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VICERRECTORÍA DE INVESTIGACIÓN
(Aprobado: 09/12/2008: V-INVES/2008-328).
GUÍAS DE ESTUDIO:
DISPOSITIVO DIDÁCTICO DE
INICIACIÓN A LA CONSTRUCCIÓN
AUTÓNOMA DE CONOCIMIENTO
( Transposición Didáctica y de
Autorregulación de
aprendizajes)
2
ANÁLISIS Y PRODUCCIÓN DE GUÍAS DE
ESTUDIO PARA LIBROS DE MERCADO
- DESDE LA NOCIÓN DE TRANSPOSICIÓN DIDÁCTICA Y DE
AUTORREGULACIÓN DE LOS APRENDIZAJES –
(FREIRE, P.)
3
INTRODUCCIÓN
En esta investigación sometemos a revisión cierta concepción del trabajo didáctico que
realiza la UNED. El proyecto de investigación que la enmarca, en términos generales,
conceptúa que para hablar de lo didáctico se debe responder, en razón del saber
práctico que invoca el término, a interrogantes que emanan, necesariamente, de la
realidad de los estudiantes; esta es una primera dimensión en nuestro enfoque
investigativo. El criterio de verdad de lo didáctico en esta investigación, busca en las
competencias cognitivas y socio-lingüísticas de los estudiantes, la prueba que lo avale.
Los estudios sobre los perfiles (de entrada y salida) de los estudiantes, como aspecto
central para validar la calidad de nuestra enseñanza, serán garantes del éxito efectivo
de nuestras propuestas didácticas. Y, contrariamente, en tanto la referencia a los
estudiantes esté ausente, no hay forma segura de validar nuestros modelos
pedagógicos.
1
Una consecuencia, por ejemplo, de esta provisionalidad estriba en que no existen investigaciones –
estrictamente hablando- de Guías de estudio que nos sirva de antecedente para acometer el estudio
con base en ellas.
2
Ver: Capítulo I de este informe de investigación y el ANEXO GENERAL I, para observar las estadísticas
aludidas, tanto en lo que se refiere a las Guías de estudio como al panorama general de producción de
materiales didácticos de la UNED en los últimos años (específicamente desde el 2005-2009).
4
gráfico de la Guía de estudio; el hecho de que dicho tratamiento se aplique a una
versión indefinidamente provisional, hace las Guías de estudio sean reproducidas
mediante un “tiraje rápido3”, de suyo, valga la tautología, “provisional”.
3
El fenómeno de “tiraje rápido” no es contradictorio con la concepción de producción de Guías de
estudio que manejamos en este informe de investigación; es connatural a ella. Sostenemos que todo
material didáctico (en tanto texto-tutor) debe estar en esa dinámica de provisionalidad propio –por lo
demás- de una práctica constructivista de prueba de su eficacia didáctica, en los términos en que lo
determina las condiciones de su eficacia dentro de los ambientes de enseñanza-aprendizaje. Si cabe
alguna crítica al problema de provisionalidad, aplicada al caso de las Guías de estudio, es la llamada a no
auto-engañarnos haciendo que tal provisionalidad derive en banalización del saber-experto, como bien
nos advierte la Teoría de la Transposición Didáctica (Chevallard, 2000).
4
En opinión crítica a la escuela francesa de Matemáticas Ruiz señala que ésta presenta un sesgo
marcadamente estructuralista en la organización de los conocimientos, pero rescata que el lugar que le
5
remite a los cambios o transposiciones que exige un conocimiento científico para ser
llevado a los ambientes de enseñanza/aprendizaje correspondientes. El problema de
la transposición queda bien resumido en la siguiente cita de Ruiz, a propósito de la
diferencia básica entre el saber experto y el de la enseñanza:
Como hipótesis central de trabajo debemos agregar que así como el saber experto en
sus orígenes es sincrético (en términos de Chevallard, 2000) la forma que asume en la
enseñanza ese saber, según nuestra propuesta, no puede ser sino, estratégicamente,
reconstruido en términos idiosincráticos. En estos términos entendemos la propuesta
de Chevallard cuando afirma que el trabajo de Transposición Didáctica tiene un
núcleo antropológico fundamental (ver reseña de esta teoría como ANEXO de
Vocabulario básico, al final de esta obra).
reserva a la didáctica como saber le hace responsable de su acción, en términos directos con los saberes
expertos. Esto, insinúa la posibilidad de construir una didáctica general de las ciencias, desde las
didácticas científicas particulares, según la opinión de estos expertos y en eso consistiría la ingeniería de
lo didáctico. Ruiz y otros (2006, 7-29) La escuela francesa de didáctica de las matemáticas y la
construcción de una nueva disciplina científica. En: Cuadernos de Investigación y Formación en
Educación Matemática. Año 1/ N 2/ Dic. 2006. Centro de Investigaciones Matemáticas y Meta-
matemáticas. Universidad de Costa Rica. San José, Costa Rica.
5
Tal es el caso de la aplicación de la regla básica de la Matemática, según la cual antes de abordar la
división deberán manejarse solventemente otras unidades anteriores como son la adición o la
sustracción; a esta decisión didáctica, que opera bajo el concepto de cronogénesis del saber, pasa a ser
avalada, como un protocolo de dicho saber experto, por la comunidad de investigación matemática y de
ese modo se autoriza pasar (transponerla) en la didáctica tradicional de la enseñanza matemática; del
mismo modo operan ciertos protocolos de presentación de la información matemática, como lo son:
definición-teorema-prueba-ejemplos y aplicación, etcétera (Ruiz: 2006, 64).
6
matemático denominada división) en un objeto de enseñanza matemática; o bien, la
traslación de conocimientos científicos a conocimientos escolares…de esta forma su
objeto de estudio es el saber y las transformaciones que sufre este saber, desde su
origen, hasta su puesta en práctica en la sociedad” (De Faria: 2006, 36). La
transposición didáctica, como ciencia, es una ciencia social porque tiene por objeto el
medio cultural (ambientes de enseñanza-aprendizaje) en que se dan las relaciones de
enseñanza aprendizaje (Ruiz: 2006, 62-63).
6
Por ejemplo, estudian la falta de congruencia entre el funcionamiento del pensamiento matemático en
la escuela y en esferas extraescolares de prácticas tales como la administración del hogar, la crianza de
los niños y las prácticas laborales (Sierpinska y Lerman: 1996. Citado por, Ruiz: 2006, 60).
7
El problema que emerge en la NOOSFERA (espacio de mediadores entre saber-experto y saber a-
enseñar) es de carácter político y consiste en que tanto el Estado como empresarios privados son
quienes financian el saber-experto según intereses incoados en los contenidos científicos promovidos.
La sociedad presiona para que los saberes relacionados con los procesos productivos sean introducidos
en el sistema educativo. Por ejemplo si evoluciona la utilización de tecnologías de la información, la
transposición tecnológica también es impulsada por la sociedad como un todo. Más específicamente, los
saberes expertos al ser transpuestos corren el peligro de aumentar, por ejemplo, las brechas sociales
7
Esta Figura 1 deja ver como una de las finalidades primordiales de la Teoría de
Transposición Didáctica estriba en señalar –como parte de la función didáctica- a los
docentes (enseñantes) cuando hay una brecha entre el saber disciplinario y el saber
enseñado y que implicaciones tiene esa distancia para la relación entre saber-experto
y saber-a-enseñar:
Algunos de los problemas que estos equipos deben deliberar, en esta labor de control
de estos dos tipos de saberes (el experto y el saber a enseñar), son: ¿qué de este
saber es transposicionable?, o ¿todo él es escolarizable?, ¿qué de lo
transposicionable fue designado por el saber-experto como tal? ¿Existe algún experto
que nos ayude a clarificar lo designado para escolarizar? Y, emerge, sobre todo, la
interrogante ineludible: ¿de qué forma se puede hacer la transposición de modo fiel al
saber referenciado (no quedar presos de la obsolescencia en muy corto plazo) y de
toda vez que en tanto tales las reproducen. Los estudiantes van a saber mucho de algo que está muy
promovido como buen negocio para los promotores económicos del saber experto. En este sentido el
lineamiento general de la educación pública superior costarricense subrayaría que lo que se transpone,
según un modelo pedagógico inclusivo, debería ayudar a desarrollar a todos los sectores sociales y no
sólo a uno de ellos. También dependerá del modelo pedagógico y de los lineamientos ético-culturales de
la Noosfera particular, que el saber científico adoptado no sea utilizado para fines destructivos del
ambiente, del desarrollo equitativo, o de la promoción de la guerra entre países, etc. A no dudarlo, la
UNED –en tanto institución benemérita de la educación y la cultura- se origina y desarrolla dentro de los
parámetros de educación superior pública que suscribe estos lineamientos de transposición inclusiva.
8
Esto es denominado por Chevallard “ilusión de transparencia” debida a la ausencia de una duda
sistemática (vigilancia epistemológica en el quehacer enseñante). El objeto cuya enseñanza se
proyectaba, no ha sido enseñado; ha sido cambiado por otro. La Transposición Didáctica ofrece aquí el
servicio de ser una herramienta epistemológica que permite ver la historia (cómo se originó el saber) y
el contexto de su desarrollo: la consciencia didáctica para el autor consiste en no abstenerse de enseñar
los contenidos fundamentales, según una adecuada transposición.
8
modo fiel al saber-a-enseñar mejor probado en fidelidad a las necesidades del
ambiente de enseñanza-aprendizaje particular (no caer en la banalización del saber
experto durante el ejercicio enseñante).
Una de las razones que la Teoría de Transposición Didáctica argumenta para justificar
su necesidad estriba en que los sistemas de enseñanza tienden a envejecer, en un
sentido biológico (obsolescencia) y el síntoma mayor de este envejecimiento es la
brecha que se va abriendo entre el saber sabio (experto) y el saber enseñado
(tutorial). No por alguna maldad intrínseca del sistema didáctico es que el saber que
llega al aula dista mucho del saber de punta en un campo del conocimiento. El sentido
de envejecimiento de la enseñanza tiene relación, directa e indirecta, con los cambios
sociales generales de los cuales la escuela más que protagonista suele ser tributaria:
este caso es el que denuncia, por parte de la sociedad, la trivialización de la
enseñanza; ese caer los enseñantes en la banalización del saber experto.
9
La alusión a ANEXOS GENERALES proviene de que cada capítulo del informe (C I-IV) es acompañado por
ANEXOS colocados al final del conjunto de todos los capítulos, mientras que otros Anexos Particulares,
figuran inmediatamente del contenido de esos capítulos y desarrollan rúbricas para detallar asuntos que
resulta innecesario incorporar en el cuerpo del tema. Tanto los ANEXOS GENERALES como los Anexos
Particulares ofrecen insumos para una ingeniería didáctica que aplica la Teoría de Transposición
Didáctica. Nos hemos concentrado, especialmente, en conceptos de esta teoría cultivados por autores
pertenecientes a la Escuela de Matemática y Meta-matemática de las universidades públicas
costarricenses (ver en bibliografía de esta Introducción una referencia de la SERIE: Cuadernos de
Matemática).
9
intermedios y altos. La respuesta obtenida tiende a ratificar dudas sobre la formación
ofrecida a partir de la didáctica practicada vía materiales didácticos, en general.
10
Como los capítulos anteriores éste se acompaña de un insumo complementario: un
VOCABULARIO básico con la conceptualización más atinente a la producción de
materiales didácticos, para un sistema de Educación a Distancia. Dicho vocabulario
fue construido con lo aportes de expertos en la Teoría de Transposición Didáctica. El
VOCABULARIO resume lo básico de dicha teoría y detalla cierto lenguaje técnico que
han elaborado sus inventores, de forma que sirva para que los productores
académicos puedan apropiarse del contenido fundamental, independientemente del
soporte tecnológico desde el cual trabajen.
El temor ante estos datos (ver Capítulo 1) y del esquema demandante de lo didáctico
por parte del estudiantado es doble porque, por una parte, traiciona la naturaleza
misma de lo didáctico definido éste como dispositivo de iniciación básico al estudio
independiente que permita abrirle al estudiante puertas para los niveles intermedios y
altos. Y, en segundo lugar, porque abre un abanico de dudas subsiguientes entorno
del tratamiento propiamente didáctico de los materiales que venimos produciendo en
la UNED.
Tanto para un temor como para el otro vemos de urgente necesidad que medien
mecanismos sistemáticos de validación de lo producido, en el contexto de los cursos y
sustentando sus fundamentos mediante enfoques teórico-metodológicos explícitos y
variados. Los documentos institucionales aprobados, tales como el de Modelos
Pedagógicos entre otros, invitan a esta línea de trabajo académico. En términos de
Pablo Freire, aspiramos a un retorno de unidad fundamental entre teoría y práctica
académica intrínseca a una acción educativa consciente:
10
Freire P. (1997, 47) Pedagogía de la autonomía. Ediciones Siglo XXI. Madrid. España.
11
BIBLIOGRAFIA
1. Chevallard, Y. (2000). Transposición Didáctica: Del saber sabio al saber
enseñado. Ediciones AIQUÉ. Buenos Aires. Argentina.
2. Freire, P. (2006). Cartas a quien pretende enseñar. Ediciones SIGLO XXI.
Madrid. España.
3. Freire P. (1997) Pedagogía de la autonomía. Ediciones Siglo XXI. Madrid.
España.
4. Ruiz y otros (2006) La escuela francesa de didáctica de las matemáticas y la
construcción de una nueva disciplina científica. En: Cuadernos de Investigación
y Formación en Educación Matemática. Año 1/ N 2/ Dic. 2006. Centro de
Investigaciones Matemáticas y Meta-matemáticas. Universidad de Costa Rica.
San José, Costa Rica.
12
INTRODUCCIÓN
BIBLIOGRAFIA 122
CAPÍTULO I
BIBLIOGRAFIA.................................................................................................................................................... 577
CAPÍTULO II
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................................................... 61
BIBLIOGRAFÍA.................................................................................................................................................... 112
CAPÍTULO III
BIBLIOGRAFÍA.................................................................................................................................................. 1655
14
CAPITULO IV
BIBLIOGRAFÍA.................................................................................................................................................... 188
BIBLIOGRAFÍA.................................................................................................................................................... 215
BIBLIOGRAFÍA.................................................................................................................................................. 2155
BIBLIOGRAFÍA.................................................................................................................................................... 237
BIBLIOGRAFÍA.................................................................................................................................................... 258
15
CAPÍTULO I
(M. Lipman)
16
CAPÍTULO I
Introducción
17
LISTA DE TABLAS Y GRÁFICOS
Cuadro 1: Guías de estudio producidas en UNED (2005-2009, Abril)
Cuadro 4: Cantidad de respuestas de los estudiantes por pregunta para cada uno
de los materiales didácticos en validación (GEPLM: 2009)
18
INTRODUCCIÓN
Dentro de este marco se parte –para ser fieles teóricamente- de un enfoque disciplinario
particular sin pretender quedarse ahí, sino que presume la estrategia de ir consolidando, bajo un
enfoque didáctico general progresivamente sostenible y11 realistamente acumulativo, la
información suficiente para construir una didáctica general configurada a partir de didácticas
particulares, mono-disciplinarias, con aspiraciones multi y trans disciplinarias.
Nuestra investigación sobre Guías de estudio debe crear un parámetro de lo didáctico que sea
característico del sistema de Educación a Distancia. También quiere ser capaz de mostrar en
éste los rasgos didácticos propios de la modalidad educativa de la UNED, como una tarea de
sustento crítico. Vamos tras aquellos aspectos que podamos denominar típicos del modelo de
enseñanza superior promovidos en la UNED y que –superficialmente visto- se presume como un
bien consolidado. Invitamos a esperar a los resultados de la investigación progresiva para
determinar qué tanto bien hace ese bien simbólico, ciertamente consolidado.
11
Consideramos que la relación directa entre la visión didáctica de Chevallard (2000) con nuestros
objetivos de la investigación, permite corroborar –mediante validación- los criterios didácticos generales
que priman en la UNED y que nos permitirán explorar aquellos rasgos didácticos que son especialmente
atinentes a la producción de Guías de estudio, dentro de los límites de una teoría general que exige un
seguimiento consistente y sostenido.
19
No consideramos suficiente el recurrir a otros estudios para identificar las características del
trabajo didáctico heredado, sin un compromiso directo con el sondeo en materiales didácticos
existentes. La búsqueda de lo propio en materia didáctica, si se entiende por tal la pertinencia
de esos rasgos para el caso de las Guías de estudio de libros de mercado, podría permitirnos
confirmar o no los resultados de otros estudios que tomemos como punto de referencia,
aunque en el campo de la investigación de Guías de estudio, el terreno se muestra francamente
estéril. Podemos decir que no hay ninguna investigación anterior –estrictamente dicho- sobre
las Guías de estudio para libros de mercado, en la UNED, después de más de tres décadas de
trabajo institucional.
Total de Guías de
estudio: (Años:
2005-2009,
Abril).
2005 40
2006 21
2007 38
2008 34
12
2009 10
12
Cantidad registrada al 1 de Abril 2009. Aunque en el mes de Octubre 2009 tuvimos acceso a la
totalidad de materiales didácticos producidos en PROMADE durante todo el año 2009, la actualización
de los datos resultó innecesaria ya que el mecanismo bianual de acomodación de los datos (ver Gráfico
1), por parte nuestra, exigiría visualizar las tendencias fuertes contando con los datos del año 2 010, lo
cual es imposible.
20
Aunque el año 2005 es el que reporta mayor cantidad de producción de Guías de estudio en la
UNED, vemos que el número de ellas se mantiene por encima de treinta durante todos los
años que fueron investigados, completamente.
Las Guías de estudio producidas durante estos últimos años en la UNED, si atendemos a la
instancia institucional que las reproduce, muestran ser materiales didácticos marcados por
cierta “provisionalidad”; es decir, se trata de un tipo de material didáctico que no tiene como
destino –transcurrida la fase de producción académica- la Dirección Editorial UNED (EUNED)
sino la Dirección de Distribución de Materiales (DIDIMA). En el cuadro siguiente se observa el
destino editorial que tienen las Guías de estudio, distinguiendo los datos por escuelas.
Entregadas en Entregadas
versión en versión
preliminar a final a
DIDIMA EUNED
ECA 51 1
ECE 17 2
ECEN 14 2
ECSH 35 1
El hecho de que las Guías de estudio producidas en la UNED durante los últimos años sean
enviadas a DIDIMA mayoritariamente y no a la EUNED al finalizar su etapa de producción
académica tiene directa relación con dos aspectos prácticos dentro del quehacer de la UNED:
* Usualmente los plazos para la entrega de estos materiales suelen ser tan cortos (en
relación con otros como las Unidades Didácticas)13 que no ha sido posible para la instancia de
producción de materiales didácticos escritos (PROMAI o PROMADE) el conseguir una versión
de mejores acabados editoriales que permita una presentación con todos los requisitos
formales solicitados por la EUNED.
13
Se han conocido casos de solicitud de producción de Guías de estudio para realizar en un plazo de un
mes, en comparación se maneja que la producción promedio de una Unidad Didáctica puede tomar
dieciocho (18) meses plazo. Este dato, bastante realista, fue reportado y ha sido corroborado desde los
orígenes de la UNED: Ver, Dirección de Producción Académica (1981, 4) Estudio sobre el proceso de
producción de unidades didácticas. Oficina de Unidades Didácticas. Sabanilla de Montes de Oca. San
José. Costa Rica.
21
demanda de ciertos contenidos para una de las asignaturas de carreras propias o de otras
cátedras. En consecuencia, si el libro de mercado suele ser manejado como una fuente de
información “mientras tanto” se produce un material didáctico propio, en términos generales,
la importancia de dicho material puede ser tomada a la ligera. Nos parece que, por ejemplo,
un hecho decisivo apunta en esta dirección. Para realizar esta investigación requeríamos de
localizar Guías de estudio en fase de validación y tal cosa simplemente no existe. Es decir, que
la provisionalidad que avizoramos sí ha tenido consecuencias para una relativización de la
importancia de este recurso educativo.
Se entiende entonces que bajo este marco institucional las características, por ejemplo, de
tratamiento gráfico de una Guía de estudio, no representan una central preocupación y por
consiguiente la instancia de producción de materiales, ha convenido con las cátedras un
mecanismo de “tiraje rápido” (reprografía o fotocopiado) que sigue subrayando la
provisionalidad señalada.
ECA 27 25 0
ECE 10 9 0
ECEN 6 8 2
ECSH 15 18 3
El gráfico 1 permite visualizar lo señalado arriba. Notamos que la ECA y la ECEN están en
extremos opuestos respecto del uso de este recurso didáctico y que la ECSH refleja un
crecimiento regular.
La demanda es entonces sostenida y creciente y tal situación justifica una adecuada ubicación
de la importancia de las Guías de estudio en el contexto de las asignaturas de la UNED. No se
puede soslayar que existe un vacío histórico en la investigación de las Guías de estudio en la
UNED y al buscar llenarlo de la mejor forma, nos vemos en la necesidad de llamar la atención
sobre falta de prácticas de validación de su eficacia
22
Gráfico 1: GEPLM de UNED (2005-2009. Abril)14
30
25
20 ECA
15 ECE
10 ECEN
5 ECSH
0
2005-6 2007-8 2009
Un dato adicional que nos permitimos señalar en el anterior Gráfico 1 es que mientras que el
crecimiento de solicitud de Guías de estudio es sostenido y creciente, no ocurre lo mismo con
otros materiales didácticos: por ejemplo, en el año 2008 –según el informe de PROMAI- los
números relacionados con producción de materiales en general –excluyendo las Guías de
estudio- presentaba un número inferior del representado por el número de Guías de estudio; en
concreto, mientras que el número de Guías de estudio ascendía a treinta y cuatro (34), el del
resto de materiales didácticos, en conjunto, llegaba apenas a treinta15(30).
Consideramos, de entrada, que los criterios de análisis y de producción que han primado en la
tarea de hacer Guías de estudio, no son –sustantivamente- distintos de los que se han aplicado
en la producción de otros materiales propios de la UNED, como son –específicamente- las
denominadas Unidades Didácticas. Eso, de cierto modo general, nos autoriza a utilizar los
resultados de validaciones de materiales didácticos cuyos aspectos resulten aplicables a las
características didácticas de las Guías de estudio.
¿Por qué no utilizar directamente resultados de validación de Guías de estudio para conocer la
opinión de los estudiantes respecto de las características didácticas de estos materiales?16
Simplemente, porque no hallamos tal trabajo de validación en la historia de la UNED, ni en
registros ni en archivos antiguos; tal parece entonces que la intención de establecer alguna
respuesta a la pregunta sobre cuál sea la situación del estudiante respecto de la didáctica
14
Permítasenos dos comentarios sobre el método: En primer lugar los datos fueron cruzados por dos
fuentes: Archivos de PROMADE y oferta de cursos durante los años señalados. De la primera fuente
hubo que depurar los datos por la mezcla de información (incluyendo –sin clasificar aparte- la
información del CONED) y para evitar datos sobrepuestos (en casos en que el nombre de la asignatura
no se correspondía con el título de la GEPLM) cruzamos los datos con la oferta anual correspondiente en
la UNED. Con las fuentes consultadas se logra una aproximación general – confiable- del número de
Guías de estudio para libros de mercado (GEPLM) que se demandan por Escuela siguiendo la tendencia
de los últimos cuatro años: como se deriva de la información la Escuela de Ciencias de la Administración
destaca notablemente en el uso de este recurso.
15
Arroyo F. (2008) Informe de labores del PROMAI: Unidades didácticas, Guías de estudio, Antologías y
Materiales Complementarios. PROMAI. Vicerrectoría Académica. Sabanilla de Montes de Oca. San José.
Costa Rica.
16
Venimos manejando como hipotéticamente explicativo de este fenómeno el carácter de provisionalidad
con que está marcada desde su origen la producción de las Guías de estudio en la UNED.
23
aplicada mediante las Guías de estudio en la UNED, la hemos de buscar indirectamente; esto es,
en otros materiales didácticos de la UNED –en cuya práctica de saber didáctico- debidamente
validada, reposen parámetros propios (típicos de la UNED). En consecuencia, la didáctica
institucionalizada consideramos que está presente en las Guías de estudio del mismo modo que
está en dos unidades didácticas de reciente producción: La primera de ellas (Introducción a la
Educación Comparada: EC) y la segunda (La vida que enseña: Nociones de Educación
Permanente: EP); ambas son materiales didácticos hechos por autores de reconocida trayectoria
en sus respectivos campos,17 y dichas obras han recibido sendos avales en los campos de la
especialidad.
Ambas obras fueron elegidas siguiendo dos criterios: por una parte, en vista del tratamiento del
tema de lo didáctico que exponen; o sea, que se trata de obras que describen y explican el
fenómeno didáctico por sus contenidos y -además- porque, tanto los diseños de la validación
así como la sistematización de los resultados de la mismas, fueron dados a nuestro encargo por
parte de la cátedra respectiva18. El trabajo nos permitió una comparación entre ambas obras,
que sirve a los propósitos de comprobar la percepción que los estudiantes tienen de las
principales variables didácticas de dichos materiales.
Además, tomamos estas dos obras a analizar –desde el punto de vista de sus contenidos-
porque pueden catalogarse como materiales didácticos ubicados en extremos opuestos de
complejidad: ambas han problematizado, desde el tema de la didáctica, dos problemas distintos;
la primera (EC) ofrece la metodología básica y la discusión fundamental del problema de la
comparación en Educación y la segunda (EP) abre una panorámica conceptual entorno de lo que
considera nociones esenciales de la Educación Permanente. Los destinatarios de ambas obras
son también diferentes: una de ellas (EC) es una obra pensada para estudiantes avanzados que
se acercan a buscar temas de investigación para realizar sus tesis o proyectos de investigación,
mientras que la otra (EP) se dirige al estudiante inicial típico de reciente ingreso en la UNED,
quien prácticamente no requeriría ningún conocimiento previo especial para enfrentar el texto;
17
La autora de la obra (2006) La vida que enseña funge actualmente como Vicerrectora de Investigación
de la UNED y es autora, además, de la Unidad Didáctica sobre la enseñanza (2002) La didáctica:
concepciones y aplicaciones. EUNED. San José. Costa Rica. El autor de (2008) Introducción a la educación
comparada, es el Prof. Carlos Olivera Lahore, de reconocido prestigio internacional por su propuesta de
investigación desde un modelo de teoría de sistema denominado de cibernética social. En el primer caso
fungió como especialista la Profesora Ingrid Porras Jiménez y en el segundo se contó con el aporte
experto de la Profesora Jacqueline García Fallas.
18
Se trata de la Cátedra de Educación para el Desarrollo, coordinada por la Profesora Margarita Jiménez
Romero. Esta cátedra incluye los dos cursos, como parte de asignaturas de servicio a otra serie de carreras
dentro de la UNED. Es decir, los cursos responden a lo que en la jerga institucional se denomina cursos de
servicio. Este factor también es muy significativo para la investigación en vista de que este tipo de cursos
suelen ser especialmente pertinentes para la oferta de asignaturas con base en libros de mercado, los que
–por definición- requieren de las Guías de estudio, para su puesta en servicio. De hecho, una idea
dialogada con la Profesora Jiménez es que el concepto de curso de servicio está ligado a la posibilidad de
que cada curso ofrecido a una carrera en la UNED mediante libros de mercado, podría acompañarse con
una Guía de estudio particular, independientemente de que se esté utilizando el mismo libro de mercado.
Para la sistematización de los datos de la validación contamos con el apoyo estadístico del Sr. Felipe
Sotela.
24
se trata de una obra de estructura y lenguaje sumamente llano y directo, a diferencia de la
primera caracterizada por un discurso más dirigido al ámbito de la investigación.
La selección de las dos obras procura, según puede evidenciarse, un trabajo intencionado de
contrastación entre lo que podríamos denominar la didáctica inicial vrs la didáctica avanzada en
la UNED y se rastrea, con los estudiantes mediante las mismas preguntas para ambas obras,
tratando de identificar la percepción de dificultad que presentan dichas obras en ámbitos de
contenido, metodología, evaluación y objetivos. Los resultados, en cada uno de los rubros
citados, arrojaron tendencias sobre la presencia de cierta didáctica en la mediación textual que
hacemos en la UNED.
2.1. ¿Cómo dos obras de la UNED nos permiten indagar aspectos didácticos? 19
En la obra de EC el autor (Olivera Lahore) acepta rediseñar su obra para la UNED después de
dos décadas de la primera edición. Y realiza una concienzuda renovación del texto proponiendo
una ingeniería de la comparación en Educación; óptima para la investigación de experiencias e
instituciones educativas y dirigida –según la solicitud de la Cátedra de Educación para el
Desarrollo- a administradores de la Educación. La otra obra (EP) representa un esfuerzo creativo
por dar fundamentos teóricos y metodológicos a lo que actualmente se denomina “Educación
durante la vida”; es decir, sobre los principios educacionales que la autora considera
fundamentales porque establecen una base esencial formativa continua que marca el desarrollo
educativo en determinada dirección: este texto hace además un creativo enlace con un material
complementario20 que remite a la experiencia de aprendizaje por parte de un grupo de mujeres
organizadas en la Isla de Chira (Golfo de Nicoya, Costa Rica).
Las dos obras sirven, a no dudarlo, como referente que necesitamos para pensar las
características didácticas de la UNED y propician la respuesta que necesitamos a propósito de la
pregunta sobre qué caracteriza lo didáctico en la UNED según la percepción estudiantil. Aún
cuando estas dos obras no son Guías de estudio como hemos explicado atrás, el supuesto
principal es que este ejercicio de sistematización nos permita identificar el estado de la didáctica
para las Guías de estudio al observar cierto patrón (en tratamientos de contenido, de forma y
19
Las Unidades Didácticas tomadas para la muestra pertenecen a la Cátedra de Educación para el
Desarrollo y son elegidas, además, porque son ofrecidas en calidad de cursos de servicio. Este aspecto es
esencial en la estrategia de producción de Guías de estudio ya que dichas Guías constituyen herramientas
que podrían programarse, de modo diferenciado, sirviendo especialmente a determinadas cátedras (en
función de sus necesidades curriculares particulares) aún cuando el texto de mercado sea el mismo.
Hemos detectado que éste es uno de los aspectos pedagógicos fuertes por los cuales una cátedra puede
optar por diseñar una Guía de estudio y no otro instrumento. Ver: Méndez-E. V.H. y otros (2001, Agosto)
Cursos de servicio de Matemáticas en las UNED: factores que influyen en el rendimiento de los estudiantes.
CEMPA. Vicerrectoría Académica. Sabanilla de Montes de Oca. San José. Costa Rica.
20
En la UNED es denominado material complementario a un tipo de material didáctico menor que sirve de
referencia –porque aplica principios de otro material didáctico mayor- en términos de reforzamiento
(anclaje didáctico) de los contenidos de la obra mayor. En el caso de la unidad didáctica sobre educación
permanente, nos concentramos en la validación de la obra principal y dejamos la obra menor
(complementaria) porque su información no agregaba ningún elemento adicional al ejercicio de validación
diseñado para los efectos de esta investigación con la obra principal. Un ejemplo de material
complementario característico es el que acompaña la unidad didáctica, de Herrera y Urbina (2008) Nuevo
Mundo: español como segunda lengua (nivel 1). EUNED. San José. Costa Rica.
25
de recursos metodológicos de apoyo y de auto-evaluación) en las dos obras didácticas que
tomamos como fuente de indagación empírica.
Sometimos a validación (en dos períodos distintos la obra EC y en una ocasión la obra EP)21 con
los estudiantes y se llevaron a revisión los siguientes aspectos: Valoración de la obra en relación
con los contenidos, en relación con la metodología (especialmente la diagramación), con los
recursos didácticos (resúmenes y ejercicios), en la articulación temas desarrollados y objetivos y
en cuanto a la evaluación de los aprendizajes. La Unidad Didáctica titulada EC (con un valor de
tres créditos académicos) está destinada como texto de estudio para alumnos de Licenciatura de
las carreras de Educación, en particular de quienes desempeñan puestos de responsabilidad
administrativa en instituciones de enseñanza y EP (Nociones de Educación Permanente, con un
valor de dos créditos académicos) representa una obra básica general, accesible a cualquier
estudiante de nivel inicial, intermedio o avanzado, de la UNED, situado en cualquiera de las
carreras de Educación.
Se buscó–en general- obtener resultados que confirmaran o no si lo que se señala como ideal
didáctico para todos los materiales didácticos, también es aplicable a las Guías de Estudio: el
propósito es tomarlo en cuenta en términos de generar una propuesta de análisis y producción
de Guías de estudio para libros de mercado en la UNED.
Teniendo presente que se trata de una consulta a los estudiantes y no a expertos en las
disciplinas, las preguntas fueron muy generales. Las primeras cinco preguntas son de tipo escala
cuantitativa y la sexta es de respuesta cualitativa. La intención fue corroborar los datos de las
cinco primeras preguntas con las respuestas de la última interrogante. En las primeras cinco
preguntas se indaga sobre la calidad de un determinado aspecto de los textos (claridad de las
ideas, por ejemplo) y se le ofrece al estudiante la posibilidad de responder: a-bastante/b-más o
menos/c-muy poco.
21
El primer proceso de validación se realizó en el año 2006 (obra Educación Permanente) y en este
mismo año se realizó la primera validación de la obra Introducción a la Educación Comparada. En el año
2007 se realizó la segunda validación de la Introducción a la Educación Comparada.
26
Cuadro 4: Cantidad de respuestas de los estudiantes por pregunta para cada uno de los
materiales didácticos en validación (GEPLM: 2009).
(*) Así como está expuesta la información de esta unidad didáctica se me facilita comprender
las ideas que el autor expuso: a-bastante/b-más o menos/c-muy poco.
(***) Las actividades, resúmenes y ejercicios de autoevaluación que aparecen en esta unidad
didáctica se presentan de forma clara de modo que he comprendido lo que ahí se expresa: a-
bastante/b-más o menos/c-muy poco.
(****) Con este material se construirán los instrumentos de evaluación del curso: ¿cree usted
que con base en él pueda evaluarse aprendizajes importantes de la disciplina? a-bastante/b-más
o menos/c-muy poco.
(*****) Los objetivos que guían esta unidad didáctica, ¿orientan bien las ideas expuestas en el
desarrollo de los temas? a-bastante/b-más o menos/c-muy poco.
Seguidamente procedemos a presentar –agrupadas- las respuestas ofrecidas para cada una de
las preguntas, con el fin de visualizar, en los dos materiales didácticos, la presencia de alguna
tendencia fuerte, reveladora de consistencia en los datos específicos.
A continuación se ven las respuestas a las cinco preguntas, coloreando en lo que toca al texto EP
(Educación Permanente) en tono de azul y lo referido a los datos de EC (Educación Comparada)
de color verde. Los datos se ofrecen porcentualmente, por ende son comparables, aunque el
número absoluto de instrumentos es distinto: una validación estimó casi el doble de
instrumentos respecto de la otra (278 y 171, respectivamente). Los números romanos indican
de cual pregunta se trata, en el orden consecutivo que presentamos arriba (ver Tabla 4).
27
Gráfico 2: Tendencias de aceptación favorable (bastante) a la didáctica en cada una
de las obras.
Este es el gráfico que recoge el mayor porcentaje de información y permite visualizar –en
términos faciales- que las respuestas favorables a la didáctica de la UNED acumularon valores
mayores, respecto de las respuestas desfavorables.
El carácter “facial” de esta información se refiere a que podríamos tomarla por cierta sin mayor
reflexión y en consecuencia nos veríamos “celebrando” superficialmente la supuesta óptima
aceptación de nuestra didáctica; pero, esta verdad podría ser engañosa, precisamente, porque
renuncia a auscultar qué hay detrás del “maquillaje”.
Comparativamente en este gráfico se nos muestra una aceptación alta de la didáctica aplicada
en la obra EP (Educación Permanente) y –comparativamente- más baja en la didáctica aplicada
en la obra EC (Educación Comparada).
Esta es la constante que podemos visualizar al mirar como la barra celeste (de EP) siempre tiene
porcentajes más altos que la barra de EC (barra verde), a pesar de que en el segundo caso se
realizaron dos momentos de validación para confirmar la tendencia (el número de instrumentos
en EP quedó en una cantidad casi del 50% respecto del número de instrumentos de EC).
En el caso de la primera pregunta (comprensión de las ideas) la brecha didáctica se abre más
entre ambas obras y en el caso de la respuesta cinco (relación objetivos-temas) es en la que la
brecha didáctica se cierra más.
Podríamos deducir de estos datos que el estudiantado ha asimilado mejor –en ambas obras-
esta relación entre objetivos y desarrollo temático (pregunta 5: relación objetivos-temas) que la
propuesta de presentación de ideas de las obras (pregunta 1).
Sin embargo, la relación íntima entre ambos aspectos requeriría de trabajos de más precisión
para profundizar este dato.
28
Gráfico 3: Tendencias de aceptación regular (más o menos) a la didáctica en cada
una de las obras.
En este tercer gráfico el caso de la primera pregunta (comprensión de las ideas) abre la brecha
didáctica y mantiene el mismo patrón de una mayor distancia que en el Gráfico 2. Y en el caso
de la respuesta segunda (aspectos de composición-diagramación) la brecha didáctica se cierra
más; es decir, que se observa una aceptación de estos aspectos en ambas obras (bajo los
términos regulares de “más o menos”) no obstante, tratarse de obras radicalmente diferentes
respecto del tratamiento gráfico de los temad; en EC privó un mayor trabajo en este aspecto.
Podríamos deducir de estos datos que el estudiantado ha asimilado mejor –en ambas obras- los
aspectos formales de diagramación (diagramas, gráficos e imágenes y, del tamaño de letra) que
la propuesta de enseñanza o de presentación de ideas.
El Gráfico 4 muestra las respuestas que permiten visualizar la tendencia a una baja calificación a
la didáctica de la UNED, por parte de los estudiantes. Coloreamos los datos de la unidad
didáctica EP (Educación Permanente) con el color azul y las respuestas de EC (Educación
Comparada) con el color rojo. Igual que en los casos anteriores remitimos los datos
porcentualmente, que permite comparar las dos obras.
29
Gráfico 4: Tendencias de aceptación baja (muy poco) a la didáctica en cada una de
las obras.
La información presentada en las barras rojas y azules relativas a la tercera pregunta (aspectos
didácticos) pasa a mostrar una brecha bastante más cerrada que el caso de la pregunta primera
(comprensión de las ideas) entre ambas obras, lo cual refuerza la lectura de que los aspectos de
tratamiento formal y didáctico gozan de más aceptación entre los estudiantes que lo
relacionado con la presentación de los contenidos en ambas obras.
La pregunta número seis de esta encuesta de validación planteaba lo siguiente: ¿qué le quitaría
y qué le agregaría a esta Unidad Didáctica para que fuera un mejor material para el auto-
aprendizaje? En el caso de la obra Educación Permanente, los siguientes son los principales
cambios que le harían.
30
Tabla 1: Respuestas a la pregunta sobre que le cambiaría (quitar/poner) al material didáctico
sobre Educación Comparada (GEPLM: 2009).
Más ejercicios: 36 alumnos de los 141 que llenaron la encuesta parcial o totalmente, especificaron que se deben
incorporar más ejercicios de autoevaluación.
Mas ejemplos y/o experiencias ilustrativas: 32 alumnos de los 141 que llenaron la encuesta parcial o totalmente,
escribieron que específicamente , lo que ocupa el texto es mas ejemplos y/o experiencias ilustrativas
Más extensión de los capítulos: 9 estudiantes especificaron sobre esto (relacionado con la necesidad de mejor
comprensión de ideas).
En el caso de la obra Educación Comparada, los siguientes serían los principales cambios que los
estudiantes introducirían en el material didáctico.
Claridad de diagramas, cuadros y/o esquemas: 104 estudiantes que llenaron total o parcialmente la encuesta se
refirieron de manera específica a esta situación.
Otros cambios 100 estudiantes se refirieron a otros cambios, (más de 26 sugerencias distintas entran en este
rubro, todas cabrían dentro del tema de tratamiento pedagógico y de contenidos.
Al comparar las respuestas en la pregunta numero seis para el caso de la obra EP (Educación
comparada) y EC (Educación Comparada) se destaca lo siguiente:
• Se nota afinidad entre el contenido de las respuestas a las preguntas (tipo escala) de carácter
cuantitativo y la cualitativa. Las respuestas cualitativas confirman los datos obtenidos en las
respuesta de orden cuantitativo.
22
Ver: AA.VV. (2009) Factores que inciden en el rendimiento académico y la permanencia de los
estudiantes de la UNED. INFORME FINAL. Setiembre. UNED. Vicerrectoría de Investigación. PROIFED. 50
pp.
31
En general, entonces, se confirma una percepción estudiantil de la didáctica mucho más
favorable al texto de Educación Permanente (EP) que al texto de Educación Comparada (EC). La
desagregación de respuestas en la pregunta número seis de la obra EC (Educación comparada)
mostró que muchos estudiantes apelan a que si tuvieran oportunidad le cambiarían el
vocabulario a EC.
Por parte nuestra, basta con mirar el abundante esfuerzo de escritura y graficación que realiza el
autor de la obra EC. para entender que el problema estriba más en la aplicación estudiantil a la
lectura que a una cuestión, estrictamente, de insuficiencia en la obra E.C. Por ejemplo en la obra
EC se ofrece un índice temático de gran ayuda para la comprensión cabal de los conceptos. En el
cuerpo de la obra se evidencia que el autor no desaprovechó oportunidad para ir explicitando el
contenido básico de los conceptos que manejó. No obstante, cabe tomar en cuenta que –desde
la perspectiva de la necesidad de Guías de estudio, en tanto instrumentos de transposición
didáctica, vale la pena tener en cuenta la opción de trabajar didácticamente la Unidad didáctica
E.C. con miras a una mejor asimilación de sus contenidos.
En el Gráfico 5 se recoge la información para visualizar las tendencias (con base en números
absolutos) de aceptación de la didáctica planteada con base en la reacción de los estudiantes a
los aspectos didácticos puestos en validación.
El Gráfico 6 recoge los resultados generales, según la muestra, para el caso de EC la segunda
obra validada. Aquí las respuestas a cada una de las preguntas hechas a los estudiantes,
retrata una situación globalmente distinta; hay que recordar que la diferencia estriba,
precisamente, en que EC es una obra de mayor complejidad en sus contenidos, en vista del
nivel académico programado.
32
Gráfico 6: Tendencias de aceptación de la didáctica aplicada en la obra Educación
Comparada.
Hasta aquí hemos sondeado en dos materiales típicos de la UNED aspectos didácticos puestos a
validación ante los estudiantes.
23
Ver: Méndez-Estrada y otros (2001) Cursos de servicio de Matemática en la UNED: factores que
influyen en el rendimiento académico de los estudiantes. Vicerrectoría Académica. Centro de
Investigación Académica. ECEN y Cátedra de Matemáticas UNED. Sabanilla de Montes de Oca. San José.
Costa Rica. Los denominados cursos de servicio son asignaturas que una cátedra ofrece a las demás
cátedras, de toda la universidad, que lo requieran. Y estos cursos son especialmente aptos para trabajar
con Guías de estudio, incluso innovando con Guías de estudio bajo soporte digital, como lo vienen
haciendo en la actualidad el Encargado de esta Cátedra y su equipo de tutores.
33
CONCLUSIÓN: ENTORNO DE LA CONSTRUCCIÓN DE LO DIDÁCTICO EN LA UNED
1. En términos generales, los aspectos sometidos a validación reflejan que los recursos
didácticos propios de la UNED le resultan familiares a los estudiantes, especialmente a los de
nivel inicial; en consecuencia, se constata que los aspectos didácticos aludidos en la encuesta de
validación tornaron bastante consolidado el esquema didáctico general, según los datos
recolectados. Además, no representó dificultad ninguna para los estudiantes el responder
directamente a lo que se le consultó24. Los conceptos didácticos contenidos en cada una de las
interrogantes que estructuraron la encuesta de validación fueron:
Comprensión de las ideas centrales de la obra: (*) Así como está expuesta la
información de esta unidad didáctica se me facilita comprender las ideas que el autor
expuso: a-bastante/b-más o menos/c-muy poco.
Las respuestas obtenidas al respecto permiten asegurar que la UNED ha alcanzado –por la
experiencia acumulada- un nivel alto de fijación didáctica con el estudiante de nivel inicial, no
obstante los resultados con obras de nivel académico más avanzado (obras de carácter más
investigativo dentro de la propuesta curriculares de carreras como son las representadas por la
obra Educación Comparada) no son tan contundentes los resultados, en términos comparativos
con la primera obra validada. Una duda razonable en este sentido consiste en preguntarnos si la
UNED ha consolidado, en los mismos términos en que lo ha hecho para obras iniciales, una
didáctica para obras de nivel avanzado. Y tendríamos que agregar una duda razonable sobre la
eficacia de una didáctica inicial que no conduzca solventemente hacia los niveles subsiguientes.
