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Comercio y medio ambiente

El desarrollo sostenible y la protección y preservación del medio ambiente son


objetivos fundamentales de la OMC. Están consagrados en el Acuerdo de
Marrakech, por el que se estableció la OMC, y complementan el objetivo de la
OMC de reducir los obstáculos al comercio y eliminar el trato discriminatorio en las
relaciones comerciales internacionales. Aunque no existe ningún acuerdo
específico que trate del medio ambiente, los Miembros pueden adoptar, en el
marco de las normas de la OMC, medidas relacionadas con el comercio que
tengan por objeto proteger el medio ambiente, siempre que se cumpla una serie
de condiciones para evitar el uso indebido de esas medidas con fines
proteccionistas.

La OMC contribuye a la protección y preservación del medio ambiente mediante


su objetivo de apertura del comercio, sus normas y su mecanismo de observancia,
la labor realizada en diferentes órganos y sus esfuerzos constantes en el marco
del Programa de Doha para el Desarrollo. En el Programa de Doha se incluyen
negociaciones específicas sobre el comercio y el medio ambiente, y se asignan
algunas tareas al Comité de Comercio y Medio Ambiente en sesión ordinaria.

El desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente son objetivos de


la OMC...

Permitir la utilización óptima de los recursos mundiales de conformidad con el


objetivo de un desarrollo sostenible y procurar proteger y preservar el medio
ambiente son cuestiones que revisten una importancia fundamental para la OMC.
Estos objetivos, consagrados en el Preámbulo del Acuerdo de Marrakech, van
unidos al objetivo de la Organización de reducir los obstáculos al comercio y
eliminar el trato discriminatorio en las relaciones comerciales internacionales. Para
los Miembros de la OMC, los objetivos consistentes, por un lado, en respaldar y
salvaguardar un sistema multilateral de comercio abierto y no discriminatorio y, por
otro, en actuar para la protección del medio ambiente y la promoción del desarrollo
sostenible pueden y deben apoyarse mutuamente.

La liberalización del comercio y unas condiciones comerciales estables y


previsibles favorecen al medio ambiente...

La OMC contribuye al desarrollo sostenible y a la protección del medio ambiente


en gran medida fomentando la apertura del comercio de bienes y servicios para
propiciar el desarrollo económico y facilitando la creación de unas condiciones
estables y previsibles que favorezcan la innovación. Esto contribuye a la
asignación eficaz de los recursos, al crecimiento económico y al aumento de los
niveles de ingresos, que, a su vez, aumentan las posibilidades de proteger el
medio ambiente. La importancia de la contribución del comercio a los esfuerzos
desplegados en favor del desarrollo sostenible y del medio ambiente ha quedado
reconocida en foros como la Cumbre de Río de 1992, la Cumbre de
Johannesburgo de 2002 y la Cumbre Mundial de las Naciones Unidas de 2005.

Las normas de la OMC permiten a los Miembros adoptar medidas relacionadas


con el comercio destinadas a la protección del medio ambiente...

El compromiso de los Miembros de la OMC con el objetivo del desarrollo


sostenible y la protección del medio ambiente también se ha plasmado en
las normas de la OMC. En términos generales, las normas, y los principios
fundamentales subyacentes de la no discriminación, la transparencia y la
previsibilidad, han ayudado a establecer el marco que permite a los Miembros
elaborar y aplicar medidas para atender las preocupaciones relativas al medio
ambiente. Además, las normas de la OMC, y en particular los Acuerdos
especializados como el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (que se
refiere a los reglamentos relativos a los productos), y el Acuerdo sobre medidas
sanitarias y fitosanitarias (que aborda la inocuidad de los alimentos, la salud de los
animales y la preservación de los vegetales), dan margen a los Miembros para
procurar lograr sus objetivos ambientales y adoptar las medidas relacionadas con
el comercio necesarias. Las normas de la OMC establecen el equilibrio justo entre
el derecho de los Miembros a adoptar medidas de reglamentación, incluidas
restricciones al comercio, para lograr objetivos de política legítimos (como pueden
ser la protección de la salud y la vida de las personas y los animales o la
preservación de los vegetales, y la protección de los recursos naturales) y los
derechos que corresponden a los demás Miembros, en virtud de las disciplinas
básicas del comercio. Por ejemplo, el artículo XX del GATT, relativo a las
excepciones generales enumera varios casos específicos en los cuales los
Miembros de la OMC pueden quedar exentos del cumplimiento de las normas del
GATT. La disposición trata, entre otras cosas, de garantizar que las medidas
ambientales no se aplican de manera arbitraria ni constituyen una forma de
proteccionismo encubierto.

Diversos asuntos planteados en la OMC se han referido a medidas ambientales ...

Desde la entrada en vigor del Acuerdo sobre OMC en 1995, el Órgano de Solución
de Diferencias ha tenido que examinar numerosas diferencias referentes a
medidas comerciales relacionadas con el medio ambiente. Esas medidas tenían
por finalidad el logro de diversos objetivos de política —desde la protección de las
tortugas marinas contra la captura accidental durante la pesca comercial a la
protección de la salud humana contra la amenaza de la contaminación atmosférica
—. Según la jurisprudencia de la OMC, las normas de la Organización no tienen
prioridad sobre las preocupaciones ambientales.
El mecanismo de solución de diferencias permitió a un Miembro en 2001 mantener
su prohibición de la importación de amianto y proteger así a sus ciudadanos y
trabajadores de la construcción. En la diferencia Estados Unidos — Camarones, la
OMC presionó a sus Miembros para que reforzaran su colaboración en favor del
medio ambiente; insistió en que las partes en el conflicto encontraran una solución
medioambiental conjunta para proteger a las tortugas marinas.

Las instituciones de la OMC fomentan el diálogo y la comprensión de los vínculos


entre el comercio y el medio ambiente...

La OMC también apoya el desarrollo sostenible y el medio ambiente mediante sus


comités y órganos especializados. El Comité de Comercio y Medio
Ambiente (CCMA) es una instancia institucional única. Como foro para el diálogo
sobre el comercio y el medio ambiente, el Comité es una incubadora de ideas
sobre cómo hacer avanzar los debates. Esto ya está rindiendo frutos. Algunas
cuestiones planteadas por primera vez en el CCMA se han convertido en
negociaciones plenas — por ejemplo, las relativas a los subsidios a la pesca o a
las relaciones entre la OMC y los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente
(AMUMA). Otros órganos de la OMC también son importantes. Por ejemplo, en el
comité que administra el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (que se
ocupa de los reglamentos, normas, pruebas y procedimientos de certificación) los
gobiernos comparten información sobre las medidas que adoptan y analizan cómo
determinados reglamentos ambientales pueden afectar al comercio.

El Programa de Doha para el Desarrollo y el medio ambiente...

Las actuales negociaciones de la Ronda de Doha brindan a los Miembros la


oportunidad de lograr una repartición de los recursos aún más eficaz a escala
mundial gracias a la constante reducción de los obstáculos al comercio. La Ronda
ofrece también una oportunidad para conseguir resultados triplemente favorables
—para el comercio, para el desarrollo y para el medio ambiente—. En efecto, la
Ronda de Doha es la primera ronda de negociaciones comerciales multilaterales
en que se plantean expresamente cuestiones ambientales, y el objetivo primordial
es potenciar el apoyo mutuo del comercio y el medio ambiente. Los Miembros se
esfuerzan por liberalizar el comercio de bienes y servicios que puedan ser
beneficiosos para el medio ambiente. También examinan la manera de asegurar la
coexistencia armoniosa entre las normas de la OMC y las obligaciones
comerciales específicas enunciadas en diversos acuerdos negociados a nivel
multilateral para proteger el medio ambiente. Otros capítulos de las negociaciones
de Doha, por ejemplo algunos aspectos de las negociaciones sobre la agricultura y
las disciplinas relativas a las subvenciones a la pesca, también atañen al medio
ambiente. El Programa de Doha para el Desarrollo comprende además una
sección que indica los temas prioritarios de la labor ordinaria del CCMA.

Unos esfuerzos concertados a nivel internacional en favor del medio ambiente...

Teniendo en cuenta que los problemas ambientales suelen trascender las


fronteras nacionales, la solución a estos problemas debe ser el resultado de una
acción concertada a nivel internacional. Los Miembros de la OMC reconocen
desde hace tiempo la necesidad de una acción coherente de las instituciones
internacionales para hacer frente a los problemas ambientales mundiales. Las
negociaciones en curso sobre la relación entre la OMC y los AMUMA ofrecen una
oportunidad excepcional para crear sinergias positivas entre los programas
relativos al comercio y al medio ambiente a nivel internacional. Además, la
Secretaría de la OMC y las secretarías de los acuerdos multilaterales sobre el
medio ambiente mantienen entre sí contactos regulares.

Normas de la OMC y políticas ambientales: Introducción

 Comercio y medio ambiente


 Labor en la OMC [+]
 Normas y políticas ambientales de la OMC [-]
o Introducción
o Disciplinas fundamentales del GATT
o Excepciones del GATT
o Otros textos pertinentes de la OMC
o Diferencias relacionadas con el medio ambiente
 Temas de actualidad relacionados con el comercio y el medio ambiente  [+]
 Asistencia técnica

Nota: Esta página Web ha sido elaborada por la Secretaría bajo su


responsabilidad, con la única finalidad de ofrecer una explicación general del tema
tratado. No pretende en modo alguno ofrecer orientación jurídica respecto de las
disposiciones de los Acuerdos de la OMC ni una interpretación jurídica autorizada
de las mismas. Además, ningún elemento de la presente nota afecta, ni tiene por
finalidad afectar en modo alguno a los derechos y las obligaciones de los
Miembros de la OMC

> Para un examen más detallado de las diferencias relacionadas con el medio
ambiente, véase: Diferencias relacionadas con el medio ambiente.

> Nota de antecedentes de la Secretaría sobre cómo se aplica el artículo XX del


GATT en las resoluciones de solución de diferencias de la OMC

> Índice Analítico de la OMC: el artículo XX del GATT

> El Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (el AGCS) contiene una
disposición similar en su artículo 14. Véase el Índice Analítico de la OMC: el
artículo 14 del AGCS

Las medidas destinadas a proteger el medio ambiente adoptan diversas formas.


De conformidad con las normas de la OMC, y como ha confirmado la
jurisprudencia, los Miembros pueden adoptar medidas relacionadas con el
comercio destinadas a proteger el medio ambiente, siempre que se cumplan
determinadas condiciones. Esas medidas no se examinan necesariamente en la
OMC, y las que lo son no necesariamente se plantean en el marco de una
diferencia formal; a menudo se plantean y examinan en los Comités
correspondientes. Sin embargo, algunas de las medidas que se adoptan para
alcanzar objetivos ambientales, pueden, por su propia naturaleza, restringir el
comercio y por lo tanto repercutir en los derechos que corresponden a los demás
Miembros en el marco de la OMC. Pueden asimismo violar las normas
comerciales básicas, como la obligación de no discriminación y la prohibición de
las restricciones cuantitativas. En el asunto Brasil — neumáticos recauchutados, el
Órgano de Apelación reconoció que pueden existir tensiones entre el comercio
internacional, por un lado, y algunos problemas relacionados con la salud pública y
el medio ambiente. Por ello, las excepciones a dichas normas revisten una
importancia especial en el contexto del comercio y el medio ambiente.

Esas excepciones tienen por objeto establecer un equilibrio entre el derecho de los
Miembros a adoptar medidas reglamentarias, incluidas restricciones al comercio,
con el fin de alcanzar objetivos de política legítimos (por ejemplo, la protección de
la vida o la salud de las personas y de los animales o la preservación de los
vegetales y los recursos naturales), y los derechos que corresponden a los demás
Miembros de la OMC en virtud de las normas comerciales básicas. Desde la
creación de la OMC en 1995, el Órgano de Solución de Diferencias de la OMC ha
tenido que ocuparse de varias diferencias relativas a esas medidas. Cuatro de
esas diferencias son especialmente pertinentes: el asunto Estados Unidos —
Gasolina (aire puro), el asunto Estados Unidos — Camarones (tortugas), el
asunto CE — Amianto (vida y salud de las personas) y el asunto Brasil —
Neumáticos recauchutados (vida y salud de las personas y de los animales y
preservación de los vegetales).

Hasta ahora esas diferencias se han planteado en relación con la aplicación de las
normas del GATT. Otros Acuerdos de la OMC pueden ser igualmente pertinentes
para la protección del medio ambiente, en particular, el Acuerdo OTC y el Acuerdo
MSF, cuya finalidad es garantizar que los requisitos que han de cumplir los
productos por motivos ambientales no creen obstáculos innecesarios al comercio
internacional. Al mismo tiempo, estos Acuerdos reconocen de forma explícita el
derecho de los Miembros a proteger la salud de los animales o a preservar los
vegetales y el medio ambiente a los niveles que ellos decidan. (Para mayor
información, véase “Otros textos pertinentes de la OMC”.)

A la luz de la jurisprudencia acumulada hasta la fecha, se puede afirmar que las


normas de la OMC dejan amplio margen para poder tener en cuenta las
preocupaciones ambientales. Incluso en los casos en que se constatara que una
medida es incompatible con las disciplinas básicas de la OMC, se podría justificar
su adopción en virtud de una de las excepciones, por ejemplo, si está destinada a
alcanzar un objetivo ambiental o de salud humana y si su aplicación no encubre
una intención proteccionista.

Los Miembros de la OMC tienen derecho a adoptar medidas relacionadas con el


comercio para proteger el medio ambiente ...

Los Miembros de la OMC pueden adoptar medidas relacionadas con el comercio


con el fin de proteger el medio ambiente y la salud y la vida de las personas,
siempre que esas medidas se ajusten a las normas del GATT o estén
comprendidas en una de las excepciones a esas normas. Los grupos especiales y
el Órgano de Apelación han afirmado reiteradamente el derecho de adoptar esas
medidas.

En el primer asunto dirimido por el nuevo Órgano de Solución de Diferencias de la


OMC, Estados Unidos — Gasolina, el Órgano de Apelación confirmó la autonomía
de que gozan los Miembros de la OMC para establecer sus propias políticas
medioambientales. No obstante, el Órgano de Apelación advirtió de la necesidad
de mantener un equilibrio entre las obligaciones de acceso a los mercados y el
derecho de los Miembros de valerse de las justificaciones medioambientales
previstas en el GATT, de tal modo que la consecución de un objetivo no se vea
comprometida o perjudicada por la consecución de otro.

