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¿Qué está ocurriendo en China?

José Luis Centella Gómez

Un acercamiento a lo
que está pasando en China y
sus repercusiones en el
resto del planeta
¿Qué está ocurriendo en China?
José Luis Centella Gómez
Índice

PRESENTACIÓN 5

Capítulo 1. POLÍTICA DE APERTURA Y REFORMA


Principios y objetivos 11
¿Existe una base marxista en la política de apertura y reforma? 16
Principales Retos de la Apertura y Reforma 18

Capítulo 2. MODELO SOCIAL Y ECONÓMICO CHINO


¿Hay capitalismo en China? 29
Socialismo con características chinas 33
Aportaciones de Xi Jinping al pensamiento político 47

Capítulo 3. LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL EN CRISIS


Cómo influyen los cambios de China en el resto del Planeta 59
La nueva Ruta de la Seda 65

Capítulo 4. CHINA EN EL ESQUEMA MUNDIAL


La política de reforma y apertura en el marco geopolítico actual 79
La región Asia/Pacífico zona estratégica para China 89
China - Europa 92
Relaciones China - Rusia en el espacio eurasiático 96
España ante La Nueva Ruta de la Seda 99
Presencia de China en África 102
Papel de China en América Latina y el Caribe 107

Capítulo 5. ALGUNAS CUESTIONES CLAVE EN CHINA HOY


La Gobernabilidad en China hoy 117
La Mujer en la sociedad China 120
Política de Seguridad Nacional en China 123
¿Qué está ocurriendo en el Tíbet? 130
Sobre la situación de Hong Kong 133

A MODO DE EPÍLOGO 143

ANEXO 147
Resumen de la intervención de Xin Jinping en
el XIX Congreso del Partido Comunista de China
Presentación

Vivimos un momento en el que cada vez es más evidente que estamos


viviendo el final de una etapa de la historia de la humanidad, un mo-
mento en el que están abiertas todas las incógnitas, incluidas las que
ponen en cuestión la propia supervivencia de la vida en el Planeta
Tierra, tal y como la hemos conocido.

Es por tanto imprescindible tratar de entender qué es lo que está ocu-


rriendo a nuestro alrededor, y en este sentido, es imprescindible acer-
carnos a lo que esta ocurriendo en China, entre otras cosas, porque
nos puede ayudar a entender algunas cuestiones desde una perspectiva
diferente a la que nos llega por los medios de comunicación dirigidos y
dominados por el monopolio del poder establecido en occidente desde
hace siglos.

Desde esta intención debe entenderse este modesto trabajo, que no trata
de hacer afirmaciones contundentes con pretensión de cerrar debates,
sino por el contrario trata de dar una visión de lo que esta pasando en
China y sus repercusiones en el resto del Planeta; un trabajo que no pre-
tende ni sentar cátedra, ni mucho menos tener la verdad absoluta, sino
que se propone realizar una aportación que pueda ser útil para entender
la oportunidad que se abre en el Planeta, de superar una etapa unipolar
dominada por el eje del Atlántico Norte dirigido por los EEUU y abrir
paso a una etapa multipolar en la historia de la humanidad.

Para empezar tenemos que cambiar nuestra idea de lo que ha sido la


historia de China y el papel que ha jugado en el orden internacional,
porque la realidad es que el conocimiento de la historia de China que se
tiene en Occidente esta contaminada por una visión eurocentrista, que
distorsiona e ignora el papel importante, en algunos casos dominante,
que China jugó en la economía mundial entre 1100 y 1800.

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De esta manera se puede tener la idea de que China fue siempre un te-
rritorio que se quedo estancado en la época de Marco Polo, esperando
que llegara la civilización occidental para sacarle de su atraso. Frente a
esta apreciación, es importante subrayar que China, una verdadera po-
tencia tecnológica mundial entre 1100 y 1800, hizo posible una parte
importante del desarrollo de Occidente, asimilando las innovaciones
chinas.

De esta manera, ya en el año 1078, China era el mayor productor de


acero (125.000 toneladas); mientras que Gran Bretaña produjo, en
1788, 76.000 toneladas. Y China estaba a la cabeza del mundo en in-
novaciones técnicas para la fabricación de textiles siete siglos antes de la
“revolución textil” del siglo XVIII de Gran Bretaña.

China era la principal nación en el sector comercial, con un comercio a


larga distancia que llegaba hasta la mayor parte del Sur de Asia, África,
Oriente Medio y Europa. La “revolución agrícola” y la productividad
superaron las de Occidente hasta el siglo XVIII.

Sus innovaciones en la producción de papel, imprenta, armas de fuego


y herramientas la convirtieron en una superpotencia manufacturera
cuyos productos se transportaban por todo el mundo a través del más
avanzado sistema de navegación. China poseía el mayor número de
barcos comerciales en el mundo. En 1588, los buques ingleses más
grandes desplazaban alrededor de 400 toneladas, los de China 3.000
toneladas. Incluso hasta finales del siglo XVIII, los comerciantes chinos
disponían de 130.000 buques privados de transporte, varias veces los de
Gran Bretaña. China conservó su posición preeminente en la economía
mundial hasta principios del siglo XIX.

Los fabricantes británicos y europeos seguían el ejemplo de China, asi-


milando y adoptando sus más avanzadas tecnologías y estaban ansiosos
por penetrar en el avanzado y lucrativo mercado chino.

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La banca, la economía con papel moneda estable, la industria manufac-
turera y los altos rendimientos en la agricultura hicieron que el ingreso
per cápita de China igualara el de Gran Bretaña en 1750.

Fue a partir de la revolución industrial, cuando las cosas cambiaron. La


formación de la economía europea durante el siglo XVIII, fue una lucha
entre las nuevas clases emergentes burguesas europeas y la nobleza, y a
su vez, una lucha entre los diferentes imperios existentes en Europa.

En esta lucha serían los banqueros y burgueses quienes conseguirían


acaparar la mayor parte de la “acumulación primaria de capital” de-
sarrollando la “primera revolución industrial” en la que Europa se
constituiría en el centro científico-técnico, lo que le otorgaría una gran
ventaja en la productividad y en el armamento. Con ese poder Eu-
ropa dominaría colonialmente el mundo, siendo Gran Bretaña, tras la
derrota de Napoleón, quien construiría el más importante imperio co-
lonial mundial.

De esta manera la conquista imperial británica y occidental del Oriente


se basó en la naturaleza militarista del estado imperial, y no en una
mayor capacidad para las relaciones económicas comerciales con los
países de ultramar. Fue la ideología imperial occidental, puesta al ser-
vicio del capital emergente, lo que motivó y justificó las conquistas en
el exterior. De esta forma, el imperialismo empieza a significarse como
fase superior del capitalismo.

Fue la política militar la que impulsó la revolución industrial britá-


nica hacia la expansión exterior. Mientras que los chinos confiaban en
sus mercados abiertos, en una producción superior y en sofisticadas
técnicas bancarias y comerciales, el capitalismo británico acudió a la
protección arancelaria, a la conquista militar, a la destrucción sistemá-
tica de empresas competitivas extranjeras, así como a la apropiación y
saqueo de recursos locales.

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De esta manera, incapaces de apoderarse del mercado chino a través de
la competitividad económica, Gran Bretaña se apoyó en un poder mi-
litar brutal. Movilizó, armó y envió mercenarios, desde sus colonias en
la India y otros lugares para forzar a China a aceptar sus exportaciones
e imponer tratados injustos con tarifas más bajas.

Como consecuencia, China se vio inundada del opio británico pro-


ducido en las plantaciones británicas en la India, a pesar de las leyes
chinas que prohibían o regulaban la importación y venta de narcóticos.
Los gobernantes chinos, acostumbrados desde hacía mucho tiempo a su
superioridad manufacturera y comercial, no estaban preparados ante las
“nuevas normas imperiales” para hacerse con el poder global. La dispo-
sición de Occidente a utilizar el poder militar para establecer colonias,
saquear recursos y reclutar ejércitos inmensos de mercenarios dirigidos
por oficiales europeos anunció el fin de China como potencia mundial,
dando paso a la hegemonía occidental, primero centrada en el ámbito
europeo, y más tarde con la incorporación de los EE.UU. ampliado
al ámbito del eje del Atlántico Norte, pero, no nos engañemos, esto
ocurrió hace solo poco más de dos siglos, lo que para algunos puede ser
simplemente un paréntesis en la historia de la humanidad.

Desde este breve repaso por una etapa muy silenciada y ocultada de
la historia de China, se puede deducir para entender lo que esta ocu-
rriendo en China y por extensión en todo el Planeta que hay que des-
prenderse de la visión de supremacía del llamado primer mundo, que
nos han enseñado desde la escuela, para abrirse a la idea de un mundo
multipolar.

Por lo tanto, pido que se lean los planteamientos que se hacen en este
texto desde una visión amplia, nada sectaria y sobre todo abierta a tratar
de entender que se está terminando una etapa en la historia de la huma-
nidad y que se abre otra, todavía por definir, de que esta transición se
realice con normalidad y sobre todo en Paz depende el futuro de la exis-
tencia de la vida en el Planeta, tal y como la hemos conocido, porque

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tratar de mantener la ficción de la supremacía del eje Atlántico Norte
sobre el resto del mundo solo puede llevarnos a un enfrentamiento que
termine destruyéndolo todo.

Dicho esto propongo, a quien se acerque a este texto, que se conteste al


final de su lectura la siguiente pregunta ¿Con quién nos debemos situar?
¿Del lado de lo viejo y caduco? o por el contrario ¿tomamos partido por
participar en la construcción del futuro, asumiendo todas las incógnitas
y contradicciones que puede suponernos esta decisión?

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Capítulo 1.
POLÍTICA DE APERTURA Y REFORMA
Transformaciones sociales, políticas, económicas,
culturales e institucionales
Principios y Objetivos
Cuatro décadas atrás, tal vez muy pocos imaginaron que China lo-
graría convertirse en una de las principales potencias a nivel mundial:
tenía los números en su contra, sus indicadores económicos y sociales
no eran los mejores, y la pobreza afectaba a una parte relevante de su
población.

En estas condiciones Deng Xiaoping planteó la Política de Reforma


y Apertura, considerado como uno de los hechos más trascendentales
del pasado Siglo XX, esta Política buscaba en principio superar las «de-
ficiencias existentes en el sistema administrativo de la economía na-
cional», según el ex canciller Huang Hua.

Se dejaron atrás los errores de la década de la Revolución Cultural


(1966-1976), y bajo el mando de Deng se dio a conocer al mundo
lo que se planteaba como un proceso de “construcción del socialismo
con características chinas”, de manera que mientras se plantean grandes
cambios en la política y la economía, se trataba de mantener inalterable
una serie de cuestiones básicas como el carácter socialista del proceso,
eso si adaptándolo a la realidad china, con la dirección y guía indiscu-
tible del PCCh que mantenía su definición como marxista-leninista y
seguidor del pensamiento de Mao Zedong.

La historia nos esta demostrando que la reforma y apertura no solo está


cambiado a fondo a China, sino también esta ejercido una influencia
profunda sobre el resto del mundo. A lo largo de los últimos 40 años,
se están liberando y desarrollando las fuerzas productivas sociales de
China, se ha abierto el camino de lo que el Partido Comunista China
ha definido como socialismo con peculiaridades chinas, de manera que
el presidente Xi Jinping, afirma que la reforma y apertura que China
realiza, se acomoda a la demanda de la historia, porque el pueblo chino
desea desarrollar, innovar y anhelar una vida hermosa, al mismo tiempo
esta política coincide con la corriente de los pueblos de los diversos

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países del mundo que desean un desarrollo, de una cooperación y la
vida de paz.

La realidad es que China ha logrado incrementar el consumo general


de la población, en términos absolutos, más de 700 millones de per-
sonas han salido de la pobreza o de niveles de consumo muy cons-
treñidos desde 1978, de manera que en 1949 la esperanza de vida en
China era de 36 años, tras el siglo de sometimiento a las potencias
occidentales y la invasión japonesa en la segunda guerra mundial. En
1978 la esperanza de vida creo recordar era de 68 años y actualmente es
de 76 años. Por otra parte, el paro en la economía china es meramente
testimonial, está en torno al 4%. El desarrollo tecnológico y científico
de China es imparable.

Partiendo de este cambio de timón, el gigante asiático trazó entonces


un camino para plantearse la modernización de la económica mediante
una apertura al exterior, la introducción del mercado y la apuesta por el
desarrollo de la tecnología avanzada.

A los 40 años de la fecha que marcó un antes y un después en la his-


toria moderna del gigante asiático, es interesante repasar algunos de los
hitos más importantes de este proceso de reforma y apertura.

Agricultura, el primer paso

En el momento de su implementación, a finales de los años 70 del


pasado siglo, el tema de la alimentación de los más de 900 millones de
chinos requería de atención inmediata, partiendo de que alrededor de
un 70 % de ellos vivía en zonas rurales, de esta manera, la importancia
de la agricultura en China conllevó a que este fuera el primer sector con
cambios estructurales.

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Las medidas incluyeron la descolectivización de una parte de la tierra
y, en lugar de ello, se estableció un sistema de responsabilidad familiar,
con contratos con el Estado para vender una cuota fija de la cosecha a
un precio especial, mientras que el excedente podía ser canjeado en los
mercados de los pueblos y ciudades.

Todo esto contribuyó a un paulatino aumento en la producción agrí-


cola, a la vez que se lograba reducir el número de personas en la pobreza
extrema. De esta manera en las últimas cuatro décadas han salido de la
pobreza más de 800 millones de chinos, una hazaña que ningún otro
país ha logrado en ese tiempo.

Como evidencia de la importancia que se está dando al desarrollo de


las zonas rurales en la China actual, tenemos que contemplar el con-
siderable aumento de las inversiones en estas zonas, y sobre todo la
creación en 2019, durante la reunión de la Asamblea Popular Nacional
del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales que sustituía al antiguo
Ministerio de Agricultura, como encargado de «revitalizar el mundo
rural» que tiene entre sus competencias el departamento de produc-
ciones agrarias y el de la pesca.

Shenzhen, ciudad pionera

La reforma y apertura contempló en sus inicios el establecimiento de


cuatro Zonas Económicas Especiales (ZEE), en las ciudades de Shen-
zhen, Shantou, Zhuhai y Xiamen, donde se buscaba la atracción de la
inversión extranjera, la introducción de nuevas formas de gestión admi-
nistrativa y un acercamiento a las nuevas tecnologías.

El caso de Shenzhen es posiblemente el más exitoso y símbolo del


proceso iniciado hace 40 años en el gigante asiático; ubicada en la su-
reña provincia de Guandong (Cantón) y adyacente a Hong Kong, sus

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habitantes vivían apenas de la pesca, pero hoy es considerada una de las
más desarrolladas e «internacionalizadas» ciudades de China.

Al menos un 95 % de sus 12 millones de residentes son de otras partes


de China e incluso, de otros países; tiene el mayor número de puertos
en la nación y el mayor flujo transfronterizo de pasajeros y vehículos.

Además, a menudo se le llama el «Silicon Valley chino», en su espacio


de más de 1.900 kilómetros cuadrados acoge a 8.037 compañías nacio-
nales de alta tecnología (entre ellas Huawei, ZTE, BYD), entre otras.

De 1979 al 2018, la tasa de crecimiento anual del Producto Interno


Bruto (PIB) de Shenzhen alcanzó la cifra de 23 %; por otra parte, es el
líder nacional en PIB per cápita y su volumen total exportado también
ocupa el primer puesto en el país desde hace más de 20 años.

La ciudad está comprometida con el cuidado medioambiental y el


desarrollo sostenible: el 41,5 % de su espacio urbano está cubierto de
zonas verdes, en el 2008 fue catalogada como «Ciudad de Diseño» por
la Unesco y se convirtió en el primer miembro de esa red proveniente
de un país en vías de desarrollo.

Múltiples factores, una misma hoja de ruta

Otros múltiples factores confluyen en una misma hoja de ruta im-


pulsada por el Gigante asiático. Comentaremos apenas algunos más,
en el ámbito externo, la entrada de China a la OMC, cuestión muy
polémica en la medida que significaba aceptar que un Estado Socialista
por muy potente que este fuera, no se podía plantear generar un espacio
económicos con reglas propias, sino que se veía obligado a jugar en el
mismo campo y con las mismas reglas del capitalismo, teniendo que
soportar a instituciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario

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Internacional, diseñadas para estar al servicio de las grandes potencias
capitalistas.

Su admisión en la organización en 2001, el Gobierno chino la con-


sideró como un paso estratégico en la medida que daría un impulso al
proceso de reforma y apertura en otros factores que sin duda han deter-
minado el desarrollo de la nación, pues se presentaron nuevas oportu-
nidades, se eliminaron restricciones a empresas extranjeras con sede en
el territorio nacional y se abrieron mercados locales para bienes produ-
cidos en el exterior: para empezar sus exportaciones crecieron de 10.000
millones de dólares en 1978 a más de 200.000 millones años después.

Al mismo tiempo, cifras del Ministerio de Comercio, refieren que du-


rante la primera mitad del 2018 la inversión extranjera directa subió
hasta los 68.320 millones de dólares.

En este contexto se impulsa un decisivo programa de promoción de la


innovación tecnológica para una China abierta al mundo, en el que la
ciencia y la tecnología se convierten en los pilares básicos y en uno de
los sellos distintivos de su modelo de desarrollo, sin copiar otros modelo
ya preconcebidos, sino avanzando con un significado propio, en el que
la innovación constituye una fuerza motriz, en un país digitalizado, una
sociedad inteligente, que se dirige al objetivo de revertir gran parte de
la plusvalía generada en mejorar la calidad de vida de la población me-
diante un trasvase de riqueza de las zonas más ricas a las más atrasadas.

Para China, emprender una política más proactiva a nivel mundial,


con una diplomacia más actuante y participativa, acorde con su rol y
aporte a las finanzas globales, era vital, para tener el soporte de recursos
necesarios para poder planearse la construcción de un socialismo con
peculiaridades propias, que apunta a la modernización y desarrollo,
pero preservando a toda costa la independencia y la vigencia de la sabi-
duría ancestral milenaria de ese país en función de intentar solucionar
problemas que hoy enfrenta la humanidad.

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En ese sentido, Xi Jinping ha reiterado que este socialismo no se desa-
rrollará a costa de los intereses de otros Estados, es decir que no seguirá
la lógica colonial, por lo que no supone amenaza para ningún país, sino
que su objetivo es buscar el impulso necesario para construir «una so-
ciedad modestamente acomodada» de manera que China, tras soportar
siglos de pobreza, ha logrado una transformación que hoy les permite
ser más fuertes y afrontar la solución de problemas en beneficio de la
mayoría de la población.

Desde estos planteamientos hay que resolver las contradicciones que


se plantea la defensa de las relaciones comerciales entre China y el resto
del mundo para evitar cualquier deriva neocolonial y que puedan repre-
sentar una gran esperanza en el ámbito del comercio internacional por
las amplias posibilidades que ofrece para compartir sus oportunidades
de desarrollo, en la medida que se sustituya la lógica según la cual “el
pez grande se come al chico” por la de “Ganar-Ganar” así como los retos
medioambientales, poniendo en primer plano que el desarrollo comer-
cial está en relación con la lucha contra el cambio climático

En definitiva nos acercamos a conocer lo que ocurre en la que hoy es la


segunda mayor economía del mundo, con una expansión del 6,9 %, y en
las perspectiva de que diversas proyecciones a nivel mundial coinciden
en que su PIB se convertirá en el primero en pocas décadas.

¿Existe una base marxista en la política de apertura


y reforma?
Xi Jinping, planteaba en el ultimo Congreso del Partido Comunista
de China la determinación de mantener el marxismo como sustento
teórico para analizar la realidad china con voluntad de transfórmala,
asumiendo de esta manera la experiencia histórica acumulada en los

16
más de setenta años de presencia del Partido Comunista en la dirección
del Nuevo Estado Chino: de esta manera la creación del Instituto del
Marxismo de la Escuela del Partido en su Comité Central en el año
2016 es una importante medida que pone en evidencia la determina-
ción de potenciar los valores comunistas desde la más alta dirección del
PC de China.

No se puede negar que existen fuerzas dentro y fuera de China que


plantean el abandono del marxismo como instrumento de trabajo,
fuerzas que plantean situarse en el ámbito de lo que sería una equipa-
ración a la socialdemocracia clásica del occidente europeo, o incluso
seguir el camino de la URSS para reinstaurar el capitalismo, sin ignorar
por otro lado a quienes defienden la vuelta a la ortodoxia comunista.

En medio de estos debates cruzados, los actuales dirigentes del Partido


Comunista y del Estado de la República Popular de China rechazan
asimilarse a los cánones políticos e ideológicos del occidente capita-
lista, planteado que ha sido precisamente la capacidad para desarrollar
un modelo socialista con características chinas, distante tanto del ca-
pitalismo, como del modelo estatalista soviético, lo que ha permitido
a China alcanzar los mayores logros de su historia desde un amplio
consenso interno.

Xi Jinping, llega a plantear que, si se rectifica el camino y se usa el


sistema de valores capitalistas occidentales midiendo el desarrollo con
esos valores individualistas e insolidarios, las consecuencias para la ma-
yoría del pueblo pueden ser desastrosas, y no hay más que mirar a lo
ocurrido en la Europa postsoviética para comprobar la justeza de estos
razonamientos.

En este marco, una de las características del socialismo en china, ha


sido su capacidad para entroncar con la rica y valiosa tradición cultural
de China: hoy no se puede entender los avances de la política de aper-
tura y reformas sin conocer la base de la filosofía tradicional china.

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De esta manera, la cultura milenaria de China constituye uno de los
pilares, junto al marxismo en los que se apoya el crecimiento y el desa-
rrollo de las ciencias sociales que sustentan el cuerpo teórico y práctico
del socialismo con características chinas.

Principales retos de la apertura y reforma


Desde esta situación es desde la que la Política de Reformas y Apertura
se plantea la necesidad afrontar los grandes retos que tiene por delante
en esta década, estos son: la eliminación de las grandes desigualdades
que un crecimiento rápido está provocando y sobre todo acabar con la
pobreza, frenar los riesgos financieros y los ataques en este campo de
quienes se resiste a dejar de ser la única fuerza dominante en los mer-
cados internacionales, así como combatir la contaminación ambiental
porque la legitima aspiración de conseguir mejorar el nivel de vida y de
consumo del pueblo chino, no se puede conseguir a costa de la destruc-
ción del ecosistema

En 2019 se cumple el 70 aniversario de la fundación de la República


Popular China y es también un año clave para culminar la construcción
integral de una sociedad modestamente acomodada y para ganar “la
batalla del acometimiento más duro la liberación de la pobreza”, para
ello los diversos territorios y departamentos se plantean enfocar su labor
hacia las zonas de pobreza profunda, en los grupos con dificultades eco-
nómicas especiales y en “resolver las dos preocupaciones y ofrecer las
tres garantías”.

El objetivo es garantizar que 10 millones de habitantes rurales salgan


de la pobreza, lograr que 300 distritos dejen de ser considerados pobres,
materializar las tareas consistentes en el traslado de residentes necesi-
tados a lugares más convenientes para su manutención planificadas en
el XIII Plan Quinquenal y sentar una sólida base para la victoria en la

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lucha contra la pobreza.

En primer lugar, el Presidente XI Jinping plantea que se deben de-


dicar los máximos esfuerzos a proporcionar un poderoso e inagotable
impulso a “la dura batalla por la liberación de la pobreza” en zonas de
indigencia extrema. En segundo lugar, se sitúa seguir fomentando la
coordinación entre el este y oeste del país, así como la ayuda contra la
pobreza en los lugares designados. En tercer lugar la cuestión es cómo
elevar incesantemente el nivel de las medidas para evitar que los ciuda-
danos que han salido de la pobreza, vuelvan a caer en ella.

Finalmente, en cuarto lugar, se propone seguir afrontando los pro-


blemas originados por la corrupción en las áreas sumidas aún en la
miseria, fomentar la supervisión del capital, dar importancia a los tra-
bajos de difusión y planificar en un momento adecuado la estrategia a
mediano y largo plazo para después de 2020.

En 2018 los diversos territorios y departamentos habían intensificado


la promoción de importantes políticas y medidas: 22 provincias, re-
giones autónomas y municipios bajo jurisdicción central del centro y
oeste del país elaboran medidas de aplicación de tres años y han lanzado
pertinentes políticas.

Se ha confirmado que hay 135 distritos considerados de extrema po-


breza y más de 8.700 aldeas muy necesitadas de atención en las lla-
madas “tres regiones y tres prefecturas” (las tres regiones corresponden
a zonas de residencia de tibetanos en el Tíbet, Xinjiang, Gansu y Si-
chuan, y las tres prefecturas son las de Linxia en Gansu, Liangshan en
Sichuan y Nujiang en Yunnan). Asimismo, fuera de las “tres regiones y
tres prefecturas” hay 199 distritos de pobreza profunda y 21.000 aldeas
similares. Se busca redoblar la intensidad del apoyo a las políticas y las
medidas recién emitidas serán aplicadas principalmente en las zonas
más necesitadas, todo lo cual estará dirigido a mejorar los sectores de
empleo, infraestructura y servicios públicos.

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La inversión en los fondos fiscales especiales para la ayuda contra la po-
breza asignada por el Gobierno central y los provinciales y municipales
ha sobrepasado los 300.000 millones de yuanes. Así mismo, los fondos
relacionados con el desarrollo del agro, agrupados por las haciendas de
distritos pobres, suman más de 320.000 millones de yuanes, y con el
aumento de otros 100.000 millones de yuanes de microcréditos para el
alivio de la pobreza, se han distribuido ya más de 530.000 millones de
yuanes correspondientes.

En este sentido, el 5 de marzo de 2019, al exponer el Informe sobre la


Labor del Gobierno, el primer ministro de China, Li Keqiang, indicó
que en 2018 se había impulsado fuertemente la liberación precisa de la
pobreza, que el número de pobladores rurales en situación de pobreza
se había reducido en 13,86 millones, y que 2,8 millones de personas ha-
bían sido trasladadas a lugares más convenientes para la vida. Los datos
sobre “la batalla del acometimiento de lo más duro en la liberación de la
pobreza”, emitidos por el Buró Nacional de Estadísticas (BNE), mues-
tran que hasta finales de 2018 había 16,6 millones de personas necesi-
tadas en el campo y que la tasa de incidencia de la pobreza en China era
del 1,7%, una reducción de 1,4 puntos porcentuales respecto a 2017.

La importancia de estas cifras radica en que 2018 fue el año inicial


en cuanto a la aplicación del espíritu del XIX Congreso Nacional del
Partido Comunista de China (PCCh), y fue también el año inicial en
“la batalla del acometimiento de lo más duro en la liberación de la po-
breza”. Según investigaciones realizadas por el BNE, en 2018 se redujo
en gran medida la población pobre de las zonas rurales, el índice de po-
breza disminuyó notablemente, mientras que el aumento del ingreso en
las áreas pobres rurales fue más alto que el nivel promedio rural del país.

Desde el XVIII Congreso Nacional del PCCh han disminuido en


82,39 millones los habitantes rurales en situación de pobreza (de 98,99
millones a finales de 2012 a 16,6 millones a finales de 2018), mientras
que la incidencia de la pobreza descendió del 10,2 % en 2012 al 1,7 %

20
a finales de 2018, 8,5 puntos porcentuales menos.

El ingreso disponible per cápita de los habitantes rurales que viven


en pobreza en 2018 era de 10.371 yuanes, un aumento de 994 yuanes
respecto al del año 2017, y un aumento nominal del 10,6 %. Quitando
el factor precio, el aumento real fue del 8,3%, cuyo ritmo de ascenso fue
de 1,7 puntos porcentuales más que el del promedio rural del país. Por
lo tanto, desde el XVIII Congreso Nacional del PCCh, el ingreso anual
de los habitantes rurales en las zonas pobres ha ascendido en un 10%
nominalmente, mientras que el ingreso disponible registró entre 2013
y 2018 un aumento nominal del 12,1%. Quitando el factor precio, el
ritmo real del ascenso anual fue del 10%, 2,3 puntos porcentuales más
que el nivel promedio rural. El ingreso disponible de los habitantes
rurales en las zonas pobres en 2018 supuso un 71% del nivel promedio
rural, un ritmo de aumento mayor en 8,9 puntos porcentuales al de
2012, acortando distancias con el nivel promedio rural.

Desde estas cifras se plantea que en 2019 la lucha contra la pobreza


debe entrar en la fase de superación, por lo que enfrentará muchas di-
ficultades y retos ya que, por una parte la erradicación de la pobreza es
más difícil en las zonas de extrema pobreza y por otra, porque desde los
EE.UU. y sus aliados se esta intentando frenar la capacidad de creci-
miento y de inversión interior de China.

De esta manera a las zonas pobres, tanto las que están dentro, como
las que están fuera de las “tres regiones y tres prefecturas” les costará
liberarse de la miseria, ya que tienen débiles condiciones básicas por lo
que urge una mayor intensidad en el apoyo y “resolver las dos preocupa-
ciones y ofrecer las tres garantías”, es decir, resolver las preocupaciones
de alimentación y vestido, y ofrecer la garantía de una educación ade-
cuada, un seguro médico básico y un acceso a la vivienda.

Algunas zonas pobres todavía afrontan dificultades en el servicio de


agua potable y en las condiciones de la vivienda, por lo que se tiene que

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perfeccionar el mecanismo de efecto a largo plazo de una liberación
estable de la pobreza.

Algunos gobiernos pueden cometer el error de pretender alcanzar de


forma unilateral un efecto cortoplacista, más estadística que real, lo que
es un error a medio plazo, ya que todo desarrollo tiene que estar soste-
nido en una solida mejora de las infraestructuras que consolide la salida
de la pobreza.

En algunos lugares, la migración por razones de pobreza y la creación


de empleo no se coinciden, por lo que falta apoyo a los trabajos de libe-
ración de la pobreza, también en algunos sitios no se presta suficiente
atención al problema de los ciudadanos que vuelven a caer en la pobreza
debido a calamidades y enfermedades sufridas, por lo que carecen de
medidas de prevención, es decir se debe tener claro que el desarrollo
económico y social tiene que contar con una estructura solvente que le
de soporte.

De esta manera, hay que situar como tras el periodo de crecimiento


acelerado, el desarrollo económico de China se puede encontrar en
estos momentos en una etapa de cambio de ritmo del crecimiento, una
etapa de reajuste estructural que podríamos comparar con la necesidad
de digerir los avances y logros conseguidos, lo que Xi Jinping planteaba
como “un solapamiento, de tres fases”, cambio de velocidad del creci-
miento, optimización de las estructuras y transformación de las fuerzas
que mueven la economía.

Al mismo tiempo, el Gobierno y el Partido Comunista tienen que


tomar conciencia de que esta nueva realidad que se esta creando en
China, debe ir acompañada de una nueva cultura de vida, frenando el
consumismo frenético e individualista, que se apodero de ciertos sec-
tores de la sociedad china, fomentando un consumo responsable y una
visión más colectiva de la sociedad.

