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Oración Por Los Proclamadores

Te doy gracias, Señor, porque a pesar de mi fragilidad, tu


Palabra puede más que mis pecados,
tu gracia más que mis faltas,
tu llamado más que mis imperfecciones.
Gracias, Señor, por hacerte presente a través de mi voz, por
dejarme ser cauce entre tí y mis hermanos,
entre el cielo y la tierra, entre el altar y la asamblea.
Gracias, Señor, por permitirme ser instrumento tuyo, por
confiar en mí y por dejarme estar a tu servicio, Señor,
para lo cual te prometo una entrega responsable y
comprometida.
Por todo ello, gracias te doy, Señor. Amen
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Lectura del Evangelio según san Lucas (4, 16-22)
"Vino a Nazará, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el
día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del
profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito: El
Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la
Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los
ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor.
Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los
ojos estaban fijos en él. Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acabáis de
oír, se ha cumplido hoy.» Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las
palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de
José?»"
Palabra de Dios
1. ¿Qué actitud asume Jesús en la Sinagoga de Nazareth?
2. ¿Soy consciente de que su función en ese momento era la de transmitir a
la Asamblea reunida, la Palabra de Dios dada a Isaías?
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Los grandes lectores nos conmueven e
Una estudiante de comunicaciones -una joven brillante y impresionan desde las profundidades
experta- comenzó la primera lectura, hablando de sus almas y de su más profundo
magníficamente, articulando cada sílaba con perfecta amor por el Señor. No importa que
claridad, variando su tono maravillosamente, acelerando maravillosas sean sus habilidades de
y reduciendo el ritmo en los lugares indicados, y con un discurso, cuando usted no sabe acerca
balance perfecto de la dramatización. Cuando ella de lo que está leyendo, los fieles, la
terminó, una anciana caminó cojeando lentamente hasta congregación, son los primeros en
el ambón para la segunda lectura. Cuando ella comenzó, sentirlo.
sus lentes se le resbalaron de su nariz. Ella los
recuperó, los ajustó y continuó. Su voz era frágil, su
A partir de caso anterior,
ritmo errático, su postura pobre, su contacto visual casi responde:
nada. Pero cuando ella terminó, no había un ojo seco en
❑ ¿Qué opina usted de este escenario?
el lugar. La primer lectora, perpleja le preguntó a la
❑ ¿Qué fue lo que más le llamó la
mujer mayor, “¿Cómo fue usted capaz de conmover a
atención?
aquella gente así? Estoy segura que yo no los conmoví
de esa manera.” Y la mujer mayor, humildemente
contestó, “Usted sabía el texto. Yo conocía al autor.”
(Pausa) Continuar
VESTUARIO DEL LECTOR

Al acercarse al ambón, usted hace una inclinación profunda. Ahora


imagine que su ropa está demasiado apretada o demasiado corta,
demasiado reveladora, o muy casual, o que sus tacones de cinco
pulgadas hacen que la gente se preocupe si usted se va a caer o torcer
el tobillo. ¿Necesito decir más? La gente se distrae. Los hombres no
están exentos de esto, también deben de vestirse con dignidad.
“Revístanse ustedes del Señor Jesucristo.” Dice San Pablo en
Romanos 13:14.

La manera como nos vestimos es importante. Debe reflejar la


dignidad de la tarea que estamos realizando al leer la Palabra de Dios.
¿Cómo nos vestiríamos para visitar el Presidente en la Casa Blanca o
para ir a una entrevista para un empleo? Pues, en La Iglesia ¿a quién
visitamos? ¡A la Segunda Persona de la Santísima Trinidad,
Jesucristo, Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad!

Continuar
VESTUARIO DEL LECTOR
(continuación)

La tarea del lector es ayudar a la asamblea


reunida a encontrar a Dios en Su Palabra. Así
que todo lo que el lector hace durante la Misa
deberá ayudar a los fieles a enfocarse en
la Escritura, y no en el lector mismo. Esto
quiere decir que el vestuario del lector no
debe distraer a la audiencia de la lectura
de la Palabra de Dios, sino que deberá
expresar la dignidad de la Palabra, y la
importancia que el lector da a su servicio en
este ministerio.
Proclamador: recuerda que usted debe
proclamar:
• CON ALEGRÍA: Porque la Palabra de Dios es una Buena Noticia, un Evangelio que se
nos anuncia y usted nos debe transmitir.
• CON FE: porque sabemos que es mensaje de Dios y va dirigido a todos y usted es el
mensajero.
• CON DESEO DE SERVIR: porque usted se ha prestado para servir como intermediario entre
Dios y la comunidad, su pueblo.
• CON ILUSIÓN: poniendo usted todo el empeño en que la Palabra no sea sólo oida sino
escuchada desde el corazón, como si todo dependiera de usted, pero…
• CON HUMILDAD: sabiendo que usted, solo pone la voz, pero la palabra no es suya, es
Palabra de Dios.
• CON TÉCNICA: porque tiene que llegar a todos en las mejores condiciones, sin que se pierda
una sola sílaba. Leyendo más lentamente las frases que son más importantes y que se deben
destacar.
• CON MUCHO RESPETO: que debe notarse en nuestra postura, nuestro vestido, nuestro
recogimiento.
• CON SENTIMIENTO: esto no lo da la técnica y los años, sino la fe.
1. Proclamar bien, es re-crear, volver a crear, dar vida al texto y a su autor.
2. Es transmitir a la comunidad lo que Dios quiere decir hoy, aunque el texto pertenezca a libros de
hace muchos años.
3. Usted debe procurar no solo que se escuche bien el sonido, sino que a todos se les haga fácil
captar el mensaje que les llega de Dios y se sientan movidos a responder con la fe.
4. A veces el texto es difícil. A veces usted no está debidamente motivado por razones particulares
suyas, es entonces cuando más atención e interés debe poner en la lectura. Dios se lo pide así.
5. Otras veces será la comunidad la que no se sienta motivada. Es entonces cuando usted debe
motivarles usando un tono solemne, dándole importancia a lo que proclama, poniendo un interés
especial en que su proclamación sea una celebración de la Palabra.
6. Usted tiene que ser un buen comunicador de la Palabra para que llegue a todos en las mejores
condiciones de audición y de entendimiento. Facilite que todos puedan dar un SI a Dios a través de
su Palabra.
7. Haga todo lo que esté en sus manos para que la Palabra de Dios se “Encarne” y se haga vida a
través de usted.
8. Usted debe ser el primer oyente de la Palabra. Debe ser el primero que escuche con fe lo que
Dios está diciendo a la Asamblea a través de usted.
9. Inicie siempre la preparación de la lectura de la Palabra de Dios con una oración al Dios de la
palabra.
1. ¿Qué le impactó del material anterior?
2. ¿Por qué el vestuario es tan importante para el proclamador?
3. ¿Cuáles pueden ser algunas de las cosas que pueden distrae la audiencia de
la Asamblea?
4. ¿Cómo debe proclamar una ministro de la Palabra?
5. Sabiendo que Dios habla a sus hijos a través de uste, ¿qué recomendaciones
asumiría para que su mensaje no se pierda?
6. ¿Qué podría añadir a este tema?

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Señor, tu nos has llamado a tu servicio,
pidiéndonos prestadas nuestras voces, la
inteligencia y los ojos para proclamar tu
Palabra en las celebraciones. Que al
responder a ese llamado seamos fieles a lo que
tu quieres que transmitamos a los demás.
Aumenta nuestra humildad y sencillez para
ser sal y luz de los demás. Amén.

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