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ISBN 978-0-9854752-1-5
AgRADECimiENtOs
DEDiCAtORiA
Introduccion 9
Una vision global de la 1 profecia 11
El Ministro Profetico C 2 y su mensaje 39
La responsabilidad del ministro A 3 profetico 63
P El espiritu del ministro Í profetico 79
4
5 Todos pueden profetizar 93T
U
6
Interpretando correctamente la profecia 113
L 7 Falsas enseñanzas y engaños 141 O 8 Niveles del don de profecia 171
9 Cuidados al profetizar 203 Bibliografia 243
iNtRODuCCiON
Es muy importante ser parte del mover profético, algunas veces seremos las
vasijas de bendición y en ocasiones seremos edificados cuando recibamos
la palabra por medio de otros hijos de Dios.
Los santos son bendecidos cuando permitimos que la voz de Dios sea
escuchada, así que no debemos de detener el fluir profético, sino ser
formados, capacitados y activados en el don para dar buenos resultados en
nuestro llamamiento.
DE LA PROFECIA
Una vision global
del cristiano.
Para los cristianos que han sido reformados y su mente es renovada cada
día, la profecía es vital en el crecimiento de la persona y de la Iglesia de
Cristo. Escuchar la voz de Dios direcciona, enriquece, madura la vida
cristiana para ser de bendición a los que nos rodean. Estos cristianos buscan
el don y lo practican, disfrutan de la presencia de Dios y anhelan caminar en
las pisadas del Maestro.
En los tiempos antiguos, los reyes tenían mensajeros oficiales que llevaban
las “noticias reales” tanto en tiempo de guerra como en asuntos de estado.
Estos eran mensajeros con la autoridad del rey, la palabra que llevaban
representaban exactamente su consejo, voluntad o dirección. El mensajero
jamás considera que el mensaje es suyo, ni lo entrega en su autoridad
personal. El mensaje que él entrega viene con la autoridad del dirigente que
lo envió. Así era con los profetas del AT. Sabían que no hablaban por su
propia cuenta, sino de parte de Dios, y con la autoridad de Él.
de Elías en 1Reyes 21.19 se citan en 2Reyes 9.25 como una sentencia que
el Señor decretó sobre Acab, sin mencionar siquiera a Elías. Con frecuencia
se lee, “la palabra de Jehová, la cual él había hablado por su siervo el
profeta" (1Reyes 14.18; 2Reyes 9.36; 2Crónicas 29.25; Esdras 9.10-11;
Nehemías 9.30; Jeremías 37.2; Zacarías 7.7, 12).
Cuando el profeta soltaba una palabra de parte de Dios traía un fuerte temor
en el pueblo porque eran palabras veraces que se cumplían invariablemente.
Incluso cuando la gente escuchaba a un profeta estaba convencida de que
las palabras de ese profeta tenían absoluta autoridad divina, no se
arriesgaría a ignorar el mensaje por temor a recibir el castigo a la
desobediencia y la incredulidad.
Cuando un profeta hablaba en nombre del Señor, si tan sólo una profecía no
se cumplía, sin duda era un falso profeta (Deuteronomio 18.22). Tan grande
era la autoridad que acompañaba al oficio de profeta, como desastroso el
actuar de un profeta falso, tanto, que el castigo que recaía sobre éste era la
pena de muerte (Deuteronomio 18.20; 13.5).
De hecho, el pueblo de Dios no juzgaba la profecía para separar lo correcto
de lo incorrecto, lo bueno de lo malo, lo verdadero de lo falso, simplemente,
una pequeña porción que fuera falsa, no se juzgaba el engaño de la profecía
sino la falsedad del profeta.
Todo Israel conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová (1Samuel 3.20).
De modo que entendieron que desobedecer a Samuel o interpretar por
cuenta propia aun las órdenes aparentemente arbitrarias, sería mal y
conduciría al castigo de Dios.
Estos mensajeros tienen la misma autoridad que los mensajeros del AT, de
hecho, las palabras que declaran tienen la misma validez. Mas os hago
saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre;
pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de
Jesucristo (Gálatas 1.11-12).
el Espíritu Santo le ha revelado cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han
subido en corazón de hombre (1Corintios 2.9), sino también cuando él da a
conocer esta revelación, él habla no con palabras enseñadas por sabiduría
humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo
espiritual" (1Corintios 2.13). Más adelante, al defender su oficio apostólico,
Pablo dice que dará a los corintios prueba de que habla Cristo en mí
(2Corintios 13.3).
El apóstol alaba a los tesalonicenses: Por lo cual también nosotros sin cesar
damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que
oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según
es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes
(1Tesalonicenses 2.13). Para que no haya malentendido, les advierte con
respecto a sus instrucciones para la conducta moral: Así que el que desecha
esto, no desecha a hombre, sino a Dios (1Tesalonicenses 4.8). Así que los
compromete a que su carta sea leída a todos los santos (1Tesalonicenses
5.27). Como podemos ver, los mensajeros del NT tienen la misma autoridad
celestial para hablar las mismas palabras de Dios.
E vidEncia dEl libro dE los HEcHos (Hechos 11.28). Esta escena se desarrolla en
Antioquía, en la Iglesia que desarrolla un centro apostólico para extender el
reino en las naciones. Desde este lugar apostólico, Pablo y Bernabé son
enviados a su primer viaje misionero. En aquellos días unos profetas
descendieron de Jerusalén a Antioquía. Y levantándose uno de ellos,
llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran
hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio.
Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron
enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea; lo cual en efecto
hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo
(Hechos 11.27-30).
Observamos que el Dr. Lucas describe esta escena del profeta Agabo como
una palabra elocuente y genuina, la cual se cumplió fielmente en tiempos de
Claudio. El profeta hizo una declaración que parece un poco endeble: daba
a entender por el Espíritu. “Daba entender”, quiere decir que lo decía de
diferentes formas en las cuales estaba involucrado totalmente el Espíritu
Santo. Decir que daba entender, es mostrar la misma palabra de diferentes
maneras, seguramente el Espíritu Santo participó de tal forma que no podía
dejar ningún “cabo suelto” que abriera la posibilidad a la duda.
El trabajo del Espíritu Santo a través de la vida del profeta Agabo, fue tan
elocuente que los hermanos se prepararon para hacer frente a esta situación
con diligencia. Esta evidencia nos testifica que la profecía en el NT fue tan
necesaria como en el AT y la autoridad para declararla ha sido otorgada
totalmente a la Iglesia.
La expresión del Espíritu Santo fue evidente y el mensaje fue dado. Aunque
no entendemos porque el apóstol desobedeció la orden del Espíritu,
evidentemente la profecía era genuina y fue recibida adecuadamente.
El otro error en la profecía de Agabo tiene que ver con el segundo detalle
que predijo: el hecho de que los judíos "entregarían" a Pablo a los gentiles.
Aquí la palabra griega es paradidomi, entregar, poner en manos de otro.
Paradidomi se usa por ejemplo, al "entregar" Judas a Jesús en manos de los
principales judíos (Mateo 10.4).
la profEcía rEquiErE ordEn (1Corintios 14.29). La idea de hablar por Dios a todos
nos agrada, escuchar la voz del
DE LA PROFECIA
Primero, una revelación del Espíritu Santo (es decir, el origen mismo de la
profecía). Segundo, la expresión o la comunicación de esa revelación.
Tratamos con un asunto sencillo, Dios habla, nosotros escuchamos y
transmitimos lo que Dios desea que hablemos. El apóstol Pablo declara que
el misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a
DE LA PROFECIA
los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y
profetas por el Espíritu (Efesios 3.5).
Esta revelación del Espíritu es entregado a los hijos de Dios para que sean
comunicado. No estamos diciendo que todo lo que recibimos lo debemos
expresar o comunicar, en algunas ocasiones recibimos información que “no
es comunicable” o en cierto sentido secreta que nos sirve para otros asuntos
del reino de Dios, sin embargo aquí tratamos con la profecía que se
comunica.
El equilibrio es necesario
profetizar sino deben de operar en el don. Así que, quisiera que todos
vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es
el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para
que la iglesia reciba edificación (1Corintios 14.5). Profetizar es un
privilegio que todos los santos tenemos. ¡No solo podemos sino debemos
hacerlo!
1. Don de profecía.
2. El espíritu de la profecía.
3. Oficio del profeta.
Cualquier persona puede profetizar, pero eso no quiere decir que el don de
profecía esta activo. Cuando la presencia de Dios desciende cualquier
persona puede operar en el don, pero es posible que nunca vuelva hacerlo, o
pasará algún tiempo para que lo vuela a hacer. Sin embargo el que tiene el
don de profecía lo hará con regularidad.
DE LA PROFECIA
La profeta Cindy Jacobs hace una lista de lo básico del carácter de una
persona que profetiza. ¿Cuáles son algunas áreas específicas que Dios trata
en la preparación de los que profetizarán? Una de las áreas más importantes
es la integridad. Cindy dice que si el Señor va a confiar sus mensajes a
determinadas personas para darlos a conocer, ellas deben primero ser fieles
en entregarlos en sus palabras.
DE LA PROFECIA
que puedo cumplir, o no prometer en un día más de lo que físicamente
puedo hacer.
u sar El dinEro apropiadamEntE. Los profetas líderes deberían pagar sus cuentas y
no vivir fuera de sus recursos. Deben tener control del uso del crédito. No
deben solicitar fondos como prerrequisito para entregar un mensaje
profético de Dios. El don de profecía no se puede comprar ni vender, y los
que se dedican a estas actividades caen dentro del camino de Balaam el
vidente (véase Números 22, 24; compárese con Hechos 8.18-23 también
vea Judas 1.11).
Gary da también los siguientes puntos como diferencia entre los verdaderos
y los falsos profetas en el AT: La diferencia entre ellos no es que los
profetas verdaderos fueran cien por ciento exactos mientras que los falsos
cometieron errores. Los falsos profetas portaban malos frutos y parecían
estar constantemente equivocados.
› Los falsos profetas portaban malos frutos, ya que sus motivos y acciones
eran malignos y animaban al mal y a la desobediencia al Señor (Jeremías
23.10, 11);
DE LA PROFECIA
› Las enseñanzas y vaticinios de los falsos profetas alejaban al pueblo del
Señor (Deuteronomio 13.2; 18.20);
Esta es una visión global del don de profecía, las siguientes lecciones
abrirán el panorama mucho más y nos prepararán para ser buenos
portadores del don profético y seguramente muchos será bendecidos por ser
vasijas de honra en manos de nuestro Dios.