22
La aparición del mercado interior como motor de la economía con la
misma dimensión que el mercado exterior da una gran potencialidad
a las posibilidades de crecimiento de la economía China en la medida
que pueda incorporar sus más de 1.400 millones de habitantes a un
consumo moderado y responsable, pero esta gran potencialidad lleva
parejo todos los peligros medioambientales y estructurales que supone
obtener recursos y materias primas para producir bienes de consumo
para esta cantidad de personas que se incorporan al mundo desarro-
llado, por poner un solo ejemplo, es evidente que el Planeta Tierra no
soportaría que la población china tuviera el mismo nivel de vehículos
que tienen los habitantes de los países occidentales que en el caso de los
menos desarrollados que pueden suponer un 0,60 coches por familia y
en el de los más supera los 1,5 coches.

Es verdad que esta cuestión no puede plantearse solo como un pro-


blema de China, porque no se puede pedir al pueblo chino que no se
incorpore a un modesto nivel de consumo mientras se derrocha en el
primer mundo, por lo tanto, de lo que se trataría es de alcanzar un gran
acuerdo universal que planteara como distribuir los recursos del Planeta
que son limitados y degradables de una manera justa y solidaria, reba-
jando o paralizando incluso el crecimiento en el primer mundo hasta
que se equilibre con el resto del Planeta.

Otra cuestión importante en este nuevo momento del desarrollo y


crecimiento, es la referente a las inversiones que han vivido más de
30 años de ganancias espectaculares, de manera que toda persona o
empresa que invertía en China tenia asegurados altos niveles de ga-
nancias, hoy la realidad es que las inversiones en los sectores tradi-
cionales, y de forma especial en el ámbito inmobiliario, empiezan a
estar momentáneamente saturadas, o al menos sin ganancias especta-
culares, por lo que hay que buscar nuevos ámbitos de inversiones que
deben estar enmarcados en una planificación general, es decir que sea
el Estado en función de intereses generales quien controle y dirija al
mercado, en lugar de ocurrir lo contrario que sea el mercado quien

23
dirija la economía y la política, como pasa en el capitalismo.

De esta manera, se pueden abrir oportunidades de inversión en las


infraestructuras de comunicación y conexión, así como en las nuevas
tecnologías, que hoy pueden igualar y superar a las occidentales, ya es
pasado la idea de que China se dedica a copiar lo que se “inventa” en
occidente, pero dicho esto, lo importante es seguir avanzando hacia
un nuevo modelo de desarrollo en el que coordinen más los avances
de la regiones más pobres hasta superar las desigualdades unificando
criterios, acompasando objetivos y utilizando parámetros sociales, cul-
turales, educativos y no solamente económicos/consumistas.

Al mismo tiempo el nuevo modelo de desarrollo tiene, como hemos


dicho, que prestar más atención a la mejora de la calidad y del rendi-
miento, dando al concepto de competitividad un nuevo significado en
el que cobra valor la máxima de “ganar-ganar” de manera que la capa-
cidad de afrontar el mercado no sea a costa de bajar los costes sociales,
sino de aumentar la calidad, la innovación, eliminando márgenes abu-
sivos de beneficios a corto plazo.

Es decir, utilizar los avances científico-técnicos para una más justa re-
distribución del trabajo, en lugar de dirigirlos exclusivamente al au-
mento de beneficios empresariales. Al mismo tiempo dedicar recursos
a mejorar la formación profesional para mejorar la calidad del capital
humano como base fundamental de la sociedad.

En el modelo de socialismo con características chinas, el mercado debe


tener un papel supeditado a los intereses generales desde una planifica-
ción global, de manera que el Estado tiene que hacer esfuerzos para la
solución de los problemas que el mercado no se plantea resolver, co-
brando importancia la mejora de los servicios públicos y la protección
del medio ambiente.

El inicio del desarrollo chino se basaba en las ventajas de mano de

24
obra barata, exportando a gran escala y con un desarrollo orientado al
exterior según las oportunidades ofrecidas por los países desarrollados,
que trasladaban hacia el exterior sus industrias intensivas en mano de
obra buscando mayores beneficios a corto plazo.

En este momento, cuando se produce una bajada de la demanda ex-


terna, circunstancia a la que hay que sumar el avance del capitalismo
nacional en los EE.UU. bajo la administración Trump que refuerza el
proteccionismo comercial en una clara aparición de lo que podíamos
llamar un nacional-capitalismo que se acompaña de un crecimiento del
militarismo y de las tensiones internacionales propias de la Guerra Fría,
puede poner de manifiesto las debilidades de una economía sustentada
en un crecimiento ilimitado del mercado exterior.

En esta circunstancia hay que reflejar el cinismo de quienes durante


décadas han alentado el libre comercio sostenido en unos leoninos y
neocoloniales Tratados de Libre Comercio, aparecen ahora como de-
fensores de las barreras comerciales y los aranceles, de esta manera, se
pone en evidencia que cuando el capitalismo no domina el mercado lo
trata de condicionar e incluso anular.

La realidad es que al inicio de la política de reforma y apertura (1978),


las exportaciones de mercancías desde China, representaba el 1% del
volumen total mundial, en 2002 alcanzaron el 5%, llegando al 10%
en 2010 y al 12,3% en 2014, para llegar al 13,5% en 2018, al tiempo
que se superaba tecnológicamente en telefonía móvil a los EE.UU. sin
olvidar que gran parte de la Deuda Publica de occidente es propiedad
de Bancos Chinos.

El problema de occidente es que atraviesa una crisis que no es ex-


clusivamente financiera o monetaria, ni siquiera puede ser considerada
como una de las crisis cíclicas del capitalismo, sino que podemos estar
ante la mayor crisis sistemática y estructural del capitalismo en tiempos
no bélicos, cuestión que pone en evidencia todas las contradicciones
internas y externas de un sistema que solo puede mantenerse sobre la
base de que un tercio de la humanidad se desarrolla sobre la explotación
de las materias primas y las personas de los otros dos tercios del Planeta.

La crisis da al traste con una gran circulación de capital, sustentada


por un crecimiento irracional del crédito al consumo en las economías
más desarrolladas, junto con un ahorro por el uso de mano de obra más
barata y con menos derechos consecuencia de las sucesivas reformas
laborales, la importación de productos “baratos” provenientes de las re-
giones del Asia Oriental, así como la apropiación de recursos naturales y
de energía de Oriente Medio fruto de las Guerras de Irak y Afganistán.

Pero, además, a estas consideraciones tienen que sumarse el enveje-


cimiento de la población en los países más desarrollados, reduciendo
la población en edad laboral debilitando continuamente las industrias
situadas en el primer mundo.

De esta manera, aflorando todas las debilidades del sistema capitalista


en su fase capitalista, quienes se niegan a aceptar el ocaso de un mundo
unipolar ponen el centro de su atención en sus fortalezas, que siguen
siendo importantes, sobre todo en su capacidad militar y su alianza
con las oligarquías nacionales, de manera que están desarrollando una
ofensiva que puede poner en peligro la existencia de la vida humana en
el Planeta Tierra tal y como la hemos conocido.

En este contexto cobra el máximo valor las propuestas de coexistencias


pacifica planteadas por la República Popular de China desde sus inicios
y ahora puestos en valor por Xi Jinping.

26
Capítulo 2.
MODELO SOCIAL Y ECONÓMICO CHINO
Cómo se construye el desarrollo económico en
la China del S. XXI
¿Hay capitalismo en china?
Desde esta provocadora pregunta, nos acercamos a uno de los debates
más recurrentes que se producen en nuestros días cuando se habla de
China, se trata del debate sobre si lo que hoy existe en China es socia-
lismo, capitalismo, o incluso ultracapitalismo.

La verdad es que dar una respuesta a estas dudas no es simple, sobre


todo cuando desde el Gobierno y el Partido Comunista de China se
están realizando una serie de actuaciones que rompen con esquemas
largamente asumidos a la hora de analizar los sistemas económicos y
políticos; de esta manera, en este capitulo, se intenta realizar un acerca-
miento a lo que ocurre en China con todas las precauciones del mundo,
pero también con ningún cliché preestablecido.

La realidad es que hoy en China el Estado controla palancas funda-


mentales de la economía, y por medio de los bancos estatales, el pre-
supuesto del estado y los planes quinquenales, puede tomar decisiones
sobre la dirección que debe tomar la economía.

De esta manera, el órgano de la planificación estatal, la Comisión


para la Reforma y el Desarrollo Nacional (CRDN) diseña los planes
quinquenales que después son aprobados por el Partido Comunista.
La Comisión Estatal para la Supervisión y Administración de los Ac-
tivos del Estado (State-Owned Assets Supervisión and Administración
of the State Council – SASAC) controla el flujo de inversiones hacia
las Empresas de Propiedad Estatal (State Owned Entreprises–SOE) y
se asegura de que la economía vaya por los cauces fijados por el plan
quinquenal. La SASAC fue creada en 2003 como instrumento para
fortalecer el control del gobierno central sobre la economía.

El gobierno chino no solamente controla el flujo de inversiones.


También elige a los directivos de las empresas; por poner un ejemplo,
cuando el gobierno estimó que los directivos de importantes empresas

29
de telefonía móvil y de las empresas de telefonía fija, gastaban dema-
siado tiempo compitiendo las unas con las otras, decidió intercambiar
los puestos de los directores, obligando cada uno a ocupar el puesto del
otro, con el objetivo de que aprendieran a cooperar mejor.

La motivación principal de la planificación debe ser la abolición tanto


de la anarquía del mercado como de la primacía del interés particular
sobre el general, esto implica rebajar la plena competencia entre grandes
compañías privadas, y resituar esta competencia dentro de un plan ge-
neral. De esta manera el estado central no debe ocuparse de detalles
de los que puede ocuparse la gente en niveles inferiores. Así es más o
menos como funcionan las cosas en China hoy.

La imagen que se presenta en los medios occidentales es la de que las


Empresas de Propiedad Estatal, las SOE, están a punto de morir. Pero
las industrias del “cinturón del óxido” se niegan a hacerlo. Un docu-
mento con el título “Explicar la persistencia de la propiedad estatal en
China” demuestra que en los últimos 10 años el número de SOE se ha
reducido dramáticamente de 84.937 a 29.229, pero la proporción de
las SOE en el conjunto del sector industrial se ha mantenido de manera
constante.

La SOE dominan por completo las industrias de capital intensivo.


Es difícil imaginarse cómo el capital privado en China podría ser hoy
capaz de competir con los recursos que tiene el estado en estas áreas. Ni
siquiera las multinacionales extranjeras, con todos los recursos de que
disponen, son capaces de ello.

Para comprender plenamente el papel del sector estatal en la eco-


nomía, no es suficiente con mirar su proporción en el PIB ni su grado
de concentración. También es importante, si no lo es más, mirar en qué
proporción se canalizan las inversiones a través del sector estatal, porque
las inversiones son la fuerza motriz de la economía. Bajo el capitalismo,
en razón a la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, las

30
inversiones son la clave de los ciclos de auge y ganancia. Afortunada-
mente, las estadísticas sobre inversiones en capital fijo (en edificios y
maquinaria) son mucho más precisas e indiscutibles que las estadísticas
sobre el PIB.

La independencia de las empresas privadas es limitada, debido a que


muchas dependen del estado para los suministros, la distribución e in-
cluso los clientes. Un síntoma de ello era que según una encuesta no
oficial, en 154 empresas privadas en las que el estado poseía una mi-
noría de las acciones -un promedio del 30%- seguía teniendo el 50%
de los asientos en sus consejos de administración. A diferencia de lo
que ocurre Occidente, no se permite delegar el voto en las juntas de
accionistas. Esto favorece a los que poseen muchas participaciones. En
China, resulta que en muchas ocasiones es el Estado.

También es importante señalar que las acciones de las bolsas chinas


son de una naturaleza muy diferente de las del mundo capitalista. Las
acciones chinas no dan derecho al propietario de las mismas a poseer
parte de los activos de la empresa. Así, aunque el 100% de las acciones
fueran propiedad privada, los titulares de las mismas no podrían sacar
las máquinas de las fábricas y venderlas, puesto que seguirían siendo
propiedad del Estado. No resulta sorprendente por lo tanto que Stephen
Green, del Royal Institute of International Affaires, escriba: “La bolsa
ha sido utilizada para apoyar la política industrial nacional y subven-
cionar la reestructuración de las SOE, no para permitir que las empresas
privadas obtengan capital.”

Una de las partes más importantes del sector privado es la agricultura,


que representa un 12% del PIB. Esto supone cientos de millones de
campesinos que poseen pequeños terrenos que arriendan al estado, es
decir estado es su principal cliente y distribuidor.

Al mismo tiempo, no es accidental que las ZEE estén concentradas


alrededor de Hong Kong y Macao y el área alrededor del estrecho de

31
Taiwán, El Gobierno de China quería integrar económicamente a estas
regiones, como preparación para la integración política. Esto refleja
sobre todo la necesidad de completar la formación de una nación-es-
tado integrada.

Por ultimo una cuestión poco conocida de la realidad social y eco-


nómica de China, son las Empresas de Aldea o Municipio (EAM) que
consisten en pequeñas y medianas empresas, algunas orientadas a la
exportación, que existen principalmente en las aldeas rurales y pue-
blos. Tienen toda una mescolanza de formas de propiedad. Algunas
son claramente propiedad de los gobiernos locales y son gestionadas
por los mismos, otras son arrendadas a empresarios que las gestionan
para gobiernos locales. Otras son empresas que han sido privatizadas,
pero entre las EAM también hay empresas familiares de nueva creación
y “uniones empresariales”, un eufemismo para designar a empresas pri-
vadas más grandes.

En las regiones más pobres y más atrasadas de China, como Guizhou,


Henan y Guangxi, las EAM representan una parte importante de la
economía (50-60% de PIB), pero en ricas áreas industriales como Sha-
nghái, Beijing y Tianjin son insignificantes (6-12%). Una EAM típica
suele emplear a unas 25 personas en las empresas de aldea y unas 75
en las empresas municipales. Estos trabajadores tienen condiciones de
trabajo peores que en las SOE. En términos generales, las EAM son un
término medio entre la economía planificada y el capitalismo. A dife-
rencia de las SOE, no tienen un acceso privilegiado a los créditos de los
bancos estatales. Y formalmente hablando, no forman parte del plan
estatal, pese a que muchas veces sean dependientes de las SOE, tanto
como compradoras como vendedoras.

Si juntamos todo, obtenemos la siguiente imagen:

1. Cerca de un tercio del PIB es producido por las SOE que están al-
tamente concentradas y dominan por completo la inversión, dirigiendo

32
los sectores decisivos de la economía.

2. Nadie duda que el estado tiene una influencia considerable sobre


el sector privado. En primer lugar, una gran parte del mismo es la agri-
cultura, que depende del estado y es gestionada por hogares campesinos
que no quieren romper con su dependencia del estado. En segundo
lugar, aunque sea accionista minoritario, el estado ejerce una influencia
desproporcionada sobre muchas empresas privadas.

De esta manera, a través de las joint-ventures y otros medios, el estado


ejerce un elevado control sobre las multinacionales, y prescinde de ellas
tan pronto como tiene una alternativa doméstica.

3. Cerca de un tercio de la economía reside en las Empresas de Aldea.


La mayor parte es producida por las EAM más grandes que están con-
troladas por los gobiernos locales. Las más pequeñas son principalmente
empresas privadas y están en las zonas más pobres y atrasadas del país.

Las apariencias pueden engañar, sobre todo cuando son manipuladas


y deformadas, por lo que me atrevo a concluir que en este momento,
situando en su justa medida el reconocimiento de la propiedad privada,
la realidad es que China no se está moviendo en dirección al capita-
lismo, desde esta afirmación, la cuestión es analizar hacia que dirección
se está moviendo realmente la economía y la sociedad China.

Socialismo con características chinas


Mejorar las condiciones de vida del Pueblo, alcanzar un nivel modes-
tamente acomodado para el conjunto de la población, es el objetivo que
proclaman tener los dirigentes de la Republica Popular de China, y para
alcanzar este objetivo se plantea que el mejor camino es asumir el reto
de adaptar los principios del socialismo a la realidad china.

33
De esta manera la sociedad china es definida por el Partido Comunista
de China, como de un socialismo en construcción, con una economía
de mercado socialista, mediante una democracia popular institucionali-
zada, que necesita tener un alto nivel moral, aceptando que las antiguas
colonias de Macao y Hong-Kong mantengan el mismo sistema capita-
lista que existía antes de su retorno a la República Popular China, lo
que da lugar a lo que denominan un Estado, dos sistemas, defendiendo
una política exterior que pone en valor la coexistencia pacifica entre las
naciones.

En el Congreso de PC de China, celebrado el año 2007, se empezó a


definir lo que denominaron socialismo con peculiaridades chinas, para
señalar a continuación, que los éxitos que está alcanzando China, son
atribuibles a que la Política de la Reforma y la Apertura ha encontrado
una fórmula que sirve para favorecer el desarrollo económico, persis-
tiendo en los principios que impulsaron la constitución de la Nueva
China por Mao Zedong de búsqueda de mayor justicia social.

La Academia de Estudios Marxistas de China analiza las contradic-


ciones del capitalismo, las estructurales, los modos de producción, así
como el desarrollo de las clase y sociales. También analiza a fondo
las crisis periódicas del capitalismo, y las nuevas formas y naturaleza
del capitalismo moderno, concluyendo que el sistema capitalista por su
propia naturaliza nunca podrá terminar con los problemas que tiene la
mayor parte de la humanidad, porque está diseñado y pensado para que
una parte minoritaria de la sociedad, se enriquezca desde la explotación
de la mayoría, mientras el objetivo del sistema socialista es el contrario,
conseguir poner todos los recursos al servicio de mejorar la vida de la
mayoría del pueblo.

Por lo tanto se hace plantea avanzar en la construcción de un socia-


lismo adaptado a las característica de China que conjugue el desarrollo
económico con el objetivo de una mas justa distribución de la riqueza,
en este momento, sin negar que son muchas las incógnitas que esta

34
nueva vía China al socialismo despierta, y las contradicciones que
surgen, la realidad que nadie puede negar es que China no ha padecido
la misma crisis de los países capitalistas, y que está incrementando el
PIB por encima del resto de Estados del Planeta.

Al mismo tiempo se esta reduciendo el paro que se generó con la tre-


menda reconversión que se produjo al pasar de una economía muy es-
tatalizada a otra mixta, se están creando millones de puestos de trabajo
al año, se aumenta el sistema de protección social para paliar la pobreza
urbana y rural, se desarrolla un sistema de reparto que disminuye la
diferencia entre ricos y pobres, se potencia la educación, los servicios
médicos y farmacéuticos, se construyen más viviendas de precio prote-
gido y se controla el incremento del precio de la vivienda.

De esta manera, China tiene un saldo positivo en su balanza comercial


con Estados Unidos y con el resto del planeta, acumulando millones
de dólares en reservas internacionales y comprando gran cantidad de
Bonos del Tesoro norteamericano. China es acreedor neto de Estados
Unidos, de manera que la deuda de Estados Unidos con China es supe-
rior a la totalidad de la deuda externa pública de esta.

En coherencia con lo anterior, en Beijing no debe esperarse una “lo-


cura” privatizadora como la que se apoderó de Moscú a comienzos de
los noventa, porque lo que llaman economía de mercado socialista no
tiene nada que ver con el capitalismo que se desarrolló en la Rusia post-
soviética; por ello debemos afrontar el análisis de lo que está pasando en
China como una experiencia singular, sin dogmatismos, ni seguidismos
ciegos. Afortunadamente ya pasó el tiempo en los que las etiquetas de
pro soviético o pro chino impedían analizar de una manera certera la
realidad de las distintas formulaciones sobre cómo construir el socia-
lismo.

El Gobierno chino tiene muy claro que una de las claves del avance con-
seguido, quizás la mas importante, reside en la capacidad de planificación

35
de la economía a través de los sectores estratégicos que siguen bajo control
estatal, o colectivo, por ejemplo bajo la gestión de parcelas de uso directo
familiar en régimen de propiedad colectiva, tal y como fue posible desde
el inicio de la Política de Apertura y Reforma, cuando, en su vertiente
más constructiva, se realizó fundamentalmente una inversión social en
educación colectiva y sanidad universal.

El planteamiento para desarrollar un modelo de socialismo con carac-


terísticas chinas se basa en poner en relación dialéctica los conceptos
de la triple representatividad y el análisis científico del desarrollo de
la sociedad china, para la aplicación de nuevas estrategias y conseguir
alcanzar los objetivos sociales, económicos y culturales que consigan
llevar al pueblo chino a un modo de vida modestamente acomodado.

Este objetivo debe abarcar todos los terrenos y buscar el completo


progreso en la construcción económica, la vida cultural, la política, la
social y la ecológica.

Es decir, partiendo de un desarrollo económico que se complete con


un desarrollo democrático participativo y una cultura basada en una
educación de todo el pueblo para alcanzar una sociedad armónica para
que todos los eslabones y aspectos de la modernización puedan desarro-
llarse de una menear integral. Esta es la diferencia del papel del mercado
en una sociedad socialista, buscar dinamizar la economía para que sea la
base de un desarrollo armónico de la sociedad en lugar de servir como
instrumento para fomentar las desigualdades de clase.

En este momento toma fuerza la atención a la ecología. Siendo cons-


cientes de que, durante los más de 30 años de acelerado desarrollo
económico, en los que se ha aumentado rápidamente la capacidad de
producir productos agrícolas, industriales y de servicios, no se han te-
nido la debida atención al cuidado del medio ambiente, produciendo
un deterioro ecológico, se plantea ahora realizar un gran esfuerzo para
afrontar este punto que considera el propio Xi Jinping como el punto

36
más débil del crecimiento chino.

En lo concreto se plantea integrar de forma efectiva los conceptos,


principios y objetivos de una política ecológica en todos los aspectos del
desarrollo económico y social, de manera que se apliquen elementos de
sostenibilidad en todos los planes, programas y trabajos que se diseñen
en todos los niveles de la sociedad.

De esta manera, las zonas con funciones prioritarias, se configuran


como un sistema fundamental para el desarrollo y protección de los es-
pacios terrestres de China, y una medida esencial para proteger el medio
ambiente desde su origen, la cuestión es que esta política todavía no se ha
llevado a cabo de forma efectiva a pesar de haberse formulado desde hace
bastantes años porque la inercia desarrollista tiene un gran peso que tiene
que ser equilibrado con medidas no solamente administrativas y políticas,
sino con el convencimiento de que el crecimiento ilimitado y acelerado
no puede ser el objetivo de la política de un Estado.

En un Estado como China con más de 9,6 millones de metros cua-


drados con diversas realidades y condiciones naturales, es necesario per-
feccionar la verificación de los resultados que se obtiene de la aplicación
de las políticas ecológica en las zonas con Funciones Prioritarias, para
poder aplicar los que resulten positivas en el resto de China de manera
que sean efectivas para la protección del medio ambiente y conseguir
su rehabilitación natural como elemento prioritario en un Plan Estatal
para la recuperación y protección ecológica de montes, ríos, bosques,
campos, lagos y mares, consiguiendo dar estabilidad a los ecosistemas
básicos exigiendo solidad barrera de seguridad ecológicas.

El objetivo del PC de China, es que la mejora de la calidad de vida


alcance a toda la población, reconociendo que el punto más débil se en-
cuentra en afrontar las desigualdades territoriales y económicas que se
han generado en la primera fase del crecimiento de la economía china,
atajando la pobreza en el mundo rural que engloba a más de 70 millones

37
de personas, desde políticas activas que generalicen las prestaciones so-
ciales, culturales, educativas sanitarias y sobre todo económicas.

En esta cuestión cobra un especial significado la política migratoria,


cuando en el primer mundo se utilizan los flujos migratorios como ins-
trumento para alentar la xenofobia, el racismo como base de la cons-
trucción del pensamiento de la derecha más extrema, tenemos que tener
en cuenta que en China se ha producido inmigración de 200 millones
de trabajadores/as de origen campesino a las áreas urbanas.

De esta manera, el Gobierno de la Republica Popular de China trata


de enfrentar la brecha entre ricos y pobres como uno de sus objetivos
preferenciales, cuestión que está relacionada de una manera especial
con las diferencia entre regiones ricas y pobres. Para ello se están im-
plantando medidas muy enérgicas, desarrollando la parte occidental de
China, Tíbet y Mongolia invirtiendo en las zonas más desfavorecidas,
vendiendo electrodomésticos muy baratos para mejorar la calidad de
vida en el campo, planteando exenciones de impuestos a campesinos
etc., en lo que se plantea como una necesaria redistribución de la ri-
queza, de manera que en este momento el Estado se encarga de trasladar
parte importante de la riqueza que se produce en las grandes centros
urbanos y financieros para conseguir una mejor distribución territorial
de la riqueza de manera que las regiones ricas ayuden a las más pobres.

La cuestión que se plantean, es centrar el desarrollo en la mejora de la


calidad de vida de la mayoría de la población, prestando atención a los
grupos específicos más desfavorecidos para que superen sus dificultades
particulares y resolver sus problemas reales huyendo de políticas asis-
tenciales o de deformación de la realidad, contemplando la diversidad
étnica por su influencia en las formas de relaciones sociales y culturales
que tienen influencia en la plasmación de políticas económicas y el mo-
delo productivo que se aplica en cada región de China. Las regiones de
Quinghai y Tíbet se presentan como zonas funcionales ecológicas prio-
ritarias y los servicios que pueden proporcionar al conjunto del Estado

38
tienen un gran valor, por lo que no pueden desarrollarse de una manera
ciega.

Este objetivo del gobierno Chino de conseguir lo que llaman un mo-


desto nivel de desarrollo y consumo, plantea, como se señalaba, una
serie de incógnitas y contradicciones. Para empezar se plantea la in-
cógnita sobre si los recursos naturales del planeta podrían soportar la
incorporación de más de dos mil millones de personas (China, India
y Brasil) a niveles de consumo similares al primer mundo; poniendo
un ejemplo simple es evidente que poner en funcionamiento de golpe
500 millones de nuevos coches supondría un problema para el medio
ambiente y para la obtención de materias primas.

La verdad es que el “mundo tal y como lo conocemos”, está diseñado


para que un tercio de la población pueda disfrutar de niveles de desa-
rrollo y consumo siempre que el resto, los otros dos tercios, trabajen
para ellos sin alcanzar más niveles de consumo que los necesarios para
mantener niveles de beneficios que necesita el primer mundo, cuando
este esquema se rompe, todo se desmorona, pero es evidente que no
podemos culpar de este desmoronamiento a los últimos en llegar, mien-
tras el llamado primer mundo lleva siglos esquilmando y degradando
el Planeta.

De lo que se trata ahora es de ser conscientes que hay que buscar un


modelo de desarrollo que permita incorporarse a parámetros razonables
de calidad de vida a todo el Planeta, lo que implica una disminución
importante del consumo en el primer mundo, pero también necesita
que el desarrollo del resto del Planeta, y de forma especial el de los
Países Emergentes se realice desde parámetros sostenibles.

En este sentido se sugiere una cuestión que obviamente tiene una im-
plicación transversal, más allá de China, al plantear que el PIB como
único índice para valorar el desarrollo económico, solo conduce a un
desarrollismo que tiende a destruir cualquier política ecologista, por lo

39
que hay que incluir otros elementos como el nivel de acceso a los servi-
cios públicos básicos y a las comunicaciones, así como la relación entre
ingresos y coste de la vida en cada lugar determinado.

Cuando se estaba en una situación de atraso en relación a las primeras


potencias mundiales y de bajo nivel de vida en el interior del país, du-
rante un tiempo, el objetivo fue avanzar rápidamente en el crecimiento
económico, pero después de un recorrido y de alcanzar ciertos niveles de
desarrollo que han acortando las desigualdades con los países capitalistas,
se ve imprescindible prestar atención al reajuste de las relaciones y a la
eficacia en los objetivos que limiten las consecuencias del desarrollismo
de los primeros tiempos para evitar que se produzcan contradicciones
sociales y económicas. Es decir, es el momento de plantearse un carácter
integral en el desarrollo que contemple los aspectos medioambientales.

El problema de la fuerte restricción de recursos, la grave contamina-


ción ambiental y la degeneración de los ecosistemas, es muy serio en
algunos territorios, siendo necesarias medidas urgentes para recuperar
la calidad del aire y el agua, la seguridad alimentaria lo que implica no
solo importantes inversiones económicas, sino dotarse de una menta-
lidad en la que se frene el consumismo y se planteen parámetros ecolo-
gistas para todas las actuaciones públicas y privadas, en los que prime
la economía de recursos por encima del interés en alcanzar beneficios
monetarios.

China en este momento debe implicarse en alcanzar acuerdos interna-


cionales en defensa de un equilibrio de los recursos naturales del Planeta
mediante lo que llaman un desarrollo compartido, equilibrado y justo
que se plantea compensar los desequilibrios existentes entre el llamado
primer mundo el resto del Planeta.

De esta manera se esta afrontando el problema de la degradación


medioambiental producida tras 4 décadas de rápido e intenso creci-
miento económico en China. Es por ello, que China está tomando

40
importantes medidas en el campo ecológico, de hecho el Partido Co-
munista de China esbozó su propuesta de la Civilización Ecológica en
el XVII Congreso (2007) que ha ido progresando hasta consolidarse
como una propuesta de prioridad de Estado en los Congresos XVIII
(2012) y XIX (2017) del PCCh.

Sin duda, la cuestión ecológica es un eje clave en la situación global


actual y es toda una prioridad para el PCCh. China necesita buscar
un modelo socioeconómico menos consumista puesto que el modelo
capitalista occidental es, en esencia, inviable social, económica y ecoló-
gicamente (tanto para China en lo interno, como para el Planeta).

Es necesario recordar la explotación social, el tráfico de esclavos, co-


lonización, exterminio y desplazamiento de poblaciones nativas y la
degradación de los ecosistemas realizada por los países capitalistas occi-
dentales entre los siglos XVI y XX, a costa de los recursos naturales de
todo el planeta.

De manera que China, al tiempo que plantea la propuesta de Civili-


zación Ecológica extensible a todo el planeta mediante acuerdos inter-
nacionales, también exige con razón el principio de responsabilidad di-
ferencial: se deben tener en cuenta las emisiones históricas de los países
capitalistas desarrollados y, para ser justos, hay que tener en cuenta las
emisiones en China y otros países emergentes en comparación con el
volumen total agregado histórico de las emisiones de los países capita-
listas desarrollados.

Por lo tanto, nadie puede dar la espalda y negar que lo que esta ocu-
rriendo en China cuestiona muchas cosas, no solo en lo económico, sino
también en el plano político y también ideológico, como también las
cuestionaba la vía soviética que Lenin planteó para alcanzar el socialismo
en la Rusia Zarista, que no era una traslación mecánica de lo que los
clásicos marxistas habían escrito en el final del S. XIX e inicios del XX.

41
Esta cuestión es uno de los retos al que están dedicando grandes es-
fuerzos desde los distintos ámbitos del Partido Comunista de China,
tanto en el plano teórico, como en el nivel práctico, es lo que desde la
Academia de Pensamiento Marxista de China se denomina “adecuación
de la realidad china al análisis marxista, para desarrollar un modelo de
sociedad socialista de mercado con características chinas”, planteando
desde el principio, que no estamos ante un modelo exportable de forma
mimética.