24
En los casos de las obras Educación Comparada (EC, con 278 instrumentos), y de Educación
Permanente (EP, con 141 instrumentos); es decir, de 430 boletas respondidas únicamente once
instrumentos fueron declarados como no viables para la sistematización, por lo que 411 instrumentos
fueron sistematizados en vista de las respuestas (completas y claras) que presentaron.
34
mediación didáctica respectiva. Se puede sospechar que tendencialmente bajaran los niveles de
satisfacción por el tratamiento didáctico, toda vez que se aumentó dicha complejidad en los
contenidos disciplinarios transpuestos.
• Podemos afirmar que los estudiantes (correspondientes) que validaron las obras, en el
contexto de los dos cursos, emiten dos datos propios de la didáctica de la UNED, según los
resultados: Por una parte, en el caso de la obra EC fue una constante que la pregunta
primera (comprensión de las ideas de la obra) y la tercera (aspectos gráficos) y en ocasiones
la cuarta (aspectos pedagógicos de la obra) recogieran un índice de rango “regular” (más o
menos) en sus respuestas. Es decir que la didáctica ahí aplicada –en opinión de los
estudiantes- no resulta lo bastante adecuada, sino más bien deficitaria. Por otra parte, lo
anterior significa que los estudiantes subrayaron su insatisfacción por los dos aspectos y si
sumáramos los datos (aunque pequeños) calificados en el rango de “baja” satisfacción se
pronuncia un declive de aceptación que casi llega al nivel del 50% (caso de pregunta 1,3 y
4).
• Podemos afirmar que los estudiantes (correspondientes) que validaron la obra en EP, en el
contexto del curso en que la matricularon, señalaron con todas sus respuestas que se
sentían bastante a gusto (más que en el caso de la obra EC) en todos los rubros en que
fueron interrogados. Aquí la didáctica aplicada les resultó funcional o familiar, a diferencia
del caso de la obra arriba citada.
• Los datos en esta investigación, permiten asegurar que los resultados atienden a las
percepciones de los estudiantes, basadas en los aspectos didácticos que pedimos revisaran.
Y, en vista de esas percepciones recibidas, podemos asegurar que el tratamiento didáctico
de la obra E.C. (en comparación con el de EP) es cualitativamente inferior.
35
Finalmente, en capítulos posteriores recurrimos a otras fuentes complementarias de
investigación, para afinar y confirmar aspectos característicos de lo didáctico en la UNED, a
partir de informaciones obtenidas de estudiantes y productores académicos, con el fin de ir
acotando, más precisamente, los rasgos distintivos de la didáctica-general que hemos
construido en el quehacer institucional de la UNED como sistema enseñante, en términos de
Chevallard (2000). Consideramos lo obtenido, hasta aquí, apenas introductorio a la temática.
Vale señalar que el concepto de lo didáctico tal y como se desarrolla en esta investigación no
debe ser absolutizado responde a la finalidad de proponer modelos de análisis y producción de
Guías de estudio para libros de mercado nos obliga a aclarar un sentido de lo didáctico, lo
mejor acotado posible.
Más bien consideramos que en la UNED, por razones de organización, pero especialmente por
la estructura adoptada para canalizar la modalidad a distancia, lo didáctico no puede
construirse únicamente a partir del texto didáctico –independientemente del soporte- aislado
de su aplicación; y, aunque para efectos de esta investigación partimos del problema de
textualización como esencial en el debate del saber referenciado ante el saber enseñado, otras
investigaciones complementarias deberán ofrecer informaciones relacionadas más
integralmente con los agentes que participan en ella –dígase tutores presenciales y de
soportes tecnológicos a distancia- así como la debida atención de otros efectos didácticos
derivados de la administración educativa25 originada en la actividad de los Centros
Universitarios, así como en las típicas acciones que generan las Cátedras y Programas de los
cursos y carreras al desarrollar un curso.
25
Tal es el caso, valga de ejemplo, de la opinión de los estudiantes en relación con los servicios que le
brindan los Centros Universitarios. Ver: Bolaños F. (2000) Estudio de opinión a estudiantes de cinco
Centros Universitarios. Documento CIEI 010-2000. Vicerrectoría de Planificación. Centro de Investigación
y Evaluación Institucional. Sabanilla de Montes de Oca. San José. Costa Rica.
36
LISTA DE ANEXOS
37
ANEXO I: INFORME DE PRODUCCIÓN DE MATERIALES (ARROYO F.M., 2008)
38
Nombre del material Autor Productor Tipo material Tipo
académico publicación
39
calidad de vida Segura Sandoval Poveda definitiva
Giselle Herrera
Morera
Giselle Herrera
Morera
40
Desafíos y Respuestas
Química I (3114) Ana Beatriz Picado Stela Delonme Unidad didáctica Versión
y Milton Álvarez definitiva
41
ANEXO II: LISTAS DE GUÍAS DE ESTUDIO: 2005-2009 (ABRIL).
42
GUÍAS DE ESTUDIO 2008
43
(5171)
Los nuevos paradigmas Raúl Torres Martínez Julián Monge Guía de Versión
en la actual revolución Nájera estudio preliminar
científica
Control de calidad: un Ólger Chaves Garita Javier Víquez Ruiz Guía de Versión
enfoque integral estudio preliminar
estadístico(622)
44
(4020) Largaespada Umaña Vega estudio preliminar
Tabla 4: Lista de Guías de estudio: PROMAI (2008). Fuente: Informe de labores del PROMAI, 2008. Arroyo, Flor
de M.
45
Guías de estudio 2005
14.
46
17. 39 DISTRIB. 28-oct-05 GUÍA DE PRODUCCION II
MAT. ESTUDIO
47
MAT. 05 ESTUDIO
Tabla 5: Lista de Guías de estudio: PROMAI (2005). Fuente: Informe de labores del PROMAI, 2008. Arroyo, Flor
de M. y GEPLM: 2009.
48
Guías de estudio 2006.
49
17. 30 DISTRIB. 28-jul-06 GUÍA DE MANEJO DE VIDA SILVESTRE
MAT. ESTUDIO
Tabla 6: Lista de Guías de estudio: PROMAI (2006).Fuente: Informe de labores del PROMAI, 2008. Arroyo, Flor
de M. y GEPLM: 2009.
50
Guías de estudio 2007.
51
17. 22 DISTRIB. 08-may-07 GUÍA DE CONVERSACIÓN I: STUDY GUIDE FOR THE
MAT. ESTUDIO COURSE
52
MAT. ESTUDIO
Tabla 7: Lista de Guías de estudio: PROMAI (2007). Fuente: Informe de labores del PROMAI, 2008. Arroyo, Flor
de M. y GEPLM: 2009.
53
Guías de estudio 2008.
54
17. 24 DISTRIB. MAT. 27-jun-08 GUÍA DE FLORA Y FAUNA DE COSTA RICA
ESTUDIO
Tabla 8: Lista de Guías de estudio: PROMAI (2008) Fuente: Informe de labores del PROMAI, 2008. Arroyo, Flor
de M. y GEPLM: 2009.
55
Guías de estudio 2009 (corte a Abril).
Tabla 9: Lista de Guías de estudio: PROMAI (2008) Fuente: Informe de labores del PROMAI,
GEPLM: 2009.
56
BIBLIOGRAFIA
4. Calderón K. (2006) La vida que enseña. EUNED. San José. Costa Rica.
7. Herrera y Urbina (2008) Nuevo Mundo: español como segunda lengua (nivel 1).
EUNED. San José. Costa Rica.
57
CAPÍTULO II
(M. Lipman)
58
CAPÍTULO II
59
LISTA DE TABLAS Y GRÁFICOS
60
INTRODUCCIÓN
Este capítulo centra su atención en un punto que se considera esencial: ¿Cómo responder
adecuadamente a la pregunta sobre la mejor selección de textos científicos? Este
cuestionamiento nos exigirá recurrir a algunos conceptos clave de la teoría de la transposición
didáctica de Chevallard (2000) como la mejor respuesta hallada, para el caso particular de las
Guías de estudio de libros de mercado.
Existe una preocupación de carácter práctico en el enfoque de este capítulo que explica la serie
de preguntas que se formulan en él buscando respuesta a lo largo de sus páginas: en general nos
preguntamos sobre cómo orientar la selección de medios adecuados a las necesidades de
enseñanza en la UNED, y esto deriva en una cuestión consecuente: ¿cómo orientar la selección
de libros científicos (textos de mercado) que sirvan a la producción de Guías de estudio?
Aquí estamos ante un problema, en primer lugar, disciplinario. Pero, además, al analizar la
“cuarta columna” de la descripción curricular26, en términos del trabajo de los medios o
dispositivos pedagógicos para la comunicación educativa en la UNED, no sólo contamos con el
soporte escrito para comunicar cada aspecto del “proyecto” de medios: además del discurso
verbal (disciplinario) cabe pensar qué soporte conviene mejor a las unidades de conocimiento
que se buscan canalizar: audio-visuales, radiofónicos, multi-mediales, video-conferencias, cursos
en línea, etc. Es así que cabe pensar la selección de medios, según los elementos básicos de la
planificación comunicativa atinente y en línea con el ambiente de enseñanza-aprendizaje
particular a promover. Aquí abrimos una enorme gama de posibilidades comunicativas que
26
El término de “cuarta columna” se refiere a la presentación -en la planificación del curso en la UNED- de
los medios idóneos para el logro de determinados objetivos y contenidos académicos. Forma parte del
discurso particular de los curriculistas de la UNED cuando ofrecen asesoría a las escuelas, el referirse a esta
“cuarta columna” como aquel conjunto descriptivo que alude al discernimiento de los medios o recursos
educativos. Entrevista con la consultora de la UNED, MSc Xinia Calvo (Marzo, 2009).
61
pueden explorarse en la UNED al planificar sus mensajes educativos. Estamos en la raíz del
problema de comunicación educativa dentro de la modalidad de educación a distancia.
En general, podemos asegurar que las estrategias didácticas en Educación a Distancia aunque
casi infinitas en número, no son –por ello- necesariamente todas útiles por igual; más bien
podríamos decir –en sentido crítico- que una selección desatinada de estrategias podría llevar a
que determinados contenidos sean indebidamente transpuestos. Estudiantes, diseñadores y
tutores se las ven a diario con la tarea de discernir y probar estrategias didácticas. Para el
diseñador y para el tutor toda estrategia didáctica debe mantener una coherencia interna con
los objetivos de aprendizaje; por su parte, un estudiante aventajado no ignora que tal
razonamiento subyace a la propuesta del contenido que se le ofrece, por ejemplo, en la
mediación que realiza la Guía de estudio del libro de mercado.
En línea con lo precitado están los recursos cognitivos llamada de meta-cognición, que más que
una estrategia o conjunto de estrategias de diverso orden, figura como una condición necesaria
para que pueda darse cualquier plan estratégico ya que de lo contrario podría darse la aplicación
de estrategias, pero no habría comunicación en términos de percepción del juego de
intencionalidades involucrado, al no existir la percepción por parte del estudiante (ni la
subsiguiente adopción) en vista de su situación frente a los recursos que se le ofrecen.
27
En el mes de setiembre (2009) se reporta en la UNED que se han establecido espacios de reflexión e
interacción sobre el uso de entornos virtuales para la enseñanza y el aprendizaje como objetivo del II
Seminario-Taller de la UNED: Aprendizaje en línea, diseño y mediación, organizado por el Centro de
Capacitación en Educación a Distancia (CECED), el Programa de Apoyo Curricular y Evaluación de los
Aprendizajes (PACE) y el Programa de Aprendizaje en Línea (PAL). “Del año 2007 al 2009 vamos con un
20% de crecimiento anual. Este año tenemos un promedio de 190 cursos cada cuatrimestre con
componentes virtuales, ya sean parciales o totales. Aproximadamente son 10mil estudiantes que cada
cuatrimestre entran a los entornos en línea”, según Ileana Salas, coordinadora del PAL. Especialistas
compartieran sus conocimientos y buenas prácticas con los tutores, Encargados de Cátedra y Programa.
Estos profesionales tienen la obligación de realizar el taller operativo de la plataforma que utilizará,
como Moodle y WebCT, y el curso de Enseñar y Aprender en Entornos Virtuales. Factores como brecha
digital, resistencia al cambio, acceso a Internet, habilidades de los docentes y competencias de los
estudiantes, son algunos de los principales elementos que limitan el desarrollo de cursos virtuales. Ana
Cristina Umaña, coordinadora del PASE, expresa que “todo este proceso implica una sistematización de
experiencias, para que los cursos que se diseñen en línea sean de calidad, con una adecuada mediación,
62
espacios aptos para construir ambientes de aprendizaje, siempre y cuando la intencionalidad
este claramente definida y sea del conocimiento de todos los participantes, de manera que cada
quien pueda identificar el plan de acción que deberá desarrollar para alcanzar los objetivos, a
partir de su propia experiencia por una parte y de los recursos educativos disponibles, por otra.
Algunas características que deben tener las estrategias didácticas tanto por la vía de los
tradicionales textos impresos, como para promover entornos en soporte digital, son:
Entre las condiciones de eficacia (como principio didáctico general) están las que señalan el
dominio de competencias básicas que hagan posible nuevos aprendizajes significativos:
aprendizajes en creciente avance de profundidad y encaminados a forjar una creciente
autonomía del sujeto que aprende.
de manera tal que el estudiante tenga una herramienta innovadora que le permita una mejora en el
proceso de enseñanza-aprendizaje y alternativas en lo que es la evaluación de los aprendizajes, con lo
cual tratamos de romper el paradigma tradicional de evaluación meramente por examen y
memorística”. http://www.uned.ac.cr/acontecer/noticias/cursosdecalidad.htm
63
que dicha potencialidad sea o tienda cada vez más a la autonomía; es decir, que quien aprende
lo haga de modo permanente sin la mediación de un docente y más allá de los límites fijos del
tiempo y espacio escolar convencionales.
La autora concreta una respuesta a la pregunta, sobre qué competencias son esenciales para el
aprendizaje autónomo, que es el tipo de aprendizaje característico de la UNED (Rodino, 1996,
1997)28. Los resume así:
* Actuar creativamente
Aclara Rodino que esta serie de competencias (cognitivas) son denominadas como “abiertas”
para diferenciarlas de aquellas estrictamente funcionales (motricidad gruesa y fina, por
ejemplo) que son denominadas como competencias “cerradas” (refiere a: Passmore, 1983,
Savater, 1997) y que se adquieren con mayores grados de madurez fisiológica. Las
competencias “abiertas” son –comparativamente- de dominio gradual y permanente, ya que
las “cerradas” una vez dominadas no suponen desarrollos o saltos significativos.
Ante el trabajo de producción de una Guía de estudio para orientar la comprensión de un libro
de mercado, resulta del todo pertinente determinar qué competencias se quieren promover
en el estudiante.
28
Rodino A.M. (1997) La Educación a Distancia como una solución de calidad para el Siglo XXI. En,
Memoria VIII Congreso Internacional sobre Tecnología y Educación a Distancia EUNED. San José. Costa
Rica. Ver también: Chevallard (2000). La transposición didáctica: del saber-sabio al saber-enseñado.
Buenos Aires: AIQUÉ.
64
3. ¿QUÉ PREGUNTAS SON PERTINENTES DE CARA A LA SELECCIÓN DE MEDIOS
ADECUADOS PARA EL EJERCICIO DIDÁCTICO EN EDUCACIÓN A DISTANCIA?
Delimitadas las competencias que se quieren, propongamos un plan general de diseño para
proyectos de producción de materiales didácticos en general, en cuanto proyecto que
involucra medios de comunicación educativa, las cuestiones que podrían plantearse, entre
otras, son29:
Afinando la selección del medio idóneo para determinados objetivos y contenidos académicos,
ofrecemos en el Anexo 1 de este capítulo una matriz que –en términos prácticos- delinea un
perfil de los insumos básicos a tener en cuenta para el análisis correspondiente.
29
CECED. (2009) Diseño de curso en línea. Módulo 1: 2.4. Diseño general o proyecto académico. UNED.
Sabanilla de Montes de Oca.
65
un grupo de estudiantes de la carrera de Educación Ambiental (UNED), en los siguientes
términos:
2- Además del tema central, ¿encuentra algunos otros temas o subtemas relevantes en el video? ¿Cuáles? ¿Por
qué son importantes?
5- El video-documental es de carácter testimonial. ¿Cuál (es) de esos testimonios le parecieron mejores? ¿Por
qué?
7- ¿Qué cree usted qué pretendía la autora del documental cuando incluyó varios testimonios en él?
8. ¿Cuáles partes en el video documental (secuencias) lograron provocarle algún tipo de emoción? Explique la clase
de emoción que sintió.
9. En esas partes, ¿qué diría usted que provocó la emoción? Puede referirse por ejemplo a las imágenes mismas o
al texto, a la música, o al sonido ambiente.
10. ¿Cuáles hechos, conceptos o datos que no conocía, recuerda ahora después de mirar el documental?
12. Si aprendió algo, ¿qué cosas diría usted que aprendió? ¿Por qué?
13. ¿Cuáles partes del documental le parecen más esclarecedoras del tema ambientalista?
15. ¿Qué relación tiene lo que se muestra en el video documental con lo que ocurre en su comunidad o en alguna
comunidad cercana que usted conozca?
La serie de preguntas que figuran en el cuadro anterior generaron una serie de respuestas
significativas para los estudiantes, en el foro de evaluación de sus aprendizajes30. El vídeo,
“Agua nuestra, tesoro frágil”, en el contexto de un curso sobre Educación Ambiental, fue
validado mediante esa rúbrica que sirvió de marco metodológico para el análisis y la
sistematización de respuestas de esos grupos de estudio, que dialogaron a partir del material
audiovisual.
30
Ver: Rodríguez S.M. (2009) Agua nuestra, tesoro frágil: lo audiovisual como metáfora didáctica. Tesis
de graduación para optar al grado de Licenciatura en Ciencias de la Educación, con énfasis en docencia.
Vicerrectoría Académica. Sabanilla de Montes de Oca. San José. Costa Rica.
66
4. ¿CÓMO ORIENTAR LA SELECCIÓN DE LIBROS DE MERCADO DE MODO QUE SIRVA DE
SÓLIDO APOYO A LA PRODUCCIÓN DE GUÍAS DE ESTUDIO?31
Para el objetivo específico de esta investigación que plantea la importancia de establecer qué
criterios académico-pedagógicos deben estar presentes al seleccionar una obra de mercado
como texto básico de un curso en la UNED, sostenemos que el análisis concienzudo de la
estructura de un libro de mercado, contiene ya –en germen- la estructura virtual de una Guía
de estudio que le acompañe, didácticamente, en función de ciertos aprendizajes. En ese
contexto es que conviene recurrir –de nuevo- a los aportes de colegas de la UNED, que se nos
adelantan en sus análisis del problema en sus dimensiones básicas.
Recogemos, pues, parte del trabajo de análisis realizado por el Productor Académico Carlos
Marín. Observando sus recomendaciones, a propósito de los materiales didácticos,
consideramos que el esbozo que propone Marín sobre características didácticas deseables en
los materiales didácticos de la UNED, puede ser aplicado –sin mayor modificación- como
criterios de selección de libros de mercado32. El colega Marín; productor académico de la
UNED, formula una serie de preguntas en forma disyuntiva, colocando al principio lo que no
quiere verse en un texto didáctico y, después de modo propositivo, lo que sí recomienda como
ideal.
31
Seguimos en esta propuesta el trabajo de Marín, C. (2004,65-72). Unidades didácticas: Esbozo de un
inventario de características deseables. Revista Innovaciones Educativas Vol. IX, Nº 14, 2004, 65-72).
32
Quienes hayan leído el Capítulo 1 encontrarán en este apartado respuesta al compromiso que
asumimos en las conclusiones de ese capítulo primero en el sentido de recoger y sistematizar de otras
investigaciones sobre lo didáctico en la UNED; ellas complementaran los aportes que apenas insinuamos
al comenzar este informe de investigación. La conversión que hacemos de características ideales en el
trabajo didáctico de la UNED a criterios de selección de libros de mercado, no hace sino confirmar el
marco de investigación de lo didáctico que nos venimos exigiendo, en un contexto institucional en
donde la investigación sobre Guías de estudio prácticamente no tiene antecedentes que nos sirva de
referencia directa. Ver el Anexo III la Tabla 3 que consigna la información de Marín: matriz para
discernir la selección de libros de mercado en función de la producción de Guías de estudio (Marín,
2004).
33
En la UNED la producción de materiales didácticos se realiza en diversos tipos de soporte: sobre
soporte papel, digital, imagen fija, imagen en movimiento, en formato de vídeo-conferencia o de curso
en línea, entre otras. Las recomendaciones que hacemos no discrimina a priori entre ellos, porque
depende del tratamiento de los contenidos disciplinarios y del contexto del ambiente enseñanza-
aprendizaje que se necesita. El “productor académico es, en el equipo interdisciplinario de producción
académica de la UNED, alguien que ejerce una función aglutinante33; esto es, de combina recursos
apropiados para facilitar el proceso enseñanza-aprendizaje. Lo anterior, implica “el despliegue de
variados conocimientos, habilidades y destrezas, así como procesos mentales de gran complejidad”
(Marín: 2004,67); cabría denominar en general esta función como el ejercicio de competencias
mediacionales.
67
el ANEXO III pueden consultar la rúbrica que se refiere a la estructura interna/lógica y
estructura externa/y al criterio del dogmatismo vrs criticidad, como criterios de selección de
libros de mercado).
La propuesta será que quien seleccione el libro de mercado se imagine que ya tiene en sus
manos el ejemplar y haga el ejercicio de interrogarse (en línea con la rúbrica que tiene en la
otra mano) sobre los aspectos más importantes de cara a la producción de la Guía de estudio:
Marín elige algunos34 aspectos que le parecen relevantes, en vista de cierta lectura de la
realidad que resume en la siguiente frase:
Para Marín cabe afirmar que la elaboración de un material escrito destinado a la enseñanza
universitaria (texto-tutor) plantea dos dificultades primordiales: qué decir y cómo decirlo. A
partir de estas dos dificultades, se delimita un número finito (manejable), de opciones y
jerarquías de organización del texto-tutor, según la relación que guardará con el texto-experto.
La encrucijada básica ante esas dos dificultades principales trata de enfrentarse con dos
respuestas generales de aproximación bipolarmente excluyentes: de una parte, un intento que
persigue, vanamente, construir un modelo único de respuesta a ese “¿qué decir?” y “¿cómo
decir?” y como consecuencia y corolario, la resultante que deriva hacia un instrumento único
de evaluación general.
El método idóneo para la selección de estrategias didácticas según Marín será aquel que se
rige, “mediante un proceso selectivo de recursos idóneos para la comunicación didáctica, sin
agotarlos todos en cada caso particular, es factible satisfacer unos propósitos educativos, las
exigencias curriculares de un plan de estudios, con la rigurosidad que exigen las diferentes
disciplinas, así como el cumplimiento de normas técnicas, éticas y estéticas, de suficiente
aceptación por la comunidad de lectores y críticos.”35
34
Cita, estructura interna, lógica y estructura externa, dogmatismo versus criticidad, refuerzos al
aprendizaje, comunicación y expresión escrita, dominio del tema y ética. No explica el contexto de
interpretación de los aspectos, pero se infiere del discurso previo que se trata de un esquema que
supone una organización en continuum dentro de la cual pueda situarse cada caso observado. Sobre
todo se nota, por el contenido de las interrogantes, que quien escribe es un Productor Académico en
contacto con los problemas regulares y frecuentes del oficio, en la UNED-Costa Rica.
35
En el contexto del artículo (para “incentivar a los autores y a los profesionales involucrados en labores
de asesoría para la producción de materiales didácticos”) Marín recomienda que su aporte sea valorado
como provisional y expresa el deseo de que “el bosquejo” que propone, sea enriquecido como resultado
de “una labor conjunta hasta que pueda obtenerse un instrumento con mayor grado de validez para la
orientación de futuras producciones. En cuanto a su perspectiva: Bajo un proceder definido por el
autor como “convergente hacia lo concreto” (en contraste con un proceder “divergente al infinito”) la
propuesta de Marín consiste en la obtención de un producto (así define su propuesta de caracterización
68
A propósito del aspecto ético ligado al contenido de los materiales didácticos (conectado, a su
vez, a lo definido en los documentos fundamentales de la UNED36) Marín plantea tres
interrogantes de cara a la validación de los contenidos de libros de mercado:
• ¿Manifiesta una actitud indiferente o evidencia el respeto por los derechos humanos,
la equidad de género y el equilibrio ecológico?
Otra pregunta que plantea el autor, a propósito de esta dimensión ética en la producción de
materiales didácticos, es: ¿quién podría atribuirse, en nuestros días, la prerrogativa de fijar
unos requisitos mínimos y unas normas de calidad para cualquier producto destinado al
bienestar de las comunidades? El autor es consciente de que se han llegado a materializar
algunos ideales del llamado enfoque crítico de la pedagogía y ya no es posible que una sola
persona o un pequeño grupo defina e imponga sus puntos de vista, a los cuales deberá
someterse, posteriormente, las mayorías. La clave del trabajo en equipo es buscar los medios
para facilitar el diálogo permanente y la búsqueda de consenso, para que prevalezca el mejor
criterio, en función de los intereses científicos que deben prevalecer, “en vez del poder de
unos pocos que ostentan el poder”, 37 como señala Marín.
No está de más recordar que el Modelo Pedagógico de la UNED no es algo rígido38 y plantea
algunos conceptos y principios provenientes del campos de las Teorías del Aprendizaje
cercanas a la corriente asociacionista, y otros más ligados a la noción de modificación de
estructuras internas (Pozo, 1997). Por ejemplo, como plantea Marín, “esas fuentes deberían
reflejarse en los textos didácticos destinados a la enseñanza universitaria, de modo que dichos
materiales perfilen una fisonomía concordante con los conceptos y los principios dichos” en el
Modelo Pedagógico de la UNED.
Las rúbricas que reconstruimos (ver Anexos específicos al final de este capítulo) están
destinadas a coadyuvar en esa tarea y son consistentes con el enfoque que subyace en la
propuesta del autor: para nosotros se trata de ir construyendo modelos sometidos a
investigación permanente. No se consagra, a priori, el trabajo didáctico a un solo modelo en
de los materiales didácticos para la UNED) que cumpla con ciertos propósitos, en un contexto dado”
(Marín, 2004: 66).
36
Nos referimos a documentos que delimitan los valores que la UNED se compromete a promover: Ver,
UNED (2009) Directrices de la UNED: Información y documentación institucional. CIDREB. Sabanilla de
Montes de Oca. San José, Costa Rica.
37
Ver: Nota 1 (página 66) del artículo citado donde Marín ahonda en este concepto.
38
A propósito de su revisión crítica, ver: Méndez E. y otros (2008). Los modelos pedagógicos centrados
en el estudiante: apuntes sobre los procesos de aprendizaje y enseñanza. Documento de trabajo: versión
de avance al mes de noviembre, 2008.
69
estudio, porque la diversidad disciplinaria impone variedad de modelos didácticos, en aras de
mayor eficacia comunicativa y de propuestas de validación y de un tipo de evaluación en
proceso de revisión, por ende, siempre mejorable.
“Cada libro terminado posee su propia fisonomía, en función de los intereses de sus
autores, de ciertos paradigmas privilegiados, de posiciones filosóficas e ideológicas, del
dominio de la comunicación escrita, de las exigencias de la disciplina, de los objetivos
específicos de aprendizaje, del conocimiento y experiencia de quienes asesoran las
producciones y de muchísimos otros factores difíciles de enumerar” (Marín: 2004, 66).
Siguiendo a Díaz Barriga y Hernández (1998) Marín separa dos aspectos relativos a las
características generales de una obra didáctica: de una parte, en el plano de aspectos
funcionales, están aquellos relacionados con preguntas tales como, “qué decir, cómo decirlo,
para quién decirlo, para qué y por qué decirlo”. Y, por otra parte, en el plano de los aspectos
estructurales de la obra, plantea aspectos tales como, planificación, textualización y,
finalmente, revisión-validación continua del escrito, según los destinatarios.
Lo que hemos desarrollado hasta aquí nos lleva a redefinir la problemática de la transposición
didáctica de los libros de mercado como cuestión, básicamente, de alfabetización científica.
Esta forma de sintetizar la problemática nos dice que una Guía de estudio no es más ni menos
que un instrumento alfabetizador para aprendizaje de las ciencias (fácticas o hermenéuticas) y
su propósito es mediar el carácter científico del texto-experto con la Guía de estudio, en tanto
ésta es un texto-tutor que tiene encomendado la traducción del problema a raíz de su función
alfabetizadora.
70
Posiblemente ningún académico de la UNED comparte que se ignoren las limitaciones que los
estudiantes de la UNED presentan en este ámbito de competencias de lecto-escritura. Porque
la evaluación a que es sometido el estudiante parte de este eje transversal según el cual
domina estas habilidades y puestos en evidencia los déficits de esas habilidades de lectura
comprensiva, así como de las destrezas de producción escrita, quedamos enfrentados con uno
de los nudos gordianos del sistema. La centralidad de este tema, conduce –a su vez-, a la
pregunta por el tipo de producción de Guías de estudio que partan, efectivamente, de estas
limitantes para conducir a la alfabetización científica básica39.
39
Ver: PROIFED (2009) Factores que inciden en el rendimiento académico y la permanencia de los
estudiantes de la UNED (Informe final). Vicerrectoría de Investigación UNED. Sabanilla de Montes de
Oca. San José. Costa Rica.
40
Maturano, Mazzitelli y Macías (2003) ¿Los estudiantes verifican la consistencia interna de los textos
científico o retienen la primera información que leen? Instituto de Investigaciones en Educación en las
Ciencias Experimentales. Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes. Universidad Nacional de San
Buenos Aires. Argentina.
(Do the students check the internal consistency of scientific texts or do they keep the first information
they read?) Ver: http://www.if.ufrgs.br/public/ensino/vol8/n1/v8_n1_a4.htm . Recuperada el 27 Julio
2006 21:27:15 GMT. Otro estudio que tendremos presente durante esta sección es: Carranza M.,
Celaya, G., Herrera, J. y Carezzano F. (2004). Una forma de procesar la información en los textos
científicos y su influencia en la comprensión. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 6 (1).
Consultado el mes de Marzo año 2009, en: http://redie.uabc.mx/vol6no1/contenido-carranza.html. En
este artículo se afirma que “la pérdida del hábito de la lectura en los jóvenes puede asociarse a
múltiples causas, entre las cuales se mencionan el desinterés, la falta de motivación, el deterioro
socioeconómico, los cambios en los valores y los avances en la tecnología” (Carranza y otros: 2004, 12).
Vemos que las causas ligadas a la voluntad juvenil, no deberían separarse de los aspectos culturales
ligados al modelo impulsado, desde las mismas estructuras de la sociedad moderna.
41
Adelante dedicaremos un capítulo a discernir el proceso de Transposición Didáctica que puede
realizarse con base en libros de historia adquiridos en el mercado. Sin embargo, la intención de ese
capítulo será ilustrar más sobre lo que implica el trabajo transpositivo que demostrar una ruta didáctica
para enseñar historia. No es esto último, sobre todo, porque no consideramos que sea sostenible-
didácticamente- que la enseñanza de la historia o de cualesquier otra disciplina, deba formularse bajo
un solo patrón didáctico.
71
Vale clarificar, en lo que corresponde, el aspecto epistemológico involucrado en la naturaleza
misma de la producción de las Guías de estudio, como recurso dispositivo educativo derivado.
Se trata de determinar el conjunto de potencialidades que efectivamente poseen las Guías de
estudio para cumplir sus funciones de alfabetización sobre la naturaleza de las ciencias, en el
orden curricular (o de enfoque, como también cabe llamarle) y en el orden de los contenidos
científicos, propiamente dichos, que reordena y comunica.
En nuestra opinión la raíz del problema entraña cierta persistencia empirista (derivada de un
sistema concentrado más en un criterio de productividad, cortoplacista, con que se aborda la
producción de materiales didácticos y que deja el abordaje de sus fundamentos en un marco
técnico-didactista “per se”. Y existe la posibilidad, dentro de ese marco, que una mayor
competencia en el conocimiento por parte del estudiante, no se traduzca en una mejor
comprensión de la naturaleza de la ciencia, en cuanto tal. En oposición, la fuerza de apuntalar
un enfoque con perspectiva cultural o antropológica –en nuestra opinión– reintroduce, desde
un inicio, la dimensión intersubjetiva como parte de la estructura del conocimiento y evita
tener que justificar el problema epistemológico de la separación entre teoría y práctica (Ver,
el gráfico como resumen del problema43) y nos mete, de una nueva forma, en el problema de
lo didáctico. Este es un problema que no se resuelve sólo en un ámbito externo de la
transposición didáctica: el campo más externo, tal y como queda consignado en la Figura 1 de
la Introducción de este informe de investigación, es el que relaciona el saber-experto con el
objeto de saber a enseñar, mientras que el ámbito interno de la transposición didáctica, se
exige relacionar este objeto de saber a enseñar con el contexto de enseñanza-aprendizaje
específico, donde se juega la validación del saber-enseñado como tal con los aprendizajes que
efectivamente ha construido el estudiante.
42
El problema de autoevaluación de la UNED (según el académico, M Sc Miguel González) expresa el
abismo, “entre lo que hacemos y lo que plasmamos curricularmente” (aplicado, por ejemplo, en la
producción de materiales) González señala una brecha creciente entre ambos extremos (Conferencia
sobre Autoevaluación de los aprendizajes convocada por el CECED, abril 2009 y dictada por González).
También ver: D´Agostino G., D´Alton C. y Rodino A.M. (1999) Evaluación de textos expositivos: plan
piloto de preguntas de desarrollo. Vicerrectoría Académica: Centro de Investigación Académica. UNED.
Sabanilla de Montes de Oca. San José. Costa Rica. Según este estudio la ausencia de entrenamiento en
habilidades de escritura incide para que los estudiantes tiendan a “ver el aprendizaje como una
memorización en bruto de conocimientos particulares, y no como un proceso de estructuración y
establecimiento de interrelaciones e injerencias.”
43
Fuente: Barona, C., Verjovsky, J., Moreno, M. y Lessard, C. (2004). La concepción de la naturaleza de la
ciencia (CNC) de un grupo de docentes inmersos en un programa universitario de formación profesional
en ciencias. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 6 (2). Consultado el día 15 de Noviembre de
2009: http://redie.uabc.mx/vol6no2/contenido-barona.html.
72
Y, en retroalimento del proceso de doble transposición (externa-interna) se toma consciencia
de la naturaleza del problema de la producción de Guías de estudio para libros de mercado no
sólo porque involucra la formación del estudiante, sino porque involucra –y compromete al
docente- en el desafío formativo hacia el propio régimen docente o de enseñanza; es decir,
que apuntala una re-visión del modelo didáctico que practicamos, con base en las
concepciones de ciencias manejados.
Un claro ejemplo del problema que planteamos está consignado en este Gráfico 2 que
sintetiza una propuesta epistemológica de formación de docentes que contrasta dos énfasis:
por una parte está el énfasis de concepción de la naturaleza de la ciencia como un simple
aprendizaje de contenidos y el énfasis centrado en su alfabetización científica, propiamente
dicha. La experiencia de los investigadores que sistematizan la experiencia es que es el
segundo enfoque es más efectivo para lograr que el estudiante asuma una visión de la
naturaleza de las ciencias de más calidad puesto que, por una parte, consigue desplazar los
preconceptos de ciencia que le impiden una noción más abierta a nuevos aprendizajes y, por
otra, iniciar a la visión epistemológica de la naturaleza de las ciencias que implica la
deliberación de fundamentos en los que se sostienen las ciencias, desde sus versiones
esenciales de la realidad hasta los criterios y lenguajes que le son particulares.
44
Seguimos en esto la sospecha fundada del Dr. Huffman en: Seminario-Taller “Métodos y metódica
científica” (3-4 de febrero, 2009) experto en Filosofía de las Ciencias de la Universidad Autónoma
Chapingo (México), invitado del Programa de Fundamentos en Educación a Distancia. UNED-Costa Rica y
el SEP de la UNED.
73
aspiramos45) el problema puede ser comprendido bajo los términos en que queda en el Gráfico
2. Dicho gráfico recoge –panorámicamente- la noción de conocimiento pedagógico del
contenido curricular (este enfoque se señala como enfoque centrado en contenidos46) y la
versión según la cual es el contexto específico de formación profesional de que se trata, el que
debe dar la pauta formativa en materia científica.
5.2. ¿En qué consiste el problema didáctico que relaciona la Guías de estudio y el libro de
mercado?
45
Un desarrollo específico sobre este enfoque puede verse en: Núñez, P. D. (2002, 63-80) Derechos
humanos y transversalidad curricular: Una propuesta para América Latina. Revista Espiga. Escuela de
Ciencias Sociales y Humanidades (Año III, 5). San José. Costa Rica. Este artículo debate un enfoque
curricular inspirado en las obras de A. Maghenzo y C.Restrepo.
46 46
Ver: Chan, M. E. (2005). Competencias mediacionales para la educación en línea . Revista Electrónica
de Investigación Educativa, 7 (2). Consultado el día 5 de mes mayo de año 2009, en:
http://redie.uabc.mx/vol7no2/contenido-chan.html.
47
En razón de la canalización de los contenidos según Planes de Estudios de las distintas carreras de la
UNED, estaremos presentando –unido a este capítulo- un ANEXO GENERAL (II) dedicado a los asuntos
curriculares que figuran como condicionantes para la producción de las Guías de estudio.
Adicionalmente, en el capítulo anterior se presentó el ANEXO GENERAL (I) que contextualiza los últimos
años de producción de materiales didácticos de la UNED; en éste motraremos a propósito de los
Lineamientos de Política Institucional –especie de documento fundamental de la UNED- en qué tanto
se aleja o no dicha producción de materiales con ciertos mandatos institucionales.
74
segundo, Chevallard propone el concepto de transposición desde la perspectiva de la
didáctica de las ciencias (tomando a la matemática como referencia principal aunque
acusa cierto abuso monodisciplinario en los orígenes y desarrollo de la Matemática),
Por ahora, únicamente plantearemos las interrogantes fundamentales que nos permitan
acotar y entender alcances aplicados al caso que nos corresponde con el fin formalizar la
producción de un esquema tipológico orientador para los equipos que trabajan analizando la
relación entre las Guías de estudio típicas y los libros de mercado bien seleccionados.
En línea con esa necesidad, nos preguntamos, ¿qué límites didácticos tenemos para examinar
la calidad y la pertinencia académica de una Guía de estudio en relación con el tratamiento
que hace de los contenidos de un texto experto? La validez (epistemológica) de una Guía de
estudio encuentra cuatro posibilidades de desarrollo (en ese sentido de “calidad” para su
evolución, según su relación intrínseca con el texto-experto). Visto sintéticamente, esos límites
(o fronteras lógicas formales)48 dentro de las que se mueve una Guía de estudio de un libro de
mercado, podría caracterizarse genéricamente. Los términos que esbozamos, dibuja cierta
categorización de ellas, para el contexto de la UNED, tratando de ser precisos, no exhaustivos:
49
• GEPLM 1: Se trata de un producto textual didácticamente bien enfocado
(curricularmente visto) y mediador de la ciencia particular: esta versión que
denominamos 1 nos sitúa enfrente de una GEPLM de óptima calidad, dentro del
modelo. Queremos decir que es una Guía que media al texto-experto, dando cuenta
48
Uno de los objetivos de nuestra investigación plantea el desafío de “sustentar criterios de
clasificación de Guías de estudio según la relación que guardan con las obras-madre (según las funciones
que llenan en dichas obras) de referencia”, y en respuesta a ese desafío presentamos –sintéticamente-
la siguiente tipología de relaciones “razonables” entre Guías de estudio y las obras madre o libros de
mercado.
49
GEPLM: sigla que significa Guía de estudio para libro de mercado, y cada numeral (1,2,3,4,) sugiere
modelos derivados, dentro del paradigma general que configura la propuesta. Así, los numerales
sucesivos (GEPLM 2,3,4,…) sugieren una ruta definida según dos rasgos fuertes: uno, referido al
enfoque dominante en el texto-tutor (o Guía de estudio) y el siguiente rasgo remite a la capacidad
demostrada en el texto-tutor para canalizar lo esencial del texto-experto. Obsérvese que el criterio de
diferenciación estriba en dos principios: características de enfoque (lo que podría justificarse desde
principios curriculares ligados a uno o más teorías de las que ocupan el Modelo Pedagógico de la UNED)
y características disciplinarias (que aluden a las propuestas y aspectos teórico-epistemológicos
disciplinarios presentes en el texto-experto, esencialmente).
75
de la estructura de contenidos (nivel de validación de la calidad) de éste y siendo
portadora –ella misma en cuanto instrumento didáctico- de los ingredientes que
permiten enfocar adecuadamente la globalidad –estructura profunda- del libro de
mercado.
• GEPLM 3: Esta versión trata de una GEPLM que no canaliza los contenidos
científicamente requeridos (que edita mal las unidades de conocimiento importantes
usualmente por razones no confesadas). Puede tratarse de una guía con atinadas ideas
de mediación pedagógica para esa disciplina científica, pero la mediación pedagógica
aunque válida no puede aportar lo que le corresponde como canal de la fuente
científica (no necesariamente para transmitirla, sino para generar la necesaria crítica,
como corresponde). La desconexión con los contenidos básicos del libro de mercado,
no se resuelve didácticamente, porque atañe al problema per se de la enseñanza de un
tipo de diseño formalmente entretenido en sus predios.
76
• El texto 2 (sin enfoque didáctico) está desestructurado desde el punto de vista de los
parámetros curriculares de la UNED y esto merma su calidad pedagógica en su aporte.
Sin embargo, presenta un problema que puede ser resuelto, es menos complicado en
comparación con el texto 3; es decir, es más texto-tutor (Guía de estudio) ya que la
fundamentación científica sí está sólidamente identificada y expuesta. Podríamos
asegurar que aquí estamos ante “un mal menor” respecto del texto 3 o 4.
• Texto 4: Aquí se evidencia el fracaso tanto del tratamiento curricular como del
tratamiento de contenidos y no hay vía de “solución” porque se rompe tanto con el
contrato didáctico específico (para la alfabetización científica que nace la Guía de
estudio), como con el general consignado en los Planes de Estudios. También en el
ámbito de los contenidos científicos, queda pendiente la necesidad de dar cuenta de la
estructura virtual del texto-experto. Esta situación supone una experiencia válida para
madurar un cambio radical de estrategia general de trabajo, en una natural actitud de
aprendizaje desde el error que es, en dicho caso, el principal beneficio. Procede, pues,
para la producción del texto-tutor un reencuentro con el texto-experto, para un nuevo
tratamiento didáctico de sus unidades de conocimiento de un modo más consistente
con la disciplina de referencia.
La tipología debe ser entendida como un instrumento útil dentro del contexto teórico de
transposición didáctica y, en tal marco, sirve para visualizar escenarios (límites y posibilidades
según los parámetros tipificados por ese marco) para los propósitos de categorización del
trabajo con Guías de estudio para libros de mercado. La idea general es que quienes trabajan
materiales didácticos para la Educación a Distancia, rastreen a profundidad qué límites
razonables determinan las posibilidades didácticas en relación con contenidos científicos. Ya
sabemos que –en tanto tipología- es solamente indicativa, no deberá ser asumida como una
receta de aceptación o descarte de propuestas que podrían considerarse diferentes o
alternativas al modelo subyacente.
Complementariamente incluimos –de seguido- la tabla de Chan como una herramienta para
profundizar el tema de la enseñanza de las ciencias (sus objetos o unidades de conocimiento).
Más adelante acudiremos a esta misma tabla para profundizar en otros aspectos que no
vienen a propósito.
77
Gráfico 2: La enseñanza de las ciencias (Propuesta de Chan: 2005)
FUENTE: Chan, M. E. (2005). Competencias mediacionales para la educación en línea. Revista Electrónica de Investigación
Educativa, 7 (2). Consultado el día 15 de mes Noviembre de año 2009 en: http://redie.uabc.mx/vol7no2/contenido-chan.html.
