección Utilizar el
poder de la visualización).

Algunos ejemplos de creencias positivas son:

Encuentro tiempo para hacer todo aquello con lo que me he


comprometido,
Si otros pueden, yo puedo,
Soy la persona más perseverante que conozco,
Me merezco el amor y
Soy tan capaz como cualquiera.

2. Piensa en tus creencias positivas a menudo


El siguiente paso es pensar en tus creencias positivas repetidamente hasta
que se conviertan en parte de tu identidad. Por ejemplo, una buena idea es
escribir tus creencias en un papel y colocar ese papel en un lugar donde
puedas verlo cada día, ya sea en tu pared, escritorio o mesilla de noche.
3. Actúa en función de tus creencias
Compórtate de acuerdo a tus creencias tan a menudo como sea posible. Por
ejemplo, para reforzar la creencia de “Encuentro tiempo para hacer todo
aquello con lo que me he comprometido”, asegúrate de reservar un tiempo
para trabajar en las cosas que te importan. Por supuesto, pensar en tu
creencia con frecuencia también te ayudará a actuar en consecuencia,
creando un bucle de retroalimentación positiva.
Recuerda, estás creando una nueva identidad, así que piensa en todas las
formas en las que se comportaría alguien con esa identidad. Si tu nueva
identidad es “Soy una persona saludable”, pregúntate qué hace realmente
una persona saludable. Por ejemplo, puede que una persona saludable:

Camine cada día en vez de utilizar el autobús,


Utilice las escaleras en lugar del ascensor o
Beba agua con las comidas en vez de refrescos.

En resumen, observa el mundo desde la perspectiva de la nueva persona en


la que te estás convirtiendo y actúa en consecuencia tan a menudo como sea
posible.
4. Piensa en razones por las que tus creencias son correctas
Otra actividad que puedes realizar de forma regular es nombrar todas las
razones por las que tus creencias son ciertas. Por ejemplo, si tu nueva
creencia es “Siempre puedo mejorar”, puedes enumerar todas las razones
que demuestran que esta creencia es cierta.
Siempre puedo mejorar porque:

Tengo acceso a muchos recursos por internet y puedo aprender de


ellos,
Sigo practicando y aprendiendo de las opiniones,
Puedo encontrar mentores o coaches que me ayuden a mejorar,
Puedo unirme a grupos de expertos con gente que me inspire,
Ya he mejorado de muchas maneras y puedo repetir el proceso,
Puedo trabajar en mis debilidades, etc.

A medida que pienses repetidamente en las razones por las que tus
creencias son ciertas, empezarás a integrarlas de forma más profunda en tu
vida.
5. Recuérdate todas las razones por las que quieres que tus creencias
sean ciertas
Aunque no pienses realmente que tu nueva creencia es totalmente cierta,
aún puedes encontrar razones para reforzarla y hacerla “más cierta”. Por
ejemplo, si quieres desarrollar más determinación, pero no crees tenerla,
piensa en ejemplos del pasado que demuestren tu determinación y tus
agallas.
Soy una persona tenaz porque:

Cuando era adolescente, realicé pequeños trabajos durante meses


para ahorrar dinero para aquello que deseaba,
Suspendí un examen tres veces, pero seguí intentándolo hasta que
por fin aprobé,
Seguí practicando con el piano hasta que fui capaz de tocar esa
canción difícil, etc.

La cuestión es que puede que aún no estés convencido de tu nueva creencia,


pero seguramente hay elementos en tu vida que lleven a esa dirección.
Encuéntralos y haz una lista con ellos. Cuando lo hagas, te darás cuenta de
que esta creencia es más cierta de lo que imaginabas o de que tiene el
potencial de ser más cierta con el tiempo.
Siguiendo estos pasos, empezarás a integrar tus nuevas creencias y a actuar
en consecuencia.
En la siguiente sección, revisaremos las creencias clave que puedes adoptar
para aprovechar el poder de la confianza y lograr casi cualquier cosa que
desees. Puedes utilizar el proceso descrito anteriormente para integrarlas.
PARTE III

CONSTRUIR CREENCIAS
FUNDAMENTALES

Hay una diferencia entre desear algo y estar preparado para recibirlo.
Nadie está preparado para algo hasta que cree que puede adquirirlo.
El estado mental debe ser de confianza, no solo de mera esperanza o
deseo.
— NAPOLEÓN HILL, ESCRITOR.

Cualquier cosa que logres en tu vida está determinada en gran medida por
las creencias que mantienes. Si te basas en creencias positivas que te
benefician, estarás bien posicionado para diseñar la vida de tus sueños. Por
el contrario, si te aferras a creencias limitantes, te costará expresar tu
verdadero ser y hacer realidad todos tus sueños, como vimos en la PARTE
II. Es por ello que adoptar el conjunto correcto de creencias es esencial.
En esta sección, revisaremos las creencias fundamentales que te permitirán
navegar por el mundo con un elevado nivel de confianza. Una vez que
internalices estas creencias, tu forma de pensar, sentirte y actuar empezará a
cambiar. Generarás más confianza en ti mismo, desarrollarás más
determinación y te abrirás a un nuevo mundo de posibilidades.
¿Empezamos y vemos cómo hacer que estas nuevas creencias trabajen para
ti?
7

LA CREENCIA GENERAL NÚMERO UNO QUE


CAMBIARÁ TU VIDA

Cuando eres capaz de controlar los movimientos


de tu atención en el mundo subjetivo, puedes modificar o
alterar tu vida como te plazca.
— NEVILLE GODDARD, ESCRITOR DE EL PODER DE LA
CONCIENCIA.

¿Alguna vez te has preguntado si vivimos en un mundo objetivo o subjetivo


(es decir, un mundo que solo existe porque lo percibimos)? La verdad es
que solo podemos percibir el mundo a través de nuestros propios ojos. En
consecuencia, no podemos asegurar a ciencia cierta que el mundo existiría
si nosotros no existiéramos.
Imagina si pudieras elegir creer que el mundo es subjetivo y que puedes
utilizar tus pensamientos para dar forma a tu realidad. ¿Cómo cambiaría tu
perspectiva de la vida cuando empezaras a verte como el creador del mundo
que te rodea? Puede que ahora seas escéptico. Puede que pienses que esto
es una tontería, y podría serlo. Sin embargo, el poder de esta convicción no
reside en que sea cierta, sino en tu nueva manera de pensar y las nuevas
acciones que tomas como resultado de hacer que esta creencia sea parte de
tu identidad.
Cuando decides creer que puedes cambiar la realidad alterando tus
pensamientos, ganas control sobre tu vida. En este momento, empiezas a
darle forma a tu propio destino. No te ves como una víctima, sino como el
vencedor. Dejas de sentir que eres débil y te sientes poderoso.
Para utilizar el poder de esta creencia, debes admitir tu capacidad de crear
un mundo subjetivo que influenciará el mundo objetivo. Aunque este
proceso lleve tiempo, a medida que sustituyas tus creencias actuales por
otras más positivas, tu confianza crecerá. Equipado con estas nuevas y
poderosas creencias, detectarás nuevas oportunidades, conocerás gente
diferente o se te ocurrirán ideas innovadoras. Y, al hacerlo, influenciarás el
mundo que te rodea, creando una realidad más alineada con tus deseos.
La conclusión es que debes creer que tus pensamientos, inevitablemente,
cambiarán tu entorno. Así es cómo empezarás a utilizar el poder de la
confianza.
1. La realidad subjetiva conduce a una responsabilidad absoluta
A medida que integres la convicción de que te conviertes en aquello que
piensas, te sentirás impulsado a asumir más responsabilidad por tus
acciones. Entender tus pensamientos dará forma a tu realidad. Te esforzarás
por cultivar mejores pensamientos en vez de continuar culpando a los
demás o a las circunstancias por tus errores.
Por ejemplo:

En lugar de quejarte de tu trabajo, pensarás en maneras de mejorar


tu situación laboral. Cuando lo hagas, las cosas empezarán a
cambiar.
En vez de juntarte con personas negativas, pensarás en el tipo de
persona del que quieres rodearte. De esta manera, crearás
oportunidades para conocer a este tipo de personas.
En lugar de reaccionar a tu día, serás más proactivo, lo que te
permitirá sentir que controlas más tu vida.

Una buena analogía para ilustrar el concepto de realidad subjetiva podría


ser la película “Matrix”. En esta película, cuando el héroe Neo se da cuenta
de que el mundo en el que vive no es real, desata repentinamente todo su
potencial utilizando su mente para trascender todas las limitaciones
artificiales. En una famosa escena, incluso podemos verle deteniendo balas.
Por supuesto, en el mundo en el que vivimos, las leyes de la física hacen
que estas hazañas sean imposibles. No obstante, esta película es una buena
metáfora sobre las limitaciones que nos imponemos a nosotros mismos, que
nos despojan de nuestro poder. Estas limitaciones nos llevan a la
mediocridad, en vez de a esforzarnos por cumplir nuestros sueños.
Por lo tanto, aprende a utilizar tu realidad subjetiva para crear la realidad
objetiva en la que te gustaría vivir. Libérate de tus limitaciones. Elimina
todos los sentimientos de victimismos. Deja de buscar conmiseración.
Después, implementa las creencias más positivas posible hasta que se
conviertan en creencias inquebrantables que impulsen todas y cada una de
tus acciones.
Recuerda, siempre puedes adoptar nuevas creencias y generar pensamientos
que te lleven a actuar de forma diferente. Como dice el dicho, hacer las
mismas cosas y esperar resultados diferentes es un signo de locura.
Igualmente, seguir operando bajo la misma antigua creencia te
proporcionará los mismos resultados una y otra vez. Si no te gustan los
resultados que has obtenido hasta ahora, cambia tus creencias.
Ahora que empiezas a entender el poder de la creencia número uno que
cambiará tu vida (esto es, que los pensamientos dan forma a tu realidad),
vamos a describir las creencias fundamentales que deberías adoptar si
quieres construir un modelo de realidad poderoso y navegar por el mundo
con mayor confianza.

Actividad práctica

Imagina que tus pensamientos crean tu realidad. Si esto es cierto, ¿qué


nuevos pensamientos podrías adoptar para diseñar una realidad mejor?
Escribe tus respuestas en tu guía de acción.
8

SIETE CREENCIAS PRINCIPALES QUE


TRANSFORMARÁN TU VIDA

Creencia n.º 1—El universo está de tu parte


¿Para que esforzarse si crees que todo está en tu contra? Si piensas de esta
manera, te será difícil obtener los resultados a largo plazo que deseas.
Una de las creencias básicas que debes adoptar para desarrollar una
confianza inquebrantable es la comprensión de que el universo está de tu
parte. No te pasan cosas, sino que pasan cosas por ti.
Imagina qué pasaría si todo lo que hicieras estuviera regido por esta
creencia. ¿Cómo mejoraría tu calidad de vida?
Todo aquello que experimentas es lo que yo denomino retroalimentación de
la realidad. A veces, esta retroalimentación es positiva y obtienes buenos
resultados. Pero, muchas veces, esta retroalimentación es negativa y tus
esperanzas se ven frustradas.
Por ejemplo, cuando empecé mi blog de desarrollo personal en 2013,
pensaba ingenuamente que mis artículos se volverían virales y que miles, o
millones, de personas los leerían. Pero esto no fue lo que sucedió. Recibía
muy pocas visitas y apenas tenía comentarios. Durante los primeros años,
mis esperanzas se vieron frustradas docenas de veces. No era una sensación
agradable. Podía haberlo visto como una señal de que debía tirar la toalla.
Sin embargo, lo interpreté como una invitación para mantenerme humilde,
olvidar mis expectativas y alinearme con la realidad. Decidí seguir
trabajando en mi proyecto y seguí mi camino hasta que las cosas mejoraron.
¿Cuál es tu caso? ¿De qué manera(s) el universo está de tu parte? ¿Qué está
intentando decirte? ¿Qué lecciones quiere que aprendas antes de seguir
adelante?
Si crees que el universo conspira para ayudarte a ser más feliz y más
exitoso, empezarás a ver las cosas de otra manera. Cada fracaso se
convertirá en una lección de la que puedes aprender y cada experiencia se
convertirá en una invitación para mejorar y llegar a ser una mejor versión
de ti mismo.
Puedes elegir creer que el universo está de tu parte. Esta creencia por sí sola
tiene el potencial de transformar tu vida.

Actividad práctica

Utilizando tu guía de acción, escribe dos o tres dificultades a las que te estás
enfrentando actualmente. Escribe también de qué otra manera las
percibirías si creyeras que el universo está de tu parte.
Creencia n.º 2—Si otros pueden, yo puedo
Otra de las creencias fundamentales es que, si otros pueden, tú también
puedes. Solemos creer que los demás son mejores que nosotros. Ponemos a
las personas con éxito en un pedestal, al tiempo que negamos la posibilidad
de que nosotros podamos alcanzar resultados similares. Sin embargo, esto
no suele ser cierto. Cada uno tiene sus propias fortalezas y debilidades,
pero, si otros pueden hacer algo, seguramente nosotros también podemos
hacerlo. Somos tan capaces como los demás. A lo mejor solo estamos
pasando por alto lo duro que han trabajado para llegar hasta donde están.
Cuando vivía en Japón, la gente solía decirme que era muy listo solo porque
hablaba bien japonés. Si ellos fueran tan inteligentes, también hablarían con
fluidez en inglés (muchos japoneses estudian inglés). Pero, ¿es esto cierto?
¿Soy yo tan inteligente? Sí, me gusta aprender idiomas extranjeros y puede
que se me dé bien. No obstante, hay un pequeño detalle que no estaban
teniendo en cuenta—¡la cantidad de horas que pasé estudiando! Debo haber
dedicado unas 20.000 horas a estudiar japonés. Por ponerlo en perspectiva,
esto es el equivalente de estudiar seis horas cada día durante unos diez años.
En cambio, la mayoría de los japoneses que estudian inglés le dedican unas
pocas horas a la semana, como mucho. Y después se preguntan por qué no
hablan con fluidez tras algunos meses estudiando.
Lo que quiero transmitirte es que, si te esfuerzas, puedes ser bueno o
incluso sobresaliente en cualquier cosa que desees. Recuerda que casi todo
son habilidades. Puedes convertirte en un escritor competente, un orador
efectivo o un comerciante destacable. Puedes aprender cómo crear un
negocio, un producto de mercados, cómo asesorar a los demás o cómo
dirigir un equipo. O puedes mejorar tus habilidades culinarias, de
conducción o de danza. Casi todo lo que los demás pueden hacer, tú
también puedes hacerlo.
Piensa que la mayoría de la gente no es tan inteligente como tú crees.
Pueden que tengan talentos naturales o habilidades sobre las que tú eres un
ignorante—pero tú también los tienes. Yo adopté como una de mis
creencias fundamentales que soy tan competente como cualquiera, y esto
me benefició enormemente. Hoy en día, nunca pierdo la oportunidad de
recordarme que, si otros pueden, yo también puedo.

Si otros pueden ganar dinero por internet, yo también.


Si otros pueden ganarse la vida con la escritura, yo también puedo.
Si otros pueden tener confianza en sí mismos, yo también puedo.
Si otros pueden dar buenos discursos, yo también puedo, etc.

En resumen, cultiva el hábito de pensar que, si otros pueden, tú puedes.


Actúa en consecuencia y realiza las acciones necesarias para mejorar tus
destrezas. Solo te faltan unas pocas habilidades para lograr tus mayores
objetivos. Aunque puede que (todavía) no seas tan habilidoso como te
gustaría, si sigues practicando, acabarás siéndolo.

Actividad práctica
Utilizando tu guía de acción, escribe tres cosas que otras personas hacen y
que a ti te gustaría ser capaz de hacer (como, por ejemplo, hablar otro
idioma, saber dar discursos, tocar bien un instrumento, etc.). Ahora, date
cuenta de que, si otros pueden, tú también puedes hacerlo.
Creencia n.º 3—Siempre puedes mejorar
¿Sientes que no eres lo suficientemente bueno? ¿Dudas de tu capacidad
para aprender una nueva habilidad o de adquirir la experiencia que necesitas
para progresar hacia tus objetivos?
Todos somos víctima de las dudas en algún momento. Todos nos
preguntamos si podremos acabar un proyecto difícil o conseguir un objetivo
ambicioso. Pero nuestras dudas ocasionales no deben impedirnos generar
confianza en nosotros mismos y lograr nuestros mayores objetivos con el
tiempo.
Otra creencia fundamental que debes adoptar es la creencia de que puedes
mejorar. Tus aptitudes no están limitadas ni grabadas en piedra. Aún no has
adquirido tu máximo potencial. Todavía tienes margen para mejorar. En
consecuencia, en vez de sentir que no eres lo suficientemente bueno,
entiende que aún no eres lo suficientemente bueno. El “aún” es la clave.
Cambia tu perspectiva. En vez de centrarte en el “no lo suficientemente
bueno”, te centrarás en la parte de “aún no”. En lugar de sufrir por tu
situación actual, estarás ilusionado por lo que está por venir. Empezarás a
disfrutar del proceso de mejora continua. Pensarás más en el largo plazo y
seguirás mejorando día tras día. Sí, probablemente tengas razón: aún no
eres lo suficientemente bueno para lograr tus mayores objetivos, pero lo
serás. Esto es inevitable.
Ten en cuenta que solo hay dos cosas principales que se interponen entre tú
y tus sueños:

1. Creencias positivas que aún no has integrado por completo y


2. Un conjunto de habilidades que aún no has desarrollado.

En este punto, puedes empequeñecerte y conformarte con tu realidad actual


o expandirte y trabajar para construir tu futuro ideal. Yo te recomiendo la
segunda opción. Y la única forma de hacerlo es desarrollando las
habilidades, generando los hábitos, cultivando la mentalidad adecuada y
realizando las acciones que se necesitan para alcanzar tu destino.
Tom Bilyeu, el fundador del famoso podcast “Impact Theory” (Teoría del
impacto), nos invita a desarrollar una identidad “anti-frágil” acerca del
aprendizaje. Él sostiene que, en vez de intentar evitar cometer errores,
deberíamos juzgarnos por cuánto aprendemos. Si lo hacemos, cada
obstáculo que superamos nos hace más fuertes. Los obstáculos se
convierten en oportunidades para crecer. Los errores se convierten en
maneras de eliminar nuestras debilidades. Si adoptamos esta identidad de
aprendizaje continuo, inevitablemente nos acercaremos a nuestros objetivos
día tras día.
Por lo tanto, sigue aprendiendo siempre y enorgullécete de cada uno de tus
logros. Construye tu identidad sobre el concepto del aprendizaje y de la
mejora personal. Después, esfuérzate por aprender más y con más rapidez.
Plantéate preguntas mejores. Reacciona de manera más constructiva a las
opiniones. Consume información de alta calidad. Rodéate de personas más
inteligentes. En resumen, haz lo que sea necesario para aprender de la
forma más efectiva y rápida posible.
Personalmente, me digo a mí mismo que puedo aprender cualquier cosa que
me proponga y que puedo hacerlo más rápido que nadie. ¿Es esto verdad?
Seguramente no, pero pensar de esta manera me motiva a aprender y
adquirir las habilidades que necesito para conseguir mis objetivos.
Puedes hacer lo mismo. Puedes elegir verte como una de las personas que
más rápido aprende del mundo. Una vez que lo hagas, empieza a evaluarte
basándote en:

Lo rápido que puedes aprender y


Lo dispuesto que estás a parecer un ignorante y a enfrentarte al
ridículo cuando aprendes nuevas habilidades.

Cuando tu identidad está vinculada a tu disposición para aprender, dejarás


de aparentar ser bueno en todo y dejarás de lado tu deseo de parecer más
inteligente de lo que eres. Mantente humilde, sabiendo que es la mejor
estrategia para aprender rápido y lograr cualquier objetivo que desees.
La conclusión es que, aunque puede que aún no seas lo suficientemente
bueno, esto solo es temporal. Puede que hayas empezado desde un nivel
bajo, pero tú historia aún no ha terminado. Eres un alumno imparable.
Inevitablemente mejorarás con el tiempo. Por lo tanto, sea lo que sea
aquello que quieres aprender, esfuérzate y no dudes de tu capacidad de
aprender las destrezas que necesitas para viajar desde donde estás ahora
adonde te gustaría estar.

Actividad práctica

Sé consciente de que siempre puedes mejorar. Escribe en tu guía de acción


todas las razones por las que puedes mejorar.
Creencia n.º 4—Si puedes hacer algo una vez, puedes repetir el proceso
¿Y si supieras con absoluta certeza que, si puedes hacer una tarea una vez,
puedes replicar tu éxito casi infinitamente? ¿Cuánto aumentaría esto tu
confianza?
La verdad es esta: si puedes hacer algo una vez, puedes repetirlo.
Con demasiada frecuencia, dudamos de nuestra capacidad de realizar las
tareas que más necesitamos. Nos preguntamos si podremos replicar los
éxitos del pasado y nos olvidamos de lo talentosos que somos en realidad.
Aunque esto es comprensible, es mucho más positivo asumir que, si puedes
hacer algo una vez, puedes repetirlo una y otra vez. Así es como pienso yo:

Si puedo encontrar a un cliente al que asesorar, puedo encontrar


diez, veinte o cincuenta clientes.
Si puedo escribir un libro, puedo escribir uno más y otro más.
Si puedo ganar un dólar por internet, puedo ganar mil dólares, diez
mil dólares o incluso un millón de dólares por internet.
Si soy capaz de dar mi primer discurso en público, puedo dar otros
cientos más.
Utilizar el poder de la confianza implica saber en lo más hondo que puedes
encontrar el valor para hacer las cosas que deseas. Sin importar lo difícil
que pueda ser una tarea, siempre puedes hacerla al menos una vez. Y, una
vez que la has hecho, puedes repetir el proceso una y otra vez hasta
conseguir los resultados que deseas.
Por lo tanto, lo único que necesitas es realizar esa acción o completar esa
tarea que se interpone entre tú y tus sueños—tan solo una vez. Tras esto,
asume que puedes repetirla de nuevo.

Actividad práctica

Completa el siguiente ejercicio utilizando tu guía de acción:

Piensa en una tarea complicada que (aún) no hayas sido capaz de


hacer.
Date cuenta de que puedes realizarla al menos una vez. Incluso si no
puedes hacerla ahora mismo, al menos puedes dar un pequeño paso
en esa dirección.
Por último, comprende que, si has logrado realizar esa tarea una vez,
serás capaz de repetirla.