Afirmación indiscutible, porque difícilmente se encontrara en el Pla-


neta un Estado de las dimensiones y potencialidades de China, pero al
mismo tiempo también es evidente que los planteamientos teóricos y
el desarrollo práctico de esta vía al Socialismo, contiene elementos que
pueden desbordar los límites de la República Popular China, conte-
niendo elementos que nos pueden hacer reflexionar sobre cuestiones
que hasta ahora eran asumidas como axiomas incuestionables en la
interpretación del concepto de socialismo, cuestiones que debemos
analizar desde un método científico, abandonando dogmatismos, en
la certeza de que el pensamiento, la cultura “occidental” no es el único
marco en el que se pueden aplicar los métodos marxista para analizar la
realidad con la voluntad de transformarla en beneficio de los pueblos
oprimidos.

En muchas de las intervenciones de los dirigentes del PC de China, se


plantea que están estudiando la realidad de la sociedad china desde la
base del análisis marxista para transformarla y conseguir que “el Pueblo
alcance niveles de desarrollo y consumo modestamente acomodado”,
fruto de este análisis, es desde el que han llegado a plantear la posibi-
lidad de aprovechar el dinamismo que puede generar el mercado en
determinados sectores de la economía, siempre que sea en beneficio
de la mayoría de la población, cuestión que se garantiza asegurando la
dirección, la planificación y el control del mercado por el Estado, diri-
gido por el Partido Comunista. Es la diferencia con la socialdemocracia
europea clásica que pone el Estado al servicio del mercado, alcanzando

42
como máximo a limitar sus “maldades”; aquí, por lo contrario, lo que
se plantea es poner el mercado al servicio de la economía socialista para
que sus beneficios reviertan en el conjunto del Pueblo.

Esto significa que sectores estratégicos y básicos de la economía deben


estar en manos públicas y que, en sectores relacionados con la pro-
ducción y la venta de bienes que estén relacionados con el consumo
y los servicios, se abre la posibilidad de la iniciativa privada. En este
sentido, un elemento clave es determinar con claridad lo que se pueden
considerar sectores básicos de la economía y la producción y cuál es la
relación público/privado en los sectores privatizados, así como la ca-
pacidad que tiene el Gobierno de controlar el mercado y los métodos
con los que se puede incidir en ello. En esta cuestión es determinante
la capacidad que tenga el Partido Comunista de China para desarrollar
mecanismos de participación popular en todos los ámbitos de la eco-
nomía y las instituciones.

Estas formulaciones provocan evidentes incógnitas y contradicciones


como todo proceso de innovación, la cuestión clave es que tienen que
resolverse en favor del Pueblo, por ello desde el PC de China se plantea,
de forma acertada, avanzar hacia construir una gobernanza basada en
una mayor regulación e institucionalización de las relaciones políticas,
sociales, y económicas, desde la supremacía de la Ley, así como la lucha
contra la corrupción como elemento básico para evitar que se minen las
estructuras de poder.

Al mismo tiempo desde la dirección del PC de China se muestran


muy interesados en desarrollar la participación popular en los asuntos
públicos, mediante el desarrollo de una Democracia Participativa, en la
que sea el Pueblo de una forma directa y protagónica quien legitime el
valor de las direcciones, ya sean del Gobierno y del Partido.

En este punto, planteo como cuestión a estudiar, las contradicciones


que pueden surgir entre la planificación y control de la economía con

43
el desarrollo del mercado, porque en la forma en que se resuelva estas
contradicciones estará una de las claves para el futuro, porque de la
relación dialéctica entre lo público y lo privado pueden resultar dos
modelos diferentes de sociedad, en función de que el resultado final
sea una sociedad socialista con elementos del mercado, o una sociedad
con predominio del mercado con elementos socialistas, simplificando
mucho podríamos decir que esta sería la diferencia entre un modelo
socialista o socialdemócrata.

Otra cuestión a estudiar es la aparición de un colectivo de personas que


se han enriquecido fruto del crecimiento de la economía, con la entrada
de empresas extranjeras y la privatización de sectores económicos, ge-
nerando lo que podríamos llamar un “grupo social” de “ricos”, que sin
poderse considerar en este momento como una clase social en sí misma,
puede llegar en un momento en el que se puedan plantear dar el salto
y pasar, de estar beneficiándose del desarrollo económico planificado y
dirigido por el Partido Comunista, a plantearse tomar el control total
del Estado, afrontando el cambio de modelo social y económico del so-
cialismo con características chinas, tratando de implantar el capitalismo
como sistema que asegure su dominio en todos los ámbitos del Estado.

Este caso de vuelta al Capitalismo plantearía la privatización total de


los sectores ahora en manos del Estado, para lo que es imprescindible
también la eliminación de la hegemonía del Partido Comunista, man-
teniendo el Estado para un papel asistencial, y muy seguramente la rup-
tura del actual Estado Chino, en diversos Estados independientes. Sin
extendernos mucho podemos señalar que esto fue, en gran parte, lo
que ocurrió en la URSS, solamente que “la capa social” que se apoderó
de la economía y la política no eran “los nuevos ricos”, sino una parte
central de la dirección del PCUS, que se pasó de ser “capa dirigente”
del Partido Comunista y del Estado Soviético, a ser “clase capitalista”
mediante la apropiación de los recursos del Estado vía privatizaciones.

Desde el PC de China se afronta esta cuestión con mucho rigor, si-

44
tuando como prioridad el trabajo ideológico y un seguimiento de la
marcha de la economía, para conseguir aumentar el nivel de vida de la
mayoría de la población, disminuyendo las desigualdades mediante un
más justo reparto de la riqueza; y sobre todo, aplicándose con esmero
en poner en evidencia como el aumento del nivel de vida y la de la
capacidad de consumo del Pueblo chino esta directamente ligada al
papel dirigente del Partido Comunista, y su mantenimiento está direc-
tamente relacionados con el mantenimiento del sistema socialista de
mercado con características chinas. Se parece tener claro que la ligazón
del Pueblo con el Partido, es el verdadero “ejército popular” que se en-
frentaría a cualquier intento de reinstaurar el capitalismo.

Al mismo tiempo se plantean que la clave para mantener el sistema


socialista con características chinas, evitando desviaciones capitalistas,
está en la firmeza y coherencia ideológica del Partido Comunista y muy
especialmente de su dirección para que sea un ejemplo directo de la
ética socialista. Con toda seguridad, basan este planteamiento en el es-
tudio de la caída de la URSS, que no se hundió por una gran movili-
zación popular, sino por el cruce de dos cuestiones, por una parte la
pérdida de apoyo del PCUS por una parte del Pueblo, que veía que no
mejoraba su calidad de vida, sino todo lo contrario y por otra por la
descomposición de la mayoría de la dirección del Partido que, como ya
hemos dicho, se decidió ser ella misma la clase capitalista dominante en
una Rusia post-comunista.

Por ello plantean la necesidad de conjugar dos elementos, por una


parte disminuir las diferencias económicas, que han surgido en esta
primera etapa de crecimiento espectacular de la economía, de manera
que la mayoría del pueblo mejore de forma clara su nivel de vida y su
capacidad de consumo, al mismo tiempo que dan importancia al man-
teniendo la coherencia ideológica del PCCh y situando a su militancia
como ejemplo de buen comportamiento social, por ello la lucha contra
la corrupción en el interior del Partido es mucho mayor que la que se
realiza en el conjunto de la sociedad, con ser esta muy grande, el reto

45
es ser capaz de integrar estas contradicciones en un modelo de sociedad
que mantenga los valores y estructuras socialistas y que aproveche el
mercado como elemento de dinamismo social y económico.

La cuestión en este momento es ser capaces de sumar a estos dos ele-


mentos un tercero en el sentido de avanzar hacia lo que tiene que ser
recuperación de los valores socialistas, evitando que el consumo derive
en consumismo sin límite, y que el objetivo sea realmente mejorar las
condiciones de vida en todos los niveles de la sociedad para conseguir
un desarrollo integral de la persona. Cuestión básica para conseguir este
logro, es acompañar el acceso al consumo de la mayoría de la población
con una política educativa y de enriquecimiento cultural que permita
al ser humano tener capacidad para ser dueño de sus decisiones y no ser
esclavo del consumismo, para ello se cuenta con la puesta en valor de la
importante tradición filosófica de China que conecta con una parte de
la raíz cultural confuciana, que establece una sociedad cohesionada en
función de determinados valores como la experiencia ligada a la edad,
y la administración gubernamental basada en lo que denominan “buen
gobierno”.

Durante la Revolución Cultural se produjo una enfrentamiento ra-


dical con el confucionismo en la medida que representaba una tradi-
ción elitista y patriarcal; este enfrentamiento radical fue desmantelado
tras la llegada de Deng Xiaoping al poder en 1978, de manera que en
la actualidad el confucionismo ha experimentado una fuerte recupera-
ción parcial de su papel en la sociedad, incluido por parte del propio
gobierno chino, en la medida que desde el Estado y el Partido se han
asumidos determinados valores culturales clásicos “filtrándolos” en la
medida que consideraban ciertos principios confucianos incompatibles
con el avance social.

En esta recuperación filtrada, mientras la China moderna no quiere


renunciar a sus logros en temas como la igualdad entre los sexos o la
mayor intervención de la población en los asuntos públicos, el gobierno

46
chino y el PCCh está reintroduciendo conceptos como el buen go-
bierno de corte confuciano en la sociedad, mediante la popularización
de campañas de propaganda de ‘los conceptos claves del socialismo’, y a
la puesta en valor de ciertos aspectos progresistas del propio confucio-
nismo, como la importancia que adquiere la educación en la sociedad
china. Ello es fruto tanto de la tradición clásica confuciana como tam-
bién del esfuerzo del Partido Comunista de China tras casi 70 años
desde que proclamase la República Popular.

Aportaciones de Xi Jinping al pensamiento político


Sin caer en la exageración que significaría atribuir todo un proceso
como el que se está produciendo en China a la voluntad de una sola
persona, si tenemos que reconocer que el Presidente Xi Jinping está
siendo pieza clave en el actual proceso que se vive en China, tan im-
portante es su aportación a lo que está ocurriendo en este novedoso y
peculiar proceso, que se puede plantear la necesidad de estudiar sus
aportaciones al pensamiento socialista.

Una de las características que más se resalta como la base del proceso
de elaboración teórica que está dirigiendo XI Jinping es partir de la
práctica, para construir las categorías teóricas, esta característica que
debería ser la base de todo marxista, tenemos que reconocer que en oca-
siones se ha olvidado en determinados procesos que, autoproclamán-
dose socialistas, lo que realmente se planteaban era adaptar la práctica a
la teoría, aun a costa de tener que deformar la realidad.

Por lo tanto el primer elemento importante a destacar es que esta recu-


peración del valor del análisis marxista pone en relación a Xi Jinping con
importantes revolucionarios, que siempre daban importancia a la práctica
revolucionaria a la hora de plantear propuestas sobre cómo desarrollar el
marxismo en la Rusia de principios del S. XX o en la Cuba de 1959.

47
Todo lo contrario de lo que se plantea en algunos ámbitos del Mo-
vimiento Comunista Internacional, en los que se ha trata de partir de
la teoría para someter la realidad a conceptos elaborados en otros mo-
mentos históricos y en otras coyunturas concretas, lo que conduce di-
rectamente al fracaso o a cosas peores.

El objetivo es plantear constantemente el desarrollo de la teoría sobre


la base de la práctica, para llegar a la verdad de los hechos, resaltando
que la práctica que desarrollan los Pueblos es el motor de la historia
sobre la que elaborar la teoría revoluciona. Esta es la manera de con-
vertir a la clase obrera, los campesinos, las capas populares, en el sujeto
revolucionario que conquista el Poder y construye la nueva sociedad,
evitando tanto el vanguardismo izquierdista, como el burocratismo re-
accionario inmovilista.

Desde esta relación dialéctica, en la que la realidad marca el camino


a la elaboración teórica, para buscar la praxis acertada, Xi Jinping se
plantea como prioridad práctica, la mejora de las condiciones de vida
del pueblo chino en todos sus aspectos, desde el material, al cultural,
partiendo de la igualdad y la justicia social como base sobre la que
construir una sociedad prospera, en la que se pueda desarrollar el ser
humano en toda su plenitud, hasta lo que llaman alcanzar un nivel
de vida modestamente acomodado, con derechos sociales, laborales, y
acceso a la educación y la sanidad, planteando que el socialismo con
peculiaridades chinas, no es otra cosa que la aplicación del marxismo a
la realidad de china en este inicio del S. XXI.

En definitiva, lo que se viene a plantear es que la aspiración del Pueblo


Chino a conseguir una vida modestamente acomodada, se están alcan-
zando en este momento de forma exitosa, a través del desarrollo de un
modelo de sociedad socialista con peculiaridades chinas, cuestión muy
importante porque se descubre que alcanzar la felicidad del ser humano
tiene que ser un objetivo clave del socialismo.

48
Estas ideas fueron recogidas en la “Decisión del Comité Central del
Partido Comunista de China sobre Algunos Importantes Problemas
para Construir una Sociedad Armoniosa Socialista”, planteada por Xi
Jinping y adoptada en Octubre de 2006, en lo que se puede considerar
un documento programático histórico para fortalecer la construcción
del socialismo en China, por lo que tuvo un significado singular, que
hoy es bueno recordar, para entender que el trabajo que esta realizando
el Partido Comunista no es una improvisación ni un salto en el vacío,
sino la continuidad dialéctica de una acumulación de experiencias y
trabajo de décadas.

El énfasis puesto en este momento, en la construcción social y el desa-


rrollo del socialismo con peculiaridades chinas, refleja que el PCCH ha
profundizado su conocimiento acerca de la realidad histórica en la que
tiene que trabajar y se considera en condiciones de seguir avanzando
por el camino innovador que marcha la dirección de Xi Jumping.

En este proceso, la teoría de construcción social constituye invariable-


mente una de las partes de más importancia, por ello el PCCh ha com-
prendido cada vez más que para impulsar el desarrollo del socialismo con
particularidades chinas centrado en la construcción económica, es nece-
sario fortalecer no sólo la construcción económica, política y cultural,
sino también afrontar el fortalecimiento de la sociedad armonizada.

Las aportaciones al pensamiento y a la práctica que en este momento


está realizando el PC de China, dirigido por Xi Jinping dan continuidad
y perfeccionan el importante pensamiento de la “Triple Representati-
vidad”, en el sentido de que es necesario estudiar los cambios en la vida
social del país y las características del trabajo entre las masas, poniendo
la vista básicamente en la elaboración y aplicación de la orientación polí-
tica del Partido que representa los intereses fundamentales de las grandes
mayorías del pueblo, y que refleja acertadamente y atiende los intereses
de los diversos sectores populares, para que todo el pueblo avance simul-
táneamente hacia la prosperidad. En la práctica se comprende aún más la

49
importancia y la necesidad imperiosa de fortalecer la construcción social.

Es fundamental destacar que en la dirección del PC de China se em-


pieza a tener claro que la construcción de un socialismo con peculia-
ridades chinas exige que lo que hoy es básicamente la triple base del
desarrollo, la económica, la política y la cultural se amplíe a una cuarta
base, incorporando el desarrollo social, en la medida que avanzar hacia
construcción de una sociedad armoniosa socialista, una sociedad com-
partida por todos los sectores populares bajo la dirección del PCCh
necesita más cohesión social.

Xi Jinping plantea con firmeza que el Socialismo con peculiaridades


chinas, parte de analizar una realidad concreta, en este caso, la sociedad
China, en un momento histórico concreto, para resolver los problemas
que se plantean y mejorar la eficacia en beneficio del Pueblo, por el
contrario el querer aplicar dogmas vacíos de contacto con la realidad,
ha sido uno de los grandes errores que han provocado que proyectos
socialistas terminen en el burocratismo y sobre todo en la separación del
mismo pueblo al que se decía defender.

Por ello se plantean con gran importancia, consolidar un sistema cons-


titucional, completo, estable y efectivo para que sea garante de conse-
guir los avances de todo tipo que el pueblo demanda y necesita, lo que
amplía su confianza en el Partido, cuestión que no puede ser impuesta
artificialmente sin responder a la realidad.

De esta manera, el Presidente Xi Jinping, es consciente de la necesidad


de Gobernar desde la capacidad y la eficacia de los órganos centrales del
Estado y del Partido, para ello es fundamental entender el valor del res-
peto a la ley como garantía de una institucionalización y normalización
del Estado y del Partido que se sustente en una democracia popular
participativa del Pueblo Chino.

Se trata, por tanto, de entender que perfeccionar y desarrollar el sis-

50
tema socialista con peculiaridades chinas requiere impulsar la moder-
nización del sistema, así como la capacidad de gobernar el país. Este
reconocimiento de las peculiaridades de la sociedad donde se trata de
construir el socialismo es la base del materialismo histórico que nos
permite comprender que cualquier proceso revolucionario está deter-
minado por su evolución a lo largo del tiempo en función de la diná-
mica de lucha de clases y el reconocimiento de la tradición cultural, el
desarrollo socioeconómico de la sociedad en la que se vive.

Ni los mayores enemigos pueden dejar de reconocer que es una rea-


lidad que en China, se está produciendo un desarrollo prolongado, una
mejora gradual de la calidad de vida en todos los sectores de la sociedad,
y que está teniendo una evolución que cobra fuerza desde el interior del
propio sistema. Toca en este momento seguir mejorando y perfeccio-
nando este modelo, corrigiendo errores y superando deficiencias para
avanzar en superar desigualdades.

Se trata de aprender de las experiencias históricas, para aprovechar


lo positivo y mejorar lo negativo, es un reto que las escuelas de pen-
samiento marxista de todo el planeta tenemos que afrontar de forma
coordinada para sumar esfuerzos y mejorar los resultados.

La experiencia China nos aporta la lección de que todos los países,


las naciones, los pueblos, poseen tradiciones históricas, sedimentos cul-
turales, desarrollos sociales diferentes, que tienen que ser tenidos en
cuanta a la hora de plantear cuales tienen que ser sus caminos para la
construcción y desarrollo del socialismo, por lo que la aplicación de la
teoría revolucionaria no puede ser uniforme, sino que tiene que reflejar
siempre la voluntad del pueblo sustentado en una escala de valores,
sociales, éticos y humanos de los que los Partidos Comunistas tiene que
ser su principal exponente.

Por todo ello cobra especial importancia la lucha ideológica, la batalla


de las ideas, para sustentar una formación ideológica que integre las

51
raíces sociales y culturales en valores socialistas de solidaridad y comu-
nidad, ya que un crecimiento y mejora de la calidad de vida sin un
sustento de estos valores éticos y sociales nos lleva el individualismo, la
insolidaridad, la corrupción y el egoísmo, todos ellos valores que sus-
tentan otros sistemas sociales y económicos basados en la desigualdad y
la injusticia. El pueblo tiene que tener muy claro que no todo vale para
mejorar en la vida, y que sobre todo, nadie tiene derecho a ampliar su
riqueza a costa de la explotación de otros.

Cuestión muy importante y no bien resaltada generalmente, es mos-


trar la relación entre las mejores enseñanzas de Mao Zedong y su con-
tinuidad, desarrollo y perfeccionamiento en el momento actual por Xi
Jinping. En este sentido, hay que referenciar tres ideas, sobre las que
Mao Zedong sustenta el desarrollo del proceso revolucionario chino
y que Xi Jinping está adaptando a la realidad de la China actual: la
búsqueda de la verdad en los hechos, como elemento que determina
lo acertado de un análisis, el reconocimiento del papel de las masas
como legitimador del Poder y la independencia en la aplicación de la
teoría revolucionaria en función de las peculiaridades de cada territorio
y pueblo.

Es clave que la innovación teórica se realice sobre la base de la práctica,


y no al revés, como ha ocurrido en desviaciones burocráticas y sectarias,
en las que se pretende que sea la realidad la que se someta a conceptos
teóricos alejados de la realidad sobre la que se deben aplicar.

Uno de los elementos fundamentales que planteo Mao Zedong y ha


desarrollado Xi Jinping, en su política de reforma y apertura, es el con-
vencimiento de que el Pueblo es el motor de la historia, no solo a la
hora de hacer la revolución, sino, sobre todo, a la hora de su desarrollo
en el camino hacia la sociedad socialista, no caen en el error que han
caído otros dirigentes revolucionarios, que le dicen al Pueblo que una
vez terminada la toma del poder, deben dejar al núcleo dirigente del
Partido la construcción del socialismo.

52
En la línea de situar al Pueblo como el sujeto revolucionario es im-
portante tener en cuenta la necesidad de que, para cumplir esa res-
ponsabilidad histórica, el Pueblo tiene que estar formado, organizado
y satisfecho de que su esfuerzo y trabajo le permite conseguir mejoras
culturales, morales y también materiales.

Por esta cuestión, el máximo dirigente del Partido Comunista de


China plantea que el juicio del Pueblo es el que determina el valor de
tal o cual política, y que valora la actuación de tal o cual dirigente, para
lo que es necesario institucionalizar y reglamentar, la participación del
Pueblo, de tal manera que se vea fielmente representado en el Estado
y en el Partido; por ello es importante la constitucionalización de las
reformas para construir una Democracia Popular de Masas, desde la
supremacía de la Ley.

Al mimo tiempo que Xi Jinping desarrolla la institucionalización de la


revolución, también desarrolla una propuesta para dar un giro radical
a la actual dinámica militarista que puede llevar a la destrucción de la
vida en el Planeta Tierra. En este sentido, no es casualidad que a pesar
de que se habla mucho de China, casi todo se refiera a su economía,
pero muy poco se dice de su papel en el concierto internacional, quizás
porque tienen la fuerza de ser una bandera que pueden utilizar para
hacer oír su voz en defensa de la Paz y la Solidaridad entre los Pueblos
quienes no se resignen a una vuelta a la dinámica de Guerra Fría que
parece pretender el Presidente Trump.

De esta manera hay que poner en valor cómo el dirigente chino asume
y actualiza para que puedan ser aplicados en la actual coyuntura interna-
cional los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica, en una ofensiva
para situar la defensa de la Paz como objetivo de los países emergentes.
Estos cinco principios se refieren al respeto mutuo de la soberanía e
integridad territorial, la no agresión mutua, la no intervención en los
asuntos internacionales de otro País, la igualdad en una cooperación de
beneficio reciproco y la coexistencia pacífica, mediante la resolución de

53
los conflictos internacionales por la negociación y el dialogo, Esta de-
claración fue planteada públicamente un 31 de diciembre de 1953 por
Chu Enlai, por mandato de Mao Zedong.

La adecuación a la actual coyuntura mundial por Xin Jinping de estos


Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica abre el camino a una forma
de cooperación internacional basada en el beneficio mutuo, y es respon-
sabilidad del resto del mundo que esta declaración de principios que el
Gobierno Chino trata de desarrollar en estos momentos no se pierda
en la retórica diplomática, sino que se tome como una conclusión que
todos debería extraer de la historia, la pasada y sobre todo la presente.
Una vez más queda claro que no se construye la paz preparándose para
la guerra, fomentando un militarismo agresivo y sobre todo, que no se
construye la paz desde la imposición del poderoso sobre el débil.

De esta manera una gran aportación del desarrollo de China en el


ámbito planetario, es la posibilidad de que se abra camino la multipo-
laridad, la diversidad, el desarrollo equilibrado y sostenible, como la ga-
rantía de avanzar en la construcción de un mundo en Paz y tranquilidad
para el conjunto de la humanidad.

En este sentido se plantea desde el PC de China la necesidad de forjar


una comunidad de intereses comunes que beneficie a todos los Estados,
acortando las diferencias entre países ricos y pobres, para lo que se
plantea como imprescindible que se permita a los pueblos, que históri-
camente han sido expoliados por el llamado Primer Mundo, ser dueños
de las riquezas y recursos naturales que produce su tierra, persistiendo
en la defensa de situar al ser humano como la centralidad de los obje-
tivos económicos, culturales, políticos, sociales y ecológicos.

El desarrollo que trata de llevar China a la comunidad internacional


está basado en una cooperación mutua en la que todas las partes ganen,
de manera que si todas las naciones participan en proyectos comunes,
todas tienen que beneficiarse, evitando que una pequeña parte de la

54
sociedad se aproveche en beneficio propio de las riquezas colectivas.
Hay que cambiar una realidad en la que son los pueblos los que más
sufren las guerras que no han provocado y los más poderosos que son
precisamente quienes las provocan, sean los que más beneficios saquen.

Como ya se ha dicho la resistencia del eje Atlántico Norte para asumir


un mundo multipolar está generando altas tensiones militaristas y un
serio peligro de conflictos que nos lleven a males mayores. Las aporta-
ciones de Xin Jinping sobre política internacional son en parte el desa-
rrollo marxista de estos principios, aplicados a la coyuntura de la China
actual y a la situación que vive el Planeta en este S. XXI, no es ni más
ni menos que comprobar como Xi Jinping está en este momento ac-
tualizando, desarrollando el pensamiento de los clásicos (Marx, Engels,
Lenin, Mao) para enriquecerlo con su experiencia y su practica política.

De manera especial hay que resaltar todo lo referido al compromiso


de China con el desarrollo pacífico de la humanidad, de esta manera
el Presidente de China cuando proclama en Berlín un 28 de Marzo de
2014 que lo que separa a los pueblos no es su geografía (montañas, ríos
u océanos), sino la falta de entendimiento mutuo, es cuando plantea
un nuevo modelo de relaciones internacionales, en el que se busque la
cooperación por encima de las diferencias.

Por esto, frente a quienes se empeñan en presentar a China como un


competidor peligroso para ocultar su verdadera voluntad de mantener
su hegemonía en un mundo unipolar, Xi Jinping proclama con total
contundencia que China ama la paz, que busca la cooperación pacifica
como mejor camino para la mejora global de las condiciones de vida de
todos los Pueblos del Planeta.

El Gobierno de la Republica Popular y el Partido Comunista de


China están demostrando que el desarrollo de los Cinco Principios de
Coexistencia Pacífica, aplicados a la realidad del mundo en este S. XXI,
no es una cuestión táctica, ni mucho menos una cortina de humo para

55
ocultar la realidad, sino que es una conclusión estratégica extraída de la
evaluación objetiva de toda la historia, y que significa un compromiso
para el presente, una apuesta clara para el futuro, desde la certeza de que
la historia ha demostrado que el desarrollo pacífico, la coexistencia pací-
fica, beneficia no solo a China, sino a toda la humanidad, y de manera
especial a los pueblos menos desarrollados.

El reto que tienen en estos momentos las fuerzas progresistas, de iz-


quierdas, de todo el Planeta es pasar a la ofensiva en defensa de la Paz
y la Solidaridad entre los Pueblos, y en este sentido, la recuperación de
los cinco puntos de Coexistencia pacífica es tan actual como lo eran
en 1953, y son una importante aportación en el camino para evitar la
destrucción de la vida en el Planeta.

56
Capítulo 3.
LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL EN CRISIS
La hegemonía del ultraliberalismo en peligro
Como influyen los cambios de China en el resto
del Planeta
Acercarse a la realidad de lo que está ocurriendo en la República Po-
pular China tiene que partir de realizar un breve análisis de lo que está
ocurriendo en el Planeta y valorar que el desarrollo de China está con-
tribuyendo a poner en cuestión el mundo tal y como lo hemos cono-
cido, al menos desde el siglo XVIII, en el que un tercio del Planeta,
el llamado Occidente, o mejor dicho el eje Atlántico Norte dominó
completamente al resto del Planeta.

En este sentido, el Capitalismo dominante es consciente de que su


propia supervivencia depende de que consiga mantener su dominio
en todo el mundo, derrotando y anulando a las fuerzas que puedan
representar una sociedad diferente, de manera que pueda imponer el
pensamiento único, e implantar lo que podemos llamar “la dictadura
del capital”.

La crisis sistémica que sufre el capitalismo no termina de superarse y


que ya anuncia una próxima recaída, pone en evidencia que el capita-
lismo sigue siendo incapaz de resolver sus crisis de manera pacífica, de
manera qué a la necesidad constante de acceder a nuevos mercados,
nuevas materias primas y nuevos recursos naturales, se ha añadido en
estos tiempos la necesidad de recuperarse de una disminución de la
tasa de ganancia capitalista, por la competencia de los llamados Países
emergentes, y la existencia de gobiernos progresistas en América Latina.

Esta incapacidad del capitalismo para superar su crisis, nos puede ex-
plicar en buena parte como venimos asistiendo en los últimos años a
un aumento de las agresiones militares imperialistas y de las guerras de
saqueo que buscan aumentar los beneficios de los grandes monopolios
mediante el control geopolítico de amplias zonas del planeta que habían
logrado escapar de la esfera de control del imperialismo norteamericano
y europeo en la segunda mitad del siglo pasado.

59
Los extraordinarios cambios económicos, sociales, tecnológicos, cli-
máticos y demográficos, se saldan, al día de hoy, en favor de una glo-
balización económica sin derechos, diseñada desde finales de los años
80 del pasado siglo por el núcleo central del Capitalismo más desarro-
llado (Complejo financiero-industrial de los EEUU, el Banco Mundial,
Fondo Monetario y la Trilateral), basado en la desregulación econó-
mica, la liberalización del comercio, las privatizaciones y un ataque di-
recto a las condiciones de trabajo y los salarios en los países más desa-
rrollados.

La geopolítica, entendida como los modos en que las relaciones inter-


nacionales se definen en función de los factores geográficos, los recursos
naturales, la demografía, etc., situada en el marco de una lucha de clases
analizada a nivel planetario, vuelve a ser un factor importante a tener
en cuenta para comprender como el capital trata de aumentar su hege-
monía ideológica, política, social y militar en todo el mundo.

En el tablero de los intereses del Capitalismo mundial, la directiva


de Defensa Nacional de los EE.UU. sitúa a China y Rusia como los
enemigos que ponen en peligro su “Poder” y a los países progresistas de
América Latina como elementos a destruir en la medida que limitan su
capacidad de plantar batalla a China y Rusia. Al mismo tiempo la UE se
convierte en el instrumento-avanzadilla del imperialismo para contener
a esos dos enemigos gigantes euroasiáticos.

Esta cuestión nos pone en evidencia que la situación internacional


tiene un contorno preciso alrededor de la confrontación fundamental
entre Estados Unidos, China y Rusia, contradicción que se refleja en el
intento del eje Atlántico Norte (Estados Unidos y la Unión Europea)
de mantener su dominio unipolar del mundo, frente a un desarrollo de
un eje Euroasiático que permitiría un mundo multipolar. La centra-
lidad de esta contradicción no impide el protagonismo y desarrollo de
otras potencias regionales como son los países emergentes (BRICS) que
también son vistos por los EE.UU. como una amenaza.

60
Las dos primeras décadas del siglo inauguran esta pugna entre el in-
tento norteamericano de mantener su predominio global, apostando
por un estatus de única superpotencia global y el progresivo fortale-
cimiento de las otras dos grandes potencias, China y Rusia. Mientras
Estados Unidos pierde pie por su menor participación en la economía
global, China prosigue su cauteloso fortalecimiento y Rusia empieza a
recuperarse de la catástrofe de la década final del siglo XX.