50
Así quedaría reducido nuestro problema de investigación sobre GEPLM si dejáramos que esta
herramienta didáctica sea tomada como una salida remedial de la institución a la espera de producir un
texto didáctico (TTT: Texto Tutor Típico o Unidad Didáctica) cuyos contenidos son totalmente
procesados desde la UNED. La propuesta es que nos tomemos totalmente en serio –académicamente- el
trabajo de producción de las Guías de estudio, desde el enfoque alfabetizador sobre la naturaleza de las
ciencias.
78
CONCLUSIÓN: FUNCIONES DIDÁCTICAS PARA LA TRANSPOSICIÓN DE CONTENIDOS
CIENTÍFICOS EN LAS GUÍAS DE ESTUDIO.
Un marco teórico sobre la adquisición de competencias para la lectura crítica y global del
texto-referenciado, sería un buen insumo para poder validar la eficacia pedagógica de una
Guía de estudio tal y como la hemos imaginado; es decir, para facilitar la acción comprensiva
que le corresponde realizar al estudiante, ciframos, esencialmente, las esperanzas en el aporte
de validación académica (Ver en Capítulo 1 una modalidad de sistematización de datos
recogidos en un proceso de validación de materiales didácticos) y en esa medida es que cabría
ir repensando el diseño de las Guías de estudio como implementación eficaz del currículum
escolar en la UNED.
En síntesis, hemos propuesto en este capítulo una serie (necesaria, aunque iluso sería
pretenderla suficiente) de herramientas didácticas capaces de ayudar a configurar versiones de
una Guía de estudio siempre en una dinámica de exploración, en cuanto a su eficacia dentro
de ambientes de enseñanza-aprendizaje y de aplicación de contenidos curriculares
debidamente planificados.
Tal eficacia será evidenciada en la medida en que la Guía de estudio cumpla con la función
alfabetizadora que la hace nacer; es decir, en la medida en que oriente la atención y
comprensión del estudiante ante unas funciones pedagógicas de organización de los
contenidos científicos. Tales contenidos deben estar explícitos en el enfoque curricular del
51
En ese sentido puede interpretarse las directrices que figuran desde los inicios de la UNED a propósito
de las Guías de estudio (o Guías académicas) en tanto “vías alternas”. Al referirse, el mencionado
documento, al material impreso de que se sirve la UNED para los cursos, expresa: “Como medio
principal se utiliza la unidad didáctica, que es un texto elaborado por un autor contratado…cuando
existe en el mercado un material que reúna estas condiciones, la unidad didáctica se puede sustituir por
un texto comercial… y como medio auxiliar se utiliza una Guía académica en la que se explican a los
alumnos los objetivos del curso…(…) Cuando por circunstancias especiales (imposibilidad de conseguir
autor, falta de tiempo para elaborar la unidad didáctica, problemas descubiertos en las especificaciones
del programa, etc. no es posible encontrar un texto definitivo o elaborar la unidad didáctica, se procede
a sustituirla “temporalmente” ( o sea, hasta su producción con otros materiales: textos comerciales,
antologías, etc). UNED (1982,68) Manual del productor académico. UNED. San José, Costa Rica.
79
Plan de Estudios52, dentro de cierto marco de referencia epistémico-disciplinario, que le
ofrezca al equipo de producción de la Guía de estudio, pistas pedagógicas de enlace con el
ambiente de enseñanza-aprendizaje que se debe animar.
Lo que significa, en otras palabras, es que la Guía de estudio potencia procesos de enseñanza-
aprendizaje que articulan, según las exigencias disciplinarias presentes en los contenidos
científicos del libro de mercado, el saber experto con el saber docente e investigativo; para
hacer operativa esta articulación la Teoría de la Transposición Didáctico plantea que se debe
partir de esos contenidos de modo que al diseñar el material didáctico todo el sistema de
enseñanza, se vea orientado, no pierda de vista, la dimensión epistemológica de su quehacer,
que le viene del campo o dominio de conocimiento53.
Como resultado de este capítulo podemos sistematizar dos respuestas, a modo de dos
funciones indispensables –e irrecusables- de las Guías de estudio en la UNED, de acuerdo con
lo expuesto hasta aquí. Se identifican dos principales funciones que pueden adoptar las Guías
de estudio en su calidad de obras derivadas de libros de mercado originadas para realizar una
labor de mediación pedagógica que conviene destacar:
52
A este propósito recomendamos la lectura del ANEXO GENERAL II en el cual se describe,
detalladamente, el proceso de asesoría que la instancia de programación curricular de la UNED (PACE)
sobre este particular.
53
Algunos expertos nacionales seguidores de la Teoría de Transposición Didáctica de Chevallard, señalan
que alguien anuncia la función de la escuela como una función de enseñar y aprender, se exige –como
es predecible- que se especifique esa función de enseñar o ayudar a aprender ….qué…: ese “algo” es lo
que da sentido a la función didáctica escolar, y al tornarlo invisible o ignorarlo en su contenido es raíz
de muchos malentendidos al presumirse una didáctica sin objeto y carente de sentido concreto. En
términos de esos seguidores de la Teoría de Transposición Didáctica, el o la didacta es alguien que desde
un campo del conocimiento da cuenta de las bases epistemológicas de su saber; una persona que
puede fundamentar conceptualmente sus actividades profesionales. Los matemáticos aseguran que al
evitar la subordinación pedagógica delegada en disciplinas como la psicología, historia de las ciencias o
de la lingüística, etc. no es su intención, a la vez, subordinarlas, sino de relacionarse productivamente
con ellas. (Ruiz y otros: 2006, 23 y De Faria: 2006, 43).
80
actualidad científica del texto-experto, su manejo conceptual y lingüístico, la propuesta
epistemológica que presenta y la coherencia comunicativa, entre otros aspectos, es tarea
deliberativa del equipo humano que crea la Guía de estudio como dispositivo pedagógico
particular.
Ante esta compleja tarea de los agentes productores de las Guías de estudio, cabe que nos
preguntemos, ¿cómo se logra la cronogénesis?; es decir, este cálculo de la dosis adecuada de
unidades de conocimiento dentro de un sistema de enseñanza, sin mecanismos detallados de
seguimiento académico del estudiante. La pregunta implica reconocer que no hay modo de
realizar la labor de producción académica sino dentro de cierta cronogénesis lo que, a su vez
supone la necesidad de acudir a alguna teoría del desarrollo cognitivo y lingüístico del
estudiante.
54
Una forma de ejemplificar puede hallarse en el campo de la filosofía y en particular a la didáctica
dentro de ese campo, para un sistema de Educación a Distancia. Para un desarrollo de esta temática,
ver: Núñez P. (2004, 81-93) Filosofía para niños y sistema de educación a distancia. Revista Innovaciones
Educativas. Año IX, Nº14. P.
81
Vemos que la doble función (reguladora de los condicionantes del lenguaje y del conocimiento
científico) que realiza la Guía de estudio, tal y como se diseña en la UNED, incluye límites
subjetivos y objetivos, que puede conceptualizarse –en sus alcances- como una labor
alfabetizadora de la naturaleza de las ciencias.
82
LISTA DE ANEXOS
83
ANEXO I: LAS FUNCIONES EMOCIONALES, COGNITIVAS Y EMOCIONALES
EN LA PRODUCCIÓN DE MATERIALES DIDÁCTICOS (Rodríguez, 2009)
84
CATEGORÍA DE ANÁLISIS PREGUNTAS
LO COGNITIVO
La aprehensión que las y los estudiantes hacen del discurso del
video-documental (con el impulso de lo emotivo), construyendo
1. (2) Además del tema central, ¿encuentra
sus propios significados, descartando, recuperando y recreando
algunos otros temas o subtemas relevantes en
los sentidos que el video documental produjo para ellas(os).
el video? ¿Cuáles? ¿Por qué son importantes?.
2. (6) ¿Qué significado tiene el hecho que el
documental sea testimonial?
3. (10). ¿Cuáles hechos, conceptos o datos que no
conocía, recuerda ahora después de mirar el
documental?
4. (12). Si aprendió algo, ¿qué cosas diría usted
que aprendió? ¿Por qué?
5. (13). Cuáles partes del documental le parecen
más esclarecedoras?
85
ANEXO II: MATRIZ PARA SELECCIÓN DE MEDIOS EN FUNCIÓN DE ASPECTOS
ADMINISTRATIVOS.
86
1. ¿Quiénes son los usuarios del curso? _No necesariamente con estudios universitarios.
_Estudiantes universitarios (en general).
_Estudiantes de la UNED sin experiencia en
Educación a Distancia.
_ Estudiantes de la UNED con experiencia en
Educación a Distancia.
2. ¿Dónde se localiza ese usuario? (la mayor parte _Gran Área Metropolitana.
de él).
_Zonas costeras (Atlántico/Pacífico)
_Fronteras (Norte/Sur)
_Valle Central
4. Actividades principales del usuario. _Trabajador (a) la mayor parte del tiempo
_Estudiante: la mayor parte del tiempo
_Igual proporción de tiempo: Estudia y trabaja.
87
7. ¿En cuáles centros universitarios contará el _Gran Área Metropolitana
usuario con tutores?
_Valle Central
_Todo el país
88
13. Descripción del curso _Teórico
_Práctico
_Mixto
89
19. ¿Qué porcentaje del material- por sus _Un 90%
contenidos- demandaría el uso de soporte
_Un 10%
multimedial?
_Un 50%
_Un 50%
90
25. ¿Mantiene la disciplina un núcleo de _Si
conocimiento estable?
_No
_No sabe
Tabla 2: Selección de medios en función de aspectos administrativos del curso (Víquez, 2004)
FUENTE: Matriz diseñada por Víquez Jiménez (2004) (Reordenada en función de la investigación sobre GEPLM).
91
ANEXO III: MATRIZ PARA DISCERNIR SELECCIÓN DE LIBROS DE MERCADO
EN FUNCIÓN DE LA PRODUCCIÓN DE LA GUÍA DE ESTUDIO (Marín, 2004)
92
93
Estructura interna Lógica y estructura externa Dogmatismo vrs criticidad
1. ¿El escrito se presenta 1. ¿Se trata de una mera 1. ¿Presenta los enfoques o
desordenado o parece colección de párrafos o de un modelos explicativos como
responder a un plan material organizado por una inmodificable o reconoce
preconcebido títulos, capítulos, secciones, su carácter provisional,
exhaustivamente? apartados, u otro modo de metodológico o didáctico?
organización que refleje una
estructuración jerárquica de
ideas?
2. ¿Se dificulta reconocer la 2. ¿Los títulos y subtítulos 2. ¿Da por hecho que los
importancia relativa de los parecen desconectados de la puntos de vista expuestos
temas expuestos o puede materia, o sugieren los serán aceptados o intenta
detectarse fácilmente una red contenidos por desarrollar en convencer al lector con
de interrelaciones? la sección correspondiente? argumentos?
94
7. ¿Presenta la información
nueva en cualquier parte de
las estructuras sintácticas o
se cuida de presentar al
principio la información
conocida y sólo
posteriormente la nueva
información? (Novac: 1988).
8. ¿Presenta conceptos
implícitos que originan dudas
o las alusiones son explícitas
en todo momento? (Sánchez:
1993).
95
14. ¿Es un texto impenetrable
para quien no sea especialista
en el área o contiene
suficientes pistas para quien
se acerca a él como
estudiante?
96
conocimiento?
97
12. ¿Utiliza solo el lenguaje 12. ¿El lector se ve forzado a
directo o recurre de manera adivinar la ilación entre
oportuna a la metonimia, el oraciones y párrafos o se
símil, analogía o metáfora, advierten suficientes palabras
etc.? y frases conectivas?
99
ANEXO IV: MATRIZ PARA DISCERNIR RASGOS DE ANÁLISIS Y PRODUCCIÓN DE LA GUÍA
DE ESTUDIO (Valenzuela, 2009)
100
1. Fundamentación teórica de la Guía
1.1. Plano psicogenético: según modelo de aprendizaje en que se inserta (teorías sobre
aprendizajes que se exploran).
a) Fundamentación:
-Se trata de hacer explícito lo que figura implícito en el Libro de Mercado, desde una posición
epistemológica sustentada disciplinariamente.
-Se trata de hacer explícito el enfoque disciplinario en que se sustenta didácticamente la G.E.
(coherencia entre el modelo didáctico y la disciplina científica)
-Estrategias de mediación entre ideas previas del lector y nuevos contenidos de Libro de
Mercado.
-Determinar la demanda cognitiva del Libro de Mercado y nivel académico del lector.
-Manejo lingüístico (lecto-escritura) del lector según lenguaje especializado del Libro de
Mercado.
101
-Opciones de estructuración: globalizadora, analogía, organización descriptiva, etc.
3. Evaluación
102
ANEXO V: MATRIZ PARA ANÁLISIS Y PRODUCCIÓN DE LA GUÍA DE ESTUDIO
(GEPLM, 2009)
103
1. Estrategias generales de adquisición Técnicas y actividades propuestas para la producción
de conocimiento a partir del texto- de la Guía de estudio
experto.
104
14. Diseñar cuadros sinópticos.
2. Estrategias de autoevaluación y
autorregulación
105
algunas metas, para neutralizar sentido de
frustración y asumir la responsabilidad ante
2.2.1 Estrategias asociadas a procesos
las propias emociones.
valorativos
106
3. Estrategias para el manejo de factores
contextuales del proceso enseñanza-
aprendizaje (E-A)
107
46. Definir las características (objetivos,
restricciones, condiciones de realización) de
las actividades de aprendizaje del curso.
108
56. Identificar propósitos de lectura del texto por
estudiar: familiarizarse con el tema, responder
preguntas, hacer un análisis crítico, etc.
109
manifiestas para apoyar las conclusiones.
110
79. Considerar hechos anteriores (lecturas
previas).
111
BIBLIOGRAFÍA
1. Carranza M., Celaya, G., Herrera, J. y Carezzano F. (2004). Una forma de procesar
la información en los textos científicos y su influencia en la comprensión. Revista
Electrónica de Investigación Educativa, 6 (1). Consultado el mes de Marzo año
2009, en: http://redie.uabc.mx/vol6no1/contenido-carranza.html.
2. CECED. (2009) Diseño de curso en línea. Módulo 1: 2.4. Diseño general o
proyecto académico. UNED. Sabanilla de Montes de Oca.
112
11. Núñez P. (2004, 81-93) Filosofía para niños y sistema de educación a distancia.
Revista Innovaciones Educativas. (Año IX, 14). UNED. Sabanilla de Montes de
Oca. San José. Costa Rica.
14. Rodríguez S.M. (2009) Agua nuestra, tesoro frágil: lo audiovisual como metáfora
didáctica. Tesis de graduación para optar al grado de Licenciatura en Ciencias de la
Educación, con énfasis en docencia. Vicerrectoría Académica. Sabanilla de Montes
de Oca. San José. Costa Rica.
15. Ruiz y otros (2006, 7-29) La escuela francesa de didáctica de las matemáticas y la
construcción de una nueva disciplina científica. Cuadernos de Investigación y
Formación en Educación Matemática. Año 1/ N 2/ Dic. 2006.
16. UNED (1982) Manual del productor académico. UNED. San José, Costa Rica.
113
CAPÍTULO III
(Jiménez R. Elías)
114
CAPÍTULO III
Introducción
115
c) Tercera dimensión: Actividades en la Guía de estudio para
la estructuración del conocimiento consignado en el libro de
mercado.
116
LISTA DE TABLAS Y GRÁFICOS
117
INTRODUCCIÓN
Este capítulo retrotrae el problema didáctico en la medida en que busca ofrecer los elementos
de una estructuras básica de análisis y producción de Guías de estudio cuyos contenidos
recojan de la mejor tradición de la UNED desde las teorías más pertinentes para esbozar
ciertos lineamientos académicos-didácticos que sirvan para enfrentar problemas cognitivos-
pedagógicos propios de la transposición de unidades de conocimiento a partir de un libro de
mercado. Ese problema didáctico ha sido visto por un educador costarricense de la década de
los años 20 del siglo pasado.
Un maestro rural de Costa Rica, Elías Jiménez Rojas, en el año 1926 nos dejó escritas las
condiciones básicas para enseñar una asignatura, en la frase que transcribimos al inicio de este
capítulo,55
“He dicho que para enseñar se requiere saber y he de explicar mi expresión. Mucho saber
significa tres cosas a la vez, condicionadas la una por la otra: Una, poseer extensos
conocimientos; dos, poseer la clave de estos conocimientos, para distinguir los
fundamentos que constituyen la materia enseñable y tres, saber presentar esos elementos
de modo que el alumno pueda digerirlos y asimilárselos, con la alegría que normalmente
acompaña a toda función bien hecha. La última de estas tres cosas se posee generalmente
más por la gracia natural que por el estudio; pero quien la posee sin contar con las otras
dos, es como un motor perfecto que gira en el vacío.”
Aquel educador se refería al contenido básico del concepto de transposición didáctica –según
los términos actuales de Chevallard (2000)- que ayuda a despejar la compleja relación que
opera en la tríada conformada por las relaciones entre el saber-el maestro-y el alumno.
Jiménez ve el problema una cuestión sustantiva de conocimiento: las formas de conocimiento,
como fundamento determinante de la relación56 educador-educando, fijan ciertas pautas que
debemos discernir. Porque algunos enfoques pedagógicos tienden a reducir el problema
didáctico como un problema exclusivo de las relaciones estudiante-docencia, olvidando el
factor conocimiento como el que es decisivo para que esa relación exista de la manera en que
interesa al ámbito educativo.
55
Jiménez R. Elías (1960, 48) Condiciones para enseñar una asignatura. En: El pensamiento de nuestros
educadores clásicos: Lecturas escogidas I. Ministerio de Educación Pública. San José, Costa Rica.
56
No nos cabe duda de la importancia que reviste el problema visto predominantemente desde el
Maestro (como lo plantearía P. Freire: Ver, Pedagogía de la Autonomía, Editorial Siglo XXI. Madrid,
España) o desde el Estudiante, como lo haría la psicología de Vygostky (ver, obra citada en la referencia
siguiente); sin embargo, el enfoque de Chevallard –y presumo que el de Jiménez- decide sacar las
consecuencias que el problema entraña como problema didáctico; esto es, de la transposición del saber
experto (científico en sus fuentes) al saber enseñado (o didáctico) Ver, Chevallard (1997) Transposición
Didáctica: del saber sabio-al-saber enseñado. Ediciones AIQUÉ. Buenos Aires, Argentina.
57
Observación que nos hizo la Dra. Ana M. Rodino a propósito del tema y es que en términos de
Vygostky las unidades de conocimiento van, por así decirlo, delante y arriba del estudiante, halándolo a
118
descrito por Chevallard- cuando afirma que el proceso de enseñanza (de conocimiento) es una
práctica que, vista desde la responsabilidad enseñante, se sitúa adelante y arriba del proceso
de aprendizaje del estudiante; esto es, que le facilita cierto avance hacia nuevos
conocimientos dentro del campo particular, desde cierto nivel previsto en la enseñanza, a
partir de un determinado criterio de niveles académicamente definido; es decir, desde un
parámetro procesual que supone ir de un lugar a otro, dentro de cierta dinámica de
enseñanza-aprendizaje (cierta cronogénesis, en términos del autor).
Aplicado a nuestra investigación este Capítulo 3 parte de la idea según la cual el uso del texto-
de-referencia científico es modelador – directamente – del dispositivo denominado Guía de
estudio del mismo modo en que el aprendizaje del caso, es modelado desde la planificación
del curso; incluido, por supuesto, las Orientaciones para la Asignatura que constituye el
dispositivo organizador de la propuesta pedagógica de la cátedra. Y, en consecuencia, el texto-
tutor (Guía de estudio) se identificará en su estructura básica con un producto del ejercicio de
transposición (del saber experto-hacia-el-saber-a-enseñar) propio del trabajo didáctico. Desde
un plano de simplificación, podemos agregar que esta reconstrucción del texto-experto en la
historia de la UNED corresponde con un modelo que grosso modo denominamos “comentario
de texto” porque lo que caracteriza el perfil general de la Guía de estudio según el uso en la
UNED, estriba básicamente en su estrategia de comentar el texto-experto.
En este capítulo, una vez así delimitados los rasgos propios de esta estrategia de producción de
las Guías de estudio en la UNED, procedemos a presentar cómo operaría una Guía de estudio
en el campo de la Historia, de modo que introduzca –descriptivamente- muestras de la
ingeniería didáctica de la Teoría de Transposición Didáctica.
partir de lo que otro (un igual, estudiante) ya sabe. Y este movimiento (jalón) se produce a partir de lo
que cada quien sabe (conocimiento previo) lo que facilita el avance hacia nuevos conocimientos dentro
de un campo particular. Este fenómeno es descrito como Zona de Desarrollo Próximo (ZdP). Vigostky L.S.
(2006) Aprendizaje y desarrollo intelectual en la edad escolar. Ediciones AKAL. Madrid, España.
119
1. ¿QUÉ CARACTERIZA DIDÁCTICAMENTE A LAS GUÍAS DE ESTUDIO DE LA UNED?58
Atrás señalamos que la finalidad educativa de las Guías de estudio coincide con la razón que
justifica su nacimiento, lo que significa que es una herramienta didáctica que nace como una
respuesta a la necesidad “alfabetizadora” (propedéutica de ciencias, podríamos decir) en los
distintos campos disciplinarios en los que la UNED se ha comprometido a enseñar; nuestro
estudiante requiere, producto de la modalidad, de una iniciación preparatoria para clarificar su
trabajo en línea con la comprensión de conceptos científicos presentes en textos-
referenciados. Ellos, en principio, reclamarían de esta ayuda de orden didáctico para un
rendimiento académico suficiente, dado el caso de que la UNED les entregara fuentes de
información sin la debida mediación.
Desde un análisis cualitativo del fenómeno discursivo que se pone en juego en este trabajo
transpositivo, podemos decir que cuando la fuente básica de una asignatura, dentro del Plan
de Estudios, es una o varias obras de mercado, entonces el rasgo discursivo dominante en la
mediación pedagógica de las Guías de estudio, se caracteriza por la búsqueda de una
estrategia de reconstrucción del discurso de dicha fuente. Lo que se hace, de una u otras
formas, es lo que en la tradición literaria se ha denominado comentario de texto. De esta
forma vemos cómo la Guía de estudio, en su origen discursivo, guarda cierta coherencia con el
texto-tutor y su estilo, tendiendo a producirse acciones, principalmente, de “comentario de
texto.”
Esta tendencia cualitativa en el orden del discurso de la Guía de estudio es su marca de origen
en la UNED; es su rasgo distintivo en comparación con los otros recursos educativos
institucionales afines; dígase Materiales Complementarios, Antologías o Unidades Didácticas.
Todos estos otros dispositivos didácticos tienen un origen marcadamente autónomo, en tanto
que la Guía de estudio, como obra didáctica, no. Su carácter es derivado del libro de mercado.
Y, grosso modo, esto marca una pauta discursiva de cierto estilo propio (carácter de origen)
en tradición pedagógica de la UNED. Profundizando, estilísticamente esta herramienta
didáctica cabe situarla bajo el concepto de “comentario de texto”59, porque - en términos
generales- lo que se espera de una “buena” Guía de estudio, básicamente, es que facilite la
comprensión del otro texto, al cual se debe, mediante comentarios pertinentes, respectivos y
oportunos60.
58
En el capítulo primero de este informe de investigación dejamos bien establecido –desde un patrón
cuantitativo- los rasgos de aceptación o rechazo con que nuestro estudiante reacciona ante las
estrategias didácticas aplicadas en los materiales didácticos de la UNED. Ahora, en este apartado de este
capítulo tercero, vamos a acometer, desde un enfoque cualitativo, una caracterización de la didáctica de
las Guías de estudio desde el concepto de “comentario de texto” que recoge sintéticamente la
estrategia didáctica general de la mayoría de las Guías de estudio producidas a la fecha (ver lista de
GEPLM en anexos del Capítulo 1).
59
Un caso bastante representativo de esto lo refleja, entre otras, la Guía de estudio para el curso
métodos y técnicas de investigación, elaborada por Beltrán Lara González y Pablo Hernández Bonilla
(1992).
60
Desde los inicios de la UNED a propósito de lo que se denominó la “vías alternas”, al referirse al
material impreso de que se sirve la UNED para los curso, se lee: “Como medio principal se utiliza la
120
En otros términos, basta que la fuente principal o parcial de un curso (libro de mercado) no
haya sido producida bajo los estándares de mediación que demanda la administración
académica respectiva, para que sea legítima la función de comentario de texto, distintiva, de
por sí, de la de la concepción didáctica de la UNED aplicada a la Guía de estudio. Este carácter
discursivo que glosa el contenido de los libros de mercado hace de la Guía de estudio un
dispositivo pedagógico de suyo distinto, en el marco de los materiales didácticos de la UNED.
“Debido a que los estudiantes valoran con mucho peso el que los materiales escritos
tengan ejercicios desarrollados se recomienda solventar esta deficiencia por medio de la
elaboración de Guías de estudio y materiales complementarios mientras se modifican los
materiales didácticos que requieren cambios, de esta manera se pueden también reforzar
algunos otros aspectos deficitarios detectados en los materiales” (2001,36)61.
Unidad Didáctica, que es un texto elaborado por un autor contratado…cuando existe en el mercado un
material que reúna estas condiciones, la unidad didáctica se puede sustituir por un texto
comercial…como medio auxiliar se utiliza una Guía académica en la que se explican a los alumnos los
objetivos del curso, los recursos a su disposición, el cronograma de estudio, las tareas y las actividades
complementarias…”. UNED (1982,15-16) Manual del productor académico. UNED. San José, Costa Rica.
61
En esta investigación, coordinada por Víctor Hugo Méndez-Estrada, participaron una docena de
profesionales, y representa una de los pocos estudios sobre el rendimiento académico que una cátedra
realiza de modo sostenido durante doce cuatrimestres. Ver: Méndez E. y otros (2001) Programa de
profesorado y bachillerato en la enseñanza de la matemática de la UNED: factores que influyen en el
rendimiento académico de los estudiantes. Centro de Investigación Académica. Vicerrectoría Académica.
53 p.
62
Sierra B. (1985) Técnicas de investigación social. Ediciones Paraninfo; y, Anguera T. (1982)
Metodología de la observación en las ciencias humanas. Ediciones Cátedra S.A. De ambas obras, los
autores de la Guía de estudio, seleccionan los capítulos correspondientes de los textos de mercado y
estructuran la Guía mediante los siguientes componentes: descripción del propósito del curso,
esquemas-resúmenes y ejercicios de autoevaluación. Aplican dicha estructura a un total de 17
capítulos del libro de Sierra y a 7 capítulos de la obra de Anguera.
63
DÁlton, C. (1986) Guía de estudio para la obra Técnicas de comunicación oral. EUNED. San José. Costa
Rica. Ander-Egg y Aguilar (1983). Técnicas de comunicación oral. Fundación Acción Ya. EUNED. San José,
Costa Rica.
121
ajena a la naturaleza de las Guías de estudio, que se han producido en la UNED. No obstante,
en condiciones usuales, el discurso de la Guía de estudio apela al comentario del texto-experto
como práctica normalizada bajo la idea de que esta herramienta didáctica debe comentar
aquellos aspectos correspondientes, que -de otro modo- abren interrogantes que impiden al
estudiante un avance normal en sus estudios.
Por otra parte, el hecho de identificar diferentes funciones en la producción de las Guías de
estudio en la historia de la UNED, consolidan el argumento de gran importancia de no
encerrarnos (ni pretender ahí alguna razón académica, para ello) en patrones únicos de
análisis y producción de Guías de estudio64, sin embargo, a lo largo de la historia de la UNED,
podemos decir que si existe un patrón cualitativo básico, en las Guías de estudio, este es el de
comentar el texto-experto. Por eso, por otra parte, el hecho de reconocer en este capítulo el
carácter intrínseco del comentario como eje de la mediación pedagógica alfabetizadora de la
UNED-Costa Rica, nos obliga a profundizar estos rasgos específicos, en la historia reciente.
En el año 2006 una comisión “ad hoc” creada en la Dirección de Producción de Materiales
Didácticos65 declara que “parece haber una política institucional para que no se elaboren
Unidades Didácticas, sino que se utilicen materiales externos, acompañados de una Guía de
estudio”. El documento señala, además, que en los últimos dos años se ha crecido
notablemente la producción de Guías de estudio, y agrega que, “algunas de las cuales” se han
devuelto a las escuelas, por considerar que “el material de base que se le envió al productor no
es propiamente material didáctico, sino orientaciones para el estudiante, respecto a la
administración del currículum”66.
Otra observación del informe de Marín es que “las Guías de estudio terminadas y entregadas
se han producido según el criterio y parámetros establecidos por cada productor, pero hasta el
momento no existen criterios unificados para toda la Coordinación de Producción Académica”
(actualmente, PROMADE).67 Este último punto conviene que sea destacado pues coincidimos
64
Ver: Gutiérrez C. (1993). Epistemología e informática. EUNED. San José. Costa Rica. Esta Guía de
estudio es una muestra del tipo de Guías que funcionan como recursos didácticos autónomos; se
dedican de tal forma a la sustentación y ampliación de bases académicas del estudiantado –en este caso
relacionado con la epistemología pertinente al estudio de la informática- que aunque guardan una
relación directa de contenido con la obra Antología de epistemología e informática (1994) que le dio
origen, no por ello –como señala su autor- deja de constituir una obra “por si sola”, un texto de
epistemología de la informática (1993, VI), que bien puede estudiarse –independientemente- de dicha
antología, por construcción didáctica consciente, intencionada y explícita.
65
Ver: Marín (2006) Para abordar el tema sobre las Guías de estudio: ANTECEDENTES. Documento-
informe, compartido en noviembre de 2006, con productores académicos. Dirección de Producción de
Materiales. PROMAI. Vicerrectoría Académica. UNED.
66
Estas afirmaciones tienen el respaldo de los datos que expusimos en el Capítulo I de este informe de
investigación; por consiguiente, reproducimos con absoluta conciencia de la veracidad que acompaña a
las palabras del productor académico de quien tomamos esta información.
67
Diferente al caso, por ejemplo, de las Unidades Didácticas. De este otro tipo de material didáctico
Marín escribe un artículo donde esboza características deseables, según cierta experiencia compartida
122
totalmente, ya que hemos sido testigos, en vista del propósito básico de nuestra investigación,
de la urgencia de ofrecer criterios y lineamientos para el análisis y producción de Guías de
estudio, por un lado ateniéndonos tanto a los aspectos históricos que originaron estos
recursos educativos, y por el otro llenando un vacío prácticamente total de sistematización de
información atinente a esta herramienta didáctica.
Acometiendo el concepto de Guía de estudio, Marín expresa que: “ una Guía de estudio es un
material didáctico que se elabora con el fin de que los estudiantes puedan comprender mejor
otros materiales o fuentes de información, los cuales no fueron diseñados originalmente para
un curso determinado” (2006,3). En cuanto a la diversidad que puede adquirir este recurso
educativo el informe expresa: “Es por ello que una Guía de Estudio puede ser muy diferente a
otra, pero nunca debe limitarse a indicarle al estudiante que debe leer tal capítulo de tal libro y
luego contestar tales preguntas para alcanzar tales objetivos de aprendizaje”. Esta crítica hace
recordar que la herramienta didáctica de que tratamos no se justifica nunca como algo externo
al contenido de uno o más libros de referencia (ver un comentario a la confusión que denuncia
Marín en la nota 73 de este informe).
En el contexto del informe la comisión ad hoc (coordinada por Marín) se centra en disipar la
práctica de confundir “Guías de estudio” con “Orientaciones para los cursos”; efectivamente,
la confusión existe y coincidimos en que hay que aclarar confusiones “tan de bulto” en una
cuestión tan sustantiva70. Sin embargo, lo esencial es la serie de preguntas y el ensayo de
entre los productores de la Coordinación de Producción de Materiales Didácticos Escritos: Ver, Marín, C.
(2004) Unidades didácticas: esbozo de un inventario de características deseables. En: Revista
Innovaciones Educativas (Año IX, N 14, p. 65-72).
68
El natural temor, desde el punto de vista académico, es que una producción de Guías de estudio
dejada al arbitrio personal puede permitir cierta arbitrariedad en materia de inclusión de ejemplos, de
modalidades de presentación de ejercicios, etcétera. Cuando incluyan elementos que atenten en contra
de una percepción coherente del conjunto. El resultado sería que una Guía de estudio que se origina
para resolver problemas de comprensión de un texto-tutor, los estaría generando y esto es un criterio
valioso a considerar.
69
En, PROMADE: Programa de producción de materiales didácticos escritos. Antes PROMAI: Programa
de materiales impresos), la opinión más sistematizada corresponde a la articulada por el Productor
Académico Carlos Marín, de quien tomamos las principales declaraciones escritas, mediante los
artículos publicados en la Revista Innovaciones Educativas de la UNED.
70
Una de las justificaciones escuchadas estriba en que podría estar faltando en el contexto de la
inducción de los nuevos catedráticos y tutores de la UNED, la clarificación del sentido y características
de los instrumentos didácticos más probados en la UNED. Si esto fuera así, la solución está a la vista, sin
embargo, considero que la inducción debería acompañarse con una profunda reflexión del concepto de
123
respuesta que esboza dicho documento, para cada una de ellas. Seguiremos la exposición del
informe de la comisión y haremos comentarios de pie de página correspondientes a las
acotaciones de nuestra investigación, sin alterar la dinámica y lógica de argumentación de los
que trabajaron el tema, oportunamente.
Agrega el informe que una vez definido esto, también es su responsabilidad comunicarlo a las
cátedras, por diferentes medios, con el propósito de alcanzar producciones con algún grado
de estandarización y calidad. El informe acota que “actualmente existe la confusión, por lo
menos en algunas cátedras, de que una Guía de estudio es para el curso X, y no para el
material X, Y o Z. Aseguran que tal confusión, sobre algo tan sencillo, origina grandes
malentendidos sobré qué hacerse y que no.”
Esta opinión permite destacar un aspecto esencial para la investigación de las Guías de estudio
de libros de mercado: es necesario que tanto el análisis de los libros de mercado como la
producción de estos materiales didácticos puedan ser realizados en el marco contextual de los
cursos y no sólo atendiendo, aisladamente, a la necesidad perentoria de evaluar un material
didáctico específico71, independientemente de dicho contexto.
Vale agregar que la noción de Guía de estudio como comentario de texto de un libro de
mercado, es clave para entender determinados contenidos que pueden repetirse, de otro
modo, a partir del texto experto; especialmente, todo aquello que consolide la visión de su
estructura y de los elementos que conforman dicha estructura; los objetivos de aprendizaje
planteados en la Descripción Curricular y a raíz de su lugar en el Plan de Estudios
correspondiente.
lo didáctico que supere el déficit de comprensión del fenómeno desde lo mucho que tiene de
cambiante no sólo a tenor de teorías didácticas que están mejor comunicadas con los cambios en las
ciencias cognitivas, sino por su natural raíz cultural y social donde el cambio es la pauta y no la
excepción.
71
De hecho dos informes de investigación que demuestran este aspecto de modo contundente son los
de Zúñiga y otras (2001) Estudio evaluativo y sistematización de la experiencia educativa del curso:
Elementos generales acerca de la violencia doméstica. Propuestas de reestructuración. Centro de
Investigación Académica. Vicerrectoría Académica. UNED y, Méndez y otros (2001) Programa de
Profesorado y Bachillerato en la enseñanza de la matemática de la UNED: factores de rendimiento
académico de los estudiantes. Centro de Investigación Académica. Vicerrectoría Académica. UNED.
124
“cuando no exista una Unidad Didáctica, tradicional o modular, destinada para un curso,
sino otras fuentes de información que abarquen los contenidos curriculares requeridos
para dicho curso, por ejemplo libros de otras editoriales distintas a la EUNED o sitios en
INTERNET, pero que, por no haber sido concebidos para estudiantes de la UNED, deben
ser adaptados a la modalidad a distancia y a las exigencias curriculares del curso en
cuestión” (Marín 2006, 6).
Coincidimos, pero hay que agregar que la opinión esbozada no abarca todas las opciones
suficientes en vista de la variedades de necesidades: No solo obras editadas por la EUNED (de
línea editorial o no) sino que también una compilación de artículos científicos publicados en
revistas científicas especializadas, independientemente de que no tengan explícito vínculo con
la Educación a Distancia, la selección de capítulos de diversos libros, la mezcla entre capítulos
de libros y artículos de revistas que formen antologías, etcétera.
No cabe entonces señalar como limitante que los libros a mediar con Guías de estudio, sean
libros de otras editoriales distintas (o de la EUNED). Sin embargo, está bien planteado que los
textos que la EUNED produce y que no han sido concebidos para estudiantes, pasen a ser
candidatos; y que sea la EUNED el primer predio de mercado que sea visitado por la cátedra
para discernir si adoptarlos. La Guía de estudio, dentro del sistema, es el dispositivo para ello,
según lo demande la satisfacción de las necesidades académicas72.
Adelante el informe afirma: “una Guía de estudio puede ser muy diferente a otra, pero nunca
debe limitarse a indicarle al estudiante que debe leer tal capítulo de tal libro y luego contestar
tales preguntas para alcanzar tales objetivos de aprendizaje”. En el contexto particular de la
sección de producción académica de la UNED, se entiende que esta afirmación de Marín está
vinculada con la confusión institucional que existe entre Guía de estudio como recurso
educativo y el antiguo cronograma de administración del curso o, en jerga interna actual, las
denominadas Orientaciones para el curso.73
72
Cabría puntualizar más: de darse el caso de autores que no desean pasar por la criba de la instancia de
producción académica de la UNED (independientemente de sus razones) y que las cátedras valoran
como autores necesarios por sus conocimientos suficientes para sustentar los contenidos de las
respectivas asignaturas, debería estudiarse la opción de poder contratarlos para que hagan la obra de
línea editorial; la que, a su vez, podría acompañarse de una Guía de estudio pertinente.
73
En el Manual del Productor Académico (1982) me parece haber localizado la fuente de esta
ambigüedad en el trabajo docente de inicios de la UNED. Se alude, en el citado manual, a un
instrumento llamado “Guías académicas” que cumple dos funciones: “complementan vías alternas”
(esto significaba que era un material didáctico provisional que se utilizaba en los cursos en tanto se
conseguía una mejor fuente) y “son un documento informativo de cada asignatura que hay que dar”
(1982: 70). Posteriormente, se denominó Guía de estudio a un material que cumplía la primera función y
se denominó Cronograma del curso al que cumplía la segunda función. Este último es el que hoy se
conoce como Orientaciones para el curso. Es coincidente esta versión de Guía Didáctica o académica
con la homóloga actual que produce la UNED-España. Ver: http://uned.es/cued/boletin/html
125
• ¿Cómo situar el problema de los objetivos de aprendizaje al producir la Guía de
estudio?
Para la comisión se impone la interrogante sobre cuáles objetivos de aprendizaje deben
distinguirse, para efectos de producción de una Guía de estudio. Esta pregunta debe leerse en
el contexto de que, en opinión de dicha comisión, debe hacerse distinción entre los objetivos
de aprendizaje que se plantearon para el curso (en su Descripción Curricular) de los objetivos
de aprendizaje con vista en los cuales se elabora la Guía de estudio.
La duda que abre el coordinador de la Comisión ad hoc –y que matiza con el comentario que
señala se deben encontrar las coincidencias entre ambos tipos de objetivos- parece partir de la
presuposición siguiente: que los objetivos de la Guía de estudio, deben reflejar bien el
contenido programado en la programación curricular; en esa línea leemos que se afirme que
se trata de dos series distintas de objetivos, por un lado los relacionados con el texto-experto
y por otro lado, los correspondientes a la curricula programada.
De nuestra parte señalamos que la confusión introducida al separar los objetivos en dos series
parece justificar incluso la aparición de nuevas series; podríamos exagerar señalando que
también el equipo de producción de materiales puede crear sus propios objetivos. Y la raíz de
todo este asunto está en el consenso que debe existir respecto de un punto: ¿qué objetivos
son los que deben aparecer en la Guía de estudio? Nuestra respuesta es: los objetivos de que
cabe hablar en el caso del diseño de la Guía de estudio, son los que deben orientar
principalmente al estudiante, respecto del estudio del libro de mercado. Y no es tema aparte
qué objetivos corresponden a la programación curricular, porque un criterio central de
selección de los libros de mercado es que sus contenidos se correspondan directamente con
los que se requieren en el curso tal y como está consignado en la respectiva Descripción
Curricular y Plan de Estudios.
74
Ver el ANEXO GENERAL II de esta investigación donde se detallan las directrices del PACE a propósito
de los objetivos en los planes de estudios o macro-programaciones.
126
• ¿Cómo entender el problema de la estructura de la Guía de estudio?
¿Cómo debe ser, pues, una Guía de estudio? La respuesta es valiosa: el informe de la comisión
afirma que:
“Si se han clarificado aspectos tan elementales como los señalados antes, entonces una
Guía de estudios podrá tener muchos componentes y, a veces, faltar algunos de ellos. Eso
dependerá de la naturaleza y características de los materiales estudiados o fuentes de
información consultadas” (Marín, 2006: 7).
En el decir del informe la Guía de estudio tendrá que “bucear” (sic), a profundidad, las
unidades de conocimiento específicas del material seleccionado, y al estudiarlo verá cómo
aplicarlo, para discernir, también, cómo verificar lo aprendido y aún cómo valorarlo. La
siguiente tabla desglosa lo que la comisión denomina “partes de una Guía de estudio” y que
sugiere algunos elementos tradicionales de la estructura de toda Guía de estudio, que cabrían
en el rango de sus generalidades.
La lista, es la siguiente:
Objetos o propósitos de aprendizaje que orientan la Guía de Estudio (no el curso ni de los
materiales seleccionados).
Solucionario de preguntas frecuentes que suelen plantearse quienes se acercan por primera
vez al estudio del tema en cuestión.
Glosarios con los términos más importantes de la materia estudiada y sus significados
Tabla 1: Partes de una Guía de estudio de libros de mercado (Comisión PROMAI, 2006). FUENTE:
Proyecto GEPLM (2009).
127
Entendemos que para la Comisión ad hoc que analizó, en el año 2006, la situación de las Guías
de estudio de la UNED, son muchos más los factores imponderables –didácticamente- en el
análisis y producción de esta herramienta didáctica, que aquellos ponderables y lo
entendemos así por algo que los informes de esta Comisión ad hoc no problematiza a fondo; a
saber, aquellos aspectos esenciales derivados del aspecto disciplinario o interdisciplinario de
un dominio del conocimiento científico.
Es, según nuestra investigación, la atención al saber experto y no la atención a otros aspectos -
mecánicamente citados, como rasgos “esenciales” del trabajo didáctico (v.gr. Ejercicios-
respuesta de los ejercicios o, aún más secundarios, como los referidos al tratamiento aislada y
abstractamente gráfico de los materiales)- lo que marca la diferencia. Los aspectos de
tratamiento eminentemente formal (gráfico) resultan consecuencia de los primeros: lo
decisivo está referido al contenido científico que se debe expresar, didácticamente. Este
punto, aparentemente breve es el quid de la cuestión, indudablemente, en el caso de las Guías
de estudio.
Y en cuanto al acceso a este fondo sustantivo del trabajo didáctico nos parece fundamental
subrayar que los elementos didácticos esenciales son lo que operan en la Guía de estudio
convirtiéndola en una exploradora de la estructura virtual del libro de mercado, afianzando –
para el estudiante- la posibilidad de identificar, críticamente, la estructura “real” propuesta
por el autor del libro de mercado.
El concepto de Neolector que pertenece al trabajo didáctico de Prieto75 puede servirnos como
una referencia importante porque permite tomar consciencia de la realidad de muchos de los
estudiantes del sistema de Educación a Distancia, especialmente de los ingresantes de edad
adulta, más acostumbrados a “consumir” que a “producir” mensajes. Evidentemente, el
sistema de enseñanza debe proveer mecanismos que permita a estos alumnos avanzar en el
plano de producción de mensajes ya que sin este avance, no se dará tampoco el paso de la
condición de neolector a la de lector-crítico, que es el ideal de la Educación Superior,
compartido por la UNED.
75
Prieto D. (1991) Producción de materiales para neolectores. RNTC-IICA. San José. Costa Rica. En
términos generales la noción de neolector apela a un usuario apenas competente en la destreza más
superficial de lectura, en términos del autor, “al utilizarla pensamos en alguien que ha accedido al
universo de las letras, capaz de descifrar mensajes en los que se sostiene buena parte de la sociedad,
pero más en el plano del consumo de mensajes que el de la producción de los mismos” (Pág.7).
128
Criterio ¿Qué hace el neolector ante el texto experto?