Creencia n.º 5—Puedes resolver las cosas


En tu interior, tienes la capacidad de encontrar soluciones. Esta habilidad
para resolver problemas es inherente al ser humano y nunca te la podrán
arrebatar. Si actualmente sientes que no tienes poder, puede que no hayas
aprendido a confiar en ti mismo lo suficiente como para creer que puedes
resolver tus problemas.
Lo importante es que los humanos somos solucionadores natos de
problemas. Estamos diseñados para encontrar maneras innovadoras de
solucionar los problemas. Por lo tanto, una de las creencias más positivas
que podemos adoptar es la de creer que podemos resolver las cosas. Sean
cuales sean los desafíos a los que nos estemos enfrentando, tenemos los
recursos suficientes para encontrar una solución. Y, si no somos capaces de
encontrar una solución, no se trata de un problema, sino de algo que
debemos aceptar y con lo que debemos vivir.
Ahora bien, tener la capacidad de resolver las cosas no significa que debas
solucionar todos tus problemas por tu cuenta. De hecho, en muchos casos,
la solución reside en pedir ayuda a los demás o en imitar lo que alguien hizo
antes.
Además, date cuenta de que la mayoría de tus problemas se pueden
solucionar mediante la acción. Por lo tanto, cuando detectes que estás
dándoles vueltas a tus problemas en vez de realizar acciones específicas
para solucionarlos, recuerda que el pensamiento por sí solo no suele ser
suficiente para resolver tus dificultades ni para lograr tus futuros objetivos.
Recuerda, si otros pueden, tú también. Si otros pueden solventar sus
problemas, tú también puedes.

Actividad práctica

Utilizando tu guía de acción, completa el siguiente ejercicio:

Escribe uno de los problemas más importantes a los que te estés


enfrentando actualmente.
A continuación, escribe todo lo que podrías hacer para solucionarlo.

Creencia nº. 6—El fracaso es inevitable


Ningún ser humano con éxito ha sido capaz de lograr nada importante sin
enfrentarse antes a repetidos fracasos. En consecuencia, el fracaso no es
algo que se deba condenar o evitar a toda costa, sino algo de lo podemos
aprender. La diferencia entre la gente con éxito y la que no tiene éxito suele
estar determinada por el significado que le dan al “fracaso”. Los
triunfadores aceptan el fracaso y perciben cada dificultad como una
oportunidad para aprender. Utilizan los fracasos como una
retroalimentación para mejorar su conocimiento y progresar hacia sus
objetivos. Por el contrario, los que no tienen éxito tienden a temer el fracaso
y hacen todo lo posible para evitarlo.
Esto no resulta sorprendente, ya que a todos nos han enseñado a huir del
fracaso. El sistema educativo no nos recompensa por intentarlo, sino por dar
las respuestas correctas. Sin embargo, en muchas situaciones, no existe una
respuesta “correcta”. La vida no es un examen con varias respuestas entre
las que elegir, sino que es mucho más complicada. Por ejemplo, cuando se
persigue un objetivo, se pueden tener en cuenta muchos parámetros, tales
como el momento adecuado, la experiencia, la personalidad, la situación
personal, la suerte, la ubicación o las destrezas actuales.
Para utilizar de forma efectiva el poder de la confianza, debes entender el
concepto de que los fracasos a corto plazo no solo son inevitables, sino
también necesarios. Después, debes cambiar tu percepción del fracaso.
Muchos se toman el fracaso como algo personal. Lo consideran una prueba
de sus carencias. Pero esta es una percepción errónea de la realidad. El
fracaso y el éxito no se encuentran en extremos opuestos. Forman parte del
mismo proceso. El fracaso solo es la realidad diciéndote que debes ajustar
tu trayectoria para poder alcanzar el éxito (en cualquier objetivo que
tengas). Puede que implique mejorar tus habilidades, perfeccionar tu
abordaje, refinar tu estrategia, pedir ayudar o intentarlo una vez más.
Lo cierto es que a la realidad no le importa cuántas veces “fracases”. No te
detendrá ni te castigará por encontrarte demasiadas dificultades. Si acaso, te
ayudará a tener éxito, proporcionándote una retroalimentación adicional que
puedes utilizar para ajustar tu trayectoria. Por ejemplo, los emprendedores
que fracasan en muchos proyectos tienen más probabilidades de triunfar la
próxima vez (siempre que aprendan de sus errores, claro está).
Aquellos que han alcanzado altos niveles de éxito han fracasado más veces
que la gente promedio. Así es como se han convertido en triunfadores. Si
quieres conseguir tus principales objetivos, debes adoptar la creencia
principal de que el fracaso es inevitable. Aunque tampoco debes fracasar
solo porque sí. Si fracasas, debes hacerlo de una manera que te permita
recibir una retroalimentación valiosa. Así, podrás utilizar esta
retroalimentación para reajustar tu trayectoria hasta que por fin alcances tu
meta.
Cuando repaso mi carrera de escritor, siento como si hubiera fracasado en la
mayoría de las cosas que he intentado. He pasado incontables horas
escribiendo artículos que muy poca gente ha leído. He escrito libros que no
me proporcionaron dinero y me costó dos o tres años poder ganarme la vida
con mis libros. Seguí fracasando hasta que un día me levanté dándome
cuenta de que en realidad había obtenido bastante éxito.
La conclusión es que el fracaso es una parte natural del proceso del éxito.
En realidad, nunca estás fallando, solo estás haciendo experimentos para
reunir una retroalimentación valiosa. Por lo tanto, la clave no está en evitar
el fracaso, sino en asegurarse de que los experimentos que llevas a cabo
están fundados y te acercan a tus objetivos.

Actividad práctica

Utilizando tu guía de acción, completa el siguiente ejercicio:

Escribe un gran “fracaso” en tu vida.

A continuación, contesta estas preguntas:

¿Qué aprendí de él?


¿Qué tiene de bueno?
¿A qué cosas positivas me llevó (cambio de mentalidad, nuevas
oportunidades, lecciones valiosas aprendidas, etc.)?

Creencia nº 7—Tu éxito es inevitable


El fracaso es inevitable, pero también lo es el éxito. Cuanto más falles, más
probable es que acabes teniendo éxito. Equipado con las creencias
fundamentales que hemos mencionado anteriormente, ahora entiendes por
qué el éxito podría ser inevitable para ti. Como recordatorio, estas creencias
centrales son:
Puedes utilizar tus pensamientos para dar forma a tu realidad,
Si otros pueden, tú puedes,
Siempre puedes mejorar,
Si puedes hacer algo una vez, puedes repetirlo,
Puedes resolver las cosas y
El fracaso es inevitable (y lleva al éxito a largo plazo).

Cuando realmente creas que el éxito es inevitable, empezarás a pensar,


sentirte y actuar de manera diferente. Estarás mucho más resuelto y
comprometido a lograr los objetivos que persigues. Este es el poder de la
confianza.
Ahora bien, no estoy diciendo que esto sea fácil. De hecho, para alcanzar
metas extraordinarias, debes desarrollar una mentalidad extraordinaria.
Pero, a medida que aprendas a utilizar el poder de la confianza de forma
más efectiva, con el tiempo, verás que obtienes resultados impresionantes.
Así que, empieza a creer que el éxito es inevitable. Vive en esta “verdad”
cada día y verás cómo cambian las cosas para ti.

Actividad práctica

Adopta la creencia de que el éxito es inevitable recordándote lo siguiente:

Puedes utilizar tus pensamientos para dar forma a tu realidad,


Si otros pueden, tú puedes,
Siempre puedes mejorar,
Si puedes hacer algo una vez, puedes repetirlo,
Puedes resolver las cosas y
El fracaso es inevitable y lleva al éxito a largo plazo.
PARTE IV

LA FÓRMULA DE LA CONFIANZA EN
UNO MISMO

Confío en que podemos crear nuestras propias vidas. Y las creamos


mediante nuestros patrones de pensamiento y de emociones en
nuestro sistema de creencias. Pienso que todos nacemos con este
enorme lienzo delante de nosotros, los pinceles y la pintura, y
decidimos qué dibujar en este lienzo.
— LOUISE L. HAY, ESCRITOR.

En vez de dudar de ti mismo, ¿qué pasaría si tuvieras una fórmula concreta


que pudieras utilizar para desarrollar una confianza inquebrantable? ¿Cómo
te haría sentir esto? ¿Cómo cambiaría tu vida para mejor?
En esta sección, hablaremos de la Fórmula de la Confianza que puedes
aplicar para construir una confianza en ti mismo mayor y más poderosa.
Veremos:

Cómo puedes diseñar un entorno positivo que incrementará tu


confianza en ti mismo,
Cómo puedes realizar acciones repetidas para transformar tu
realidad,
Por qué es tan importante tener un deseo intenso y
Por qué es clave estar dispuesto a enfrentarse a la incomodidad.

La Fórmula de la Confianza es la siguiente:


Entorno positivo + acción repetida + deseo intenso + disposición a
enfrentarse a la incomodidad = confianza inquebrantable.
Vamos a explicar brevemente cada uno de los componentes de esta fórmula:
Entorno positivo. Consiste en estar rodeado de un ambiente favorable que
te permita rendir al máximo. Implica:

Crear un entorno mental positivo a través del condicionamiento


efectivo (afirmaciones, visualización, discurso interno),
Rodearte de un grupo de gente que te apoye (amigos positivos,
mentores, asesores) y
Construir un entorno físico que facilite las acciones positivas y
dificulte los comportamientos no deseados (por ejemplo, deshacerte
de la comida basura en tu casa, dejar tus objetivos por escrito y
colocarlos en el escritorio, etc.).

Acción repetida. Pasar a la acción puede resolver muchos problemas,


incluyendo la falta de confianza en ti mismo. Esto te permite reforzar tus
creencias principales para que puedas cultivar una mayor confianza con el
tiempo. Entre otras cosas, la acción repetida significa:

Elegir tener pensamientos mejores cada día hasta que veas las
manifestaciones de estos pensamientos en el mundo real (consulta
también la sección La creencia general número uno que cambiará
tu vida).
Actuar continuamente de acuerdo con la idea de que el universo está
de tu parte y reunir evidencias que respalden esta creencia (consulta
también la Creencia nº 1—El universo está de tu parte),
Perseguir tus objetivos inexorablemente, sabiendo que, si otros
pueden, tú puedes y, al hacerlo, obtener resultados que refuercen
esta creencia (consulta también la Creencia nº 2—Si otros pueden,
tú también puedes),
Trabajar en tu proyecto incansablemente, sabiendo que siempre
puedes mejorar, y experimentando esta verdad de primera mano
(consulta también la Creencia nº 3—Siempre puedes mejorar) e
Intentarlo tantas veces como sea necesario hasta completar una de
tus tareas clave, como conseguir tu primer cliente, dar tu primer
discurso o lograr tu primera venta. Después, realiza más acciones y
date cuenta de que puedes replicar estos resultados (consulta
también la Creencia nº 4—Si puedes hacer algo una vez, puedes
hacerlo de nuevo).

Deseo intenso. El deseo es clave para cualquier logro. Debes comprender


por qué creer en ti mismo y en tu visión es tan importante, para poder
reforzar tu convicción y disparar tu confianza con el tiempo. Sin deseo, no
te sentirás impulsado a realizar ninguna acción consistente y, como
consecuencia, no obtendrás ningún resultado relevante.
Disposición a enfrentarse a la incomodidad. El miedo y la incomodidad
son mayormente ilusiones creadas por tu mente. La exposición repetida al
miedo mediante acciones concretas te permite vislumbrar tu verdadera
naturaleza (por ejemplo, la persona segura de sí misma y capaz que eres
como ser humano). Si empiezas a enfrentarte a tus miedos, accederás a un
nuevo mundo de oportunidades y te darás cuenta de que aquello que creías
imposible quizá no lo sea.
Estos cuatro factores (entorno positivo, acción repetida, deseo intenso y
disposición a enfrentarse a la incomodidad) aumentarán sin ninguna duda tu
confianza. Y todos ellos están bajo tu control. Este es el motivo por el que
la confianza es un juego interno. Es un juego al que juegas contigo mismo.
Nada más se interpone en tu camino. Aplica estos cuatro factores con
diligencia y tu confianza crecerá inevitablemente.
¿Esto significa que será sencillo? Por supuesto que no. Pero puedes hacerlo
porque, como cualquier otro ser humano, tienes el poder de la confianza. Y,
como cualquier otra persona, puedes activar este poder utilizando La
Fórmula de la Confianza.
Vamos a profundizar en cada uno de los componentes para ver cómo puedes
empezar a ponerlos en práctica.
9

ENTORNO POSITIVO

Para la mayoría de nosotros, confiar en nosotros mismos no ocurre de forma


natural. Nuestro nivel de confianza está ampliamente determinado por el
entorno del que nos rodeamos. Este entorno puede trabajar para o contra
nosotros. Puede inspirarnos y ayudarnos a mantener nuestra confianza o
puede desmotivarnos y hacernos sentir impotentes.
¿Y tú? ¿Cómo es tu entorno actual? ¿Trabaja para ti o en tu contra?
Para desarrollar confianza inquebrantable, debes ser más consciente de tu
entorno y dar los pasos necesarios para diseñar un entorno positivo que te
permita rendir al máximo. Tu ambiente es crítico porque se convierte en la
fuente de la información que penetra en tu mente (a menudo sin tu
consentimiento). De forma general, podemos distinguir tres tipos de
entorno:

1. Tu entorno mental,
2. Tu entorno social y
3. Tu entorno físico.

Vamos a ver cada uno de ellos, ¿te parece?


1. Tu entorno mental
Tu entorno mental está compuesto por tu proceso de pensamiento y las
emociones que experimentas como resultado del mismo.
Si te centras en pensamientos positivos, te sentirás bien y estarás más
preparado para lograr tus objetivos. En cambio, si caes presa de demasiados
pensamientos negativos, experimentarás emociones negativas como la
vergüenza, la culpa, la rabia o el miedo. Estas emociones negativas te
impedirán realizar las acciones necesarias para alcanzar tus objetivos y
diseñar la vida que deseas.
Este es el motivo por el que debes entrenar tu mente para experimentar más
emociones positivas. Recuerda, el poder de la confianza está disponible en
todo momento, pero, para poder utilizar este poder, debes decidir
condicionar tu mente.
En este sentido, podemos comparar nuestra mente con un ordenador
programable. Por desgracia, en vez de programar nuestra mente de forma
proactiva, muchos de nosotros hemos sido programados por nuestras
experiencias y por los demás. Dejamos que otras personas y circunstancias
de la vida dicten cómo debemos pensar, sentirnos o actuar. Permitimos que
nuestro pasado determine la imagen que tenemos de nosotros mismos.
Evidentemente, esto ocurre mayormente de forma inconsciente, desde
nuestra infancia.
a. Reprogramar tu mente
Para reprogramar tu mente, debes sustituir los pensamientos negativos por
otros positivos. Al elegir nuevos pensamientos de forma consciente, puedes
empezar a implementar nuevos patrones de pensamiento y reorganizar
nuestro cerebro.
Para ello, debes utilizar el poder de la repetición y exponerte a las mismas
creencias positivas una y otra vez. Has dejado que los pensamientos
negativos entren en tu mente sin tu consentimiento y ahora debes
condicionar tu mente para que trabaja para ti y no en tu contra.
Una manera sencilla pero efectiva de reprogramar tu mente es exponerte a
contenido positivo todos los días. Por ejemplo, cuando era universitario, el
bloguero de desarrollo personal Steve Pavlina decidió graduarse en tres
semestres en vez de en los habituales cuatro años. Para ayudarle a conseguir
este objetivo, decidió escuchar audiolibros educativos durante al menos dos
horas al día. Esto le permitió programar su mente para rendir al máximo,
mantenerse optimista y así lograr su objetivo.
De forma similar, durante los años en los que yo intentaba dedicarme al
blog y a la escritura, llenaba mi mente de positividad todos los días. Esto
me permitió mantener una actitud positiva y seguir perseverando. Hoy en
día, sigo alimentando mi mente de positividad de forma regular.
Consumir contenido educativo o motivador una y otra vez inevitablemente
empezará a afectar tu proceso de pensamiento. Puedes pensar en ello como
un “lavado de cerebro” positivo. Muchos gurús religiosos malvados utilizan
la repetición para manipular a sus seguidores. Algunos padres emplean el
lavado de cerebro para que sus hijos se vuelvan en contra del otro
progenitor tras un divorcio difícil. Ambos son ejemplos de
condicionamiento y muestran lo efectivo que puede ser (para bien o para
mal).

Actividad práctica

Escribe en tu guía de acción lo que podrías hacer todos los días para
mantener un estado emocional positivo.
b. Repetir afirmaciones positivas
Una manera efectiva de reprogramar tu cerebro es repetir afirmaciones
positivas. Las afirmaciones son frases que te dices a ti mismo para guiar tu
pensamiento e internalizar creencias concretas que te ayuden a diseñar tu
futuro ideal. Puedes utilizar las afirmaciones para reprogramar tu mente,
mejorar tu estado emocional y desarrollar una mayor confianza.
La mayor parte de las personas felices y exitosas entienden el poder de las
palabras y las utilizan a su favor. Son cuidadosas con sus palabras y evitan
realizar afirmaciones sobre cualquier cosa que no quieren que se convierta
en realidad. Por ejemplo:
No se dicen a sí mismos que son estúpidos. En vez de ello, se dicen
que son lo suficientemente inteligentes como para resolver las cosas.
No se dicen que no son capaces de conseguir algo. En su lugar, se
repiten que tienen los recursos suficientes para encontrar una
solución.
No se dicen que están ocupados. Se recuerdan a sí mismos que
tienen tiempo suficiente para hacer las cosas realmente importantes.

Por lo tanto, ten cuidado con tu propio condicionamiento. Si tu


programación te dice que no te mereces ser feliz, actuarás en consecuencia
y te costará encontrar la felicidad. Si tu programación te dice que no puedes
mejorar tus habilidades actuales, no realizarás ningún esfuerzo para
desarrollar nuevas destrezas.
De la misma manera que puedes actualizar tu teléfono para conseguir
nuevas características, también debes actualizar tu mente proactivamente,
implementando las creencias que necesitas para construir tu vida ideal.

¿Tiendes a rendirte demasiado pronto? Actualiza tu mente y crea la


nueva identidad de alguien que persevera sin importar lo que pase.
¿Sientes que no eres lo suficientemente bueno? Repítete que puedes
mejorar en cualquier aspecto que desees y reconoce todas las cosas
que estás haciendo bien.
¿Te sientes impotente? Programa tu mente recordándote que el
universo está de tu parte y que puedes utilizar tus pensamientos para
cambiar tu realidad.

Ten en mente que si no afirmas quién eres o quién quieres ser, dejarás que
tus hábitos inconscientes o las circunstancias externas decidan por ti. En
consecuencia, empieza a reafirmar quién quieres ser y reprograma tu mente
para rendir al máximo. Porque, si no lo haces, nadie lo hará por ti.

Actividad práctica
Utilizando tu guía de acción, escribe un par de afirmaciones que podrías
repetirte todos los días para desarrollar una mentalidad más fuerte. Para
aprender cómo crear afirmaciones, repasa la Parte II. Identificar tus
creencias limitantes, sección C. Integrar tus nuevas creencias – 1. Poner
por escrito tus creencias positivas.
c. Utilizar el poder de la visualización
Cuando visualizas, momentáneamente escapas del presente para vivir en el
futuro ideal que te gustaría crear. En vez de ser víctima de tus pensamientos
y emociones actuales, elige tener mejores pensamientos y crear emociones
más positivas. Al hacerlo, empezarás a generar las condiciones necesarias
para que se manifieste una nueva realidad que concuerde con la persona en
la que aspiras a convertirte.
En otras palabras, la visualización es una manera de decirle al mundo que
ya no aceptas tu realidad presente y que estás preparado para utilizar el
poder de la confianza para cambiarla. Cuando está respaldada por un deseo
intenso y una convicción sólida, se convierte en una de las fuerzas más
poderosas para el cambio.
¿Y tú? ¿Estás aprovechando al máximo tu imaginación? ¿Estás utilizando el
poder de la confianza para dar forma a tu futuro?
Cómo visualizar
Puede que te imagines la visualización como algo extraño e incluso místico.
Podrías estar pensando, “Pero yo no sé cómo visualizar”. Sin embargo, en
realidad, utilizas la visualización todos los días. Visualizar es simplemente
centrar tu atención en algo que no existe en el presente. De hecho, pasamos
la mayor parte de nuestro tiempo haciendo esto mismo. Nos preocupamos
por un futuro que aún no ha ocurrido (y que seguramente nunca llegará) y
nos aferramos a un pasado que ya se fue. La diferencia es que, en estos
casos particulares, estamos inmersos en una visualización negativa—un tipo
de visualización que no está estructurada ni se realiza con una intención
clara.
Aquí te muestro algunos pasos sencillos para empezar a visualizar:
1) Relájate
Cuanto más relajado estés, más efectiva será la visualización. A medida que
entres en un estado profundo de relajación, ganarás un mejor acceso a tu
subconsciente. Como resultado, tu subconsciente estará más preparado para
aceptar lo que visualices y se reducirá el ruido de fondo mental y las
objeciones que recibes con frecuencia de tu mente consciente. Recuerda
también que tu mente está más receptiva a primera hora de la mañana y a
última hora de la noche. Estos momentos son perfectos para practicar la
visualización.
2) Visualiza lo que quieres
Tu imaginación no tiene límites. Por lo tanto, no hay ninguna situación que
no puedas crear en tu mente. Sea lo que sea lo que decidas visualizar,
intenta que sea lo más concreto y claro posible. Una estrategia efectiva es
imaginarlo como una película en tu mente. Sitúate en la película y haz
como si estuviera pasando aquí y ahora mismo.
Piénsalo de esta manera: cuando piensas en sucesos pasados, ¿tienes
recuerdos concretos o solo imágenes estáticas? Lo que debes intentar es
crear películas mentales similares a los recuerdos que tendrías si lo que
deseas ya hubiera ocurrido o estuviera ocurriendo ahora realmente. Por
ejemplo, si deseas viajar por el mundo, no pienses solamente en qué países
quieres visitar, imagínate paseando por sus calles, visitando monumentos
famosos y comiendo en los restaurantes locales. Sé concreto. ¿Dónde te
alojas? ¿Qué comes? ¿Con quién estás?
Visualizar no es simplemente soñar despierto. Los pensamientos del tipo
“Un día seré…” raramente se materializan, si es que alguna vez lo hacen.
Solo son pensamientos de deseo. Sin embargo, la visualización incluye
deseo y compromiso. Esto tampoco quiere decir que tengas que estar tenso
o estresado por ello. Simplemente relájate y confía en que tu deseo y tu
compromiso te ayudarán a alcanzar tus objetivos.
3) Siéntete como si ya estuvieras allí
Las emociones dirigen las acciones. Cuando te sientes bien, eres más
creativo y más productivo y tienes más recursos. Cuando te encuentras en
un estado mental positivo, estás preparado para tomar las acciones que
necesitas para lograr tus objetivos. Por lo tanto, cada vez que visualices,
implica tantas emociones como sea posible. Siéntete ilusionado por tu
visión. En concreto, siéntete como si ya fueras la persona que quieres ser y
tuvieras lo que quieres. Por ejemplo, si quieres ganar seguridad en ti mismo,
imagínate mostrando seguridad en ti mismo en diversas situaciones. Crea
una película mental y repítela una y otra vez. Imagínate seguro de ti mismo
mientras realizas una presentación en el trabajo. Imagínate relajado en un
evento social. Imagina a la gente de tu entorno amable y receptiva.
Las emociones son importantes porque te permiten cambiar tus
pensamientos de forma rápida y profunda. Y, cuando tus pensamientos
cambian, tu subconsciente intentará ajustar la realidad a tu alrededor con tu
nueva realidad. En consecuencia, descubrirás que tomas más acciones para
reducir la distancia entre donde estás y donde crees que debes estar.
Si sientes alguna resistencia cuando visualizas, reconócela, déjala ir y
vuelve a centrarte en el objeto de tu visualización.
4) Céntrate en lo que quieres tan a menudo como sea posible
De nuevo, la repetición es la clave. Dedica tiempo todos los días a
visualizar la persona en la que te quieres convertir. Piensa en tu visión a
primera hora de la mañana e imagínate siendo la persona que quieres ser.
Sigue visualizando durante el día. Haz lo mismo antes de irte a dormir.
Sigue sintiéndote como si ya fueras esa persona. Asume que ya posees en tu
interior las cualidades que quieres desarrollar y que solo debes sacarlas a
relucir.
Repetir una visión que implique a tus emociones te llevará a tomar acciones
diferentes. Con el tiempo, estas nuevas acciones te ayudarán a convertirte
en la persona que quieres ser.
Estos son cuatro pasos sencillos para una visualización efectiva.
El mensaje a recordar es este: puedes acceder a tu imaginación todos los
días y en cualquier momento. Por ello, procura utilizarla para crear la vida
que quieres y no para repetir recuerdos infelices del pasado o preocuparte
por tu futuro. Aquello en lo que piensas con la suficiente frecuencia y
durante el suficiente tiempo tiende a convertirse en tu realidad—pero solo si
pasas a la acción, por supuesto. Por ello, sigue visualizando tu vida ideal y
actúa en consecuencia cada día para acercarte a ella.
Actividad práctica

