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Soft Skills
Presentaciones en público
Los términos resaltados a lo largo del contenido en color naranja se recogen en el apartado GLOSARIO.
Índice
7.2. Prezi. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
7.3. Keynote. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
7.4. Powntoon. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
9.2. Storytelling. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
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Capítulo 1
En el ámbito de las organizaciones, no es infrecuente que profesionales de los más variados niveles tengan
que exponer ante un auditorio, más o menos concurrido, directrices de un proyecto, resultados de un ejer-
cicio, conclusiones de un estudio... Por eso, la habilidad para hacer presentaciones en público, para hacer
uso de la oratoria de manera adecuada, en resumen, para transmitir ideas con eficacia es una de las compe-
tencias más valoradas en la actualidad.
Pero, ¿qué rasgos distinguen a las presentaciones efectivas de las que no lo son? El experto en comunica-
ción César Piqueras cree que los principios fundamentales de una buena presentación son:
1. Simplicidad
En una presentación, lo esencial es centrarse en las ideas claves, en aquella parte de la información
de que se dispone que es verdaderamente imprescindible hacer llegar al auditorio.
El mayor peligro para este principio es el temor de muchos oradores de no tener material suficiente
para cubrir el tiempo previsto para la exposición. Entonces, añaden datos y datos, información y más
información, hasta conseguir una presentación tan enmarañada que es casi imposible distinguir en
ella lo que es fundamental de lo que es accesorio.
Cuando se tenga esta tentación de saturar la presentación de información, sería bueno recordar
una vieja premisa en el mundo del diseño: “Menos es más”.
Presentaciones en público
2. Concreción
Muy relacionada con la simplicidad, en el sentido de lograr que la audiencia capte lo que es esen-
cial en el discurso del orador, está la concreción. Ser concretos es, quizá, la manera más directa de
transmitir el mensaje al público.
Y ser concretos significa no perderse en explicaciones dilatadas y complejas, porque con esto lo
único que se conseguirá es que el público deje de estar atento.
3. Credibilidad
Uno de los factores que más contribuye a que el público tome en consideración y valore positiva-
mente lo que le está exponiendo un orador es la credibilidad que concede a este o, visto a la inversa,
la credibilidad que el orador es capaz de transmitirle.
Por todo ello, quien acostumbre a hablar en público debería ir construyendo su credibilidad de
manera constante y, luego, debería aprender a proyectarla sobre sus oyentes. Esta es la única forma
de que esos oyentes lleguen a creer realmente en lo que se les está diciendo.
4. Emoción
A menudo se piensa que la exposición de determinados tipos de información, como, por ejemplo,
la que se genera en el ámbito empresarial, debe realizarse de una manera totalmente aséptica, fría,
neutral. Sin embargo, quien actúa así olvida que las emociones intervienen (¡y de qué manera!) en
cualquier faceta de la vida humana.
Por ello, si se quiere que el mensaje a transmitir sea interiorizado por los oyentes, habrá que manejar
las emociones hasta ponerlas a favor de este.
Esto se consigue asociando los elementos claves del discurso a las emociones y sensaciones que
se quiere que estos despierten en el público. Esa asociación entre emociones e ideas hará que las
últimas sean mejor retenidas por los oyentes, una vez acabada la presentación.
5. Imprevisibilidad
De entre todas las emociones con las que lograr que el público recuerde un mensaje, la sorpresa es,
seguramente, una de las que mejor funciona.
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Capítulo 1. Cómo realizar presentaciones efectivas
De hecho, en una presentación hay que conseguir sorprender al público la mayor cantidad de veces
posible, para mantenerlo atento y, sobre todo, para que vaya reteniendo aquellos elementos de la
exposición que interesa que recuerden pasado un tiempo.
Como no se alcanzará nunca ninguno de estos dos objetivos es realizando una presentación tan
lineal que el auditorio sepa, en todo momento, qué es lo siguiente que va a decir el orador. La previsi-
bilidad acaba con la eficacia de una presentación.
6. Historia
Nada gusta tanto a un ser humano como una buena historia. En una historia, hay intriga, emociones,
incertidumbre, expectativas, acelerones y frenazos del ritmo, giros inesperados, sorpresas...
Desde lo más remoto de nuestro pasado, los seres humanos han contado historias para trasmitir
conocimientos y para conseguir que estos permanecieran mucho más tiempo en la memoria de sus
oyentes. Estos, a su vez, los volvían a traspasar a las siguientes generaciones usando esas mismas
historias.
Por ello, aquel orador que sea un buen narrador de historias podría plantearse la posibilidad de
estructurar su presentación como si de una historia se tratase, con sus personajes, su trama, su plan-
teamiento, nudo y desenlace... Lo más probable es que consiga llegar a su audiencia de una manera
más directa, eficaz y perdurable.