... e incluso pueden estar exentos del cumplimiento de las disposiciones básicas
del GATT, siempre que las medidas se justifiquen al amparo del artículo XX

El artículo XX, Excepciones generales, establece varios casos específicos en los


cuales los Miembros de la OMC pueden estar exentos de las normas del GATT.
Dos excepciones son especialmente importantes con respecto a la protección del
medio ambiente y de la salud de las personas: los apartados b) y g) del artículo XX
permiten que los Miembros de la OMC justifiquen medidas incompatibles con las
normas del GATT si esas medidas son necesarias para proteger la salud y la vida
de las personas y de los animales o para preservar los vegetales, o si guardan
relación con la conservación de los recursos naturales agotables,
respectivamente.

Además, el preámbulo del artículo XX establece una protección contra el uso


indebido de las medidas comerciales al disponer que, una medida ambiental no
debe aplicarse “en forma que constituya un medio de discriminación arbitrario o
injustificable entre los países en los que prevalezcan las mismas condiciones, o
una restricción encubierta al comercio internacional”. El objetivo principal de estas
salvaguardias adicionales es garantizar que el recurso a las excepciones para
poder adoptar una medida incompatible con las normas del GATT, no constituya
una forma encubierta de proteccionismo.
Algunas de las medidas que se adoptan para alcanzar objetivos
ambientales pueden, por su propia naturaleza, restringir el comercio y por lo tanto
repercutir en los derechos que corresponden a los demás Miembros en el marco
de la OMC. Esas medidas pueden asimismo violar las normas comerciales
básicas, como la obligación de no discriminación y la prohibición de las
restricciones. Por eso, las excepciones a esas normas, previstas en el artículo XX,
revisten una importancia especial en el contexto del comercio y el medio ambiente.
Al tratarse de una cláusula de excepción, el artículo XX sólo es aplicable cuando
se constata que una medida es incompatible con las normas del GATT.

El principio de no discriminación

En primer lugar, conforme al principio de no discriminación los Miembros no deben


establecer una discriminación:

  

entre productos “similares” de distintos interlocutores comerciales.


Deben concederles a todos por igual el trato de “nación más favorecida”
o NMF (artículo I del GATT); y

  
entre sus propios productos y los productos similares extranjeros. Deben
otorgarles “trato nacional” (artículo III del GATT).

Productos “similares”

Para que las medidas ambientales o sanitarias relacionadas con el comercio sean
compatibles con las normas de la OMC, no pueden establecer una discriminación
entre productos “similares”. En consecuencia, el principio de no discriminación
plantea dos cuestiones esenciales: ¿son los productos de que se trata “similares”?
y, de ser así, ¿recibe el producto extranjero un trato menos favorable que el
producto nacional o que otro producto extranjero?

Podemos tomar un ejemplo relacionado con la protección de la salud pública. En


el asunto CE — Amianto, que trataba de medidas (prohibición de importaciones,
venta y uso de amianto) destinadas a hacer frente a los riesgos que representa
para la salud humana la exposición al amianto y a los productos que contienen
amianto, el Canadá, el reclamante, tuvo que demostrar que los productos (que
contienen amianto) importados del Canadá en Francia eran similares a los
productos sustitutivos (fibras de alcohol polivinílico (“APV”), de celulosa y de
vidrio), y que la reglamentación francesa concedía a los productos importados un
“trato menos favorable” que a los productos nacionales similares.

De hecho, en este caso, el Grupo Especial constató que los productos nacionales
y los importados eran “similares”. Sin embargo, el Órgano de Apelación revocó
esta constatación y explicó que el Grupo Especial debía haber tenido en cuenta
varios criterios en la determinación de la “similitud” de los productos, incluida la
relación de competitividad entre los productos, pero también el “riesgo” para la
salud que representaban los dos productos, habida cuenta de sus diferentes
características físicas.

Una vez que se constata que dos productos son “similares”, se ha de determinar si
los productos importados reciben un trato menos favorable que los nacionales. En
el asunto Estados Unidos — Gasolina, por ejemplo, el Grupo Especial resolvió que
la medida de los Estados Unidos destinada a reglamentar la composición y los
efectos de las emisiones de la gasolina con el fin de disminuir la contaminación del
aire en los Estados Unidos infringía el artículo III del GATT, ya que impedía de
hecho que la gasolina importada se beneficiara de condiciones de venta tan
favorables como las que se ofrecían a la gasolina de origen nacional. Por lo tanto,
el Grupo especial constató que se daba a la gasolina importada un trato “menos
favorable” que el concedido a la gasolina de origen nacional.

Una cuestión conexa: los procesos o métodos de producción (PMP)

Una cuestión importante en relación con las medidas ambientales es si los


productos pueden recibir un trato diferente en función de la forma en que han sido
fabricados incluso cuando el método de producción utilizado no deja huellas en el
producto final, es decir, incluso cuando las características físicas del producto final
son idénticas (lo que se conoce como procesos y métodos de producción no
relacionados con productos).

Cuando se comparan dos productos, la utilización de procesos o métodos de


producción (PMP) diferentes en su fabricación no hace que esos productos sean
per se productos “no similares”.

Por ejemplo, los gobiernos podrían desear establecer una discriminación entre los
productos de madera procedentes de bosques objeto de una ordenación
sostenible y la madera para la que el método de producción se desconoce. En ese
caso, determinar la similitud entre los dos tipos de madera puede ser
especialmente difícil. Por ese motivo, el análisis de la similitud entre dos productos
debe realizarse caso por caso, como lo señaló el Órgano de Apelación en el
asunto CE — Amianto.

La diferencia Estados Unidos — Camarones aunque no abordaba estas


cuestiones en el contexto de los artículos I o III del GATT, la medida era una
prohibición de las importaciones, declarada incompatible con el artículo XI),
constituye un ejemplo interesante de una discriminación entre productos
justificable sobre la base de los PMP. La diferencia se refería a la manera de
pescar el camarón. Algunos métodos con redes de pesca y embarcaciones que
utilizan redes de arrastre, provocaban la muerte accidental de numerosas tortugas
marinas, ya que las tortugas pueden quedarse atrapadas en las redes usadas
para la captura del camarón y ahogarse. El objetivo que perseguían los Estados
Unidos era reducir las muertes de tortugas imponiendo una prohibición de las
importaciones de camarón pescado con métodos que pudieran ocasionar la
muerte accidental de tortugas marinas. Para no verse afectados por la prohibición,
los exportadores tenían que demostrar que utilizaban DET (que reducen las
capturas accidentales de tortugas marinas, que son una especie protegida), o
equipos similares para pescar el camarón. El Órgano de Apelación consideró que
la medida de los Estados Unidos estaba directamente vinculada a su política de
conservación de las tortugas marinas. Por lo tanto, se consideró que la medida se
justificaba provisionalmente al amparo del párrafo g) del artículo XX.

La prohibición de las restricciones cuantitativas

Algunas medidas ambientales (como las prohibiciones) pueden también vulnerar


la segunda disciplina fundamental del GATT, enunciada en el artículo XI, que
establece, entre otras cosas, la prohibición de imponer restricciones a la
importación o la venta de productos de otros Miembros de la OMC. En el
asunto Estados Unidos — Camarones, se constató que la prohibición de los
Estados Unidos era incompatible con el artículo XI: los Estados Unidos habían
prohibido las importaciones de camarón procedentes de países que carecieran de
un certificado, es decir que no utilizaran la tecnología conocida como DET.

El artículo XX del GATT, Excepciones generales, prevé varios casos específicos


en los cuales los Miembros de la OMC pueden estar exentos de las normas del
GATT. Dos excepciones son especialmente importantes con respecto a la
protección del medio ambiente: los apartados b) y g) del artículo XX. De
conformidad con esos dos apartados, los Miembros de la OMC pueden adoptar
medidas de política que sean incompatibles con las disciplinas del GATT pero
necesarias para proteger la salud y la vida de las personas y de los animales o
para preservar los vegetales (apartado b)), o relativas a la conservación de los
recursos naturales agotables (apartado g)).

El artículo XX del GATT sobre excepciones generales consiste en dos


prescripciones acumulativas. Para que una medida ambiental incompatible con el
GATT se justifique en virtud del artículo XX, un Miembro debe llevar a cabo un
doble análisis para demostrar lo siguiente:

  en primer lugar, que la medida corresponde al menos a una de las


excepciones (por ejemplo las que figuran en los apartados b) o g), 2 de
las 10 excepciones enumeradas en el artículo XX) y, posteriormente,
  que la medida cumple los requisitos establecidos en el párrafo
introductorio (el “preámbulo”, del artículo XX), es decir, que no se aplica
en forma que constituya “un medio de discriminación arbitrario o
injustificable entre los países en los que prevalezcan las mismas
condiciones” y no es “una restricción encubierta al comercio
internacional”.
 

Políticas ambientales abarcadas por el artículo XX

La autonomía de los Miembros de la OMC para determinar sus propios objetivos


ambientales ha sido confirmada en varias ocasiones (por ejemplo, en los
asuntos Estados Unidos — Gasolina y Brasil — Neumáticos recauchutados). En el
asunto Estados Unidos — Camarones el Órgano de Apelación también señaló que
condicionar el acceso a los mercados a que el país exportador cumpla una política
unilateralmente prescrita por el Miembro importador es un aspecto común de las
medidas que entran dentro del ámbito de alguna de las excepciones del artículo
XX.

En asuntos anteriores se ha constatado que diversas políticas están comprendidas


en el ámbito de estas dos excepciones:

  

las políticas orientadas a reducir el consumo de cigarrillos, proteger a los


delfines, reducir los riesgos que entraña el amianto para la salud
humana, reducir los riesgos que entraña para la vida y la salud de las
personas, los animales y las plantas la acumulación de neumáticos de
desecho (apartado b) del artículo XX); y

  

las políticas orientadas a la conservación de los atunes, salmones,


arenques, delfines, tortugas y el aire limpio (apartado g) del artículo XX).

Resulta interesante observar que la expresión “recursos naturales agotables” que


figura en el apartado g) del artículo XX se ha interpretado en sentido amplio, de
manera que no incluye únicamente los recursos “minerales” o “no vivos” sino
también especies vivas que pueden agotarse, como las tortugas marinas. Para
apoyar esta interpretación, en el asunto Estados Unidos — Camarones el Órgano
de Apelación señaló que las modernas convenciones y declaraciones
internacionales hacen frecuentes referencias a los recursos naturales incluyendo
dentro de los mismos tanto los recursos vivos como los no vivos. Además, para
demostrar el carácter agotable de las tortugas marinas, el Órgano de Apelación
señaló que las tortugas marinas figuraban en el apéndice 1, relativo a las especies
en peligro de extinción, de la Convención sobre el Comercio Internacional de
Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (“CITES”).
También en el asunto Estados Unidos — Camarones, el Órgano de Apelación
admitió que estaba comprendida en el ámbito del apartado g) del artículo XX una
política aplicable no sólo a las tortugas que viven en aguas de los Estados Unidos
sino también a las que viven más allá de sus fronteras nacionales. El Órgano de
Apelación constató que había un vínculo suficiente entre las poblaciones
migratorias y marinas amenazadas del caso y los Estados Unidos a los efectos del
párrafo g) del artículo XX.

Grado de conexión entre los medios utilizados y el objetivo de política ambiental

Para poder invocar una excepción al amparo de los apartados b) y g) del artículo
XX en el caso de una medida ambiental relacionada con el comercio, el Miembro
debe establecer que existe una relación entre su objetivo de política ambiental
declarado y la medida en litigio. La medida debe ser una medida:

  

necesaria para proteger la salud y la vida de las personas y de los


animales o para preservar los vegetales (apartado b)) o

  

relativa a la conservación de los recursos naturales agotables (apartado


g)).

Para determinar si una medida es “necesaria” para proteger la salud y la vida de


las personas y de los animales o para preservar los vegetales de conformidad con
el apartado b) del artículo XX, el Órgano de Apelación ha utilizado un proceso en
el que se sopesa y se confronta una serie de factores, incluidos la contribución de
la medida ambiental al objetivo de política, la importancia de los intereses o
valores comunes que la medida protege y los efectos de la medida en el comercio
internacional. Si en este análisis se llega a una conclusión preliminar de que la
medida es necesaria, hay que confirmar este resultado comparando la medida con
las posibles alternativas a ella que puedan tener efectos menos restrictivos del
comercio y proporcionen una contribución equivalente al logro del objetivo
perseguido.

En el asunto Brasil — Neumáticos recauchutados, por ejemplo, el Órgano de


Apelación constató que la prohibición de las importaciones de neumáticos
recauchutados era “adecuada para hacer una contribución importante al logro de
su objetivo”, es decir, la reducción del volumen de neumáticos de desecho. El
Órgano de Apelación también constató que las alternativas propuestas, que eran
principalmente de naturaleza correctiva (por ejemplo, la gestión y la eliminación de
desechos), no constituían alternativas reales a la prohibición de las importaciones,
que podía impedir la acumulación de neumáticos.

En el asunto Brasil — Neumáticos recauchutados, el Órgano de Apelación


también reconoció que sólo es posible hacer frente a algunos problemas
complejos ambientales con una política global que comprenda una pluralidad de
medidas en interacción. El Órgano de Apelación señaló que los resultados de
determinadas acciones -por ejemplo de medidas adoptadas para hacer frente al
calentamiento global y al cambio climático- sólo pueden evaluarse contando con el
concurso del tiempo.

En el asunto CE — Amianto, el Órgano de Apelación también constató, como


resultado de un proceso en el que se sopesaron y confrontaron una serie de
factores, que no había una alternativa a la prohibición del comercio a la que se
pudiera recurrir razonablemente. Esta estaba claramente destinada a alcanzar el
nivel de protección sanitaria elegido por Francia y se constató que el objetivo que
se perseguía con la medida era “vital y de la máxima importancia”. El Órgano de
Apelación señaló que cuanto más vitales o importantes fueran esos intereses o
valores comunes”, más fácil sería aceptar como “necesarias” unas medidas
encaminadas a lograr esos objetivos.
Para que una medida sea “relativa” a la conservación de los recursos naturales, es
necesario establecer que existe una relación sustancial entre la medida y la
conservación de un recurso natural agotable. En palabras del Órgano de
Apelación, un Miembro debe establecer que los medios (es decir, la medida
elegida) “guardan una relación razonable” con los fines (es decir, el objetivo de
política declarado de conservar los recursos naturales agotables). Además, para
poder justificarse al amparo del apartado g) del artículo XX, una medida que afecte
a las importaciones debe aplicarse “conjuntamente con restricciones a la
producción o al consumo nacionales” (la prescripción de imparcialidad).

