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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
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R . 261.020 37571 ,0
EL CONTRATO C 43
SOCIAL ,

Ó PRINCIPIOS
' DEL .

DERECHO POLITICO .

30
0h29
NUEVA EDICION .
tore
Bee

LONDRES.
Llegado un ca dez
*DICACION
- Fæderis æquas
Dicamus leges. VIRG.
mocoboamooooaan

ADVERTENCIA

DEE TRADUCTOR .

El principal mérito del Autor de


esta obra es el haber demostrado en
ella á prióri una verdad fundamnental
de economia Social, es á saber que
toda potencia que no dimana de la
Nacion , es tiránica é ilegítima. Asi
@s que por muchos que hayan sido en
otras materias los estravios del Autor ,
por esto solo debe mirarsele como ú
uno de los principales bienhechores de
la humanidad .
' Debemos confesar que esta verdad
il está aqui embuelta entre algunos e
rrores. La paradoja que por desgra
cia sostuvo su Autor al principio de
su carrera literaria en órden al influ
jo de las letras en la corrupcion de
Tus costuinbres , le hizo caer en todas
las equivocaciones que eran la conse
cuencia necesaria de tan estraña aser
cion . De aqui provino su ciega par
cialidad en favor de las anarquias. oli
TV
gárquicas de los pueblos antiguos , et
desprecio que profeso constanteinente
á la ciencia que enseña á aumentar y
distribuir de un modo conveniente las
riquezas de los pueblos , removiendo
los obstáculos que se oponen a los pro
gresos de la civilizacion , y en fin su
odio contra el sistema representativo
que califica de contrario à la Sobera
nía Nacional, sin embargo de que este
sistema no sea otra cosa que el ejer
cicio de la misma Soberanía . Por,for
tuna los iwnortales escriſos de Turrot,
Francklin , Condorcet , Price , Payne,
Sieyes , & c. , han disipado las timie
blas que ofuscan esia importante mna
teria . th . : *
· El autor destruye indirectamente
el absurdo mas finesto y contrario al
órden social, el que más. Civilece la
dignidad de hombre , el give mus rc
tarda los progresos de la razon , 'y
el que mas deseca y agutu dos manan
tiales de la riqueza pública , quiero
decir , la institucion de la nobleza , y
de las clases privilegiadas.
. De esta traduccion solo diremos
dos palabras. Hemos procurado ser
literales ciñiendonos cesactamente al
original, persuadidos á que en las e -
bras abstractas y metafisicas es impo
sible desentrañar el sentido del Au
tor , sino se vierte con escrupulosidad
cada periodo' y cada frase. Hemos
procurado igualmente apartarnos de
la verbosa rerlundancia de nuestros
quinientistas , no menos que del estilo
siempre coriado y de los incisos con
tinuos que afectan algunos que se pre
cion de pensadores. El purismo de los
que no
que s nuevaadoptar
no equieren s, nos hanipovoces
rno dnie es
presiones nuevas , aun cuando son in
los
dispensables , no nos ha parecido me
nos cbsurdo que el neologismo de los
Galicistas que no conocesi ni la indole ,
ni á veces la gramática del idioma cas
tellano .
Nuestro único objeto en la traduc.
cion de esta obra ha sido que las ;
dcas liberales se esiiendan y propa
guen , y que la Patria de los Lucanos
ý Padillas, en el dia agoviada bajo
ia ferula del despotismo civil y reli
gioso , conozca sus derechos y se es
fuerce si vindicarlos. A la verdad nin .
guna nacion de la Europa está hoy
dia tai sojuzcada como la Española .
La imvorenció , los privilegios , la po
breza y la fuerza , todo concurre a su
mayor abatimiento ,
- El Clero sumamente solicito de ses
intereses , tiene fascinado al Pueblo ,
y no perdona ningun trabajo para ha
cerle sufrir con paciencia y resigna
cion su desgraciada suerte , valiendlose
hasta de la predicacion y del confeso
nario para inspirarle unas ideas sc
ductivas que deshonran la humanidad,
y la justícia . Por otra parte , un tri
bunal bárbaro y sanguinario que su
foca las buenas ideas , que fomenta
lumas desupiadada y estravagante ino
ral, que introduce la desconfianza en
tre los ciudadanos, haciendoles dobles,
perfidos , vengativos, intolerantes é in
tratables , un tribunal que haciendo de
la palabra un contrabando , impide cl
progreso de las luces y conocinientos
utiles al hombre , entreteniéndole con
unas falsas ideas que hacen odiosa la
Religion a los ojos de todo el mundo ,
y que solo sirven de apoyo á la tira
nia ; la Inquisicion finalmente de la que
nadie puede hablar sin horror , es la
que propaga la ignorancia mas crasa
y mas dañosa que se puede inaginar.
Ademas de eso , el Clero forman
do una total independencia del Esia
do , y conservando unos privilegios
poco compatibles con los derechos 80
VII
ciales , esclaviza el Pueblo y le domi.
na esclusivamente sin que pueda levan
tar cabeza . Un obispo es un soberano
que mantiene en su capital una corte
con su bajá ó provisor que puede ti
ranizar inpunemente , ya estorbando á
su grado los matrimonios con escusas
y pretestos de conciencia , , y ya espia
diendo en su diócesis las órdenes mas
propias y severas para mantener los
presupuestos derechos de la Clerecia .
La Nobleza porfa su parte ademas
ddee fomentar en vo,reintroduce
fone civil laen pobreza cio , de com auna
ba
guerra civil en el E tudo concibiendo
de si una opinion favorable y miran
do á los otros con desprecio , de lo que
proviene que el Pueblo viendose aba
tido , mire con odio á sus opresores , y
que de consiguiente se origine una gue
rra civil entre ellos que desuna sus
fuerzas, y resultc un inutuo egoismo
infuusto y mortal á la Patria .
· Añadase á todo esto la indigencia
del Pueblo ocasionada del gran nú
mero de tributos é impuestos , nacida
del modo de su ecsaccion , de la mul
titud de guardias y espias que impi
den la circulacion de los generos en lo
interior no menos que la importacion
y esportacion en las fronteras; por
VIII
tuyo medio se aniquila la agricultura ,
se abaten las artes, se estingue el co
mercio , y solo se enriquece momenta
neainente el Erario ; pero se aumenta
la in felicidad púbhca por la mala a .
plicacion que se da á estos caudales,
que por lo comun se emplean ó en co
sas frivolas que no trahen ningun pro
vecho al Estado , ó se estrahen de él
vergonzosamente , ó se dispendian en
mantener una terrible fuerza armada
que velando constantemente, sobre las
acciones de los ciudadanos, osa ensan
grentar su venal y crininosa espada si
alguno reclama sus verdaderos dere
chos. ¡ Ojala , pues , que mis compa
triotas se dediquen a estudiarlos , des
precien la muerte por defenderbus, f
logren sacudir el yugo bajo el que gi
men oprimidos ! Este cs el único intento
y deseo del Traductor . ? .
Si su trabajo merece la atencion
de los sabios nacionales , dará en se
quida la traduccion de otras curas fi
losóficas que tiene ya preparadas para
la prensa .
EL CONTRÁTO
SOCIAL ,

PRINCIPIOS
del Derecho I
Politico.

LIBRO PRIMERO .

intento investigar si en el orden so


cial puede haber alguna regla de ad .
minis! racion legitima y segura , consi
derando los hombres como son y las
leyes como pueden ser . Tratare de
unir siempre en esia averiguacion lo
que el derecho permite con lo que el
interes prescribe , á fin de que la jus
licia y el interes no se hallen jamas
divididos .
Entro en materia sin probar la im
portancia de mi asunto. Se me dirá
si soy principe ó legislador para es
eribir de política ; pero yo responderé
que no , y que por lo mismo escribo
sobre ella . Si fucra principe ó legis
lador no perderia el tiempo en decir
lo que era preciso hacer ; lo haria ó
callaria 'mi boča .
Nacido ciudadano de un estado libre
y miembro del Soberano , por inuy pe
queña influencia que pueda tener mi
voz en los negocios públicos , el de
recho que tengo de votar , basta para
imponerme la obligacion de instruirme.
¡Dichoso yo todas las veces que medi
to sobre los gobiernos por encontrar
sicmpre en mis reflecsiones nuevos mo
tivos para amar el de mi pais!

CAPITULO I.
Objeto de este primer libro.
· El hombre en todas partes ha na
cido libre , y vive sin embargo ama
rrado. Tal se crec señor de otros que
no es menos esclavo que ellos. ¿Como
se ha hecho esta mudanza ? Yo no lo
se. ¿ Que inotívo puede haberla legiti
mado ? Yo me consilero capaz de re - '
solver csta caestion . Si no considera -,
ra mas que la fuerza y el cfecto que
de ella se deriba , diria que mientras
un pueblo se ve forzado á obedecer , y
obedece , hace bien en ello ; pero si
pudiendo sacudir el yugo , le sacudic
re , obra mucho mejor , porque adqui
riendo su libertad por el misino derc
cho que se le habia robado , tiene har
to fundamento para recobrarla , y no
hubo ninguno para que se la quitaran .
- Aunque el orden social es un de
rccho sagradio que sirve de base á to
dos los otros , no obstante él no pro
viene de la naturaleza , pues está fun
dado en meras convenciones . Veamos
cuales son estas , pero antes de llegar
allá , debo establecer lo que acabo de
enunciar.
- CAPITULO II.
De las primeras Sociedades.
La sociedad mas antigua y la sola
que hay natural es la familia , y aun
en esta los hijos no estan sujetos al
padre , sino mientras tienen neccsidad
do él para su conservacion .
Tan presto como esta necesidad cesa ,
el lazo natural se disuelve. Los hijos
ecscntos de la obediencia que deben
al padre , éste libre de los cuidarlos
que debe a sus hijos , ambos entran
naturalmente en la independencia : si
coniinuan unidos , no es natural sino
voluntariamente , y esta familia no se
maniienc en este estado sino por con
vencion . Esta libertad comun es una
consecuencia de la naturaleza del hom
bre. Su primera ley es velar por su
propia conservacion : estos son los cui
dados que se debe a si mismo , y tan
pronto como llega á la edad de la ra
zon , siendo el solo juez de los medios
propios para conservarse , es por esta
misma causa árbitro y señor de si mis
mo. La familia es pucs si se quiere
la primera imagen de las sociedades
políticas. El geie es la imagen del pass
dre , el pueblo es la de los hijos , y
habiendo nacido todos iguales y libres,
no pueden enagenar su libertad sino
por su propia utilidad . Toda la dife
rencia consiste en que en la familia
el amor que el padre tiene á sus hi
jos , le compensa los cuidados que
toma por ellos, y en el estado el pla
cer de mandar suplc al amor que el
gere o nieá misus
gereGnorocitiene eliepuebles.
s en
Grocio niega que todo poder hu
mano esté esiablecido en favor de los
quc son gobernados , y pone á la es- >
clavitud por ejemplo. Su mas constan
te modo de raciocinar cs establecido
siempre el derccho por el hecho. ( 1 )
Se podria emplear un método mas in
consiguiente ; pero no mas favora
ble á los tiranos. Es pues dudoso se
gun Grocio si el género humano per
tenece á una centena de hombres , ó
si esta centena de hombres pertenece
al género humano , y parece en todo
su 1 .° Lib . ser de la misma opinion .
Esie mismo es el sentimiento de lo
bes , y de este molo la especie huma
na está dividida como en rebašos, de,
los cuales cada uno tiene su ganadero
que le guarda para devorarle . Å si como
un pastor es de una naturaleza supe
rior á la de sus ganados , asi tambien
los pastores de los hombres que son
los geles , son de una naturaleza su
perior a la de sus pueblos. Asi racio
cinaba segun la relacion de Filon el
emperador Caligula , concluyendo so

(1) " Las sabias investigaciones sobre el dere


cho público no son continuamente mas que la
historia de los antiguos abusos ; y asi se descave
za malainente quien se toma la pena de estudiar
las.” Tratado manuscrilo de los intereses de la
Francia por Mr. el Marques de Arguenson.
brado bien de esta anuloria que ó los
reyes eran dioses , ó los pueblos unas
bestias. El raciocinio de Caligula vie
ne á ser el mismo que el de Grocio y
Hobes. Aristóteles antes que todos ha- :
bia dicho tambien que los hombres no
son naturalmente iguales ; y que los
unos nacian para la esclavitud , y los
otros para el mando. Aristóteles te
nia razon ; pero tomaba el efecto por
la causa. Todo hombre nacido en la
esclavitud , nace esclavo , nada es mas
cierto ; los esclavos pierden todo en las
cadenas hasta el deseo de salir de ellas:
aman su servidumbrc , como los coin
pañeros de Ulises amaban sa abruteci
miento . ( 1 ) Si hay pues esclavos por
naturaleza , es porque hay quien los
ha tenido contra ella . La fuerza ha
hecho los princros esclavos, y su de
bilidad y afeminacion los ha perpetua
do. Yo no he dicho nada del rey Adan ,
ni del emperador Noe , padre de tres
grandes monarcas que se dividieron
el universo , como hicieron los hijos
de Saturno que se ha creido recoño
cer en ellos. Yo espero que se me sa
. (1 ) Vease un tratado de Plutarco intitula
do : Que los bruges tienen uso de razon.
bra agradecer esta moderacion , porque
descendiente de uno de estos principes
y quizás de la primera rama, qué se
yo si por la verificacion de títulos, yo
me hallaria legitimo rey del géncro
humano . Como quiera que sea , no se
puede desconvenir en que Adan fué
soberano del mundo como Robinson de
su isla , mientras quc fué el único ha
bitante ; y cuando tenia el mando en
este imperio , era un monarca asegu
do sobre su trono que no tenia que te
mer ni rcbclionės , ni guerras ni cons
piradores .

CAPITULO III.
Del derecho delmas fuerte.
El mas fuerte no es jamas dema
siado fuerte para ser siempre dueño,
sino trasforma su fuerza en derechos
y la obediencia en deber . De aqui el
derecho del mas fuerte , derecho to
mado ironicamente en apariencia , y
realmente establecido por principio .
¿ Pero jamas sc nos habrá de espli
car esta palabra ? La fuerza es una
- potencia fisica ; yo no veo pues quc
moralidad pueda resultar de sus pe
fectos. Ceder a la fuerza es un acto
de prudencia . ¿En que sentido podrá
ser un deber ? Supongamos por un mo
mento este pretendido derecho: yo digo
que de él no resultará mas que una
algaravia inesplicable , porque tan pres
to como la fuerza es un derecho, el
efecto se mu la con la causa : toda fuer
za que supera la primera , succde á su
derecho , y luego que se puede deso
bedecer impunemente , se puede legi
timamente: y por cuanto el mas fuer
te siempre tiene razon , no se trata sino
de hacerse el mas fuerte . Asi es que
este es un derecho que perece criando
la fuerza česa . Si es necesario obede
cer por fuerza , no hay necesidad de
obedecer per deber , y cuando no so
mos forzados á obedecer , tampoco es
tar os obligados. Se ve pues que esta
palabra derecho no añade nada á la
fuerza , y que nada significa .
Obedeced á las Potestades . Si esto
quiere decir , celed á la fuerza , el
precepio es bien superfluo , porque yo .
aseguro que jamas será violado. Toilo
poder viene de Dios , yo lo confieso ;
pero tambien la enfermedad . nos es
por él enviada , y por eso ¿ nos está
acaso prohibido llamar al medico ? Si
un vandido me sorprende en un bos
que , es preciso darle la bolsa por fuer
za ; pero cuando yo pudiera guardar
la , i estaria por ventura obligado en
conciencia á darsela ? Tambien la pis
tola que él tiene es un poder. Con
vengamos pues en que :la fuerza no
hace derecho , y que no hay obliga
cion de obedecer sina á las legitimas
potestades , y asi vuelve otra vez mi
cuestion primitiva . . . rir.

i CAPITULO IV . . .?
. is : De la esclavitud: -

• Supuesto que ninguñ hombré tie


ne autoridad natural sobre su scme
jante ; y que la fuerza no produce al
gun derecho , /restan pues las conven
ciones por basa de toda autoridad le
gitima entre los hombres. si
* Si un particular dice Grocio , pues '
de enagenar su libertad , y hacerse esa
clavo de un señor. Porque pués uit
pueblo no podrá enagenar la suya , y
hacerse vasallo de un rey ? Aqui hay
bastantes palabras equívocas que tie
nen necesidad de esplicacion ; pero ci
õámonos á la palabra enagenar. Ena
10
genar es dar ó vender . Si in homas
bre se hace esclavo de otro , no se da
que se vende todo o menos por su
subsistencia . ¿Mas un paeblo , como se
puede vender? Bien lejos de que un
rey suministre á los vasallos la subsis
tencia , el saca de ellos la suya propia ,
y. segun Rabelais un rey no vive de
poco . Los vasallos dan su persona y
sus bienes: : yo no veo que. les queda
que conservar. E ine n ')
Se me dirá quc el déspota asegur
ra á sus vasallos la tranquilidad civil.
En hora buena ; pero c¿oque
oleganan si
que suablambicion
las guerras que e s
lest Q
ocau e
sicna , si su insaciable codicia y las ve
jaciones" ¢le su ministerio less desolan
mas que podrian sus disensiones ? ¿ Que
ganan si esta tranquilidad misma es
causa de sus miserias? Tambien se vi
ve tranquilo , en los calabozos; pero
no es esto lo bastante para estar bien .
Los Griegos cerrados en la cueva dc
Ciclope vivian tranquillos , esperando
su vez para ser devorados. : :
e Decir que un pucblo se da gratui.
tamente , es decir una cosa absurda é
inconcebible : un tal acto es ilegitimo
y 'nulo tan solo porque el que le hacer
no está en su juicio . Decir , lo mismo:
de un pueblo entero , es suponer un
pueblo de locos , y la locura no hace
derecho. : , :-
i Cuando alguno pudiera enagenar
se á si propio , no puede enagenar á
sus hijos , porque estos naciendo hom
bres y libres , y perteneciendoles su
libertad , ninguno tiene derecho de dis
poner de ella sino ellos mismos. An
tes que esten en estado de razón , el
padre puede en su nombre estipular
condiciones para su conservación y
bien estar. ; pero no puede darles irre
vocablemente y sin condicion , porquo
una tal donacion es contraria a los fi
nes de la naturaleza , y escede los de -,
rechos de la paternidad. Seria pues ,
necesario para que un gobierno arbi
trario fuese legitimo que á cada gene
racion el pueblo fuese árbitro de ad
mitirle ó rehusarle ; mas entonces este
gobierno no seria ya arbitrario . :
* . Renunciar la libertad , , es, renun
ciar la cualidad de honbre no menos
que los derechos de la humanidad y
sus deberes. No es posible alguna in
demnizacion para cualquiera que re
nuncie todo esto. Una tal renuncia es .
incompatible con la naturaleza del
gombre , porque esto es quitar toda ,
· 12 ·
moralidad á sus acciones y toda liber
tad á su voluntad ; en fin es una con
vencion vana y contradictoria estipu
lar por una parte con una autoridad
absoluta , y prometer por otra una 04
bediencia sin límites. ¿No es eviden
te que ninguno está obligado á nada
para con aquel de quien se tiene de
recho á pedirlo todo ? ¿ Y esta sola
condicion sin equivalente y sin true
que , no lleva consigo la nulidad del
aclo ? ¿ Porque y que derecho tendria
contra mi un esclavo mio , supuesto
que todo lo que él tiene me pertene.
ce? Su derecho es mio , y este dere
cho de mi contra mi mismo es una
palabra que nada significa . s i
1 . Grocio y los demas sacan de la
guerra un otro origen del pretendido
derecho de esclavitul. Tenicndo cl
vencedor segun ellos derecho para 'ma
tar al vencido , este puede rcdimir su
vida à espensas de su libertad : con
vencion tanto mas legitima cuanto que
ella es provechosa á entrambos.
" Pero lo cierto es que este preten
dido derecho de matar los vencidos,
no resulta de ninguna manera del es :
tado de la guerra , por cuanto vivien
do los hombres cn su primitiva inde
13
pendencia , y no teniendo entre si res
. peto harto constante para constituir ni
el estado de paz , ni el estado de gue
rra , tampoco son naturalmente cnemi
gos. Lo que constituye la guerra , es
el respeto de cosas y no de hombres;
y no pudiendo provenir el estado de
guerra de meras relaciones personales,
sino solamente de relaciones reales,
la guerra privada ó de hombre á hom
bre , no puede ccsistir ni en el esta
do de la naturaleza , en el que no hay
propiedad constante , ni en el estado
social, donde todo está bajo la auto
ridad də las leyes. .
Las riñas particulares , los duclos,
las pendencias son unos actos que no
constituyen un estado : y tocante a las
guerras privadas autorizadas por los
establccimientos de Luis IX rey de
Francia y suspendidas por la paz de
Dios , son abusos de un gobierno feu
dal, el sistema, mas absurdo que hubo
jamas, el mas contrario a los princi
pios del derecho natural y á toda buc
na ' política .
- La guerra no es un respeto de
hombre á hombre , sino una relacion
de estado á estado , en la cual los par
ticulares no son enemigos mas que aç
eidentalmente , no como hombres ni
como ciudadanos ( 1) , sino como sol
dados ; ni tampoco como miembros de
la patria sino como defensorcs de clla .
En fin cada estado puede tener como
enemigos á otros estados ; pero no a
los hombres , atendiendo á que entre
cosas de diversas naturalezas no se pue
de fijar alguna verdaderá relacion . ?
. Este principio és conforme a las
mácsimas establecidas en todos tiem
pos y á la práctica comun de todos
* (1) Los romanos que han conocido y res
petado el derecho de guerra mas que olra nin
guna nacion del mundo , eran tan escrupulosos
en este punto que no era permitido á ningun
ciudadano servir como voluntario , sin haberse
enganchado con espresion contra el enernigo co
mun. La legion en que Caton el hijo militaba la ,
primera vez bajo Popilio , fue reformada, Caton
el padre escribe ' á Popilio que si quiere que su
hijo continue en su servicio , debe hacerle pres
tar un nuevo juramento militar , porque anula -,
do el primero nó podia pelear contra el enemi- ,
go , y al mismo tiempo escribe a su hijo que se
guarde de presentarse á la batalla sin haber
prestado este puevo juramento. Bien se que po
dran oponerme el sitio de Clusio y otros hechos
particulares ; però yo cito leyes y usos. Los ro
manos son los que menos veces han violado sus
Jeyes , y los unicos que las han tenido escelentes.'
15
los pucblos políticos y civilizados. Las
declaraciones de guerrà son menos unas
advertencias á las potestades que á los
vasallos. El estrangdrog sea rey , sea
particular , sea pueblo , que roba y
s vasallos
mata cámailos ipe sin udeclarar la
guerra enemin,c no es: Apues
bertene al principe neun eene
ne
migo , es si un vandido. Aun en ple
na guerra un principe justo se apode
ra en pais enemigo de todo cuanto
pertenece al público ; pero respeta la
persona y los bienes de los particula
res , no menos que aquellos derechos
sobre los que estan fundados los su
yos. Siendo el fin de la guerra la des :
truccion del estado enemigo , hay de
recho para matar sus defensores en
tanto que ellos tengan las armas en
las manos , pero tan pronto como las
dejan y - sc rinden , cesan de ser one
migos ó instrumentos de enemigo , y
quedan simplemente hombres ; y bajo
este respecto no se tiene ya derecho
sobre su vida . Algunas veces se pue
de matar al estado sin herir á ninguno
de sus miembros ; y ve aqui como la
guerrá no da algun derecho que no
sea necesario a su fin . Estos princi
pios no son los de Grocio , ni tampo
co. estan fundados sobre autoridades de
16
poetas; pero si son derivados de la
naturaleza de las cosas , y apoyados
en , la razon . . . - , ., 1 ., , ;
* En orden al derecho de conquista ,
no hay otro fundamento mas que el
derecho del mas fuerte . Si la guerra
no dą pues derecho al vencedor para
sacrificar los pueblos vencidos , este
derecho que el no : tiene no puede
fundar el de sugetarlos. No hay de
recho de matar al enemigo sino cuan
do se le puede hacer esclavo : : el de
recho : de hacerle esclavo no prøvie
ne del derecho de matarle ; luego es
una perniura inicua hacerle comprar
al precio de su libertad una vida so
bre la que ninguno tiene derecho. Es
tableciendo el derecho de vida y de
muerte sobre el derecho de esclavitud ,
y el derecho de esclavitud sobre el
derecho de vida y de muerte . ¿quien
no ye que se cae in un círculo vicioso ?
Aun suponiendo este terrible de
recho de matar libremente , yo digo
que un esclavo hecho en la guerra ó
un pueblo conquistado, no está ohli
gado á nada para con el conquistador
sino á obedecerle mientras fuero for
zado á ello . Tomando por su vida un
equivalentc , el vencedor no le hace i
ninguna gracia , porque en vez de ma
tarle sin fruto , le mata utilmente : bien
lejos de que él haya adquirido alguna )
autoridad junta á la fuerza , el estado
de guerra subsiste entre ellos como ,
antes ; tiene su efecto y el uso del de
recho de la guerra no supone algun
tratado de paz ; ellos han liecho , una
convencion , está bien ; pero esta cons
vencion lejos de destruir el estado de
guerra , supone su continuacion . 1
; Asi es que de cualquier modo que
sé miren las cosas, el derecho de es .
clavo es nulo no solamente porque es
ilegitimo , sino tambien porque es ab .
surdo y nada significa : Estas palabras
esclavitud y derecho son contradicto
torias , y se escluyen mutuamente. Bien
sea de un hombre á oiro , ó bien de
un hombre á un pueblo , este discur
so será igualmente insensato : . Yo haqo
con tigo una convencion toda : en tu
perjuicio y toda cn mi provecho , que
yo observaré cuando me acomode y tu
la observarás cuando á misme agrade .
18 :
. . CAPITULO V . , 4
Que cs necesario subir a una primera
convencion .

. Cuando yo concediсra todo lo que


hasta aqui llevo refutado , los fautorcs
del despotismo no estarian por eso mas
adelantados. Siempre habrá mucha di
ferencia entre someter una gran mul.
titud , . y regir una sociedad . Porque
unos hombres esparcidos esten sucesi
vamente sujetos á uno solo en cual
quier número que cllos puedan ser ,
yo no veo aqui mas que un señor y
unos csclavos ; ' pero no veo un pue
blo y su gefc. Esto es si se quicre
una agregacion y no una asociacion
porque aqui ni hay bien público ni
cuerpo político. Este hombrc aunque
tuviere sujeta la mitad del mundo, no
es mas que un particular . Su interes,
separado del de los demas es siempre
un interes privado. Si este mismo hom
bre llega á perecer , su imperio á su
muerte queda esparcido y sin union ,
asi como una encina se disuelve y se
convierte en un monton de cenizas,
despues que el fuego la ha consumido.
Un pueblo , dice Grocio , puede en
19
tregarse á un rey : segun Grocio . un
pueblo es pueblo antes de entregarse
al rey . Esta donacion misma es un
acto civil , y supone una delibera
cion pública . Antes pues de ecsaminar
el acto por el cual un pueblo elige un
rey , será conveniente ccsaminar el ac
to por el cual un pueblo es pueblo ;
porque este ncto siendo necesariamen
tc anterior al otro , es el verdadero
fundamento de la socicdad . .
· En efecto : ¿de donde provendrá á
menos que la eleccion no fuese uná
nime, la obligacion para el pequcña
número de someterse al grande ? ¿ Y
de donde ciento que quieren un señor,
tienen derccho de votar por diez que
no le quieran ? La ley misma de plus
ralidad de sufragiosos un estableci
miento de convencion y supone á lo
menos una vez la unanimidad .

CAPITULO VI. :

: : : Del Pacto social.


Yo supongo los hombres llegados
á este punto en que lus obstáculos que
dañan su conservacion en el estado de
la naturaleza , inutilizan por su resise
20
tencia las fucrzas que cada individuo
puede emplear para mantenerse en es
ta situacion . Entonces este estado pri
mitivo no puede subsistir , mas , y el
genero humano pereceria sino mudase
cn el modo de ser ó de ecsistir.
• Asi como los hombres no pueden
crear nuevas fuerzas, sino solamente
unir y dirigir las que ya ecsisten , tam
poco tienen otro medio para conser
varse sino el de fomentar por agrega
cion una suma de fuerzas que pueda
ponerles en estado de resistir , que
pueda ponerles en movimiento por un
solo movil , y hacerles obrar de con
cierto ,
Esta suma de fuerzas no puede na
cer sino del concurso de muchos; pero
siendo la fuerza y la libertad los pri
meros instrumentos de la conservacion
de cada hombre, ¿como podrá empe
ñarlos sin hacerse daño , y sin despre
ciar los cuidados que se debe a si mis
mo ?
Esta dificultad se puede enunciar
en los términos siguientes : « Hallar
» una forma de asociacion que defienda
» y proteja con toda la fuerza comun
» la persona y bienes de cada asociado;
» y , por la cual uniendose cada uno á
21
» todos, no obedczca sino asi misi
»mo, y quede tan libre como antes.”
Tal es ci problema cuya solucion de
sempeña el contrato social. ;
Las clausulas de esto contrato est
tan de tal modo detorminadas por la
naturaleza del acto , quc la menor mo
dificacion las hace vanas y de ningun
efecto , de suerte que aunque ellas tal
vez no hayan sido jamas formalmente
enunciadas , son en todo y por todo
tacitamente admitidas y reconocidasi
y cuando se viola este pacto social,
cada uno vuelve entonces á sus pri
mcros deberes , y recobra la libertad
natural perdiendo la libertad convens
cional por la que renunció aquella , i
Estas clausulas bien entendidas se
reducen á una sola , es á saber: la en
nagcnacion total de cada asociado con
todos sus derechos á toda la comunis
dad , porque en primer lugar, dando
se cada uno enteramente la condicion
es igual para todos, y siendo asi nin
guno tiene derecho de hacerla onerosa
á los otros,
Ademas que en haciendose la ena
genacion sin réserva , la unión es tan
- perfecta como puede ser , y ningun
asociado tiene nada que reclamar. Pero
22
sino senºdejan algunos
c ued , derechos a los
e s y o,pu
uparticulares do nningun
no phabiendo, i su .
perior comun que pueda pronunciar en .
tre ellos y cl público , y siendo cada
uno en cualquier punto su propio juez,
pretendería bien pronto serlo en todos;
y , entonces subsistiria ofra vez , el cs
tado de la naturaleza y la asociacion
vendria á : ser ó tiranica ó vana . En
fin cada uno dandose a todos no se da
á nadie , y como suponemos que no
hay ningun asociado sobre el cual no
se adquiera el mismo derecho' que ,él
tiene sobre los otros , se gana el cquis
valente de todo lo que se pierde , v
mas fuerza para conservar la que se
tiene. ' . ; i
. . . Si se sépara del pacto social lo que ?
no es de su esencia , está reducido á
los terminos siguientes. Cada uno de
nosotros pone en comun su persona y
todo su poder bajo la suprema direc-,
cion de la voluntad general , noso
trosi
bra en cuerpo recibimos cada mniema
como parte indivisible del todo..
* * instante , en lugar de la persona
particular de cada contractanto , este
acto de asociacion produce un cuerpo
moral v colectivo , compuesto de otros
tantos miembros como tiene votos la 'a-'
23
samblea , la cual recibe de este mismo
acto su unidad , su personalidad comun ,
su vida y voluntad . Esta persona pue
blica que se forma asi por la union
de todos, tomaba otras veces el nom
bre de ciudad , ( 1) y ahora debe llaç
marse república ó cuerpo politico , y

, ( 1 ) La verdadera significacion de esta voz


se ha perdido casi enteramente entre los moder ,
nós. La mayor parte toman una grande pobla
cion por una ciudad , y un habitante por un
ciudadano, sin hacerse cargo de que las casas for
man la poblacion y los ciudadanos la ciudad:
Este mismo error costó caro antiguamente á los
cartaginenses, Yo no he leido que el titulo de
Cives se haya dado nunca á los subditos de algun
principe , ni aun entre los macedonios en otro
tiempo , ni en nuestros dias á los ingleses aunque
son los que mas disfrutan del precio de la liber
tad. Los franceses solos (en 1762) se llaman fa
miliarmente ciudadanos porque no tienen una
verdadera idea de este nombre , coino puede ver
se en sus dicciouarios, sino fuera asi cometeriun
usurpandole un delito de lesa magestad ; pero
en su boca esta voz quiere decir una virtud y no
un derecho. Cuando Bodin ha hablado de nuestros
ciudadanos y vecinos, ha cometido un error gros
sero : tomando los,unos por los otros. Mr, d' A
lembert no ha caido en este error , y ha distin
guido muy bien en su artículo Ginebra los cua
tro ordenes de hombres (cinco contaudo los que
24 '
tanmbien es llamada por sus miem :
bros Estarlo cuando es pasivo , Sobes
rano cuando es activo , y Potencia com
parandola á sus semejantes. por lo que
toca á los asociados , ellos toman co
leclivamente el nombre de Pueblo , Ý
se llaman en particular Ciudadunos
como participantes de la autoridad so
berana . y vasallos como sumisos al
estado . Pero estos terninos se confun
den continuamente y se toman unos
por otros : basta
. saberlos distinguir
cuando son empleados en toda su pre
cision , CAPITULO VII.
- Del Soberano . . . . . . in

