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~RI()
Reservados los derechos
de propiedad conforme
á la ley.
ANTOLOGIA
DEL
PRIMERA PARTE
(1800-1821)
VOLUMEN SEGUNDO . } }
, .
MÉXICO
IMP. DE MANUEL LEÓN SÁNCHEZ
MISERICORDIA, NÚM . 3.
19 10
BIBLIOTECA'DE MEXICO
•
FRlJLM
868.08M - 1049458
A575
. V.2
Ej.1 1111"J L"""
M 11 11
FR. SERVAN DO 1'ERESA DE MIER
BIBLIOGRAFIA:
ICONOGRAFIA:
RELACION
Capítulo l.
Ca pítulo IV.
CAPITULO V
BIBLIOGRAFIA:
ICONOGRAFIA:
(1) «Sul:> hoc Rege Gotbi legum statuta in scriptis habere coepe-
perunt, nam antea tantum moribus, et consuetudine tenebantur.»
S. Isidor., Histor. CotIzar. in Eurico.
493
Mas para convencerse de la falsedad de semejante
aserción, basta ver que eh Tácito (1) que los germa-
nos tenían sus juntas y comicios en que se trataba lo
-conducente á la paz y la guerra: nombraban personas
con el nombre de príncipes para administrar justicia:
.a rreglaban los derechos de las sucesiones, el estado
.de los siervos, de los libertos: imponían penas á los
delitos. ¿y á quién podrá persuadirse que podían ha-
,cer todo esto sin el establecimiento de leyes verdade-
ras, aunque no fuesen escritas?
Es verdad que á continuación de lo que queda di-
·cho de San Isidoro, añade el mismo santo, que antes
de Eurico los godos sólo se gobernaban por usos y
,costumbres, lo que sin duda ha dado motivo más prin-
cipalmente á la equivocación, creyendo que las pala-
bras moribus et consuetudine de que usa el santo se
contraponen á todo género de leyes, no contraponién-
dose verdaderamente sino á solas las escritas y á la
compilación de ellas, de que sólo se trata allí, y lo
·que es cierto que no había entonces entre los godos,
además de que la palabra mos significa también ley no
escrita, y este significado le dá el mismo san Isidoro
..en dos lugares de sus etimologías. (2)
Que las naciones bárbaras se gobernasen por leyes
no escritas antes de haber hecho sus compilaciones, se
've claro en Warnefrido, el cual dice que Rotari, rey de
los longobardos, fué el primero que mandó poner por
escrito las leyes que sólo conservaban de memoria y
,por el uso (3). y el mismo Rotari en el epílogo de su
compilación, á la cual dá el nombre de edicto, dice
DE LAS CUALIDADES
Y circunstancias que deben concurrir en las penas ,
para ser útiles y convenientes.
(r) La ley 6, tito 17, Part. 7, impone pena capital al tutor que casa-
re con su pupila, y destierro y confiscación de bienes si abusare de
·ella sin casarse. La razón que da la misma leyes porque, casán-
dose el tutor con la pupila. no podrá ésta pedirle cuentas en la ad-
ministración de la tutela. Esta ley, que prefiere los bienes al ho-
nor de la pupila, ¿cuánto daño pudiera causar á las buenas costum-
bres, si estuviera en observancia?
(2) De lesprit des loix, lib. 12, chapo 4.
(3) De Leg., III. «Noxiae poena par esto, ut suo vitio quis-
.que plectatur: vis capite, avaritia multa, honoris cupiditas ig-
.1lominia sanciatu1'. >
497
[IJ In j}Ielpom.
[2J Feriatur in foro, ommes videant . .. . scelus est in convi-
vio daminare lzominem. Séneca, IV Controv. 25. El Empera-
dor Maximiliano I abolió el año de 1512 el famoso tribunal secreto ·
de Westfalia, en el cual se condenaba á un acusado en secreto sin
formalidad ninguna, sin oirle ni convencerle. Algunos atribuyen su
creación á Carla Magno, diciendo que lo hizo para domar la du-
reza de los Sajones. Pero nunca puede haber razón para atrope-
llar el derecho de la naturaleza.
[3J En Inglaterra se publican las sentencias pronunciadas con- -
tra los reos, se hace mención de ellas en los papeles públicos, y
hay un diario destinado para dar cuenta de los trials que salen
cada mes.
[4J P. Du-Hald., Descr. de la Cllin., tomo 2.
506
------
(1) L. n, tito 29, Part o 7.-Ley 8. ~ 9 . ./f . d e Poen .
. [2] L. 4, tito 4 1, Parto 7.
(3) L. 7, tito 29, Part· 7·
(4) Crescit multitudo p eccantium, quum redimendipecati spes
datur, &> facile itur ad culpas, ubi est venalis ignoscentium
gratia. Arnob ., lib. 7.
508
DEL TORMENTO
. (l) Ley 26, Parto 7. "E si por su conoscencia [por su con fe-
«sión], nin por las pruebas que fueren aduchas contra él, non lo
·«fallare en ;;ulpa de aquel yerro sobre que fué acusado, débelo
«dar por quito, é dar al acusador aquella mesma pena que
«daría al acusado ." La ley 4, tito 30, Parto 7, dice: «E si por
«aventura negase otro día delante del judgador lo que conosciera
«[lo que había confesado] cuando lo atormentaron .... débenlo aun
«meter otra vez á tormento; é si entonces non conosciese el ye-
<l:rro, débelo eljudgador dar por quito.» La ley 2, tito l, lib. 6,
Fuero Juzgo, dice: Si el tormintado manifiesta que fizo aquel
pecado por ello, é si lo non maJl~·fiesta, el que lo acusó debe /za-
ber la pena que es dicha en la ley. Esta pena es que el acusa-
dor se haga esclavo del atormentado.
Según el contexto de estas leyes, no alcanzo en qué pudieron
fundarse los autores para decir que la absolución que conceden al
que no confiesa en el tormento, debe entenderse de la pena ordi-
naria, más no de la extraordinaria, siendo así que no sólo repu-
tan por suficientemente purgados los indicios, sino que declaran
inocente al que no confiesa en el tormento, pues de otro modo no
impondrían pena al acusador, que es lo mismo que declararle por
calumniador. Sin embargo, no hay otro fundamento para imponer
la pena extraordinaria á los reos negativos que la interpretación
de los autores.
526
(1) L. 24, tito 21, Parto 2.-L. 61. tito 4. y l. 13, tit. 7. lib. 2.
.Recol'. y otras.
539
-en lts ciudadanos Romanos (1) Luego el tormento no
es un medio necesario para averiguar y castigar los
delitos, como pretenden sus defensores.
39 t Qué necesidad es esta tan intolerable, dice el
docto y piadoso Luis Vives (2), de una cosa que no
es útil y que se puede quitar sin daño de la repúbli-
ca? t Cómo viven, si no, tantas g-entes aunque t enidas por
.bárbaras de los Grieg-os y Latinos, las cuales miran como
una cosa fiera é inlzu11lana atormentar á un lzombre que
no está convencido de un delito? ¿Cómo viven, puedo yo
decir ahora con más razón que Vives, tantas gentes y
naciones no ya bárbaras, sino cultas y muy ilustra-
-das, sin ei tan decantado remedio de la tortura?
40 Nunca fué admitida en Inglaterra. Ha sido abo-
lida en el Imperio de Rusia, en Suecia, en Prusia, en
Ginebra. Finalmente Luis XVI, Rey Cristianísimo de
Francia, convencido por las reflexiones y experiencia
dE' sus Magistrados, de que en la tortura hay más ri-
gor que proporción para descubrir la verdad, la abo-
lió en sus Estados por una declaración de 24 de Agos-
to de 1780, registrada en el Parlamento en 5 de Sep-
tiembre del propio año. Aun antes de esta declaración
no se usaba el tormento en Francia entre los soldados.
Nuestras leyes militares, dice Mr. Letrosne [3],110 Itan
admitido el tormento. Es cosa sing-ular que unas leyes lu-
chas para hombres acostumbrados al rig-or y austeridad
de la disciplina militar sean menos duras que las que se
han luclzo para los cindadanos, y cuya e/ecución está con-
BIBLIOGRAFIA:
ICONOGRAFIA
APUNTES
de la vida de D. José Miguel Guridi Alcocer.
LEGAJO I.
APUNTE 8.
T e o lo g- í a.
LE G A ] O 2.
APUNTE l.
Jurisprudencia.
APUNTE 2.
APUNTE 4.
Deslfracias.
ApUNTE 5.
Elección de estado y de protector.