En el asunto Estados Unidos — Gasolina, los Estados Unidos habían adoptado


una medida para reglamentar la composición y los efectos de las emisiones de las
gasolinas, con el fin de disminuir la contaminación del aire en los Estados Unidos.
El Órgano de Apelación constató que la medida elegida estaba “destinada
principalmente a” alcanzar el objetivo de política de conservar el aire limpio en los
Estados Unidos y por lo tanto estaba comprendida en el ámbito del apartado g) del
artículo XX. En cuanto al segundo requisito del apartado g), el Órgano de
Apelación resolvió que la medida cumplía la prescripción de “imparcialidad”, ya
que afectaba tanto a los productos importados como a los nacionales.

En el asunto Estados Unidos — Camarones, el Órgano de Apelación consideró


que la estructura general y el diseño de la medida considerada tenían “un objeto
muy preciso” y que no se trataba de una prohibición genérica de la importación de
camarones impuesta sin tener en cuenta las consecuencias para las tortugas
marinas; por lo tanto, el Órgano de Apelación concluyó que el reglamento en
cuestión era una medida “relativa a” la conservación de un recurso natural
agotable en el sentido del apartado g) del artículo XX del GATT. El Órgano de
Apelación también constató que la medida en cuestión se había aplicado
conjuntamente con restricciones a la pesca nacional, como exige el apartado g)
del artículo XX.
 
Importancia de la forma en que se aplican las medidas ambientales relacionadas
con el comercio

La cláusula introductoria del artículo XX (su preámbulo) hace hincapié en la forma


en que se aplica la medida de que se trata. Específicamente, la aplicación de la
medida no debe constituir “un medio de discriminación arbitrario o injustificable” o
“una restricción encubierta al comercio internacional”.

El preámbulo exige que la medida no constituya un abuso o un uso indebido de la


justificación provisional que ofrecen los apartados del artículo XX, es decir, exige
que se aplique de buena fe. En el asunto Brasil — Neumáticos recauchutados, el
Órgano de Apelación recordó que el preámbulo cumple la función de asegurar que
el derecho de los Miembros a valerse de las excepciones se ejerza de buena fe
para proteger intereses legítimos y no como medio para eludir sus obligaciones
para con otros Miembros de la OMC. Dicho de otro modo, el artículo XX incorpora
el reconocimiento por parte de los Miembros de la OMC de la necesidad de
mantener un equilibrio entre el derecho de un Miembro a invocar alguna excepción
y los derechos que el GATT concede a los demás Miembros.

La jurisprudencia de la OMC ha resaltado algunas de las circunstancias que


pueden ayudar a demostrar que una medida se aplica de conformidad con el
preámbulo. Entre ellas figuran las actividades pertinentes de coordinación y
cooperación emprendidas por el demandado a nivel internacional en las esferas
del comercio y el medio ambiente, el diseño de la medida, su flexibilidad para
tener en cuenta las diferentes situaciones en países diferentes, así como un
análisis de la justificación expuesta para explicar la existencia de una
discriminación (la justificación de la discriminación debe estar relacionada de
alguna forma con el objetivo declarado de la medida en litigio).

La función de la coordinación y la cooperación internacionales

En el asunto Estados Unidos — Gasolina, el Órgano de Apelación consideró que


los Estados Unidos no habían explorado adecuadamente la posibilidad de
concertar acuerdos de cooperación con los países afectados para mitigar los
problemas administrativos planteados por los Estados Unidos en su justificación
del trato discriminatorio.

Además, en el asunto Estados Unidos — Camarones, el hecho de que los Estados


Unidos hubieran dado “un trato diferente a Miembros de la OMC” al haber
adoptado un enfoque de cooperación en materia de protección de las tortugas
marinas con algunos Miembros pero no con otros también mostró que la medida
se había aplicado de una manera que establecía una discriminación injustificable
entre los Miembros de la OMC.

En la etapa del cumplimiento en el asunto Estados Unidos — Camarones (párrafo


5 del artículo 21), el Órgano de Apelación constató que, habida cuenta de los
esfuerzos serios y de buena fe realizados por los Estados Unidos para negociar un
acuerdo internacional sobre la protección de las tortugas marinas, incluso con el
reclamante, la medida se aplicaba ahora de una manera que ya no constituía un
medio de discriminación injustificable o arbitrario.

El Órgano de Apelación también reconoció que hay una marcada preferencia 'en
la medida de lo posible' por un enfoque multilateral frente a uno unilateral. No
obstante, añadió que si bien la conclusión de acuerdos multilaterales era
preferible, no constituía un requisito previo para poder acogerse a las
justificaciones previstas en el artículo XX a fin de aplicar una medida ambiental
nacional.

La flexibilidad de la medida para tener en cuenta las diferentes situaciones en


países diferentes

En el asunto Estados Unidos — Camarones, el Órgano de Apelación opinó que la


rigidez e inflexibilidad en la aplicación de la medida (por ejemplo, al pasar por alto
las condiciones existentes en otros países) constituían una discriminación
injustificable. Se consideró que no era aceptable que un Miembro exigiera que otro
adoptara esencialmente el mismo programa normativo sin tomar en consideración
que las condiciones existentes en otros Miembros podían ser diferentes y que era
posible que las soluciones de política se adaptaran mal a sus condiciones
específicas.

A fin de cumplir las recomendaciones del Grupo Especial y del Órgano de


Apelación, los Estados Unidos revisaron su medida y condicionaron el acceso a su
mercado a la adopción de un programa comparable en eficacia (y no
esencialmente el mismo) al de los Estados Unidos. En el asunto Estados Unidos
— Camarones (párrafo 5 del artículo 21), el Órgano de Apelación consideró que
esto permitía un grado de flexibilidad suficiente en la aplicación de la medida para
evitar una “discriminación arbitraria o injustificable”.

El texto del artículo XX del GATT

“A reserva de que no se apliquen las medidas enumeradas a continuación en


forma que constituya un medio de discriminación arbitrario o injustificable entre los
países en que prevalezcan las mismas condiciones, o una restricción encubierta al
comercio internacional, ninguna disposición del presente Acuerdo [el GATT] será
interpretada en el sentido de impedir que toda parte contratante adopte o aplique
las medidas: ...

b) necesarias para proteger la salud y la vida de las personas y de los animales o


para preservar los vegetales; ...

g) relativas a la conservación de los recursos naturales agotables, a condición de


que tales medidas se apliquen conjuntamente con restricciones a la producción o
al consumo nacionales; ...”
 

(El artículo XIV del AGCS contiene la misma cláusula introductoria y el mismo
apartado b) –pero no un equivalente del apartado g))

El diseño de la medida

Por último, una medida ambiental no puede constituir una “restricción encubierta al
comercio internacional”, es decir, no puede ser una forma de proteccionismo. En
asuntos anteriores se ha constatado que la aplicación de una medida con fines de
protección puede, en la mayoría de las veces, discernirse a partir del “diseño, la
arquitectura y la estructura reveladora” de la medida. Por ejemplo, en el asunto
Estados Unidos — Camarones (párrafo 5 del artículo 21), el hecho de que la
medida revisada permitiera que los países exportadores aplicaran programas no
basados en la utilización obligatoria de DET y ofreciera asistencia técnica para
desarrollar la utilización de DET en terceros países mostraba que la medida no se
aplicaba de manera que constituyera una restricción encubierta al comercio.

Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios   

Negociado durante la Ronda Uruguay de 1986-94, el Acuerdo General sobre el


Comercio de Servicios (AGCS) contiene una cláusula de “excepciones generales”
(artículo XIV) similar al artículo XX del GATT.

El artículo del AGCS comienza con una introducción (“encabezamiento”) idéntica a


la del artículo XX del GATT.

En lo que respecta a las cuestiones ambientales, el párrafo b) permite a los


Miembros de la OMC adoptar medidas de política que, en general, serían
incompatibles con el AGCS, siempre que sean “necesarias para proteger la vida y
la salud de las personas y de los animales o para preservar los vegetales” (texto
idéntico al del párrafo b) del artículo XX del GATT).

Al igual que en el caso del GATT, esas disposiciones no deben dar por resultado
la discriminación arbitraria o injustificada ni constituir proteccionismo encubierto.

Volver al principio
Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC)    

El Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio de la OMC, tiene como


objetivo asegurar que los reglamentos técnicos y normas y sus procedimientos de
prueba y certificación no constituyan obstáculos injustificados al comercio.

En su preámbulo, el Acuerdo reconoce los derechos de los países a adoptar las


medidas de ese tipo que consideren adecuadas, por ejemplo para proteger la vida
y la salud de las personas y de los animales o para preservar los vegetales, o para
proteger el medio ambiente.

Además, los Miembros pueden adoptar medidas para asegurar el cumplimiento de


sus normas de protección. (Práctica conocida como adopción de “procedimientos
de evaluación de la conformidad”.)

Algunos elementos importantes del Acuerdo son los siguientes:

 No discriminación en la preparación, adopción, y aplicación de


reglamentos técnicos, normas y procedimientos de evaluación de la
conformidad.
 Evitación de obstáculos innecesarios al comercio.
 Harmonización de las especificaciones y procedimientos con las normas
internacionales en la medida de lo posible.
 Garantía de la transparencia de esas medidas, mediante su notificación
por los gobiernos a la Secretaría de la OMC y el establecimiento de
servicios nacionales de información.

El Acuerdo permite a los países adoptar reglamentos técnicos, normas y


procedimientos de evaluación de la conformidad con objeto de proteger el medio
ambiente, siempre que se cumplan las prescripciones en materia de no
discriminación y transparencia y de otro tipo.

Volver al principio
Acuerdo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF)    

El Acuerdo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC contiene


disposiciones para asegurar la inocuidad de los alimentos y proteger la salud y la
seguridad de las personas y los animales y para preservar los vegetales.

En él se reconocen los derechos de los Miembros a adoptar medidas sanitarias y


fitosanitarias, pero se establece que tales medidas han de basarse en principios
científicos, no deben constituir obstáculos innecesarios al comercio y no deben
discriminar de manera arbitraria o injustificable entre Miembros en que
prevalezcan condiciones similares. En el Acuerdo se insta a los Miembros a
adaptar sus medidas sanitarias y fitosanitarias a las características de las zonas
(regiones, países o partes de países) de origen de sus importaciones.

El Acuerdo MSF, que resulta complementario del Acuerdo sobre Obstáculos


Técnicos al Comercio, permite a los Miembros adoptar medidas sanitarias y
fitosanitarias por motivos ambientales, pero con sujeción a requisitos tales como la
evaluación de los riesgos, la no discriminación y la transparencia.

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Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual


relacionados con el Comercio (ADPIC)    

El Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual


relacionados con el Comercio (ADPIC) hace referencia explícita al medio ambiente
en su sección 5, relativa a las patentes.
En el Acuerdo se establece (en los párrafos 2 y 3 del artículo 27 de la sección 5)
que los Miembros podrán excluir de la patentabilidad determinadas invenciones:

 Para proteger la salud o la vida de las personas o de los animales o para


preservar los vegetales, o para evitar daños graves al medio ambiente:
un Miembro puede excluir una invención de la patentabilidad si considera
que su explotación ha de impedirse (dentro de su territorio) para cumplir
esos objetivos y algunos otros.
 Las plantas y los animales, excepto los microorganismos y los
procedimientos esencialmente biológicos para la producción de plantas o
animales. Las obtenciones vegetales se protegerán mediante patentes,
mediante un sistema eficaz especialmente creado al efecto ("sui
generis"), o mediante una combinación de aquéllas y éste. En otro caso,
las plantas y los animales no deben ser objeto de protección mediante
patente.

Esas disposiciones tienen como finalidad resolver los problemas ambientales


relacionados con la protección de la propiedad intelectual.

El Acuerdo sobre los ADPIC permite a los Miembros denegar la patente de


invenciones que puedan poner en peligro el medio ambiente (siempre que su
explotación comercial se prohíba como condición necesaria para la protección del
medio ambiente). También pueden excluir de la patentabilidad las plantas o los
animales por razones éticas o de otro tipo, con sujeción a las condiciones
expuestas anteriormente.

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Acuerdo sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias    

El Acuerdo sobre Subvenciones de la OMC se aplica a los productos no agrícolas


y tiene por finalidad regular la utilización de subvenciones, algunas de las cuales
permite, en particular, las denominadas “no recurribles”.

Entre las subvenciones no recurribles mencionadas en el artículo 8 figuran las


utilizadas para promover la adaptación de instalaciones existentes a nuevas
exigencias ambientales impuestas mediante leyes o reglamentos que supongan
mayores obligaciones o una mayor carga financiera para las empresas (párrafo c)
del artículo 8). (Sin embargo, la concesión de esas subvenciones está sujeta a
determinadas condiciones.)
Puesto que las subvenciones están permitidas y son “no recurribles”, los gobiernos
pueden adoptar medidas que resulten beneficiosas para el país o para
determinadas comunidades dentro del país, pero que impondrán costos a las
distintas empresas. (En términos técnicos, los gobiernos pueden aprovechar las
“externalidades ambientales positivas” cuando se produzcan.)

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Acuerdo sobre la Agricultura    

Adoptado durante la Ronda Uruguay de 1986-94, el Acuerdo sobre la Agricultura


de la OMC tiene como objetivo reformar el comercio de productos agropecuarios y
constituir una base para la adopción de políticas orientadas al mercado.

En su preámbulo, el Acuerdo reitera el compromiso de los Miembros de reformar


la agricultura de forma que se proteja el medio ambiente.