5 Se ve por esta formula que elacto


de asociacion incluye un empeño reci
proco de parte del público para con
los particulares , y que cada individuo
contractando por decirlo asi consigo
misino , se halla empeñado bajo dos

son meramente estrangeros) que " ecsisten en


nuestra poblacion de los cuales dos solos compo
pen la república. Ninguno otro antor que yo sepal
ha comprehendido la significacion verdadera de
la voz ciudadano.
23
respetos , es a saber : como miembro
del soberano hacia los particulares , y
como miembro del estado hácia el so
berano. Pero no se ha de aplicar a
quella macsima de derecho civil, á
saber : que ninguno está obligado á
los empeños que contrahe consigo mis
mo porque hay una gran diferencia
entre obligarse consigo mismo , y 0
bligarse para con un todo del que se
hace parte . .
! Es necesario notar todavia que la
deliberacion pública que puede obli
gar á todos los vasallos hacia el so
berano por causa de los dos diferen
tes respetos bajo los que es preciso
considerarlos , no puede al contrario
obligar al soberano consigo mismo , y
por consiguicnte es contra la natura
leza del cuerpo político que el sobe
rano se imponga una ley que no pue .
de violar. No pudiendo él considerar
se mas que bajo un solo respeto , está
entonces en el caso de un mero par :
ticular contractante consigo mismo;
por donde se ve que no hay ni puede
haber cspccie de ley fundamental obli
gatoria para este cuerpo del pueblo
ni aun el mismo contrato social. Pero
no por eso este cuerpo qucda en la
26
imposibilidad de empeñarse con otro
en todo aquello que no derogue este
contrato , porque en orden al estran
gero siempre queda como un ser sinı
ple ó como un individuo . ,
Mas el cuerpo politico ó el sobe
rano no teniendo su ecsistencia sino
de la santidad del contrato , no se
puede obligar ni aun lácia otro á nada
que derogue su acto primitivo , como
ni tampoco enagenar alguna porcion
de si mismo, ni somcterse á otro so
berano : violar el acto por el cual -ec
siste, seria aniquilarse, y lo que no
es nada , nada produce.
i Tan pronto como esta multitud está
reunida en un cuerpo no se puede o
fender ninguno de sus miembros sin
dañar el cuerpo entero , ni tampoco
ofender el cuerpo sin que se resien
tan los membros. Asi que el deber
y el interes obligan igualmente las
dos partes contractantes a ayudarse
mutuamente, y los mismos hombres
deben procurar reunir todas cuantas
ventajas dependan de ellos. is
No formandose el soberano sino de
los particulares que le componen , no
hay ni puede haber interes contrario
..al de ellos, y por consiguiente ei po
der del soberano no tiene necesidad de
fiador para los vasallos, porque es im
posible que el cuerpo quiera dañar in
dos sus miembros , y veremos despues
que tampoco puede dañar á ninguno
en particular. El soberano' por sobe
rano es siempre todo lo que debe ser;
mas no asi los vasallos hacia el sobe
rano al que a pesar del interés comun
no corresponderian con sus empeños.
si él no hallaba medios que le ase
gurasen la fidelidad . En cfecto : cada
individuo puede como hombre, tener
una voluntad particular contraria ó no
conforme a la voluntad general que
tiene como ciudadano. Su interes parti
cular le puede hablar diferentemente
que el interes comun : su ecsistencia
absoluta y naturalmente dependiiente le
puede hacer « mirar lo que debe á la
causa comun como una contribucion
gratuita cuya perdida será tantú mę
nos dañosa á los otros cuanto el pago
es oneroso para él, y inirando la per
sona mural que constituye el estado
como uunmbrente
como quererporqu
e, élde razon ca cueyonoproes
un hombre , el gozaria los derechos
de ciudadano sin querer cumplir los
deberes de vasallo , injusticia cuyo pro
grese causaria la ruina del estado.
28
A fin pues que el pacto social no
sca un vano formulario , es preciso
que incluya ' tacitamente este empeño
que solo puede dar fuerza á los otros,
esto es , que cualquiera que rehuse o
bedecer la voluntad general, sea obli
gado á ello por todo el cuerpo ; lo que
no significa otra cosa sino que se le
forzará á ser libre porque la condi
cion con la que se da cada ciudadano
á la patria , le asegura de toda depen
dencia personal: condicion que hace
el artificio y juego de la maquina po
litica , y la que solamente hace legiti
mos los empeños civiles que sin ella
serian absurdos, tiranicos y sujetos á
los mas enormes abusos.
CAPITULO VIII.
- Del Estado civil.
El paso del estado de la naturale

las falta ,smuy


mutacion lous ia, sustituyendo
za al civil produceticen
us acunotablc
el hombre una
al in fondo eenn
su conducta la justicia al instinto , y
dando á sus acciones la moralidad que
las faltaba antes . Entonces es cuando
la voz del deber sucediendo a la im
pulsion fisica , y el derecho al apeti
to , el hombre que hasta aqui no ha
29
bià mirado mas que asi mismo, se ve
obligado á obrar por otros principios
y á consultar su razon antes de escu
char sus inclinaciones. Aunque el se
ve privado en este estado de muchas
ventajas que tenia en el de la natura-,
leza , tambien adquiere otras mayores.
Sus facultades se cjercitan y se des
scnvuelven , se estienden sus ideas,
sus sentimientos sc ennoblecen , su al
ma entera se eleya á tal punto que si
el abuso de esta nucva condicion no
le degradara ó no le hiciera inferior,
á aquella de que salió , deberia ben
decir sin cesar cl instante dichoso de
su nuevo estado que de un animal es
tupido y limitado , le ha hecho un ser
inteligente y un hombre.
Reduzcamos toda esta balanza á u
nos terminos fáciles de compararsc . Lo
que el hombre pierde por el contrato
social , es su libertad natural y un
derecho ilimitado a todo lo que se le
antoja y que puede lograr ; pero lo que
gana es la liberiad civil y la propie .
dad de todo lo que posee. Para no
engañarnos en todas estas compensacio
nes es necesario distinguir bien la li
bertad natural que no tiene otros li
mites gue las fuerzas del individuo ;
: 30
de la libertad civil que está limitada
por la libertad general , y la poscsion
que no es mas que el efecto de la fuer
za ó el derecho de primer ocupanté de
la propiedad que no puede estar fun
dada sino sobre un título positivo. !
: , Se podria tambien añadir la liber
tad moral que es la que hace verda
deramente al hombre árbitro de si mis
mo , porque la impulsion del apetito
es una esclavitud y la obediencia á la
ley prescripta es libertad . Pero ya he
dicho sobrado sobre este articulo , y
el sentido filosófico de la palabra liber
tad no es de mi instituto. :
CAPITULO IX .
1 . Del dominio Real.
" Cada miembro de la comunidad
éuando esta se forma, se entrega á
eļla al instante en la misma situacion
en que se halla ; de modo que él
sus fucrzas y los bienes que posec,
hacen ya parte de la comunidad . Pero
no por este acto la posesion mudando
de naturaleza , muda de manos, ni es
tampoco por eso propiedad del sobc
rano : como las fuerzas de la ciudad
son incompatiblemente mayores que las
· 31
de un particular , la posesion pública
es tambien en el hecho mas fuerte y
mas irrevocable . sin ser mas legitima
á lo menos para los estrangeros , por
que el estado en orden á sus miembros
és árbitro de todos sus bienes en vir
tud del contrato social que en el esta
do sirve de basa á todos los dere
chos ; mas él no lo es por lo tocan
te á otras potencias sino por el derc
cho de primer ocupantc que tienc de
los particulares.
El derecho . dc primcr ocupante
aunquc mas real que el del mas fuer .
te , no es un verdadero derecho sino
hasta despues del establecimiento del
de propiedad . Todo hombre tiene nas
turalmente derecho a todo lo que le
es necesario ; mas el acto positivo quc
le hace propictario de algun bien , lc
escluye de todo el resto . Teniendo ya
su parte debe limitarse á ella , y no
tiene ya ningun derecho a la comuni
dad . Ve aqui porque el derecho de
primer ocupante ttan debil en el esta
de respe a , ecss rrespetable
Fdoechdeo llao anaturaleza esp en
lo civil. Se respeta menos en este dc
recho lo ageno que lo propio .
11. En general para que cualquiera
autorice sobre algun terreno el dere
39 .
cho de primer ocupante , son necesa
rias las condiciones siguientes : Pris
meramente que este terreno no esté
todabia ocupado por ninguno : en sem
gundo lugar que no se ocupe mas que
aquel terreno de que se tenga nece
sidad para subsistir ; y en tercer lu
gar que se tome posesion no por una
vana ceremonia , sino por el trabajo y
la cultura , la única scñal de propic
dad que en defecto de titulos juridi,
cos debe ser siempre respetada. 4, svo
• Efectivamente : conceder á la ne
cesidad y al trabajo el derecho de pris
mer ocupante , ¿no es darle la esten ;
sion de que es susceptible ? ¿ Se pued
den dar otros límites a este derecho?
¿Bastará por ventura el poner el pie
sobre un terreno comun para preten
der sobre él un dominio ? Porque un
hombre ó un pueblo ha de poder jag
poderarse de un territorio inmenso y
privar de él á todo el genero humano
no de otro modo que por una punible
usurpacion , pues que ella quita al res
to de los hombres la mansion y los
alimentos que la naturaleza 'les da en
comun ? Cuando Nuñez Balbao tomar
poscsion de las riberas del mar del
Sud y de toda la América Meridio .
nal en nombre de la Corona de Cas
tilla , era esto bastante para despose
er á todos los habitantes , y escluir
de ellos a todos los principes del mun
do ? Sobre , este pie se multiplicaron
-. sobrado en este terreno estas vanas ce
remonias , y el rey católico no tenia
que hacer sino tomar posesion desde
şu gabinete de todo el universo , y
çeder liberalmente a los demas princi
pes aquello que ya antes poseian .
• Se concibe como las tierras de los
particulares reunidas y contiquas vie
nen a ser el territorio publico , y co
mo el derecho de soberania estenlien ,
dose á los. vasallos no menos que al
terreno que ocupan , viene á ser á ve
ces real y personal: todo lo cual po
ne á los poscedores en una mayor de
pendencia , y hace á sus mismas fuer
zas. fiadoras de su fidelidad : ventaja
quc no parece haber sido conocida de
los antiguos monarcas que llamandose
reyes de los persas , de los escitas, de
los macedonios , & c . , manifestaban en
csto mismo quemas bien se consileraban
gefes de los hombres que dueños del
pais , Los de hoy dia se llaman mas
diestramente reyes de Francia , de
España , de Inglaterra , & c. , y tenien
do el terreno , están tambien "seguros
de tener sujetos los habitantes.
Pero lo que hay mas singular en
esta enagcnacion , es que la comuni
dad aceptando los bienes de los parti
culares , bien lejos de despojarles de
ellos no hace sino asegurarles mas en
la legitima poscsion , mudando la u
surpacion en un verdadero derecho y
cl goce en propiedad . Entonces los
poseedores siendo considerados como
depositarios del bien público , y sien
į do sus derechos respetados por todos
los miembros del estado , y manteni
dos con todas sus fuerzas contra el
estrangero por una cesion ventajosa
al público , y mucho mas á si mismos,
ellos han adquirido , por decirlo asi,
todo lo que han dado , paradoja que
se esplicará facilmente por la distin
cion de derechos que el soberano y
el propietario ticnen sobre los fondos
como se verá despues. : ::! .
. Puede tambien succdcr que los
hombres comiencen á unirse antes de
poseer nada , y que apoderandose des
pues de un terreno suficiente para to
dos , le gocen en comun , ó que lc di
vidan entre si, sca igualmente, sea
segun las proporciones establecidas por
35
el soberano. De cualquier modo que
se haga está adquisicion , el derecho
que cada particular ticne sobre su pro
pio fondo, está siempre subordinado
al derecho que la comunidad tiene so
bre todos ; y sin esto no habria ni so
lidez en el vínculo social, ni fuerza
real en el ejercicio de la soberania .
Yo concluiré este capitulo y este
libro por una nota que debe servir de
basa á todo el sistema social , y es que
en lugar de destruir la igualdad na
tural, el pacto fundamental sustituye
al contrario una igualdad moral y le
gitima á toda cuanta desigualdad fisica
habia podido poner la naturaleza entre
los liombres , y que pudiendo ser desi
guales por convencion y por dere
cho. ( 1 )

(1) Bajo un mal gobierno esta igualdad no


às mas que aparente é ilusoria , y no sirve sino
para mantener al pobre en su miseria y al rico
en su usurpacion . De hecho , las leyes son siem
pre utiles á los que poseen y dañosas á los que
nada tienen , de donde se sigue que el estado
social no es ventajoso á los hombres sino en
quanto todos tienen alguna cosa y ninguna tic
ne de sobra.
36

EL CONTRATO
SOCIAL ,

PRINCIPIOS . :
DERECHO POLITICO .

LIBRO SEGUNDO .

CAPITULO 1.
Que la Soberania es inagenable.
La primera y la mas importante con
secuencia de los principios
ad estableci
lunt general puede
dos es que la voluntad
as fuerzas del cstado se
sola dirigir ,llas
gun eell fin de su institucion que es el
i comun , porque si la oposicion dc
bien
los intereses particulares ha hecho ne
cesaria la fundacion de sociedades , el
acuerdo de estos mismos intereses la
hace posible . El bien comun en estos
57
diferentes intereses es el que forma
el vínculo social, y si no hubiera al.
gun punto en el que todos los intereses
se acordaran , ninguna sociedad sabria
ecsistir . Asi es quc unicamente sobre
este interes comun debe ser goberna
da la sociedad . ' '
Digo pues quc la soberania no
siendo mas que el cjercicio de la vo
luntad general, no se puede enage
nar , y que el soberano que no es mas
que un ser colectivo , no puede ser
representado por si mismo : el poder
puede ser cedido , pero no la voluntad.
Con efecto : si no es imposible quo
una voluntad particular este de acuer
do sobre algun punto con la volun
tad general, es á lo menos imposible
que este concicrto no sea durable y
constante , porque la voluntad parti
cular camina por su naturaleza a las
preierencias , y la general á la igual.
dad . Pero es mas imposible todavia
que se halle un fiador de este concier
to cuando deberia ccsistir ; y esto no
scria un efecto del arte y si de la ca
sualidad . El soberano puede bien de
cir : yo quiero actualmente lo que quie
re un tal hombre , ó á lo menos lo que
debe querer ; pero no puede decir lo
38
que este hombre querrá mañana ó lo
que dice querer , yo lo querré también,
porque es absurdo que la voluntad se
ate a las cadenas de lo venidero ; ni
depende tampoco de alguna voluntad -
consentir al bien contrario el que ella
quiere. Si el pueblo promete simple
mente obedecer , se disuelve por este
acto y pierde la cualidad de pueblo ; y
al instante que tiene un señor , no tie
ne ya soberano , y desde este punto se
destruye el cuerpo politico.
. Esto no es decir que las ordenes
de los gefes no puedan pasar por vo
luntades generales, mientras que el so
berano libre para oponerse á ellas no
se oponga. En este caso del silencio
universal, se debe presunir el consen
timiento del pueblo ; pero esto ya se
csplicará mas largamente .
CAPITULO II .

Que la soberania es indivisible. ,


Por la misma razon que la sobe
rania es ina genable es tambien indi
visible ; porque ó la voludtad es geo
neral ó no lo es , ( 1 ) ó es la del cuers

in . (1) Para que una voluntad-sca general, nga


59
po del pueblo ó solamente de una par
te . En el primer caso , esta voluntad
declarada es un acto de soberania , y
hace ley : en el segundo no es mas
que una voluntad particular , ó un ac
to de magistratura , y entonces cuan
do mas es un decreto. .
- Pero nuestros politicos, no pudien
do dividir la soberania en su princi
pio , la dividen en su objeto , supues
to que la dividen en fuerza y en vo
Juntad , en poder legislativo y ejecu
tivo , en derechos de impuestos , de
justicia y de guerra en administracion
interior y en poder de negociaciones
estrangeras : en cuya division tan pron
to confunden todas estas partes y tan
pronto las separan . Ellos hacen del
soberano un ser fantastico , compuesto
de piezas de cncaje , y de este modo
componen un hombre de muchos cuer
pos de los cuales el uno tiene los ojos,
el otro los, pics, un otro los brazos y
nada mas. Los charlatanes del Japon,
segun se dice , despedazan un niño á
vista de los especiadores , y despues
hechando por el aire todos sus miein

siernpre es necesario que iodos los votos se cuen


ten ; toda esclusion formal destruye la geucralidade
. 40
bros uno tras olro , hacen volver á cacr
el niño vivo y cabal. Tal es poco mas
o menos la habilidad de nuestros por
liticos : despues de haber desmembra !
do' el cuerpo politico por un prestigio
digno de un teatro juntan las piczaš
sin saberse como. t : .; . .
- Esic error proviene de no tener he
chas nociones ecsactas de la autoridad
soberana , y de haber tomado por par
tes de esta autoridad lo que en rea
lidad no es mas que una emanacion .
Asi por ejemplo se ha ' mirado como
cctos' de la soberania declarar la guc
rra y hacer la paz , lo que no es asi,
por cuanto cada uno de estos actos no
es una ley , sino solamente una apli
cacion de clla , ó un acto particular
que determine cl caso de la ley , como
se verá claramente cuando se fijc la
idea aneja á la palabra ley
• Si ecsaminaramos las otras divisio
nes g se hallaria que todas las veces
que se cree ver ' dividida la soberania ,
nos engañamos , y que los derechos
que se toman como partes de ella ,
estan siempre subordinados , y supo
men voluntades supremas cuyos dere
chos no dan sino la ejecucion . No es
posible decir cuanta obscuridad ha cau
sado á los autores del derecho politico
esta falta es de ecsactitud cuando ellos
han querido juzgar del derecho de los
reyes y de los pueblos sobre los prin
cipios .cstablecidos por ellos mismos.
Cada uno puede ver en el cap. iii
y iv del primer libro de Grocio como
este hombre sabio y su comentador
Barbeyrac se descabezan y embarazani
con sus , solismus , temiendo decir so
brailo , ó no decir bastante segun sus
miras , y de chocar con los intereses
que iban a conciliar . Grocio refugia
do en Francia , mal contento de sti
patria , y queriendo hacer la corte á
Luis XIII á quien está dedicado su
libro , no perdona nada por despojar
á los pueblos de sus derechos y re
vestir á los reyes con todo el arte po
sible. Este tambien fue el gusto de
Barbeyrac que dedicó su traduccion al
rey de Inglaterra Jorge I ; pero por
desgracia la espulsion de Jacobo 11.,
que él llama abdicacion , le obligó á !
la reserva , á huir el cuerpo , y à ter- 2
giversar por no hacer de Guillermo un
usurpador. Si estos dos escritores hu
bieran adoptado los verdaderos prin
cipios , todas las dificultades estarian
desvanecidas y hubieran sido siempre
4
12
consiguientes , pero entonces hubieran
dicho tristemente la verdad y hubicran
hecho la curte al pueblo. La verdad
no hace afortunados , y el pueblo no
da ni embajadas , ni puestos , ni pen .
siones.
CAPITULO III. - :

Si la voluntad general puede errar .

Se sigue de lo dicho que la vo


luntad general es siempre recta , y ca
mina á la utilidad 'pública ; pero no
se sigue que las deliberaciones del pue..
blo tengan siempre la misma rectitud :
siempre quiere el bien , mas no siem
pre le logra . El pueblo jamas se co
rrompe ; pero muy amenudo se le cn
gaña , y entonces es cuando parece que
rer lo que le está mal. . .
Hay mucha diferencia cntre la voi
luntad de todos y la voluntad gene
ral , esta no mira mas que al interes
general, en tanto que la otra mira al
privado , y no es sido un conjunto de
voluntades particulares ; pero : quitad
de estas mismas voluntades el esceso
6. la falta que las destruye mutuamen
43
te, ( 1) queda por suma de las dife
" rencias la voluntad general.
. Si cuando el pueblo suficientemen
te informado delibera , y no tienen los
eiudadanos entre si ninguna comuni
Bacion ; del gran número de pequeñas
diferencias resultará siempre la volun
tad general , y la deliberacion será
siempre buena ; mas cuando se forman
facciones y juplas parciales á cspensas
del grande , la voluntad de cada una
de estas asociaciones viene á ser ge
neral por relacion á los miembros, r
particular por respeto al estado : no
se puede decir entonces que hay tan
tos votantes como hombres, sino tan
tos cuantas asociaciones : las diferen
eias vienen a ser menos numerosas , Y
dan un resultado menos general. En
fin cuando una de estas juntas es tan

(1 ) " Cada interes , dice el marques de Ar


guenson , tiene diferentes principios. La concor
dia de dos intereses se forma por oposicion al de
un tercero.” Este autor hubiera podido añadir que
La concordia de todos los intereses se forma por
oposicion al de cada uno. Si no hubiera intereses
distintos , apenas habria sentimiento de interes
comun , y no encontrando éste ningun obstácu
lò rodo iria bien por si mismo, y la politica de
jaria de ser un arte,
44
grande que supera a todas las otras,
entonces no hay por resultado una su
ma de pequeñas diferencias,, sino una
diferencia unica , ni hay tampoco una
voluntad general porque, el voto que
prevalece po ' es mas que un voto par
ticular. . . :
: . Para lograr el cnunciado de la vo
luntad general, es menester que no
baya sociedad parcial en el estado , Y
que cada ciudadano opine por si. ( 1 )
Tal fue la unica y sublime institu
cion del gran Licurgo porque si hay
sociedades parciales , es menester mul
tiplicar el número , y prevenir la desi
gualdad , como hicieron Solon , Numa
y Servio . Estas precauciones son las
mas eficaces para que la voluntad ge
neral sea siempre ilustrada y para que
el pueblo no se engañe.in 's of den

( 1 ) Cosa cierta es , dice Maquiavelo , que


hay divisiones que perjudican a las republicas y
otras que las son utiles : son perjudiciales las que
son acompañadas de sectas y partidarios ; son ú .
tiles las que se mantienen sin sectas ni partida
rios, Asi un fundador de una republica no pu
diendo remediar que haya enemigos en ella , debe
evitar á lo menos que haya sectas. Hist, de Flo
renc. , Lib . VII.
"?". CAPITULO ' IV : : 40
De los limites del poder Soberano .
Si el estado ó la ciudad no es mas que
una persona moral cuya vida consiste
en la union de sus miembros , y si el '
mas importante de sus cuidados es su ''
propia conservacion , es necesaria una '
fuerza universal y convulsiva para mo
ver y disponer cada parte de la mane
ra mas convenicnte al todo . Asi como
la naturaleza da á cada hombre un
poder absoluto sobre todos sus miem
bros , asi el pacto social da al cuerpo
politico un poder absoluto sobre todos.
los suyos , y este mismo poder es el
que dirigido por la voluntad general,
tiene como ya he dicho el nombre de
soberania . . i. v
- Pero ademas de la persona públic
ca hay que considerar las personas pri-,
vadas que las componen , y cuya vida
y - libertad son naturalmente indepen- ,
dientes de ella . Se trata pues de, no
tar bien los derechos respectivos de
los ciudadanos y del soberano, ( 1 ) y
- (1 ) ¡Lectores atentos ! Yo os suplico los que ,
me acuseis aqui de contradiccion ; pero yo no he
46
distinguir los deberes que estan obli
gados á cumplir los primeros en cali
dad de vasallos ; sin olvidar el deres ,
cho natural que gozan en calidad de
hombres, hemos convenido in que todo
lo que cada uno enageną por el paco ,
to, social de su poder, de sus bienes,
de su libertad , es solamente la parte ,
de aquello cuyo uso conviene é impor. :
ta á la comunidad ; pero es preciso con
venir tambien en que solo el soberano
cs juez de esta conveniencia .
Todos los servicios que un ciuda
dano puede hacer al estado , los debe
- hacer luego que el soberano lo order
na ; pero este no puede cargar á los
vasallos con una cadena inutil á la co
munidad , ni lo puede tampoco querer
porque bajo la ley de la razon nada
se hace sin causa no menos que bajo
la ley de la naturaleza . los empeños
que nos ligan al cuerpo social, no son
obligatorios sino en cuanto son mutuos,
y su naturaleza es tal que en cum - :
pliendoles no se puede trabajar para
tros sin trabajar para uno mismo. ¿Por - ,
que la voluntad general es siempre rec- .
podido evitarla en los términos , atendida la po
breza de la lengua. Sin embargo aguardad. .
47
ta , y porque todos quieren constante .
mente su propia felicidad , sino porque
no hay nadie quc no se apropic esta
palabra cada uno , y porque todos cui
dan unanimomente de la conscrvacion
del estado ? Esto prueba que la igualdad
del derecho y la nocion de justicia que
aquella produce , provienen de la pre
ferencia que cada uno se da , y por con
siguiente de la naturaleza del hombre:
y prueba tambien que la voluntad ge
neral para ser verdaderamente tal, de
be serlo en su objeto no menos que en
su esencia , que ella debe provenir de
todos para aplicarse á todos , y que
pierde su rectitud natural cuando se
dirige a algun objeto individual y de
terminado porque entonces juzgando
de lo que nos es estraño , no tenemos
algun verdadero principio de equidad
que nos guie .
A la verdad tan pronto como se
trate de un hecho ó de un derecho
particular que no ha sido reglado por
ana convencion gencral é interior , el
asunto vendrá á ser contencioso , por
què entonces será un proceso en el
que los particulares interesados son
una parte , y al público otra ; pero no
se sabrá la ley que se deberá seguir
48
ni el juez que debe: pronunciar . Seria
una cosa ridicula quererse entonces a
tener á una espresa decision de la vo
luntad general que no podria aquietar
mas quc á una parte , siendo por con
siguiente para la otra una voluntad
estraña , particular , injusta en esta o
casion y sugeta al error. Del mismo
modo que una voluntad particular no
puede representar la voluntad gene
ral , tampoco esta arcomo general pue
za . Cu partisobre
wdealepronunciar rigiene oósso
cul eun dihombre o
þre un hecho, porque dirigiendosc · á
un objeto particular , muda de natu
raleza. Cuando el pueblo de Atenas
pombraba ó deponia sus gefes dando
honores á unos é imponiendo penas á
otros , y ejercia indistintamente por
una muchedumbre de objetos particu
lares todos los actos de gobierno , el
pueblo entonces no tenia voluntad ge
peral en sentido riguroso ; ni obraba
tampoco como soberano sino como ma:
gistrado. Esto parecerá contrario a las
ideas comunes ; pero es menester dar,
me lugar para esponer las mias.
De lo dicho se cieja inferir qué lo
que generaliza la voluntad , no es tanto
cl numero de voces , como el interes
comun que las une , porque en esta
49
institucion cada uno se somete nece
sariamente a las condiciones que él
impone á los otros: concierto admira
ble del interes y de la justicia que da
á las deliberaciones comunes un ca - '
racter de equidad que se ve desvane
cida en todo negocio particular por
falta de interes comun que una é iden
tifique la regla del juez con la de la
patria .
Por cualquier lado que se suba al
principio , se viene a parar en la mis
ma conclusion ; á saber : que el pacto
social establece entre los ciudadanos
una tal igualdad que estando empeña
dos todos bajo unas mismas condicio
nes , deben gozar de unos mismos de
rechos. Asi por la naturaleza del pac
to todo acto de soberania , es decir ,
todo acto autentico de la voluntad ge
neral obliga y favorece igualmente a
todos los ciudadanos ; ' de suerte que ,
el soberano conoce solamente el cuer
po de la nacion , y no distingue al
guno de los que la componen . ¿ Que
es esto propiamente sino un acto de so
berania ? No es pues una convencion
del superior con el inferior , sino una
convencion del cuerpo con cada uno
de sus miembros : convencion legitima
30
porque tiene por basa el contrato so. '
cial ; equitativa . Porque es comun á
todos : util, porque no puede tener otro
objeto que el bien general; y solida,
porque tiene por fiadores la fuerza
pública y el poder supremo. Micntras
que los vasallos no cstan sugetos mas
que á estas convenciones , no obede
cen á nadie sino solamente á su pro
pia voluntad , y preguntar hasta don
de se estienden alos
r derechos adano
tiudrespecti.
Peñ y qdeue los
vos del soberano pun ciudadanos;
es preguntar hasta que punto sc pue
den estos empeñar con ellos mismos,
cada uno con todos y todos con cada
uno .
. Se ve por esto que el poder sobe.
rano tan absoluto , tan sagrado , tan
inviolable como es , no pasa ni puede
pasar de los limites de las convencio
nes generales , y que todo hombre pue
de disponer ' plenamente de lo que se
' le ha dejado de sus bienes y de su li
bertad por estas convenciones: dema
nera que el soberano no tiene derecho
de cargar mas á un vasallo que á otro,
porque entonces viniendo á ser el a
sunto particular , su poder no es ya
competente.
Admitidas una vez estas distincio
81
nes , es falso que en el contrato so
cial haya de parte de los particulares
alguna renuncia verdadera. Su situa
cion en fuerza de dicho contrato se
halla realmente preferible á la que an
tes tenian ; y en lugar de una enage
nacion no han hecho sino una mu
danza ventajosa de suerte incierta y
precaria á una mejor y mas segura ,
de la independencia natural á la liber
tad , de un daño amenazante á la se
su,pery ade
guridad l,acáesu iunfuerza
nto aque totros
Gian supcrar
dian
nvederecho ad lapou
l esque
nion social hace invencible : su misma
vida que han consagrado al estado, está
continuamente protegida , y cuando la
esponen por su defensa , que otra cosa
hacen sino dar á la patria lo qnc ha
recibido de ella ? Que hacen que no
hubieran hecho mas frecuentemente y
con mas peligro en el estado de la na - ;
turaleza , cuando espuestos á combates
inevitables defendieran con peligro de
su vida lo que les sirve para conser:
varla ? ¡Oh! todos tienen neccsidad de
pelear por la patria , es cierto ; pero
tampoco hay que pelear por si. ¿ No .
se gana por lo que toca á nuestra se
guridad evitar una parte de peligros
á que seria necesario estar espuestos,
sino estuvieramos defendidos ?
CAPITULO V . . . ii
Del derecho de vida y de muerte .
Se pregunta como los particulares
no teniendo derecho de disponer de
sn propia vida pueden transmitirsele
al soberano : esta question 'ro parece
dificil de resolverse sino por cuanto
ella está mal establecida. Todo hom
bre tiene derecho de arriesgar su pro - .
pia vida por conservarla . Se ha di
cho jamás que el que se hecha por una
ventana para escapar de un incendio ,
sea rco de suicidio ? ¿Se ha imputado
este crimen al que perecc en una tem - ;
pestad cuyo peligro ignoraba cuando
se embarcó ? *
* * El tratado social tiene por fin la
conservacion de los contractantes. El
que quiere cl fin , quiere tambien los
medios ; y estos son inseparables de
algunos riesgos y aun de algunas per
didas. El que quiere conservar su vida--
á espensas de otros , debe tambien dar- ,
la por ellos cuando sea preciso . Asi es
que el ciudadano no es jucz del pcli- :
gro ał quer quicre la ley que se es -- -
ponga : y cuando el principe le ha di- :
cho es " conveniente al estado que tu '.
33
mueras', debes morir , y solo bajo esta
condicion ha vivido en seguridad hasta
entonces. Ademas que su vida no es
ya solamento un beneficio de la nala
raleza , sino tambien un don condicio
nal del estado, .. . .. . .
i La pena de muerte impuesta a los
criminales puede ser mirada casi bajo
el mismo modo : quien ha cometido un
asesinato , debe consentir en morir por
no ser la victima de otro asesino . E ,
este tratado lejos de disponer de su
propia vida , no se cuida sino de guar
darsela , y no hay entonces motivo para
presumir que alguno de los contrac
tantes premcdite pernear en una horca,
Por otra parte todo malhechor ar
tacando el derecho social, vienc á ser
por sus escesos rebelde y traidor á la
patria , cesa de ser su miembro vio
lando las leyes., y aun la hace la guc
rra . Entonces la conservacion del es
tado es incompatible con la suya , y
es necesario que uno de los dos pe
rezea , y asi cuando se hace morir al
culpablc es como enemigo no como
ciudadano. Las escrituras del proceso
y el juicio son las pruebas de que él
ha quebrantarlo el tratado social, y
por consiguiente no es ya miembro del
54
estado ; y no siendo reconocido éomo
tal, mas o menos segun su delito , de
bc ser castigado , ó con destierro conto
infractor del pacto , o con la muerte
*como enemigo público o porque un tal
enemigo no es una persona moral , es
un hombrez y entonces es cuando tie
ne fuerza el derecho de la guerra , á
saber : matar al vencido. . .
1 . Pero se me dirá que la condena
cion de un criminal es un acto parti
cular, es verdad ; mas tampoco esta
condenacion pertenece al soberano,
porque este es un derecho' que puede
conferir sin que pueda él mismo ejer
cer . Todas mis ideas estan mutuamen
tc unidas; pero yo á veccs' no sabré
esponerlas á mi gusto. "
* Por lo demas , la frecuencia de
suplicios es siempre una señal de de
bilidad ó de pereza en el gobierno.
Ninguno hay tan malo que no se le
pueda hacer bueno ; y asi no hay de
rccho para hacer morir sino al que no
se puede conservar sin peligro . ?
* * * En orden al derecho de hacer gra
macia ó de ecsimir al culpable de la pena
aplicada por la ley, y pronunciada por
el juez , no pertenece sino al que es
superior al juez y á la ley, es dccírs
85
al soberano ; pero su derecho en este
asunto no es todavia claro , y los ca
sos en que debe usarle , son muy ra
ros : en un estado bien gobernado hay
pocos castigos , no porque se hagan
muchas gracias sino porque hay pocos
criminales. La multitud de crimines
asegura la impunidad cuando el estado
se corrompe . En la republica romana
jamas el senado ni los Consules ten
taron de hacer gracia ; ni el pueblo
mismo la hacia aun cuando revocaba
algunas veces su propio juicio . Las
frecuentes gracias anuncian que bien
pronto los escesos no tendran necesi
dad de ellas , y cada uno conoce don
de va esto á parar. Mas yo siento que
mi corazon murmura y contiene mi
pluna : dejemos disputar esta cuestion
al hombre justo que no, delinquiendo
jamas, no ticne necesidad de gracia :
CAPITULO VI.

De la Ley.
; Por el pacto social hemos dado la
ecsistencia y la vida al cuerpo politi
eo , y ahora se trata de darle el mo
vimiento y la voluntad por la legisla
· 56
cion , porque el acto primitivo por el
que este cuerpo se forma y se une , no
determina nada de lo que él debe ha
cer para conservarse. .
Lo que es bien conforme al orden ,
es tal por la naturaleza de las cosas é
independientemente de las convenien ,
cias humanas. Toda justicia viene de.
Dios : él solo es su origen , y si nosor
tros la supieramos recibir de tan alto ,
no tendriamos necesidad ni de gobier.
nos ni de leyes. Sin duda hay tambien
una justicia universal, . emanada de
la razon sola ; mas esla justicia para
ser admitida de nosotros , debe ser re
ciproca . Considerando lumanamento
las cosas , por estar faltos de sancion
natural, las leyes de la justicia son
vanas entre los hombres , porque ellas
hacen bien al malo , y mal al justo ,
cuando este las observa para con 10
dos sin que ninguno las guarde con el
Son necesarias pucs convenciones y
leres para unir los derechos á los de
beres, y llevar la justicia á su objeto .
En el estado de la naturaleza donde
todo es comun , yo no debo nada á
quien nada he prometido ; yo no re;
conozco por ageno sino lo que me es
inutil. No asi en el estado civil donde
ITHIN
todos los derechos estan fijados por
la lcý . 1864 ' ) . twe . .. 85 : . '
si Mas en fin que és ley ? Mientras
nos contentemos con esplicar está pa
labra por medio de ideas, metafisicas;
continuaremos raciocinando sin enten :
dernos ; y aun cuando entendamos lo
quc es la ley de la naturaleza , no por
eso entenderemos lo que es una ley de
estado . Ya he dicho que la voluntad
general no se dirige a un objeto para
ticular . En efecto : este objeto parti
cular ó está dentro del estado , ó fue
¥a del estado : si está fuera , i una voz
luntad que le cs estraña , no es pues
general respecto de él ; si este objeto
está en el estado , hace parte de él,
entonces se forma entre el todò ý să
parte una relacion , que hace dos seres
separados cuya parte es uno ; y el to ?
do menos esta parte es 'chotro. Pero
ol todo imenos una parte no es todo,
y mientras que esta relación subsista ,
no hay ya'un todo siño dos partes' ue
siguales , de donde se situe que la vo
luntad del uno no es general respeelo
s la del otro . **
Mas cuando todo el pueblo defcr
mina sobre todo el pueblo y no se con
sidera sino á él mismo y si entonces
38
He forma una relacion , c $ del objeto
entero bajo un otro punto de vista sin
alguna division del todo. Entonces la
materia que se trata , es general como
la voluntad que determina ; y este acto
es el que yo llamo una ley. Cuando
he dicho que el objeto de las leyes
siempre es general, entiendo que la
ley considera los vasallos en cucrpo,
y las acciones como abstractas , jamas
un hombre,como individuo , ni una ac
cion particular. Asi la ley puede bien
determinar que haya privilegios ; mas
ella no pucdc darlos señaladamente a
tal persona : la ley puede hacer mu
chas clases de ciudadanos , asignar tam
bien las cualidades que den derecho a
estas clases ; mas ella no puede nom
brar tales y tales para ser admitidos
en cllas,
du puede establecer un agobier
ino i yquuna
ndivreal e"easucesion y , Ditari ;; pero
l; en rehereditaria
po puede elegir un rey , ni nombrar
una familia real; en una palabra : toda
funcion que se relaciona á un objeto
• 1

individual, no pertenece al poder le- '


gislativo . .',
Esto supuesto , se ve al instante
que no es necesario preguntar á quien
pertenecc hacer las leyes, en atencion
á que estas son actos de la voluntad
59
peneral , ni si el principe es superior
å las leyes sabiendo que es miembro
del estado , ni si la ley puede ser in
justa siendo cosa sabida que ninguno
es injusto consigo mismo, ni cómo se
nos sujeta y somete a las leyes supues
to que ellas no son mas que registros
de nuestras voluntädcs : sc ve adema's
que la ley reuniendo la universalidad
de voluntades y de objetos , lo que un
hombre cualquiera que él - sea , orde
Dare motu propio no es una ley ; ni
lo que ordena el soberano sobre uti
objeto particular es tampoco una ley,
sino solo un decreto ; no un acto de
soberania sino de magistratura . Yo
llamo pues república á todo estado re
gido por las leyes bajo cualquicr fors?
ma de administracion que tenga , pora,
que entonces solamente el interes pú
blico gobicróa , y el público ya es o
tra cosa . Todo gobierno legítimo es
republicano . ( 1 ) Yo esplicaré esta
cuando veamos lo que es el gobierno.
Las leyes no son propiamente sing
condiciones de la asociacion civil. Ei
pueblo sumiso á las leyes debe ser el

(1) Yo' entiendo por ésta vož no solo una


aristocracia ó democracia sino genaralmente todo
: 60 ; .
autor de- ellas : no pertenece sino a
los que se asocian cl reglar las con
diciones de la sociedad » mas como
ellos han de reglarla ? Será esto de
comun acuerdo por una súbita inspi
racion ? El cuerpo politico tiene' por
ventura algun organo para anunciar
sus voluntades ? Quien" le dará las pro
venciones necesarias para formar los
actos y publicarlos, á , tiempo ? Como
los habrá de pronunciar en el momen
to de la necesidad ? Como una inulti
tud, ciega que no sabe lo que ella quic
re , porque ella rara vez sabe lo que
la cstá bien , ejecutará por si misma
una empresa tan grande y tan dificil
cual es el sistema de legislacion ? El
pueblo por si misnio siempre quiere el
bien ; mas no siempre le logra por si
solo . La voluntad general es siempre
recta , pero el juicio que la 'guia , no
es siempre csclarecido : es necesario
hacerla ver los objetos tales cuales son
gobierno regido por la voluntad general que es la
dey. No es necesario que un gobierno se confun
da con el soberano para ser legitimo, basta que
sea su ministro : entonces la monarquia misma
es una republica. Esto se aclarará en el libro si
guiente.
61
en sí , y algunas veces tales cuales de
ben parecerla , mostrarla el buen ca
mino
se que ella busca y libertarla de la
duceraer á $ufancear et sensibles cesa
seduccion de las voluntades particula
res , traer á sus ojos los lugares y los
tiempos, y balancear el atractivo de
las ventajas presentes y sensibles con
ol peligro de los males apartados y 'es
condidos, los particulares ven el bien ,
que desechan , y el publico quiere el
bien que no vc. Todos tienen igual.
mente necesidad de guias : es preciso
obligar á los unos á conformar sus vo
luntades con su razon , y es menester
enseñar al otro el conocimiento de lo
que quiere. Entonces de las luces pú
blicas resulta la union del entendimien
to y de la voluntad en el cucrpo so-'
cial : de aqui el ecsacto concurso de
las partes , y en fin la mas grande fuer
za del todo. Ve aqui de donde nace
la necesidad de un legislador.