Llevado de mi inclinación á la Iglesia, y desprend i
do ya de las amarras que me detenían para entrar en
559
ella, emprendí un maduro examen sobre la elección de
estado. Me resolvieron por el eclesiástico, entre otras,
dos reflexiones: la una, la guerra y cuidados de los hi-
jos, de que había tenido una muestra en mis herma--
nos, y la principal, que sólo cU<l:ndo pensaba en el
mundo y sus placeres me agradaba el matri monio, y
aquél cuando me acordaba de mi salvación y las cosas
eternas.
Deliberé pretender las primeras órdenes; pero no
tenía capellanía, ni sabía idioma alguno á cuyo tí-
tulo recibirlas. Me pesó entonces no haber emplea-
do en los del país el tiempo que invertí en aprender
el francés. Tomé una tintura superficial del mexicano
y me presenté á título de principios de él, por no ca-
recer de ejemplar el haber varios comenzado á orde-
narse de este modo. Juntos un condiscípulo mío y yo
hicimos y presentamos nuestros memoriales, pero el
suyo fué admitido y no el mío, porque á favor de él
habló una persona de respeto, y por mí nadie.
Casi desesperado del suceso, y abrumado con el pe-
so del cúmulo de mis desgracias, resolví abandonar la
carrera, y tomar otro giro que me proporcionase la
suerte. Hubiera llevado adelante mi pensamiento, si
mi padre, sabedor de él, no lo hubiese impedido por
medio de emisarios, que me persuadieron á mantener-
me en el Colegio, y continuar en la infeliz vida que
pasaba.
La causa de ella en mucha parte era una fortuna
desgraciada, si puede usarse esta expresión al parecer
contradictoria. Se me tenía en el Colegio por algo más -
de lo regular, á causa de cierta facilidad en silogizar
que me había dado el ejercicio, y un poco de expedi-
ción, ó más bien descaro, para las oraciones latinas,
pláticas y demás tareas de él, Y esto es lo que yo lla-
mo fortuna, porque en realidad lo e~ que se tenga de
uno algún concepto, mayormente cuando no se me- -
rece.
560
LEGAJO 3.
APUNTE 6.
El mayor Virrey de ,1I1lxico.
LEGAJO 5.
APUNTE 2.
APUNTE 3.
Hermosura e:J..traordinaria.
ApUNTE 4.
Contratiempo.
APUNTE 5.
Despedida del jueg-o.
Año de I798.
PROCLAMA.
BIBLIOGRAFIA:
ICONOGRAFIA:
P. H. U .
•
s8r
.
LA PRIVACION INUTIL .
--
SONETO XXXI
CONTRICION POETICA.
ODAS ANACREONTICAS ..
x.
Ya viejo estás, Dalmiro,-.
me dicen las muchachas;
yo les respondo: Lindas"
las señas os engañan.
No veáis en mi cabeza
las mentirosas canas,
ni si en mi boca huesos
pocos 6 muchos faltan.
Ved s610 que mi pecho
todo es fuego y se abrasa; '
. ..
que VIvaces mIs OJos
despiden puras llamas;
que mis miembros se prestan.'
á hacer cuanto les mandan,
en las festivas bromas,
en las alegres danzas;
que nadie entre los mozos, .
me excede, ni me iguala
de amor en la ternura,
viveza y dulces ansias.
Haced, si no, la prueba:
corresponded me gratas;
veréis con experiencia
que como yo nadie ama;'
y que ninguno tiene
más juvenil el alma.
586
ODAS PINDARICAS.
IV
XIII
AL CUMPLEAÑOS DE SILVIA.-
EL E GIAS.
1.
Epitafio.
Otro.
ODAS RELIGIOSAS.
VIII.
ODAS FILOSOFICAS.
1.
ODAS HEROICAS
111
VI.
BIBLIOGRAFIA:
Historia antzgua de Méx ico . Escrita P01' el Lic, Don frIa-
.riano Vey tia. La publica con van'as notas el C. F. Ortega.
México, imprenta á cargo de Juan Ojeda, 1836. 3 \'ols. [El apén-
-dice de Ortega ocupa las páginas 223 á 427 del tercer volumen .]
Poesías. México, imp. por Ojeda, 1839.
Prosodia española extractada de las lecciones de Don Ma-
rz'ano José Sz'cilia, con va r z'as modificaciones )' adiciones, y
juesta en verso para la Escuela Pública de Tulancülgo, Méxi-
co, librería del Portal de Mercadere¡¡ núm. 7, 1843.
Memon'a sobre los medz'os de desterrar la embriaguez, p r e-
sentada en 30 de Abril de I846, y premz'ada en el concurso
abierto por convocatoria del Ateneo Mexz'cano de I6 de No-
vt"embre de I845 y promovido por el s eñor Don Francisco Fa-
goaga. México, imprenta de lo Cumplido, 1847.
CONSULTAR: Marcos Arróniz, Mauua: de biografía M ex i-
cana, artículo Ortega>" Diccionan'o de lzt"storia y geografía,
México, 1853-1856, artículo Ortega. (excelente b iografía por E.
M. O. -Eulalio M.Ortega-); Francisco Sosa, Mexicanos distill-
guz'dos, artículos Francisco Ortega y Am'ceto Ortega ,' Francis-
co Pimentel, Histon'a critica de la poesía en México, cap. XII,
Ortega>" Ricardo Ortega y Pérez Gallardo, Ht"storia geneal6gz'ca
de las familt"as más antzguas de México, México, 1908-10, to-
mo II, Condado del Valle de Oploca >" M. Menéndez y Pelayo.
prólogo á la Antotogía de poetas hisjanoamericanos, tomo I,
páginas XCVI á XCVIII ; Guillermo Prieto, Memorias de mis
tiempos, págs. 125 y 126.
ICONOGRAFIA:
En vida de Don Francisco Ortega, hacia 1830, se hizo un retrato
suyo, relieve en cera, que posee actualmente su nieto el Lic. D.
J osé O rtega y F onseca.
Al morir el poeta, se tornó su mascarilla, y sirviéndose de ella
-se hicieron dos bustos conservados hoy por sus nietos Don José y
Don Francisco Ortega y Fonseca, y un óleo, pintado por Inchau-
rri; este óleo, que t!xiste en poder de D. Ricardo Ortega y
Pérez Gallardo, nieto también del poeta, fue reproducido, en li-
tografía, en la Historia de la poes{a en México de Pimentel,
edición de 1885.
P. H. U.
622
ODA IV.
ODA V.
U na mañana alegre
en el florido valle
con ardor altercaban
los discretos zagales.
Yo, que de allí no lejos,
con mi rabel suave
entonaba amoroso
mis sencillos cantares,
curioso en tre la rueda
al punto fuÍ á mezclarme ..
Los bellos ojos eran
la causa del debate.
¡Oh, qué asunto tan bello
para mi pecho amante!
Aqueste solamente
los azules aplaude;
aq uél dice: «los negros
son los que más me placen:.;.:
por los pardos el uno
expone su dictamen;
otro resuelto afirma
que todos son iguales
y que el color no influye
en su mayor realce.
El corro se enardece,
y cada uno hace alarde
de su sentir, diciendo
que es el más razonable.
Cuando improvisamente
del bosque Delia sale,
do se hallaba dormida
á la sombra de un sauce.
A todos los deslumbra
con sus ojos brillantes,
y la confusa gresca
se suspende al instante;
pues consiguió la bella
que con su vista amable
la cuestión decidida
por los negros quedase ..
~EN LA INSTALACION DE LA DIPUTACIONPRO.
VINCIAL DE MEXICO, EL ARo DE 1820.
LA MUSICA.
Soberana armonía,
precioso dón del cielo,
á tí me acogeré, que en tí confía
alivio hallar mi triste desconsuelo:
á tí, que siempre fuiste de los males
que afligen á los míseros mortales
bálsamo de salud y de consuslo.
Tus dulces impresiones
¿ cuándo alivio no fueron
de sensibles llagados corazones?
¿cuándo mis días fúnebres corrieron
sin que tú compasiva no enjugaras
mi tierno llanto, ó sin que me anegaras
en mil placeres, ay, que ya me huyeron?
Huyeron. Pero al alma
tierna melancolía
sabe aplacer también con dulce calma
cual la aplace festiva la alegría.
Genio sombrío, que de Young pulsabas
el laúd negro, y tierno lo inspirabas,
á tí te invoco en la tristeza mía.
Enojosos cuidados,
aquí no llegaráis: los regalados
acentos de la Música sonora
de este recinto os lanzan: falso amigo,
ni tú me turbarás: solo contigo,
Música divinal, lloraré agora.
iV én, vén, cítara bella,
que en mis floridos años
eras dulce solaz de mi querella,
y de amor en los plácidos engaños
me adormías; que á Delia de~deñosa
tal vez tornaste á mi dolor piadosa,
ajeno yo de mis presentes daños!
