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EL CONTRATO C 43
SOCIAL ,
Ó PRINCIPIOS
' DEL .
DERECHO POLITICO .
30
0h29
NUEVA EDICION .
tore
Bee
LONDRES.
Llegado un ca dez
*DICACION
- Fæderis æquas
Dicamus leges. VIRG.
mocoboamooooaan
ADVERTENCIA
DEE TRADUCTOR .
PRINCIPIOS
del Derecho I
Politico.
LIBRO PRIMERO .
CAPITULO I.
Objeto de este primer libro.
· El hombre en todas partes ha na
cido libre , y vive sin embargo ama
rrado. Tal se crec señor de otros que
no es menos esclavo que ellos. ¿Como
se ha hecho esta mudanza ? Yo no lo
se. ¿ Que inotívo puede haberla legiti
mado ? Yo me consilero capaz de re - '
solver csta caestion . Si no considera -,
ra mas que la fuerza y el cfecto que
de ella se deriba , diria que mientras
un pueblo se ve forzado á obedecer , y
obedece , hace bien en ello ; pero si
pudiendo sacudir el yugo , le sacudic
re , obra mucho mejor , porque adqui
riendo su libertad por el misino derc
cho que se le habia robado , tiene har
to fundamento para recobrarla , y no
hubo ninguno para que se la quitaran .
- Aunque el orden social es un de
rccho sagradio que sirve de base á to
dos los otros , no obstante él no pro
viene de la naturaleza , pues está fun
dado en meras convenciones . Veamos
cuales son estas , pero antes de llegar
allá , debo establecer lo que acabo de
enunciar.
- CAPITULO II.
De las primeras Sociedades.
La sociedad mas antigua y la sola
que hay natural es la familia , y aun
en esta los hijos no estan sujetos al
padre , sino mientras tienen neccsidad
do él para su conservacion .
Tan presto como esta necesidad cesa ,
el lazo natural se disuelve. Los hijos
ecscntos de la obediencia que deben
al padre , éste libre de los cuidarlos
que debe a sus hijos , ambos entran
naturalmente en la independencia : si
coniinuan unidos , no es natural sino
voluntariamente , y esta familia no se
maniienc en este estado sino por con
vencion . Esta libertad comun es una
consecuencia de la naturaleza del hom
bre. Su primera ley es velar por su
propia conservacion : estos son los cui
dados que se debe a si mismo , y tan
pronto como llega á la edad de la ra
zon , siendo el solo juez de los medios
propios para conservarse , es por esta
misma causa árbitro y señor de si mis
mo. La familia es pucs si se quiere
la primera imagen de las sociedades
políticas. El geie es la imagen del pass
dre , el pueblo es la de los hijos , y
habiendo nacido todos iguales y libres,
no pueden enagenar su libertad sino
por su propia utilidad . Toda la dife
rencia consiste en que en la familia
el amor que el padre tiene á sus hi
jos , le compensa los cuidados que
toma por ellos, y en el estado el pla
cer de mandar suplc al amor que el
gere o nieá misus
gereGnorocitiene eliepuebles.
s en
Grocio niega que todo poder hu
mano esté esiablecido en favor de los
quc son gobernados , y pone á la es- >
clavitud por ejemplo. Su mas constan
te modo de raciocinar cs establecido
siempre el derccho por el hecho. ( 1 )
Se podria emplear un método mas in
consiguiente ; pero no mas favora
ble á los tiranos. Es pues dudoso se
gun Grocio si el género humano per
tenece á una centena de hombres , ó
si esta centena de hombres pertenece
al género humano , y parece en todo
su 1 .° Lib . ser de la misma opinion .
Esie mismo es el sentimiento de lo
bes , y de este molo la especie huma
na está dividida como en rebašos, de,
los cuales cada uno tiene su ganadero
que le guarda para devorarle . Å si como
un pastor es de una naturaleza supe
rior á la de sus ganados , asi tambien
los pastores de los hombres que son
los geles , son de una naturaleza su
perior a la de sus pueblos. Asi racio
cinaba segun la relacion de Filon el
emperador Caligula , concluyendo so
CAPITULO III.
Del derecho delmas fuerte.
El mas fuerte no es jamas dema
siado fuerte para ser siempre dueño,
sino trasforma su fuerza en derechos
y la obediencia en deber . De aqui el
derecho del mas fuerte , derecho to
mado ironicamente en apariencia , y
realmente establecido por principio .
¿ Pero jamas sc nos habrá de espli
car esta palabra ? La fuerza es una
- potencia fisica ; yo no veo pues quc
moralidad pueda resultar de sus pe
fectos. Ceder a la fuerza es un acto
de prudencia . ¿En que sentido podrá
ser un deber ? Supongamos por un mo
mento este pretendido derecho: yo digo
que de él no resultará mas que una
algaravia inesplicable , porque tan pres
to como la fuerza es un derecho, el
efecto se mu la con la causa : toda fuer
za que supera la primera , succde á su
derecho , y luego que se puede deso
bedecer impunemente , se puede legi
timamente: y por cuanto el mas fuer
te siempre tiene razon , no se trata sino
de hacerse el mas fuerte . Asi es que
este es un derecho que perece criando
la fuerza česa . Si es necesario obede
cer por fuerza , no hay necesidad de
obedecer per deber , y cuando no so
mos forzados á obedecer , tampoco es
tar os obligados. Se ve pues que esta
palabra derecho no añade nada á la
fuerza , y que nada significa .
Obedeced á las Potestades . Si esto
quiere decir , celed á la fuerza , el
precepio es bien superfluo , porque yo .
aseguro que jamas será violado. Toilo
poder viene de Dios , yo lo confieso ;
pero tambien la enfermedad . nos es
por él enviada , y por eso ¿ nos está
acaso prohibido llamar al medico ? Si
un vandido me sorprende en un bos
que , es preciso darle la bolsa por fuer
za ; pero cuando yo pudiera guardar
la , i estaria por ventura obligado en
conciencia á darsela ? Tambien la pis
tola que él tiene es un poder. Con
vengamos pues en que :la fuerza no
hace derecho , y que no hay obliga
cion de obedecer sina á las legitimas
potestades , y asi vuelve otra vez mi
cuestion primitiva . . . rir.
i CAPITULO IV . . .?
. is : De la esclavitud: -
CAPITULO VI. :
EL CONTRATO
SOCIAL ,
PRINCIPIOS . :
DERECHO POLITICO .
LIBRO SEGUNDO .
CAPITULO 1.
Que la Soberania es inagenable.
La primera y la mas importante con
secuencia de los principios
ad estableci
lunt general puede
dos es que la voluntad
as fuerzas del cstado se
sola dirigir ,llas
gun eell fin de su institucion que es el
i comun , porque si la oposicion dc
bien
los intereses particulares ha hecho ne
cesaria la fundacion de sociedades , el
acuerdo de estos mismos intereses la
hace posible . El bien comun en estos
57
diferentes intereses es el que forma
el vínculo social, y si no hubiera al.
gun punto en el que todos los intereses
se acordaran , ninguna sociedad sabria
ecsistir . Asi es quc unicamente sobre
este interes comun debe ser goberna
da la sociedad . ' '
Digo pues quc la soberania no
siendo mas que el cjercicio de la vo
luntad general, no se puede enage
nar , y que el soberano que no es mas
que un ser colectivo , no puede ser
representado por si mismo : el poder
puede ser cedido , pero no la voluntad.
Con efecto : si no es imposible quo
una voluntad particular este de acuer
do sobre algun punto con la volun
tad general, es á lo menos imposible
que este concicrto no sea durable y
constante , porque la voluntad parti
cular camina por su naturaleza a las
preierencias , y la general á la igual.
dad . Pero es mas imposible todavia
que se halle un fiador de este concier
to cuando deberia ccsistir ; y esto no
scria un efecto del arte y si de la ca
sualidad . El soberano puede bien de
cir : yo quiero actualmente lo que quie
re un tal hombre , ó á lo menos lo que
debe querer ; pero no puede decir lo
38
que este hombre querrá mañana ó lo
que dice querer , yo lo querré también,
porque es absurdo que la voluntad se
ate a las cadenas de lo venidero ; ni
depende tampoco de alguna voluntad -
consentir al bien contrario el que ella
quiere. Si el pueblo promete simple
mente obedecer , se disuelve por este
acto y pierde la cualidad de pueblo ; y
al instante que tiene un señor , no tie
ne ya soberano , y desde este punto se
destruye el cuerpo politico.
. Esto no es decir que las ordenes
de los gefes no puedan pasar por vo
luntades generales, mientras que el so
berano libre para oponerse á ellas no
se oponga. En este caso del silencio
universal, se debe presunir el consen
timiento del pueblo ; pero esto ya se
csplicará mas largamente .
CAPITULO II .
De la Ley.
; Por el pacto social hemos dado la
ecsistencia y la vida al cuerpo politi
eo , y ahora se trata de darle el mo
vimiento y la voluntad por la legisla
· 56
cion , porque el acto primitivo por el
que este cuerpo se forma y se une , no
determina nada de lo que él debe ha
cer para conservarse. .
Lo que es bien conforme al orden ,
es tal por la naturaleza de las cosas é
independientemente de las convenien ,
cias humanas. Toda justicia viene de.
Dios : él solo es su origen , y si nosor
tros la supieramos recibir de tan alto ,
no tendriamos necesidad ni de gobier.
nos ni de leyes. Sin duda hay tambien
una justicia universal, . emanada de
la razon sola ; mas esla justicia para
ser admitida de nosotros , debe ser re
ciproca . Considerando lumanamento
las cosas , por estar faltos de sancion
natural, las leyes de la justicia son
vanas entre los hombres , porque ellas
hacen bien al malo , y mal al justo ,
cuando este las observa para con 10
dos sin que ninguno las guarde con el
Son necesarias pucs convenciones y
leres para unir los derechos á los de
beres, y llevar la justicia á su objeto .