Practica la visualización cada día cuando te levantes y/o cuando te vayas a


dormir. Utiliza los pasos descritos anteriormente.
2. Entorno social
Muchas de nuestras creencias se generan mediante nuestras interacciones
con los demás. Durante estas interacciones, los demás nos influyen,
pasándonos algunas de sus creencias. No es ninguna sorpresa que las
personas con las que pasamos más tiempo tienen un impacto profundo en
nuestra manera de vernos a nosotros mismos y de ver el mundo.
Las personas con una mente débil son fácilmente influenciables. Pueden
cambiar sus creencias o ajustar sus comportamientos solo para ganar la
aprobación de los demás. Por ejemplo, pueden dejar que un comentario
negativo les impida hacer aquello que realmente desean. Dicho
comportamiento surge de que ignoran el poder de la confianza y de cómo
podrían utilizarlo para mejorar su vida.
Por otra parte, las personas con una mente fuerte hacen que su entorno
trabaje para ellos. Entienden que necesitan utilizarlo para reforzar su
confianza en sí mismos. Como resultado, deciden rodearse de personas
positivas que reforzarán su poder de confianza en vez de personas negativas
que se lo arrebatarán.
Recuerda que, aunque el poder de la confianza siempre se encuentra en tu
interior, debes esforzarte para crear un entorno positivo que apoye tus
objetivos y mejore tu confianza. Esto implica rodearte de gente positiva.
Cuanto mejor sea tu “entorno social”, más fácil será activar el poder de la
confianza y mantener una confianza inquebrantable a largo plazo.
Por ejemplo, es más probable que tengas éxito como emprendedor si pasas
tiempo con emprendedores de éxito. Seréis capaces de daros ánimos unos a
otros y de perseverar en los tiempos difíciles. En cambio, si te rodeas de
personas que no tienen una mentalidad empresarial, puede que te cueste
obtener los mismos resultados. Puede que tus amigos te digan que no vas a
conseguirlo. Puede que te pregunten por qué tu progreso es tan lento o
pueden darte consejos sobre temas de los que no saben nada.
Lo importante es que tu entorno puede ayudarte o ir en tu contra. Para
aprovechar al máximo tu vida, debes pasar de un entorno negativo a un
entorno positivo. Estar rodeado de gente negativa es como conducir un
coche con los frenos activados. Limitará tu potencial y te impedirá alcanzar
tus mayores objetivos.
Se suele decir que somos el promedio de las cinco personas con las que
pasamos más tiempo. ¿Preferirías rodearte de personas pesimistas que
hayan renunciado a sus sueños y a las que les gustaría que hicieras lo
mismo con los tuyos, o rodearte de gente orientada al crecimiento que
progrese hacia sus sueños con un optimismo imparable y que respalde los
tuyos?
Cómo conocer a la gente adecuada
Vamos a ver algunas cosas que puedes hacer para rodearte de las personas
correctas.

1. Identifica el tipo de personas del que te gustaría rodearte.


Cuanto más concreto seas, mejor. ¿Qué hacen estas personas?
¿Cómo se comportan? ¿Cómo piensan? ¿Dónde suelen quedar?
2. Identifica a los conocidos con los que te gustaría pasar más
tiempo. Piensa en la red de gente que conoces. ¿Hay alguien con
quien te gustaría pasar más tiempo o conoces a alguien que conozca
a ese tipo de persona?
3. Considérate más grande de lo que eres en tu entorno actual.
Empieza a verte a ti mismo como la persona que te gustaría ser.
Imagínate en tu entorno ideal. Empieza a actuar como las personas
de las que te encantaría rodearte. Si son disciplinadas, sé más
disciplinado. Si leen libros, lee más libros. Si intentan crecer y
mejorar, haz lo mismo. A medida que sigas pensando y actuando
como la persona que te gustaría ser, a largo plazo, se te presentarán
oportunidades para conocer a personas afines. Recuerda, si cambias
tu proceso de pensamientos y realizas acciones nuevas, tu entorno
empezará a cambiar. Puede ser un proceso gradual que se desarrolle
casi sin interrupciones o puede ser un cambio repentino resultante
de decisiones drásticas que tomes (alejarte de personas negativas,
cambiar de vecindario, unirte a nuevos grupos, etc.), pero es
inevitable.
4. Acude a lugares donde es más probable que conozcas a la gente
que quieres conocer. Si quieres conocer a empresarios que tienen
un negocio por internet, asiste a un evento para empresarios o visita
una ciudad o barrio donde vivan muchos de ellos. En el
hiperconectado mundo actual, no tienes excusa para conocer a las
personas con las que desearías hablar.
5. Únete a grupos relevantes y a foros por internet. Si no puedes
conocer a la gente en persona, conócelos por internet. Por ejemplo,
yo soy miembro de grupos para escritores en Facebook. Me ha
resultado beneficioso y motivador.
6. Lee libros escritos por las personas que te gustaría conocer. Si
no puedes conocer a las personas que te gustaría (por ahora), lee sus
libros. Te ayudará a cambiar tu mentalidad, haciendo que sea más
probable conocer a este tipo de personas en el futuro.
7. Crea tu propia tribu. Finalmente, para atraer a la gente de la que te
quieres rodear, también puedes crear un grupo. Por ejemplo, hace un
par de años contacté con dos escritores que estaban en el mismo
camino que yo y les invité a un grupo de expertos. ¿Y tú? ¿Qué tipo
de personas te ayudarían a desarrollar la mentalidad correcta y a
generar la confianza necesaria para lograr tus objetivos? ¿Qué grupo
podrías crear para atraerlas?

En resumen, debes hacer todo lo necesario para rodearte de personas que


sacarán lo mejor de ti. Por suerte, hacerlo está en tu poder. Si cambias tu
forma de pensar y defines lo que deseas, con el tiempo, tu entorno cambiará
y empezarás a atraer a las personas correctas. Ten en cuenta que a veces
necesitarás tomar decisiones drásticas como cambiar de vecindario o gastar
dinero para asistir a eventos en los que podrás conocer a la gente correcta.
Nunca olvides que siempre puedes cambiar tu “entorno social”. La mejor
manera de hacerlo podría ser centrándote en tu propio crecimiento personal
hasta que sea lo suficientemente “grande” para tu entorno actual. Así que,
trabaja en ti hasta que sobrepases tu entorno actual.
Actividad práctica

Responde estas preguntas utilizando tu guía de acción:

¿De qué tipo de personas te gustaría rodearte?


¿Hay algún amigo/conocido con el que te gustaría pasar más
tiempo?
¿Dónde es más probable que conozcas a la gente de la que quieres
rodearte?
¿A qué grupos o foros por internet podrías apuntarte?
¿Qué libro(s) escritos por las personas como las que te gustaría ser
podrías leer?
¿Podrías crear tu propia tribu?

3. Entorno físico
Cambiar tu entorno físico no solo consiste en rodearte de las personas
adecuadas o de alimentar tu mente con positividad. También implica
optimizar tu entorno físico para promover los comportamientos deseados y
dificultar los que no deseas. Al facilitar las acciones requeridas para
conseguir los resultados que deseas, serás capaz de generar inercia y de
disparar tu confianza.
Por ejemplo:

Si eliminas la comida basura de tu casa, estarás promoviendo el


comportamiento deseado de “Quiero comer de forma más
saludable” y estarás dificultando los comportamientos no deseados,
como comer papas o beber refrescos.
Si escribes tus objetivos y los pones en un lugar visible, harás que
sea más fácil consultarlos a diario y evitarás distraerte con objetivos
no esenciales.
Si dejas tu teléfono móvil fuera de tu habitación, reducirás la
probabilidad de mirarlo nada más levantarte.
Si preparas tu ropa para correr la noche anterior, será más fácil que
salgas a correr por la mañana.

Recuerda, nuestra mente siempre busca el camino del mínimo esfuerzo. Es


perezosa por naturaleza y le gusta mantener el statu quo. Para darte un
ejemplo, cuando escribo un libro, a veces guardo el módem de internet en
un trastero. Aunque solo me costaría unos pocos minutos volver a
colocarlo, no lo hago. Demasiado esfuerzo. Prefiero escribir (aunque el
proceso de escritura probablemente requiera mucha más energía mental).
Así es como puede ser la mente perezosa. Así que, ¿por qué no utilizar esta
característica a tu favor?
En resumen, al optimizar tu entorno para facilitar el comportamiento
deseado, aumentas las probabilidades de actuar de la manera que quieres.
Con el tiempo, tan solo un par de comportamientos aplicados
consistentemente pueden tener un gran impacto en tus resultados y mejorar
notablemente tu confianza en ti mismo.
¿Y tú? ¿Qué podrías hacer en concreto para mejorar tu entorno físico?

Actividad práctica

Utilizando tu guía de acción, escribe lo que podrías hacer en concreto para


optimizar tu entorno físico.
10

ACCIONES REPETIDAS

La acción y la confianza trabajan de forma conjunta y son ingredientes


esenciales del éxito en cualquier área de tu vida. Cuanta más acción realices
hacia tus objetivos, más confianza desarrollarás y, cuanta más confianza en
ti mismo cultives, más fácil será que pases a la acción. Puesto que siempre
puedes decidir actuar, siempre puedes reforzar tu confianza.
La falta de seguridad en ti mismo suele provenir de una falta de confianza
en tus capacidades (es decir, de no verte capaz de hacer lo que es necesario
hacer). Por lo tanto, una manera efectiva de desarrollar la confianza es
marcarte pequeños objetivos y cumplirlos consistentemente. Si lo haces, tu
confianza crecerá y te verás capaz de completar tareas mayores y más
complejas.
En consecuencia, aprende a confiar en ti mismo. Considera los objetivos
como promesas que te haces a ti mismo. En vez de romper estas promesas
una y otra vez como hace la mayoría de la gente, siempre que sea posible,
cúmplelas siempre. En pocas palabras, siempre que te prometas hacer algo,
hazlo. Esta es una de las maneras más efectivas de generar confianza en ti
mismo.
1. El poder de los hábitos
Las acciones repetidas también incluyen los hábitos. Aquello que haces
cada día genera pequeñas victorias, dispara tu confianza y, al final, crea las
condiciones necesarias para conseguir objetivos mayores. Al pensar,
sentirte y actuar de determinada manera repetidas veces, desarrollarás una
gran confianza o bien la socavarás. Todo depende de cómo pienses, te
sientas y actúes.
A continuación, vamos a ver cómo puedes crear hábitos sólidos a los que
puedas adherirte a largo plazo.
a. Cómo crear hábitos sólidos
Adoptar hábitos sólidos es una buena forma de condicionar tu mente para
mantener una actitud positiva, incluso durante los tiempos difíciles.
Recuerda, tu capacidad de mantener un estado emocional positivo te
permitirá seguir realizando acciones repetidamente durante meses hasta que
conviertas tus pensamientos en una realidad.
En esta sección, veremos cómo puedes implementar hábitos diarios
positivos para aumentar tu motivación y ayudarte a mantener una
mentalidad positiva. Pocas personas son verdaderamente conscientes de que
casi todo en esta vida puede desarrollarse a través de la repetición. Los
hábitos no solo se limitan a la meditación, hacer ejercicio o marcarse
objetivos, sino que son mucho más que eso. Puedes implementar hábitos
sencillos que, a largo plazo, te permitirán lograr casi cualquier cosa como,
por ejemplo:

Disparar tu creatividad,
Adquirir determinación,
Vivir más en el presente,
Generar confianza,
Desarrollar carisma,
Sentir más gratitud,
Pensar de forma más crítica, etc.

Por ejemplo, puedes mejorar tu creatividad pensando cada mañana en diez


nuevas ideas sobre cómo ganar dinero, aumentar tu productividad o atender
mejor a tus clientes. También puedes aumentar tu gratitud, centrándote en
una cosa por la que te sientas agradecido cada mañana.
Déjame presentarte siete hábitos que, en mi opinión, son algunos de los más
poderosos que puedes adoptar. Experimenta con al menos algunos de ellos.
Ten en cuenta que estos hábitos te ayudarán a tomar el control de tu estado
emocional. ¿Por qué esto es importante? Porque tu capacidad de
condicionar tu mente y de gestionar mejor tu estado emocional es clave
para cambiar cualquier cosa en tu vida. Cuanto mejor te sientas, más
creativo, resiliente y productivo serás. Si alguna vez has intentado realizar
cambios difíciles cuando estás cansado o deprimido, sabes lo duro que
puede ser.
Aquí están los siete hábitos que te recomiendo adoptar:
Hábito nº 1—Establecer objetivos diarios
Marcarse objetivos diarios aumentará tu productividad drásticamente. Una
forma sencilla de establecer objetivos es tomar un bolígrafo y una hoja de
papel y hacer una lista de tres a cinco tareas que quieres cumplir durante el
día. Después, clasifica tus tareas según tus prioridades numerándolas por
orden de importancia. Empieza a trabajar en tu tarea más importante y
asegúrate de finalizarla antes de pasar a la siguiente. Después, repite el
proceso. Si puedes hacer esto diariamente, conseguirás mucho.
Hábito nº 2—Leer tus objetivos cada día/semana
Es fácil olvidarte de tus objetivos cuando estás muy ocupado. Leerlos a
diario es una buena manera de rectificar este problema. Además, asegúrate
de que dedicas un momento a visualizar tus objetivos y a recordarte cómo te
haría sentir el conseguirlos.
Revisar tus objetivos cada día te ayudará a pensar a largo plazo y a
mantenerte centrado en lo que realmente importa. En la PARTE V.
Mantener la confianza a largo plazo, veremos más detalladamente qué
puedes hacer para pensar a largo plazo y mantener tu confianza con el
tiempo.
Hábito nº 3—Meditar
La meditación proporciona múltiples beneficios. Por ejemplo, meditar
puede ayudarte a:

Reducir las preocupaciones,


Disminuir la sensación de soledad y la depresión,
Aumentar la concentración,
Mejorar la autoestima,
Mejorar el sistema inmune y
Aumentar tu memoria.

Puedes empezar dedicando unos pocos minutos cada día. Hay muchas
formas de meditar, pero puede ser tan sencillo como cerrar tus ojos y
centrarte en tu patrón de respiración. También existen bastantes libros
buenos para principiantes que te pueden ayudar a empezar.
Hábito nº 4—Practicar la gratitud
Olvidarse de expresar gratitud es una de las causas principales de
infelicidad. La gente tiende a darlo todo por sentado y a no apreciar
plenamente las cosas pequeñas de la vida (o incluso las no tan pequeñas).
Cada día, durante mi ritual matutino, me pregunto por qué cosas estoy
agradecido. Luego, dedico algunos minutos a pensar en todo aquello que se
me ocurre o leo mi diario de gratitud, en el que escribo los comentarios
positivos que he recibido acerca de mis libros y elogios de todo tipo.
Hábito nº 5—Consumir contenido motivacional
Alimentar tu mente con material que te inspire y motive diariamente te
ayudará a mantenerte motivado a largo plazo. Si no tienes tiempo de leer,
prueba a escuchar audiolibros motivadores durante tus desplazamientos
diarios.
Hábito nº 6—Introspección
La introspección es una de las mejores maneras de desarrollar tu
crecimiento. ¿Por qué no dedicar unos pocos minutos cada noche a
reflexionar sobre tu día?
Considera plantearte estas preguntas:

¿Qué he hecho bien hoy?


¿Qué podría haber hecho mejor?
¿Qué puedo aprender del día de hoy?
¿Qué haré de forma diferente en el futuro?
Hábito nº 7—Hacer ejercicio diariamente
Ya sabes que deberías hacer ejercicio todos los días, pero ¿lo practicas? No
hace falta que compres modernas máquinas para hacer ejercicio ni que te
apuntes a un gimnasio. Las actividades sencillas como andar o correr
pueden ser suficiente, como se recomienda en un artículo de la Facultad de
Medicina de Harvard:
“Como orientación general, los estándares actuales de la Asociación
Americana del Corazón / Universidad Americana de Medicina Deportiva
recomiendan que los adultos sanos realicen ejercicio de intensidad
moderada (como caminar a ritmo rápido) durante un mínimo de treinta
minutos al día cinco veces por semana o ejercicio aeróbico intenso (como
correr) durante al menos veinte minutos al día tres veces por semana”.
El artículo también afirma:
“En un informe que incluía resultados de varios estudios meticulosos, los
investigadores observaron que caminar reducía el riesgo de eventos
cardiovasculares en un 31 % y la mortalidad en un 32 %. Estos beneficios
eran igualmente robustos en hombres y mujeres. La protección era evidente
incluso en distancias de tan solo 9 kilómetros a la semana a un ritmo
calmado de unos 3 kilómetros por hora”.
Así que, aunque odies la actividad física, ¿por qué no salir a dar un paseo
todos los días? Incluso puedes utilizar ese tiempo para alimentar tu mente
con material educativo y/o motivacional escuchando audiolibros.
Si tuvieras que implementar un nuevo hábito en tu día a día, ¿cuál marcaría
la mayor diferencia en tu vida a largo plazo?
b. Cómo implementar hábitos duraderos
A continuación, vamos a ver brevemente cómo implementar hábitos que
puedas mantener a largo plazo.
1) Define tus hábitos con claridad
Define los nuevos hábitos que desees implementar de la forma más clara
posible. Asegúrate de que sean cuantificables, es decir, que puedas saber si
los estás cumpliendo o no. Por ejemplo, pueden incluir un número
determinado de repeticiones (hacer diez flexiones) o una duración concreta
(meditar durante cinco minutos).
2) Empieza por cosas pequeñas
Una buena pregunta que te puedes hacer es, “¿Estoy seguro de que puedo
seguir este hábito todos los días, incluso cuando esté cansado o no me
apetezca?” La idea es que tu hábito sea lo suficientemente pequeño como
para evitar que te sabotees a ti mismo, pero consistente a largo plazo. Por
ejemplo, puedes decidir meditar durante un par de minutos o salir a correr
15 minutos.
3) Establece desencadenantes
Es fácil saltarse los hábitos que te has marcado. Para evitarlo, asegúrate de
que tienes un desencadenante concreto para tus hábitos. Un buen ejemplo
de desencadenante es “levantarse”. Por ejemplo, puedes decidir meditar
nada más levantarte. Otro ejemplo podría ser “ir a trabajar”. Puedes elegir
imaginarte tu futuro ideal al salir de casa o en tus desplazamientos diarios.
Para establecer desencadenantes, la clave es que sean constantes. Deberían
ser actividades que hagas todos los días, tales como ducharte, levantarte,
desayunar o salir de casa. Debes buscar que actúen como anclas. Si tus
desencadenantes no son regulares, es más fácil que olvides tus hábitos
diarios.
Así que, ¿qué desencadenantes concretos vas a utilizar para tus pequeños
hábitos?
4) Agrupa tus hábitos
Otra estrategia efectiva que puedes utilizar es agrupar tus hábitos, lo que
evitará que te los saltes. Por ejemplo, puedes implementar un ritual
matutino. A mí me encantan las rutinas matutinas y creo que son una de las
cosas más importantes que puedes hacer para mejorar tu vida. ¿Te imaginas
poder agrupar tus hábitos más relevantes y realizarlos todos a primera hora
de la mañana? ¿Cómo cambiaría esto tu vida con el tiempo?
Por ejemplo, mientras escribo este libro, mi ritual matutino incluye:
Levantarme de la cama inmediatamente y sonreír,
Meditar durante veinte minutos,
Beber dos vasos de agua,
Hacer estiramientos,
Practicar la gratitud,
Marcarme objetivos para mi día y
Escribir durante al menos cuarenta y cinco minutos.