En virtud del Acuerdo, se permiten y se excluyen de los compromisos de


reducción las medidas de ayuda interna con efectos mínimos en el comercio
(conocidas como políticas del “compartimento verde”), expuestas en el Anexo 2
del Acuerdo. Entre ellas figuran los gastos realizados en el marco de programas
ambientales, siempre que cumplan determinadas condiciones. También en este
caso, la exención permite a los gobiernos aprovechar las “externalidades
ambientales positivas”.

Volver al principio

Decisiones aplicables    

Al finalizar la Ronda Uruguay se adoptaron dos decisiones ministeriales relativas a


cuestiones ambientales.

Mediante la Decisión sobre comercio y medio ambiente adoptada por los Ministros


se creó el Comité de Comercio y Medio Ambiente con el objetivo de lograr que el
comercio internacional y las políticas ambientales se apoyasen mutuamente. La
Decisión contiene el programa de trabajo del Comité.

Los Ministros adoptaron también una Decisión sobre el comercio de servicios y el


medio ambiente, en la que se pide al Comité que haga un examen y presente un
informe sobre la relación entre el comercio de servicios y el medio ambiente,
incluida la cuestión del desarrollo sostenible, con objeto de determinar la
necesidad de introducir modificaciones en el artículo XIV del AGCS. El Comité ha
incluido esa cuestión en su programa de trabajo.

Comercio y cambio climático

El cambio climático es un desafío mundial para el medio ambiente que exige


soluciones colectivas, cooperación multilateral y medidas coherentes en
consonancia con las aspiraciones más amplias de la comunidad internacional en
materia de crecimiento económico y desarrollo sostenible. El comercio y la política
comercial pueden y deben formar parte del conjunto de instrumentos de política
para alcanzar objetivos climáticos comunes con el calado y la rapidez que
demanda la emergencia climática. El comercio desempeña una función crucial en
la transición hacia una economía mundial de bajas emisiones de carbono y una
sociedad más ecológica y sostenible.

Aprovechamiento del comercio para el desarrollo sostenible y una economía verde

El comercio internacional es un elemento esencial del desarrollo sostenible. En


este folleto se incluye un conjunto de mensajes sobre desarrollo sostenible y
comercio que podrían pronunciarse en la Conferencia de las Naciones Unidas
sobre el Desarrollo Sostenible (conocida comúnmente como Río+20) que se
celebrará en Brasil en junio de 2012.
El folleto presenta el funcionamiento de la OMC y la forma en que el sistema
multilateral de comercio apoya los esfuerzos desplegados por los países para
lograr un desarrollo sostenible y una economía verde. Examina la contribución del
comercio al desarrollo sostenible y aborda las medidas de economía verde.
Explica cómo las normas y los mecanismos de vigilancia de la OMC permiten velar
por que esas medidas no sean una forma de proteccionismo encubierto. En él se
estudian también los esfuerzos de la OMC por ayudar a los países en desarrollo a
maximizar los beneficios de su participación en el comercio internacional.

En la parte final del folleto se examina cómo podría contribuir  la conclusión


satisfactoria de la Ronda de Doha al desarrollo sostenible.

¿Cuál es la relación entre comercio internacional y medio ambiente?

byRedacción España

Oct 10, 2017

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Índice
 ¿Comercio internacional y medio ambiente: Juntos suman o restan?
o 4 razones por las que comercio internacional y medio ambiente
 Mejora el acceso a los diferentes recursos
 Gestión óptima medioambiental
 Reducción considerable de los niveles de contaminación
 Disponibilidad de mayores recursos para invertir en tecnología
Lógicamente, el cuidado del medio ambiente es importante y se trata de una
cuestión fundamental cuando hablamos de comercio internacional. Ahora bien,
¿piensas que existe alguna relación entre comercio internacional y medio
ambiente? A través de este artículo, compartiremos contigo nuestro punto de
vista, algunas de las razones fundamentales y trataremos de aclarar esta
importante duda.

Muchas personas deciden emprender, abrir su propio negocio y quieren


proteger el medio ambiente. Una parte importante de nuestras actuaciones tiene
un impacto sobre este medio y algunas de ellas, son consideradas como negativas
para el entorno natural. Sin embargo, hay que tener en cuenta una serie de
aspectos.
¿Comercio internacional y medio ambiente: Juntos suman o restan?

Cada vez más personas se hacen esta pregunta. No hay duda que, existe cierta
relación entre la producción de productos o bienes y su impacto en el medio
natural. La actividad humana, permite que los diferentes recursos puedan ser
compartidos y disfrutados por una mayoría de la población, pero los diferentes
regímenes comerciales y su práctica, inciden sobre la naturaleza.

4 razones por las que comercio internacional y medio ambiente

A continuación, queremos exponerte una serie de cuestiones que consideramos


importantes, y que justifican por qué el comercio internacional es positivo para
el medio ambiente:

Mejora el acceso a los diferentes recursos

Los mercados internacionales necesitan recursos para responder a las demandas


de las personas. Según nuestra experiencia, el comercio internacional es positivo
para el medio ambiente porque permite fomentar el uso de la ecología, que con
ayuda de la eficiencia aplicada a los recursos, hace posible el acceso a
recursos de mercados alejados.

Gestión óptima medioambiental

El interés por parte de las personas de consumir bienes y productos, supone un


impacto favorable para el mejor crecimiento económico de sus gentes. Así pues,
se consigue contribuir positivamente al bienestar de estas personas y que puedan
desarrollarse en mejores condiciones. Asimismo, el aumento de los ingresos por
individuo crece, pudiendo disfrutar de una mejor calidad de vida, necesitando
menos recursos medio ambientales.
Reducción considerable de los niveles de contaminación

Es posible gestionar mucho más eficazmente los recursos necesarios


para controlar la contaminación, explorar nuevas técnicas, e utilizar energías
limpias menos contaminantes. El control de los niveles de contaminación es una
cuestión que preocupa mucho en todo el mundo. Por suerte, cada vez
más pequeñas empresas y otras de menor tamaño, apuestan decididamente por
reducir la contaminación, a la vez que se mejora la salud de su entorno.

Disponibilidad de mayores recursos para invertir en tecnología

Tecnología, comercio internacional y medio ambiente son conceptos íntimamente


relacionados. La existencia de un mercado mucho más amplio, no solo favorece
comerciar, también es una manera extraordinaria de obtener inversiones
superiores para la investigación de tecnologías que respeten y cuiden el
medio natural. Está comprobado que la integración de prácticamente cualquier
país en economías mundiales, requiere también de cumplir con unos requisitos
mayores en cuanto a la protección ambiental.

Medio ambiente: una preocupación especial

La OMC no tiene ningún acuerdo específico sobre el medio ambiente. No


obstante, los Acuerdos de la OMC confirman el derecho de los gobiernos a
proteger el medio ambiente, siempre que se cumplan ciertas condiciones, y varios
de ellos incluyen disposiciones que reflejan preocupaciones ambientales. Los
objetivos de desarrollo sostenible y protección del medio ambiente son lo
suficientemente importantes para ser mencionados en el preámbulo del Acuerdo
por el que se establece la OMC.
 Información básica [+]
 Los Acuerdos [+]
 Solución de diferencias [+]
 Cuestiones transversales y cuestiones nuevas [-]
o Regionalismo
o Medio ambiente
o Inversiones etc
o Comercio Electrónico
o Normas del trabajo
 Programa de Doha
 Países en desarrollo [+]
 La Organización [+]
 Abreviaturas

Más información de introducción


> La OMC en pocas palabras
En los 60 años de historia del sistema multilateral de comercio, la creciente
importancia dada a las políticas ambientales es relativamente reciente. Al finalizar
la Ronda Uruguay, en 1994, los Ministros de Comercio de los países participantes
decidieron empezar un amplio programa de trabajo sobre comercio y medio
ambiente en la OMC. Establecieron el Comité de Comercio y Medio Ambiente, que
ha incorporado las cuestiones relativas al medio ambiente y el desarrollo
sostenible en la labor de la OMC. En la Conferencia Ministerial de Doha en 2001
dieron comienzo las negociaciones sobre algunos aspectos de este tema.

> Véanse también las negociaciones en el marco del Programa de Doha

volver al principio

El Comité: responsabilidad de amplia base

El Comité tiene una amplia responsabilidad que abarca todas las esferas del
sistema multilateral de comercio: bienes, servicios y propiedad intelectual. Su
cometido es estudiar la relación existente entre comercio y medio ambiente y
formular recomendaciones sobre los cambios que puedan precisarse en los
acuerdos comerciales.

La labor del Comité se basa en dos importantes principios:

La OMC sólo es competente en la esfera del comercio. Dicho de otro modo, en


las cuestiones ambientales su única tarea es estudiar los problemas que surgen
cuando las políticas en materia de medio ambiente tienen efectos importantes en
el comercio. La OMC no es un organismo que se ocupe del medio ambiente. Sus
Miembros no quieren que intervenga en las políticas ambientales nacionales o
internacionales ni que establezca normas al respecto. Hay otros organismos
especializados en cuestiones ambientales que están más capacitados para
realizar esas tareas.

Si el Comité identifica problemas, las soluciones tienen que seguir ajustándose


a los principios del sistema de comercio de la OMC.

De manera más general, los Miembros de la OMC están convencidos de que un


sistema multilateral de comercio abierto, equitativo y no discriminatorio puede
aportar una contribución decisiva a los esfuerzos nacionales e internacionales
encaminados a proteger mejor y conservar los recursos ambientales y fomentar el
desarrollo sostenible. Así se reconoció en los resultados de la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo celebrada en Río en
1992 (la “Cumbre de la Tierra”) y en su sucesora, la Cumbre Mundial sobre el
Desarrollo Sostenible celebrada en Johannesburgo en 2002.

El programa de trabajo del Comité se centra en 10 esferas. Su orden del día se


basa en las propuestas que los diferentes Miembros de la OMC formulan sobre
cuestiones de importancia para ellos. En las secciones siguientes se esbozan
algunas de esas cuestiones y las conclusiones a que el Comité ha llegado hasta
ahora:

volver al principio
¿Cómo están relacionados la OMC y los acuerdos sobre el medio ambiente?

¿Cómo se relacionan entre sí el sistema de comercio de la OMC y las medidas


comerciales “verdes”? ¿Qué relación existe entre los Acuerdos de la OMC y los
diversos acuerdos y convenios internacionales sobre el medio ambiente?

En la actualidad están en vigor unos 200 acuerdos internacionales (al margen de


la OMC) relativos a diversas cuestiones ambientales. Se les denomina acuerdos
multilaterales sobre el medio ambiente (AMUMA).

Aproximadamente 20 de esos acuerdos incluyen disposiciones que pueden afectar


al comercio: por ejemplo, prohíben el comercio de determinados productos o
permiten a los países que restrinjan el comercio en determinadas circunstancias.
Entre ellos figuran el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la
capa de ozono, el Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos
transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación, y la Convención
sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora
Silvestres (CITES).

En resumen, el Comité de la OMC declara que los principios fundamentales de la


OMC de no discriminación y transparencia no están en conflicto con las medidas
comerciales necesarias para proteger el medio ambiente, incluidas las adoptadas
en virtud de los acuerdos en esa esfera. Señala asimismo que las cláusulas que
figuran en los acuerdos sobre bienes, servicios y propiedad intelectual autorizan a
los gobiernos a dar prioridad a sus políticas ambientales internas.

El Comité de la OMC indica que los acuerdos sobre el medio ambiente constituyen
la forma más eficaz de hacer frente a los problemas internacionales en la esfera
del medio ambiente. Afirma que ese enfoque complementa la labor de la OMC de
búsqueda de soluciones convenidas internacionalmente para los problemas del
comercio. En otras palabras, es mejor recurrir a las disposiciones de un acuerdo
internacional sobre el medio ambiente que intentar unilateralmente cambiar las
políticas ambientales de otros países (véanse los estudios de casos
prácticos camarones-tortugas y delfín-atúnes).
El Comité señala que las medidas adoptadas para proteger el medio ambiente que
tienen efectos en el comercio pueden desempeñar una función importante en
algunos acuerdos sobre el medio ambiente, en particular cuando es el comercio la
causa directa de los problemas ambientales. No obstante, señala asimismo que
las limitaciones del comercio no son las únicas medidas que pueden adoptarse, ni
son necesariamente las más efectivas. Hay otras posibilidades: por ejemplo,
ayudar a los países a adquirir tecnología favorable al medio ambiente, prestarles
asistencia financiera, realizar actividades de formación, etc.

No debe exagerarse el problema. Hasta ahora no se ha impugnado en el sistema


del GATT-OMC ninguna medida que afecte al comercio adoptada en virtud de un
acuerdo internacional sobre el medio ambiente. Existe también la opinión
ampliamente extendida de que es poco probable que las medidas adoptadas en
virtud de un acuerdo sobre el medio ambiente se conviertan en un problema en la
OMC si los países interesados han firmado dicho acuerdo, aunque esta cuestión
no está resuelta por completo. Al Comité de Comercio y Medio Ambiente le
preocupa más lo que ocurre cuando un país invoca un acuerdo sobre el medio
ambiente para adoptar medidas contra otro país que no ha firmado dicho acuerdo.

> Véase asimismo Programa de Doha: negociaciones actuales

volver al principio

Diferencias: ¿dónde deben examinarse?

Supóngase que surge una diferencia comercial porque un país ha adoptado


medidas sobre el comercio (por ejemplo, ha establecido un impuesto o ha
restringido las importaciones) en virtud de un acuerdo sobre el medio ambiente
ajeno a la OMC, y otro país pone objeciones. ¿Debe examinarse esa diferencia en
la OMC o en el marco del otro acuerdo? El Comité de Comercio y Medio Ambiente
indica que si surge una diferencia con respecto a una medida comercial adoptada
al amparo de un acuerdo sobre el medio ambiente y ambas partes en la diferencia
han firmado ese acuerdo, deberán tratar de utilizar sus disposiciones para resolver
la diferencia. Sin embargo, si una parte en la diferencia no ha firmado el acuerdo
sobre el medio ambiente, el único foro posible para resolverla será la OMC. La
preferencia por examinar las diferencias en el marco de los acuerdos sobre el
medio ambiente no significa que en las diferencias que se examinan en la OMC se
pasen por alto las cuestiones ambientales. Los Acuerdos de la OMC permiten que
los grupos especiales que examinan las diferencias pidan el asesoramiento de
expertos en lo que respecta a las cuestiones ambientales.

volver al principio

Una diferencia examinada en la OMC: el asunto “camarones-tortugas”

Fue una reclamación presentada por la India, Malasia, el Pakistán y Tailandia


contra los Estados Unidos. Los informes del Órgano de Apelación y el Grupo
Especial se adoptaron el 6 de noviembre de 1998. El título oficial de la diferencia
es “Estados Unidos — Prohibición de las importaciones de determinados
camarones y productos del camarón” y el caso lleva oficialmente en la OMC los
números 58 y 61.