Dios desea comunicarse con sus hijos, desea expresar su corazón y dar
dirección a nuestra vida para que nos vaya bien y seamos exitosos en lo que
hacemos. Para esto, el Espíritu Santo ha entregado el don de profecía al
cuerpo de Cristo. Todos los hijos de Dios tenemos acceso a este don y es
sumamente necesario en el desarrollo de nuestra vida cristiana.
Al recordar la parábola de los talentos nos damos cuenta que Dios nos
entrega la responsabilidad de operar en los dones como entregar uno, dos o
más talentos que debemos usar para engrandecer el reino de mi Padre. Al
hacerlo correctamente, ganaremos la confianza de Dios para acceder a sus
planes y sueños para este tiempo.
38
EL
MINISTRO
PROFÉTICO
Y SU MENSAJE
C
A
P
Í
T
U2
L
O
Entonces respondió Amós y dijo a Amasías: No soy profeta, ni soy hijo de
profeta, sino que soy boyero y recojo higos silvestres. Y Jehová me tomo de
detrás del ganado y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel.
�mos 7.14-15
EL MINISTRO PROFÉTICO Y SU MENSAJE
Escuchando hablar a Dios
Dios ha levantado durante todas las edades personas que oigan su voz y
transmitan sus palabras a otros. Durante años el pueblo del Señor ha
escuchado sus instrucciones y apercibimientos. Su voluntad perfecta ha sido
revelada a través de los siglos y nadie puede negar que desde el cielo ha
descendido a la tierra la voz del Altísimo, el don de profecía y la voz de sus
ministros proféticos han sido los medios.
Es una gran responsabilidad transmitir las palabras que vienen del corazón
de Dios, la operación del don de profecía implica madurez, siempre existirá
la oposición de la naturaleza humana para desarrollar un ministerio
profético puro y eficaz. Por experiencia hemos visto que muchas veces, el
Ismael precede al Isaac, la carne trata de producir lo que sólo el espíritu
puede hacer.
Dios trata con sus vasos y permite que pasen su propio proceso de tiempo y
experiencias a fin de desarrollar el llamado y sus dones de una manera
efectiva y poderosa. La preparación es requisito indispensable para servir en
el campo profético.
Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis
palabras en su boca y él les hablará todo lo que yo le mandare
(Deuteronomio 18.18).
Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de
Lapidot (Jueces 4.4).
El término hebreo Ro’eh indica una habilidad especial para ver el reino
espiritual y prever los acontecimientos futuros. El profeta vidente no era
engañado por la apariencia de las cosas, sino que las podía ver desde la
perspectiva de Dios mismo.
Por supuesto que el oficio del profeta del AT es muy similar al del NT
revelando el corazón de Dios al mundo. Una diferencia sustancial son los
frutos y el reconocimiento del pueblo de Dios al llamado. En el AT los
profetas eran llamados directamente por Dios y eran reconocidos por el
cumplimiento de la profecía y el testimonio de su llamado. El falso profeta
debería ser muerto a causa de usurpar un lugar y un cargo al que no había
sido llamado.
El mensaje del profeta confronta la manera ligera de vivir del pueblo del
pacto y lo incita a mejorar sus caminos y sus obras, le apercibe cuando ve
venir la espada a fin de que nadie sea cortado y perezca para siempre. Vino
a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, habla a los hijos de tu
pueblo, y diles: Cuando trajere yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la
tierra tomare un hombre de su territorio y lo pusiere por atalaya, y él viere
venir la espada sobre la tierra, y tocare trompeta y avisare al pueblo
(Ezequiel 33.1-3). Pero si el atalaya viere venir la espada y no tocare la
trompeta y el pueblo no se apercibiere y viniendo la espada hiriere de él a
alguno, éste fue tomado a causa de su pecado, pero demandaré su sangre de
mano del atalaya (Ezequiel 33.6).
Dios ha elegido la voz profética para ser ese atalaya en medio de su pueblo.
No podemos callar cuando tenemos que apercibir y librar al que está bajo el
juicio de Dios a causa de sus pecados.
El mensaje del primer gran profeta del NT no fue nada sencillo, su mensaje
era un llamado urgente a arrepentirse y dejar sus malos caminos, líderes
religiosos fueron confrontados en grande manera y eso le costó a Juan el
Bautista que le cortaran la cabeza. Desde entonces comenzó Jesús a
predicar y a decir: Arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado
(Mateo 4.17).
EL MINISTRO PROFÉTICO Y SU MENSAJE
Entonces estamos hablando de ministros de Dios que no solamente están
tratando de dar una palabra de predicción, sino su mensaje es dar a conocer
el corazón de Dios para sus hijos a fin de edificarlos y llevarlos a un
crecimiento continuo.
› zacarías. Tiene una gran visión y encuentro con un ángel con el cual
conversa y le confirma el nacimiento de un hijo en su vejez y la de su
esposa. Quedo mudo a causa de su incredulidad y recupero su voz solo al
cumplimiento de lo anunciado por el ángel. Entonces pudo profetizar con
fluidez lo que Dios le entregó para compartir acerca del niño con su pueblo
(Lucas 1.8-13,18-20, 57-80).
› osEas. Dios le pide casarse con una prostituta y traerla de regreso a casa
cuando se iba con sus amantes, de esta manera su mensaje fue entregado al
pueblo de Dios habiendo experimentado en él mismo el menosprecio de su
amor por esa mujer ramera, dando a entender con esto al pueblo del Señor
que aunque ellos eran infieles, él los buscaría siempre porque su amor y
fidelidad son eternos (Oseas 1.1-3; 3.1-5).
› EzEquiEl. Dios permite que muera su mujer repentinamente y le indica que
no debe llorarla ni pasar por los ritos funerarios acostumbrados, sino que
debía soportar ese dolor y transmitir a los futuros cautivos lo que a ellos
también les sucedería cuando fueran transportados a Babilonia, no habría
manera, ni tiempo tampoco de llorar a sus muertos (Ezequiel 24.15-24).
Dios trata con el vaso profético de una manera íntima para asegurar que lo
que está recibiendo será entregado de la manera adecuada. Dios crea una
convicción a través del trato íntimo, se asegura que hemos entendido
adecuadamente su propósito y que entregaremos el mensaje como lo
recibimos.
Por otro lado, Dios desea que seamos impactados y que conozcamos su
corazón de una manera íntima. Antes de entregar el mensaje recibido
debemos de sentir lo que Dios siente y entender sus planes y sueños, para
esto usa momento especiales que nos muestra lo que Él es.
EL MINISTRO PROFÉTICO Y SU MENSAJE
› El profeta es una persona que tiene una estrecha relación con Dios, ya que
se convierte en su confidente. Al estar tan cerca de Dios, en esta comunión
tan intensa, el profeta simpatiza con Él en todos sentidos.
› Como el profeta entiende mejor que nadie, los propósitos, voluntad y
deseos de Dios para con su pueblo, experimenta las mismas reacciones
emocionales que Él siente. En otras palabras, no sólo escucha la voz de
Dios, sino que siente lo que siente su corazón.
› Procura el supremo bien del pueblo, por lo tanto advierte contra el confiar
en otras cosas tales como la sabiduría humana, las riquezas, el poder u otros
dioses.
› Tiene una visión clara del futuro y todo lo por venir, de manera que trata
de proteger al pueblo de Dios que no caiga en los engaños del enemigo ni
escuche a los falsos maestros y profetas, ni mucho menos se desvíe a esos
caminos llenos de falsedad.
¡Dios tratará con la vasija profética para que sea formada a su imagen!
El que vea al ministro profético deberá estar viendo a Dios mismo. Cuando
alguien no permite ser formado por Dios en la intimidad, no podrá entender
asuntos íntimos de Dios.
Esta experiencia de Juan deja claro que Dios certifica la palabra que está
desatando con una experiencia única que asegura que no el apóstol no tenga
duda alguna de la veracidad de la información recibida, además de que el
mensaje es completo y ampliado por medio la experiencia sobrenatural. De
la misma manera, Daniel el profeta recibe información privilegiada por
medio de la palabra y de la experiencia sobrenatural recibida. En el año
tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel llamado
Beltsasar; y la palabra era verdadera y el conflicto grande; pero él
comprendió la palabra y tuvo inteligencia en la visión (Daniel 10.1).
Daniel se encuentra a la orilla del gran río Hidekel donde tiene una
experiencia extraordinaria (Daniel 10.1-21). La resumimos de esta manera.
› Vio al Señor sentado sobre un trono alto y sublime y sus faldas llenaban el
templo.
EL MINISTRO PROFÉTICO Y SU MENSAJE
› Vio serafines, daban voces diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los
ejércitos, toda la tierra está llena de su gloria.
› Voló hacia él uno de los serafines teniendo en su mano un carbón
encendido y toco sus labios y limpio su pecado y quito su culpa.
› Escuchó la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré y quién irá por
nosotros?
Debemos aceptar y declarar que como hijos del Dios inmutable tenemos
toda la posibilidad de tener estas experiencias espirituales a fin de confirmar
la palabra enviada por Dios a nuestros corazones.
Esta palabra y las acciones que debía realizar el profeta Samuel, no eran
nada sencillas, pues antes de recibirlas no había sido ungido rey alguno para
gobernar al pueblo de Israel, para Saúl el cumplimiento de cada una de las
“señales” que vivió, avivo fuertemente su fe y preparo su corazón para el
momento de ser levantado delante del pueblo como su rey.
He aquí que un varón de Dios por palabra de Jehová vino de Judá a Bet-el;
y estando Jeroboam junto al altar para quemar incienso, Aquél clamó contra
el altar por palabra de Jehová y dijo: Altar, altar, así ha dicho Jehová: He
aquí que a la casa de David nacerá un hijo llamado Josías, el cual sacrificará
sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman sobre ti incienso y
sobre ti quemarán huesos de hombres. Y aquél mismo día dio una señal,
diciendo: Esta es la “señal” de que Jehová ha hablado; he aquí que el altar
se quebrará y la ceniza que sobre el está se derramará. Y el altar se rompió
y se derramó la ceniza del altar, conforme a la “señal” que el varón de Dios
había dado por palabra de Jehová (1Reyes 13.1-3, 5).