Ahora es tu turno. ¿Cómo podrías agrupar tus hábitos?


5) Sigue un desafío de 30 días
Los desafíos de 30 días pueden ser increíblemente eficaces. Esto se debe a
que te obligan a permanecer constante y te ayudan a generar inercia. Fíjate
en los hábitos que has agrupado previamente. Conviértelos en parte de tu
ritual matutino y comprométete a seguir esta rutina durante al menos los
próximos treinta días. Fíjate en el impacto que tiene esto sobre tu vida.
Implementar hábitos diarios te asegurará que avanzas hacia tus objetivos
todos los días, mientras condicionas tu mente para mantenerse en un estado
mental positivo día tras día.

Actividad práctica

En tu guía de acción, escribe tres (pequeños) hábitos que te gustaría


implementar. A continuación, agrúpalos y llévalos a cabo cada día durante
al menos los próximos treinta días.
c. Cómo pasar más a la acción
Con la democratización de internet, tenemos acceso a una enorme cantidad
de información. Sin embargo, también tenemos un gran problema—la
mayoría de nosotros nunca ponemos en práctica lo que aprendemos.
La verdadera confianza no proviene simplemente de absorber información,
ya sea leyendo libros, viendo vídeos en YouTube o realizando cursos por
internet. Estas solo son herramientas que podemos utilizar para acelerar
nuestro progreso en el mundo real.
Por ejemplo, no darás discursos excepcionales en público solo leyendo
libros o mirando vídeos sobre cómo dar discursos. Puede que te ayude,
pero, por encima de todo, debes practicar a hablar en público. Tampoco
puedes aprender a conducir leyendo libros sobre cómo conducir. Lo mismo
se aplica a campos menos tangibles como la filosofía, la economía, la
sociología y otras disciplinas intelectuales. Para aprender sobre ellas de
forma efectiva, debes generar un producto, ya sea tomando apuntes,
realizando presentaciones o explicándole a otra persona ese nuevo concepto
que acabas de aprender.
En resumen, debes adquirir experiencia mediante la práctica. Es obvio, ¿no?
Sin embargo, no es lo que hace la mayoría de la gente. Reflexionan, hablan
sobre lo que planean hacer o sueñan despiertos con su futuro—pero no
pasan a la acción.
El primer paso para empezar a centrarte más en la acción es ser sincero
contigo mismo y separar la verdadera acción de las actividades agradables.
La verdadera acción te acerca a tu objetivo, te proporciona experiencia y te
hace generar confianza en ti mismo. Las actividades agradables crean la
ilusión de que estás progresando, pero no te ayudan a lograr tus objetivos ni
a desarrollar confianza.
Las verdaderas acciones suelen ser difíciles o incluso pueden dar miedo.
Algunos ejemplos incluyen:

Llamar a un posible cliente,


Escribir un libro,
Crear un producto,
Practicar un discurso o
Tocar un instrumento musical.

Ejemplos de actividades agradables pueden ser:

Leer un libro (de forma pasiva)


Mirar un vídeo (de forma pasiva),
Rediseñar el logo de tu web por décima vez o
Asistir a reuniones (cuando no sea necesario).

Cuanto más te enfoques en las acciones y cuanto más completes aquello


que es necesario hacer, más confianza generarás y mayores objetivos serás
capaz de alcanzar con el tiempo.
Una vez que hayas identificado tus actividades agradables, el segundo paso
es comprometerte a realizar más acciones reales y a reducir las actividades
agradables. Las personas seguras de sí mismas hacen que ocurran las cosas.
En vez de poner excusas o de perder el tiempo con actividades triviales,
trabajan duro. Al dedicar su tiempo y esfuerzo en tareas de alto impacto,
lograr más y generan más confianza en el proceso.
Además, las personas seguras de sí mismas seleccionan la información que
consumen. Cuando leen un libro o realizan un curso, lo hacen con la
intención de aplicar lo que aprendan. Esta estrategia les protege de caer en
la parálisis por análisis—un fenómeno que puede ocurrir cuando no
hacemos nada con la información que hemos recopilado. La parálisis por
análisis suele llevar a la gente a sentirse sobrepasada. Crea una brecha entre
el conocimiento teórico y la experiencia real. En otras palabras, la gente
acumula “conocimiento” pero no adquiere experiencia real. Al no poner en
práctica lo que aprenden, no obtienen suficiente retroalimentación de la
realidad. En consecuencia, se sienten atascados, incapaces de identificar:

Lo que funciona y lo que no,


Lo que deberían hacer más y lo que deberían hacer menos o
Las habilidades que necesitan desarrollar.

Es por esto que pasar a la acción es esencial. Te permite descubrir lo que


funciona y lo que no. Desarrolla habilidades a través de la habituación y
crea un camino que puedes seguir. Si te falta confianza o te sientes
atascado, es probable que no estés pasando lo suficiente a la acción.
Mucha de la gente que lee libros de autoayuda como este es adicta a la
información. Creyendo que necesitan más información, siguen leyendo y
leyendo, esperando encontrar la solución mágica que acelerará su éxito. No
obstante, hay un problema—esta solución mágica no existe. Aunque se
pueden hacer muchas cosas para obtener resultados con más rapidez, al
final es necesario realizar acciones concretas. Este hecho es innegable.
Otras personas utilizan el “aprendizaje” como una excusa para procrastinar
sin sentirse culpable por ello. Se aplauden por haber pasado a la acción (el
aprendizaje), pero ¿están realmente pasando a la acción?
Yo también solía ser un adicto a la información. Sin embargo, hace unos
pocos años, me di cuenta de que todos los libros que había leído no me
habían ayudado a lograr los cambios que deseaba en mi vida. Puede que
hubiera leído cientos de libros y adquirido una cantidad considerable de
“conocimiento”, pero ¿para qué lo había utilizado? Algunos de mis amigos,
que seguramente nunca habían leído un libro de autoayuda, parecían más
felices y/o exitosos de lo que yo era. Algo tenía que cambiar.
Así que empecé a obsesionarme con pasar a la acción. Quería compartir lo
que había aprendido. Quería mejorar mi vida y estar en posición de ayudar
a los demás. Incluso aunque no me sentía preparado, empecé a escribir
artículos y, más adelante, libros. Me marqué objetivos pequeños y los
cumplí. Empecé a consumir menos información y a producir más
contenido. Hablé menos e hice más. Este cambio de mentalidad me ha
permitido escribir unos veinte libros en los últimos cinco años. Pero, lo que
es más importante, ha aumentado mi confianza y me ha hecho sentir que
estaba haciendo lo que se suponía que debía estar haciendo.
¿Te sientes identificado con mi historia? Si es así, practica a reducir la
cantidad de información que consumes (libros, vídeos, cursos por internet,
charlas, etc.). Incluso podría ser una buena idea seguir una dieta de
información y centrarte solo en pasar a la acción en las próximas dos o tres
semanas. Para ello, deja de comprar libros y de mirar vídeos. Céntrate en tu
proyecto más importante. Realiza acciones y lee libros o asiste a cursos solo
cuando sea necesario.
Cuanta más acción tomes, más progresarás y más confianza desarrollarás
con el tiempo.
Lo más importante es que puedes convertirte en alguien enfocado en la
acción. Puedes acelerar tu velocidad de implementación y generar mejores
resultados con más rapidez. Cuando lo hagas, empezarás a desarrollar una
confianza y una seguridad inquebrantables. Romperás tus barreras mentales
y lograrás objetivos cada vez mayores.
Recuerda, la confianza es una habilidad y, si haces las cosas bien, es
inevitable que la desarrolles. Una de esas cosas es “sencillamente” pasar
más a la acción.

Actividad práctica

Completa el siguiente ejercicio utilizando la guía de acción:

Selecciona uno de los objetivos principales en los que estés


trabajando.
Haz una lista de las acciones que estás realizando para alcanzarlo
(utiliza la tabla para distinguir entre verdaderas acciones y
actividades agradables).
Practica a realizar más acciones efectivas (una buena idea es
incorporarlas en tu ritual matutino, siempre que sea posible).
11

DESEO INTENSO

El deseo que se convierte en realidad siempre es


un deseo en el cual se ha centrado la atención, puesto que una
idea es poderosa en función del nivel de atención que se le
presta.
— NEVILLE GODDARD, AUTOR DE EL PODER DE LA
CONCIENCIA.

Todo empieza con el deseo. Actúas porque deseas algo, ya sea una mejor
salud, relaciones más satisfactorias, riqueza o una mayor sensación de
contribución a tu comunidad. El deseo te permite activar el poder de la
confianza. Si deseas algo lo suficiente, te sientes impulsado a desarrollar la
confianza necesaria para obtenerlo. Aquí tienes una buena razón por la que
debes cultivar la confianza.
Por ejemplo, si realmente quieres llegar a ser ingeniero, empezarás a actuar
de una manera que te conduzca a conseguir este objetivo. Estudiarás duro,
buscarás mentores, comprarás libros, asistirás a cursos o trabajarás con
profesores particulares. En resumen, realizarás muchas acciones y de forma
intensiva para avanzar hacia tu objetivo.
Por el contrario, si solo tienes un interés moderado en algo, no te sentirás
impulsado a actuar e, incluso si lo haces, tu nivel de acción seguramente
será insuficiente para generar resultados decentes. Esto es lo que le ocurre a
mucha gente. Al no tener un deseo lo suficientemente fuerte, no están
dispuestos a invertir el tiempo y la energía necesarios. En el mejor de los
casos, solo están comprometidos a medias y no están seguros de si deben
perseguir ese objetivo o no. Esta suele ser la consecuencia de la falta de
claridad (es decir, no saben lo que quieren y/o por qué lo quieren). Como
resultado, persiguen algo por las razones incorrectas (por ejemplo, por
seguir la moda, ganar dinero o llamar la atención). No obstante, debido a
que el objetivo no es realmente importante para ellos, acaban
procrastinando y, tarde o temprano, abandonando.
Por otro lado, si lo que quieres se ajusta realmente a tus valores y a tu
intención, te sentirás motivado y serás capaz de perseguir tus objetivos
durante meses, años o incluso décadas.
Por lo tanto, debes dedicar tiempo a identificar qué es lo que quieres y
evitar marcarte objetivos poco definidos solo porque dudas de tu capacidad
para alcanzar tus verdaderos objetivos. Este tipo de pensamiento no
generará un deseo lo suficientemente intenso como para que te esfuerces
para lograr tus objetivos. En primer lugar, estos objetivos ni siquiera son
aquellos que verdaderamente deseas.
Lo más importante de establecer objetivos es iniciar un viaje que te ilusione
y que te permita crecer y mejorar como persona. Consiste en darte la
oportunidad de expresarte, de manifestar tus valores y de hacer brillar tu
personalidad. En otras palabras, tus objetivos crean las condiciones
necesarias para expresar tu verdadero ser.
Así que, ¿por qué no perseguir lo que realmente deseas? Puede que lo
consigas o puede que no, pero tendrás mucha más energía y el viaje será
mucho más emocionante. Como dijo el empresario Jim Rohn, “Debes
procurar marcarte un objetivo lo suficientemente grande como para
convertirte en alguien que valga la pena en el proceso”.
Entonces, ¿qué es lo que verdaderamente deseas? ¿Por qué es importante el
ideal que visualizas? ¿Qué podrías hacer para reforzar más tus aspiraciones
y convertirlas en un deseo intenso que te hará avanzar hacia tus objetivos?
1. Crear un deseo intenso
Un pensamiento sin deseo carece de poder, solo es un antojo fugaz, una
ilusión pasajera, un ruido indistinguible en el fondo de tu conciencia. En
cambio, un pensamiento en el que realmente crees, que valoras y al que le
prestas atención puede generar las condiciones para manifestarse en el
mundo real. Es por esto que, para convertirse en realidad, un pensamiento
debe recibir la energía del deseo, mantenerse a largo plazo y se debe actuar
acorde a él durante tanto tiempo como sea necesario.
Por ejemplo, yo tenía un deseo intenso de escribir sobre desarrollo personal
y ganarme la vida con ello. Seguí pensando en este objetivo, leí libros sobre
el tema y me sentí impulsado a empezar a escribir. Mantuve este deseo
durante un tiempo prolongado y seguí escribiendo semana tras semana y
mes tras mes hasta que obtuve resultados tangibles. Cuando trabajaba como
empleado, escribía por la mañana, en la hora de comer, por las noches y los
fines de semana. Durante las horas de trabajo, seguía pensando en que
debería estar escribiendo en vez de estar sentado en mi escritorio,
preguntándome qué estaba haciendo ahí. El deseo de dedicar más tiempo a
escribir me consumía hasta el punto de que necesitaba hacer algo al
respecto. Al final, dejé mi trabajo para centrarme en la escritura a tiempo
completo.
Ahora bien, no te estoy diciendo que debas dejar tu trabajo mañana para
perseguir tu pasión. Solo te estoy dando un ejemplo de cómo funciona el
deseo y de cómo generará resultados a largo plazo, siempre que cultives un
deseo intenso, lo mantengas durante el tiempo suficiente y actúes acorde a
él repetidamente.
2. Añadir emoción a tus objetivos
Para que tus pensamientos tengan poder y para poder alcanzar tus objetivos,
debes añadirles emoción. ¿Cómo? Repasando todas las razones por las que
deseas alcanzar estos objetivos. Por ejemplo, puede que desees perseguir
una determinada carrera profesional, construir una familia, contribuir a una
causa o ser económicamente independiente, pero ¿por qué? ¿Por qué estas
cosas son importantes para ti?
Los objetivos sin un “porqué” sólido son meras ilusiones, y las ilusiones no
penetran lo suficiente en tu conciencia como para impulsar acciones
concretas que generarán resultados. Aquellos pensamientos que no
alimentas con el poder de la concentración y la energía del deseo nunca
serán lo suficientemente poderosos como para crear nada remarcable en el
mundo real. Piénsalo de esta manera:
¿Cómo podría algo intangible como un pensamiento manifestarse en el
mundo real sin ser reforzado por el deseo intenso y una concentración
sólida y mantenida en el tiempo?
Por ejemplo, no acabarás en una playa exótica disfrutando de tu vida tras
una jubilación temprana solo por haber pensado en esto alguna vez. De
forma similar, no conseguirás el trabajo de tus sueños solo por pensar en
esto una noche. Solamente obsesionándote con un pensamiento te sentirás
impulsado a realizar acciones durante el tiempo necesario para obtener los
resultados correspondientes.
Ahora me gustaría que pensaras en algo que deseas que suceda en tu vida.
Podría ser encontrar el trabajo de tus sueños, conocer a la persona adecuada
o ser económicamente independiente. ¿Por qué este objetivo es tan
importante para ti? ¿Por qué es absolutamente necesario alcanzarlo?
Cuantas más razones tengas, mejor. Cuando pienses en tus “porqués”
asegúrate de que:

Son concretos (es decir, los puedes explicar con detalle) y


Están asociados a emociones (es decir, están vinculados con tus
valores principales, tu propósito o tu pasión).

Imaginemos que uno de tus objetivos es ganar dinero. Si es tu caso, ¿por


qué es así? ¿Qué te aportará el dinero? Aquí tienes ejemplos de motivos por
los que ganar dinero podría ser importante para ti:

Con ese dinero podrías comprar comida más cara y saludable


(salud),
Podrías comprar una casa más cerca de tus padres (valores
familiares),
Podrías invertir en un proyecto que te apasiona (pasión),
Podrías proporcionarles a tus hijos una mejor educación (valores
familiares),
Podrías jubilarte pronto y hacer lo que te gusta (libertad/pasión) o
Podrías viajar y tener más vacaciones (libertad/pasión).
Junto a cada beneficio, he añadido el valor con el que puede estar
relacionado. Esto se debe a que tu “porqué” solo será sólido si está
vinculado a valores centrales que te importan. Por ejemplo, si aspiras a la
libertad por encima de todo, te podría resultar relativamente fácil motivarte
para ganar dinero y ahorrarlo para poder jubilarte pronto y tener más tiempo
para las cosas que te gustan.
En consecuencia, asegúrate de que tu “porqué” está conectado con tus
valores principales, porque esto te ayudará a generar un deseo intenso para
alcanzar tus objetivos o tu visión.
3. Aportar más energía a tus objetivos
El siguiente paso es aportar más energía a tus objetivos concretando más
todas las razones por las que deberían hacerse realidad. Para cada uno de
los beneficios que has identificado previamente, contesta las siguientes
preguntas:
1) ¿Cómo sería exactamente?
2) ¿Por qué es importante?
Intenta contestar cada pregunta tan detalladamente como sea posible.
Cuanto más concreto seas, más energía emocional recibirás. Veamos
algunos de los beneficios que hemos identificado anteriormente:

Comprar comida más cara y saludable (salud) ¿Qué tipo de comida


comprarías exactamente? ¿Cómo serían tu desayuno, tu comida y
cena? ¿Y por qué esto es importante para ti?
Comprar una casa más cerca de tus padres (valores familiares)
¿Cómo sería tu casa? ¿Qué tamaño tendría? ¿A qué distancia estaría
de la casa de tus padres? ¿Por qué esto te importa?
Invertir en un proyecto que te apasiona (pasión) ¿Qué tipo de
proyecto sería? ¿Cuánto tiempo le dedicarías? ¿Por qué es
importante para ti?

Cuanto más claro seas, más capaz serás de aportar energía a tus objetivos.
Si agrupas todos los beneficios y piensas en ellos con frecuencia, verás que
estás más motivado para trabajar hacia tus objetivos y para convertir tus
sueños en realidad.

Actividad práctica

Completa el ejercicio utilizando tu guía de acción:

Escribe algunas cosas que verdaderamente desees.


De entre estas cosas, selecciona la que más te entusiasme.
A continuación, anota todos los beneficios que obtendrás si logras
ese objetivo.
Por último, para cada beneficio, escribe exactamente cómo sería y
por qué te importa.
12

ESTAR DISPUESTO A ENFRENTARSE A LA


INCOMODIDAD

¿Con qué frecuencia sales de tu zona de confort y haces algo que realmente
te asuste?
Todos tenemos nuestro propio modelo de realidad. Este modelo determina
lo que creemos que es posible y lo que no para nosotros. Puede que digas
cosas como “No soy el tipo de persona que hace X, Y o Z”. Pero, ¿es esto
cierto? Quizás no tienes tanto talento como otras personas en una
determinada área, pero siempre puedes mejorar. Con la práctica suficiente,
podrías destacar en casi cualquier cosa. Incluso puede que descubras
talentos insospechados.
Las limitaciones que te impones a ti mismo reducen tu campo de
posibilidades. La forma más efectiva de superar tus limitaciones
autoimpuestas es salir de tu zona de confort a menudo. Al hacer algo que
percibes como incómodo o incluso imposible, puedes crear un cambio en tu
pensamiento y abrirte a todo un mundo de posibilidades.
Así que, ¿cuándo fue la última vez que hiciste algo que considerabas
“imposible”? ¿Y cómo te sentiste por ello?
Yo me he dado cuenta de que, cuando realizo algo que me da miedo,
experimento una sensación de alivio. Me siento bien conmigo mismo y
orgullosos de haber superado el reto. Creo que estas emociones positivas
son signos que nos envía el universo para recordarnos nuestra verdadera
naturaleza y nuestro casi ilimitado potencial. Es una recompensa que
recibimos por avanzar hacia la verdad de que la mayoría de nuestras
limitaciones solo existen en nuestra mente. Y la única manera de generar
esta recompensa es pasar a la acción y hacer lo que pensábamos que era
imposible para nosotros.
La conclusión es que debes estar dispuesto a enfrentarte a la incomodidad
para poder sacar más provecho del poder de la confianza. Recuerda que la
confianza es inevitable. Si haces determinadas cosas, inevitablemente
desarrollarás tu capacidad de confianza. Salir de tu zona de confort es una
de ellas.
1. Cómo enfrentarte a la incomodidad
Puede que ahora te estés preguntando qué puedes hacer para empezar a
enfrentarte a la incomodidad y moverte más allá de tu zona de confort.
Sobre todo, requiere valor y no es fácil conseguirlo.
En su libro La magia de pensar en grande, David J. Schwartz nos presenta
una fórmula sencilla para superar el miedo que se puede resumir en esta
expresión: “la acción cura el miedo”. Como sugiere este concepto, la acción
inmediata elimina el miedo de raíz antes de que se expanda e invada nuestra
mente.
Hace años, fui a hacer puenting con un par de amigos. Estábamos a punto
de saltar desde un puente de sesenta y siete metros de alto sobre el río y,
cuando me llegó el turno, supe que tenía que saltar de inmediato. Si hubiera
dudado y mirado hacia abajo, el miedo me habría atenazado y
probablemente nunca habría saltado. Así que, cuando me dijeron que me
tocaba a mí, salté en seguida.
Lo mismo ocurre en nuestra vida diaria. Cuando dudamos, le damos al
miedo la oportunidad de invadir nuestra mente. La acción inmediata hará
que nuestras mentes dejen de generar innumerables racionalizaciones e
historias exageradas que no se basan en la realidad.
Un punto clave que debes comprender es que la función principal de
nuestro cerebro es asegurar nuestra supervivencia. El instinto de
supervivencia tiende a impedirnos hacer cualquier cosa nueva o que dé
miedo. Es la forma que tiene nuestro cerebro de evitar desperdiciar energía
y de aumentar nuestras probabilidades de supervivencia. En resumen,
nuestro cerebro utiliza la racionalización y el miedo para impedirnos hacer
cualquier cosa que perciba como una amenaza. Incluso en el mundo actual,
donde la mayoría de nosotros raramente experimentamos amenazas físicas a
nuestra supervivencia, nuestra mente interpreta cosas como el riesgo de ser
rechazados o la exposición a nuevas experiencias como peligros
potenciales, haciendo que huyamos del riesgo.
A continuación, te dejo unos consejos prácticos para ayudarte a salir de tu
zona de confort.
a. Empieza por cosas pequeñas
Moverte más allá de tu zona de confort no significa hacer algo que te
aterrorice. Puedes alejarte gradualmente de tu zona de confort dando
pequeños pasos. Por ejemplo, yo soy introvertido y me siento incómodo
hablando en público. Actualmente, me hacen entrevistas en podcasts de vez
en cuando. Unos pocos años antes, esto me habría aterrorizado, pero ahora
no me parece que sea para tanto (aunque aún puedo sentirme un poco
incómodo). Esto se debe a que ya me he obligado a salir de mi zona de
confort en el pasado grabando vídeos de YouTube. Cuantos más vídeos
grababa, más me acostumbraba al proceso. El siguiente paso incómodo que
di fue grabar un directo de Facebook. De nuevo, cuanta más experiencia
ganaba, menos miedo me daba. Si no hubiera hecho estas cosas antes, una
entrevista me habría parecido una experiencia muy desagradable.
Lo importante es que, esté donde esté tu zona de confort ahora mismo,
puedes expandirla enormemente mucho más allá de lo que imaginas. Dentro
de unos años, podrías estar haciendo cosas que hoy te parecen imposibles.
Esto es una posibilidad real. Recuerda, las paredes que definen tu zona de
confort están creadas completamente por tu imaginación.
b. Haz lo imposible
En este momento, ¿qué cosa te parece más imposible hacer? ¿Dar un
discurso delante de un gran público? ¿Liderar un equipo? ¿Pedir un
ascenso? ¿Llamar a un posible cliente?
Sea lo que sea, déjame decirte algo: ¡es completamente posible para ti
superar este miedo!
¿Y si pudieras hacer lo imposible? ¿Y si pudieras lograr algo esta semana
que siempre hubieras considerado imposible (para ti)?
Hacer algo alejado de tu nivel actual de comodidad puede expandir
ampliamente tu zona de confort, y puede hacerlo en un corto periodo de
tiempo. Una vez que completes la acción, de repente te darás cuenta de
cuánto más eres capaz de conseguir. Incluso puede que empieces a pensar,
“¿Qué más puedo hacer?”.
Esto creará una dinámica totalmente nueva en tu vida.
c. Conseguir apoyo
A veces, encontrar el valor para pasar a la acción sin ayuda puede ser difícil
y hacer lo imposible podría ser demasiado abrumador (por ahora).
Años después de mi experiencia de puenting, fui a hacer paracaidismo. Esta
vez fue diferente. No tenía que saltar solo. El experto al que estaba atado
fue el que hizo todo el trabajo. Tener a alguien que me ayudara a saltar hizo
que todo fuera más fácil. Lo que te quiero transmitir es que, a veces,
necesitas ayuda para salir de tu zona de confort y desbloquear tu potencial.
Otras personas pueden ayudarte a crecer:
Siendo un modelo a seguir. Las zonas de confort varían de una persona a
otra. Si te rodeas de gente cuya zona de confort es mayor que la tuya,
empezarás a percibir de manera diferente tus miedos y limitaciones. Por
ejemplo, será más fácil que superes tu timidez si compartes casa con gente
extrovertida. Esto se debe a que es probable que tus compañeros te pongan
en situaciones incómodas que normalmente evitarías. Además, a medida
que los veas interaccionar con otras personas abiertamente, empezarás a
cambiar tu perspectiva y a creer que puedes hacer lo mismo. Si estás
dispuesto a superar tu timidez, un entorno como este te ayudará
enormemente.
Pidiéndote responsabilidades. Es más fácil pasar a la acción y hacer cosas
que te asustan cuando le rindes cuentas a alguien como un asesor. Tener un
compañero de responsabilidades también puede ser efectivo, siempre que
ambos estéis comprometidos y dispuestos a pedir responsabilidades al otro
(de una forma educada y comprensiva).
Animándote a pasar a la acción. Los demás también pueden ofrecerte
ánimos. El apoyo de tus familiares y amigos puede ser muy poderoso.
Como hemos visto anteriormente, crear un entorno positivo es esencial si
quieres construir confianza y lograr más éxito en la vida.