Prueba 2: De Se da cuenta si las ideas que están en el texto son compatibles con los
coherencia conocimientos previos que se recuerdan.
externa.
Prueba 3: Controla que la relación entre las proposiciones que ofrece el texto (en el nivel
De cohesión de sus párrafos o apartados) esté articulada adecuadamente.
proposicional.
Prueba 4: De Verifica que las ideas de un texto o párrafo sean temáticamente compatibles
cohesión con el conjunto.
estructural.
Prueba 6: De Verifica que el texto contenga toda la información necesaria para cumplir
suficiencia determinado objetivo.
informativa.
Tabla 2: Un modelo de lector para las Guías de estudio de libros de mercado. FUENTE: Proyecto
GEPLM (2009).
La Tabla 2 ayuda a explorar cierto comportamiento del neolector ante el texto experto, y su
función es indicativa para el monitoreo correspondiente. La propuesta de análisis del texto-
experto plantea que el ejercicio de escritura a realizar en la Guía de estudio siempre predice el
modelo de lector a quien va dirigido el material didáctico. Por eso, aunque la Tabla 2 es solo
indicativa, invita a despertar cierta sensibilidad ante esta dimensión esencial del proceso de
comunicación y que serán parte de los criterios de planificación de la comunicación, dentro de
la modalidad propia del sistema de enseñanza.
76
Jorba y Casellas (Editores) (1997). Estrategias y técnicas para la gestión social en el aula. Volumen I:
La regulación y la autorregulación de los aprendizajes. Editorial SÍNTESIS. Barcelona, España.
129
analizar el fenómeno de la autorregulación de los aprendizajes, y especificando más su
propuesta, señalan que: “por ejemplo, las relaciones con el llamado método científico, a través
de acciones que se van regulando muchas veces, sin la necesidad de cambiar los modelos
interpretativos en relación a dicho fenómeno”.
Empecemos señalando dos rasgos relevantes que pivotean el marco referencial del modelo de
regulación continua de los aprendizajes, según estos autores:
Jorba y Casellas plantean que la selección y organización de los contenidos de las unidades
didácticas (entiéndase, las unidades temáticas en que puede descomponerse un texto) ha de
hacerse “en conjuntos de actividades intelectuales que conformen secuencias cortas, de entre
6 y 10 horas, con objetivos específicos”. Cada secuencia debe constituir un pequeño ciclo de
aprendizaje, y sus resultados se evalúan para poder arbitrar lo correspondiente, por parte del
estudiante. Este tipo de secuenciación tiene por finalidad que el alumno pueda detectar -
rápidamente- si va a un ritmo de comprensión adecuado según lo expuesto en el material
didáctico.
También podrá detectar las dificultades que están imposibilitándole avanzar y podrá
concentrar su esfuerzo en esos aspectos particularmente dificultosos para él. Así pues, los
investigadores recomiendan que cada unidad temática de conocimiento esté estructurada en
secuencias de enseñanza-aprendizaje que constituyan pequeños ciclos de aprendizaje.
Por lo que toca al fondo del modelo de meta-cognición de Jorba y Casellas éste figura mediado
en una secuenciación de las actividades de enseñanza-aprendizaje que, autogenerándose, al
interior de cada uno de estas dimensiones lleva a procesos de regulación y autorregulación de
los aprendizajes; para efectos de producción de materiales tipo Guía de estudio traducimos a
unidades de análisis y producción esas dimensiones.
131
disciplinas. Estos instrumentos deben estar relacionados con las preguntas o
problemas que se han planteado inicialmente y deben hacer posible la
esquematización y estructuración coherente de las diferentes formas de resolución.
Antes de proceder con un despliegue detallado sobre las dimensiones y unidades de análisis
que se desprenden del modelo metodológico (de ingeniería didáctica) de Jorba y Casellas,
para la producción y análisis de Guías de estudio en la UNED, la Figura 1 nos permite reseñar
los aspectos centrales de dicho modelo, para una comprensión más cabal, antes de su
aplicación a la producción de las Guías de estudio de libros de mercado.
132
Figura 1: Coordenadas didácticas según teoría de regulación-autorregulación de
aprendizajes77
ABSTRACTO
C. Estructuración: Actividades de sistematización y estructuración
lógica. Aplicación del concepto en ejercicios académicos para:
familiarizarse con el contenido o procedimiento nuevo, memorizar,
B. discernir las posibilidades que ofrece reconocer el concepto.
ICN: hacia
situaciones
cada vez más
abstractas.
D. APLICACIÓN: Aplicación del
concepto o procedimiento a
situaciones reales concretas, simples
o complejas para:
* Interpretar la realidad
• Objeto de aprendizaje
CONCRETO
SIMPLE COMPLEJO
Hablar del “comentario de texto” sugiere un carácter o estilo discursivo como estrategia
pedagógica. Autoriza a hablar entonces de cierto estilo-didáctico de las Guías de estudio como
un estilo consolidado de texto-tutor. A propósito de las funciones pedagógicas de una Guía de
estudio, “el comentario de texto” es su carácter dominante y cabe indicar, de seguido, la gran
utilidad que tiene el explorar varias estructuras propias de este estilo didáctico denominado
comentario de texto, con el fin de no restringir el campo de propuestas y de animar la creación
de respuestas múltiples (y alternativas viables) a la satisfacción de las necesidades
intelectuales efectivas de apoyo para el estudiante de la UNED.
77
Ver: Jorba y Casellas (Editores) (1997, 34). Estrategias y técnicas para la gestión social en el aula.
Volumen I: La regulación y la autorregulación de los aprendizajes. Editorial SÍNTESIS. Barcelona, España.
133
En primer lugar, asumimos que la selección del texto-tutor (libro de mercado) es el paso
decisivo en el origen de una Guía de estudio, sin embargo, para decidir o seleccionar la clase
más pertinente de comentario que se le hará a determinado texto-tutor, se depende del
panorama disponible de posibilidades de tipos de “comentarios” con que se cuente. Un equipo
productor de la Guía de estudio, que cuente con suficientes modalidades de tipos de
“comentarios”, tendrá más opciones a las cuales echar mano, frente a la variopinta gama de
necesidades que deberá satisfacer.
El equipo de producción79 de una Guía de estudio ante un texto-experto, asume una justa
presuposición: que la facultad del lenguaje humano no suele llevarse a cabo mediante
enunciados de habla aislados sino mediante un número indeterminado de enunciados
sucesivos cohesionados que se articulan en una unidad completa de comunicación. El texto-
experto, por consiguiente, tiene dos principales características: cierta unidad temática para
alcanzar un significado global de modo que los diferentes enunciados están al servicio de un
núcleo informativo básico. Y, además, dicho texto debe tener cierta cohesión interna: los
elementos que lo constituyen deben interrelacionarse de modo que constituyan una unidad
comunicativa.
Identificado lo anterior, en una Guía de estudio se plantea– de entrada- una relectura del
texto-experto, mediante cierta progresión y articulación específica. Los mecanismos mediante
78
Todo este apartado toma lo principal de su propuesta de las directrices emanadas del trabajo que la
Coordinadora del PROIFED, investigadora Cristina DÁlton, ha desarrollado a propósito de la producción
académica de materiales didácticos en la UNED. Los pormenores de este enfoque y la ingeniería
didáctica que se desprende de él debe todo su contenido a la minuciosa indagación que la autora
desarrolló y que conserva mucho de su vigencia, después de década y media de su publicación. Ver:
DÁlton C. (1994). Producción de materiales didácticos en la UNED. EUNED. Sabanilla de Montes de Oca.
San José. Costa Rica.
79
Tal y como organiza, actualmente, la UNED esta labor de producción de Guías de estudio, el equipo de
trabajo lo integran: el productor del medio escrito, especialista en la temática y la persona encargada de
la cátedra respectiva. El trabajo de diseño de la Guía de estudio (incluyendo su dimensión gráfica y de
diagramación) está consignado en un documento de gran importancia: La Descripción Curricular. Este
documento, en el mejor de los casos, deriva de los lineamientos del Plan de Estudios global de la carrera
en que se inscribe la asignatura que demanda la Guía de estudio. En el peor de los casos la Descripción
Curricular no es más que una lista –desglosada- de temas sin ningún vínculo con el Plan de Estudios, sea
porque éste está desactualizado y en revisión, sea porque se trata de un material para un curso que no
corresponde a una carrera, sino a un curso de servicio, propiamente.
134
los cuales el diseño de una Guía de estudio plantea su estrategia de progresión y articulación,
pueden ser varios:
-Contrastando enunciados del texto-experto con otros que permitan ampliar perspectivas o
abrir nuevos enfoques a la información dada.
En todo caso los mecanismos para la progresión y articulación de la información del texto-
experto, vía Guía de estudio, deben contribuir a cierto efecto de encadenamiento de la
información que en el texto-experto figure desarticulada. Sin embargo, esta labor deberá
hacerse con tal cuidado que la nueva disposición de los contenidos respete las implicaciones
de los enunciados básicos del texto-experto, toda vez que representa la fuente de acopio
sustantivo de la información científica de referencia.
80
Un criterio general y quizá demasiado obvio para efectos de selección de textos de mercado debe ser
el relacionado con su aceptable uso gramatical y semántico: Por ejemplo, los problemas de tipo
morfosintáctico (concordancia, desorden de los elementos de la frase, etc.). Cuando se sacrifica este
aspecto usualmente también ocurre lo mismo con los contenidos científicos del texto-experto ya que no
debe aceptarse, más que formalmente, la separación artificiosa entre características formales del
discurso y el contenido científico del mismo.
135
a) ¿Cómo evidenciar los mecanismos de cohesión del texto-experto?
Parte esencial del trabajo de monitoreo y evaluación por parte del equipo productor de una
Guía de estudio, comporta el estudio de los mecanismos que utiliza el texto-experto para
consolidarse como un texto cohesionado. Por mecanismos de cohesión –siguiendo a DÁlton-
entendemos todos aquellos procedimientos que facilitan la progresión lógica del texto y
actúan como entramado sobre el que se sustenta el discurso, favoreciendo su coherencia.
Íntimamente relacionado con el destinatario original del texto-experto otro factor de cohesión
estriba en la adecuación del contenido del texto-experto a la experiencia prevista (por ejemplo,
conocimiento previo del tema) en el lector destinatario: en el alumno de la UNED para quien
se elabora la Guía. Precisamente, una Guía de estudio –por definición- busca recrearse
abriendo la posibilidad de comprensión ante este destinatario nuevo.
Siempre orientados por DÁlton iremos estrechando nuestra propuesta al marco básicamente
lingüístico para pasar a destacar, seguidamente, el trabajo de análisis de dos factores de
cohesión del texto-experto, que toda Guía de estudio debe evaluar: los mecanismos lógicos y
los propiamente lingüísticos.
81
La alusión coincide con la aplicación del constructivismo que plantea el Modelo Pedagógico de la
UNED. Este planteamiento ha sido llevado a revisión (y ampliación) en un informe reciente del PROIFED:
Ver, Méndez-E y otros (2008) Documento de trabajo: Los modelos pedagógicos centrados en el
estudiante, apuntes sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje. Vicerrectoría de Investigación.
PROIFED. Sabanilla de Montes de Oca. San José. Costa Rica. 55 pgs.
82
Para una comprensión más desarrollada del concepto de “textos sensibles al contexto”, Ver: Núñez P.
(2004, 81-92) Filosofía para Niños y sistema de educación a distancia. Revista Innovaciones Educativas.
Año IX, N.14. UNED. Sabanilla de Montes de Oca. San José, Costa Rica. El concepto básico parte de un
principio según el cual el trabajo educativo (más aún el soportado en materiales didácticos) debe
comprometerse con un uso transformador del conocimiento más que con su repetición, ver Pozo, J.I. y
otros (2006) Nuevas formas de pensar la enseñanza y el aprendizaje. Las concepciones de profesores y
alumnos. Ediciones GRAÔ. Barcelona. España.
136
b) ¿Cómo rastrear los mecanismos lógicos y lingüísticos de cohesión
en el texto-experto?
Cada idea principal del texto-experto es transpuesta, en sus unidades básicas de contenido, lo
que es estructurante para la construcción de la Guía de estudio; el ejercicio lleva implícito
cierto comentario en relación con el tema que se pretende comunicar y el esfuerzo tiene como
meta hacerlo “mejor” que como figura en el libro de mercado. Por ejemplo, si el tema es:
Ventajas y desventajas del uso de la energía nuclear, la idea principal es que ante los graves
riesgos que comporta la energía nuclear se hace necesaria la búsqueda de otras energías
alternativas.
Frente a una idea como la expuesta, una Guía de estudio podría, a modo de práctica de
investigación, invitar a un rastreo por INTERNET sobre casos de aplicación de energías
alternativas, así como ensayar otras rutas de ejemplificación que apoyen la profundización en
la temática. Otra gestión que puede operar desde la Guía de estudio, en el caso señalado, es
ofrecerle al estudiante un esquema que grafique los componentes básicos (por ejemplo,
mediante mapa) de las características de la energía nuclear, etc. De esta forma, en este caso
último, estaríamos –vía Guía de estudio- supliendo información que quizá el texto-experto da
por conocida, en razón del destinatario prefijado.
83
Esta labor en la UNED es realizada por el Especialista en contenidos o, en su defecto, por un delegado
de la cátedra respectiva de reconocida solvencia en la temática. Operativamente, es deseable que un
texto-experto sea seleccionado siguiendo estándares de máxima calidad, de tal modo que el trabajo de
la Guía de estudio se concentre en evidenciar la estructura (coherencia-cohesión) característica de dicho
texto y avanzar en tareas de aplicación de las teorías, de ejemplificaciones y contra-ejemplificaciones, de
propuestas didácticas de auto-evaluación y ensayo de respuestas posibles, etc.
137
aprendizaje señalados en la Descripción Curricular. En esta delicada tarea es importante partir
de las normas intrínsecas del propio texto-experto y los posibles conflictos emergentes de
interpretación que deban ser regulados desde la enseñanza.
Entre los mecanismos lingüísticos principales a los que puede echar mano la Guía de estudio,
según a tenor del criterio de DÁlton, para un trabajo didáctico de tratamiento de los
contenidos científicos del libro de mercado, vale la pena destacar, dos: los criterios de
recurrencia (la posible repetición de la información consignada en el libro de mercado) y la
función de evidenciar los nexos o conectores entre partes del discurso didáctico del texto-
experto.
En cuanto al primer aspecto, una Guía de estudio está autorizada a repetir contenidos
presentes en el texto-experto con el fin de clarificar, acotar, ilustrar, etc. sus sentidos. Los
procedimientos de recurrencia pueden servirse de la repetición léxica para volver sobre
aquella terminología que para el lector puede resultar críptica en el texto-experto. También se
vale repetir información para asentar informaciones que resultan fundamentales dentro del
84
En el Anexo III del Capítulo 2 se presenta, mediante una rúbrica, ciertos criterios que aconsejan el uso
de algunos indicadores razonables de selección de libros de mercado; tales criterios buscan hacer
“guiables” los contenidos del libro de mercado con el fin de que los equipos de producción de
materiales didácticos no se vean en situaciones anómalas de recibir proyectos imposibles de guiar.
85
Ver: Pozo, J.I. y otros (2006, 272) Nuevas formas de pensar la enseñanza y el aprendizaje. Las
concepciones de profesores y alumnos. Ediciones GRAÔ. Barcelona. España. En el conversatorio que
tuvimos con el profesor Pozo (UNED, Julio 2000) el autor aludió el proyecto de investigación –en parte
sustentador del libro citado- y como resultados la afirmación en población estudiantil colombiana y
española. Sistematiza el autor cuatro procesos cognitivos relacionados con el aprendizaje; a saber,
proceso de relación (formas de enlazamiento de los nuevos conocimientos con los actuantes en la
memoria), proceso de retención (formas de “almacenaje” de las informaciones en la memoria humana),
procesos de organización (estructuras adoptadas por los nuevos conocimientos en la memoria humana)
y procesos de recuperación (procesos que activan conocimientos aprendidos).
138
campo o dominio particular, en razón de su importancia dentro de la estructura profunda del
libro de mercado.
Diferente de la repetición que quiere dejar bien establecido un término o un concepto clave,
es el caso de recurrencia por vía de sustitución sinonímica que, simplemente, hace aparecer en
la Guía de estudio un término (conceptual, referencial, etc.) diferente del que figura en el
texto-experto, pero con significado idéntico y utilizado en el mismo contexto. Otro caso lo
representa el uso de palabras pertenecientes a un mismo campo conceptual y viene mejor
cuando, a criterio del equipo de producción de la Guía de estudio, el texto-experto ha quedado
debiendo algún concepto relacionado con los que expone. Los conceptos o concepciones
implicadas, de modo intrínseco, pueden ver la luz gracias a la Guía de estudio y el sistema de
enseñanza abona así una contribución importante a la comprensión adecuada del campo de
conocimiento específico.
Finalmente, los nexos que actúan como enlaces del discurso en el texto-experto no sólo
aparecen como nexos de oraciones, sino que se dan también en el interior de la oración. Sin
embargo, para establecer la progresión y posteriormente la estructura del texto-experto, la
Guía se interesa sobre todo por observar y determinar aquellos nexos que marcan la conexión
entre las oraciones y los diferentes párrafos. Se trata de monitorear conjunciones,
preposiciones, locuciones o elementos léxicos que enlazan los diferentes enunciados.
No está de más insistir en que la adecuada selección del texto-de-mercado libera de una
enorme carga de trabajo productivo al equipo académico que enfrenta la elaboración de una
Guía de estudio.
Atribuimos a las Guías de estudio para libros de mercado la categoría de comentario de texto
bajo tres tipos factores: encontramos en un sondeo general del material existente Guías de
estudio (ver anexos del Capítulo 1) con comentarios de anticipación y planificación de
contenidos del libro de mercado, comentarios de evaluación y ejercitación de esos contenidos y
139
comentarios de representación de los objetivos de aprendizajes que se plantean
curricularmente.
Además de subrayar que estas tres dimensiones son inter-dependientes los investigadores de
esta propuesta pedagógica señalan, que las tres conllevan a un perfil académico ideal para la
formación de estudiantes en distintas áreas de conocimiento científico y –por consiguiente- la
puesta en evidencia de estas dimensiones son suficiente y necesaria prueba del grado de
madurez intelectual alcanzado. Quienes llegan a este dominio, manifiestan competencias, al
menos, en cinco habilidades de pensamiento:
Señaladas así las competencias o capacidades que otorga la autorregulación –según las líneas y
los resultados investigativos del grupo de estudiosos catalanes- hallamos en ellas una fuente
valiosa de criterios básicos que pueden servir al propósito de diseñar las Guías de estudio, con
arreglo a este modelo de regulación-autorregulación de aprendizajes.
140
Por eso, para efectos de su aplicación en la UNED, vale desglosar –literalmente- cierta
sistematización de los principios y criterios para la autorregulación de aprendizajes situados en
el orden meta-cognitivo, deseable para orientar al estudiante y aplicable a los materiales
didácticos de marras. Retomados del trabajo investigativo de Jorba y su equipo, rastreamos las
tres dimensiones esenciales de su propuesta general que coinciden con las necesidades de
investigación expresadas arriba:
En síntesis, el desarrollo de la capacidad meta-cognitiva del alumnado apunta a que éste sea
capaz de tomar consciencia de lo que sabe y de lo que no sabe; es decir, consigue que el
estudiante emita juicios meta-cognitivos cada vez más correctos, aunque no se puede concluir
que para aprender sea imprescindible - siempre- regular conscientemente todo el proceso, ya
que hay aprendizajes que no requieren de esta regulación consciente.86:
86
Ver: Jorba y Casellas (Editores) (1997, 33). Estrategias y técnicas para la gestión social en el aula.
Volumen I: La regulación y la autorregulación de los aprendizajes. Editorial SÍNTESIS. Barcelona, España.
141
2.2. ¿Qué coordenadas de ingeniería didáctica se desprende de la propuesta de Jorba y
Casellas (1997)?
Según la pertinencia correspondiente iremos citando el o los tipos de unidades de análisis que
amarran estas dimensiones esenciales al análisis y producción de Guías de estudio de libros de
mercado. Se acudirá a un estilo descriptivo (tipo manualístico) en vista de las intenciones
didácticas de la sección y a modo de unidades de análisis con miras a una mayor funcionalidad
de uso cotidiano por parte del Productor Académico.
Descripción: Esta unidad de análisis actúa en función de una de las causas del fracaso de
comprensión meta-cognitiva en los textos-expertos y previene al estudiante para que
identifique, claramente, el para qué (objetivo) de la enseñanza que está recibiendo (Jorba:
1997, 36). Entonces, se trata de diseñar en la Guía de estudio, una serie de actividades
intelectuales (describirlas y explicarlas) que sitúen a los estudiantes en la temática objeto de
estudio, bien identificando el problema planteado y formulando sus propios puntos de vista,
bien reconociendo cuáles son los objetivos del trabajo que se esperan de él (vía
tarea/examen/ensayo, etc.) que se les ha propuesto.
142
Pueden plantearse –en la Guía de estudio- el análisis de situaciones muy simples y concretas,
cercanas a las vivencias e intereses del alumnado, que involucren dichos objetivos de
aprendizaje. Reigeluth (1990), citado por Jorba (1997, 36), insiste en la conveniencia de
plantear una primera secuencia, que sirva para dar a conocer de forma global los contenidos
más representativos y fundamentales que se pretende enseñar. En línea con esta propuesta
didáctica una Guía de estudio, deberá plantear estrategias de ubicación general de los
contenidos; por ejemplo, el uso de tablas de contenidos y de índices en que se pormenorizan
éstos.
Osborne y Freiberg (1991), citado por Jorba y otros (1997: 37), distingue entre dos fases
atinentes a esta unidad de análisis: la fase preliminar, en la cual se debe reconocer el punto de
partida de los estudiantes y la fase de enfoque en la cual se le proporciona al estudiante un
contexto (puede ser una situación cotidiana) que permita que los estudiantes centren su
atención en un fenómeno particular que englobe la problemática. El primer aspecto (fase
preliminar) puede conseguirse, por ejemplo, mediante la técnica de un pre-test que ayude a
que el estudiante refresque sus conocimientos previos para el abordaje de los contenidos del
curso y para el segundo (fase de enfoque) seguidamente presentaremos.
Cabe decir que estas diferentes propuestas didácticas procuran que la Guía de estudio facilite
la exploración del texto-experto. Vamos a citar algunas propuestas didácticas o técnicas de
exploración del texto-experto que son útiles para esta fase; se presentan muy
descriptivamente como técnicas que las Guías de estudio pueden utilizar al organizar
contenidos presentes en el texto-experto. Evidentemente, su recomendación no es más que
eso. Perfectamente, pueden servir para sugerir otras –según la experiencia de diseño del
equipo de producción académica- o bien, podrían –por exploración- aplicarse y evaluando su
pertinencia.
El contexto de producción de una Guía de estudio, nos sitúa en la necesidad de buscar una
estrategia pedagógica que permita la primera confrontación (selección y reordenamiento) de
los contenidos del texto-experto y consideramos que los objetivos son clave de la estrategia
pedagógica más familiar en la experiencia de producción de materiales didácticos de la UNED.
En la descripción curricular encontramos los objetivos que orientan los contenidos del texto-
experto e ir produciendo la Guía de estudio, con arreglo a dichos objetivos87.
Los objetivos como ayuda pedagógica para enfocar determinados aprendizajes: Las funciones
de los objetivos como estrategias de selección de contenidos para el aprendizaje son
sistematizadas por Díaz-Barriga y Hernández (2002, 152) siguiendo los resultados de tres
investigaciones (Cooper, 1990; García y otros, 1995 y Shuell, 1988).
87
En el capítulo correspondiente de esta investigación se señaló esta relación intrínseca entre los
objetivos definidos en la Descripción Curricular, respecto del trabajo que aquí estamos modelando. Ver
el ANEXO GENERAL del Capítulo 2 y el epígrafe, ¿cómo situar el problema de los objetivos de
aprendizaje al producir la GEPLM?, en ese mismo capítulo.
143
Según dichos resultados, los objetivos se tornan coadyuvantes pedagógicos, toda vez que:
• Actúan para los alumnos como elementos orientadores de los procesos de atención y
de aprendizaje. Y esta orientación será mejor para el estudiante si opera una
coherencia básica entre los objetivos y las actividades educativas propuestas (Eggen y
Kauchak, 1999; citado por Díaz-Barriga).
• Le sirven a los alumnos como criterios para poder discriminar los aspectos relevantes
de los contenidos o de la instrucción, sobre los que hay que realizar un mayor esfuerzo
y procesamiento cognitivo.
• Generan en los estudiantes expectativas apropiadas en los alumnos acerca de lo que
se va a aprender.
• Permite a los alumnos formarse un criterio claro sobre qué se esperará de ellos
durante y al término de un episodio del curso o de la totalidad de éste. Dicho criterio
debe considerarse central para la evaluación.
• Ayudan al alumno a mejorar considerablemente la intencionalidad de la enseñanza; el
aprendizaje es más exitoso si el aprendiente es consciente del contenido de enseñanza
explícito en el objetivo.
• Proporcionan al aprendiz los elementos indispensables para orientar sus actividades de
auto-monitoreo y de auto-evaluación.” (2002, 152).
Conocimiento: Esta clase de objetivos del dominio cognoscitivo permite enunciar datos
específicos o universales, métodos o procesos, patrones o estructuras. Quien adquiere
información en el nivel del conocimiento, es capaz de presentarla o repetirla, de forma
oral y/o escrita, como evidencia de que la posee. Cuando una Guía de estudio se propone
como objetivo “enunciar el nombre de los principales filósofos griegos” se mueve en el
ámbito de un objetivo de conocimiento. El ámbito de los objetivos que tratan sobre la
adquisición de conocimientos contiene, por ejemplo, a elementos concretos (conocer el
significado de una serie de palabras sinónimas; de hechos históricos, lugares, etc.) o
abstractos (principios, teorías, leyes, etc.).
Comprensión: La comprensión de una información se considera una etapa superior en la
categorización del conocimiento, puesto que cuando se posee tal capacidad, la persona
puede utilizar la información para expresar con palabras propias, ejemplificar (interpretar)
o establecer generalizaciones válidas (extrapolaciones). Cuando una Guía de estudio
proponemos el objetivo “Dado el concepto de números primos y compuestos, determine
cuáles de la siguiente lista corresponden a unos u otros”, estamos con un objetivo típico
de comprensión, toda vez que el contenido básico del concepto de comprensión incluye –
por definición- el manejo de los términos o conceptos puestos en el enunciado. Esta
88
Seguimos en este apartado, Bolaños G. (1999) Evaluación de aprendizajes. EUNED. San José, Costa
Rica. P. 115.
144
categoría incluye, al menos, tres sub-clases distintas: por una parte, la de trasposición: por
ejemplo, la capacidad de expresar o saber traducir adecuadamente a lenguaje retórico
(con figuras literarias: metáforas, hipérboles, etc.) situaciones literalmente expresadas en
otro discurso (cotidiano, científico, religioso, etc.). La comprensión como categoría
también contiene la posibilidad de interpretación: esto es, insertar a un mensaje, un
punto de vista distinto del que posee originalmente, y, esta categoría incluye también la
capacidad de extrapolar: esto es, desprender los alcances, consecuencias, influencias, etc.
de un mensaje o comunicación original.
Aplicación: En su nivel esta tercera categoría reúne aquellos objetivos que llevan a la
práctica (escrita u oral) alguna información que se conoce (puede ser recordada y dicha,
por lo tanto) y se comprende (se tiene un manejo de sus alcances: posibilidades y límites
conceptuales). Cuando en una Guía de estudios se dicta el objetivo “elaborar ítemes de
pruebas de rendimiento que cumplan las normas técnicas recomendadas”, estamos frente
a un objetivo de aplicación y la actividad intelectual pedida supone la realización de
abstracciones y generalizaciones que aplican el conocimiento en situaciones diversas y
nuevas. Por ejemplo, una tarea que pone al estudiante a anticipar las consecuencias de
una ruptura del equilibrio ecológico, con base en información teórica-ecológica, puede
inducir adecuadamente un objetivo de aplicación formulado dentro de este ámbito.
Análisis: Esta clase de objetivos se refiere a aquellos que buscan identificar las partes de
una totalidad sin perder de vista las relaciones intrínsecas que guardan entre sí, dichas
partes, así como la dependencia con respecto de la totalidad a la que pertenecen. En
términos generales, y a modo de ejemplo, un objetivo relacionado con este ámbito
formularía “determinar los contenidos a aprender mediante el estudio de un texto-
experto” y eso significa –típicamente- la formulación de un objetivo de análisis, en la
medida en que podría acometerse descomponiendo en unidades parciales la totalidad del
texto-experto y formulando dichas unidades en términos de los contenidos que las
caracterizan, para traducirlos –posteriormente- a objetivos. Otro caso típico de esta
categoría de objetivos puede identificarse en la habilidad de proponer métodos de
comprobación de hipótesis ya que supone un plan de acción con miras a ser
descompuesto en actividades particulares: la resolución progresiva presupone la habilidad
de proponer métodos de comprobación que –en su formulación creciente- estén referidos
a la resolución de la totalidad del plan mismo.
Síntesis: En la clase de objetivos de síntesis se espera que se realice una actividad
intelectual de reorganización de información, de tal manera que dicha información
adquiera una estructura diferente de la que presenta en su forma original. La labor de
síntesis incluye la capacidad de análisis, adicionando a éste la capacidad de valorar el
conjunto de lo analizado, para reestructurarlo. Bastante de la labor de producción de una
Guía de estudio, supone trabajo de síntesis respecto del texto-experto. Un ejemplo de este
tipo de objetivo puede entenderse en el contexto de las funciones de un Fiscal o experto
en defensa legal, al enunciar: “Preparar las conclusiones de la defensa ante el tribunal, con
base en las declaraciones de todos los testigos y del acusado”. El resultado o
cumplimiento de un objetivo de este tipo –en el caso planteado- supondría que alguien
sea capaz de basarse en los discursos de testigos y acusado para estructurar un
planteamiento que recoja, esencialmente, lo dicho. En el ejemplo citado, el Fiscal sería
capaz –adicionalmente- con base en la elaboración sintética, de aportar juicios o
valoraciones, las cuales constituyen la última categoría de la taxonomía.
Valoración: Esta categoría de objetivos remite al establecimiento de juicios que estiman el
valor de algo siguiendo criterios y evidencias. Cuando en la validación de materiales
didácticos se dicta que se busca “establecer el mérito académico de un texto-experto,
según parámetros de calidad predeterminados”, se está en el terreno de esta clase de
145
objetivos. Dentro del dominio cognoscitivo se dice que solo los objetivos de valoración
permiten emitir juicios fundados en parámetros intrínsecos a la actividad intelectual
evaluada. Toda valoración presupone criterios internos o externos: por ejemplo, serían
criterios internos de valoración de un Guía de estudio la fidelidad confirmada de traducción
didáctica hecha, de los contenidos del texto-experto. Entonces, a partir de elementos
tales como el rigor y fidelidad científica con que se traducen contenidos, la coherencia y
otros criterios internos consistentes con el contenido del texto-experto, se hace la
valoración aplicando criterios internos. Los criterios externos en este mismo ejemplo,
estarían aportados por la fidelidad de la Guía de estudio a los objetivos curriculares
desprendidos de la Descripción Curricular y del Plan de Estudios de la Carrera. En este caso
la habilidad de comparar una obra (Descripción curricular) con otra (Guía de estudio)
aporta la evidencia sustentada en un criterio externo.
Las tres condiciones son necesarias para que un "organizador" funcione bien. A continuación
se describe una forma de introducir un organizador previo dentro de una Guía de estudio,
siguiendo recomendaciones (Melton89) presentes en cursos en la Open University del Reino
Unido.
89
Ver: Módulo IV del Diplomado en Educación a Distancia, SUA, UNAM, pp. 22-65. El Módulo se refiere
a Melton, Reginald F. (1984). Altemative Forms or Prelimary Organizer. En Henderson, Euan S. y
Natheson, Michael B. (editores); Independent Learning in Higher Education; Engiewood Cliffs, N.J.:
Educational Technology Publications.
146
Del conocimiento en Aprendidos en Explicados en este Explicados en un
general cursos anteriores curso curso futuro
147
1. – En la medida que se lea debe identificarse las ideas o conceptos principales e ideas secundarias y
se elabora con ellos una lista.
2. - Esa lista representa como los conceptos aparecen en la lectura, pero no como están conectadas
las ideas, ni el orden de inclusión y derivado que llevan en el mapa. Hay que recordar que un autor
puede tomar una idea y expresarla de diversas maneras en su discurso, para aclarar o enfatizar
algunos aspectos y en el mapa no se repetirán conceptos ni necesariamente debe seguirse el orden de
aparición que tienen en la lectura.
4. - Seleccionar los conceptos que no se derivan uno del otro pero que tienen una relación cruzada
5.- Si se consiguen dos o más conceptos que tengan el mismo peso o importancia, estos conceptos
deben ir en la misma línea o altura, es decir al mismo nivel y luego se relacionan con las ideas
principales.
6. - Utilizar líneas que conecten los conceptos, y escribir sobre cada línea una palabra o enunciado (
palabra enlace) que aclare porque los conceptos están conectados entre sí.
7. _ Ubicar las imágenes que complementen o le dan mayor significados a los conceptos o
proposiciones
9- Seleccionar colores, que establezcan diferencias entre los conceptos que se derivan unos de otros y
los relacionados ( conexiones cruzadas)
10. - Seleccionar las figuras (óvalos, rectángulos, círculos, nubes) de acuerdo a la información a
manejar.
11. - El siguiente paso será construir el mapa, ordenando los conceptos en correspondencia al
conocimiento organizado y con una secuencia instruccional. Los conceptos deben ir representados
desde el más general al más especifico en orden descendente y utilizando las líneas cruzadas para los
conceptos o proposiciones interrelacionadas.
90
La abundancia de información sobre mapas conceptuales en INTERNET (VER:
http://www.monografias.com/trabajos10/mema/mema.shtml) permitirá que localicemos fácilmente
ejemplos sobre las distintas estructuras y formas que pueden adquirir a propósito de la función de
ayudar a la explicitación inicial de conceptos claves de un texto-experto.
148
Por recomendación del Profesor de Francisco González91, investigador de Ciencias Cognitivas
del CIDE-UNA, en el uso de los mapas conceptuales vale hacer una distinción esencial: por una
parte, debemos explicitar los aspectos de contenidos del saber-experto que funciona como
fuente para el estudio y por otra parte, invitar a los estudiantes a producir sus mapas, bajo el
entendido de que en éstos podemos monitorear los conocimientos previos de los estudiantes
(incluyendo vacíos conceptuales de los cuales los propios alumnos pueden ser conscientes
gracias al apoyo del mapa por ellos construido). Los procesos de evaluación pueden realizarse
mediante un monitoreo entre ambos tipos de mapas (los del saber-experto ante los del saber-
del-estudiante).
Una vez que hemos hecho una primera aproximación al contenido presente en el texto
experto y discernidos los aspectos de mediación pertinentes según las técnicas sugeridas en la
sección anterior, surge la pregunta: ¿Cómo lograr que el participante llegue a captar esa
estructura de contenido con la misma facilidad que lo hace el experto en la materia? Esto se
puede lograr con más posibilidades de éxito si se aplican técnicas capaces de facilitar el acceso
a la "estructura profunda del texto-experto”, es decir, a la trama de conceptos y relaciones que
subyace a lo escrito en dicho texto.
Según Jorba y su equipo (1997) hay que tener presente dos aspectos, a este propósito: Por un
lado, la secuencia del proceso didáctico, sin obviar aspectos o formas que puedan ser
importantes para facilitar la construcción de conocimiento por parte del alumno y, por otro, la
evaluación continua, para así poder reconocer en qué momento un alumno no sigue el tema o
91
Conferencia ofrecida en el marco del Proyecto sobre la Memoria del PROIFED a propósito de clarificar
conceptos básicos relacionados con la visita, en el mes de Julio 2009, del experto en el tema Juan
Ignacio Pozo. (20 de Noviembre, 2009) UNED. Sabanilla de Montes de Oca. Paraninfo Daniel Oduber.
San José, Costa Rica.
149
se ha bloqueado y, de esta manera, suministrar varias propuestas y medios que le ayuden a
superar las dificultades.
Las actividades que se consideran adecuadas para esta fase del aprendizaje, según Jorba y su
equipo (1997, 37-38) son “aquellas que favorecen la confrontación entre diversos modos de
´mirar´ los fenómenos y de pensarlos; las que posibilitan la reorganización de las experiencias y
de las explicaciones dadas hasta entonces ante los mismos fenómenos; las que proporcionan
instrumentos de análisis de las experiencias e informaciones; las que promueven la
identificación de nuevas analogías; las que facilitan verbalizar las características que permiten
decidir que un objeto o fenómeno es parte de un concepto o está relacionado con él, o las
operaciones que se deben efectuar para resolver una tarea, entre las más destacadas92.
La primera serie de preguntas tiene relación con la génesis misma de este recurso educativo:
92
Las investigaciones sobre el particular subrayan la importancia de partir de situaciones concretas,
materializarlas e ir analizándolas por partes, con la utilización progresiva de lenguajes de menor a mayor
abstracción y a niveles decrecientes de complejidad. Es decir, primero se manipulan los objetos y se
experimenta con ellos para luego pasar a representar y formalizar las acciones y las ideas con distintos
lenguajes, según Galperin (1988) (citado por Jorba, 1997, 38).
93
Las preguntas –solo a modo de ejemplo- están tomadas del reciente Seminario-Taller “Métodos y
metódica científica” (3-4 de febrero, 2009) coordinado por el Dr. Dennis Paul Huffman Schwocho,
experto en Filosofía de las Ciencias de la Universidad Autónoma Chapingo (México), convocado por el
PROIFED al inicio del año 2009.
150
La segunda pauta presenta una serie de preguntas –desde la metódica del autor- que permite
ir re-elaborando las preguntas anteriores. Conforme se delibera en la discusión académica el
equipo de producción de la Guía de estudio va profundizando94. En ese sentido –a modo de
ejemplo- las preguntas a) y b) de la primera serie, podrán reconstruirse ahora –en una segunda
serie de debate- a un nivel “superior” de comprensión; mediante la toma distancia de la
comprensión anterior, más inmediata del texto-experto, con miras a que la Guía de estudio,
sea diseñada de tal modo que permita llevar –al estudiante- a la experiencia meta-cognitiva
de autorregulación.
Preguntas como las siguientes permiten ese tipo de avance, en la segunda serie:
94
Para los efectos del trabajo en equipo aludido concibo el trabajo didáctico como un esfuerzo por el
cual al diseñar un texto el productor prevé estrategias y las discute con el autor de la Guía de estudio
con el fin de que el debate grupal sirva para los aprendizajes del material didáctico, tal y como la UNED
lo propone en su documento de Modelo Pedagógico. De modo que constructivista no es sólo la teoría
de aprendizaje sino el proceso mismo de producción, en equipos de trabajo académico.
95
El productor académico se cuidará de tomar registro y reelaborar esas preguntas generadoras del
texto en su nivel de mejor comunicabilidad, tratando de que su formulación sea cada vez más
transparente del sentido generador que la originó.
151
• El tercer aspecto estriba en pensar la Guía de estudio en función de las opciones
tutoriales que le ofrece la UNED al estudiante96. La Guía de estudio debe compromete a
ofrecer lineamientos específicos para el tutor en el siguiente sentido:
Los dos objetivos principales de esta fase tutorial buscarán ofrecerle al tutor, vía Guía de
estudio, la posibilidad de:
Un tutor, enmarcado, en este contexto pedagógico, podrá exponer sobre los aspectos
relevantes de los textos-expertos y complementará las presentaciones de los estudiantes con
debates para aclarar dudas. Asimismo, contextualizará los elementos teóricos de las lecturas y
las presentaciones, pudiendo tener un acceso manejable de las experiencias particulares de
aprendizaje de los alumnos.
Este diseño de Guía de estudio puede generar una auto-evaluación con modalidad propia, que
consistirá en elaborar una serie de preguntas y respuestas (más de las posiciones
epistemológicas de los textos que de otro tipo) para la búsqueda de respuestas mediante
ensayos que desarrollen y canalicen –según la fase anterior- los aprendizajes tal y como los
estudiantes han llegado a sintetizarlos.97
96
Dentro del actual sistema de Educación a Distancia aplicado en la UNED la función tutorial es
pedagógica: es decir, una práctica estimulada e inhibida por los contenidos curriculares en la medida en
que el material didáctico fija los límites en los que el tutor fija su responsabilidad de transmitir
conocimientos científicos. Así el tutor no interviene en modo alguno más allá de los conocimientos que
transmite el material escrito, y su función de promover algo nuevo, tiene relación con la pedagogía para
la asimilación de lo dado.
97
Se sobreentiende que desde el punto de vista organizativo las Guías de estudio propuestas suponen
una comunicación efectiva entre quien imparte la tutoría presencial y quien diseña la evaluación en
determinado curso. El diseño de Guía que proponemos se puede aplicar más eficientemente si estas dos
funciones se concentran en la misma persona, en el contexto de cada curso. Somos conscientes que en
la UNED dependiendo de las cargas académicas, estas funciones no siempre pueden ser asignadas al
mismo Tutor, por eso señalamos la importancia de que exista una comunicación eficiente (vía bitácoras
u otro mecanismo) entre estas dos funciones, si no pueden ser concentradas en la misma persona.
152
Llevando esta evaluación al plano sumativo, aunque su carácter –sin duda- es de carácter
formativo, puede conformar un mecanismo de calificación que contemple los siguientes
rubros y asignación de puntajes:
Conocimiento por parte del alumnado de los criterios de evaluación que se aplican.
153
Descripción con cuadros sinópticos: Los clásicos diagramas de llaves, por ejemplo, utilizados
para “repasar materia” no solo por estudiantes, sino también por profesores, suelen ser de
ayuda para ordenar el contenido principal o el problema más acusado dentro de una
exposición. Tanto en este tipo de diagramas como en el uso de mapas conceptuales se debe
tener presente ir de lo más general o básico a lo de mayor complejidad. En casos donde la
numeración correlativa (ejemplo: I.,1.1.,1.1.2.,1.1.3., etc) se preste puede ayudar a jerarquizar
y analizar detalladamente un contenido.
Descripción con secuencias centradas en problemas para abordaje desde diferentes ángulos de
mira: La concentración en un problema que recoja sustantivamente la temática central de un
texto-experto. Por ejemplo, una Guía de estudio retoma la cuestión de supervisión de recursos
humanos, mediante la interrogante: ¿ qué factores causan el ausentismo laboral? Podría
crearse una secuencia entorno a este problema que lo aborde desde diferentes enfoques:
desde el punto de vista socio-cultural, psicológico, médico, económico, etc. Otra secuencia
podría analizar opciones y estrategias para reducir el ausentismo según los factores que
guardan relación causal con él.
Descripción del uso de títulos y subtítulos como estrategias para la introducción de nuevos
conceptos: El sistema de titulación utilizado en un texto, puede fungir como una guía para
llevar al participante hacia el esquema de organización del contenido; por lo que deben
evitarse algunos vicios que introducen confusión en lugar de ayudar. Si los títulos y subtítulos
son muy largos, el lector quizá no podrá utilizarlos como referencia. Lo mismo pasa, cuando
hay varios niveles de desagregación y estos no son indicados por medio de una numeración
correlativa, o por variaciones en el tamaño de la letra. Las palabras usadas en los títulos deben
ser cuidadosamente escogidas y tener una relación lógica con el texto que presentan. Es de
mucha ayuda para el lector que cada unidad o capítulo tenga su propio índice de contenido; de
esta manera puede captar su organización de un vistazo. En este sentido, a no dudarlo, el
índice actúa también como un organizador previo.
La estructuración del conocimiento nuevo supone en el estudiante detectar –por sí mismo- las
dificultades del aprendizaje y acudir, oportunamente, a las fuentes básicas de información a las
cuales preguntar, con cierta certeza, para obtener una respuesta orientadora, en función de la
integración del conocimiento nuevo con sus conocimientos anteriores.
154
Unidad de análisis: Estructuración del conocimiento consignado en el texto-experto.
Estos instrumentos deben estar relacionados con las preguntas o problemas planteados
inicialmente y deben posibilitar la esquematización y estructuración coherente de las distintas
formas de resolución. Para estos investigadores el aprendizaje y el uso de modelos
matemáticos facilitan el reconocimiento por parte de los estudiantes, de que el fenómeno
´funciona´ según unas reglas determinadas. Pero el uso de otros lenguajes (no matemáticos)
que favorezcan la síntesis de las propias ideas, también posibilitan el proceso de
estructuración que se busca.