Al mismo tiempo, cuando los avances científico-técnicos deberían


ayudar a desarrollar una sociedad en la que el ser humano pudiera tener
acceso a la alimentación, la vivienda, la sanidad, la cultura, la realidad
es que nos encontramos hoy en día viendo como los problemas del pla-
neta aumentan, desde la crisis ecológica global que amenaza el futuro de
la especie humana con el calentamiento global, a las guerras en curso,
pasando por la falta de agua y alimentos insuficientes en muchas zonas
del Planeta. Un modelo de desarrollo y de utilización de los recursos en
un mundo en el que se derrocha la comida: vemos la pobreza y miseria
que sufren muchos países, la rapiña de las compañías multinacionales.

El imperialismo, como plasmación del capitalismo ha tenido en la lla-


mada globalización su máxima expresión, experimentado tres etapas, la
primera, la de expansión colonial y la formación de un mercado mun-
dial único, en esta etapa los Estados del primer mundo invadieron y
conquistaron por la fuerza las naciones más débiles, se produjo la ex-
pansión colonial y se provocaron contradicciones y enfrentamiento en
el seno de las grandes potencias capitalista, estas contradicciones dieron
lugar al enfrentamiento armado denominado I Guerra Mundial y a una
reconfiguración de las relaciones en el seno de las grandes potencias
imperialistas.

Tras el triunfo de la Revolución Soviética y el final de la II Guerra


Mundial se llega a una segunda etapa en la que conviven dos mercados
mundiales separados, nos encontramos con el surgir de un grupo de
Estados del llamado socialismo real y el acceso a la independencia de

61
muchas naciones colonizadas o dominadas económicamente.

El mundo quedó dividido en dos grandes bloques: el socialista y el ca-


pitalista, con sistemas económicos diferenciados, enfrentados, que con-
viven desde 1945, hasta 1993, en el periodo que se llama “Guerra Fría”
que termina con el derrumbe de la Unión Soviética. En este momento
el Capitalismo creía que había derrotado definitivamente al socialismo,
disponiéndose a dominar el Planeta, es lo que se teorizo como el fin de
las ideologías y la implantación del pensamiento único basado en los
valores hegemónicos del liberalismo económico.

En ese momento surge una nueva etapa de la Globalización, en la que


el Capitalismo que entiende que no tiene sistema alternativo, se lanza
a la operación de adueñarse de los recursos naturales del planeta me-
diante una globalización de la economía en la que el dominio colonial
de los siglos XVIII, XIX, y XX se sustituye por el dominio económico
y cultural del siglo XXI.

En este último proceso globalizador, el capitalismo no ha podido al-


canzar sus objetivos por diversos factores, que van desde la propia resis-
tencia popular, hasta el surgimiento de países emergentes que abren paso
hacia un mundo multipolar, pasando por el triunfo de gobiernos progre-
sistas en América Latina que iniciaron un proceso de integración regional
que confrontaba con el dominio de EE.UU. en esta región del Planeta.

En este contexto estalla la crisis de 2008, de un capitalismo que no


había sido capaz de alcanzar su objetivo de dominio sobre los recursos
y personas de todo el Planeta, de manera que entre el final del S. XX
y principios del S. XXI, la correlación de fuerzas en el campo inter-
nacional cambia, el ascenso conjunto de los Estados emergentes y de
los países en vía de desarrollo modificaba el panorama económico y
político global, frenando la hegemonía del eje Atlántico Norte y avan-
zando en la multipolarización del panorama económico y político con
una democratización de las relaciones internacionales en las que ya no

62
podían imponer su domino los EE.UU.

En este momento cuando el eje del Atlántico Norte ha visto en peligro


su proyecto de imponer un dominio unipolar del Planeta, se lanza a
desarrollar una contraofensiva en la que utiliza sus, poderosos recursos
económicos, científicos, tecnológicos, militares para intentar recuperar
el terreno perdido. En esta contraofensiva, encuadramos los golpes de
estado en todas sus formas, que han llevado al poder a gobiernos dere-
chista y autoritarios en América Latina, así como el intento de rodear
Rusia con estados serviles a los EE.UU., llegando al apoyo de golpes fas-
cistas como el de Ucrania, las guerras de Irak, Afganistán, o el intento
de activar conflictos entre China y sus vecinos.

En esta coyuntura mundial es en la que se debe situarse un acerca-


miento a lo que está ocurriendo en la Republica Popular de China,
porque se necesita tener una visión global, que rompa prejuicios y es-
quemas preestablecidos por una cultura y forma de pensar occidentali-
zada, este es el objetivo de este trabajo –como decía- que no pretende
“sentar cátedra”, ni mucho menos el tener la razón absoluta en los temas
que se plantean, sino que debe ser leído como una modesta aportación
que puede ayudar para comprender una realidad compleja sobre la que
los propios dirigentes del Estado Chino y del Partido Comunista reco-
nocen que siguen siendo muchas más las preguntas, que las respuestas,
que se está haciendo camino al andar, en la lógica del marxismo que
nos plantea el análisis de la realidad concreta en el momento concreto.

De esta manera, por encima de todas las dudas y contradicciones que nos
surgen, sobresale la realidad de que el desarrollo de China es un elemento
que distorsiona los planes del capitalismo en su actual fase imperialista,
entre otras cuestiones, porque China, jugando con las propias reglas de
la globalización, puede superar en competitividad a la mayor potencia
imperialista, los EE.UU., que se sitúa a la defensiva, emprendiendo gue-
rras comerciales, construyendo muros económicos en forma de aranceles
y proteccionismo o muros físicos que frenen la migración de personas.

63
La realidad es que China ha pasado de una primera etapa en la que pa-
recía que los países occidentales ocupaban posiciones de dominio sobre
la débil economía China, hasta el momento actual en el que los mismos
países que veían al gigante asiático como un territorio a colonizar y
llenar de productos de consumo, ahora están a la defensiva planteando
un proteccionismo económico que evite ser inundados de productos
chinos, más competitivos, y se lanzan a realizar un aumento de la pre-
sión sobre sus propios pueblos para mantener la tasa de ganancia que
ahora no puede extraer de los países emergentes.

Se demuestra de esta manera, que la llamada Globalización no era


otra cosa que enmascarar el colonialismo del siglo XXI desde el que las
multinacionales capitalistas dominarían el Planeta mediante un neoco-
lonialismo que supone que el pez grande se sigue comiendo al chico.

Confucio dijo: “lo que debe preocupar a los que dirigen un Estado no
es la carencia de recursos sino la desigualdad en el reparto de estos, de
manera que lo que se disponga llegue a todo el pueblo de una manera
justa y armoniosa para que no genere desestabilización de la sociedad”,
muy parecido al “De cada cual, según su capacidad, a cada cual según
su necesidad”.

Desde este análisis, el Gobierno de China nos plantea la propuesta


de sustituir la globalización neoliberal y colonial, por una internacio-
nalización de las relaciones sociales, económicas y culturales que respe-
tando las soberanías nacionales genere un desarrollo global solidario y
horizontal en un mundo multipolar en el que todos los pueblos ganen,
y sustituir los riesgos de una globalización de la economía que se cons-
truya desde una óptica desequilibrada y colonial por otra que llaman
de Ganar-Ganar mediante una reglamentación justa de las relaciones
comerciales que introduzcan elementos correctores que limiten el poder
de las grandes corporaciones internacionales y permitan a todos los Es-
tados salir ganando.

64
En esta cuestión, para empezar, China tiene la gran responsabilidad de
dar una batalla comunicativa y de explicación que destruya la imagen
del “peligro amarillo” que el eje Atlántico Norte trata de presentar seña-
lando a la iniciativa de la Franja y la Ruta como el caballo de Troya con
el que China pretende dominar el Planeta.

Nueva ruta de la seda, una ruta y una franja


La llamada Nueva Ruta de la Seda, en la actualidad llamada Inicia-
tiva de la Franja y la Ruta, es un ambicioso proyecto planteado por el
Presidente de la República Popular de China, Xi Jinping en 2013, que
desarrolla todo tipo de proyectos de cooperación social, económica y
cultural, sobre la base de una red de infraestructuras repartida por los
cinco continentes y que hoy juegan un papel central a la hora de estu-
diar la implicación del gigante asiático en la construcción de un nuevo
marco geopolítico que puede ir mas allá de este siglo XXI.

La Ruta y la Franja deben servir para promover el desarrollo social


entre China y el resto del mundo, para promover la mejora del nivel
de vida en países con tremendas dificultades en África, Asia y América
Latina. Ello se debe realizar también de acuerdo a principios de sosteni-
bilidad ecológica, promoción de las energías renovables, y también de
acuerdo con el principio mencionado anteriormente de responsabilidad
diferenciada.

En este sentido es necesario tener en cuenta que los países del llamado
Tercer Mundo tienen derecho a su cuota de emisiones y desarrollo, dado
que han sido expoliados por el imperialismo capitalista; mientras que los
países del centro desarrollado deben reducir rápidamente sus emisiones.
Ello contribuirá también a la progresiva erosión del eje unipolar atlántico
(EEUU, OTAN) y su modelo capitalista, y a la progresiva emergencia de
un multilateralismo más horizontal entre los pueblos del mundo.

65
Las cifras que puede alcanzar esta iniciativa pueden llegar hasta un bi-
llón de dólares en planes estratégicos, con ramificaciones geopolíticas y
económicas, criticado por algunos como un instrumento para dominar
el mundo y alabado por otros como un plan que ayudará a desarrollar
regiones olvidadas y al que China asigna una importancia vital. La rea-
lidad es que esta iniciativa se ha convertido en el eje central de la polí-
tica China, de manera, que desde el año pasado se ha incluido incluso
en el programa de acción del Partido Comunista.

En sus comienzos, cuando el presidente chino Xi Jinping presentó la


idea en sendas cumbres en Astaná (Kazajistán) y Yakarta (Indonesia)
celebradas en 2013, la propuesta se ceñía a los países vecinos, y su pro-
pósito era principalmente la construcción de infraestructuras. Pero la
iniciativa se ha ido expandiendo geográfica y sectorialmente, a medida
que ha ido creciendo la presencia de China en el exterior. Actualmente,
según Pekín, están adheridos más de cien países en todo el mundo. Y
abarca casi cualquier área, tiene componentes comerciales, financieros,
de seguridad y culturales.

El interés geográfico principal sigue siendo Asia. Donde se plantean


inversiones cercanas a los 1,7 billones de dólares (1,5 billones de euros)
en infraestructuras hasta 2030 para mantener su crecimiento, según
el Banco Asiático de Desarrollo. Pero de acuerdo con las comunica-
ciones oficiales chinas, todos los países y continentes pueden incluirse,
desde el Ártico a América Latina, en estos momentos ya no solo incluye
carreteras, rutas ferroviarias, puertos, aeropuertos e infraestructuras de
transporte. También incluye normas y estándares, aduanas, tribunales,
comercio electrónico. Básicamente, es una etiqueta que se puede pegar
en todo un abanico de proyectos.

Desestimada en sus comienzos por algunos como un plan imposible,


la Nueva Ruta de la Seda, o “Iniciativa de la Franja y la Ruta” está
cambiando realidades sobre el terreno y va a continuar durante décadas.

66
Para China, los beneficios del plan son claros: ampliar vías hacia el
oeste le permite desarrollar sus regiones occidentales, más empobre-
cidas; estimula sus sectores industriales en momentos en los que su eco-
nomía entra en una etapa de menor crecimiento; abre mercados para sus
productos; facilita que otros países adopten sus estándares tecnológicos,
por ejemplo, en telefonía 5G; y, en general, expande su presencia e
influencia internacional; pero sus repercusiones sobrepasan claramente
los limites internos chinos poniendo en peligro el intento de dominio
absoluto del Planeta que pretenden los dirigentes norteamericanos

Al mismo tiempo, para los países beneficiarios, las ventajas pueden


ser interesantes siempre que se asegure mantener la horizontalidad con
la que se esta planteando, muy lejos de la verticalidad con la que los
EE.UU. y la UE plantean los Tratados de Libre Comercio.

De esta manera, el Gobierno Chino asegura haber desembolsado más


de 53.000 millones de euros mientras que el Instituto Mercator de Es-
tudios sobre China (MERICS) calcula esa cifra en 22.000 millones en
su base de datos sobre la iniciativa. Esas cifras aumentan rápidamente,
el número de proyectos supera con holgura el millar, y aunque Pekín
ha restringido el flujo de capitales al exterior ante su ralentización eco-
nómica, las propuestas siguen encontrando una financiación generosa
de manera que algunos países, especialmente aquellos que encuentran
acceso más difícil a los mercados internacionales, han aceptado con en-
tusiasmo la cooperación china.

Todo ello ha generado críticas de los Estados Unidos, quien ha uti-


lizado históricamente la política financiera como instrumento de do-
minación, de esta manera, por boca de su secretario de Estado, Mike
Pompeo, y de su vicepresidente, Mike Pence, los Estados Unidos acu-
saron a Pekín de llevar a cabo una política exterior de “trampa de la
deuda”.

Frente a estos ataques, el propio Xi Jinping, plantea poner en marcha

67
proyectos que beneficien a los residentes locales, rechazando estas acu-
saciones contra un plan que lleva su sello personal. La iniciativa de la
Ruta y la Franja no tiene, asegura, ni fines de dominio geoestratégico
ni militares, como han denunciado algunos críticos, ni tiene como ob-
jeto lograr la hegemonía de China. “No es un club de China”, sino un
nuevo planteamiento en las relaciones internacionales.

Más de 100 países, están involucrados en este momento en la ini-


ciativa llamada la Franja y la Ruta, popularmente conocida como la
Nueva Ruta de la Seda, que se plantea como objetivo potenciar las
fortalezas y coordinar estrategias de desarrollo, entres sus zonas de in-
fluencia destacan la Unión Euroasiática impulsada por Rusia, el Plan
Maestro para la conectividad de la ANSEA (Asociación de Estados del
Sudeste Asiático), el Corredor de Turquía, sus relaciones con Vietnam
a través de la iniciativa “dos corredores y un circulo económico”, tam-
bién existen proyectos concretos en el Norte del Reino Unido, Laos,
Camboya, Hungría y un largo etc., los ferrocarriles Makarata-Bandung,
y la potenciación de los puertos de Gwadar en Pakistán y el Pireo en
Grecia, siendo un gran error que se debe corregir la negativa del Go-
bierno de España de incluir por el momento el Puerto de Algeciras que,
en comunicación con el del Pireo, constituiría la apertura de la Ruta del
Mediterráneo por el Estrecho de Gibraltar.

La ruta, se sostiene en diversos corredores económicos como los de


China-Pakistán, China-Mongolia-Rusia, China-Luisa-Resto de Eu-
ropa, preparando para dar el salto hacia América Latina donde ya existe
una sólida participación de China en proyectos de cooperación con
diversos estados de la región.

Aunque como señalábamos, en un inicio esta Ruta tenia la finalidad


de asegurar unas mejores comunicaciones, como base de un mayor in-
tercambio comercial,, en este momento sería un error, considerar esta
iniciativa como un proyecto exclusivamente económico y comercial
porque lo que se pretende ahora es que la iniciativa de la Ruta y la

68
Franja, sea una apuesta integral que de gran importancia al intercambio
cultural desde la idea de que la cultura acerca a los pueblos y beneficia a
un mundo más pacífico y estable.

Si estas pretensiones se convierten en una realidad estaríamos ante una


gran oportunidad para ayudar a construir un nuevo orden internacional
en el que se supere la dinámica de bloques y alianzas militares para
dar paso a la realización de una cooperación de beneficio mutuo entre
Estados, a la vez que se promueve un concepto de seguridad común,
que como en el caso de la emigración forzosa, actúe no solo sobre los
síntomas de los problemas, sino que proponga propuestas y medidas
dirigidas sobre todo a su origen, en el atraso y la injusticia social.

En este sentido, no es casualidad que el propio Xi Jinping haya ligado


a la Nueva Ruta de la Seda con la base de los Cinco Principios de
coexistencia pacífica de la que ya hemos hablado porque puede servir
como un instrumento de cooperación internacional para construir unas
relaciones internacionales, basadas en el principio de no injerencia en
los asuntos internos de cada Estado y a su derecho a tener su propio
modelo de articulación política e institucional.

De esta manera, la Franja y la Ruta, es considerado por China como el


instrumento más adecuado para construir el multilateralismo que debe
imperar en el Planeta, arrinconando el colonialismo y la unilateralidad
practicada por las potencias occidentales que se quedan con todos los
beneficios, y terminado finalmente con la Ley del más fuerte que ha
imperado en la gran parte de la historia de la humanidad, acabando
con un mundo en el que los Estados ricos son cada vez más ricos, y los
pobres cada vez más pobres. Un mundo con una inseguridad creciente
que nos aboca a grandes tensiones internacionales que pueden poner en
peligro la propia existencia de la vida en el Planeta tal y como la cono-
cemos actualmente.

En este sentido, mientras Trump, trata de demostrar o desacreditar

69
las instituciones internacionales que no domina, incluida la propia
NN.UU., el presidente Xi Jinping se plantea el camino contrario, el del
fortalecimiento de la Carta Fundacional de la ONU desde un mayor
protagonismo de los llamados “países en vías de desarrollo” con los que
China se siente plenamente identificada.

En este marco, a pesar de todas las dudas y las incógnitas que siguen
existiendo, la realidad es que la iniciativa de la Franja y la Ruta suponen
un nuevo reto en las relaciones entre Europa y China, frente a un re-
chazo inicial. La cuestión es ser capaces de realizar un análisis de las po-
tencialidades que esta iniciativa nos abre, analizar y plantear propuestas
que ayuden a que el desarrollo de las propuestas que se plantean desde
el Gobierno Chino cumplan realmente los principios de horizontalidad
en las relaciones entre Estados, de manera que se haga realidad el prin-
cipio “ganar-ganar”, además de asegurar que se cumplen las garantías
que controlen los impactos medioambientales.

Una cuestión básica que no se debe de olvidar es que cualquier rela-


ción económica, cultural o política con China deben tener como punto
de partida el que ambas partes tomen conciencia de que vivimos en
un momento de la historia en el que cada vez se hace más evidente el
fracaso de quienes han querido construir un mundo unipolar sobre los
principios y valores del capitalismo neoliberal, sustentado en lo que
podíamos considerar el eje del Atlántico Norte.

España y el resto de Europa tienen que tomar conciencia de que se está


abriendo paso el desarrollo de un mundo en el que cobran la máxima
importancia tanto el eje Eurasiático, como la emergencia de los lla-
mados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), de cara a la
construcción de un mundo multipolar, en el que las relaciones entre
Estados no sean de dominio, sino de cooperación.

En este sentido es imprescindible que Europa se plantee su futuro,


teniendo una voz propia en el concierto internacional.

70
Europa no puede ver la iniciativa de la Franja y la Ruta como un
peligro porque en realidad se debe entender como una oportunidad,
no solo desde el punto de vista económico, sino también como una
posibilidad de recuperar unas relaciones entre Europa y Asia que en
otros momentos de la historia, dieron un gran impulso al desarrollo de
la humanidad.

Por lo tanto, la iniciativa de la Franja y la Ruta, como ya hemos dicho,


puede significar una oportunidad de desarrollo social y económico
para Europa que dejaría su dependencia actual del marco del Atlántico
Norte para abrirse de una manera equilibrada al espacio Euroasiático.

En definitiva, el reto que tiene la Europa es sumarse con pleno pro-


tagonismo a una iniciativa que abre las puertas a una nueva etapa en
el desarrollo de la humanidad, dejando de jugar un papel secundario,
de sumisión a los EE.UU. y la OTAN, rompiendo con quienes que
pretenden mantener por la fuerza una etapa de la humanidad que se
encuentra en declive. La implicación de una región de la potencia eco-
nómica y capacidad política de Europa podía condicionar en el buen
sentido de la palabra, el desarrollo de la Nueva Ruta de la Seda, asegu-
rando su carácter horizontal, de manera que se avance en la construc-
ción de un nuevo marco de relaciones internacionales basado en unas
relaciones entre Estados de igual a igual.

En esta situación, como decimos, la disyuntiva que nos tenemos que


plantear los pueblos europeos, y en concreto el español, es si defen-
demos activamente que las relaciones entre los Estados se sitúen en esta
nueva lógica, abriendo paso a la posibilidad de aprovechar el nuevo
impulso que un mundo más abierto, más diverso, puede aportar a la
economía, a la cultura, a las relaciones sociales o, por el contrario, nos
situamos a la defensiva fomentando el enfrentamiento entre pueblos, en
un camino que puede llevarnos a la destrucción del planeta tal y como
lo conocemos hoy.

71
En el caso de España, este nuevo marco, supone una gran oportu-
nidad, en la medida que seamos capaces de actuar de una manera libre,
no supeditada a intereses extranjeros, actuando en función de los in-
tereses de la mayoría del Pueblo y no supeditando nuestra política a
los intereses de quienes pretenden seguir manteniendo las riquezas del
Planeta en manos de una minoría.

Afortunadamente, han quedado atrás los tiempos en los que se miraba


a China desde una óptica colonial, como un territorio donde hacer
grandes negocios especulativos. El trabajo realizado por la Embajada
de China en España ha contribuido a una mejora constante de las re-
laciones económicas, culturales y sociales entre China y España y sobre
todo a que se valore a la comunidad china en todas sus dimensiones,
desde la económica a la social y cultural. Los resultados de ese trabajo
diplomático, nos lleva a poder afirmar que las relaciones chino-espa-
ñolas están en buen nivel y sobre todo que están en condiciones de se-
guir creciendo, siempre que se resuelvan algunas cuestiones que deben
ser mejoradas.

En este sentido la iniciativa Una Franja y Una Ruta tiene que enten-
derse como una oportunidad para continuar avanzando en el acerca-
miento entre los dos continentes y profundizar en el conocimiento de
lo que realmente está ocurriendo en China, con el desarrollo la política
de Reforma y Apertura que está aplicando con éxito el Presidente Xi
Jinping y el Partido Comunista de China. Por ello frente a quienes se
empeñan en presentar a China como un competidor peligroso, hay que
dar una oportunidad a Xi Jinping cuando proclama con total contun-
dencia que China ama la paz, que busca la cooperación pacifica como
mejor camino para la mejora global de las condiciones de vida de todos
los Pueblos del Planeta.

El reto que tenemos en estos momentos quienes no nos resignamos


a la vuelta a la dinámica de Guerra Fría que parece pretender el Presi-
dente Trump, es hacer oír nuestras voces y pasar a la ofensiva en defensa

72
de la Paz y la Solidaridad entre los Pueblos, y en este reto los cinco
puntos de Coexistencia pacífica son de gran importancia por lo que
merecen ser difundidos por todo el planeta en un momento histórico,
suponen la oportunidad de dar un gran salto hacia delante que ayude a
la construcción de un marco internacional de cooperación, solidaridad
entre todos los Estado del Planeta.

Porque mucho se habla de China, y casi todo se refiere a su economía,


pero muy poco se dice de su papel en el concierto internacional, en este
sentido me refiero a la puesta en valor por el Presidente de China Xi Jin-
ping de los llamados Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica, que
venimos citando continuamente y que es bueno recordar que se refieren
concretamente, al respeto mutuo de la soberanía e integridad territorial,
la no agresión mutua, la no intervención en los asuntos internacionales
de otro País, la igualdad en una cooperación de beneficio recíproco y la
coexistencia pacífica, y una resolución de los conflictos internacionales
mediante la negociación y el diálogo.

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76
77
Capítulo 4.
RELACIONES DE CHINA CON
EL RESTO DEL PLANETA
Como influye lo que esta pasando en China en
la creación de un nuevo marco de relaciones
internacionales
La politica de reforma y apertura en el marco
geopolítico actual
Nada de lo que esta ocurriendo en China puede estudiarse fuera del
marco de la actual coyuntura geopolítica ya que lo que se está poniendo
en cuestión es el esquema de poder mundial que ha regido en los úl-
timos dos siglos.

Nadie duda que está en crisis un modelo de relaciones internacionales


dominado por el eje Atlántico Norte, con el crecimiento de un eje eu-
roasiático, en este sentido, de la misma manera que la Ruta de la Seda
en otro momento de la historia, no solo fue una vía de comunicación
comercial, sino que configuraron un proyecto social, cultural y econó-
mico sostenido. Este ambicioso plan se sustenta sobre la posibilidad
de agrupar los intercambios económicos de un conjunto de países que
suman casi 4.500 millones de habitantes, dos terceras partes de la po-
blación mundial.

De esta manera, el mantenimiento de la Paz tiene que estar ligado a un


desarrollo conjunto de unas nuevas relaciones en el marco de un nuevo
orden internacional basado en el beneficio muto y la cooperación eco-
nómica y cultura, en un mundo multipolar que ponga fin al dominio
exclusivo del eje Atlántico Norte.

Un orden internacional que termine con las injerencias de unos Estados


en los demás, es decir que se termine el colonialismo y se dote al Plantea
de instrumentos reales para resolver los conflictos internacionales desde el
diálogo y la negociación excluyendo la utilización de la Guerra.

El Gobierno Chino, se plantea tener una visión mundial consciente de


que su desarrollo interior depende en gran medida de que el contexto
internacional le acompañe en un sentido de estabilidad y coexistencia
pacífica que le permita dedicar el máximo de recursos a mejora las condi-
ciones de vida de su población.

79
La cuestión es ver cómo se planeta China el desarrollo de su papel
internacional; en este sentido Xi Jinping apostó decididamente porque
los países emergentes, los llamados BRICS en relación a las iniciales de
Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, fueran un elemento de contra-
poder frente a la hegemonía del eje Atlántico Norte, pero la contraofen-
siva de los EE.UU. en América Latina se ha cobrado un primer objetivo
al derribar primero la presidencia de Dilma y encarcelar a Lula para que
no pudieran presentarse a las elecciones y así poder instalar un gobierno
de la derecha extrema sumiso a los EE.UU. que está intentando frenar
la consolidación de los BRICSS como un sujeto activo en el marco de
las relaciones internacionales.

En esta cuestión desde China plantean la necesidad de modificar el


actual marco de relaciones económicas y políticas basadas, por una
parte, en un mercado único controlado por el FMI y el BM que no son
neutrales sino que están al servicio de los EEUU, Canadá y la UE, es
decir al servicio de lo que se llamaría primer mundo o eje del Atlántico
Norte, y por otra, en una NN.UU. que no dejan de ser una caricatura
de lo que dice su propia carta fundacional, siendo ninguneada por la
OTAN y los EE.UU. cuando no le sirve a sus interés.

El PCCh ha planteado la necesidad de una modificación de las rela-


ciones económicas entre Estados para que estas se basen en la coope-
ración y el mutuo beneficio sin posibilidad de que estén controladas
por ningún Estado, ni siquiera por China, como ejemplo plantean que
en el Banco de los BRICS todos los miembros tienen los mismo votos
aunque China sea la que más fondos aportaba.

Desde China, se trata de aplicar un concepto de seguridad nacional


diferente al aplicado por los EE.UU. y sus aliados de la OTAN, ya que
está basado en las relaciones pacíficas, de beneficio reciproco a través de
la cooperación y el desarrollo de las economías nacionales para conse-
guir aumentar el bienestar de todos los pueblos por igual.

80
El gigante asiático está en condiciones de jugar un papel dinamizador
de una nueva estructura de las relaciones internacionales para hacerlas
más horizontales y cooperativas, promoviendo una diplomacia multila-
teral en lo que denominan una Gobernanza Global, justa y socialmente
avanzada.

En este momento, la propuesta china planea un orden internacional


que tenga como núcleo básico el cumplimento real de los propósitos y
principios de la Carta de las Naciones Unidas, hoy puesta en cuestión
por la Administración de Estados Unidos, junto a una reforma de las
instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional, que
modifique el sistema de cuotas que otorga todo el poder a las grandes
potencias, de esta manera el Banco Asiático de Inversiones tiene una
participación igualitaria de todo sus miembros.

Nadie puede negar que la configuración de la Gobernanza Global en


el sentido que plantea China, depende en gran medida de una corre-
lación de fuerzas internacionales que impida a los EE.UU. mantener
un dominio exclusivo sobre las instituciones internacionales, porque el
sistema de gobernanza vigente es cada vez más incapaz de adaptarse a
una nueva situación mundial. Por ello trata de encabezar una demanda
creciente en pro de afrontar cambios que abran el paso a un mundo
multipolar.

En este sentido sitúan la iniciativa de la Franja y Ruta como un ex-


ponente de lo que pueden ser un modelo de relaciones horizontales en
la que todos ganen, al tiempo que contribuyen a impulsar una serie de
instrumentos de cooperación e integración regional.

Estos proyectos, que de realizarse podrían en peligro la hegemonía


del eje Atlántico, aunque no plantean generar una nueva hegemonía,
sino la construcción de un sistema multipolar de las relaciones inter-
nacionales, son entendidos por el Eje Atlántico Norte como un peligro
para mantener sus privilegios y por esto motivo son estudiados por los

81
centros de poder imperialista y es uno de los motivos por los que se
ha puesto en marcha la ofensiva del imperialismo en varios lugares del
Planeta.

En la Europa Oriental la ofensiva imperialista tiene como objetivo di-


recto impedir a toda costa una posible conexión económica de la Unión
Europea con la Unión Económica Euroasiática que Rusia quería de-
sarrollar, y que se ha bloqueado por la guerra de Ucrania. El golpe de
Estado impulsado por Washington y la UE en Kiev, y la crisis pos-
terior, no tenían otro objetivo que construir un muro de contención
frente a este proyecto, de manera que la victoria del imperialismo en
Ucrania impidiese el acercamiento de las dos Europas, y que, por lo
tanto, obligue a una mayor dependencia de la UE del espacio Atlántico.

Al mismo tiempo que intentan cerrar el frente de Europa Occidental,


los EE.UU. tratan de atacar en la parte del Pacífico poniendo en marcha
una estrategia para involucrar a Japón en la operación de frenar el eje
euroasiático, con todo lo que esto supone, en el esquema de conten-
ción de China, aquí hay que poner la atención en los cambios que se
están promoviendo en la constitución nipona, reactivado el militarismo
y abriendo paso a una militarización del archipiélago y sobre todo con
la activación de conflictos históricos con China.

En esta coyuntura hay que destacar que China no se plantea una polí-
tica exterior basada en “lo militar” como ocurre con EE.UU., sino que
desarrolla una política exterior que se guía por la máxima del “mutuo
beneficio” y aquí hay que señalar que una parte de la izquierda mun-
dial, confusa ante el nuevo escenario estratégico, ha llegado a calificar
la política exterior china como imperialista, cuestión que es un error y
dista mucho de la realidad.

En este sentido, la diferencia entre las mayores potencias del Planeta,


Estados Unidos y China, es patente, mientras China no participa ni ha
impuesto ninguna guerra en las últimas décadas, y prácticamente no

82
tiene soldados fuera de sus fronteras, la base de Djibuti, que se une a
las que tienen allí Estados Unidos y Francia, es una excepción debido al
fenómeno de la piratería en el cuerno de África, en las costas de Somalia
y en el sur de la península arábiga.

Estados Unidos cuenta con más setecientas instalaciones militares en


los cinco continentes habitados, más de trescientos mil soldados des-
plegados en esas bases (solamente en Europa, más de cien mil), y ha
desatado guerras sanguinarias en Oriente Medio, África y Europa, ha
invadido países y bombardea con regularidad a poblaciones civiles de
siete países distintos, además de otras acciones ocasionales. Estados
Unidos es, debe recordarse, el único país de la tierra que ha utilizado los
tres tipos de armas de destrucción masiva: químicos, bacteriológicos y
nucleares, y el único que ha bombardeado desde el final de la Segunda
Guerra Mundial países en todos los continentes de la tierra, a excepción
de Oceanía, donde se encuentra su aliada Australia. A su vez, Rusia sólo
dispone de una base militar en Siria. La diferencia es abrumadora.