Actividad práctica

Completa el siguiente ejercicio en tu guía de acción:

Selecciona una cosa que creas que es imposible (o que es un reto


difícil) para ti.
Piensa en el paso más pequeño que podrías dar en esa dirección y
anótalo.

Alternativamente, si reúnes el valor suficiente, haz esa cosa imposible ahora


mismo.
El poder de la confianza es uno de tus bienes más preciados. Asegúrate de
que lo aprovechas al máximo creando un entorno positivo, utilizando las
acciones repetidas, desarrollando un deseo intenso por tus objetivos y
saliendo de tu zona de confort. Si lo haces, tu confianza crecerá
inevitablemente. Por último, no te olvides de ser paciente contigo mismo
(consulta también la PARTE V. Mantener la confianza a largo plazo,
sección C. Ganar el juego emocional).
PARTE V

MANTENER LA CONFIANZA A LARGO


PLAZO

¡Cree en ti mismo! ¡Ten fe en tus habilidades! Sin una confianza


humilde pero razonable en tus propios poderes no puedes tener éxito
ni ser feliz.
— NORMAN VINCENT PEALE, CONSEJERO
ESPIRITUAL Y ESCRITOR.

Solo puedes desatar el verdadero poder de la confianza si eres capaz de


mantener un elevado nivel de confianza durante un periodo de tiempo
prolongado. La verdadera confianza no consiste solo en decirle a la gente
cómo vas a conseguir tus objetivos, lo exitoso que vas a ser o cómo ganarás
ese concurso que te entusiasma tanto. Aunque hablar positivamente acerca
de tu objetivo es importante, no es suficiente. Mucha gente está
entusiasmada cuando empieza un nuevo proyecto. Puede que trabajen todo
el día durante semanas, pero después se encuentran con dificultades. Y, con
cada nuevo contratiempo, su autoestima va disminuyendo. Empiezan a
dudar de sí mismos. Empiezan a pensar que no son lo suficientemente
inteligentes o que hay algo incorrecto en ellos. Como resultado, empiezan a
perder fe. Empiezan a trabajar cada vez menos. Su entusiasmo inicial se
desvanece y acaban renunciando a ese objetivo. Después, repiten ese
proceso una y otra vez con los objetivos subsiguientes. Al final, puede que
lleguen a un punto donde dejan de creer en sí mismos y dejan de
establecerse objetivos.
¿Te suena esto? Si es así, no te preocupes. En esta sección, veremos cómo
puedes cambiar este proceso.
Tu verdadero poder reside en tu capacidad de seguir creyendo durante
meses o años, independientemente de tu situación externa. Si eres capaz de
mantener la confianza a largo plazo, podrás lograr casi cualquier cosa que
desees. Y ciertamente puedes sorprenderte a ti mismo consiguiendo cosas
que nunca habrías creído posibles. Este es el poder de la confianza a largo
plazo.
13

EL PODER DEL PENSAMIENTO A LARGO PLAZO

La habilidad de pensar a largo plazo, y con tanta frecuencia como sea


posible, es uno de los mejores indicadores del éxito. Como se suele decir,
sobreestimamos lo que podemos lograr en un año y subestimamos lo que
podemos conseguir en diez. Por supuesto, tus sueños pueden parecer
inalcanzables, pero ¿y si das el primer paso y sigues avanzando a tu propio
ritmo durante la siguiente década? ¿Quién sabe dónde podrías acabar?
Cuando tenía dieciocho años, no sabía que estudiaría japonés. Menos de
cinco años después, acabé asistiendo a clases de economía, política y
filosofía en una universidad japonesa—donde todas las clases se daban en
japonés. De forma parecida, hace menos de cinco años, no sabía que me
convertiría en escritor. Actualmente, he escrito unos veinte libros y he
vendido más de 100.000 copias.
Y quién sabe lo que estaré haciendo dentro de otros cinco años.
Lo que quiero ilustrarte es que, si abordas tus objetivos desde una
perspectiva a largo plazo, a menudo acabarás logrando mucho más de lo
que inicialmente creías. Pensar a largo plazo te permitirá aliviar tus dudas.
Sabrás que, mientras sigas avanzando y mejorando, seguramente alcanzarás
tus objetivos o, al menos, progresarás significativamente hacia ellos. Esta es
la razón por la que adoptar una perspectiva a largo plazo es tan poderosa e
importante.
No soy la persona con más confianza del mundo, pero sí que destaco por mi
paciencia y por mi perseverancia hasta que alcanzo mis objetivos. Y el
motivo por el que puedo hacer esto son las creencias que he desarrollado
con el tiempo, tales como “siempre puedo mejorar”, “si otros pueden, yo
puedo” y “si puedo hacerlo una vez, puedo hacerlo de nuevo”. Estas
creencias impulsan mis acciones y me permiten eliminar mis antiguos
miedos y dudas. Actúan como estrellas que me guían hacia el éxito a largo
plazo. Se han convertido en la programación que permite que mi software
(mi mente) funcione a pleno rendimiento.
Si integras estas creencias principales, empezarás a sentirte y a actuar de
manera diferente. Perseverarás cuando otros se rinden. Intentarás mejorar
cuando otros se conforman. Si haces esto, inevitablemente te convertirás en
una versión mejor y con más confianza de ti mismo.
Desde mi experiencia, los que piensan a largo plazo tienden a ser más
saludables, felices y exitosos que otros. Pero pensar a largo plazo no es algo
que ocurra de forma natural. Más bien estamos programados para pensar a
corto plazo. Nuestros ancestros no se podían permitir el lujo de pensar en el
futuro lejano—estaban demasiado ocupados intentando encontrar su
próxima comida y sobrevivir.
Hoy en día, sin amenazas físicas inmediatas o con pocas de ellas y comida
abundante a nuestra disposición (para la mayoría de nosotros), teóricamente
debería ser más sencillo pensar a largo plazo. Sin embargo, nos cuesta
hacerlo. Esto no es sorprendente, considerando que nuestra atención se ha
convertido en un recurso valioso por el que todos compiten. Por ejemplo:

Facebook gasta millones para encontrar formas de “secuestrar”


nuestros cerebros y volvernos adictos a su plataforma,
Los programadores crean aplicaciones que nos dan una gratificación
instantánea mediante las notificaciones, avisos emergentes y otros
trucos y
Los vendedores nos prometen resultados rápidos, fomentando
nuestra necesidad de gratificación inmediata en vez de motivarnos a
pensar a largo plazo.

Muchas de las personas con éxito no son adictas a las redes sociales ni
buscan maneras de hacerse ricas rápidamente. En vez de eso, crean su
futuro con paciencia y paso a paso, realizando acciones consistentes que les
acercan a su visión. Construyen fundamentos sólidos semana tras semana,
mes tras mes y año tras año, sabiendo que jugar a largo plazo acabará dando
sus frutos.
Una vez que entiendas el poder del pensamiento a largo plazo, empezarás a
alimentar tu visión. Cada día, avanzarás una de tus piezas en el tablero de
ajedrez. Sabiendo que la vida es una maratón, adaptarás tu ritmo y te
asegurarás de cruzar la meta.
Por ejemplo, mientras que muchos autores publican un par de libros y se
rinden debido a la falta de resultados positivos, yo me puse un ritmo,
escribiendo y publicando libros consistentemente mes tras mes. Es decir,
mientras otros escritores esprintaban, yo corría una maratón—y estaba
firmemente comprometido a acabar la carrera.
Recuerda, el éxito de la noche a la mañana no existe. Aquellos que logran
un gran éxito en un área han dedicado años trabajando en su proyecto, ya
sea en público o en privado. Por lo tanto, te recomiendo dejar atrás el
pensamiento a corto plazo y adoptar un pensamiento a largo plazo. Confía
en que, pensando a largo plazo, podrás cumplir casi todos tus deseos.
1. Confianza a largo plazo vs. Dudas temporales
Utilizar el poder de la confianza para transformar cualquier área de tu vida
no requiere que te deshagas por completo de tus dudas. De hecho, las
personas que nunca dudan de sí mismas tienden a ser ilusas y, en muchos
casos, nunca alcanzan sus mayores objetivos.
Cuando trabajes en tus objetivos, inevitablemente experimentarás algunas
dudas. No siempre estarás tan seguro de ti mismo como te gustaría. Puede
que procrastines. Puede que quieras escapar. Puede que sientas que no
puedes triunfar. Y no pasa nada. Lo que realmente importa que es nunca
perderás de vista la perspectiva a largo plazo y que comprendes que puedes
mejorar (y lo harás) a largo plazo.

Puede que no se te dé bien hablar en público ahora, pero ¿y en un


par de años? ¿Cuánto mejorarás si sigues trabajando en esto
consistentemente durante dos años?
Puede que no vendas muchas copias de tu primer libro, pero ¿qué
ocurriría si sigues escribiendo durante cinco años, publicando varios
libros al año y mejorando en el proceso?
Puede que no cocines demasiado bien, pero ¿y si asistieras a clases
de cocina y practicaras en casa varias veces a la semana durante seis
meses?

En resumen, cuando tengas dudas, cambia tu enfoque para centrarte en la


visión a largo plazo. Practica a pensar en términos de años o décadas, en
vez de en días o semanas.
Por ejemplo, cuando empecé a escribir libros y artículos, tenía una visión a
largo plazo. Entendía que, si era consistente, aprendía tanto como pudiera y
nunca me rendía, acabaría mejorando y podría convertirme en escritor a
jornada completa.
Con el tiempo, seguí cultivando mi habilidad de pensar a largo plazo. Dejé
de esperar que un libro o artículo se hiciera famoso. Abandoné la idea que
un suceso me daría un éxito instantáneo. En vez de ello, empecé a creer en
el proceso, sabiendo que, al final, algo funcionaría y me proporcionaría el
“éxito de la noche a la mañana”.
Quiero transmitirte que sí dudé de mí mismo. Pero también confiaba en mi
habilidad para mejorar con el tiempo. Así que, aunque mis primeros libros
no se vendieron bien, seguí escribiendo. Al final, empecé a ver algo de
éxito. Mi séptimo libro tuvo éxito y mi noveno libro fue un éxito aún
mayor, con decenas de miles de libros vendidos a fecha de hoy.
¿Tuve suerte? Probablemente. Pero yo provoqué mi suerte. Seguí
escribiendo libros en un mercado con una alta demanda, aumenté mis fans,
colaboré con más escritores y publiqué más anuncios. Hice todo lo que
estaba en mi poder para alcanzar mi objetivo de ganarme la vida con mi
escritura.
La conclusión es que, cuanto más puedas eliminar tus dudas y construir una
confianza inquebrantable, mejor. Sin embargo, deshacerte de todas tus
dudas no es realista. Es más importante asegurarte de que integras la
creencia principal de que puedes mejorar y de que lo harás con el tiempo.
Aquellos que alcanzan el éxito en el campo que han elegido no son
necesariamente los que tienen más talento, sino los más pacientes y
perseverantes. Por ejemplo, son:

Los youtubers que crean un vídeo a la semana durante cinco años—


y no los que graban un vídeo un día solo para rendirse tres meses
después,
Los emprendedores que trabajan en su negocio paralelo veinte horas
a la semana durante cinco o diez años—y no los que trabajan ocho
horas a la semana solo para acabar quemados unos pocos meses
después y
Los músicos que siguen tocando su instrumento varias veces a la
semana durante años—y no los que se rinden cuando se vuelve
demasiado difícil.

La verdadera confianza consiste en estar absolutamente convencido de tu


capacidad de mejorar a largo plazo. Reside en saber que eres lo
suficientemente inteligente como para resolver las cosas. Es comprender
que, si otros pueden, tú también puedes. Por lo tanto, cuando surjan las
dudas en ti mismo, no entres en pánico. Recuérdate que tienes tiempo. Ten
fe en tu capacidad de mejorar y sigue adelante. A medida que lo hagas,
cultivarás un mayor sentimiento de confianza con el tiempo.

Actividad práctica

Responde las siguientes preguntas en tu guía de acción:

Si pensaras a largo plazo, ¿qué empezarías a hacer de otra manera?


Piensa en un objetivo que no hayas logrado en el pasado. Si
pudieras volver atrás en el tiempo y utilizar el poder de la confianza
a largo plazo, ¿qué harías de otra manera?

2. El poder de la determinación
De los cientos de personas con éxito que he
entrevistado para este y otros libros, casi todas me han dicho,
“No era la persona con más talento en mi campo, pero decidí
creer que cualquier cosa era posible. Estudié, practiqué y
trabajé más duramente que otros y así es como llegué donde
estoy ahora”.
— JACK CANFIELD, ESCRITOR Y ORADOR
MOTIVACIONAL.

Creer que puedes mejorar tiene un gran beneficio—te permite perseverar


más que nadie. Mi experiencia me ha llevado a creer que la perseverancia
es una de las claves para lograr cualquier cosa que valga la pena en la vida.
En la mayoría de los casos, si sigues avanzando, intentándolo una vez más,
mejorando tus destrezas, perfeccionando tu estrategia o pidiendo ayuda,
acabarás obteniendo los resultados que deseas.
Pero, para desarrollar valor, debes adoptar la creencia de que puedes
resolver las cosas y de que, incluso aunque no seas lo suficientemente
bueno ahora, puedes mejorar y lo harás. De nuevo, el valor no consiste en
deshacerte de todas tus dudas, sino en tener la suficiente fe en tus
capacidades para seguir adelante hasta alcanzar tu meta. Se dice que
Thomas Edison probó 10.000 tipos de filamentos diferentes antes de crear
la bombilla eléctrica que finalmente funcionó. ¡10.000! ¿Te puedes
imaginar una perseverancia así? ¿Puedes imaginarte ser capaz de intentarlo
una y otra vez hasta encontrar algo que funcione? Piensa en lo que podrías
lograr con este nivel de determinación.
La verdad es que cualquier objetivo que valga la pena perseguir requerirá
mucho tiempo y esfuerzo. Y así es como debería ser. En consecuencia, en
vez de quejarte, aprende a disfrutar del proceso que te lleva a conseguir tus
objetivos. Cultiva tu valor. Haz que sea parte de tu identidad. Enorgullécete
de ser la persona perseverante que eres.
Además de las creencias principales que describí en la Parte IV, déjame
presentarte una creencia principal más que te ayudará a desarrollar valor:
“Otros se rendirán; por lo tanto, yo tendré éxito”.
Pocos utilizan el poder de la perseverancia. La mayoría se rinden
demasiado pronto. Aquí debes percatarte de algo. Si tienes ganas de
rendirte, otros también—y muchos de ellos lo harán. Ahora, la pregunta
clave es, si planeas rendirte cuando lo haga todo el mundo, ¿para qué
empezaste en primer lugar?
La verdadera perseverancia se da cuando tienes todos los motivos para
rendirte, pero no lo haces. Ocurre cuando te levantas cada día y empiezas de
nuevo con un entusiasmo inalterado a pesar de los fracasos del día anterior.
Se da cuando decides reconectar con tu “porqué” inicial y te esfuerzas un
poco más para intentarlo una vez más.
Si usas el poder de la perseverancia, tu supuesta competencia desaparece.
¿Por qué? Porque la mayoría de la gente se rinde cuando se enfrentan a su
primer contratiempo difícil. Pero tú eres diferente. Tú utilizas el poder de la
confianza para seguir durante mucho más tiempo de lo que hará nunca una
persona promedio.
La conclusión es que, si estás firmemente comprometido a alcanzar tu
objetivo, inmediatamente eliminarás a la mayor parte de tus competidores.
Por ejemplo, aunque hay cientos de miles de aspirantes a escritores, solo
una fracción de ellos acabará ganándose la vida con su escritura. Pero, si
piensas a largo plazo, generas confianza en ti mismo y desarrollas la
determinación, tendrás posibilidades de convertirte en escritor a jornada
completa. En primer lugar, la mayoría de los aspirantes se rendirán en los
primeros doce meses si no ven resultados tangibles. En segundo lugar, de
entre aquellos que continúen, pocos tendrán la mentalidad y la confianza
que se requieren para tener éxito. Por lo tanto, si sigues escribiendo
consistentemente y durante el tiempo suficiente, tus probabilidades de
ganarte la vida con la escritura aumentarán con el tiempo.
Puedes aplicar la misma lógica a casi todos los objetivos que decidas
perseguir.
a. Desarrollar valor
Aunque algunos pueden ser más resilientes de forma innata que otros, el
valor, como la mayoría de las cosas, es una destreza que se puede
desarrollar con el tiempo. El experto en éxito Brian Tracy, define el valor
como la cualidad número uno de una persona con éxito. En una entrevista
dijo lo siguiente:
“La cualidad más importante que puedes tener es ser imparable, es tomar
una decisión sabiendo de antemano que nunca te rendirás. No tomas una
decisión cuando tienes dificultades o contratiempos, ni cuando estás
deprimido. La decisión la tomas antes.”
A continuación, añadió:
“Si quieres ser imparable, cuando sientas cualquier tipo de decepción,
simplemente di ‘Espera un momento. ¡Soy imparable! Nunca me rindo.
Nunca me rindo’. Y muy pronto se te quedará grabado. Escribe “Soy
imparable. Soy imparable’, como cuando tu profesor te hacía escribir una
frase cincuenta veces. Y lo que pasa es que esto cala en tu mente
subconsciente y te prepara, de manera que cuando te encuentres con las
inevitables decepciones y dificultades, los superarás.”
Sus afirmaciones me resultaban familiares, puesto que yo utilicé un método
parecido para desarrollar valor. Durante los últimos dos años, me he estado
repitiendo frases como:

Soy la persona más persistente que he conocido,


Rendirse no es una opción. No está en mi vocabulario,
Nunca me detengo,
Ningún suceso, persona o circunstancia en el mundo puede
impedirme lograr mis objetivos,
Nunca abandono. Así es como soy,
Aunque todo el mundo esté en mi contra, seguiré avanzando.

Al hablarme de esta manera repetidamente, creé una nueva identidad—la


identidad de una persona que se niega a rendirse. Decidí de antemano que
sin importar los contratiempos que me encontrara en el camino, seguiría
adelante. No dejaría que nada me impediría alcanzar mis metas
¡No me rendiría!
Tú puedes hacer lo mismo. Puedes decidir verte a ti mismo como una
persona muy resiliente que nunca se rinde. Y si practicas a perseverar en los
momentos en los que antes te habrías rendido, reforzarás esa identidad.
Convertirte en alguien imparable es una elección. Así que, decide que
rendirse no es para ti. Verás cómo cambian las cosas para ti en los próximos
meses y años.
b. Dos consejos útiles para desarrollar el valor
Vamos a ver dos consejos prácticos que puedes utilizar para desarrollar más
valor.
1) Visualiza el peor de los escenarios
Puedes hacer algunas cosas para desarrollar valor. La primera de ellas es
imaginarte lo que podría salir mal. Al imaginarte el peor escenario posible
antes de que suceda, serás capaz de enfrentarte mejor a las dificultades.
Recuerda que para convertirte en “imparable”, necesitas tomar la decisión
de antemano de que no te vas a rendir. Y saber exactamente qué podría
hacer que te rindieras es de ayuda.
Por ejemplo, cuando empecé a publicar libros por mi cuenta, me imaginé
cómo serían los peores escenarios. Algunos de estos escenarios eran:

Amazon cerraba mi cuenta.