En ese sentido el impulso para que el alumno sea quien elabora un mapa conceptual o un
esquema o, sencillamente, resuma información sobre sus aprendizajes, es algo central en este
aspecto. Resulta necesaria una elaboración personal que pueda ser contrastada por parte del
estudiante, con relación a la ofrecida en el texto-experto. La Guía de estudio, debe ser prolija
en cuanto a la diversidad de formas con que se puede sintetizar un mismo aprendizaje,
mediante la confrontación de varias de estas formas. La Guía de estudio buscará que el
estudiante comunique su propio modelo de asimilación y compactación de la información
ofrecida en el texto-experto, no solo dándole elementos para corroborar sus aciertos sino para
provocar la auto-crítica indispensable, en todo proceso de formación académica. Una forma de
promover esto es incentivar para que el estudiante formule interrogantes significativas que le
permita realizar síntesis de los mensajes dados, de modo tal que pueda distinguir sus propios
mensajes de los ofrecidos en el régimen de enseñanza.
La medida del avance en la estructuración del conocimiento para cada alumno, es medida
desde su punto de partida, de ahí la importancia de los test de conocimientos previos que
indicábamos atrás.
Graficación que estructure –a modo de figuras, tablas, cuadros, etc.- un panorama global de
los conocimientos: Se trata de montar en gráficos o diseñar, mediante dibujos simplificadores,
el conjunto de los elementos de un planteamiento general, que permita al alumno situarse
percibiendo globalmente la estructura de la temática. La siguiente tabla –por ejemplo- recoge
un conjunto de estrategias, todas ellas relacionadas con las función de estructuración de
conocimientos.
155
1. Estrategias generales de estructuración de Técnicas y actividades propuestas
conocimiento
156
realizar una tarea.
•Identificar fortalezas y debilidades
propias en procesos de aprendizaje
(e.g., en el empleo de estrategias de
aprendizaje).
• Evaluar el grado de cumplimiento de
las metas educativas.
2.1.3 Estrategias de control ejecutivo • Señalar medidas correctivas (ej.
modificación de estrategias) en caso
de no haber alcanzado algunas
metas.
Tabla 6: Estrategias para estructuración de conocimientos.98
98
Ver: Módulo de capacitación para la elaboración de cursos virtuales impartidos por el CECED (UNED,
2009). Sabanilla de Montes de Oca. San José, Costa Rica.
99
Chan, M. E. (2005). Competencias mediacionales para la educación en línea. Revista Electrónica de
Investigación Educativa, 7 (2). Consultado el día 15 de Noviembre de 2009 en:
http://redie.uabc.mx/vol7no2/contenido-chan.html
157
¿Cómo interpretar la Tabla 6? Resulta importante primero ubicarla en el contexto de la
producción y análisis de Guías de estudio y después observar que de los nueve espacios de la
matriz, sólo uno, el primero, a la izquierda arriba, requiere de la representación de los objetos
y de su manipulación. Los otros ocho procesos requieren de ejercicios en los que la interacción
es fundamento para lograr conocimiento.
Por lo tanto, desde esta perspectiva, la preocupación central al diseñar cursos para ambientes
de enseñanza-aprendizaje, es hacer reconocer al sujeto su propio pensamiento y el de los
demás, así como la génesis social de los modos como pensamos. El conocer como proceso,
abarca entonces mucho más que la presentación de contenidos informativos. Sobre la misma
matriz trazamos el eje diagonal que estaría señalando los niveles de evolución en profundidad
del conocimiento.
100
De la investigación realizada, a propósito de las competencias mediacionales visibles en las
ejecuciones de estudiantes y docentes en el entorno digital (Innova, U. de G., 2002-2004), se presenta
en la Tabla 5 el tipo de tareas mediacionales que los investigadores agrupan en las cuatro dimensiones,
ver: Chan, M. E. (2005). Competencias mediacionales para la educación en línea. Revista Electrónica de
Investigación Educativa, 7 (2). Consultado el día 15 de Noviembre del año 2009 en:
http://redie.uabc.mx/vol7no2/contenido-chan.html
158
Las interrogantes contenidas en los recuadros y que se enmarcan en cuatro dimensiones
mediacionales, sostienen una posición espistemológica ante el acto de conocer, el de aprender
y el de significar. Si bien cada cuadrante y cada pregunta podrían referirse a competencias
epistémicas, cognitivas, comunicativas, ya reconocidas como tales en contextos disciplinarios
diversos, lo que se pretende y se logra en la Tabla 7 es manifestar su visión de conjunto.
Un sistema educativo que ´esconde´ los criterios desde los cuales genera su evaluación de la
tarea del alumno, está equivocado. Y debería sentirse obligado a corregir esta absurda
situación, puesto que al explicitar dichos criterios, abre un horizonte para que los estudiantes
sean capaces de identificarlos y de autorregular sus aprendizajes a partir de ellos101. Para
ayudar a que el alumno reconstruya –en sus términos- los criterios fundamentales que
subyacen en las unidades de conocimiento adquirido (o por adquirir) conviene partir de que no
todo lo que se explicita es adecuadamente asimilado, podía un lector pasar por alto todas las
explicitaciones cuando no es llevado a entrenamientos de lectura crítica entorno del texto-
experto.
Al igual que en el caso de los objetivos de aprendizaje, los criterios de evaluación deben estar
presentes explícitamente en las Guías de estudio y suponen un aspecto axial del contrato
didáctico del sistema de enseñanza con relación al sistema de aprendizajes: las características
intrínsecas de la disciplina científica en la cual está siendo formado el estudiante, son la pauta
para externar esos criterios. La Guía de estudio debe estar atenta a que la explicitación no
suponga una lectura pasiva por parte de los estudiantes sino que entiendan claramente los
límites y particularidades del marco disciplinario en que se mueven, por ejemplo, siendo
inducidos a formular preguntas y no solo respuestas pertinentes a dicho dominio.
Los mapas conceptuales tienen una importante función para esta tarea: se puede hacer un
listado de las principales ideas o conceptos del libro experto a incluir en un mapa y disponerlos
para que el estudiante lo elabore, poniendo de manifiesto su comprensión de las relaciones e
interrelaciones entre ellos.
101
Consideramos que aunque este principio no es restringido a la Educación a Distancia, en ella adquiere
una enorme importancia. Y la producción de Guías de estudio para libros de mercado, representa una
oportunidad poco igualable en el ámbito de la educación en general, para su aplicación irrestricta ya que
además asegura un mecanismo de autoevaluación general que abre el sistema de enseñanza como
totalidad, como aspirarían no pocos dispositivos pedagógicos.
159
Descripción de secuencias de preguntas socráticas102: Una manera de promover la apropiación
de los criterios subyacentes sobre un tema, es mediante preguntas. Una buena pregunta nos
puede ayudar a reunir la información, evaluar las ideas, crear nuevo conocimiento y descubrir
sus distintos ámbitos de aplicación. Recordemos que las preguntas realizadas con la intención
de ayudar a otros a aprender, suelen orientar la enseñanza hacia una actitud o actividad meta-
cognitiva.
Las preguntas socráticas puestas al servicio de una Guía de estudio, requieren de una actitud
muy cuidadosa de oportunidad para su formulación, lo que ayuda a juzgar y plantear la
pregunta de modo constructivo; es decir, en función de la ayuda que pueda ofrecer para el
cuestionamiento pertinente en función del avance o repaso de la temática. En esta línea
podemos identificar varios tipos de preguntas: las que interrogan sobre la clarificación de un
concepto dado en el texto-experto, las que buscar comprobar presunciones o premisas no
confesadas en el texto-experto, las que prueban motivos o evidencias dentro de un
argumento, aquellas acerca de diferentes puntos de vista que se pueden plantear sobre un
asunto o las que extraen implicaciones o sacan consecuencias de lo afirmado o negado en el
texto-experto.
• ¿Qué tiene _____ que ver con _____ en ese argumento global?
• ¿Cómo se relaciona cada elemento del argumento con el tema central de la obra?
102
Ver: Módulo de capacitación para la elaboración de cursos virtuales impartidos por el CECED (UNED,
2009). Sabanilla de Montes de Oca. San José, Costa Rica. También ver: Splitter y Sharp (1995, 84-86) La
otra educación: filosofía para niños y comunidad de indagación. Ediciones Manantial. Buenos Aires.
Argentina.
160
• Parece que el autor esta dando por sentado que _____. Pero, ¿cómo justifica el dar eso
por garantizado?
• ¿Eso es siempre así? ¿Por qué piensas que esa suposición es válida en este caso?
• ¿Hay alguna razón para dudar de esa evidencia que ofrece el autor?
• ¿Qué le dirías al autor del texto-experto, para que reescribiera eso mismo con una
motivación distinta?
• ¿Puedo aportar alguna evidencia que no apoye el punto de vista del autor?
• ¿Qué otros puntos de vista podríamos tener para ver el mismo asunto?
• Cuando dice _____, ¿está viendo las cosas igual o distinto de cómo las veo yo?
• Pero, si sucedió eso, ¿qué más podría suceder como resultado? ¿Por qué?
• ¿Debería suceder necesariamente eso o sería probable que sucediera otra cosa?
• Si _____ y _____ son así, entonces ¿qué otra cosa debería también ser cierta?
• ¿Qué es lo que implica o se da por supuesto en esta afirmación o pregunta del texto?
161
• ¿Podemos descomponer totalmente esta pregunta?
• ¿Es ésta la pregunta más de fondo, o hay alguna otra pregunta subyacente que no ve
el autor?
• ¿Puede ver el autor cómo esto está relacionado con otros asuntos importantes?
Ann Sharp y Splitter (1995,85) señalan que muchos aspectos de la lista de preguntas
formuladas merecen ser destacados como preguntas incompletas; son meras estructuras o
esquemas y sólo pueden ser completadas en virtud de su referencia a tópicos o temas
particulares. Se trata de un tipo de pregunta abierta que si es utilizada de un modo mecánico –
por ejemplo, leyéndolas en una sesión tutorial- desilusionaría no solo a los estudiantes, sino al
mismo Tutor.
Al finalizar este Capítulo 3 remitimos, para efectos prácticos, al ANEXO III de este informe de
investigación en el cual presentamos una muestra de aplicación de la propuesta de
Transposición Didáctica al caso de un texto de Historia. Se trata de un ejercicio práctico de
construcción de una Guía de estudio siguiendo los protocolos básicos que existe la materia o
campo disciplinario.
Por una parte, al cerrar este gran apartado sobre ingeniería didáctica resumimos en dos
gráficos la información entregada en el cuerpo del Capítulo 3. Primero, mediante una figura
que sintetiza el proceso de regulación y autorregulación de los aprendizajes tal y como es
expuesto por Jorba y Casellas y en segundo lugar, apoyados por un diagrama destacamos los
factores o elementos didácticos esenciales de la Guía de estudio para libros de mercado.
162
Figura 2: Proceso de regulación y auto-regulación de aprendizajes103
C. Anticipación y planificación de la
actividad intelectual…
B. Comunicación y D. Apropiación de
representación de los criterios de
objetivos evaluación
A. Diagnóstico
De otra parte, en lo que atañe al Diagrama 2 (siguiente) vemos la combinación del carácter de
la Guía como comentario de texto al tiempo que se destacan los factores esenciales del modelo
alfabetizador sobre la naturaleza de los conocimientos de orden científicos.
El siguiente Diagrama 2 muestra la integración de estos dos enfoques en una matriz global que
al resumir los componentes esenciales de la Guía de estudio y su función analítica respecto del
libro de mercado, nos deja ver como se abre un abanico de opciones intermedias que existen
entre las dos posibilidades extremas definidas desde los enfoques señalados: entre el modelo
de producción de Guías de estudio bajo la visión de comentario de texto y la visión de
alfabetización sobre la naturaleza de las ciencias se asoman innumerables opciones de
producción al calor de los elementos que una y otra visión, regalan para quien busque modelos
intermedios.
103
Las flechas invocan un efecto que implica una contra-imagen abajo respecto de la de arriba. Es decir,
que lo de arriba se repite abajo y refleja la dinámica interna de producción de la Guía de estudio en
diálogo con el libro de mercado: el motor de esa dinámica está en los factores o elementos didácticos
A/B/C/D.
163
Nombre Actividades Actividades de Actividades de Enfoque Actividades de
del de introducción de estructuración epistemológico aplicación de las
modelo exploración conceptos/ del y axiológico concepciones a
inicial (a) conocimiento (explicitación diversos contextos
(apela a su procedimientos progresiva: de y situaciones.
mundo en (Modelización) Estrategias de lo más simple a
aquello que exposición de lo más Ejemplificaciones
Producción teorías (según y otros recursos
no hay complejo).
discursiva la relación didácticos para el
conocim.
disciplinaria teoría empiria: (socio-génesis auto-aprendizaje
previo)
(socio- cronogénesis) de nivel macro) (siguiendo teorías
(Topogénesis)
génesis de de aprendizajes)
nivel micro)
(Psicogénesis)
Modelo 1 2 3 4 5
alfabetizador
científico
(entrena en
teoría y
aplicación de
unidades de
conocimiento Formas intermedias de análisis de libros de mercado para la producción
científico). de Guías de estudio, respecto de dos modelos extremos (el
alfabetizador científico (Chevallard, 2000) y el modelo comentario de
texto: UNED), según lugar de los elementos del itinerario DIDÁCTICO.
Modelo 2
comentario
de texto 4
(diálogo
entre libro de 5 1
mercado y
Guía de 3
estudio)
Este Diagrama 2 será objeto de comentario en el Capítulo 4 sobre lineamientos y criterios para
el análisis y producción de Guías de estudio de libros de mercado. Por esa razón remitimos allá
para conocer más detalles de su contenido expuesto eso sí a modo de hallazgos y de
recomendaciones.
164
BIBLIOGRAFÍA
2. Beltrán Lara González y Pablo Hernández Bonilla (1992) Guía de estudio para
el curso métodos y técnicas de investigación. UNED. Sabanilla de Montes de
Oca. San José. Costa Rica.
11. Jiménez R. Elías (1960) Condiciones para enseñar una asignatura. En: El
pensamiento de nuestros educadores clásicos: Lecturas escogidas I. Ministerio
de Educación Pública. San José, Costa Rica.
12. Jorba y Casellas (Editores) (1997). Estrategias y técnicas para la gestión social
en el aula. Volumen I: La regulación y la autorregulación de los aprendizajes.
Editorial SÍNTESIS. Barcelona, España.
13. Marín (2006) Para abordar el tema sobre las Guías de estudio:
ANTECEDENTES. Documento-informe, compartido en noviembre de 2006,
con productores académicos. Dirección de Producción de Materiales. PROMAI.
Vicerrectoría Académica. UNED.
165
14. Marín, C. (2004) Unidades didácticas: esbozo de un inventario de
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18. Núñez P. (2004, 81-92) Filosofía para Niños y sistema de educación a distancia.
Revista Innovaciones Educativas. Año IX, N.14. UNED. Sabanilla de Montes de
Oca. San José, Costa Rica.
19. Pozo J.I. (20 de Noviembre, 2009) Conferencia UNED. Sabanilla de Montes de
Oca. Paraninfo Daniel Oduber. Sabanilla de Montes de Oca. San José, Costa
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22. Splitter y Sharp (1995, 84-86) La otra educación: filosofía para niños y
comunidad de indagación. Ediciones Manantial. Buenos Aires. Argentina.
23. UNED (1982) Manual del productor académico. UNED. San José, Costa Rica.
166
CAPÍTULO IV
167
INTRODUCCIÓN
1.1. Criterios didácticos generales para la producción de las Guías de estudio de libros de
mercado:
1.2. Criterios didácticos específicos para la producción de las Guías de estudio de libros
de mercado:
168
2. RECOMENDACIONES ADICIONALES PARA LA PRODUCCIÓN DE GUÍAS DE ESTUDIO
169
INTRODUCCIÓN
Desde el origen mismo del trabajo educativo de la UNED, se incluye –oficialmente- la opción
de comprar libros de mercado, para atender a las necesidades de los cursos, y al final de la
última década se torna masivo el recurso práctico al libro de mercado con la consecuente
demanda de Guías de estudio.
104
El propósito general de la investigación (así como uno de sus objetivos) plantea la necesidad de
“establecer lineamientos académico-pedagógicos para la producción y validación de Guías de estudio a
utilizarse en los cursos de la UNED”. De ahí procede la formulación, en los términos respectivos, del
Capítulo 4 (de conclusiones y recomendaciones).
105
Conviene aclarar que a lo largo del tiempo dedicado a este estudio el investigador tuvo ocasión de
ofrecer breves síntesis de avance con profesionales y académicos de la UNED relacionados tanto con el
campo profesional de la producción académica (PROMADE). Asimismo se recibió retroalimentaciñon de
investigadores del Programa de Investigación en Fundamentos de la Educación a Distancia (PROIFED); a
todas estas personas (todas citadas como fuentes de información) les agradezco su apoyo crítico y
recomendaciones hechas para que la que la investigación cumpliera con los objetivos propuestos en el
diseño aprobado.
106
Según declaraciones del actual presidente de la República (Arias Sánchez), nuestro país experimenta
la paradoja de pasar por una crisis económica en un contexto en que la cooperación internacional nos es
denegada, con base la categorización del país como un país es definido “renta media”, lo que significa –
según los argumentos del Presidente- perder un sitial, el ranking de la lista de países internacionalmente
necesitados de ayuda internacional. Para Don Oscar Arias la paradoja reside en que el sistema
internacional “castiga” a aquellos países cuyos gobiernos han priorizado la educación y salud de sus
pueblos (La Nación: 12 diciembre, 2008).
170
Y es que la cuestión de la producción de los materiales didácticos toca directamente el
problema de la capacidad que tiene el sistema para ser auto-sostenible académicamente. La
propuesta de comprar libros de mercado como soporte de los cursos en la UNED puede
catalogarse y analizarse como opuesta, de cierto modo, a la decisión de auto-generarlos: es
decir, el producir los conocimientos “propios” mediante la contratación de expertos en la
materia. Se plantea así a la UNED el temor de que haga depender su funcionamiento básico
desde el modelo típico de la producción de unidades didácticas cuyos contenidos son
diseñados a la medida de las necesidades curriculares específicas de los diversos ambientes
de enseñanza y aprendizaje correspondientes.
Entonces:
a) Por una parte, tenemos el ámbito de comercialización del libro en tiempos de recesión
económica: Somos conscientes que el tema de producir Guías de estudio para libros
de mercado, tiene en primer lugar que vérselas con la posibilidad de la inversión
financiera que supone para la UNED y en ese tanto se trata de un problema de costos
crecientes no sólo del producto sino de distribución de libro.
b) Por otra parte, la posibilidad de que nuestra institución de Educación Superior logre
localizar en el mercado los libros o fuentes de conocimiento científico pertinente para
las necesidades académicas que requiere para realizar su labor docente, requiere un
trabajo de investigación previa.
107
Una excelente discusión sobre este tema particular está en la obra de Boaventura de Souza Santos
(2004) La universidad del siglo XXI (Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad)
Premio de ensayo Ezequiel Martínez Estrada. Casa de las Américas, 2006. Santiago de Cuba. 100 pp..
171
1.1. Criterios didácticos generales para la producción de las Guías de estudio de libros de
mercado:
108
En nuestro diseño de investigación puede leerse como objetivo primero “establecer conceptos
fundamentales que sirvan de sustento al análisis de las características básicas de las Guías de estudio,
derivadas de libros de mercado.” El concepto de transposición didáctica constituye el primordial aporte
en esa dirección.
109
La obra principal del autor: Chevallard (2000) La transposición didáctica: del saber sabio al saber
enseñado. AIQUÉ. Buenos Aires. Ver: http://knol.google.com/k/eduardo-chaves-barboza/la-
transposicin-didctica-de-chevallard/3ccxoq8v73noc/2#
172
actividades prácticas de diseño, construcción y evaluación de dichas Guías, se subraya el
carácter investigativo que le es inherente y se recomienda una teoría de respaldo que guarda
una importante coherencia interna con metodologías específicas para la autorregulación de los
aprendizajes.
Sin embargo, esto no debe ser tomado, desde el punto de vista investigativo, como un
lineamiento inflexible; más bien se trata de una orientación fundamentada para la búsqueda y
el aprovechamiento de teóricos de la didáctica que nos sirvan de base para el trabajo de
didáctico o educativo que realizamos en la UNED.
Postulamos que el conocimiento que es creado por los seres humanos nunca será bien juzgado
en sus estándares de calidad, fuera de sus contextos de uso, de aprendizaje y desarrollos de
aplicación; es decir, que todos texto didáctico siempre figura “situado” en condiciones reales, y
es bajo esas condiciones prácticas determinadas que adquiere cierto sentido la pregunta por la
calidad comunicativa en la enseñanza y el aprendizaje.
No compartimos la perspectiva según la cual quepa sostener que una “mejor” o “peor”
propuesta didáctica de material dependa de la claridad de aplicación de una teoría. El principio
pedagógico que gobierna la calidad y validez de una teoría o varias solo puede resolverse en la
práctica y nunca abstractamente, sin la crítica que viene de los ambientes de enseñanza y
aprendizaje concretos. En ese sentido cabe reinterpretar productivamente la situación de
provisionalidad que caracterizó, hasta aquí, la producción del dispositivo pedagógico
investigado.
Recomendamos que sean procesos de investigación, mediante validaciones, los que nos
vengan a ofrecer luces sobre la calidad académica de nuestra didáctica. Por ningún motivo
debemos dejar este problema en el terreno empirista, carente de sentido, que confunde la
provisionalidad responsable con dejar el asunto en brazos del azar situacional: hay que aclarar
que - desde la perspectiva que estamos esbozando- se impone la producción de materiales
didácticos debidamente fundados en teorías y prácticas comunicacionales con finalidades
pedagógicas muy claras.
Todo material didáctico producido o mediado por la UNED es –antes que cualquier otra cosa-
un producto formativo de carácter textual (independientemente de su soporte material) que
alcanza su valor intrínseco, en tanto producto cultural y científico, en la medida que incida en
el proceso educativo. Prueba su eficacia demostrando que sirve para aprender, muestra un
evidente mejoramiento de los procesos de enseñanza-aprendizaje que requiere el estudiante.
173
Conviene aclarar que un material didáctico así no es hecho para complacer “el gusto” de los
estudiantes; esa línea mercantilista110 rehúye su responsabilidad formativa y tiene más efectos
negativos para el cumplimiento de la misión académica universitaria, que alguna ventaja
financiera de corto plazo, que pudiera alegarse.
De eso trata el proceso de diseño y comunicación que aportan las Guías de estudio de libros de
mercado; se trata de materiales capaces de liderar los procesos de aprendizaje de un modo tal
que, por consecuencia, todos los actores del proceso sean retroalimentados: quienes
participan en el diseño y en la implementación curricular del texto-tutor se benefician cuando
los resultados de sus esfuerzos son corroborados investigativamente, en lo que tienen de
fundamental.
110
Lo anterior no significa que hagamos una ruptura estratégica entre los fines comerciales del libro y su
calidad académica, pero no existe una ruptura insalvable si el punto de vista solo comercial supedita al
académico. Somos enfáticos puesto que estamos convencidos de que la calidad académica es nuestro
principal activo, y esto –que razonablemente nadie discute en abstracto- tiende, en las prácticas –no
pocas veces- a dejarse de lado.
174
mercado. En los casos en que la UNED utiliza materiales no diseñados por la propia institución,
recurriendo a textos de mercado – según dicta la normativa del Sistema de Educación a
Distancia- debe producirse una Guía de estudio. Según la normativa interna el material de
mercado debe ser adaptado al Sistema de Educación a Distancia, mediante dicha guía.
El contacto que la Guía de propicie con el libro de mercado hace que el estudiante vaya
alcanzando las aproximaciones adecuadas a dicha fuente. Los equipos de producción de las
guías deben ser conscientes de esas aproximaciones le son, formativamente, indispensables:
El vínculo intrínseco con el saber disciplinario representado en el texto-experto hace de la Guía
de estudio un dispositivo articulado en el Plan de Estudios. Aunque sabemos que la Guía de
estudio como texto didáctico (o tutor) puede suscitar intereses investigativos e indagatorios
adicionales (más allá de la referencia al libro de mercado) no obstante, su primera labor es
insertar al estudiante en la estructura básica del texto-experto, de modo asertivo.
Rastreando rasgos fuertes111 del trabajo de producción de Guías de estudio para libros de
mercado, obtenemos en este informe algunas aproximaciones analíticas que lo delimitan y
permite al equipo de producción laborar este dispositivo pedagógico, en términos inicialmente
clarificados y manejables, con miras a la profundización deseable:
a) Una Guía de estudio es una obra derivada de otra (el libro de mercado) que reclama
por esta condición de unidad conceptual que haga concordar la información científica
presentada en el libro de mercado y las orientaciones de la Guía de estudio. Esta unidad
conceptual no debe confundirse, consecuentemente, con dependencia de criterio
epistemológico ni tampoco –necesariamente- con un ejercicio replicante de funciones
didácticas únicas. Supone, principalmente, la puesta en evidencia de la estructura profunda
(descripción de las presuposiciones, clarificación conceptual y deslinde del enfoque
epistemológico) del texto-experto, entre otras. Es decir; de cara al estudiante una Guía de
estudio, es una oportunidad de máximo aprovechamiento del conocimiento básico disponible
en la fuente o libro de mercado.
111
Incluimos este punto en línea con el segundo de los objetivos de la investigación que rastreó en las
Guías de estudio aquellos patrones de construcción que nos permitiera generalizar sus rasgos
dominantes. Recomendamos leer lo correspondiente a la formalización de esta delimitación en el
Capítulo 2 de esta investigación (Apartado 5.2.).
175
c) Pertenece a las Guías de estudio, el hecho de velar por la concordancia axiológica
entre los valores promovidos por la UNED en sus documentos fundamentales y los contenidos
del libro de mercado. Mediante la Guía de estudio (como instrumento ad hoc) la UNED da
cuenta de los valores propuestos como ejes transversales dentro de su Modelo Pedagógico. En
este sentido los libros de mercado seleccionados por la UNED no deben contradecir esos
valores explícitos de los ejes transversales declarados. Entendemos que dichos ejes configuran
una matriz axiológica, que dice relación con el lugar que la UNED se da en razón de lo que
define su misión y visión. Por consiguiente, la apelación a los valores (presentes en los ejes
transversales) resulta del todo invocable para discernir hasta qué punto los contenidos y la
metodología de un libro de mercado contradice los valores que la UNED, por principio, ha
decretado para sí como parte de su función social y cultural.112
Se torna necesario que el nivel académico efectivo de los estudiantes pueda ser diagnosticado
(mediante recursos didácticos como los ejemplificados en este informe) para cada período
académico, de modo que se consiga rimar la administración del curso, los criterios que
soportan las prácticas de evaluación y autoevaluación, con la información que se les ofrece
mediante las Guías de estudio.
Cabe realizar el trabajo de producción académica preguntándose por el sentido que aporta
cada decisión didáctica con cierto marco de sistematización de las informaciones. Pero esto no
se logra sin una explícita voluntad de investigación. Por ejemplo, no sabremos en qué sentido
la orientación de respuestas a los ejercicios de autoevaluación que incorporamos a los
materiales didácticos, sirven al autocontrol de aprendizajes (autorregulación) y lleve al
estudiante a una evolución didáctica madura, dentro del sistema educativo.
112
El benemeritazgo recibido por la UNED puede ser leído y defendido desde estos parámetros, de
modo que el profundo sentido del trabajo, que directa y cotidianamente hacemos, desde la UNED sea
imbuido de ese espíritu que le da su vigencia. En línea con ese deseo recomendamos la lectura detenida
del ANEXO GENERAL II en el cual se sistematizan los parámetros de la programación curricular y en el
que se fundamentan en esos principios curriculares, los rasgos didácticos de las Guías de estudio para
libros de mercado, que venimos presentando, por facilitar la unidad de trabajo requerida.
176
fundamental de los textos expertos. De ahí emanan principios de universalidad no abstractos
sino pertinentes y específicos, atinentes a cada caso.
1.2. Criterios didácticos particulares para la producción de las Guías de estudio de libros
de mercado:
Este lineamiento sería innecesario (y hasta una perogrullada) si ignoramos el caso de que el
estudiante puede estar requiriendo distintos niveles de mediación ante el libro de mercado. En
ese sentido no sólo la ausencia de contenido sino su tratamiento para determinados lectores
puede representar el problema central.
Por supuesto que una prueba predecible de alta calidad en la mediación –vía Guía de estudio,
estriba que el equipo de producción consiga la dedicación sustantiva del tiempo disponible a
reorganizar la estructura del libro de mercado en función del nivel en que se halla el
estudiante destinatario. Pero –un problema a considerar- es la pérdida de tiempo a raíz de una
inadecuada selección de la obra de mercado: en este caso los contenidos ausentes, deben ser
provistos por otras obras o por la propia Guía de estudio. Y, luego, vendrá la atención al
problema del tratamiento didáctico de dichos contenidos.
Cuando la obra de mercado toca solo tangencialmente los contenidos curriculares que
demanda el Plan de Estudios (ausencia de contenidos pertinentes) la dedicación del equipo de
producción será mayor, necesariamente. La UNED se propone lineamientos de mediación
pedagógica que no generen dependencia en los estudiantes, respecto de los fundamentos de
113
Las Guías de estudio –tal y como son producidas editorialmente hoy- no reflejan un perfil de
características particulares con cierta personalidad: unidad de estilo y de tratamiento gráfico que
reivindique, también en el plano de la superficie, lo que le es constitutivo al instrumento. En este plano
sí cabe acudir a parámetros artísticos de diseño provenientes del universo de las ingenierías afines a las
artes gráficas, respetando que al diseñar materiales educativos el rasgo general y determinante
proviene del carácter propio del tipo de ciencias que están siendo transpuestas; de ahí también derivan
las diferencias más significativas entre dichos materiales. Valga esto para el diseño gráfico de las Guías
de estudio, asentadas todas sobre las disciplinas particulares que le dan el sentido básico, a no dudarlo.
177
las ciencias que se estudian. Las ayudas o apoyos de “traducción” conceptual o de
procedimientos que subyacen en toda mediación pedagógica114, deben ceder –
progresivamente- y a esta aspiración de “traducción” fuerte de las estructuras de los textos
expertos, en términos de cuestionamiento a las bases mismas de dichas ciencias, es que aspira
una Guía de estudio.
La UNED puede reconocer –en lo que corresponde- sus principales desafíos como sistema de
enseñanza y asumir en el ejercicio científico-didáctico correspondiente, las responsabilidades
inherentes. Nuestros estudiantes deben esforzarse por asumir un determinado discurso
disciplinario, por ejemplo, y el problema lingüístico que entraña ese manejo, se puede
solventar, animando competencias cognitivas y lingüísticas, dentro de su campo de
conocimiento. Hay aprendizajes que no se consiguen sin el esfuerzo correspondiente.
114
El desarrollo de un sentido “fuerte” (no superficial) de la mediación pedagógica se refiere al trabajo
integrado de los tratamientos de contenidos, pedagógico y gráfico que al avanzar, críticamente, desde
una determinada disciplina científica, no distrae lo pedagógico o gráfico del tratamiento de contenidos,
propiamente dicho. El mayor éxito de un diseño así entendido es que genera unidad y profundidad bajo
el dominio disciplinario o meta-disciplinario. Esa es la meta universitaria por excelencia y lo contrario
sería aumentar la confusión por la desintegración. Para profundizar en estos tres tipos de tratamientos
didáctico, ver: Gutiérrez y Prieto (1993) La mediación pedagógica: apuntes para una educación a
distancia alternativa. Instituto de Investigaciones para el Mejoramiento Educativo (IIME). Ciudad de
Guatemala. Guatemala.
178
de comunicación y de reorganización de los contenidos del libro-experto. Si la reorganización
del saber no encuentra fuentes de sustancia crítica podrá “enceguecer” al equipo de
producción e inutilizará sus funciones didácticas básicas de cara a la producción de este
dispositivo pedagógico. En términos de Chevallard se estaría rompiendo con el contrato
didáctico básico y esto significa –para nuestro caso- no contribuir a que las Guías de estudio
asuman el trabajo transpositivo lo más cercano posible a las necesidades de comprensión y
meta-comprensión de nuestros estudiantes.
Aquello que recuerda de dicha materia (especialmente si se trata del neolector) necesitará
encontrar en una Guía de estudio aquellas estrategias didácticas capaces de ayudarle (con
inferencias explícitas, con esquemas, ejemplos, etc.) a descubrir la estructura que subyace en
el texto-experto. El número y la calidad de ejemplificaciones respecto de un problema y
máxime si está presentado de modo abstracto- asegura que las Guías de estudio coadyuven a
la comprensión del problema en cuestión. Es necesario aumentar la calidad y en ese mismo
grado el número de ejemplos para desentrañar la problemática, de suyo, abstracta.
115
Dos nociones resultan esclarecedores (e indicativas) del concepto de conocimiento previo: es el
concepto de “ignorancia primaria” y “secundaria” y se refiere la primera a la consciencia del lector que
“sabe que no sabe” o, que “sabe que no recuerda”; la segunda remite a aquella situación en que el
lector está en el extremo de “ignorar lo que no sabe”. Concluye Chadwick que entre estas dos
ignorancias se debate el aprendiente en su ejercicio de “atención selectiva” que le predice “hacia dónde
mirar” o “qué escuchar” de toda la información que está recibiendo en su proceso de lectura. Tanto la
codificación de datos como la configuración de problemas anejos a ellos, supone este debate entre las
dos ignorancias que concurren en el conocimiento previo. Ver: Chadwick C. (1999) El uso de los
principios de diseño de enseñanza aprendizaje en la prepación de textos escolares./
Ver:http://white.oit.org.pe/spanish/260ameri/oitreg/activid/proyectos/actrav/edob/material/pdf/archi
vo24.pdf.
179
Variable 2: La Guía de estudio enfrenta el grado de dificultad cognitiva del libro de
mercado116. Para efectos de producción de Guías de estudio de textos-expertos altamente
especializados debe partirse de un diseño del dispositivo pedagógico según el nivel de los
lectores o neolectores. Un nivel académico bajo supone una dificultad relativamente creciente
en la comprensión del texto-experto y cuanto más alto dicho nivel de ubicación del estudiante
dentro de la carrera, será de esperar que el nivel de dificultad aminore para el estudiante.
Del nivel de dificultad, tendencialmente, dependen –en una obra derivada como es el caso
que nos ocupa- concomitantemente tres factores: tratamiento del campo de conocimiento de
que se trata, la convergencia o no de enfoques diversos en la materia que se trate y
tratamiento didáctico de aproximación sucesiva para la asimilación y compactación de ideas a
partir de la obra-madre o libro de mercado.
Entre los enfoques didácticos que potencian la dimensión cognitiva del estudiante destaca el
de resolución de problemas (excluyendo las versiones solo instrumentalistas del mismo), y en
no pocos casos potencian aprendizajes, apelando a destrezas de aplicación, no dentro de una
visión inmediatista. Las experiencias sobre la capacidad de analizar y deliberar entorno a un
problema que se hace propio, dictaminan que si el alumno aprende a definir bien la naturaleza
de un problema está encaminado a encontrar alternativas de solución. Y si esto no ocurre,
retorna al problema sin tanta frustración, y está mejor preparado para reiniciar un esfuerzo de
búsqueda de solución por otras vías, a varias situaciones propias de la materia en estudio.
116
En esta área conceptual los mejores aportes han sido dados por alumnos de Piaget, los llamados
neopeagetianos. Los principales son: Juan Pascal-Leone, Robbie Case, Carl Bereiter y Marlene
Scarmadalia. Los neopeagetianos consideran que cuando los estudiantes se enfrentan a un
conocimiento nuevo, siempre tienen una estrategia pero ésta por lo general resulta incompleta o sobre-
simplificadora y asumen la búsqueda de otra en cuanto se dan cuenta de que la suya no funciona. La
nueva estrategia, entre otras cosas, limita la demanda sobre la “memoria activa” (o de trabajo) y solo
cuando se reduce la demanda sobre la memoria activa, se aumenta la posibilidad de éxito en adquirir un
nuevo conocimiento. Dicho conocimiento nuevo estaría “puenteado” desde el conocimiento previo, si
relacionamos que el abanico de “grado de dificultad” se correlaciona con las “bases” de conocimiento
previo efectivo. Ver: Chadwick C. (1999) El uso de los principios de diseño de enseñanza aprendizaje en
la prepación de textos escolares. http://www.reduc.cl/reduc/umbral.html
180
Variable 3: La Guía de estudio genera un proceso de monitoreo del texto-experto: Aún
cuando esta no sea la meta única ni la última de una Guía de estudio es conveniente relevar su
importancia. Una Guía de estudio bajo el modelo de comentario de texto como hemos
tipificado a la mayoría de éstas, suele dar al estudiante la capacidad para realizar el trabajo
comprensivo-global de la obra madre: este monitoreo es función de la Guía de estudio
respecto del texto experto.
De este modo la Guía de estudio ayuda a que el estudiante internalice no sólo contenidos sino
procesos (bajo la concepción de que proceso y contenido son eventos inseparables)
Una Guía de estudio así, potencia al estudiante, para que fortalezca o asuma su:
b) Capacidad para auto-regular –para sí mismo- los aspectos de contenido del libro de
mercado que pueden resultarle más difíciles de asimilar.
181
de levantamiento de información relacionada con el nivel de conocimientos previos del
estudiante que viabilicen la propedéutica de nuevos contenidos.
Pero en relación con la validación científica de unos contenidos disciplinarios la labor principal
debe ser acometida por especialistas o expertos en el campo de conocimiento
correspondiente. Las consecuencias prácticas son varias. Por ejemplo, el efecto sobre el
volumen de la Guía de estudio (su cantidad de páginas) según el caso de más o menos
necesidad de desarrollo y clarificación de los contenidos del texto-experto sólo puede y debe
ser dictaminado por un especialista en el campo; según la complejidad de sus temas: a más
complejidad mayor cantidad de páginas para discernir contenidos y a menor complejidad,
menor cantidad de páginas.
Desde el punto de vista del especialista en la materia se da una correlación proporcional entre
nivel demandado de comprensión-y-extensión y los requerimientos de mediación. Según ese
principio un libro de mercado de contenido óptimo (que cubra curricularmente el máximo)
hace depender el esfuerzo de su comprensión según la densidad de ese contenido; esto es,
según cantidad y calidad de información condensada. Vale presumir aquí el concepto de la
comprensión –desde un enfoque operativo- como conjunto de notas aclaratorias o el
despliegue de un desarrollo de ideas, para la clarificación o desarrollo de un concepto o noción
disciplinaria clave o para su problematización; la extensión en número de páginas que ocupará
(en número de líneas) dependerá de la problematización que se pretenda o se requiera.
Son los fines de la escritura (en los términos de alta o baja complejidad conceptual) los que
determinarán en cada situación cuáles son los temas a transponer, con qué nivel de
generalización (abstracción) será conveniente exponer y , en consecuencia, qué grado de
extensión (en número de párrafos) se requiere para una contextualización o ejemplificación
suficiente.
Una Guía de estudio puede ayudar al tutor (en su función presencial o apoyada en recursos
digitales o audiovisuales) para que regule una actitud de enseñanza incluyendo –explicitando-
fuentes emocionales que refuercen la motivación de los estudiante hacia el aprendizaje. Una
Guía de estudio puede ayudar a verbalizar fuentes de motivación que serían imposibles de
esperar en el texto de mercado. Y no se trata de insuflar agradable o fingidamente –para
autoengaño- alguna información ajena al interés del estudiante. Se trata de que la Guía de
estudio provea la oportunidad de que el estudiante reconozca el sentido de los objetivos
intrínsecos –algunos generales- que se procuran con las estrategias de enseñanza; se trata,
estilísticamente, de un discurso motivador que hable a la inteligencia y al universo afectivo del
estudiante, pero no excluyendo la realidad demandante principal: que encuentre mecanismos
didácticos para resolver lo que sólo él puede resolver en el plano académico y cultural.
182
En ese sentido entendemos los “ejes transversales” que caracterizan la enseñanza de la UNED.
La propuesta institucional de que las dimensiones de género, de diversidad cultural, de
inclusión para la equidad, de promoción de los derechos humanos, entre otros, no puede
desligarse del eje transversal que habla de la formación en el plano investigativo: sabemos
que un texto de mercado puede incluir –no por casualidad- esos principios reguladores de la
educación que dicta el Modelo Pedagógico, pero la Guía de estudio puede presentarlo
programada y abiertamente como principios a que se obliga la UNED.
Para que el texto sea apto para aprender algo con él, el autor explora formas de establecer los
datos e informaciones de modo que el estudiante consiga autoevaluar sus conocimientos. Las
técnicas de autoevaluación recomendables están sujetas al diseño mismo de la Guía de
estudio.
La posibilidad de una autoevaluación efectiva en el estudiante, depende por una parte de algo
interno al proceso de aprendizaje del alumno y por otra, del tipo de enseñanza cifrado en los
materiales didácticos: vemos, en conclusión, que el factor de diseño global de la obra –y la
evaluación de dicho diseño en cualesquiera de sus fases- es intrínseca a la enseñanza y a los
aprendizajes y deben guardar total consonancia con los patrones de evaluación que se
diseñen.
Tal y como quedó acordado en nuestro diseño de investigación hemos decidido desglosar
nuestros principales hallazgos y conclusiones, a modo de lineamientos y criterios de análisis y
producción de Guías de estudio para libros de mercado. El establecimiento de lineamientos y
criterios académicos para orientar la producción de Guías de estudio de libros de mercado en
la UNED, presupone –según nuestra comprensión- cierta concepción del trabajo de
producción académica: la hemos visualizado como una serie de preguntas que nacen, se
desarrollan (y muchas veces mueren) en el intento sucesivo de transponer cierto saber
referenciado en un saber-a-enseñar.
Tal actividad destaca, introductoriamente, dos operaciones: La primera indica los elementos
propios del lenguaje de contenido científico (del libro de mercado) y la segunda operación
hace brotar cierta propuesta didáctica que sirve de Guía de estudio-de-esos-contenidos-por-
validar.
183
Vemos que en esta dinámica de interrogatorio se entremezcla una relación intrínseca entre
estas series de preguntas. Tales cuestionamientos se generan en el análisis del libro de
mercado que, a su vez, dará a luz un pre-diseño o rediseño de la Guía de estudio que debe
acompañarle. Lo esencial, sin duda, es que la Guía de estudio es una obra derivada del libro de
mercado y el análisis de éste resulta ser la medida de las características para la producción de
aquella.
Al construir las interrogantes seguimos un orden jerárquico dictado por la importancia d elos
temas a propósito del análisis y producción de las Guías de estudio, pero al sondear las
respuestas nos encontramos en medio de un orden azaroso menos lineal del que figura
cuando emergen las preguntas. La principal actitud del investigador fue ponerse (o quizá no
quitarse nunca) los zapatos de trabajo de producción académica para realizar ese proceso
inquisitivo imaginando en una mano el libro de mercado y en la otra mano nociones del pre-
diseño de la Guía de estudio.
¿Qué divisiones o subdivisiones de este texto experto reclama necesidad de guía para el
estudiante y cuáles no?, o ¿es la totalidad del libro?
¿En qué medida la Guía de estudio –así prediseñada- se integra o no al currículo de la UNED –
descripción curricular y plan de estudios? ¿Se establece una clara relación de fondo entre el
texto experto y el curso, en el contexto de la carrera?
¿En qué medida los contenidos específicos del campo del conocimiento en que se mueve este
libro de mercado generan problemas epistemológicos particulares que hay que tener presente
para la producción de esta Guía de estudio?
¿Complementa –en alguna medida académica necesaria- esta Guía de estudio a este texto
experto? ¿En qué aspectos resulta indispensable complementar informaciones que no están
en el texto experto?
¿Cómo potencia esta Guía de estudio el aprendizaje del estudiante mediante la integración de
sus conocimientos previos frente a las informaciones nuevas que le ofrece este libreo de
mercador? ¿Qué pautas de lenguaje debe ofrecer esta Guía de estudio para que el estudiante
reconstruya nuevos conocimientos de difícil comprensión en el texto experto?