En el estado de la naturaleza donde
todo es comun , yo no debo nada á
quien nada he prometido ; yo no re;
conozco por ageno sino lo que me es
inutil. No asi en el estado civil donde
ITHIN
todos los derechos estan fijados por
la lcý . 1864 ' ) . twe . .. 85 : . '
si Mas en fin que és ley ? Mientras
nos contentemos con esplicar está pa
labra por medio de ideas, metafisicas;
continuaremos raciocinando sin enten :
dernos ; y aun cuando entendamos lo
quc es la ley de la naturaleza , no por
eso entenderemos lo que es una ley de
estado . Ya he dicho que la voluntad
general no se dirige a un objeto para
ticular . En efecto : este objeto parti
cular ó está dentro del estado , ó fue
¥a del estado : si está fuera , i una voz
luntad que le cs estraña , no es pues
general respecto de él ; si este objeto
está en el estado , hace parte de él,
entonces se forma entre el todò ý să
parte una relacion , que hace dos seres
separados cuya parte es uno ; y el to ?
do menos esta parte es 'chotro. Pero
ol todo imenos una parte no es todo,
y mientras que esta relación subsista ,
no hay ya'un todo siño dos partes' ue
siguales , de donde se situe que la vo
luntad del uno no es general respeelo
s la del otro . **
Mas cuando todo el pueblo defcr
mina sobre todo el pueblo y no se con
sidera sino á él mismo y si entonces
38
He forma una relacion , c $ del objeto
entero bajo un otro punto de vista sin
alguna division del todo. Entonces la
materia que se trata , es general como
la voluntad que determina ; y este acto
es el que yo llamo una ley. Cuando
he dicho que el objeto de las leyes
siempre es general, entiendo que la
ley considera los vasallos en cucrpo,
y las acciones como abstractas , jamas
un hombre,como individuo , ni una ac
cion particular. Asi la ley puede bien
determinar que haya privilegios ; mas
ella no pucdc darlos señaladamente a
tal persona : la ley puede hacer mu
chas clases de ciudadanos , asignar tam
bien las cualidades que den derecho a
estas clases ; mas ella no puede nom
brar tales y tales para ser admitidos
en cllas,
du puede establecer un agobier
ino i yquuna
ndivreal e"easucesion y , Ditari ;; pero
l; en rehereditaria
po puede elegir un rey , ni nombrar
una familia real; en una palabra : toda
funcion que se relaciona á un objeto
• 1
* . CAPITULO VII.
Del Legislador.
· Para descubrir las mejores reglas
de sociedad que convienen a las nacio
nes , scria necesaria una inteligencia
62
superior que viese todas las“ pasiones,
y que no esperimentase ningupa , que
no tuviese nuestra naturaleza , y la co
pocicse á fondo , cuya felicidad fuese
independiente de nosotros , y que, por
lo mismo se quisiese ocupar en hacer
nos felices : en fin que preparandose
para en adelante una gloria remota ,
pudiera trabajarla en un siglo , y go
zarla en otro . ( 1 ) Era necesario en fin
que los dipsos dieran leyes á los hom
bres. El mismo razonamiento que ha -,
cia Caligula en cuanto al þecho , le
hacia Platon en cuanto al derecho para
definir al hombrc civil ó real que el
busca en su libro de Regno ; pero si
es verdad que un gran principe es un
hombre raro , ¿cuanto mas lo será un
legislador ? El primero sigue el mode
lo que cstotro debc proponer : cste es
un ingenio original que inventa la ma
quina , y el otro un obrero que la ar-,
ma y pone en movimiento . En el na .
cimiento de las sociedades , dice Mon
DEL
DERECHO POLITICO .
LIBRO TERCERO .
Antes de hablar de las diversas for.
mas de gobierno , tratemos de fijar
el sentido de esta palabra que no ba
sido todavia bien esplicada . : ;
er CAPITULO I. i .
CAPITULO III.
: : Division de gobiernos:
: Se ha visto eñ cl capitulo precea
dente como se distinguen las diversas
especics ó formas de gobiernos por el
número de miembros que los compos
nen ; póro , rešta ver en este como se
hace su division .
El soberano puede en primer lugar
0
· De la Aristocracia . :
Tenemos al presente dos personas
morales muy distintas , á saber : el go
bierno y ei soberano , y por consi
guiente dos voluntades generales , la
inte
131
unos son mas gastadores que otros,
y las diferencias estan fundadas sobre
este otro principio , á saber , que cuan
to mas las contribuciones publicas se
alcjan de su origen , son mucho mas
honerosas. Esta carga no se ha de
medir sobre la cantidad de impuestos,
sino sobre la direccion que han de to
mar para volver a las manos de dona
de salieron : cuando esta circulacion
es pronta y bien establecida , nada im
porta que se pague mucho ú poco, por
que entonces el pueblo siemprc es rico,
y las haciendąs publicas van bien . Pero
al contrario , por poco que pague el
pueblo , si este poeo jamas vuelve á
sus manos pagando siempre, bien pron
to se agotará y se quedará pobrisimo,
y el estado no será por eso mas rico .
De lo dicho se infiere que cuanto
mas se aumenta la distancia del pue
blo al gobierno , tanto mas honerosos
son los tributos. Asi en la democracia
el pueblo es el menos cargado , en la
aristocracia es algo mas , ŷ en la mo
narquia lleva el mayor peso . La mo
parqnia no conviene sing á las nacio .
nes opulentas , la aristocracia á los es
tados medianos en riqueza no menos
que en grandeza , y la democracia á
132
los estados pequeños pobres . En e .
fecto : cuanto mas se refleesione , mas
pronto se hallará en esto la diferencia
de los estados libres á los monarqui
cos, En los primeros todo se emplea
en la utilidad comun ; en los otros las
fucrzas publicas y particulares son re.
ciprocas , y la una se aumenta por dis.
minucion de la otra : en fin en lugar
de gobernar los vasallos para hacerlos
dichosos , el despotismo los torna mi,
serables para mejor gobernarles . : . .
f Ve aqui pues en cada clima causas
naturales por las que se puede señalar
la forma del gobierno a que la virtud
del clima parece inclinarlas, y por las
que se insinua tambien la especie de
habitantes que deba tener. Los luga :
res ingratos y esteriles donde el tra
bajo nada produce , dcben permanecer :
incultos y desiertos , o solamente po
blados de salvages los parages donde el
trabajo no produce sino lo necesario de
ben ser habitados por pueblos barbaros,
porque no tiene cabida en ellos la po
litica . Los terrenos donde el esceso del
producto sobre el trabajo es mediano,
conviene á los pueblos libres. Los lu
gares donde la tierra abundante y fer
til da mucho producto por poco traba
135 .
jo , deben ser gobernados monarquica
mente para consumir con el lujo del
principc el escoso del superfluo de los
vasallos , porque es mucho mejor que
este esceso se consumať pori el gobier
no que no el que se disipe: por los
particulares. Yo bien se que hay es
Scepciones
nes con;fipero
ra ule«cstas
iones qumismas
e nousas escep
al or*
ciones confirman la regla , y al cabo
producen revoluciones que tarde o tema :
prano vuelven a traer las cosas al or
den de la naturaleza . . . . . .
: Distinganios siempre las leyes geo
nerales de las causas particulares que
pueden modificar el efecto . Cuando
todo el mediodia estuviera cubierto de
republicas , y todo el norte lleno de
estados despóticos , no seria menos ver
dad que por efecto del clima el des ;
potismo' conviene á los paises calidos,
la barbarie á : los paises frios , y la
buena politica á los intermedios. Yo
veo que aun 'asentado el principio , se
puede disputar todavia sobre la apli
cacion , porque se podria decir que
hay paises frios muy fertiles, ý meri
dionales muy ingratos; mas esta difi
eultad se debe objetar solameşte á los
que no ecsamninan las cosas por todos
sus respetos ; es necesario eumo ya ko
134 -
dicho contar con las labores, con las
fuerzas y con el consumo.
Supongamos que de dos terrenos
iguales el uno prodace cinco y el otro
diez. Si los habitantes del primero
consumen cuatros y los del ultimo nue
ve , el esceso del primer producto será
una quinta parte , y la del segundo
una decima quinta. El respcto de csó
tos dos escesos siendo inverso del de
los productos , el terreno que no pro
duzca sino cinco , dará un superfluo
doble del que produzca diez .
. Mas aqui no se trata de un pro
ducto doble , picnso que ninguno o .
sará comparar generalmente en igual
dad la fertilidad de los paises frios
con la de los paiscs calidos. Pero sư =
pongamos no obstante esta igualdad :
dejéinos en cquilibrio si se quierc la
Inglaterra con la Sicilia , Ý la Polo
nia con el Egipto : al mediodia tene
mos la Africa y las Indias ; pero «no
tenemos en el norte con quién com
pararles. ¡ Que diferencia en la cultu
ra para esta igualdad de producto !.En
Sicilia no hay que hacer sine mover
Ś rascar" la tierra , y en Inglaterra ,
¡cuantos afanes v énidados para labrar
la ! Asi es que donde se requieren mas
• 135
brazos para dar el mismo producto, el
superfluo debe ser infinitamente menor.
Debe adenas considerarse que una
misma cantidad de hombres consumc.
mucho menos en los paises calidos : el
clima pide la sobriedad para tener sa
lud , y los europeos que viven en es
tos paises como en la Europa , todos
perecen de disenteria y de indigestio
nes. « Nosoiros somos , dice Chare
din , unas bestias carniceras , y unos
» lobos en comparacion de los asiaticos.
»Algunos atribuyen la sobriedad de
» los persas á la mejor cultura del pais,
» ý yo creo al contrario que abunda
menos de mercancias , porque apenas
» las necesitan los habitantes. Si su
frugalidad (continua) fuera efecto de
» la escaset del pais , solamente los
» pobres comerian poco , cuando es sa -.
» bido que una misma es la sobriedad
nen todo el rcino. Ellos se alaban de
» su modo de vivir , dicen que no es
» necesario más que mirar şu tez para
reconocer que es mucho mejor quc
» la de los cristianos. En cfecto : la
» tez de los persas es igual . tienen
» cutis muy bello , fino y pulido , mien
» tras que la tez ,de los armenios sus
>>Vasallos que viven á la europea , es
136
»ruda, llena de arrugas, y sus cuer
» pos gruesos y pesados.”