Perdía todos los archivos de mi ordenador (lo que sí ocurrió).
No ganaba dinero durante años (lo que también sucedió).
Me quedaba sin dinero.

Este ejercicio me pareció muy útil, especialmente considerando lo que


sucedió en 2017. Durante aquel año, el ordenador que había estado usando
durante seis años se rompió. Como resultado, perdí todos mis datos,
incluyendo dos libros que había acabado de escribir (pero que no había
publicado aún).
Uno de mis amigos me dijo que, si él hubiera estado en la misma situación,
se habría sentido devastado. Sin embargo, aunque desde luego no estaba
contento por ello, no dejé que me afectara. En vez de ello, retomé el trabajo
de inmediato y volví a escribir de nuevo los dos libros. Si no hubiera estado
preparado para esa eventualidad, me habría afectado mucho más.
La conclusión es que, sea cual sea tu objetivo, dedica unos minutos a
visualizar el peor escenario posible e imagínate reaccionando de la mejor
manera posible. Por último, decide no rendirte.
2) Determina tu umbral para rendirte
Otra cosa que puedes hacer para generar resiliencia es determinar
exactamente qué sucesos o circunstancias podrían llevarte a rendirte. Esta
aproximación es mucho más efectiva que simplemente decir “Nunca me
rendiré” o “Haré todo lo que sea más necesario para alcanzar mis
objetivos”, porque normalmente no es cierto. Así que, intenta pensar en
criterios específicos por los que te rendirías. Puedes permitirte rendirte
después de un determinado periodo de tiempo. O puedes tirar la toalla si te
quedas sin dinero. Quizás puedes abandonar si no alcanzas una meta (cierto
número de productos vendidos, de clientes adquiridos, etc.) en una fecha
concreta.
Esta estrategia te dirá cuándo puedes rendirte, aportándote la tranquilidad
mental necesaria para seguir adelante mientras tu criterio aún no se haya
cumplido.
Yo utilicé esta técnica estableciendo lo que yo denomino un “Periodo de
tiempo a prueba de balas”, que es el tiempo que me doy a mí mismo para
trabajar en un objetivo concreto. Puedo abandonar este objetivo en
particular si las cosas no van como planeaba, pero nunca puedo rendirme
antes del plazo de tiempo que me he marcado. Para mi objetivo de ganarme
la vida con mis libros, escogí un periodo de tiempo de tres años (desde abril
de 2017 hasta abril de 2020). Durante esos tres años, todo lo que debía
hacer era escribir y publicar libros. Cada vez que me sentía agobiado o me
distraía, me preguntaba “¿Qué tengo que hacer ahora?”. La respuesta
siempre sería “Escribir más libros”. Este método me permitió volver a
centrarme en mi objetivo principal docenas de veces. Mientras escribo estas
palabras, estoy a nueve días de que se acabe mi plazo de tiempo. Desde
abril de 2017, he escrito dieciséis libros y he vendido unas 100.000 copias.
Me ha funcionado bien.
¿Y tú? ¿Qué “Periodo de tiempo a prueba de balas” vas a marcarte?
Actividad práctica

Completa el siguiente ejercicio en tu guía de acción:

Piensa en tu objetivo principal y escribe cómo serían los peores


escenarios posibles.
¿Qué podría hacer que te rindieras? Escribe los criterios que
deberían cumplirse antes de que tiraras la toalla.
Por último, márcate un periodo de tiempo en el que te comprometes
a trabajar en ese objetivo.

c. Una historia acerca de la perseverancia


La siguiente historia ilustra perfectamente el poder de la perseverancia.
Karoly Takacs fue un experto pistolero a nivel mundial. Después de ganar
grandes competiciones nacionales e internacionales, soñaba con ganar una
medalla de oro en los juegos olímpicos de Tokio de 1940.
Tras enrolarse en el ejército de Hungría su sueño se truncó. En un
entrenamiento, una granada explotó y le causó graves daños en su mano
derecha, lo cual implicaba que no tenía posibilidades de participar en los
juegos olímpicos y mucho menos de ganar una medalla.
Cuando se presentó en el Campeonato Nacional de Tiro, sus compañeros se
alegraron de verle, le elogiaron por su valor y le agradecieron por estar
dispuesto a ir a animarlos. Te puedes imaginar su sorpresa cuando él les dijo
que no estaba allí para darles ánimos, sino para competir con ellos.
Pero lo que fue aún más sorprendente es que no solo compitió, ¡sino que
ganó la competición! Suena imposible, ¿no? ¿Cómo podía ganar sin utilizar
su mano derecha? La respuesta es sencilla: utilizó su mano izquierda.
A pesar de la depresión que le causó su accidente, consiguió recomponerse.
En vez de centrarse en su pérdida, decidió enfocarse en lo que aún tenía—
una mentalidad excepcional y una mano izquierda intacta. Después,
practicó incansablemente durante un año sin decírselo a nadie.
Takacs perseveró, se aferró a su sueño y miró hacia los Juegos de 1940. Por
desgracia, los Juegos Olímpicos de 1940 se cancelaron por la II Guerra
Mundial. Él superó su decepción y empezó a practicar para los de 1944.
Pero también se suspendieron.
Siguió entrenando a pesar de todo y, en 1944, por fin se clasificó para las
olimpíadas de Londres de 1948. Acabó ganando una medalla de oro a sus
treinta y ocho años, con un nuevo récord mundial en tiro. Cuatro años
después, ganó la medalla de oro de nuevo en las olimpíadas de Helsinki de
1952.
Como muestra esta increíble historia, obsesionarse con un objetivo y
perseverar puede conducir a resultados extraordinarios. Para hacerlo,
debemos desarrollar una mentalidad extraordinaria y tener la suficiente
pasión para superar grandes obstáculos.
Si quieres conocer más historias motivadoras como esta, puedes consultar
mi planificador “The Ultimate Goal Setting Planner” (El Planificador
Definitivo para Establecer Objetivos). En él, comparto doce historias
extraordinarias que te inspirarán para perseguir tus mayores sueños.
14

CÓMO PASAR DEL PENSAMIENTO A CORTO PLAZO


AL PENSAMIENTO A LARGO PLAZO

Aunque a algunas personas se les puede dar mejor que a otras, pensar a
largo plazo es una destreza que todos podemos adquirir. En esta sección,
describiremos siete pasos concretos que puedes seguir para desarrollar esta
habilidad. Estos son:

1. Crear una visión a largo plazo.


2. Pensar en tus objetivos a largo plazo con frecuencia.
3. Dedicar tiempo a centrarte en la visión global.
4. Aprender a disfrutar del proceso.
5. Dejar de lado el miedo de perderte algo.
6. Recordarte ser paciente.
7. Centrarte en todas las razones por las que puedes triunfar.

1. Crear una visión a largo plazo


El primer paso para estar más orientado hacia el futuro es crear una visión a
largo plazo. Es difícil, sino imposible, pensar a largo plazo sin tener una
visión hacia la que avanzar. Sin una visión clara, te arriesgas a malgastar tu
tiempo con tareas que no se ajustan a tus objetivos. Debes asegurarte de que
las tareas en las que trabajas hoy te acercan a tu visión final.

Actividad práctica
Piensa en un objetivo o visión a largo plazo y escríbelo en tu guía de acción.
2. Pensar en tus objetivos a largo plazo con frecuencia
Una vez que hayas establecido tu objetivo a largo plazo, debes repasarlo de
forma regular. Puedes hacer esto:

Crear un tablero con tu visión y colocarlo en un lugar donde puedas


verlo a menudo,
Escribir tu objetivo a largo plazo en una hoja de papel y dejarlo en
tu escritorio o en algún lugar en el que lo veas todos los días y/o
Leer tu objetivo a largo plazo cada día/semana.

Cuanto más a menudo pienses en tus objetivos a largo plazo, más centrado
estarás en tu visión.

Actividad práctica

Utilizando tu guía de acción, escribe tu objetivo a largo plazo/visión y


colócalo en algún lugar donde lo puedas ver fácilmente y con frecuencia.
3. Dedicar tiempo a centrarte en la visión global
Para mantenerte centrado en tu visión a largo plazo, te recomiendo dedicar
tiempo durante tu semana para dar un paso atrás y centrarte en la visión
global. Por ejemplo, podrías dedicar entre treinta y sesenta minutos los
domingos a evaluar tu progreso y a asegurarte de que estás avanzando en la
dirección correcta. Durante este tiempo, pregúntate lo siguiente:

¿De qué estoy satisfecho?


¿Qué necesito mejorar?
¿Qué podría cambiar para acelerar mi progreso?
Si pudiera empezar la semana de nuevo, ¿qué haría de otra manera?
Si sigo haciendo lo que he hecho esta semana, ¿conseguiré mi
objetivo a largo plazo? Si no es así, ¿qué debo cambiar?
¿Mi estrategia actual es la mejor? Si no lo es, ¿qué podría hacer para
mejorarla?
¿Qué acciones generan la mayoría de mis resultados? ¿Qué podría
hacer para dedicar más tiempo a estas actividades concretas?
¿Qué tareas no me generan buenos resultados? ¿Puedo eliminar
algunas de ellas?
Si solo pudiera trabajar en un objetivo o proyecto principal esta
semana/mes/año, ¿cuál sería y por qué?

Realizar estas sesiones estratégicas semanalmente te asegurará que estás


dedicando tiempo para reflexionar sobre tu futuro y que esto te ayudará a
pensar de forma efectiva a largo plazo.

Actividad práctica

Programa tiempo cada semana para centrarte en la visión global. Contesta


las preguntas de la lista anterior para ayudarte a ello. (También las
encontrarás en tu guía de acción).
4. Aprender a disfrutar del proceso
El poder de la confianza solo es verdaderamente efectivo cuando se
mantiene a largo plazo. Las pequeñas ráfagas de confianza o breves fases de
entusiasmo nunca te permitirán alcanzar tus objetivos más ambiciosos.
Puesto que los objetivos que valen la pena requieren tiempo y esfuerzo, la
mejor manera de alcanzarlos es diseñar un proceso efectivo al que puedes
adherirte a largo plazo. En pocas palabras, debes enamorarte del proceso.
Puedes creerte el mito de que cuando consigas un objetivo concreto, por fin
serás feliz. No obstante, tu cerebro no funciona así. En realidad, tus
momentos de mayor felicidad se dan mientras persigues objetivos que te
importan. Esta es la razón por la que cuando alcanzas tu objetivo, no puedes
evitar marcarte otro. Esto significa que la mayor parte de tu felicidad ocurre
durante el proceso de conseguir tus objetivos. Por lo tanto, si te obsesionas
con los resultados, te estás perdiendo lo más importante. La alegría que
experimentes tras lograr tu objetivo será temporal. El proceso es el objetivo
real en el que debes centrarte. Por ello, la mejor manera de sentir plenitud
es disfrutar del proceso que te lleva a conseguir objetivos significativos.
Aprende a disfrutar del proceso y no te olvides de alegrarte por cada meta
que alcances en el camino. Esta es la mejor manera de mejorar tu confianza
utilizando el poder del pensamiento a largo plazo.

Actividad práctica

Completa la siguiente frase en tu guía de acción:


Para mí, centrarme más en el proceso significaría…
5. Dejar de lado el miedo de perderte algo
Muchas personas tienen miedo de perderse cosas en la vida. Viven con el
miedo de dejar pasar a esa persona, suceso u oportunidad. Por ejemplo:

Si no pueden asistir a una fiesta, se ponen nerviosos. ¿Y si pasa algo


increíble y no están allí para verlo?
Cuando viajan, intentan ver tantos monumentos y lugares como sea
posible, llenando sus días con numerosas visitas. Suelen pasar horas
buscando información por miedo a perderse algo que deberían ver sí
o sí.
Si no son capaces de tener una cita con alguien que les gusta, se
sienten desanimadas, preguntándose si alguna vez llegarán a
conocer a otra persona tan maravillosa como esa.

Básicamente, el miedo a perderse algo proviene de una “mentalidad de


escasez”. Surge de la falta de confianza en el mundo y en su capacidad de
proporcionarnos más oportunidades de las que puedas imaginar. Quizás, y
lo que es más importante, es la manifestación de la falta de confianza en ti
mismo y en tu capacidad de crear recuerdos maravillosos. En realidad, no
hay una escasez de experiencias agradables que puedas disfrutar. No existe
un límite para el número de buenos recuerdos que puedes crear.
El problema de tener miedo a perderte algo es que tiendes a distraerte
fácilmente por las nuevas oportunidades. Este es el motivo por el que debes
aprender a controlar mejor tu miedo. Aquellos que caen en el “Síndrome del
Nuevo Objeto Brillante” son un buen ejemplo. Estos individuos creen que
existe una píldora mágica “en algún lugar” y no pueden dejar de buscarla.
Por otra parte, los que piensan a largo plazo entienden que esto es una
forma errónea de ver el mundo. Saben que deben establecer una estrategia
sólida, perfeccionarla con regularidad y adherirse a ella a largo plazo. Para
tener éxito, saben que tendrán que “perderse” muchas cosas antes de
alcanzar su objetivo.
Al tener demasiado miedo de perderte fiestas, sucesos u oportunidades, te
arriesgas a desaprovechar tu vida. En resumen, te arriesgas a perder tu
potencial a largo plazo por la gratificación a corto plazo.

Actividad práctica

Completa los siguientes ejercicios en tu guía de acción:


Escribe el área o las áreas de tu vida en las que experimentes miedo
a perderte algo.
Selecciona un área u objetivo en concreto y escribe todas las
oportunidades que existen respecto a ella. ¿Cuáles son tus opciones?
¿Qué podrías hacer al respecto?
Dedica un momento a valorar todas las oportunidades disponibles
para ti.

6. Recordarte ser paciente


Para la mayoría de la gente, pensar a largo plazo no es algo natural. Para
mejorar tu capacidad de pensar a largo plazo, debes recordarte la
importancia de seguir siendo paciente.
Aunque la gente suele pensar que yo soy paciente por naturaleza, no lo soy.
Quiero que las cosas ocurran ya. Pero, al mismo tiempo, soy consciente del
valor de la paciencia. Comprendo que cualquier objetivo importante
requiere meses o años de trabajo y que, con la suficiente paciencia, puedo
conseguir casi cualquier cosa que desee. Entiendo que, utilizando el poder
de la confianza durante un periodo de tiempo extenso, es probable que
consiga cosas asombrosas a largo plazo.

Actividad práctica

Recuérdate regularmente que tienes tiempo. Para hacer esto, puedes:

Crear tus propios mantras, tales como “La vida es una maratón, no
un sprint” o simplemente “Sé paciente” y piensa en ellos a menudo,
escríbelos y/o colócalos en tu escritorio o en tu pared,
Mira los vídeos de Gary Vee “Overnight Success” (Éxito de la
noche a la mañana) y “People have forgotten the art of patience”
(La gente ha olvidado el arte de la paciencia) en YouTube,
Visualiza todo lo que ya has realizado en los últimos meses/años y
recuerda cuánto tiempo tienes disponible para conseguir logros aún
mayores y
Recuerda que los pensamientos en los que te sigas centrando
mientras usas el poder de la confianza, con el tiempo, generarán los
resultados correspondientes—siempre que actúes acorde a ellos
consistentemente y durante el tiempo suficiente.

7. Centrarte en todas las razones por las que puedes triunfar


Pensar a largo plazo implica centrarte en todas las oportunidades a largo
plazo que están esperándote. Requiere que enfoques tu energía en todas las
razones por las que puedes lograr tus proyectos a largo plazo. Al desarrollar
el hábito de centrarte en todo lo que puedes hacer para avanzar hacia tus
objetivos, cultivarás una mentalidad más positiva que te ayudará a mantener
tu optimismo. En resumen, podemos decir que, al hacer esto, aprovecharás
el poder de la confianza proyectándolo en el futuro (es decir, centrándote en
posibilidades). Cuanto más te centres en lo que puedes hacer para avanzar,
mejor te sentirás y más acciones tomarás para reducir la distancia entre
donde estás y donde quieres estar.

Actividad práctica

Utilizando tu guía de acción, escribe todas las razones por las que puedes
tener éxito. Repite el mismo ejercicio siempre que sea necesario.
Si practicas estos ejercicios, acabarás pensando en tu visión a largo plazo
con mucha más frecuencia que antes. Al hacerlo, tomarás mejores
decisiones, implementarás procesos más efectivos y progresarás de forma
consistente hacia tus metas. Por último, aumentarás significativamente tu
confianza a largo plazo.
15

GANAR EL JUEGO EMOCIONAL

Tu capacidad para mantener un alto nivel de confianza en ti mismo y en tus


objetivos es esencial. No obstante, lo cierto es que estás destinado a tener
altibajos. Un día puedes sentirte en lo alto y al día siguiente puedes sentir
que quieres rendirte. Por este motivo, es esencial que aprendas a controlar
mejor tus emociones. Cuando entiendas qué son las emociones, cómo
funcionan y cómo gestionarlas mejor, serás capaz de desarrollar una
resiliencia emocional fuerte. Esto te ayudará a superar las dudas y a seguir
avanzando hacia tus objetivos, aunque las cosas no vayan como planeabas.
La buena noticia es que puedes aprender a controlar mejor tus emociones.
Veremos cómo hacerlo en esta sección.
1. Cómo tus emociones distorsionan tu pensamiento
Tus emociones distorsionan tu pensamiento y tienen un impacto directo en
tu comportamiento. Por ejemplo, cuando te sientes bien contigo mismo,
eres más creativo y tienes más energía para realizar las acciones que
necesitas para lograr tus objetivos. Por el contrario, cuando te sientes triste
o deprimido, te falta motivación y lo único que haces es invitar más y más
pensamientos negativos. En este estado de negatividad, todo parece oscuro
y eres incapaz de razonar con claridad o de tomar decisiones acertadas. Por
lo tanto, para utilizar el poder de la confianza a tu favor, debes aprender a
controlar tus emociones de manera más efectiva.
A continuación, te muestro algunas de las características de las emociones
negativas de las que debes ser consciente:
a. Las emociones negativas actúan como un hechizo
Cuando te encuentras bajo la influencia de las emociones negativas, puede
parecerte imposible librarte de ellas. Es probable que sientas la necesidad
de centrarte en los mismos pensamientos negativos repetidamente.
Por ejemplo, este es el caso cuando discutes con alguien que quieres o con
un amigo y no puedes dejar de repetir la escena en tu mente una y otra vez.
b. Las emociones negativas filtran tus experiencias
Las emociones negativas actúan como un filtro que reduce la calidad de tus
experiencias. Durante un episodio negativo, percibes todas las experiencias
a través de este filtro. Aunque puede que el mundo exterior siga siendo el
mismo, lo vivirás de una manera completamente diferente según como te
sientas.
Por ejemplo, cuando estás triste, puede que no disfrutes de los platos que
comes, de la película que ves o de las actividades que realizas. Solo ves la
parte negativa de las cosas y acabas sintiéndote atrapado y sin poder. Por
otro lado, si estás de buen humor, todo te parece mejor. La comida sabe
genial, eres amable y disfrutas de las actividades en las que participas.
c. Las emociones negativas atraen más emociones negativas
Cuando te encuentras en un estado emocional negativo, empiezas a atraer
más emociones de la misma “onda” (es decir, más emociones negativas).
Por ejemplo, puede que estés de mal humor porque tu jefe te ha gritado en
el trabajo. Esto puede llevarte a pensar sobre los problemas que tienes con
tu pareja. O puede que recuerdes tu dolor de espalda y empieces a
obsesionarte por ello. Como resultado, acabarás sintiéndote aún peor.
2. Cuatro consejos para ayudarte a superar las emociones negativas
En este punto, ya comprendes que tus emociones pueden distorsionar tu
pensamiento, tener un impacto negativo en tu comportamiento y erosionar
tu confianza. Si no las mantienes bajo control, acabarán tomando las riendas
de tu vida. Para gestionar tus emociones de manera más efectiva, te
recomiendo lo siguiente:
Consejo n.º 1—Admite el concepto de que tú no eres tus emociones. Tus
emociones nunca pueden definirte. Por ejemplo, estar triste durante meses
no te hace menos persona de lo que eras cuando estabas feliz. Las
emociones son como nubes que ocultan el sol. El sol siempre está ahí. Tus
emociones pueden engañarte mucho más de lo que puedas imaginar—y lo
harán—pero no pueden cambiar tu esencia.
Consejo n.º 2—Evita agrupar las emociones negativas. Las emociones
negativas atraen más emociones negativas. Por ello, empieza a darte cuenta
de los momentos en los que estás agrupando problemas (como el dolor de
espalda, odiar tu trabajo o una discusión con tu pareja). A continuación,
fíjate en cada problema por separado. Al hacer esto, te darás cuenta de que,
si los consideras uno por uno, estos problemas no son tan graves como
pensabas o al menos son más manejables. No acumules pensamientos
negativos. En vez de ello, compartiméntalos y enfréntate a ellos
individualmente.
Consejo n.º 3—Evita tomar decisiones importantes cuando estás bajo la
influencia de emociones fuertes. Tus emociones distorsionan tu
pensamiento. Esto es válido tanto para emociones negativas como positivas.
En consecuencia, evita tomar cualquier decisión importante cuando estás en
un momento muy positivo (cuando te sientes extasiado) o negativo
(deprimido, sin esperanza, enfadado, etc.). Espera hasta que recuperes un
estado emocional más neutro. Así razonarás con mucha más claridad y
tomarás mejores decisiones. Por ejemplo:

No decidas renunciar a tus sueños cuando te sientas deprimido.


Espera a sentirte mejor antes de tomar una decisión tan importante.
No contestes inmediatamente a un correo electrónico que te ha
hecho enfadar. Espera al menos 24 horas.
No hagas ninguna promesa ni tomes decisiones de relevancia justo
después de recibir una buena noticia (por ejemplo, después de ganar
la lotería).