¿ Te acuerda~ cuán festivos
jóvenes nos cercaban,
y, atentos á tus sones expresivos,
unas veces extáticos callaban,
otras del entusiasmo arrebatados
prorrumpían en coros concertados
y con mi canto su cantar alzaban?
También muchas graciosas
ninfas se complacían
al tañer yo tus cuerdas armoniosas,
y su voz halagüeña unir solían,
realzando tus gracias delicadas,
ó, á bulliciosas danzas provocadas,
de su talle gentil alarde hacían.
Celio, Arnesto, Fileno,
amables compañeros
de mi lozana edad loh, cuán sereno
nos era aquel vivir! icuán placenteros
momentos! Icuántas dichas nos cercaban!
y icon qué suavidad se deslizaban
días, meses ... . también años enteros! ':
Días de gozo y gloria,
inocentes y puros,
arrancaros jamás de mi memoria
podrán los hados rígidos y duros.
Vuestro recuerdo dulce y halagüeño
me adormirá con pácido beleño
en mis males presentes y futuros.
Del tiempo inexorable
pudo la mano impía
por siempre arrebataros: mas la amable, .
la encantadora música que hacía
vuestro reir más lisonjero y blando,
fiel os está aquí mismo retratando,
y aun os puede gozar la fantasía.
y os gozará mil veces.
V én fácil á mis manos,
cítara, amiga fiel de mis niñeces,
y repite los cantos soberanos
que los floridos años me inspiraban,
cuando en dorada copa me brindaban
el dulce néctar del placer divino.
Encantos inefables,
aun vivís: será eterna
vuestra dulce ilusión, y perdurables
vuestros recuerdos. Esta, esta es la tierna .
canción que tanto á Delia complacía;
este el himno en que loor grato rendía
la patria libre á la deidad superna.
Mientros mi pecho aliente,
oh música divina,
te rendiré mis cultos reverente,
cual numen tutelar que me destina
benigno el cielo en la tormenta horrible
que alzó el pesar amargo en mi sensible -
corazón que despótico domina.
Jamás, cítara mía,
. podré ingrato dejarte.
Siempre de mi tristeza y alegría
depositaria fiel, tomabas parte
en mi llorar y en mi reír; y ahora
~cual siempre te busqué consoladora,
y ya logré consoladora hallarte.
No sin razón mentidos
trofeos te rindiera
la griega fantasía, y sus erguidos
muros la ilustre Tebas alzar viera
.al resonar la lira de Dirceo,
.y Pluto, conmovido, al triste Orfeo
á su perdida Eurídice volviera.
Deja, gran Macedonio,
··que tu ánima briosa,
cual tierna flor al plácido fa vonio,
se doblegue de cítara armoniosa
al tono encantador, y que tu gloria
iguale, al alcanzar de tí victoria,
de la armonía la celeste diosa.
¿ Hubo pecho tan frío
que resistir osara
¡oh Música! á tu dulce poderío?
<. Hubo algún infeliz que no te hallara
ya compañera fiel, ya tierna amiga,
.si la opresión cruel, si la fatiga,
si mustia soledad lo acongojara?
Perdidó el caminante
por ásperos senderos,
y en el hinchado mar el navegante
cuando se entrega á los embates fieros
.de las olas inquietas encrespadas,
el recuerdo de plácidas tonadas
suele templar sus ayes lastimeros.
La sudorosa frente
. el segador tostado
tranquilo limpia; y ni del sol ardiente
siente el rayo estival: enajenado
olvida el triste afán y los pesares,
y repitiendo rústicos cantares
lo halla la noche tras el corvo arado.
Mecido en blanda cuna,
acalla el niño tierno
su inocente gemir: de la importuna
nodriza que lo arranca del materno
seno, la injuria olvida, y se adormece
al canto arrullador que lo embebece,
y se arrulla también cantando alterno.
¿ Qué región tan agreste,
ó qué pueblo tan rudo
negarse á la ilusi6n grata y celeste
de tu hechicero canto jamás pudo?
Te oye y te adora el rígido espartano,
el feroz tracio, el bélico romano,
el indio tosco y el apache crudo.
y ¿cuál empresa humana
con tu influjo divino
animar no se vió? Corre á la insana
lid, de la gloria el áspero camino
hollando altivo, el guerreador valiente;
y de verde laurel ciñe su frente.
si lo inflama tu acento peregrino.
Oyes el fervoroso
voto que al cielo envía
la augusta religi6n, 6 el ardoroso
grato loor que le tributa pía:
y tú mezclas tus cánticos, y ensalzas
al almo Dios, y la piedad realzas,
y aumentas el fervor y la alegría.
O ardiente patriotismo
te inflama; y las acciones,
y la gloria que alcanza el heroísmo
das á la Fama en cívicas canciones,
que la poesía tu divina hermana
con sus hermosas flores engalana,
sublimando á los ínclitos varones.
Ó bien de la sensible
MeJpómene en la escena
te calzas el coturno: irresistible
entonces tu poder, de encantos llena,
¡cuán blan da, cuán sagaz, cuán tierna sa bes
á los efectos dulces y suaves
arrastrarnos con plácida cadenal
Los corazones todos
á tu albedrío mandas;
los subyugas y mueves de mil modos.
¡Cómo á los duros delicada ablandas,
y en ellos de piedad la llama pura
encendiendo, los llevas con dulzura
del amor á las aras adorandasl
Tus artes lisonjeras
también allí aquilatan
las virtudes mágnánimas y austeras.
Ya la energía rígida retratan
de Catón; ya de Tito la clemencia;
ya del piadoso Eneas la prudencia,
que á digna imitación nos arrebatan.
La festiva Talía
su máscara burlona
también te presta allí; también confía
en tu risa maligna, y te abandona
la ruindad del avaro, la licencia
del ardoroso joven, la imprudencia
ó el descuido de cándida matrona.
Honor, honor eterno
á la Italia creadora,
patria feliz del melodrama tierno.
De armonía insólita y sonora
allí el raudal se desató en la escena:
.allí se desató tu rica vena,
tu vena, oh Metastasio, encantadora.
y tú, Rossini claro,
·cuyo genio fecundo,
del corazón humano enseñoreado,
llena hoy todos los ámbitos del mundo,
-¿podrá olvidarte mi sonante lira?
Mi opreso corazón por tí respira;
contigo siempre de placer me inundo;
Dueño eres de mi alma,
y tú mi tierno llanto
provocas ó suspendes; tú á la calma,
-ó á la inquietud me llevas. ¡Cuánto, cuánto
me haces gemir por tu infeliz Otelo!
icómo me aflige de Tancredo el duelo!
lcómo de Asur el torcedor quebranto!
El cielo me conceda
de este placer tan vivo
gozar contigo siempre; siempre pueda
llorar, gemir al són de tu expresivo
-c anto, cuya dulzura y eficacia
-aun el ay del do lor y la desgracia
.lanza con blando y plácido atractivo.
¿ Para qué quiero el oro,
si tú, Música, eres
,mi más precioso, mi mayor tesoro?
Feliz yo, si de rígidos deberes
libre algún día, puedo á tí entregarme,
y en tus delicias sólo recrearme,
;ioh fuente perennal de mis placeres I
LA VENIDA DEL ESPIRITU SANTO
CANTO l.
Ya el tiempo señalado
á la gloriosa lucha se aproxima;
los almos campeones,
.
con ánimo concorde y humillado
.
al Padre, de Si6n en la alta Clma,
dirigen sus fervientes oraciones.
Tal suelen antes de la lid sangrienta _
los guerreros vibrar la aguda lanza,
del caballo adestrarse en la carrera,
mientras la voz cruenta
oyen del general, que á la matanza
los llama, enarbolando la bandera.
El príncipe infernal que así los mira
arde en furiosa ira.
Su imperí o destruído,
sus astucias burladas,
y sus leyes tiránicas holladas
le hacen lanzar un h6rrido alarido: _
mas su soberbia loca
á terri ble venganza le provoca.
:-Sus ojos centellantes
más susto imprimen que en oscuro cielo
cometas rutilantes,
· nuncios infaustos de terror y duelo.
Agita su cabeza furibundo
de silbadoras víboras crinada,
que en roscas mil se encogen y repliegan,
y queda envuelto el anchuroso mundo
· en una noche lúgubre y nublada,
cuando sus negras alas se desplegan.
Tres pasos, vomitando viva lumbre,
· da de Sión al Etna cavernoso,
y por la abierta cumbre
baja en torcido vuelo al reino umbroso;
y en su trono sentado,
· con voz honditonante,
como el trueno del rayo fulminante,
manda juntar el infernal senado.
Inmóviles quedaban;
y, del almo Paráclito movidos,
algunos adoraban
la cruz del Redentor. Mas, poseídos
otros del mal espíritu, burlaban
su crédulo candor y les decían:
<ebrios están; el vino habla por ellos.»