Uno de los personajes de los últimos tiempos al que se le reconoció unánimemente una mayor habilidad
para realizar presentaciones exitosas en público fue Steve Jobs, fundador de Apple. Numerosos expertos en
comunicación han analizado sus intervenciones y han compuesto un decálogo con los rasgos más caracte-
rísticos de las presentaciones de Jobs. Serían los siguientes:
1. Planificar la presentación. Un buen orador debería invertir buena parte del tiempo y el esfuerzo
previstos para preparar su presentación en:
De hecho, se señala que cuando se tienen claros estos puntos es mucho más sencillo redactar la
propia presentación y generar su versión digital.
2. Contar una historia. Cualquier idea se pude comunicar tal cual, sin adorno alguno, o bien envuelta
en una atractiva historia que la dote de componentes emocionales, sorprendentes, imaginativos. En el
segundo caso, la audiencia quedará conectada por el hecho de haberse encontrado algo que no
esperaba.
3. Usar la regla de tres. El contenido siempre debería estar estructurado en tres grandes bloques, cada
uno alrededor de una idea central. Y es aconsejable anunciárselos a la audiencia al principio mismo de
la presentación.
Querer transmitir muchas más ideas es prácticamente inútil, porque la mayor parte de la gente no
suele recordar más de tres.
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Presentaciones en público
4. Contar con un antagonista. Cuando una idea, programa o producto es presentado con todas sus
virtudes frente a los defectos de un rival directo, el público suele tomar partido del lado del que tiene
ventajas que le pueden beneficiar.
Por ello, es importante presentar, junto a los mensajes principales de la presentación, aquellos
mensajes rivales que podrían oponerse a los propios. Y, claro está, hay que hacerlo remarcando los
puntos fuertes de los mensajes propios y destacando lo que pueden aportar a la audiencia que sus
rivales no son capaces de ofrecer.
5. Contextualizar las cifras. Si en la presentación se exponen datos, no solo hay que mostrarlos en
bruto, sino también en relación con el contexto o con otros datos significativos.
Por ejemplo, decir que, en algunas ciudades, un joven debe utilizar 700 euros de su sueldo para
pagar el alquiler y gastos de una vivienda puede que no aclare mucho cuál es la situación real, pero
si se dice que esa cantidad es el 90% de su salario, el problema se visibiliza de manera inmediata.
A menudo, aportar una buena imagen junto al texto puede completarlo y reforzar su sentido.
7. Ensayar, ensayar, ensayar. Viendo la soltura con la que Steve Jobs realizaba sus presentaciones, se
podría pensar que era algo connatural a su personalidad, una especie de aptitud de nacimiento. Sin
embargo, Jobs, como otros muchos oradores brillantes, practicaba una y otra vez cómo dirigirse a su
público, de modo que llegó a perfeccionar tanto sus presentaciones porque se había entrenado para
ello con tesón y meticulosidad.
8. Mostrar entusiasmo y alegría. Al buen orador se le nota que disfruta con lo que está haciendo y
nunca muestra enfado o cansancio. En este sentido, es muy útil echar mano del sentido del humor,
contar anécdotas entretenidas, interactuar con el público...
9. Dominar la comunicación corporal. Casi tres cuartas partes de los mensajes que recibe un público
lo hace a través del comportamiento corporal del orador, de sus miradas, de sus posturas... El lenguaje
del cuerpo pueden enfatizar lo que se está diciendo, pero también desmentirlo. Por eso, es vital mos-
trar seguridad y confianza en la forma de moverse, pero también de estar parado, y no perder nunca el
contacto visual con algún sector de la audiencia.
10. Crear un momento para recordar. Un buen orador debe ser capaz de generar instantes memorables en
un momento u otro de la exposición, a través de sus palabras o del mensaje contenido en una diapositiva de
su presentación. El objetivo es que todos y cada uno de los integrantes del público se vaya de la presenta-
ción con un pasaje de esta que no olvidará fácilmente.
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Capítulo 2
Impactar en la audiencia
Uno de los objetivos principales de una presentación es causar un impacto en la audiencia ante la que se
realiza, para así conseguir que esos oyentes recuerden y, a ser posible, asuman su mensaje. Este objetivo se
puede alcanzar siguiendo una serie de pautas básicas:
•• Adaptar el discurso al público y a su objetivo. Los dos elementos que más peso tienen en la es-
tructuración y redacción final de una presentación son los fines con los que se realiza esa presenta-
ción y las personas a las que va a ir dirigida.
De no hacerse así, las presentaciones no comunican el mensaje deseado, por más que el orador lo
tenga todo el rato en mente. O parecen erráticas, sin rumbo, porque no encuentran respuesta en
unos oyentes a los que ese mensaje no concierne.