EL MINISTRO PROFÉTICO Y SU MENSAJE
El mensaje del profeta cumple un proposito especifico
1. EntrEga la promEsa dE la provisión dEdios(consolación)
Por tanto así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No entrará en esta
ciudad, ni echará saeta en ella; ni vendrá delante de ella con escudo, ni
levantará contra ella baluarte. Por el mismo camino que vino volverá y no
entrará en esta ciudad, dice Jehová. Porque yo ampararé esta ciudad para
salvarla, por amor a mí mismo y por amor a David mi siervo (2Reyes
19.32-34).
Y cuando tus días sean cumplidos para irte con tus padres, levantaré
descendencia después de ti, a uno de entre tus hijos y afirmaré su reino. Él
me edificará casa y yo confirmaré su trono eternamente (1Crónicas 17.1-
4,11-12).
Cuando Ahías oyó el sonido de sus pies, al entrar ella por la puerta, dijo:
Entra, mujer de Jeroboam ¿Por qué te finges otra? He aquí yo soy enviado a
ti con revelación dura.
› Es juzgado por otros profetas que escuchen o lean el mensaje del Señor
expresado por el ministro profético. Si el mensaje no es de fácil
entendimiento o interpretación, debe ser juzgado por otros ministros
proféticos maduros o con mayor experiencia.
› Es pasado por el cedazo de la Biblia a fin de confirmar que la Palabra
concuerda y no la contradice. Sabemos que nadie debe añadir o quitar nada
de la palabra de Dios. Toda palabra que sale del corazón de Dios debe ser
analizada y juzgada con la palabra profética más segura, la Biblia (2Pedro
1.19).
debemos parar el mover profético por temor a recibir una palabra incorrecta
o falsa. Debemos equipar al pueblo de Dios en conocimiento y unción para
asegurar que el río profético fluya correctamente.
El profeta está vinculado al corazón de Dios de una manera tan íntima que
podrá “escuchar” sus pensamientos más íntimos y “sentir” lo que él siente,
de tal manera que su vida misma es la expresión de Dios para su pueblo.
Vivir para Dios y para su pueblo, debe ser la meta de cada ministro
profético, ser a la imagen de Cristo y ser la imagen visible del Dios
invisible debería ser el sueño de cada ministro profético.
Hoy en día muchos falsos profetas han salido por el mundo, con el espíritu
del anticristo, con el único afán de perturbar, distraer, confundir y llevar por
caminos ajenos a la verdad, a la Iglesia del Señor. Doctrinas falsas han
surgido por doquier, la Iglesia está siendo gravemente afectada por ellas,
reina la confusión y la verdad pareciera que se empaña a causa del avance
del enemigo con sus palabras engañosas y sutiles.
Estos falsos profetas trabajan intensamente atrayendo a muchos creyentes a
sus trampas teológicas. Están operando dentro de la misma Iglesia y
algunos tienen reconocimiento de ser ministros proféticos genuinos.
Debemos ser astutos y verificar que lo genuino funcione y evitar los abusos
que dejan una huella de dolor en los hijos de Dios.
Este tipo de falsos profetas, estarán operando en medio de los hijos de Dios,
su mensaje tendrá mucho éxito y las señales que harán atraerá a muchos
prosélitos, pero en lo espiritual ellos son vasijas de deshora en manos del
enemigo para traer destrucción.
La Iglesia del Señor debe estar alerta y reconocer las señales de los tiempos,
identificar probando el espíritu del profeta a los que son de Dios y no darles
entrada a la Iglesia. Muchos se preguntan ¿cómo identifico al verdadero
profeta y su mensaje, cómo se que viene de parte de Dios? Esta es la
manera en que debemos hacerlo: Amados, no creáis a todo espíritu, sino
probad los espíritus si son de Dios (1Juan 4.1).
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino
el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán
en aquél día: Señor, ¿no profetizamos en tu nombre y en tu nombre
echamos fuera demonios y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de
maldad (Mateo 7.21-23).
Es terrible que muchos ministros proféticos son vasijas del diablo para
perturbar al cuerpo de Cristo. ¡Como hijos de Dios debemos tener cuidado a
quien escuchamos! Recordamos un proverbio popular: “No todo lo que
brilla es oro”. Así es el mensaje profético, algunas veces el mensaje sonará
como verdadero, pero los ingredientes del mensaje nos deben descubrir que
es falso. El asunto es saber cómo evaluar la palabra para discernirlo
correctamente y ayudar a la vasija profética a alinearse al corazón de Dios.
Aunque todos los hijos de Dios somos responsables del fluir profético
correcto, el liderazgo tiene un mayor peso de responsabilidad al respecto. El
antídoto es el equipamiento en conocimiento y unción. Conoceréis la
verdad, y la verdad os hará libres (Juan 8.32), el equipamiento en
conocimiento nos permite conocer la verdad y el fluir correcto. La unción
es el poder mismo de Dios en nosotros que nos permite tener los dones
espirituales activados para discernir lo verdadero de lo falso.
Toda palabra que el Señor habló por medio del profeta Jeremías, se cumplió
fielmente, los juicios anunciados previamente tuvieron lugar sobre las
personas y las ciudades.
doscientos años habían sido apercibidos por los profetas de esas épocas, del
juicio inminente que vendría si no se apartaban de toda idolatría y volvían
su corazón a Dios.
Cuando se cumplieron los setenta años, Dios visitó a su pueblo y les hizo
transportar de regreso a su tierra, despertando el espíritu de Ciro, rey de
Babilonia, y de Darío y Artajerjes, sus sucesores.
Más después que nuestros padres provocaron a ira al Dios de los cielos, él
los entregó en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, caldeo, el cual
destruyó esta casa y llevó cautivo al pueblo a Babilonia. Pero en el año
primero de Ciro, rey de Babilonia, el mismo rey Ciro dio orden para que
esta casa de Dios fuese reedificada (Esdras 5.12-13).
Los falsos profetas, usados por satanás, intentarán infundir miedo a través
de sus profecías engañosas y perversas o sus palabras distorsionadas. No
solo crea temor sino confusión para ir por una dirección contraria a la
prosperidad que Dios envía.
Esta debe ser nuestra pasión como ministros proféticos, solo trasmitir lo que
él quiere decir. No podemos añadir ni quitar nada a lo que él desea entregar
a sus hijos.
He visto personas que ponen de “su cosecha” a las palabras que Dios está
entregando. Al final la palabra que viene del corazón de Dios es
contaminada por “palabras humanas” y el impacto que Dios desea hacer es
minimizado por la intervención equivocada de la persona.
Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis
palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare. Mas a
cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le
pediré cuenta. El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi
nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de
dioses ajenos, el tal profeta morirá. Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo
conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en
nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra
que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas
temor de él (Deuteronomio 18.18-22).
Dios desea expresar sus deseos, sueños, anhelos, y para esto usa los
ministros proféticos.
Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a
mi pueblo, y lo habrían hecho volver de
Hay tres cosas que debemos entender sobre las cuales debemos poner
atención. Sintonizarnos con Dios, escuchar con atención y hablar lo que
escuchamos.
No envié yo aquellos profetas, pero ellos corrían; yo no les hablé, mas ellos
profetizaban (Jeremías 23.21).
¡No solo es hablar, sino hacerlo en el momento indicado!
Frecuentemente Dios nos entrega información para entregarla no en el
momento que la recibimos, sino en tiempos posteriores.
Mas si dijereis: Profecía de Jehová; por eso Jehová dice así: Porque dijisteis
esta palabra, Profecía de Jehová, habiendo yo enviado a deciros: No digáis:
Profecía de Jehová (Jeremías 23.38).
“Saber más, para ser más”, en la medida que somos capacitados tendremos
mayores herramientas para ser usados por Dios de una manera efectiva a
favor del reino de Dios.
EL
ESPIRITU
DEL MINISTRO
PROFÉTICO
C
A
P
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T
U4
L
O
Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina.
�ito 2.1
Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los
santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
2�edro 1.21
Cada uno, según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable
conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al
poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a
quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
1�edro 4.10-11
EL ESPIRITU
Comunicando el mensaje de Dios
Hoy día por doquier se levantan “profetas” diciendo “así dice el Señor”. Y
pareciera que quieren arrebatarse la palabra unos a otros para llenar su
corazón de orgullo y vanidad. ¡Nada más lejos de la verdad! Dios está
levantando una generación de ministros proféticos de acuerdo a su corazón
que no solo que puedan comunicar correctamente la palabra sino que son la
imagen misma de Jesús. ¡Como es él somos nosotros en este mundo! (1Juan
4.17).
Jesús vino a mostrar al Padre, nosotros estamos aquí para mostrar la misma
imagen de Dios. Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre
conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. Felipe le dijo:
Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo
EL ESPIRITU
Este pasaje muestra el desafío de este ejército profético. El que veía a Jesús
podía ver al Padre, el conocía a Jesús podía conocer al Padre. El que ve a un
ministro profético debe estar viendo la misma imagen de Dios. El que
conoce a un profeta está conociendo el corazón de Dios.
Cuando la profecía proviene del cielo la voz de Dios se hace presente para
expresarse a sí mismo. Claro que el mensaje de Dios debe ser analizado y
pasado por el cedazo de la palabra de Dios para saber que proviene del
cielo.
EL ESPIRITU
los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la
hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,
así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que
hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié (Isaías
55.10-11). ¡La palabra hará todo para lo que fue enviada!
Todo lo que está por suceder, Dios lo sacará a luz a través de su pueblo
profético, nada queda en oculto, él quiere que su pueblo esté preparado para
todo tipo de acontecimientos que en el cielo ya se preparan para descender
y manifestarse en la tierra. Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que
revele su secreto a sus siervos los profetas. Si el león ruge, ¿quién no
temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará? (Amós 3.7-8).
Desde el año trece de Josías hijo de Amón, rey de Judá, hasta este día, que
son veintitrés años, ha venido a mi palabra de Jehová y he hablado desde
temprano y sin cesar; pero no oísteis. Y envió Jehová a vosotros todos sus
siervos los profetas, enviándoles desde temprano y sin cesar; pero no
oísteis, ni inclinasteis vuestro oído para escuchar (Jeremías 25.3-4).
El Señor por veintitrés años había estado enviando una palabra profética de
exhortación a su pueblo a convertirse de todo corazón y dejar la idolatría
para evitar el juicio que vendría a través de Nabucodonosor, pero el pueblo
no quiso escuchar ni arrepentirse.
Los setenta años de cautiverio en Babilonia, que Dios había decretado como
juicio a la nación de Israel por su infidelidad, estaban a punto de concluir y
el profeta Daniel no espero pasivamente que la libertad y el retorno de los
exiliados vinieran.
