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EVANGELISMO

Lección 8
LA EVANGELIZACIÓN DEL MUNDO
Contenido
I. La importancia de la evangelización
II. Los obstáculos de la evangelización
III. Los retos de la evangelización
IV. La necesidad de la evangelización
*****
La maldad en este mundo está avanzando de una manera acelerada,
estamos rodeados de religiones falsas que surgen por doquier. El
comunismo y sus ramificaciones con el nombre de colectivos son armas
poderosas forjadas por la mente satánica que amenazan con borrar el
cristianismo de la faz de la tierra. Bajo este ambiente, la iglesia tiene la
responsabilidad de reflejar y alumbrar con la luz de Cristo.
“El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en
tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos”. Isaías 9:2
“Más cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”. Romanos
5:20
Tanto Isaías como Pablo reconocen que el mensaje Dios se tiene que
anunciar en medio de una deplorable sociedad, pero cierto es que esa luz
resplandecerá tan fuerte que disipará todas las tinieblas sobreabundando
en beneficio para aquellos que vengan a Dios, reconociendo su necesidad
de Él.
Siempre la gracia de Dios será mayor que el pecado y las tinieblas.
“¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si
se apartare de sus caminos?”. Ezequiel 18:23
“Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del
impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos,
volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de
Israel?”. Ezequiel 33:11
Ezequiel, guiado por el Espíritu de Dios, revela la posición de Dios en
cuanto a su deseo de restaurar al hombre de la condición en la que se
encuentra. Él no desea la perdición o condenación del impío, es por eso
que actúa en gracia, declarando que si este se vuelve de su camino vivirá
para Dios.
Aquí es donde encontramos el sentido de la evangelización, en que al
hacerlo estamos declarando no solo el buen deseo de Dios de restaurar al
pecador, sino que, además, proclamamos las buenas nuevas de que ya
Dios personalmente actuó reconciliando al hombre consigo mismo
proveyendo el sacrificio único y perfecto: Jesús, Su Hijo amado.

I. LA IMPORTANCIA DE LA EVANGELIZACIÓN
En el evangelio de Mateo, su autor escribe las siguientes palabras del
Señor Jesús:
“Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y
haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. Mateo 28:18-20
El pasaje citado resalta la importancia de la evangelización, diciendo que
esta sigue estando presente desde hoy (tiempo presente inmediato al
contexto del escritor) hasta el fin de los últimos tiempos.
El mensaje del evangelio inicia desde que Jesús vino al mundo para obrar y
hacer la voluntad del Padre y, por medio de su sacrificio único en la cruz
del calvario, llevar las Buenas Noticias de redención a todos los hombres
de la tierra.
La importancia de la evangelización actualmente se centra en la necesidad
que tiene el hombre sin Dios de conocer el mensaje que lo puede librar de
la condenación. Se podría decir que en este caso la vida del hombre y todo
lo que esta implica, ya sea en su presente y su futuro (físico y espiritual)
está en juego.
A medida que nos vamos acercando a la venida del Señor, esta necesidad
se hace más significativa.
Los cristianos estamos en una etapa crucial porque tenemos muchas
formas y maneras disponibles para acercar el evangelio a los necesitados.
La iglesia actualmente se encuentra en una lucha constante para rescatar
almas de las manos del enemigo y hacer discípulos en todas las naciones
conforme a la voluntad del Padre.
No es algo extraño pensar que la sociedad misma está degradándose
moralmente hasta puntos nunca antes imaginables, pero lo cierto es que,
al pasar de los años, las circunstancias se pondrán más difíciles para los
seres humanos.
Dios a pesar de todo esto siempre estará dispuesto a extender su
misericordia para el hombre.
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros”. Romanos 5:8
Por esta razón, la evangelización se torna cada día más importante y
necesaria para rescatar a los seres humanos en sus diferentes contextos
culturales, socioeconómicos, intelectuales, etc.
Para Dios la herramienta fundamental para la evangelización son sus
verdaderos discípulos.
Jesús era consciente que su ministerio terrenal tenía una fecha límite, pero
que la predicación de su mensaje no podía detenerse. Él era el cordero
que tenía que morir y ser sacrificado para redimir al hombre, tenía que
resucitar para mostrar su poder sobre la muerte y tenía que ascender a la
diestra del Padre para interceder por nosotros. Todo esto tenía que
hacerse porque ya era el tiempo señalado por el Padre, pero su mensaje
tenía que seguir predicándose.
“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo,
nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que
estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos”.
Gálatas 4:4-5
Por este motivo ordenó y mandó a sus discípulos, comprometiéndolos a
continuar con esta misión, para que todo aquel que crea en Él tenga vida
eterna, pero, así como todo en la vida requiere de esfuerzo y sacrificio, el
camino de Cristo Jesús no podía ser diferente.
Como discípulos del Señor, tenemos un papel muy importante en la
evangelización del mundo; a través de nuestro buen ejemplo, obediencia,
compromiso, constancia y testimonio, mostramos al mundo lo grande que
es Dios y su capacidad de lograr un cambio de vida verdaderamente
inigualable e inexplicable.
Como discípulos, de manera personal tenemos esta gran responsabilidad;
pero de la misma manera hay una responsabilidad colectiva como Iglesia
cristiana, que como tal cumple un rol trascendental en la evangelización en
estos tiempos, ya que para ella no se trata solamente de predicar el
Evangelio en países, ciudades o poblaciones numerosas, sino de alcanzar y
transformar con el mensaje del Evangelio de Jesús, vidas, corazones,
pensamientos, acciones y modelos de vida humana que están en contraste
con la Palabra de Dios.
Más que nunca, los cristianos somos actualmente piezas fundamentales
para acercar a las personas al camino de Dios, dejándonos usar por Él para
que nos lleve justamente a aquellas personas que necesitan de su
presencia.
Dios nos invita no solamente a congregarnos en su templo, sino también a
impartir su mensaje de Salvación de la mejor manera y con el mejor
ejemplo que podamos mostrar como personas individuales y como
comunidad de creyentes, desde nuestro interior hasta nuestro hogar,
amigos, hermanos, compañeros de trabajo y otros.