184
Muy amarrados a los aspectos de contenido, figuran los atinentes al universo del lenguaje o
discurso particular del dominio o campo disciplinario. ¿De qué manera elabora su lenguaje el
texto-experto en relación con el estudiante y el área de conocimiento particular? En cuanto al
estilo relacionado con el discurso verbal, ¿se trata de un estilo donde predomina lo analítico
conceptual, lo narrativo-coloquial? Y, ¿cómo se integran?, ¿resulta fluido o forzado el estilo
discursivo predominante, y en cuanto a la extensión de las oraciones, uso de cláusulas
coordinadas o subordinadas, división de párrafos, titulado y subtitulado, ejemplificaciones…
Más cercanos a las características editoriales del libro de mercado, uno se interroga por el
hecho de si ayuda o no la diagramación a diferenciar los distintos niveles conceptuales en el
texto, por el uso del espacio en páginas (dinamismo y fluidez) según tipos de discurso en el
texto experto. ¿Qué recursos de diagramación califican para facilitar la lectura que abra
brechas para la comprensión del texto-experto?: Tipos de letra: redondas y de alta legibilidad,
qué ilustraciones (mapas, cuadros, recuadros, gráficos, fotografías, tramas, etcétera), qué
indicaciones marginales: notas de pie, textos al margen, etc. o notas u referencias: facilidad de
acceso.
Las interrogantes podrían continuar casi infinitamente y nos hace pensar que lo descrito hasta
aquí –desde hace bastantes páginas- supone un programa de investigación de más cobertura y
alcance que el que podemos cubrir dentro de los límites del presente proyecto: no obstante,
vale señalar que el conjunto de los objetivos programados para la investigación permitieron un
primer esfuerzo por dar fundamentos teórico-prácticos a la propuesta de análisis y producción
de Guías de estudio para libros de mercado.
b) Sustentar criterios de clasificación de Guías de estudio según la relación que guardan con las
obras-madre (según las funciones que llenan en dichas obras) de referencia (ver el desarrollo y
las conclusiones del capítulo segundo y tercero).
185
d) Establecer qué criterios académico-pedagógicos deben estar presentes al seleccionar una
obra de mercado como texto básico de un curso en la UNED (ver capítulo segundo).
Al buscar ofrecer lineamientos y criterios para la producción de Guías de estudio, nos vimos
en la necesidad de hacerlo desde una lectura global del problema didáctico como problema
epistemológico; sostenemos conveniente mantener esa ruta clave en la lectura para asumir
apropiadamente los lineamientos y criterios resultantes
Especialmente esta investigación ahondó en dos aspectos exigidos por su propio plan:
a) Estudiar –a fondo- la relación directa entre una Guía de estudio como obra derivada y
el texto de mercado como obra central del curso con la finalidad de establecer parámetros
básicos (disciplinarios, estilísticos, etc.) de una Guía de estudio pertinente académica y
pedagógicamente.
En definitiva, el problema que encaramos permitió establecer las características que debe
tener una Guía de estudio basada en una obra de mercado y determinar las funciones
didácticas que debe asumir para cumplir con el cometido de guiar la lectura de dicha obra.
Las intenciones del estudio pueden iluminar el sentido de los objetivos que nos trazamos al
principio y cabe resumirlas así:
186
a) La principal intención que nos movió a lo largo del proceso fue mejorar la posibilidad
de aprendizaje del estudiante de la UNED.
c) En tercer lugar ahondamos en los criterios de calidad para una selección de los libros
de mercado a que recurren las cátedras, que coincida con la producción de las Guías de
estudio en función de la alfabetización básica sobre la naturaleza de los conocimientos
científicos implicados.
187
BIBLIOGRAFÍA
188
ANEXO GENERAL I
189
INTRODUCCIÓN
Con la finalidad de realizar un sondeo para ubicar la situación en que se hallaba la producción
de materiales didácticos de los últimos años (2005-2008) la Vicerrectoría Académica dispuso
una serie de talleres con los agentes de producción de materiales didácticos y otras instancias
involucradas en dichos procesos. Para dar cuenta del proceso y de sus resultados la secretaría
generó una serie de minutas, a modo de memoria. Ahí se describen las sesiones de trabajo y la
búsqueda –simultánea- de soluciones de los problemas detectados.
En esta parte de la investigación nos servimos del Informe Castillo (Junio, 2008) 117 que registra
cada minuta y lo hacemos teniendo en cuenta los criterios derivados de los lineamientos
institucionales (2007-2011) así como de algunos principios orientadores, dentro de los planes
del Programa de Autoevaluación Académica de la UNED (PAA) y de mociones aprobadas
durante el III Congreso Universitario (2006).
117
La versión fue facilitada por la Coordinadora de PROMAI, MSc. Flor de María Arroyo, la memoria le
fue remitida por quien ejerció el trabajo de sistematización (MSc. Thais Castillo). La memoria es referida
en este capítulo como el “Informe Castillo: Junio, 2008”.
118
UNED (2007, Noviembre) Lineamientos de Política Institucional 2007-2011. Noviembre, 2007.
Sabanilla de Montes de Oca.
190
que brindan dichos materiales, al decir que “deben contribuir a desarrollar destrezas y
capacidades que faciliten el auto-aprendizaje. Por lo tanto, deben ser expresamente
diseñados para la educación a distancia o, en su defecto, adaptados o complementados con
otros materiales, con el fin de garantizar su funcionalidad educativa”.
Asimismo puntualiza, que “la elaboración o escogencia de materiales se guiará por los
siguientes lineamientos:
a. Utilizar en la producción de materiales didácticos, todas las técnicas digitales,
metodologías y disciplinas de reciente desarrollo, así como también el control de
calidad de materiales, de su diseño didáctico, diseño gráfico y de su realización.
b. Incorporar, de manera efectiva y pertinente, en la producción de los materiales
didácticos, además de los contenidos disciplinarios vigentes, la multi-medialidad, la
hiper-textualidad, las metáforas pedagógicas, la animación y otros recursos de la
imagen y del texto, con alto valor comunicacional educativo y con un valor estético
agregado, para lograr la junior identificación de los estudiantes con sus materias y sus
contenidos.
c. Ofrecer los cursos por todos los medios didácticos posibles y necesarios, en forma
complementaria o en forma alternativa, de modo que se optimicen las facilidades de
acceso y aprovechamiento del recurso, según las preferencias y posibilidades de los
estudiantes para su mejor aprendizaje.
d. Incorporar intensivamente los medios de comunicación social en el modelo educativo
que aplica la UNED para su oferta académica.
e. Considerar el contexto cultural y sociolingüístico, y las necesidades educativas
especiales de los estudiantes, para garantizar la equidad en el acceso a la Educación
Superior y el respeto a la diversidad. Debería incluirse el conocimiento local y la
participación comunitaria en los materiales didácticos.
f. Evaluar, en forma permanente, la efectividad de los materiales didácticos en los
procesos de aprendizaje para su mejora continua”.
Los enunciados del Plan 2007-2011 invitan, a modo de principios, a una revisión institucional
de la producción de materiales didácticos en la UNED. Y –oportunamente- disponemos de los
principales datos (ver: “Informe Castillo: Junio 2008) que nos permite reconstruir –mediante
un cronograma- el proceso desde el año 2005 hasta la fecha.
191
(ii) Situación de los materiales didácticos en UNED: Talleres 2005-2008.119
Durante el período 2005-2008 la Vicerrectoría Académica convocó a todos los actores del
proceso de producción de materiales, para indagar sobre la calidad en la producción del
material didáctico escrito, a propósito de: “contar con materiales actualizados y vinculados a
los cambios resultantes de los procesos de autoevaluación de las carreras y programas
académicos”. La Vicerrectoría Académica, “generó diferentes actividades orientadas a analizar
los resultados, conocer los problemas, determinar sus causas y establecer opciones de
solución para propiciar una oferta actualizada desde el diseño de los planes y valoración de los
materiales educativos”120 y desarrolló –al menos- desde el año 2005 hasta el año
recientemente pasado, una serie de actividades para relevar los asuntos que permitieran una
producción académica creciente.
119
Ver: Thais Castillo (Junio, 2008) Recorrido histórico acerca de la calidad y producción de los
materiales didácticos: problemas identificados (2005-2008). Sistematización de talleres y encuentros de
la Vicerrectoría Académica. Documento entregado por la autora a la Coordinación de Producción de
Materiales Impresos, al autor del artículo.
120
En la versión del Informe Castillo (junio, 2008), se lee: “En las diversas actividades se puede observar
que existen temas sobre los cuales se coincide una y otra vez, como síntomas de nudos o problemas que
aún no se resuelven, quedan vivos y siguen provocando los mismos comentarios”.
121
Para ordenar nuestro análisis seguiremos algunos parámetros diseñados por esta Guía con el fin de
mantener nuestro aporte dentro de los criterios de calidad definidos por el Programa de Autoevaluación
Académica que sustenta los procesos de acreditación ante una entidad externa a la UNED: a saber, el
Sistema de Acreditación de la Educación Superior (SINAES). Nota: La Guía del PAA está citada como
“manual” –en este artículo- para evitar confusiones con el tipo de material didáctico específico de la
UNED, denominado Guías de estudio.
192
• ¿es clara la información que se ofrece al estudiante sobre la utilización de los recursos
didácticos y los recursos tecnológicos?
Las evidencias que propone el PAA –en su manual- para corroborar la validez de respuesta a
estas interrogantes, se sustentan tanto en datos sobre el número de materiales y los tipos de
materiales y recursos tecnológicos utilizados, así como en lo que toca a su fidelidad con
relación a los contenidos de los programas de los cursos.
Atendiendo a la característica de calidad 3.1.1. del Manual del PAA para evaluación de los
materiales didácticos se interroga si se cuenta o no con los materiales y medios suficientes
para el desarrollo de los cursos de las carreras. El proceso de actividades que cubren el
período que va desde el año 2005 al 2008, puede entenderse como una respuesta
institucional a esta característica general de calidad.
• Año 2005: Durante el año 2005 el Consejo Universitario nombra una “Comisión
Especial de Material Didáctico” 122con el propósito de Analizar las posibilidades de
acción en pro de la calidad de los materiales didácticos.
Una visión general de los materiales: antigüedad, versión de los mismos (preliminares
y final), externos y sus Guías de estudio, digitales, fotocopias.
El compromiso para mejorar los procedimientos que vinculan a la Dirección de
Producción de Materiales, Oficina de Distribución y Ventas y la Dirección de Editorial.
La propuesta de parte de la Dirección de Producción de Materiales de una Guía para
establecer los criterios de calidad para la producción de materiales123.
La orden a las Escuelas que poseen materiales externos de diseñar la Guía
correspondiente. Para esto la Dirección de Producción de Materiales ofrece una Guía
122
Dicha comisión está integrada por Luis Fernando Díaz, el MSc. René Muiñoz, el MBA. Jorge Mora y
es coordinada por el M.Sc. José Luis Torres, Vicerrector Académico.
123
Precisamente, la característica de calidad 3.1.1. plantea la cuestión sobre si la UNED (y carrera)
cuenta con manuales de procedimientos que describan las funciones de diseño, producción, control de
calidad y renovación de los materiales y medios educativos que utiliza. La evidencia que pide el manual
de PAA consiste en manuales de procedimientos y reglamentos para la producción de materiales,
procesos e instrumentos de control de calidad, así como los resultados del control de calidad realizado
(2006,54).
193
para elaborar dicho material y el compromiso de PROMAI de capacitar para el diseño
de las Guías de Estudio124.
Se dieron plazos para su entrega, tanto a la Dirección de Producción de Materiales, a la
Oficina de Distribución y Ventas como a la Dirección de Editorial.
La disposición para realizar la producción de materiales integrando equipos como lo
indica el Reglamento de Gestión.
La necesidad de elaborar un Manual de procedimientos del flujo de material
didáctico125.
En Noviembre 2005 se lleva a cabo una actividad (en la Vicerrectoría Académica) en la que
participan los Directores de Escuela e integrantes de la Comisión Especial antes
mencionada, con el propósito de compartir el estado actual de los materiales didácticos y
establecer estrategias de acción dentro de ciertos modelos para el control de calidad126.
Por su parte, el Departamento de Distribución y ventas presenta una lista de los cursos
con material fotocopiado. De dicha lista se deriva el cuadro N 1: número de cursos con
material fotocopiado (Castillo: Junio, 2008).
ECA 10
ECE 6
ECEN 42
ECSH 45
DIREXTU 33
124
La capacitación mencionada no llegó –ni cuantitativa ni cualitativamente- a todos los productores
académicos por igual. Consideramos que esta orden emanada de la Vicerrectoría Académica tuvo efecto
en el auge demandante de Guías de estudio, solicitadas a PROMADE, demanda que al año 2009
mantiene su vigor.
125
Hasta finales del año 2008 se contaba con una versión –borrador- de dicho manual, coordinado en su
elaboración por la productora académica MSc. Jaqueline Murillo.
126
“Algunas ideas generales y principios sobre modelos para el control de calidad de los materiales, se
encuentra en el oficio PMD 119-05 del 20 de septiembre 2005: Condiciones de entrada: Negociación y
contrato de producción, calidad de la descripción curricular y otros textos, adecuada definición de
características técnicas del producto. Planificación de la producción: Papel del plan o guión,
delimitación del objeto de estudio y definición de responsables. Racionalidad pedagógica: Identificación
y pertinencia entre estrategia de comunicación y naturaleza del producto y uso de la Metáfora.
Condiciones técnicas del diseño: Entrada, la interfase, uso del hipertexto y navegabilidad, condiciones
estéticas, características del soporte y características de los contenidos”.
194
Asimismo, las Escuelas muestran la situación del momento, con respecto a los procesos de
actualización de sus materiales didácticos, en el siguiente Cuadro N 2: Estado del material
(Informe Castillo: Junio, 2008).
Desactualizado No se En proceso
revisa Actualización
Antes 1990
ECA 3 1127 2
ECE 8 2128 6
ECEN 8 5129 3
ECSH 18 2 9130
Fuente: Información enviada por las Direcciones de Escuelas y SEP (Informe Castillo, Junio
2008).
Versión Externos
preliminar
ECA 1 29
ECE 6 6
ECEN 9131 18
ECSH 12 15
Fuente: Información enviada por las Direcciones de Escuelas (Informe Castillo, Junio 2008)
A la pregunta de la unidad de análisis 3.1. (Ver: Recursos Educativos del Manual del PAA) sobre
si se cuenta con materiales y medios suficientes para el desarrollo de los cursos de las carreras,
según los datos arrojados por los cuadros, obtendríamos una respuesta negativa.
127
Justificación dada: La teoría cambia poco y es básica (Economía General, Desarrollo atención niño 0 a
6 años).
128
Justificación dada: Se elabora descripción curricular. (Historia CR I y II).
129
Justificación dada: En proceso de autoevaluación (Agroindustria, Biología I y II, Manejo animales de
granja, Primeros auxilios, Práctica de administración servicios salud, Legislación sanitaria).
130
Justificación dada: Descripción curricular en proceso de aprobación por CEMPA
131
Justificación dada: El material se desactualizada cada 6 meses (computación), Inglés (6), Teología (6
y se está en proceso de diseño) Secretariado (3).
195
Especialmente, por lo que atañe a la calidad de dichos materiales, según el balance de las
actividades de la propia Vicerrectoría Académica.
Hay que reconocer –además- que la descripción de los materiales utilizados no especifica
aspectos cualitativos de tipo pedagógico, como es deseable al señalar un criterio de control de
calidad, sin embargo nada impide que los datos sean tomados muy en cuenta para efectos de
mejora de la producción de los materiales didácticos en la UNED.
Al contemplar la característica de calidad 3.1.3. del Manual del PAA vemos que formula el
siguiente principio de calidad: “El conjunto de medios y materiales están integrados en una
unidad con sentido didáctico, se complementan entre sí y son suficientes para el logro de los
objetivos de aprendizaje”.
El Manual interroga sobre este rasgo de calidad: ¿existen estudios o información relativa al
aporte que los distintos medios hacen al aprendizaje? En respuesta parcial a esta
interrogante, obtenemos - de esta sesión de trabajo- algunas características132 que se postulan
como favorables al auto aprendizaje y –que por ende- deben ser contempladas como
orientadoras en la producción de materiales didácticos:
132
El Informe Castillo cita a: Meza, J., D’Agostino, G., Cruz, A.(2003) Elementos y características del
material impreso que favorece la formación y el aprendizaje a distancia en la UNED. EUNED. San José,
Costa Rica.
133
El Informe Castillo cita a: Hernández P., R. (2003) Producción y evaluación del medio impreso.
EUNED. San José, Costa Rica.
196
Emplea estrategias y técnicas didácticas y evaluativas que faciliten un proceso
de enseñanza dialéctico hermenéutico y de aprendizaje significativo.
Los contenidos atienden criterios de conversación, de encadenamiento de la
información, de evaluación y de autoevaluación.
El medio impreso expone y trata didácticamente los contenidos de la
asignatura de acuerdo con los objetivos. Todos los medios que se utilicen han de
constituirse vías distintas para llegar al estudiante y conseguir los resultados de
aprendizaje del curso.
La producción de la UDM se concibe como un proceso integrado.
Por lo que respecta al año 2005 no se producen más actividades generales relacionadas con
procesos de producción de materiales didácticos. Y un balance general de lo anteriormente
expuesto puede dar cuenta de una situación altamente contrastante entre los principios
idealizados de los que deben ser algunos materiales (por ejemplo, las Unidades Didácticas
Modulares) y la realidad reflejada el tipo de directrices o instrucciones dadas por la
Vicerrectoría Académica.
• Año 2006: El 5 de abril del 2006 se convoca por parte de la Vicerrectoría Académica
a reunión a Encargados de Programa, con el propósito de establecer estrategias de
acción a los interno de las Escuelas, SEP y Extensión que contribuyan a la mejora de
los materiales didácticos.
La unidad de análisis 4.1. (Metodología de la educación a distancia) del Manual del PAA
plantea otra característica de calidad referida en los siguientes términos: La metodología de
educación a distancia de la carrera aplica el modelo pedagógico de la universidad y es
adecuada al logro del perfil profesional de la carrera (2006,75).
Entre los temas reportados por Castillo (junio, 2008) se ofrece un resumen de la información
presentada el 25 de noviembre del año anterior y se proponen para su análisis respecto a la
Unidad Didáctica Modular, el cumplimiento de condiciones del Modelo Pedagógico, el
procedimiento establecido en el Reglamento de Gestión Académica y el establecimiento de las
dificultades por medio de:
197
según opiniones de estudiantes y egresados en los procesos de autoevaluación.
Entre los resultados aludidos se acuerda que el año 2007 se propiciará por parte de los
Directores de Escuelas las reuniones entre Encargados de programa y Encargados de cátedra y
de éstos con los profesores, para analizar la calidad de los materiales134.
Un producto específico se obtiene en noviembre del 2006 cuando una comisión “ad hoc”
redacta el documento llamado: “Lineamientos para la orientación del diseño y producción de
Guías de estudio”135.
Un balance de lo reportado por Castillo (junio, 2008) durante este período permite concluir
que algunas de las preguntas orientadoras del Manual del PAA referidas a la característica de
calidad 4.1. que comentamos, quedan sin respuesta. Dichas preguntas son: El personal
académico y el estudiantado, ¿conocen y comparten los principios del modelo pedagógico de
la universidad? Queda también pendiente confirmar si las carreras, en su fundamentación,
tienen en cuenta los principios propuestos por el Modelo Pedagógico, tal y como se plantea en
el manual del PAA136.
• Año 2007: El 2 de febrero en el Paraninfo se realiza una reunión con todos los
productores académicos de PEM (Producción Electrónica y Multimedia), PAL
(Producción de Aprendizaje en Línea) Y PROMAI (Producción de Materiales Impresos),
integrantes del PACE (Programa de Apoyo Curricular y Evaluación) y Directores y
Directoras de Escuela, acerca de la importancia de conciliar los puntos de vista de
productores y profesores de las Escuelas, con el propósito de elaborar y mejorar las
Unidades Didácticas Modulares en tiempos oportunos y con criterios de excelencia
académica, en busca de vías de coordinación.
La característica de calidad 3.1.1. del Manual del PAA referida a la existencia de instructivos
(manuales) de procedimientos que describan las funciones de diseño, producción, control de
calidad y renovación de materiales y medios educativos137. A todo ello hacen alusión los
134
Las fechas se proponen de la siguiente forma: el 11 de agosto ECSH, el 18 de agosto con la ECEN, el
25 de agosto con la ECA, con los temas de auto-evaluación, mejoramiento de los planes de estudio y
actualización de las unidades didácticas.
135
De este documento se conoce un texto en borrador, producto del trabajo de coordinación y
redacción del Productor Académico Licdo. Carlos Marín. Los demás integrantes de dicha comisión
fueron: Licda. Silvia Lilliana Méndez Anchía y Licdo. Oscar Gerardo Alvarado Vega; productores
académicos de la PROMADE (Programa de materiales didácticos escritos).
136
Aunque evidentemente el Informe Castillo (Junio, 2008) no tiende a dar una respuesta sistemática a
los aspectos de control de calidad esbozados por el Manual del PAA, de la lectura de su informe pueden
derivarse las observaciones que venimos haciendo. Además, vemos que el mecanismo de los talleres por
involucrar diversas fuentes de información de diversos actores del proceso de producción de materiales
(PAAD, PROMADE, EUNED y reportes de estudiantes) ayuda a que las problemáticas más sensibles
asomen, pero resulta poco esclarecedor de la naturaleza de los problemas. Destacan más los efectos de
las situaciones, con el peligro –por la fragmentación de la información- de no llegar nunca a las causas
de los asuntos como corresponde a un verdadero diagnóstico de la situación.
137
PROMADE realiza una presentación – durante una sesión de trabajo- que sitúa lo que dictan los
reglamentos de Gestión Académica y de Autores.
198
productores académicos durante esta actividad: La participación de los productores
académicos surge en respuesta a la interrogante ¿cuáles son las necesidades de la Dirección de
Producción de Materiales Educativos para ejercer sus funciones? 138 en razón de su relación
con las Escuelas, así como en razón de los tiempos de respuesta en los procesos de producción
de materiales.
138
Priva en las discusiones la preocupación por el tema del tiempo que invierte la Dirección de
Producción de Materiales Didácticos de la UNED en la producción de materiales didácticos: el punto de
discordia contrapone el criterio de calidad a contrapelo de cierta visión cortoplacista y, por consiguiente,
la duda radica en si es preferible invertir más tiempo y lograr materiales que tengan más vida útil, que lo
contrario. La discusión sobre los plazos razonables de producción incluye obviamente no sólo la
complejidad particular de cada tema académico de que se ocupa el equipo de producción, sino también
de la experticia de los productores que concurren, así como de la cultura de trabajo en equipo que se
hallan ido cultivando. Ver el instrumento (en anexo) que adaptamos a ese propósito para el
discernimiento de estos factores en los procesos de producción.
139
Ha privado entre los productores académicos la consciencia de que toda propuesta innovadora de
medios o recursos educativos (digitales o impresos) debe generarse con base en procesos de
investigación bien fundamentados que abarquen –incluso- todos los aspectos curriculares de diseño y
aplicación del curso. De nuevo, el caso de cita obligatoria –por su carácter ejemplar para la UNED- lo
constituye el trabajo de investigación: Zúñiga y otras (2001) Estudio evaluativo y sistematización de la
experiencia educativa del curso: Elementos generales acerca de la violencia doméstica: Propuesta de
reestructuración. Centro de Investigación Académica. Vicerrectoría Académica. UNED. También
predomina la opinión de que no es sustancial la diferencia didáctica en cuanto al soporte del medio
(impreso o digital), mientras que sí lo es –esencialmente- con relación a los contenidos científicos que se
tratan. La mediación pedagógica –de fondo- se fundamenta en el discurso productivo o científico
(básicamente, disciplinario).
140
Vale destacar que en los encuentros señalados la Dirección de Producción de Materiales fortaleció la
participación de productores de materiales didácticos escritos, y no así -con la misma intensidad- la de
productores de materiales audiovisuales, de cursos en línea, de producción de vídeo-conferencias o de
materiales multi-mediados. Este desbalance refleja en parte, que la respuesta de producción de
materiales para la docencia sigue siendo soportada sobre la producción de los materiales impresos y
que un aspecto esencial de la política de producción de materiales está siendo ignorado. Si nos fijamos
bien en los aspectos de producción de materiales que recomiendan los Lineamientos de Política
Institucional de la UNED (2007-2011), es aconsejable – desde el punto de vista de la integración
pedagógica de los medios- algo para empezar a explorar.
199
pedagógicos orientados en la educación a distancia y más adelante, en la
escogencia de autores y de los especialistas de contenido es otro punto
señalado como clave.
Por su parte, los Directores y Directoras de las Escuela presentes, se refieren en sus
intervenciones, a los aspectos sensibles o críticos relacionados con la producción de
materiales:
141
Es importante destacar los términos en que se fundamenta la labor de un productor académico bajo
la mira de producción digital: Se citan “competencias mediacionales”, para señalar habilidades y
destrezas relativas al manejo de los distintos medios o recursos de enseñanza-aprendizaje. Resulta de
importancia la reflexión sobre las afinidades y diferencias, en materia de las competencias
mediacionales, que corresponden a los productores de materiales didácticos, respecto del productor de
cursos en línea. Entrevista con el Coordinador del Programa de Autoevaluación Académica, MSc. Miguel
González C. (20 de Abril, 2009).
200
Como vías de coordinación entre los actores del proceso de producción de materiales
didácticos se recogen del Informe-Castillo, las siguientes recomendaciones:
o Inducción y comunicación más cercana de parte de los productores con los autores, para
que pueda darse fin a una labor iniciada, y acciones de coordinación más efectivas entre
Escuelas y la Dirección de Producción al señalar las diferencias en armonía, desde la
práctica, en el seno de un trabajo conjunto.
Como resumen del informe de Castillo (junio, 2008) destaca un cierto marco referencial que
indica que el diseño, el desarrollo y la evaluación curricular, han de ser:
-Procesos vinculados y de acción conjunta entre diferentes unidades académicas. Entre ellos
se destacan:
142
A esta actividad, realizada en la sala de la Escuela de Administración, asisten los integrantes del PACE
y las Direcciones de Escuela, el SEP, de Extensión y la Coordinadora de PROMAI, MSc. Flor Arroyo.
201
Realimentación del proceso de desarrollo de planes académicos: PAA-Escuelas- SEP –
DIREXTU.
-Mediante una acción colaborativa en la que intervienen diversas unidades académicas (se
citan: Escuelas SEP DIREXTU PACE DIPROMADI PAA) y que requiere de un armónico
trabajo de equipo entre Encargado de programa, encargados de cátedra (en diferentes
Escuelas DIREXTU SEP); de la asesoría curricular de parte del PACE; de la asesoría didáctica de
parte de Producción y de la oportuna realimentación de los procesos (autoevaluación,
evaluación de cursos y de la evaluación de los aprendizajes) Escuelas SEP DIREXTU PACE PAA,
Producción.
Para el desarrollo del trabajo, dentro de dicho marco referencial, se citan algunas condiciones
y hay que tener en cuenta algunas dificultades:
La conformación de los equipos de trabajo iniciando con los que a lo interno de las
Escuelas deben vincular a los Encargados de Programa y Cátedra para tomar
decisiones acerca de los planes de estudio, de los cursos y de los materiales
didácticos.143
La asesoría ofrecida por las unidades específicas que presenta dificultades
básicamente a raíz del volumen de trabajo que cada asesor asume. Se señala la calidad
del aval que se otorga a los materiales y la rigurosidad con que se han venido
trabajando los procesos, como condicionantes.
La participación y análisis que debe realizar PROMAI en lo que se refiere a los diseños
curriculares, el tipo de observaciones que ha de otorgar y la pertinencia de las mismas
para enriquecer el trabajo conjunto.
La poca claridad acerca de la utilidad de la descripción curricular, su rol para el equipo
de asesoría y de las Escuelas y con la necesaria diferenciación entre Descripción
Curricular y Orientaciones del curso, así como entre Guía de estudio y Orientaciones
del curso144.
143
En el informe de junio 2006 de Castillo se lee que: “esto no es una realidad, aún”.
144
El informe de Castillo (Junio, 2006) recoge la interrogante: ¿qué debe ir en cada una y cuándo se
utilizan?
145
La revisión de las concepciones de los materiales didácticos, y –particularmente- de las Guías de
estudio, son parte de los asuntos que justificación el tipo de proyectos de investigación como el que
202
o Elaborar el “Mapa”146 en cada unidad académica de los planes de estudio, de
los cursos y de los materiales didácticos, desde su inicio hasta lo actual. La
investigación es una acción necesaria que facilita la comprensión de la oferta
académica y la gestión de los Directores en general.
o Revisar el Reglamento de Gestión Académica para actualizarlo si es necesario
en cuanto al proceso académico y a las funciones de los miembros de los
equipos vinculados con la planificación curricular. La delimitación de funciones
propicia mejores relaciones personales.
o Definir soluciones concretas a los materiales didácticos de los años 80,
mientras se actualizan los planes correspondientes.
o Revisar el papel del PAA y del PACE.
En conclusión, las cuestiones que el manual del PAA plantea a propósito del tema de la
coherencia básica que se requiere entre los cursos, materiales y régimen de evaluación, arroja
una pregunta orientadora pendiente de respuesta: ¿Se seleccionan o adecuan los principios
metodológicos que se utilizan en cada asignatura, según los contenidos y objetivos de
aprendizaje? Las opiniones del personal académico y de expertos configuran un cierto nivel de
respuesta que hemos recogido del informe Castillo147 .
Al taller se le da un marco de necesidad para atender asuntos relacionados con los Estudios
Generales (EG), de Producción de Materiales Impresos (PROMAI) y del Programa de Apoyo
Curricular y Evaluación de los Aprendizajes (PACE). Se quiere determinar cuáles son las
dificultades que ofrecen las Descripciones Curriculares y buscar en forma conjunta una
solución, que facilite avanzar en el diseño de los materiales educativos de los diversos cursos
de Estudios Generales, teniendo a la Unidad Didáctica Modular (UDM) como modelo para
dichos cursos148. La dificultad señalada en reiteradas ocasiones por los integrantes de PROMAI
realizamos. Nuestro diseño de investigación tomó nota de esta demanda que los equipos técnicos
hicieron, durante esta importante sesión de trabajo.
146
Esta recomendación resulta particularmente urgente en la medida en que se requiere darle unidad
de fondo a muchas iniciativas valiosas de producción o renovación de cursos que carecen de visión
general por ausencia o desactualización de sus planes de estudios o descripciones curriculares.
147
Una fuente complementaria para las evidencias debe ser extraída de otros documentos como
programas de asignaturas y documentos de orientaciones del curso.
148
A esta actividad se invita a la Licda. Thais Castillo quien asesoró junto con la Licda Mayra Arguedas en
la propuesta operativa curricular de ejes y competencias del Programa de Estudios Generales.
203
a la luz de la propuesta de los ejes transversales y de las competencias o saberes (conocer,
hacer, ser, convivir) está relacionada con los diseños curriculares.
La agenda de trabajo del taller se elabora de común acuerdo entre los coordinadores de los
Programas de Estudios Generales, del Programa de Apoyo Curricular y de Producción de
Materiales Impresos, y se presenta con una fase de intercambios conceptuales.149
149
La apertura… cuenta con las palabras de la Directora de la Escuela de Ciencias Sociales y
Humanidades, M.Sc. Xinia Zúñiga, “quien señala la realidad de la institución de poseer un conjunto de
procesos separados, en diferentes unidades académicas como lo es el diseño curricular que requiere de
mucha coordinación y colaboración, de ahí la necesidad de efectuar encuentros que faciliten la
articulación de los mismos en busca de los resultados propuestos. Manifiesta la importancia del
Encargado de Cátedra como articulador de la gestión del proceso curricular en su vínculo con el
Encargado de Programa y de los diferentes asesores, como los asesores curriculares en cuanto al apoyo
y acompañamiento que han de otorgarle, así como el productor académico como asesor en el uso de
los diferentes recursos como medios pedagógicos que faciliten el aprendizaje”. La parte conceptual se
propone bajo los subtítulos de De los sueños a la realidad, con la participación del coordinador de
Estudios Generales De la orientación a la concreción es tratada por la jefatura de PROMADE y Vínculo
entre realidad y concreción por la coordinadora del PACE. Los conceptos de EE.GG (Estudios Generales)
así como las funciones de PROMADE y del PACE, quedan plasmadas en los siguientes términos: E. G. Es
el programa de formación de una cultura general y de un ser humano conocedor de su entorno, sensible
a la naturaleza, vinculado a la sociedad y dispuesto a cambiar en lo personal y a contribuir en la
transformación social. PROMADE: Es el asesor del Encargado de cátedra, autor o autores y en general
del equipo constructor de la UDM. Tiene como tarea la concreción de lo mejor de cada recurso y como
resultado la elaboración de materiales educativos que propicien aprendizajes significativos. PACE: Es el
asesor en el diseño curricular de los planes de estudio y de las descripciones curriculares y los
requerimientos de producción en el proceso de enseñanza. Coadyuva en la concreción de los materiales
curriculares hacia un aprendizaje significativo, autónomo y colaborativo de parte de los estudiantes.
ver, Castillo (2006, 12).
204
• En el caso específico de “Introducción a los estudios de la naturaleza” la elaboración de
la Unidad Didáctica Modular (UDM) parte de una descripción curricular que estaba
avanzada de parte del encargado de cátedra Dr. Carlos Arroz y se hizo necesario hacer
un alto para la incorporación de la propuesta de E. G. La experiencia del Encargado de
Cátedra y de la Productora Académica se cita como una fortaleza en la realización de
su trabajo.
• El autor incorpora en la UDM las propuestas académicas expresadas en la descripción
curricular a partir del análisis de la misma y la elaboración de su propia matriz del
aspecto metodológico, la cual comparte con el Encargado de Cátedra y la Productora
Académica, para sus respectivas sugerencias. Una vez llegados a un acuerdo plantea su
labor garantizando la coherencia con el planteamiento de los E.G. La constante y
sistemática relación y diálogo entre él, el Encargado de cátedra y la productora
asignada.
• Logra el planteamiento de los ejes y las actitudes en la U.D.M. así como la
incorporación de los diferentes medios, Con ejemplos de su vida, esto es la realidad, lo
cotidiano, introduce al estudiante en los diferentes temas hace propuestas cualitativas
al lector y modela acciones para vincular el conocimiento con los valores neo-
humanistas y con los ejes propuestos por la UNED. Con las sugerencias y aportes del
productor gráfico se establece el uso de íconos que llaman la atención del estudiante,
en el tratamiento de los ejes.
• Para el uso de los diferentes medios, requirió de un trabajo colaborativo y detallado
que vinculara la temática con la propuesta multimedia.
• Una vez concluida la UDM se hace una revisión integral del cumplimiento de los
diferentes objetivos y competencias, según la matriz establecida aun así, al final el
trabajo, se encontraron algunos vacíos, que fueron cubiertos.
Un primer grupo de las conclusiones del taller aluden a características generales de producción
de materiales y al rol de los productores académicos como agentes de esta producción:
205
• Como persona responsable de la producción del material académico, cada
Productor Académico avala el “discurso” y es libre de hacer, en común acuerdo
con el Encargado de Cátedra.
• El productor académico es el encadenador de un proceso de producción del
material didáctico (lectura, análisis, observaciones y seguimiento)
• El productor ha de mantener una relación sistemática y permanente con el
autor –autores y el encargado de cátedra y participar desde el inicio en el
diseño de la descripción curricular.
206
Atendiendo a lo que define el manual del PAA para el control de calidad de los materiales hay
que destacar un aspecto ausente del proceso de revisión a que se sometió la UDM que sirvió
de modelo en estas actividades. Se trata de la característica de calidad que proviene de
validación con los estudiantes. Podemos señalar que la característica de calidad 3.1.11 (Los
materiales y medios cumplen los estándares de diseño técnico, propios de cada tipo) fue la
más atendida durante estas sesiones, sin embargo se sigue ignorando la capacidad del
estudiantado en el uso de los diferentes medios y materiales (característica 3.1.12).
Contextualización interna y externa en la producción de materiales didácticos
En cada grupo se trabaja para determinar los obstáculos que influyen sobre el proceso de
producción, a partir de las causas que los producen, alternativas de mejora y lo que se debe
reforzar para el logro de su solución. La contextualización que los grupos expresan en lo
referente a la producción de materiales en, remite a dos procesos globales:
el contexto global que los materiales didácticos deberán adecuarse a las nuevas
necesidades, características y realidades de la producción mundial de conocimiento y
de estudiantes-meta del futuro, en el contexto de la educación a distancia, con un
nuevo impulso dado por las tecnologías.
la planificación institucional expresa que el reto de la universidad es crear sistemas de
comunicación eficientes para articular el trabajo de sus instancias, evaluar las
experiencias, generar soluciones conjuntas e integradas, dirigir y controlar procesos,
152
Se trata de la actividad realizada el jueves 27 de marzo en el en el Centro Pastoral El Redil, con un
taller en el que participan 40 profesionales, mayoritariamente integrantes de la Dirección de
Producción de Materiales Didácticos y, al menos, dos representantes de cada unidad académica,
Directores de Escuelas, Extensión y Sistema de Estudios de Postgrado.
153
Informe elaborado por M.Sc. Ana Cristina Umaña del PACE y M.Sc. Jacqueline Murillo de PROMADE.
207
dar seguimiento a los resultados, valorar costos y tomar decisiones sustentadas en la
propia experiencia institucional. Se requiere cumplir con los lineamientos ya
establecidos para la producción vigente en los diferentes reglamentos y organismos
institucionales.
integrado a un macro proceso que incluye el diseño de los programas y sus respectivos
cursos por lo que desde el diseño de entrada (Plan de estudio y diseño curricular)
hasta el de salida (validado), su implementación y evaluación, debe responder a una
planificación conjunta y a estrategias didácticas coherentes. También se señala una
integración de la producción del material, su impresión, la distribución, lo que
demanda seguimiento y control del proceso y un conocimiento de los mercados, así
como de evaluaciones constantes de la lectura y utilidad del material por estudiantes u
otros usuarios.
la necesidad de capacitación de todos los actores involucrados en el diseño, incluidos
los participantes en el diseño curricular.
la selección de autores adecuados para la estructuración, escritura y mediación de
una unidad didáctica. Debe cumplirse con el reglamento vigente para su selección y
crear una base de datos sobre candidatos adecuados para la autoría.
un vacío en el conocimiento de las características y particularidades de cada medio
tecnológico que permita una adecuada selección e integración al diseño curricular y
facilite su incorporación en el material didáctico. Se propone la participación del
productor académico en el diseño de los cursos como asesor del medio más adecuado
según el proceso de aprendizaje propuesto.
el diseño gráfico incorporado al proceso global de producción y edición. Para ello el
diseñador gráfico ha de ser parte del equipo de producción, desde el inicio, tal y como
se contempla en el Reglamento de Gestión Académica.
La producción editorial está dividida en instancias que pertenecen a dos vicerrectorías
distintas. Se propone una política editorial académica global y unificada que
contribuya a planificar y dirigir la producción universitaria de libros y publicaciones a
partir de las necesidades y prioridades institucionales.
208
priorización de materiales, selección de autores, control de costos, uso de
herramientas didácticas y de medios, procedimientos de producción, canales y
estrategias de distribución,
o Internacionalización del conocimiento, uso de mecanismos alternativos y definición de
productos complementarios o sustitutos de la unidad didáctica.
Como balance de este taller hay que señalar que el tratamiento de los temas relacionados con
la producción de materiales muestra aquí un amplio marco que, desde otro concepto de
planificación, pudo encabezar todo el proceso haciendo un buen servicio de lectura global de
la problemática. Pero, dado en este punto del conjunto de los talleres, el taller invierte los
términos en que se habían venido tratando los problemas de producción en talleres
anteriores. Plantea tratamientos del tema sobre las características de diseño de materiales
impresos, no confinadas a los materiales didácticos “per se” sino en el marco de una discusión
más general que involucre tópicos como la situación del mercado del libro (sus costos de
transporte y almacenamiento) por lo que resulta contextualizador del problema de producción
de materiales didácticos que se tiene entre manos.
El 7 de junio del 2008 se realiza un Taller con la participación de los Directores y asistentes de
las diferentes direcciones académicas, con el tema: la gestión académica administrativa
seguimiento y control teoría-práctica. Se inicia con la comprensión de las diversas acciones
que conllevan a la entrega de la oferta académica, la articulación - ejecución y evaluación de
los procesos enseñanza aprendizaje, en el marco de la excelencia, exigencia y la mejora
continua, con el propósito de elaborar una propuesta de solución para realizar el seguimiento y
control de acciones concretas de la gestión académica administrativa que facilite la labor
interna y de colaboración a cada una de las unidades académicas. Los temas tratados fueron:
investigación y evaluación: oferta académica viable – desarrollo; el planeamiento y
programación curricular; la producción de materiales didácticos; la ejecución del proceso
educativo y la evaluación de carreras - programas - cursos- materiales - gestión académica.
El grupo de análisis del material didáctico expone los siguientes elementos: Política,
planificación, autores, unidad didáctica modular y Guías de estudio.
En la política proponen:
En la planificación indican:
209
Conformación el equipo interdisciplinario tal como se establece en el Reglamento,
definiendo quien coordina la gestión del equipo, con mecanismos de seguimiento y
control del proceso claramente definido.
Calendarización de reuniones periódicas del equipo de producción con sus respectivas
minutas y hacer los reportes correspondientes a los involucrados
Actualización del flujograma que facilite la identificación de áreas y subprocesos que
conforman el proceso integral de la elaboración de los materiales didácticos.
Mantener mecanismos de comunicación ágiles y permanentes que permitan la óptima
coordinación y obtención de resultados en plazos oportunos.
Hay que señalar una omisión de este artículo en relación con algunos datos de diagnóstico de
la situación de los materiales didácticos para el trabajo de Extensión Universitaria155. Lo que
cabe reportar, es que a la fecha de entrega del mismo, la Dirección de Extensión me ha
informado que no se tiene a mano la sistematización del taller respectivo, realizado a finales
del año 2008. Por consiguiente, es recomendable acudir a la moción 13 del III Congreso
Universitario (2006) en la cual se dictamina que: “en el amplio marco de producción de
materiales de extensión se establezcan lineamientos que involucren una pedagogía crítica y
participativa, así como procesos de validación de materiales que generen diversas formas de
154
Vale destacar que hasta este momento las Guías de estudio son planteadas como problema de
investigación para analizar en el amplio contexto de los procesos de producción de los materiales
didácticos en la UNED. A pesar de que se producen Guías de estudio desde hace más de tres décadas. El
fenómeno que posibilita esta investigación obedece –pragmáticamente visto- al aumento notable de
solicitudes de producción de este tipo de material didáctico.
155
Aunque el trabajo de sistematización está avanzado la Sra. Directora de Extensión de la UNED, Dra.
Vilma Peña, me ha informado que todavía no ha recibido la última redacción. Dichosamente, contamos
con la moción supra citada que resulta bastante orientadora de por dónde debe ir la producción de
materiales didácticos para la Extensión Universitaria en la UNED.
210
conocimientos para una educación no formal, comunitaria y participativa, y promotora de la
diversidad.”156
En una dirección debemos tomar nota críticamente de las complejidades que entrañan las
tareas de coordinación institucional que subyacen para un trabajo integrado de los procesos
de producción de materiales didácticos. A la luz de lo que fue acordado en el III Congreso
Universitario (2006) (Moción 01), cuando se planteó:
Así las cosas, la segunda dirección en que debemos tomar nota, va en línea con buscar
respuesta a la siguiente pregunta: ¿hasta qué punto y en qué aspectos la vía seguida de
talleres, sirvió a la Vicerrectoría Académica para elaborar diagnósticos de la situación de
producción de materiales? Observamos –con el debido respeto- que privó un trabajo colectivo
marcado por la improvisación en cuanto al componente de investigación que debería apoyar
estos procesos. En este sentido las necesidades de coordinación de los equipos de producción
de materiales parecen recomendar una ruta de investigación previa, de modo que el plano del
taller-participativo para el diagnóstico y la búsqueda de alternativas, resulte158, desde el punto
156
Ver: Directrices de la UNED (2009, 101). Centro de Información, documentación y recursos
bibliográficos (CIDREB). Vicerrectoría Académica. UNED.
157
Valga la alusión al trabajo de la cátedra de Sociología y Trabajo Social. Ver: Zúñiga y otras (2001)
Estudio evaluativo y sistematización de la experiencia educativa del curso: Elementos generales acerca
de la violencia doméstica: Propuesta de reestructuración. Centro de Investigación Académica.
Vicerrectoría Académica. UNED.