* . CAPITULO VII.

Del Legislador.
· Para descubrir las mejores reglas
de sociedad que convienen a las nacio
nes , scria necesaria una inteligencia
62
superior que viese todas las“ pasiones,
y que no esperimentase ningupa , que
no tuviese nuestra naturaleza , y la co
pocicse á fondo , cuya felicidad fuese
independiente de nosotros , y que, por
lo mismo se quisiese ocupar en hacer
nos felices : en fin que preparandose
para en adelante una gloria remota ,
pudiera trabajarla en un siglo , y go
zarla en otro . ( 1 ) Era necesario en fin
que los dipsos dieran leyes á los hom
bres. El mismo razonamiento que ha -,
cia Caligula en cuanto al þecho , le
hacia Platon en cuanto al derecho para
definir al hombrc civil ó real que el
busca en su libro de Regno ; pero si
es verdad que un gran principe es un
hombre raro , ¿cuanto mas lo será un
legislador ? El primero sigue el mode
lo que cstotro debc proponer : cste es
un ingenio original que inventa la ma
quina , y el otro un obrero que la ar-,
ma y pone en movimiento . En el na .
cimiento de las sociedades , dice Mon

(1 ) Un pueblo no comienza á ser célebre


sino cuando su legislacion llega á declinar. Se ige
nora por caanlos siglos la institucion de Licurgo
hizo la felicidad de los espartanos antes que se ' ,
hablase de ellos en el resto de la Grecia .
tesquieu , aquellos son los caudillos de
las repúblicas los que hacen la insti
tucion , y despues la institucion es la
que hace los caudillos de las repúbli
cas. El que osa emprender instituir
un pueblo , debe sentirse con fuerzas
bastantes para mudar la naturaleza hu
mana , para transformar cada individuo
que por si mismo cs un todo perfecto
y solitario en parte de otro todo ma
yor del que este individuo recibe de
algun modo su vida y su ' ser , para
alterar la constitucion del hombre para
luego renforzarla , para sustituir una
ecsistencia parcial y moral á la ecsis
tencia fisica é independiente que todos
hemos recibido de la naturaleza ; en
fin es necesario en una palabra que
quite al hombre sus propias fuerzas
para darle otras que le son estrañas, v
de las que no puede hacer uso site it
recurso de otro , Cuanto mas muertas
y aniquiladas estep las fuerzas natu
rales , tanto mas solidas y durables son
las adquiridas , y tanto mas solida y
perfecta la institucion ; de sucrte que
si cada ciudadano no es nada , in
guna cosa puedc sino ayudado ;
otros , y la fuerza adquirida por el ta
do es igual ó superior a la sua vi
:: 64
• fuerzas naturales de todos los indivix
duos, entonces se puede decir que, la
legislacion tiene poco mas o menos ar
quella perfeccion que puede tener. is
El legislador por todos los respec
Los es un hombre estraordinario en el
estado , Si el debe serlo por su genio ,
no lo es menos por su emplea : do ob
· tiene una magistratura ni; una soberar
nia . Este empleo , que siconstituye la
· repúblicą no entra pues, en su consti
tucion ; el es una funcion particular
L ! y superior que nada tiene de comau
con el imperio humano porque el
que manda á los hombres , no dehe
mandar a las leyes , y el que manda.
las leyes tampoco debe mandar a los
hombres', pues de lo contrario sus le
yes ; siervas de sus pasiones no harian
otra cosa que perpetuar sus injusti
cias , y ni él podria evitar que sus mi
ras particulares dejaran' de alterar la
santidad de su obra..-s = in . .
43. Cuando Licurgo-dió leyes á su pa
tria , comenzó abdicando el reino : la
costumbre de la mayor parte de las
ciudades griegas era confiar á los es
tranycros el establecimiento de las su
. yas. Las republicas modernas de Ita
lia imitaron este uso , y la de Ginebra
63
haciendo lo mismo, se halla hoy bien . ( 1 )
Roma en su bella edad vió renacer en
su seno todo los crimenes de la tira
nia , y se vió ( espuesta á perccer por
haber reunido en unas mismas cabe
žas el poder legislativo y el poder so
berano, Sin embargo los. decemviros
no -sc arrogaron jamas al derecho de
hacer pasar una ley por su propia u
tilidad . Nada de lo que os proponemos,
decian ellos al pueblo , no puede ser
ley sin vuestro consentimiento , ¡Roma
nos! scd vosotros los autores de las le
yes que deben hacer vuestra felicidad .
El que forma las leyes , no tiene ó
no debe tener algun derecho legisla
tivo , y el pueblo mismo aunque qui
sicra no se puede privar de este de
recho incomunicabļc , porque segun el
.pacto -fundamental no es sino la vo

(1) Los que solo consideran á Calvino como


teólogo, conocery mal su vasto ingenio. La redac
„çion de nuestros juiciosos edictos en qne tuvo mu
cha parte , 'le honra tanto como su institucion .
"Cualquier 'revolucion que el tiempo ocasione en
nuestro čulio , mientras el amor de la patria y
de la libertad no se estinga enteramente entre
Nosotrosoge siempre se colmará de bendiciones la
memoria de este grande hombrc.
66
luntad general la quc obliga a los par
ticulares , y no se puede jamas ase
gurar que una voluntad particular sea
conforme a la general, sino después
de haber pasado por los libres votos
del pueblo , ya he dicho esto otra vez ,
pero no scrá inutil repetirlo .
Asi es que se hallan á veces en
la obra de la legislacion dos cosas que
parecen incompatibles, á saber : una
empresa superior al hombre , y para
su cjecucion una autoridad que no es
nada. -
. Otra dificultad que merece aten
cion . Los sabios que quieran hablar
al vulgo otro lenguage que aquel de
que ordinariamente usa , no podran
ser entendidos porque hay mil ideas
que no es posible traducir al idioma
del vulgo ó pueblo . Las miras harto
gencrales y los objetos muy distantes
son igualmente fucra de su capacidad:
cada individuo no gustando sino de a
quel gobierno que tiene relacion con
su interes particular , no percibe fa
cilmente las ventajas que debe sacar
de las privaciones continuas que im
ponen las buenas leyes, para que un
pueblo paciente pudiese gustar de las
vanas macsimas de la politica , y se
67
guir las macsimas fundamentales de la
razon de estado , seria necesario que
el efecto pudiese venir á ser causa ,
es decir que el cspiritu social que debe
ser la obra de la institucion , presidie
se á la misma, y que los hombres fue
sen antes de las leyes lo que deben
ser en virtud de ellas. Asi pues cl
!cgislador no pudiendo emplear ni la
fuerza ni el razonamiento , es forzoso
que recurra á una autoridad de un
otro orden que pueda arrastrar sin
violencia , y persuadir sin convencer.
Ve aqui lo que ha obligado en todos
tiempos á los padres de las naciones a
recurrir a la intervencion del cielo ,
y á honrar á los dioses con su pro
pia sabiduria , a fin de que los puc
blos sumisos a las leyes del estado como
á las de la naturaleza , reconocieran
.cl mismo poder en la formacion del
hombre y en la de la ciudad , y obe
decieran con libertad , y llevaran do
cilmente el yugo de la felicidad pu
blica, Esta razon sublimc que es su
perior a la esfera de los hombres vul
gares , es de la que se vale un legis.
Jador poniendo sus decisiones en la
boca de los inmortales para arrastrar
por autoridad divina á los que no po
dia bambolear la prudencia humana.( 1)
Pero no pertenece á todo hombre ha
cer hablar á los dioses , ni de ser crei
do cuando anuncia ser su intérprete.
La grande alma del legislador cs cl
verdadero milagro que debe probar su
mision . Todo hombre puede gravar
las tablas de piedra , ó comprar un o
fráculo
áculo , ó fingir algun secreto , comer
divinidad , de a la oreja
cio con la divinidad , ă adiestrar un
pajaro para que le hablc a la oreja ,
ó hallar otros medios groseros para
imponer ó seducir al pueblo . El que
bo sepa mas que esto , podrá juntar
por casualidad una tropa de insensatos;
mas no fundará jamas un imperio', y
su estravagante obra perecerá bien
pronto con él. cuLospavanos prestigios
sa cer , duyriasolo
: lo pasagero
forman un vínculo de
la sabiduria le pucde hacer durable:
La ley judaica siempre subsiste , la dc
los hijos de Ismacl que rigió la mitad

(1) Verdaderamente, dice Maquiavelo, riun


ca hubo ninguno que haya" establecido leyes es
traordinarias en un pueblo sin recurrir a Dios,
pues sin esto no hubieran sido aceptadas , porque
hay muchos bienes que conoce el sabio , y que
no tiene en si razones evidentes para poderlos
persuadir a los demas.
69
del mundo por espacio de diez siglos, -
anuncian hoy todavia los grandes hom
bres que las han dictado , y mientras
que la orgullosa filosofia y el ciego
espiritu de partido no ve en ellos sinp
unos dichosos impostores , cl verdade
ro politico admira en sus instituciones
este grande y poderoso genio que pre
side á los establecimientos, durables .
No es necesario pues concluir de todo
esto con Warburton que la politica y
la religion tengan entre nosotros un
objeto comun , y si solamente que en
el nacimiento da las naciones la una
sirve de instrumento á la otra .
CAPITULO VIII.
1.1. . Dci Pucblo .,. ,
. '
Asi como un arquitecto para le
vantar un edificio observa y sondea el
suelo para ver si puede sostener el pe;
so , asi el sabio institutor no comien
za á formar buenas leyes sin ecsami
nar antes si el pueblo á quien las des
tina , es propio para soportarlas. Por
esta razon rehusó Platon dar leyes á
los arcadios y á los circnios sabiendo
que estos dos pueblos eran ricos , y
70
no podian sufrir la igualdad. Porque
Minos no habia disciplinado sino á un
pueblo cargado dc vicios , se vieron
en Creta buenas leyes y malos hom
bres .
* Mil naciones que han florecido eń
la tierra , no hubieran podido jamas
sufrir buenas leyes , y aun las que
hubieran podido sufrir , no han teni:
do en toda su duracion mas que un
tiempo muy limitado y corto para ello .
Los pueblos lo mismo que los hombres
DO son dociles sino en su juventud;
cuando llegan á viejos , ya son inco
rregibles. Una vez establecidas las
costumbres , arraigadas las preocupa
ciones , es una emprcsa peligrosa y va
na querer reformarlas. El pucblo no
puede aguantar que se toquen sus ma
Ics ni aun para curarlos: es semejan
te á aquellos enfermos estupidos que
tiemblan al ver delante de si á un
médico.
Pero asi como algunas enfermeda
des trastornan la cabeza , y borran la
memoria de lo pasado , asi tambien sć
hallan en los estados épocas violcntas,
donde las revoluciones producen en
los pueblos lo que cicrtas crisis en los
individuos , donde se olvida el horror
71
de lo pasado , y donde el estado abra
sado por las guerras civiles renace,
por decirlo asi, de sus mismas ceni
zas , y vuelve a tomar el vigor de la
juventud saliendo de los brazos de la
muerte. Tal fué Esparta en tiempo de
Licurgo , tal Roma despues de los
tarquinos, y tales han sido de entre
nosotros la Holanda y la Suiza des
pues de la espulsion de los tiranos. ,
ME Mas estos sucesos son raros , y
son escepciones cuya razon se halla
siçnipre en la constitucion particular
de un estado esceptuado , y no podrian
succdcr dos veces en un mismo pue
blo ; porque él no podrá hacerse libre
mientras no deje de ser barbaro , y no
dejará de serlo mientras que no este
en uso el resorte civil . Entonces las
turbaciones pueden destruirle sin que
las revoluciones puedan restablecerle,
y tan pronto como quebranta las ca
denas y cae esparcido y no eesistc mas.
Necesita de alli adelante un señor, y
no un libertador. ¡Pueblos libres! a
- cordaos de esta macsima : se puede
adquirir la libertad , pero no se reco
bra jamas . Į L isi
. . Hay para las naciones: como para
los hombres , un tiempo de madurez
72
que es necesario esperar antes do sob
meterlas a las leyes; mas la madurez
de un pueblo no es siempre facil de
conoccrses y si se quierda adelantară
la obra queda imperfceta . Tal pueblo .
es disciplinable en su fundación , y otro
no lo será sino hasta pasados diez sic
glos . Los Tubos no serán jamas demat
siados cultos porque lo han sido sobra
do pronto. Pedro tenia un genio imii
tador pero estaba faltó de aquel talen
to que crea y hace todo de la nada:
no era tiempo de hacer algunas de las
cosas buenas que él hizo . Vió que su
pueblo era bárbaró , y no se hizo cargo
de que no estaba maduro para ser cil
yilizado . Quiso hacerle civil cuando era
necesario aguerrirlo . Quiso hacer al
anstante alemanes e ingleses cuando cra
preciso hacer rusos. El ha impedido a
sus vasallos que jainas lieguen a ser lo
que podrian persuadiendoles que cran
lo que no son , semejante ás este pre
ceptor frances que formó un discipulo
para que brillase un moinento en su
infancia , y para que nada fuese en a
delante . El imperio de Rusia querrá
soyuzgar la Europa y y será soyüzgado
él mismo. Izos tartaros sus veciños ven
drán á scr sus ducños y los nuestros.
Esta revolucion me parece infalible :
todos los reyes de la Europa trabajaa
de concierto para acelerarla .
CAPITULO IX .
Sigue la mismamateria .
· Como la naturaleza ha dado termi
Ros a la estatura de un hombre pro
porcionado , pasados los cuales'ella no
cria sino gigantes ó enanos , asi tam
bien debe haber ciertos limites para
la estension que puede tener un esta
do , atendida su mejor constitucion, á
fin de que no sea muy grande para po
der ser bien gobernado , ni muy pe
qucño para poderse mantener por si
mismo. Hay en todo cuerpo politico
un maximum de fuerza del que no debe
• pasar , y del cual se aleja cuando se
engrandece . Cuanto mas se estiende e'.
lazo social, tanto mas se relaja ; y er .
general un pequeño estado es propor
cionalmente mas fuerte que un grande,
- Mil razones demuestran esta maca
sima. Primeramente la administracion
llega á scr mas pinosa en las gun
des distancias , asi como un peso ne
mucho unas pesado en el estreno do
la palanca. Es tambicn mas honerosa
á medida que los grados se multipli
can , porque cada ciudad tiene su ad
ministracion la cual paga el pueblo ;
sada distrito tambien la suya pagada
por el mismo pueblo ; despues cada
provincia ; luego los grandes gobier
nos , los satrapas, los virreyes , que
es necesario siempre pagar mas caro
á medida que se va subiendo , y siem
pre á espensas del infeliz pueblo , y
por ultimo la administracion principal
que lo arrasa todo. Tanta sobrecarga
agota continuamento á los vasallos, y
lejos de cstar bien gobernados , lo es
tan peor que si tuvicran una sola ca
beza , porque apenas les queda recur
$ 0 para los casos estraordinarios , y
cuando se ven obligados a recurrir, el
estado está á la vela de su ruina. .
. Aun hay mas: no solamente el go
bierno tiene menos vigor y ccleridad
para hacer observar las leyes , impe
dir las vejaciones , corregir los abu
sos , prevenir las empresas sediciosas
que pueden hacerse en los lugares re
motos , el pueblo mismo tiene menos
afecto ya á sus gefes que no ve ja
mas , ya á la patria que es para sus
ojos como el mundo , y ya á sus ciu
dadanos cuyà mayor parte mira como
estrangeros. :Las mismas leyes no puie
den convcnir á tantas provincias diver
mas que tienen diferentes costumbres,
guc viven bajo opuestos climas , û que
por consiguiente no pueden sufrir la
misma forma de gobierno. Las leyes
diferentes no causan sino turbacion y
confusion entre los pueblos que vivien
do sujetos á unas mismas cabezas, y
en una continua comunicacion pasan y
se casan los, unos con los otros , y 50
metidos á otras costumbres no saben
jamas si les pertenece su patrimonio :
Jos talentos estan ocultos y las virtudes
ignoradas , los viejos impunes en está
multitud de honibres incognitos los u *
nos á los otros que el tribunal de la ad
ministracion 'suprema junta en un mis
mo lugar . Las cabezas ágoviadas con
negocios nada ven por si mismas y
los comisarios gobiernan el estado . En
fin lasmedidas que es menester fomar
para mantener la autoridad general de
la que tantos oficiales remotos quie
ren substraerse , absorben toilos los
cuidados públicos, y nada queda para
el desgraciado pueblo , y de este modo
un pueblo grande por su constitucion
perece agoviado bajo su propio peso. - *
70
Por otro lado : el estado debe fin
jarse una cierta base para tener soli
dcz , para resistir á los baibenes , que
no puede menos de tener , y á los es
fuerzos que le es preciso hacer para
sostenerse , porque todos los pueblos
tienen una especie de fuerza centrifu
ga por la cual obran continuamente los
unos contra los otros, inclinados á en
grandecerse á espensas de sus vecinos
como los torbellinos de Descartes. Asi
los debiles peligran de ser engullidos,
ninguno puede apenas conservarse sine
poniendose con lodos en una especie
de equilibrio que haga la compresion
igual en todo. Se ve por aqui que hay
razones para la estension , y razones
para la estrechez , y no es el menor
talento del politico hallar entre las us :
nas y las otras la proporcion mas ven .
tajosa para la conservación del estado.
Se pucde decir que las primeras no
siendo sino estcriores y relativas, de
ben estar subordinadas a las otras que
son internas y absolutas. Uną sana y
fuerte constitucion es la primera cosa
que se debe buscar , y se puede mas ;
bien contar con el vigor que proviene .
de un buen gobierno que con los recur.
sos que suministra un buen territorio . .
77
. .. Por lo demás, se han visto estados
de tal modo constituidos que la nccc
sidad de conquistas entraba en su mise
ma constitucion , y que para mantener
se se veian forzados á engrandecerse.
Puede ser que ellos se feliciten de su
dichosa necesidad ; pero al fin verán
que su grandeza les atraherá poco á
poco el inevitable momento de su ruina.
CAPITULO X .
: - ?. . . Continuacion .
: : Se puede medir un cucrpo politi
co de dos mancras , á saber : por la
estension del territorio , y por el nú
mero de habitantes. Hay entre una y
otra de estas medidas un respeto con
veniente para dar al estado su verda. .
dera grandeza. Los hombres son los
que componcn el estado y el terreno
es el que nutre á los hombres. Este
respeto es que la tierra sea suficiente
para mantener los habitantes , y que
no haya sino aquellos que la tierra
pucda nutrir . En esta proporcion es
donde se halla el maximum de fucrza
del numero señalado del pueblo , por
que si bay terreno de inas , es hone
78
woso guardarle , ' la cultura es insufi
ciente y el producto superfluo ; y ésta
es la causa de las guerras defensivas
Si no hay suficiente terreno , el esta - i
do se halla entonces para lo que : les
falta á la discrecion de sus vecinos;
y esto es prócsimo motivo de las gue- .
rras ofensivas. Todo pueblo que ne,
tiene por su situacion sino la alterna - 1
tiva del comercio , ó de la guerra , es
debil en si mismo porque depende de
sus vecinos , depende de los aconteci
mientos, y no tiene mas que una in
cierta y corta ecsistencia . El soyuzga
y -muda de situacion ; es so yuzgado y
ya no es. nada : no puede en fin con
servarse libre sino à fuerza de peque
ñez ó grandeza, . .. 11nuposti innapot
3, No se puede fijar una regla cierta :
cntre la estension de la tierra y el nú
mero de hombres que deben habitarla,
tanto á causa de las muchas diferen .
cias que se hallan en las : calidades del:
terreno , en los grados de fertilidad ,
en la naturaleza de sus producciones y
en el influjo del clima, como las que
se notan en los temperamentos de los
hombres que las habitan , los cuales
unos consumen poco en un pais fertil,
y otros mucho bajo un clima ingrato :-
79
es necesario ademas tener presente . la
mayor . ó menor fecundidad de las mu
gercs , y todo aquello que pueda te
ncr cl pais mas ó menos favorable á
la poblacion sin olvidar la cuantidad
que puede el legislador esperar que
concurra á él, en virtud de sus esta .
blecimientos; de snerte que él no haga
juicio por lo que vca ,, sino por lo que
prevča , ni tanto haga cuenta del esta
do actual de la poblacion
en o potener
cpodrá sio,necomo de la
oca .
icadelante
errenEn
tque e s p a ren
t
fin hay mil ocasiones . en que
los accidentes particulares del lugar
ecsigen ó permiten que se abrace mas
terreno del que parece necesario . Asi
puede haber mucha estension en un
pais de montañas, donde las produce
ciones, naturales , á saber : bosques y
pastos piden menos trabajo , donde en
seña la esperiencia que las mugeres son
mucho mas fecundas que en los llanos,
y donde un gran suelo inclinado no
da sino una pequeña basa horizontal,
la sola que es util para la vejacion.
Al contrario se debe limitar hacia las
orillas del mar , y aun cn las rocas y ,
tierras arenosas , casi sicmpre estéri
les , porque la pesca puede suplir en
gran parte a las producciones de la
80
nåturaleza y los hombres deben estar
mas juntos para detener los piratas., y
para que haya por otra parte mas faci
lidad en libertar al pais por medio de
las colonias de los habitantes de que
está sobrecargado . r s :
.-. A estas condiciones para instituir
.. un pueblo es preciso añadir otra que
no puede ser suplida , ni suplir á nim
guna , y sin la cual todas las demas
serán inutiles , y es que se goce de
la abundancia y de la paz , porque el
tiempo en que se ordena un estado es
semejante al de formarse un batallon
que al instante en que el cuerpo es
:, menos capaz de resistencia ; es mas
facil de ser destruido. Mejor se resis
te en un desorden absoluto que en el
momento de fermentacion donde cada
uno cuida de su puesto y no del peli
gro. Si una guerra , si una hambre,
si una sedicion , sobrcviene en este tiem
po de crisis , el estado se ve infaliblc.
mente arruinado . . . " I have .
- . . ! Ni basta quc haya muchos gobier
nos establecidos durante estas tempes.
tades, porque entonces estos mismos
gobiernos son los que destruyen el es
tado . Los usurpadores proporcionan y
se aprovechan de este tiempo de tur.
81
baciones para hacer pasar en este ing
tante , valiéndose del espanto público ,
las leyes destructoras , quc el pueblo
no 'adoptaria jamas á sangre fria . La
eleccion del momento de la institucion
es uno de los caracteres mas seguros
por los que se puede distinguir la o
bra del legislador de la de un tirano .
¿ Quc pueblo es propio para la le
gislacion ? El que hallándose ya liga
do por alguna union de origen , de
interes ó de convencion , no ha sufri
do todavia el verdadero yugo de las
leyes'; cl que no tiene ni costumbres
ni supersticiones bien radicadas; el que
no teme ser 'agoviado por una invasion
subita ; el que sin entrar en disputas
con sus vecinos , puede solo resistir á
cada uno de ellos , ó ayudarse del uno
para contener al otro , en el que cada
miembro puede ser conocido de todos,
y en el que no se obliga á un hom -'
bre á cargar con otra carga que la que
puede llevar ; el que se puede pasar
sin otros pueblos y estos sin él ( 1 )
:1 (1 ) Si de dos pueblos vecinos el uno no pu
diese pasar sin el otro , esto seria una situacion
:; muy dura para el primero, y muy peligrosa para
al segundo. Toda nacion sábia en igual caso .pro
89
el que no, cs ni rico ni pobro, y pue
de mantenerse por si solo ; y en fin
el que reune la consistencia de un pue,
blo antiguo con la docilidad de uno
ngevo. Lo que hace penosa la obra
de la legislacion , no es tanto lo que
es necesario establecer , como lo que
és prcsiso destruir ; y lo que hace el
şuceso tan raro es la imposibilidad de
hallar la sencillçz de la naturaleza ,
unida a las necesidades de la sociedad.
Y por cuanto se hallan dificilmente
enlazadas estas condiciones , por eso
$ c yen tan pocos estados bien cons
tituidos. . !
: Hay todavia en Europa un pais car
paz de. legislacion , y es la Isla de
Córcega : el valor y constancia con que
este valeroso, pueblo ha sabido recobrar
y defender sų libertad , increce que un
hombre sabio le ensçñe el modo de
conservarla . Yo tengo cierto presen

curaria sacar al qiro de aquella dependencia. La


república de Tlaschala situada dentro del imperio
de Méjico mas quiso pasar sin sal, que no acep
ţarla .graciosamente. Los sabios tlaschaltas vierok
çl lazo oculto bajo esta aparente liberalidad , y se
conservaron libres. Este pequeğio est ado clavado
en aquel vasto imperio, le causó su ruina. is
timiento de que algun dia esta pequeña
isla ha de pasmar a toda la Europa, s
; ;! CAPITULO XI. . .. in
De los diversos sistemas de legislacion,
- Si se inquiere en que consiste proc.
cisamente el mayor bien de todos que
debe ser el fin de todo sistema de le
gislacion , se hallará que está reducido
á estos dos ohjetos principales , liber
tad é igualdad : la libertad porque toda
independencia particular es otra tantą ;
fuerza quitada al cuerpo del estada : y
la igualdad porque la libertad no pue.
de subsistir sin olla , s i ,
Yo ya he dicho lo que es la liber
tad civil. En orden a la igualdad , no
se- ha de entender por esta palabra
que los grados de poderi y de riqueza
sean absolutamente los mismos, pero
en cuanto a la potencia , yo entiendo
que ella debe estar ecscnta de violen
cia y no se ejerza jamas sino en vir
tud del grado y de las leyes ; y 'én®
cuanto a la rigueza que ningun ciuda
dano sea harto opulcnto para poder
comprar a otro , ni pinguno tan pobre
que se pueda ver precisado , á ven
dersc . ( 1 ) Todo lo cual supone de para
te de los grandes moderacion de bie
nes y de crédito , y de parte de los
pequeños moderacion de avaricia y co
dicia .
Jaulasec dice , es una qui.
.", Esta igualdad
i
mera de especulacionon que
Hiasnosisi puede
ecsistir en la practica. Mas elel pao.r
buso es inevitable , sc sigue que por
eso no se deba siquiera arreglar ? Pre
eisamente porque la fuerza de las co ..
sas camina siempre a destruir la igual
dad , por lo mismo la fucrza de la le
gislacion debe procurar mantenerla .
:Mas estos objetos gencrales de toda
buena institucion deben ser modifica.
dos en cada pais por el respeto que
nace tanto de la situacion local como
del caracter de los habitantes ; y sobre
estas relaciones es necesario señalar á
cada pueblo un sistema particular de
- (1) Quereis dar al estado consistencia ? A . . .
cercad el grado estremo cuanto sea posible . No
sufrais ni genies, opulentas ni mendigos. Estos
dos estados, naturalmente inseparables son iguale
mente funestos al bien comuni del uno salen
los factores de la tirania , y del otro los tira
nos, y siempre entre ellos se hace tráfico de la
_ libertad pública ; el uno la vende , y el otro
la compra. . . . .
88
institucion que sea el mejor , no quizas
en si mismo ; pero si para el estado
á que se destina . Por ejemplo : ¿ el te .
rreno es ingrato ó csteril, ó el pais
harto limitado para los habitantes? Po
neos del lado de la industria y de las
artes : cambiad estas producciones por
los generos que os faltan. Al contra
rio , zocupais ricos llanos y fertiles canr
piñas ? Estais escasos de moradores en
un buen terreno ? Dad todos los cui
dados á la Agricultura que multiplica
los hombres ; arrinconad las artes que
no harian sino acabar de despoblar el
pais, juntando en algunos puntos del
territorio los pocos habitantes que hay
en él. ( 1 )
¿Ocupais riberas estendidas y como
das? Cubrid la mar de navios , cu ltivad
el comercio y navegación , y asi lograreis
una 'ecsistencia brillante. La mar no
baña en vuestras costas sino riscos y
peñascos inacesibles ? Permaneced bars

(1) Un ramo de comercio esterior , dice el


M . d' Arguenson , no reparte apenas sino una
falsa utilidad para el reino en general: él puedó
enriquecer algunos particulares y alguna otra
ciudad pero la nacion entera ne gasta nada , '
ad pucblo no está mejor por eso . a
1 86
banos y sin relacion que asi vivircis
mas tranquilos, mejor puede ser , iy
seguramente, mas dichosos ; en una pa
labra : además de las macsimas comu
nes a todos , cada pueblo incluyć ó ent
cierra en : si alguna causa que las orz
dena de una manera particular , y lace
su legislacion propia para él, solo . Asi
es que los Hebreos y recientemente los
árabes han tenido por principal objeto
la religion : los, atenicnses las letras ;
Cartago y Tiro el comercios Rhodas
la marina ; Esparta la guerra , y Roma
la virtud . El autor del espiritu de las
leyes ha demostrado con un monton
de ejemplos el arte por el cual dirige
el legislador la institucion háeia cada
uno de estos objetos. .. .
6 . Lo que hace la constitucion de un
estado verdaderamente sólida y dura
blc , es cuando las conveniencias estan
de tal modo observadas que las rela
eiones naturales y las leyes caen siem ,
pre de concierto sobre los mismos pun.
tos, y cuando estas no hacen , por de
cirlo asi, sino asegurar , acompañar y
rectificar las otras. Mas si el legisla
dor engañandose en su objelo , toma
un principio diferente del que nace de
la naluraleza de las cosas , y cl uno
damina a la servidumbre ," y el otro á
la libertad ; el uno a las riquezas, el
otro a la poblacion ; el uno a la paza
el otro á las conquistas se verá debi
litar las leyes insensiblemente , alte
rarse la constitucion , y el estado no
dejará de agitarse hasta que sea des
trüido ó mudado , y vuclva otra vez á
tomar su imperio la invencible natu .
raleza .
CAPITULO XII.
Division de las leyes . ' .
* Para ordenar el todo y dar la me
dermerposible á la causa pública,
jor forma
hay nto sobredque
og diversasamerelaciones o considó
rar. Primeramente la acción del cuer
po entero obrando sobre si mismo , es
decir , la relacion del todo al todo , 6
del soberano al estado , y esta relacion
está compuesta de la de los terminos
intermedios , como veremos despues.
Las leyes quc reglan este respeto ,
tienen el nombre de leyes politicas, y
se llaman tambien fundamentales , no
sin alguna razon como gcan sabias,
porque si hay en cada estado una bue
va manera de ordenarle , el pueblo que
la ka encontrado , debe retenerla . Nas
88
si el orden establecido es malo ¿porque
se tendrán por fundamentales las leyes
que le impiden ser bucno ? Por otra
parte: en todo estado el pueblo es siem ,
pre arbitro para mudar las leyes aun
las mejores , porque si le acomoda ha .
cerse daño á si mismo , quicn tiene
derecho para estorbarsclo ? La segun .
da relacion es la de los miembros en .
tre si ó con el cuerpo entero ; y estą
relacion debe ser pequeña en cuanto
á lo primero , y en orden á lo segun
do tan grande cual sea posible : de
suerte que cada ciudadano esté en una
perfecla independencia con todos los
otros , y en una escesiva dependencia
de la ciudad , lo que sc hace siempre
por los mismos medios , porque sola
la fuerza del estado es la que hacc la
libertad de sus miembros, y de esta
segunda relacion nacen solamente las
leyes civiles.
Se puede considerar una tercera
suerte de relacion entre el hombre y
la ley , a saber , la de la desobedien
cia à la pena , y esta es la que da
lugar al establecimiento de leyes cri
minales que en el fondo son menos una
especie particular de leyes que una san
cion de todas las otras. A estas tres
89
suertes de leyes se agrega una cuarta ,
la mas importante de todas que no sc
graba ni sobre el marmol, ni sobre el
bronce , sino en el corazon de los ciu
dadanos , que hace la verdadera cons
titucion del estado , que toma todos los
dias nuevas fuerzas , que cuando las
otras leyes se envejecen ó amortiguan ,
las reanima y las suple , conserva un
pueblo en el espiritu de su constitu
cion , y subsisté insensiblemente la fuer
za dei habito á la de la autoridad : ha
blo de usos , de costumbres , y sobre
todo de la opinion ': partc incognita á
nuestros politicos ; mas de la cual de
pende el suceso de todas las otras:
parte en la que un gran legislador sc
ocupa en silencio , mientras parece que
se limita a los reglamentos particula .
res que no son sino la cimbria de la
boveda cuyas costumbres lentas en su
nacimiento , forman en fin la llave ma.
estra. Entro estas diversas clases , las
leyes politicas que constituyen la for
ma de gobierno , son las que tan so
lamente son de mi instituto . ) .,
90
EL CONTRATO
SOCIAL ,
PRINCIPIOS
T .

DEL

DERECHO POLITICO .
LIBRO TERCERO .
Antes de hablar de las diversas for.
mas de gobierno , tratemos de fijar
el sentido de esta palabra que no ba
sido todavia bien esplicada . : ;

er CAPITULO I. i .

Lim Del Gobierno en general.