En esa competencia estratégica con China, Estados Unidos juega con


su imbatible poder militar, el más poderoso del planeta, aunque debe
tener en cuenta el poder nuclear ruso, y, en menor medida, el más
reducido arsenal chino. Washington presiona a China en toda su fa-
chada marítima: utiliza las disputas entre los países ribereños del Mar
de China meridional (Malasia, Filipinas, Vietnam, Taiwán, Brunei,
Indonesia, y la propia China) por la soberanía de archipiélagos como
Paracelso y Spratly para enemistarlos con Pekín, intervenir en la zona
con el pretexto de la libertad de navegación y para dificultar el tránsito
de mercaderías chino, no debe olvidarse que por el estrecho de Malaca
circulan buena parte de los suministros energéticos que llegan a China
y de sus propias mercaderías que se dirigen hacia África o Europa.

Estados Unidos está intentando atraerse incluso a Vietnam, el país que


le derrotó en la guerra anticolonial más importante de la segunda mitad
del siglo XX, para articular un bloque anti chino entre los países de la

83
ASEAN. Además, Estados Unidos ha reforzado su dispositivo militar
en la zona, con nuevas instalaciones en Singapur, masivos patrullajes
aéreos y marítimos no exentos de provocaciones ocasionales, y con el
empleo de más de la mitad de su poder militar naval para el control y la
vigilancia del océano Índico y del océano Pacífico, en aplicación de lo
que la secretaria de Estado Clinton, bajo Obama, denominó el “giro a
Asia”, cuya traducción estricta es el “acoso a China”.

Tampoco es ajeno a este intento de bloquear a China, la situación de


la península de Corea en la que la escalada de la tensión sirve de perfecta
excusa para activar un desarrollo de planes militares que van mucho
más allá de la contención del “peligro que supone Corea del Norte”. En
febrero de 2016, Estados Unidos y Corea del Sur anunciaron el propó-
sito de desplegar en la península coreana el escudo antimisiles THAAD
(acrónimo del inglés Terminal High Altitude Área Defense) dotado del
radar tierra-aire más grande del mundo, que ya está operativo en la isla
de Guam, al este de Filipinas, orientado a las costas chinas. El sistema
es similar al Aegis desplegado en barcos norteamericanos, y puede con-
trolar los cielos no sólo de Corea del Norte sino también de China y
de una parte de la Siberia rusa. El argumento para su instalación es el
lanzamiento de cohetes por parte de Corea del Norte, pero sus objetivos
están más dirigidos a controlar el espacio de China y parte de Rusia.

Los agresivos ejercicios militares que Estados Unidos y Corea del Sur
realizan anualmente tiene un objetivo: mantener la tensión en la penín-
sula, presionar a Pyongyang para que abandone su programa nuclear,
y, subsidiariamente, alentar la inestabilidad en esa región para dificultar
el fortalecimiento de los intercambios económicos entre las dos Coreas,
Japón y China.

Washington exige la desnuclearización de Corea del Norte, pero


oculta que cuenta con su propio arsenal de bombas nucleares en la pe-
nínsula y en Japón, así como en Okinawa y en la isla de Guam, y man-
tiene casi treinta mil soldados en Corea del Sur y otros tantos en Japón

84
(además, Tokio se ve obligado a pagar a Estados Unidos por las bases
en su propio territorio) en estado de alerta permanente. Washington,
tras el fracaso de las “rondas a seis” (las dos Coreas, Japón, China, Es-
tados Unidos y Rusia) que dieron por muertas las negociaciones, sabe
que tiene en sus manos la solución al conflicto coreano: la firma de un
tratado de no agresión entre Estados Unidos y Corea del Norte, aunque
sigue negándose a esa posibilidad. Mientras tanto, la única solución a
la actual crisis pasa por la aplicación del plan chino-ruso: anulación de
los ejercicios militares conjuntos de Estados Unidos y Corea del Sur,
detención del disparo de misiles balísticos por Corea del Norte, y aper-
tura de negociaciones con el objetivo de la desnuclearización de toda la
península coreana, no solamente del norte. Durante la última etapa de
Obama y con el nuevo gobierno de Trump, Corea se ha convertido en
un barril de pólvora: las amenazas del Pentágono y del propio Trump
de desatar un diluvio de “furia y fuego” sobre Corea del Norte no son
precisamente tranquilizadoras. Por añadidura, el despliegue del “escudo
antimisiles” norteamericano en Corea del Sur, que afecta directamente
al dispositivo nuclear defensivo de China y Rusia, añade tensión y com-
plejidad a la disputa.

Unido a ello, Estados Unidos mantiene dos cartas más para presionar
a Pekín: Tíbet y Xinjiang, además del apoyo al irredentismo taiwanés.
Aunque la fuerza de los hechos hagan a la administración norteame-
ricana aceptar oficialmente la idea de “una sola China”, la realidad es
que los movimientos nacionalistas en estas y otras regiones chinas crean
serios problemas al gobierno chino, mantienen sólidas relaciones con
Washington, el Congreso Mundial Uigur (un movimiento reaccionario
dirigido por Rebiya Kadeer, que reside en Estados Unidos) recibe apoyo
y financiación del gobierno y de las agencias norteamericanas, y prota-
goniza con regularidad actos terroristas que crean serias situaciones de
tensión en Xinjiang, la región más occidental de China.

Kadeer exige la independencia de Xinjiang y su separación de China, y


aunque, en esa formulación, no es apoyada oficialmente por Washington,

85
sigue recibiendo apoyo político y diplomático y es utilizada en la estra-
tegia exterior norteamericana contra China. Lo mismo puede decirse
del movimiento tibetano dirigido por el Dalai Lama, quien, gracias a
su disfraz bondadoso y democrático (que esconde un feroz pasado es-
clavista, e incluso terrorista, apoyado por Washington) ha conseguido
confundir a determinadas capas de la población occidental que postula
la independencia del Tíbet, aunque circunstancialmente plantee una
autonomía gestionada por los suyos, de esta manera, el Dalai Lama re-
cibe el apoyo norteamericano porque Washington pretende que la carta
del Tíbet este siempre a disposición para presionar a Pekín.

Frente a esta ofensiva de los EE.UU. para evitar que se ponga en cues-
tión un sistema mundial basado en el dominio del Eje Atlántico Norte
cobra toda la importancia analizar las propuestas que señalan que la
Comunidad Internacional debe promover los concepto de seguridad
integral, compartida y cooperativa para todo el Planeta, no solamente
para el primer mundo, llegando a situar lo que en algún momento han
llamado “Aldea Global” como un gran escenario que permita la bús-
queda conjunta del desarrollo pacífico, frenando los intentos de sem-
brar el caos en determinados lugares para debilitar estructuras sociales y
políticas para volver a un neocolonialismo económico.

No estamos planteando un mundo ideal, sino que se asume que es


inevitable que surjan diferencias y disputas entre Estados, choques entre
pueblos, por lo que lo importante es tener mecanismos horizontales que
permitan su resolución sin imposiciones de las naciones más poderosas
sobre las más débiles, se trata de alcanzar la paz desde la cooperación
y el beneficio mutuo y no desde la dominación y sumisión. Este es el
objetivo sobre el que teóricamente se crearon las NN.UU. y que evi-
dentemente hoy no cumplen, por lo que es necesaria su reforma en el
sentido de dotarse de mecanismos que permitan recuperar sus princi-
pios fundacionales de contribuir a crear un mundo más pacífico y un
desarrollo más justo y equitativo.

86
Por lo tanto, el elemento fundamental en el desarrollo de un nuevo
sentido de las relaciones entre Pueblos es modificar el actual ordena-
miento internacional. No se plantea desde China crear un sistema pa-
ralelo cerrado (se comprueba en esto que han estudiado el caso del CO-
MECON), al mismo tiempo tratan de no provocar un choque entre
bloques que permita al eje Atlántico Norte plantear un escenario de
Guerra Fría, parece que quieren ganar la batalla por asedio y no por
asalto, entienden que plantear la cuestión en clave de confrontación
de modelos daría a los EE.UU. y a la UE la excusa para pasar a una
posición más agresiva y violenta lo que impediría al Gobierno Chino
dedicar todos sus esfuerzos a mejorar la calidad de vida y consumo de
su población que, como decía, es el principal objetivo que tiene ahora
mismo el PCCh. Esta cuestión no quiere decir que China no plante
cara cuando se ven agredidos económicamente por los EE.UU. o la
UE, pero siempre buscando finalmente una salida negociada y no de
enfrentamiento.

Xi Jinping plantea que es posible conseguir un nuevo modelo eco-


nómico internacional y un nuevo marco de relaciones entre Estados
de forma natural y pacífica. La duda razonable es saber si los EE.UU.
y la UE admitirán esa pérdida de hegemonía de una forma “natural y
pacífica” y asumir con buena o mala voluntad este nuevo orden interna-
cional que generaría un nuevo mapa geopolítico en el que desaparecería
la centralidad hegemónica que ha ejercido el eje del Atlántico Norte,
pasando a un mundo multipolar cada vez más equilibrado con el eje
Euro/Asiático.

En este objetivo de conseguir un equilibrio en las relaciones interna-


cionales evitando la tiranía del FMI y el BM, desde China se plantean
dos apuestas, por una parte la apuesta de que los llamados BRICS ge-
neren instrumentos alternativos o compensatorios al BM mediante un
Banco Central de los BRICS y otros dos Bancos, uno para desarrollo
social y otro para desarrollo de infraestructuras, Bancos en los que,
como he dicho, la participación en su dirección es igualitaria, aunque

87
no lo sea su aportación económica. Estos instrumentos se articularían
junto a un Plan para intensificar la puesta en común de las energías de
estos estados emergentes buscando que sean un referente para potenciar
las relaciones con países en desarrollo; el objetivo nos dicen, es no con-
dicionar las ayudas a la necesidad de realizar políticas que consoliden
un neocolonialismo.

La otra gran apuesta china es la iniciativa que como ya hemos comen-


tado se llamó en su origen “Nueva Ruta de la Seda” porque trataba de
poner en relación a China con Europa y que ahora llaman “La Franja y
la Ruta” al plantearse el salto a otras regiones del Planeta, de forma es-
pecial a la América Latina y África, porque se configura como la mayor
iniciativa de relaciones internacionales que ha conocido la historia ya
que plantea poner en relación económica, social y comercial a todos los
Estados del planeta que lo quieran mediante una relación basada en el
beneficio mutuo y la cooperación sin hegemonía.

Estas dos iniciativas están poniendo en peligro la supremacía de los


EE.UU. y la UE, y su intento de imponer en todo el Planeta una so-
ciedad neoliberal, no porque China busque la hegemonía única, sino
porque el eje del Atlántico Norte necesita imponer su idea de mundo
unipolar para que el capitalismo mantenga la tasa de beneficios que no
admite un mundo multipolar.

La respuesta a esta debilidad, se hace evidente en la multitud de con-


flictos que desde los EE.UU. y la UE se están provocando en diversas
zonas del Planeta con el objetivo de debilitar a los BRICS e impedir el
desarrollo de la Franja y la Ruta, este es la referencia en el que hay que
englobar desde el Golpe de Estado en Ucrania, apadrinado por la UE
que evitó que Ucrania tuviera relaciones prioritarias con Rusia, aún a
costa de dar el gobierno ucraniano a los fascistas, hasta la reactivación
de una serie de conflictos en la zona de Asia/ Pacífico para intentar que
China no avance en sus alianzas en esta región, pasando por el golpe
institucional de Brasil o el intento de derribar de forma violenta al le-

88
gítimo gobierno de Nicaragua para evitar el desarrollo del Canal de
Nicaragua en el que estaría participando China y que sería una alterna-
tiva al Canal de Panamá, sin dejar en saco roto la propuesta lanzada en
Colombia para su incorporación a la OTAN.

En todo caso China no está respondiendo de forma violenta a estas


cuestiones, aunque es consciente de ellas, sino que está manteniendo
el rumbo de sus proyectos: continuando con su idea de integrar a más
Estados en los proyectos desde la idea de la cooperación y la eficacia.

Desde esta valoración tendríamos que hacer una profundización en el


Estado actual de las dos iniciativas y llevar su análisis a Foros Interna-
cionales progresistas y de izquierdas, no para plantear un seguidismo
ciego, sino porque es una cuestión que está marcando la geopolítica. No
estamos ante una cuestión académica, sino que se juega en tiempo real
de una forma dialéctica y con unas reglas que en muchos casos se salen
de los parámetros clásicos.

La región Asia/Pacífico zona estratégica para China


Establecer una integración territorial en la Zona Asia-Pacifico, basada
en la confianza, la exclusividad, la cooperación en la que todos ganen,
es una cuestión prioritaria para el gobierno chino, respondiendo a una
vieja aspiración de quienes no olvidan como fueron colonizados por
Occidente, que no solo esquilmó sus recursos y materias primas, sino
que intentó aniquilar su cultura, acabar con sus costumbres e incluso
llegó a degradar a una parte importante de la población.

En este sentido el gobierno chino, es consciente, que la zona Asía-Pací-


fico tiene un potencial humano, económico y de recursos naturales que
la pueden convertir en fuerza motriz del desarrollo mundial. Para ello
es necesario sacudirse los restos del colonialismo que todavía subsisten

89
disfrazados de dominio económico y planificar de una forma indepen-
diente el futuro en el marco de la cooperación Económica Asia-Pacifico
(APEC) promocionando la interconexión y la búsqueda de un desa-
rrollo común.

La región de Asia y el Pacífico se han convertido no solo en una gran


fábrica que reparte productos para el mundo entero, sino también se
están derivando hacia un campo de batalla de tratados comerciales
preferenciales. De esta manera la integración de Asia, hasta hace poco
tiempo, se caracterizaba por el creciente comercio intrarregional, ba-
sado en la progresiva complementariedad entre los componentes pro-
ductivos y comerciales de los sectores manufactureros de los países. Se
registraban aumentos sustantivos del comercio industrial y un mejor
aprovechamiento de las ventajas propias de las cadenas productivas y
de comercialización.

Los países de esa región son cada vez más conscientes de que, para lo-
grar una integración económica impulsada por el mercado, es necesario
adoptar medidas de apoyo y promoción mediante la armonización de
políticas, normas y estándares por los que se rigen el comercio y la in-
versión extranjera directa (IED). De este modo, los tratados comerciales
pueden considerarse parte de una política de apoyo a la ampliación de
las redes de producción y las cadenas de valor basadas principalmente
en el comercio intraindustrial o intraempresarial.

La propuesta de China al Foro de Cooperación Económica de Asia


y el Pacífico (APEC) además de buscar el crecimiento económico y la
coordinación de las macro políticas, también aspira a empezar a esta-
blecer otro tipo de cooperación que permitan dar respuesta a problemas
comunes como la seguridad alimentaria, la seguridad energética o el
combate de las epidemias que asolan la zona.

Desde esta base se plantea construir plataformas de ayuda y colabora-


ción en objetivos comunes para lo que se busca trasformar la APEC en

90
una plataforma institucional que promueva una integración horizontal
y solidaria compatible con el mantenimiento de las soberanías nacio-
nales y las culturas propias de cada Pueblo.

Esta iniciativa cuenta con la activa oposición de los EE.UU. que la


ven como un peligro para su hegemonía en este lugar del mundo donde
cuenta con más de 150 bases militare: de esta manera frente a la lla-
mada a la cooperación y la integración que se realiza desde el Gobierno
Chino, los EE.UU. activan conflictos regionales y tratan de justificar la
presencia de su flota militar en el mar de la China.

Asia y el Pacífico está en una segunda etapa de integración económica


e intenta una mayor sinergia entre la integración de facto y la de jure.
Para otras regiones del mundo es de interés aprovechar esta coyuntura
favorable y, al mismo tiempo, defender sus propios intereses en la re-
gión. Sin embargo, el actual proceso de integración económica en Asia
y el Pacífico, basado en los crecientes vínculos comerciales y de inver-
sión, ahora promovido por los acuerdos, pondría a América Latina y
el Caribe en desventaja. Por lo tanto, urge que los países de la región
adopten una estrategia de inserción en Asia y el Pacífico que incluya
acuerdos entre ambas regiones. En la región de Asia y el Pacífico au-
menta, de manera marcada, el número de tratados de libre comercio.

En esa región, comprendida por los diez países miembros de la Asocia-


ción de Naciones del Asia Sudoriental (ASEAN) más China, Japón y la
República de Corea (ASEAN+3), más Australia, la India y Nueva Ze-
landia (ASEAN+6), estaban en vigencia 25 acuerdos comerciales a fines
de 2009. Los intercambios comerciales entre los países firmantes de estos
tratados representaban un 54% del total de comercio de la ASEAN+6,
un salto significativo con respecto al 35% alcanzado en 2005. El proceso
de liberalización comercial de bienes en esa región se completaría cuando
se materializara un tratado de libre comercio entre los tres principales
actores, China, Japón y la República de Corea, cuya actividad representa
un 33% del intercambio regional de Asia y el Pacífico (JETRO, 2010).

91
Debido al número creciente de tratados de libre comercio, resulta difícil
establecer un área de libre comercio que cubra toda la región de Asia y el
Pacífico.

La concreción del proyecto de Asociación Económica Integral en


Asia Oriental (CEPEA), que tendría como miembros a los países de
la ASEAN+6, sería más difícil que la iniciativa de crear una zona de
libre comercio de Asia oriental en el ámbito de la ASEAN+3 (EAFTA),
en tanto que la formación de un Área de Libre Comercio de Asia y
el Pacífico (FTAAP) en el ámbito del Foro de Cooperación Econó-
mica Asia-Pacífico (APEC) sería más compleja que la de la CEPEA.
Por lo tanto, el primer paso hacia un área de libre comercio como las
mencionadas, sería consolidar los numerosos tratados de libre comercio
existentes o en negociación y, eventualmente, lograr un acuerdo más
transregional como el FTAAP o la zona de libre comercio de Asia y Eu-
ropa1. En este proceso, la ASEAN jugará un papel protagónico como
el centro y catalizador más importante, mientras que China, Japón y la
República de Corea tendrían que coordinar sus políticas comerciales y
de inversión. Por otra parte, la India, país que hasta hace poco mostraba
una alta dosis de política proteccionista, tiene que seguir avanzando
en la aplicación de reformas estructurales y regulatorias, abordando no
solo los temas arancelarios y no arancelarios, sino también los que van
más allá del acceso a mercados de bienes (temas “OMC-plus”).

China-Europa
Para empezar hay que tener en cuenta que Europa disfrutó de un su-
perávit comercial con China a comienzos de la década de los ochenta,
pero las cosas han cambiado y en estos momentos las relaciones comer-
ciales se caracterizan por tener un considerable y creciente déficit del
lado europeo, de tal manera que es el mayor déficit comercial bilateral
que tiene la UE.

92
Por el otro lado es una realidad que el Estado Chino da mucha im-
portancia a sus relaciones con Europa, tanto con la UE, como con los
Países que no están integradas en ella y de forma especial con Rusia.
Este interés de China choca con el carácter dependiente de la UE al
eje Atlántico Norte que supedita y lima su capacidad de actuar de una
forma independiente en sus relaciones internacionales.

La propuesta de que la UE sea socio preferente en el desarrollo de la


Iniciativa de la Franja y la Ruta es complementada con la llamada a
constituir todo tipo de Asociaciones estables que se planten la búsqueda
del crecimiento y el desarrollo en Paz.

En estas circunstancia, para situar las relaciones en un justo equilibrio


en el que todo el mundo gane, las relaciones entre China y Europa, y de
un modo especifico con la Unión Europea tendrían que partir de que
esta tuviera una total autonomía para tomar todo tipo de decisiones,
circunstancia que en este momento no se da ni en el ámbito económico,
ni en el de relaciones exteriores, por la dependencia de la UE de los
Estados Unidos en el marco del Eje Atlántico Norte. Solo desde esta
independencia se podrá defender los intereses europeos, que están del
lado de la consolidando un orden internacional multilateral efectivo.

La renuncia de la UE, como estructura integrada, para tener una polí-


tica exterior independiente, ha provocado que no esté en absoluto nada
claro cómo se va a desarrollar las relaciones de los diferentes Estados en
relación con China, sobre todo como van a cooperar con la política de
contención de China impulsada por la Administración Trump, porque
la realidad es que los Estados miembros de la UE, no tienen una posi-
ción cohesionada a la hora de relacionarse con China, de manera que en
este momento podríamos identificar tres posiciones distintas.

Por un lado, países como Alemania y Francia, particularmente pre-


ocupados por la pérdida de competitividad de sus empresas frente a
competidores chinos en sectores estratégicos y de alto valor añadido,

93
están defendiendo una actitud de recelo y blindaje en las políticas de la
UE hacia China, que se está traduciendo en medidas concretas como la
implementación mecanismos que controlen y frenen las inversiones de
capital chino tanto en sus propios países como en el resto de la Unión
Europea.

En segundo lugar, hay países que comparten los objetivos de los ante-
riores, pero son más reacios a la hora de aumentar el nivel de interven-
cionismo público en la economía para afrontar la competencia econó-
mica con China. Aquí estarían los Países Bajos, y los países nórdicos.

En tercer lugar, algunos países del sur y del este de la Unión como
Portugal, Italia o los Estados de los Balcanes, que son más receptivos
a seguir estrechando sus vínculos económicos con China, mostrando
un mayor interés por atraer inversiones y financiación chinas. Hay que
decir que España, aun en contra de sus propios intereses, está más cerca
de la posición de Francia y Alemania que de la de sus vecinos del sur
de Europa.

Un claro ejemplo de estas divisiones fue el Consejo de la Unión donde


el debate sobre las relaciones con China finalizó sin un comunicado
oficial, mientras al día siguiente el Gobierno italiano firmaba un me-
morandum de entendimiento para sumarse al proyecto estrella de la
política exterior de Xi Jinping, la Iniciativa de la Franja y la Ruta, pese
a recibir múltiples presiones de Washington y Bruselas en contra de la
iniciativa.

Con Italia, son ya 14 los Estados miembros de la UE que han firmado


algún tipo de acuerdo para participar en esta iniciativa, Austria, Bul-
garia, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Grecia, Italia, Letonia,
Lituania, Polonia, Portugal, República Checa y Rumanía.

Al mismo tiempo, se comprueba como una parte de la Unión Eu-


ropea trata de reconstruir puentes comerciales con EE UU, poniéndose

94
de su lado en la competencia con la potencia asiática; en este sentido
hay desasosiego por el volumen de capital chino que ya ha llegado a
los países de los Balcanes, algunos de ellos candidatos a acceder a la
Unión Europea. El capital chino ha apostado por grandes obras como
autopistas en Serbia y la línea ferroviaria entre Budapest y Belgrado. La
Administración de Xi ya logró en su día que su zona de influencia bajara
hasta el Mediterráneo, con la compra del puerto del Pireo, y a finales de
2018, Portugal puso a disposición del comercio con la potencia asiática
el puerto de Sines.

En definitiva las relaciones entre China y la Unión Europea, la colabo-


ración de esta en el bloqueo de Rusia, son una evidencia más de que es
necesaria una integración Europea que desborde tanto geográfica como
institucionalmente a la actual Unión Europea, que ha evidenciado que
es irreformable y que no ha sido construida para la defensa de los inte-
reses de los pueblos europeos en un mundo más competitivo, sino para
ser un instrumento del neoliberalismo para el control total del Planeta.

En este sentido, una Unión Europea, plenamente integrada en el


Eje del Atlántico Norte, no puede ver sino con recelos la huella que la
Nueva Ruta de la Seda va dejando en el continente, siendo grave que
estos recelos estén frenando la posibilidad de una mayor implicación
de la UE en las relaciones con China, entre otras cuestiones para poder
incidir en el desarrollo de una iniciativa, la Nueva Ruta de la Seda, a
la que hay que plantear condicionantes ecológicos y de equilibrios co-
merciales, para que alcance realmente los objetivos de ser un elemento
positivo para crear un nuevo orden internacional más justo, equilibrado
y socialmente avanzado.

95
Relaciones China - Rusia en el espacio euroasiático
Especial atención debemos prestar a las relaciones entre China y Rusia
en el marco de la Unión Económica Eurasiática, como expresión de la
estrecha coordinación y cooperación en los asuntos internacionales y re-
gionales que se va plasmando en iniciativas como, la Organización de
Cooperación de Shanghái, la Conferencia sobre la Interacción y Medidas
para Construir la Confianza en Asía, foro que busca reforzar la seguridad
y la estabilidad en Asia, BRICS, el Foro de ministros de Asuntos Exte-
riores de Rusia, China e India y el G-20, todo ello desde la base del Tra-
tado Chino - Ruso de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación.

De esta manera, se lanza la propuesta de construcción de un eje Eu-


roasiático que sea garantía de contrapeso a la extensión de la OTAN en
toda Europa que lo ha hecho hacia las mismas fronteras de Rusia, alen-
tado la guerra de Georgia contra Osetia y Abjasia, y apoyando al golpe
neonazi del Maidán en Ucrania.

En este contexto es como se deben analizar las implicaciones geopo-


líticas de la creciente cooperación entre Rusia y China, que se comple-
mentan en muchos terrenos y están decididos a enfrentar juntos los
desafíos de su relación con Occidente y los problemas en su área de
influencia.

Los primeros ejemplos de la aproximación de chinos y rusos y de su


alianza para el nuevo siglo fueron los ejercicios militares realizados en
el marco de la Misión de Paz 2005 y la Declaración Conjunta Chi-
na-Rusia para el siglo XXI, firmada en Moscú en julio del mismo año.
La declaración advertía que Moscú y Beijing rechazarían toda intromi-
sión de parte de “fuerzas extranjeras” y se opondrían a la imposición de
“modelos de desarrollo políticos y sociales” desde el exterior. La decla-
ración definía un nuevo nivel de las relaciones bilaterales pero era tam-
bién una respuesta a la llamada Doctrina Bush, adoptada por EEUU y
sus aliados tras los atentados del 11 de setiembre de 2001.

96
Un nuevo nivel en las relaciones bilaterales fue establecido a partir
de 2013, cuando Xi Jinping asumió la presidencia de China y eligió
a Rusia para su primer viaje internacional. Desde entonces, China y
Rusia participan en conjunto en organizaciones regionales de proyec-
ción estratégica, como la Organización de Cooperación de Shanghái
(Shanghái Cooperation Organization, SCO), fundada en 2001, inte-
grada también por Kazakstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán, y
a la que se integraron recientemente India y Pakistán, y como obser-
vadores, Afganistán, Bielorrusia, Irán y Mongolia. La SCO se ha am-
pliado desde entonces, con acuerdos en el terreno de la energía (petróleo
y gas) y en la promoción del comercio regional. Pero la ampliación más
importante fue en la esfera militar. Han ganado espacio aspectos de
seguridad, con intercambio de información entre los servicios de inteli-
gencia, e iniciativas tendientes a enfrentar el terrorismo, el separatismo
y el extremismo.

En la última década las relaciones comerciales entre Rusia y China


se ampliaron considerablemente. Hoy China es el principal socio co-
mercial de Rusia, que exporta principalmente hidrocarburos, la coo-
peración bilateral en el sector de la energía ha sido definida como de
máxima prioridad.

Algunos proyectos se destacan, como los que buscan promover el desa-


rrollo de la región del Ártico, de Siberia Oriental y del Lejano Oriente
de Rusia, buscando mejorar el nivel de vida de la población y detener la
creciente emigración. Detalle: los pagos recíprocos prevén la utilización
de monedas nacionales. Beijing y Moscú buscan disminuir la influencia
del dólar y, al mismo tiempo, evitar la exposición de sus economías a
riesgos cambiarios.

Esta coordinación no se queda aquí, sino que se amplía a través de


la Organización de Cooperación de Shanghái o el Banco Asiático de
Inversión en Infraestructuras, por ejemplo, donde Rusia es el tercer
contribuyente detrás de la propia China y de India. Si a ello se añade la

97
puesta en marcha del petro-yuan, que los dos países en octubre de 2018
decidieron vincular sus sistemas de pagos bilaterales, el China Unión y
el Karta Mir, para eludir el dólar, se puede establecer que se está cons-
truyendo una fuerte alianza que tiene es consciente de que al dejar de
comerciar en dólares o en moneda occidental, como el euro, el poder de
Occidente declina de forma considerable.

Como un dato más, hacer notar que China y Rusia comenzaron en


2015 a comerciar en rublos y yuanes de forma experimental, desde ese
momento esta forma de realizar los intercambios comerciales, no han
hecho más que crecer, del 2% del total del comercio entre ambos estados
en 2015 se pasó al 9% en 2016, fue del 15% en 2017 y llegará al 20%
en 2019. La importancia de este “experimento” si se tiene en cuenta que
estamos hablando en estos momentos de 130.000 millones de dólares
y podrá llegar a los 200.000 en 2024, es elimina el dólar como moneda
de reserva mundial, amenazando uno de los instrumentos de dominio
económico y político de EE.UU.

Dando toda importancia a la apuesta China por el eje eurasiático Xi


Jinping afirma textualmente que: “El presidente Putin y yo pensamos
que la asociación China-Rusia es integral y estratégica y ha llegado a
su madurez, mostrándose firme y estable”, de manera que por primera
vez el Presidente chino puso énfasis en la condición de “estratégica”,
añadiendo que la alianza entre China y Rusia “es la relación de más alto
nivel y estratégicamente más significativa entre los principales países del
mundo”.

La cuestión estratégica de las relaciones entre Pekín y Moscú se evi-


dencia en que de forma paralela a las relaciones comerciales y econó-
micas de todo tipo, cada vez mayor y más completa y en la coordina-
ción de ambos Estados en Asuntos Internacionales, tal y como se ha
podido observar en las reuniones del Consejo de Seguridad de la ONU
en relación a cuestiones como Siria, Venezuela, o Corea del Norte y no
hay que perder de vista que no solo están realizando maniobras y ejerci-

98
cios militares conjuntos desde el año 2015, sino que hay ya una alianza
militar funcional donde los generales rusos y chinos tienen reuniones
periódicas sobre la evolución de los respectivos ejércitos, las amenazas
a que ambos países se enfrentan y sobre la transferencia de tecnología
rusa a China.

España ante La Nueva Ruta de la Seda


En el marco de las relaciones Chino-europeas es interesante analizar
de una forma concreta, cómo puede situarse España ante la iniciativa
de la nueva Ruta de la Seda, en la que ya están implicados formalmente
algunos Estado de la Unión Europea. En este sentido es importante
empezar por resaltar la necesidad de que nos acerquemos, analicemos,
y planteemos el papel de España en relación con esta iniciativa desde la
defensa de nuestros propios intereses y no desde el papel dependiente
en el que nos sitúa nuestra pertenencia a la Unión Europea y en la
OTAN.