158
Se nota, por ejemplo, que en lo general el proceso no resultó con los mejores frutos. En los registros
del Informe Castillo (junio, 2008) la reiteración de los problemas y la debilidad de las conclusiones,
tienden a alejarnos del rango de los problemas que se abordan. Además, quienes participamos en estos
talleres – sin dudar en ningún momento de la buena voluntad de los convocantes- nos vimos
atrincherados, llevados a posiciones defensivas innecesarias, que en vez de ayudar a la necesaria
coordinación, abonaron al deterioro en las relaciones humanas.
211
de vista organizativo, ajustado con los objetivos propuestos y no derive en un débil sondeo
respecto de los datos resultantes.
El Informe Castillo (Junio, 2008) arriba – según sus observaciones- a ciertas conclusiones y
recomendaciones que luego son retomadas, por parte del Consejo de Rectoría159, para
decretar algunas orientaciones sobre todo de orden administrativo y muy poco de orden
académico. Este hecho revela, en sí mismo, el carácter general dominante en las actividades
realizadas y aquí retomadas.
El balance del Informe Castillo destaca los siguientes resultados de los talleres de diagnóstico
de situación de la producción de materiales didácticos, durante el período:
o En este punto, se hace el esfuerzo por retomar los hechos que han dificultado
(problemas) la propuesta de los materiales didácticos acordes con los requerimientos de
los nuevos planteamientos de los diseños de planes de estudio que incorporan ejes
transversales y competencias, y de su concreción en plazos pertinentes, considerados
en las diferentes reuniones llevadas a cabo acerca del tema de materiales didácticos.
o La planificación anual conjunta entre Escuelas, SEP, Extensión y PACE con la Dirección
de Producción, la Dirección Editorial y Distribución de Materiales, de los materiales en
diseño y rediseño, con los plazos previstos para cada una de las etapas.
159
Ver: Consejo de Rectoría, en sesión No. 1575-2009, Art. II, inciso 6), celebrada el 12 de marzo del
2009.
212
* Según los Lineamientos de Política Institucional 2007-2011:
160
En el contexto de este tema el Ex-Jefe del Programa de Autoevaluación Académica, MSc Miguel
González Castañon, sostiene que –para efectos de la producción de las Guías de estudio- resulta del
máximo interés que se analice la relación entre las características de los materiales diseñados en
soporte digital, respecto de las correspondientes al material didáctico en soporte papel. Según
considera el entrevistado las funciones tradicionales de la Guía de estudio de la UNED podrían haberse
alterado sustancialmente, y un eje temático de revisión crítica estaría en el concepto de “distancia”
(Entrevista al experto por el investigador de GEPLM el lunes 20 de abril, 2009).
213
presente la cruda realidad, reflejada en datos como los que encabezan este artículo en
los que se señala que todas las Escuelas acuden todavía al fotocopiado de materiales.
Esto contrasta con lo que el lineamiento señala. El avance para la incorporación de los
diversos medios supone una acción concertada desde la Dirección de Producción de
Materiales Didácticos, la cual –compleja de por sí- aún no ha conseguido, a pesar de las
buenas intenciones que, en su momento, todas las partes involucradas concierten sus
acciones. Todo parece apuntar a un problema de organización que depende,
esencialmente, de la concepción que existe en la relación entre agentes productores,
uso idóneo de medios y características básicas del modelo de educación a distancia que
se desprende del Modelo Pedagógico.161
o Quedamos institucionalmente bastante limitados de cara al lineamiento que invita a
considerar el contexto cultural y sociolingüístico, y las necesidades educativas especiales
de los estudiantes, para garantizar la equidad en el acceso a la Educación Superior y el
respeto a la diversidad. Debería incluirse el conocimiento local y la participación
comunitaria en los materiales didácticos, y eso aún no se hace162. Desde el punto de
vista de la gestión docente este lineamiento supone también tomar en serio la
necesidad de que los materiales didácticos de la UNED apliquen en sus procesos de
producción una diversidad efectiva, que luego se plasmen en los contenidos.
o La llamada de los lineamientos a evaluar, en forma permanente, la efectividad de los
materiales didácticos en los procesos de aprendizaje para su mejora continua, parece
haber sido recogida en las intenciones de estos encuentros promovidos por la
Vicerrectoría Académica. Sin embargo, el número y la calidad de las investigaciones
sobre materiales didácticos en la UNED no termina de asumirse con la responsabilidad
institucional que se debe. La mayoría de los trabajos conocidos sobre el tema responden
a esfuerzos del PROIFED y a colaboraciones aisladas de un plan institucional que
destaque los recursos humanos, profesionales y económicos que esta tarea demanda.
161
El Programa de Fundamentos para la Educación a Distancia (PROIFED) ha iniciado la revisión y la
divulgación de los aspectos medulares del Modelo Pedagógico. Ver: Méndez E. y otros (2008). Los
modelos pedagógicos centrados en el estudiante: apuntes sobre los procesos de aprendizaje y
enseñanza. Documento de trabajo: versión al mes de noviembre, 2008. Dicho trabajo debería generar
una discusión de fondo sobre los alcances efectivos que puede tener el Modelo Pedagógico de la UNED
para la definición de líneas exploratorias de trabajo educativo científicamente fundamentado.
162
La moción 17 del III Congreso Universitario (2006) dicta a propósito de la gestión académica:
“Establecer como lineamientos en la gestión de programas académicos que ofrece la UNED a la sociedad
la regionalización curricular, tomando en cuenta las particularidades socioeconómicas y socio culturales
de las zonas de influencia de cada centro universitario. Así mismo, contemplará las necesidades que
puedan satisfacerse vía extensión, ampliando la oferta de programas orientados hacia una educación
abierta y no formal” (Ver: Directrices de la UNED -2009, 107- Centro de Información, documentación y
recursos bibliográficos (CIDREB). Vicerrectoría Académica. UNED.
214
BIBLIOGRAFÍA
215
ANEXO GENERAL II
216
INTRODUCCIÓN163
Entonces, latiendo detrás de la Guía de estudio está lo que constituye sus condiciones de
origen en la UNED: la estructura latente de toda Guía de estudios estriba en los parámetros
dados en el Plan de Estudios y en la microprogramación específica. Durante el trabajo de
elaboración de Guías de estudio un equipo de producción se ve en la necesidad de mantener
despierto –durante todo el proceso de producción- la pertinencia de selección de los
contenidos de una obra tutora y esto no puede realizarlo dicho equipo, sino de la mano con lo
curricularmente predispuesto165. En otros términos, cuando en la UNED se pide hacer una
Guía de Estudio para un libro de mercado, se está pidiendo que la estrategia meta-cognitiva de
enseñanza del sistema de educación a distancia, sea canalizada en la Guía para que, por vía ese
recurso educativo, se lleve a cabo el ideal de co-gestión educativa a distancia. Esta tarea cabe
hacerse teniendo en cuenta, entonces, lo curricularmente programado dentro del sistema de
163
Para este apartado utilizamos la serie de documentos que el Programa de Apoyo Curricular y
Evaluación (PACE) ha desarrollado para orientar la asesoría de la elaboración, diseño y rediseño de
planes de estudios en la UNED. Contamos también con la información brindada por la M.E. Xinia María
Calvo Cruz, asesora del PACE, en el contexto de consultorías para el rediseño de carreras (Entrevista
realizada con la consultora el día 31 de marzo, 2009).
164
Según D´Alton comprender es un acto biológico adaptativo mediante el cual agentes de una especie
adecuan su sistema cognitivo, siguiendo la satisfacción de necesidades específicas. En nuestro caso el
concepto de comprender puede ser sinónimo de “selección de contenidos” como función esencial de la
Guía de estudio, de cara a un texto-experto. En términos operativos asumimos la acción de comprensión
(a la luz del objeto de estudio) compuesta de dos dimensiones: por una parte, con una función cognitiva
en la medida en que se trata de un proceso de manejo de significados y con una función procedimental
en la medida en que nuestro objeto se orienta al señalamiento de “competencias mediacionales” por
parte del agente productor académico. Ver: Documento de trabajo para la definición de los
Lineamientos del PROIFED (2008). Sabanilla de Montes de Oca. San José, Costa Rica.
165
Contrastando con otros recursos educativos vemos que el caso de la Guía de Estudio esta en similar
situación de producción que las compilaciones de artículos científicos o Antologías. En dichos casos, la
descripción curricular del curso y el Plan de Estudio de la carrera global, juegan un rol de instrumentos
esenciales y –no hay en tal caso- otro referente conceptual y epistemológico para la producción que lo
establecido en aquellos instrumentos. El caso de las unidades didácticas, como hemos señalado, y de los
materiales complementarios, resulta distinto en la medida en que la tarea de autoría supone ya la
incorporación de esos instrumentos que le son inherentes al proceso productivo mismo de estos otros
recursos educativos.
217
educación a distancia de la UNED, para guardar la coherencia general con la necesidad o
demanda particular del recurso educativo166.
La interrogante principal de este capítulo es: ¿Qué principios y criterios relacionados con el
origen de las Guías de estudio debemos mantener siempre presentes al diseñarlas? En este
caso, mantenernos fieles al sentido original, es la tarea. La respuesta a la interrogante supone
que los Planes de Estudio son los configuradores de las carreras en la UNED y por consiguiente
de cada uno de los cursos, que potencialmente pueden demandar Guías de estudio. En ese
sentido las orientaciones de la programación curricular (cada uno de los tópicos centrales de
esta labor planificadora) representan factores de producción de las Guías de estudio:
asimismo no es exagerado considerar indicadores de cada factor, aquellos aspectos o
dimensiones que se citan para caracterizarlos.
Como ya se ha dicho, a propósito del origen de las Guías de estudio en la UNED, un referente
obligado son los planes de estudios –o macro-programaciones- y especialmente, en lo que
corresponde a los recursos educativos, hemos de destacar lo que constituyen las pautas de su
justificación. Las Guías estudio –en este sentido- no son recursos educativos que estén, para
nada, fuera del sistema programado de enseñanza de la UNED. Por el contrario, en su aporte
de regulación de información de obras de mercado o textos expertos, las Guías de estudio son
una “orientación” pedagógica esencial del sistema educativo de la UNED.
Por lo anterior, al preguntarnos por el origen (la necesidad) de las Guías de estudio, nos
remitimos a las tres dimensiones de justificación de los planes de estudio a los que deben
servir dichas Guías. Tradicionalmente se identifican tres justificaciones de los planes de
estudio en la UNED: la dimensión “externa”, la dimensión “académica” y la “administrativa”.
En primer lugar hay que tener en cuenta la dimensión “externa” que remite a preguntas
relacionadas con las necesidades propias de la realidad social (en sentido estrecho,
necesidades de profesionalización y en sentido lato, necesidades de desarrollo nacional y local)
y que puede ser formulada de la siguiente manera: ¿Cuáles son las tendencias y necesidades
mundiales, regionales y nacionales en relación con las propuesta del plan de estudios?167
En segundo lugar están las interrogantes referidas a los aspectos académicos: Por ejemplo,
¿Cómo responde la propuesta del plan de estudios a los fines, misión y visión de la UNED?, ¿de
qué forma contribuye esa propuesta del plan de estudios al desarrollo de la disciplina y
profesión o al desarrollo nacional?
166
Este capítulo revisará si el diseño de algunas Guías de estudio –efectivamente- respeta los contenidos
y aspectos estructurales de los planes de estudio. En la medida en que el Plan de Estudio tiende a
caracterizar los aspectos estructurales de los recursos educativos de la UNED, tenemos que recurrir a
sus lineamientos principales, para reconocer en los productos (Guías de estudio, en este caso) la
fidelidad a los planteamientos curriculares.
167
Tomada del PACE (2009) DOCUMENTO 2: Justificación del Plan de Estudios. Programa de apoyo
curricular y evaluación de aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica.
218
Y, en tercer lugar, surgen las interrogantes de orden administrativo que buscan detallar la
infraestructura básica para ofertar el plan de estudios (tipo de producción académica según
diversos recursos educativos, espacios para las tutorías, realización de exámenes, fuentes
bibliográficas, etc.). A propósito de este aspecto entre las recomendaciones para la
administración de la carrera168 se destaca la importancia de verificar en el plan de estudios el
acatamiento de todos los requisitos de uso de medios y recursos con que cuenta la UNED para
la producción de unidades didácticas modulares169.
El diseño de toda Guía de Estudio debe mirar hacia estas tres dimensiones del Plan de Estudio
de una carrera con el fin de que en su labor de regulación de la información del texto experto,
dichas dimensiones funcionen como “norte” general de la producción170.
Según el PACE171 las áreas disciplinarias se relacionan con las funciones básicas que requiere el
sujeto en formación, para su desempeño profesional. Para concretar el lugar de este aspecto
en los planes de estudio, se recomienda, didácticamente: Primero, efectuar un listado de
funciones que deberá realizar el futuro profesional, en segundo lugar, señalar el detalle de los
conocimientos que requiere el futuro profesional para cumplir con las funciones que deberá
realizar, desde una perspectiva integral, tercero, agrupar los conocimientos por áreas
disciplinarias y cuarto, conceptualizar las disciplinas.
Como metodología para definir las áreas disciplinarias en el plan de estudios se indica que hay
que proceder a definir las áreas que permitan abordar el perfil profesional por formar y
describir o justificar –fundadamente- cada una de ellas.
Como principio operativo para el diseño, toda Guía de Estudio debe mirar hacia estas
recomendaciones del Plan de Estudio de la carrera correspondiente, centrando su interés –
como recomienda el PACE- en la disciplina central o articuladora de las demás.
Sin embargo, analizado el razonamiento expuesto por el PACE para conceptualizar las
disciplinas, observamos la aplicación de un criterio en dicha conceptualización que no deriva
168
Ver PACE (2009, DOCUMENTO 16). Recomendaciones para la administración de la carrera. Programa
de Apoyo Curricular y Evaluación de Aprendizajes
169
La alusión a las unidades didácticas modulares confirma que este recurso educativo destaca como el
principal medio o recurso educativo en la UNED.
170
Ver, PACE (2009, DOCUMENTO 6). Áreas disciplinarias. Programa de Apoyo Curricular y Evaluación de
Aprendizajes. Al respecto se aclara que “un plan de estudios puede tener entre tres y cinco áreas
disciplinarias. Lo anterior varía en función del objeto de estudio”. Presumimos que tal afirmación está
asociada a la experiencia de asesoría en Programación Curricular, propia del PACE. Sin embargo, para
efectos del trabajo con Guías de estudio, vale destacar que aunque se determina la importancia del
objeto de estudio propio de la formación específica, la delimitación conceptual de “área disciplinaria” se
centra en aspectos propios del discurso reproductivo.
171171
PACE (2009) DOCUMENTO 6: Áreas disciplinarias. Programa de apoyo curricular y evaluación de
aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica.
219
de la información disciplinaria, propiamente dicha, sino del contexto formativo que decide la
UNED172. De este modo el “norte” general de la producción, queda marcado por las
intencionalidades educativas de un modo determinante.
La asesoría del PACE173 con relación al propósito y la descripción de los cursos señala cuatro
aspectos que es necesario conocer: al definir y describir el propósito y los cursos es necesario
que se conozca la temática correspondiente a la lógica de la disciplina, el conocimiento de la
serie de contenidos significativos para ser ofrecidos en cada uno de los cursos, es necesario
tener claridad respecto de cómo la unión e integración de los contenidos de cada curso
conforman la composición general del plan de estudios. Finalmente, se señala, que se debe
guardar congruencia entre la selección de contenidos, las actividades de aprendizaje y los
grados y títulos por otorgar (especialmente, subraya, que no se repitan enseñanzas entre
niveles).
Siguiendo los principios básicos del currículo174 algunos autores plantean –en términos
generales- dos grandes diseños generales aplicables y de uso común en la estructuración de la
malla curricular. Dos son los que destacamos, en sintonía con el sistema de Educación a
Distancia. Por una parte los modelos que siguen un patrón piramidal y, por lo tanto, distribuye
los cursos en orientación ascendente de modo que los cursos básicos generales figuran en la
base de la pirámide, mientras que los que siguen un patrón de bloques se caracterizan por
reducir –al máximo- los requisitos y correquisitos. En el modelo de la UNED –en términos
generales- predomina una propuesta de plan de estudios cuya estructura está configurada por
bloques175.
172
Es de importancia y sería un vacío grave si no se señalara que lo determinante en la formación deriva
de la disciplina dominante y nunca se hará suficiente énfasis en este aspecto.
173
PACE (2009) DOCUMENTO 15: Propósito y descripción de los cursos. Programa de apoyo curricular y
evaluación de aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica.
174
Tyler R.W. (2004) Principios básicos del currículo. Ediciones Troquel. Buenos Aires. Argentina.
También se consultó la memoria del I Encuentro: El desarrollo curricular en la educación superior. Una
puesta en común para sistemas presenciales y a distancia (Febrero, 2004). Recopilado por: Lic. José Ml
Zamora, Bach. Roy Umaña y Lic. Elisa Delgado. UNED. Sabanilla de Montes de Oca.
175
El documento catorce del PACE presenta –a guisa de ejemplo- la malla curricular del Plan de Estudios
de Ingeniería Agronómica, aprobada en enero del año pasado (2008). Ver: Figura 3: Malla Curricular.
Representación gráfica que indica la interrelación que existe entre los cursos del plan de estudios, en
términos de continuidad, simulación y continuidad. La malla curricular citada aclara las dos opciones de
graduación: Bachillerato en Desarrollo humano y pensamiento científico, Ciencias Agronómicas Básicas,
Gestión empresarial agropecuaria y Tecnologías agropecuarias aplicadas. Y la licenciatura puede ser, en
Desarrollo humano y pensamiento científico, Gestión empresarial agropecuaria y Tecnologías
agropecuarias aplicadas).
220
El PACE176 considera que la estructura del plan de estudios se refiere a la presentación
completa de dicho plan de estudios. Dicha estructura refleja la formación total que ha recibido
y asimilado un graduado de cualesquier carrera. El concepto de estructura curricular implica
incluir y definir los niveles que tendrá el plan de estudios con los consecuentes títulos oficiales
que le acreditarán. Desde el punto de vista formal se presentan señalando el área del
conocimiento, el nombre de la asignatura y la cantidad de créditos en que está valorada.
La malla curricular alude a la visualización completa del plan de estudios basándose en tres
aspectos: áreas disciplinarias, definición de los ejes transversales presentes en dichas áreas y la
descripción (por bloques) de las asignaturas. La malla curricular permite identificar requisitos,
recomendaciones, grados académicos y la totalidad de los créditos que permite obtener cada
grado por separado (Ver figura 1: Malla
177
curricular) .
Figura 3
Malla Curricular
Representación grafica que indica la interrelación que existe entre los cursos del plan de estudios, en términos de
Continuidad, secuencia y simulación. Considera la periodización asumida para la ejecución del plan de estudio.
Areas Bachillerato: Desarrollo Humano y pensamiento científico - Ciencias agronómicas Básicas - Gestión empresarial agropecuaria - Tecnologías Agropecuarias aplicadas
Disciplinarias Licenciatura: Desarrollo humano y pensameinto cientifico - Gestión empresarial agropecuaria- Tecnologías agropecuarias aplicadas
1er nivel 2do nivel 3er nivel 4to nivel 5to nivel
EJES I ciclo II ciclo III ciclo IV ciclo V ciclo VI ciclo VII ciclo VIII ciclo IX ciclo X ciclo
TEMATICOS I Cuatrimestre II Cuatrimestre III Cuatrimestre IV Cuatrimestre V Cuatrimestre VI Cuatrimestre VII Cuatrimestre VIII Cuatrimestre IX Cuatrimestre X Cuatrimestre
502 581 3114 3064 3121 3122 561 546 507 564 3132 538 574 531
EJE 1 Biología T Química I T Química T Ecología Anatomía y fis. Maquinaria Fertilidad T y L Fruticultura Manejo Post Agroindustria
Sostenibilidad General L L Agrícola L Agrícola Animal Agrícola de suelos y cosecha I
4 4 4 3 3 3 fertilizantes 4 3 3 3
055 3123 3143 3144 3125 520 525 3141 537 3133 3142
Met. de estud. Fundamentos de Botánica T Estadística aplicada Nutrición anim. Agroclimatología Estrategias de Olericultura Sist.de inf. Producción
EJE 2 a distancia sociología y agricola L a las ciencias I y agrostología protección geográfica y agríclola
e invest. 3 antropol. rural 3 4 3 3 3 de cultivos 3 3 agromática 3 alternativa 3
Gestión
Empresarial 3119 571 3127 3131 519 3148 510 3134 3137
Estudios Comunicación Eval diag de la Genética Princ. de fito- Riego y Extensión Producción Gerencia de Mercadeo y
Generales oral y escrita comunidad agropecuaria 3 patología y diag. Drenaje rural Avícola proyectos Comercilización
3 2 rural 3 de enf. en cult. 3 3 3 3 agropec 3 agropecuaria 3
EJE 4 3118 547 503 582 545 540 555 3136 3138
Competitividad Teoría de la Estudios Anatomía y fis. Edafología T Admin de empres Producción Granos básicos Producción Creación de
Investigación Generales Vegetal Edafología L agropecuarias porcina animal empresas
1 3 3 4 3 3 3 alternativa 3 3
TFG TFG
Orientación
estudiantil Orientación
estudiantil
Créditos 17 18 18 17 19 18 19 18 18 18
Bachillerato Licenciatura
176
PACE (2009) DOCUMENTO 14: Estructura y malla curricular. Programa de apoyo curricular y
evaluación de aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica.
177
Malla curricular elaborada por la profesora Flor Montero, para el diseño global de la Licenciatura en
Ingeniería Agronómica (2008).
221
Eje temático
Según las orientaciones del PACE 178 para la elaboración de planes de estudio los Ejes
temáticos se determinan atendiendo a los conocimientos a asimilar por los estudiantes y los
grados que éstos abarcan, así como a las habilidades y capacidades específicas a lograr en
función del perfil de salida del estudiante.
El PACE define “eje temático” como aquel elemento del contenido de la enseñanza
(conceptos, procedimientos, principios, leyes, teorías) que posee determinadas propiedades
didácticas especiales que revelan los rasgos esenciales del contenido y que deben ser
comprendidos y asimilados por los estudiantes, permitiendo la sistematización, integración y
generalización del sistema de los conocimientos y habilidades necesarios para el cumplimiento
de los objetivos del Plan de Estudios.
Se puede decir que se constituyen en ideas rectoras del contenido que favorecen el logro del
objeto de estudio. En ese sentido, el PACE considera que los ejes temáticos deben ser muy
específicos en su formulación.
En lo que concierne a METAS de formación el PACE179 indica que dichas metas consisten en
criterios cuantitativos de logro que se proponen en un plan de estudios, en cuanto al ingreso,
promoción y graduación de los estudiantes, para un determinado período. Dentro de este
apartado el PACE señala que se debe contemplar la presentación de cupos disponibles, la
proyección del número de graduados por promoción y período, etc. El documento citado clara
que aunque en la UNED no existen cupos algunas carreras o programas sí los requieren en
función del nivel, por convenios u otras razones.
Por lo que toca a los objetivos de la carrera se definen como “los enunciados que determinan
la identidad de la carrera”. Se aclara que estos objetivos surgen del análisis y convergencia de
varios aspectos: de las necesidades económicas y políticas (nacionales-internacionales), del
desarrollo disciplinario (necesidades y demandas), de las condiciones y situaciones de la
población por atender y de la perspectiva de desarrollo del profesional como futuro graduado
de esa carrera.
178
PACE (2009) DOCUMENTO 8: Ejes temáticos y curriculares. Programa de apoyo curricular y
evaluación de aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica.
179
PACE (2009) DOCUMENTO 12: Metas y objetivos de la carrera. Programa de apoyo curricular y
evaluación de aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica.
222
(iii) Relación entre los actores del proceso de enseñanza-aprendizaje
El PACE pide180 que la metodología seleccionada en el Plan de Estudio incluya los roles tanto
del tutor (¿cómo se concibe el rol del tutor?) como el del estudiante (sus conocimientos
previos entorno del objeto de estudio y cómo se pretende que asuma su proceso de
aprendizaje, anotando –en este último aspecto- si se desea que dicho proceso asuma una
forma activa, directiva, independiente, otros).
El PACE 181 define el perfil de entrada y salida del estudiante como la caracterización del tipo
de profesional que se desea formar y pide que se guarde la consistencia entre esta
conceptualización y las utilizadas en otras secciones del Plan de Estudio. Según sus
orientaciones el perfil deberá expresar los aprendizajes fundamentales que describirían las
competencias (en aprender a conocer, a hacer, a vivir y a ser).
El énfasis de este aspecto –según los documentos del PACE- responde a la necesidad legal
inherente a la formación del futuro profesional. El propósito es evitar que el profesional
incurra en funciones propias de otro profesional. Para este aspecto se delimita el campo de
acción profesional y se identifican las fuentes de orden ético y legal en que se sustentan los
miembros activos de dicha profesión.
180
PACE (2009) DOCUMENTO 9: Metodología del Plan de Estudio. Programa de apoyo curricular y
evaluación de aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica.
181
PACE (2009) DOCUMENTO 13: Perfil de entrada del estudiante y de salida del graduado. Programa de
apoyo curricular y evaluación de aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica. El documento informa que al
identificar las calidades deseables para el tipo de profesional en proceso de formación, se debe tener
presente el acuerdo de CONARE (2004) en el cual se define que para ingresar a carreras de grado y
pregrado un requisito de ingreso es el haber aprobado el Ciclo de Educación Diversificado o Bachillerato
de secundaria; esto constituye una condición indispensable del perfil de entrada.
223
(v) Selección del enfoque curricular para la Guía de Estudio (ver tabla anterior)
Para la programación del trabajo con una Guía de Estudio, la consulta al Plan de Estudios,
deberá revisar la fundamentación dada tanto al enfoque central, como a las disciplinas
ENFOQUES CURRICULARES (PACE: UNED. 2009)
Cognitivo-constructivista Este enfoque parte de la premisa de que el aprendizaje humano es el resultado del proceso
de construcción interior del conocimiento, a través de la actividad que realiza la persona que
aprende con el medio. Por ello es que destaca el papel activo del estudiante en el proceso.
Histórico-cultural Se apoya en las ideas pedagógicas de los fundadores de la filosofía materialista-dialéctica (C.
Marx y F. Engels) quienes afirmaban que la única fuente del currículo es la praxis, es decir se
valoriza como la síntesis concientizante del individuo en relación con la realidad. Lo anterior,
aunado al trabajo realizado por Lev. S. Vygostky, fundador de la teoría del aprendizaje social
en Psicología, da lugar a este enfoque curricular.
Por competencias Busca definir estrategias de transparencia en el mercado de trabajo; tanto para integrar
aspecto de calidad y cualificación de la población activa, como para permitir un ajuste
estructural mejor entre la oferta y la demanda laboral.
Por otra parte, así como el enfoque determina una conceptualización de los diferentes
elementos del currículo, también cabe señalar que no debe existir ningún “purismo” en el
manejo de los enfoques curriculares, antes bien, la aceptación de cierta “dominancia” del
enfoque “constructivista”, velando –sobre todo- que otros enfoques aludidos no presenten
224
contradicción con dicho enfoque central182. El Programa de Apoyo Curricular y Evaluación de
los Aprendizajes (PACE) destaca cuatro enfoques curriculares como resumen de los
predominantes en la UNED-Costa Rica. Lo establecido por el PACE, entonces, autorizaría optar
en el diseño de una Guía de Estudio, por cualesquiera de esos cuatro enfoques curriculares183.
En cuanto a la metodología para la definición del enfoque curricular de una Guía de Estudio
deberá tenerse en cuenta, de nuevo, el vínculo profundo con el Plan de Estudios, en vista de
que la elección que se siga en la Guía de Estudio plasmará –concretamente- una dirección que
no debe ser distinta de la fundamentación teórica de la carrera.
En este sentido el PACE recomienda dar seguimiento a cada uno de los elementos curriculares,
según como se visualizaron dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje del Plan de
Estudios: una vez definidos todos y cada uno de los elementos curriculares, es conveniente
explicitar cuál enfoque curricular se siguió, justificando su elección a la luz de las necesidades.
Los elementos curriculares que destaca el PACE, son: Objetivos, tipo de estudiante, contenidos
y acciones para aprender, rol del profesor o tutor, metodología, recursos educativos,
evaluación de los aprendizajes, contexto socio-cultural y visión de Educación a Distancia.
Al recurrir a libros de mercado y producirle Guías de estudio, la UNED encuentra el medio para
afincar su sistema axiológico de manera que si dichas Guías no incluyeran los ejes
transversales, no habría modo de que los valores inherentes al gran proyecto formativo de la
UNED, estarían ausentes.
Ante los libros de mercado o el apoyo en antologías la UNED tiene en las Guías de estudio el
único modo de canalizar sus valores, evidenciándolos si están presentes en dichos libros o
antologías o incluyéndolos en caso de que no lo estén.
Ahora bien, la metodología para incluir en un Plan de Estudios los ejes transversales, no tienen
que ser distintas a la que se sigue cuando se hace una Guía de Estudio. Esto significa que al
diseñar la Guía de Estudio se procede a revisar el planteamiento hecho en el Plan de Estudio
de la carrera.
182
La alusión al sentido vertebral del modelo constructivista se ofrece en atención a lo declarado en el
Modelo Pedagógico de la UNED, aprobado desde el año 2005.
183
Tomado de PACE (2009) DOCUMENTO 3: Selección del enfoque curricular. El documento citado
recomienda la lectura del documento (2006): “Principios teóricos y lineamientos prácticos del diseño
curricular en la UNED de Costa Rica.
225
La recomendación del PACE reside en que dentro de los planes de carreras se incluyan los
cinco ejes transversales184 en vista de que éstos apuntan a fomentar actitudes más que a
transmitir contenidos particulares. Si esta es la naturaleza de los ejes transversales el trabajo
de la Guía de estudio de un libro de mercado podría ser conceptualizar cada eje, refiriéndose a
la manera en que están presentes en el texto-experto. La conceptualización de los ejes
transversales debe estar referida a la manera en que pueden visualizarse los ejes transversales
mediante el texto tutor, y a desarrollar su sentido, por contraste, en vista de las esperadas
ausencias de alusión a ellos, en la obra de referencia.
En cuanto a los “procesos de enseñar y aprender” el PACE aconseja, “se espera que quede
explícito cómo será el abordaje evaluativo de la propuesta. Es muy importante que exista
congruencia con lo indicado desde el enfoque curricular y la propuesta metodológica”. Y
agrega, que en este apartado es básico considerar “la evaluación diagnóstica formativa”
(reguladora y autorreguladora) y sumativa.
En lo que atañe al programa de estudios de la carrera se señala que debe definirse el tipo de
evaluación que se prevé realizar, el período programado para hacerla y que se debe indicar si
se contará con una evaluación sistemática y permanente, “debe indicarse la forma como se
planea ejecutar y los posibles responsables”186.
Desde el punto de vista académico en su contenido las Guías de estudio acuden a dos fuentes
de conocimiento, dos vertientes de información fundamental para su elaboración: por una
parte, la que aportan los planes de estudio (y las microprogramaciones específicas) que
184
El PACE (2009) DOCUMENTO 7: Ejes Transversales. Programa de apoyo curricular y evaluación de
aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica. El documento remite al Plan Académico para obtener la
”última versión” de los Ejes Transversales.
185
El PACE (2009) DOCUMENTO 10: Propuesta Evaluativa. Programa de apoyo curricular y evaluación de
aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica.
186
El PACE (2009) DOCUMENTO 10: Propuesta Evaluativa. Programa de apoyo curricular y evaluación de
aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica. En el punto referido a la evaluación el documento cita dos
referencias: Un mandato del Consejo Universitario (2002) que se remite a la “evaluación sistemática y
permanente” y el señalamiento de que el Modelo Pedagógico destina un apartado que debe
considerarse en el planteamiento de la propuesta evaluativa de los planes de estudio.
226
podemos denominar como la ayuda de carácter procedimental o educativa187y, por otra parte,
aquella información que provee el texto-experto. Por otra parte –siguiendo el enfoque de los
contenidos científicos presentes en los recursos educativos- se pueden distinguen dos grandes
variantes de Guías de Estudio en la UNED. Una de esas variantes, la más antigua, se origina a
raíz de que existen materiales educativos del tipo antologías (en general compiladoras de
artículos científicos), incluso, contratadas por la UNED. La otra variante –en términos
generales- proviene de libros de mercado. Aunque esta variante está, legalmente, autorizada
desde inicios de la UNED. Y, aunque esta variante es también de vieja raíz, se ha utilizado hasta
recientemente, pero cada vez más.
Las causas de estos comportamientos en los recursos educativos llamados Guías de Estudio,
obedecen al protagonismo que se le ha concedido, históricamente, en la UNED, a las Unidades
Didácticas188. Tanto la versión tradicional como la versión de la Unidad Didáctica Modular,
registran una centralidad que eclipsa la importancia de otras modalidades de recursos
educativos como son las antologías y las Guías de estudios.
187
Esta vertiente, desde la perspectiva de mediación pedagógica que manejamos, define el típico
trabajo de “transmisión” y “traducción” propio del discurso educativo en cuanto discurso reproductivo
(Ver: capítulo II: Funciones de una Guía de estudio para textos de mercado).
188
Esta afirmación, aún a modo de hipótesis de trabajo, será parcialmente satisfecha en esta
investigación que no se ocupa de la totalidad de los recursos educativos de la UNED, sino –
exclusivamente- a todo lo relacionado con las Guías de Estudio.
189
Resulta, a todas luces, necesario, para conseguir la coherencia científica deseada, la actualización (al
menos parcial) de los planes de estudios, toda vez que la mejora (actualización curricular) ayudar a
mantener despierta la visión global del plan de estudios. Por eso, a falta de una mejora global de la
totalidad del plan de estudio, las mejoras parciales (de cursos particulares), representan un “mal
menor”.
227
(ix) Rasgos generales del contexto curricular de las Guías de estudio190
En la práctica los Sistemas de Educación a Distancia (SEAD) han consensuado que los
materiales son la columna vertebral de su enseñanza. Y es experiencia cotidiana de los
estudiantes de los SEAD que dicho sistema pone todo su énfasis en el trabajo intelectual
independiente del alumno y le transfiere en los materiales las funciones múltiples que los
profesores de la enseñanza presencial realizan cotidianamente.
En la práctica la UNED viene produciendo Guías de estudio desde su fundación hace más de
tres décadas. En términos generales se trata de un texto impreso de carácter instrumental; es
decir, que puede ser entendido como un texto que sirve de herramienta para la comprensión
de otro texto que no ha recibido el tratamiento didáctico típico para el Sistema de Educación a
Distancia (SEAD) que impulsa la UNED.
En este apartado vamos a plantear dos aspectos relacionados con las Guías de estudio en la
UNED. Ofreceré, en primer lugar, generalidades de un diagnóstico de Guías de estudio
realizado a partir de la revisión global de un número considerable de ellas y en segundo lugar
centraremos la exposición del control de calidad que debe caracterizar las Guías de estudio de
obras de mercado.
En general –un diagnóstico de las Guías de estudio- refleja que se les concibe como un texto
impreso que ofrece al docente la orientación para el manejo y aprovechamiento del libro de
mercado. El ideal expresado estriba en que una Guía de estudio sea capaz de llevar al alumno
al auto-aprendizaje del texto de mercado, del mismo modo que –teóricamente- lo logran los
textos diseñados totalmente en la UNED191.
190
Hemos tenido presentes la serie de preguntas fundamentales que esboza el manual del PAA:
Autoevaluación de la calidad de carreras de educación a distancia, diseñado por el Programa de
Autoevaluación Académica de la UNED (MAYO, 2006).
191
Vale señalar que hemos encontrado en otros contextos educativos la existencia de Guías de estudio,
no como fuente de información sino como recurso bibliográfico que presenta información relacionada
con medios de búsqueda. No provee la información sino un conjunto de direcciones electrónicas o
especie de conjunto o selección de artículos (dossier) monotemáticos. Para el área de Ciencias Sociales
llaman la atención la serie de Guías de estudio que la UNAM (México) ha diseñado para las carreras que
ofrece, bajo la modalidad de educación a distancia: Rozada Martínez, J. Ma. (1994) “Los contenidos en la
enseñanza de las Ciencias Sociales: la opción disciplinas-problemas relevantes” en Grupo Insula
Barataria (Coord.), Enseñar y aprender Ciencias Sociales. Algunas propuestas de modelos didácticos,
Mare Nostrum,Madrid. pp. 31-54.
228
Para determinar productivamente el uso que se ha hecho de las Guías de estudio en la UNED
durante el tiempo transcurrido, nos centramos en aquellos aspectos de ayuda registrados más
evidentemente en dichos materiales.
• Definir objetivos que la UNED espera que el estudiante alcance mediante el estudio de
la obra de mercado.
• Ofrecer informaciones básicas previas al inicio del estudio de cada tema y necesarias
para la comprensión más desarrollada del mismo.
• Plantear problemas de que carece la obra de mercado para cumplir con los contenidos
curriculares que el curso se plantea192 e incluir propuestas de solución de los
problemas planteados.
• Ampliar enfoques y temas que son tratados precariamente por la obra de mercado y
para los que el currículum demanda un mayor desarrollo: incluir datos, hacer
precisiones a tratamientos temáticos, agregar enfoques a la perspectiva dominante de
un texto de mercado para conseguir una visión más amplia de dicha perspectiva.
192
El principal documento articulador o integrador de medios educativos dentro de la planificación de
enseñanza en la UNED lo constituye el Plan de Carrera que –a su vez- determina las características de
programación curricular del curso. Para efectos de “entrega de la docencia” (u organización periódica
de enseñanza denominados PAC) la UNED ha establecido un documento de administración del curso
que denomina “orientaciones del curso” que –errónea y accidentalmente- ha sido tomado por Guía de
estudio, en alguna distraída ocasión.
229
• Estimular la investigación y la consulta de otras fuentes de información
complementaria a la obra de mercado.
¿Qué características básicas presenta una unidad didáctica que ha sido validada
satisfactoriamente por estudiantes de la UNED? La pregunta se justifica porque su respuesta
nos arrojaría una matriz de rasgos fundamentales de un material didáctico, hipotéticamente,
ideal.
Y esa reja de lectura, evidentemente, será buena aliada, de quien rastree en un centro de
documentación o de recursos bibliográficos, una material científico ya elaborado y cuyo
aprovechamiento en un SEAD, dependerá –auxiliarmente- de una Guía de estudio.
Cuanto más concreta y esencial la información en la “reja de lectura” (matriz) el usuario gozará
de una herramienta de control de calidad mejor, para la importante labor de selección.
Después de analizar varias nociones de calidad referidas a materiales impresos nos parece –
inicialmente adecuado- adoptar la visión de Casanova (citado por Luna M: 1997)193, cuando
señala que puede entenderse “indicador de calidad” como:
…” un sistema de señales que nos permiten detectar con facilidad las discrepancias
entre aquel estado ideal y la realidad; es decir, en los propósitos y las realizaciones y
proponer soluciones de mejora”.
Todo indicador se refiere a un criterio previo que sirven de norma para comparar la realidad
efectiva con lo dicho en el indicador. Los criterios para el control de calidad de una Guía de
estudio, por consiguiente, son un sistema de normas que permiten determinar cualidades
necesarias y suficientes acordadas para que un material didáctico sea adecuado a su finalidad.
193
Criterios e indicadores de calidad para materiales impresos, en: RED Revista de Educación a Distancia.
Nº10. Junio-setiembre de 1994 (Madrid) p. 10-27.
230
Los indicadores son las cualidades significativas (necesarias y suficientes) de un factor o
variable del material didáctico, cuya existencia y grado de intensidad permite determinar la
calidad del factor considerado. Saltan a la vista dos factores, en el caso que nos ocupa:
Factor 2: Lenguaje utilizado: ¿Cómo presenta los datos e información? ¿Qué cambios requiere
para una comprensión del alumno promedio?
Casanova (1994) expone que los indicadores de calidad deben cumplir una serie de requisitos,
internos, en tanto unidades de medida. Entre ellos, cita:
• Relevancia: es significativo puesto que recoge alguna propiedad del objeto y están
referidos a los factores principales o más influyentes.
194
Esta pista de investigación fue enriquecida gracias a otras fuentes de investigación: por ejemplo,
resultó importante, aquellos artículos que reportan experiencias de evaluación de materiales didácticos
dentro de los sistemas de educación a distancia: “Criterios e indicadores de calidad para materiales
impresos, en: RED Revista de Educación a Distancia. Nº10. Junio-setiembre de 1994 (Madrid) p. 10-27.
231
finalidad didáctica (pautas de introducción temática y de organización de los contenidos del
curso) , aplicación de un criterio de unidad entre la información científica presente en el libro
de mercado y las orientaciones e informaciones de la Guía de estudio, ésta –además- procura
la concordancia curricular entre los contenidos del curso y el libro de mercado, búsqueda de
concordancia axiológica entre los valores promovidos por la UNED y los contenidos del libro
de mercado, búsqueda de la concordancia pedagógica entre el nivel académico del estudiante
y el libro de mercado y generación de prácticas de evaluación y autoevaluación y orientación
de respuestas a esas prácticas que sirvan de control de aprendizajes.
Según sea el tema de cada tópico o aspecto, así se irán formulando preguntas o desglosando
los subtemas que corresponden. También –si el asunto lo amerita- se agregarán datos o
ejemplificaciones que permitan dejar en claro el punto a destacar.
En la UNED –aunque no se fijan requisitos para sus cursos- se procura y supone un plan de
obras didácticas en relación curricular armonizada. Esto significa que, teóricamente, las
unidades didácticas deben posibilitar a los alumnos la incorporación de conocimientos previos,
gracias a una buena estrategia diseñada en la malla curricular. Por consiguiente, una Guía de
estudio, debe favorecer que el estudiante establezca las relaciones explícitas para una
construcción de conocimiento viable.
¿Qué número de páginas de cada tema, capítulo, o aspecto general de contenido tiene la obra
de mercado, en relación con el tiempo estimado de estudio - para el estudiante- en el
contexto de la programación curricular y de administración del curso? Una unidad didáctica
típica de la UNED presenta un promedio de páginas con base en el cálculo de que un crédito
equivale a 50 horas de estudio.
Como contraparte didáctica, se espera que la obra de mercado esté estructurada de tal forma
que resulte viable (favorable al productor) para elaborar un proceso de producción que
permita orientar los contenidos hacia los destinatarios de una forma –previsiblemente- fluida,
esto es, no forzando la comunicación de dichos contenidos.
232
• Estilo dominante: Lenguaje, imágenes recurridas, estilo: directo, interpelador,
negociador, indirecto, parsimonioso, etc.
¿Qué problemas aludidos en la obra de mercado requieren ser “traídos” (y traducidos de otro
modo) a la Guía de estudio, sin que se violente con esta ayuda la construcción autónoma de
conocimientos por parte del estudiante?
¿Qué otros medios pueden integrarse al curso, vía la Guía de estudio?: especialmente si las
instrucciones características de textos-tutores potencian el estudio personal y no los pequeños
grupos de aprendizaje.
Identificación de contenidos
Explicitación de presuposiciones
Aquellas que requieran desarrollo porque aparecen por vez primera en el proceso formativo
del estudiante (es la vez primera que se les ofrece textos con esas categorías y conceptos).
Sea en el plano conceptual o técnico central dentro del área del conocimiento que se está
tratando. Dicha información esencial debe estar directamente destacada, y una función para
esta tarea de discriminación, puede ser ayudada desde la Guía de estudio que tiene en cuenta
la revisión y modificación de seudo-conocimientos que el estudiante debe desaprender.
Explicitación de conexiones
Entre las distintas partes del material presente en la obra de mercado: las referencias a esas
distintas partes no requiere –necesariamente- que se tenga que reescribir lo que la obra de
mercado ya contiene.
CONCORDANCIA CURRICULAR
233
La selección, orden y secuencia de los contenidos curriculares son regulados por la Guía de
estudio en función del nivel académico y conocimientos previos de los destinatarios.
Carácter modular de diseño195: La Guía de estudio se diseña como unidad articuladora del
curso de modo que cada material didáctico integrado por ella puede estudiarse de modo
independiente, gracias al tipo de Guía que se ofrece al alumno, puesto que cada material
puede ser estudiado desde un diverso itinerario de aprendizaje.
CONCORDANCIA AXIOLÓGICA
Potenciación del marco axiológico de la UNED destacando valores presentes en los materiales
didácticos del curso y aportándolos cuando no estén explícitamente presentes.
CONCORDANCIA PEDAGÓGICA
Distribuir con coherencia las actividades que estimulen los aprendizajes: de observación,
propuesta, descripción, elaboración, interpretación, aplicación, comentario, etc.