Cuanto mas cerca á la linea cquis
nocial, de menos viven los hombres:
apenas comcn carnc, el arroz , elmaiz ,
el cuzcuz , la miel y el queso son sus
alimentos ordinarios. Hay entre los
indios millones de hombres , cuya ma
nutencion apenas cuesta cuatro mara
vcdises al dia . Vemos en la misma eu
ropa las sensibles diferencias en orden
al apetito entre los pueblos del norte
y los del mediodia . Un español se man
tendrá ocho dias con la comida de un
aleman. En los paises donde los hom
bres son mas voraces , el lujo se recar
gà principalmente sobre las cosas de
consumo. En Inglaterra se cubre la
mesa de viandas, y en Italia se prc
sentan en ellà almíbares y flores.
El lujo de los vestidos ofrece tam
bien içual diferencia . En los climas
donde las mudanzas de las estaciones
son prontas y violentas , sc usa de vcs
tidos mejores y mas simples , y en 'a
qucllos donde no se viste sino por a
dornos y se busca mas la brillantez que
la utildad , los vestidos'mismos son un
lujo . En Napoles se ven pascar en el
Posilipo una porcion 'de hombres con
137
vestidos dorados y sin medias. Lo mis -.
mo sucede, con las casas : sc emplea
todo en la magnificencia cuando nada
· hay que temer de las injurias del airc.
En Paris y en Londres se aprecian los
alojamientos, calidos y comodos , y en
alo.
cos ssalo
Madrid se estiman los soberbios
enecen nidas,
anciosquealimparecen
ncs con malas ventanas , y con unas
tcamas nidos dc ratones .
Los alimentos son mucho mas sus
tanciosos y demas jugo en los paises
calidos , esta es una tercera diferencia
que no puede menos de influir en la
segunda. ¿Porque se comen tantas le
gumbres en Italia ? Porque son bue
pas , nutritivas y de escelente gusto .
En Francia donde regadas no nutren
apenas , tampoco aparecen en las me
was , ocupan menos terreno , y cuestan
menos trabajo en su cultivo. Es una
esperiencia hecha' que los granos de
trigo de Berberia por otra parte in
feriores á los de Francia , dan mucha
mas harina , y que los de Francia dan
tambien mas que los del norte. De lo
que se debe inferir que una gradacion
" semejante se observa generalmente en
la misma direccion de linea al polo .
¿No es pues una desventaja visiblc te
ner en un producto igual, una menor
cantidad de alimentos ? 10
138
A todas estas consideraciones se
debe añadir una que las confirma y
fortifica , y es que los paises calidos
tienen menor necesidad de habitantes
que los frios , y pudiendo nutrir mas ,
lo que produce un doble superfluo,
siempre querda para ventaja del des
potismo : y habiendo ademas pocus has
bitantes , las revoluciones serán raras;
porque no se pueden concentrar ni pron
to ni secretamente , y siempre es facil
al gobicrno desvanecer los proyectos y
cortar las comunicaciones ; pero cuanto
mas numeroso es un pueblo , tanto me
nos el gobierno puede usurpar del so
berano : las cabezas deliberan en la
camara como el principe en su consejo
y el tropel se junta con la misma fa
cilidad en las plazas que las tropas en
sus cuarteles . La ventaja de:(un , gox
bierno tiranico está en obrar á gran ,
des distancias, con la ayuda de puntos
de apoyo que él se da , su fuerza
se aumenta a lo lejos como la de
las palancas , : ( 1 ) mas 'la del pues
( 1) Esto no se opone a lo que he dicho ana
trs (lib . 2 , cap . 9 ) sobre los inconvénientes de
los grandes estados , porque alli se trataba de la
autoridad del gobierno sobre sus miembros , y a
139
blo al contrario no obra sino concen
: trada , se evapora y se pierde si lle
ga á estenderse ; es como el efecto
de la polvora esparcida por la tierra ,
que no prende fuego sino grano á
grano. Y ve aqui porque los paises
menos poblados son los mas propios
para la tirania : las bestias feroces no
habitan sino en los desiertos.
CAPITULO IX .
De las señales de un buen gobierno .
Cuando se pregunta absolutamente
cual es el mejor gobierno , se hace
una cuestion tan indisoluble como in
determinada : ó si se quiere ella tie
nc tantas bucnas soluciones cuantas
combinaciones posibles hay en las po
situras absolutas y relativas de los pue
blos. Pero si se preguntara porque sc
CAPITULO XHIÍ.
Continuacion .
No basta pues que el pueblo junto
haya una vez fijado la constitucion del
estado , sancionando un cuerpo de le
yes ; no basta tampoco que tenga cs
tablecido un gobierno perpetuo , ó que
haya una vez proveido á la eleccion de
los magistrados : ademas de las juntas
estraordinarias que los casos imprevis
tos pucden ecsigir , se requiere tam
bien que haya ciertas jnntas fijas y pe
riodicas que no se puedani abolir ni
prorogar , de suerte que haya un dia
señalado por la ley para que el pue
blo se juntc legitimamente sin que haya
necesidad para esto de alguna otra con
vocacion formal.
- Esceptuando estas juntas jurídicas,
por su sola data todą asamblea del pue
: : blo que no haya sido convocada por
los magistrados propuestos para este
efecto , y segun las formas prescritasi
debe tenerse por ilegítima ; y todo lo
154
que en ella se determine, darse por
nulo , porque el orden mismo de jun
tarse debe emanar de la ley.
• En orden á las vueltas mas ó me
nos frecuentes de las juntas legítimas,
dependen de tantas consideraciones que
no es facil dar sobre esto reglas fijas,
Solamente se puede decir en general
que cuanta mas fuerza tiene el gobier
no , mas frecuentemente debe mostrar
sc cl soberano. Esto sc me dirá "puede
ser bueno para una ciudad sola , iperó
como se ha de hacer cuando el estado
comprchende muchas ? Entonces será
preciso dividir la autoridad soberana ,
ó concentrarla in una sola ciudad , y
sujetar á ella todas las demás. Respon
do que ni lo uno ni lo otro se debe
hacer. Primeramente la autoridad so
berana es simple y una , y no se pue .
de dividir sin destruirla . En segundo
lugar : una ciudad no menos que una
nacion no puede ser legitimamente va
salla de otra , porquc la esencia del
cuerpo politico está en el concurso de la
obediencia y libertad , y estas palabras
vasallo y soberano son correlaciones
identicas, cuya idca se reune bajo la
sola palabra ciudadano. .
ii. Rcspondo ademas que es siempre
i 155
un mal unir muchas ciudades en una
sola , y que queriendo hacer esta union ,
no se pueden evitar los inconvenientes
naturales. No es preciso objetar el a .
buso de los grandes
r queestados
s a quien no.
los quiere e
de dasino ppequeños. ¿ Pero como
se taha de dar a los pequeños estados
ar
hharta fuerza para resistir a los gran,
des ? Como antiguamente las ciudades
griegas resistieron a un gran Rey , y
como mas recientemente la Holanda y
la Suiza han ' resistido a la casa de
Austria.
* . Aunque no se puede reducir el esa
tado á unos justos limites, queda to
davia un recurso , y es el de no tener
capital, y hacer residir alternativamen
te el gobierno en cada ciudad , y jun
tar á veces en ella los estados del pais.
Poblad igualmente el territorio , egi
tended por todo él los mismos dere
chos , llevad por todas partes la abun
dancia y la vida , y asi llegará á ser
vuestro estado el mas fuerte y el ma's
bien gobernado que será posible . Acor
daos de que los muros de las ciudades
no se forman sino de los despojos de
las casas de campo . Cada palacio que
yo veo levantar en la capital creo ver
arruinado todo un pais .
p. 186 CAPITULO XIV . -
Continuacion .
The
• Al instante que el pueblo está lom
gitimamente junto en cuerpo soberano,
toda jurisdiccion de gobierno cesa , el
poder ejecutivo suspende sus funciones
y la persona del ultimo ciudadano es
tan sagrada é inviolable como la del
primer magistrado , porque donde se
halla el representado , ya no tienen ca.
bida los representantes. La mayor par
te de los tumultos que sucedian en Ro
ma en los comicios, provinieron de ha .
ber ignorado ó despreciado esta regla ,
Los consules no eran entonces sino
presidentes del pueblo , asi como los
tribunos no eran mas que oradores , y
sl senado ya no era nadie . ( 1 )
Estos intervalos de suspension en
que el principe reconoce , ó debe re
conocer un superior actual, siempre le
han sido temibles, y estas asambleas
(1) Es poco menos segun el sentido que se
da á este nombre en el parlamento de Inglaterra.
La semejanza de estos empleos hubiera puesto en
. conflicto los consules y los tribunos aun cuando
toda la jurisdiccion se hubiera suspendido .
157 .
del pueblo que son la egida del cuer
po politico y el freno del gobierno, han
sido en todos tiempos el 'horror de los
gefes. Asi no se han perdonado ni cui
dados ni objecciones, ni dificultades,
ni pronresas para aburrir en estas jun
tas á los ciudadanos. Cuando estos son
avaros , flacos , pusilanimes , mas a
mantes ide . csque
a adel ereposo ra
teel deroblaintlibertad
Dnoeranresisten
l r smucho l,
tiempo contra ilos
*esfuerzos repetidos del gobierno , y
aumentandose de cste modo sin cesar
la fuerza resistente , la autoridad so
berana al fin se desvanece , y la ma
yor parte de las ciudades caen y perc
cen antes de tiempo. Pero entre la au
toridad soberana y el gobicrno arbi
trario se ha introducido algunas veces
un poder mcdio del que es preciso
kablar.
CAPITULO XV .
• De los diputados ó representantes. --
Tan pronto como el servicio públi
co cesa de ser el principal asunto de
los ciudadanos, y que estos quieren
servir más bien con su bolsa que con
*su persona , el estado está entonces
muy procsimo á su ruina . ¿ Es necesa
158
rio ir a la guerra ? pagan tropas y se
estan quietos. Si es preciso ir al con
sejo , nombran diputados , y ellos se
quedan en su casa . A fuerza de pere :
za y de dinero tienen en fin soldados
para soyuzgar la patria , y represen
tantes para venderla . . . Di
- El enredo del comercio y de las
artes ; el avido interes de la ganancia,
Ja molicie y el amor de las comodida
des son las que transmutan y trans
forman los servicios personales en dj
nero. Se cede una buena parte del
pa hacemas
lucro para aumentarle cono facilmente.