¿De qué se trataba en definitiva?

Se han identificado siete especies de tortugas marinas, que se hallan distribuidas


en las zonas subtropicales y tropicales de la Tierra. Pasan su vida en el mar, entre
las zonas de alimentación y las zonas donde anidan.

Las tortugas marinas han resultado afectadas desfavorablemente por las


actividades humanas, ya sea directamente (se explota su carne, su concha y sus
huevos) o indirectamente (muertes incidentales en las redes de pesca, destrucción
de sus hábitat o contaminación de los océanos).

A principios de 1997, la India, Malasia, el Pakistán y Tailandia presentaron una


reclamación conjunta contra la prohibición impuesta por los Estados Unidos a la
importación de determinados camarones y productos del camarón. El objetivo
principal de la prohibición era proteger a las tortugas marinas.
En la Ley estadounidense de Especies Amenazadas, de 1973, se enumeraban
cinco especies de tortugas marinas en peligro de extensión o amenazadas que se
hallaban en aguas estadounidenses y se prohibía su “captura” en los Estados
Unidos, en sus aguas territoriales y en alta mar. (Por “captura” se entiende el
hostigamiento, la caza y la matanza o los intentos de hacer cualquiera de esas
cosas.)

De conformidad con la Ley, los Estados Unidos exigían que los arrastreros
estadounidenses dedicados a la pesca del camarón utilizaran unos dispositivos
para excluir a las tortugas (DET) de sus redes cuando pescaran en zonas en las
que había una gran probabilidad de encontrar tortugas marinas.

El artículo 609 de la Ley Pública 101-102 de los Estados Unidos, promulgada en


1989, estaba dedicado a las importaciones. En él se indicaba, entre otras cosas,
que no se podían importar en los Estados Unidos camarones pescados con
tecnologías que pudieran afectar desfavorablemente a determinadas tortugas
marinas, salvo que se certificara que la nación pesquera tenía un programa de
regulación y una tasa de capturas incidentales comparables a los de los Estados
Unidos, o que el entorno pesquero particular de esa nación no representaba una
amenaza para las tortugas marinas.

En la práctica, los países que tenían en sus aguas jurisdiccionales alguna de esas
cinco especies de tortugas marinas y pescaban camarones con medios mecánicos
tenían que imponer a sus pescadores unas obligaciones comparables a las
soportadas por los camaroneros estadounidenses si querían obtener el certificado
y exportar productos del camarón a los Estados Unidos. En esencia, ello
significaba utilizar en todo momento los DET.

La resolución

En su informe el Órgano de Apelación dejó claro que, de conformidad con las


normas de la OMC, los países tienen derecho a adoptar medidas comerciales para
proteger el medio ambiente (en particular, para proteger la salud y la vida de las
personas y de los animales o para preservar los vegetales, y para proteger a las
especies en peligro de extinción y los recursos agotables). La OMC no tiene que
“atribuirles” ese derecho.

Dijo también que las medidas destinadas a proteger a las tortugas marinas eran
legítimas con arreglo al artículo 20 del GATT, que prevé diversas excepciones a
las normas comerciales de la OMC a condición de que se cumplan determinados
criterios, como el de no discriminación.

Los Estados Unidos perdieron el caso no porque pretendieran proteger el medio


ambiente sino porque discriminaban entre los Miembros de la OMC. Ofrecían a los
países del hemisferio occidental — principalmente a los de la región del Caribe —
asistencia técnica y financiera y unos períodos de transición más largos para que
sus pescadores empezaran a utilizar los dispositivos para excluir a las tortugas.

En cambio, no ofrecían las mismas ventajas a los cuatro países asiáticos (la India,
Malasia, el Pakistán y Tailandia) que habían presentado la reclamación en la
OMC.

En la resolución se decía también que los grupos especiales de la OMC podían


aceptar comunicaciones de “amicus curiae” (colaboradores o amigos del tribunal),
de las ONG u otras partes interesadas.

“Aquello que no hemos decidido …”

A continuación se reproduce parte de lo que dijo el Órgano de Apelación:

“185. Al llegar a estas conclusiones, deseamos subrayar aquello que no hemos


decidido en esta apelación. No hemos decidido que la protección y preservación
del medio ambiente no tenga importancia para los Miembros de la OMC.
Evidentemente la tiene. No hemos decidido que los países soberanos que son
Miembros de la OMC no puedan adoptar medidas eficaces para proteger las
especies amenazadas, tales como las tortugas marinas. Evidentemente pueden y
deben hacerlo. Y no hemos decidido que los Estados soberanos no deban actuar
conjuntamente en forma bilateral, plurilateral o multilateral, en el marco de la OMC
o en otros foros internacionales, para proteger a las especies amenazadas o
proteger de otra forma al medio ambiente. Evidentemente, deben hacerlo y de
hecho lo hacen.

186. Aquello que hemos decidido en esta apelación simplemente es lo siguiente:


aunque la medida de los Estados Unidos objeto de la diferencia sometida a esta
apelación cumpla un objetivo de protección medioambiental reconocido como
legítimo en virtud del apartado g) del artículo XX [es decir 20] del GATT de 1994,
esta medida ha sido aplicada por los Estados Unidos en forma que constituye una
discriminación arbitraria e injustificable entre Miembros de la OMC, en contra de lo
prescrito en el preámbulo del artículo XX. Por todas las razones específicas
señaladas en el presente informe, esta medida no reúne las condiciones para
beneficiarse de la exención que el artículo XX del GATT de 1994 concede a las
medidas que cumplen determinados objetivos reconocidos y legítimos de
protección del medio ambiente pero que, al mismo tiempo, no se aplican en forma
que constituya un medio de discriminación arbitrario o injustificable entre países en
los que prevalecen las mismas condiciones o una restricción encubierta al
comercio internacional. Como lo pusimos de relieve en el asunto Estados Unidos
— Gasolina [adoptado el 20 de mayo de 1996, WT/DS2/AB/R, página 32], los
Miembros de la OMC tienen amplia autonomía para establecer sus propias
políticas encaminadas a proteger el medio ambiente en tanto, al hacerlo, cumplan
sus obligaciones y respeten los derechos de los demás Miembros dimanantes
del Acuerdo sobre la OMC.”

volver al principio

Una diferencia examinada en el GATT: el asunto atunes-delfines

Este caso atrae todavía mucha atención debido a sus consecuencias para las
controversias ambientales. Se examinó con arreglo al antiguo procedimiento de
solución de diferencias del GATT. Las preguntas fundamentales son las
siguientes:

¿Puede un país decir a otro qué normas ambientales debe aplicar?


¿Permiten las normas comerciales adoptar medidas contra el método utilizado
para producir bienes (en vez de limitarse a la calidad de los propios bienes)?

¿De qué se trataba?

En las zonas tropicales orientales del Océano Pacífico suelen haber bancos de
atunes aleta amarilla que se desplazan por debajo de bancos de delfines. Cuando
se pescan los atunes con redes cerqueras los delfines quedan atrapados en ellas.
Si no se les suelta, suelen perecer.

La Ley estadounidense de Protección de los Mamíferos Marinos establece normas


para la protección de los delfines, aplicables a la flota pesquera norteamericana y
a los países cuyos barcos de pesca capturan atún aleta amarilla en esa parte del
Océano Pacífico. Si un país que exporta atún a los Estados Unidos no puede
demostrar a las autoridades estadounidenses que cumple las normas de
protección de los delfines establecidas en la ley estadounidense, el Gobierno de
los Estados Unidos tiene que prohibir todas las importaciones de ese pescado
procedentes de dicho país. En la diferencia de que se trata el país exportador
interesado era México. Se prohibieron sus exportaciones de túnidos a los Estados
Unidos, y México presentó una reclamación en 1991 al amparo del procedimiento
de solución de diferencias del GATT.

La prohibición se aplicaba también a los países “intermediarios” que manipulan el


atún en ruta de México a los Estados Unidos. A menudo el atún se elabora y
enlata en alguno de esos países. En esta diferencia los países “intermediarios”
que se enfrentaban con la prohibición eran Costa Rica, España, Italia y el Japón, y
anteriormente las Antillas Neerlandesas, Francia y el Reino Unido. También fueron
calificados de “intermediarios” otros países, entre ellos el Canadá, Colombia, la
República de Corea y miembros de la Asociación de Naciones del Asia
Sudoriental (ASEAN).

El grupo especial

México pidió el establecimiento de un grupo especial en febrero de 1991. Varios


países “intermediarios” expresaron también su interés al respecto. El grupo
especial informó a los Miembros del GATT en septiembre de 1991. Llegó a las
siguientes conclusiones:

Los Estados Unidos no podían prohibir las importaciones de productos de atún


procedentes de México simplemente por el hecho de que las reglamentaciones
mexicanas sobre la manera de producir el atún no se ajustaran a las normas
estadounidenses (pero los Estados Unidos podían aplicar sus reglamentaciones
sobre la calidad o el contenido del atún importado). Ha venido a convertirse en una
cuestión de “producto” frente a “proceso”.

Las normas del GATT no permitían que un país adoptara medidas comerciales
para tratar de hacer cumplir su propia legislación interna en otro país, ni siquiera
para proteger la salud de los animales o recursos naturales agotables. La palabra
utilizada en este caso es “extraterritorialidad”.

¿En qué razonamiento se basaba esa resolución? Si se aceptaban las razones


aducidas por los Estados Unidos, cualquier país podría prohibir las importaciones
de un producto de otro país simplemente porque el país exportador tuviera
diferentes políticas ambientales, sanitarias o sociales. Ello abriría un camino
prácticamente sin fin para que cualquier país aplicara unilateralmente restricciones
comerciales no sólo para hacer cumplir internamente su legislación sino para
imponer sus normas a otros países. Se abriría la puerta a un posible alud de
abusos proteccionistas, lo que estaría en conflicto con la finalidad principal del
sistema multilateral de comercio: lograr previsibilidad mediante normas
comerciales.

La tarea del grupo especial se limitó a examinar la aplicabilidad de las normas del
GATT a esta cuestión concreta. No se preguntaba si la política era o no correcta
desde el punto de vista del medio ambiente. Se sugirió que la política
estadounidense podría ser compatible con las normas del GATT si los Miembros
se ponían de acuerdo en introducir modificaciones o adoptaban la decisión de
renunciar especialmente a aplicar las normas a esa cuestión. De esa forma los
Miembros podrían negociar las cuestiones específicas y fijar límites que evitaran
abusos proteccionistas.
También se pidió al grupo especial que juzgara la política estadounidense de
exigir que los productos de atún llevaran la etiqueta “dolphin-safe” (con lo que se
dejaba que fueran los consumidores los que decidieran comprar o no el producto).
El grupo especial llegó a la conclusión de que esto no violaba las normas del
GATT porque tenía por finalidad evitar la publicidad engañosa en todos los
productos de atún, tanto importados como de producción nacional.

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Ecoetiquetado: bueno si no discrimina

El etiquetado de productos favorables al medio ambiente constituye un importante


instrumento de política ambiental. Para la OMC la cuestión fundamental es que las
prescripciones y prácticas en materia de etiquetado no discriminen: ni entre los
distintos interlocutores comerciales (debe aplicarse el trato de la nación más
favorecida) ni entre los bienes o servicios de producción nacional y las
importaciones (trato nacional).

Una esfera en la que se requiere un mayor examen por parte del Comité de
Comercio y Medio Ambiente es la del trato — con arreglo a las normas del
Acuerdo de la OMC sobre Obstáculos Técnicos al Comercio — del etiquetado
utilizado para describir si un producto es favorable al medio ambiente por la forma
en que se ha producido (independientemente del producto propiamente dicho).

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Transparencia: información sin demasiado papeleo

Al igual que la no discriminación, se trata de un importante principio de la OMC. En


este contexto, los Miembros de la OMC deben facilitar tanta información como sea
posible acerca de las políticas ambientales que hayan adoptado o las medidas que
puedan adoptar cuando puedan tener efectos importantes en el comercio. Deben
hacerlo mediante la presentación de notificaciones a la OMC, pero esta tarea no
debe constituir una carga mayor que la que supongan normalmente las demás
políticas que afectan al comercio.

El Comité de Comercio y Medio Ambiente indica que no es necesario cambiar las


normas de la OMC a tales efectos. La Secretaría de la OMC reunirá, valiéndose
de su Registro Central de Notificaciones, toda la información sobre las medidas
ambientales relacionadas con el comercio presentada por los Miembros, que se
introducirá en una sola base de datos a la que tendrán acceso todos los Miembros
de la OMC.

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Mercancías cuya venta está prohibida en el país de origen: productos químicos


peligrosos, etc.

Es un motivo de preocupación para muchos países en desarrollo, que temen se


exporten a sus mercados determinados productos peligrosos o tóxicos sin estar
plenamente informados de los peligros que pueden representar para el medio
ambiente o la salud pública. Los países en desarrollo quieren estar plenamente
informados, de manera que se encuentren en condiciones de decidir si importarlos
o no.

Existen actualmente varios acuerdos internacionales (por ejemplo, el Convenio de


Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos
peligrosos y su eliminación, y las Directrices de Londres para el intercambio de
información acerca de productos químicos objeto de comercio internacional). El
Comité de Comercio y Medio Ambiente de la OMC no pretende duplicar su labor,
pero señala también que la OMC podría desempeñar una función complementaria.

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La liberalización y el desarrollo sostenible se favorecen mutuamente

Un comercio más libre ¿es una ayuda o un obstáculo para la protección del medio
ambiente? El Comité de Comercio y Medio Ambiente está analizando la relación
existente entre la liberalización del comercio (incluidos los compromisos de la
Ronda Uruguay) y la protección del medio ambiente. Los Miembros afirman que la
supresión de las restricciones y distorsiones del comercio puede reportar
beneficios tanto al sistema multilateral de comercio como al medio ambiente. Está
previsto proseguir esa labor.