195
El concepto de módulo o sistema modular de referencia nos remite a la naturaleza metafórica
(industrial) por la cual la eligieron varios autores (Bethune: 1966; Keller: 1968; Creager y Murray: 1971;
Dominguez: 1977; D Hainaur: 1989) y es a partir de Novak (1998) que comenzó a reutilizarse con
profusión en el campo de la educación.
234
Explorar prácticas de laboratorio debidamente programadas y cuyo sentido sea
evidentemente concordante con las condiciones materiales y de tiempo razonable para el
curso respectivo.
EVALUACIÓN Y AUTOEVALUACIÓN
Generación de actividades de entrada (tipo test de conocimientos previos) ante los temas que
abordan los materiales del curso: ayudar al estudiante a auto-evaluar sus propias necesidades
de aprendizaje, de modo que pueda conocer los requisitos académicos (previos) que deberá
satisfacer al enfrentar los temas y problemas planteados en los textos.
235
estudio?, ¿qué experticia razonable ha generado las experiencias de producción de
Guías de estudio en la UNED?
Según sea el tema de cada tópico o aspecto, así se irán formulando preguntas o desglosando
los subtemas que corresponden. También –si el asunto lo amerita- se agregarán datos o
ejemplificaciones que permitan dejar en claro el punto a destacar.
196
Esta pista de investigación se complementa con el estudio de otras fuentes de investigación: por
ejemplo, resultó importante, el artículo, “Criterios e indicadores de calidad para materiales impresos,
en: RED Revista de Educación a Distancia. Nº10. Junio-setiembre de 1994 (Madrid) p. 10-27.
236
BIBLIOGRAFÍA
13. PACE (2009, DOCUMENTO 13). Perfil de entrada del estudiante y de salida
del graduado. Programa de apoyo curricular y evaluación de aprendizajes.
UNED. San José. Costa Rica.
14. PACE (2009, DOCUMENTO 16). Recomendaciones para la administración de
la carrera. Programa de Apoyo Curricular y Evaluación de Aprendizajes. UNED.
San José. Costa Rica.
237
15. PACE (2009, DOCUMENTO 3). Selección del enfoque curricular. Programa de
apoyo curricular y evaluación de aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica.
16. PACE (2009, DOCUMENTO 6). Áreas disciplinarias. Programa de Apoyo
Curricular y Evaluación de Aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica.
17. PACE (2009, DOCUMENTO 7). Ejes Transversales. Programa de apoyo
curricular y evaluación de aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica.
18. PACE (2009, DOCUMENTO 8). Ejes temáticos y curriculares. Programa de
apoyo curricular y evaluación de aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica.
19. PACE (2009, DOCUMENTO 9). Metodología del Plan de Estudio. Programa de
apoyo curricular y evaluación de aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica.
20. PROIFED. Lineamientos de TRABAJO del PROIFED (2008). Sabanilla de
Montes de Oca. San José, Costa Rica.
21. Rozada Martínez, J. Ma. (1994) “Los contenidos en la enseñanza de las Ciencias
Sociales: la opción disciplinas-problemas relevantes” en Grupo Insula Barataria
(Coord.), Enseñar y aprender Ciencias Sociales. Algunas propuestas de modelos
didácticos, Mare Nostrum,Madrid. pp. 31-54.
22. Tyler R.W. (2004). Principios básicos del currículo. Ediciones Troquel. Buenos
Aires. Argentina.
23. UNED (2006). Principios teóricos y lineamientos prácticos del diseño curricular
en la UNED de Costa Rica. Programa de apoyo curricular y evaluación de
aprendizajes. UNED. San José. Costa Rica.
238
ANEXO GENERAL III
(v) ¿Qué propuesta de producción de la Guía de estudio del libro de mercado emerge
de lo expuesto?
(vi) ¿Por qué es central para la estructura y organización de la Guía de estudio seguir
el carácter estratégico del conocimiento asumido en el libro de mercado?
239
(i) ¿Cómo se aplicaría en Historia la teoría de la transposición didáctica para la
producción de una Guía de estudio en ese dominio?
Dicho lo anterior recomendamos acudir a este estudio que sistematiza una propuesta
completa a propósito de este curso y que complementa satisfactoriamente lo que aquí
desglosaremos.
Este ejercicio sirve para una aproximación analítica al concepto de transposición didáctica tal y
como lo plantea Chevallard (2000) y constituye una aplicación, tal y como lo ha diseñado un
experto en 198historiografía; se trata de un modo de ilustrar cómo depende de la naturaleza
epistemológica de la “historia”, la didáctica de la “historia“ y no se puede desprender tal
didáctica sino de tal saber.
197
DÁgostino G. y DÁlton C. (2002). Guía de lectura y redacción para el curso Historia de la Cultura.
CEMPA. Vicerrectoría Académica. Sabanilla de Montes de Oca. San José. Costa Rica.
198
Mattozzi I. (1999) La transposición del texto historiográfico: un problema crucial de la didáctica de la
historia. En, Teoría y Didáctica de las Ciencias Sociales, Nº 4 (1999): 27-56. (VII Simposium de Didáctica
de las Ciencias Sociales (1997) Universidad de Salamanca. España.
199
Quesada M. (2003). El siglo de los totalitarismos (1871-1991).Ensayos sobre historia contemporánea.
EUNED. San José, Costa Rica. Esta obra y su Guía de estudio bajo el mismo nombre, van a ser
ocasionalmente citadas en este capítulo para ejemplificar la presentación del concepto de transposición
didáctica que nos ocupa en un material específico de la UNED.
240
propio autor de la mencionada Antología; es decir, es el propio Quesada Monge quien hace la
Guía de estudios. Se trata de una oportunidad que no queremos desaprovechar.
“…hay dos formas más o menos rigurosas de practicar el oficio de historiador: una es
aquella en que el énfasis de análisis se pone sobre los grandes héroes, partiendo de la
creencia de que son los grandes hombres los que ´hacen la historia´, y en otra el estudio se
concentra en definir y reflexionar sobre aquellas fuerzas que están más allá del heroísmo de
un puñado de hombres excepcionales. Esta última orientación es la que hemos escogido
nosotros, porque la primera presenta el problema de que deja por fuera a los hombres y
mujeres comunes y corrientes quienes, en su injusto anonimato, son los que realmente
hacen historia, como lo prueba bien la del siglo XX.”
La toma de posición del autor, se hace evidente gracias a la Guía de estudio, cuando el autor
del texto-experto explicita su visión de historiador ante un neolector de historia200 este
elemento didáctico resulta esclarecedor para su proceso de lectura. Quesada cuestiona la
errónea comprensión de la “historia” y del “tiempo histórico”, como si la comprensibilidad de
ambos conceptos no dependiera de los textos dirigidos a los alumnos, en una especie de
lectura supra-histórica.
Por nuestra parte, la noción de transposición nos obliga a los productores académicos (y a
todo el equipo que configura al colectivo involucrado en una producción didáctica) a modificar
cierta visión de la situación didáctica propiamente dicha; nos lleva a considerar el saber
200
Prieto D. (1991) Producción de materiales para neolectores. Radio Nederland-IICA. San José, Costa
Rica. El autor utiliza el término pensando en quienes han accedido al universo de las letras y se tornan
capaces de descifrar mensajes; sin embargo, critica el sesgo del término cuando acentúa el carácter de
destinatario del lector y no necesariamente de productor de mensajes (p. 7). La propuesta de Prieto es
la de propiciar lectores que además de consumir, produzcan textos y les sea reconocida esa labor para
que salgan del rol de neolectores.
201
Mattozzi I. (1999) La transposición del texto historiográfico: un problema crucial de la didáctica de la
historia. En, Teoría y Didáctica de las Ciencias Sociales, Nº 4 (1999): 27-56. (VII Simposium de Didáctica
de las Ciencias Sociales (1997) Universidad de Salamanca. España.
202
Contrariamente, Rodrigo Quesada –en la obra citada-, al presentar sus conclusiones, hace un
planteamiento crítico sobre la historiografía nacional invocando el pasado desde plataformas de lectura
nada auto-complacientes: “las conclusiones generales son una reflexión sobre lo que me enseñó la
tarea de escribir este trabajo, y sobre lo que la Historia Contemporánea puede significar para un
costarricense interesado en saltar las barreras de la modorra e indiferencia que nuestro medio
académico fomenta” Quesada M. (2003). El siglo de los totalitarismos (1871-1991).Ensayos sobre
historia contemporánea. EUNED. San José, Costa Rica.
241
histórico y el texto que lo comunica, como un problema y no como una gran presuposición,
invisibilizada, ese el primer aprendizaje que se desprende en este paso. Si consideramos la
enseñanza de la historia según el concepto de transposición, la situación didáctica entera se
replantea yendo un paso más allá, en términos nuevos y más eficaces para todos los
involucrados.
Ya no se está ante una situación didáctica tomada ciegamente, sino ante una situación
didáctica típica de un campo del conocimiento. Ahora, desglosemos las consecuencias del
concepto de transposición extendidas al campo historiográfico como fundamento de una
visión renovada de la visión y situación didáctica; siguiendo a Mattozzi, grosso modo,
tendríamos de frente las siguientes características:
203
En este sentido –valga como ejemplo- el material didáctico de Olivera L. (2008) Introducción a la
Educación Comparada. EUNED. (San José, Costa Rica) requiere –por su propia complejidad- de un
adicional trabajo que particularice estrategias de aprendizaje adecuadas a las variadas carreras a las que
se ofrece: al tratarse de una propuesta de investigación para la educación, un tratamiento didáctico
específico –según carreras- será capaz de acercar más objetivos específicos y mejores estrategias
didácticas apropiadas al contextos de esas carreras. Es evidente que la vía más conveniente para ello, es
el instrumento denominado Guía de estudio; para ese fin nació y puede ser diseñado tal instrumento.
De hecho, el diseño original de la obra de Olivera (en calidad de texto introductorio) apuntó, según el
diseño original, hacia esta tarea posterior.
242
• Y gracias a la conciencia de la transposición la educación maneja un enfoque que debe
representar una piedra angular de investigación de las estrategias de enseñanza más
allá de la visión que centra su atención, exclusiva, en las estrategias didácticas como
tales y en abstracto, y más en coherencia con los contenidos disciplinarios que se
deben transponer.
Lo Histórico
1. Localiza el tema
2. Localiza fuentes TEXTO-TUTOR
3. Produce informaciones
4. Organiza temáticamente El
las informaciones conocimiento Siguiendo
5. Organiza temporalmente histórico (con estrategias de:
las informaciones estrategia
6. Localiza las permanencias propia)
7. Localiza los cambios • Descripción
8. Localiza los eventos • Narración
9. Plantea problemas • Argumentació
10. Elabora explicaciones n
Tendrán por tanto que velar por la calidad epistemológica del saber escolar. La vigilancia
epistemológica a ejercer sobre las transposiciones debe aplicarse al texto-experto (léase libro
de mercado) que se Guía, como pauta del saber-enseñar y de lo que contiene ese saber. Por
consiguiente, la comparación tiene que realizarse siempre más allá del nivel superficial de las
estructuras textuales. En el campo de la Historia dice el autor, “hoy, sin embargo, los
enseñantes no están preparados para esta tarea de control epistemológico sobre el saber
experto y escolar”. Y agrega las razones que encuentra para ello. Porque,
“en la actualidad, la transposición queda misteriosa u oculta, dado que los autores de los
textos escolares no han elaborado una teoría transpositiva y trabajan de practicones, o bien
–cuando poseen esa teoría- prefieren no someterla a justificación de los rasgos de los textos
producidos. Basta leer las presentaciones de los manuales, donde se encuentran
planteamientos metodológicos sobre el concepto de historia y los procedimientos de
243
investigación, a veces hasta una Guía para emplear las distintas partes del libro, pero nunca
alguna referencia a los instrumentos o los modos de producción del conocimiento de los
textos que integran el manual204”.
Así que según denuncia Mattozzi, si los enseñantes no se dan ninguna posibilidad de cotejar a
fondo su texto tutor (escolar) de cara a los textos expertos de referencia, ¿cuándo y cómo
podrían controlar el trabajo de transposición y aprovechar su modelo en la enseñanza, de un
modo sustantivo y coherente?
La hipótesis sobre un modelo de transposición plantea que hay que producir y declarar una
teoría de las transposiciones en arreglo a las disciplinas científicas involucradas en una
asignatura o conjunto de ellas. Explorando –idealmente- cómo construir una hipótesis sobre
un modelo de transposición de los conocimientos científicos presentados en libros de
mercado, iremos hilvanando preguntas dentro de cierta concepción de estructura del
conocimiento científico. Primero, hay que detectar las etapas principales del trabajo
transpositivo y siguiendo a Mattozzi, se puede bosquejar un diagrama según este esquema (las
fases de la transposición). (Ver Diagrama 3)
Primero se necesita un texto de mercado que sirva de referencia. De hecho, el autor de la Guía
de estudio puede decidir si trabajar con más de un texto de referencia, pero aquí, para
simplificar, vamos a suponer la existencia de un único texto de referencia que ofrece al trabajo
transpositivo el modelo de una estructura del conocimiento, las informaciones básicas, las
interpretaciones fidedignas.
204
No es el caso de: Quesada M. (2003). El siglo de los totalitarismos (1871-1991).Ensayos sobre historia
contemporánea. EUNED. San José, Costa Rica. Señalábamos atrás que la antología citada tuvo la
transposición para la UNED en la Guía de estudio bajo el mismo nombre y por el mismo autor; esta
coincidencia, desgraciadamente, no es usual en la UNED, porque no es moneda corriente contar con los
autores de antologías en disposición para proponer una transposición didáctica de su campo, desde
cierto diseño necesario. En parte nos deberíamos alegrar con que hagan un buen trabajo produciendo
los textos-expertos, ya que exigirles los textos-tutores a quienes producen los textos-expertos, podría
parecer abusivo y hasta arriesgado, sobre todo si no tienen ningún interés o experiencia docente.
205
Entre los lineamientos que hay que tener en cuenta en la producción de una Guía de estudio, destaca
el manejo que tenga el equipo de producción del plan de estudios, sin dicho manejo es muy difícil que
pueda afirmarse que una Guía de estudio determinada cumple cabalmente las funciones curriculares
244
Para establecer la incorporación de estas reconfiguraciones tutoriales en la Guía de estudio,
podríamos clasificar –al menos- tres tipos de aportes particulares del tutor para
enriquecimiento de la Guía de estudio206:
* La reconfiguración del texto escolar según la idea de mediación didáctica que tiene el
enseñante (Tutor) y que puede diferir de la del autor de la Guía de estudio, tal como ha sido
diseñada. Si coinciden, seguramente podría darse oportunidades para profundizar y conseguir
mejores calidades en dichas estrategias didácticas.
* En la fase de evaluación del aprendizaje, cuando el alumno realiza las operaciones que
le permiten procesar el conocimiento y hacerlo disponible para otros, tras la elaboración de un
texto propiamente suyo, emerge información que puede retroalimentar la Guía de estudio con
estrategias evaluativas de tipo formativo.
En este sentido general vale tener en cuenta que la mayor parte de las Guías de estudio en la
UNED mantienen un carácter preliminar en su presentación lo cual obedecería a una
oportunidad de validación, canalizada mediante este tipo de aportes.
La transición del texto experto (libro de mercado) al texto escolar (Guía de estudio), supone
interrogarse por los factores estructurantes de los criterios de guiabilidad de un texto-experto.
Hay tres factores principales y varios elementos en cada uno de ellos: un primer factor está
relacionado con cierta idea de lector-modelo del libro de mercado y de lector-modelo de la
Guía de estudio, ciertos objetivos de aprendizaje del texto en relación con los curricularmente
predefinidos y ciertas estrategias didácticas explícitas que alimenten las competencias
efectivas del lector en un determinado campo. Desarrollaremos cada uno de estos factores,
aplicándolo al caso de la UNED, siguiendo aspectos derivados de los datos que hemos
aportado en los dos capítulos anteriores.
para las cuales debió crearse. Esta investigación ofrece como ANEXO II un desglose detallado de los
elementos propios del macro-diseño del plan de estudios, tal y como se define actualmente en la UNED.
206
En la introducción general de esta investigación hicimos ver que para el caso de la UNED el trabajo
tutorial debe vincularse oportunamente en la producción de la Guía de estudio y en este punto puede
serlo: este trabajo puede ayudar a validar las estrategias y propuestas didácticas (en tanto ulteriores
reconfiguraciones del saber enseñado) puedan ser mejoradas en para que el trabajo transpositivo
plasmado en la Guía de estudio sea más eficaz.
245
inducidas por la formación que la propia UNED le ha propiciado207. Por ejemplo, sus
capacidades para hacer inferencias no han sido suficientemente entrenadas. Las
investigaciones sobre este lector-modelo nos dicen que existe una limitada práctica de
consultar otros textos (quizá apenas diccionarios, otras obras de tipo enciclopédico...),
motivado a leer apenas comparte con el autor tensiones de conocimiento y supuestos previos,
conocimientos metodológicos, conceptos, procedimientos... (Ver esquema 1).
Es un lector para el cual las capacidades de estudio y consulta constituyen una conquista en el
camino formativo.
En cuanto a los objetivos, el libro de mercado en tanto texto experto está escrito para
enriquecer el patrimonio de conocimientos e ideas del lector-modelo. Pretende demostrar,
pero al mismo tiempo, someterse al juicio crítico. La Guía de estudio tiene que funcionar tanto
para ser comprendida por un neolector, como para ofrecerle bases sobre las cuales seguir
construyendo, y acrecentar los conocimientos que ya posee, tanto para moldear o desarrollar
los conceptos y esquemas elementales, como para facilitar oportunidades de desarrollo de sus
estructuras cognitivas.
En esa relación didáctica con el neolector la Guía de estudio debe también fomentar la
conciencia del carácter “construido” del conocimiento; por lo tanto, tiene que desvelar en lo
posible la actividad de los científicos en los diversos campos. No hace bien en manejar
nociones de ciencia o de prácticas científicas que consagran formas crípticas de realización
científica en un campo; por el contrario, facilitará condiciones teóricas y metodológicas para
que el lector avance hacia una condición cada vez de mejor experticia, dentro del campo
disciplinario particular, redescubriendo –progresivamente- el fondo interdisciplinario de ese
saber específico.
207
Siguiendo a Prieto en su crítica cuando se acentúa el carácter de lector convirtiéndolo en consumista
de información ajena vemos la necesidad de avanzar, necesariamente, a promover al estudiante como
productor de mensajes, vemos que la situación del estudiante de la UNED –especialmente de los de
ingreso temprano- calza dentro del concepto de neolector; hemos inducido lectores que sin el concurso
de la escritura no van a salir fácilmente del rol de neolectores. Llevar al estudiante a ser capaces de
producir además de descifrar mensajes supone seguramente una inversión mayor de la UNED de
sistemas evaluativos que generan prácticas de escritura dirigidos a campos del conocimiento propios de
las diversas carreras. Prieto D. (1991) Producción de materiales para neolectores. Radio Nederland-IICA.
San José, Costa Rica.
246
En cuanto a la oferta didáctica la Guía de estudio proveerá al neolector rutas para avanzar
hacia la condición de lector experto; hacia una situación que le adueñe de la decisión para
acometer las actividades que le conduzcan a la asimilación del texto experto: irá de la consulta
a leer, criticar, reseñar, evidenciar, extrapolar, esquematizar, podrá leer el texto de manera
errática y progresivamente autor regular su capacidad para devolverse y detectar en qué
consistió el error que le hizo desviarse y combinar la lectura de tantos modos, incluso, nunca
previstos por el propio autor del texto-experto.
En este plano de operatividad el lector escolar podrá reconocer cómo las unidades de
conocimiento están reguladas por los objetivos de aprendizaje y podrá detectar –mediante las
prácticas o ejercicios de auto-evaluación, el logro de formación de sus competencias. La Guía
de estudio debe despertar esa actividad promovida e impuesta por el texto-experto, debe
estar estructurada para simplificar la comprensión y el aprendizaje, para desarrollar las
competencias cognitivas y para ayudar la salida a flote de las competencias meta-cognitivas,
que son las que permiten al lector aprender las reglas y estructuras mediante las cuales está
logrando el aprendizaje, en determinado campo.
Salta a la vista que el problema estriba en cómo convertir un texto experto en un texto capaz
de activar los procesos de significación, comprensión y aprendizaje, y el desarrollo de las
estructuras cognitivas de los alumnos. Para pasar del libro de mercado como texto experto a la
Guía de estudio –en tanto texto escolar- se necesitan por tanto unas pautas de reconfiguración
que respeten dichas condiciones.
La segunda toma de posición toca la teoría de la estructura del conocimiento histórico (que
precede y funda la teoría de la estructura del texto). Aquí Mattozzi avanza en búsqueda de un
modelo de transposición, estrictamente dicho, historiográfico. Para esto, aclara, se debe
proceder al análisis y en la evaluación de las transposiciones didácticas de conocimientos
históricos expertos o bien inventar los modelos para una transposición eficaz. Ello supone
208
Mattozzi I. (1999) La transposición del texto historiográfico: un problema crucial de la didáctica de la
historia. En, Teoría y Didáctica de las Ciencias Sociales, Nº 4 (1999): 27-56. (VII Simposium de Didáctica
de las Ciencias Sociales (1997) Universidad de Salamanca. España.
247
alcanzar criterios y reglas derivados de la estructura del conocimiento histórico y de una
consiguiente teoría del aprendizaje de la historia. Concentrado en esta estructura, el autor
enfoca, antes de seguir el razonamiento sobre la transposición, una serie de tesis enunciadas
en forma perentoria “por razones de economía del discurso”.
Para Mattozzi el enseñante de Historia tiene una doble obligación: primero, hacer que los
alumnos aprendan un sistema de conocimientos, y segundo, que desarrollen un conjunto de
estructuras mentales y de habilidades operativas recurrentes en el conocimiento
historiográfico. El objetivo de las dos tareas consiste en crear las condiciones para que los
alumnos puedan establecer y perfeccionar la forma de pensamiento que les permita
comprender la realidad y las experiencias en términos históricos. El campo de ejercicio del
pensamiento de tipo histórico es el texto que los alumnos tienen que estudiar y comprender
en su especificidad historiográfica.
Para conseguir estos objetivos se necesita de la mediación didáctica del enseñante (en el caso
nuestro de una Guía de estudio) y de un conocimiento histórico textual, estructurado de forma
eficaz para servir de motor del aprendizaje (en nuestro caso, el libro de mercado sobre
historia).
Por lo tanto, para cumplir con sus tareas didácticas, para desempeñar su obra de mediación,
para evaluar y modificar el texto historiográfico, la Guía de estudio (enseñante) debe saber
cuáles son las estructuras cognitivas y las habilidades operativas que pueden entrar en juego
en el aprendizaje de los conocimientos históricos y en el estudio y comprensión de los textos
históricos. Las estructuras cognitivas y las habilidades operativas pueden identificarse y
caracterizarse siempre que los conocimientos históricos se consideren el resultado de un
proceso de construcción de conocimiento que se ha agregado en sus estructuras.
Mattozzi clarifica que “el proceso de conocimiento es el proceso puesto en práctica por el
historiador que elabora el conocimiento del pasado”. La construcción científica del libro de
mercado es retratada aquí cuando Mattozzi plantea que: “Todas las actividades empleadas en
la fase investigadora confluyen en la fase de escritura del texto, cuando el historiador
comunica al mundo los resultados de su elaboración cognoscitiva y los somete a la crítica”. El
texto experto “contiene”, por tanto, las operaciones cognitivas y su estructura es el resultado
de ellas. Si exploramos el texto-experto con la intención de poner de manifiesto estas
operaciones cognitivas, podemos localizar todas las que proporcionan la organización del
texto.
Para Mattozzi la actuación enseñante sin embargo, debería tener en cuenta que, antes de la
estructura real del texto-experto (libro de mercado), existe la estructura potencial del
conocimiento histórico. La estructura potencial, es decir apta para realizarse en textos
distintos, y que puede satisfacer todas las demandas cognitivas de los alumnos, representando
así el término de comparación para la validez de la estructura real del texto. Gracias a los
esquemas de la estructura potencial, es posible obtener unas reglas para la transposición
248
didáctica de los conocimientos expertos y para la mediación didáctica. Por estas razones,
conviene pensar primero en la estructura potencial y sucesivamente se pueden examinar
conocimientos textuales escolares superponiendo el esquema virtual y la estructura real.
b) ¿Cómo opera la concepción del tiempo en Historia y como podría darse su tratamiento
didáctico?
Siguiendo el ejemplo traído hay dos niveles de significados que la Guía de estudio debe
proteger como texto didáctico de historia: el primero, atañe a la relación entre hechos y
contextos; el segundo, a la relación entre conocimiento del pasado y conocimiento del
presente. El primer nivel exige la oferta de varias descripciones que sirven para que los
alumnos aprendan los aspectos del mundo (técnicos, económicos, sociales, mentales, de
cultura material) situados en el trasfondo de los procesos. Sin estos elementos, el
conocimiento de los hechos resultaría deformado, potencialmente anacrónico.
El conocimiento histórico del alumno es, por lo tanto, el resultado construido en el curso de las
operaciones que el texto transpuesto invita a ejecutar y su realización es un texto que se
construye a medida que el alumno cumple sus ejercicios, que por lo general invitan a la trans-
codificación y nueva elaboración de los textos. La Guía de estudio de Historia se convierte en
un cuaderno de historia donde el alumno consigna las señales de su proceso de aprendizaje y
de la paulatina conciencia metodológica en el campo particular. A propósito, si nos
preguntamos cómo estructura la enseñanza de la historia el fenómeno de la periodización
histórica, vemos que el modelo interpretativo que suele ser aplicado en el conocimiento
histórico remite –clásicamente- a períodos históricos enteros y, por consiguiente, a un círculo
entero de conocimientos históricos organizado mediante la periodización. La transposición
didáctica que pretende construir conocimientos escolares con relación a un período entero, se
ocupa en forma autónoma (es decir, tematiza) la situación inicial y la situación final (es decir,
los “estados del mundo” tematizados al comienzo y al final del período) y también los procesos
de cada uno de los procesos que explican la transición del primero al segundo.
249
Para representar los estados del mundo inicial y final, se realizan macro-textos descriptivos
que tiene una doble finalidad: construir los conocimientos de los cambios y permanencias
relacionados con los procesos. En cambio, en el tratamiento de cada proceso tematizado, el
modelo se realiza en las variantes consideradas más adecuadas para cada uno de los temas
identificados.
Un conocimiento histórico, por ejemplo, asume un hecho histórico básico (es decir, lo
“tematiza”: Guerra de 1856 contra los Filibusteros) y lo representa; al representarlo, construye
un hecho historiográfico; es decir un hecho representado e interpretado según los
procedimientos historiográficos. Un hecho posee un comienzo, un desarrollo (o proceso, en el
sentido de enlace de micro-variaciones o acontecimientos y hechos) y una conclusión. Tiene
también una duración que se coloca entre dos fechas, inicial y final. Posee además un teatro
espacial limitado, dentro del cual tiene lugar la serie de ocurrencias que pueden entrar
coherentemente en su representación.
Vamos ahora –siempre fieles a las orientaciones de Chevallard y Mattozzi- a enfocar el tema de
la transposición didáctica desde la perspectiva de la estructura del conocimiento histórico y del
texto historiográfico. Para obtener un texto histórico escolar así configurado, el texto debería
pasar por una serie de transformaciones según el siguiente esquema:
Estudiante como sujeto cognoscente: Según su relación con las fuentes del
saber experto y el saber enseñado.
Primero, el texto experto (texto 1: Libro de mercado) debe someterse a análisis. Hay que poner
de manifiesto sus estructuras: estructura de los bloques de conocimiento, temática, de las
operaciones cognitivas, del sistema de informaciones y de sus características lingüísticas. En
segundo término el texto tutor (texto 2: Guía de estudio) debe pre-diseñarse con base en el
consolidado de los objetivos de la enseñanza, en la identificación de supuestos previos y de
requisitos de conocimientos previos para determinar: ¿Qué puntos de fuerza, hay que
preservar en la transposición; b) ¿Qué deficiencias existen en el libro de mercado, para
completar los defectos de la estructura y rectificarlos?; c) ¿Qué excedencias presenta el libro
de mercado en función del plan de estudios, para reducirlas y aligerarlas? Tercero, hay que
251
contar con criterios metodológicos (relativos al concepto de historia), cognitivos (relativos a las
operaciones cognitivas), lingüísticos (relativos a la estructura lingüística) para producir un
primer esquema de reconfiguración del texto experto.
Un sexto paso, como último procedimiento (para la versión de la Guía de estudio que vaya a
validación con los tutores y los estudiantes) supone la transposición bajo criterios operativos
que orienten el proceso de aprendizaje y la formación y consolidación de estructuras
cognitivas, para el estudiante, según cierto nivel previsto. Esta aplicación de criterios
operativos conduce a una versión final de la Guía de estudio, enriquecida tanto de elementos
textuales que aportan significado al conocimiento en su totalidad y a los distintos bloques que
lo integran, como de ejercicios que organizan las operaciones de comprensión, elaboración
cognitiva, construcción del aprendizaje, y por fin enriquecido de otros elementos textuales
aptos para incrementar la conciencia meta-cognitiva.
-Cada bloque posee un núcleo constituido por los textos que representan el pasado. Los textos
están complementados con tablas, mapas, imágenes... Este núcleo está atribuido,
explícitamente, al autor experto cuya obra se pone como referencia, para aclarar que todo lo
que se dice del pasado lo dice alguien. Sin embargo, los textos pueden volver a elaborarse,
reducirse o complementarse según las conveniencias del destino escolar. Tal núcleo
comunicativo estará precedido por textos cortos, de los que cuida el autor escolar con el fin de
introducir el texto histórico, darle significado, enlazarlo con otro texto histórico.
El mismo núcleo estará seguido de otros textos cortos del autor escolar para introducir los
ejercicios, aclarar su significado y función en la construcción del aprendizaje. Hay también
ejercicios que están colocados fuera del texto por aprender (como ocurre en los textos
escolares actuales), pero forman parte integrante, ya que regulan las operaciones cognitivas
con el fin de hacer adquirir el contenido conceptual y su función constructiva del
252
conocimiento. Después de los ejercicios se encuentran otros textos del autor escolar, que
empujan la tensión de conocimiento hacia el bloque textual sucesivo (Ver Diagrama 3).
Es trascendental que cada bloque textual sepa motivar al alumno a estudiar el bloque textual
siguiente, y que cada uno de ellos esté seguido de indicaciones para operaciones de
transformación de texto. Llevado lo anterior a un esquema general, obtenemos lo siguiente:
Texto 1
Análisis de los rasgos
(Experto)
estructurales y lingüísticos
Proceso de
Criterios: metodológicos, reconfiguración
Primer esquema Guía de estudio
cognitivos y lingüísticos.
(Texto-tutor)
de reconfiguración
-reestructurado en el
Texto 2
esquema de los bloques
(Reconfiguración) textuales.
-Referencias archivistas y
bibliográficas (en revisión)
Segundo esquema
Criterios: didácticos y cognitivos.
de reconfiguración
253
Texto 3 -complementado con bloques de
conocimiento que faltan en el texto-
(Reconfigurado experto.
didácticamente)
-complementado con los materiales
gráficos.
Tercer esquema
CRITERIO OPERATIVO.
de reconfiguración
254
Con base al modelo anterior, dentro de su grupo de trabajo, Mattozzi realiza materiales
innovadores para el aprendizaje de la historia en la escuela superior. Asegura que los están
experimentando con gran satisfacción “unos enseñantes a los que mi grupo viene poniendo al
día”209.
(vi) ¿Por qué es central para la estructura y organización de la Guía de estudio seguir
el carácter estratégico del conocimiento asumido en el libro de mercado?
Siguiendo con Mattozzi, el historiador posee las informaciones producidas por otros
historiadores y las que él mismo consigue producir, mediante las huellas transformadas en
fuentes de información, según sus necesidades cognoscitivas. Para facilitar una representación
inteligente del hecho, las informaciones deben organizarse dentro de la estructura de los
bloques textuales. Primero, hay que clasificarlas por temas con miras a cumplir las funciones
cognoscitivas. Sucesivamente, las informaciones tienen que recibir una estructuración
temporal, es decir, fechas y enlaces por sucesiones o contemporaneidad. Hay que agruparlas
en períodos y determinar su duración. Las configuraciones, que la sucesión, la
contemporaneidad y la “periodización” pueden otorgar a las informaciones, pueden
concretarse en ciclos y coyunturas.
209
Para la primaria, expresa el historiador-didacta, “estamos intentando producir textos descriptivos,
capaces de formar los conocimientos de historia de la cultura material, de contextos, de conceptos, de
esquemas cognitivos, necesarios para comprender las historias de los procesos de cambio a estudiar
sucesivamente. Para la secundaria inferior, el modelo se aplica a una hipótesis de construcciones de los
conocimientos de las largas permanencias y de los grandes cambios en la historia del mundo: un
entramado sobre el cual la escuela secundaria superior puede proyectar historias más detalladas...”
(Mattozzi, 1999, 57).
255
Diagrama 6: La composición de un bloque textual.
COMPLEMENTADO CON:
- TABLAS
- MAPAS
- IMAGENES
La Guía de estudio de un libro de mercado sobre historia, tendría que contener una o más
descripciones de contextos y situaciones, la narración del proceso, las argumentaciones sobre
los análisis de las variaciones y de las permanencias, los problemas y las explicaciones. Hay que
tener en cuenta que cada unidad de conocimiento de la Guía de estudio (o bloque de
información) puede sugerir al lector una pista dentro del mapa de conocimientos que éste
posee. Siguiendo a Mattozzi presentamos una propuesta de esquema de composición de un
bloque textual que ejemplifica como intercalar fragmentos del texto-experto con frases y
recursos didácticos que vayan dando forma al texto-tutor (Guía de estudio, en nuestro caso).
En lo que atañe a la enseñanza, hay que preguntarse acerca de cuál sea la estructura más
conveniente para facilitar la comprensión global del texto-experto, a un lector inexperto o
neolector. La enseñanza transmisora, prevalente en la actualidad, se apoya en la idea de que el
alumno –de cualquier nivel-debe ser capaz de orientarse en el laberinto textual y salir a solas
con la producción de una representación lineal del hecho historiográfico. La obra enseñante no
debe actuar como si la competencia lingüística fuese por si sola a capacitar para dominar
textos de cualquier arquitectura. Mattozzi aclara que debemos tomar consciencia de la serie
de expectativas que subyacen, al someter un texto histórico escolar a un alumno; los
esfuerzos, son:
Ante estas tareas la competencia solo lingüística es necesaria pero insuficiente. Y todo
esfuerzo será estéril si el texto-tutor carece de una estructura indicada para favorecer el
aprendizaje, de modo explícito. En resumen, ante un libro de mercado historiográfico,
podemos preguntarnos en qué medida su estructura desprende cierto modelo del texto que
virtualmente nos permita guiarlo (analizarlo para producir la Guía respectiva) y de qué manera
la diferencia entre esta labor Guía de la enseñanza, afecta al proceso de aprendizaje del
conocimiento historiográfico que es, al fin y al cabo, el valor de fondo en la Educación
Superior.
257
BIBLIOGRAFÍA
258
VOCABULARIO BÁSICO DE TRANSPOSICIÓN
DIDÁCTICA
(CHEVALLARD)
259
VOCABULARIO DE TÉRMINOS BÁSICOS DE LA TEORÍA DE TRANSPOSICIÓN
DIDÁCTICA
Introducción
Entre la valiosa serie de observaciones que están a la base de la idea de enseñanza o sistema
didáctico en esta teoría, vale la pena retomar la posición fundamental según la cual los
factores “saber-a-aprender” (definitorio de lo didáctica) implica interacciones con factores
socio-culturales y psico-pedagogías que obligan a una reformulación del problema bajo la
interrogante sobre las actividades de enseñanza y aprendizaje como actividades entorno de
“algo” que le da consistencia sustantiva a lo didáctico, más allá de un simple adjetivo derivado
de grandes teorías didácticas del aprendizaje o de la enseñanza, se está ante un factor
sustantivante de la didáctica, como tal, y que está más allá de la didáctica en sí.
a) Barrantes (2006, 75) plantea que “la función de una lección no es solamente aportar
un saber nuevo que se yuxtapone armoniosamente con los precedentes y que se debe
aprender, sino que ese saber nuevo a veces tiene que destruir antiguas concepciones; quizá
útiles hasta ese momento, pero incompatibles para avanzar hacia el saber nuevo.”
(Probablemente, quizá, porque el nuevo conocimiento se sitúa en otro paradigma o programa
de investigación de un problema, que ha sido visto de una nueva manera por los saberes de
punta).
210
Barrantes (2002, 103) recoge de Moreira (s.f) cierta equivalencia de la Teoría de Representaciones
con las de Modelos Mentales: “decir que tenemos representaciones computables para gestos y acciones
sobre el mundo físico, para comportamientos verbales y para interacciones sociales, y que tales
representaciones -que pueden ser correctas o erradas, vagas o precisas, explícitas o (principalmente)
260
profesor, en no pocos casos) utiliza para asegurarse el conocimiento y la comprensión del
mismo (Barrantes: 2006,76).
c) El sujeto que aprende (estudiante) “… debe guardar la memoria de los saberes que le
son enseñados pero también una cierta memoria de las circunstancias del aprendizaje…pero
ese reconocer la existencia de obstáculos epistemológicos supone la posibilidad del profesor
(del sistema institucional de enseñanza) a tener acceso para reconocer la historia de sus
estudiantes (sus conocimientos): Esto deberá hacerlo recordar el contexto, los ejemplos, los
comportamientos y sobre todo el sentido de la evolución. La memoria de ciertos componentes
personales de los estudiantes, es indispensable.” (2006, 76).
“El término ingeniería didáctica se utiliza en la didáctica de las matemáticas con una doble
función: como metodología de la investigación y como producciones de situaciones de
enseñanza/aprendizaje, conforme menciona Douady.” (De Faria: 2006,80). “Designa un
implícitas –permiten hacer inferencias, es prácticamente decir que tales representaciones son modelos
mentales.”
211
Esta es una de las causas que nos movieron a profundizar en la Teoría de la Transposición Didáctica
como orientadora del análisis y producción de las Guías de estudio para libros de mercado.
212
Ruiz y otros (2006, 7-29) La escuela francesa de didáctica de las matemáticas y la construcción de una
nueva disciplina científica. En: Cuadernos de Investigación y Formación en Educación Matemática. Año
1/ N 2/ Dic. 2006. Centro de Investigaciones Matemáticas y Meta-matemáticas. Universidad de Costa
Rica. San José, Costa Rica.
213
De Faria C. E. (2006, 79-104) Ingeniería didáctica. Cuadernos de investigación y formación en
educación matemática. Centro de Investigaciones Matemáticas y Meta-matemáticas. UCR.
261
conjunto de secuencias de clase concebidas, organizadas, y articuladas en el tiempo de forma
coherente por un profesor-ingeniero para efectuar un proyecto de aprendizaje de un
contenido matemático dado para un grupo concreto de alumno. A lo largo de los intercambios
entre el profesor y los alumnos, el proyecto evoluciona bajo las reacciones de los alumnos en
función de las decisiones y elecciones del profesor. Así, la ingeniería didáctica es, al mismo
tiempo, un producto, resultante de un análisis a priori, y un proceso, resultante de una
adaptación de la puesta en funcionamiento de un producto acorde con las condiciones
dinámicas de una clase” (2006,80) (De Faria retoma a Douady).
Los tres polos permiten distinguir dimensiones ligadas a los procesos de construcción de
ingenierías didácticas:
b) Polo psicogenético: asociado a los factores cognitivos de los alumnos a los que se
dirige la enseñanza programada.
262
Figura 1: Modelo de elementos constitutivos de la ingeniería didáctica (De Faria:
2006)
Polo
Psicogenético
Polo de
vigilancia Polo pedagógico:
epistemológica saber práctico con
base en
situaciones…(Socio-
Transposición didáctica
génesis)
Saber referenciado o erudito
Distinguir campos conceptuales: Esta noción remite al lugar teórico específico o características
intrínsecas del saber matemático y del saber didáctico, en tanto saberes distintos. Se describe
señalando que en una situación didáctica dada215 no basta un concepto matemático para
214
Ver: Barrantes H. (2006-96-105). La teoría de los campos conceptuales de G. Vergnaud. Cuadernos de
Investigación y formación en educación matemática. Año 1/Número2/Diciembre del 2006. Centro de
Investigaciones Matemáticas y Meta-matemáticas. CIMM/UCR. San José. Costa Rica.
215
Chavarría (2006,52) sigue a Brousseau, en la definición de situación a-didáctica como aquella
situación de estudio en que el docente plantea al estudiante un problema que asemeja situaciones de
vida real en la cual éste pone a prueba sus conocimientos previos, lo que le permite al estudiante
generar hipótesis y buscar soluciones a problemas de una forma bastante similar a la forma como se
263
abordarla en vista de su complejidad (en el origen dichas situaciones son tan complejas como
lo son los problemas que se abordan desde la investigación científica básica) por lo cual se
requieren conceptos, métodos y formas de representación variadas (Ejemplo: estructuras
aditivas, multiplicativas, etc.) del campo matemático y de otros campos (lingüístico, social,
etc).
realiza en una comunidad científica. Esta forma se diferencia de la situación didáctica donde se le aporta
al estudiante el medio didáctico para que construya su conocimiento. La situación didáctica, por
definición, engloba rasgos de la situación a-didáctica. Y la situación didáctica consiste en la interrelación
de los tres sujetos que la componen de tal modo que el medio didáctico es vital, pero dicha situación
tiene por aspiración afrontar aquellos problemas sin la participación del docente: el espacio de
evaluación suele ser el lugar donde a posteriori se validará la situación didáctica con métodos de
situación a-didáctica.
264
El funcionamiento cognitivo del sujeto se basa en el repertorio de esquemas disponibles, por
consiguiente, “no se puede teorizar de modo válido respecto del funcionamiento cognitivo sin
tener en cuenta el desarrollo cognitivo” (Barrantes: 2006,97)216.
e) Situaciones didácticas: Siguiendo a Vernaug, Barrantes (2006, 101) sostiene que “la
clave para teorizar sobre el aprendizaje (de las Matemáticas) está en considerar la acción del
sujeto en situación y la organización de su conducta, de aquí la importancia del concepto de
esquema.”
216
En vista de que la teoría de campos conceptuales apunta hacia este problema crítico, no podemos
dejar de señalar la prioridad que un diagnóstico de la situación de desarrollo cognitivo en el estudiante,
entraña para una institución educativa como la UNED. Este punto resulta especialmente sensible y
autoras como Rodino (1997, 425-426) recomiendan explorar diversas alternativas de solución, entre las
cuales no hay que descartar la necesidad de pruebas diagnósticas de ubicación del estudiante en
algunas competencias fundamentales para el sistema educativo, tales como las de lecto-escritura.
217
En el caso de las Matemáticas, Barrantes cita que “Vernaug identifica seis relaciones de base a partir
de las cuales se pueden generar todos los problemas de adición y sustracción de la aritmética ordinaria.
Estas relaciones son: La composición de dos medidas en una tercera, la transformación (cuantificada) de
una medida inicial en una medida final, la relación (cuantificada) de comparación entre dos medidas, la
composición de dos transformaciones, la transformación de una relación y la composición de dos
relación.” (Barrantes: 2006,99-100).
265
El interés didáctico de una situación deriva, según los autores, del conocimiento que arroja
sobre las dificultades conceptuales que encuentran los alumnos en sus tareas cognitivas,
respecto de los procedimientos viables y de las posibles representaciones disponibles
(Barrantes: 2006,100). No obstante, a pesar de que las situaciones dan cierto sentido a los
conceptos, podemos señalar que el sentido –según Barrantes- “no está en ellas”. Lo que
constituye la clave del sentido (significante) de una situación está en los esquemas que dicha
situación o significante evoca en el sujeto: además de la doble función de comunicación y
representación, el lenguaje coadyuva al pensamiento en la medida en que el sujeto verbaliza lo
que está haciendo con el propósito de planificar y controlar las acciones que no domina
completamente (Barrantes: 2006, 101).
218
Barrantes (2006, 102) aclara que Mariotti (2002) hace notar que la abstracción refleja generada –por
ejemplo- en la actividad de resolución de problemas, es consistente con la teoría de situaciones
didácticas de Brousseau (1998) y con la teoría de los campos conceptuales de Vergnaud (1990).
266
psicológica, es una propuesta para el análisis conceptual del objeto de estudio (Barrantes:
2006,103).
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