II. LOS OBSTÁCULOS DE LA EVANGELIZACIÓN


¿Por qué la mayoría de cristianos no evangelizan?
Hay que buscar las causas, los problemas principales, y aportar soluciones.

A. AGENTES INTERNOS
Nuestra naturaleza pecadora constituye el mayor impedimento. Por tal
motivo hacemos bien en no contristar al Espíritu, pues solo Él impulsa,
dirige, capacita y otorga las fuerzas necesarias.
Hay causas internas que nos impiden dar testimonio de nuestra fe:
● El desánimo (es inútil, la gente no escucha –falta fe–): hay que
renovar nuestra confianza en la Palabra y en su poder.
● La ignorancia en cuanto a esta responsabilidad como cristiano.
● La vergüenza o timidez, el miedo al rechazo.
● No saber enfrentar al incrédulo.
● Falta de aprendizaje, práctica o inexperiencia.
● Carencia de plenitud espiritual: una vida carnal, la falta de fe, la
tibieza espiritual, la pérdida de fervor y de visión espiritual.
● Desconocimiento de los puntos básicos del Plan de la Salvación.
B. AGENTES EXTERNOS
Hay causas externas (elementos de presión) que influyen negativamente y
paralizan en ocasiones toda labor evangelística:
● La actividad del diablo (no la vemos, pero es una realidad): “Anda
alrededor” (1 P. 5:8).
● La pasividad de la propia iglesia para con el creyente. Falta de
concientización y actividades evangelísticas.
● La sociedad materialista (vivimos en buena medida influidos y
condicionados por ella).
● La crítica o vituperio del mundo (el rechazo de los no creyentes).
Ante la reacción adversa, Jesús dice claramente:
“Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os
persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los
cielos…” Mateo 5:11,12

