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Federico Nietzsche
El presente trabajo tiene como fin realizar una primera lectura y sistematización
de los cuestionamientos y críticas nietzscheanas a los presupuestos gnoseológicos
modernos y de sus aportes y propuestas sobre lo que es conocer. La hipótesis de trabajo
que guía estas reflexiones supone que en la crítica de Federico Nietzsche a la
racionalidad moderna se encuentran los rasgos definitorios de una nueva modalidad de
pensar que presenta equivalencias y semejanzas con las “gnoseologías fronterizas”, es
decir, con la forma de entender el proceso de conocer sostenida por algunos pensadores
inscriptos en los “Estudios Culturales”.
Desde esta posición, Walter Mignolo (el autor que se trabaja en este texto, en
relación a las reflexiones post-coloniales) sostiene que la emergencia de los Estudios
Culturales puede ser entendida como un acontecimiento, ya que supone una
discontinuidad con las formas de conocer anteriores: las reflexiones post-coloniales
implican “una revolución teórica”, un nueva gnoseología comparable con la que
inauguró el proyecto moderno. Este cambio en los esquemas de reflexión y acción - las
“gnoseologías fronterizas”- configura una elaboración conceptual de las zonas
colonizadas, como producto de procesos de crítica y de recuperación de modalidades de
pensar que habían sido subalternizadas.
En estas páginas se procuran ver los dos frentes, los dos rostros de Nietzsche a
nivel gnoseológico: como destructor y creador de perspectivas desde dentro del
pensamiento disciplinario; como punto de inflexión que posibilita la emergencia y el
diálogo entre diversos saberes. El Nietzsche de la primera cita, como uno de los
pensadores más crítico de la modernidad, expresa las sensaciones que se manifiestan a
partir del sepultamiento de las certezas del proyecto moderno; el Nietzsche de la
segunda, el artista dionisíaco, el Zaratustra poseído por los dioses, “irónica y
trágicamente”1 acepta navegar en el nuevo mundo infinito, mar de interpretaciones y
perspectivas.
1
Gruner ubica a Nietzsche como uno de los pensadores que se posicionan desde una “ironía trágica” en
relación al conflicto presente en toda producción y lucha por el sentido, en contraposición a la “ironía
pragmática” de Rorty y a la trasparencia comunicativa habermasiana. Desde un posicionamiento “irónico
trágico” es posible “un replanteamiento de la racionalidad interpretativa que no se duerma en los laureles
del proyecto (aunque se lo admita ‘incompleto’) de la modernidad, pero tampoco se resigne al
irracionalismo finalista de la ‘posthistoria’” (Gruner 1995, p. 107).
La exposición de las ideas, se organiza de la siguiente manera: en el primer
apartado se abordan los aspectos centrales del planteo epistemológico que sustentó la
racionalidad moderna, encarnado en la figura de Descartes. En el segundo apartado se
indaga y sistematiza el cuestionamiento del pensador alemán a esta posición filosófica
y se presenta su propia construcción del proceso de conocer. En el tercero, se presentan
los aspectos centrales de la conceptualización de Mignolo sobre las reflexiones post-
coloniales. Finalmente, en las conclusiones se retoman los dos ejes -la crisis de la razón
colonial moderna y la emergencia de los Estudios Culturales- y desde Nietzsche se
reinicia el proceso de preguntar, “sospechar”, interrogar algunas condiciones y
dimensiones del nuevo escenario del pensar construido.
Descartes
Respiración Artificial
Ricardo Piglia
3
Sobre este tópico, una de las respuestas de Niezsche a la gnoseología cartesiana: “En tiempos pasados se
consideraba la conciencia del hombre, el ‘espíritu’, como la prueba de su origen superior, de su divinidad;
para perfeccionar al hombre, se le aconsejaba retraer los sentidos al modo de la tortuga, cortar relaciones
con las cosas terrenas y despojarse de lo que tiene de mortal, quedando entonces lo principal de él, el
‘espíritu puro’. (...) El ‘espíritu puro’ es pura estupidez” (1964, pp. 18-19).
¿De qué no puede dudar? De que está pensando, mientras duda. Llega de esta
manera a tener conciencia de su existencia a través del pensamiento:
Sabe que existe, mientras piensa. ¿Qué más sabe? Aquello que se presenta en su
mente de manera “clara y distinta” (primera de las reglas de su propuesta
metodológica). ¿Qué cosas, del mundo exterior, se presentan de esta forma?
Recordemos que el filósofo rechazó la vía de los sentidos para conocerlo, es decir que el
conocimiento fundado será obtenido mediante la sola fuerza de la razón.
La idea de extensión de los cuerpos se manifiesta de manera “clara y distinta”,
en sus reflexiones. De ella no es posible dudar; en cambio los colores, los olores, las
texturas (las cualidades secundarias de los objetos) configuran una zona gris donde tiene
lugar la doxa, las opiniones. En síntesis, esta reconstrucción del mundo corpóreo lo
reduce a la pura extensión.
En esta lectura se privilegia lo cuantitativo (lo que puede ser medido con
exactitud y/o lo fácilmente traducible al lenguaje matemático) 4 y las explicaciones
mecanicistas.5
El camino hacia la verdad para este tipo de sujeto del conocer no está
garantizado por el dia- logo, o sea por la participación de los hombres, mediante el
lenguaje, en procesos comunicativos, sino por el monólogo, por el autista proceso
reflexivo de un hombre solo, sentado ante la estufa.