Dad plata , y lbien
Dad plata cida hic
abra pronto tendreis
rros. Esta palabra hacienda es una pa
Jabra de esclavos desconocida en la
e
ciudad. En un cstado verdaderamente
libre los ciudadanos lo hacen todo con
sus brazos y nada con dinero : lejos
de pagar por ecsimirse de sus debeiés,
ellos deben desear desempeñarlos por
si mismos. Yo estoy bien distante de
las ideas comunes , y tengo por menos
. contrarios: a la libertad, los trabajos
personales que los impuestos.
Cuanto mejor constituido está el
estado , otro tanto mas interesan al ciu
dadano los negocios publicos que los
privados prescindiendo de que estos son
159
mucho menos entonces, porque la suma
1 . dc la felicidad comun suministrando
una porcion mas considerable á cada
uno de los individuos , le deja menos
tiempo para los cuidados particulares.
En una ciudad bien conducida cada
cual va á las juntas ; pero bajo un mal
pobierno ninguno asoma porque no se
toma interes en lo que se hace , y se
prevee tambien que la voluntad gene
ral no ha de prevalecer ; y en fin los
negocios domesticos llevan toda la a .
tencion , las buenas leyes hacen formar
otras mejores , asi como las malas nos
las traen peores. Tan pronto como se
dice de los negocios del estado : za
d
ihed evaladyaos?perdido.
mi que tme importa
que jcla estado
quc a
sehadebe contar
pos ó .
La tibieza del amor de la patria ,
la actividad del interes privado , la in
mensidad de estados, las conquistas y
el abuso del gobierno han hecho ima
ginar el medio de diputados ó repre
pleas
sentantes del pueblo en las asamblcas
de la nacion : y esto es lo que ciertos
paises han osado llamar tercer estado ;
y de este modo el interes particular
de dos órdenes está colocado en el
primero y segundo' grado , y el intea
res, publico cu el tercero .
160
La soberania no puede ser repre
sentada por la misma razon . que no
puede ser enagenada . Ella no consis
te mas quc en la voluntad general,
y la voluntad jamas puede ser repre
sentada , porque ó ella es la misma, o
sino es otra , y en esto no hay medio .
Los diputados del pueblo 'no son ni
pueden ser representantes , no son mas
que comisarios que nada pueden con
cluir definitivamente. Toda ley que
el pueblo no ratifica en persona , es
nula , y no es lcy , El pueblo ingles
piensa ser libre, pero se engaña so
hradamente , porque no lo es sino mien
tras que dura la eleccion de los miem
bros del parlamento , y luego que es
tos son electos, queda esclavo , y no
cá nada . En los cortos momentos de
su libertad , el uso que entonces hace
de ella merece bien que la pierda.
La idea de representantes cs mo
derna y nos viene del gobierno feu;
dal de este iniquo y absurdo gobierno
en el que la especie humana está de
gradada, y donde el nombre de hornbré . . ,
se ve deshonrado. En las antiguas re
publicas , y aun en las ' nionarquias
jamas el pueblo tuvo representantes,
ó á lo menos no se conocian por este
161 :
nonibre. Es,una cosa muy singular que
en Roma donde los tribunos eran tan
sagrados, no imaginarán jamas poder
usurpar las funciones del pueblo , y
que en medio de una tan grande mul
titud no intentaran tampoco pasar por
alto algun decreto . Juzguese de los
embarazos que causaba algunas veces
el tropel por lo que sucedia en tiem
po de los gracos que una parte de los
ciudadanos daba su voto desde los te
jados. Donde el derecho y la libertad
llevan toda la atencion , son ningunos
los inconvenientes. En este sabio puc
blo estaba todo arreglado : se dejaba
obrár á los lictores lo que los tribu
nos no hubieran osado hacer, y daba
por bien hecho que sus lictores lc .
quisieran representar. "
Con todo para esplicar como los,
tribunos representaban algunas veces
el pueblo , basta concebir como el go
bierno representa el soberano . No sien .
do la ley sino la declaracion de la
voluntad general, es claro que el pue
blo no puede ser representado en el
poder legislativo ; pero, puede y debe
serlo en el ejecutivo que no es mas
que la fuerza aplicada a la ley . Esto -
hace ver que examinando bien las co
162
sas, hay muy pocas naciones que ten
gan leyes. Como quiera que sea , es
seguro que los tribunos no teniendo
parte en el poder ejecutivo , nunca po .
dian representar el pueblo romano por
pos derechos de sus cargas sino solo
· usurpando los del senado.
· Entre los griegos todo lo que ci
pueblo tenia que hacer , lo hacia por
si mismo, y asi continuamente estaba
congregado en las plazas. Pero los
gricgos poseian un clima dulce , no
eran codiciosos , y teniendo esclavos
para sus trabajos particulares, su uni.
co negocio era su libertad . Y no te
niendo las mismas ventajas , como se :
podrán conservar los mismos derechos?
Vuestros climas mas duros os produ
cen mas necesidades: ( 1 ) no podeis
aguantar en la plaza publica seis me
ses del año , vuestras lenguas sordas
no se dejan oir publicamente: cuidais
mas de vuestras ganancias qne de vues
tra libertad , y en menos teneis la es.
clavitud que la miseria
CAPITULO XVI.
Que la institucion del gobierno no es
. . . un contrato .'
" . Una vez establecido el poder lcə
gislativo , se debe tratar de estable
DERECHO POLITICO .
O
LIBRO CUARTO .
CAPITULO 1.
Que la voluntad general es indestruc
tible .
M ientras que muchos hombres reu
nidos se consideran como un solo cuer
po , no hay en este caso mas que una
voluntad que se relaciona a la comun
conservacion y , á su bien estar genc
ral. Entonces todos los resortes del
estado son vigorosos y simples , sus
macsímas son claras y luminosas, no
hay enredosos ni contradictorios intcre
: 175
sco , y el bien comun se hecha de ver
en todo y cualquicra que tenga buen
sentido le conocerá . La paz, la union .
y la igualdad son cnemigas de sutile - i
zas politicas:- Los hombres rectos y :
simples dificilmente se engañan por su
simplicidad : las astucias, los pretes-i
tos refinados no les hacen mella , y
no son tampoco bastante finos para en
gañar á ninguno. “ -, rubrii
Cuando se ve entre algunos feli
ces pucblos del mundo que una tropa
de paisanos arreglan los negocios del:
estado á la sombra de una encina con
duciendose siempre sabiamente , como:
no hemos de estrañar los refinamientos
de otras naciones que se hacen ilus. i.
tres y despreciables por sus artificios y
misterios ? Un estado asi gobernado no
- necesita de muchas leyes , y cuando es
forzoso promulgar algunas nuevas se
palpa generalmente la necesidad . EL
primero que las propone, no hace sino
decir lo que todos han conocido de
antemano , y no hay necesidad de fac
ciones ni de elocuencia para hacer
sar por Icy lo que cada uno ha ya
suelto hacer , y inucho mas estarri .
seguro de que los otros harán lo que :
: Lo que seduce á los habladurcs es
· 176
que no viendo sino , estados mal conna
tituidos desde su origen , estan 'pene
trados de la imposibilidad de mantem
ner semejante politica : ellos se rien
al imaginar todas las locuras que uns
diestro enredador- y un hablador insi
nuante podria persuadir al pueblo de
Paris ó de Londres , y no saben que
Gromwel ha sido ridiculizado en sone
tos y convencido de ignorancia por el
pueblo de Berna , y que el Duque de
Bcaufort ha sido disciplinado por los
ginebrinos . . :
Cuando el nudo social empicza á
aflojarse y el cstado á enflaquecerse,
cuando los intereses particulares co
mienzan : á hacerse sentir , y las pe=;
queñas sociedades á influir sobre la
grande , cuando el interes comun ser
altera y encuentra opositores; enton
ces la unanimidad no reina ya en las .
voces , ni la voluntad general de todos
porque se escitan contradicciones y
debates , y el mejor parecer no se en
tabla jamas,sin disputas. En fin cuan
do cl® estado procsimo á su ruina no
subsiste sino por una forma ilusoria y
vana , y el nudo social está roto en
todos los corazones , cuando el mas
vil interes se cubre descaradamente
177
con el nombre sagrado de bien publi
CO ; entonces la voluntad general está
muerta , y todos guiados por motivos
secretos no opinan ya como ciudada
nos , y apenas se 'acuerdan de que ha
ecsistido el estado 'sino para hacer pa
sar falsamente bajo el nombre de lc .
yes los inicaos decretos que tienen por
blanco el interes particular . ", . .
' . ¿Pero de aqui se sigue que la vo
Juntad general este aniquilada ó co
rrompida ? No por cierto : clla es siem
pre constante , inalterable y púra ; mas
está subordinada á otros que abusan de
ella . Cada uno sacando su interes del
intérés comun, ve bien que no se puede
enteramente separar de él ; pero la par
te del mal público ino ' lc parece nada
en comparacion del bien esclusivo que
pretende apropiarse . Esceptuando este
bien particular , él quiere el general
por su propio interes tan fuertemente
como cualquiera otro : y aun vendien
do su sufragio à precio de diñero , no
cstingue en él la voluntad general, y
solamente la elude. La falta que co
mete cs 'mudar cl' estado de la cues
tion , y responder otra cosa diferente
de la que se le pregunta ; de suerte
que en lugar de decir por su 'voto :
178
es ventajoso al estado.; dice , es vena
tajaso a tal hombre , á á éste , ó al
otro partido que éste o tal parece se
entable . Asi la ley del orden publico
en las asambleas no cs tanto para mang
tener la voluntad general como para
hacer que ella sea , siempre pregunta
da , y que siempre responda. .
Yo podria hacer algunas refleesio
nes sobre el simple derecho de votar
en todo acto de soberania ; derecho
que no se puode quitar á los ciudada
nos., - y sobre el de opinar , proponer ,
dividir , discutir que el gobierno debe
tener siempre cuidado de dejar á sus
miembros , pero esta importante nas
teria pide un tratado á parte , y yo no
lo pucdo decir todo de una vez. 1 ;
CAPITULO
. ., , , , , CA II.