De esta manera tenemos que tener en cuenta, que para empezar a


plantearnos como enfocar la posición española, es necesario tener muy
claro a la hora de acercarnos a la posibilidad de participar en iniciativas
de cooperación con China, hay que partir del máximo respeto a su inte-
gridad territorial y al derecho que tiene la República Popular de China
para organizar su estructura economía, institucional, su vida política,
como entiendan que mejor le interesa a su pueblo. Se trata, ni más ni
menos, que desterrar cualquier intento de injerencia política, abando-
nando cualquier vestigio de pensamiento colonial.

Dejada esta cuestión clara, vengo a plantear que es el momento de


que el Gobierno, los partidos políticos y los agentes sociales y econó-
micos del Estado español, entiendan la necesidad de recoger el guante
que desde China se está lanzando al proponer avanzar hacia un mundo

99
multipolar, en el que las relaciones internacionales se planteen desde
el esquema Ganar-Ganar, de manera que se desarrolle un intercambio
cultural, social y comercial justo y equilibrado entre las naciones del
Planeta en beneficio de sus respectivos pueblos.

De esta manera, para hacer realidad cualquier tipo de cooperación, es


necesario que se entienda que hay que resistir las presiones que desde la
Administración Trump se están realizando para poner todas las trabas
posibles y frenar cualquier proyecto que sociedades o empresas chinas
quieran desarrollar en España, con el objetivo de mantener aislada a
China, entablando una serie de guerras comerciales en las que todos
perderemos.

En este marco, España debe plantearse si se decide a formar parte del


grupo de países europeos con relaciones preferenciales con China, o
sigue supeditando su política exterior a lo que le “manden” desde otros
centros de decisión, para ello el Gobierno de España debe plantearse
una estrategia, que agudice el ingenio y sobre todo que aporte energía
positiva para incorporarse a este gran proyecto de alcance mundial.

Potenciar los vínculos económico-comerciales y enfatizar el diálogo cul-


tural, aprovechando el creciente interés por la cultura española que se está
desarrollando en China, son los dos ejes esenciales para que España se
sume de modo activo a esta ruta internacional de intercambio. Participar
de esta arteria logística implica sumarse de inicio a una gran transforma-
ción cultural y geoestratégica que prefigura la integración de Eurasia.

China y España pueden jugar un papel importante en mejorar las


reglas internacionales cuando estás sean injustas y desequilibradas, para
conseguir el objetivo de que las Naciones Unidas jueguen un papel
más activo en frenar la tensión y el militarismo que parece avanzar en
algunos lugares del Planeta y que puede poner en peligro el futuro de
la Humanidad.

100
En este sentido, España puede y debe ser uno de los puentes para que
la Ruta y la Franja, pase de Europa a la América Latina, aprovechando
que, perteneciendo a la UE, al mismo tiempo, compartimos relaciones
comerciales, lengua, historia y cultura con esta región del Planeta, que
ya cuenta con importantes actuaciones chinas, estamos, por tanto, en
magníficas condiciones para participar en este proyecto de cooperación
comercial, social y cultural.

Al mismo tiempo en estos momentos la iniciativa una Franja y una


Ruta supone el reto de conectar la totalidad del planeta y aquí aparece la
necesidad de un desarrollo coordinado de las rutas terrestre y marítima
en una acción realmente global, cuestión que no se puede desligar de
la necesidad de desmilitarizar el mar, de recuperar el mar como vía de
comunicación, de contacto entre culturas y no zona de guerra.

De esta manera se abre la necesidad de conjugar las vías terrestres y


marítimas de esta iniciativa, de manera que se complementen en fun-
ción de cómo optimizar los recursos y dar respuesta a las necesidad de
cada Estado que se incluya en el proyecto de una Franja y una Ruta,
hay que reconocer que en los últimos tiempos la vía marítima ha sido
despreciada en favor de la terrestre o a aérea, quizás sea el tiempo de
volver la vista al mar y redescubrir sus tremendas fortalezas como vía de
comunicación y relación entre pueblos, claro que esta cuestión reque-
riría dedicar esfuerzos y recursos a la investigación y el desarrollo de los
medios de transporte y comunicación marítimos.

De esta manera, el desarrollo de esta iniciativa también será una oportu-


nidad para mejorar un medio de transporte que necesita indudablemente
una actualización para que sea competitivo, ágil y útil; la esencia del pro-
yecto del que estamos hablando es precisamente servir de estímulo a la
mejora de las relaciones entre pueblos, de forma concreta desde España se
puede presentar los Puertos de Barcelona y Algeciras como el enlace de la
ruta mediterránea hacia la América Latina y el Caribe.

101
Por lo tanto, como se puede apreciar, estamos ante una gran oportu-
nidad que hay que saber aprovechar, eso sí, aprovechar esta ocasión no
puede suponer una incorporación ciega a la iniciativa, al contrario, debe
suponer una participación que mantenga todas las garantías de las bases
de un comercio justo, un control medioambiental y una capacidad de
decisión en las cuestiones que afecten directamente a los intereses y a
las personas en España, es decir, plantearse la incorporación desde la
igualdad en las relaciones hispano-chinas y no desde la sumisión a la
que estamos acostumbrados en las relaciones de España con los EE.UU.

Presencia de China en Africa


Cuando en 2007, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó una
resolución sobre violaciones a los derechos humanos de Corea del Norte,
solo 10 de los 56 países africanos votaron con la coalición occidental
liderada por Estados Unidos, por el contrario, una abrumadora mayoría
siguió a China, bien con un voto en contra o con una abstención sobre la
resolución. Junto a esto, es revelador el hecho de que más países africanos
asistieron al FOCAC que a la Asamblea General de la Organización de las
Naciones Unidas, realizada en el mismo mes en Nueva York.

En junio, 43 países africanos redactaron una declaración para opo-


nerse al poder de veto de Estados Unidos sobre el nombramiento de
los miembros del Órgano de Apelación de la Organización Mundial
de Comercio (OMC); una vez más, una mayoría de países africanos se
pusieron del lado de China.

Esta situación no es fruto de la casualidad, sino que se corresponde con


una realidad que sitúa a China como el mayor socio comercial de África
financiando más de 3.000 proyectos importantes de infraestructura bá-
sica del continente. En estos momentos más de 10.000 firmas chinas
operan en África y ocupan casi 50 por ciento del mercado de construc-

102
ción contratado internacionalmente en este continente. El comercio
chino-africano superó el 700%, la inversión de China ha impulsado el
crecimiento económico africano y ha ganado influencia política sobre
los líderes africanos dispuestos, que necesitan ayuda técnica y desarrollo
de infraestructura.

El presidente chino, Xi Jinping, prometió que China proporcionará


60.000 millones de dólares adicionales en apoyo financiero a África,
durante una cumbre en Beijing del Foro para la Cooperación entre
China y África (Focac), que impulsa la inversión extranjera directa y los
créditos para el desarrollo de infraestructuras.

Lo más importante es que China ha demostrado que el modelo de


desarrollo dominante en Occidente, caracterizado por políticas econó-
micas neoliberales y principios políticos democráticos no es el único
modelo de relaciones internacionales. Al hacerlo, China está despla-
zando la mirada de los asuntos mundiales hacia Eurasia, hacia Beijing.

En sus relaciones con África, el estado chino dice basarse en los prin-
cipios de sinceridad, honestidad, afinidad y franqueza planteando la
creación de un marco institucional para constituir una Asociación es-
tratégica de cooperación integral fortalecimiento cinco pilares sobre los
que construir unas nuevas relaciones entre África y China.

Estos cinco pilares se pondrían resumir en mantener la horizontalidad y


el respeto a la soberanía mutua en el ámbito político, desde la confianza
que se deben tener dos socios bien avenidos. Para esta cuestión es nece-
sario el respeto a los respectivos caminos que cada Estado decida tomar
en la lógica de que cada pueblo tiene el derecho a decir su propio futuro.

En segundo lugar, se considera imprescindible decidir conjuntamente


las prioridades de inversión para romper la lógica colonial en la que es
la metrópolis quien decide las prioridades en función de sus propios
intereses.

103
En tercer pilar es el reconocimiento de la diversidad cultural como
una riqueza acumulada durante siglos, aprovechando los intercambios
culturales y el aprendizaje mutuo, promoviendo todo tipo de relaciones
entre jóvenes, mujeres, medios de comunicación, centro de enseñanza.

En cuarto lugar, se considera positivo mantener la vigilancia y asis-


tencia mutua en materia de seguridad, entendiendo que la pobreza es
la causa fundamental del caos y la inseguridad que impera en amplias
zonas del Planeta, siendo por tanto el desarrollo y la mejora de las con-
diciones de vida la clave para construir un mundo más seguro y pacífico.

China considera que los Estados africanos tienen derecho a solucionar


sus problemas siguiendo sus propios criterios, de manera que se atajen
las causas de pobreza, marginación y atraso cultural y educativo para
desarrollar sociedades estables y consolidadas institucionalmente.

Al mismo tiempo, desde China, se plantea la coincidencia en un am-


plio número de asuntos internacionales, para lo que es positivo, forta-
lecer la coordinación en propuestas encaminadas a cambiar las reglas de
la gobernanza global para hacerla más justa y equitativa defendiendo
que tanto las NN.UU. como otros organismos internacionales reco-
nozcan la necesidad de compensar a África por los años que ha sido
saqueada por el colonialismo.

De manera especial, se plantea la necesidad de resolver tres cuestiones


clave para facilitar la incorporación de los pueblos africanos a unas con-
diciones de vida acorde con los tiempos actuales, estas serían: mejorar
las infraestructuras atrasada, resolver la falta de profesionales y personal
de valía, pero sobre todo resolver la falta de fondos para mejorar las
otras dos cuestiones y conseguir un desarrollo estable y equilibrado.

Esta falta de fondos está ligada a la explotación que África por las
Metrópolis Coloniales, que han extraído materias primas e incluso se-
cuestrado personas como esclavos sin preocuparse de las condiciones de

104
atraso y pobreza en las que vivían los pueblos africanos.

El desarrollo de la agricultura como base para la creación de una indus-


tria local es el objetivo de las inversiones internacionales que se tienen
que reclamar en las instituciones internacionales para África,

Cuando en 2020 se cumplen 20 años de la creación del Foro de Coo-


peración China-África y se han multiplicado exponencialmente las re-
laciones comerciales y las inversiones no financieras, siendo un ejemplo
de cooperación Sur-Sur en el marco de un mundo multipolar, es intere-
sante recordar que ya en el año 2016, durante una reunión que sostuvo
el presidente chino Xi Jinping con el Secretario General de Naciones
Unidas, el Jefe de Estado chino afirmó que la iniciativa de la Franja y la
Ruta podía contribuir con las Naciones Unidas en la implementación
de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030, un conjunto de ambiciosas
metas, que contempla la erradicación de la pobreza y el hambre.

De esta manera, las cinco áreas prioritarias de la iniciativa de la Franja


y la Ruta, que podemos concretar en: la cooperación, las políticas, la
construcción de infraestructura, la promoción del comercio, y una
nueva fase en las relaciones financieras y el intercambio entre los pue-
blos, están estrechamente vinculadas con los 17 objetivos establecidos
por la Agenda de la ONU de Desarrollo Sostenible 2030, lo cual per-
mitiría a Naciones Unidas abrazar la iniciativa china. Incluso existe
también una gran similitud entre la Agenda de Naciones Unidas 2030
con los objetivos establecidos en la Agenda de la Unión Africana 2063.

Por ejemplo, la meta establecida por Naciones Unidas para acabar con
la pobreza y el hambre, se corresponde con uno de los objetivos de la
agenda de la Unión Africana 2063, para “alcanzar un alto estándar y ca-
lidad de vida para el pueblo africano”. El objetivo de Naciones Unidas
de desarrollar una educación inclusiva también está en concordancia
con los objetivos de la Agenda Africana 2063.

105
De esta manera la iniciativa de la Franja y la Ruta puede ser realmente
un componente vital en la reducción del déficit de infraestructuras en
África, así como un mecanismo para acelerar la transformación estruc-
tural de dicho continente; el reto es conseguir que el desarrollo de esta
iniciativa evite derivar hacia posiciones neocoloniales más o menos en-
cubiertas y se haga realidad los planteamientos del propio Gobierno
chino de que sea una cooperación donde todos ganen. En este sentido
la política comercial tiene que evitar los problemas que plantean los
Tratados de Libre Comercio que desde los EE.UU. y la Unión Europea
se están planteando con respecto a países del llamado tercer mundo.

En paralelo a las posibilidades que se abren para el continente afri-


cano con la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda, es imprescindible
contemplar los impactos medioambientales que pueden suponer los
importantes proyectos que se tienen que realizar para situar el conti-
nente africano en unas condiciones de vida equiparables a otras zonas
del Planeta, cuestión que también se tiene que aplicar al conjunto de los
proyectos que desarrollará la Nueva Ruta de la Seda.

Aunque es verdad que hay que tener en cuenta que África no tiene
culpa alguna en que el desarrollo del llamado primer mundo esté lle-
vando al Planeta a la mayor crisis energética de la historia, también es
verdad que se tienen que realizar las inversiones y desarrollar los pro-
yectos desde un mayor cuidado medioambiental que asegure la sosteni-
bilidad del Plantea en la que África juega un papel determinante.

106
Papel de China en América Latina y el Caribe
Cuestión importante por lo que afecta a una región de especial interés
para los EE.UU. es la presencia de China en la América situada al sur del
Rio Grande, lo que los norteamericanos consideran groseramente como
su patio trasero, con derecho a poner y quitar gobiernos para asegurarse el
dominio sobre los recursos naturales y las riquezas de la región.

La realidad es que hoy se está incentivando las relaciones comerciales y


económicas de China con diversos países de América Latina, presentán-
dose en este momento una situación en la que es necesario avanzar en la
superación de dos limitaciones importantes:

La naturaleza de las corrientes comerciales entre la región y China es


casi exclusivamente interindustrial, China vende bienes manufacturados
a América Latina y el Caribe y la región le vende al país principalmente
materias primas. Ello dificulta que exista una mayor densidad del co-
mercio, deja menos espacio para inversiones conjuntas y limita una in-
serción más eficaz de los países de la región en las cadenas productivas
de Asia y el Pacífico, que tienen cada vez más un carácter intraindustrial.

Está marcada diferencia en la especialización productiva y comercial


atenta contra mayores niveles de cooperación recíproca y reduce las po-
sibilidades de mayores alianzas productivas, tecnológicas y comerciales.
Avanzar, pues, en la diversificación del comercio regional con China
generaría también mejores condiciones para estimular esas alianzas, las
inversiones recíprocas y un intercambio comercial con mayores compo-
nentes de innovación y cambio tecnológico.

Es preciso que los países latinoamericanos y caribeños examinen la in-


tegración productiva que se está gestando en Asia, en torno a China, y
procuren incorporarse a las cadenas de valor que allí se están formando.

Para ello, se deberían estimular las inversiones chinas en América Latina

107
y el Caribe y las regionales en China, así como las alianzas entre actores
empresariales locales y chinos, emulando la experiencia asiática de inte-
gración productiva en torno a cadenas de valor regionales o subregionales.

También es posible superar la marcada asimetría entre el creciente


intercambio comercial y las reducidas inversiones recíprocas. En este
aspecto, la tarea principal radica en los gobiernos de la región y con-
siste en estructurar un paquete consensuado de iniciativas de inversión
que puedan atraer el interés de la banca, las empresas y el Gobierno de
China, lo que implica recuperar la dinámica de una integración terri-
torial independiente que los EE.UU. pretenden evitar utilizando todos
los medios a su alcance.

La inversión de este país en proyectos de infraestructura y de energía


no solo permitiría fortalecer las relaciones económicas entre la región
y China, sino que también generaría circunstancias positivas para el
propio proceso de integración regional latinoamericano. Los proyectos
de infraestructura definidos en el ámbito de la Iniciativa para la Inte-
gración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) y del Pro-
yecto Mesoamérica aparecen como candidatos naturales en este sentido.

Al mismo tiempo hay que señalar que persisten algunos problemas


de acceso a los mercados asiáticos. En Asia y el Pacífico se aplican altos
niveles de aranceles a los productos agrícolas y a algunas manufacturas
basadas en recursos naturales, precisamente los rubros en los que Amé-
rica Latina y el Caribe tienen mayor interés de exportación y grandes
ventajas comparativas. Por lo tanto, el desafío de la región es participar
más activamente en las cadenas de producción y distribución asiática
con exportaciones a las que se aplica el más alto nivel de protección para
acabar con esta situación desigual.

En este sentido, se hace cada vez más necesario que América Latina y
el Caribe se inserten de mejor forma en las redes productivas y de nego-
cios que se están construyendo en Asia y el Pacífico y cuyo eje es China.

108
La reciente tendencia a la consolidación de relaciones comerciales por
medio de la firma de acuerdos transpacíficos tiende a facilitar la incor-
poración, si bien es necesario complementarla con avances significa-
tivos, tanto en la diversificación exportadora como en la integración
regional.

En efecto, como ya se ha señalado, la integración regional no solo


es plenamente complementaria de una incursión más enérgica en los
mercados asiáticos, sino que es una condición para el éxito. Los es-
fuerzos de acercamiento de la región a Asia y el Pacífico, y a China en
particular, han sido en gran parte esporádicos y de países aislados, con
la excepción del Foro del Arco del Pacífico Latinoamericano, este Foro
registra avances en la definición de los métodos y modalidades de la
negociación de un acuerdo para facilitar la acumulación de origen, a lo
que se suma el activo trabajo de los demás grupos constituidos para el
desarrollo de una agenda común.

Ha llegado el momento de otorgar un nuevo impulso a esta inicia-


tiva, que permita reforzar su identidad como un grupo de países que
están llevando adelante una agenda de liberación del comercio y faci-
litación de flujos de inversiones no solo entre los 11 países miembros,
sino también hacia Asia y el Pacífico. En particular, una estrategia de
acercamiento a Asia requiere avanzar hacia una mayor formalización
institucional del Foro.

Los países miembros del Foro del Arco del Pacífico Latinoamericano
deberán responder pronto con una estrategia propia sobre su acerca-
miento estratégico hacia China. Para ello, se requiere algunas reuniones
técnicas y una cumbre de jefes de estado de los países latinoamericanos,
con el objeto de elaborar un programa de iniciativas en materia de co-
mercio e inversión que contribuya a reforzar los vínculos comerciales y
económicos con la Región de Asia Pacifico.

De esta forma, el Foro del Arco del Pacífico Latinoamericano podría

109
constituirse en un interlocutor calificado del mundo asiático, partiendo
por desarrollar encuentros técnicos y políticos con los países asiáticos,
especialmente los de la ASEAN. Una idea más ambiciosa sería la pro-
moción del comercio y la inversión entre los países del Arco del Pací-
fico, mediante la simplificación y armonización de las normas de origen
incluidas en la mayoría de los tratados de libre comercio firmados entre
sus miembros, complementada con una mayor flexibilidad en la acu-
mulación de origen entre dichos acuerdos o incluso mediante la nego-
ciación de un área de libre comercio entre el Arco del Pacífico y China.

En este sentido, Chile, Costa Rica y el Perú, tres países latinoameri-


canos que han firmado un tratado de libre comercio con China, debe-
rían desempeñar un papel fundamental en la coordinación de las po-
siciones y la labor conjunta en los distintos frentes. La relación entre
China y América Latina y el Caribe está madura para dar un salto de
calidad.

La primera década de este siglo mostró un avance impetuoso en las


relaciones comerciales de la región con China. En pocos años, China se
ha transformado en un socio destacado y relevante en las estrategias de
comercio e inserción internacional de nuestros países.

Hay condiciones de madurez para dar nuevos pasos, avanzando hacia


un vínculo estratégico que proporcione beneficios mutuos. Para ello,
los países de América Latina y el Caribe deberían redoblar sus esfuerzos
para diversificar sus ventas a China, incorporándoles más valor y cono-
cimientos, estimular alianzas empresariales, comerciales y tecnológicas
con sus pares chinos y promover inversiones latinoamericanas en China
y en Asia y el Pacífico que faciliten una mayor presencia regional en las
cadenas de valor asiáticas, estructuradas en torno a China.

Es, por tanto, el momento apropiado para definir, de manera concer-


tada, las prioridades regionales en las relaciones con los países asiáticos,
proponiéndoles una asociación estratégica de beneficio mutuo. Lo más

110
urgente es que los gobiernos de la región puedan avanzar en la concre-
ción de una agenda regional de comercio, inversión, infraestructura,
logística, turismo e intercambios tecnológicos que pueda motivar un
acercamiento estratégico con China, aprovechando el dinamismo de
su economía, para inducir en la región un patrón de crecimiento que,
además de estable y elevado, sea más sustentable, con mejores repercu-
siones sociales y más apoyado en la innovación.

Por su parte, China podría dar buen uso a sus elevadas reservas in-
ternacionales apoyando las inversiones sugeridas más arriba, así como
aprovechar su presencia en la banca multilateral regional para favorecer
proyectos que apoyen la modernización productiva, tecnológica y ex-
portadoras de las Pymes latinoamericanas y caribeñas. También podría
estimular un intercambio más activo entre universidades y centros tec-
nológicos y un diálogo más intenso entre organizaciones empresariales,
de modo que se consiga explorar y promover agendas de intereses mu-
tuos que permitan anticiparse a eventuales controversias comerciales,
superándolas por el camino del diálogo y los beneficios compartidos.
América Latina y el Caribe podrían responder pronto con un docu-
mento que defina los lineamientos estratégicos con respecto a China.

De esta manera China ya formuló una política exterior hacia América


Latina y el Caribe, plasmada en un documento oficial en el que se re-
conocen las potencialidades de la región para avanzar hacia el fortaleci-
miento de una cooperación integral que abarque las relaciones políticas
y económicas, e incluya el comercio, las inversiones, las finanzas, la agri-
cultura, la industria, infraestructuras, los recursos naturales, la energía
y el turismo, así como las cuestiones sociales, culturales, judiciales y de
seguridad.

La coordinación regional para definir una primera reacción frente al


Libro Blanco sobre las relaciones entre China y América Latina, es-
tableciendo mesas de diálogo técnico, generaría mejores condiciones
para aspirar en los próximos años a materializar una cumbre de jefes de

111
Estado de China y América Latina que podría definir una agenda com-
partida de proyectos de comercio e inversión para atraer inversiones
chinas y diversificar el comercio con ese país. Ello, sin perder de vista
que el objetivo central ha de ser siempre reforzar los vínculos entre las
riberas del Pacífico y del Atlántico de América Latina en primer lugar y,
en segundo lugar, entre ambas y Asia y el Pacífico.

Desde estos parámetros se comprueba que la extensión de la Franja y


la Ruta hacia América Latina en los próximos años, no parte de la nada,
sino que sostiene en el marco de un vínculo heredado de años de rela-
ciones comerciales, pero nadie duda que este proyecto generará más di-
namismo en las relaciones entre China y América Latina. Hasta ahora,
varios países de América Latina han expresado su voluntad de participar
en La Franja y la Ruta, sin embargo, todavía no se ha presentado un
plan claro sobre su diseño y su alcance.

En todo caso se puede considerar que existen cinco puntos que se


pueden plantear como vitales en la estructuración formal de la pro-
puesta, con el objetivo de definir una vía más concreta para su desa-
rrollo: coordinación de políticas, conectividad de las instalaciones,
desarrollo de un comercio justo en el que las dos partes ganen desde
una relación entre iguales, relaciones financieras justas y mejora de la
movilidad

Por otra parte es una buena referencia que la Propuesta Agenda 2020
de la Comunidad de Estudios Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)
plantea que los cinco ejes sectoriales son: reducción de la pobreza y la
desigualdad; educación, ciencia, tecnología e innovación; medio am-
biente y cambio climático; infraestructura y conectividad, y financia-
miento para el desarrollo.

En consecuencia se puede comprobar cómo coinciden con los obje-


tivos que propone la Iniciativa, con los que se plantea la Agenda 2020
de acuerdo con el reconocimiento de los que tiene que afrontar la in-

112
tegración territorial de la América Latina, la pobreza, la marginalidad
y la exclusión de gran parte de la población, destacando que entre los
factores principales causantes de esta situación, se encuentran la falta
de acceso a la educación y la falta de infraestructura, circunstancias que
contribuyen a la formación de un círculo vicioso de desigualdad en la
región.

La desigualdad social está directamente relacionada con el acceso y la


calidad de la educación. La educación contribuye a la construcción de
una sociedad más equitativa, pero las condiciones de injusticia social
obstaculizan el desarrollo educativo en América Latina. Esta región, a
lo largo de su historia, ha visto directamente la relación entre sistemas
educativos obsoletos y su falta de acceso para gran parte de la población;
por ello, deberá ser el estado y no sólo la iniciativa privada, el agente que
genere mayores infraestructuras educativas.

De esta manera, la calidad de los sistemas educativos debe ser un


factor que contribuya significativamente a la reducción de la pobreza,
a la consolidación de la igualdad social, la estabilidad y la mejora en las
condiciones de calidad de vida de los pueblos, generando que la Franja
y la Ruta se desenvuelva como una política de Estado a largo plazo para
los países latinoamericanos, más allá de los cambios de gobierno.

Al mismo tiempo hay que señalar que el impacto destructivo de la


extrema desigualdad sobre el crecimiento sostenible y la cohesión so-
cial es evidente. De esta manera, aunque América Latina ha dado un
paso adelante en reducir la extrema pobreza en los últimos diez años de
gobiernos progresistas sigue siendo una de las regiones más desiguales
del mundo. El desafío para la aplicación de la Franja y la Ruta en esta
zona en el marco de la Agenda 2020, debe ser lograr un crecimiento
económico inclusivo que se traduzca en un desarrollo sostenible que
mejore la educación y la calidad de vida de la mayoría de la población.
Las políticas neoliberales que actualmente plantea recuperar la ofensiva
que los EE.UU., está desarrollando en América Latina utilizando todos

113
los recursos, legales e ilegales a su alcance, lo que proponen es dejar al
mercado actuar sin control, aumentando las brechas de desigualdad.

Pues bien la Nueva Ruta de la Seda puede suponer un mayor inter-


cambio comercial más integrador siempre que sea el Estado el instru-
mento regulador y sobre todo promotor del desarrollo económico. En
síntesis, esta iniciativa si se desarrolla en un plano de igualdad, se puede
convertir en el gran instrumento para sostener políticas incluyentes a
través de acciones redistributivas del ingreso y de generación de grandes
obras de infraestructura, debiendo incluir las relacionadas con la edu-
cación y el fortalecimiento de las redes virtuales para el comercio, que
incorpore a las pequeñas y medianas empresas.

114
Capítulo 5.
ALGUNAS CUESTIONES CLAVES
EN CHINA HOY
Retos, dificultades y consolidación institucional
de la Política de Apertura y Reformas
La Gobernabilidad en China hoy
En paralelo al desarrollo económico y la construcción de lo que deno-
minan una sociedad modestamente acomodada, desde el Partido Co-
munista Chino se plantea la persistencia en fomentar un amplio frente
único patriótico recabando la unidad de diversos partidos, agrupaciones
étnicas y la consulta democrática, como base de la construcción del so-
cialismo con características china.

Xi Jinping es plenamente consciente de la necesidad de construir me-


canismos de toma de decisiones participativos que reflejen la voluntad
del pueblo, aumentando la transparencia como instrumento que mejor
garantiza que las actuaciones gubernamentales se corresponden con los
intereses y las aspiraciones del pueblo.

Al mismo tiempo que se desarrolla una democracia participativa y pro-


tagónica, es necesario proclamar el imperio de la Ley logrando elevar
el nivel de la administración pública como mejor garantía de lo que es
realmente un Estado Socialista de Derecho.

El sistema de Asambleas Populares junto con una cooperación mul-


tipartidaria bajo la dirección política del Partido Comunista de China
tiene que ganarse su papel hegemónico en el trabajo diario. También
se reconoce un sistema de autonomías étnicas regionales que permite la
expresión de los 56 grupos étnicos existentes en China.

No es fácil conseguir regular eficazmente las relaciones entre partidos


políticos, etnias, religiones, sectores sociales, lenguas y culturas dife-
rentes, así como mantener una relación entre la población que reside
fuera de china, de manera que el Gobierno chino y su presidente son
conscientes de que fortalecer la cohesión de la nación y la estabilidad
política no se puede conseguir por la fuerza sino que es necesario al-
canzar un consenso que permita la implicación de la mayoría de la po-
blación en el desarrollo de las fuerzas productivas para avanzar en una

117
modernización que consiga mejorar el nivel de la vida del pueblo en un
sentido integral, no solo el económico/consumista.

Solamente en la medida que el pueblo compruebe como la mejora del


nivel de su vida está relacionada con el desarrollo del socialismo con
características chinas, reconocerá el papel diferente del PC de China.
Siendo consciente de que el modelo chino no es exportable ya que las
circunstancias que se dan en China son únicas en todo el Planeta, tanto
para lo positivo como para lo negativo, también es verdad que de su
estudio se pueden sacar enseñanzas de carácter general, por ejemplo en
relación al papel del mercado en una economía no capitalista o sobre
como activar mecanismos de relaciones comerciales que no estén ba-
sadas en esquemas coloniales y que puedan sacar provecho de la rela-
ción directa entre pueblos.

Elemento clave en el desarrollo de la democracia socialista es el ca-


rácter protagonista de la toma de decisiones que le afectan en su vida
diaria. Una cuestión a tener en cuenta, como diferencia entre una de-
mocracia representativa y una protagónica popular, es que la primera
tiene su legitimación exclusivamente en la legislación electoral, en el
segundo caso, con una normativa que regule los procesos electorales,
su máxima legitimidad se adquiere con una alta participación. Es decir,
que mientras unas elecciones a la presidencia de los EE.UU. pueden
asumir una participación menor al 50% de la población, sin que nadie
cuestione su legalidad, los resultados para que sean admitidos por la
Corte Electoral, cualquier elección en China tienen que contar con una
altísima participación para ser legitimada de manera que no solamente
sea una democracia formal sino que sea realmente protagónica.

Estamos por tanto ante la necesidad de reglamentar un sistema de


democracia participativa para que no se caiga en la tentación de utilizar
al Pueblo para legitimar ciegamente las decisiones que se toman en las
elites dirigentes. La participación debe ser real, de manera que se rea-
justen los procesos en función de la voluntad popular y la adaptación

118
a la realidad, es decir que se respete la voluntad popular, sin dejar de
tomar en consideración los intereses y necesidades de las minorías.

En este marco el papel dirigente del PC de China tiene que corres-


ponder a su capacidad de ganar la confianza y apoyo del Pueblo, para
ello tiene que tener la capacidad para sintetizar y expresar públicamente
el resultado de las aportaciones de todos los instrumentos de participa-
ción y decisión existentes en el complejo entramado institucional que
hoy es la República Popular China.

Frente a quienes desde el exterior o el interior sueñan con derribar el


sistema socialista y reinstaurar el capitalismo en China, para Xi Jinping
no hay otra barrera que el apoyo del Pueblo, expresado en su implica-
ción en la vida social e institucional y en el reconocimiento del papel
dirigente del PC de China. En este campo hay mucho que trabajar,
mucho que perfeccionar pero la cuestión es tener claros los objetivos a
conseguir y los instrumentos a utilizar, el resto es la determinación en
mantener firme el timón, y ser capaz de utilizar la dialéctica socialista
para adaptarse en cada momento a una realidad cambiante.