Mas con dóciles cuellos
á Jesús se rendían
cuando, á la voz de Pedro obediciendo,
y sus pasos rigiendo
los tullidos por sí su andar seguían
.entre himnos mil que gratos repetían.
P. H. U.
MEXICANOS
Historiador.
RAFAEL ABOGADO
Escri tor religioso.
DIEGO DE ALVAREZ
Polígrafo.
VICENTE ARNALDO
or a d o r s a g r a d o.
Historiador eclesiástico.
EUSEBIO BALA.
Escritor religioso.
MARIANO BARAZÁBAL.
Poeta.
De El Neblf y el Gua/olole:
Estábanse adiestrando
en canto y vuelo las indianas aves;
no sé d6nde ni cuándo:
da, lector, por supuesto Que lo sabes,
y que de entre las nubes encumbradas
baj6 un neblí ligero en dos aladas.
-J úpiter me ha mandado
(les dijo cortesano) desde el cielo
á decir que su agrado
merece ya vuestro eminente vuelo
718
y que también de vuestra melodía
se ha complacido su soberanía.
Este razonamiento
escuchaba empeñado un guajolote
que, sin más miramiento,
hinchándose de moco y de cogote
y haciendo el abanico entre las aves
-iOh Júpiterl (clamaba) ¡cuánto sabesl
A todos aturdía
con aquella su grita destemplada,
pues vano discurría
que el enviado neblí por él hablaba,
hasta que éste le dijo: cNo alborote,
que aquí no tiene parte el guajolote:. ....
(Diario, 15 de Septiembre de 1807).
La pila y el al;i"be.
No muy lejos
de una pila
de agua dulce
cristalina
un aljibe
hondo había
de agua turbia
llovediza.
A la fuente
todos iban,
y sus aguas
preferían,
por 10 dulces,
por 10 lindas,
por lo francas
que corrían.
Al aljibe
s610 hacía
una cuba
compañía,
7 19
de una soga
sostenida,
que pasaba
en carretilla.
A este pobre
dijo un día
nuestra fuente
susodicha:
c:Vecinito
¿ no se admira
de lo mucho
que me estiman?
¿ N o ve cuántos
á porfía
me festejan
y visitan?
y á usted .... ¡vayal
ni lo miran:
por su gemo
se retirfln.»
A todo esto
con sopnsa
el aljibe
respondía ..
Corrió el tiempo;
llegó el día
que faltó
la cañería.
Mermó luego
á toda prisa,
y secó se
la tal pila.
y los mismos
que aplaudían
sus cristales,
ni la miran.
El aljibe,
720
Ricos hombres
de la Villa,
..que gustáis
·.de mil visitas
lisonjeras,
comodinas,
un ojito
·con la pila,
_y también
721
una orejita
al aljibe
que os predica.
r Diario, 3 de Mayo de 1807.)
JOSE BELTRAN.
Escritor religioso.
SEBASTIAN DE BETANCOURT y
LEON.
,
Orador sagrado.
Del canto f f f.
Habla, Agustín, publica tus angustias,.
y enséñanos piadoso con tu ejemplo
749
io que es sin Dios el hombre, y lo que puede
·cuando el Señor se digna protegerlo:
PEDRO CABEZAS.
Poeta.
CABRILLO.
Historiador.
PEDRO CALDERON.
Escritor religioso.
JUAN CASTAÑIZA.
Orador sagrado.
El Floripondio, el Coatzontecoxóchitl,
·el J oloxóchitl y la flor del cuervo
,respiran, luego que sus sienes tocan,
nuevos olores.
JOAQUíN CONDE.
Poeta.
MIGUEL DOMíNGUEZ.
Político.
FRANCISCO ESTI~ADA.
Escritor político.
Un gavilán forastero,
que huscaha una posada,
en ia casa de esta vieja
creyó halla¡ la acomodada.
Orador sagrado.
MELCHOR FONCERRADA
y ULIBARRI.
Escritor político.
;
800
-Exhortación fiel y cristiana contra los R~beldu d~ la
Nu eva España y su inicua Constitución. México, 1815.
Alamán, (t. IV, p. 178) lo cita: Deung-año á los rebddu
_sobre su monstruosa Constitución. Publicada en el su-
plemento de la Gacela del Gobierno de 6 de Julio de
1815·
Osares cita, además: Sermón de Gracias á Nuestra
.Señora de Guadalupe por el suceso d~ la independencia
de la América Septentrional. México, Valdés, 1821.
Por último, en la Biblioteca Nacional (8é!- divi-
sión, p. 580) existe un impreso titulado: José Julio
Garda de Torres se cong-ratula con sus compatriotas y
hermanos los hiJos de una y otra España, por la feliz
restitución á su trono de nuestro adorado y católico mo-
narca el Señor D. Fernando VII. México, Benavente,
1814. Como muestra del énfasis y la retórica de es-
te breve sermón, en que vuelve como retornelo cons-
tante el versículo bíblico con que terminan casi todos
los párrafos, citaremos el trozo final:
«Salve, pues, oh monarca augusto de las Españas,
sal ve, delicias de tu nación, sal ve, esperanza de tu
pueblo: siéntate en hora buena á poseer el trono de tus
padres, y resuenen en tus oídos los vivas alegres de
unos vasallos que te adoran y se congratulan por tu
'feliz y deseado advenimiento al territorio español; oye
los votos sincerísimos de los hijos de ambas Españas
que claman al cielo para que el Señor te colme de ben-
diciones de la una y la otra diestra de vero coeli el de
Ping-uedine terrae; y vive seguro de que el pueblo me-
xicano, aunque distantísimo de tu persona sagrada,
también te adora, sí, te adora, y te adora de modo
que más que sobre su persona reinas y reinarás su
corazón: él, como los demás pueblos de la Península,
salta de gozo, se inunda de placer y no cesa de ben-
decir al Todopoderoso porque ha llegado el día feliz
en que has vuelto á la tierra de tus padres y le has senta-
.do en el trono de tu reino.>
801
Guadalupana, salve;
salve, Virgen excelsa,
que del Divino Verbo
sois madre verdadera.
Escuchad compasiva
sus ayes y sus quejas,
pues sois su protectora
li beral, fiel, discreta.
Humildes os pedimos
que una paz duradera
selle gloriosamente
vuestra dulce clemencia.
Blasfemias, maldiciones,
perjurios, ignominias y traiciones,
quintales de ignorancia,
de vanidad, de orgullo y de arrogancia;
mentiras. embriagueces,
sátiras, bufonadas y sandeces;
embustes, falsedades,
sofismas, chismes, infidelidades,
desvergüenzas, dicterios,
bestialidades, raptos, adulterios,
con otras mil porciones
que agregaron de balde los mirones
como bravatas, riñas,
incestos, sacrilegios y rapiñas.
la capilla terciada
y un ala del sombrero levantada,
A la corva se aplica
una charreterita, y esto indica
que sus calzones tiene;
porque, si n6, la hebilla ¿ á qué fin viene?
Orador sagrado.
•
MANUEL IGNACIO GONZALEZ DEL
CAMPILLO
Escritor reHgioso.
á losé de Bonaparte
reconozcamos por dueño~
cansándonos la atención
con el decantado acento
de que seríamos felices
y no perdería momento
de que se verificasen
aquellos vastos proyectos
que tenía premeditados
y serían nuestro remedio:
al punto,-vuelvo á decir,-
que á nuestras manos vinieron
los citados papeluchos,
que sin duda alguna fueron
parto de un descabellado,
desconcertado talento,
cuando mis leales paisanos,
al instante que los vieron,
los que no hicieron pedazos
en el fuego consumieron,
y también lo mismo harían
con los viles mensajeros,
castigando de este modo
tan crecido atrevimiento,
á no ser porque en la América.
hay tan generosos pechos,
que perdonan los agravios,
como Cristo Señor Nuestro
nos previene en el decálogo
de sus santos mandamientos ....
Escritor político.
En predicando, el Prior
va por la calle arropado;
aunque lo que ha predicado
no le costó su sudor.
VICENTE HERRERA.
Poeta.
El labrador humilde,
en perpetuo destierro,
de sol á sol trabaja
con incansable empeño.
tras el arado corvo,
la madre tierra abriendo,
con su sudor regando
el árido terreno ...
para servir al rico
cortesano opulento ....
Dos ratoncillos
'que se encontraron ....
El uno al otro
le dijo:-Hermano,
dí: ¿ qué te has hecho?
.¿dónde has andado
.que no te he visto
tiempo tan largo?
El le responde:
--Grandes pecados
• á un mpnasterio
-m e retiraron.
En penitencias
.duras he estado,
sin que el sol viera
por más de un año.