De los sufragios ó votos, ia
Se ve por el capitulo antecedente
que el modo de tratarse los negocios
gcnerales , puede dar un indicio bass,
tante seguro del estado actual de las
costumbres y de la sanidad del cuer
po politico. Cuanto mas concierto reia
ne en las asambleas , es decir , cuan,
179
ta mayor ca la unanimidad en las des ,
cisiones, otros tanto domina la volun
tad general; mas los largos debates,
las disensiones y el tumulto anuncian
el ascendiente dc los intereses parti
culares y da decadencia del estado ,
: : Esto parece 'microg evidente cuan
do dos o muchos órdenes entran en
su constitucion como en Roma los pa
tricios y los plebeyos que continua
mente turbaban los comicios en los
mas bellos tiempos de la republicaz
pero esta escepcion es mas aparente
que real, porque entonces porico un via
que realizalo porec
eio inherente asialdocacrpo olit ,, hhay
s eso ppolitico an
por decirlo asi dos estados en upo , y
que no se verifica de los dos jun
lloo que
tos , so verifica de cada uno separada
mente. Y en efectos en los tienepos
mas tempestuosos , las resoluciones del
pueblo cuandørel senado no se le jun
taba , pasaban siempre tranquilamente
y en la mas grande paralidad de sua
fragiosin Los ciudadanos no teniendo
mas que un linterès , el pucblo tâm
poco tepia mas que una voluntaddii oh
A ola otra estremidad del cerco ,
hay unanimidad : entonces es cuando
los ciudadanos sumergidos en la sera
vidumbre , ya no tienewslibertad ni
180
voluntad : entonces el temor y la lit
sonja mudap en aelamaciones, los sur
fragios ; no se delibera , se adora ó se
maldice. Tal era el vil modo de opi
når del scnado en tiempo de los em
poradores., haciendose csto algunas
veces, con ridiculas precauciones. Ta
eito observa que bajo de Oibon , los
senadores colmando dc ecsccraciones
á Vitelio , procuraban hacer al miss
mo tiempo , un ruido formidable á fin
de que si por casualidad llegaba a la
sazon el tiranog, no pudiesc saber lo
que cada uno de ellos habia .dicho.
7 : De estas diversas consideraciones
nacen las macsimas sobre las que se
debe reglar el modo de contar las vo
ces y comparar los avisos, segun quo
la voluntad general es mas o menos
facil de conocerse y el estado mas o
menos declinante. No hay sino una so
la ley que ecsija el consentimiento :
solo el pacto social le pide , porque
la asociacion civil es el acto mas vo
luntario de todos todo hombre naci
do libre' y árbitro de sismismo; nin
guno puede bajo pretesto; alguno suje
tarle sin su -anucncia . Decidir que el
hijo de un cesclavo nace esclavo , es
decidir que no nace hombrc. 47
481
* Si cuando se hace el pacto sociak
ve manifiestan opositores de semejante
pacto , esta oposicion no hace pues in
valido el contrato ; solo impide qué
ellos sean comprchendidos en el; 2
quc se miren como estrangeros : entre
los ciudadanos. Cuando el estado csta
instituido g et consentimiento se prest
ta por la residencia , porque habitap
cl territorio , cs someterse a la sobe
rania : ( 1 ) fuera de este primitivo con'
trato , la voz del mas grande numéro
obliga siempre a todos los demas ; por
que cs una consecuencia del dicho con :
trato : Si so pregunta como un hombre
puede ser libre forzandoles confor
marse con luņa yoluntad quo no es su
ya , y como los opositores són libres,
debiendo somcterse ásúnas leyes que
no han aceptado , yo responderé qué
la cuestion está mal asentada. El ciu
dadano accede a todas las leyes auð
á las que se entablan á pesar suyo,
* (1). Ésto debe entenderse siempre de un esa
fado librë ; porque por otra parte la familia , los
bienes, la falta de asilo', la necesidad , la violen
cía pueden reténer á un habitante en el pais a
pesar suyo , y entonces su morada sola no supos
De ya su consentimiento al contrato 'ó , a la yio
lencia de l ' insi modii i ' ebol
182
á ..las que les castigan cuandoirosan
violarlas. La voluntad constante de
todos los miembros del Estado, es la
voluntad general, ; y por està , son lic
þres ( 1) y ciudadanos. Cuando se pro,
pone una loy en las juntas del pueblo ,
no se pide precisamente, que se aprue ;
he ó rechace la propuesta y sino solo
que se cosamine si es conforme a la
voluntad general que es la suya : dans
de cada uno su voto , dice sų parecer
sobre el asunto , y del calculo de vo:
cęgyse- saca . La declaracion de la vos
luntad general. Cuando prcvalece un
parecer contrario al mio , esto no prue :
ba otra cosao sino que yo me engaña,
ba , y que lo que yo juzgaba que era
Jay voluntad general, no lo cra en
realidad . Sin hubicca 9 prevalecido ini
voto particular , yo hubiera hecho una
cosa contraria a la que debia querers
' Yuentonces no hubicra sido libre, 1. 5
() En Genova se lee, en la portada de las
carceles,y aun en los mismos hierros de los pre
sidarios esta palabra: , LIBERTAŞ, Esta aplicacion
de la dicha divisa. es muy bella y justa , porque
en todos los estados unicamente log ,malhechores
son los que impiden al ciudadano, su libertad. En
un pais doude toda , esta gente estuviera en gale
ras , se gozaria de la mas perfecta liburtad . si
- 183
- Esto supuesto tambien es verdad
que todos los caracteres de la volun :
tad general consisten en la plurali
* dad , y cuando cosan de estar en ella ,
cualquiera que sea el partido que se
tomc, ya no puede haber libertad . "
2 . Cuando arriba manifesté como subs.
tituían las voluntades particulares, 'á
la general en la's deliberaciones publi
easy ya indiqué suficientemente, los
medios practicables para prevenir este
abuso , y todabia hablaré sobre esto .
En orden al numero señalado" de - su
fragios para declarar esta voluntad ,
ya he dado tambien los principios.so
bre los que se debe proporcionar. La
diferencia de una sola voz rompe la
igualdad , y un solo opositor la unani
midad ; pero entre la unanimidad y
la igualdad bay muchas divisiones des
iguales , cada una de las que se
puede fijar su numero según el esta
do' y las necesidades del cuerpo po
litico . imoni arv : 1 :03 " , " ;}
37. Dos maesimas generales pueden ser
vir para arteglar estos respetos : la
küna que cuanto mas gravës é impor
tantes son las delibcraciones, otro tan
to nias la decision se debe acercar á
'la unanimidad . La otra que cuanta
184
mas celeridad : ecsija un agitado mego
cio , mas debe limitarse la diferencia
prescriptą , en el repartimiento de vor
tos , porque en las deliberaciones, que
piden priesa , el esccdentc,de una sola
voz debe bastar. La primera de estas
macsimas parece mas conveniente a las
leyes., y la segunda á los negocios
Como quiera que sea g por medio de
una prudente combinacion se deben
establecer los mejores respetos que se
deben dar, a la pluralidad para prer
nunciar, , , . . . Peta Sito
S H * CAPITULO III. :
De las elecciones... .
shu y, plesai
s
Por lo que toca a las elecciones
del principe y de los magistrados qub
son como ya he dicho, unos actos coin
plejos , hay dos medios, para proceder
á ellas ; á saber , la eleccion y la suer
te : el uno y el otro han sido emplea
dos en diversas repúblicas, y se ve
todavia una mczcla muy complicada
de los dos en la eleccion del Doga
de Venecia :-
. : « El sufragio por suertc, dice Mon .
» tesquieu , es propio de la democracia .”
183
Convengo eg ello , pero porque ? « La
» suerte , continua , es un modo de e .
» legir que a nadie descontenta , y de
ja á cadu ciudatlano una razonable
vesperanza de servir à la patria .” Es- )
tas no son razones. Si se atiende a
que la elccejon de gefes es una fun
cion de gobierno y no de soberania,
se verá el motivo porque el medio de
la suerte , es cl mas acomodado á la
naturalęza de la democracia donde la
administracion es otro tanto mejor
quanto menos multiplicados sean los
actoş. "no "
En toda verdadera democracia la
magistratura no es una ventaja , sino
una carga honerosa que no se puede
justamente imponer á un particular
mas bien que á otro . La ley sola puc
de imponer esta carga á quien le cai
ga por suerte . Siendo entonces igual
para todos la condicion , y no depen ,
diendo de alguna voluntad humana , no
bay ninguna aplicacion particular que
altere la universalidad de la ley ,
- En la aristocracia el principe esco
la stan biey n elcogobierno
pgelo eldeprincipe, conser,
lui es donsede conser
ya por si mismo, y aqui és donde los sur
fragios estan bien colocados. El ejem
plo de la eleccion del Doga de Venecia
13 . ; ,
186
confirma esta distincion lejos de desi
truirla . Esta forma mezclada conviene á
un gobierno misto , porque es un crror
tener al gobierno de Venecia por una
verdadera aristocracia . Si el pueblo
no tiene parte en el gobierno , la no
bleza es el mismo pueblo. La multi
tud de pobres barnabotas jamas ob
tiene la magistratura , y la nobleza
no tiene masque el vano titulo de ega
celencia y el derecho de asistir al gran
Consejo . Siendo este gran Consejos
tan numeroso como nuestro Consejo
general de Ginebra , sus ilustres miem
bros no tienen mas privilegios que
nuestros simples ciudadanos . Ello, es
eierto que quitando la estrema dispa
ridad de las dos republicás, los veci
nos de Ginebra representan ecsacta
mcnte el patriciado veneciano : nuestros
naturales y habitantes representan los
citadinos y el pueblo de Venecia ; nuest
tros campesinos representan los vasa
llos de Tierra firme: en fin de cual
quier modo que se considere esta re
publica , prescindiendo de su grande
za , su gobierno no cš mas aristocraz
tico que el nuestro. Todi la diferen
cia consiste en que no teniendo algun
gefe vitalicio , nosotros no tenemos la .
misma becesidad de suerte.