III. LOS RETOS DE LA EVANGELIZACIÓN


El reto de transmitir el Evangelio, dando testimonio de los valores e ideales
de hace dos mil años, es el principal areópago del mundo moderno, que
ha convertido la sociedad en una aldea global, lo cual supone utilizar un
lenguaje y unos medios acordes a nuestra época.
En este sentido, los medios de comunicación social son una herramienta
fundamental de la Iglesia para proclamar el Evangelio y colaborar en la
evangelización y en el logro del bien común basado en “la dignidad,
unidad e igualdad humana”, elementos que son parte importante de la
Doctrina de la Iglesia, para construir un mundo fraterno y hacer presente
el Reino de Dios.
A. MANIFESTAR LA UNIDAD COMO CREYENTES Y COMO IGLESIA
Uno de los retos en la evangelización es saber presentar el evangelio
considerando la importancia de la vida práctica. Uno de los tropiezos más
marcados que tenemos hoy son los malos testimonios que muchos
creyentes que participan en las diferentes áreas de evangelización
manifiestan con su mala conducta, arrastrando como consecuencia el
rechazo del mensaje del evangelio.
Es importante recalcar que, como se mencionó anteriormente con
respecto a la responsabilidad no solo individual del creyente sino también
a la responsabilidad comunitaria de la iglesia de mantener un buen
testimonio, somos llamados a mostrarnos como un solo pueblo que
trabaja con los mismos intereses y bajo un mismo propósito, dejando de
lado las diferencias que pueden impedir la aceptación del evangelio en las
personas.
“Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para
que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a
ellos como también a mí me has amado”. Juan 17:23
Marcus Rainsford lo expresa bien diciendo con respecto a este versículo:
“El Señor no pide riquezas para ellos, ni honores, ni influencia
mundana, ni grandes puestos, pero sí que ora fervientemente para
que sean guardados del mal, separados del mundo, preparados para
el deber y llevados a salvo al hogar celestial. La prosperidad del alma
es la mejor de las prosperidades; es el índice de la verdadera
prosperidad”.
El evangelista y la iglesia evangelizadora tienen que entender que para que
el mundo sepa que Jesús es el salvador de la humanidad y el enviado de
Dios, tiene que haber una disposición voluntaria, individual y colectiva
para mantener la unidad perfecta en el vínculo de la fe.
Solo cuando el mundo vea esa unidad divina y gloriosa en la Iglesia,
reconocerá a esa comunidad como el verdadero pueblo de Dios, y
entonces no habrá estorbo para que el mensaje llegue a sus corazones.
B. SER CONSCIENTE DEL CAMBIO DE LOS TIEMPOS
Es fundamental considerar que los tiempos cambian aceleradamente y,
como tal, igualmente los retos de la evangelización.
La sociedad actual, en este caso mayormente los jóvenes, tiene una mente
más activa para procesar las cosas. Vivimos en un tiempo donde hay
mucha información accesible a través de los medios digitales. El acceso a
la información que era complicado hace unas décadas, hoy está al alcance
de un simple clic.
Este contexto demanda de la iglesia ofrecer respuestas claras, precisas y
frescas que puedan llevar a la juventud a pensar en su necesidad de Dios.
Josh McDowell, conferencista muy conocido a nivel mundial, cita en el
comentario de un líder de jóvenes que dice lo siguiente:
“Durante un año he trabajado ayudando a los jóvenes cada semana
y he llegado a esta conclusión: utilizamos las mismas palabras que
los jóvenes usan, pero el significado es totalmente diferente.
Palabras como la verdad, la tolerancia, el respeto, la aceptación, los
juicios morales, el pecado, el Espíritu Santo, el diablo y la redención
tienen un significado completamente diferente para mis jóvenes”.
(McDowell, 2013)
No es extraño percibir esta clase de pensamiento en los jóvenes que se
ven influenciados por los medios de comunicación, redes sociales, entre
otros y que ciertamente influyen en su comportamiento.
McDowell puede proporcionarnos algunos datos interesantes en cuanto a
una distinta percepción del significado de algunas palabras de parte de los
jóvenes en la actualidad: (McDowell, 2013)
Nuestra Comprensión
Término COMPRENSIÓN POSMODERNISTA
(Cultura de adultos) (Cultura juvenil)
Aceptar a otros sin Aceptar las creencias,
estar de acuerdo o valores, estilos de
Tolerancia compartir sus vida y conceptos de
creencias o estilos de verdad de cada cual
vida. como iguales.
Aprobación sincera
Dar debida
Respeto de creencias y estilos
consideración a otros.
de vida de los demás.
Aceptar a las Aprobar y aun alabar
personas por lo que a otros por sus
Aceptación son y no creencias y estilos de
necesariamente por vida.
lo que dicen o hacen.
Ciertas cosas son
No hay derecho a
moralmente buenas o
Juicio moral juzgar el criterio o
malas, como Dios lo
conducta de otro.
ha determinado.
Las preferencias de
Las preferencias de
conducta sexual,
color, comida, ropa,
Preferencia sistema de valores y
diversiones, etc. se
personal creencias son
decide
decididas
individualmente.
individualmente.

Cada cual tiene Cada cual tiene


Derechos derecho a ser tratado derecho de hacer lo
personales con justicia de que cree que es
acuerdo con la ley. mejor para él.

