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INTRODUCCION
La semanas anteriores aprendimos que: cuando hacemos algo bueno con motivaciones incorrectas, esa
forma de actuar destruye, anula la acción (llámese dar limosna o el mismo hecho de orar) que importante es
conocer las motivaciones de nuestras acciones
I. ¿QUÉ ES EL AYUNO?
Cabe mencionar que no daremos un detalle profundo de lo que es el ayuno, como y cuando hacerlo, para esto
lo invitamos a que revise el video del pastor Polio en el mes de abril referente a este tema. (disciplinas
espirituales)
Ayuno entonces significa no comer… pero no confundamos el término ayuno con ponerse a dieta, el ayuno es
algo más profundo.
En las Sagradas Escrituras encontramos el ayuno cuando tiene que ver con momentos de estrés emocional,
amenaza, algo malo que le iba a ocurrir al pueblo, un periodo de tiempo donde se necesitaba conocer la
voluntad del Señor.
Ejemplos:
- Ester ayunando para que el pueblo no fuera exterminado
- Nehemías convoca ayuna que termina en confesión de pecado
- Daniel y sus amigos en Babilonia (ayuno parcial)
- Jesús al inicio de su ministerio (tiempo de dificultad)
Debemos luchar contra el pensamiento mecánico del ayuno, si hago esto, obtendré esto otro. El dejar de
comer no nos hará más espirituales.
El ayuno no es un fin en sí mismo, también es necesario aclarar que no es un mecanismo de extorsión a Dios
para que hago lo que decimos, “no es una huelga de hambre” como las que algunos hacen para que no los
extraditen o atiendan a sus exigencias. El ayuno no es una “llave” que abre la ventana de los cielos para
obtener bendiciones, no es un acto en sí que va a lograr una respuesta de Dios a la exigencia humana, como
tampoco ocurre con la práctica de la oración o el dar limosna (ayuda económica), y de paso sea dicho, ni con
el diezmo. No son cosas mágicas, simplemente son prácticas de la vida piadosa, que expresan amor por Dios,
humilde agradecimiento, y amor por el prójimo.
Ayunamos para tener una mayor comunión con Dios, entendiendo que ahí es el lugar de refugio de
nuestras almas afligidas, no lo hacemos para convencerlo sino para entenderlo y conocer la buena
voluntad. El ayuno nos ayuda a aumentar la sensibilidad del creyente a la dirección de Dios.
Es un momento de en el cual sentimos una profunda necesidad de Dios que nos mueve a buscarle a Él, en
una forma especial y particular.
Regresemos al texto
Mateo 6:16 “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para
mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”.
He aquí un pasaje de las Escrituras que generalmente se ignora. Sospecho que alguno de nosotros vivimos
nuestra vida cristiana como si estos versículos hubieran sido arrancados de nuestras Biblias.
La mayoría de los cristianos hacen hincapié en la oración diaria o en dar limosna (pero pocos hacen hincapié
en el ayuno.
Esta es una presuposición que está haciendo el Señor (es normal que el cristiano haga estas cosas)
Si decimos que hay un animal que tiene plumas, tiene pico, camina como pato y hacen cuack ¿Qué es?... es
un pato….estas son evidencias que este animal es un pato…..de la misma manera aunque no es un
mandamiento rígido a cumplir, esta práctica a acompañado al pueblo de Dios a lo largo de la historia.
El Señor no critica a los que ayunan…Él está presuponiendo que sus discípulos lo harán, pero nos advierte
que al hacerlo lo hagamos de una forma correcta, no como los hipócritas
Debemos hacer lo correcto en nuestra vida cristiana, pero con una motivación correcta. No basta con estar en
el lugar correcto haciendo las cosas correctas, debemos tener una motivación correcta.
La pregunta es porque estamos haciendo las cosas que hacemos (venir a la iglesia, cantar algunas
alabanzas, estas prácticas algunas son aceptadas por Dios y otras no) el pecado es tan sutil que nos
perseguirá hasta en esas prácticas y si las realizamos de una forma incorrecta terminaremos centrándonos en
nosotros mismos y no en Dios.
En el tema del ayuno existen algunas distorsiones, y el conocerlas nos pueden ayudar a comprender de una
forma correcta la perspectiva bíblica del tema.
No es mucho lo que se habla en ciertos círculos evangélicos, se desconoce cuándo, porque y como ayunar.
Existen personas que aun confesándose ser cristianos nunca han ayunado.
Piensan que es algo que solo lo practican cierto grupo de creyentes, que tienen un gran calibre espiritual o en
el peor de los casos que esta práctica la hacen solamente algunas personas fanáticas, personas exageradas
en el desempeño de su religión.