S
A
187
Las elecciones por suerte tendrian
pocos inconvenientes en una verdade
ra democracia donde siendo todo igual
tanto por las costumbres y por los ta
lentos como por las macsimas y por
la fortuna , la eleccion vcndria a ser
casi indiferente , pero ya he dicho que
apenas hay una verdadera democràcia ...
. Cuando las elecciones y la suertei
se hallan mezcladas , la primera debe
recaer sobre los puestos que eesigent
capacidad y talentos como son los em
pleos militares : la otra conviene á los
empleos para los que bastan el buen
sentido , la justicia y la integridad co
mo para los cargos de judicatura , por
que en un estado bich constituido estas
cualidades son comunes á todos los ciu -"
dadanos. . . .
Ni la suerte ni los sufragios ' ties
nen cabida en un gobierno nionarquia
co , porque siendo por derecho el mo
narca el unico principe y magistrado,
la elección de sus lugar-tenientes no
pertenece siño á él . Cuando el abad
de St. Pierre propoñia multipliear los,
consejos del Rey de Francia , y ele
gir los miembros por escrutinio , no
veia que proponia una nueva forma
de gobierno . . ' .
188
1 . Me falta que hablar del modo de
dar y de rccoger los votos en las a
sambleas del pueblo , pero en orden
á esto quizás la historia de la politica
Romana, esplicará mas sensiblemente
todas las macsimas que yo podria es
tablecer. No será ageno de un lector
juicioso ver un poco circụnstanciada
menle, como se trataban los negocios
publicos en un sonsejo de doscicntos
mil hombres. . is :
CAPITULO IV .
De los comicios romanos.
* No tenemos algunos monumentos
seguros de los primcros tiempos de
Roma ; hay una grande apariencia que
la mayor parte de cosas que sė nos
dicen son mcras fabulas ( 1 ) y, en ge
neral la parte mas instructiva de los
auales de los pueblos que es la histo
ria de sus establecimientos , nos falta
(1 ) El nombre de Roma que muchos deri
van de Romulo , es griego y significa fuerza , y
el nombre Numa es tambien griego y significa
ley. ¿Que apariencia de que los dos primeros re
yes de esta ciudad tuviesen nombres tan signifi
cativos de lo que hicieron ? .
189
casi del
casi del todo. La esperiencia imnos en
perina
los dias
seña todos los de qque
dias de uoscausas os;
cen las revoluciones de los imperios;
pero como ya no se forman pueblos ,
no podemos esplicar sino a fuerza de
conjeturas como se formaron . iii .
Los usos que se hallan estableci
dos aseguran á lo menas el origen de
ellos. Las tradiciones, que remontan
á éste origen apoyadas en las mayores
autoridades , y confirmadas por las mas
fucrtes razones , deben pasar por las
mas ciertas. Ve aqui las macsimas que
he procurado seguir , investigando co
mo el mas libre y el mas poderoso
pueblo de la tierra ejercia su poder
supremo. . . . . . . . A
- Despues de la fundacion de Roma,
la republica naciente , es decir , el
ejercito del fundador , , compuesto de
albinos , sabinos y estrangeros, fue di
vidido en tres clases que de esta divi
sion tomaron el nombre de tribus. Cada
una de estas fue dividida en diez cu
- rias , y cada curia en deçurias á cuyo
frente se pusieron cabezas , llamadas
' curiones o decuriones. Ademas se sacó
de cada tribu un cuerpo de cien caba
lleros , llamado centuria : por donde se
ve que estas divisiones , poco necesa
190
rias en una poblacion , no eran mas que
-militares. Pero parece que un instinto
de grandeza guiaba a la pequeña ciu
.dad de Roma para comenzar en sus
principios con una politica convcnicnte
á la capital del mundo.
- De este primer repartimiento se
originó bien pronto un inconveniente,
y fue que la tribu de los albinos
( Ramenses) y la de los sabinos ( Tą
cienses ) quedando siempre en el mis
mo estado , mientras que la de los es
trangeros, (Lucerios) crceia sin cesar
por el concurso perpetuo que se agre.
gaba á ella , resultó que esta ultima
superó bien pronto a las otras dos.
El remedio que halló Servio en este
peligroso abuso , fue mudar la divi
sion , y á la de razas que abolió, subs
tituir una otra sacada de los parages
de la ciudad ocupados por cada tri
bu . En lugar de tres tribus hizo cua
tro , y cada una de ellas ocupaba una
de las montañas de Roma , tomando
de ella el nombre. De este modo re
mediando la desigualdad presente, pré
vino la que en adelanto podria ocu
rrir , porque esta division no fue sola
mente de lugares, sino tambien de hom
bres , pues prohibió a los habitantes
191
de un cuartel pasar a otro impidien
do asi que se confundieran las razas.
i Dobló tambien las tres antiguas
centurias de caballeria , y añadió otras
doce , pero siempre bajo los mismos
nombres : medio simple y juicioso por
el cual acabó de distinguir el cuerpo
de caballeros de los del pueblo sin dar
lugar á que estemurmurase. A estas cua
tro tribus urbanas Servio añadió otras
quince llamadas tribus rusticas , por
que estaban formadas de habitantes
de la campaña repartidos en otros tan
tos cantones. En fin despues se hicie
ron algunas mas , y el pueblo roma,
no se halló dividido en treinta y
cinco tribus ; numero quc duró hasta
el fin de la republica .
. De esta distincion de tribus de la
ciudad y tribus del campo nació un
efecto digno de ser observado , porque
apenas se halla igual ejemplo , y a él
debió Roma la conservacion de sus
costumbres , no menos que el engran ,
decimiento de su imperio . Se creerią
que las tribus urbanas abrogandose
bien pronto el poder y los honores,
no tardarian en envilecer á las tribus
rusticas, pero fue al contrario . Es
bien sabido el gusto de los primeros
192
romanos a la vida del campo. Esto
gusto les venia del sabio fundador que
unió a la libertad los trabajos rusticos
y militares, y desterró por decirlo asi
á las ciudades las artes , los oficios , la
intriga , la fortuna y la eselavitud. ...6
' . Y esta es la razon porque todo
lo mas ilustre de Roma vivia en los
campos , y cultivava las tierras , acos
tumbrandose á no buscar sino en ellos
la felicidad y el apoyo de la republic
hlica. Este estado siendo el de los mas
dignos patricios, era honrado de todo
el mundo : la vida simple y laboriosa
de los lugareños fue preferida a la vi
da ociosa y mole de los habitantes de
Roma , y este ó aquel que no hubiera
sido mas que un infeliz proletario en
la ciudad , trabajador en el campo,
vino á ser un ciudadano respetado . Y
por eso decia fundadamente Varron
que nuestros magnanimos ascendientes
establecieron en el campo el plantel
de estos robustos y fornidos hombres
que la defendian en tiempo de guerra ,
y la sustentaban y nutrian en tiempo
de paz. Plinio dice positivamente que
las tribus de los campos eran honra
das por causa de los hombres que las
componian ; mientras que se transferià
193
por ignominia en las de la ciudad á
los cobardes a quienes sc queria en
vilecer. El Sabino Appio Claudio
viniendose á cstablecer en Roma fue
colmado de honores é inscrito en una
tribu rustica que despues tomó el non
bre de su familia . En fin los libertos
cntraban en todas las tribus urbanas,
esceptdando las rurales, y no hay sia
quiera un ejemplo durante la republi. .
ca de que los libertos obtuvieran al
guna magistratura aunquc llegasen á
ser ciudadanos, : ,
Esta maçsima era escelente ; pero
fue llevada tan adclante que resultó
al fin una mudanza , y ciertamente un
abuso en la politica . Primeramente los
censores despues de haberse abroga
do mucho tiempo el derceho dc trans
ferir á su arbitrio los ciudadanos de
una tribu á otra permitieron a la ma
yor parte el hacerse inscribir en la
quc mejor les acomodaba : permision
que seguramente, no era buena para
nada , y quitaba uno de los grandes
resortes de la censura . Ademas que
los grandes y los poderosos hacién
dose todos inscribir en la tribu de
la campaña y los libertos hechos ciu
dadanos quedandose con el populacho
194
jen las de la ciudad , las tribus mer
neralmente perdieron el lugar y te
crritorio señalado , y se hallaron de tal
modo mezcladas que no se podrian
discernir los miembros de cada una sino
por el registro ; de suerte que la idea
de la palabra tribu paso de esta ma
nera de real á personal , ó mas bien
vino á ser una quinera. . . ,
- Suçedia tambien que las tribus do
la ciudad estando mas á mano , cran
Jas mas fuertes por lo comun en los
comicios y vendian el estado á los que
procuraban comprar los sufragios de
la canalla que los componian.
5. En orden, á las curias , habiendo
paesto diez el institutor en cada tribu ,
todo el pueblo romawo entonces acam
pado co los muros de la ciudad se
halló compuesto de treinta curias de
las que cada una teniasus templos,
' sus dioses , sus oficiales . sus sacerdo.
tes , y sus fiestas llamadas COMPITALES
semejantes a las pagnalias que tuvier
ron despues las tribus rusticas. “
17. ; En la nueva division de Servio ,
no pudiendoşe igualmente repartir el
numero de' trointa en sus cuatro cu
rias, po tuvo á bien tocar este pun
to , y las curias independientes de las
195
tribus' vinieron á hacer una otra di
. vision de los habitantes de Roma,
pero jamas se escitó cuestion de las
curias ni en las tribus rusticas ni en
el pueblo que las componia , porque
las tribus viniendo á ser un estable
cimiento puramente civil , y babien
dose introducido una otra politica por
cl levantamiento de tropas , las divi
siones militares de Romulo se halla
ron snperfluas. Asi aunque todo ciu
dadano debia estar inscrito en una tri
-bu , no por eso era menester que lo
estuviese en una curia .
• Servio hizo todavia una tercera di
vision que no teniendo relacion con
ningdefectos leibuyó e
ninguna de las precedentes , fue por
- sus efectos la mas importante de to
das. El distribuyó el pueblo romano
en seis clases que no distinguia ni por
el lugar , ni por los hombres , sino
por los bienes; de manera que las pri
meras clases estaban ocupadas por los
i ricos , las ultimas por los pobres , y
las medianas por los que gozaban una
-mediana fortuna. Estas seis clases os
taban subdivididas en ciento 'noventa
ý tres cuerpos llamados centurias , y
estos cuerpos estaban distribuidos de
tal modo que sola la primera clase
196 -
comprehcndia mas de la mitad , y la
ultima no formaba mas que uno solo .