Para recibir respuesta a una promesa hecha por Dios a nuestras vidas se
requiere creer lo que el Señor ha expresado y en el tiempo manifestado
hacer lo que el Espíritu Santo nos dirija en esa estrategia que activará el
brazo poderoso del Señor a nuestro favor.
La palabra expresada por Dios, anuncia lo que está por venir, prepara el
corazón, genera fe y confianza para su cumplimiento. Simeón y Ana
esperaron por muchos años el cumplimiento de estas palabras proféticas
que anunciaron varios profetas con relación al nacimiento del Salvador, su
paciencia y fe fue recompensada y sus ojos no se cerraron hasta que vieron
a Jesús para bendecirle.
Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. Y le había sido revelado por el
Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor.
Y movido por el espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño
Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, él le
tomó en sus brazos y bendijo a Dios, diciendo; Ahora, Señor, despides a tu
siervo en paz, conforme a tu palabra; Porque han visto mis ojos tu
salvación, La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; Luz
para revelación a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel (Lucas 2.25-32).
Las profecías que anuncian el retorno del Señor Jesucristo a la tierra para
levantar a su novia y las señales declaradas ya están en proceso de
cumplimiento, Dios está apercibiendo a su pueblo para que se prepare.
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con
trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor
en el aire, y así estaremos siempre con el Señor (1Tesalonicenses 4.16-17).
Su voz se está dejando escuchar a través del ejército de profetas que se está
levantando y aún se levantará, él no quiere que nadie deje de proceder al
genuino arrepentimiento, hay un pueblo que está preparando su venida y el
arrebatamiento de su iglesia. ¡Somos sus instrumentos, estamos viviendo
los últimos tiempos, cumplamos la comisión encomendada!
Jesús, y no encontré nada similar en las Escrituras. Hice lo mismo con los
apóstoles y me di cuenta que ellos tampoco hicieron algo así.
Dios le dio indicaciones a un profeta joven para realizar una tarea profética.
Un profeta viejo se llenó de celos cuando vio como el profeta joven había
sido enviado a aquella comisión especial y con malicia manipuló la palabra
profética para seducir al profeta joven. Al final la desobediencia e
inexperiencia le costó la vida (1Reyes 13). Es un peligro latente para los
ministros proféticos la manipulación del mensaje recibido.
Dios prometió que en los postreros tiempos sus hijos e hijas profetizarían,
Él está levantando un pueblo profético en todas las naciones, somos
llamados a profetizar en estos últimos tiempos de la humanidad y debemos
tomar conciencia que nuestras palabras tienen que ser las palabras de Dios,
la carne tiene que morir para que el espíritu sea vivificado.
PUEDEN
PROFETIZAR
C
A
P
Í
T
U5
L
O
Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y
todos sean exhortados.
1�orintios 14.31
PROFETIZAR
¡Asi dice el Señor!
Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas,
y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? Pero si todos
profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por
todos es juzgado; lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así,
postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente
Dios está entre vosotros (1Corintios 14.23-25).
¿Por qué Moisés deseaba que todo el pueblo profetizara? Ojalá todo el
pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos
(Números 11.29). ¡Porque Moisés deseaba que todo el pueblo escuchara de
la boca de Dios sus maravillas!
El apóstol Pablo declara que la profecía tiene tres objetivos. Pero el que
profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación
(1Corintios 14.3). ¡Edificación, exhortación y consolación!
Hace unos días pasé cerca de una mujer joven con poco tiempo de casada.
Sentí el poder de Dios sobre mí y le di la palabra que sentía en mi corazón.
En estos días verás a Dios obrar maravillosamente sobre tu vida, te
asombrarás de lo que hará sobre ti. Dios tiene grandes cosas preparadas y te
las entrega en tu mano hoy mismo. Me miró, bajó su rostro y lloró. La
palabra para ti y para mí no tendría sentido, pero para ella sí. Su matrimonio
estaba en el fracaso y ella supo que Dios estaba en control.
Procura profetizar
› trabaJo arduo con disciplina. Esto no lo enseñan en una escuela, es la actitud del
corazón, es el deseo de triunfo, despojarse de la flojera y de toda actitud
mediocre. Disciplina es hacer las cosas en orden en el momento que
debemos hacerlo. Trabajo duro es no dejar las cosas para mañana, sabemos
que lo tenemos que hacer y lo hacemos con gozo y alegría. La disciplina
con trabajo duro trae carácter, nuestra personalidad es formada, el
temperamento es educado y los frutos son dignos de nuestro amado
Salvador.
Esto activará los dones proféticos. Dios pone en nuestro corazón el querer
como el hacer. El anhelo del corazón es soñar con hablar por Dios a las
personas. Dios nos premia con resultados cuando deseamos bendecir a los
demás.
Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti
por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio (2Timoteo 1.6-7).
Seguid el amor
Notemos que la escritura dice que sigamos el amor, además que debemos
procurar los dones. Pablo no nos da una opción entre el amor o los dones.
¡Debemos tener amor para impartir una palabra profética! He visto personas
que profetizan con dureza como si la palabra fuera a destruir a los
receptores del mensaje. Podemos traer cualquier palabra tan dura como sea
necesario, pero cuando hay amor, la palabra es mejor recibida.
Conocí a una linda hija de Dios muy dañada a causa de las profecías que un
día recibió. Las palabras siempre fueron condenatorias por su forma de
vestir. En lugar de hacer cambios u obedecer se creó rebeldía en su corazón
y posteriormente se separó de la mano del Señor.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino
para que el mundo sea salvo por él (Juan 3.16-17).
Note que Dios envió a su Hijo para salvar al mundo, no para condenarlo.
¿Recuerdas la experiencia de Jesús con la mujer descubierta en pleno acto
de adulterio? Jesús le dice a
PROFETIZAR
la mujer: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
(Juan 8.10).
Jesús podría haber aprovechado para hablar duramente a la mujer y dar una
lección a los oyentes, sin embargo sus palabras fueron de ternura como
curar cuidadosamente y con cuidado la llaga del enfermo. Ella dijo:
Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques
más (Versículo 11).
Por otro lado, Dios no nos entregará información acerca de otra persona
para ser usada de una manera negligente. ¡Es aquí donde entra el amor!
Podemos estar frente al peor pecador del mundo, pero la unción profética
no nos da el derecho de actuar con dureza. A través del amor una persona
puede ser atraída a los brazos de nuestro amado Salvador.
Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para
mostrarle los edificios del templo. Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo
esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea
derribada (Mateo 24.1-2).
Note que el apóstol hablaba no de sabiduría humana, sino por el poder del
Espíritu a través de las palabras que salían de su boca. La fe de las personas
crece cuando ven el poder creativo de Dios actuando.
Dios nos manda a creer en las profecías. Creed en Jehová vuestro Dios, y
estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados (2Crónicas
20.20). Las promesas se tienen que mezclar con la fe para que se cumplan.
Muchas profecías jamás se cumplirán porque no está mezclada con la fe. A
estos dos ingredientes es importante añadirle el amor.
Cada palabra que sale de nuestra boca lleva un propósito específico de parte
de Dios. Durante el día podemos estar profetizando a cada momento
desatando el poder creativo de Dios.
Creo que a esto se refería el apóstol Pablo cuando aconsejó: Mirad, pues,
con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis
insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. No os
embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del
Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos
espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando
siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo (Efesios 5.15-20).
Diligencia tiene que ver con el celo y eficacia con que hacemos nuestra
tarea. Una persona sabia es alguien que es entendido y actúa con prudencia
en lo que hace. El apóstol dice “hablando” con salmos, es decir, palabras
armadas que glorifican a Dios.
Jesús dijo:
Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho (Juan
12.50).
¡Debemos abundar en los dones! Así también vosotros; pues que anheláis
dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia
(1Corintios 14.12). Debemos de abundar a los dones para edificar al cuerpo
de Cristo.
La mentira que muchos hijos de Dios se creen es que los dones están
limitados solo a unas personas. Debemos destruir esa mentira para poder
fluir y abundar en los dones, principalmente en profetizar.
PROFETIZAR
¿Por que podemos profetizar?
Ahora nos toca a nosotros vivir bajo el poder del Espíritu Santo expresando
la gloria de Dios en todo lo que hacemos. Dios necesita que nosotros nos
activemos en los dones, principalmente en el donde profecía, ¿Por qué?,
simplemente porque la escritura dice:
Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos
los profetas. Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor,
¿quién no profetizará? (Amos 3.7-8).
¿Cómo puede Dios revelar sus secretos sino tiene a través de quien hacerlo?
¡Cuando Él habla, alguien tiene que abrir su boca para dar su mensaje! Si el
Espíritu Santo está en nosotros, Él actuará a través de nosotros para entregar
la palabra del corazón de Dios para sus hijos.
INTERPRETANDO LA PROFECIA
El mensaje debe ser
correctamente interpretado
El mensaje puede ser corto o largo, por lo cual se hace necesario grabarlo
para no olvidar ningún detalle, y determinar todo el contenido de la palabra
profética entregada.
Toda la escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir,
para corregir, para instruir en justicia a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra (2Timoteo 3.16-17).
Toda palabra profética expresada por los hombres, que verdaderamente vino
del corazón de Dios, dará su fruto a su tiempo y cumplirá el propósito para
lo cual fue enviada a los oyentes. Es menester ser muy diligentes en su
interpretación a fin de no ser confundidos o desviados de su propósito
original para lo cual el Señor nos la dio a conocer.
Dios desea compartir con sus hijos secretos, cosas escondidas, información
clasificada que no conocemos y que nos será de gran utilidad.
Una persona soñó que llovía muy fuerte y en el templo se inundaba hasta
que los niños nadaban como en una alberca. Otra persona soñó en el mismo
tiempo que el río se desbordaba y los niños de su congregación flotaban en
el río. Otro más soñó que el Señor venía y levantaba a los niños en una
nube. Los tres compartieron los sueños e interpretaron que tenían que
bautizar a los niños porque el Señor venía pronto. Gracias a Dios que el
pastor pesó la palabra profética y entendió que la profecía no concordaba
con la verdad bíblica pues en ningún lugar da referencias del bautismo de
niños. Interpretó que Dios enviaría un avivamiento sobre los niños y así
sucedió en las siguientes semanas, los niños fueron bautizados por el
Espíritu Santo y fueron llenos de la presencia de Dios.
A los profetas Dios les hablaría por sueños y visiones, pero a Moisés le
hablaría cara a cara. Este era un privilegio grande que Moisés tenía por ser
el siervo escogido. He escuchado muchos testimonios de personas que han
tenido el privilegio de hablar cara a cara con Jesús, el apóstol Pablo tuvo
esta experiencia en Hechos 9.17 y 18.9, donde Jesús le dio instrucciones
claras.