• Exclama el otro:
-iLlévete el diablo!
¿ Tú, vida austera?
Tú no estás fllaco.
-Eso consiste
(responde el santo)
.que dentro un queso
me la he pasado.
La fabulilla
habla con varios
que el mundo juzga
por arreglados;
porq ue en s u queso
muy sepultados
pasan la vida
taran lararo.
(Diario, 6 de Febrero de 1809.)
PABLO DE LA LLAVE.
Naturalista y político.
JOSE LEZAMA
Escritor religioso.
Nació en el Obispado de Puebla y estudi6 en los
Colegios de San Gregorio y San Ignacio. Obtuvo en.
·'la U ni versidad de México el grado mayor de teolo-
-gía, y era hacia 1816, según dice Beristáin, catedrá-
tico y Rector del Colegio de Puebla.
Con motivo de la guerra de independencia escribió
Exhortación á la Paz (México, imprenta de Ontive-
ros, 1811).
Sonoros ruiseñores
no cantaban amores,
no bulliciosa erraba
y, cual suele, llamaba
la tórtola afligida
su consorte perdida.
Jilgueros, cardenales,
tantas veces testigos de mis males
¿ qué en aquel día os hicisteis?
O volasteis de horror ó enmudecisteis ....
Alcé por un momento
mis moribundos ojos, y al contento
de ver aquel mi fino
Euralio, tantos años peregrino,
el alma conmovida
á mi sér restituida,
mutuos tiernos abrazos
pedí, salté, desfallecí en sus brazos ....
FRANCISCO MANIAU y
TORQUEMADA.
Crítico literario.
MANUEL MANSO
Poeta.
PEDRO DE MENDIZABAL.
Orador sagrado.
LUIS MONTAÑA.
Escritor político y versificador.
.. . . Desnudos pechos
han puesto sus confianzas
en el nombre de Dios de las venganzas ....
Zagales amigos
que me veis llorar
desde que la aurora
nos da claridad
hasta que la tierra
se empieza á enlutar:
de mi llanto es causa
la flor de Atoyac ....
.. y el mancebo Dalmiro,
que de sabroso pulque
llevaba un cantarillo ....
Segundamente mando
que, enterrado mi cuerpo, .
89 6
plantes encima de él
un maguey verde y fresco ....
. . Es que á mi tumba vengas
de pámpanos ornada
la sien, y rosas frescas;
y sobre ella derrames
anchas jícaras llenas
de delicioso pulque ....
y revolviendo vino
y mexicano néctar,
un lleno y ancho vaso
taimada me presenta ....
En las Iglog-as se encuentran también pasajes agra-
.dables:
/' Yace un sagrado bosque á la ribera
del Atoyac ondoso y cristalino,
do, enlazando la verde cabellera
el sauce y tilo y el robusto encino,
forman una espesura placentera
do los rayos del sol no hallan camino;
que dentro hay fresca, deliciosa sombra,
lobreguez dulce, y flores por alfombra.
Con tanta lentitud el claro río
por quella espesura caminaba
que enamorado del lugar sombrío
al regalado sueño se entregaba ....
Y bajo un verde, enmohecido tronco
de un elevado encino corpulento,
asiendo un caracol inmenso y bronco
Atoyac lo hinche con robusto aliento:
cual rayo truena aquel acento ronco ....
que el eco multiplica por ei viento;
:la selva al gran sonido se ensordece,
.Y la ribera gime y se estremece ... .
897
Sus sonetos y sus elegías eróticas son muy media-
nos, aunque llenos de reminiscencias clásicas: hay una
imitación de «U n soneto me manda hacer Violante.»
Como versificador satírico, suele tener intención. En
.s us fábulas hay algunos buenos temas:
La pulga á la abeja:
.... Suerte dura
es, amiga, comer el pan de llanto
y en triste habitación vivir reclusa.
Mas yo, viva, risueña, suelta, alegre
brinco y salto; su ruda faz adusta
jamás me muestra el ímprobo trabajo;
899
mi alimento es la sangre dulce y pura
de las damas. ¿ Qué más? Lope de Vega
tuvo aun mi misma muerte por fortuna.
De El coyote y la zorra:
Érase este coyote un gran monarca;
de todos los coyotes totonacos
el más astuto y hábil, el más diestro
en buscar el pan nuestro cotidiano.
No le arredraba ni con dos navajas
el más valiente y presumido gallo,
ni el llanto de las damas,-las ovejas,-
lo movía á compasión por ningún caso,
y no obstante sus barbas respetables
se engullía muy aprisa á los chivatos.
Pues este gran señor, por consentir
á los ruegos de todos sus vasallos,
casarse resolvió, y á este fin manda
á dos coyotes plenipotenciarios ....
PABLO lVIORENO.
Pedagogo.
IGNACIO ORILLA.
Orador sagrado.
MAGDALENO OSIO.
Poeta.
FRANCISCO PALACIOS.
Poeta.
FRANCISCO PATIÑO.
Orador sagrado.
Es la fuente cerrada
donde está nuestra dicha vinculada ....
9 19
Es el jardín cerrado
abierto sólo para Dios su amado ....
JaSE PICHARDO.
Orador sagrado.
Mavorte á Citerea
,reduce á sus halagos, cuando Febo
su leve carro en la región nerea
había sumergido ....
Mas ¿por qué inadvertido
me canso refiriendo
.tus crímenes, tus fraudes y traiciones?
Me obligaste á traducir
estas obras con presteza;
mas ¿su mérito y belleza
me enseñaste á discernir?
Ayer en el paseo
se perdió un currutaco:
tiene el pelo á la Tito,
de almizcle perfumado;
el fleco disparejo,
hasta las cejas largo;
un sombrero chiquito,
muy bien encañonado,
que del sol no defiende
el rostro en el verano
ni del aire las sienes
en el in vierno helado.
Desde éstas se prolonga,
del carrillo á lo largo,
la patilla poblada
que se avecina al labio.
Lleva un lienzo en el cuello,
relleno de mil trapos;
la camisa bordada,
y en el pecho un retrato,
al que á cada momento
ve con ojos livianos.
Mil cintas desde el hombro
le bajan al costado,
932
Parlera golondrina
que con canto festivo
á los hombres anuncias
el astro matutino ....
La mano poderosa
de Júpiter supremo
destinó á los amores
edades como al tiempo ....
U n goloso muchacho,
metido en una huerta,
alegre discurría
mirando con viveza
de una tendida parra
los racimos que cuelgan.
Pero no, ya se inclina
de las doradas peras,
937
hacia el durazno corre,
ya se vuelve á la higuera:
de aquesta el fruto corta,
pero apenas lo prueba.
Su gusto aún más provocan
encarnadas ciruelas;
los verdosos pepinos
y las moras sangrientas.
Su ambición todo abarca,
todo le lisonjea,
come luego otra cosa,
y al fin todo lo deja.
Así yo entusiasmado
entre muchas bellezas,
quiero decir de todas
porque todas me alegran.
Orador sagrado.
34
JOSEFA ELVIRA ROJAS y ROCHA
Poetisa.
ANTONIO SALGADO.
Poeta.
RAFAEL SANDOVAL.
Filólogo.
FRANCISCO SEDAN O
Historiador.
PELA YO SUAREZ
Poeta.
FRANCISCO URAGA.
Poeta.
JOSÉ VALDÉS.
Poeta.
Periodista.
U na alegre mañana,
en que la Diosa Flora en todo ufana
bordaba con primores,
en campañas de mirtos y de flores,
97 1
figuras tan hermosas,
compuestas de clave]es y de rosas,
que, aunque ella ]as pintaba,
de ver copia tan beHa se admiraba;
pues allí la azucena
de cándidos ornatos toda Hena,
pasaba por galante
á hacerle competencias al diamante.
E I da ve] encarnado
de la rosa se vía fatigado
siendo su carmesí
envidiado en el todo del rubí:
y en fin, las rosas bellas
haciendo competencia á las estrellas,
según lucía cada una
eran estrellas, eran sol y luna;
y aun 1m musa parece
que el conjunto de luces no encarece,
pues allí parecía
que habiendo el gran titán, rubí del día,
su carro á Faet6n fiado
segunda vez se vía á despeñado
no en el famoso río
que monumento fué de su albedrío,
sino entre la floresta
que pante6n de sus rayos hizo Vesta,
porque allí las Eliadas
en estatuas se vieron transformadas,
que en aquellos jardines
cornucopias tuvieron de jazmines,
sirviéndole de adorno
al lucido contorno,
que era ya transformado en alta esfera,
de olorosas estreHas primavera
A este sitio en que Flora se recrea
de Venui catre y cielo de Amaltea,
donde las tiernas aves
•
97 2
con dulces trinos, con acentos graves,-
divierten su capilla
que es de olores la octava maravilla.