Si evitas tomar cualquier decisión importante mientras estás bajo el influjo


de las emociones, te ahorrarás muchos problemas.
Consejo n.º 4—Cultiva la autocompasión. ¿Cuántas veces te haces sentir
mal castigándote a ti mismo? El peor momento en el que puedes hacer esto
es cuando ya te sientes mal de por sí. Es por ello que me gusta adoptar lo
que yo denomino la “política de me castigaré después”. En otras palabras,
me doy permiso para ser duro conmigo mismo más adelante, pero no
cuando me encuentro en un estado emocional negativo. En vez de ello,
procuro mostrar esa compasión que tanto necesito conmigo mismo. Y te
recomiendo que hagas lo mismo.
Utiliza estos consejos para gestionar mejor tus emociones y serás capaz de
tomar mejores decisiones en la vida.
Para aprender más sobre cómo gestionar tus emociones, consulta mi libro
Domina Tus Emociones.

Actividad práctica

Completa los ejercicios en tu guía de acción:

Recuerda un momento en el que todo te parecía desalentador y


oscuro, en el que no creías que podrías ser feliz de nuevo. Sé
consciente de que tus emociones negativas acabaron desapareciendo
con el tiempo.
Piensa en tres desafíos actuales en tu vida uno por uno. ¿Cómo te
hace sentir cada uno de ellos? Ahora, visualiza tres cosas por las que
te sientes agradecido o entusiasmado. ¿Te sientes mejor?
Piensa en una mala decisión que hayas tomado como consecuencia
de emociones negativas (enfado, desesperanza, frustración, etc.) o
positivas (alegría, euforia, entusiasmo, etc.).
Durante un minuto completo, dedícate unas palabras de ánimo.
Recuérdate que lo estás haciendo bien, que tienes buenas
intenciones y que estás orgulloso de lo que has logrado. ¿Cómo te
hace sentir esto?

3. La importancia de la autocompasión
Cuando se trata de controlar tus emociones, la autocompasión juega un
papel esencial. Actúa como una red de seguridad para tu bienestar
emocional. Cuando te tratas con dureza, experimentas sufrimiento mental.
Te avergüenzas de ti mismo o sientes culpa o frustración. Tu confianza en ti
mismo se resiente y te sientes atrapado. Los objetivos que tienes en ese
momento, por pequeños que sean, te parecen completamente inalcanzables.
En resumen, cuando no utilizas el poder de la autocompasión, haces que tu
vida sea miserable. En el proceso, pierdes una gran cantidad de energía que
podrías haber utilizado para mejorar y para realizar acciones que te
acercaran a tus objetivos.
Sin embargo, esto no tiene por qué ser así. No hace falta que te castigues
para motivarte. No tienes que culparte cada vez que cometes un pequeño
error. Esto no te ayudará a conseguir tus objetivos. Más bien, lo que hará es
impedirte emplear el poder de la confianza.
El motivo por el que a muchos de nosotros nos falta autocompasión es que
nunca hemos aprendido a hablarnos de una manera amable y empática.
Actuamos como si estuviéramos “a prueba” en la Tierra. Es decir, nos
comportamos como si equivocarnos una sola vez pudiera revelar la
“verdad” de que no somos lo suficientemente buenos en algún área. Al
criticarnos una y otra vez, esperamos estar a la altura de nuestros poco
realistas estándares. Pero esta aproximación es contraproducente e incluso
destructiva. A largo plazo, actuar de esta manera no nos hará sentirnos
plenos ni exitosos.
a. Tres mitos negativos acerca de la autocompasión
El primer paso para desarrollar una mayor autocompasión es desechar
algunos de los mitos comunes que pueden perjudicarnos.
Mito nº. 1—Tienes que ser duro contigo mismo para conseguir algo. El
primer mito es creer que no conseguirás nada si no eres duro contigo
mismo. Pero, ¿es esto cierto? ¿Te volverás perezoso de repente si, en vez de
criticarte, muestras una buena dosis de amabilidad hacia ti mismo? ¿Te
quedarás todo el día en el sofá, sin hacer nada más que comer papas y ver
series en la televisión? Quizás sí, pero solo será temporal.
Menospreciarte cuando ya tienes problemas no es de ayuda. Una estrategia
mucho mejor es darte palabras de ánimo y alegrarte por cada uno de tus
logros. Esto ayudará a reforzar los comportamientos positivos y te motivará
a reproducir estos comportamientos en el futuro. De esta manera, estarás
creando un camino hacia el éxito.
La verdad es que la autocompasión es mucho más efectiva que la
autocrítica. La autocompasión te invita a admitir la verdad innegable de que
eres un ser humano que puede equivocarse pero que, en todo momento,
estás intentando hacer lo mejor que puedes con lo que tienes. Mostrar
compasión hacia ti mismo te permite seguir adelante, a pesar de los
contratiempos que te puedas encontrar en el camino. Te vuelve mucho más
resiliente y te ahorra mucho sufrimiento mental. Como resultado, acabarás
logrando mucho más de lo que conseguirías utilizando la autocrítica como
tu herramienta principal de motivación.
Yo realicé la transición de la autocrítica a la autocompasión hace unos años
y nunca he vuelto a mirar atrás. ¿Estoy satisfecho con todo en mi vida? Por
supuesto que no. ¿Desearía que me fuera mejor en algunas áreas de mi
vida? Sí, claro. No obstante, comprendo que la manera más efectiva de
mejorar es ser amable conmigo mismo y seguir avanzando a mi propio
ritmo.
La conclusión es que cultivar la autocompasión no te llevará a volverte
conformista. Al contrario, te hará más resiliente y te ayudará a conseguir
más con menos estrés. Será como tener a un asesor comprensivo las 24
horas del día durante el resto de tu vida. ¿NO te parece fantástico?
Mito nº. 2—La autocompasión es para los débiles. Esto está relacionado
con el primer mito. Mucha gente cree que mostrar autocompasión les hará
débiles. La gente fuerte es dura. Esperan lo mejor de sí mismo y se castigan
cuando no hacen lo que se suponen que debían hacer, ¿no es así? Sí, pero
esto no significa que debas tratarte mal ni que debas causarte sufrimiento.
La gente fuerte tiene la inteligencia emocional suficiente para respetarse y
darse ánimos a sí misma durante los momentos difíciles. Esto es lo que les
hace verdaderamente imparables. Se exigen más a sí mismos, pero lo hacen
de forma amable. No dejan que las emociones negativas les quiebren; se
aceptan tal y como son—temporalmente. Al hacerlo, desarrollan una
estabilidad emocional más sólida que aquellos que se creen duros y pueden
perseverar durante más tiempo experimentando menos sufrimiento mental.
La autocompasión no es para los débiles. De hecho, es un signo de fortaleza
y de madurez. Los fuertes saben cómo utilizarla para alcanzar sus objetivos
y sueños a largo plazo.
Mito nº. 3—La autocompasión es egoísta. Puede que te cueste practicar la
autocompasión porque te haga sentir como si fueras egoísta o arrogante.
¿Quién eres tú para ser amable contigo mismo o incluso amarte? Si te
sientes así, puedes sentir resistencia cuando empieces a hablarte y actuar de
manera más amable contigo mismo.
Pero, ¿la autocompasión es realmente egoísta? ¿Está prohibido darte un
respiro? De nuevo, este tipo de pensamiento surge de la idea de que, si no
eres duro contigo mismo, no completarás lo que debas hacer y esto, a su
vez, proviene de una falta de amor por ti mismo.
Si te criticas continuamente a ti mismo, todo lo que conseguirás es hacerte
sentir miserable, lo que, como efecto secundario, te llevará a rendir menos.
Es por esto que la autocompasión no es egoísta. Es más bien desinteresada.
Porque, si eres capaz de tratarte con más amor y respeto, tendrás más
energía para generar un efecto positivo en el mundo que te rodea. Además,
cuanto más aprendas a ser amable contigo mismo, más tenderás a ser
amable con los demás.
Para concluir, mostrar autocompasión no es ser egoísta. Es una parte
importante del cuidado personal y es esencial si quieres aumentar tu
autoestima y tu resiliencia emocional.
b. Cómo desarrollar autocompasión
Yo solía ser bastante duro conmigo mismo. Podía insultarme y enfadarme
cuando no conseguía los resultados que esperaba. Además, me comparaba
con los demás. Viendo los malos resultados que parecía estar obteniendo en
muchas áreas de mi vida, me sentía frustrado.
Sin embargo, después de leer libros y a través de mi experiencia personal,
empecé a darme cuenta de que castigarme no me estaba beneficiando. De
hecho, puede que en realidad me estuviera lastrando y haciendo sentir fatal.
Así que tomé la decisión radical de dejar de castigarme a mí mismo. Desde
este punto, decidí darme ánimos en los tiempos difíciles, porque, ¿en qué
podía beneficiarme la autocrítica cuando ya me sentía desmotivado?
Para dejar atrás la autocrítica y cultivar la autocompasión, empecé a
cambiar mi discurso interno. Por ejemplo, en vez de decirme que era un
idiota cada vez que me equivocaba, me decía cosas como estas:

No pasa nada, lo haré mejor la próxima vez.


No es para tanto.
He hecho lo que podía con lo que tenía.
¿Qué puedo aprender de esto para hacerlo mejor la próxima vez?
Nadie es perfecto.

Cambiar mi discurso interno me hizo darme cuenta de lo condicionada que


suele estar la gente. No nos cuesta nada criticarnos, pero nos resulta difícil
darnos ánimos. ¿No te parece raro? Cuando empecé a aprovechar cada
oportunidad para practicar la autocompasión, me di cuenta de que era una
estrategia mucho más útil para alcanzar éxito y felicidad a largo plazo. Ser
amable conmigo mismo no me hizo conformista. Al contrario, aumentó mi
motivación y disparó mi productividad.
1) Seguir un desafío de autocompasión de 7 días
Una forma efectiva de empezar a cultivar la autocompasión es seguir un
desafío de autocompasión de 7 días. Este desafío es sencillo:
Durante los próximos siete días, deja de culparte y de hablarte de forma
negativa. No te insultes. No digas que eres un idiota. Sé amable contigo
mismo. No te preocupes por los pequeños problemas. La mayoría de los
errores que cometes no son para tanto y, desde luego, no son una razón para
faltarte al respeto. Cuando sientas la necesidad de criticarte, detente un
segundo y repítete que lo estás haciendo bien. Date ánimos para hacer
mejor el trabajo la próxima vez o para aprender una lección del error
siempre que sea posible.
Para ayudarte, puedes llevar una pulsera de goma en tu muñeca y hacer una
muesca cada vez que te des cuenta de que te estás faltando al respeto. Sigue
haciendo esto durante una semana y observa cómo afecta a tus resultados y
a tu bienestar global. ¿Te vuelve conformista o te hace sentir mejor, más
dispuesto a mejorar y a seguir adelante? Pruébalo y comprueba los
resultados tú mismo.
2) Cambiar tu discurso interno
Como seres humanos, podemos decidir cómo nos hablamos a nosotros
mismos. Recuerda que nuestro discurso interno determina lo que hacemos y
cómo nos sentimos. Las personas felices tienden a ser optimistas y centran
la mayor parte de su tiempo y su energía en las oportunidades que tienen
delante. En cambio, las personas infelices tienden a ser pesimistas. Ven el
lado negativo de las cosas y buscan razones por las que no pueden lograr
sus objetivos o realizar cambios positivos en sus vidas.
¿Y tú? ¿Qué conversaciones tienes contigo mismo? ¿Te hablas
respetuosamente o utilizas palabras duras y te tratas como si fueras alguien
a quien menosprecias?
Hagamos un experimento rápido. Piensa en las palabras que utilizas cuando
te criticas. Ahora, imagínate diciéndole estas mismas palabras a alguien que
quieres. ¿Cómo crees que reaccionaría?
Por suerte, puedes ajustar tu discurso interno. Pero primero, debes ser
consciente de la conversación que está teniendo lugar en tu mente.
Seguramente, hasta este momento nunca antes habías prestado atención a tu
discurso interno. Durante las próximas veinticuatro horas, intenta ser
plenamente consciente de él. Registra cómo te hablas a ti mismo y escribe
lo que has descubierto.
En una escala del 1 al 10 (siendo 1 extremadamente negativo y 10,
extremadamente positivo), ¿cómo fue el contenido de tu discurso interno?
¿Te hiciste sentir mal o te diste ánimos? ¿Qué pensamientos negativos
tuviste? ¿Qué palabras negativas utilizaste?
Ahora, si tuvieras una confianza inquebrantable en ti mismo y pudieras
dejar de castigarte por completo, ¿cómo cambiarías tu discurso interno?
¿Qué empezarías a decirte? ¿Qué dejarías de decirte?
4. Los cuatro motivadores para construir una motivación duradera
Para desarrollar una confianza inquebrantable a largo plazo, también debes
aprender a mantener un elevado nivel de motivación. En mi opinión, existen
cuatro tipos de motivadores que nos llevan a actuar, que son:

1. Amor,
2. Deseo,
3. Dolor y
4. Ego.

Vamos a analizar cada uno de estos motivadores uno por uno y vamos a ver
cómo puedes utilizarlos para mantener una elevada motivación a largo
plazo.
a. Amor
Un deseo sincero de realizar tu aportación al mundo y de marcar la
diferencia en la vida de la gente te mantendrá motivado mientras trabajas
para alcanzar tu objetivo. Si tienes una visión atractiva inspirada por el
amor, te sentirás impulsado por esta visión y por el entusiasmo que sientes
debido a la contribución que estás realizando. Cuanto más actúes por amor
y por la necesidad de aportar, más fácil será que te mantengas motivado.
Este es el “por qué” tras tu objetivo.
b. Deseo
El deseo se diferencia del amor en que no se trata de aportar algo a otras
personas. En su lugar, se centra en diseñar la vida que quieres para ti
mismo. Consiste en vivir la vida según tus propios términos.
Tener objetivos que te entusiasmen reforzará tu motivación
significativamente. Te sentirás en conexión con tus objetivos, hasta el punto
de que recordarte lo que vas a ganar al trabajar en ellos será suficiente para
hacerte seguir avanzando.
Por ejemplo, uno de mis objetivos es crear un negocio por Internet que me
apasione y del que pueda vivir. Algunos de los beneficios de este objetivo
incluyen:
Tener la libertad de viajar por el mundo mientras trabajo en mi
negocio,
Poder pasar tiempo con mi familia,
Ser libre de vivir en diferentes países y de aprender nuevos idiomas,
Tener la libertad de tomarme unas vacaciones cuando lo desee,
Poder pasar tiempo haciendo lo que me gusta,
Tener el potencial de ganar más dinero si amplío mi negocio (cosa
que no sería posible si trabajase para otra persona),
Encontrarme en una situación en la que puedo, y debo, crecer
constantemente y convertirme en mejor persona y
Disponer de más tiempo para dedicarlo a mi propio crecimiento
personal (seminarios, meditación, proyectos paralelos, etc.).

Estas son todas las cosas que me motivan a trabajar en mis objetivos todos
los días.
Puedes consultar también la PARTE V. La Fórmula de la Confianza en uno
mismo, sección C. Deseo intenso.
c. Dolor
Nadie quiere sufrir y pasamos mucho tiempo huyendo del dolor. Si se
utiliza de manera inteligente, el dolor puede ser una herramienta efectiva
para motivarte cuando no te apetece hacer nada.
Cuando trabajaba como asalariado, había muchos momentos en los que no
me apetecía trabajar en mi negocio por Internet. Tras un duro día de trabajo,
volvía a casa exhausto y solo quería descansar. ¡Apuesto a que puedes
sentirte identificado con esta sensación! Gestioné este asunto centrándome
en el dolor que debería soportar si no trabajaba en mi negocio y diseñaba la
vida que deseaba. Me planteaba estas preguntas:

¿Quiero dedicarme a un trabajo que odio durante el resto de mi


vida?
¿Quiero quedarme atrapado en un atasco cada mañana durante los
siguientes cuarenta años?
¿Quiero tener un jefe diciéndome lo que tengo que hacer cuando yo
ya sé lo que quiero hacer con mi vida?
¿Cuándo fallezca, me arrepentiré de no haber hecho lo que sabía que
debía hacer? ¿Cuánto dolor sentiré cuando me dé cuenta de que no
he tenido el valor, la determinación o la perseverancia suficientes
para perseguir mis sueños?
¿Puedo aceptar el dolor y el arrepentimiento por no enfrentarme a
mis miedos y no haber conseguido marcar la diferencia con mi
trabajo?

La idea de pasar cuarenta años en un trabajo que no podía soportar me


proporcionó una gran dosis de motivación. La libertad es lo que más valoro
y no poder disfrutar del grado de libertad que quiero resultaba insoportable.
d. Ego
El ego también puede ser un motivador poderoso. Puedes utilizar en tu
propio beneficio tu deseo de tener éxito, de ser querido o de demostrar que
aquellos que no creían en ti estaban equivocados. Por ejemplo, puedes
sentirte más motivado si piensas en lo orgullosos que estarán tus padres de
ti. O puede que la idea de demostrarle a alguien que duda de ti lo que vales
te haga continuar progresando.
Sin embargo, debes tener en cuenta que, si sientes una necesidad constante
de satisfacer tu ego, puede que debas dedicar un tiempo a trabajar en esto.
Sería una buena idea averiguar por qué estás intentando obtener la
aprobación de los demás con tanto ahínco.
Yo he confiado, y sigo confiando, en los cuatro tipos de motivación para
asegurarme de que sigo avanzando. A continuación, te muestro algunos
ejemplos concretos de cada categoría:

Amor: ser consciente de cuánto puedo influir en la vida de otras


personas me hace sentirme ilusionado para trabajar en mis libros.
Dolor: cuando me sentía cansado tras el trabajo, me imaginaba a mí
mismo permaneciendo en un trabajo que odiaba durante cuarenta
años más. Esto me dio un aporte adicional de motivación que me
ayudó a trabajar en mis objetivos durante unas pocas horas, incluso
cuando no tenía ganas.
Deseo: cuando me siento desmotivado, pienso en la libertad de la
que disfrutaré una vez alcance mis objetivos. Evidentemente, esto
me hace sentirme ilusionado y me devuelve la energía.
Ego: aunque no me gusta reconocerlo, de vez en cuando imagino
que he alcanzado todos mis sueños y que los demás admiran a la
persona en la que me he convertido.

¿Qué hay de ti? ¿Cómo puedes utilizar estos cuatro motivadores para
animarte a perseguir tu visión?
Para aprender a desarrollar una motivación duradera a largo plazo, consulta
el segundo libro de esta colección, Domina Tu Motivación.
5. La importancia de disfrutar del proceso
El famoso coach Tony Robbins dijo que “progresar equivale a la felicidad”
y me parece que es una afirmación muy cierta. Aquellos que dejan de
mejorar y que no tienen ningún objetivo que les motive a seguir avanzando
suelen sentirse menos felices que aquellos que lo tienen.
En consecuencia, si quieres ser más feliz y resiliente para poder alcanzar tus
objetivos, te recomiendo centrarte en el proceso. Para hacerlo de forma
efectiva, tienes que pasar de preocuparte excesivamente por los resultados a
disfrutar del proceso de mejorar día a día, sabiendo que los resultados a
largo plazo son inevitables.
Recuerda que la verdadera confianza en ti mismo es la capacidad de creer
en ti a largo plazo. Es saber que resolverás las cosas, mientras mantienes tu
entusiasmo día sí y día también, independientemente de tus resultados (o de
la falta de ellos) a corto plazo.
Siempre tienes la capacidad de creer en ti y en tu visión, y siempre tienes la
capacidad de aprender y mejorar. Sigue creyendo en ti mismo, sigue
utilizando el poder de la confianza con el que naciste, perfecciona el
proceso y adhiérete a él hasta que acabes donde quieres estar.
El proceso adecuado conduce a resultados adecuados
Lo cierto es, sin importar cuánto desees algo, nunca puedes estar seguro de
que lo obtendrás en el periodo de tiempo deseado. No obstante, sí que
puedes crear un proceso efectivo y seguirlo con diligencia. Una vez que
aprendes a confiar en el proceso, puedes liberarte de las dudas, ya que sabes
que estás haciendo lo correcto.
Por ejemplo, yo no puedo saber con certeza cuántas copias de mis libros
venderé en un determinado año, pero puedo decidir cuántos libros voy a
escribir. Por lo tanto, parte de un proceso efectivo para mí es escribir (casi)
todos los días, nada más levantarme, y publicar libros con regularidad,
siguiendo mi plan original.
No puedo estar seguro de que un determinado libro se venderá bien, pero
puedo estudiar el mercado y elegir un tema que crea que se venderá bien.
No sé si un anuncio en particular será rentable, pero puedo dedicar un
tiempo cada día/semana para optimizar los anuncios existentes y crear otros
nuevos. Tengo poder sobre todas estas cosas.
Todas las cosas que creo que debo hacer para alcanzar mis objetivos se
convierten en mi proceso. Este proceso es algo con lo que me obsesiono y
con lo que comparo constantemente. Se convierte en algo que debo seguir
religiosamente, independientemente de los resultados externos (o de la falta
de ellos).
Por supuesto, cosas como tener la meta final en mente y visualizar tus
objetivos son importantes. Sin embargo, una vez que has hecho esto, lo
único que realmente importa es seguir tu proceso. Si puedes hacerlo, los
pequeños resultados se acumularán con el tiempo, llevando a resultados a
largo plazo que con frecuencia excederán tus mayores expectativas.
El proceso es el objetivo. Debes tomarte tu objetivo y los hábitos
subyacentes con seriedad. Recuerda, el éxito no es algo que sucede en el
futuro, es algo que creas día a día cuando haces lo mejor que puedes con lo
que tienes. Por lo tanto, no necesitas diez años para alcanzar el éxito,
puedes tener éxito hoy llevando a cabo las acciones que crees que son
correctas. Y, en última instancia, esto es todo lo que puedes hacer.

Actividad práctica
Completa el siguiente ejercicio en tu guía de acción:

Piensa en uno de tus objetivos principales.