Advierto al lector que este capitulo
debe scr lcido sin precipitacion , pues
yo no se el arte de ser claro para el
que no quiera ser afcnto .
91
ps ! Toda aecion libre tiene dos causas
que concurren á producirla , la una
poral , a saber : la voluntad que des
termina el acto , y la otra fisica , á sa
ber : la potencia que cjecuta. Cuando
yo voy hacia un objeto , es necesario
primeramente que quiera ir , y en se :
gundo lugar que mis pies me lleven
tambien . Si un paralitico quiere correr ,
si un hombre agil no quiere moverse ,
entrambos entonces estarán quietos.
El cuerpo politico tiene los mismos.
moviles : se debe distibguir la fuerza
y la . voluntad , ésta bajo el nombre
de poder legislativo , y la otra bajo
del poder ejecutivo : nadá se haccó
no se debe hacer sin su concurso . I
Ya hemos visto que el poder legis
Iativo pertenece al pueblo , y que no
puede pertenecer mas que á él y es
facil ver al contrario por los princi
pios antes establecidos que el poder Que
r
e gisladorece a la
jecutivo no pucdc pertenecer a la ge !
o l
neralidad como legisladora ó soberana , –
orque eeste
pporque ste poder consiste en dos ac
tos particulares que no son del resor
te de la ley , y por consiguiente son
solamente del soberano cuyos actos de
hen ser todos leyes. Necesita påés la
fnerza pública un agente propio , que
92
la reuna y ponga en obra segun las
direcciones de la voluntad general;
que sirva para la comunicacion del
estado y del soberano , y que haga de
algun modo en la persona publica 'lo
que hace en el hombre la unión del
alma y del cuerpo . Ve aqui cual es en
estado la razon del gobierno , confuna
dido hasta aqui malaniente con el so
berano de quien el no és sino el mi
nistro . ¿ Que es pues gobierno ? Un
cuerpo intermedio , establecido cntre
los vasallos y el soberano para su mu
tua correspondencia , encargado de la
cjecucion de las leyes , y del mante
nimiento de la libertad tanto civil como
politica. Los miembros de este cuerpo
se llaman magistrados , ó reyes , es de...
cir gobernadores , y el cuerpo entero
ticne cl nombre de principe. Asi los.
que aseguran que el acto por el cual
un pueblo se somete a los gefes no es
un contrato , tienen mucha razon. Esto
absolutamente no es otra cosa "mas que
una comision ó un empleo , en el que
unos simples oficiales del soberano e-?
jercen en su nombre el poder del cual
los hace depositarios , y que puede li
mitar , modificar ó volver á tomar el
suberano cuando quicra , porque la eos
! 93
nagenacion de un tal derecho es in
compatible con la naturaleza del cuer
po social y contrario al objeto de la
asociacion.
Yo llamo pues gobierno ó suprema
administracion al ejercicio legitimo del
poder ejecutivo , y principe ó magis.
trado al hombre , ó al cuerpo encerga
do de esta administracion . En el gobier
no es donde se hallan las fucrzas in
termedias , cuyos respctos componen el
destatodo alvedtodor,epról el del
del
do. e. os t.r es soberano al
estado .
. Se puede representar este ultimo
respeto por el de los estremos de una
proporcion continua , cuyo medio pro
porcional es el gobierno. Este recibe
del soberano las ordenes que da al
pueblo , y para que el estado esté en
un buen equilibrio , es preciso compen
sado todo que haya igualdad entre el
producto y cl poder de los ciudada
nos, que son soberanos por una parte,
y vasalloś, por otra. Y aun mas : no
sc podria alterar alguno de estos tres
terminos sin romper al instante la pro
porcion . Si el soberano quiere gober
mar , ó si el magistrado quiere dar le
yes , ó si los vasallos rehusan obede
cer, el desorden sucede á la regla , la
94
fuerza y la voluntad no obran ya de
concierto , y el estado disuelto cae de
esta manera ó en el despotismo, 8 'en
la anarquia . En fin como no hay mas
que un medio, proporcional entre cada
respeto , no hay tampoco mas que un
buen gobierno posible en un estado .
Pero como mil acontecimientos pueden
mudar las relaciones de un pueblo , los
diferentes gobiernos pueden ser bue
pos en diversos pueblos , y aun en uno
mismo en diferentes tiempos. ! :
Para tratar de dar una idca de los
diversos respetos que pueden reinar
entre estos dos estremos , tomaré por
ejemplo el número del pueblo como
el nias facil de esprimirse. Suponga
mos que el estado está compuesto de
diez mil ciudadanos : cl soberano no
puede considerarse sino colectivamen
te y en cuerpo , mas cada paſticular
en calidad dc vasallo es considerado
como individuo, Asi el soberano es al
vasallo como diez mil 'es á ' uno , es
decir , que cada miembro del estado
no tiene por lo tocante asi mas que
la diez milesima parte de la autoridad
soberana', aunque él csté sumiso todo
enteru. Demos que el pueblo esté com
puesto de cien mit hombres el esta .
9$
do de los vasallos no se muda , y cada
uno lleva igualmente todo el imperio
de las leyes mientras que su voto rc
ducido a una cien milesima parte tie
ne diez veces menos de influencia en
su rcduccion . Entonces el vasallo que
dando siempre uno , el respeto del so
berano se aumenta en razon del núme
ro de los ciudadanos; de donde se si
gue que cuanto mas se engrandece' cl
cstado , mas se disminuye la libertad .
Cuando he dicho que el respeto se au
menta , entiendo que se aparta de la
igualdad. Asi que cuanto mas grande
es el respeto en la acepcion de los
geómetras tanto menor es en la acep
cion comun . En la primera , conside
rado segun la cuantidad , se mide por
el esponente , y en la otra considerado
segun la identidad sc” estima por la
coinparacion , Cuanto menos las vo
luntades particularcs se relacionan á
la general, cs dccir , las costumbres
á las leyes, tanto mas debe aumentar
se la fuerza reprimente . El gobierno
para ser bueno debe ser relativamen :
te mas fuerte a medida que el pueblo
es mas numeroso.
Por otra parte el engrandecimiento
del estado dando a los depositarios de
96
la autoridad pública mas ocasiones y
mcdios para abusar de su poder , por
cso el gobierno debe tener más fuer,
za para contener el pueblo ; y el so
berano la debe tener mayor para con
tener el gobierno . Yo no hablo aqui
de una fuerza absoluta , sino de una
fuerza relativa a las diversas partes
del estado. Se sigue de este doble res
peto que la proporcion continua entre
cl soberano , el principe y el pueblo
no es pues una idea arbitraria , sino
una consecuencia de la naturaleza del
cuerpo politico, Se sigue tambien que
estando fijado y representado uno de
los estremos , à saber : el pueblo como
yasallo por la unidad , todas las veces
quc la razon dupla se aumento ó dis
minuya , tambien la simple se aumen
ta y disminuye ; y por consiguiente el
termino medio se muda. Todo lo cual
hace ver que no hay una constitucion
de gobicrno unica y absoluta ; pero quc
puede haber otros tantos gobiernos di
fcrentes cn naturalcza , cuantos esta
dos diferentes en grandeza . .
Si para hacer ridiculo este sistema
se quicre decir que para encontrar este
medio proporcional, y formar el cuer
po del gobierno no es necesario segup
97
mi. parecer , sino sacar la 'raiz cuadra
da del número del pueblo ; yo respon
deré que no tomo aqui este número
mas que a modo de ejemplo , y que
las relaciones de que hablo no se mi
den solamente por el número de hom
bres , sino en general por la cuanti
tad de accion la cual se combina por
la multitud de causas : por lo demas
si para esplicarme en menos palabras
me valgo de los terminos de geome
tria , no ignoro por eso que la preci
sion geométrica no tiene lugar en las
cuantitades morales . El gobicrno es en
pequeño lo que el cuerpo politico que
le incluyc , es en grande, es una per
sona moral , dotada de ciertas faculta
des , activa como el soberano , pasiva
como el cstado , y que se puede des
componer en otras relaciones semic
jantes .
De donde nace por consigniente una
nueva proporcion , otra segunda de csta
scgun el orden de tribunales hasta que
se llegue á un medio termino indivisi
ble, es decir , á un solo gcfc ó magistra
do supremo que se pueda representar
en medio de csta progresion como la
unidad entre la serie de fracciones y
" -números. Pero sin embarazarnos en
'; 98
esta multiplicacion de terminos, con
tentemonos de considerar el gobierno
como un nuovo cuerpo en el estado ,
distinto del pueblo y del soberano , é
intermedio entre uno y otro . Hay una
diferencia esencial entrc estos dos cuer
pos, y es que el estado ecsiste por si
mismo, y el gobierno no ecsiste sino
por el soberano. Asi la voluntad do
minante del principe no cs, ó no debe
scr sino la voluntad general ó la ley:
su fuerza no es mas que la fuerza
púbļica reconcentrada en él ; y tan
pronto como quiere ejercer algun ac
' to absoluto é independiente , la union
del todo empieza á relajarse. Si suce
diera en fin que el principc tuviese
una voluntad particular mas activa que
· la dei soberano , y que usase de la
- fuerza publica que está en sus manos
para hacerla obedecer , de suerte que
hubiese, por decirlo asi , dos sobera
nos , cl uno de hecho , y el otro de
derecho ; al instante la union social se
- desvancceria , y el cuerpo politico seria
disuelto . . .
: Sin embargo para que el cuerpo
del gobierno tenga una ecsistencia , una
vida real que le distinga del cuerpo
del estado , para quc todos sus mien
99
bros puedap obrar de concierto y com
rrisponder al fin por el cual estă ins
' tituido , es necesario una personalidad
particular , una sensibilidad comun cń
I sus miembros, una fuerza , una vo
luntad propia que siempre camine á là
conservación . Esta ecsistencia particu
suport ijuntas,
lar supone
lar resol qconsejos,
ue perte poder
que hapara
n
deliberar y resolver , derechos titu
los , privilcgios que pertenezcan al
principe esclusivamente , y quc hagan
la condicion del magistrado mas dig
na de honor á proporcion que ella es
más penosa.
. La dificultad está en el modo de
ordenar en el todo este todo subalter
no , de suerte que él no alterc la cons
titucion gencral afianzando la suya ,
que distinga sicmpre su fuerza parti
cụlar destinada a su propia conserva
cion de la fuerza pública destinada á
la conservacion del estado , y que en
una palabra él esté siempre dispuesto
á sacrificar el gobierno *al pueblo , ġ
eno el pucblo al gobierno .
Por otra parte : sin embargo de
que el cuerpo artificial del gobierno
sea la obra de otro cuerpo artificial,
y que él no tenga mas que una vida
prestada y subordinada , esto no im
100
pidc, para que no pueda obrar con mas
ó menos vigor ó celeridad , y gozar
por decirlo asi de una salud mas ó
menos robusta . En fin sin apartarse
directamente del objeto de su institu
cion , él puede , cstraviarse mas ó me
nos segun el modo de que está cons
tituido. De todas estas diferencias na
cen los diversos respetos que el go
bierno debe tener con el cuerpo del
cstado , segun las relaciones acciden
tales por las que esté modificado , por
que continuamente el mejor gobierno
vendra á ser el mas vicioso , si es
tas relaciones no estan alteradas segun
los defectos del cuerpo politico al que
pertenecen .
CAPITULO II.
Del principio que constituye las diver
sas formas de gobierno. al
re aqui els es indisnecner de
ComouPara esponer la causa general de
estas diferencias , es indispensable dis
nte colielereprincipe y el gobierno
ting aaqui
tinguir
como antes hemos distinguido el es
tado y el soberano. El cuerpo del ma
gistrado puede estar compuesto de un
inayor o menor número de miembros.
Ya hemos dicho que el respeto del
101
soberano a los vasallos era otro tanto
mas grande cuanto el pueblo era mas
numeroso , y por una evidente analo
gia podemos decir otro tanto del go
bicrno en orden a los Magistrados.
- - Siendo la ſuerza total del gobier
no la del cstado , nunca varia : de
donde se sigué que cuanto más use de
esta fuerza sobre sus propios miembros ,
menos le queda para obrar sobre todo
el pueblo . Cuanto mas numerosos son
los magistrados , tanto mas debil es
el fobierno. Como esta macsima cs
fundamental , es indispensable ilus.
podemos do tres volunta volur s hi
trarla . : ; ! .
t1.rarPodemos Somiteto pi
distinguir en la persona
del magistrado tres voluntades difesi
rcntes. En primer lugar la voluntad
propia del individuo que no camina
mas que a la ventaja particular: eni
segundo lugar la voluntad comun de
magistrados que se relaciona unica i
mcntc á la ventaja del prineipe , y
que se puede llamar voluntad del cueri .
po la cual es general por respeto al
gobicrno , y particular por respeto al
estado del que el gobierno hace parte;
y en tercer lugar la voluntad del pue"
blo ó la voluntad soberana la cual es
gencral tanto por respeto al estado,
102
considerado como todo , cuanto por ro.
lacion al gobierno considerado como
parte del todo se
En una perfecta legislacion la vo
luntad particular ó individual debe ser
ninguna , la voluntad del cuerpo des
tinado al gobierno muy sobordinada , y .
por consiguiente , la voluntad general,
o soberana siempre doininante y como
la unica regla de las demas. Segun el
orden natural al contrario , estas dife ,
rentes voluntades vienen a ser mas acsi
tivas a medida que ellas se concentran .,
Ași la voluntad general es siempre la
mas debil , la voluntad del cuerpo tie ;
ne el segundo orden , y la voluntad
particular el primero de todas; de
loisten eldigobierno cada miem . ,
sperte
Staro es que race recta
bro es primeramen te el mismo , des
pues magistrado y al ultimo ciudada
no : gradacion directamente opuesta á .
la que eçsige el orden social. rising
Supuesto que todo el gobierno esté,
en manos de un solo hombre, ve aqui,
la , voluntad particular y la voluntad
del cuerpo perfectamente reunidas, y
por consigųiente la ultima elevada al
mas alto grado de intension que pue- ,
de tener, Como, es del grado de la ?
voluntad del, quc. depende el uso de:
103
la fuerza ; y la fuerza absoluta del go
bierno no varia ; se sigue que el mas
activo de los gobiernos es el de uno
solo . Pero unamos el gobierno á la
autoridad legislativa , hagamos el prin
cipe del soberano , y de todos los ciu
dadanos otros tantos magistrados ; en
toida .colam voluntad
tonces deja de del cuerpo , confun
dida con la general, no tendrá acti
vidad, y dejará á la particular en to
da su fuerza. De este modo el gobier
no siempre con la misma fuerza abso-,
luta estará en su maximum de fuerza
relativa é de actividad . ind .
Estas relaciones son incontrasta
bles, y pueden confirmarlas algunas re
flecsiones . Se ve por cjemplo que cada
magistrado es mas activo en su cuerpo
que cada ciudadano en el suyo , y que
por consiguiente la voluntad particular
tiene mucha mas influencia en los actos
del gobierno que en los del soberano
porque cada magistrado está siempre
encargado de alguna funcion del go
bierno mientras que cada ciudadano en
particular no tiene alguna funcion de
soberania . Por otra parte : cuanto mas
se cstiende el estado , otro tanto ,mas
se aumenta la fuerza real, aun, cuanc,
do no se aumente en razon de sites
104
tension ; mas el estado quedando el
mismo , por mas que se multipliquen
los magistrados, el gobierno no ad :
quiere una mayor fucrza real porque
esta fuerza es la del estado cuya me
dida es siempre igual. Asi la fuerza
relativa é de actividad del gobierno se
disminuye sin que la real y absoluta
pueda acrecentarse ; y ademas de esto
la espedicion de los negocios viene á
scr mas lenta , cuanta mas gente está
ocupada en su despacho y dando so
brado á la prudencia , no se da lo bas
tante á la fortuna , y dejando escapar
la ocasion á fuerza de deliberar , se
pierde continuamente el fruto de la
deliberacion . . .
• Yo acabo de probar que el gobier
no se relaja a medida que se multipli
can los magistrados, y ya he probado
antes que cuanto mas numeroso es el
pueblo , tanto mas la fuerza reprimen
te debe aumentarse. De donde sc siguc
que el respeto de los magistrados al
gobierno debe ser inverso del de los
vasallos al soberano , es decir , que
cuanto mas se engrandezca el estado ,
tanlo mas debe comprimirse el gobicr
no : de tal modo que el número de los
gefes se disminuya en razon del au
105
mento del pueblo . Por lo demas, yo
. no hablo aqui sino de la fuerza relati
va del gobierno , y no de su reclitud
porque cuanto mas nunerósa es la ma
gistratura ótrò tanto la voluntad del
cuerpo sc acerca a la general ; mien
tras que bajo un solo magistrado esta
misma voluntad del cuerpo no es como
ya he dicho sino una voluntad parti ,
cular. Asi se pierde de un lado lo que
se puedc ganar de otro , y el arte del
legislador es saber fijar el punto dona
de la fucrża y la voluntad del gobier
no siempre en proporcion recíproca se
combinen cä сl respeto más ventajo
so al estado.

CAPITULO III.
: : Division de gobiernos:
: Se ha visto eñ cl capitulo precea
dente como se distinguen las diversas
especics ó formas de gobiernos por el
número de miembros que los compos
nen ; póro , rešta ver en este como se
hace su division .
El soberano puede en primer lugar
0

confiar el depósito del gobierno


todo el pueblo , ó á la mas grande par
106
te de él, de suerte que haya mas eiu .
dadanos magistrados que ciudadanos
simples particulares. Se da a esta fors !
ma de gobierno, el nombre de De
moeracia . : , :
. Se puede contener el gobierno en
manos de un pequeño número, de modo
que haya mas simples , ciadadanos que
magistrados , y esta forma se llama
aristocracia . En fin se puede concen
trar todo el gobierno en manos de un
solo magistrado de quien todos los 0 -'
tros reciben su poder ; y csla tercera
forma que es la mas comụn se llamna
monarquia ó gobicrno real.
Se debe notar que todas estas es
pecics de gobierno , ó á lo menos las
dos primeras son susceptibles de mas
ó menos , y tienen tambien mucha-la
titud porque la democracia puede ocu
par todo el pueblo , ó limitarse á la
mitail. La aristocracia pucılo . tambien
de la mitad del pueblo limitarse hasta
cl mas pequeño número indetermina
dameptę . La monarquia misma cs sus.
ceptible de alguna division . Esparta '
n vireyes
tuvo resperio Romaniados
eradoconstantemente
pconstitucion sio ppor
or ssųu .
, y se han visio á veces
en el imperio Romano hasta ocho em .
peradores sin que se pueda decir que
ilton
407
estaba el imperio dividido. Asi hay unti
punto en el que cada forma de gobier
no se confunde con el siguiente , y se
ve que bajo tres solas dominaciones
el gobierno es realmente susceptible
de otras tant’ s formas diversas , cuan
tos ciudadanos tiene el estado. Aun
hay mas : este mismo gobierno pudien
do por ciertos motivos subdividirse eni
otras partes , la una adininistradale
utlå manera y la otra de otra ; puede
resultar de estas tres formas combina
das una multitud de formas mistas de
las que cada uno sea multiplicable por
todas las formas simples . . .
Se ha disputado mucho en todos
tiempos sobre la mejor forma de go
bierno sin considerar que cada una de
ellas es la mejor en ciertos casos , y
la peor én otros. Si en los diferentes
estados , el número de los magistrados
supremos debe ser en rázon inversa al
de los ciudadanoss; se sigue . qué en
p e q u e ño estadocratico copia
general cl gobierno democratico con
vienc a los pequeños,estados , á les me.
ianos eel
ddianos l aristocratico y el monarquico
a los grandes. Esta regla está invés
diatamente sacada del principio ; pero
cómo será posible tener presente la
multitud de circunstancias que pueden
aulinitir cscepciočis ?
108 CAPITULO IV .
De la Democracia.
".. El que hace la ley , sabc mejor que
ninguno como debe ser ejecutada é in
terpretada . Parece que no se podria
tener una mejor constitucion que a
quella en la que el poder ejecutivo está
unido al legislativo ; pero esto mismo
es lo que hace por otra parte insufi
ciente este gobierno , porque las cosas
que d ben estar distinguidas , no lo
éstan ; y el principe y el soberano no
siendo mas que una misma persona, no
torman por decirlo asi sino un gobier
'no sin gobierno.
Ni es tampoco bueno que el que
"hace las leyes , las ejecute , ni que el
" cuerpo del pueblo separe sa atencion
de las miras generales para fijarla en
* objetos particulares. Nada es mas peli
groso que la influencia de los intere
ses privados en los negocios públicos;
y el abuso de las leyes de parte del
gobierno es un nial menor que la co
7

rrupcion del legislador, consecuencia


Infalible de las miras particulares : en
· tonces estando el estado alterado en
su substane .a', es in posible la reforma .
109
Un pueblo que no abusara jamas del
gobierno , no abusaria tampoco de la
independencia ; y un pueblo que se
gobernara siempre bien , no tendria
necesidad de ser gobernado. .
Si hemos de hablar tomando los
terminos rigurosamente , nunca ha ec
sistido una verdadera democracia , ni
ecsistiria jamas , porque es contra el
orden natural que el gran númcro go.
biernc , y sea gobernado el pequeno;
ni se puede imaginar que el pueblo
esté incesantemente junto para vacar
á los negocios públicos : y establecien .
do para cllos comisiones , ya tenemos
mudada la forma de la adniinistracion .
En efecto yo creo poder asentar
pór principio que cuando las funcio
nes del gobierno estan divididas en
muchos tribunales , el menos numero
30 adquiere tarde ó temprano la mas
grande autoridad , aunque no hubiera
tra cosa
otra tr. dificil de despa
ero dilachofacilidad
los nque
char los negocios la que naturalmento
los atrahc á dicho tribunal. Por otra
parte : ¿cuantas cosas dificiles de unir
se no supone este gobierno ? Primera
mente un cstado muy pequeño donde
el pueblo se pueda facilmente juntar,
y donde cada ciudadano pueda con fa
110 ig
cilidad conocer todos los otros. En
segundo lugar : una gran sencillez et
ļas costumbres que prevenga ļą mul:
titud de negocios y las discusiones csy
pinoşas: despues mucha igualdad en
las clases y en las fortunas , porque
sin esto la igualdad no podria suhsis
uir mucho tiempo pi en los derechos
ni en la autoridad ; en fin poco ó pada
de lujo , porque donde el lujo es e
fecto de las riquezas y donde las hace
necesarias, çorrompe al rico y al po
pre ; al uno por la posesion y al otro
por la codicia , yende la patria a la
i cido , y quita al estado
moliçie by levanidad
ta ciudadanos s era
e la elle sser
e essus
dtodos que para
los dhacerles
vir unos a otros, y todos á la opinion .
Ve aqui porque un autor célebre
Ja establecido la virtud por principio
. de las repúblicas, atendiendo a que
todas estas condiciones no sabrian ec
sistir sin ella ; mas por no haber ph
servado las distinciones pesarias , cşto
bello genio La faltado á la justicia y
claridad , y no ha reflecsionado, quo
siendo la autoridad soberana siempre
la misma , aquel principio debe tener
lugar en todo estado bien constituido,
mas ó menos segan la forma de go
pierno . Añadamos á esto que no hay
ningun gobierno tan sugeto á las gue
rras civiles , y á las agitaciones intes
tinas como el democratico ó popular,
porque no hay ninguno tampoco que
eamine tan fuerte y continuamente como
el á mudar la forma , ni que pida mas
ürse de oyndvalor
Mvigilancia e el cpara e sta coerse eenn
iuen mantenerse
la suya. Sobre todo en esta constitu
cion es donde el ciudadano debe are i
marse de fucrza y de constancia ,
y decir cada dia de su vida en el fon
do de su corazon lo que decia un vir :
tuoso palátino ( 1) en la Dieta de Po.
Ionia : malo periculosam libertatem
quain quietuin servititum . Si hubiera
un pueblo de dioscs , él se gobernaria
democraticamente , porque un gobier
no tan perfecto no convicne á los hom .
bres .
CAPITULO V . ..

· De la Aristocracia . :
Tenemos al presente dos personas
morales muy distintas , á saber : el go
bierno y ei soberano , y por consi
guiente dos voluntades generales , la

(1 ) El Palátino de Posnária , padre del r'ang


de Polonia , duque de Lorena.
112
una " por respeto a todos los ciudada
nos , y la otra solamente por lo tocan
te á los miembros de la administra
cion. Asi aunque el gobierno pueda
reglar sų politica interior como le aco
mode , no puede jamas hablar al púc
blo sino en nombre del soberano , es
decir , en nombre del mismo pueblo
porque esto es preciso no olvidarlo
jamas.
.. Las primeras sociedades se gober
naron aristocraticamente ; las cabezas
de las familias deliberaban entre si de
los negocios publicos. La gente joven
cedia sin pena á la autoridad de la es
periencia , De aqui proyienen los nom
bres de presbiteros , ancianos , scdado,
& c . Los salvajes de la America Sep
tentrional sc gobiernan todavia de este
modo , y estan muy bien gobernados.
Pero a medida que la desigualdad
de institucion sobrepujó á la natural;
la riqueza ó el poder® ( 1 fue prefe
rido a la edad ; y la aristocracià vino
á ser electiya. En fin el poder trans
mitido con los bienes del padre a los
(1) Es claro que entre los antiguos la pala
bra Optimates no quiere decir los mejores sine
Hos mas poderosos.
113
hijos, hacicndo las familias patricias,
hizo tambien el gobierno hcreditario ;
y esta es la razon porque se han vis
to senadores de 20 años.
Hay tres sucrtęs de aristocracia , á
saber , patural, electiva , y hereditaria
La primera no conviene sing á los pue
blos simples , la tercera es la peor de
todos los gobiernos , y la segunda es
el mejor , y lo que propiamente se
llama aristocracia ,
. . Además de la ventaja de la dis
tincion de dos poderes, tienc tambien
la de elegir miçmbros. En el gobier
no popular todos ļos ciudadanos pacen
magistrados ; pero ' en este hay sola
mente un pequeño número, y este por
eleccion ; ( 1 ) medio por el cual la pro
bidad , las luces la esperiencia y todas
las otras razones de preferencia y de
(1) . Importa mucho reglar por las leyes la
forma de la eleccion de los magistrados , porque
en dejandola a la disposicion del principe , no se
puede evitar el caer en la aristocracia hereditaria,
como sucedió á las republicas de Venecia y Ber
na : por cuyo motivo la primera es despues de
largo tiempo un estado disuelto , y la segunda se
mantiene por la estrema sagacidad de su senado;
pero esto es una escepcion bien honorifica y pe
ligrosa ,
114
estimacion pública son otros tantos fiado
* res de las ventajas de cste sabio gobierno.
. . . Tenenios á mas de esto que las a
sambleas se hacen mas comodamente :
los negocios se ecsaminan mcjor y se
despachan con mas orden y diligencia ;
y el credito del estado esta mas bien
sostenido para con el estrangero por
unos sabios senadores , que por una
multitud incognita y despreciada ; en
una palabra : el orden mejor y mas
natural es que los 'mas sabios gobier
'nen la multitud , cuando es cierto que
la habrán de gobernar segun "l os iin
"los n
il 2.108 deresella
mtereses segun los suyos:
o .si,dayd nodesegun
no hay necesidad de multiplicar en
vano los resortes , ni hacer con veinte
mil hombres lo que ciento escogidos
pucden hacer mejor, Pero es nccesa
rio notar que el interes de este cuer
po debe dirigir menos la fuerza públi
ca segun la regla de la voluntad ge
neral que segun una inclinacion ine
vitable que quita á las leyes una parte
del poder ejceutivo .
En orden a las conveniencias par
ticulares, no es necesario ni un esla
do tan pequeño , ni un pueblo tan sen
cillo ni recto que la ejecucion de las
leyes se siga inmediatameníc do la vo
115
lantad pública como en una huena dle
mocracia : ni es menester tampoco una
tan grande nacion que los geles espars
cidos para gobernarla puedan poriar
se cada uno como soberani) en su de
partamento , y comenzando por hacer
se independicotes , lleguen al fin á ser
dueños. *
Pero si la aristocracia resige algu
nas virtudes menos que el gobicrno pom
pular , clla ecsige tambien otras que
le son propias, como es la moderacion
en los ricos y el goce en los pobres,
porque una igualdad rigurosa no cabe
en esta especie de gobierno', ni en
Esparta mismo se pudo observar.
Por lo demas , si eşla forma lleba
consigo cierta desigualdad de fortunas,
por lo mismo en general la adminis
traçion de los negocios públicos debe
confiarse a los que pueden emplear on
ella todo el tiempo y atencion ; pero
Do porque los ricos deban ser prefe
ridos, como , lo pretendia Aristóteles.
Al contrario importa mucho que la
eleccion opuestą haga ver algunas ve
ses al pueblo que hay en el nierito
de los hombres razones de preferen - ,
rencia más relevantes que la riqueza .
116 CA
PITULO VI.
De la Monarquia .
Hasta aqui hemos considerado al
principe como una persona moral y co
lectiva , unida por la fuerza de las le
yes , y depositaria en el estado del po
der ejecutivo : ahora tenemos que con
siderar este poder reunido todo en las
manos de una persona natural, de un
hombre real que solo tiene derecho de
disponer segun las leyes. Esto es lo
que se llama un moparca ó ’ n rey. '
* Al reves de las otras administra
ciones donde un ser colectivo repre
sența al individuo ; en esta el indivi
duo representa el ser colcçtivo : de
suerte que la unidad moral que cons
tituye el principe , es á un mismo tien
po una unidad fisica en la cual todas
las facultades que la ley tan dificilmen
te rcune cn la otra se hallan natural
mente reunidas en esta . Asi la volun
tad del pueblo y la del principe , la
fuerza pública del estado y la parti
cular del gobierno , todo corresponde
á un mismo movil , porque todos los
resortes de la maquina estan en la
misma mano , y todo se dirige á un
117
mismo objeto. Aqui no hay movimien
tos opuestos que mutuamente se des .
truyan , y no se pueda imaginar otra
suerte de constitucion en la que un
pequeño esfuerzo produzca una accion
mas considerable . Archimedes sentado
tranquilamente en las ribéras del mar,
y lanzando un gran navio á las olas,
se me figura un monarca habil, go
bernando desde su gavinete sus vastos
estados , y haciendolo mover todo pa
reciendo inmovil.
Pero si no hay gobierno alguno
que tenga mas vigor que este , tam
poco hay ninguno donde la voluntad
particular tenga mas imperio y donde
domine mas facilmente : todo se diri
ge á un mismo objeto , es verdad ; pero
este objeto no es el de la felicidad
publica , y la fuerza misma de la ad
ministracion sc inclinâ sin cesar al per
juicio del estado .
Los reyes quieren ser absolutos , se
les grita desde lejos que el unico me.
dio de serlo , es haciendosc amar de
sus pueblos. Esta macsima es muy
buena y verdadera tambien por ciertos
respetos , pero por desgracia se hará
siempre burla de ella en las cortes. El
poder que proviene del amor de los
118 i
pueblos, Cs, sin duda el pas grande;
mas es precario y condicional , y jac
mas los principes se contentarán con
él . Los mejores rcýcs quierent poder
sci malos si les acomoda , sin dejar de
ser ducňos. Por más que üri örador
politico les predique que siendé suya
la fuerza del pueblo , su mayor inte
res consiste en que el pueblo esté fios
reciente, numeroso y formidable, ellos
sahen muy bicñi que esto no es verdad,
porque su interes personal ecsige pri
meramente que el pueblo esté debil ý
miscrable, y que jainas les pueda hacer
frente . Yo confieso quc suponiendo loš
vasallos perfectamente sumisos , el ins
teres del principe seria critonces que
el pueblo ſuesč poderoso , á fin de
que siendo comở se supone suyo este :
poder , le hiciese formidable á sus ve
cinos , pero coño este interes no es
mas que secundario y subordinado , y
estas dos suposicionēs son incompati:
bles , es natural que el principe de
siempre la preferencia á la macsi
ma que le es inmediatamsente inás tutil .
e a i e c t e V eosr D Sänuel
a bru p resen
eeol , representab
m h l aá llos hhcbrcos , esto inisia
Esto es lo que
fuertemente
mo ha hecho ver.Maquiavelo con évi
dencia , pues fingiendo dar lecciones á
119
los reyes ; los ha dado -mayores a los
pueblos. Asi el principe de Maquia
velo es el libro de los republicanos.
Hemos visto que por las relacio - ,
nes generales la monarquia no es con
venientc sino á los grandes estados, y
lo palparemos claramente ecsaminan
dolo con madurez. Cuanto mas nunc
rosa es la admninistracion publica , tan- ,
to mas el respeto del principe á los
vasallos sc disminuye , y se acerca á
la igualdad , : de suerte que este res
peto es uno , ó lo que es la misma
igualdad en la deinocracia . Este inis , ,
mo respeto se aunienta á medida que
el gobierno se limita ; y está en su
maximun cuando el gobierno está en
manos de uno solo . Entonces se nota
una grande distancia entre el principe
y el pueblo , y el estado se halla fal-,
to de trabazon , y para formarla es me
nester poner clasės intermedias como
son principes , grandes y una nume
rosa nobleza para llenarla : y nada de
esto conviene á un pequeño estado al
que arruinan estos grados . Pero si es
dificultoso que en estado grande sea
bien gobernado , aun lo es mucho mas'
qne lo esté por un solo honibre ;' y *
todos saben lo que sucedo cuando el
rey porc eustitutos.
120
Un defecto esencial é inevitable que
hará que el gobierno monarquico sea
siempre inferior al republicano , es que
en este la voz pública no eleva jamas
á los primeros pữestos sino á hombres
esclarecidos y capaces que los desem
peñan comunmente con honor ; mien
tras que los que se ven en los monar
quicos no son continuamente sino unos
solemnes enredadores, unos valientes
bribönes y anos infatigables intrigantes
quc teniendo poco talento , colocados
en altos puestos , no sirven para otra
cosa siño para hacer ver al pueblo su:
ineptitud tan pronto como los ocupan .
El pueblo rara vez se engaña en esta
eleccion , y el principe continuamicäte:
Un hombre de un verdadero merito es
tan raro en el ministerio monarqui
co , ( 1 ) como un toñto á la frente do