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Propiedad intelectual y servicios: posibilidades de estudio

Los debates mantenidos en el Comité de Comercio y Medio Ambiente sobre estas


dos cuestiones han desbrozado el terreno, ya que era muy poco lo que se sabía
de cómo las normas del sistema de comercio podían afectar a las políticas
ambientales en esas esferas o ser afectadas por ellas.

En lo que respecta a los servicios, el Comité indica que es preciso continuar la


labor con el fin de examinar la relación existente entre el Acuerdo General sobre el
Comercio de Servicios (AGCS) y las políticas de protección del medio ambiente en
ese sector.

En cuanto al Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad


Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), el Comité afirma que ayuda a
los países a obtener tecnología y productos favorables al medio ambiente. Está
previsto proseguir la labor al respecto, entre otras cosas acerca de la relación
existente entre el Acuerdo sobre los ADPIC y el Convenio sobre la Diversidad
Biológica.

Introducción al comercio y el medio ambiente en la OMC


Por medio de sus objetivos, normas, instituciones y programa de trabajo orientado
al futuro, la OMC ofrece excelentes medios para adelantar los objetivos
ambientales internacionales.

Véase también:
> Negociaciones, aplicación y desarrollo: Programa de Doha para el Desarrollo
> Declaración Ministerial de Hong Kong
Nota: Esta página Web ha sido elaborada por la Secretaría bajo su
responsabilidad, con la única finalidad de ofrecer una explicación general del tema
tratado. No pretende en modo alguno ofrecer orientación jurídica respecto de las
disposiciones de los Acuerdos de la OMC ni una interpretación jurídica autorizada
de las mismas. Además, ningún elemento de la presente nota afecta, ni tiene por
finalidad afectar en modo alguno a los derechos y las obligaciones de los
Miembros de la OMC

El desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente son objetivos de la


OMC...

Permitir la utilización óptima de los recursos mundiales de conformidad con el


objetivo de un desarrollo sostenible y procurar proteger y preservar el medio
ambiente son cuestiones que revisten una importancia fundamental para la OMC.
Estos objetivos, consagrados en el Preámbulo del Acuerdo de Marrakech, van
unidos al objetivo de la Organización de reducir los obstáculos al comercio y
eliminar el trato discriminatorio en las relaciones comerciales internacionales. Para
los Miembros de la OMC, los objetivos consistentes, por un lado, en respaldar y
salvaguardar un sistema multilateral de comercio abierto y no discriminatorio y, por
otro, en actuar para la protección del medio ambiente y la promoción del desarrollo
sostenible pueden y deben apoyarse mutuamente.
La liberalización del comercio y unas condiciones comerciales estables y
previsibles favorecen al medio ambiente...

La OMC contribuye al desarrollo sostenible y a la protección del medio ambiente


en gran medida fomentando la apertura del comercio de bienes y servicios para
propiciar el desarrollo económico y facilitando la creación de unas condiciones
estables y previsibles que favorezcan la innovación. Esto contribuye a la
asignación eficaz de los recursos, al crecimiento económico y al aumento de los
niveles de ingresos, que, a su vez, aumentan las posibilidades de proteger el
medio ambiente. La importancia de la contribución del comercio a los esfuerzos
desplegados en favor del desarrollo sostenible y del medio ambiente ha quedado
reconocida en foros como la Cumbre de Río de 1992, la Cumbre de
Johannesburgo de 2002 y la Cumbre Mundial de las Naciones Unidas de 2005.

Las normas de la OMC permiten a los Miembros adoptar medidas relacionadas


con el comercio destinadas a la protección del medio ambiente...

El compromiso de los Miembros de la OMC con el objetivo del desarrollo


sostenible y la protección del medio ambiente también se ha plasmado en
las normas de la OMC. En términos generales, las normas, y los principios
fundamentales subyacentes de la no discriminación, la transparencia y la
previsibilidad, han ayudado a establecer el marco que permite a los Miembros
elaborar y aplicar medidas para atender las preocupaciones relativas al medio
ambiente. Además, las normas de la OMC, y en particular los Acuerdos
especializados como el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (que se
refiere a los reglamentos relativos a los productos), y el Acuerdo sobre medidas
sanitarias y fitosanitarias (que aborda la inocuidad de los alimentos, la salud de los
animales y la preservación de los vegetales), dan margen a los Miembros para
procurar lograr sus objetivos ambientales y adoptar las medidas relacionadas con
el comercio necesarias. Las normas de la OMC establecen el equilibrio justo entre
el derecho de los Miembros a adoptar medidas de reglamentación, incluidas
restricciones al comercio, para lograr objetivos de política legítimos (como pueden
ser la protección de la salud y la vida de las personas y los animales o la
preservación de los vegetales, y la protección de los recursos naturales) y los
derechos que corresponden a los demás Miembros, en virtud de las disciplinas
básicas del comercio. Por ejemplo, el artículo XX del GATT, relativo a las
excepciones generales enumera varios casos específicos en los cuales los
Miembros de la OMC pueden quedar exentos del cumplimiento de las normas del
GATT. La disposición trata, entre otras cosas, de garantizar que las medidas
ambientales no se aplican de manera arbitraria ni constituyen una forma de
proteccionismo encubierto.

Diversos asuntos planteados en la OMC se han referido a medidas ambientales ...

Desde la entrada en vigor del Acuerdo sobre OMC en 1995, el Órgano de Solución
de Diferencias ha tenido que examinar numerosas diferencias referentes a
medidas comerciales relacionadas con el medio ambiente. Esas medidas tenían
por finalidad el logro de diversos objetivos de política —desde la protección de las
tortugas marinas contra la captura accidental durante la pesca comercial a la
protección de la salud humana contra la amenaza de la contaminación atmosférica
—. Según la jurisprudencia de la OMC, las normas de la Organización no tienen
prioridad sobre las preocupaciones ambientales.

El mecanismo de solución de diferencias permitió a un Miembro en 2001 mantener


su prohibición de la importación de amianto y proteger así a sus ciudadanos y
trabajadores de la construcción. En la diferencia Estados Unidos — Camarones, la
OMC presionó a sus Miembros para que reforzaran su colaboración en favor del
medio ambiente; insistió en que las partes en el conflicto encontraran una solución
medioambiental conjunta para proteger a las tortugas marinas.
Las instituciones de la OMC fomentan el diálogo y la comprensión de los vínculos
entre el comercio y el medio ambiente...

La OMC también apoya el desarrollo sostenible y el medio ambiente mediante sus


comités y órganos especializados. El Comité de Comercio y Medio
Ambiente (CCMA) es una instancia institucional única. Como foro para el diálogo
sobre el comercio y el medio ambiente, el Comité es una incubadora de ideas
sobre cómo hacer avanzar los debates. Esto ya está rindiendo frutos. Algunas
cuestiones planteadas por primera vez en el CCMA se han convertido en
negociaciones plenas — por ejemplo, las relativas a los subsidios a la pesca o a
las relaciones entre la OMC y los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente
(AMUMA). Otros órganos de la OMC también son importantes. Por ejemplo, en el
comité que administra el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (que se
ocupa de los reglamentos, normas, pruebas y procedimientos de certificación) los
gobiernos comparten información sobre las medidas que adoptan y analizan cómo
determinados reglamentos ambientales pueden afectar al comercio.

El Programa de Doha para el Desarrollo y el medio ambiente...

Las actuales negociaciones de la Ronda de Doha brindan a los Miembros la


oportunidad de lograr una repartición de los recursos aún más eficaz a escala
mundial gracias a la constante reducción de los obstáculos al comercio. La Ronda
ofrece también una oportunidad para conseguir resultados triplemente favorables
—para el comercio, para el desarrollo y para el medio ambiente—. En efecto, la
Ronda de Doha es la primera ronda de negociaciones comerciales multilaterales
en que se plantean expresamente cuestiones ambientales, y el objetivo primordial
es potenciar el apoyo mutuo del comercio y el medio ambiente. Los Miembros se
esfuerzan por liberalizar el comercio de bienes y servicios que puedan ser
beneficiosos para el medio ambiente. También examinan la manera de asegurar la
coexistencia armoniosa entre las normas de la OMC y las obligaciones
comerciales específicas enunciadas en diversos acuerdos negociados a nivel
multilateral para proteger el medio ambiente. Otros capítulos de las negociaciones
de Doha, por ejemplo algunos aspectos de las negociaciones sobre la agricultura y
las disciplinas relativas a las subvenciones a la pesca, también atañen al medio
ambiente. El Programa de Doha para el Desarrollo comprende además una
sección que indica los temas prioritarios de la labor ordinaria del CCMA.

Unos esfuerzos concertados a nivel internacional en favor del medio ambiente...

Teniendo en cuenta que los problemas ambientales suelen trascender las


fronteras nacionales, la solución a estos problemas debe ser el resultado de una
acción concertada a nivel internacional. Los Miembros de la OMC reconocen
desde hace tiempo la necesidad de una acción coherente de las instituciones
internacionales para hacer frente a los problemas ambientales mundiales. Las
negociaciones en curso sobre la relación entre la OMC y los AMUMA ofrecen una
oportunidad excepcional para crear sinergias positivas entre los programas
relativos al comercio y al medio ambiente a nivel internacional. Además, la
Secretaría de la OMC y las secretarías de los acuerdos multilaterales sobre el
medio ambiente mantienen entre sí contactos regulares.
Acuerdo de Marrakech por el que se
establece la Organización Mundial del
Comercio

Las Partes en el presente Acuerdo,

Reconociendo que sus relaciones en la esfera de la actividad comercial y


económica deben tender a elevar los niveles de vida, a lograr el pleno empleo y un
volumen considerable y en constante aumento de ingresos reales y demanda
efectiva y a acrecentar la producción y el comercio de bienes y servicios,
permitiendo al mismo tiempo la utilización óptima de los recursos mundiales de
conformidad con el objetivo de un desarrollo sostenible y procurando proteger y
preservar el medio ambiente e incrementar los medios para hacerlo, de manera
compatible con sus respectivas necesidades e intereses según los diferentes
niveles de desarrollo económico,

Reconociendo además que es necesario realizar esfuerzos positivos para que los


países en desarrollo, y especialmente los menos adelantados, obtengan una parte
del incremento del comercio internacional que corresponda a las necesidades de
su desarrollo económico,

Deseosas de contribuir al logro de estos objetivos mediante la celebración de


acuerdos encaminados a obtener, sobre la base de la reciprocidad y de mutuas
ventajas, la reducción sustancial de los aranceles aduaneros y de los demás
obstáculos al comercio, así como la eliminación del trato discriminatorio en las
relaciones comerciales internacionales,

Resueltas, por consiguiente, a desarrollar un sistema multilateral de comercio


integrado, más viable y duradero que abarque el Acuerdo General sobre
Aranceles Aduaneros y Comercio, los resultados de anteriores esfuerzos de
liberalización del comercio y los resultados integrales de las Negociaciones
Comerciales Multilaterales de la Ronda Uruguay,

Decididas a preservar los principios fundamentales y a favorecer la consecución


de los objetivos que informan este sistema multilateral de comercio,

Acuerdan lo siguiente:

Volver al principio

Artículo I
Establecimiento de la Organización

Se establece por el presente Acuerdo la Organización Mundial del Comercio


(denominada en adelante “OMC”).

Volver al principio

Artículo II
Ámbito de la OMC

1.         La OMC constituirá el marco institucional común para el desarrollo de las


relaciones comerciales entre sus Miembros en los asuntos relacionados con los
acuerdos e instrumentos jurídicos conexos incluidos en los Anexos del presente
Acuerdo.

2.         Los acuerdos y los instrumentos jurídicos conexos incluidos en los Anexos
1, 2 y 3 (denominados en adelante “Acuerdos Comerciales Multilaterales”) forman
parte integrante del presente Acuerdo y son vinculantes para todos sus Miembros.

3.         Los acuerdos y los instrumentos jurídicos conexos incluidos en el Anexo 4


(denominados en adelante “Acuerdos Comerciales Plurilaterales”) también forman
parte del presente Acuerdo para los Miembros que los hayan aceptado, y son
vinculantes para éstos. Los Acuerdos Comerciales Plurilaterales no crean
obligaciones ni derechos para los Miembros que no los hayan aceptado.
4.         El Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994
según se especifica en el Anexo 1A (denominado en adelante “GATT de 1994”) es
jurídicamente distinto del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y
Comercio de fecha 30 de octubre de 1947, anexo al Acta Final adoptada al
término del segundo período de sesiones de la Comisión Preparatoria de la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Empleo, posteriormente
rectificado, enmendado o modificado (denominado en adelante “GATT de 1947”).

Volver al principio

Artículo III
Funciones de la OMC

1.         La OMC facilitará la aplicación, administración y funcionamiento del


presente Acuerdo y de los Acuerdos Comerciales Multilaterales y favorecerá la
consecución de sus objetivos, y constituirá también el marco para la aplicación,
administración y funcionamiento de los Acuerdos Comerciales Plurilaterales.

2.         La OMC será el foro para las negociaciones entre sus Miembros acerca de
sus relaciones comerciales multilaterales en asuntos tratados en el marco de los
acuerdos incluidos en los Anexos del presente Acuerdo. La OMC podrá también
servir de foro para ulteriores negociaciones entre sus Miembros acerca de sus
relaciones comerciales multilaterales, y de marco para la aplicación de los
resultados de esas negociaciones, según decida la Conferencia Ministerial.

3.         La OMC administrará el Entendimiento relativo a las normas y


procedimientos por los que se rige la solución de diferencias (denominado en
adelante “Entendimiento sobre Solución de Diferencias” o “ESD”) que figura en el
Anexo 2 del presente Acuerdo.

4.         La OMC administrará el Mecanismo de Examen de las Políticas


Comerciales (denominado en adelante “MEPC”) establecido en el Anexo 3 del
presente Acuerdo.
5.         Con el fin de lograr una mayor coherencia en la formulación de las políticas
económicas a escala mundial, la OMC cooperará, según proceda, con el Fondo
Monetario Internacional y con el Banco Internacional de Reconstrucción y
Fomento y sus organismos conexos.