U n noble ciudadano
á divertir sus penas salió en vano;
pues remedio no hallaba,
cuando en ellas su pecho naufragaba.
Desahogar pretendía
la llama horrenda que en su pecho ardía~
mirando de las flores
lo vario de matices y colores;
y lo que hallaba entre ellas
era más ocasión á sus querellas,
viendo que entre delicias
gozaban del amor lihres caricias,
cuando él con mil desvelos,
prisionero se vía de sus celos,
por ser aborrecido,
y de todos esperanza desposeído;
y así desesperado,
entre lágrimas tiernas anegado,
se quejó de esta suerte
para explicar la causa de su muerte~
Hermosísimas flores, que hechiceras
enamoráis las a ves más sonoras
suspendiendo los tiempos y las horas,
por ser en la floresta duraderas.
¡Qué bien significáis que ya parleras,
os saludan al alba más canoras,
cuando á sus ojos sois encantadoras,
que enmudecen sus flautas vocingleras!
Si llenas de mis penas y pesares
os hallarais cubiertas de temores,
puede que vuestras glorias singulares
convirtiéndose fueran en rigores,
para que vuestros ojos vueltos mares
lloraran sin consuelo sus amores.
(Cánción á un deseng-año.J
9i3
Era mejor escritor en prosa, dentro de su carácter
periodístico (que acaso {ué él quien primero tuvo ple-
namente en México). Puede recordarse como ejemplo
su Necrolog-ía de Alzate, verdadero artículo de perió-
dico al modo del siglo XVIII (según el patrón de
Feijóo), impreso en la Gaceta de 4 de Marzo de I799.
Citaremos algunos párrafos:
«El día 2 del mes próximo anterior (Febrero de
I799) falleció en esta ciudad, á los sesenta y un años
-cumplidos de edad, el Bachiller Don] osé Antonio de
Alzate y RamÍrez, presbítero de este arzobispado, su-
jeto ciertamente digno de que se empleara en su elogio
otra pluma adornada de la facundia y elocuencia que
mendiga la mía; pero como á estos defectos añadiría el
de la ingratitud si no correspondiera en esta ocasión
con las mismas demostraciones de amistad que siem-
pre le merecí, desde luego procuraré dar la idea que
pueda de su relevante mérito, confiando que los lec-
tores disimularán sus defectos en vista de la verdad
con que se forma.
«Nació este benemérito americano en el pueblo de
Ozumba, de la provincia de Chalco, de padres igual-
mente nobles que virtuosos, numerándose rama del
fecundo tronco que produjo á nuestra celebrada Sor
Juana Inés de la Cruz, fénix aclamada de su siglo por
su sobresaliente numen poético y vasta literatura, de
,quien fué sobrino nieto nuestro Alzate.
«Trasladado á esta capital, emprendió la carrera de
los estudios que lo proporcionaron al sacerdocio; y,
habiéndolos concluido, continuó con aq uellos á que lo
conducía su genio. inclinado desde entonces á inves-
tigar los arcanos de la naturaleza. Las ciencias natu-
rales, las matemáticas, de que adquirió luces nada co-
munes y profundos conocimientos, fueron desde su
infancia los obj e tos favoritos de sus entretenimientos,
dándose á ellas con tanto tesón y constancia que, ne-
,gado á toda concurrencia pública y retirado siempre,
974
á semejanza de los estoicos, s610 fué conocido por sus
escritos y de aquellos pocos genios análogos al suyo.
«Gastaba gran parte de su considerable patrimonio
en hacerse de los mejores autores que tratan de la
verdadera física. y en acopiar los instrumentos pro-
porcionados para las observaciones; comenz6 la serie
no interrumpida de experimentos que le granjearon un
no vulgar nombre, y que en parte hubieran felicitado
á la patria, si, como fueron celebrados de los impar-
ciales, hubieran sido adoptados por todos aquellos á
quienes se dirigían. Tales fueron los relativos á intro-
ducir el aire necesario para la respiraci6n en las mi-
nas abandonadas por su falta. Los dirigidos á perfec-
cionar el beneficio para la extracci6n de la plata y so-
bre la mineralizaci6n. Los repetidamente controverti-
dos sobre la reforma de los malacates, etc.
«Pudiera baber abandonado este plan de vida en
vista de los amargos frutos que le producía; pero co-
mo por otra parte se había hecho su pasi6n dominan-
te, por amor á la causa común, la investigaci6n de los
secretos de la naturaleza, la propagaci6n de inventos
que juzgaba útiles, é impugnar opiniones y prácticas
que le repugnaban, lejos de amilanarse cuando no co-
rrespondían los éxitos á sus deseos, si veía se le frus-
traba una tentativa, emprendía otra de la misma 6 de
distinta clase. Puede decirse que así en esto como en
producir escritos, raros le habrán aventajado en la
constancia; pues aunque por superiores determinacio-
nes se vi6 en dos ocasiones precisado á interrumpir
sus tareas, las continu6 inmediatamente que ha1l6 pro-
porci6n para ello. Así se verific6 con los primeros
.Diarios literarios que public6 semanariamente desde
Marzo hasta Mayo de 1768; que continu6 al cabo de
cuatro años, aunque variando el título (Asuntos va-
rios sobre cüncias y artes), y que, interrumpidos tam-
bién por semejante acontecimiento que los otros, vol-
vieron á ver la luz pública en el de 87 con el de Ob-
975
ur'{Jactonu sobn la flsica, historia natural y artu útt--
lu.
«Cuán vastos fueron sus conocimientos en estas:
materias lo califican la diversidad de especies que pro-
movió y disputó relativas á estos ramos, entre las
cuales se encuentra un crecido número de produccio-
nes originales, partos de su continua meditación y re-
petidas observaciones, y otras mil, á más de peregri-
nas, Ó vertidas con novedad, ó ilustradas con notas:
oportunas. ¿y cuántas de éstas leyó y estampó París,
más de una vez, con aprecio, celebrando las no vulga-
res luces de este digno socio corresponsal de aquella
célebre Academia? Si este papel ofreciera el campo
necesario, se haría un exacto Índice de las materias
que trató con magisterio; pero, debiéndome ceftir á lo
que el tiempo proporciona, me contentaré con remitir-
á los lectores á los expresados periódicos y á los que
posteriormente publicó .. _ , ..
«Tuvo nuestro Alzate sus defectos, como los tienen
todos los escritores; pero cotejado su número con el
de las bellas producciones de su fecundo ingenio,
desaparecen como á la vista de las luces del día las
sombras de la noche. Terminó su carrera; pero exige
el agradecimiento, y bien podré decir la justicia, que
así como él tuvo presentes á otros literatos para tejer-
les en sus muertes los elogios correspondientes á su
merito, así nosotros procuremos hacer vivir su memo-
ria. Satisfago de algún modo esta obligación con de-
cir brevemente que Alzate sirvió al orbe literario co-
mo buen filósofo, trabajó por ser útil á la patria como
buen patricio. y observó siempre una conducta arre-
glada como buen sacerdote.~
CONSULTAR: Beristáin; Pimentel, Historia de la poe-
sla en México, cap. X; Luis González Obregón, Méxi-
co '[-'le}", cap. LVI. Los cocha; Alamán, Histori.l de'
México, l, 123; Joaquín García lcazbalceta, artículo-
sobre Tlpog-raffa mexicana; Diario de México, 25 de-
Febrero de IBI l.
976
IGNACIO VARGAS
Poeta.
CARLOS VARR6N.
Poeta.
FRANCISCO VELASCO.
Escritor político.
EXTRANJEROS
El número de hombres de letras y ciencia que, si
bien nacidos fuera de México, aquí vivieron ó estuvie-
ron algún tiempo. hacia principios del siglo XIX, se
acerca, aunque no lo iguala, al número de escritores
mexicanos por nacimiento en la misma época. Habría
sido nuestro deseo conceder á cada uno de estos ex-
tranjeros igual espacio que á los nacidos en México,
pues, sobre todo tratándose de españoles, cabe decir
que ellos integraban, tanto como los naturales del
país, el cuadro literario del período de independencia.
Pero, si bien habíamos emprendido sus biograf ías, la
falta de espacio nos obliga á reducirlas á unas cuan·
tas indicaciones, que sólo en casos especiales se exten-
derán á más.
ESPANOLES.
HISPANO-AMERICANOS
SIMÓN BERGAÑO y VILLEGAS. - Mediano
rversificador guatemalteco, que desde su patria se hizo
miembro de la Arcadia de México y colaborador del
Diario.
MANUEL DE LA BODEGA Y MOLLINEDO.-
Limeño; hermano del mar ino Juan de la Bodega; doc-
-tor por la Universidad de Alcalá, y catedrático de le-
yes allí mismo; oidor de la Audiencia de Guatemala,
1006
N. R.
LAS IMPRENTAS.