¿Por qué hay tanta ignorancia y predisposición en algunos círculos evangélicos de este tema?
o Porque hay un trasfondo católico romano y hemos reaccionado a ese trasfondo. (La idea es
de abstinencia con el fin de obtener méritos delante de Dios…en la cuaresma). El ayuno de
este tipo no es el que encontramos en las Sagradas Escrituras, el ayuno no es algo que
podemos premeditar con tanta precisión.
Si creemos que el ayuno es una acción por medio de la cual podemos convencer a Dios a
que nos conceda algo, esto es una deshonra a Dios porque lo priva de su soberanía y pone
en entredicho su misericordia.
Es un estilo de reacción, de rechazo del sistema pagano, como consecuencia echamos
fuera una práctica genuina del creyente.
Todo lo que huele a sacrificio tiene a ser rechazado y quizá hasta ridiculizado
2 Timoteo 3:1-5 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos
peligrosos.2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos,
soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural,
implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,
4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5 que
tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.
¡Si somos de este tipo de pensamiento, como vamos a ver con agrado el ayuno!
Necesitamos ser guiados por el patrón bíblico
¿Será que nosotros no ayunamos porque somos más poderosos que ellos, seremos más
espirituales que ellos, que tenemos menos cosas que arrepentirnos o será que tenemos
una visión más ligera del pecado?
Espero que con esto no me mal interpreten…Como dice Sugel Michelén “Ninguna practica
es lícita por ser antigua, ni ninguna practica es ilícita por ser novedosa”. No es la edad o el
tiempo lo que hace la diferencia…son las Sagradas Escrituras las que nos dan las pautas
de nuestras prácticas o disciplinas.
Filipenses 3:17 17 Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen
según el ejemplo que tenéis en nosotros.
Quizá se le ha puesto más énfasis a la mecánica del ayuno que a su esencia. Se puede hacer esto, se puede
hacer aquello, esto sí, esto no (esto es la mecánica), como se hace
No hay una forma rígida de ayunar, puede ser individual, colectivo, de un día, de más de un día, puede ser
parcial, total.
Ya sea de un modo o de otro lo que nos debe interesar a nosotros es venir ante Él y aferrarnos buscando la
dirección, anhelando su presencia.
Ayunamos para tener una mayor comunión con Dios, entendiendo que ahí es el lugar de refugio de
nuestras almas afligidas, no lo hacemos para convencerlo sino para entenderlo y conocer la buena
voluntad. El ayuno nos ayuda a aumentar la sensibilidad del creyente a la dirección de Dios.
Mateo 6:16 “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para
mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”.
Al parecer desde los días del profeta Isaías se había perdido el verdadero significado del ayuno: humillarse y
buscar el rostro de Dios, por ello el antiguo profeta dice:
Isaías 58:3. “¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por
entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros
trabajadores”,
Los fariseos ayunaban los lunes y los jueves (esto era en base a la tradición que decía que Moisés había
subido al monte Sinaí un jueves y había descendido un lunes.
A. "No seáis austeros". Sin adorno, sencillez fingida. Los hipócritas no sentían tristeza por sus pecados,
sino que solamente fingían la humildad y la tristeza.
B. "Ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan". Demudaban o desfiguraban
sus caras. No se lavaban, no se peinaban, no se ungían y se cubrían de ceniza, para indicar una devoción
profunda. Querían indicar con este "disfraz" que estaban muy afligidos por Dios. Era "otra cara"; no la cara
natural. Por eso, eran hipócritas (palabra que viene de la práctica de los actores griegos y romanos de usar
máscaras).
En esos dos días de la semana hacían todo lo que fuera posible para que los demás supiesen que ellos
estaban ayunando. Se ponían en las esquinas de las calles para que la gente dijera: Waooo cuanta piedad…
miren si hasta se están muriendo de hambre.
Antes de afligir sus almas delante de Dios, los fariseos afligían sus cuerpos, como un vehículo de propaganda
que llenaba sus almas de orgullo. El Señor dice que al hacerlo tendrían su recompensa.
Mateo 6:17-18 “Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que
ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”.
Una vez más el Señor hace hincapié en la importancia de no dar a conocer a los hombres lo que hacemos
delante de Dios. La verdadera justicia se practica con un corazón sincero, necesitado de Dios y para
Dios. Nunca busca que los hombres se enteren de lo que hace para recibir su aplauso. Con el ayuno es lo
mismo, Jesús les dice que deben ungir sus cabezas y lavar su rostro, para que nadie se entere de lo que
están haciendo, y así lo que se hace en secreto para nuestro Padre, Él lo recompensará en público.