Volver al principio

Artículo IV
Estructura de la OMC

1.         Se establecerá una Conferencia Ministerial, compuesta por representantes


de todos los Miembros, que se reunirá por lo menos una vez cada dos a ños. La
Conferencia Ministerial desempeñará las funciones de la OMC y adoptará las
disposiciones necesarias a tal efecto. La Conferencia Ministerial tendr á la facultad
de adoptar decisiones sobre todos los asuntos comprendidos en el ámbito de
cualquiera de los Acuerdos Comerciales Multilaterales, si así se lo pide un
Miembro, de conformidad con las prescripciones concretas que en materia de
adopción de decisiones se establecen en el presente Acuerdo y en el Acuerdo
Comercial Multilateral correspondiente.

2.         Se establecerá un Consejo General, compuesto por representantes de


todos los Miembros, que se reunirá según proceda. En los intervalos entre
reuniones de la Conferencia Ministerial, desempeñará las funciones de ésta el
Consejo General. El Consejo General cumplirá también las funciones que se le
atribuyan en el presente Acuerdo. El Consejo General establecerá sus normas de
procedimiento y aprobará las de los Comités previstos en el párrafo 7.

3.         El Consejo General se reunirá según proceda para desempeñar las


funciones del Órgano de Solución de Diferencias establecido en el Entendimiento
sobre Solución de Diferencias. El Órgano de Solución de Diferencias podrá tener
su propio presidente y establecerá las normas de procedimiento que considere
necesarias para el cumplimiento de dichas funciones.
4.         El Consejo General se reunirá según proceda para desempeñar las
funciones del Órgano de Examen de las Políticas Comerciales establecido en el
MEPC. El Órgano de Examen de las Políticas Comerciales podrá tener su propio
presidente y establecerá las normas de procedimiento que considere necesarias
para el cumplimiento de dichas funciones.

5.         Se establecerán un Consejo del Comercio de Mercancías, un Consejo del


Comercio de Servicios y un Consejo de los Aspectos de los Derechos de
Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (denominado en adelante
“Consejo de los ADPIC”), que funcionarán bajo la orientación general del Consejo
General. El Consejo del Comercio de Mercancías supervisar á el funcionamiento
de los Acuerdos Comerciales Multilaterales del Anexo 1A. El Consejo del
Comercio de Servicios supervisará el funcionamiento del Acuerdo General sobre
el Comercio de Servicios (denominado en adelante “AGCS”). El Consejo de los
ADPIC supervisará el funcionamiento del Acuerdo sobre los Aspectos de los
Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (denominado en
adelante “Acuerdo sobre los ADPIC”). Estos Consejos desempeñarán las
funciones a ellos atribuidas en los respectivos Acuerdos y por el Consejo General.
Establecerá n sus respectivas normas de procedimiento, a reserva de aprobación
por el Consejo General. Podrán formar parte de estos Consejos representantes de
todos los Miembros. Estos Consejos se reunirán según sea necesario para el
desempeño de sus funciones.

6.         El Consejo del Comercio de Mercancías, el Consejo del Comercio de


Servicios y el Consejo de los ADPIC establecerán los órganos subsidiarios que
sean necesarios. Dichos órganos subsidiarios establecerán sus respectivas
normas de procedimiento a reserva de aprobación por los Consejos
correspondientes.

7.         La Conferencia Ministerial establecerá un Comité de Comercio y


Desarrollo, un Comité de Restricciones por Balanza de Pagos y un Comité de
Asuntos Presupuestarios, Financieros y Administrativos, que desempeñarán las
funciones a ellos atribuidas en el presente Acuerdo y en los Acuerdos Comerciales
Multilaterales, así como las funciones adicionales que les atribuya el Consejo
General, y podrá establecer Comités adicionales con las funciones que estime
apropiadas. El Comité de Comercio y Desarrollo examinará periódicamente, como
parte de sus funciones, las disposiciones especiales en favor de los países menos
adelantados Miembros contenidas en los Acuerdos Comerciales Multilaterales y
presentará informe al Consejo General para la adopción de disposiciones
apropiadas. Podrán formar parte de estos Comités representantes de todos los
Miembros.

8.         Los órganos establecidos en virtud de los Acuerdos Comerciales


Plurilaterales desempeñarán las funciones a ellos atribuidas en virtud de dichos
Acuerdos y funcionarán dentro del marco institucional de la OMC. Dichos órganos
informarán regularmente al Consejo General sobre sus respectivas actividades.

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Artículo V
Relaciones con otras organizaciones

1.         El Consejo General concertará acuerdos apropiados de cooperación


efectiva con otras organizaciones intergubernamentales que tengan
responsabilidades afines a las de la OMC.

2.         El Consejo General podrá adoptar disposiciones apropiadas para la


celebración de consultas y la cooperación con organizaciones no
gubernamentales que se ocupen de cuestiones afines a las de la OMC.

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Artículo VI
La Secretaría

1.         Se establecerá una Secretaría de la OMC (denominada en adelante la


“Secretaría”) dirigida por un Director General.
2.         La Conferencia Ministerial nombrará al Director General y adoptará un
reglamento que estipule las facultades, los deberes, las condiciones de servicio y
la duraci ón del mandato del Director General.

3.         El Director General nombrará al personal de la Secretaría y determinará


sus deberes y condiciones de servicio de conformidad con los reglamentos que
adopte la Conferencia Ministerial.

4.         Las funciones del Director General y del personal de la Secretaría serán de
carácter exclusivamente internacional. En el cumplimiento de sus deberes, el
Director General y el personal de la Secretaría no solicitarán ni aceptarán
instrucciones de ningún gobierno ni de ninguna otra autoridad ajena a la OMC y se
abstendrán de realizar cualquier acto que pueda ser incompatible con su condición
de funcionarios internacionales. Los Miembros de la OMC respetarán el carácter
internacional de las funciones del Director General y del personal de la Secretar ía
y no tratarán de influir sobre ellos en el cumplimiento de sus deberes.

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Artículo VII
Presupuesto y contribuciones

1.         El Director General presentará al Comité de Asuntos Presupuestarios,


Financieros y Administrativos el proyecto de presupuesto y el estado financiero
anuales de la OMC. El Comité de Asuntos Presupuestarios, Financieros y
Administrativos examinará el proyecto de presupuesto y el estado financiero
anuales presentados por el Director General y formulará al respecto
recomendaciones al Consejo General. El proyecto de presupuesto anual estará
sujeto a la aprobación del Consejo General.

2.         El Comité de Asuntos Presupuestarios, Financieros y Administrativos


propondrá al Consejo General un reglamento financiero que comprenderá
disposiciones en las que se establezcan:
a)         la escala de contribuciones por la que se prorrateen los gastos de la OMC
entre sus Miembros; y
 

b)         las medidas que habrán de adoptarse con respecto a los Miembros con
atrasos en el pago.

El reglamento financiero se basará, en la medida en que sea factible, en las


disposiciones y prácticas del GATT de 1947.

3.         El Consejo General adoptará el reglamento financiero y el proyecto de


presupuesto anual por una mayoría de dos tercios que comprenda más de la
mitad de los Miembros de la OMC.

4.         Cada Miembro aportará sin demora a la OMC la parte que le corresponda
en los gastos de la Organización de conformidad con el reglamento financiero
adoptado por el Consejo General.

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Artículo VIII
Condición jurídica de la OMC

1.         La OMC tendrá personalidad jurídica, y cada uno de sus Miembros le


conferirá la capacidad jurídica necesaria para el ejercicio de sus funciones.

2.         Cada uno de los Miembros conferirá a la OMC los privilegios e


inmunidades necesarios para el ejercicio de sus funciones.

3.         Cada uno de los Miembros conferirá igualmente a los funcionarios de la


OMC y a los representantes de los Miembros los privilegios e inmunidades
necesarios para el ejercicio independiente de sus funciones en relación con la
OMC.

4.         Los privilegios e inmunidades que ha de otorgar un Miembro a la OMC, a


sus funcionarios y a los representantes de sus Miembros serán similares a los
privilegios e inmunidades estipulados en la Convención sobre Prerrogativas e
Inmunidades de los Organismos Especializados, aprobada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 21 de noviembre de 1947.

5.         La OMC podrá celebrar un acuerdo relativo a la sede.

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Artículo IX
Adopción de decisiones

1.         La OMC mantendrá la práctica de adopción de decisiones por consenso


seguida en el marco del GATT de 1947. (1) Salvo disposición en contrario, cuando
no se pueda llegar a una decisión por consenso la cuestión objeto de examen se
decidirá mediante votación. En las reuniones de la Conferencia Ministerial y del
Consejo General, cada Miembro de la OMC tendrá un voto. Cuando las
Comunidades Europeas ejerzan su derecho de voto, tendrán un número de votos
igual al número de sus Estados miembros (2) que sean Miembros de la OMC. Las
decisiones de la Conferencia Ministerial y del Consejo General se adoptarán por
mayoría de los votos emitidos, salvo que se disponga lo contrario en el presente
Acuerdo o en el Acuerdo Comercial Multilateral correspondiente. (3)

2.         La Conferencia Ministerial y el Consejo General tendrán la facultad


exclusiva de adoptar interpretaciones del presente Acuerdo y de los Acuerdos
Comerciales Multilaterales. En el caso de una interpretación de un Acuerdo
Comercial Multilateral del Anexo 1, ejercerán dicha facultad sobre la base de una
recomendación del Consejo encargado de supervisar el funcionamiento de ese
Acuerdo. La decisión de adoptar una interpretación se tomará por mayoría de tres
cuartos de los Miembros. El presente párrafo no se aplicará de manera que
menoscabe las disposiciones en materia de enmienda establecidas en el artículo
X.

3.         En circunstancias excepcionales, la Conferencia Ministerial podrá decidir


eximir a un Miembro de una obligación impuesta por el presente Acuerdo o por
cualquiera de los Acuerdos Comerciales Multilaterales, a condición de que tal
decisión sea adoptada por tres cuartos (4) de los Miembros, salvo que se disponga
lo contrario en el presente párrafo.

a)         Las solicitudes de exención con respecto al presente Acuerdo se


presentarán a la Conferencia Ministerial para que las examine con arreglo a la
práctica de adopción de decisiones por consenso. La Conferencia Ministerial
establecerá un plazo, que no excederá de 90 días, para examinar la solicitud. Si
durante dicho plazo no se llegara a un consenso, toda decisión de conceder una
exención se adoptará por tres cuartos(4) de los Miembros.
 

b)         Las solicitudes de exención con respecto a los Acuerdos Comerciales


Multilaterales de los Anexos 1A, 1B o 1C y a sus Anexos se presentarán
inicialmente al Consejo del Comercio de Mercancías, al Consejo del Comercio de
Servicios o al Consejo de los ADPIC, respectivamente, para que las examinen
dentro de un plazo que no excederá de 90 días. Al final de dicho plazo, el Consejo
correspondiente presentará un informe a la Conferencia Ministerial.

4.         En toda decisión de la Conferencia Ministerial por la que se otorgue una


exención se indicarán las circunstancias excepcionales que justifiquen la decisi ón,
los términos y condiciones que rijan la aplicación de la exención y la fecha de
expiración de ésta. Toda exención otorgada por un período de más de un año será
objeto de examen por la Conferencia Ministerial a más tardar un año después de
concedida, y posteriormente una vez al año hasta que quede sin efecto. En cada
examen, la Conferencia Ministerial comprobará si subsisten las circunstancias
excepcionales que justificaron la exención y si se han cumplido los términos y
condiciones a que está sujeta. Sobre la base del examen anual, la Conferencia
Ministerial podrá prorrogar, modificar o dejar sin efecto la exención.

5.         Las decisiones adoptadas en el marco de un Acuerdo Comercial


Plurilateral, incluidas las relativas a interpretaciones y exenciones, se regirán por
las disposiciones de ese Acuerdo.

Volver al principio
Artículo X
Enmiendas

1.         Todo Miembro de la OMC podrá promover una propuesta de enmienda de


las disposiciones del presente Acuerdo o de los Acuerdos Comerciales
Multilaterales del Anexo 1 presentándola a la Conferencia Ministerial. Los
Consejos enumerados en el párrafo 5 del artículo IV podrán también presentar a la
Conferencia Ministerial propuestas de enmienda de las disposiciones de los
correspondientes Acuerdos Comerciales Multilaterales del Anexo 1 cuyo
funcionamiento supervisen. Salvo que la Conferencia Ministerial decida un período
más extenso, durante un período de 90 días contados a partir de la presentación
formal de la propuesta en la Conferencia Ministerial toda decisión de la
Conferencia Ministerial de someter a la aceptación de los Miembros la enmienda
propuesta se adoptará por consenso. A menos que sean aplicables las
disposiciones de los párrafos 2, 5 ó 6, en esa decisión se especificará si se
aplicarán las disposiciones de los párrafos 3 ó 4. Si se llega a un consenso, la
Conferencia Ministerial someterá de inmediato a la aceptación de los Miembros la
enmienda propuesta. De no llegarse a un consenso en una reunión celebrada por
la Conferencia Ministerial dentro del período establecido, la Conferencia Ministerial
decidirá por mayoría de dos tercios de los Miembros si someterá o no a la
aceptación de los Miembros la enmienda propuesta. A reserva de lo dispuesto en
los párrafos 2, 5 y 6, serán aplicables a la enmienda propuesta las disposiciones
del párrafo 3, a menos que la Conferencia Ministerial decida por mayoría de tres
cuartos de los Miembros que se aplicarán las disposiciones del párrafo 4.

2.         Las enmiendas de las disposiciones del presente artículo y de las


disposiciones de los artículos que se enumeran a continuación surtirán efecto
únicamente tras su aceptación por todos los Miembros:

Artículo IX del presente Acuerdo;


Artículos I y II del GATT de 1994;
Artículo II, párrafo 1, del AGCS;
Artículo 4 del Acuerdo sobre los ADPIC.
3.         Las enmiendas de las disposiciones del presente Acuerdo o de los
Acuerdos Comerciales Multilaterales de los Anexos 1A y 1C no comprendidas
entre las enumeradas en los párrafos 2 y 6, que por su naturaleza puedan alterar
los derechos y obligaciones de los Miembros, surtirán efecto para los Miembros
que las hayan aceptado tras su aceptación por dos tercios de los Miembros, y
después, para cada uno de los demás Miembros, tras su aceptación por él. La
Conferencia Ministerial podrá decidir, por mayoría de tres cuartos de los
Miembros, que una enmienda hecha efectiva en virtud del presente párrafo es de
tal naturaleza que todo Miembro que no la haya aceptado dentro del plazo fijado
en cada caso por la Conferencia Ministerial podrá retirarse de la OMC o seguir
siendo Miembro con el consentimiento de la Conferencia Ministerial.

