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LAS RAMAS DEL PODER PUBLICO EN COLOMBIA

Rama ejecutiva, legislativa, judicial, cada una de estas tienen funciones


específicas ejercidas por diferentes entidades, aunque estos órganos velan
por los derechos y justicias entre otras cosas no impide que haya
corrupciones o injusticias.
La rama ejecutiva es una de las tres funciones del Estado establecidas en la
constitución de la República de Colombia. Su función es la de gestionar las
políticas públicas y administrar los bienes de la nación. Se encuentra
gestionada por el gobierno nacional y su responsabilidad recae,
principalmente, sobre el Presidente de la República y sus ministros Es
responsabilidad de la rama ejecutiva lidiar con la gestión diaria del Estado. Se
pueden categorizar las funciones de la rama ejecutiva en tres áreas: la
política, la administrativa y la reglamentarista. La faceta política se encarga
de conducir a la nación y atender aquellas tareas no regularizadas por la ley
como el nombramiento de ministros o la aprobación de tratados especiales.
La administrativa se encarga de gestionar las distintas instituciones a su
cargo, tales como gobernaciones y ministerios, para asegurar su correcto
funcionamiento. Por último, tiene un papel importante la reglamentación,
con la implementación de decretos. Las funciones de la rama ejecutiva están
repartidas entre las distintas instituciones y cargos que la componen. La rama
o poder legislativo, cuya mayor representación el Congreso de la República,
es aquel responsable de gestionar todo lo relacionado con la creación,
interpretación, reformación y derogación de leyes. El congreso está
constituido por dos organismos principales: el Senado y la Cámara de
representantes cuyos funcionarios son elegidos por voto popular y son, por
tanto, representación de la voluntad de los mismos. Esta rama tiene potestad
para reformar la constitución, supervisar la gestión de los ministros y demás
autoridades del gobierno, designar a las autoridades del poder judicial y
ejercer control público sobre cualquier asunto investigado por sus
comisiones.
La rama judicial del poder público constituye una pieza central en el
funcionamiento del Estado y está encargada fundamentalmente de aplicar
las normas para proteger los derechos, el cumplimiento de obligaciones y en
general de solucionar conflictos para garantizar una convivencia pacífica. Tal
y como lo establece el artículo 228 de la Constitución Política “La
Administración de Justicia es función pública. Sus decisiones son
independientes. Las actuaciones serán públicas y permanentes con las
excepciones que establezca la ley y en ellas prevalecerá el derecho
sustancial. Los términos procesales se observarán con diligencia y su
incumplimiento será sancionado. Su funcionamiento será desconcentrado y
autónomo”. Así, la rama judicial cuenta con independencia en sus decisiones
frente a las otras ramas del poder público, es decir, frente a la rama ejecutiva
y la rama legislativa, las cuales son las otras dos ramas del Poder Público en
Colombia; así mismo, cuenta con autonomía dentro de su misma rama.
El poder judicial lo ejercen los jueces y sus resoluciones solamente podrán
ser revocadas por organismos judiciales de orden superior, en tanto, este
poder tiene la posibilidad de imponerle sus decisiones a los otros dos
poderes del estado en caso de que estos, con sus comportamientos,
contradigan la legislación. Uno de los principales obstáculos que la justicia ha
atravesado, y que sigue padeciendo, es la insoportable presión que muchos
gobernantes, al frente del poder ejecutivo, ejercen contra jueces y tribunales
para torcer sus decisiones cuando la justicia arrincona al poder vigente
afectando sus intereses políticos o económicos, muchas veces, este reacciona
con presiones y amenazas que consisten en desplazamientos de cargos,
juicios políticos, y hasta intimidaciones personales.

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