(1) Por nuestra desgracia betrios visto ulti


mamente harto verificada esta verdad en nuestra
Peninsula donde uria chusma de mixistros uno
tras otro no han hecho sino mirar por sus inte .
reses particulares y enriquecerse soberbiamente á
espeusas del pobre pueblo . Decretos para abolir
el estudio del derecho natural, reformas inutiles
dirigidas á aumentar el poder del moüarca y
propias para obstruir los canales del comercio de
. 121
in republicano . Asi cuando por casua
lidad uno de estos hombres nacidos
para gobernar toma en sus manos el
timon de los negocios en una monar
quia casi abismada en un caos por este
monton de donosos regidores , todos
sus individuos se sorprenden de los
medios de que se vale para levantar
la , y esto hace época en un pais . .
: Para que un estado monarquico eg
tuviera bien gobernado , cra menester
que, su grandeza ó estension fuesc pro
porcionada a las facultades del quc le
gobierna ; mas facil es conquistar que
regir . Con una palanca suficiente con ·
un dedo se puede bambolear todo el
mundo ; pero para sostenerle son ne

las províncias ,, en fin inmensas sobrecargas que


han empobrecido la nacicn mas opulenta , hem
aqui todo el vasto talento de nuestros visires. 50
Jovino ! Jovino ! Tu solo mereces el homena
ge de todo buen español. Ojala que Urquija
siguiendo tus pasos, despliegue todo su geuio ein . ..
prendedor y haga conocer al monarca sus ver
daderos intereses que son los del mismo pueblo .
De otro modo la ruina parece inevitable y todo
concurre a acelerarla : eu otro tiempo set
mible ; pero'atendida nuestra dura y lamei. In
situacion , se deja naturalmente desear con V .
ansias. Nota del traductor.
122
cesarias las espaldas de Hcrcales . Por
poco grande que sea un estado , siem
pre cl principe es mas pequeño. Cuan
do al contrario sucediera quc un esla
do fuera muy pequeño respecto á su .
cabeza lo que rara vez puede suceder;
tambien entonces estaria mal goberna- .
do , porque la cabeza siguiendo siem
pre la grandeza de sus miras , olvida
ria los interescs del pueblo , y no los
haria menos infelices por el abuso de
los sobrados talentos que una otra pe
queña Cabeza por falta de ellos. Sc.
o , por decirlodadasi , que un
ria necesario
senad ultas que apaci use a cada
reino se estendiese ó se limitasc á cada
reinado segun la capacidad del prin :
cipe, mieul ras que con los talentos de
un senado teniendo medidas mas fijas,
puede tener el estado limites constan
tės é ir muy bien la administracion . -
El mas sensible inconvenicate del
gobierno de uno solo es el defecto de
esla sucesion continua que forma cn
los otros dos una trabazon- no inte
irumpida . Muerto un rey , es menes
ter otro : las elecciones dejan interva
los peligrosos , y son' tempestuosas ; y
á menos que los ciudadanos no sean
de un desinteres é integridad de que
apenas es susceptible este , gobierno,
123
la faccion y la corrupcion se mezclan
· bien ' pronto . Es dificil que aquelá
quien se la vendido el estado no le
venda tambicá á su vez, y que no se
desquite con los debiles del dinero que
le sacaron los poderosos. Tarde o tem
práno todo viene a ser venal bajo una
tal administracion , y la paz de que se
poza entonces con los reyes , es pcor
que el desorden de los interrenos. * *
¿Qué sc ha hecho pues para prevenir
estos daños ? Se han hecho las coro
nas hereditarias en ciertas familias , y
se ha establecido nn orden de suce
sioh qtie evite las disputas en la muer :
të de los reyes , es decir que sustitu
yendo el inconvénientc de regencias al
de elecciones , se he preferido una à
parente tranquilidad á una sabia ad .
ministracion , se ha querido mas bien
tener por cabezas á unos niños, á unos
monstruos y á unos debiles que dispu .
tar sobre la elección de hueños reyes ;
nmiieemnadtonosieasea
pero ha iconsiderado que espo
ceássolós
gfuuepeligros e
niéndose asisc erpuotreen . Bsepirdeertunaa al
ternativa , sc siguen mil daños irrepa n a
rables. Por eso fue una espresion muy
scnsatá aquella del joven Benis á quien
reprendiendolo su padre cierta aceioni
vitapéráble , y diciendole: ¿Acaso te
12A
he dado yo ejemplo ? Se cuenta que
respondió el hijo : ¡Ah! vucstro padre
no era rey . . .
Todo concurre á privar de razon
y de justicia á un hombre elevado para
mandar a otros. Ses ponen muchas di
has parecescgun
eligencias p pe , ppara
rincidicen ara cnseñar á
los jovenes principes el arte de reinar ;
mas: parece que no les aprovecha mu
eho esta educacion . Se deberia empe
zar enseñandoles el arte, de obedecer .
Los mas grandes reyes que ha cele .
brado la historia , no han sido criados
para reinar, y esta es una ciencia que
no se posee jamas menos que cuando
be ha aprenllido demasiado , y cuya ad .
quisicion se logra mas bien obedecien
do que mandando . Namn utilissimus ae
brevissimus- bonaruin malarumque rc,
rum dclectus , cogitare quid aut polue
ris sub alio principe aut'volueris. ( Ta
cit. Hist. lib . 1 . ) . . .
Una consecuencia de la falta de
coherencia es la inconstancia del go :
bierno que reglandosc, tan pronto so
bre un plan tan pronto sobre otro seguạ
el caracter del principe que rcina , ó
las gentes que reinan por él , no puede
tener largo tiempo un objeto fijo ni una
conducta consiguiente : variacion que
123
hace siempre al estado flotante de mac
sima en macsima , de proyecto en pro
yecto , y que no tiene cabida en los o
tros gobiernos dondc el principe es siem
pre el mismo. Asi se vc en general que
haymas estratagema en una corte , y mas
sabiduria 'en un senado , y que las re
publicas van á sus fines por miras mas
constantes y mejor seguidas , mientras
que cada revolucion en el ministerio
monarquico produce otra en el esta ,
do , porque la macsima comun á to.
dos los ministros y reyes es la de bus
car en todas las cosas el contrapeso de
su predecesor .
· De esta misma incoherencia sc sa
ca la solucion al sofisma tan familiar
de los politicos reales , cual es no so
lamente comparar cl gobierno civil al
gobierno domestico , y el principe al
padre de familias , error antes ya re-,
futado ; sino tambien dar liberalmente
á este inagistrado todas las virtudes de
que tendria necesidad , y de suponer
siempre que el principe es lo que debc,
ser : suposicion con cuya ayuda el go
bierno real es preferible á todo otro,
porque es incontrastablemente ch mas,
fucrtc , y que para ser el mejor no
le falta sino una voluntad de cuerpo ,
12A
he dado yo ejemplo ? Se cuenta que
respondió el hijo : ¡Ah! vucstro padre
no era rey. .
. Todo concurre á privar de razor
y de justicia á un hombre elevado para
mandar á otros. Se ponen muchas di
ligencias scgun dicen para cnseñar á
los jovenes principes el arte de reinar;
mas parece que no les aprovecha mu
eho esta educacion. Se dcbcria empe :
zar enseñandoles cl arte de obedecer.
Los mas grandes reyes que ha cele.
brada la historia , no ban sido criados
para reinar , y esta es una ciencia que
no se posee jamas menos que cuando
se ha aprenrlido demasiado , y cuya ad .
quisicion se logra mas bien obedecien
do que mandando . Nam utilissimus ae
brevissimus bonarum malarumque rc,
rum dclectus, cogitare quid aut polue
ris sub alio principe aut'volueris . ( Ta
cit. Hist . lib . 1 . )
. Una consecuencia de la falta de
coherencia es la inconstancia del go
bicrno que reglandosc tan pronto so.
bre un plan tan pronto sobre otro seguą
el caracter del principe que rcina , ó
las gentes que reinan por él , no puede
toner largo tiempo un objeto fijo ni una
conducta consiguiente : variacion que
123
hace sicmpre al estado flotante de maes
sima en macsima , de proyecto en pro
yecto , y que no tiene cabida en los o
tros gobiernosdonde el principe es siem
pre el mismo. Asi se vc en general que
hay mas estratagema en una corte , y mas
sabiduria en un senado , y que las res
publicas van á sus fines por mirasmas
constantes y mejor seguidas , mientras
que cada revolucion en el ministerio
monarquico produce otra en el esta ,
do , porque la macsima comun á to
dos los ministros y reyes es la de bus
car en todas las cosas el contrapeso de
su predecesor. .
• De esta misma incoherencia sc sa
ca la solucion al sofisma tan familiar
de los politicos reales , cual cs no so
lamente comparar el gobierno civil al
gobierno domestico , y el principe al
padre de familias , error antes ya re
futado ; sino tambien dar liberalmente
á este magistrado todas las virtudes de
quc tendria necesidad , y de suponer
siempre que el principe es lo que debc,
ser : suposicion con cuya' ayuda el go
bierno' real es preferible á todo otro ,,
porquc es incontrastablemente ch mas,
fucrtc , y que para ser el mejor no
le falta sino una voluntad de cuerpo,
: 126
mas conforme a la voluntad general.
2. Pero si segun Platon rin Civili ) el
rey por naturaleza es un personage
tan raro , ¿ cuantas veces la naturaleza
y la fortuna concurrirán á coronarle ?
Y si la educacion real corrompe pc
cesariamente a los que la reciben , que
deberá esperarse de una serie de bom
bres educados para reinar ? Esto es
mas bien querer confundir əl gobierno
real con el de un buen rey. Para ver.
lo que es este gobiejno en si mismo,
es necesario considerarle bajo reyes li:
milados ó malos , porque ellos subirán
al trono con una de estas cualidades ,
1 . 1

y sino subidos á él , bien pronto so


corromperán . ' . ; .
Estas dificultades no se les han es .
capado á nuestros autores ; pero ellos
las han allanado. El remcdio , dicen ,
es obedecer sin murmullo. Dios da los
( malos reyes por castigo y es forzo
so sufrirlos. Este discurso es sin du :
da edificante ; mas yo no se si conven
dria mas bien en el pulpito , que en
uu libro de politica. ¿Que diriamos da
un médico que prometiera milagros, y
euya habilidad consistiera todo en ec
soctar al enfermo á la paciencia y con
formidad ? Se sabe bien que es me
127
Bester sufrir un mal gobierno cuando
no hay otro ; pero la cuestion es bus
car uno bụeno,
: CAPITULO VII.
. De los gobiernos mistos .
Hablando propiamente no hay nin - .
" gun gobierno simple , porque siempre
* es precisó que la unica cabeza tenga
magistrados subalternos , y que el go
bierno popular tenga cabcza. Asi cn
-- la reparticion del poder ejecutivo,
* siempre hay gradacion del gran nu
mero al menor , con esta diferencia
que tan presto cl gran numero depen
de del pequeño , y tan presto éste del
“ grande. Algunas veces hay una igual
· reparticion , y es ó cuando las partes
constitutivas estan en una mutua de
- : pendencia como en el gobierno de In
glaterra , ó cuando la autoridad de
cada parte es independiente ; pero im
perfecta como en Polonia . Esta ulti
ma forma es mala , porque no hay u
nidad en el gobierno , y el estado está
• falto de trabazon .
¿Cual es el mejor gobierno , cl
: simple' ó el compuesto ? A esta cues
· 128
tion quç ek may agitada entre los po
Jiticos, se debe responder lo mismo
que tengo ya dicho sobre toda espe .
cie de gobiernos, El gobierno simple
es el mejor en și, tan solo porque es
simple ; pero cuapdo el poder ejecuti
vo no depende bastante del legislati
vo , es decir , cuando hay mas relacion
del principe al soberano que del pue
blo al principe es menester remediar
este defecto de proporcion dividiendo
el gobierno , porque entonces todas sus
partes no tienen menos autoridad so
bre los vasallos , y su division los
vuelve todos juntos mas fuertes contra
el gobierno ,. . . . . .. .
Se previene tambien el mismo in
conycniente estableciendo magisirados
intermedios que dejando el gobierno
en su entereza , sirvan solamente para
balancear los dos poderes y para man
tener sus derechos respectivos. Enton
ces el gobierno no es misto sino solo
templado . Se puede ocurrir por seme
jantes medios al opuesto inconvenien
te , y cuando el gobierno es muy fla
co , se ecsigen tribunales para renfor . "
zarle : esto se practica en todas las de- '
mocracias. En el primer caso se divi
de el gobierno para debilitarle , y en
129
el segundo para renforzarlo , porque
el naximuin de fuerza y debilidad se
hallan igualmente en los gobicrnos şim
ples , mientras que las formas mistas.
producen una fuerza media. .. . in
1 . 1 . CAPITULO VIII. i
Que toda forma de gobierno no es
wer: propia para todo pais... . ..
No siendo la libertad un fruto de
todos los climas , no está por lo mis
- mo al alcance de todos los pueblos.
Cuanto mas sc medita este principio
cstablecido por Montesquieu , otro tan - ,
to mas se siente su evidencia , y cuan
to mas se le contrasta , mayor ocasion
ne se da de apoyarlo con nueyas prue
bas. ( 1 ) , i si soir ," * ;; .

isi (1 ) El autor se . engaña notablemente en :


este punto porque la libertad puede ser el fruto
de todos los paises. Por mucho que influya el cli
- ma en la situacion fisica y moral de los bombres,
nunca puede ser tanto que decida absolutamente
de su felicidad o de su desgracia. Pudieramos
impugnar su verdad favorita con razones y ejem
plos historicos ; pero como muchos hombres
grandes han tratado sabiamente de esta materia ,
130
!! En todos los gobiernos del mundo
la persona pública consume, y no pro
* duce nada. ¿De donde le viene pues
" la substancia consumida ? Del trabajo
de sus miembros . El superfluo de los
particularcs es el que produce lo ne
cesario del publico : de donde se sigue
que el estado civil no puede subsistir ,
mientras que el trabajo de los hombres
no sea superior á sus necesidades ; pero
este esceso no es cl mismo en todos los
paises del mundo . En muchos es cons
* siderable , én otros mcdiano , en otros
ninguno , y en otròs negativo. Este
" respecto depende de la fertilidad del
, clima , de la suerte de labores quc 'lą
* tierra ecsige , de la naturaleza de sus
. producciones , de la fuerza de sus ha
bitantes , del mayor ó mënor consumo
que necesitan , y de otras relaciones
semejantes de que está compuesto .
Por otra parte : todos los gobier
* nos no son de la misma naturaleza :

nos contentamos cop remitir á sus obras á nuese. "


tros lectores. Entre otros se podrá ver Filangiea
ri , ciencia de la legistacion , lib. 1. cap . XIV ,
“ donde et profesó combate con acierto la opinion
de Montesquien que țanló llena nucstro autor. -
Nota del traductor. v kinni

inte
131
unos son mas gastadores que otros,
y las diferencias estan fundadas sobre
este otro principio , á saber , que cuan
to mas las contribuciones publicas se
alcjan de su origen , son mucho mas
honerosas. Esta carga no se ha de
medir sobre la cantidad de impuestos,
sino sobre la direccion que han de to
mar para volver a las manos de dona
de salieron : cuando esta circulacion
es pronta y bien establecida , nada im
porta que se pague mucho ú poco, por
que entonces el pueblo siemprc es rico,
y las haciendąs publicas van bien . Pero
al contrario , por poco que pague el
pueblo , si este poeo jamas vuelve á
sus manos pagando siempre, bien pron
to se agotará y se quedará pobrisimo,
y el estado no será por eso mas rico .
De lo dicho se infiere que cuanto
mas se aumenta la distancia del pue
blo al gobierno , tanto mas honerosos
son los tributos. Asi en la democracia
el pueblo es el menos cargado , en la
aristocracia es algo mas , ŷ en la mo
narquia lleva el mayor peso . La mo
parqnia no conviene sing á las nacio .
nes opulentas , la aristocracia á los es
tados medianos en riqueza no menos
que en grandeza , y la democracia á
132
los estados pequeños pobres . En e .
fecto : cuanto mas se refleesione , mas
pronto se hallará en esto la diferencia
de los estados libres á los monarqui
cos, En los primeros todo se emplea
en la utilidad comun ; en los otros las
fucrzas publicas y particulares son re.
ciprocas , y la una se aumenta por dis.
minucion de la otra : en fin en lugar
de gobernar los vasallos para hacerlos
dichosos , el despotismo los torna mi,
serables para mejor gobernarles . : . .
f Ve aqui pues en cada clima causas
naturales por las que se puede señalar
la forma del gobierno a que la virtud
del clima parece inclinarlas, y por las
que se insinua tambien la especie de
habitantes que deba tener. Los luga :
res ingratos y esteriles donde el tra
bajo nada produce , dcben permanecer :
incultos y desiertos , o solamente po
blados de salvages los parages donde el
trabajo no produce sino lo necesario de
ben ser habitados por pueblos barbaros,
porque no tiene cabida en ellos la po
litica . Los terrenos donde el esceso del
producto sobre el trabajo es mediano,
conviene á los pueblos libres. Los lu
gares donde la tierra abundante y fer
til da mucho producto por poco traba
135 .
jo , deben ser gobernados monarquica
mente para consumir con el lujo del
principc el escoso del superfluo de los
vasallos , porque es mucho mejor que
este esceso se consumať pori el gobier
no que no el que se disipe: por los
particulares. Yo bien se que hay es
Scepciones
nes con;fipero
ra ule«cstas
iones qumismas
e nousas escep
al or*
ciones confirman la regla , y al cabo
producen revoluciones que tarde o tema :
prano vuelven a traer las cosas al or
den de la naturaleza . . . . . .
: Distinganios siempre las leyes geo
nerales de las causas particulares que
pueden modificar el efecto . Cuando
todo el mediodia estuviera cubierto de
republicas , y todo el norte lleno de
estados despóticos , no seria menos ver
dad que por efecto del clima el des ;
potismo' conviene á los paises calidos,
la barbarie á : los paises frios , y la
buena politica á los intermedios. Yo
veo que aun 'asentado el principio , se
puede disputar todavia sobre la apli
cacion , porque se podria decir que
hay paises frios muy fertiles, ý meri
dionales muy ingratos; mas esta difi
eultad se debe objetar solameşte á los
que no ecsamninan las cosas por todos
sus respetos ; es necesario eumo ya ko
134 -
dicho contar con las labores, con las
fuerzas y con el consumo.
Supongamos que de dos terrenos
iguales el uno prodace cinco y el otro
diez. Si los habitantes del primero
consumen cuatros y los del ultimo nue
ve , el esceso del primer producto será
una quinta parte , y la del segundo
una decima quinta. El respcto de csó
tos dos escesos siendo inverso del de
los productos , el terreno que no pro
duzca sino cinco , dará un superfluo
doble del que produzca diez .
. Mas aqui no se trata de un pro
ducto doble , picnso que ninguno o .
sará comparar generalmente en igual
dad la fertilidad de los paises frios
con la de los paiscs calidos. Pero sư =
pongamos no obstante esta igualdad :
dejéinos en cquilibrio si se quierc la
Inglaterra con la Sicilia , Ý la Polo
nia con el Egipto : al mediodia tene
mos la Africa y las Indias ; pero «no
tenemos en el norte con quién com
pararles. ¡ Que diferencia en la cultu
ra para esta igualdad de producto !.En
Sicilia no hay que hacer sine mover
Ś rascar" la tierra , y en Inglaterra ,
¡cuantos afanes v énidados para labrar
la ! Asi es que donde se requieren mas
• 135
brazos para dar el mismo producto, el
superfluo debe ser infinitamente menor.
Debe adenas considerarse que una
misma cantidad de hombres consumc.
mucho menos en los paises calidos : el
clima pide la sobriedad para tener sa
lud , y los europeos que viven en es
tos paises como en la Europa , todos
perecen de disenteria y de indigestio
nes. « Nosoiros somos , dice Chare
din , unas bestias carniceras , y unos
» lobos en comparacion de los asiaticos.
»Algunos atribuyen la sobriedad de
» los persas á la mejor cultura del pais,
» ý yo creo al contrario que abunda
menos de mercancias , porque apenas
» las necesitan los habitantes. Si su
frugalidad (continua) fuera efecto de
» la escaset del pais , solamente los
» pobres comerian poco , cuando es sa -.
» bido que una misma es la sobriedad
nen todo el rcino. Ellos se alaban de
» su modo de vivir , dicen que no es
» necesario más que mirar şu tez para
reconocer que es mucho mejor quc
» la de los cristianos. En cfecto : la
» tez de los persas es igual . tienen
» cutis muy bello , fino y pulido , mien
» tras que la tez ,de los armenios sus
>>Vasallos que viven á la europea , es
136
»ruda, llena de arrugas, y sus cuer
» pos gruesos y pesados.”
Cuanto mas cerca á la linea cquis
nocial, de menos viven los hombres:
apenas comcn carnc, el arroz , elmaiz ,
el cuzcuz , la miel y el queso son sus
alimentos ordinarios. Hay entre los
indios millones de hombres , cuya ma
nutencion apenas cuesta cuatro mara
vcdises al dia . Vemos en la misma eu
ropa las sensibles diferencias en orden
al apetito entre los pueblos del norte
y los del mediodia . Un español se man
tendrá ocho dias con la comida de un
aleman. En los paises donde los hom
bres son mas voraces , el lujo se recar
gà principalmente sobre las cosas de
consumo. En Inglaterra se cubre la
mesa de viandas, y en Italia se prc
sentan en ellà almíbares y flores.
El lujo de los vestidos ofrece tam
bien içual diferencia . En los climas
donde las mudanzas de las estaciones
son prontas y violentas , sc usa de vcs
tidos mejores y mas simples , y en 'a
qucllos donde no se viste sino por a
dornos y se busca mas la brillantez que
la utildad , los vestidos'mismos son un
lujo . En Napoles se ven pascar en el
Posilipo una porcion 'de hombres con
137
vestidos dorados y sin medias. Lo mis -.
mo sucede, con las casas : sc emplea
todo en la magnificencia cuando nada
· hay que temer de las injurias del airc.
En Paris y en Londres se aprecian los
alojamientos, calidos y comodos , y en
alo.
cos ssalo
Madrid se estiman los soberbios
enecen nidas,
anciosquealimparecen
ncs con malas ventanas , y con unas
tcamas nidos dc ratones .
Los alimentos son mucho mas sus
tanciosos y demas jugo en los paises
calidos , esta es una tercera diferencia
que no puede menos de influir en la
segunda. ¿Porque se comen tantas le
gumbres en Italia ? Porque son bue
pas , nutritivas y de escelente gusto .
En Francia donde regadas no nutren
apenas , tampoco aparecen en las me
was , ocupan menos terreno , y cuestan
menos trabajo en su cultivo. Es una
esperiencia hecha' que los granos de
trigo de Berberia por otra parte in
feriores á los de Francia , dan mucha
mas harina , y que los de Francia dan
tambien mas que los del norte. De lo
que se debe inferir que una gradacion
" semejante se observa generalmente en
la misma direccion de linea al polo .
¿No es pues una desventaja visiblc te
ner en un producto igual, una menor
cantidad de alimentos ? 10
138
A todas estas consideraciones se
debe añadir una que las confirma y
fortifica , y es que los paises calidos
tienen menor necesidad de habitantes
que los frios , y pudiendo nutrir mas ,
lo que produce un doble superfluo,
siempre querda para ventaja del des
potismo : y habiendo ademas pocus has
bitantes , las revoluciones serán raras;
porque no se pueden concentrar ni pron
to ni secretamente , y siempre es facil
al gobicrno desvanecer los proyectos y
cortar las comunicaciones ; pero cuanto
mas numeroso es un pueblo , tanto me
nos el gobierno puede usurpar del so
berano : las cabezas deliberan en la
camara como el principe en su consejo
y el tropel se junta con la misma fa
cilidad en las plazas que las tropas en
sus cuarteles . La ventaja de:(un , gox
bierno tiranico está en obrar á gran ,
des distancias, con la ayuda de puntos
de apoyo que él se da , su fuerza
se aumenta a lo lejos como la de
las palancas , : ( 1 ) mas 'la del pues
( 1) Esto no se opone a lo que he dicho ana
trs (lib . 2 , cap . 9 ) sobre los inconvénientes de
los grandes estados , porque alli se trataba de la
autoridad del gobierno sobre sus miembros , y a
139
blo al contrario no obra sino concen
: trada , se evapora y se pierde si lle
ga á estenderse ; es como el efecto
de la polvora esparcida por la tierra ,
que no prende fuego sino grano á
grano. Y ve aqui porque los paises
menos poblados son los mas propios
para la tirania : las bestias feroces no
habitan sino en los desiertos.
CAPITULO IX .
De las señales de un buen gobierno .
Cuando se pregunta absolutamente
cual es el mejor gobierno , se hace
una cuestion tan indisoluble como in
determinada : ó si se quiere ella tie
nc tantas bucnas soluciones cuantas
combinaciones posibles hay en las po
situras absolutas y relativas de los pue
blos. Pero si se preguntara porque sc

qui se trata de la fuerza contra los vasallos. Sus


miembros esparcidos le sirven de punto de apoyo
para obrar á lo lejos sobre un pueblo , pero no
tiene ningun punto de apoyo para obrar directa
mente sobre sus mismos miembros. Asi en uno
de estos casos la largura de la palanca hace su
debilidad , y la fuerza en el otro.
4A0
ñales se puede conocer que un pueblo
esté bien ó mal gobernado ; esto seria
ya otra cosa , y la cuestion de hecho
podria resolverse .
Sin embargo no se resuelve con
tanta facilidad , porque cada uno quie
re resolverla á su modo. Los vasallos
ccsaltan la tranquilidad publica , y los
ciudadanos la libertad de los particu
lares: el uno prcfiere la seguridad de
las posesiones , el otro la de las per
: sonas ; el uno quiere que el mejor go
bierno sea el mas severo , el otro sos
tiene que el mas dulce ; éste quiere -
que se castiguen los crimenes , el otro
que se les prevenga ; cl upo halla por
bueno ser temido de los vecinos , el
otro piensa que debe ser ignorado,
este está contento con que circule el
dinero , y aquel ecsige que el pueblo
tenga pan , Aun cuando convinieramos
sobre estos puntos y otros semejantes,
tendriamos algo adelantado ? Las cuan
tidades morales estan faltas de inedida
precisa , y aunque estuvieramos de a
cuerdo con las señales, como lo po
dremos estar con su estimacion y valor?
- Por lo que á mi toca , yo me pas
mo de que se desconozca una señal
tan simple , é de que se tenga la mala
141
fe de no convenir en ella . ¿Cual es
el fin de la asociacion politica ? Es la con
servacion y propiedad de sus miembros. '
Y cual es la señal mas segura de que
éllos se conserven y prosperen ?. Es
su número ý poblacion . No vayais pues
á otra parte a buscar esta scñal tan
disputada. El gobierno bajo el quc sin
naturalizacion y sin colonias , los ciu
dadanos se multiplican y pueblan mas
y donde hay una respectiva igualdad ,
este es infaliblemente el mejor ; y a
quel bajo el que el pueblo se dismi,
nuye y se arruina , es el peor. ¡Calcu .
ladores ! este es vuestro asunto : con
tad , medid , comparad . ( 1)

( 1) Por el mismo principio se debe juzgar


de los siglos que merecen la preferencia para la
prosperidad del genero humano. Se han admi
rado sobremanera aquellos en los que se han
visto florecer las letras y las artes sin penetrar
el objeto secreto de su cultura , y sin consi
derar su funesto efrcto . Id que apud imperio ,
tos humanitas vocabatur cum pars servitulis
esset. No veremos jamas en las macsimas de
los libros el grosero interes que hace hablar á
los autores ? No : por mas que digan cuando un
pais se despuebia á pesar de su esplendor, es prueba
de qne no va todo bien , y no hasta que un pocta
tenga veinte mil pesos de renta para que su siglo
142 CAPITULO X.
Del abuso del gobierno de su propen . "
sion á degenerar.
Asi como la voluntad particular o
bra sin cesar contra la voluntad , gc

sea el mejor : menos se debe mirar al reposo apas


rente y á la tranquilidad de los gefes que al bien
estar de las naciones enteras , sobre todo en los
estados numerosos. La piedra asola algun otro
campo, pero nunca causa una miseria general. Los
movimientos , las guerras civiles inquietan mu
cho á los magistrados ; mas no causan el ver
dadero mal de los pueblos , que pucden aun
tener algun descanso mientras se disputa sobre
quien les ha de tirarizar : sus calamidades ó
prosperidades verdaderas nacen de su estado per
manente: cuando todo queda oprimido bajo un
yugo , entonces es cuando todo perece , y los
gefes destruyen todo á su arbitrio , udi soli .
tudinem faciunt , pacem apellant. Cuando la
- intriga de los grandes agitaba el reino de Fran - .
cia , y cl coadjutor de Paris iba al parlamen
to con un puñal en la faltriquera, esto .
no impedia que el pueblo frances viviese feliz
y numeroso en una comodidad libre y honra
da. En otro tiempo floreció la Grecia en me
dio de las guerras mas crueles ; la sangre co
* rria en arroyos , y el pais sin embargo esta
ha lleno de gente. Parece , dice Maquiavelo ,
neral, asi tambien el gobicrno hace un
csfuerzo
Cua mcontinuo
ae ccontra la csoberania
ue .
ons deste
nto masrase laaumenta
Cuanto rpo ,
e esfuerzo
mas sc altera la constitucion , y como :
no hay otra voluntad de cuerpo que
résistiendo a la del principe haga con
ella el equilibrio , debe al fin suceder . '
que el principe tarde o temprano haya
de oprimir al soberano y romper el
vinculo social. Este es el vicio inhe
rente é inevitable que desde el naci
miento del cuerpo politico camina sin
cesar á destruirlc, al modo que la vc
jez y la muerte destruyen cn fin cl
cuerpo del hombre.
Hay dos casos generales on los que
un estado degenera , á saber , cuando
se limita , ó cưando se disuelve. El
gobicrno se limita , cuando , pasa del
grande numero al pequeño , es decir

que en medio de las mortandades, proscrip


ciones y guerras civiles nuestra republica se
hizo was fuerte : la virtud de sus ciudadanos,
sus costumbres y su independencia eran ,mu
cho mas poderosas para renforzarla que todas
sus disensiones para enflaquecerla . Un poco de
agitacion da movimiento a los espiritus, y lo
que hace prosperar la especie no es tanto la
pas como la libertad .
de la democracia a la aristocracia , y
de esta á la monarquia . Esta es su in
clinación natural: ( 1 ) si retrocediera

(1). ejLa formacion lenta y los progresos de


emploue despues rise to
lcea runela ejemplo
la republica de Venecia en aquellos lagos ofre
notable de esta sucesion , y es
bien estraño que despues de 1200 años los Ver
necianos parezcan hallarse todayia en el segun
do termino que comenzó en el SERRAR DI
CONSIGLIO en 1198, En cuanto a sus antiguos
DUCES sobre los que tanto se les reconviene, diga
lo que quiera el Squitinio della liberia Veneta,
está averiguado que jamas fueron sus soberanos.
No faltará quien me objete la republica ro
mana que siguió segun diceu un progreso en
teramente opuesto pasando de la monarquia á
la aristocracia , y de esta á la democracia , pero
yo estoy muy lejos de pensar asi. rii
El primer establecimiento, de Romulo fue
un gobierno misto que bien pronto dejeneró
en despotismo , y por varias causas particula
res pereció el estado antes de tiempo , asi como
un recien nacido muere antes de llegar a ser
hombre. La espulsion de los tarquinos fue la
verdadera epoca del nacimiento de la republi
ca ; pero no tomó una forma constante al prin
cipio , porque no se hizo mas que la mitad
de la obra , dejando sin abolir el patriciado,
y quedando de este modo en conflicto la aris
tocracia hereditaria que es el peor de todos
los gobiernos legitimos con la democracia ; la
forma de gobierno siempre incierta y vacilante
145
del pequeño número al grande , se po
dria decir que se relajaba ; pero este
progreso inverso es imposible .
no se fijó , como prneba Maquiavelo , hasta la
creacion de los tribụnos : entonces fue cuando
hubo un verdadero gobierno y una verdadera
democracia . En efecto entonces el pueblo era no
solamente soberano sino tambien magistrado y juez,
El senado no era mas que un tribunal subordinado
para templar y concertat el gobierno, y los mis
mos consules,aunque patricios, primeros magis
trados y generales absolutos en la guerra , en
Romano eran más que los presidentes del pueblo.
. Desde entonces se vió que el gobierno tomaa
ba su inclinacion natural , y que ya declina
ba á la aristocracia. Aboliendose como por si
mismo el patriciado , la aristocracia no residia ya
en el cuerpo de los patricios como sucede en Ve
necia y en Génova, sino en el cuerpo del senade
compuesto de patricios y plebeyos , y tambien en
el cuerpo de los tribunos cuando comenzaron á
unsurpar un poder aclivo , porque las palabras no
inudan las cosas, y cuando el pueblo tiene gefes
que hacen sus veces en el gobierno , cualquiera
que sea el nombre que ellos tomen ', siempre esto
es una aristocracia. in
Del abuso de la aristocracia nacieron las gue :
rras civiles y el triunvirato. Sila , Julio -Cesar y
Augusto vinieron á ser en el hecho vinos verda
deros monarcas, y en fin bajo el despotismo de
Tiberio se disolvió el estado. La historia romana
ao desmiente miprincipio, antes bien le confirma..
146
... En efecto : jamas el gobierno muda
de forma sino cuando su propio resor,
te le deja harto debil para conservar
la suya. Asi es que si se relaja es
tendiendose , su fucrza vendrá á ser
ninguna , y por lo mismo no podrá
subsistir . És necesario pues subir ó
bajar el reserte a medida que él cede,
porque d : otro . modo el estado al que
sostiene , se arruinará sin remcdio . i
| La disolucion del estado puede su
ceder de dos maneras : primeramente
cuando el principe no administra el
estado segun las leyes, y usurpa el po
der soberano : entonces sucede un tras
torno notable , y es que no el gobier ,
no sino el estado se constriñe , quiero
( decir , que el grande estado se disuel
ve, y se forma un otro eu aquel por
esta disolucion , compuesto solamente
de mieinbros del gobierno que vicnen
á ser para el pueblo unos árbitros y
tiranos, de suerte que al instante que
el gobierno usurpa la soberania , se
rompe el pacto social , y todos los sim
ples ciudadanos estan ya constituidos
segunda vez en los derechos de su li
bertad natural, y aunque estan forza
dos , no tienen obligacion' á obedecer.
or Elmismo caso sucede tambien cuan,
147
do los miembros del gobicrno usurpan
separadamente el poder que no deben
cjercer sino en cuerpo , porque en
tonces hay una grande infraccion de
las leyes que produce un mayor de
sorden : entonces hay por decirlo asi
otros tantos principes cuantos mugis
trados , y el estado no menos dividido
que el gobierno perece ó muda de
forma,
: : Cuando el estado se disuelve , cl
abuso del gobicrno cualquiera qne el
sea , toma el nombre comun de anar
quia . Pero si se quiere hablar con mas
distincion , la democracia degenera en
ochlocracia , la aristocracia en oligar
quia , y yo diré que la monarquia de
genera en tirania ; pero siendo equi
voca esla palabra és forzoso que par
semos á esplicarla .
En sentido vulgar un tirano es un
rey que gobierna con violencia y sin
respeto a la justicia ni á las leyes. Pero
tomandolo rigurosamente , un tirano es
un particular que se abroga la auto
ridad real sin tener derecho á ella :
asi enten lian los griegos la palabra
' tiranos , y la atribuian indiferentemen
te á los bucnos y á los malos princi
pes cuya autoridad no era lcgiti
148
ma : ( 1 ) en cuyo supuesto tirano y
usurpador son dos palabras sinónimas.
Para dar diferentes nombres á cosas
diferentes , yo llamaria tirano al usur .
pador de la autoridad real , y despo
ta al usurpador del poder soberano.
El tirano es el que se mele contra las
leyes á gobernar segun ellas; y el des
pota es el que se hace superior á las
- mismas leyos. Asi el tirano puede de
jar de ser despota ; pero el despota es
siempre tirano.
- CAPITULO XI.

De la muerte del cuerpo politico. :


Tal es la propension natural é in .
evitable de los gobiernos mejor cons
tituidos. Habiendo perecido Esparta
(1 ) " Omnes enim et habentur et dicuntur
» tirani, qui potestate utuntur perpetua in ea
- » Civitate qne libertate usa est.” (Corn. , Nep, in
Miltiad. n . 8.) Es cierto que Aristoteles (Mor.
Nicom . lib. VIII , Cap. X ) distingue el tirano
del rey , en que el primero gobierna por su u
tilidad , y el segundo por la de sus vasallos ; pero
ademas de que todos los autores griegos toman la
palabre tirano en otro sentido , como se ve por
Hieron de Jenofonte , de la distincion de Arisa
. . . 149
- y Roma, que estado piede ya confiar
durar siempre ? Si queremos formar
un establecimiento durable , no soñe
mos hacerlo eterno . Para acertar', no A
es necesario tentar lo imposible , ni
lisonjcarse de poder dará las obras
humanas una solided de que no son
capaces .
:: El cuerpo politico lo mismo que el
cuerpo del hombre comienza a morir
desde su nacimiento , y lleva consigo
las causas de su destruccion . Pero el
uno y el otro puede tener una consti
tucion mas o menos robusta y propia
para conservarse algun tiempo mas.
La constitucion del hombre es obra
de la naturaleza , y la del estado es
obra del arte . No depende de los hom
bres cl prolongar su vida ; pero está
en sus manos prolongar la del estado
tanto cuanto es posible dandole la me
jor constitucion que pueda tener. El
mejor constituido perecerá ; mas sicin
pre será mas tarde que un otro , a
no ser que algun accidente imprevis
to produzca su ruina antes de tiempo .
El principio de la vida politica está

toteles se seguiria que desde el principio delmun


do no ha ecsistido ni un solo rey.
150
en la autoridad del soberano . " El po
der legislativo es el corazon del cs
tado : el ejecutivo es el cerebro que
da el movimiento a todas las partes,
El cerebro puede caer en paralisis y
vivir con todo el individuo. Un hom
bre queda imbecil y vive; pero luego
que el corazon falta á sus funciones ,
muere el animal. ;
. No es pues por las leyes por las
i que subsiste el estado sino por el po
der legislativo. La ley de ayer no 0
bliga hoy ; mas el consentimiento ta
cito es una presunta , y sc debe juz
gar que el soberano confirma incesan
temente las leyes que no abroga pu
dicndolo hacer , y todo lo que ha de
clarado querer una vez , lo quicre siem
pre a menos que no lo revoque.
- ¿Porque sé tiene tanto respeto á
las antiguas leyes ? Por esto inismo.
Se debe creer que ninguna cosa las
ba podido conservar tan largo tiempo
sino la cscelencia de las voluntades ans
tiguas. Si el soberano no las hubiera
tenido por saludables , las hubiera mil
veces revocado. He aqui porque lejos
de debilitarse las leyes , adquieren sin
cesar una nueva fuerza en todo esta
do bien constituido : la prcocupacion
151
de la antiguedad las hace cada dia mas
ycnerables , y al contrario donde las
leyes se debilitan envejeciendose , es
prueba de que no hay poder legisla
tivo , y de que ya no vive el estado.
CAPITULO XII.
• „ Como se mantiene la autoridad
soberana . ' . .