1800-1821.
MEXICO.
Al terminar el segundo tercio del siglo XVIII, con-
taba la capital de Nueva España con seis imprentas,
una de ellas, la de Eguiara, enriquecida con caracte-
res griegos, hebreos y otros raros. Sin duda que, da-
do lo costosos que resultaban las impresiones, hubie-
ron de clausurarse algunas de las tipografías; no que-
daban, al comenzar el siglo XIX, sino dos: la de doña
María Fernández de J áuregui, y la de don Mariano
José de Zúñiga y Ontiveros.
IMPRENTA DE ]AUREGUI.-En 1766 estable-
ció el Lic. D. J oseph de Jáuregui, en la calle de San
Bernardo, una imprenta que dirigió hasta su muerte
( 1777). Los herederos siguieron con ella en la misma
calle hasta 1793 en que la trasladaron á la de Santo
Domingo y esquina de Tacuba. Al año siguiente apa-
rece bajo el nombre del Br. J oseph Fernández de J áu-
regui, y en 1801, bajo el de doña María. Parece ser
que este establecimiento fué vendido ó arrendado hacia
1815, pues las últimas impresiones que conocemos con
el nombre de J áuregui son de ese año.
IMPRENTA DE ONTIVEROS.-Al hablar de
este establecimiento el Sr. D. Joaquín García Icazbal-
10 31
PUEBLA.
México fué la primera población del Nuevo Mundo •
-que gozó de los beneficios de la imprenta (1536), Li-
ma la segunda (1584), (1) Cambridge, Mass. (Estados
Unidos) la tercera (r639), (2) Y Puebla la cuarta
{164 0 ) (3).
(1) M. Menéndez y Pelayo, prólogo á la Antologla de poetas
llispano-americanos, publicada por la Real Academia Española.
Tomo UI, pág. CLX.
(2) Calendario de Cumplido para 1845. Notas para la historia
·de los progresos de la tipografía en la República.-Isaiah Thomas.
The History of Printing in America. Vol. I. Albany, N . Y.; Joel
Munsell, Printer. 1874. Pág. 14, 42 Y siguientes.-Histoire de la
Presse en Angleterre el aux Etats-Ullis. M. Cucheval Clarigny.
París, 1857. Amyot, éditeur des oeuvres de Napoleón III et de la
.Semaine Poli tique.
(3) Boletín Bibliográfico Mexicano. México, 1902. Núm. 3.
Pág. 42, Artículo del Dr. Agustín Rivera.-Ensayo Bibliográfico
Mexicano del siglo XVII, por Vicente de P. Andrade. México,
1899. Imprenta del Museo Nacional. Bibliografía de Puebla. Pág.
793 .-Isaiah Thomas. Obra citada -Veinte años más tarde que en
Puebla, apareció la imprenta en Guatemala, siendo el primer im-
presor José de Pineda Ibarra, y debiéndose este inestimable bene-
ficio al Ilmo .obispo don fray Payo Enríquez de Rivera. Biblio.! [ra-
fía d e la imprent a en Guatemala en los sl~<[los XVII y X V III,
por Juan Enrique O'Ryan. Santiago de C,hile, Imprenta Elzevi-
.riana. MDCCCXCVIl.
Los impresores que ejercieron en esta última pobla-
ción durante lCls dos últimos tercios del siglo XVII p
OAXACA.
Doña Francisca Flores introdujo introdujo la im-
prenta en esta provincia en 1720; ocupa, por tanto, et
tercer lugar entre los establecimientos de México. Por
los datos adquiridos hasta hoy, se sabe que la existen-
cia de esta oficina fué muy corta; ignórase la causa de
ello.
En 181 I, el Br. don José María Idiáquez, de la Or-
den de los Filipenses, abrió al público una imprenta,
de caracteres imperfectos, y carente de los elementos
tipográficos más necesarios para hacerla medianamen-
te aceptable. De este taller se sirvió el cura Morelos
para hacer imprimir el periódico Correo Americano del
Sur, llamándose desde entonces aquél Imprenta Na-
cional del Sur.
El patriotismo del P. Idiáquez no se conformó con
poner á disposición de Morelos la imprenta, sino que
se dedicó á la difícil tarea de fundir tipos para abas-
tecerla. Véase lo que dice, entre otras cosas, don Car-
los María Bustamante, en carta fechada en el Orato-
rio de Antequera el 23 de Noviembre de 1813: <Den-
1039
tro de seis ú ocho días puede salir ya Aranguito con\
la letra y demás cosas de la imprenta, llevando com-
pleto surtimiento de la redonda; sigo ahora surtiendo>
su bastardilla. Pero es extraordinaria y suma la nece-
sidad de estaño que padezco; y para completar la que-
lleva he tenido (con mil trabajos) que comprar un po-
co á 2 Y 3 pesos libra: costo intolerable y muy gravo-
so. Por lo mismo, espero que V~ E., á la más posible
brevedad, me remita á esta tesorería porción conside-
rable de él; en la inteligencia de que continuaré sur-
tiendo aún más de lo prometido.
«Hasta esta fecha no se me ha respuesto cosa algu-
na á mi representación, pero ví un oficio de S. A. S ...
que dirige á los Ministros de cajas Nacionales para
que se me pague á 14 pesos millar y se me habilite,..
de 40nde conozco haberse adoptado mi propuesta apo-
yada por V. S. Doyle, pues, las gracias por sus favo-
res, contando siempre con ellos:..
Probablemente esta imprenta corrió la misma suer--
te que la de Sultepec.
GUADALA]ARA.
VERACRUZ.
SULTEPEC.
Al abrazar resueltamente la causa de la in dependen-
·cia el Dr. don José María Cos, comprendi6 que era in-
-dispensable propagar las ideas de emancipaci6n, por
las que se luchaba desde 1810. Pero las poblaciones
-en que habia establecimientos tipográficos estaban ba-
jo el dominio español.
Con una constancia y una habilidad que maravi-
llan, construy6 Cos caracteres de madera, prensa de
imprimir y los útiles más indispensables; todo esto
·elaborado sin elementos y bajo la tenaz persecuci6n
de las tropas realistas. A pesar de ello, se logró publi-
car en Abril de 1812 el Ilustrador Nacional, peri6dico
célebre en los anales de la bibliografía por las extra-
.ordinarias condiciones en que fué hecho. Poco tiempo
dur6 esta imprenta, que, no obstante su imperfecci6n,
llen6 por completo el fin que se propuso su autor.
En el mes de Mayo del mismo año, los Guadalupes,
.s ociedad secreta formada por patriotas mexicanos,
.compr6 á un español un retal de imprenta que se apre-
suraron mandar á la Junta y que sustituy6 á la cons-
(1) Beristáin, obra citada. Artículo Almansa (D . josé Ma -
.,-ian o).
4C
1042
NUEVO LEON.
YUCATAN.
Todos los escritores que se han ocupado en estudiar
la península yuca teca están contestes en consignar el
año de 1813 como el de la introducción de la Impren-
ta en Mérida, y en que fué don Francisco Bates, suje-
to ilustrado y de ideas avanzadas, el q\le la hizo ve-
nir de Europa, poniéndola bajo la dirección de don
José Fernández Hidalgo. (1)
Esta fué la única imprenta que hubo en Mérida
hasta 1821, aunque haya pasado á otras manos y por
consiguiente cambiado de nombre varias veces. (2)
JAUJILLA.
La Junta subalterna Que el Congreso de Apatzin-
gán instaló, temiendo ser disuelto, durante su dilata-
da marcha á Tehuacán de las Granadas, quedó esta-
blecida cerca de la laguna de Tzacapu, dentro de un
fuerte levantado por los insurgentes. Contaba la jun-
ta con el valioso elemento de la imprenta, dirigida
ésta por el impresor Teodosio López de Lara, el cual
cobraba siete pesos por cuarterón, y además el valor
del papel para las impresiones. El primer impreso que
salió de esas prensas fué la Gazeta del Gobierno Pro-
visional Mexicano de las Provincias del Poniente, perió-
dico redactado por el Dr. don José San Martín, canó-
nigo lectoral de la catedral de Antequera (Oaxaca).