Asi se halló que la clase menos nu
merosa en hombres , lo era mas en
centurias , y que la ultima clase en.
tera no se contaba mas que por una
subdivision , aunque ella sola contenia
mas de la mitad de los habitantes de
Roma, . .
• A fin quc el pueblo no pudiera
penetrar las consecuencias de cşta ul
tima forma , Scrvio afectó darla un
aire militar : él inserto en la segun .
da clase dos centurias, de armeros y .
dos de instrumentos de guerra en la
cuarta , y en cada clase eseeptuando la
' ultima , distinguió los jovenes y los
viejos, es decir , los que estaban obli
gados á tomar las armas , y los , que
por su edad estaban ecsentos por las
leyes : distincion que mejor que la de
los bienes producia la necesidad de
volver hacer otra numeracion : en fin
quiso que la asamblea se tuviese en
el campo de Marte , y que todos los
que estaban en edad de servir , vinie
sen alli con sus armas.
po La razon porque Servio no seguia
en la ultima clase esta misma division
de jovenes y viejos , era porque no se
197
otorgaba ni concedia al populacho de
que estaba compuesta el honor de to
mar las armas por la patria : era ne
cesario tener hogares para obtener el.
derecho de defenderla y de estas inu
merables tropas de mendigos de que :
estan hoy dia cargados los ejercitos;
de un rey , ni uno solo hubiera ' deja
do de ser echado con desden: de una
corte romana cuando los soldados eran
los defensores de la libertadi ini :
• Se distinguian tambien en la ulti- ;
ma clase los prolectarios de los que
sc llamaban capite censi . Los prime- :
ros aunque bastante pobres ,. daban al :
estado ciudadanos y algunas veces sol. :
dados , particularmente en las necesi
dades apuradas del estado : en orden
á los que nada tenian ni poseian , y
que solo se conocian por sus nom - )
bros , eran mirados como ningunos, y
Mario fue el primero quc permitió que :
se alistaran para el ejercito . so
- ; Sin decidir aqui si esta tercera
numeracion está bien ó mal hecha , yo
creo poder afirmar que solo las sim
· ples costumbres de los primerus ro
manos , su desinteres, su gusto por la
agricultura , su menosprecio al comer
cio , y su poca codicia la podjan ha
198
cer practicable." En un pueblo moderne
no donde la devorante avaricia , el es
piritu inquieto , la intriga, las depo*
siciones continuas , las perpetuas revoa.
luciones de fortuna dominan general
mente , ¿como podria durar veinte años
un igual establecimiento sin bambo
lear el estado ? Es necesario notar que
las costumbres y la censura , mas fuer
tes que esta institucion , corregian el
vicio cn Roma, y quc un rico se:veia
colocado en la clasc de los pobres por
haber hecho ostentacion de su riqueza .
De todo esto se puede comprehender
fácilmente , porque no se hizo jamas
mencion mas que de : cinco clases en :
medio de que en realidad cran scis. :
La suerte no suministrando ni solda-.
dos al ejercito , ni votantes al campo
de Martes 17 ni siendo de algun uso
en la republica , apenas se contaba con
clla para nada . . .
Tales fueron las diferentes divi
siones del pueblo romano : veamos aho
w (1 ) . Digo en el campo de Marte , porque,
alli era donde se juntaban los comicios por cen - .
turias : en las otras dos formas el pueblo se reu
nia en el Forum ó en otra parte , y entonces los
Capite censi tenian tanta influencia y autoridad
como los primeros ciutdadanos --
199
ra el efecto que ellas produeian en las :
asambleas. Estas juntas legitimamente:
convoeadas , se llamaban comicios, y se
tenian ordinariamente en la plaza de
Roma' ó en cl campo de marte, y se
distinguian en comieios por ' curias,
comicios por centurias*; y comicios por
tribus según una de las tres formas
subre que estaban ordenadas . Losco
inicios por curias eran de la institu .
cion de Romalo los de por centurias
de Servio , y los de por tribus de tos
tribunos del pueblo . Ninguna ley re
cibia la sancion , ni era ningun ma
gistrado electo sino en los comicios, y
cond no habia ningun ciudadano que
no estuviera inscripto en una 'curial
en una centuria ó en (una tribu se
sigue que ninguno tampoco estaba esat
cluido del derecho de sufragio , y que.
el pueblo romano era verduideramente
soberano de liecho y de derecho . Para
que los comicios se congregaran les
gitimamente y tuvieran fuerza de ley ,
cran necesarias ' tres condicioncs: la
primcra que el cuerpo ó el magistrat
do que los convocara , estuvicra reves
tido de la autoridad soberana : la sed
gunda que la asamblea 'se tuviera 'uno
de los dias permitidos por la ley ,
200
la tercera que fueran favorables los
adivinos.
mo. La razon del primer reglamento,
no tiene necesidad de ser esplicada:
la segunda es un negocio de politica .
Asi no era permitido tener los comi-,
cios los dias de feria o de mercado
en lo que las gentes del campo vinien
do á Roma á sus negocios o no tenian
tiempo para detenerse aquel dia en la
plaza pública. Por lo que toca , á la ,
tercera , el senado tenia la brida á un ,
pueblo , fiero y revoltoso , y templaba ;
à proposito el ardor de los tribunos;
sediciosos ; pero estos ballaron mas de
un medio para librarse ng una vez sola ,
de, semcjante opresion . Bai na
92 . Las leyes y la eleccion de los ge->
fes, no eran solamente los puntos sue
jetos al juicio de los comicios..Habicn-,
do usurpado el pueblo romano las mas,
importantes funciones del gobierno, sc
puede decir que la suerte de la Eur,
ropa se reglaba en estas asambleas,
Esta varicdad de objetos daba lugar á
las diversas formas que tomaban estas
juntas segun las materias que se ha :
bian de tratar. Para juzgar de estas
diversas formas, basta compararlas.
Romulo instituyendo las curias, se pro
201
päso contener el senado por el pueblo ,
y el pueblo por el senado , dominando
igualmente todos. El dió al pucblo
por esta forma toda la autoridad del
numero para balancear la del poder y
riquezas que dejó á los patricios; pero '
segun el espiritu de la monarquia dejó
sin embargo mas ventaja a los patri.
cios por la influencia de sus clientes
sobre la pluralidad de sufragios. Está
admirable institucion de patronos y
clientes es una obra inacstra de poli
tica y humanidad , sin la cual el pa .
triciado tan contrario al espiritu de la
republica no hubiera podido subsistir .
Solo Roma ha tenido el honor de dar
al mundo este ejemplo del que no re
sultó jamas un abuso , y qué por tana
-
"Eshata sido
toto no do Aquino
ido ntanseguido.
11.sistnunca
Está misma' forma de curias hac
biendo' subsistido bajo los reyes hasta
Servio , y no contando por legitimno
el reinado del ultimo Tarquind , hizo
distinguir generalnicntc las leyes rca . '
lcs por el nombre de Léges curiatæ . "
· En tiempo de ' la republica , las
eurias siemprc limitadas á cuatro tri
bus urbanas, y sin contener mas" que
el populacho de Roma , no pod an
convenir ni al senado que cstaba á la
202 :
frente de los patricios ,, ni á los tria
.
CAPITULO V .
:. " Del Tribunado.
Cuando no se puede establecer una
ecsacta proporcion entre las partes
209
sonstitutivas del estado , o algunas
causas indestructibles alterap sin ce
„ sar los respetos , entonces se instituye
un magistrado particular que no haga
cuerpo con los otros , que coloque
cada termino en su respectiva relacion
y que haga una trabazon ó un medio
termino , ó sea entre el principe y el
pueblo , ó sea entre el pueblo y el $o
berano , ó sea entre uno y otro á un
. mismo tiempo, si tal vez es necesario .
Este cuerpo que yo llamaré tribu
nado, es el conservador de las leyes
y del poder legislativo , y sirve tam
bien algunas veces para proteger al
soberano contra el gobierno como ha
cian en Roma los tribunos del pueblo ;
y otras para sostener el gobierno con
tra el pueblo , como en Venecia el con
sejo de los diez ; y en fin sirve tam
bien para mantener el equilibrio de
una y otra parte como hacian los efo
ros en Esparta . . ., ,
of El tribunado no es una parte cons
titutiva de la ciudad , y no debe tener
alguna porcion ni del poder legislati
.yo ni del ejecutivo ; pero por, esto mis
mo es mayor el suyo , porque no pu
diendo hacer nada , lo puede impe
dir todo , y cl tribunado es mas SX
210
grado y reverenciado como defensor
de las leyes , que el mismo principe
que las ejecuta y el soberano que las
da , Esto se vió claramente en Roma
eyando estos fieros patricios que des
preciaban siempre el pueblo entero ,
fueron forzados á humillarse delante
de' un simple oficial del pueblo que
no tenia ni auspicios ni jurisdiccion .
: 14 El tribunado sabiamente templado
es el más firme apoyo de una buena
énstitucion , pero por poca fuerza de
sobra que tenga , lo destrúyc todo .