- No teniendo otra fuerza el sobera


no sino el poder legislativo , no pue
de obrar mas que por las leyes , y no
siendo estas sino actos autenticos de
la voluntad general, el soberano no
podria obrar sino cuando el pueblo esté
junto. ¡ Junto el pueblo ! se dirá. ¡Que
quimera ! A la verdad que hoy dia lo
es , pero no lo era dos mil años hacey
y acaso los hombres han mudado de
naturaleza ? : . . .)
- Los limites de lo posible en las co
sas morales son mas grandes que lo
que pensamos : nuestras debilidades,
nuestros vicios , nuestras preocupacio
nes son las que los estrechan . Las al.
mias bajas no creen á los grandes
Hombres ; los viles esclavos se rien
con airc burlesco de la palabra libértud.
152
: Por lo que se ha hecho , consides
remos lo que se pucde hacer. Y sin
hablar de las antiguas republicas de
la Grecia , la 'republica romana era,
segun pienso , un grande estado , y
Roma una numerosa ciudad. El ulti
mo censo sacó en Roma cuatroeientos
mil ciudadanos en estado de tomar las
armas , y la ultiina numcracion del Im
pcrio consistia en cuatro millones de
ciudadanos sin contar los vasallos , cse'
trangeros , niugeras , niños y esclavos.
. ¡Que dificultari no se imagina para
juntar frecuentemente el pueblo in
menso de esta capital , y de sus con
tornos ! Con todo pocas semanas se
pasaban sin que se juntara el pueblo
romano , y esto muchas veces : no so
lamente ejercia los derechos de la so
berania sino tambien una parte del
gobierno ; porque trataba ciertos nego
cius , juzgaba de ciertas causas, y todo
el pueblo era en la plaza pública ciu
dadano y niagistrado. .
Remontando a los primeros tiem
pos de las naciones , se hallará que la
mayor parte de los antiguos gobiernos
aun los mismos monarquicos como los
macedonios y francos tenian estos con
; scjos. Como quiera que sea , esto solo
133
hecho incontrastable responde a todas
las dificultades. De lo ecsistente á lo
posible me parece buena consecuencia :

CAPITULO XHIÍ.
Continuacion .
No basta pues que el pueblo junto
haya una vez fijado la constitucion del
estado , sancionando un cuerpo de le
yes ; no basta tampoco que tenga cs
tablecido un gobierno perpetuo , ó que
haya una vez proveido á la eleccion de
los magistrados : ademas de las juntas
estraordinarias que los casos imprevis
tos pucden ecsigir , se requiere tam
bien que haya ciertas jnntas fijas y pe
riodicas que no se puedani abolir ni
prorogar , de suerte que haya un dia
señalado por la ley para que el pue
blo se juntc legitimamente sin que haya
necesidad para esto de alguna otra con
vocacion formal.
- Esceptuando estas juntas jurídicas,
por su sola data todą asamblea del pue
: : blo que no haya sido convocada por
los magistrados propuestos para este
efecto , y segun las formas prescritasi
debe tenerse por ilegítima ; y todo lo
154
que en ella se determine, darse por
nulo , porque el orden mismo de jun
tarse debe emanar de la ley.
• En orden á las vueltas mas ó me
nos frecuentes de las juntas legítimas,
dependen de tantas consideraciones que
no es facil dar sobre esto reglas fijas,
Solamente se puede decir en general
que cuanta mas fuerza tiene el gobier
no , mas frecuentemente debe mostrar
sc cl soberano. Esto sc me dirá "puede
ser bueno para una ciudad sola , iperó
como se ha de hacer cuando el estado
comprchende muchas ? Entonces será
preciso dividir la autoridad soberana ,
ó concentrarla in una sola ciudad , y
sujetar á ella todas las demás. Respon
do que ni lo uno ni lo otro se debe
hacer. Primeramente la autoridad so
berana es simple y una , y no se pue .
de dividir sin destruirla . En segundo
lugar : una ciudad no menos que una
nacion no puede ser legitimamente va
salla de otra , porquc la esencia del
cuerpo politico está en el concurso de la
obediencia y libertad , y estas palabras
vasallo y soberano son correlaciones
identicas, cuya idca se reune bajo la
sola palabra ciudadano. .
ii. Rcspondo ademas que es siempre
i 155
un mal unir muchas ciudades en una
sola , y que queriendo hacer esta union ,
no se pueden evitar los inconvenientes
naturales. No es preciso objetar el a .
buso de los grandes
r queestados
s a quien no.
los quiere e
de dasino ppequeños. ¿ Pero como
se taha de dar a los pequeños estados
ar
hharta fuerza para resistir a los gran,
des ? Como antiguamente las ciudades
griegas resistieron a un gran Rey , y
como mas recientemente la Holanda y
la Suiza han ' resistido a la casa de
Austria.
* . Aunque no se puede reducir el esa
tado á unos justos limites, queda to
davia un recurso , y es el de no tener
capital, y hacer residir alternativamen
te el gobierno en cada ciudad , y jun
tar á veces en ella los estados del pais.
Poblad igualmente el territorio , egi
tended por todo él los mismos dere
chos , llevad por todas partes la abun
dancia y la vida , y asi llegará á ser
vuestro estado el mas fuerte y el ma's
bien gobernado que será posible . Acor
daos de que los muros de las ciudades
no se forman sino de los despojos de
las casas de campo . Cada palacio que
yo veo levantar en la capital creo ver
arruinado todo un pais .
p. 186 CAPITULO XIV . -
Continuacion .
The
• Al instante que el pueblo está lom
gitimamente junto en cuerpo soberano,
toda jurisdiccion de gobierno cesa , el
poder ejecutivo suspende sus funciones
y la persona del ultimo ciudadano es
tan sagrada é inviolable como la del
primer magistrado , porque donde se
halla el representado , ya no tienen ca.
bida los representantes. La mayor par
te de los tumultos que sucedian en Ro
ma en los comicios, provinieron de ha .
ber ignorado ó despreciado esta regla ,
Los consules no eran entonces sino
presidentes del pueblo , asi como los
tribunos no eran mas que oradores , y
sl senado ya no era nadie . ( 1 )
Estos intervalos de suspension en
que el principe reconoce , ó debe re
conocer un superior actual, siempre le
han sido temibles, y estas asambleas
(1) Es poco menos segun el sentido que se
da á este nombre en el parlamento de Inglaterra.
La semejanza de estos empleos hubiera puesto en
. conflicto los consules y los tribunos aun cuando
toda la jurisdiccion se hubiera suspendido .
157 .
del pueblo que son la egida del cuer
po politico y el freno del gobierno, han
sido en todos tiempos el 'horror de los
gefes. Asi no se han perdonado ni cui
dados ni objecciones, ni dificultades,
ni pronresas para aburrir en estas jun
tas á los ciudadanos. Cuando estos son
avaros , flacos , pusilanimes , mas a
mantes ide . csque
a adel ereposo ra
teel deroblaintlibertad
Dnoeranresisten
l r smucho l,
tiempo contra ilos
*esfuerzos repetidos del gobierno , y
aumentandose de cste modo sin cesar
la fuerza resistente , la autoridad so
berana al fin se desvanece , y la ma
yor parte de las ciudades caen y perc
cen antes de tiempo. Pero entre la au
toridad soberana y el gobicrno arbi
trario se ha introducido algunas veces
un poder mcdio del que es preciso
kablar.
CAPITULO XV .
• De los diputados ó representantes. --
Tan pronto como el servicio públi
co cesa de ser el principal asunto de
los ciudadanos, y que estos quieren
servir más bien con su bolsa que con
*su persona , el estado está entonces
muy procsimo á su ruina . ¿ Es necesa
158
rio ir a la guerra ? pagan tropas y se
estan quietos. Si es preciso ir al con
sejo , nombran diputados , y ellos se
quedan en su casa . A fuerza de pere :
za y de dinero tienen en fin soldados
para soyuzgar la patria , y represen
tantes para venderla . . . Di
- El enredo del comercio y de las
artes ; el avido interes de la ganancia,
Ja molicie y el amor de las comodida
des son las que transmutan y trans
forman los servicios personales en dj
nero. Se cede una buena parte del
pa hacemas
lucro para aumentarle cono facilmente.
Dad plata , y lbien
Dad plata cida hic
abra pronto tendreis
rros. Esta palabra hacienda es una pa
Jabra de esclavos desconocida en la
e
ciudad. En un cstado verdaderamente
libre los ciudadanos lo hacen todo con
sus brazos y nada con dinero : lejos
de pagar por ecsimirse de sus debeiés,
ellos deben desear desempeñarlos por
si mismos. Yo estoy bien distante de
las ideas comunes , y tengo por menos
. contrarios: a la libertad, los trabajos
personales que los impuestos.
Cuanto mejor constituido está el
estado , otro tanto mas interesan al ciu
dadano los negocios publicos que los
privados prescindiendo de que estos son
159
mucho menos entonces, porque la suma
1 . dc la felicidad comun suministrando
una porcion mas considerable á cada
uno de los individuos , le deja menos
tiempo para los cuidados particulares.
En una ciudad bien conducida cada
cual va á las juntas ; pero bajo un mal
pobierno ninguno asoma porque no se
toma interes en lo que se hace , y se
prevee tambien que la voluntad gene
ral no ha de prevalecer ; y en fin los
negocios domesticos llevan toda la a .
tencion , las buenas leyes hacen formar
otras mejores , asi como las malas nos
las traen peores. Tan pronto como se
dice de los negocios del estado : za
d
ihed evaladyaos?perdido.
mi que tme importa
que jcla estado
quc a
sehadebe contar
pos ó .
La tibieza del amor de la patria ,
la actividad del interes privado , la in
mensidad de estados, las conquistas y
el abuso del gobierno han hecho ima
ginar el medio de diputados ó repre
pleas
sentantes del pueblo en las asamblcas
de la nacion : y esto es lo que ciertos
paises han osado llamar tercer estado ;
y de este modo el interes particular
de dos órdenes está colocado en el
primero y segundo' grado , y el intea
res, publico cu el tercero .
160
La soberania no puede ser repre
sentada por la misma razon . que no
puede ser enagenada . Ella no consis
te mas quc en la voluntad general,
y la voluntad jamas puede ser repre
sentada , porque ó ella es la misma, o
sino es otra , y en esto no hay medio .
Los diputados del pueblo 'no son ni
pueden ser representantes , no son mas
que comisarios que nada pueden con
cluir definitivamente. Toda ley que
el pueblo no ratifica en persona , es
nula , y no es lcy , El pueblo ingles
piensa ser libre, pero se engaña so
hradamente , porque no lo es sino mien
tras que dura la eleccion de los miem
bros del parlamento , y luego que es
tos son electos, queda esclavo , y no
cá nada . En los cortos momentos de
su libertad , el uso que entonces hace
de ella merece bien que la pierda.
La idea de representantes cs mo
derna y nos viene del gobierno feu;
dal de este iniquo y absurdo gobierno
en el que la especie humana está de
gradada, y donde el nombre de hornbré . . ,
se ve deshonrado. En las antiguas re
publicas , y aun en las ' nionarquias
jamas el pueblo tuvo representantes,
ó á lo menos no se conocian por este
161 :
nonibre. Es,una cosa muy singular que
en Roma donde los tribunos eran tan
sagrados, no imaginarán jamas poder
usurpar las funciones del pueblo , y
que en medio de una tan grande mul
titud no intentaran tampoco pasar por
alto algun decreto . Juzguese de los
embarazos que causaba algunas veces
el tropel por lo que sucedia en tiem
po de los gracos que una parte de los
ciudadanos daba su voto desde los te
jados. Donde el derecho y la libertad
llevan toda la atencion , son ningunos
los inconvenientes. En este sabio puc
blo estaba todo arreglado : se dejaba
obrár á los lictores lo que los tribu
nos no hubieran osado hacer, y daba
por bien hecho que sus lictores lc .
quisieran representar. "
Con todo para esplicar como los,
tribunos representaban algunas veces
el pueblo , basta concebir como el go
bierno representa el soberano . No sien .
do la ley sino la declaracion de la
voluntad general, es claro que el pue
blo no puede ser representado en el
poder legislativo ; pero, puede y debe
serlo en el ejecutivo que no es mas
que la fuerza aplicada a la ley . Esto -
hace ver que examinando bien las co
162
sas, hay muy pocas naciones que ten
gan leyes. Como quiera que sea , es
seguro que los tribunos no teniendo
parte en el poder ejecutivo , nunca po .
dian representar el pueblo romano por
pos derechos de sus cargas sino solo
· usurpando los del senado.
· Entre los griegos todo lo que ci
pueblo tenia que hacer , lo hacia por
si mismo, y asi continuamente estaba
congregado en las plazas. Pero los
gricgos poseian un clima dulce , no
eran codiciosos , y teniendo esclavos
para sus trabajos particulares, su uni.
co negocio era su libertad . Y no te
niendo las mismas ventajas , como se :
podrán conservar los mismos derechos?
Vuestros climas mas duros os produ
cen mas necesidades: ( 1 ) no podeis
aguantar en la plaza publica seis me
ses del año , vuestras lenguas sordas
no se dejan oir publicamente: cuidais
mas de vuestras ganancias qne de vues
tra libertad , y en menos teneis la es.
clavitud que la miseria

(1) : Adoptar en los paises frios el lujo y le


molicie de los orientales, es querer cargarse CON
bus cadenas, y someterse mas necesariamente que
ellos. in
163
¡Que! ¿la , libertad no se mantiene
sino al apoyo de la servidumbre ? Puc
de ser , porque los dos escesos sc to
can mutuamente , y es necesario evi
tar los csccsos. Todo lo que no está
fundado en la naturaleza , tiene sus in
convenientes, y la sociedad civil mu
chos mas. Hay algunas infelices cir
cunstancias en las que no se puede
mantener la libertad sino á espensas
de la esclavitud de otros , y en las
que el ciudadano no pucde ser per
fectamente libre sin que el esclavo sea
cstremamente esclavo : tal era la situa
cion de Esparta . En órdcn á la vues
tra , pueblos modernos! es cierto que
no teneis esclavos ; pero vosotros mis
mos lo sois , y con vuestra esclavitud
pagais su libertad. Vosotros babeis
querido esta preferencia , y yo encuen
tro cn ella mucha mas cobardia que
humanidad .
Pero no, por eso se piense que
juzgo utiles, y necesarios los esclavos,
ni que el derecho de esclavitud sea
legitimo, supuesto que he probado lo
“ contrario . Yo 'apunto los motivos por
* los que los pueblos modernos que se
creen libres, tienen representantes, y
hago saber que los antiguos que se ha.
164
Haban en posesión de su libertad , no
los tenian . Como quiera que sea , ali
instante que un pueblo busca repre. .
sentantes , ya no es mas libre ; no lo ,
es ya , s i :
Ecsaminado todo perfectamente ,
contemplo segun lo dicho que no és
posible al soberano conservar entro
nosotros el ejercicio de sus derechos,
si la ciudad no es muy pequeña. Pero
si ella es muy pequeña , será soyuz
gada.... No por cierto . Yo haré ver ( 1 )
como se puede reunir el poder cste
rior de un gran pueblo con la poli
tica facil , y el buen orden de un pea,
queño estado.

CAPITULO XVI.
Que la institucion del gobierno no es
. . . un contrato .'
" . Una vez establecido el poder lcə
gislativo , se debe tratar de estable

. ( 1 ) Esto es lo que me he propuesto hacer


en seguida de esta obra cuando tratando de las
relaciones esternas , llegue á las confederaciones:
materia
w
toda nueva y donde los principios estan
**todavia por estwe
ablecerr . ."
· 163
eer el ejecutivo , porque este ultimo
que no obra sino por actos particula
res , no siendo de la esencia ni ins
peccion del otro , debe estar separado
de él. Si fuera posible, que el sobe
rano , considerado como tal tuviera
cl poder ejecutivo , el derecho y el
hecho estarian de tal modo confun ,,
didos, que no se podria facilmente sa
ber lo que era ley y lo que no lo era ,
y el cuerpo político asi desnaturaliza
**. do. estaria bien pron!o espuesto á la
- violencia contra la cual fue constituido .
. Siendo iguales todos los ciudada-.
minos por el contrato social, lo que to
dos pueden hacer, lo pueden todes
prcscribir , pero ninguno tendrá por
lo mismo derccho de ecsigir que haga
otro lo que él no hace. Asi quc es
un derecho indispensable para hacer
vivir y mover el cuerpo político , quc
el soberano señale un principe cuando
se instituye el gobierno,
Muchos han pretendido que el acto
de este establecimiento crà un contra ,
to entre el pueblo y las cabezas que
él señala : contrato por el qne se es.
tipulan condiciones por las que el uno
se obliga a mandar , y el otro á obe
decer : a la verdad que esto scria una
166
manera estraña de contratar ; veamos
pues si se puede sostener esta opinion .'
Primeramente : la autoridad supres
ma asi como no puede 'enagenarse,
tampoco puede modificarsc: limitarla
es destruirla . Es 'una cosa absurda y
contradictoria que el soberano reco
nozca superior : obligarse por el con
trato á obedecér á un scñor, es po -,
nerse en plena libertad . " Ademas : es
evidente que este contrato del pueblo .
cou talcs ó talcs personas , seria un
acto particular ; de donde se siguc que
él no podria ser una ley : ni un acto
de soberania , y por consiguiente siem
pre seria ilegítimo.
Añadase á esto que en este caso las
partes contractantes obrarian entre si
bajo la ley de la naturaleza , y sin
algun fiador de sus empeños reci
procos, lo que repugna de todos mo
dos al cstado civil. El que tiene la
fuerza en la mano siendo siempre ar
bitro de la ejecucion , seria una cosa
ridicula quc quisiese dar el nombre
de contrato al acto de un hombre que
dijcra á otro : « yo te doy todos mis
'» bienes con la condicion de que tu
»nchas de dar lo que te acomode."?.
No hay mas contrato en el estado sino
167 .
el de asociacion , y este escluye log:
demas , ni se sabria imaginar algun
contrato público que no fuese una vio
lacion del primero .
CAPITULO XVII . , ,
De la institucion del gobierno .
O

- ¿ Bajo de que idea hemos de con


eebir el acto por el cual se constitu
ye el gobierno ? Yo voy a observar
que este acto es complejo ó compues
to de otros dos á saber , del estable
cimiento de la ley y su ejecucion . Por
el primero , el soberano determina quc
haya un cuerpo de gobierno bajo tal y
- tal forma: es claro que este acto es una
ley. Por el segundo , el pueblo nom
bra las cabezas que tengan el cargo
del gobierno establecido. Esta nomi
nacion siendo un acto particular , no
es una segunda ley sino solamente una
consecuencia de la primera y una fun
cion del gobierno.
* La dificultad está en entender como
se puede tener un acto de gobierno
antes que el gobierno ecsista , y como
el pueblo que cs soberano y vasallo á
ún mismo tiempo , puede llegar á ser
168
principe o magistrado en ciertas cir .
cunstancias. Aqui es donde se descu
bre una de estas maravillosas propie ,
dades del cuerpo politico por las que
aparieu operaciones contradictorias en
concilia
bita, cporque
apariencia ocina de csto sc hace por
una súbita conversion de la soberania
en Democracia , de suerte quc sin al
guna mudanza sensiblc ý solamente
por una nueva relacion de todos á to
dos los ciudadanos licchos magistrados
pasan de los actos gencrales á los par
ticulares , y de la ley á la cjecucion .
Esta mudanza de relacion no es
pues una sutileza especulativa sin e
jeniplo de practica : ella tiene lugar
todos los dias en el parlamento de In
glaterra donde la Camara baja en
ciertas ocasiones se junta coñi todo el
cuerpo para tratar mejor los negocios,
transformandose en simple comision de
corte soberana que cra en el instante
antecedente : de tal modo que clla se
hace relacion á si misma de lo que a
caba de reglar en comunidad , y deli,
bera de nuevo bajo un titulo lo que
ella ha resuelto ya bajo de otro .
Tal es la ventaja propia del go
bierno democratico , á saber , el poder
establecerse en el hecho por un solo
169
acto de la voluntad general. Despues
que este gobierno provisorio queda en
posesion bajo la forma adoptada y cs
tablecida en nombre del soberano , el
gobierno, manda segun la ley y todo
se halla arreglado. No es posible ins
tituir el gobierno de otro modo legi
timo , y sin oponerse a los principios
asentados anteriormente .
evin Bhi GAPITULO XVIII, no 's

o Medios para prevenir las usurpa


* * iciones del gobierno . . .
- 0 . De todas estas ilustraciones , re
multa en confirmacion del capitulo xvi
que el acto que constituye el gobier
no , no es un contrato sino una ley;
se colige tambien que los depositarios
del poder ejecutivo no son scñores del
pueblo sino sus oficiales que los puear
den poner ó quitar cuando les acomode,
que no tratan de contratar sino de os
bedecer , y que cargandose de las furi
ciones que les impone elcstado , no
-hacen sino desempeñar los deberes de
-ciudadanos , sin tener de ninguni modo
derecho de disputar sobre las con
· dicioncs , tot ;. **
. . . 12
I : 170
Cuando sucede que el pueblo ins.
tituye un gobierno hereditario ó sea
monarquico en una familia , ó 'aristo
cratico en un cierto orden de ciuda
danos , no toma entonces un empeño:
esto es solamente dar una forma pro
visoria á la administracion hasta quc
ile acomode ordenarla de otro modo.
Es verdad que estas mudanzas son
siempre peligrosas , y que jamas se
debe tocar al gobierno establecido sino
cuando sca incompatible con el bien
publico , pero esta circunspeccion es
una macsima de politica , y no una re
cla de derecho ; y el estado no está
-mas obligado a dejar las autoridai ci
vil á sus gefes que la autoridad mi
litar á sus generales. Es verdad tam
bien que no se podrian observar en
este caso ,con , harto cuidado : todas las
formalidades requeridas para distin
guir un acto regular y legitimo de un
tumulto selicioso , y la voluntad de
todo un pueblo de los clamores de
una faccion ; pero sobre todo no es
menester ,dar al caso , odioso lo que
no se le podria rehusar en todo el ri
gor del derecho . Y asi de esta obli
- gacion es de la que el principc saca
una gran ventaja para conservar sn
174
poder: á pesar del pueblo sin que puo
da decirse que lc tiene usurpado , por
que pareciendo no usar işino de sus
derechos , lc .cs muy facil estenderlos
é impedir bajo el pretesto de tranqui
lidad publica las juntas destinadas á
nestablecer el buen orden , de suerte
que él se vale del silencio que impi
de romper, ó de algunas irregularida
des que hace cometer para suponer en
sa fayor la confesion de aquellos á
quienes hace callar el' temor , y para
castigar á los que se atreven á hablar
claramente. Asi fue como los decem
viros en medio de ser electos para un
and continuando otro en su ejercicio ,
tentaron de perpetuar su poder , no
permitiendo congregar los comicios, y
por este facil medio es por donde to
dos los gobiernos del mundo , una vez
revestidos de la fuerza publica , usur
pan tarde o temprano la autoridad so
berana. Isto :
OxsPara prevenir ó diferir estas des
gracias , las juntas periodicas de que
he hablado antes, son las mas á pro
posito , y principalmente cuando no
haya para ellas necesidad de convo
„cacion formal , porque entonces el
principe no podria impediulas sin de
179
clararse abiertamente infractor de las
leyes , y enemigo del estado." " dan
: La abertura de estas asambleas que
Do tienen por objeto sino el manteni
miento del tratado social , 'debe sieni
pre hacerse por dos proposiciones que
no se pueden jamas suprimir , y quc
dcbcn pasar separadamente por los su
fragios. :' :; : ; . ; ; ; ';' : ; $
'La 1.9 Si acomoda al soberano
conservar la presente forma de goa
bierno . - * . .
. La 2 .4 Si acomoda al pueblo de
jar la administracion . á los que están
actualmente encargados de ella . . . .
Yo supongo aqui lo que creo ha
ber demostrado , á saber que en el
cstado no hay ninguna ley fundament
tal que no se pueda revocar, hasta el
mismo pacto social, porque si todos
los ciudadanos de comun acuerdo se
juntan para romperle , no se puede
dudar de que se romperá legitimamen
te. Grocio mismo piensa que cada uno
puede renunciar el estado de que es
miembro , y volviendo á tomar su li
bertad natural y sus biencs , salirse
del pais. ( 1 ) Seria una cosa absurda

- (1) Bien entendido que no se ha de dejar


173
que todos los ciudadanos reunidos no
pudiesen lo que puede cada uno de
ellos. Do

el pais por ccsimirnos de nuestro deber , y disa


pensarnos de servir à la patria en el momento
que ella tenga necesidad de nosotros. La huida
entonces seria criminal y digna de castigo , y :CS
to no seria retiro sino desercion .

.. mere insiems , tivi,


174
. . EL CONTRATO !
- SOCIAL , D .- * **
.. . . Ós 2013:ran 1.6 is ; ín
4. PRINCIPIOS ..
, DEL . 1. . . ini

DERECHO POLITICO .
O

LIBRO CUARTO .