Dios dice: Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus
profetas, y seréis prosperados (2Crónicas 20.20). La palabra prosperar
quiere decir “tener el poder para crear”. Cuando recibimos una palabra
estamos recibiendo el poder creativo de Dios para el cumplimiento de la
palabra.
lOs actOres
¿A quién va dirigida? ¡Por supuesto que a todos los que estaban presentes y
a los que estaban distantes! ¡A todos! ¿Quién tomó la responsabilidad de
esta palabra? ¡Los discípulos! Los creyentes se prepararon para hacer frente
a esta necesidad.
Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro?
Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé; y
también han tomado del anatema, y hasta han hurtado, han mentido, y aun
lo han guardado entre sus enseres (Josué 7.10-1).
mensaJe central
INTERPRETANDO LA PROFECIA
Actores en la profecía: Pablo, los discípulos y los judíos de Jerusalén.
Mensaje central: Situación que Pablo viviría si determinaba ir a Jerusalén.
ingredientes
análisis
tiemPOs y señales
Nuestro Señor Jesucristo nos apercibe del fin de los tiempos, antes de su
retorno a la tierra para levantar su iglesia. Nos instruye a velar y orar porque
vendrá como ladrón en la noche. Enumera una serie de señales que serán
muy evidentes, antes de su regreso. Finalmente confirma los tiempos
aclarando que todas estas señales acontecerán en el transcurso de una sola
generación.
He escuchado gente decir: ¡Ya no rinde el tiempo!, sin entender que es una
señal profética. Las señales se están cumpliendo, se anuncia el pronto
retorno del Señor para levantar su novia de la tierra y su juicio será
eminente sobre todos aquellos que no creyeron ni se apercibieron a su
palabra.
cOndiciOnantes
el escenariO
Los discípulos del Señor caminaron con Él por tres años aquí en la tierra, y
les habló muchas profecías y les señaló el tiempo de cumplimiento de otras
de acuerdo a lo que estaba escrito en la palabra. Ignoraban verdaderamente
quién era el que estaba con ellos y aunque le seguían, no entendían todo lo
que hablaba.
Así nos sucede hoy en día, estamos caminando con el Señor cada día y nos
habla sus palabras, pero muchas veces no entendemos que nos quiere decir
e ignoramos lo que nos expresa, de esa manera hacemos y nos perdemos de
recibir grandes revelaciones que Él nos quiere entregar para estos tiempos y
los tiempos por venir.
Al apóstol Pedro le fue “revelado” por el Espíritu Santo, quién era Jesús,
pero para el resto de los discípulos no estaba claro, quién era Él. Al
cumplimiento de muchas profecías
INTERPRETANDO LA PROFECIA
Las profecías se tenían que cumplir, era necesario que así fuese, ya estaba
escrito y determinado por el cielo el sufrimiento por el que pasaría nuestro
amado Señor Jesucristo. Pedro no tomó en cuenta la profecía que Jesús
acababa de declararle, sino en el momento en que se cumplió, vino a su
mente lo que se le había dicho que esa misma noche negaría conocer al
Señor.
¿Por qué Dios no habla con claridad y sencillez sus palabras? ¿Por qué en
ocasiones se dificulta tanto entender la revelación entregada a través de una
palabra profética?
Algunas de las profecías que Dios entrega a sus voceros son totalmente
literales y fáciles de comprender, pero otras requieren de ser escudriñadas e
interpretadas correctamente para extraer lo expresado por el Señor y
obtener un significado más comprensible de lo que se nos dijo.
Moisés cuidaba las ovejas de su suegro Jetro, que era sacerdote de Madián
y un día las llevó a través del desierto y llegó hasta el monte de Dios, que se
llama Horeb. Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en
medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego y la zarza
no se consumía. Entonces Moisés dijo: iré yo ahora y veré esta grande
visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que él iba a ver,
lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él
respondió: Heme aquí (Éxodo 3.1-4).
Simbolismos profeticos
Cuando el Señor nos entrega una revelación profética, utiliza símbolos que
tienen su origen en las Escrituras. Hay varios motivos para esto. Lo primero
es que Dios desea que mantengamos su Palabra en muy alta estima y que
nos familiaricemos con ella lo más posible. Lo segundo es que al dirigirnos
a los símbolos que encontramos en su Palabra, entramos en contacto con
ella, la cual tiene poder para hablar a nuestras vidas. En ella encontramos
ánimo o revelación adicional y confirmamos lo recibido a través de la
profecía. En tercer lugar, Dios entrega la palabra en símbolos para que la
revelación sea creíble, que sepamos que la voz viene de Él y no de sabiduría
humana.
Simbolos personales
Dios los usa y los reconocemos porque son parte de nuestra cultura, trabajo,
entorno familiar o social, son parte de nuestro diario vivir o tienen que ver
con experiencias que nos han acontecido.
Dios usará todo aquello que nos es familiar, estimamos o apreciamos, para
hacernos comprender su mensaje, iluminará lo que él quiere transmitir.
Cuando las frases que escuchamos incluyen estos símbolos que nosotros
conocemos, Dios se está asegurando que estamos entendiendo lo correcto.
Simbolos culturales
Simbolos naturales
Por ejemplo si el mensaje habla que Dios hará llover en lugares secos y ríos
van a correr en la sequedad, significa que su palabra será sembrada en
corazones áridos y el Espíritu traerá vida y del interior de esas personas va a
brotar una adoración verdadera.
En Ezequiel 4.1-3 el profeta usa un adobe y una plancha de hierro para dar
señal a la casa de Israel. Ellos entenderían el lenguaje profético cuando
vieran la señal y escucharan la voz del profeta como la voz de Dios.
El profeta Daniel simboliza cuatro reinos unos más fuertes que otros por
medio de materiales como el oro, plata, bronce
INTERPRETANDO LA PROFECIA
y hierro. El apóstol Pablo habla de la madera, heno y hojarasca
simbolizando la edificación espiritual de los hijos de Dios.
Simbolos especiales
Estos símbolos, que algunos de ellos son raros o fuera de lo visto en la vida
diaria deben ser correctamente interpretados de acuerdo a las santas
escrituras. Dios nunca nos dará algo que no podamos entender o que nos
pueda confundir. Pues Dios no es Dios de confusión (1Corintios 14.33).
Todo símbolo profético tiene una indicación específica y forma parte del
cuerpo del mensaje. Dios mismo da el entendimiento para traer la luz
correcta en cada declaración que sale del corazón de Dios.
Nuestro desafío es poder entender la Biblia, conocer los pasajes donde Dios
habla proféticamente y empaparnos del conocimiento de Dios para no
cometer errores. Dios nos entrega los dones para operar en ellos, nuestra
responsabilidad es lograr un equipamiento en conocimiento y unción a fin
de asegurar los buenos resultados y podamos ganarnos la confianza de Dios
para comisiones mayores cada día. Esto es demostración del justo juicio de
Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual
asimismo padecéis (2Tesalonisenses 1.5). Dios anhela que seamos tenidos
como dignos de manifestar el poder del reino y esto lo lograremos en el
momento que somos equipados y activados en los dones espirituales.
En esta semana, vas a orar a Dios para dar encontrar en la Biblia algunas
experiencias de profecías donde se usan símbolos proféticos. Después de
leerlas, pedirás a Dios la activación de los dones para tener estas
experiencias.
Y ENGAÑOS
Equipados en conocimiento y uncion
1. Hay diversos tipos de engaños en los que podemos caer. Las trampas que
otros tienden a nuestros pies con sus propias palabras erradas que vienen de
sus corazones y no de parte de Dios.
aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la
tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová
(Amos 8.11).
El profeta Cliff Bell dice que en cada mover genuino de Dios, el diablo
siempre tratará de meter una “zancadilla” o tropiezo para estorbar,
distorsionar, distraer, engañar o desviarnos del propósito de Dios para
nuestras vidas1. En estos últimos tiempos se cumplirá plenamente la palabra
profética de Jesús: Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y
harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere
posible, aun a los escogidos (Mateo 24.24).
1. HabilidadEs naturalEs. Dadas por Dios al uno nacer, incluyen cosas como el
cociente de inteligencia, una medida de salud y fuerza, talentos musicales,
habilidades lingüísticas, aptitudes para la mecánica.
Así que, a todos se les manda desempeñar varios ministerios, ya sea que
posean el don espiritual correspondiente o no. Si obedecemos fielmente
estos mandamientos, seguramente descubriremos nuestros dones
espirituales particulares.
Los dones son habilidades y herramientas que Dios nos entrega nos ayudan
a cumplir los mandamientos de Dios. De acuerdo a las Escrituras, debemos
cumplir las ordenanzas o instrucciones que Dios nos da como sus hijos, los
dones son habilidades que nos ayudan a cumplirlos.
Urge que la Iglesia del Señor fluya en ese “poder” del Espíritu, sobre todo
al profetizar para que la Iglesia crezca y madure. El mundo no tendrá que
acudir más a la psicología o psiquiatría para buscar una solución a sus
problemas, sino a la revelación de Dios.
El apóstol Pedro fluía intensamente en los dones, pero en los frutos fallaba
penosamente.
Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de
condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con
los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque
tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban
también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también
Y ENGAÑOS
Este Pedro que sanaba a los enfermos tan solo su sombra cayera sobre ellos,
le faltó carácter para actuar adecuadamente con gentiles y judíos. Aunque
era un hombre lleno del Espíritu Santo y muy usado por Dios, había esa
área de la conducta que tenía que mejorar. Esto nos anima a creer que
aunque estamos en un proceso de madurez y equipamiento, podemos operar
en los dones esperando seguir creciendo en el carácter de Cristo.
Frecuentemente vemos a personas cargando con una falsa culpa que les
consume, más cuando ven otros ministerios que operan en dones que ellos
anhelan.
Así que, ¿a quién le echan la culpa?
› ¿Acaso no soy lo suficientemente consagrado? › ¿Acaso tengo algún
pecado sin confesar?
› ¿Acaso soy indigno de operar los dones espirituales? › ¿Acaso está Dios
enojado conmigo?
› ¿Acaso no estoy orando lo suficiente?
› ¡No me he ganado la confianza de Dios!
› ¡Si pudiera consagrarme tanto como este gigante espiritual a quien estoy
escuchando, sería capaz de igualarlo en su efectividad en el ministerio.