Ahora, intenta pensar en el mejor proceso para conseguirlo. Para
ello, pregúntate, “¿Qué debería hacer cada día para garantizarme el
alcanzar este objetivo?”.
CONCLUSIÓN

Me gustaría felicitarte por haber leído este libro hasta el final. En este
punto, ya debes haber desarrollado una comprensión profunda sobre el
poder de la confianza y ya debes saber cómo puedes utilizarlo para
transformar tu vida. Recuerda, nadie puede robarte tu capacidad de creer en
ti mismo y en tu visión; solo tú puedes negarla u olvidarte de ella.
Espero que utilices el poder de la confianza para desarrollar una confianza
inquebrantable en ti mismo que te acerque a tu futuro ideal. También espero
que utilices este poder para inspirar a los demás a cultivar su propia y poco
aprovechada capacidad de creer en sí mismos.
Para ello, asegúrate de cultivar una nueva identidad incorporando las
siguientes creencias fundamentales:

1. Puedo utilizar mis pensamientos para dar forma a mi realidad.


2. El universo está de mi parte.
3. Si otros pueden, yo puedo
4. Siempre puedo mejorar.
5. Si puedo hacerlo una vez, puedo hacerlo de nuevo.
6. Puedo resolver las cosas.
7. El fracaso no es inevitable.
8. El éxito es inevitable.

A continuación, activa el poder de la confianza:


Construyendo un entorno positivo que respalde el futuro que deseas
crear,
Utilizando el poder de la repetición hasta que veas resultados
tangibles,
Cultivando un deseo intenso hasta que te sientas impulsado a actuar
y
Saliendo de tu zona de confort y expandiendo tu abanico de
posibilidades haciendo “lo imposible”.

A medida que aprendas a mantener un elevado nivel de confianza


centrándote en la visión a largo plazo y controlando mejor tus emociones,
magnificarás el poder de la confianza y conseguirás cosas que te parecían
imposibles.
Así que, sigue confiando, invierte tiempo y energía en aquello que más te
importe y realiza acciones repetidas hasta que obtengas resultados
positivos. Y, cuando te enfrentes a dificultades, aprende de ellas,
perfecciona tu estrategia y sigue tu camino con un optimismo
inquebrantable.
Así es cómo conseguirás que el poder de la confianza funcione para ti.
Por último, recuerda que somos la única especie que puede utilizar la
imaginación para convertir lo invisible en visible. Asegúrate de aprovechar
al máximo este extraordinario poder para crear un futuro mejor para ti y
para los que te rodean.
Si tienes cualquier pregunta o deseas compartir tu historia conmigo, no
dudes en escribirme a: thibaut.meurisse@gmail.com.
Siempre me alegra saber de mis lectores.
Saludos cordiales,
Thibaut Meurisse
¿QUÉ OPINAS?

Espero que este libro te haya servido de ayuda. Te estaría muy agradecido
su pudieras dedicar un momento a dejar tu opinión sincera en Amazon.
¡Gracias de nuevo por tu apoyo!
Thibaut
DOMINA TUS EMOCIONES (EXTRACTO)

El espíritu vive en sí mismo, y en sí mismo puede crear un cielo del


Infierno, y un infierno del Cielo.
— JOHN MILTON, POETA.

Todos nosotros experimentamos un amplio abanico de emociones durante


nuestras vidas. Tengo que admitir que yo mismo he experimentado altibajos
mientras escribía este libro. Al principio estaba muy emocionado e
ilusionado con la idea de proporcionar a la gente una guía para ayudarles a
entender sus emociones. Imaginaba cómo mejorarían las vidas de los
lectores al aprender a controlar sus emociones. Estaba muy motivado y no
podía evitar pensar lo maravilloso que sería el libro.
O eso es lo que pensaba al principio.
Después de la ilusión inicial, llegó el momento de sentarse y ponerse a
escribir el libro real, y en este punto es cuando desapareció rápidamente la
emoción. Mi escritura me parecía aburrida, y me sentía como si no tuviera
nada significativo o valioso con lo que contribuir.
Sentarme en mi escritorio y escribir se volvía cada vez más un reto para mí
con el paso de los días. Empecé a perder la confianza en mí mismo. ¿Quién
era yo para escribir un libro sobre emociones sino podía controlar ni mis
propias emociones? ¡Qué ironía! Incluso consideré tirar la toalla. Ya existen
un montón de libros sobre este tema, así que, ¿para qué añadir uno más?
Al mismo tiempo, me di cuenta de que este libro era una oportunidad
perfecta para trabajar mis propias emociones. ¿Y quién no sufre emociones
negativas de vez en cuando? Todos pasamos por altibajos emocionales, ¿no
es cierto? La clave es qué hacemos con nuestros momentos bajos. ¿Estamos
utilizando nuestras emociones para nuestro crecimiento personal? ¿Estamos
aprendiendo algo de ellas? ¿O estamos atormentándonos a causa de ellas?
Hablemos ahora de tus emociones. Déjame empezar haciéndote esta
pregunta:
¿Cómo te sientes ahora mismo?
Saber cómo te sientes es el primer paso para poder tomar el control de tus
emociones. Puede que hayas pasado mucho tiempo internalizando la idea de
que has perdido la conexión con tus propias emociones. Puede que hayas
respondido algo así como: “Siento que este libro puede ser útil”, o “De
verdad siento que podría aprender algo de este libro”. No obstante, ninguna
de estas respuestas refleja cómo te sientes. Tú no ‘sientes que’, simplemente
‘sientes’. No ‘sientes que’ este libro podría ser útil, sino que ‘piensas’ o
‘crees’ que este libro podría ser útil, y esto genera una emoción que te hace
‘sentir’ motivado para leerlo. Los sentimientos se manifiestan como
sensaciones físicas en tu cuerpo, no como una idea en tu mente. Quizá, la
razón por la que la palabra ‘sentir’ se usa en exceso o de forma inadecuada
es porque no queremos hablar sobre nuestras emociones. Así que, ¿cómo te
sientes ahora?
¿Por qué es importante hablar sobre las emociones?
Cómo te sientes determina la calidad de tu vida. Tus emociones pueden
hacer que vivas una vida miserable o verdaderamente mágica. Esta es la
razón por la que son uno de los aspectos de la vida más importantes en los
que centrarse. Tus emociones dan color a todas tus experiencias. Cuando te
encuentras bien, todo parece o sabe mejor. También tus pensamientos son
mejores. Tu nivel de energía es más alto y las posibilidades parecen
ilimitadas. Por contra, cuando te sientes deprimido, todo parece triste.
Tienes menos energía y te sientes poco motivado. Te sientes estancado en
un lugar en el que no quieres estar (tanto mental como físicamente), y el
futuro parece oscuro.
Tus emociones también pueden actuar como una poderosa guía. Pueden
decirte que algo está mal y permitirte realizar cambios en tu vida. Por ello,
son una de las herramientas de crecimiento personal más poderosas que
tienes.
Por desgracia, lo más probable es que ni tus profesores ni tus padres te
hayan enseñado cómo funcionan tus emociones ni cómo controlarlas. Me
parece irónico que hoy en día casi cualquier cosa venga con un manual de
instrucciones, excepto tu mente. Porque, ¿nunca has recibido un manual de
instrucciones que te enseñe cómo funciona tu mente y cómo controlar mejor
tus emociones? ¿Verdad? Yo no lo he recibido. De hecho, dudo que haya
existido un manual así, hasta ahora.
Qué aprenderás en este libro
Este libro es el manual de uso que deberían haberte dado tus padres al
nacer. Es el manual de instrucciones que deberías haber recibido en el
colegio. En él, compartiré contigo todo lo que necesitas saber sobre tus
emociones para que puedas superar tus miedos y limitaciones y convertirte
en la persona que realmente quieres ser.
Aprenderás qué son las emociones, cómo se forman y cómo puedes
utilizarlas para tu crecimiento personal. También aprenderás a gestionar las
emociones negativas y a condicionar tu mente para crear emociones más
positivas.
Mi esperanza y mi expectativa sinceras son que, cuando acabes de leer el
libro, tengas una visión clara de lo que son las emociones y las herramientas
que necesitas para empezar a dominar tus emociones.
De forma más específica, este libro te ayudará a:

Entender lo que son las emociones y cómo afectan tu vida


Identificar las emociones negativas que dominan tu vida y aprender
a superarlas
Cambiar tu historia para tomar el control de tu vida y construir un
futuro mejor, y
Reprogramar tu mente para experimentar emociones más positivas.
Aquí tienes un resumen más detallado de lo que aprenderás en este libro:
En la Parte I, hablaremos sobre qué son las emociones. Aprenderás por qué
estás programado para centrarte en la negatividad y qué puedes hacer para
contrarrestar este efecto. También descubrirás cómo tus creencias afectan
tus emociones. Por último, aprenderás cómo funcionan las emociones
negativas y por qué son tan complejas.
En la Parte II, repasaremos los elementos que afectan de forma directa tus
emociones. Entenderás la importancia de tu cuerpo, tus pensamientos, tus
palabras o tu sueño en tu vida y cómo puedes utilizarlos para cambiar tus
emociones.
En la Parte III, aprenderás cómo se generan las emociones. También
descubrirás cómo condicionar tu mente para experimentar emociones más
positivas.
Por último, en la Parte IV, veremos cómo utilizar tus emociones como una
herramienta de desarrollo personal. Aprenderás por qué experimentas
emociones como el miedo o la depresión y cómo funcionan. A
continuación, descubrirás cómo utilizarlas para tu crecimiento personal.
Empecemos.
Para empezar a dominar hoy tus emociones dirígete a
mybook.to/domina_tus_emociones
1. Qué son las emociones
¿Te has preguntado alguna vez qué son las emociones y para qué sirven?
En esta sección, trataremos el tema de cómo afecta a tus emociones tu
mecanismo de supervivencia. A continuación, explicaremos qué es el ‘ego’
y qué influencia tiene sobre tus emociones. Por último, desvelaremos el
mecanismo que se esconde tras las emociones y aprenderemos por qué
puede ser tan difícil gestionar las emociones negativas.
Porqué tendemos hacia la negatividad
Tu cerebro está diseñado para la supervivencia, lo que explica por qué
puedes leer este libro en este momento. Si lo piensas bien, las
probabilidades de que nacieras eran extremadamente escasas. Para que
ocurriera este milagro, todas las generaciones anteriores a ti tuvieron que
sobrevivir lo suficiente para procrear. En su lucha por la supervivencia y la
procreación, seguramente se enfrentaron a la muerte cientos o incluso miles
de veces.
Por suerte, al contrario que tus ancestros, lo más probable es que tú no
tengas que enfrentarte a la muerte cada día. De hecho, la vida nunca había
sido tan segura como ahora (en muchas partes del mundo). Sin embargo, tu
mecanismo de supervivencia no ha cambiado demasiado. Tu cerebro sigue
escaneando tu entorno en busca de potenciales peligros.
En cierta manera, algunas partes de tu cerebro se han quedado obsoletas.
Aunque ya no existe el peligro de que pueda comerte un depredador en
cualquier momento, tu cerebro sigue dándole más importancia a los sucesos
negativos que a los positivos.
Por ejemplo, el miedo al rechazo es un ejemplo de la tendencia hacia la
negatividad. En el pasado, ser rechazado de tu tribu reducía
significativamente tus probabilidades de supervivencia. En consecuencia,
hemos aprendido a buscar cualquier señal de rechazo, y esto ha quedado
arraigado en nuestro cerebro.
Actualmente, ser rechazado suele conllevar pocas o ninguna consecuencia
sobre tu supervivencia a largo plazo. Puede que te odie todo el mundo y aun
así sigas teniendo trabajo, una casa y comida de sobra en tu mesa, pero tu
cerebro sigue estando programado para percibir el rechazo como una
amenaza para tu supervivencia.
Esta es la razón por la que el rechazo puede ser tan doloroso. Por mucho
que sepas que la mayoría de rechazos no tienen mucha importancia, no
puedes evitar sentir dolor emocional. Si haces caso a tu mente, puedes crear
todo un drama por un rechazo. Puedes pensar que no mereces el amor y
obsesionarte con el rechazo durante días o incluso semanas. Aun peor,
puedes sumirte en la depresión a causa de ese rechazo.
De hecho, una sola crítica puede valer más que cientos de opiniones
positivas. Este es el motivo por el que un autor con opiniones de 5 estrellas
puede sentirse tan mal cuando recibe una opinión de 1 estrella. Aunque el
autor entiende que la opinión de 1 estrella no supone ninguna amenaza para
su supervivencia, su cerebro no lo percibe así. Más bien interpreta la
opinión negativa como una amenaza a su ego, lo que desencadena una
reacción emocional.
El miedo al rechazo también puede hacer que dramatices en exceso los
sucesos negativos. Si tu jefe te critica en el trabajo, tu cerebro puede
entenderlo como una amenaza y puedes pensar, “¿Y si me despiden? ¿Y si
no puedo encontrar otro trabajo y mi mujer me abandona? ¿Qué pasará con
mis hijos? ¿Y si no los puedo volver a ver?” Aunque eres afortunado por
contar con un mecanismo de defensa tan efectivo, también es tu
responsabilidad distinguir entre las amenazas reales y las imaginarias. Para
superar esta tendencia hacia la negatividad, tienes que reprogramar tu
mente. Una de las capacidades más poderosas del ser humano es nuestra
habilidad para utilizar nuestros pensamientos para dar forma a nuestra
realidad e interpretar los sucesos de una manera que nos empodere. Este
libro te enseñará cómo hacerlo.
Por qué el objetivo de tu cerebro no es hacerte feliz
El objetivo principal de tu cerebro no es hacerte feliz, sino asegurar tu
supervivencia. Por tanto, si quieres ser feliz, debes tomar el control de tus
emociones en vez de suponer que serás feliz con ellas porque es tu estado
natural. En la siguiente sección, veremos qué es la felicidad y cómo
funciona.
Cómo puede impedir tu felicidad la dopamina
La dopamina es un neurotransmisor que, entre otras funciones, juega un
papel esencial en recompensar ciertos comportamientos. Cuando se libera
dopamina en áreas específicas de tu cerebro – los centros del placer –
experimentas una sensación de euforia. Esto es lo que sucede cuando haces
ejercicio, cuando haces apuestas, practicas sexo o disfrutas de una comida.
Una de las funciones de la dopamina es asegurarse de que buscas comida
para no morirte de hambre, y de que buscas compañero/a para reproducirte.
Sin la dopamina, muchas especies se habrían extinguido. ¿Está bastante
bien, no?
Bueno, sí y no. En el mundo actual, este sistema de recompensa se ha
quedado obsoleto, en muchos casos. Mientras que en el pasado la dopamina
estaba ligada a nuestro instinto de supervivencia, hoy en día se puede
generar una liberación de dopamina de forma artificial. Un buen ejemplo de
este efecto son las redes sociales, que utilizan la psicología para hacer que
pases todo el tiempo posible en ellas. ¿Te has dado cuenta de todas esas
notificaciones que te llegan constantemente? Su función es generar una
liberación de dopamina para que permanezcas conectado, ya que, cuanto
más tiempo pases conectado a una red social, más dinero gana esta. Ver
pornografía o apostar también induce una liberación de dopamina, lo que
puede hacer que estas actividades se vuelvan muy adictivas.
Por suerte, no estamos obligados a actuar cada vez que nuestro cerebro
libera dopamina. Por ejemplo, no hace falta que revisemos constantemente
nuestro tablón de Facebook solo porque esto nos produce un placentero
aumento de dopamina.
La sociedad actual nos vende una versión de la felicidad que en realidad nos
puede hacer infelices. En gran medida, nos hemos vuelto adictos a la
dopamina porque los vendedores han descubierto formas efectivas de
explotar nuestros cerebros. Recibimos múltiples dosis de dopamina durante
el día y nos encanta. Sin embargo, ¿equivalen realmente a la felicidad?
Peor aún, la dopamina puede crear verdaderas adicciones con
consecuencias graves para nuestra salud. Un estudio llevado a cabo de la
Universidad de Tulane demostró que, cuando se les permitía autoestimular
sus centros de placer a voluntad, los participantes lo hacían unas cuarenta
veces por minuto. ¡Preferían estimular sus centros de placer que comer,
incluso renunciando a la comida cuando estaban hambrientos!
El coreano Lee Seung Seop es un caso extremo de este síndrome. En 2005,
Seop falleció tras jugar a un videojuego durante cincuenta y ocho horas
seguidas sin apenas comer ni beber, y sin dormir. La investigación posterior
concluyó que la causa de la muerte fue un fallo cardíaco debido al
cansancio y la deshidratación. Seop tenía tan solo veintiocho años.
Para tomar el control de tus emociones, es esencial entender el papel que
juega la dopamina y cómo afecta a tu felicidad. ¿Eres adicto al móvil?
¿Vives pegado a la televisión? O quizás pasas demasiado tiempo jugando a
videojuegos. La mayoría de nosotros somos adictos a algo. Para muchas
personas, la adicción resulta obvia, pero para otras, es más sutil. Por
ejemplo, puede que seas adicto a pensar las cosas en exceso. Para controlar
mejor tus emociones, es importante conocer tus adicciones, ya que pueden
robarte tu felicidad.
El mito de “algún día lo haré”
¿Eres de los que piensan que algún día lograrán su sueño y por fin serán
felices? Es poco probable que esto suceda. Puede que logres cumplir tu
sueño (eso espero), pero probablemente no vivirás ‘siempre feliz después de
conseguirlo’. Esta es solo otra de las ilusiones que crea tu mente.
Tu mente se aclimata rápidamente a nuevas situaciones, lo que
probablemente es el resultado de la evolución y de nuestra necesidad de
adaptarnos continuamente para sobrevivir y reproducirnos. Esta también es
la razón por la que tu nuevo coche o tu nueva casa solo te harán feliz por un
tiempo. Una vez que se acaba la emoción inicial, seguirás adelante para
buscar tu nuevo objetivo. Este fenómeno se conoce como ‘adaptación
hedónica’.
Cómo funciona la adaptación hedónica
Déjame compartir contigo un interesante estudio que probablemente
cambiará tu forma de entender la felicidad. Este estudio, que fue llevado a
cabo en personas que habían ganado la lotería y en personas parapléjicas,
fue revelador para mí. Esta investigación, realizada en 1978, evaluó cómo
afectaba a la felicidad el hecho de ganar la lotería o de convertirse en
parapléjico.
El estudio mostró que, un año después de cualquiera de los dos sucesos,
ambos grupos eran igual de felices que antes de experimentarlo. Has leído
bien, igual de felices (o de infelices). Puedes descubrir más sobre el estudio
viendo el video Ted Talk de Dan Gilbert titulado ‘The Susprising Science of
Happiness’ (‘La Sorprendente Ciencia de la Felicidad’).
Puede que pienses que serás feliz ‘cuando lo consigas’. Sin embargo, tal y
como nos muestra el estudio anterior sobre la felicidad, esto no es cierto.
No importa lo que te ocurra, una vez te adaptes al nuevo suceso, volverás a
tu estado predeterminado de felicidad. Así es como funciona tu mente.
¿Significa esto entonces que no puedes ser más feliz de lo que eres ahora?
No. Lo que quiere decir es que, en global, los eventos externos que te
pueden suceder tienen muy poco impacto sobre tu nivel de felicidad.
De hecho, según Sonja Lyubomirsky, autora de ‘The How of Happiness’
(‘El Cómo de la Felicidad’), el cincuenta por cien de nuestra felicidad está
determinada por la genética; el cuarenta por cien, por factores internos; y
solo el diez por cien, por factores externos. Estos factores externos incluyen
si estamos solteros o casados, si somos ricos o pobres, y factores de
influencia social similar.
Esto sugiere que solo el diez por cien de tu felicidad depende de factores
externos, lo que seguramente es mucho menos de lo que pensabas. En
conclusión: Tu felicidad depende de tu actitud hacia la vida, no de lo que te
ocurre.
Por ahora, hemos visto cómo tus mecanismos de supervivencia afectan
negativamente a tus emociones y te impiden experimentar más alegría y
felicidad en tu vida. En la siguiente sección aprenderemos más sobre el ego.
Para leer más visita mi página de escritor en:
amazon.com/autor/thibautmeurisse
OTROS LIBROS DEL AUTOR

En español:
Domina Tus Emociones: Una Guía Práctica para Superar la Negatividad y
Controlar Mejor tus Emociones
Domina Tu Motivación: Una Guía Práctica para Desbloquearte, Generar
Impulso Positivo y Mantener la Motivación a Largo Plazo
Domina Tu Concentración: Una Guía Práctica para Evitar las Distracciones
y Centrarte en lo Importante
Domina Tu Destino: Una Guía Práctica para Reescribir tu Historia y
Convertirte en la Persona que Quieres Ser
Domina Tu Pensamiento: Una Guía Práctica para Conectar con la Realidad
y Lograr Resultados Tangibles en el Mundo Real
Domina Tu Éxito: Principios Clave para Desarrollar Confianza en Ti
Mismo y Alcanzar un Verdadero Éxito
En inglés:
Crush Your Limits: Break Free from Limitations and Achieve Your True
Potential (Free Workbook Included)
Goal Setting: The Ultimate Guide to Achieving Life-Changing Goals (Free
Workbook Included)
Habits That Stick: The Ultimate Guide to Building Habits That Stick Once
and For All (Free Workbook Included)
Productivity Beast: An Unconventional Guide to Getting Things Done
(Free Workbook Included)
The Greatness Manifesto: Overcome Your Fear and Go After What You
Really Want
The One Goal: Master the Art of Goal Setting, Win Your Inner Battles, and
Achieve Exceptional Results (Free Workbook Included)
The Passion Manifesto: Escape the Rat Race, Uncover Your Passion and
Design a Career and Life You Love (Free Workbook Included)
The Thriving Introvert: Embrace the Gift of Introversion and Live the
Life You Were Meant to Live (Free Workbook Included)
The Ultimate Goal Setting Planner: Become an Unstoppable Goal
Achiever in 90 Days or Less
Upgrade Yourself: Simple Strategies to Transform Your Mindset, Improve
Your Habits and Change Your Life
Success is Inevitable: 17 Laws to Unlock Your Hidden Potential,
Skyrocket Your Confidence and Get What You Want From Life
Wake Up Call: How To Take Control Of Your Morning And Transform
Your Life (Free Workbook Included)
Sobre El Autor

THIBAUT MEURISSE

Thibaut Meurisse es un bloguero de desarrollo personal, autor y fundador


de whatispersonaldevelopment.org.
Obsesionado con la superación personal y fascinado por el poder del
cerebro, su misión personal es ayudar a la gente a darse cuenta de todo su
potencial y alcanzar elevados niveles de plenitud y consciencia.
Apasionado por los idiomas extranjeros, él es francés, escribe en inglés y
vivió en Japón durante casi diez años.
Conoce más datos sobre Thibaut en:

amazon.com/author/thibautmeurisse
whatispersonaldevelopment.org
thibaut.meurisse@gmail.com

También podría gustarte