En orden a su debilidad no le es na
tural : babta que él sea alguna cosa ,
muno. Degodeer ejectovris cuadn debequpioe
nunca sea menos que lo que es ne
vo el cuandore
cesario . Degcnerara enen tirania
üsurpa el poder ejecutivo del que no
es más que moderador ; cuando quiere
dispensar las loycs que solo debe pro
teger: El enorme poder de los eforos
eesistió sin peligro , mientras que Es
parta conservó sus costumbres , acele
Agirca comienzada.
to su decorrupcion
Tó
da por lpor
fre de Agis degollado oraLadtira
os etestos saņ.
e la
nos , fue vengada por su sucesor : el
crimen el eastigo de los etoros lâpré
Süraron igualmente la perdida de la
republica , y despues de Clcomenc,
# sparta no fue nada. Roma". pereció
211
tambien por lo mismo : el poder esce
„sivo de los tribunos usurpado por gras
dos , sirvió en fin con la ayuda de las
Icyes hechas en favor de la libertad ,
de salvaguardia á los emperadores que
la destruyeron . ':s os . : * nog sr 19
. Por lo tocante al consejo de los
diez de Venecia es: un tribunal de
sangre , horrible igualmente a los pa
tricios que al pueblo , y que lejos de
proteger altanrente las leyes , no hay
servido despues vde su envilecimiento ,
- sino para condenar sá cualquiera sin ,
que pueda llegar a percibirla . El trin,
bunado se debilita como el gobierno
por la nultiplicacion de sus miembrom
Cuando los tribunos, del pueblo , rq -1
mano en numero de dos al principio ,
y cinco posteriormente quisieron do
blar este numero , el senado se lo de
jó hacer , bien seguro de contener los ,
unos por los otros, lo quc vino al
cabo á sucedér: 1 v
--* * El mejor medio de prevenir las us!
surpaciones de un tan formidable cuer :
, po fmedio del que hasta ahora no se
ha valido ningun gobierno seria nog
hacer este cuerpo permancnte : y arre-r
glar algunose intervalos durante los
cuales quedara suprimido. Pero estos
9 12
irtervalos que no deben ser demasias
do grandes para dejar lugar de que
se establezcan los abusos , pueden ese
tar fijados por la ley , de manera que
sea facil tambicn el poderlos abrevian
en las necesidades por .comisiones. ess
ti'aordinarias. ; i . i t
• Éste medio me parece sin incon
venientes , porque como ya he dicho
el tribunado no haciendo parte de la
constitucion , puede ser suprimido sin
detrimento de ella , y - por otro lado
es un médio queme parece eficaz , pors;
que un magistrado nuevamente resta .
blecido golse funda sobre el poder quc.
tenia su prodecesor , sino tan solo se
bre el que de da la ley . ';. :
(11 1 ' CAPITULO VI.
is De la Dictadura . .
La inflecsibilidad de las leyes que
las impide conformarse con los acon
tecimientos , puede en ciertos casos ;
hacerlas" perniciosas , y causar por e- .
llas la perdida del estado en su crisis .
El orden y la lentitud de las formas .
piden un espacio de tiempo que algu-.
nas veces no permiten las circunstan-,
215
elas. Se pueden presentar mil casos
que no ha podido precaver el legis
lador , y es una precaucion muy ne,
cesaria el sentir que no todo se pue,
de prevcer . 'i . . i amb
t" No es necesario puos querer afian
zar de tal modo las instituciones por
liticas que las quite el poder suspen ,
der algunas veces el efecto de sus le .
yes. Esparta misma ha dejado dormir
las suyas , pero solamente los grandes
peligros son los que pueden balancear
el riesgo de alterar el orden publico;
y jamas se debe suspender el poder
nagrado de las leyes sino , cuando se
trata de la salud de la patria . ! :
. - En estos casos raros y manifiestos
se precaye la seguridad publica por
un acto particular cuyo cargo se con
mete al mas dicho. Esta comision , pues
de darse de dos maneras según la es
pecie del peligro. Si para remediarla ,
basta aumentar la actividad del go.
bierno , se le puede concentrar en uno
o en dos de sus miembros ; y de este
modo no se altera la actividad de las
leyes, sino solamente la forma de la .
administracion . Pero si el peligro es
tal que el aparato de las leyes sea
un obstaculo para evitarle , entonccs .
214
se nombra un gefe supremo que haga
callar todas las leyes y suspenda un
momento ka autoridad soberana. En
este caso , la voluntad general no es
dudosa porque es evidente que la pri
mera intencion del pueblo es que el
estado no perezca. De este modo aun .
que se suspende la autoridad legisla
tiva , no por eso se estinguc el magis.
trado que la hacc callar ģ no la pue
de hacer hablar , la domida sin po
derla representar, y todo lo puede,
menos hacer leyes : . . . .
3 . El primer medio se empleaha por
el senado romano , cuando encargaba.
á los consules por una formula con
sagrada prevcer a la salud de la re
publica : el segundo tenia lugar cuan
do uno de estos dos consulcs , nom
braba -un dictador : - ( 1 ) 'uso del cuali
Alba habia dado ejemplo en Rema. . ;
En los principios de la republica
se rccurria continuamente á la dicta•
dura y porquc cl cstado no tenia aun
um apoyo bastante fijo para poderse ;
sostener por la fuerza de su consti
CAPITULO VIII.
M . De la religion civil. : )
Los hombres no tuvieron al prin
cipio otros reyes que los dioses , ni
otro gobierno que la Tehocracia : Hi- .
229
cieron el razonamiento de Caligula , y
entonces le hicieron ccsactamente. Es
necesaria una larga alteracion de sen
timientos y de idcas en los hombres
para resolverse á tomar por señor á
un semejante , y lisonjcarsç de hallar
sie bien con él.
Por haber puesto un dios á la
frente de cada sociedad politica , se
sigue que ha habido tantos dioses como
pueblos . Dos pueblos estraños ol una
al otro , y casi siempre encmigos , no
pueden reconocer por mucho tiempo ,
á un mismo dueño , ni dos ejercitos,
dandose batalla , no sabrian tampoco '
obedecer á una misma cabeza ó gefe.
- De este modo , de las divisiones
nacionales ' resultó c ! Polithcismo , y :
de aqui la intolerancia teologica y cio '
vil que naturalmente es la misma como
diremos despues. La imaginacion que
tuvieron los griegos de volver á en
contrar sus dioses entre los pueblos
barbaros , * provino de haberse ellos
consideradº como los sohcrapos natu
rales de estos pueblos. En nuestros
diaş cs una erudicion muy ridicula , la
que se dirije á establecer la identidad
de los dioses de diversas naciones,
como si Mólook , Saturno y Chronos'
223
pudieran ser el mismo Dios , como si
el Baal de los fenicios , el Zao de los
griegos , y el Jupiter dc' los latinos
pudieran ser el mismo , y como si pu
diera atribuirse alguna cosa á unos
scres quimericos, que tienen diferen
tcs nombres . .. . . . i
- Si se pregunta como en el papa
nismo donde cada estado tenia su cul
to y sus dioses , no habia guerras á
orden á la Religion ; respondo que por
lo mismo que cada estado tenia su cul
to propio no 'menos que su gobicrno,
. no distinguia sus dioses de sus leyes ,
La guerra politica era tambien tcolo
gica : los departamentos de los dioses
cstaban par decirlo . asi , fijados en
los limites de las naciones. El dios
de un pueblo no tenia algun derecho
sobre los otros pueblos : los dioses de
los paganos no eran envidiosos : ellos
dividian entre si el imperio del muns
do. Moises mismo y el pueblo hebreo
se conformaban algunas veces con esta
idea , hablando del Dios de Isrrael.
Es verdad que miraban como ningas
nos los dioses de los Canancos , pues
blos proscriptos , condenados a la des
truccion , y cuyo lugar debian ocupar
los hebreos ; pero vez como hablaban
224
de las divinidades de los pacblos vez
cinos a los que les estaba prohibido
atacar : « La posesion de lo que perte-,
» nece á Chainos , vuestro dios , decia,
» Jepté á los Amionitas , no os es le
» gitimainente debida? Nosotros posee-,
NA
S : FIN . '
11
244
TABLA
De los libros y capitulos de esta
obra .
BODNO
LIBRO PRIMERO. ..
Capitulo primero. El objeto
de la obra ,
. . pa gina 2
Cap . II.
Cap. De las. primeras
II. De socie
dades.
Cap . III. Del derecho del mas
fuerte .
Cap. IV . De la esclavitud .
Cap. V . Que siempre es nece
sario subir á una primera con
vencion . 18
Cap. VI. Del pacto social. 19
Cap . VII. Del soberano. 24
Cap. VIII. Del estado civil. 28
Cap . IX . Del dominio real. 30
! LIBRO SEGUNDO .
Cap. I. Que la soberania es ina
genable.
Cep . II. Que la soberania es in
divisible. ,
248
Cap . III. Si la voluntad general
puede errar . : 42
Cap. IV . De los limites del poder ;
: soberano . 45
Cap . V . Del derecho de vida y no
muerte . Si
Cap. VI. De la Ley. 1 ; 55
Cap. VII. Del legislador. 61
Cap. VIII. Del pueblo . 69
Cap . IX . Continuacion d capi- '
tulo precedente . ' . : 73
Cap. X . Continuacion .
Cap . XI. De los diversos siste
· inas de legislacion ?
Cap . XII. Division de las leyes. 87
LIBRO TERCERO .
Cap . I. Del gobierno en general. 90
Cap. II. Del principio que cons- ;
tituye las diversas formas de
í gobierno . - 100
Cap. III. Division de los gobier .
nos . 105
Cap. IV . De la democracia . 108
Cap . V . De la aristocracia . ' 111
Cap. VI. De la monarquia .
Cap. VII. De los gobiernos misa .
tos. . 127
Cap . VIII. Que la misma fora .
246
ma de gobierno no es propia
para todos los paises,
Cap. IX . De las señales de un )
* buen gobierno. 139
Cap. X . Del abuso del gobieres ;
no y de su declinacion å dege
inerar . ' .
Cap . XI De la muerte del cuer
po politico . . : 148
Cap. XII. De quemediosseman
i tiene la autoridad soberana . 151
Cap. XIII. Cantinuacion . 153.
Cap. XIV . Continuacion . 156
Cap . XV. De los diputados o
* representantes. san 157
Cap . XVI. Que la institucion
del gobierno no es un contrato . 164
Cap. XVII. De la institucion
?". del gobierno. . i . : 467
Cap. XVIII. Medios, para pre. ..
venir las usurpaciones del go .
bierno . 169
DE LIBRO CUARTO.
Cap. I. Que la voluntad gene
ral es indestructible . i 174
Cap. II. De los sufragios ó votos. 178
Cap. III. De las elecciones. : 184
Cap. IV . De los comicios romanos. 188
247
Cap. V . Del tribunado . 208
Cap . VI. De la dictadura . 212
Cap . VII. De la censura . 218
Cap. VIII . De la rcligion civil. 221
Cap. IX . Conclusion . 243
FIN DE LA TABLA.
هه