Los que han permitido dejarse engañar de esta manera tan 14. ¿Acaso
tienen todos el don de la sanidad? Obviamente no.
lOs frutOs nO sOn tan imPOrtantes, lO únicO que necesitO sOn lOs dOnes esPirituales
Por otro lado, la gente sigue más fácilmente a las personas que manifiestan
los dones y su crecimiento no tiene un equilibrio. Por esto el apóstol Pablo
le escribe a Timoteo.
¡Doctrina, conducta! ¿Qué quiere decir esto? Pablo enseñó los pasos a
seguir, ser edificados con palabra y doctrina, pero también el crecimiento en
la conducta (carácter, frutos).
¡Muestre por la buena conducta sus obras! El apóstol Santiago muestra los
dos extremos. Por un lado las personas que muestran sus obras a través de
la buena conducta.
Esta falsa enseñanza dice que no busquemos los dones espirituales, sino
solamente al dador de los mismos y eso es suficiente. Que lo prefiramos a
Él y no seamos interesados en buscarle para obtener sus dones.
Dios quiere que tengamos hambre de Él y anhelo por recibir sus regalos,
sus dones, sus manifestaciones y sobre todo, su poder para establecer su
reino de manera sobrenatural y él sea glorificado en todo lo que hagamos.
Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que
profeticéis (1Corintios 14.1).
Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os
fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en
él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de
Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en
Y ENGAÑOS
ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo
(1Corintios 1.4-7).
El rey Saúl gobernó a su pueblo sin tener el arca del pacto, símbolo de la
presencia de Dios, que se asemeja a una congregación sin la operación de
los dones espirituales.
Alguna vez vi el título de un libro que decía como ser lleno del Espíritu
Santo sin hablar en otras lenguas. Esto no puede suceder jamás, las lenguas
son la evidencia real de la llenura del Espíritu.
El quiere que le busquemos intensamente, que día a día haya esa comunión
con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, pero no podemos hacer solo esta
parte y descuidar negligentemente el uso de los dones que él nos ha dado
para manifestar su poder y gloria en la tierra a todos los hombres.
¡No podemos pedir solo dones o solo la presencia de Dios! Dios desea
darnos las dos cosas, el dador de los dones YA está en nosotros y desea
darnos los dones para que glorifiquemos a Dios al manifestarlos.
anhelar lOs dOnes nO es cOrrectO
Dios nos dio su Espíritu para que estuviera con nosotros como nuestro
consolador y sus dones para hacer su obra con eficacia y manifestar su
poder.
Es cierto que algunas personas que no han vivido una experiencia con los
dones piensan que no debemos anhelar los dones, sin embargo, el apóstol
Pablo nos sugiere que podemos hacerlo.
espirituales, no solo anhelarnos, sino luchar por ellos. Pongo este ejemplo.
¿Por qué, tanto el Padre, como el Hijo y el Espíritu Santo nos dan dones?
¡Para operarlos y cumplir con la comisión que nos ha entregado!
Jesús dijo: mis ovejas oyen mi voz, si todos podemos oír su voz, entonces
todos podemos recibir sus mensajes y hacer su voluntad. En nuestro interior
está implícita la capacidad de escuchar a Dios y profetizar sus palabras a
otros, esto no está limitado a ninguna persona en particular.
Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar y todos hablan en lenguas
y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? Pero si todos
profetizan y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por
todos es juzgado; Lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así,
postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente
Dios está entre vosotros (1Corintios 14.23-25).
Es una falsa enseñanza creer que solo algunos pueden alcanzar esa madurez
para ejercer los dones espirituales y se pone en ocasiones al que profetiza en
un lugar especial como el único que puede oír a Dios y operar en los dones
de una manera más especial que otros.
consagración extrema de alguien, sino son regalos para todos sus hijos, solo
tenemos que anhelarlos y pedirlos y él los repartirá como quiera de acuerdo
a nuestro llamado. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu
para provecho (1Corintios 12.7).
Una y otra vez veremos que entre más formación y equipamiento tengamos,
las herramientas y habilidades serán mayores. Esto nos debe animar a
buscar con
Y ENGAÑOS
El apóstol Pedro era muy usado en señales y maravillas, tanto que con
cuando su sombra caía sobre los enfermos eran sanados, sin embargo el
apóstol Pablo le tuvo que llamar la atención debido a su falta de carácter.
Una de las cosas más importantes que tenemos que hacer para crecer sanos
y ser fructíferos en la obra de Dios, es quitar todo misticismo de nuestra
actuación profética y tratar con aquellos deseos carnales que nos motiven a
querer parecer muy espirituales. La mente de reino nos permite ver lo que
Dios ve, como Él lo ve. La Biblia dice que tenemos la mente de Cristo.
¿Es pecado poner los ojos en el que profetiza? Creo que todos tendemos
como seres humanos a poner los ojos en otras personas que podemos seguir
como modelos en el camino cristiano.
caminar debe ser balanceado y confiar en las personas. La conducta del que
profetiza debe ser intachable lo que dará seguridad al oyente que es Dios
hablando.
Un engaño muy fuerte que tenemos que enfrentar es el pensar que operar en
los dones espirituales nos hace inmunes a un comportamiento incorrecto. El
apóstol Pablo animó a sus discípulos a imitarlo (1Corintios 4.16) en su
comportamiento o forma de conducirse. Es un engaño pensar que por ser
usados por Dios o tener una fuerte unción se puede hacer cualquier cosa con
la conducta. ¡Debemos ser personas irreprensibles!
Dios tiene una agenda que nosotros vamos a seguir en el campo profético
para este tiempo. He visto que Dios está pasando la estafeta de la
restauración de los cinco ministerios de Efesios 4, a la última reforma de la
Iglesia, La Manifestación de los Santos.
El ministro profético más usado por Dios y que puede escalar a desarrollar
niveles fuertes y altos en lo profético, es el que ha alcanzado un equilibrio
en su vida natural y espiritual.
¡Dios estará esperando los frutos del gran ejército profético! Este ejército
profético coadyuvará en levantar la gran cosecha. Los frutos serán grandes,
Dios los estará esperando de nuestro esfuerzo y dedicación a la comisión
que nos ha llamado.
El que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias (Apocalipsis
2.7). Ciertamente el Espíritu Santo tiene mucho que decirle a la Iglesia; lo
hará en directo, pero también lo hará a través de Sus siervos los profetas.
Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos
los profetas (Amós 3.7). Cuando hablo de los profetas, no me refiero
solamente al vidente del Antiguo Pacto; tampoco hablo del creyente que
fluye en el don de profecía en medio de la congregación. Hoy día también
hay profetas; en cierne pues muchos todavía no han desarrollado
plenamente su ministerio. Confiamos que este escrito sea de ayuda para
ellos, de manera que a través de la unción profética sean despertados,
ubicados y establecidos en el propósito eterno de Dios13.
Esta voz que viene del Padre tiene un poder creativo, seguramente va a
producir algo en la persona que la escucha. En la creación de todo lo que
vemos en este planeta tierra vemos a Dios hablando y en cada orden algo se
creó por el poder de su Palabra.
El Salmo 137 expresa ese sentir de los hijos de Dios que estaban cautivos,
ellos se sentían tan oprimidos que no podían cantar ni expresar alabanzas a
Dios. Ellos colgaron sus instrumentos y la voz profética fue callada. La voz
creativa de Dios fue callada y con eso el poder de la liberación que se
desata a través de las declaraciones proféticas por medio de frases de fe,
cánticos y danzas, expresando lo que el Espíritu desata de nuestro interior.
En el libro de los Hechos vemos como estos hombres llenos del Espíritu
Santo, predicaban con poder, hablaban con autoridad. La voz de ellos, que
literalmente era la voz de Dios, hacía que miles se convirtieran.
de Dios. Persiguió a Juan pues él era la voz que clama en el desierto, mató a
los profetas, trato de detener a los discípulos del Señor y está tratando de
enmudecer al ejército profético de este tiempo, sin embargo puedo ver
como el Espíritu Santo continua equipando a los que serán la amenaza del
infierno para este tiempo.
El Espíritu mismo hace que esta persona profetice sin ser un profeta
(Efesios 4.11) ni siquiera tener el don de profecía (1Corintios 14.1-3).
De hecho algunas veces se presentan falsas profecías por que al hacerlo una
vez pensaron que lo podrían hacer de nuevo. Entones caí a sus pies para
adorarle. Y me dijo: No hagas eso; yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos
DE PROFECIA
el dOn de PrOfecía
el OficiO de PrOfeta
niveles PrOféticOs
Este factor nos habla que el emisor conoce el corazón de Dios, acostumbra
a estar en su presencia y puede transmitir exactamente lo que Dios dice con
la riqueza de información que trae el mensaje completo.
Si Dios desea dar una palabra de mayor peso específico donde incluya
información detallada, Dios usará un vaso mejor preparado y más maduro.
En cierta ocasión necesitaba dirección en relación a nuestro ministerio, a
decir verdad, no encontraba como lograr tener mayores y mejores
resultados en lo que estaba desarrollando.
En esos días tuvimos una actividad con la profeta Jane Hamon quien me
profetizó con lujo de detalles lo que necesitaba hacer. Aunque no me dio
una lista de todas las cosas como una receta de cocina, cada frase que soltó
sobre mí, fue tan certera que me dio luz hacia donde tenía que caminar. Los
cambios que realicé en el ministerio han traído grandes frutos.
Dios me permitió ministrar proféticamente a una persona estaba pasando
por situaciones difíciles en su negocio. Cuando estaba profetizando vi
algunas cosas que estaban deteniendo la prosperidad y la forma como haría
mejores negocios. La información recibida fue tan rica en información que
no quedó duda que era la voz de Dios.
La claridad de la palabra deja a un lado la basura que sea añadida por las
emociones de la vasija profética o los sentimientos que puedan quedar
impregnados en la declaración profética. Pablo dijo. Retened lo bueno,
como una forma de decir que la profecía podría estar en alguna forma
contaminada. La claridad de la palabra quita lo que estorba para entender el
mensaje del corazón de Dios de una manera más precisa.
Dios desea hablar con certeza y con amplitud. Al revisar algunas profecías
bíblicas podemos ver estos ingredientes de acuerdo a la importancia de la
palabra que Dios desata.
Esta contaminación puede venir por la falta de limpieza del alma, por no
tener un corazón sano, emociones dañadas o simplemente por la
manipulación de la información. También porque no han abandonado
totalmente el mundo y se dejan influenciar por lo que escuchan fuera del
corazón de Dios.