La apariencia debe ser normal, como si no ayunara, que no haya diferencia en su apariencia si ayuna o si no
ayuna. Es un trato de Dios y usted. Esta conducta es lo opuesto de la práctica de los hipócritas.
El texto nos dice que hay dos recompensas: (1) ser alabados por los hombres, o (2) ser aceptados y
bendecidos por Dios.
La idea central del ayuno es una disciplina o ejercicio para aprender a controlar mis apetitos carnales para que
mi apetito por el Señor crezca y así ser satisfecho con Dios. Usamos todos los medios de gracia que el Señor
nos da como la oración, la lectura y meditación de la Palabra de Dios, el silencio y retiro, y aun la adoración
para alimentarnos y satisfacernos más en el Señor.
Tristemente a veces buscamos nuestra satisfacción más en lo físico que en Dios. Somos fácilmente
controlados por el deseo de comer. El ayuno es una disciplina que nos ayuda a desear más a Dios que a la
comida. Aprendemos a ser controlados y guiados por el Espíritu Santo y no por nuestros estómagos.
CONCLUSIÓN
Viendo de nuevo estos versículos, es evidente que de principio a fin Jesús ha estado poniendo en contraste
dos clases optativas de piedad, la farisea y la cristiana. La piedad farisea es ostentosa, motivada por la
vanidad y recompensada por los hombres. La piedad cristiana es secreta, motivada por la humildad y
recompensada por Dios.
¿Con qué motivaciones hemos ayunado?, ¿lo hemos realizado de la manera correcta?, ¿estamos pensando
en hacerlo como el Señor nos enseña, o todavía luchamos con motivaciones equivocadas no solo para el
ayuno, sino para la oración y el hacer misericordia? Otra vez, recordemos que no se trata sino de una
ilustración de lo que es la vida piadosa.
El Señor no nos manda ayunar todos los sábados o domingos, ni una ni dos veces a la semana, ni una al año;
pero cuando lo hagamos, debemos buscar agradar a Dios y disfrutar de la comunión con él, antes que
pretender un resultado mágico por practicar el ayuno, o por simplemente exhibirnos como muy piadosos, pues
lo que realmente nos debe importar es la gloria de Dios y nada más.
Pero sea de un modo o de otro, lo importante es la disposición que nos ha movido a venir delante de Dios en
oración y ayuno. ¿Es acaso que has sentido un dolor agudo por causa de tu pecado? ¿O que te encuentras
en medio de una situación aflictiva? ¿O en medio de alguna circunstancia difícil y necesitas la dirección de
Dios? Busca el rostro de Dios con un profundo sentido de dependencia.
Salmo145:18 Cercano está Jehová a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras.
Oremos que aprendamos a abstenernos de toda clase de mal, con tal de agradar al que nos perdonó, nos
salvó, y nos ha hecho sus hijos.
¿Cómo debo de ayunar?
Hay mucha libertad en cuanto al tiempo y el cómo del ayuno. Antes de darles unas sugerencias sobre cómo
ayunar quiero advertirles que si tienen alguna enfermedad como diabetes consulten con su médico antes de
ayunar.
1. Programa tu ayuno. Puede ser espontaneo, pero como toda disciplina si no lo programamos
nunca lo vamos hacer. Verifica tu calendario y marca un día para dedicarte al ayuno. Ten una lista
de versículos que vas a estar meditando durante el ayuno, una lista de oración y un propósito claro.
2. Comienza dando pequeños pasos. Comienza con dejar la comida por un breve período de
tiempo. Por ejemplo, no participes del desayuno ni del almuerzo el primer día que ayunes. Cuando
aprendas a vencer la urgencia de comer puedes hacerlo un día completo. Si no eres disciplinado,
no pretendas que vas a poder ayunar todo un día la primera vez. Algunos creen que pueden correr
dos kilómetros cuando se cansan caminando a su auto.
3. Recuerda que cuando estés ayunando tendrás hambre. El ayuno es crear más hambre por
Dios. Cuando te de hambre física tómala como tu alarma para usar los medios de gracia que Dios
te ha dado para acercarte más a Él. Cada vez que te de hambre, reemplázalo con la meditación de
la Palabra de Dios, cantos de adoración y oración. Una manera de ver esto es la siguiente: estás
intercambiando una alegría (comer) por el gozo (Dios).
4. No publiques tu ayuno. El Señor nos enseña “Y cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los
hipócritas; porque ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que están ayunando. En
verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava
tu rostro, para no hacer ver a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu
Padre, que ve en lo secreto, te recompensará” (Mt. 6:16-18). Aprendemos varios principios sobre el
ayuno en este pasaje, pero la clave es lo siguiente: “no pongas cara triste”. Por implicación, esta
actividad debe producir gozo. No lo publiques en Facebook o Twitter.