(1) Don Francisco Sosa. al ocuparse de la sociedad de San-
juanistas en la biografía del Pbro. Manuel ]iménez Salís (Manual
de biografía Yucateca, 1866), dice: «En esta sociedad fué donde
se palpó la absoluta necesidad de traer, aunque fuese á gran cos-
to, como se hizo, la primera imprenta á Yucatán, para hacer más
populares las nuevas ideas. Esto pasaba en 1813.::'
(2) José Toribio Medina. La .Imprenta en Mérida de Yuca-
tán [1794-1821]. Santiago de Chile, Imprenta Elzeviriana, 1904'
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Las tropas del gobierno sitiaron el fuerte (Diciem-
Bre de 1817), y á los ocho días, estrechado el sitio, lo-
gró salir parte de la junta, á fin de que la nación no
quedara acéfala de gobierno. Cumplido y San Martín,
miembros de dicha junta, lograron evadirse á las dos
de la mañana, en una canoa, llevándose consigo la
imprenta. (1) No se sabe el fin que tendría ésta.
IMPRENTA DEL EJÉRCITO DE LAS TRES
GARANTíAS. - Las noticias más completas de esta
imprenta y de las de Tulancingo y Tepozotlán, se en-
C!:uen tran en un párrafo de la sexta carta, tomo V del
Cuadro histórico, de Bustamante, que dice:
HEn fines de Febrero (182¡) se presentó en aquella
6iudad (Puebla) el capitán Magán, con el objeto de
solicitar letra y prensa, llevando firma en blanco de
D. Miguel Cavaleri, para pagar sus costos sin dete-
nerse en cantidades, habiendo sido inútiles los esfuer-
zos que en razón de esto había hecho en México. Ten
t-óle la ropa al impresor Pedro de la, Rosa, esperando
en su amistad antigua con él, pero inútilmente; mas le
ofreció allanar la dificultad D. Ignacio Alconedo, her-
mano del célebre D. Luis Alconedo, de quien otra vez
hemos hecho honrosa memoria por sus importantes
servicios á la patria y fin trágico. Llevó~o al padre
prep6sito de la Concordia de Puebla, D. .Joaquín
Furlong, el cual confió el secreto á D. Mariano
Monroy, oficial de su imprenta, quien con él mismo
imprimió el plan de Iguala y la proclama con que
se publicó, comprometiéndose éste á marchar con
la letra que le proporcionó dicho eclesiástico. Ma-
gán y Monroy partieron juntos, y al llegar á Cho-
j ula, el primero comunicó el asunto que tenía en-
N. R~
FOLLETOS Y PERIODICOS.
Diario de México.
La insurrección.
Periódicos Insurgentes
1811-12
1813 á 1819.
1820-1821
VERA CRUZ
El primer periódico que apareció en el puerto fué
el Jornal Económico Mercantil de Veracruz, cuyo edi-
tor fué Manuel López Bueno, impresor del Consu,-
ladJ, y dueño de imprenta. Este periódico fué dia-
rio, y apareció, no en 1805, como se dice desde Be-
ristáin, sino desde le;> de Marzo hasta 31 de Julio de
1806. (1) Cada número constaba de cuatro páginas en
4e;> y contenía avisos comerciales y de otro orden, no-
ticias de cargamentos de buques, artículos sobre agri-
cultura é industrias, descripción de regiones y pro-
vincias. Nunca se publicó allí literatura; pero sí es
curioso advertir que en los primeros números se sos-
tuvo una discusión, provocada por un artículo de
P. C. A. (¿Pedro Canel Acevedo?), sobre la propie-
dad de la palabra Jornal, por periódico, en castellano.
Don José Mariano de Almansa publicó en 1807 y
1808 el Diario Mercantil, que no hemos podido ver.
PUEBLA.
El año de 1812 salió en la ciudad de Puebla el pros-
pecto de un periódico, que había de publicarse bajo la
(1) Existe en la Biblioteca Nacional, Primera división , p ág. 80.
V., además, La Imprenta en Veracruz, de D. José Toribio Me-
dina.
protección del Señor Obispo y que se prometía satis-
facer tales necesidades públicas como estas: « .... ten-
dréis en este periódico .. lo que pasa todos los días en
esta populosa ciudad. El devoto que frecuenta los
templos sabrá con más facilidad el orador que le ha
de predicar, las festividades más célebres á que debe
asistir, las indulgencias y jubileos que puede ganar:
los dueños de alhajas ú otros muebles perdidos ten-
drán una linterna con que buscarlos; los comerciantes
un nuevo corredor que avise los precios y las ventas;
los artistas recién venidos un cartel que anuncie su
habilidad; los tribunales un pregonero que publique
sus providencias; los lImos. Prelados un correo que
haga circular sus edictos: en fin, los muertos ilustres
tendrán su plañidera, y su panegirista los virtuosos ..
Embellecerán nuestro periódico el poeta con sus gra-
cias, el orador con sus razonamientos, el político con
sus medidas, el filósofo con sus discurso, el jJroyectista
con sus invenciones; aun el crítico con moderada sáti·
ra y el jocoso con sus bufonadas .... el gobierno jus-
to y liberal bajo cuya egida vivimos no sabrá negar-
nos los partes y noticias interesantes que dicen rela-
ción á la guerra,» El periódico se llamaría El Caduuo
de Puebla, y no simplemente Diario porque, aparte de
parecer vulgar el nombre á los editores, «la pobreza
del tiempo y con ella la falta de subscripciones podría
hacer que lo que al principio es diario se convirtiera
después en sem lnarío, y últimamente en nada, deján-
donos la sola gloria de inventores.:' Habría además un
buzón público adonde podrían llegar las cartas libres
de porte, que con el sobre: Al Caduceo de Puebla, diri-
gieren los ingeniosos habitantes de aquella ciudad y sus
provincias. Se prometía, pues, el periódico, aun por
el formato y el tipo de imprenta, muy semejante al
Diario de México, y sin duda que el redactor del pros-
pecto tuvo muy presente el del Diario. según que has-
ta recuerda palabras de aquél, mas no se sabe qué
10 77
YUCATAN.
ESTUDIO PRELIMINAR.
Indice biográfico.
M 20 en ella en él
XII 29 frágiles, ruidos frágiles ruidos
XIV 28 Miguel Manuel
XXIX 26 chavacano chabacano
XXXVIII 20 objetos mi objetos, mi
LVIII 26 Antonio Francisco
LXII 4 mexicana mexicanas
LXIII I 1790 169 0
LXXI 21 infame Corso infame Corso
CXXXI 27 chavacanería chabacanería
CXXXIII 21 ageno ajeno
CXXXIX 15 literaria; literaria:
CXLIV 22 una un
CLV 21 agena ajeno
CLX 7 del Negro Negro
CLXV 9 Panagi rista Panegirista
CLXXI 21 complacido, en complacido en
CLXXXIII 28 jJolltica instructiva jJolltico-illst r /tct ¡va
CXCVII nota Descartes Locke Descarte~, Locke
CXCVII nota iniciada por iniciado por
CCXXXV 13 ternura tersura
CCLII 41 tres cuatro
CCLV 10 Marroquí Marroqui
99 14 Y 20 canongía canonjía
101 32 18 9 2 179 2
10 3 22 Rosa I{osa,
128 17 conquista reconquista
225 19 ejemplar castigo ejemplar severo
254 19 presentó presento
1
4 7 23 en Doctor de Doctor
4 21 30 cerca cera
46 5 12 Y 13 sobrelliz sobrepeIJiz
4 66 28 Bolimbroc Bolingbroke
54 6 17 canongías canonjías
547 7 "
57 8 36 18 59 18 56
580 12 Ribera Rivera
1090
Pá"Y5.
Odas religiosas:
VIII A San Vicente de Paúl . . . . . . . . . . . . . • . . . . . 598
Odas filosóficas:
1 A la Luna en tiempo de discordias civiles.... ..... 602
Odas heroicas:
lII A la salida de Morelos de Cuautla.......... .. . . . 607
VI A la derrota del Ejército español que invadió el
territorio mexicano ... . .......... .. ... . . . 610
FRANCISCO ORTEGA . . ... ...... .... . .. ...... .. .. . 61 9
Los ojos de Delia [IV-V] . . ............•......... .. . 622
En la instalación de la Diputación Provincial . . .. ... . 62 4
A Iturbide en su coronación .. . .... . .. .. ......... . . 628
La música .............. . ..... . ...... . . ......... . 63 1
La Venida del Espíritu Santo ....... .. . . ..• ......... 63 8
APENDICE
¡.J '. Indice biográfico de la época . ... ... ..... . .. . ...... . . 661
Mexicanos . .. ' " ... ... . . .... ..... . ......... .. ... . 666
Extranjeros ..... .. . .. . ..... .... . . . . ..... . ... .... . . 99°
El teatro.. . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . .. . . . .. .. ' .. . 101 5
Las imprentas ...... . . ... .. . . .. ... .. ... . . . . : . ..... . 1°30
Folletos y periódicos . .. . ...... ... ... . . .... . . . . ... . 1')46
Adiciones y rectificaciones .......... . ... ... . ....... . J080
Erratas .. .. . ... .. ... . . .. ........... .. . ... . . . .. .. . 108 9