También, cuando el ministro profético puede ser contaminado cuando
conoce los hechos de una persona o de situaciones que están alrededor de la
palabra profética.
Este factor determina si el ministro profético vive una vida apartada para
Dios, su sanidad interior y madurez emocional.
PesO, imPOrtancia
De hecho me dijo que había luchado para darme esa palabra porque ella no
le encontraba sentido. Bueno, para ella no tenía sentido pero para mí tenía
mucho peso. Me quedé quieto para poder escuchar a Dios. Aunque era solo
una frase, tenía un peso muy fuerte que determinaría el futuro de mi
llamado.
Normalmente Dios dará las comisiones de mayor peso a personas maduras
en el área profética. Tiempo atrás nos visitó un predicador en nuestra
iglesia. Dios me inquietaba a ungirlo y activar su llamado apostólico.
No era algo sencillo para mí hacer aquello porque el predicador era una
persona muy conocida e importante en el medio cristiano del país. Dios me
daba una palabra muy
DE PROFECIA
fuerte para él, era un gran desafío que cambiaría el rumbo de su ministerio.
La palabra no contaba con mucha información, de hecho era muy corta, así
que pedí a mi Señor una señal de que lo que recibía era de Él. Estando en
mi oficina, unos minutos antes de iniciar a predicar, sonriente me dijo: José,
siento que tú tienes que activar mi ministerio apostólico.
¡Tremendo! Era la señal, así que lo hicimos y fue una tremenda bendición
para este gran varón de Dios.
Los ministros proféticos deben saber que la declaración que sale de su boca
puede determinar el éxito o fracaso de las personas. Esto puede ser tan
delicado que muchas personas puede caminar hacia la dirección que Dios
determina o ir al contrario de la dirección correcta.
¡Veamos su cumplimiento!
Elías ungió a Eliseo como su sucesor, 1Reyes 19.19.
Las otras dos comisiones Elías no las cumplió, ni siquiera Eliseo, sino otros
profetas. Veamos.
Entonces el profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas, y le dijo:
Ciñe tus lomos, y toma esta redoma de aceite en tu mano, y ve a Ramot de
Galaad. Cuando llegues allá, verás allí a Jehú hijo de Josafat hijo de Nimsi;
y entrando, haz que se levante de entre sus hermanos, y llévalo a la cámara.
Toma luego la redoma de aceite, y derrámala sobre su cabeza y di: Así dijo
Jehová: Yo te he ungido por rey sobre Israel. Y abriendo la puerta, echa a
huir, y no esperes (2Reyes 9.1-3).
Sin embargo, aún en este factor hay niveles. Profetas que inician no tienen
la misma profundidad que profetas maduros. La revelación se hará más
clara, profunda, rica, en la medida que el profeta ha crecido en la operación
de su oficio.
Sentidos profeticos vs
niveles profeticos
¿Qué son los sentidos proféticos? Son los órganos espirituales por medio de
los cuales la voz de Dios se deja escuchar. Estos sentidos espirituales tienen
una conexión directa con el nivel profético en el que nos desenvolvemos. Sé
que eso suena un poco revolucionario pero es importante tomarlo en cuenta
para nuestro propio crecimiento.
la mente de cristO
La raíz griega de las palabras tenemos y mente nos dan un poco de luz en
este pasaje. La palabra tenemos se entiende cómo: Poseer, sostener,
mantener, guardar, obtener, recibir, pensar, reconocer, considerar, deber,
poder, tener que, llevar puesto. Entendemos como mente: Pensamiento,
actitud, intención, propósito, entendimiento, discernimiento.
En otras palabras estamos conectados con Dios como el mismo Jesús estaba
conectado con el Padre por el Espíritu Santo. Yo hablo lo que he visto cerca
del Padre (Juan 8.38). Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el
Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo
que he de hablar (Juan 12.49). ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre
en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta,
sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras (Juan 14.10).
nuestras oraciones. La clave está en: ¿Está pasando el tiempo suficiente con
Cristo para tener su misma mente? Una relación íntima con Cristo viene
sólo como resultado de pasar un tiempo constante en su presencia y con su
Palabra.
la sensibilidad esPiritual
Me dijo: ¿Recuerdas del radio que tenían en casa? Para buscar una estación
movías una perilla hasta que dejabas de escuchar el ruido y la frecuencia
que querías encontrar se oía perfectamente. Así debes de estar sintonizado
con el Espíritu Santo, busca su frecuencia, mantente en armonía con Él.
Las emociones son parte de la vida diaria, todos estamos propensos a sufrir
heridas emocionales todo los días. Sin embargo, estas heridas emocionales
suelen ser un obstáculo para fluir en el campo profético. Como vimos en
líneas anteriores, Nee enseña que el alma es la expresión de la personalidad.
La voluntad, intelecto y emociones del hombre están ahí. En el sentido
correcto, normalmente hablamos de lo que hay en el alma. Nos expresamos
porque deseamos hacerlo (voluntad), a través de nuestra inteligencia
(intelecto) hablamos en coordinación con nuestras emociones.
Hace años sufrí una herida emocional muy fuerte. En esos días recibí
algunos sueños que consideré eran proféticos. En ellos veía como la
persona que me había herido era detenida y lo llevada presa. Yo lo defendía
con vehemencia. Creí que el sueño era de Dios y empecé a interceder por
él.
Aunque sentía que todo aquello era de Dios, me sentía incómodo, tenía un
sentir que algo no estaba bien, así que ore pidiendo revelación al respecto.
Al leer el libro La voz de Dios, de la profeta Cindy Jacobs53, entendí que
cuando hay heridas en el corazón la profecía puede venir distorsionada.
¿Si ya fui liberado de toda atadura y desarraigué toda raíz, debo volver a ser
liberado? El asunto no es si necesitamos ser liberados de nuevo, sino, ¿le
hemos dado autoridad al enemigo? Hasta donde hemos vivido apartados
para Dios, ¿cuál es el nivel de santidad en que vivimos?
Más tarde esa misma noche, llamé a mi amigo ministro y le dije: «Ese
hombre tiene un problema sexual».
Sabía que esto tenía una base débil porque el mensaje profético venía de un
reconocido profeta. No obstante, sostuve mi convicción.
habitar en su Presencia
Habitar en la presencia de Dios de una manera continua deber ser una gran
prioridad para el ministro profético quien considera la presencia de Dios
como lo más importante en su vida y luchará por mantenerse conectado de
una manera continua.
Estaba caminando junto al Dr. Bill Hamon en el aeropuerto de mi ciudad.
Hablábamos de diferentes temas, cuando de repente me mira directo a mis
ojos y empieza a darme una palabra profética.
El tener una asociación con las cosas del mundo interrumpe la relación
constante con el Espíritu Santo. El mundo es un fuerte distractor para fluir
en el campo profético. ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del
mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo
del mundo, se constituye enemigo de Dios (Santiago 4.4).
Sabemos que solo hay tres fuentes de donde podemos tomar información
para impartirla a otras personas.
Personalmente creo que estamos en los últimos tiempos, por tanto, debemos
ser más cuidadosos que ninguna otra generación anterior para que los
espíritus engañosos no nos seduzcan. Es posible que la gente sea oprimida
por los espíritus demoníacos de engaño que influyen en los creyentes a
través de sus profecías. Por eso los mensajes que dan son confusos, no
todos son del Espíritu de Dios.
Un ministro profético debe ser templado para declarar la palabra que recibe.
Hemos sido testigos de una gran variedad de posiciones y actitudes que las
personas toman al profetizar.
Resulta de presumir que sabemos qué hacer sin consultar a otros líderes.
Aquí es donde es crítica una buena relación con su pastor, tutor o ministros
maduros.
El buen tutor trabajará como una voz emergente en cuanto al aspecto de los
pasos que debe dar el ministro profético. A los que no se les modela el
carácter en forma adecuada, tienen una sola velocidad: directa. Son, por lo
general, personalidades típicas clase especiales: difíciles de tratar y
orientados a la tarea.
Quieren que todo suceda en el ayer y no les gusta esperar por nada ni nadie.
Dios, en su misericordia, ha puesto algunos dones maravillosos en la
Iglesia, como el de pastor, para encarrilar a los hiperactivos y ansiosos. De
otra manera la mayoría de estos se quemarían, y con ellos, todos a su
alrededor.
El alarde es común en personas que piensan que pueden hacerlo todo, están
totalmente equipados y no les falta nada. Es típico ver a los que caen en este
lamentable estado caminando solos, sin un padre espiritual, sin tutores y
frecuentemente sin amigos. Su actitud prepotente y vanidosa a causa del
don les cerrará las puertas y pueden terminar frustrados.
6 La voz de Dios; Cindy Jacobs; Página 76
venciendO el temOr
Las inseguridades de una persona proveen otra área de oportunidad para
mejorar. La Biblia dice que: El temor del hombre pondrá lazo (Proverbios
29.25). En hebreo, la palabra lazo significa carnada o señuelo en la red de
un cazador. Los temores humanos van de la mano con los placeres.
Tenemos que caminar en una cuerda floja para mantener ese fino límite
entre anunciar el mensaje con el carácter de Dios o con las fortalezas de los
temores y placeres humanos.
Al soltar la palabra que viene del corazón de Dios, ¿tengo el equilibrio para
soltarla como es debido? ¿Me siento seguro sabiendo que lo que recibo
viene del corazón de Dios? ¿Me siento intimidado para dar la palabra?
sOmetiendO la inferiOridad
Todos debemos ser capaces de hablar y escuchar lo que Dios ha hecho en, y
a través de, nosotros y de otros. Es un testimonio de la bondad de Dios.
Una hermana me estaba dando una palabra profética que contenía algunas
revelaciones acerca de mi llamado. Para ella era algo sumamente poderoso
(aunque Dios me lo había dicho en otras ocasiones), de tal manera que al
terminar se sentía orgullosa de decirme cosas tan fuertes como la incursión
en otros países y la cantidad de hijos espirituales que tendría en las
naciones.
Pude sentir que ella deseaba que yo la alagara y le dijera que había acertado
en todo lo que me había dicho. Para no causarle un problema en el orgullo
decidí agradecer la palabra y salir apresuradamente del lugar.
Somos parte del equipo de Dios, cada participante tiene un rol y una
responsabilidad importante. Esta es una lista del equipo que participa en
una reunión profética:
la palabra divina.
Estas vasijas proféticas se someten al protocolo y honran su
ministerio en una aplicación correcta de los dones.
Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen. Y si algo le
fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero. Porque podéis
profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean
exhortados (1Corintios 14.29-31).
H ablEn dos o trEs. Esto quiere decir que tomemos en cuenta que no estamos
solos en el equipo de Dios. Es muy posible que el don esta activado y otros
pueden enriquecer la palabra, poner un sello de veracidad en una
confirmación, ampliarla o dar más información.
Sentirnos parte del equipo de Dios ayuda a no sentirnos más que otros y
someter el orgullo de la revelación. Dar oportunidad a otros de ser parte del
equipo profético nos ayuda a confirmar lo que Dios ha puesto en nuestro
corazón.
Recordemos que toda palabra que proclamemos será juzgada por otros
ministros proféticos y debemos dar tiempo a que se juzguen todas las
profecías que se escuchan en una reunión. Se deben “pesar” todo su
contenido, evaluar y confirmar lo que vino del corazón de Dios.
El Espíritu del profeta está sujeto al profeta, esto quiere decir que debemos
tener control de nuestras emociones y saber callar, hablar o detenernos en el
momento preciso.
En una reunión se me acercó una mujer que estaba desesperada por hablar
mientras que yo compartía el mensaje de Dios. Pedí que un servidor la
atendiera mientras que yo seguía predicando. Al ver que la hermana estaba
más desesperada y estaba distrayendo a los oyentes, me detuve para
preguntarle que estaba sucediendo.
Un área muy importante en el cuidado del lenguaje son los modismos o las
palabras no entendibles por cuestiones culturales. Algunas personas piensan
que los dichos proféticos adoptaban ciertas fórmulas o moldes lingüísticos
por ejemplo, frecuentemente comenzar o terminar con las mismas palabras,
o ser pronunciadas en un estilo poético, o contener advertencias del juicio
divino. Escuche a una persona que por cada tres palabras decía: “El Señor
dice”, eran más las veces que decía esta frase que el contenido de la misma
profecía.
Al estudiar las profecías bíblicas nos damos cuenta que siempre se daban en
un lenguaje entendible y con palabras típicas de acuerdo a la región
geográfica o cultural. En cierta ocasión estaba profetizando en una zona
indígena de México, repentinamente empiezo hablar algunas palabras que
yo no conocía, sabía que tendrían un significado para ellos pero no para mi,
así que hable con libertad, al finalizar la profecía, la gente está muy
entusiasmada, Dios les había hablado en su propio lenguaje cultural.
El idioma que empleamos al profetizar está bajo nuestro control. La
profecía viene a través de un ser humano en particular, y es en el lenguaje
de esa persona que será expresada. Nosotros somos los responsables del
lenguaje que usamos en profecía.
decencia y Orden
No quiere decir que el orden limite el mover del Espíritu Santo, tampoco
quiere decir que haya limitaciones en desarrollar el trabajo profético.
Debemos ser buenos administradores de los misterios de Dios (1Corintios
4.1) haciendo todo con orden.
La iglesia de Corinto, era una iglesia con todos los dones operando en
medio de ellos y Dios se agradaba de eso, pero el apóstol Pablo tuvo que
tratar muchas áreas con ellos, porque había desorden en su operación, por lo
que se requería mayor crecimiento y madurez. Fue necesario enseñar acerca
de la manera correcta para ejercer los dones y de esta manera se evitarían
grandes problemas.
Siendo Acán rey de Israel, invitó a Josafat rey de Judá a la guerra. Estando
juntos los dos reyes, se provoca un ambiente profético donde los profetas
hacían declaraciones con respecto a lo que ellos pensaban que Dios decía:
Y el rey de Israel
CUIDADOS
y Josafat rey de Judá estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con
sus ropas reales, en la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria, y
todos los profetas profetizaban delante de ellos. Y Sedequías hijo de
Quenaana se había hecho cuernos de hierro, y decía: Así ha dicho Jehová:
Con estos acornearás a los sirios hasta destruirlos por completo. De esta
manera profetizaban también todos los profetas, diciendo: Sube contra
Ramot de Galaad, y serás prosperado; porque Jehová la entregará en mano
del rey (2Crónicas 18.9-11).
Hasta aquí parece que todo está bien, hay profecía, actos proféticos (se
habían hecho cuernos de hierro), todos concuerdan que Dios les daría una
gran victoria. Ante los ojos de todos, el ambiente era perfecto y correcto,
pero no para Josafat.
Para el rey de Judá algo no estaba bien, así que hace una petición a Acán:
Pero Josafat dijo: ¿Hay aún aquí algún profeta de Jehová, para que por
medio de él preguntemos? El rey de Israel respondió a Josafat: Aún hay
aquí un hombre por el cual podemos preguntar a Jehová; mas yo le
aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino siempre mal. Este es
Micaías hijo de Imla. Y respondió Josafat: No hable así el rey (2Crónicas
18.6-7). Aunque había algunos profetas operando en los dones, Josafat
quería uno más confiable, un “profeta de Jehová” que dijera lo que
escuchaba en el cielo.
¿Lo digo o no lo digo? ¿Cómo lo digo? Me estoy refiriendo que una regla
del protocolo es entregar el mensaje tal como Dios desea que lo hagamos.
Estaba orando por una persona, mientras que entregaba el mensaje ella
lloraba y gemía dulcemente, repentinamente sentí el impulso de llorar con
ella.
Las lágrimas rodaron por mis mejillas, con sollozos y voz quebrada
entregue el mensaje de amor y consolación. Posteriormente le pregunté qué
había pasado. Me comentó que a través de mis emociones quebrantadas
había entendido el valor tan grande que tenía para Dios, ahora entendía que
ella era una hija y Dios su Padre.
Esta regla del protocolo indica que actuemos sin miedo, con dominio
propio, equilibrio emocional y determinación. Juan el Bautista dijo: Es
necesario que él crezca, pero que yo mengüe (Juan 3.30). Mientras que
nosotros menguamos, el Espíritu crece en nosotros para hacer todo con
equilibrio. Liberar el don profético es una responsabilidad, lo desatamos
como Dios nos lo entrega bajo la influencia total del Espíritu Santo sobre
nuestras vidas.
Esto protege tanto al emisor como al receptor del mensaje. En una ocasión
una persona me abordó con una pregunta. El pensaba que yo le había dicho
algunas frases predictivas que no se habían cumplido. Trate de recordar lo
que le había profetizado pero nunca pude retomar el mensaje. Si hubiera
grabado el mensaje podríamos haberme protegido de una mala
interpretación. Ahora siempre tengo a la mano mi grabadora para cuidarme
de cualquier mala interpretación.
El mensaje debe ser aprobado en el momento que trae algo útil. Dios no nos
dará mensajes proféticos que queden en el aire o no nos sirvan para nada.
Pablo considera la profecía como un don esencialmente público. No hay
indicios de que un profeta profetizara en privado para su único beneficio
personal. Si fuese así su profecía quedaría al mismo nivel que las lenguas
en 1Corintios 14.4 (El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica),
pero no sería el tipo de profecía que los corintios deberían procurar en
forma especial. Así que, a menos que la profecía traiga un mensaje útil para
la audiencia o para una persona en particular pierde su preeminencia.
Estamos hablando que los que profetizan van a revelar el pecado, lo malo
del corazón saldrá a luz por medio del don profético. La expresión traducida
"descubrir" o "hacer manifiesto", el término original es en griego phaneros.
Tanto esta palabra (usada dieciocho veces en el NT) como el verbo
relacionado phaneroo (usada cuarenta y nueve veces en el NT), se refieren
siempre a una manifestación pública, exteriorizada, y nunca se usan para la
comunicación u operación secretas de Dios en la mente o el corazón de una
persona.
Esto quiere decir que la palabra profética será de una gran bendición para la
persona a la cual le es revelado lo oculto de su corazón generando
esperanza de salvación. Respecto del contexto, la reacción del visitante:
"postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que
verdaderamente Dios está entre vosotros", no es la reacción normal a una
palabra común pero si al aceptar que es Dios el que está sacando lo oculto a
la luz.
Lo que el visitante pensaría sería que esos cristianos sabían cosas que
solamente Dios podía haberles revelado; ¡Conocían los secretos de su
corazón! Parecería que era el hecho de poseer un conocimiento adquirido
por medios "sobrenaturales" lo que persuadía eficazmente al extraño de la
presencia de Dios, no meramente la convicción de su pecado. Esto
motivaría a que tuviera un verdadero arrepentimiento.
Dios nos dice que no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de amor,
poder y dominio propio. Profetizar exige de nosotros superar nuestros
temores e inseguridades. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía,
sino de poder, de amor y de dominio propio (1Timoteo 1.7). Muchas
personas esperan ser “infalibles” para tener la valentía de hablar por Dios.
Sin embargo entendemos que nadie ha empezado a caminar en lo profético
siendo un experto.
Escuche en estos días una palabra que exhortaba al perdón a una persona
durante la activación profética de un seminario, la voz de la hermana era
hermosa, dulce, sus emociones estaban siendo manifestadas y lágrimas
corrían por sus mejillas al hablar. La palabra era buena, pero el problema es
que la manejo como una profecía, como si fuera Dios hablando al corazón
de esa persona para que se volviera de su actitud de resentimiento hacia sus
propios pastores.
sión en los corazones de aquellos a los que no les agrado ese tipo de
revelación y ha causado graves heridas. No profetices de cambios de
residencia, ni de cambios ministeriales.
No estoy diciendo que debemos cerrar la boca en estos casos aunque Dios
hable. Si después de recibir con certeza la confirmación de Dios, tenemos
paz en dar la palabra, debemos hacerlo con determinación.
Cuando esto sucede, la personas que recibe la palabra queda “prendida” con
la palabra como si fuera un rhema, si esta no se cumple, puede causar un
serio problema y dejar una profunda herida. Ciertamente Dios usa el logos
para confirmar un rhema, pero no lo podemos usar como una plataforma
para pensar que al declarar un versículo estamos profetizando.
Caracteristicas de un falso ministro profetico
He aquí algunas características que Blomgren
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da de los falsos ministros proféticos:
a. actitudEs impías (es decir, violencia, rebeldía y autoridad despreciable).
b. apEtitos impíos (es decir, profanidad, codicia, inmoralidad, lujuria).
c. accionEs impías (es decir, estafar a otros, conspirar para engañar, mentir)
cimiento y sin experiencia, así que debemos ayudar aquellos que inician
dando oportunidades y cuidando delicadamente su crecimiento.
BiBLiOgRAFiA
bill hamOn;