En este sentido para el Presidente de China es indispensable unificar


la “ doctrina del centro gravedad” con la “doctrina de que todo tiene
dos aspectos” para saber discernir entre las contradicciones principales
y las secundarias estableciendo claramente prioridades en las acciones
de gobierno en función de las urgencias, al tiempo que se toman en
consideración el tiempo, el lugar y las condiciones concretas en las que
se desarrollan las iniciativas de desarrollo para alcanzar los objetivos
programados.

Cuestión fundamental es mejorar el sistema de comunicación de las


organizaciones de base con las masas en un canal de doble vuelta con
el fin de que el pueblo tenga la capacidad suficiente para administrar
adecuadamente sus propios asuntos. No estamos hablando solamente
de información, sino de establecer una relación que desarrolle el nivel

119
cultural, educativo, de un pueblo que adquiera una capacidad de su-
pervisar las actuaciones del Poder en todos los niveles. En este camino,
China ha realizado cambios en los cuerpos legislativos de la nación que
le han permitido ir acondicionando su política a los nuevos tiempos, ir
actualizándose y fortaleciendo la hoja de ruta para lo que han definido
como la «gran revitalización de la nación», marcada por un liderazgo
estable, fuerte y consistente que les permita concretar sus planes de de-
sarrollo e intercambio a largo plazo.

Sumando a este esfuerzo una incesante lucha contra la corrupción y el


burocratismo, sobre todo a partir del 2012, en que se lanza una fuerte
campaña anticorrupción bajo el propio liderazgo del Partido Comu-
nista Chino y desde sus propias filas, y que han llegado a todos los
sectores de la sociedad, mientras se revitaliza el valor del trabajo, de la
disciplina y responsabilidad social a todos los niveles.

La Mujer en la sociedad China


En la Republica Popular de China la mujer no escapa a la situación de
desigualdad que sufre en un mundo patriarcal, por ello, una cuestión
básica para alcanzar la plena institucionalización del proceso de cons-
trucción del socialismo con características chinas, es conseguir avanzar
en la plena integración de la mujer en la vida social, económica y polí-
tica de China en igualdad con el hombre.

En este sentido, hay que señalar que los gobernantes chinos en su


desarrollo de la Política de Apertura y Reformas deben ser plenamente
consciente de que no se puede esperar que una nueva legislación sea por
sí sola, una varita mágica en la difícil tarea de sumar una mayor fuerza
femenina a la consolidación de una sociedad modestamente próspera y
a la tarea de revertir los embates del envejecimiento poblacional.

120
Es verdad que la proclamación de la Revolución Popular China, re-
presentó una transformación del país que caló profundo en cada sector
de la sociedad, de manera especial en el papel de la mujer china, que
hasta ese entonces podría quedar definido en un término, obediencia y
plena sumisión.

La creencia en la superioridad del hombre dentro de la familia y la


sociedad sobre la mujer, sostenida por la más reaccionaria de las ramas
del pensamiento tradicional llevó a la concepción de que esta debía
obedecer siempre, primero a su padre, luego a su esposo y, si quedaba
viuda, a su hijo. Para consolidar esta dependencia la mujer no trabajaba,
tenía que admitir el apellido de su pareja y ni siquiera tenía derecho al
divorcio, en cambio el hombre sí tenía derecho a repudiar la mujer que
no le resultaba conveniente, es decir la mujer china vivía en pleno siglo
XX en condiciones del S.XV.

La llegada al poder de Mao Zedong y del Partido Comunista de China,


se abrió una nueva etapa para el desarrollo y empoderamiento de las
mujeres, dejando desde el punto de vista legal atrás supersticiones, li-
najes y patriarcado. En una ocasión, el líder máximo de la revolución
china afirmó que “con el fin de construir una gran sociedad socialista,
es de suma importancia movilizar a las grandes masas de mujeres para
que se incorporen a las actividades productivas. (…) Solo en el proceso
de la transformación socialista de la sociedad en su conjunto se podrá
alcanzar una auténtica igualdad entre ambos sexos”.

De esta manera, la Constitución –aprobada pocos años después de


que Mao asumiera la máxima dirección del país– abrió una nueva pá-
gina para la emancipación de la mujer, al defender la igualdad de gé-
nero y alentarlas a salir de la confinación del hogar a la que, hasta ese
entonces, estaban obligadas. Años antes de la aparición de esta Carta
Magna se había promulgado la primera Ley Matrimonial en el gigante
asiático, gracias a la cual se anularon de forma definitiva los casamientos
impuestos y forzados, característica de la China antigua.

121
Sin embargo a pesar de los esfuerzos y de los logros alcanzados en
el sentido de conseguir la igualdad entre mujeres y hombres, todavía
queda mucho por conseguir: por ejemplo, en algunas ocasiones las mu-
jeres, para ser aceptadas y lograr promover, tienen que retrasar la an-
siada maternidad e incluso exponerse a indiscretas preguntas sobre su
fertilidad y deseos de tener hijos durante las entrevistas o evaluaciones
de rigor.

Frente a esta situación el Gobierno chino se ha pronunciado, advir-


tiendo de fuertes multas para los empleadores y agencias que no res-
peten la privacidad de sus empleadas, elaborando una Ley contra la dis-
criminación laboral de la mujer que prohíbe preguntar en las entrevistas
de trabajo por el Estado Civil, o si se tienen hijos, pero sobre todo ha
reaccionado planteando la aprobación de una Ley contra la Violencia
Doméstica que permite instrumentos para luchar contra esta forma de
violencia que es común a todo el Planeta

En este avance legislativo, que pretende hacer efectiva esa plena in-
tegración de la mujer en todos los aspectos de la vida, tiene un papel
fundamental toda una serie de instituciones que salvaguardan su segu-
ridad y promueven la igualdad de género, como la Federación Nacional
de Mujeres de China, por lo que a la hora de defender la igualdad de
género en el mercado laboral, no solo se trata de castigar las malas prác-
ticas, para el Gobierno de Pekín es esencial premiar con facilidades ope-
rativas y ayudas financieras a las entidades que marquen la diferencia en
la proporción de trabajadoras en su nómina e inclinen la balanza a favor
de la continuidad y ascenso laboral de las mujeres con hijos.

En definitiva, parece que se toma conciencia de que combatir la des-


igualdad de género en el ámbito laboral también significa luchar contra
la pobreza, sintonizar con la visión de desarrollo y revitalización que
propone la nueva era. En tal sentido, es interesante resaltar una cues-
tión significativa: la existencia de una veintena de universidades, creadas
bajo la premisa de fomentar la igualdad de género, y dar prioridad a la

122
formación de talentos femeninos. Una de esas instituciones es la Uni-
versidad de Mujeres de China que cuenta actualmente con alrededor de
6 000 estudiantes, y del total un 99 % son mujeres.

Actualmente, el Centro de altos estudios para la igualdad de género


mantiene tres proyectos de cooperación, el primero de ellos destinado
a la formación de funcionarias de países en vías de desarrollo como
Cuba, México y Venezuela. El segundo se dedica a las maestrías para el
liderazgo de mujeres y su progreso social, y por último uno dedicado a
los talentos femeninos de naciones incluidas en la Franja y la Ruta de
la Seda.

Política de Seguridad Nacional China


En estos momentos tiene un importancia fundamental acercarnos a
la política de defensa y seguridad que se esta planteando desarrollar el
Gobierno de China y que está plasmada en el Libro Blanco sobre la
Seguridad Nacional y que pasamos a valorar, tanto en sus principios
generales, como en su posible desarrollo.

1. Principios Generales

Como una de las naciones con un entorno de seguridad más que


complejo, China afronta graves retos para salvaguardar la soberanía na-
cional, la integridad territorial, así como los derechos y los intereses
marítimos.

En función de estas circunstancias se ha publicado un “Libro Blanco


sobre La defensa nacional de China en la nueva era” que plantea como
el objetivo fundamental de la defensa nacional de China salvaguardar

123
con firmeza los intereses soberanos, de seguridad y para el desarrollo
del país.

A este planteamiento central acompañan otros objetivos más concretos


que lo desarrollan entre los que destaca la necesidad de “disuadir de la
utilización de la Guerra como instrumentos de la política internacional
y prepararse para resistir a la agresión si falla la disuasión”.

También se plantea la seguridad nacional desde la salvaguarda de la


estabilidad social, la oposición a la consolidación de la “independencia
de Taiwán”, y de forma muy especial el combatir a los promotores se-
paratistas de la “independencia del Tíbet” y la creación del “Turquestán
Oriental”.

Por lo tanto el Libro Blanco de la defensa nacional china resume sus


objetivos en salvaguardar la soberanía, unidad, integridad territorial y
seguridad nacionales, salvaguardar los derechos e intereses marítimos
de China, defender los intereses de seguridad de China en el espacio
ultraterrestre, así como del espacio electromagnético, del ciberespacio,
y los intereses de China en el extranjero, todo ello para apoyar el desa-
rrollo sostenible del país que es el objetivo central de toda la política de
Reforma y Apertura.

Estos principios fundamentales para la defensa son los que determinan


las misiones y tareas de las fuerzas armadas del país en la nueva era,
de manera que el Gobierno Chino plantea que las fuerzas armadas se
esfuerzan por proporcionar apoyo estratégico para la consolidación del
sistema socialista, la salvaguarda de la soberanía nacional, la unidad y la
integridad territorial, la protección de los intereses extranjeros de China
y la promoción de la paz y el desarrollo en el mundo.

Desde estos parámetros, el Gobierno de la Republica Popular de China


plantea que sus gastos en defensa deben ser razonables y apropiados a
sus recursos y las necesidades del Estado.

124
En comparación con otros países principales, añade, China mantiene
un nivel relativamente bajo en las proporciones del gasto de defensa en
el Producto Interior Bruto (PIB) y en el gasto gubernamental, así como
en el gasto de defensa per cápita, por lo que tienen todavía un cierto
margen para aumentarse en función de las necesidades que se planteen
en el desarrollo de estos objetivos.

2. Estrategia nuclear de autodefensa

El objetivo de esta estrategia es mantener la seguridad nacional di-


suadiendo a otros países de utilizar o amenazar con el uso de armas
nucleares contra el territorio chino, según un libro blanco sobre defensa
nacional publicado hoy miércoles.

China ha estado siempre comprometida con una política de “no ser


el primero” en emplear las armas nucleares, en cualquier momento o
circunstancia, así como de no utilizar o amenazar con el uso de esta
clase de armamentos a países que no los poseen o zonas libres de ellos,
de manera incondicional, sostiene el libro blanco titulado “La defensa
nacional de China en la nueva era”.

China aboga por la completa prohibición definitiva y la destrucción


total de las armas nucleares, no participa en carreras armamentista nu-
cleares con ningún país y mantiene sus capacidades nucleares al nivel
mínimo requerido para su seguridad nacional, de acuerdo con el libro
blanco.

3. China nunca buscará la hegemonía

La nación china siempre ha amado la paz, indica el documento, tras

125
recordar que la República Popular China nunca ha iniciado una guerra
o conflicto desde su fundación hace 70 años.

Desde la reforma y apertura, agrega, China se ha comprometido a pro-


mover la paz mundial y ha recortado de forma voluntaria más de cuatro
millones de efectivos del Ejército Popular de Liberación.

No fue a través de recibir limosnas ni involucrarse en la expansión


militar o el saqueo colonial que China logró convertirse en la segunda
mayor economía del mundo, sino con el arduo trabajo de su pueblo y
los esfuerzos por mantener la paz, señala el texto.

De acuerdo con el libro blanco, China aboga por las asociaciones en


lugar de las alianzas y no se une a ningún bloque militar. Además, el
país rechaza la agresión y la expansión, al tiempo que se opone al uso o
a la amenaza del uso de las armas de manera arbitraria.

El desarrollo de la defensa nacional de China tiene como objetivo sa-


tisfacer sus legítimas necesidades de seguridad, así como contribuir al
crecimiento de las fuerzas pacíficas del mundo, precisa el documento.

La historia ha demostrado y seguirá demostrando que China jamás


recorrerá el camino trillado de las grandes potencias en la búsqueda de
la hegemonía, sostiene el libro blanco. No importa cómo se desarrolle,
China nunca amenazará a nadie ni buscará ninguna esfera de influencia.

4. Una política de defensa nacional que es defensiva por naturaleza

El carácter de la política de defensa de China, dice el Gobierno que


está determinado por el sistema socialista de China, así como la deci-
sión estratégica de seguir el camino del desarrollo pacífico, una política
exterior independiente de paz y lo mejor de las tradiciones culturales

126
que consideran la paz y la armonía como fundamentos.

El objetivo fundamental de la defensa nacional de China en la nueva


era es salvaguardar con firmeza la soberanía, la seguridad y los intereses
del desarrollo de China, sin buscar jamás buscar la hegemonía, la ex-
pansión o la creación de esferas de influencia.

El futuro de la defensa nacional de China pasa por seguir fortaleciendo


el sector militar con características chinas, así como su importancia
global al servicio de la construcción de una comunidad de destino de la
humanidad, refiere el libro blanco.

Xi Jinping defiende que la paz es una tendencia irreversible, porque


el desarrollo y la cooperación de ganancia mutua se mantienen como
tendencias que defienden la mayoría de los Estados del Planeta en los
tiempos actuales, aunque al mismo tiempo asume la realidad de que el
mundo aún no sea un lugar tranquilo, la seguridad internacional se ve
minada por un creciente intento de las viejas potencia por mantener su
hegemonía la unilateralidad en las relaciones comerciales y políticas, lo
que está provocando constantes conflictos y guerras regionales.

Frente a esta dinámica militarista, desde China se plantea la necesidad


de afrontar las diferencias y disputas mediante el diálogo y las consultas
se ha convertido en la opción preferida de los países de la región de
Asia-Pacifico, aportando estabilidad al panorama mundial, a pesar de
que la región se ha convertido en un foco de competencia entre países
grandes.

5. Amenazas de seguridad y retos de China en Seguridad Nacional

China todavía se encuentra en un importante periodo de oportunidades


estratégica para el desarrollo. No obstante, también enfrenta diversas y

127
complejas amenazas que le suponen importantes retos. Así, las fuerzas ar-
madas de China están llevando a cabo una optimización de su estructura
general de equipos y armamentos, para lo cual han coordinado esfuerzos
para fomentar el desarrollo de todos los servicios y armas.

Las fuerzas armadas están promoviendo el desarrollo equilibrado de


los principales equipos de combate, sistemas de información y apoyo,
con el fin de aumentar integralmente la estandarización, la producción
en serie.

De acuerdo con el libro blanco se ha dado de baja a los equipos anti-


guos para crear un sistema compuesto principalmente por armamentos
y equipos nuevos y de alta tecnología.

Al mismo tiempo, las fuerzas armadas chinas han reducido 300.000


miembros de su personal para mantener la fuerza activa en un total de
dos millones de efectivos y se han tomado medidas de reforma para
transferir más responsabilidades de oficial a los miembros no comisio-
nados y al personal civil, así como para reducir los órganos directivos
a todos los niveles, recortando sus secciones subordinadas, jerarquías y
personal.

Asimismo, se han llevado a cabo esfuerzos por simplificar las institu-


ciones y personal en artes, deportes, prensa, publicación, apoyo logís-
tico, facilidades médicas, depósitos, así como los institutos de educa-
ción e investigación.

El personal en los órganos directivos a nivel de regimiento o superior


se ha reducido en un 25 por ciento, mientras el de las unidades no
destinadas al combate se ha recortado en un 50 por ciento, mantenido
al mismo tiempo la Fuera Aérea en un número estable y aumentado
ligeramente la Armada y la Fuerza de Misiles.

El despliegue de las fuerzas de combate ha sido ajustado por una confi-

128
guración estratégica que satisface las demandas de salvaguardar la segu-
ridad nacional de China en la nueva era, según el libro blanco.

6. Las fuerzas armadas de China abogan por una seguridad común

Integral, cooperativa y sostenible, defienden la justicia al tiempo que


promueven los intereses compartidos y participan activamente en la
reforma del sistema de gobernanza de la seguridad mundial procurando
profundizar en la cooperación en seguridad bilateral y multilateral, pro-
mover una cooperación coordinada, inclusiva y complementaria entre
los mecanismos de seguridad, y contribuir a una arquitectura de segu-
ridad que incluya igualdad, confianza mutua, equidad, justicia, contri-
bución conjunta y beneficios compartidos, dice.

De acuerdo con el principio de cooperación en el que todos ganan,


las fuerzas armadas de China cumplirán con sus responsabilidades y
obligaciones internacionales y proporcionarán más bienes de seguridad
pública a la comunidad internacional en la medida de sus capacidades.

Las fuerzas armadas de China participan activamente en las opera-


ciones de mantenimiento de la paz de la ONU, las operaciones de pro-
tección de buques y los esfuerzos internacionales en materia de asistencia
humanitaria y socorro en casos de desastre, fortalecen la cooperación
internacional en el control y la no proliferación de armamentos, des-
empeñan un papel constructivo en la solución política de los asuntos
conflictivos, mantienen conjuntamente la seguridad de los pasajes in-
ternacionales, y participan en esfuerzos concertados para responder a
los desafíos globales, como el terrorismo, la seguridad cibernética y los
grandes desastres naturales, contribuyendo así de manera positiva a la
construcción de una comunidad de destino para la humanidad.

129
¿Qué está ocurriendo en el Tíbet?
En una aproximación a lo que esta ocurriendo en China, no podemos
dejar de aportar unas pinceladas sobre una de las cuestiones que más po-
lémica han causado en Occidente: la llamada “Cuestión del Tíbet”.

De esta manera, para poder acercarnos a la realidad del Tíbet, ten-


dríamos que tener claro que en el concepto occidental la palabra “Tíbet”
puede referirse a Región Autónoma del Tíbet o RAT, que es en realidad
una subdivisión administrativa de la República Popular China, o al Tíbet
histórico que consiste en las provincias de Amdo, Kham, y Ão-Tsang.

Desde que en 1907 se firmó un tratado entre Gran Bretaña, China


y Rusia donde se le daba a China la soberanía sobre el Tíbet hasta la
actualidad, por mucho que desde algunos sectores se intente mantener
que es opresiva la dominación china en Tíbet, internacionalmente está
ampliamente considerado que esta región es una parte de la Republica
Popular de China, de manera que ningún país ha reconocido al lla-
mado gobierno en el exilio del Dalai Lama, pero además tenemos que
aceptar la realidad objetiva de que el Tíbet ha mejorado considerable-
mente bajo el régimen chino, pasando de una sociedad teocrática y
esclavista con atrasos de varios siglos, a una sociedad que se esta inte-
grando en el S. XXI.

En una superficie similar a la de Europa, en China conviven 56 etnias


de las que 55 son minorías y una, la etnia Han -lo que en Occidente se
entiende por chino- es la que aglutina al 90% de la población total del
país. Las etnias tienen unos rasgos comunes, una vestimenta caracterís-
tica y, en algunos casos, un idioma diferente al chino. Dicen que existe
una mayor semejanza física entre un chino de Beijing -etnia Han- y un
coreano o un japonés, que entre ese mismo chino y un tibetano o un
uigur -de la provincia del Xin Jiang, al noroeste del país.

La dinastía Ming, que gobernó el país entre 1368 y 1644, ejerció la

130
soberanía estatal sobre la región, y de 1644 a 1911 estuvo subordinada
a la dinastía Qing, en ambos casos por iniciativa propia. Hasta el siglo
XX, el área, en medio de antiguas rutas comerciales, fue disputada por
invasores mongoles, nepaleses y británicos. Estados Unidos también se
inmiscuyó en los asuntos del Tíbet, especialmente después de iniciada
la Segunda Guerra Mundial.

Con el fortalecimiento y expansión de la religión budista, surge una


corriente que concentró todo el poder en dos figuras: el Dalai-Lama y el
Panchen-Lama. Los siervos constituían el 80% de la población y vivían
bajo un régimen de semi esclavitud, tenían un propietario a quien de-
bían entregar más de la mitad de sus ingresos y que los podía obsequiar
a otros nobles, todo eso se abolió con la entrada del Ejército Popular de
Liberación (EPL) y la realización de una reforma democrática en 1959

Sumido en el atraso y la dominación feudal, el territorio era una po-


tencial plaza fuerte desde donde las clases derrocadas podían poner en
peligro la joven República Popular China. El EPL, dirigido por el Par-
tido Comunista, llegó a la meseta tibetana en octubre de 1950 y derrotó
al ejército de los feudales. El 26 de octubre de 1951 el EPL entraba en
Lhasa y en el mismo año se redactó el Plan para la Liberación Pacífica
del Tíbet, que contemplaba la administración conjunta del Gobierno
chino con el local, y se implementó una reforma agraria.

La clase feudal, desplazada del poder, comenzó su actividad contra-


rrevolucionaria, convirtiendo monasterios en almacenes de armas su-
ministradas por la CIA, agencia que en marzo de 1959 respaldó una
rebelión organizada por los terratenientes. Después de que el Ejército
chino derrotara la revuelta, el Dalai Lama y sus principales colabora-
dores del alto clero y de la nobleza, huyeron a la India, desde donde
continúan promoviendo acciones contra China, auxiliados en su in-
tento desestabilizador por gobiernos occidentales, principalmente el de
Estados Unidos.

131
En el Tíbet feudal antes de 1951 no había ni electricidad ni carreteras
ni hospitales. El panorama cambió radicalmente desde su integración
en China, con grandes progresos en su infraestructura y en el nivel de
vida de la población, a partir de 1961 comenzaron a celebrarse elec-
ciones generales y los antiguos siervos y esclavos obtuvieron el derecho
de ser dueños del territorio por primera vez, actualmente el pueblo goza
del derecho a participar en la administración de los asuntos estatales y
locales, conforme a la Constitución.

Las políticas gubernamentales aplicadas desde entonces determinaron,


entre otros logros, el descenso de la tasa de mortalidad infantil, mien-
tras el promedio de vida subió de 35 a 67 años, su Producto Interno
Bruto (PIB) alcanzó los 34 200 millones de yuanes (4 780 millones de
dólares) y el PIB per cápita excedió los 12 000 yuanes.

Desde 1994, el resto de China ha financiado 2 861 proyectos de desa-


rrollo en el Tíbet con una inversión total de 9 300 millones de yuanes.
La región cuenta con la vía férrea más alta del mundo, inaugurada en
el 2006, que une a Lhasa con Beijing y otras ciudades, lo que signi-
ficó el fin del tradicional aislamiento tibetano. La economía local ha
mantenido un crecimiento anual superior al 12% durante siete años
consecutivos.

Por su riqueza en recursos hídricos, la zona, -que conecta al país con


el sur y centro del continente- es también conocida como La Torre
de Agua de Asia, debido a que la meseta Qinghai-Tíbet es una fuente
crucial del líquido para China. El agua se ha convertido en uno de
los principales recursos que comercializa la región, fundamentalmente
desde que la primera ruta ferroviaria hacia el área recortó el costo de su
transporte. Tíbet posee el mayor depósito de cobre chino que se ubica
en la mina Yulong, y además tiene grandes reservas de hierro, plomo,
zinc y cadmio. Los geólogos afirman que cuenta con importantes re-
servas de petróleo y de gas natural, pero la dureza y altitud del terreno
hacen que su extracción sea costosa y compleja.

132
Después de este recorrido, es necesario ser más objetivo y desterrar
una realidad en la que cada vez es mas evidente la utilización del Tíbet
para desacreditar a la Republica Popular de China, de manera que se
convierte periódicamente en una herramienta bien conocida para desa-
rrollar una campaña mediática donde se yuxtaponen las frases “repre-
sión” y “violación de los derechos humanos” a cualquier incidente que
ocurra en el Tíbet, pero la realidad es que por mucho que se intente no
se sostiene la afirmación de que existe una situación de dominio militar
y sumisión cultural en un territorio que avanza en todos los parámetros
de desarrollo reconocidos por las instituciones internacionales.

Sobre la situación de Hong Kong


Cuando se terminaba de escribir este texto, (junio de 2019) surgen una
serie de manifestaciones que derivaban en violentos enfrentamientos,
llegando incluso a ocupar y destrozar el Parlamento de Hong Kong,
conflicto que esta siendo presentado en occidente como una lucha de
la población de la excolonia, por la libertad y la democracia frente a la
dictadura comunista. Por ello, he considerado oportuno dar un repaso
a la historia como punto de partida para tratar de aportar alguna idea
que sirva para explicar lo que está ocurriendo hoy en esta antigua co-
lonia británica.

La isla de Hong Kong se convirtió en una colonia británica tras la


primera guerra del opio (1839-42), cuando en 1711, la Compañía Bri-
tánica de las Indias del Este estableció un puerto comercial en Guan-
gzhou, sur de China, para intercambiar té por plata. En 1700, Gran
Bretaña importaba 32.000 kilogramos de té; en 1800, la cifra alcanzaba
casi los 7 millones de kilogramos.

Para pagar el comercio de té, los mercaderes británicos habían ven-


dido grandes cantidades de opio cultivado en la India británica, pese a

133
las objeciones chinas que denunciaba el cinismo que significaba que el
mayor producto exportado por el imperio británico a China fuera un
producto prohibido en la metrópolis por ser considerado un peligro
social. Las exportaciones de opio crecieron de 15 toneladas en 1730 a
casi 1400 toneladas al año en 1838. Para entonces, el opio represen-
taba el 75% de todas las exportaciones pagadas en efectivo. Cuando los
oficiales chinos confiscaron 20.000 cajas de opio y las destruyeron, los
británicos lanzaron una guerra contra China que duró tres años.

El Tratado de Nanjing (Nanking) abrió los puertos de Guangzhou


(Cantón), Shanghái, Xiamen (Amoy), Ningbo y Fuzhou para los mer-
caderes británicos para que pudiesen comerciar sin trabas. Los chinos
fueron obligados a pagar unas fuertes indemnizaciones tras la derrota,
pero sobre todo, el tratado también cedía la isla de Hong Kong a perpe-
tuidad para la corona británica.

Años más tarde, el antagonismo contra los colonialistas europeos con-


dujo a enfrentamientos que estallaron en 1856 en la segunda guerra del
opio. Una alianza anglo-francesa capturó Guangzhou y marchó hacia
Beijing (Pekín). La dinastía Qing pidió paz y se firmó el Tratado de
Tianjin (Tientsin), que fue finalmente ratificado en 1860, poniéndole
fin a la guerra, legalizando el comercio de opio y concediendo el terri-
torio de Kowloon a los británicos, también a perpetuidad.

El tercer territorio chino que se incorporó por la fuerza al Hong Kong


británico, fueron los llamados Nuevos Territorios, que constituían, un
conjunto de aldeas rurales en el campo chino, y algunas islas insignifi-
cantes como Lantau. Siguiendo la derrota china en la primera guerra
Chino-japonesa (1894-1895), de esta manera los británicos obligaron a
la debilitada dinastía Qing a firmar la Segunda Convención de Beijing,
que entregó los Nuevos Territorios al Hong Kong británico. A dife-
rencia de los “acuerdos” sobre la isla de Hong Kong y Kowloon, aquí los
términos de la convención eran una cesión gratis al Reino Unido por
un periodo de 99 años.

134
Esta situación se mantuvo hasta el inicio de las negociaciones sobre
el futuro de Hong Kong en septiembre de 1982 cuando Thatcher se
reunió con los líderes chinos en Beijing, la desclasificación de papeles
del gobierno británico en 2013 revelan que hubo negociaciones muy
tensas con China antes del acuerdo de 1984; estos papeles demuestran
que Thatcher creía durante las primeras rondas de las negociaciones
que sería posible una administración británica prolongada sobre Hong
Kong incluso después de 1997, cuestión que nunca fue contemplada
por los dirigentes chinos.

En este sentido, es importante apuntar que la República Popular


China, proclamada el 1º de Octubre de 1949, nunca reconoció la le-
galidad o validez de cualquiera de los tratados desiguales que la China
semi-colonial y semi-feudal había sido forzada a firmar por las potencias
imperialistas.

Finalmente, el 26 de septiembre de 1984, a punto de expirar el plazo


que se había dado Deng Xiao Ping, chinos y británicos hicieron pú-
blica una declaración conjunta que fijaba el futuro de Hong Kong. Allí
se decía que, el 1º de julio de 1997, China recuperaría la soberanía
sobre todos los territorios que integraban la colonia de Hong Kong,
hasta entonces, el Reino Unido, como administrador, se comprometía
a preservar su prosperidad económica, a lo que colaboraría la República
Popular de China.

En un anexo se especificó cuál sería el régimen de Hong Kong una vez


cayera bajo la férula de Pekín: sería una región administrada especial-
mente; tendría un amplio autogobierno, excepción hecha de relaciones
exteriores y defensa; el Gobierno estaría en manos de autoridades lo-
cales nombradas por Pekín con base en un parlamento local y conser-
varía su estatuto económico. Todo esto estaría recogido en una Ley
Básica que el Parlamento chino aprobaría según el modelo de “Un País,
dos sistemas”.

135
Desde este repaso a la historia, el surgimiento del conflicto de Hong
Kong tiene que analizarse desde la complejidades y las contradicciones
que indudablemente surgen de tratar de desarrollar el principio de “Un
País, dos sistemas” bajo el que se plantea el retorno de Hong Kong a la
soberanía de la Republica Popular de China, complejidades y contra-
dicciones que son el terreno abonado para intentar debilitar el continuo
desarrollo económico chino. De esta manera, el Partido Comunista de
España realizó en agosto de 2019 un análisis de la situación que se vive
en la antigua colonia británica.

Este análisis puede resumir muy acertadamente la realidad que se vive


en torno a la antigua colona británica, de esta manera se plantea que
“Las protestas en Hong Kong contra el Proyecto de Ley de Extradición,
ya retirado, han sido el pretexto para lanzar una operación política de
intromisión y acoso que no busca ampliar los derechos democráticos,
sino derrocar al gobierno de la Región Autónoma Especial, y, al mismo
tiempo, crear un serio foco de tensión para el gobierno de Pekín.

Es cierto que las protestas en la ciudad no se explican sólo por la in-


tromisión exterior: la insatisfacción hunde sus raíces en los años de la
colonia británica, que creó un problema de escasez de viviendas para
la población que aún no se ha resuelto, y que ha acumulado además
problemas por la actitud de la burguesía de la ciudad, que mantiene sus
negocios gracias a la fórmula pactada de “un país, dos sistemas”, y por la
pérdida de importancia de Hong Kong para el conjunto de la economía
china, cuestión que crea inquietud en una parte de la población.

Desde esta perspectiva, las supuestas reclamaciones democráticas de los


manifestantes, en ningún caso pueden vincularse a un supuesto pasado
democrático en los años de la colonia británica, que nunca permitió
la menor participación de los habitantes hongkoneses en los asuntos
de la ciudad. En todo caso hay que señalar que China ha respetado
los acuerdos firmados en su día con Gran Bretaña para el retorno de
la colonia a la soberanía nacional en lo relacionado al principio de “un

136
Estado, dos Sistemas”.

Sin embargo, el inicio de las manifestaciones ha sido utilizado para


crear una artificial “crisis contra China”. Aplicando los arteros recursos
de la mentira y la propaganda política más deshonesta, los grandes me-
dios de comunicación occidentales están presentando la crisis como una
respuesta democrática y no violenta contra el supuesto intento del go-
bierno chino de acabar con la autonomía y la libertad en Hong Kong.
Nada más lejos de la realidad.