4.         Las enmiendas de las disposiciones del presente Acuerdo o de los


Acuerdos Comerciales Multilaterales de los Anexos 1A y 1C no comprendidas
entre las enumeradas en los párrafos 2 y 6, que por su naturaleza no puedan
alterar los derechos y obligaciones de los Miembros, surtirán efecto para todos los
Miembros tras su aceptación por dos tercios de éstos.

5.         A reserva de lo dispuesto en el párrafo 2 supra, las enmiendas de las


Partes I, II y III del AGCS y de los correspondientes Anexos surtirán efecto para
los Miembros que las hayan aceptado tras su aceptación por dos tercios de los
Miembros, y después, para cada Miembro, tras su aceptación por él. La
Conferencia Ministerial podrá decidir, por mayoría de tres cuartos de los
Miembros, que una enmienda hecha efectiva en virtud de la precedente
disposición es de tal naturaleza que todo Miembro que no la haya aceptado dentro
del plazo fijado en cada caso por la Conferencia Ministerial podrá retirarse de la
OMC o seguir siendo Miembro con el consentimiento de la Conferencia Ministerial.
Las enmiendas de las Partes IV, V y VI del AGCS y de los correspondientes
Anexos surtirán efecto para todos los Miembros tras su aceptación por dos tercios
de éstos.

6.         No obstante las demás disposiciones del presente artículo, las enmiendas
del Acuerdo sobre los ADPIC que satisfagan los requisitos establecidos en el
párrafo 2 del artículo 71 de dicho Acuerdo podrán ser adoptadas por la
Conferencia Ministerial sin otro proceso de aceptación formal.

7.         Todo Miembro que acepte una enmienda del presente Acuerdo o de un
Acuerdo Comercial Multilateral del Anexo 1 depositará un instrumento de
aceptación en poder del Director General de la OMC dentro del plazo de
aceptación fijado por la Conferencia Ministerial.

8.         Todo Miembro de la OMC podrá promover una propuesta de enmienda de


las disposiciones de los Acuerdos Comerciales Multilaterales de los Anexos 2 y 3
presentándola a la Conferencia Ministerial. La decisión de aprobar enmiendas del
Acuerdo Comercial Multilateral del Anexo 2 se adoptará por consenso y estas
enmiendas surtirán efecto para todos los Miembros tras su aprobación por la
Conferencia Ministerial. Las decisiones de aprobar enmiendas del Acuerdo
Comercial Multilateral del Anexo 3 surtirán efecto para todos los Miembros tras su
aprobaci ón por la Conferencia Ministerial.

9.         La Conferencia Ministerial, previa petición de los Miembros partes en un


acuerdo comercial, podrá decidir, exclusivamente por consenso, que se incorpore
ese acuerdo al Anexo 4. La Conferencia Ministerial, previa petición de los
Miembros partes en un Acuerdo Comercial Plurilateral, podrá decidir que se
suprima ese Acuerdo del Anexo 4.

10.        Las enmiendas de un Acuerdo Comercial Plurilateral se regirán por las


disposiciones de ese Acuerdo.

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Artículo XI
Miembros iniciales

1.         Las partes contratantes del GATT de 1947 en la fecha de la entrada en


vigor del presente Acuerdo, y las Comunidades Europeas, que acepten el
presente Acuerdo y los Acuerdos Comerciales Multilaterales y para las cuales se
anexen Listas de Concesiones y Compromisos al GATT de 1994, y para las cuales
se anexen Listas de Compromisos Específicos al AGCS, pasarán a ser Miembros
iniciales de la OMC.

2.         Los países menos adelantados reconocidos como tales por las Naciones
Unidas sólo deberán asumir compromisos y hacer concesiones en la medida
compatible con las necesidades de cada uno de ellos en materia de desarrollo,
finanzas y comercio o con sus capacidades administrativas e institucionales.

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Artículo XII
Adhesión

1.         Todo Estado o territorio aduanero distinto que disfrute de plena autonomía
en la conducción de sus relaciones comerciales exteriores y en las demás
cuestiones tratadas en el presente Acuerdo y en los Acuerdos Comerciales
Multilaterales podrá adherirse al presente Acuerdo en condiciones que habrá de
convenir con la OMC. Esa adhesión será aplicable al presente Acuerdo y a los
Acuerdos Comerciales Multilaterales anexos al mismo.

2.         Las decisiones en materia de adhesión serán adoptadas por la


Conferencia Ministerial, que aprobará el acuerdo sobre las condiciones de
adhesión por mayoría de dos tercios de los Miembros de la OMC.

3.         La adhesión a un Acuerdo Comercial Plurilateral se regirá por las


disposiciones de ese Acuerdo.

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Artículo XIII
No aplicación de los Acuerdos Comerciales Multilaterales entre Miembros

1.         El presente Acuerdo y los Acuerdos Comerciales Multilaterales


enumerados en los Anexos 1 y 2 no se aplicarán entre dos Miembros si uno u otro
no consiente en dicha aplicación en el momento en que pase a ser Miembro
cualquiera de ellos.

2.         Se podrá recurrir al párrafo 1 entre Miembros iniciales de la OMC que


hayan sido partes contratantes del GATT de 1947 únicamente en caso de que se
hubiera recurrido anteriormente al artículo XXXV de ese Acuerdo y de que dicho
artículo estuviera vigente entre esas partes contratantes en el momento de la
entrada en vigor para ellas del presente Acuerdo.

3.         El párrafo 1 se aplicará entre un Miembro y otro Miembro que se haya


adherido al amparo del artículo XII únicamente si el Miembro que no consienta en
la aplicación lo hubiera notificado a la Conferencia Ministerial antes de la
aprobación por ésta del acuerdo sobre las condiciones de adhesión.

4.         A petición de cualquier Miembro, la Conferencia Ministerial podrá examinar


la aplicación del presente artículo en casos particulares y formular
recomendaciones apropiadas.

5.         La no aplicación de un Acuerdo Comercial Plurilateral entre partes en el


mismo se regirá por las disposiciones de ese Acuerdo.

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Artículo XIV
Aceptación, entrada en vigor y depósito

1.         El presente Acuerdo estará abierto a la aceptación, mediante firma o


formalidad de otra clase, de las partes contratantes del GATT de 1947, y de las
Comunidades Europeas, que reúnan las condiciones estipuladas en el artículo XI
del presente Acuerdo para ser Miembros iniciales de la OMC. Tal aceptación se
aplicará al presente Acuerdo y a los Acuerdos Comerciales Multilaterales a él
anexos. El presente Acuerdo y los Acuerdos Comerciales Multilaterales a él
anexos entrarán en vigor en la fecha que determinen los Ministros según lo
dispuesto en el párrafo 3 del Acta Final en que se incorporan los resultados de la
Ronda Uruguay de Negociaciones Comerciales Multilaterales y quedarán abiertos
a la aceptación durante un período de dos años a partir de esa fecha, salvo
decisión en contrario de los Ministros. Toda aceptación posterior a la entrada en
vigor del presente Acuerdo surtirá efecto el 30º día siguiente a la fecha de la
aceptación.

2.         Los Miembros que acepten el presente Acuerdo con posterioridad a su


entrada en vigor pondrán en aplicación las concesiones y obligaciones
establecidas en los Acuerdos Comerciales Multilaterales que hayan de aplicarse a
lo largo de un plazo contado a partir de la entrada en vigor del presente Acuerdo
como si hubieran aceptado este instrumento en la fecha de su entrada en vigor.

3.         Hasta la entrada en vigor del presente Acuerdo, su texto y el de los


Acuerdos Comerciales Multilaterales serán depositados en poder del Director
General de las PARTES CONTRATANTES del GATT de 1947. El Director General
remitirá sin dilación a cada uno de los gobiernos, y a las Comunidades Europeas,
que hayan aceptado el presente Acuerdo, copia autenticada de este instrumento y
de los Acuerdos Comerciales Multilaterales, y notificación de cada aceptación de
los mismos. En la fecha de su entrada en vigor, el presente Acuerdo y los
Acuerdos Comerciales Multilaterales, al igual que toda enmienda de los mismos,
quedarán depositados en poder del Director General de la OMC.

4.         La aceptación y la entrada en vigor de un Acuerdo Comercial Plurilateral se


regirán por las disposiciones de ese Acuerdo. Tales Acuerdos quedarán
depositados en poder del Director General de las PARTES CONTRATANTES del
GATT de 1947. Cuando entre en vigor el presente Acuerdo, esos Acuerdos se
depositarán en poder del Director General de la OMC.

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Artículo XV
Denuncia

1.         Todo Miembro podrá denunciar el presente Acuerdo. Esa denuncia se


aplicará al presente Acuerdo y a los Acuerdos Comerciales Multilaterales y surtirá
efecto a la expiración de un plazo de seis meses contado a partir de la fecha en
que haya recibido notificación escrita de la misma el Director General de la OMC.

2.         La denuncia de un Acuerdo Comercial Plurilateral se regirá por las


disposiciones de ese Acuerdo.

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Artículo XVI
Disposiciones varias

1.         Salvo disposición en contrario en el presente Acuerdo o en los Acuerdos


Comerciales Multilaterales, la OMC se regirá por las decisiones, procedimientos y
práctica consuetudinaria de las PARTES CONTRATANTES del GATT de 1947 y
los órganos establecidos en el marco del mismo.

2.         En la medida en que sea factible, la Secretaría del GATT de 1947 pasará a
ser la Secretaría de la OMC y el Director General de las PARTES
CONTRATANTES del GATT de 1947 actuará como Director General de la OMC
hasta que la Conferencia Ministerial nombre un Director General de conformidad
con lo previsto en el párrafo 2 del artículo VI del presente Acuerdo.

3.         En caso de conflicto entre una disposición del presente Acuerdo y una
disposición de cualquiera de los Acuerdos Comerciales Multilaterales, prevalecerá,
en el grado en que haya conflicto, la disposición del presente Acuerdo.

4.         Cada Miembro se asegurará de la conformidad de sus leyes, reglamentos


y procedimientos administrativos con las obligaciones que le impongan los
Acuerdos anexos.

5.         No podrán formularse reservas respecto de ninguna disposición del


presente Acuerdo. Las reservas respecto de cualquiera de las disposiciones de los
Acuerdos Comerciales Multilaterales sólo podrán formularse en la medida prevista
en los mismos. Las reservas respecto de una disposición de un Acuerdo
Comercial Plurilateral se regirán por las disposiciones de ese Acuerdo.
6.         El presente Acuerdo será registrado de conformidad con las disposiciones
del Artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas.

HECHO en Marrakech el quince de abril de mil novecientos noventa y cuatro, en


un solo ejemplar y en los idiomas español, francés e inglé s, siendo cada uno de
los textos igualmente auténtico.

Notas explicativas:Volver al principio

Debe entenderse que los términos “país” y “países” utilizados en el presente


Acuerdo y en los Acuerdos Comerciales Multilaterales incluyen todo territorio
aduanero distinto Miembro de la OMC.

En el caso de un territorio aduanero distinto Miembro de la OMC, cuando una


expresión que figure en el presente Acuerdo y en los Acuerdos Comerciales
Multilaterales esté calificada por el término “nacional” se entenderá que dicha
expresión se refiere a ese territorio aduanero, salvo estipulación en contrario.

LISTA DE ANEXOS

ANEXO 1

ANEXO 1A: ACUERDOS MULTILATERALES SOBRE EL COMERCIO DE


MERCANCÍAS

 Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994


 Acuerdo sobre la Agricultura
 Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias
 Acuerdo sobre los Textiles y el Vestido
 Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio
 Acuerdo sobre las Medidas en materia de Inversiones relacionadas con
el Comercio
 Acuerdo relativo a la Aplicación del Artículo VI del Acuerdo General
sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994
 Acuerdo relativo a la Aplicación del Artículo VII del Acuerdo General
sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994
 Acuerdo sobre Inspección Previa a la Expedición
 Acuerdo sobre Normas de Origen
 Acuerdo sobre Procedimientos para el Trámite de Licencias de
Importación
 Acuerdo sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias
 Acuerdo sobre Salvaguardias

ANEXO 1B:  ACUERDO GENERAL SOBRE EL COMERCIO DE SERVICIOS Y


ANEXOS

ANEXO 1C:  ACUERDO SOBRE LOS ASPECTOS DE LOS DERECHOS DE


PROPIEDAD INTELECTUAL RELACIONADOS CON EL COMERCIO

ANEXO 2

ENTENDIMIENTO RELATIVO A LAS NORMAS Y PROCEDIMIENTOS POR LOS


QUE SE RIGE LA SOLUCIÓN DE DIFERENCIAS

ANEXO 3

MECANISMO DE EXAMEN DE LAS POLITICAS COMERCIALES

ANEXO 4

ACUERDOS COMERCIALES PLURILATERALES

 Acuerdo sobre el Comercio de Aeronaves Civiles


 Acuerdo sobre Contratación Pública
 Acuerdo Internacional de los Productos Lácteos
 Acuerdo Internacional de la Carne de Bovino
Notas:

 1.Se considerará que el órgano de que se trate ha adoptado una


decisión por consenso sobre un asunto sometido a su consideración si
ningún Miembro presente en la reunión en que se adopte la decisión se
opone formalmente a ella.  volver al texto
 2.El número de votos de las Comunidades Europeas y sus Estados
miembros no exceder á en ningún caso del número de los Estados
miembros de las Comunidades Europeas.  volver al texto
 3.Las decisiones del Consejo General reunido como Órgano de Solución
de Diferencias sólo podrán adoptarse de conformidad con las
disposiciones del párrafo 4 del artículo 2 del Entendimiento sobre
Solución de Diferencias.  volver al texto
 4.Las decisiones de conceder una exención respecto de una obligación
sujeta a un período de transición o a un período de aplicació n
escalonada que el Miembro solicitante no haya cumplido al final del
período correspondiente se adoptarán únicamente por consenso

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