CAPITULO 1.
Que la voluntad general es indestruc
tible .
M ientras que muchos hombres reu
nidos se consideran como un solo cuer
po , no hay en este caso mas que una
voluntad que se relaciona a la comun
conservacion y , á su bien estar genc
ral. Entonces todos los resortes del
estado son vigorosos y simples , sus
macsímas son claras y luminosas, no
hay enredosos ni contradictorios intcre
: 175
sco , y el bien comun se hecha de ver
en todo y cualquicra que tenga buen
sentido le conocerá . La paz, la union .
y la igualdad son cnemigas de sutile - i
zas politicas:- Los hombres rectos y :
simples dificilmente se engañan por su
simplicidad : las astucias, los pretes-i
tos refinados no les hacen mella , y
no son tampoco bastante finos para en
gañar á ninguno. “ -, rubrii
Cuando se ve entre algunos feli
ces pucblos del mundo que una tropa
de paisanos arreglan los negocios del:
estado á la sombra de una encina con
duciendose siempre sabiamente , como:
no hemos de estrañar los refinamientos
de otras naciones que se hacen ilus. i.
tres y despreciables por sus artificios y
misterios ? Un estado asi gobernado no
- necesita de muchas leyes , y cuando es
forzoso promulgar algunas nuevas se
palpa generalmente la necesidad . EL
primero que las propone, no hace sino
decir lo que todos han conocido de
antemano , y no hay necesidad de fac
ciones ni de elocuencia para hacer
sar por Icy lo que cada uno ha ya
suelto hacer , y inucho mas estarri .
seguro de que los otros harán lo que :
: Lo que seduce á los habladurcs es
· 176
que no viendo sino , estados mal conna
tituidos desde su origen , estan 'pene
trados de la imposibilidad de mantem
ner semejante politica : ellos se rien
al imaginar todas las locuras que uns
diestro enredador- y un hablador insi
nuante podria persuadir al pueblo de
Paris ó de Londres , y no saben que
Gromwel ha sido ridiculizado en sone
tos y convencido de ignorancia por el
pueblo de Berna , y que el Duque de
Bcaufort ha sido disciplinado por los
ginebrinos . . :
Cuando el nudo social empicza á
aflojarse y el cstado á enflaquecerse,
cuando los intereses particulares co
mienzan : á hacerse sentir , y las pe=;
queñas sociedades á influir sobre la
grande , cuando el interes comun ser
altera y encuentra opositores; enton
ces la unanimidad no reina ya en las .
voces , ni la voluntad general de todos
porque se escitan contradicciones y
debates , y el mejor parecer no se en
tabla jamas,sin disputas. En fin cuan
do cl® estado procsimo á su ruina no
subsiste sino por una forma ilusoria y
vana , y el nudo social está roto en
todos los corazones , cuando el mas
vil interes se cubre descaradamente
177
con el nombre sagrado de bien publi
CO ; entonces la voluntad general está
muerta , y todos guiados por motivos
secretos no opinan ya como ciudada
nos , y apenas se 'acuerdan de que ha
ecsistido el estado 'sino para hacer pa
sar falsamente bajo el nombre de lc .
yes los inicaos decretos que tienen por
blanco el interes particular . ", . .
' . ¿Pero de aqui se sigue que la vo
Juntad general este aniquilada ó co
rrompida ? No por cierto : clla es siem
pre constante , inalterable y púra ; mas
está subordinada á otros que abusan de
ella . Cada uno sacando su interes del
intérés comun, ve bien que no se puede
enteramente separar de él ; pero la par
te del mal público ino ' lc parece nada
en comparacion del bien esclusivo que
pretende apropiarse . Esceptuando este
bien particular , él quiere el general
por su propio interes tan fuertemente
como cualquiera otro : y aun vendien
do su sufragio à precio de diñero , no
cstingue en él la voluntad general, y
solamente la elude. La falta que co
mete cs 'mudar cl' estado de la cues
tion , y responder otra cosa diferente
de la que se le pregunta ; de suerte
que en lugar de decir por su 'voto :
178
es ventajoso al estado.; dice , es vena
tajaso a tal hombre , á á éste , ó al
otro partido que éste o tal parece se
entable . Asi la ley del orden publico
en las asambleas no cs tanto para mang
tener la voluntad general como para
hacer que ella sea , siempre pregunta
da , y que siempre responda. .
Yo podria hacer algunas refleesio
nes sobre el simple derecho de votar
en todo acto de soberania ; derecho
que no se puode quitar á los ciudada
nos., - y sobre el de opinar , proponer ,
dividir , discutir que el gobierno debe
tener siempre cuidado de dejar á sus
miembros , pero esta importante nas
teria pide un tratado á parte , y yo no
lo pucdo decir todo de una vez. 1 ;
CAPITULO
. ., , , , , CA II.
De los sufragios ó votos, ia
Se ve por el capitulo antecedente
que el modo de tratarse los negocios
gcnerales , puede dar un indicio bass,
tante seguro del estado actual de las
costumbres y de la sanidad del cuer
po politico. Cuanto mas concierto reia
ne en las asambleas , es decir , cuan,
179
ta mayor ca la unanimidad en las des ,
cisiones, otros tanto domina la volun
tad general; mas los largos debates,
las disensiones y el tumulto anuncian
el ascendiente dc los intereses parti
culares y da decadencia del estado ,
: : Esto parece 'microg evidente cuan
do dos o muchos órdenes entran en
su constitucion como en Roma los pa
tricios y los plebeyos que continua
mente turbaban los comicios en los
mas bellos tiempos de la republicaz
pero esta escepcion es mas aparente
que real, porque entonces porico un via
que realizalo porec
eio inherente asialdocacrpo olit ,, hhay
s eso ppolitico an
por decirlo asi dos estados en upo , y
que no se verifica de los dos jun
lloo que
tos , so verifica de cada uno separada
mente. Y en efectos en los tienepos
mas tempestuosos , las resoluciones del
pueblo cuandørel senado no se le jun
taba , pasaban siempre tranquilamente
y en la mas grande paralidad de sua
fragiosin Los ciudadanos no teniendo
mas que un linterès , el pucblo tâm
poco tepia mas que una voluntaddii oh
A ola otra estremidad del cerco ,
hay unanimidad : entonces es cuando
los ciudadanos sumergidos en la sera
vidumbre , ya no tienewslibertad ni
180
voluntad : entonces el temor y la lit
sonja mudap en aelamaciones, los sur
fragios ; no se delibera , se adora ó se
maldice. Tal era el vil modo de opi
når del scnado en tiempo de los em
poradores., haciendose csto algunas
veces, con ridiculas precauciones. Ta
eito observa que bajo de Oibon , los
senadores colmando dc ecsccraciones
á Vitelio , procuraban hacer al miss
mo tiempo , un ruido formidable á fin
de que si por casualidad llegaba a la
sazon el tiranog, no pudiesc saber lo
que cada uno de ellos habia .dicho.
7 : De estas diversas consideraciones
nacen las macsimas sobre las que se
debe reglar el modo de contar las vo
ces y comparar los avisos, segun quo
la voluntad general es mas o menos
facil de conocerse y el estado mas o
menos declinante. No hay sino una so
la ley que ecsija el consentimiento :
solo el pacto social le pide , porque
la asociacion civil es el acto mas vo
luntario de todos todo hombre naci
do libre' y árbitro de sismismo; nin
guno puede bajo pretesto; alguno suje
tarle sin su -anucncia . Decidir que el
hijo de un cesclavo nace esclavo , es
decidir que no nace hombrc. 47
481
* Si cuando se hace el pacto sociak
ve manifiestan opositores de semejante
pacto , esta oposicion no hace pues in
valido el contrato ; solo impide qué
ellos sean comprchendidos en el; 2
quc se miren como estrangeros : entre
los ciudadanos. Cuando el estado csta
instituido g et consentimiento se prest
ta por la residencia , porque habitap
cl territorio , cs someterse a la sobe
rania : ( 1 ) fuera de este primitivo con'
trato , la voz del mas grande numéro
obliga siempre a todos los demas ; por
que cs una consecuencia del dicho con :
trato : Si so pregunta como un hombre
puede ser libre forzandoles confor
marse con luņa yoluntad quo no es su
ya , y como los opositores són libres,
debiendo somcterse ásúnas leyes que
no han aceptado , yo responderé qué
la cuestion está mal asentada. El ciu
dadano accede a todas las leyes auð
á las que se entablan á pesar suyo,
* (1). Ésto debe entenderse siempre de un esa
fado librë ; porque por otra parte la familia , los
bienes, la falta de asilo', la necesidad , la violen
cía pueden reténer á un habitante en el pais a
pesar suyo , y entonces su morada sola no supos
De ya su consentimiento al contrato 'ó , a la yio
lencia de l ' insi modii i ' ebol
182
á ..las que les castigan cuandoirosan
violarlas. La voluntad constante de
todos los miembros del Estado, es la
voluntad general, ; y por està , son lic
þres ( 1) y ciudadanos. Cuando se pro,
pone una loy en las juntas del pueblo ,
no se pide precisamente, que se aprue ;
he ó rechace la propuesta y sino solo
que se cosamine si es conforme a la
voluntad general que es la suya : dans
de cada uno su voto , dice sų parecer
sobre el asunto , y del calculo de vo:
cęgyse- saca . La declaracion de la vos
luntad general. Cuando prcvalece un
parecer contrario al mio , esto no prue :
ba otra cosao sino que yo me engaña,
ba , y que lo que yo juzgaba que era
Jay voluntad general, no lo cra en
realidad . Sin hubicca 9 prevalecido ini
voto particular , yo hubiera hecho una
cosa contraria a la que debia querers
' Yuentonces no hubicra sido libre, 1. 5
() En Genova se lee, en la portada de las
carceles,y aun en los mismos hierros de los pre
sidarios esta palabra: , LIBERTAŞ, Esta aplicacion
de la dicha divisa. es muy bella y justa , porque
en todos los estados unicamente log ,malhechores
son los que impiden al ciudadano, su libertad. En
un pais doude toda , esta gente estuviera en gale
ras , se gozaria de la mas perfecta liburtad . si
- 183
- Esto supuesto tambien es verdad
que todos los caracteres de la volun :
tad general consisten en la plurali
* dad , y cuando cosan de estar en ella ,
cualquiera que sea el partido que se
tomc, ya no puede haber libertad . "
2 . Cuando arriba manifesté como subs.
tituían las voluntades particulares, 'á
la general en la's deliberaciones publi
easy ya indiqué suficientemente, los
medios practicables para prevenir este
abuso , y todabia hablaré sobre esto .
En orden al numero señalado" de - su
fragios para declarar esta voluntad ,
ya he dado tambien los principios.so
bre los que se debe proporcionar. La
diferencia de una sola voz rompe la
igualdad , y un solo opositor la unani
midad ; pero entre la unanimidad y
la igualdad bay muchas divisiones des
iguales , cada una de las que se
puede fijar su numero según el esta
do' y las necesidades del cuerpo po
litico . imoni arv : 1 :03 " , " ;}
37. Dos maesimas generales pueden ser
vir para arteglar estos respetos : la
küna que cuanto mas gravës é impor
tantes son las delibcraciones, otro tan
to nias la decision se debe acercar á
'la unanimidad . La otra que cuanta
184
mas celeridad : ecsija un agitado mego
cio , mas debe limitarse la diferencia
prescriptą , en el repartimiento de vor
tos , porque en las deliberaciones, que
piden priesa , el esccdentc,de una sola
voz debe bastar. La primera de estas
macsimas parece mas conveniente a las
leyes., y la segunda á los negocios
Como quiera que sea g por medio de
una prudente combinacion se deben
establecer los mejores respetos que se
deben dar, a la pluralidad para prer
nunciar, , , . . . Peta Sito
S H * CAPITULO III. :
De las elecciones... .
shu y, plesai
s
Por lo que toca a las elecciones
del principe y de los magistrados qub
son como ya he dicho, unos actos coin
plejos , hay dos medios, para proceder
á ellas ; á saber , la eleccion y la suer
te : el uno y el otro han sido emplea
dos en diversas repúblicas, y se ve
todavia una mczcla muy complicada
de los dos en la eleccion del Doga
de Venecia :-
. : « El sufragio por suertc, dice Mon .
» tesquieu , es propio de la democracia .”
183
Convengo eg ello , pero porque ? « La
» suerte , continua , es un modo de e .
» legir que a nadie descontenta , y de
ja á cadu ciudatlano una razonable
vesperanza de servir à la patria .” Es- )
tas no son razones. Si se atiende a
que la elccejon de gefes es una fun
cion de gobierno y no de soberania,
se verá el motivo porque el medio de
la suerte , es cl mas acomodado á la
naturalęza de la democracia donde la
administracion es otro tanto mejor
quanto menos multiplicados sean los
actoş. "no "
En toda verdadera democracia la
magistratura no es una ventaja , sino
una carga honerosa que no se puede
justamente imponer á un particular
mas bien que á otro . La ley sola puc
de imponer esta carga á quien le cai
ga por suerte . Siendo entonces igual
para todos la condicion , y no depen ,
diendo de alguna voluntad humana , no
bay ninguna aplicacion particular que
altere la universalidad de la ley ,
- En la aristocracia el principe esco
la stan biey n elcogobierno
pgelo eldeprincipe, conser,
lui es donsede conser
ya por si mismo, y aqui és donde los sur
fragios estan bien colocados. El ejem
plo de la eleccion del Doga de Venecia
13 . ; ,
186
confirma esta distincion lejos de desi
truirla . Esta forma mezclada conviene á
un gobierno misto , porque es un crror
tener al gobierno de Venecia por una
verdadera aristocracia . Si el pueblo
no tiene parte en el gobierno , la no
bleza es el mismo pueblo. La multi
tud de pobres barnabotas jamas ob
tiene la magistratura , y la nobleza
no tiene masque el vano titulo de ega
celencia y el derecho de asistir al gran
Consejo . Siendo este gran Consejos
tan numeroso como nuestro Consejo
general de Ginebra , sus ilustres miem
bros no tienen mas privilegios que
nuestros simples ciudadanos . Ello, es
eierto que quitando la estrema dispa
ridad de las dos republicás, los veci
nos de Ginebra representan ecsacta
mcnte el patriciado veneciano : nuestros
naturales y habitantes representan los
citadinos y el pueblo de Venecia ; nuest
tros campesinos representan los vasa
llos de Tierra firme: en fin de cual
quier modo que se considere esta re
publica , prescindiendo de su grande
za , su gobierno no cš mas aristocraz
tico que el nuestro. Todi la diferen
cia consiste en que no teniendo algun
gefe vitalicio , nosotros no tenemos la .
misma becesidad de suerte.
S
A
187
Las elecciones por suerte tendrian
pocos inconvenientes en una verdade
ra democracia donde siendo todo igual
tanto por las costumbres y por los ta
lentos como por las macsimas y por
la fortuna , la eleccion vcndria a ser
casi indiferente , pero ya he dicho que
apenas hay una verdadera democràcia ...
. Cuando las elecciones y la suertei
se hallan mezcladas , la primera debe
recaer sobre los puestos que eesigent
capacidad y talentos como son los em
pleos militares : la otra conviene á los
empleos para los que bastan el buen
sentido , la justicia y la integridad co
mo para los cargos de judicatura , por
que en un estado bich constituido estas
cualidades son comunes á todos los ciu -"
dadanos. . . .
Ni la suerte ni los sufragios ' ties
nen cabida en un gobierno nionarquia
co , porque siendo por derecho el mo
narca el unico principe y magistrado,
la elección de sus lugar-tenientes no
pertenece siño á él . Cuando el abad
de St. Pierre propoñia multipliear los,
consejos del Rey de Francia , y ele
gir los miembros por escrutinio , no
veia que proponia una nueva forma
de gobierno . . ' .
188
1 . Me falta que hablar del modo de
dar y de rccoger los votos en las a
sambleas del pueblo , pero en orden
á esto quizás la historia de la politica
Romana, esplicará mas sensiblemente
todas las macsimas que yo podria es
tablecer. No será ageno de un lector
juicioso ver un poco circụnstanciada
menle, como se trataban los negocios
publicos en un sonsejo de doscicntos
mil hombres. . is :
CAPITULO IV .
De los comicios romanos.
* No tenemos algunos monumentos
seguros de los primcros tiempos de
Roma ; hay una grande apariencia que
la mayor parte de cosas que sė nos
dicen son mcras fabulas ( 1 ) y, en ge
neral la parte mas instructiva de los
auales de los pueblos que es la histo
ria de sus establecimientos , nos falta
(1 ) El nombre de Roma que muchos deri
van de Romulo , es griego y significa fuerza , y
el nombre Numa es tambien griego y significa
ley. ¿Que apariencia de que los dos primeros re
yes de esta ciudad tuviesen nombres tan signifi
cativos de lo que hicieron ? .
189
casi del
casi del todo. La esperiencia imnos en
perina
los dias
seña todos los de qque
dias de uoscausas os;
cen las revoluciones de los imperios;
pero como ya no se forman pueblos ,
no podemos esplicar sino a fuerza de
conjeturas como se formaron . iii .
Los usos que se hallan estableci
dos aseguran á lo menas el origen de
ellos. Las tradiciones, que remontan
á éste origen apoyadas en las mayores
autoridades , y confirmadas por las mas
fucrtes razones , deben pasar por las
mas ciertas. Ve aqui las macsimas que
he procurado seguir , investigando co
mo el mas libre y el mas poderoso
pueblo de la tierra ejercia su poder
supremo. . . . . . . . A
- Despues de la fundacion de Roma,
la republica naciente , es decir , el
ejercito del fundador , , compuesto de
albinos , sabinos y estrangeros, fue di
vidido en tres clases que de esta divi
sion tomaron el nombre de tribus. Cada
una de estas fue dividida en diez cu
- rias , y cada curia en deçurias á cuyo
frente se pusieron cabezas , llamadas
' curiones o decuriones. Ademas se sacó
de cada tribu un cuerpo de cien caba
lleros , llamado centuria : por donde se
ve que estas divisiones , poco necesa
190
rias en una poblacion , no eran mas que
-militares. Pero parece que un instinto
de grandeza guiaba a la pequeña ciu
.dad de Roma para comenzar en sus
principios con una politica convcnicnte
á la capital del mundo.
- De este primer repartimiento se
originó bien pronto un inconveniente,
y fue que la tribu de los albinos
( Ramenses) y la de los sabinos ( Tą
cienses ) quedando siempre en el mis
mo estado , mientras que la de los es
trangeros, (Lucerios) crceia sin cesar
por el concurso perpetuo que se agre.
gaba á ella , resultó que esta ultima
superó bien pronto a las otras dos.
El remedio que halló Servio en este
peligroso abuso , fue mudar la divi
sion , y á la de razas que abolió, subs
tituir una otra sacada de los parages
de la ciudad ocupados por cada tri
bu . En lugar de tres tribus hizo cua
tro , y cada una de ellas ocupaba una
de las montañas de Roma , tomando
de ella el nombre. De este modo re
mediando la desigualdad presente, pré
vino la que en adelanto podria ocu
rrir , porque esta division no fue sola
mente de lugares, sino tambien de hom
bres , pues prohibió a los habitantes
191
de un cuartel pasar a otro impidien
do asi que se confundieran las razas.
i Dobló tambien las tres antiguas
centurias de caballeria , y añadió otras
doce , pero siempre bajo los mismos
nombres : medio simple y juicioso por
el cual acabó de distinguir el cuerpo
de caballeros de los del pueblo sin dar
lugar á que estemurmurase. A estas cua
tro tribus urbanas Servio añadió otras
quince llamadas tribus rusticas , por
que estaban formadas de habitantes
de la campaña repartidos en otros tan
tos cantones. En fin despues se hicie
ron algunas mas , y el pueblo roma,
no se halló dividido en treinta y
cinco tribus ; numero quc duró hasta
el fin de la republica .
. De esta distincion de tribus de la
ciudad y tribus del campo nació un
efecto digno de ser observado , porque
apenas se halla igual ejemplo , y a él
debió Roma la conservacion de sus
costumbres , no menos que el engran ,
decimiento de su imperio . Se creerią
que las tribus urbanas abrogandose
bien pronto el poder y los honores,
no tardarian en envilecer á las tribus
rusticas, pero fue al contrario . Es
bien sabido el gusto de los primeros
192
romanos a la vida del campo. Esto
gusto les venia del sabio fundador que
unió a la libertad los trabajos rusticos
y militares, y desterró por decirlo asi
á las ciudades las artes , los oficios , la
intriga , la fortuna y la eselavitud. ...6
' . Y esta es la razon porque todo
lo mas ilustre de Roma vivia en los
campos , y cultivava las tierras , acos
tumbrandose á no buscar sino en ellos
la felicidad y el apoyo de la republic
hlica. Este estado siendo el de los mas
dignos patricios, era honrado de todo
el mundo : la vida simple y laboriosa
de los lugareños fue preferida a la vi
da ociosa y mole de los habitantes de
Roma , y este ó aquel que no hubiera
sido mas que un infeliz proletario en
la ciudad , trabajador en el campo,
vino á ser un ciudadano respetado . Y
por eso decia fundadamente Varron
que nuestros magnanimos ascendientes
establecieron en el campo el plantel
de estos robustos y fornidos hombres
que la defendian en tiempo de guerra ,
y la sustentaban y nutrian en tiempo
de paz. Plinio dice positivamente que
las tribus de los campos eran honra
das por causa de los hombres que las
componian ; mientras que se transferià
193
por ignominia en las de la ciudad á
los cobardes a quienes sc queria en
vilecer. El Sabino Appio Claudio
viniendose á cstablecer en Roma fue
colmado de honores é inscrito en una
tribu rustica que despues tomó el non
bre de su familia . En fin los libertos
cntraban en todas las tribus urbanas,
esceptdando las rurales, y no hay sia
quiera un ejemplo durante la republi. .
ca de que los libertos obtuvieran al
guna magistratura aunquc llegasen á
ser ciudadanos, : ,
Esta maçsima era escelente ; pero
fue llevada tan adclante que resultó
al fin una mudanza , y ciertamente un
abuso en la politica . Primeramente los
censores despues de haberse abroga
do mucho tiempo el derceho dc trans
ferir á su arbitrio los ciudadanos de
una tribu á otra permitieron a la ma
yor parte el hacerse inscribir en la
quc mejor les acomodaba : permision
que seguramente, no era buena para
nada , y quitaba uno de los grandes
resortes de la censura . Ademas que
los grandes y los poderosos hacién
dose todos inscribir en la tribu de
la campaña y los libertos hechos ciu
dadanos quedandose con el populacho
194
jen las de la ciudad , las tribus mer
neralmente perdieron el lugar y te
crritorio señalado , y se hallaron de tal
modo mezcladas que no se podrian
discernir los miembros de cada una sino
por el registro ; de suerte que la idea
de la palabra tribu paso de esta ma
nera de real á personal , ó mas bien
vino á ser una quinera. . . ,
- Suçedia tambien que las tribus do
la ciudad estando mas á mano , cran
Jas mas fuertes por lo comun en los
comicios y vendian el estado á los que
procuraban comprar los sufragios de
la canalla que los componian.
5. En orden, á las curias , habiendo
paesto diez el institutor en cada tribu ,
todo el pueblo romawo entonces acam
pado co los muros de la ciudad se
halló compuesto de treinta curias de
las que cada una teniasus templos,
' sus dioses , sus oficiales . sus sacerdo.
tes , y sus fiestas llamadas COMPITALES
semejantes a las pagnalias que tuvier
ron despues las tribus rusticas. “
17. ; En la nueva division de Servio ,
no pudiendoşe igualmente repartir el
numero de' trointa en sus cuatro cu
rias, po tuvo á bien tocar este pun
to , y las curias independientes de las
195
tribus' vinieron á hacer una otra di
. vision de los habitantes de Roma,
pero jamas se escitó cuestion de las
curias ni en las tribus rusticas ni en
el pueblo que las componia , porque
las tribus viniendo á ser un estable
cimiento puramente civil , y babien
dose introducido una otra politica por
cl levantamiento de tropas , las divi
siones militares de Romulo se halla
ron snperfluas. Asi aunque todo ciu
dadano debia estar inscrito en una tri
-bu , no por eso era menester que lo
estuviese en una curia .
• Servio hizo todavia una tercera di
vision que no teniendo relacion con
ningdefectos leibuyó e
ninguna de las precedentes , fue por
- sus efectos la mas importante de to
das. El distribuyó el pueblo romano
en seis clases que no distinguia ni por
el lugar , ni por los hombres , sino
por los bienes; de manera que las pri
meras clases estaban ocupadas por los
i ricos , las ultimas por los pobres , y
las medianas por los que gozaban una
-mediana fortuna. Estas seis clases os
taban subdivididas en ciento 'noventa
ý tres cuerpos llamados centurias , y
estos cuerpos estaban distribuidos de
tal modo que sola la primera clase
196 -
comprehcndia mas de la mitad , y la
ultima no formaba mas que uno solo .
Asi se halló que la clase menos nu
merosa en hombres , lo era mas en
centurias , y que la ultima clase en.
tera no se contaba mas que por una
subdivision , aunque ella sola contenia
mas de la mitad de los habitantes de
Roma, . .
• A fin quc el pueblo no pudiera
penetrar las consecuencias de cşta ul
tima forma , Scrvio afectó darla un
aire militar : él inserto en la segun .
da clase dos centurias, de armeros y .
dos de instrumentos de guerra en la
cuarta , y en cada clase eseeptuando la
' ultima , distinguió los jovenes y los
viejos, es decir , los que estaban obli
gados á tomar las armas , y los , que
por su edad estaban ecsentos por las
leyes : distincion que mejor que la de
los bienes producia la necesidad de
volver hacer otra numeracion : en fin
quiso que la asamblea se tuviese en
el campo de Marte , y que todos los
que estaban en edad de servir , vinie
sen alli con sus armas.
po La razon porque Servio no seguia
en la ultima clase esta misma division
de jovenes y viejos , era porque no se
197
otorgaba ni concedia al populacho de
que estaba compuesta el honor de to
mar las armas por la patria : era ne
cesario tener hogares para obtener el.
derecho de defenderla y de estas inu
merables tropas de mendigos de que :
estan hoy dia cargados los ejercitos;
de un rey , ni uno solo hubiera ' deja
do de ser echado con desden: de una
corte romana cuando los soldados eran
los defensores de la libertadi ini :
• Se distinguian tambien en la ulti- ;
ma clase los prolectarios de los que
sc llamaban capite censi . Los prime- :
ros aunque bastante pobres ,. daban al :
estado ciudadanos y algunas veces sol. :
dados , particularmente en las necesi
dades apuradas del estado : en orden
á los que nada tenian ni poseian , y
que solo se conocian por sus nom - )
bros , eran mirados como ningunos, y
Mario fue el primero quc permitió que :
se alistaran para el ejercito . so
- ; Sin decidir aqui si esta tercera
numeracion está bien ó mal hecha , yo
creo poder afirmar que solo las sim
· ples costumbres de los primerus ro
manos , su desinteres, su gusto por la
agricultura , su menosprecio al comer
cio , y su poca codicia la podjan ha
198
cer practicable." En un pueblo moderne
no donde la devorante avaricia , el es
piritu inquieto , la intriga, las depo*
siciones continuas , las perpetuas revoa.
luciones de fortuna dominan general
mente , ¿como podria durar veinte años
un igual establecimiento sin bambo
lear el estado ? Es necesario notar que
las costumbres y la censura , mas fuer
tes que esta institucion , corregian el
vicio cn Roma, y quc un rico se:veia
colocado en la clasc de los pobres por
haber hecho ostentacion de su riqueza .
De todo esto se puede comprehender
fácilmente , porque no se hizo jamas
mencion mas que de : cinco clases en :
medio de que en realidad cran scis. :
La suerte no suministrando ni solda-.
dos al ejercito , ni votantes al campo
de Martes 17 ni siendo de algun uso
en la republica , apenas se contaba con
clla para nada . . .
Tales fueron las diferentes divi
siones del pueblo romano : veamos aho
w (1 ) . Digo en el campo de Marte , porque,
alli era donde se juntaban los comicios por cen - .
turias : en las otras dos formas el pueblo se reu
nia en el Forum ó en otra parte , y entonces los
Capite censi tenian tanta influencia y autoridad
como los primeros ciutdadanos --
199
ra el efecto que ellas produeian en las :
asambleas. Estas juntas legitimamente:
convoeadas , se llamaban comicios, y se
tenian ordinariamente en la plaza de
Roma' ó en cl campo de marte, y se
distinguian en comieios por ' curias,
comicios por centurias*; y comicios por
tribus según una de las tres formas
subre que estaban ordenadas . Losco
inicios por curias eran de la institu .
cion de Romalo los de por centurias
de Servio , y los de por tribus de tos
tribunos del pueblo . Ninguna ley re
cibia la sancion , ni era ningun ma
gistrado electo sino en los comicios, y
cond no habia ningun ciudadano que
no estuviera inscripto en una 'curial
en una centuria ó en (una tribu se
sigue que ninguno tampoco estaba esat
cluido del derecho de sufragio , y que.
el pueblo romano era verduideramente
soberano de liecho y de derecho . Para
que los comicios se congregaran les
gitimamente y tuvieran fuerza de ley ,
cran necesarias ' tres condicioncs: la
primcra que el cuerpo ó el magistrat
do que los convocara , estuvicra reves
tido de la autoridad soberana : la sed
gunda que la asamblea 'se tuviera 'uno
de los dias permitidos por la ley ,
200
la tercera que fueran favorables los
adivinos.
mo. La razon del primer reglamento,
no tiene necesidad de ser esplicada:
la segunda es un negocio de politica .
Asi no era permitido tener los comi-,
cios los dias de feria o de mercado
en lo que las gentes del campo vinien
do á Roma á sus negocios o no tenian
tiempo para detenerse aquel dia en la
plaza pública. Por lo que toca , á la ,
tercera , el senado tenia la brida á un ,
pueblo , fiero y revoltoso , y templaba ;
à proposito el ardor de los tribunos;
sediciosos ; pero estos ballaron mas de
un medio para librarse ng una vez sola ,
de, semcjante opresion . Bai na
92 . Las leyes y la eleccion de los ge->
fes, no eran solamente los puntos sue
jetos al juicio de los comicios..Habicn-,
do usurpado el pueblo romano las mas,
importantes funciones del gobierno, sc
puede decir que la suerte de la Eur,
ropa se reglaba en estas asambleas,
Esta varicdad de objetos daba lugar á
las diversas formas que tomaban estas
juntas segun las materias que se ha :
bian de tratar. Para juzgar de estas
diversas formas, basta compararlas.
Romulo instituyendo las curias, se pro
201
päso contener el senado por el pueblo ,
y el pueblo por el senado , dominando
igualmente todos. El dió al pucblo
por esta forma toda la autoridad del
numero para balancear la del poder y
riquezas que dejó á los patricios; pero '
segun el espiritu de la monarquia dejó
sin embargo mas ventaja a los patri.
cios por la influencia de sus clientes
sobre la pluralidad de sufragios. Está
admirable institucion de patronos y
clientes es una obra inacstra de poli
tica y humanidad , sin la cual el pa .
triciado tan contrario al espiritu de la
republica no hubiera podido subsistir .
Solo Roma ha tenido el honor de dar
al mundo este ejemplo del que no re
sultó jamas un abuso , y qué por tana
-
"Eshata sido
toto no do Aquino
ido ntanseguido.
11.sistnunca
Está misma' forma de curias hac
biendo' subsistido bajo los reyes hasta
Servio , y no contando por legitimno
el reinado del ultimo Tarquind , hizo
distinguir generalnicntc las leyes rca . '
lcs por el nombre de Léges curiatæ . "
· En tiempo de ' la republica , las
eurias siemprc limitadas á cuatro tri
bus urbanas, y sin contener mas" que
el populacho de Roma , no pod an
convenir ni al senado que cstaba á la
202 :
frente de los patricios ,, ni á los tria
.

bunos que, aunque plebcyos , tambien


lo estaban a la de ciudadanos mas a
fortunados, Ellas cayeron en deșcre.
dito , y su envilecimiento fuc, tal, que
sus treinta lictores juntos hacian lo
que los comicios por curias debian.
haccr. i the
La division por centurias era tan ,
favorable a la aristocracia que no se,
ve á primera vista como el senado no
prevalccia siempre en los comicios que
tonian este nombre, y en los que cran.
clectos los consules , los censores I
los otros magistrados curules . En e
fecto de ciento noventa y tres centu
rias que formaban las scis clases de
todo el pueblo romano , comprehen -,
diendo la primera noventa y ocho , y
no contandosc. las voces sino por cen
- turias , ella sola superaba en el nu .
mcro de votos a todas las otras. Cuan
do todas estas centurias estaban de a .
cucrdo , no se continuabą recogiendo
sufragios: lo que babia decidido el
pequeño numero , pasaba por una de
cision de la multitud , y se puede des
cir que en los comicios por centurias,
los negocios se reglaban por la plu
ralidad de escudos mas bien que por
205
da de voces. Pcro iesta estrema auto
ridad se templaba por dos medios. Prie
meramente los tribunos por lo , ordi:
nario , y ademas un gran pumero de
plcbeyos , siendo de la clase de los ri:
cos , balanceaban el credito de los par
tricios en esta primera elasę. El seu
gunilo medio consistia en que en lugar
de hacer prontamentc votar á las cen :
turias según su orden lo que hubiera
siempre hecho comenzar por la pri
mcra , . se tiraba úna á la suerte , y
esta sola procedia á la , oleecion : ( 1 )
despues de esto , todas las centurias
convocadas en otro dia segun su gra
do , repetian la misma eleccion y la
confirmaban ordinariamente:lsin !
. De este modo sequitaba al grado
la autoridad del ejemplo para darla
á la suerte segun el principio de la
democracia . Resultaba todavia de este
uso una otra ventaja , y era que los
ciudadanos de la campaña tenian ticma
po entre las dos ceeciones para in
formarse del merito del Candidato pro

- (1) Está centuria sacada asi por la 'sterte,


sé Hattiaba prerogativa porque era la priñacra á
quien se pediæ su voto'; y de aqui vino el nom
bye de prerogativa ;' . $ . iv .
204
visionalmente nombrado , a fin de no
dar su voto sino con conocimiento de
la causa , Mas con el pretesto de ces
leridad , se vino al fin á suprimir este
uso , y las dos elecciones se hacian en
un mismo dia : : ", ý : :
• Los comicios por tribus eran pros
piamente el consejo del pueblo ro
mano . Ellos no se convocaban sino
por los tribunos , y en ellos se cle:
gian estos y por aqui pasaban las res
soluciones. No solanıcnte no tenia en
ellos asiento el senado ; pcro ni aun
tenia tampoco derecho de asistir , y
los senadores forzados á ' obedecer a
unas leyes sobre las que no habian
podido votar, eran en orden a esto
menos libres que los ultimos ciuda ,
danos. Esta injusticia era del todo mal
entendida , y bastaba' ella sola para
invalidar los decretos de un cuerpo
donde no estaban admitidos todos sus
miembros.' Sozopot: antes : 3
- Cuando todos los patricios hubies
ran asistido á cstos comicios segun
el derecho que tenian - como ciudada
nos , considerados entonces como sim
ples particulares , no hubieran apenas
influido sobre una forma de sufragios
que se recogian por cabeza , y donde
205
el menor prolectario podria otro tan ,
to como cl principe del senado , Sc
vc :pues que ademas del orden que re
sultaba de estas diversas distribucio
nes por el recogimiento de sufragios
de un pueblo tan numeroso , estas dis
tribuciones no se reducian á unas forg
mas indiferentes en ; sistemas , sing,
que cada una tenia los efectos relati .,
vos á las miras que las hacian preferir ,
Sin entrar en mas averiguaciones
sobre este asunto , resulta de las pre
cedentes ilustraciones que los comicios,
por tribus eran los mas fayorables al
gobierno popular , y los comicios port
centurias, a la aristocracia . En orden ,
á los comicios por curias donde solo
al populacho de Roma formaba la plu . ..
ralidad ; como ellos no cran buenos :
sino. para , favorecer la tiranią y los.
malos designios , fueron : desacredita ,
dos , porque los mismos scdiciosos sc
abstuvieron dc, un medio que ponią
bicn á las claras sus proyectos. Es ,
cierto que toda la magestad del pue
blo romano solamente , se hallaba en
los comicios por centurias , que eran ,
los unicos que habia completos , aten
dido a que en los comicios por curias ,
faltaban, las tribus rusticas, y en los
206
comicios" por tribus el senado y los
patricios: Minn ,3 lit it
* En cuanto al modo de rocoger los ,
sufragios , él era entre los primeros
romaños tan simple como sus costum
bres, aunque menos simple todavia que
en Esparta. Cada uno daba ' su voto
en alta voz , y un notario los iba a
puntando : pluralidad de vocés en cada
tribu determinaba el sufragio de la
tribu : pluralidad de voces entre las
tribus'résolvia el sufragio del pueblo,
yasi de las curias y centuriąs . Este
uso era huéno mientras que la honest
fidad reinabà entre los ciudadanos , y
cuando cada uno teniu vergüenza de
dar publicamente su 'voto para una de
terminacion injusta , ó para un objeto
indigno , mas cuando el pueblo se co
rompió', y se compraban los votos,
convino qụe se diesen en secreto para
contener los compradores por la des
confianza , y suministrar á los bribus
pes el inédio de no ser traflores. .
Yo se que Ciceron vitupera esta
9

mudanza , y que á ella atribuye en


päike la ruina de la republicanas
aunque yo conozco el pèso que debe
tétier en este asunto la butoridad de
Gideron , no puedo ser de su parecer
207
yo juzgo al contrario que por no te
her bastantes mudanzas de este gene
ro , se' aceleró la perdida del estado.
Como el regimen de las gentes sanas
no es propia para los enfermos , no es
menester tampoco querer gobernar un
pueblo corrompido por las mismas 'le
yes que convienen å un buen pueblo .
"Nada prueba mejor esta macsima que
la duracion de la republica de Vene
homtodavia
cia , cuyo simulacro ecsiste
nduaco
estas leyes
'picamente , porquee estas e cicon
brno
vienen sino a los malos hombres. :
** Sc distribuyeron pues á los ciada .
danos tabletas en las quc cada', uno
podia votar sin que se supicra cual
erá su voto : se establecieron tambien
nuevas formalidades para el' recogi
miento de tabletas para la cuenta de
las 'voces y comparacion de su numc
ro & c . ; lo que no impidio que la fi
delidad de los oficiales encargados de
estas funciones ( 1 ) dejasc de ser siem
pre sospechosa : se hicieron en fin e
dictos para impedir las pretensiones y
el trafico de los sufragios euya multi
tud manifiesta la inutilidad .

(1) Çusiódes , Diribitores , Rogatores suf


fragiorum .
208
Hacia los ultimos tiempos era ma
poster concurrir continuamente á es
pedientes estraordinarios para suplir
la insuficiencia de las leyes. Tan pron .
to se suponian prodigios ; pero este
.

medio que podia imponer al pueblo ,


no imponia a los que lc gobernaban:
tan pronto se conyocaba repentinamen
te una asamblea antes que los candi
datos tuviesen tiempo de baccr sus pro
tensiones: tan pronto se consumia una
scsion en hablar , cuando se "veia cl
pueblo' ganado dispuesto a tomar, un
mal partido ; mas en fin la ambicion
eludia todo ; y lo que hay de mas in
crcible , es que en medio de tantos a ,
busos , este pueblo inmenso favoreci,
do de sus antiguos reglamentos no de
jaba de clegir magistrados , de pasar
leyes, de juzgar las causas , de des
pachar los negocios particulares , y pu :
blicos casi con otra tanta facilidad
como podia hacerlo cl mismo senado. ,

CAPITULO V .
:. " Del Tribunado.
Cuando no se puede establecer una
ecsacta proporcion entre las partes
209
sonstitutivas del estado , o algunas
causas indestructibles alterap sin ce
„ sar los respetos , entonces se instituye
un magistrado particular que no haga
cuerpo con los otros , que coloque
cada termino en su respectiva relacion
y que haga una trabazon ó un medio
termino , ó sea entre el principe y el
pueblo , ó sea entre el pueblo y el $o
berano , ó sea entre uno y otro á un
. mismo tiempo, si tal vez es necesario .
Este cuerpo que yo llamaré tribu
nado, es el conservador de las leyes
y del poder legislativo , y sirve tam
bien algunas veces para proteger al
soberano contra el gobierno como ha
cian en Roma los tribunos del pueblo ;
y otras para sostener el gobierno con
tra el pueblo , como en Venecia el con
sejo de los diez ; y en fin sirve tam
bien para mantener el equilibrio de
una y otra parte como hacian los efo
ros en Esparta . . ., ,
of El tribunado no es una parte cons
titutiva de la ciudad , y no debe tener
alguna porcion ni del poder legislati
.yo ni del ejecutivo ; pero por, esto mis
mo es mayor el suyo , porque no pu
diendo hacer nada , lo puede impe
dir todo , y cl tribunado es mas SX
210
grado y reverenciado como defensor
de las leyes , que el mismo principe
que las ejecuta y el soberano que las
da , Esto se vió claramente en Roma
eyando estos fieros patricios que des
preciaban siempre el pueblo entero ,
fueron forzados á humillarse delante
de' un simple oficial del pueblo que
no tenia ni auspicios ni jurisdiccion .
: 14 El tribunado sabiamente templado
es el más firme apoyo de una buena
énstitucion , pero por poca fuerza de
sobra que tenga , lo destrúyc todo .
En orden a su debilidad no le es na
tural : babta que él sea alguna cosa ,
muno. Degodeer ejectovris cuadn debequpioe
nunca sea menos que lo que es ne
vo el cuandore
cesario . Degcnerara enen tirania
üsurpa el poder ejecutivo del que no
es más que moderador ; cuando quiere
dispensar las loycs que solo debe pro
teger: El enorme poder de los eforos
eesistió sin peligro , mientras que Es
parta conservó sus costumbres , acele
Agirca comienzada.
to su decorrupcion

da por lpor
fre de Agis degollado oraLadtira
os etestos saņ.
e la
nos , fue vengada por su sucesor : el
crimen el eastigo de los etoros lâpré
Süraron igualmente la perdida de la
republica , y despues de Clcomenc,
# sparta no fue nada. Roma". pereció
211
tambien por lo mismo : el poder esce
„sivo de los tribunos usurpado por gras
dos , sirvió en fin con la ayuda de las
Icyes hechas en favor de la libertad ,
de salvaguardia á los emperadores que
la destruyeron . ':s os . : * nog sr 19
. Por lo tocante al consejo de los
diez de Venecia es: un tribunal de
sangre , horrible igualmente a los pa
tricios que al pueblo , y que lejos de
proteger altanrente las leyes , no hay
servido despues vde su envilecimiento ,
- sino para condenar sá cualquiera sin ,
que pueda llegar a percibirla . El trin,
bunado se debilita como el gobierno
por la nultiplicacion de sus miembrom
Cuando los tribunos, del pueblo , rq -1
mano en numero de dos al principio ,
y cinco posteriormente quisieron do
blar este numero , el senado se lo de
jó hacer , bien seguro de contener los ,
unos por los otros, lo quc vino al
cabo á sucedér: 1 v
--* * El mejor medio de prevenir las us!
surpaciones de un tan formidable cuer :
, po fmedio del que hasta ahora no se
ha valido ningun gobierno seria nog
hacer este cuerpo permancnte : y arre-r
glar algunose intervalos durante los
cuales quedara suprimido. Pero estos
9 12
irtervalos que no deben ser demasias
do grandes para dejar lugar de que
se establezcan los abusos , pueden ese
tar fijados por la ley , de manera que
sea facil tambicn el poderlos abrevian
en las necesidades por .comisiones. ess
ti'aordinarias. ; i . i t
• Éste medio me parece sin incon
venientes , porque como ya he dicho
el tribunado no haciendo parte de la
constitucion , puede ser suprimido sin
detrimento de ella , y - por otro lado
es un médio queme parece eficaz , pors;
que un magistrado nuevamente resta .
blecido golse funda sobre el poder quc.
tenia su prodecesor , sino tan solo se
bre el que de da la ley . ';. :
(11 1 ' CAPITULO VI.
is De la Dictadura . .
La inflecsibilidad de las leyes que
las impide conformarse con los acon
tecimientos , puede en ciertos casos ;
hacerlas" perniciosas , y causar por e- .
llas la perdida del estado en su crisis .
El orden y la lentitud de las formas .
piden un espacio de tiempo que algu-.
nas veces no permiten las circunstan-,
215
elas. Se pueden presentar mil casos
que no ha podido precaver el legis
lador , y es una precaucion muy ne,
cesaria el sentir que no todo se pue,
de prevcer . 'i . . i amb
t" No es necesario puos querer afian
zar de tal modo las instituciones por
liticas que las quite el poder suspen ,
der algunas veces el efecto de sus le .
yes. Esparta misma ha dejado dormir
las suyas , pero solamente los grandes
peligros son los que pueden balancear
el riesgo de alterar el orden publico;
y jamas se debe suspender el poder
nagrado de las leyes sino , cuando se
trata de la salud de la patria . ! :
. - En estos casos raros y manifiestos
se precaye la seguridad publica por
un acto particular cuyo cargo se con
mete al mas dicho. Esta comision , pues
de darse de dos maneras según la es
pecie del peligro. Si para remediarla ,
basta aumentar la actividad del go.
bierno , se le puede concentrar en uno
o en dos de sus miembros ; y de este
modo no se altera la actividad de las
leyes, sino solamente la forma de la .
administracion . Pero si el peligro es
tal que el aparato de las leyes sea
un obstaculo para evitarle , entonccs .
214
se nombra un gefe supremo que haga
callar todas las leyes y suspenda un
momento ka autoridad soberana. En
este caso , la voluntad general no es
dudosa porque es evidente que la pri
mera intencion del pueblo es que el
estado no perezca. De este modo aun .
que se suspende la autoridad legisla
tiva , no por eso se estinguc el magis.
trado que la hacc callar ģ no la pue
de hacer hablar , la domida sin po
derla representar, y todo lo puede,
menos hacer leyes : . . . .
3 . El primer medio se empleaha por
el senado romano , cuando encargaba.
á los consules por una formula con
sagrada prevcer a la salud de la re
publica : el segundo tenia lugar cuan
do uno de estos dos consulcs , nom
braba -un dictador : - ( 1 ) 'uso del cuali
Alba habia dado ejemplo en Rema. . ;
En los principios de la republica
se rccurria continuamente á la dicta•
dura y porquc cl cstado no tenia aun
um apoyo bastante fijo para poderse ;
sostener por la fuerza de su consti