Ser libre es hacer lo


Poder hacer lo que
Libertad que uno sabe que
uno quiera.
debe hacer.

Patrón absoluto de lo Lo que para usted sea


Verdad
correcto e incorrecto. correcto.
Teniendo en cuenta las ideas mostradas anteriormente, podemos darnos
cuenta que no estamos lidiando con cualquier generación; esta es una
generación pragmática y más abierta a ideas erróneas, dentro de su forma
de procesar y percibir la realidad han aceptado la idea que dice “lo que
funciona ahora está bien en este momento”, dejando de lado los principios
absolutos y eternos de la Palabra de Dios.
Si el evangelista de hoy pretende alcanzar a la generación actual, debe
comenzar por conocer y corregir esos conceptos deficientes, instruyendo a
la iglesia para estar preparada para estos retos.
C. ALCANZAR A PERSONAS INTELECTUALES
Al leer los Hechos de los Apóstoles, es evidente que el procedimiento
estándar de los apóstoles fue argumentar a favor de la verdad de la
cosmovisión cristiana, tanto con judíos como con paganos (Hechos 17: 2-3,
17; 19: 8; 28: 23-24). (Craig 2018)
Esto es interesante entender ya que, en la evangelización, no solo
podemos enfocarnos en personas cuyas vidas retratan vicios y conductas
degradantes, de la misma manera, hay quienes encerrados en bibliotecas y
libros alcanzan tipos de pensamientos radicales y diferentes a la
cosmovisión cristiana y es necesario llegar a ellos igualmente, para esto
una herramienta sólida será la apologética cristiana.
Con un público judío, los apóstoles apelaron a la profecía cumplida, a los
milagros de Jesús, y especialmente a la resurrección de Jesús como
evidencia de que él era el Mesías (Hechos 2: 22-32). (Craig 2018)
Con audiencias gentiles que no aceptaron las Escrituras judías, los
apóstoles apelaron a la obra de Dios en la naturaleza como evidencia de la
existencia del Creador (Hechos 14:17). (Craig 2018)
Con un llamamiento al testimonio de testigos oculares de la resurrección
de Jesús se mostraba específicamente que Dios se había revelado a sí
mismo en Jesucristo (Hechos 17: 30-31, 1 Corintios 15: 3-8). (Craig 2018)
La apologética es una gran herramienta para lograr destruir aquellos
argumentos que se oponen al cristianismo y que tristemente están
cautivando la mente, aún de creyentes, quienes, al no tener una base
sólida, se ven en aprietos al no poder enfrentarse a los cuestionamientos
en los diferentes centros de estudio.
Cuando alguien reflexiona que solo una minoría de personas que escuchan
el evangelio lo aceptará y que solo una minoría de aquellos que lo aceptan
lo hace por razones intelectuales, no debería sorprendernos que el
número de personas con quienes la apologética es efectiva sea
relativamente pequeña, entonces, ¿para qué molestarse con esa minoría
de una minoría con la que la apologética es efectiva? (Craig 2018)
● Primero: Cada persona es preciosa para Dios, ya que es una persona
por la cual Cristo murió.
Al igual que un misionero es llamado para llegar a algún grupo de
personas con diferentes rasgos físicos y costumbres, el evangelista
con capacidad apologética tiene la carga de llegar a esa minoría de
personas que responderán a argumentos y pruebas racionales.
● Segundo: La diferencia más significativa se da cuando consideramos
que este grupo de personas, aunque relativamente pequeño, es de
enorme influencia. (Craig 2018)
Es interesante considerar el impacto que causa en la sociedad y más
aún en las personas que rodean a hombres como por ejemplo C. S.
Lewis, Josh McDowell, Lee Strobel, entre otros, que con sus escritos
no solo han alcanzado a muchos para Cristo, sino que al mismo
tiempo han sabido inspirar e influenciar para bien en sus vidas.
Abogados, médicos e ingenieros son personas que se encuentran
entre las más influyentes en la configuración de nuestra cultura hoy
en día, y llegar a esta minoría de personas producirá una gran
cosecha de almas para el reino de Dios. (Craig 2018)
Lee Strobel comentó recientemente que ha perdido la cuenta del número
de personas que han venido a Cristo a través de sus libros El caso de Cristo
y El caso de la fe. (Craig 2018)
Oradores como Josh McDowell y William Lane Craig han llevado a miles a
Cristo a través de la evangelización orientada apologéticamente, ya que
después de todas sus conferencias concluyen con una oración de
compromiso para aceptar a Cristo. (Craig 2018)
La mies y el campo por cosechar no sólo son aquellos lugares alejados y en
medio de contextos pobres o sin educación, el campo también se extiende
a aquellos lugares que exigen mayor preparación del cristiano
evangelizador.