Ese proyecto no buscaba cercenar la autonomía sino impedir que


Hong Kong pudiera convertirse en refugio de delincuentes (en virtud
de su amplia autonomía, Hong Kong no contempla hasta ahora la ex-
tradición de criminales a China) y de acusados de asesinatos o de delitos
relacionados con el fraude fiscal y la corrupción.

En todo caso, el gobierno de Hong Kong, en un gesto de concordia,


retiró el proyecto, pero las protestas siguieron siendo aprovechadas para
introducir cuestiones que nada tienen que ver con los objetivos ini-
ciales, como es la reclamación de independencia del territorio autó-
nomo, reivindicación que curiosamente se hace de la mano de la exhibi-
ción de viejas enseñas de la dominación colonial británica y de banderas
norteamericanas.

Las manifestaciones que se han sucedido en Hong Kong, así como el


bloqueo del aeropuerto internacional, la violenta entrada de manifes-
tantes de la oposición en el Parlamento, los ataques a acuartelamientos
de la policía en Sham Shui Po y Tin Shui Waino, las agresiones a pe-
riodistas y los intentos de incendiar edificios oficiales, no obedecen a
reclamaciones democráticas, como pretenden hacer creer el gobierno
norteamericano y sus terminales propagandísticas, sino a un deliberado
y preciso plan que quiere crear el caos en la ciudad, dañar a la economía
china y mantener un constante foco de tensión y de problemas para el
gobierno de Pekín.

137
Así lo ponen de manifiesto las injerencias norteamericanas, de Trump
a Hillary Clinton, de Nancy Pelosi a Marcos Rubio, en los asuntos
internos chinos, que han llegado al extremo de que el presidente nortea-
mericano se permitiese llamar al presidente chino a mantener una reu-
nión sobre Hong Kong y a otorgarse un inadmisible papel de supuesto
“mediador” que agrede la soberanía china sobre su propio territorio.

Lejos de condenar la violencia, responsables gubernamentales nor-


teamericanos han colaborado en azuzarlas: Julie Eadeh, la diplomática
estadounidense que no encontró déficits democráticos en Arabia pero
sí en Hong Kong, se ha reunido y coordinado con los dirigentes de las
protestas en la ciudad, y existe constancia de reuniones similares man-
tenidas por funcionarios del Departamento de Estado norteamericano
en Washington.

Estados Unidos está interesado en sumir a Hong Kong en el caos, con-


virtiéndola en una crisis permanente: Washington sabe que es uno de
los recursos para dañar el fortalecimiento de China. Ignorando el prin-
cipio de no injerencia que debe regir la actuación de los diplomáticos
destinados en otro país, Estados Unidos trata de convertir las protestas
en una disputa en toda la región, apostando por la “independencia de
Hong Kong”, sin reconocerlo públicamente, como postula el sector más
extremista de los manifestantes, erosionando así la soberanía china y la
autoridad del gobierno de Pekín, y utilizando abusivamente la Decla-
ración Conjunta Chino-Británica que devolvió la colonia a China para
justificar una inadmisible intromisión en los asuntos internos chinos.

De esta manera, Hong Kong no es otra cosa que una carta más, como
los movimientos nacionalistas y secesionistas del Tíbet y Xinjiang, apo-
yados también por Estados Unidos.

Pretender que el gobierno de Trump actúa desinteresadamente y sólo


en defensa de una democracia y la libertad en Hong Kong que nunca
existió en la época colonial, no tiene otro objetivo que ocultar la rea-

138
lidad que no es otra que aprovechar el intento de la defensa de unos pri-
vilegios locales como munición para Washington en su enfrentamiento
global con China”.

De esta manera, hay que situar bien el sentido de frustración de una


parte de la sociedad hongkonesa, frustración que no tiene ninguna base
de sentimientos democráticos, porque como ya hemos dicho Hong
Kong como colonia británica no disponía de democracia, no había ni
elecciones directas ni se permitían manifestaciones.

El mayor auge del desarrollo de Hong Kong se produce precisamente


en relación con los momentos del inicio del desarrollo de China conti-
nental, como consecuencia de las políticas de apertura y reforma, siendo
centro financiero, portuario y en cierto sentido tecnológico de China.

Lo que ha ocurrido es que mientras se consolida la China Continental


como una potencia económica y tecnológica, Hong-Kong no mantiene
la ventaja que ha tenido durante varias décadas con el resto de China.

La realidad actual es que muchos consorcios internacionales ya no


toman como intermediario a Hong Kong, sino hacen negocio direc-
tamente con otras partes de China, de esta manera Hong Kong cada
vez pierde su privilegiada superioridad, de manera que la vida en Hong
Kong sigue siendo cara, especialmente el precio de la vivienda

El gobierno chino ha planeado crear una zona llamada “Área de la


Gran Bahía de Guangdong-Hongkong-Macao”, con propósito de cons-
truir toda esta zona, con Hong Kong incluida, financiera, portuaria
y tecnológicamente poniendo en valor la potencia de Shenzhen y de
muchas otras ciudades de alrededor. Esto produce frustración en una
población que se creía que el mantenimiento del sistema capitalista les
daría ventaja sobre sus vecinos y ahora ven que la China socialista, con
Hong Kong o sin ella, sigue avanzando en el desarrollo de una sociedad
altamente desarrollada y tremendamente competitiva.

139
A los EEUU no les interesa para nada el bienestar ni la democracia
de Hong Kong, como no les interesaba Afganistán o Irak, lo que se
busca es la defensa de unos intereses geoestratégicos. En este caso, como
hemos dicho, intentan debilitar la capacidad de mantener el ritmo de
crecimiento de la República Popular China y para ello aprovechan las
frustraciones y problemas locales para agrandar y radicalizar el conflicto,
provocando una ruptura social incluso dentro de las familias y entre
padres e hijos, conflicto de complicada solución mientras no se admita
que el futuro de Hong Kong está ligado al desarrollo del resto del Es-
tado sin cuestionar de ninguna manera la soberanía China sobre ese
territorio. De esta manera, no puede haber otra salida que asumir que
Hong Kong puede jugar un papel importante en el futuro de China,
pero al mismo tiempo que el esquema de “Un Estado, dos Sistemas” no
puede ser una excusa para mantener situaciones de privilegios econó-
micos, sociales o judiciales.

140
A MODO DE EPÍLOGO
Termino este texto señalando que no tengo ningún ánimo de dictar
una conclusión, sino todo lo contrario, lo que se viene a plantear en
este acercamiento a lo que está ocurriendo en China es que, en este
momento, existen muchas más preguntas que respuestas, porque nos
encontramos ante un cambio total de parámetros desde los que analizar
la realidad, no solo la China, sino la que se está produciendo en todo el
Planeta. Por tanto, para intentar encontrar algunas de estas respuestas
mi consideración es que la izquierda marxista, los Partidos Comunistas
en especial, tienen que dar una oportunidad al proceso que está desa-
rrollando el Partido Comunista y Gobierno de la Republica Popular de
China.

Al mismo tiempo que damos esa oportunidad, tenemos que evitar


caer en el error de crear nuevas “Mecas” a las que acudir para encontrar
la “fe verdadera”. De esta manera, con todas las contradicciones que se
pueden encontrar en este trabajo, creo que hay sinceridad en la voluntad
expresada por los dirigentes chinos y de forma especial por el Presidente
Xi Jinping, cuando hablan de su voluntad de construir un modelo de
socialismo con características chinas como el mejor instrumento para
llevar a los habitantes del Estado más grande y más poblado del Planeta,
a un modo de vida modestamente acomodado. Estoy convencido de
que tratan de hacerlo estudiando y analizando la realidad que se han
encontrado, tanto a nivel interno chino, como a nivel internacional,
el objetivo que se plantean es mantener las conquistas históricas de la
revolución liderada por el Presidente Mao y al mismo tiempo situar la
mejora de la calidad de vida del Pueblo como el principal objetivo.

En este sentido, no podemos olvidar que el Partido Comunista de


China tiene que profundizar el desarrollo de este socialismo con caracte-
rísticas chinas, al tiempo que dirigen un Estado de más de 1.400 millones
de habitantes, con un carácter multiétnico y plurinacional, con multitud
de lenguas y culturas, y con dos excolonias en las que se ha mantenido el
sistema capitalista heredado de la época colonial, en lo que llaman “un
Estado, dos sistemas”, todo lo cual genera muchas contradicciones que

143
son aprovechadas por quienes pretenden debilitar al Gobierno de China.
En todo caso, es una experiencia que, como decía, considero que tenemos
que acompañar y estudiar desde un punto de vista marxista, en el mejor
sentido de este término, tan manipulado y a veces prostituido a lo largo
de la historia.

Todo un reto, del que va a depender el futuro de la Humanidad,


porque hoy por hoy, no hay más alternativa al mundo unipolar, que
una multilateralidad cuyo desarrollo pasa irremediablemente porque
China y otros Estados emergentes avancen hacia un nuevo orden in-
ternacional, que sea más horizontal, más solidario y más pacífico. Un
nuevo orden que signifique el fin de una era en la que el eje del Atlán-
tico Norte ha sido hegemónico, imponiendo sus valores, sus esquemas,
su centralidad histórica.

Fin de era que, para empezar, nos debería obligar a los europeos a
quitarnos la venda que nos ha hecho ver el mundo desde un prisma
y valores euro centristas, pero sobre todo, nos debería obligar a frenar
cualquier intento de mantener la hegemonía, económica, militar, cul-
tural utilizando la fuerza, lo que nos llevaría a poner en peligro, como
ya hemos dicho, la propia existencia de la vida en el Planeta, tal y como
la hemos conocido.

144
ANEXO
Resumen de la intervención de Xin Jinping en el
XIX Congreso del Partido Comunista de China
Terminado este intento de ayudar a un acercamiento
a lo que está ocurriendo en la República Popular de
China, transcribo un resumen realizado por la agencia
de prensa oficial de China, Xinhua, de la presentación
que Xin Jinping realiza de la situación actual del pro-
ceso de transformaciones que se vive en China, ante el
Partido Comunista, porque considero que es altamente
ilustrativo para situar en una buena perspectiva lo que
se ha planteado en este trabajo.

“Jueves, 7 de diciembre de 2017

El Pensamiento sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva


época y su estrategia fundamental.

Presentamos un fragmento del discurso del secretario general del PCCh,


Xi Jinping, expuesto en el XIX Congreso del Partido. Su pensamiento, a
continuación mostrado, ha sido integrado entre las directrices teóricas e
ideológicas del socialismo con peculiaridades chinas por su vitalidad, vigor
y actualidad.

Camaradas:

Los cambios operados en la situación interna y externa desde el XVIII


Congreso del Partido, y el desarrollo de las diversas causas de nuestro país
desde entonces nos han planteado un importante tema de nuestro tiempo,
al que debemos responder sistemáticamente combinando la teoría con la
práctica. Este tema -qué tipo de socialismo con peculiaridades chinas man-
tendremos y desarrollaremos en la nueva época, y cómo lo mantendremos y

147
lo desarrollaremos- abarca cuestiones fundamentales, entre ellas el objetivo
general del mantenimiento y desarrollo de dicho socialismo en la nueva
época, sus tareas generales, su disposición general y su disposición estraté-
gica, así como otras cuestiones fundamentales, incluidas las del rumbo del
desarrollo, su modalidad y su fuerza motriz, los pasos estratégicos, las con-
diciones externas y las garantías políticas.

Por otra parte, para favorecer la mejora del mantenimiento y desarrollo


del socialismo con peculiaridades chinas, debemos elaborar un análisis teó-
rico y una orientación política basados en las nuevas prácticas, aplicables
a campos como la economía, la política, el imperio de la ley, la ciencia y la
tecnología, la cultura, la educación, la vida del pueblo, las etnias, la reli-
gión, la sociedad, la civilización ecológica, la seguridad nacional, la defensa
nacional y las fuerzas armadas, la directriz de “un país con dos sistemas” y
la reunificación de la patria, el frente único, la diplomacia y la construcción
del Partido.

En torno a este importante tema de nuestro tiempo, persistiendo en guiarse


por el marxismo-leninismo, el pensamiento de Mao Zedong, la teoría de
Deng Xiaoping, el importante pensamiento de la triple representatividad y
la concepción científica del desarrollo, persistiendo en emancipar la mente,
buscar la verdad en los hechos, avanzar con los tiempos y adoptar una ac-
titud realista y práctica, y persistiendo en el materialismo dialéctico y el ma-
terialismo histórico, nuestro Partido, con una visión completamente nueva
y en estrecha combinación con las nuevas condiciones de nuestro tiempo y
las nuevas exigencias de la práctica, ha profundizado la comprensión sobre
la ley del ejercicio del gobierno por parte de los partidos comunistas, la ley
de la construcción socialista y la ley del desarrollo de la sociedad humana, y
ha llevado adelante una ardua exploración teórica al respecto, obteniendo
importantes logros en la innovación teórica y creando así el pensamiento
sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva época.

El pensamiento sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva


época deja claro lo siguiente: la tarea general de mantener y desarrollar el

148
socialismo con peculiaridades chinas consiste en culminar la modernización
socialista y la gran revitalización de la nación china, y, sobre la base de
la culminación de la construcción integral de una sociedad modestamente
acomodada, dar cima en dos fases a la transformación de nuestro país en un
poderoso país socialista moderno, próspero, democrático, civilizado, armo-
nioso y bello a mediados de siglo.

La principal contradicción de nuestra sociedad en la nueva época es la


que hay entre la creciente demanda del pueblo de una vida mejor y el de-
sarrollo desequilibrado e insuficiente, siendo por lo tanto necesario atenerse
al pensamiento del desarrollo centrado en el pueblo y promover de continuo
el desarrollo integral de las personas y la prosperidad de todo el pueblo; la
disposición general de la causa del socialismo con peculiaridades chinas es
un todo compuesto por cinco elementos y su disposición estratégica es la de
las “cuatro integralidades”, haciendo hincapié en el afianzamiento de las
“cuatro convicciones”.

El objetivo general de la profundización integral de la reforma es perfec-


cionar y desarrollar el sistema del socialismo con peculiaridades chinas, así
como promover la modernización de los sistemas y de la capacidad para go-
bernar el país; el objetivo general del impulso integral de la gobernación del
país según la ley es construir un sistema del imperio de la ley del socialismo
con peculiaridades chinas y un Estado de derecho socialista.

El objetivo del Partido de fortalecer el Ejército en la nueva época es cons-


truir un ejército popular que obedezca los mandatos del Partido, venza
en los combates y posea un estilo excelente, para convertirlo en un ejército
de primer orden mundial; la diplomacia de gran país con peculiaridades
chinas debe impulsar tanto el establecimiento de un nuevo tipo de relaciones
internacionales como la estructuración de una comunidad de destino de la
humanidad; y el rasgo más esencial del socialismo con peculiaridades chinas
es que su dirección recae en el Partido Comunista de China, su mayor su-
perioridad radica en esta misma dirección y el Partido constituye la fuerza
dirigente política suprema, lo que plantea la exigencia general de construir

149
el Partido en la nueva época y pone de relieve la importante posición de la
construcción política en la construcción del Partido.

El pensamiento sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva


época continúa y desarrolla el marxismo-leninismo, el pensamiento de Mao
Zedong, la teoría de Deng Xiaoping, el importante pensamiento de la triple
representatividad y la concepción científica del desarrollo, es el fruto más
reciente de la chinización del marxismo, representa la cristalización de las
experiencias prácticas y de la sabiduría colectiva del Partido y del pueblo,
constituye un importante componente del sistema teórico del socialismo con
peculiaridades chinas y es la guía de acción para todo el Partido y el pueblo
de todo el país en su lucha por culminar la gran revitalización de la nación
china. Por todo ello, debemos mantener este pensamiento durante largo
tiempo y desarrollarlo sin cesar.

Todo el Partido debe comprender profundamente la esencia del espíritu


y el rico contenido del pensamiento sobre el socialismo con peculiaridades
chinas de la nueva época, y ponerlo en práctica integral y acertadamente en
los diversos trabajos.

1. Perseverancia en la dirección del Partido en todos los trabajos:

Sea este o aquel terreno o sector, sea la parte o región del país que sea,
el Partido lo dirige todo. Se impone incrementar las “cuatro conciencias”,
defender conscientemente la autoridad del Comité Central del Partido y
su dirección centralizada y unificada, mantener conscientemente un alto
grado de identificación con dicho comité en lo ideológico, en lo político y
en las acciones, perfeccionar los regímenes y mecanismos de persistencia en
la dirección del Partido, perseverar en la tónica general del trabajo consis-
tente en la pugna por el progreso basado en la estabilidad, impulsar con
una visión de conjunto la disposición general basada en un todo compuesto
por cinco elementos y promover coordinadamente la disposición estratégica

150
de las “cuatro integralidades”, con el propósito de aumentar la capacidad
y la firmeza con las que el Partido controla el rumbo, planea la situación
general, decide las políticas y promueve la reforma, garantizándose así que
siempre domine la situación global y coordine las diversas partes.

2. Perseverancia en la consideración del pueblo como el centro:

El pueblo es el creador de la historia y la fuerza fundamental que deter-


mina el futuro y el destino del Partido y del Estado. Tenemos que mante-
nernos firmes en la condición del pueblo como sujeto, persistir en que el
Partido permanezca al servicio de los intereses públicos y gobierne el país en
bien del pueblo, poner en práctica el propósito fundamental de servirlo de
todo corazón, plasmar la línea de masas del Partido en todas las actividades
de gobernación del país y manejo de los asuntos administrativos, tomar
como nuestro objetivo de lucha la aspiración del pueblo a una vida mejor y
apoyarnos en él para crear una magna empresa histórica.

3. Perseverancia en la profundización integral de la reforma:

Solo el socialismo puede salvar a China y solo la reforma y la apertura pueden


desarrollar China, el socialismo y el marxismo. Hemos de mantener y perfec-
cionar el sistema del socialismo con peculiaridades chinas; promover sin cesar
la modernización de los sistemas y de la capacidad para gobernar el país; erra-
dicar decididamente todas las ideas y conceptos anacrónicos, así como todas las
lacras de los regímenes y los mecanismos; derribar las barreras erigidas por la
solidificación de los intereses; asimilar los logros provechosos de la civilización
humana; y configurar un sistema institucional sistémicamente completo, cien-
tíficamente reglamentado y funcionalmente eficaz, aprovechando al máximo
la superioridad del sistema socialista de nuestro país.

151
4. Perseverancia en la nueva concepción del desarrollo:

El desarrollo constituye la base y la clave para resolver todos los problemas


de nuestro país, por lo que debe ser de corte científico, resultando indispen-
sable aplicar firme e inalterablemente la concepción del desarrollo caracte-
rizada por la innovación, la coordinación, la ecologicidad, la apertura y la
compartición. Debemos mantener y perfeccionar el sistema económico bá-
sico y el sistema de distribución socialista de nuestro país; no vacilar en ab-
soluto en consolidar y desarrollar la economía de propiedad pública, ni en
estimular, respaldar y guiar el desarrollo de las economías de propiedad no
pública; hacer que el mercado juegue un papel decisivo en la distribución de
los recursos; desplegar aún mejor las funciones gubernamentales; impulsar
el desarrollo sincronizado del nuevo modelo de industrialización, la infor-
matización, la urbanización y la modernización agrícola; participar por
iniciativa propia en el proceso de globalización económica y promoverlo; y
desarrollar una economía abierta de más alto nivel, robusteciendo sin cesar
nuestro poderío económico y nuestra fortaleza nacional integral.

5. Perseverancia en la condición del pueblo como dueño del país:

La persistencia en la integración orgánica de la dirección del Partido, la


condición del pueblo como dueño del país y la gobernación de este según la
ley constituye una exigencia ineludible del desarrollo de la política socia-
lista. Tenemos que seguir con firmeza el camino del desarrollo político del
socialismo con peculiaridades chinas; mantener y perfeccionar el sistema de
asambleas populares, el de cooperación multipartidaria y consulta política
bajo la dirección del Partido Comunista de China, el de autonomía étnica
territorial y el de autogobierno de las masas en los niveles de base; consolidar
y desarrollar un frente único patriótico lo más amplio posible, desarrollar
la democracia consultiva socialista, completar el sistema democrático, enri-
quecer las formas de la democracia y ensanchar los canales para su ejercicio,
con miras a garantizar que en la vida política y social del país se materialice

152
la condición del pueblo como dueño.

6. Perseverancia en la gobernación integral del país según la ley:

La gobernación integral del país según la ley representa una exigencia


esencial y una importante garantía para el socialismo con peculiaridades
chinas. Hemos de aplicar efectivamente la dirección del Partido en todo el
proceso y todos los aspectos de la gobernación del país según la ley; seguir
firme e invariablemente el camino del imperio de la ley del socialismo con
peculiaridades chinas; perfeccionar el sistema jurídico centrado en la Cons-
titución propio de dicho socialismo; construir el sistema del imperio de la
ley del socialismo con peculiaridades chinas y el Estado de derecho socia-
lista; desarrollar la teoría del imperio de la ley del mencionado socialismo;
persistir en impulsar simultáneamente una actuación conforme a la ley en
la gobernación del país, en el ejercicio del gobierno y en la gestión de los
asuntos administrativos; mantenernos firmes en construir como un todo
único un Estado, un gobierno y una sociedad regidos por la ley; perseverar
en combinar la gobernación del país según la ley con la ejercida conforme a
la moral y en integrar orgánicamente la primera con la administración del
Partido conforme a las normas; profundizar la reforma del régimen judi-
cial; y mejorar las cualidades de toda la nación en lo que respecta al imperio
de la ley y a la moral.

7. Perseverancia en el sistema de los valores socialistas esenciales:

La convicción en la propia cultura constituye la fuerza más fundamental,


profunda y duradera para el desarrollo de un país y una nación. Debemos
persistir en el marxismo, tener sólidamente arraigados el sublime ideal del
comunismo y el ideal común del socialismo con peculiaridades chinas, cul-
tivar y practicar los valores socialistas esenciales, y fortalecer de continuo

153
nuestra iniciativa y el poder de nuestra opinión en el terreno ideológico; im-
pulsar la transformación creativa y el desarrollo innovador de la excelente
cultura tradicional china, dar continuidad a la cultura revolucionaria y de-
sarrollar la cultura socialista avanzada, asimilando lo positivo de lo ajeno
sin olvidar nuestra propia cultura y orientándonos hacia el futuro; y forjar
mejor el espíritu, los valores y la fuerza de China, a fin de ofrecer al pueblo
una guía espiritual.

8. Perseverancia en la garantización y mejora de las condiciones de vida del


pueblo en el curso del desarrollo:

El incremento del bienestar del pueblo constituye el objetivo fundamental


del desarrollo. Hay que proporcionar más beneficios al pueblo y solucionar
en lo posible sus preocupaciones vitales; subsanar los puntos débiles en la
garantización de sus condiciones de vida y propulsar la equidad y la justicia
sociales en el curso del desarrollo; realizar nuevos y constantes progresos en-
caminados a que todos los niños disfruten de una crianza apropiada, toda
la gente tenga la oportunidad de estudiar, sea retribuida por su trabajo, re-
ciba asistencia médica en caso de enfermedad, cuente con un sustento en la
vejez y tenga un lugar donde vivir, y todas las personas vulnerables reciban
la ayuda necesaria; desplegar a fondo el acometimiento de lo más duro en
la liberación de la pobreza; garantizar que todo el pueblo perciba aún más
que sale beneficiado del desarrollo basado en la construcción conjunta y el
codisfrute; e impulsar de continuo el desenvolvimiento integral de las per-
sonas y la prosperidad de toda la población. Construiremos una China de
paz, fortaleceremos e innovaremos la gobernanza social, y salvaguardaremos
la armonía y la estabilidad sociales, a fin de garantizar al país un orden y
una paz duraderos, y al pueblo, tranquilidad y satisfacción en su vida y en
su trabajo.

9. Perseverancia en la coexistencia armoniosa de las personas y la naturaleza:

154
El fomento de la civilización ecológica es un plan a largo plazo para el de-
sarrollo perenne de la nación china. Tenemos que asumir y llevar a la prác-
tica el concepto de que las aguas cristalinas y las verdes montañas son cordi-
lleras de oro y plata; atenernos a la política estatal básica sobre el ahorro de
recursos y la protección del medio ambiente, y tratar el entorno ecológico de
la misma manera que tratamos la vida; coordinar el saneamiento sistemá-
tico de montañas, ríos, bosques, tierras de labranza, lagos y prados; aplicar
un sistema más estricto de protección ecoambiental; conformar una moda-
lidad de desarrollo y un modo de vida ecológicos; seguir invariablemente el
camino del desarrollo civilizado, que lleva a una producción desarrollada,
una vida holgada y un buen entorno ecológico; y construir una bella China,
con miras a crear un ambiente que favorezca la producción y la vida del
pueblo, y a contribuir a la seguridad ecológica del planeta.

10. Perseverancia en el concepto general de seguridad nacional:

Coordinar el desarrollo y la seguridad, incrementar la concienciación


sobre eventuales adversidades y poder reflexionar sobre posibles peligros aun
en tiempos de paz constituye un importante principio de nuestro Partido en
su gobernación del país y su gestión de los asuntos administrativos. Debemos
insistir en la supremacía de los intereses estatales; considerar la seguridad del
pueblo como un objetivo y la seguridad política, como algo fundamental;
coordinar la seguridad exterior y la interior, la del territorio y la de los na-
cionales, la convencional y la no convencional, y la individual y la colectiva;
perfeccionar el sistema institucional de la seguridad nacional; intensificar el
fomento de nuestra correspondiente capacidad; y salvaguardar con determi-
nación la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo del país.

11. Perseverancia en la dirección absoluta del Partido sobre el Ejército Popular:

La construcción de un ejército popular que obedezca los mandatos del Par-


tido, venza en los combates y posea un estilo excelente representa un soporte

155
estratégico para la culminación de los objetivos de lucha fijados para los dos
centenarios [el del Partido en el 2021 y el de la Nueva China en el 2049]
y para la materialización de la gran revitalización de la nación china.
Hemos de aplicar integralmente los principios y sistemas fundamentales de
la dirección del Partido sobre el Ejército Popular; fijar la posición rectora
de las ideas del Partido sobre el fortalecimiento del Ejército de la nueva
época en la construcción de la defensa nacional y de sí mismo; persistir en la
construcción política del Ejército, en fortalecerlo a través de la reforma, en
vigorizarlo por medio de la ciencia y la tecnología, y en administrarlo según
la ley; y conceder más importancia tanto a su mayor concentración en el
combate real como al impulso generado por la innovación, a la construcción
del sistema correspondiente, al desarrollo intensivo y altamente eficaz, y a
la integración de lo militar y lo civil, con el fin de cumplir el objetivo del
Partido de fortalecer el Ejército en la nueva época.

12. Perseverancia en la directriz de “un país con dos sistemas” y en el im-


pulso de la reunificación de la patria:

Mantener la prosperidad y la estabilidad duraderas de Hong Kong y Macao,


y hacer realidad la reunificación completa de la patria constituyen exigen-
cias inexorables de la materialización de la gran revitalización de la nación
china. Tenemos que combinar orgánicamente la salvaguardia del poder ad-
ministrativo general de la dirección central sobre las regiones administrativas
especiales de Hong Kong y Macao con la garantización de su alto grado de
autonomía, y asegurarnos de que la directriz de “un país con dos sistemas” se
mantenga sin cambios ni vacilaciones, y que esta se ejecute sin distorsiones ni
tergiversaciones. Debemos persistir en el principio de una sola China y en el
Consenso de 1992, promover el desarrollo pacífico de las relaciones entre las
dos orillas del estrecho de Taiwán, profundizar la cooperación económica y el
intercambio cultural interribereños, e impulsar a los compatriotas de ambas
orillas a combatir conjuntamente toda actividad secesionista y a luchar juntos
por materializar la gran revitalización de la nación china.

156
13. Perseverancia en el impulso de la construcción de una comunidad de
destino de la humanidad:

El sueño del pueblo chino está íntimamente ligado al de los demás pueblos
del mundo, por lo que en la materialización del sueño chino no podemos
permitirnos prescindir de un entorno internacional pacífico y de un orden
internacional estable. Debemos considerar tanto la situación nacional como
la internacional con una visión de conjunto; seguir inalterablemente el ca-
mino del desarrollo pacífico y aplicar inmutablemente la estrategia de aper-
tura basada en el beneficio mutuo y el ganar-ganar; insistir en la concep-
ción correcta de la justicia y de los intereses; adoptar un nuevo concepto de
seguridad común, integral, cooperativa y sostenible; perseguir una perspec-
tiva de desarrollo definida por la apertura, la innovación, la inclusión y el
beneficio mutuo; promover intercambios entre civilizaciones caracterizados
por una armonía que no excluya las diferencias y por la asimilación indis-
criminada de todo lo que de positivo tenga lo ajeno; y configurar un ecosis-
tema que venere la naturaleza y se base en el desarrollo ecológico, actuando
así en todo momento como constructores de la paz mundial, contribuidores
al desarrollo global y defensores del orden internacional.

14. Perseverancia en el disciplinamiento integral y riguroso del Partido:

La valentía de llevar a cabo una revolución interna y la rigurosidad en la


administración y el disciplinamiento de nuestro Partido constituyen sus cua-
lidades más distintivas. Debemos tomar los Estatutos del Partido como guía
fundamental, situar en primer plano su construcción política, hacer que su
construcción ideológica y su disciplinamiento en materia de sistemas desenca-
denen la energía hacia una misma dirección, y propulsar de manera coordi-
nada las diversas facetas de su construcción: la perseverancia en el centralismo
democrático, la elevación de la rigurosidad de la vida política interna del
Partido, el estricto mantenimiento de su disciplina, el refuerzo de su supervi-
sión interna, el desarrollo de una cultura política intrapartidaria dinámica y

157
sana, la depuración cabal del ecosistema político intrapartidario, la resuelta
corrección de toda clase de prácticas malsanas, el castigo de la corrupción con
una actitud de tolerancia cero, el aumento incesante de la capacidad del Par-
tido para depurarse, perfeccionarse, renovarse y superarse, y la preservación en
todo momento de los lazos de uña y carne entre él y las masas populares.

Estos 14 puntos forman nuestra estrategia fundamental para mantener y


desarrollar el socialismo con peculiaridades chinas en la nueva época. Para
conducir mejor el desarrollo de la causa del Partido y del pueblo, todos los
camaradas de aquel debemos implementar integralmente su teoría, su línea y
su estrategia fundamentales.

La práctica no tiene límites, como tampoco los tiene la innovación teórica.


El mundo cambia a cada instante, como también lo hace China. Hemos de
seguir los pasos de nuestro tiempo en lo referente a las teorías, dominar progre-
sivamente las leyes objetivas e impulsar constantemente la innovación teórica,
práctica, institucional y cultural, así como la fomentada en otros terrenos.
Camaradas: la época es madre del pensamiento y la práctica es la fuente de las
teorías. Siempre que sepamos escuchar la voz de nuestro tiempo y tengamos la
valentía de defender con firmeza la verdad y corregir los errores, el marxismo
de la China del siglo XXI exhibirá sin duda una fuerza más poderosa y con-
vincente de la verdad”. (Fuente: Xinhua)

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