(u) Esta elección ò rombramiento era por :


la noche y en secreto conro si tú ơiesen vergúci
za de hacer á un horn bre superior a las leyes. -
2 :18
tucion. Las costumbres haciendo con
tonces superfluas muchas precauciones,
que hubieran sido precisas en otro tienes
po , no se temia ni que un dictador abu -,
salle de su autoridad , ni que la obtu
vicra más tiempo que el señalado. EI,
quc estaba, revestido de este gran po
der , parccia al contrario que tenia una
caiga que deseaba dejar , como si fuea:
ra un empleo:muy penoso y peligrosoſ
el ocupar el puesto de las leyes. · Asi,
no es el peligro del abuso , sino elen
vilecimiento lo que me hace reprobat,
el uso indiscreto de esta suprema mas;
gistratura en los primeros tiempos,
porque mientras : se la prodigaba en
las, elccciones , en las dedicatorias y en
otras cosas de pura formalidad , era
de temer que se hiciese menos formi-,
dable en la necesidad , y que tal vez
se acostumbrara á mirarla como, un
vano titulo que no se emplcaba mas ,
que en yaņas ceremonias. .. is ,
A fines de la republica , cuando
eran los romanos mas, circunspectos ,
manejaron la dictadura con , tan poca ,
razon como la habian prodigado otras .
veces. Es facil de ver que su tenjor .
era mal fundado , que la debilidad de
la capital estaba entonces segura de los
216
magistrados que contenia en su senos
qúe un dictador podia en ciertos ca
sos defender la libertad publica sin '
poderla jaias insultar , y que los his
rros de Roma no se habian forjado
en la ciudad sino en sus cjercitos.
La poca resistencia que hizo Mario á
Sila , y Pompeyo á Cesar , muestra
muy bien lo que se podia esperar de
la autoridad interior contra la fuerza
esterior.
.. Este error los hizo. cometer gran . "
des faltas. Tal fue la de no haber
nombrado un dictador en la causa de
Catilina , porque como no se trataba
sino de lo interior de la ciudad , Ý :
cuando mas' de alguna provincia de
Italia , con la autoridad sin limites
que las leyes daban al dictador, él.
hubiera facilmente disipado la conju :
racion que no fue sufocada sino por
el concurso de unas dichosas casuali.
dades que jamas la prudencia humana
debe esperar ; pero en lugar de esto , :
el senado se contentó con dar su pow.
der a los consules; de donde provinos
que Cicéron para obrar eficazmente :
se vió obligado a traspasar esté poder
en un punto capital, y que si los pri
meros transportes de alegria bicieron
. 217 .
aprobar su conducta, despues se le piu '
dió con justicia cuenta de la sangre
de los ciudadanos vertida contra las
leyes; reconvencion que no se hubie
ra podido hacer á un dictador. Pero
la elocuencia del consul lo llevó todo
tras de si , y el mismo aunque roma
no , amando mas su gloria ' que su Pa
tria , no buscaba tanto el medio mas
seguro y legitimo de salvar el estado,
como el tener todo el honor de este
negocio : ( 1 ) Asi él fue honrado jus,
tamente como libertador de Roma, y
castigado tambien con justicia como
infractor de las leyes. Aunque fue bri
llante su llamada , cllo es cierto que
fuc una gracia ."- és
Por lo demas de cualquier modo
que se conficra esta importante comi
sion , siempre conviene fijar 'su ile
cion á un termino muy corto e
1

mas pucda ser prolongado. En


'sis en que es preciso establecer!"
pronto el estado está destruido
vo , y pasada la urgente neces
99 EUR o Loe om
( 1) Esto solamente podia hacerlo ?
niendo'un dictador , no osando él mismo 11"
brarse , y no pudiendo asegurarse en que su <1 -
lega le nombraria ,
15
! 218
dictadura viene a ser tiranica 6 vana.
No siendo en Roma los dictadores mas
quc por seis meses, la mayor parte
hacia demisioa de este empleo antes
de este tiempo. Si el termino hubie
ra sido mes largo , puede ser que hu
bieran intentado prolongarle todavia ;
como hicieron los decemviros con el
de un año. El dictador no tenia mas
que el tiempo preciso para proveer á . .
la necesidad para la que se le habia
elegido , ni tenia tampoco tiempo para
formar otros proyectos.
CAPITULO VII.
im! . . . Dela Censura.
Asi como la declaracion de la von
luntad general se hace por la ley, asi
la declaracion del juicio publico se hac,
ce por la censura : Ja opinion publica
es la especie de ley de la que es minis
tro el censor , y no hace , sine apli
carla á los casos particulares á ejem
plo del principe. Lejos que el tribu
nal" censorio sea el árbitro de la opia
nion del pueblo , no es mas que un
declarador , y tan presto como se apar
ta de ella , sus decision es son vanas
2 19 .
y sin algun efecto . .
Es inutil distinguir las costumbres
de una pacion de los objetos de sų
estimacion , porque todo esto provie
ne de un mismo, principio , y se con
funde necesariamente. Entre todos los
pueblos del mundo no es pues la na
turaleza sino la opinion la que decide
de sus placeres . Corregid las opinio
nes de los hombres que entonces sus
costumbres se apurarán ellas mismasi
Siempre se ama lo que es bello ó lo
que se tiene por tal , pero este juicio
es engañoso y se trata de reglarle .
Quien juzga de las costumbres , juzga
del honor , y quien juzga del honor,
toma su ley de la opinion . .
- Las opiniones de los pueblos na :
Een de su constitucion . Aunque la ley
no regle las costumbres , la legisla
cion las hace nacer. Cuando la legis .
lacion se debilita , las costumbres de
generan ; pero, entonces el juicio de
los censores no hará lo que la fuerza
de las leyes no haya hecho. De aqui
se sigue que la censura puede ser ut
til para conservar las costumbres , pero
no para restablecerlas. Estableced cen
sores duranté el rigor de las leyes ,
porquě taš pronto como le pierdeng
220
todo se aniquila . Nada tiene ya fuer
za cuando las leyes no la tienen . ; .
La censura mantiene las costuin
bres , impidiendo que se corrompád
las opiniones, conscrvando su rectitud
por sabias aplicaciones, y fijandolas
algunas veces cuando estan lodavia in :
ciertas . El uso de los segundos en los
duelos , llevado hasta el furor en el
reino de Francia , fue abólido por és :
tas solas palabras det edicto del rey:
en orden a los que tienen la flaqueza
de llamarse segundos. Este juicio pret
viniendo el del publico , la determina
de un golpe Pero cuando los inismos
edictos quisieron pronunciar que era
tambien una 'cobardia el pelear en des
safio lo que es verdad , aunque con
trario á la opinion cornan , el pueblo
se mofo de esta decision sobre la que
va tenia hecho' su juicio . " d ), ston)
. Ya he dicho en otra parte ( 1 ) que
no estando sujeta la opinion publica
a la violencia , cs necesario algun ves:
tigio en el tribunal establecido para
representarla . No se puede admirar
. 1

(1 ) Yo no he hecho en este capitulo ' sino


indicar lo que he tratado mas largamente en la
earta de Mr. d' Alembert. Fins a 1
221
demasiadamente con que arte este ros,
sorte perdido enteramente entre los
modernos , era puesto en obra entre
los romanos , y mejor entre los lacc
demonios. Un hombre de 'malas cos
tumbres cuando daba en el consejo de
Esparta un buen plan ó aviso , los efo .
ros sin hacer caso de él , hacian pro
poner el mismo parecer á un ciuda
dano virtuoso . ¡ Que honor para el
uno ! ¡Que ·nota para el otro sin ha
ber dado á ninguno de los dos ni a .
labanza ni vituperio ! Unos ebrios de
Samos ensuciaron un dia el tribunal
de los eforos , y al dia siguiente fue
permitido á los Samios por edicto pu
blico ser sucios, Un verdadero casti
goº hubicra sido menos, severo , que
una igual impunidad . Cuando. Espare
ta pronunciaba sobrc lo que era ó no .
cra honesto , la Grecia no apelaba de
.I sus juicios, vii

CAPITULO VIII.
M . De la religion civil. : )
Los hombres no tuvieron al prin
cipio otros reyes que los dioses , ni
otro gobierno que la Tehocracia : Hi- .
229
cieron el razonamiento de Caligula , y
entonces le hicieron ccsactamente. Es
necesaria una larga alteracion de sen
timientos y de idcas en los hombres
para resolverse á tomar por señor á
un semejante , y lisonjcarsç de hallar
sie bien con él.
Por haber puesto un dios á la
frente de cada sociedad politica , se
sigue que ha habido tantos dioses como
pueblos . Dos pueblos estraños ol una
al otro , y casi siempre encmigos , no
pueden reconocer por mucho tiempo ,
á un mismo dueño , ni dos ejercitos,
dandose batalla , no sabrian tampoco '
obedecer á una misma cabeza ó gefe.
- De este modo , de las divisiones
nacionales ' resultó c ! Polithcismo , y :
de aqui la intolerancia teologica y cio '
vil que naturalmente es la misma como
diremos despues. La imaginacion que
tuvieron los griegos de volver á en
contrar sus dioses entre los pueblos
barbaros , * provino de haberse ellos
consideradº como los sohcrapos natu
rales de estos pueblos. En nuestros
diaş cs una erudicion muy ridicula , la
que se dirije á establecer la identidad
de los dioses de diversas naciones,
como si Mólook , Saturno y Chronos'
223
pudieran ser el mismo Dios , como si
el Baal de los fenicios , el Zao de los
griegos , y el Jupiter dc' los latinos
pudieran ser el mismo , y como si pu
diera atribuirse alguna cosa á unos
scres quimericos, que tienen diferen
tcs nombres . .. . . . i
- Si se pregunta como en el papa
nismo donde cada estado tenia su cul
to y sus dioses , no habia guerras á
orden á la Religion ; respondo que por
lo mismo que cada estado tenia su cul
to propio no 'menos que su gobicrno,
. no distinguia sus dioses de sus leyes ,
La guerra politica era tambien tcolo
gica : los departamentos de los dioses
cstaban par decirlo . asi , fijados en
los limites de las naciones. El dios
de un pueblo no tenia algun derecho
sobre los otros pueblos : los dioses de
los paganos no eran envidiosos : ellos
dividian entre si el imperio del muns
do. Moises mismo y el pueblo hebreo
se conformaban algunas veces con esta
idea , hablando del Dios de Isrrael.
Es verdad que miraban como ningas
nos los dioses de los Canancos , pues
blos proscriptos , condenados a la des
truccion , y cuyo lugar debian ocupar
los hebreos ; pero vez como hablaban
224
de las divinidades de los pacblos vez
cinos a los que les estaba prohibido
atacar : « La posesion de lo que perte-,
» nece á Chainos , vuestro dios , decia,
» Jepté á los Amionitas , no os es le
» gitimainente debida? Nosotros posee-,
NA

» inos por el mismo titulo las tierras


» que nuestro dios, vencedor nos tiene
dado .” ( 1 ) Esto cra á mi parecer una
paridad bien reconocida entre los de
rechos de Chamos y el Dios de Israel .
Pero cuando los judios sumisos á los
reyes de Babilonia y despues á los de
Siria se obstinaron en no reconocer
otro dios que el suyo , este rehuso mi
rado como una rebeldia contra el ven -,
cedor , les causó las persecuciones que
se leen en su historia y de las que no
şe ve otro ejemplo antes del cristia
pismo. ( 2 )
14 ( 1) : « Nonne ea quæ possidet Chamos Deus
tuus tibi jure debentur?” . Tal es el testo de la
Vulgaia. El P . Carrieres ha traducido : !? ¿ No
» creeis vosotros tener derecho a poseer lo que
» pertenece a Chamos vuestro Dios ? » Yo igno
ro la fuerza del testo hebreo ; mas veo que en la
Vulgata ; Jeple reconoce positivamente el dere
cho del dios Chamos. El traductor frances debi
i lito
lita este reconocimiento substituyendo un segun
vosotros que no hay en el testo latino.
(2 ) Es sin duda evidente. qne la guerra de
225
., Estando cada religion aneja á
las leyes del estado que la prescribia ,
no habia otro modo de convertir á un
pueblo que el de sujetarle , ni otros
misioneros que los conquistadores; y
siendo obligacion de los vencidos mu
dar de culto , cra necesario comenzar
por vencer antes de hablar sobre esto .
Lejos de que los hombres combatiesen
por los dioscs , eran estos como en
Homero los que combatian por los hom
þres. Cada uno pedia al suyo la vic
toria , y se la pagaba con nuevos al
tares . Los romanos antes de tomar una
plaza , intimaban á sus dioses, la ren
dicion , y cuando dejaban á los taren
tinos sus dioses irritados , es porque
miraban estos dioses como sumisos á
los suyos y obligados á rendirles ho
menage. :
Ellos dejaban a los vencidos sus
I dioses no menos que sus leyes. Uną
corona al Jupiter del capitolio era por
lo , regular el unico tributo que les
imponian. Eu fin los romanos habien

los Toncianos , llamada comunmente guerra sa -' ,


grada , no era pues una guerra de religion. Ella
tenia por objeto castigar los saerilegos, y no so
meter los infieles. . . . . .
226
do estendido con su imperio su culto,
y sus dioses , y adoptando por lo co
mun los de los vencidos , y concedien
do á unos y á otros el derecho de ciu
dadanos , los pueblos de este vasto im
perio se hallaron insensiblemente con
una multitud de dioses , y de cultos
casi los mismos en todas partes, y ve
aqui coino el paganismo no fue en fin
en el mundo conocido más que una sola
· ý misma religion .
En estas circunstancias fue cuando
vino Jesus á establecer sobre la tierra
un reino espiritual quc separando el
sistema tcologico del politico , hizo que
cl estado dejara de ser uno , causando
las divisiones intestinas que no han
jamas cesado de agitar los pueblos cris :
tjanos. Asi esta idea nueva de un rei
no del otro mundo , no habiendo podi
do nunca entrar en la cabeza de los
paganos, miraron siempre a los cris
tianos como verdaderos rebeldes que
bajo una 'hipócrita sumision , no bus
caban sino el momento de hacerse in
dependientes y árbitros , y de usurpar
diestramente la autoridad que tanto fin
gian respetar en medio de su flaqueza . .
Esta fue la causa de las persecucio
ncs : lo que los paganos habian temi
: . 227
do", al fin sucedió : entonces todo mudo
de semblante ; los humildes cristianos
han mudado de lenguage , y bicn pron
to se ha visto que este pretendido rei
no del otro mundo ha venido á parar
en este en cl mas violento despotismo
bajo una cabeza visible. . .
Sin embargó como siempre ha ha
bido un principe ' y leyes civiles , ha
resultado de este doble poder un pero
petuo conflicto de jurisdicion que ha
hecho imposible toda bucna politica en
los estados cristianos, y no se ha po
dido saber todavia á quien está obliga
do á obedecer , si al principe ó al sa -,
cerdote . Muchos pucblos aun de la Eu
ropa y su vecindario , han querido con
servar ó restablecer el antiguo sistema;
pero no lo han logrado, porque el es
píritu del cristianismo lo ha ganado
todo. El culto sagrado siempre ha que
dado ó vuelto á ser independiente del
soberano , y sin la union necesaria con
el cuerpo del estado. ' '
i Mahoma tuvo miras mas sanas , y
ligó bien su sistema politico : mientras
la forma de su gobierno subsistió bajo
los califas sus succsores, 60 gobierno
fuc ecsactamente uno y hueno en esto .
Mas llegando los árabes á ser flores
228
cientes , letrados , cultos , moles y fla
ços , fueron, soyuzgados por los bár,
baros; y, entonces se introdujo la di
vişion entre los dos poderes ; aunque,
ella es menos aparente entrc los maho
metanos que entre los cristianos ; sin
embargo es visible en todas partes prin
cipalmente cn la Secta de Ali ; y hay
estados tales como la Persia , donde
no cesa de hacerse sentir . '
Entre nosotros , los reyes de In
glaterra se han establecido cabezas de
la Iglesia , y otro tanto han hecho los
Czares : mas por este titulo no tanto
son árbitros como ministros, y menos
han adquirido el derecho de mudarla ,
que el poder de mantenerla : ellos no
son legisladores , sino solamente prins,
cipes. En todas partes donde el clero
haga un cuerpo , [ 1 ] él es el amo y .
' ( 1 ) Es menester,advertir que no son tanto
las asambleas formales como las de Francia , las
que ligan la clerecia en un cuerpo cuanto la co
munion de las iglesias. La comunion y la esco
munion es el pacto social del clero : pacto por el
cual siempre será cl señor de los pueblos y de
Jos reyes. Todos los curas y sacerdotes que comu
nican juntos , son conciudadanos aunque esten
del uno al otro estremo del mundo. Esta inven
cion es una obra maestra de politica , y los sa
229
el legislador én su patria. Hay pues
dos poderes , dos soberanos en Ingla
terra y en Rusia , lo misino que en
cualquier otra parte . . :
De todos los autores cristianos', cl
filosofo Hobés és el unico que ha vis
to el mal y cl rcmcdio , y quien ha
osado proponer ' reunir las dos cabezas
del aguila , y llevarlo todo á la uni
dad politica sin la cual ningun estado
ni gobierno será jamas bien constitui
do. Mas él debió ver que el espiritit
dominantë del cristianismo era incom
patible con su sistema , y que el in
terés del sacerdote será siempre 'mas
fuerte quc'hel del estado. No es tanto
lo que hay de horrible y de falso en
sú política como lo que hay de justo
y verdadero , lo que la ha hecho mas
odiosa. ( 1 ) Yo creo que en desenvol

cerdotes paganos no tenian una cosa semejante;


pero tampoco han formado jamas un cuerpo de
clerecia . ? . .' .
( 1 ) Vease entre otras una carta de Grocio
á su hermano fecha ;de ii de abril de 1643 ; y
se hallará lo que este hombre sabio aprueba y lo
que reprueba en el libro de Cive. Es verdad que
propenso á la indulgencia , parece que perdona
al autor el bien en favor del mal ; pero no es
todo el mundo tau clemente. Po
230
viendo bajo este punto de vista los
hechos historicos y se refutarian faeil,
mente los sentimientos opuestos de
Bayle ' y Warburton , de los cuales
el uno, pretende que ninguna religion
es util al cuerpo politico , y el otro
sostienc al contrario que el cristia.
. pismo cs su njas firme apoyo . . . ,
Se probaria al primero que jamas
se ha fundado un estado sin que la
Religion le haya servido de basa , y al
segundo que la ley cristiana cs en el
fondo mas danosa que util á la fuers
te constitucion de un estado. .
Para acabar de hacerme entender
no es necesario sino' dar un poco
mas de precision á las ideas sobrado :
vagas de religion relativas á mi objes -
to. La Religion considerada por res
peto, á la sociedad que es ó general
ó particular, puedc tambien dividirse
en dos especies es á saber , la reli
gion del hombre y la del ciudadano .
La primera sin templos, sin alta
res , sia ritos limitada al culto pura
mente interior del Dios supremo y
los deberes eternos de la moral , es la
pura y simple religion del Evangelio :
el verdadero theismo es lo que se puc
de llamar el derecho divino natural.
231
La otra inseripta en un solo pais,
le da sus dioses , sus patronos propios
y tutelares ; ella tiene sus dogmas, sus
ritos , su culto esterior prescripto por
las leyes . Fuera de aquella nacion quc
la sigue . todo es para ella infiel , es
traño y barbaro , y no esticnde los
deberes y derechos del hombre sino
tan lejos como sus altares. Tales fue
ron las religiones de los primeros pue
blos a las que se la puede dar el ngın
bre de derecho divino civil ó positivo,
- Hay una tercera suerte de religion
mas estravagante , que dando a los
hombres dos legislaciones, dos cabe
zas y dos patrias, los, somete á debe
res contradictorios, y los impide de
poder ser á un mismo tiempo devotos
y ciudadanos. Tal es la religion de
los lamas , tal la de los japonenses , y
tal el cristianismo romano. Se pucde
llamar esta ultima la religion del sa
cerdote , y resulta de ella una espe
cie de derecho misto é insociable que
no tiene nombre. Considerando poli
ticamente estas tres suertes de religion ,
todas ellas tienen sus defectos. La ter
cera es tan cvidentemente mala que
seria perder el tiempo detenernos en
demostrarlo , porque todo lo que roin
232
pe la unidad social , no vale coså al
guna , y todas las instituciones que po
men al hombre en contradiccion consi
go mismo, no sirven de nada. La se
gunda es buena , solo porque reune el
culto divino y el amor de las lcyes
y que haciendo de la patria el objeto
de la adoracion de los ciudadanos, los
enseña que servir al estado), es servir
al Dios" tutelar , y es una especie ' de
theocracia en la que no se debe tener
otro pontifice que el principe , ni otroš
sacerdotes que los magistrados . En
tonces morir por su pais , és ir al mar
tirio ; violar las leyes , es impiedad , y
someter un culpable á la ecsecracion
publica , es sacrificarle a la colera de
los dioses: Sacer esto. . . i
? Pero esta religion es mala por cualt
to no estando fundadá sino sobre el
'error y la mentira , engaña á los hom
bres, los hace credulos y supersticio
*sos, y denigra el verdadero culto de
la Divinidad con 'un 'vano ceremonial.
Es mala tambien porque siendo escla
siva y tiranica , lace à un pueblo san
guinario é intolerante , de suerte que
no respira' sino homicidios y sacrifi
cios , y cree hacer una accion santa
matando al que no admite sus dioses.
. . 233
Esto pone á el tal pueblo en un es.
tado natural de guerra con todos los
otros , cosa muy dañosa á su propia
scguridad.
Resta pues la religion del hom .
bre , ó el cristianismo , no el de hoy
dia sino el del Evangelio que és del
todo diferente. Por esta Rcligion sán
ta , sublime , verdadera , los hombres,
hijos del mismo Dios se reconocen
todos por hermanos , y la sociedad que
los une , no se disuelve ni aun por
la nucrte . Pero esta religion no te .
niendo ninguna relacion particular con
el cuerpo politico , deja á las leyes la
sola fucrza que sacan de si mismas sin
añadirlas alguna otra; por cuya ra
zon uno de los grandes vinculos de la
sociedad particular queda sin efecto .
Aun mas : lejos de atraer los corazo
nos de los ciudadañiós al cstado ġ los
aparta y separa de él como de todas
las cosas de la tierra : yo no conozco
una cosa mas contraria al espiritu so .
cial. Se nos dice que un pueblo de
verdaderos cristianos formaria la mas
perfecta sociedad que se puede imagi
nar, y yo veo en esta suposicion una
gran dificultad , y es que una socie
dad de verdaderos cristianos no “ seria
16
234
una sociedad de hombres , Digo ade
mas , que esta sociedad Sapucsta no
seria con toda su perfeccion ni la mas
fuerte ni la mas durable : por dema
siado perfecta , estaria falta de traba
zon , y su vicio destructor consistiria
en su inisma perfeccion . Cada uno de
sempeñaria su deber , el pueblo esta
ria sumiso á las leyes , los gefes se
rian justos y moderados , los magistra
dos integros é incorruptibles , los sol
dados menospreciarian la muerte , no
habria ni vanidad ni lujo . Todo esta
ya bien ; pero vayamos mas adelante .
El cristianismo es una religion , toda
espiritual, ocupada unicamente de las
cosas del cielo ; la patria del cristia
po no es de este mundo : él hace su
deber , es verdad ; mas él le hace con
una profunda indiferencia sobre el bue
Do ő mal suceso de sus cuidados. Con
tal que no tenga nada que rcprchen
derse, poco le importa que todo vaya
bien ó ‘mal aqui abajo. Si el estado
va floreciente , apenas osa gozar de la
felicidad publica y teme ensoberbecer
se de la gloria de su pais : si el cs
tado decae , bendice la mano de Dios
que se agrava sobre su pueblo . Para
que la sociedad fucse apacible , y para
quc la armonia se mantuviera , era me
mester que todos los ciudadanos sin es
cepcion fucran igualmente buenos cris
tianos, pero si por desgracia se hallaba
un ambicioso , un hipócrita como por
ejemplo Catilina ó Cromwel , cierta
mente sacaria mucha ventaja de sus
piadosos compatriotas. La caridad cris
tiana no permite pensar facilmente mal
de su projimo. Luego que él hallase por
algun medio el arte de engañarlos y
apoderarse de una parte de la autori
dad publica , he aqui un hombre cóns
tituido en dignidad : Dios quiere que
se le respete : bien pronto , ve aqui
un poder : Dios quiere que se le obe
dezca . ¿ El depositario de este poder,
abusa de él? Es la vara con que el
Señor castiga sus hijos. Se haria caso
de conciencia hechar fuera al usurpa
dor : seria necesario para ello tupbar
el reposo publico , usar de violencia
y derramar sangre : todo esto se com
pone mal con la dulzura del cristiano,
y despues de esto , ¿ que importa ser
libre ó siervo en este valle de mise
rias ? Lo esencial cs ir al paraiso , y
la resignacion es el mejor medio para
conseguirlo. ¿ Sobreviene alguna guey DE DE
rra estrangera ? Los ciudadanos mar , 2018
456
chan sin pena al combate; ninguno de
ellos procura huir , y todos hacen su
deber ; pero sin pasion por la victoria
saben mas bien morir que vencer .
Que sean venccdores ó vencidos que
les importa ? No sabe la Providencia
mejor que ellos lo que habrá de hacer ?
· Imaginese pues que partido podrá
sacar de este estoicismo un enemigo
fiero , impetuoso y apasionado. Poned
á la frente de estos cristianos , unos
pueblos quienesa devore el
generosos áa quienes
pueblos generosos
re la
ardicnte amor de la gloria y de
patria : suponed vuestra republica cris
tiana enipeñada con la dc Esparta ó
la de Roma; los piadosos cristianos
serán batidos, ahuyentados y destrui
dos antes de haber tenido tiempo de
reconocerse , ó no debcrán su salud
sino al desprecio que conciba de ellos
su enemigo. Por eso era un buen ju
ramento , á mi parecer , el de los sol
dados de Fabio ; ellos no juraban de
morir ó veneer, sino salir .siempre ven
cedores , y al cabo cumplian su jura
mento . Jamas los cristianos harian se
mejante cosa porque crcerian tentar
á Dios.
Pero yo me engaño diciendo una
repunuca cristiana , porque cada una !
237
de estas palabras se escluye mutua
mente . El cristianismo no predica sino
servidumbre y dependencia . Su espi.
ritu es harto favorable a la tirania para
que esta deje de abusar de él. Los
verdaderos cristianos son hechos para
ser esclavos , ellos lo saben , pero a
penas se mueven ; esta corta vida tie -,
ne muy poco precio á sus ojos. Se
nos dice que las tropas cristianas son
escelentes , mas yo niego que se nos
manifiesten tales.
Por lo que á mi toca , no conoz
co tropas , cristianas. Se une citarán
las Cruzadas. Sin disputar sobre cl
valor de los cruzados , yo noto que
bien lejos de scr cristianos, eran unos
soldados del sacerdote ó ciudadanos de
la iglesia que combatian por su pais
espiritual que ella habia hecho tempo
ral sin saber como : hablando propia
mente esto es volver al paganismo.
Como el evangelio no establece una
religion nacional , toda guerra sagrada
es imposible entrc los cristianos. Bajo
los emperadores paganos los soldados
cristianos eran valientes. Todos los
autores cristianos lo aseguran , y yo
lo crco ; pero esto era una emulación
de honor contra las tropas pagarias.
238
Desde que los emperadores romanos
fucron cristianos ; esta emulacion ya
no subsiste , y cuando la cruz hechół .
fuera el águila , todo el valor roman .
no desapareció . Fins : *
- Mas dejando á parte las considera .' '
ciones políticas, vengamos al derecho
y fijemos los principios sobre este pun
to importante. El derecho que el pac
to social da al soberano sobre sus va .
sallos , no escede ; como ya he dicho,
los limites de la utilidad publica. ( 1 )
Los vasallos no deben dar cuenta al
soberano de sus opiniones , sino en
cuanto ellas importan a la comunidad, ;
Aunque importa al estado que cada
ciudadano tenga una religion que le
haga amar sus deberes ; pero los dog
mas de esta religion no interesan ni .

(1) « En la republica , (dice Mr. d' Argen


» son ) cada uno es perfectamente libre en cuan
» 'to no ofende á los dernas." Ve aqui loś limi
tes invariables que no pueden ser designados con
mas ecsactitud . No puedo escusarmė del gusto
que tengo en citar algunas veces este manus
crito , aunque desconocido del publico , por
honrar la meiporia de un hombre, ilustre y:
respetable que hasta en el ministerio conservo
el corazon de un ciudadano y los respetos sanos
y rectos sobre el gobierno de su pais.
239 .
al estado 'ni á sus miembros , sino en
cuanto dichos dogmas se relacionan á
la moral y á los deberés que el que
la profesa , está obligado á cumplir
para con los otros. Por lo demas, cada
uno puede tener las opiniones que lo
acomoden , sin que pertenezca al so .
berano entender sobre esto , porque
como no hay competencia sobre el otro
mundo , sea la que quiera la sucrte
de Jos vasallos en la vida venidera ,
esto no es asunto del soberano con tal
quc en la presente sean buenos ciuda
danos.
Hay pucs una profesion de te pu
ramente civil , cuyos articulos perte
nece al soberano fijar , no precisamen
te como dogmas de religion , sino como
sentimientos de sociabilidad sin los quc
cs imposible á nadie ser buen ciuda
dano y fiel vasallo . ( 1 ) sin poder o .

( 1) Cesar perorando por Catilina , intenta


ba establecer el dogma de la mortalidad del al
ma : Caton y Ciceron no se detuvieron en filoso
far para refutarle , y se contentaron unicamente
con demostrar que Cesar hablaba como nial cius,
dadano , propagando una doctrina perniciosa
al estado. En efecto , el Senado debia juzgar de
esto , y no de una cuestion teologica .
240
bligar” á ninguno á creerlos, puede
desterrar del estado al que no los crca,
po como impio sino como insociablc,
como incapaz de amar sinceramente
las leyes y la justicia , y de sacrificar
en la necesidad su vida á su deber : si
alguno despues de haber reconocido
publicamente estos mismos dogmas , se
conduce como si no los creyera , seą
pues castigado con pena de muerte,
porque ha cometido el mas grande de
los crimenes y ha mentido delante de
las leyes.
Los dogmas de la religion civil de
ben ser simples, pocos y enunciados
con precision sin csplicaciones ni com,
mentarios. La 'ecsistencia de una po
derosa divinidad , inteligente , bienhe
chora , provida , la vida futura , la fe
licidad de los justos , el castigo de los
malos, la santidad del contrato social
y de las leyes: hc aqui los dogmas po
sitivos . En cuanto a los negativos, los
limito á uno solo , á saber , á la into
lerancia : ella vuelve á entrar entre
los cultos que hemos ya escluido . .
woLos
ric que distinguen
do into bllae seintolerancia
vivis
teologicaa,, áa mi sparecer engañan,
porque estas dos intolerancias son in
scparables. Es imposible vivir en paz
241
con unas gentes a quienes se cree con .
denadas ; y amarlas seria aborrecer al
dios que las castiga : es necesario abo .
solutamente ó que se las convierta ó
que se las atormente, En todas partes
donde la intolerancia teologica está ad
mitida , no puede menos de tener al
gun efecto civil, ( 1 ) y tan pronto como

(1 ) El matrimonio por ejemplo siendo un


contrato civil, tiene efectos civiles sin los que es
imposible que subsista la sociedad. Supongamos
que la clerecia consigue en fin atribuirse esclasi
vamente el derecho de pasar este acto , derecho
que debe usurpar necesariamente en toda reli- -
gion intolerante , ¿no es claro que haciendo en
tonces valer á propósito la autoridad de la igle
sia , hará vana la del principe el cual no tendrá
nas vasallos que los que le quiera dar el clero?
Arbitro de casar ó no casar las gentes segua que
ellas tendrán ó no tendrán esta ó la otra doctrina ,
segun que ellas admitan ó rechacen tal ó tal for
mulario , según que ellas le sean mas ó menos
adictas , no es evidente que conduciendose pri
dentemente , y manteniendose con firmeza dis
pondrá él solo de las herencias, de las cargas,
de los ciudadanos , y del estado mismo, que no
podrá subsistir no componiendose sino de bas
tardos ? Se me dirá que entonces sc clamará
contra este abuso , se resolverá , se decretará , y
se les quitará lo temporal, ¿Que piedad! La cle
recia no diré por poco valor que tenga sino con
68
lo tienc, el soberano ya no cs sobe
rano ni aun' en lo temporal: los curas
soni entonces los verdaderos árbitros,
Ý los reyes á sus oficiales . Ahora qué
no hay ni puede haber religion nacio
nal esclusiva , sc deben tolerar todas
las que toleran las otras, con tal que
šus dogmas no tengan cosas contrarias
á los deberes de ciudadano." Pero el
que se atreva á decir fuera de la igle
sia no hay salud , debe ser cchado del
estado , á no ser que el estado sea la
iglesia , y el principe sea el pontifice.
Semejante dogma no es bueno sino en
un gobierno' theocratico donde cual
quier otro es pernicioso . La razón por
que se dicc: quo Enrique IV abrazó
la religion romana , la debia hacer de
jar á todo hombre de bien , y princi
palniente á un principc- quc supicra
raciocinar . , ' quiti
per risasi 'nin

un sano juicio dejará obrar, y ella hará su nego


cio. Dejará tranquilamente apelar, juntar , de
cretar y apoderarse, pero siempre concluirá sien
do árbitra. Y á mimodo de pensar no me pare
ce un gran sacrificio abandonar una parte cuan
do hay seguridad de apoderarse del todo.
243
CAPITULO ' IX .
E ": 9 ii . Conclusion . 11 : 1 .

Despues de haber establecido los


verdaderos principios del derecho po
litico , y haber procurado fundar el
estado sobre su basa , restaria apoyar
le por sus relaciones esternas : lo que
comprende el Derecho de Gentes , el
comercio , el derecho de guerra y las
conquistas, el derecho publico , las
ligas, las negaciones , los tratados, & c .
mas todo esto forma ,un nuevo objeto
hiuy vasto para mi corta capacidad , y
yo 'he* debido fijar siemprc mi vista
muy cerca de mi. ;i ...

S : FIN . '
11
244
TABLA
De los libros y capitulos de esta
obra .

BODNO
LIBRO PRIMERO. ..
Capitulo primero. El objeto
de la obra ,
. . pa gina 2
Cap . II.
Cap. De las. primeras
II. De socie
dades.
Cap . III. Del derecho del mas
fuerte .
Cap. IV . De la esclavitud .
Cap. V . Que siempre es nece
sario subir á una primera con
vencion . 18
Cap. VI. Del pacto social. 19
Cap . VII. Del soberano. 24
Cap. VIII. Del estado civil. 28
Cap . IX . Del dominio real. 30

! LIBRO SEGUNDO .
Cap. I. Que la soberania es ina
genable.
Cep . II. Que la soberania es in
divisible. ,
248
Cap . III. Si la voluntad general
puede errar . : 42
Cap. IV . De los limites del poder ;
: soberano . 45
Cap . V . Del derecho de vida y no
muerte . Si
Cap. VI. De la Ley. 1 ; 55
Cap. VII. Del legislador. 61
Cap. VIII. Del pueblo . 69
Cap . IX . Continuacion d capi- '
tulo precedente . ' . : 73
Cap. X . Continuacion .
Cap . XI. De los diversos siste
· inas de legislacion ?
Cap . XII. Division de las leyes. 87
LIBRO TERCERO .
Cap . I. Del gobierno en general. 90
Cap. II. Del principio que cons- ;
tituye las diversas formas de
í gobierno . - 100
Cap. III. Division de los gobier .
nos . 105
Cap. IV . De la democracia . 108
Cap . V . De la aristocracia . ' 111
Cap. VI. De la monarquia .
Cap. VII. De los gobiernos misa .
tos. . 127
Cap . VIII. Que la misma fora .
246
ma de gobierno no es propia
para todos los paises,
Cap. IX . De las señales de un )
* buen gobierno. 139
Cap. X . Del abuso del gobieres ;
no y de su declinacion å dege
inerar . ' .
Cap . XI De la muerte del cuer
po politico . . : 148
Cap. XII. De quemediosseman
i tiene la autoridad soberana . 151
Cap. XIII. Cantinuacion . 153.
Cap. XIV . Continuacion . 156
Cap . XV. De los diputados o
* representantes. san 157
Cap . XVI. Que la institucion
del gobierno no es un contrato . 164
Cap. XVII. De la institucion
?". del gobierno. . i . : 467
Cap. XVIII. Medios, para pre. ..
venir las usurpaciones del go .
bierno . 169
DE LIBRO CUARTO.
Cap. I. Que la voluntad gene
ral es indestructible . i 174
Cap. II. De los sufragios ó votos. 178
Cap. III. De las elecciones. : 184
Cap. IV . De los comicios romanos. 188
247
Cap. V . Del tribunado . 208
Cap . VI. De la dictadura . 212
Cap . VII. De la censura . 218
Cap. VIII . De la rcligion civil. 221
Cap. IX . Conclusion . 243

FIN DE LA TABLA.
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