IV. LA NECESIDAD DE LA EVANGELIZACIÓN


Las Escrituras nos muestran que el creyente en Jesucristo es hecho
partícipe, delante de Dios, de una nueva creación, condición y posición,
frente a aquellas personas que le rodean y que no conocen la gracia divina.
Ante tal verdad, el cristiano tiene la gran responsabilidad de llevar el
Evangelio a aquellas personas.
“Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo
¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo
creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber
quien les predique?”. Romanos 10:13,14
Según el texto bíblico, la evangelización conlleva tres grandes vías, las
cuales dirigen a la salvación de la persona que recibe el mensaje: El
“escuchar”, el “creer” y el “invocar” al Señor Jesús. Por tal motivo, existe la
necesidad de proclamar al mundo quién es Jesucristo y cuál es su obra;
quiénes somos los cristianos y qué es lo que creemos.
Si esta labor no es el interés primordial del cristiano, entonces habrá
perdido el sentido de su vocación cristiana.
El cristiano, por su nueva condición en Cristo, se convierte en un portavoz
de buenas noticias, y por ello recibe el encargo de:
● Experimentar las Buenas Nuevas en su propia vida
● Comunicar el Evangelio a los demás.
“Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la
paz, de los que anuncian buenas nuevas!” Romanos 10:15
A. UN MUNDO PERDIDO
La realidad es que nuestro mundo sin Cristo se dirige hacia la condenación
eterna; cada día miles y miles de almas se pierden por la eternidad.
Por esta razón el cristiano no puede callar ante un panorama tan
desolador, y mucho menos cuando sabe que existe un cielo que abre sus
puertas de forma gratuita por medio de Cristo a todas y cada una de las
personas de este mundo.
Si consideramos con detenimiento el preciado tesoro que poseemos los
cristianos, esto es, el Evangelio de Jesús y el gran bienestar que aporta al
corazón humano cuando se recibe y cree en él, tal vez podamos exclamar
como el apóstol Pablo:
“¡Ay de mí si no anunciare el evangelio!” 1 Corintios 9:16
Necesitamos hacer una mirada retrospectiva para observar el fervor
cristiano de los primeros discípulos e imitar su devoción, su plenitud
espiritual y su celo por predicar el mensaje de las Buenas Nuevas.
Eusebio de Cesarea dijo:
“Indudablemente, por una fuerza y una asistencia de arriba, la
doctrina salvadora, como rayo de sol, iluminó de golpe a toda la
tierra habitada. Al punto, conforme a las divinas Escrituras, la voz de
sus evangelistas inspirados y de sus apóstoles resonó en toda la
tierra, y sus palabras en el confín del mundo. Efectivamente, por
todas las ciudades y aldeas, como en era rebosante, se constituían
en masa iglesias formadas por muchedumbres innumerables”.
El mensaje de salvación es de carácter urgente, y no hay tiempo que
perder; para muchas personas es cuestión de vida o muerte.
B. UN LLAMADO PARA TODOS
Es verdad, no todos los cristianos estamos llamados al ministerio de
evangelista, pero sí somos llamados a ser parte del trabajo de la
evangelización del mundo.
Todos estamos llamados ya desde la conversión a dar testimonio de
nuestra fe.
Todo cristiano, aun dentro de su incapacidad personal, se halla
suficientemente dotado por Dios para cumplir con dicha responsabilidad
mencionada; no por sus propias fuerzas, sino por el “poder de Dios que
actúa en él” (Ef. 3:20).

BIBLIOGRAFÍA
Oswald Smith, Pasión por las almas (Barcelona, España: Comibam
International, 1950), 129–144.
Tomado de
http://apuntesteologicos78.blogspot.com/2013/09/la-necesid
ad-de-evangelizar.html
Tomado de https://portavocesdevida.org/seminario-de-evangelizacion/
Craig, William Lane. Fe Razonable (Salem Óregon EEUU: Publicaciones
Kerigma, 2018). Traducido al español Jorge Ostos, 22-23
McDowell, Josh. La última generación de cristianos (El Paso Texas EEUU,
Mundo hispano, 2013) 18, 19

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