El último tópico a indagar es la finalidad del conocimiento fundado, que ha sido
obtenido por el camino de la duda metódica.
El fin del conocimiento cartesiano no es acumular y acrecentar el saber por su
propio valor, sino su aplicación práctica que permita al hombre ser dueño y señor del
mundo:
Nietzsche
En el origen, con Sócrates, “el más listo de todos los que han practicado el
engaño contra sí mismo”, se encuentra la mentira, el engaño. Este máximo nivel de
crítica es posible en el momento del crepúsculo, 7 cuando el hombre actual “se da cuenta
6
Como afirma Vattimo: "no se trata en efecto, de romper, sino de probar y auscultar, tocando los ídolos
con el martillo, como un diapasón" (Vattimo 1985, p. 48).
7
Sobre este tema, ver especialmente “Cómo el ‘mundo verdadero’ se convirtió al fin en una fábula.
Historia de un error”, en El crepúsculo de los Idolos. O como se filosofa a martillazos. Y el aforismo 16
de Humano, demasiado humano, fundamentalmente el cierre: "Acaso reconociéramos entonces que la
“cosa en si” es digna de una carcajada homérica; que parecía ser tanto, quizá todo, y que, sin embargo, es
propiamente vacía, en especial de sentido".
con espanto de que la lógica, habiendo llegado a estos límites, se enrosca alrededor de
ella misma para terminar mordiéndose la cola”. 8
Nietzsche radicaliza el pensamiento sobre las modalidades de hacer ciencia;
absurdamente acusado de representar el irracionalismo alemán, permite pensar dos
ideas:
En cuanto al primer punto, ¿qué existe entre el sujeto y el objeto del conocimiento?
¿Cómo se vinculan estas dos esferas entre sí? El hombre se refiere al mundo por medio
de las palabras; ¿qué es una palabra?
Esto sucede con las palabras y se complejiza con los conceptos: el proceso de
formación de los mismos implica el paso de lo plural y concreto a lo singular y
abstracto. El concepto:
8
La cita pertenece a "El origen de la tragedia" y fue extraída del texto de Carlos Sini (1985, p. 87).
siguen siendo siempre metáforas”, a pesar de lo cual las toma
por las cosas en sí mismas (Nietzsche 1995).
¿Qué hacer entonces con los “hechos”-se pregunta Sini- los hechos que la
ciencia reivindica con tanta tenacidad? Nietzsche responde:
11
Sobre este tópico, ver Michel Foucault (1980, p. 10): “si el genealogista se ocupa de escuchar la
historia más que de alimentar la fe en la metafísica, ¿qué es lo que aprende? Que detrás de las cosas existe
algo muy distinto, en absoluto su secreto esencial y sin fechas, sino el secreto de que ellas están sin
esencia, o que su esencia fue construida pieza por pieza a partir de figuras que le eran extrañas (...) Lo que
se encuentra en el comienzo histórico de las cosas, no es la identidad aún preservada de su origen, es la
discordia de las cosas, es el disparate". Ver también Eduardo Gruner (1995, pp. 99 a 109).
12
Sobre este tema, ver Gilles Deleuze (1986, p. 59 y ss.).
tópico, nos centraremos en el pensamiento de Walter Mignolo, que da cuenta de dos
modos de conceptualizar este tipo de estudios:13
14
La idea de “pacto de confianza” es tomada de Ferrarotti.
15
Para la gnoseología colonial, fue la idea de tiempo la articuladora del pensar. Dice Mignolo: “la
concepción lineal del tiempo, ligada a la historia universal, fueun instrumento de dominación colonial que
redujo el resto del planeta a una anterioridad histórica en relación a Europa” (1997). Nietzsche, por su
parte, ubica como objeto de análisis la idea de “tiempo edípico”, o sea, la concepción lineal del tiempo,
pasado - presente- futuro, donde un momento es devorado por otro, y contrapone la concepción de tiempo
circular, en términos de condición y decisión del ultrahombre. (ver Vattimo 1985, pp. 110-114).
§ La categoría de tiempo como articuladora del pensar y la concepción lineal del
mismo.
§ Transparencia entre “el lenguaje y las cosas” (concepción representacionista del
lenguaje).
§ Separación ontológica entre lenguas de pensamiento disciplinario y lenguas de
cultura (es decir, se cuestiona la materialización en el espacio de regiones de saber-
hablar y regiones a ser conocidas y habladas).
§ Existencia de una verdad, a ser descubierta por la investigación científica.
Conclusiones
Referencias Bibliográficas
Gruner, E. (1995) “El comienzo contra el origen”, Confines, año 1, núm. 1, pp. 99 a
109.
Mignolo, W. (1995 b) “Decires fuera de lugar: sujetos dicentes, roles sociales y formas
de inscripción”. Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, año XXI,
núm. 41, Lima - Berkeley, 1er. semestre, pp. 9 - 31.
Nietzsche, F. (1983) Más allá del Bien y del Mal (Buenos Aires: Ediciones Orbis, S. A.
Hyspamé rica).