•• Suministrar los datos justos y necesarios. Las audiencias quieren escuchar lo que saben que les apor-
ta algún valor y, desde luego, una avalancha de datos no lo hace, aunque al orador le parezcan todos
muy interesantes e ilustrativos.
En una presentación, hay que usar solo los datos que apuntalen las ideas que se están planteando o
que sirvan para rebatir un argumento que se quiera desacreditar. Además, hay que saber guardarlos
para el momento en que causarán un impacto seguro.
Presentaciones en público
En cualquier caso, el tratamiento de los datos en una presentación puede cambiar cuando esta va
dirigida a personal directivo o a profesionales de un sector y cuando lo que se están presentando
son resultados.
•• Sintetizar. Del mismo modo que hay que racionalizar el uso de datos, hay que limitar la aportación de
información a la que resulte valiosa para el público y a la que dote a la presentación de una línea de
argumentación sólida.
Y no importa que se domine a la perfección el tema y que, por ello, se disponga de cantidades
ingentes de información: en una presentación no se puede volcar sin más todo el conocimiento que
se posea, sin reparar en si al público le sirve de algo o no.
De hecho, quien no muestra todo su conocimiento sobre un área y solo lo insinúa o deja entrever
está demostrando ser un buen gestor de la información y alguien a quien, si se desea ampliar algún
aspecto de lo expuesto, se puede preguntar, porque tendrá respuestas.
•• Enfatizar el principio y el fin de la presentación. Estos son los momentos que suelen concitar los
mayores niveles de atención del público, por lo que hay que explotar todas sus posibilidades para con-
seguir que esa atención continúe pendiente del orador y su discurso durante toda la presentación, y
para que la audiencia se vaya de ella con una impresión duradera que les haga retener el mensaje
principal.
Como se comentará más adelante, no aprovechar estos momentos es un error imperdonable que
puede dejar en nada todos los esfuerzos realizados en otros aspectos de la preparación y desarrollo
de la presentación.
Manejar recursos en cantidad y de calidad. Para impactar en la audiencia, que, como queda dicho,
es uno de los objetivos fundamentales de toda presentación, será necesario que esta quede expec-
tante durante todo su desarrollo y que, a su término, la sensación dominante sea una mezcla de
deslumbramiento y respeto.
Esto, evidentemente, se puede conseguir con una presentación de PowerPoint, recurso casi omni-
presente en las comunicaciones ante el público desde hace unos años. Pero también es muy posible
que el uso de PowerPoint no baste para producir el efecto deseado, ese efecto al que algunos
llaman “efecto wow”.
Por tanto, habría que plantearse utilizar herramientas a las que el público no está tan acostumbrado
como a PowerPoint y que ofrecen resultados incluso superiores, por ejemplo, en términos de origi-
nalidad e interactividad. Del mismo modo, sería muy aconsejable incorporar vídeos, imágenes y
audios de calidad. Y, por último, se debería depurar el estilo general de la presentación hasta obtener
un conjunto armonioso en el que encajen colores, recursos visuales, tipografías...
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Capítulo 2. Impactar en la audiencia
Por todo ello, la puesta en escena no puede dejarse a la improvisación, sino que hay que planificarla
minuciosamente, incluso para dar la impresión de que todo lo que ocurre sobre el estrado del orador
es completamente espontáneo. Esa planificación debería analizar el espacio disponible para:
–– Aprovechar luces y sombras para acentuar unos u otros aspectos del discurso.
–– Localizar desde dónde lanzar ciertos más mensajes con más efectividad.
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Presentaciones en público
Capítulo 3
Como habilidad que es, la realización de presentaciones en público también está sujeta a la aparición de
errores que le mermen efectividad. La mejor manera de evitarlos es tenerlos completamente identificados;
examinarlos, para conocer sus causas y efectos; y entrenar las formas de corregirlos.
Entre los errores más comunes que se pueden cometer al llevar a cabo una presentación ante un auditorio
están:
•• No haber establecido, antes de empezar la presentación, el objetivo de la misma, no tener claro con
qué finalidad se va a realizar. Esto hará el discurso más confuso y limitará seriamente la capacidad
comunicativa y persuasiva del orador.
•• No haber estructurado el contenido de la exposición, con fin de que el discurso siga una línea argu-
mental lógica y ordenada. Es esencial establecer una estructura para la presentación, incluso antes de
empezar a prepararla y redactarla, si es el caso.
•• No haber analizado el público al que va dirigida la presentación, no saber quiénes lo componen, cuá-
les son sus características definitorias, qué esperan de la exposición... Este análisis, como la fijación de
la estructura, debe ser previo al planteamiento de la presentación, para poder orientar el sentido de
esta en una dirección u otra, según vaya a ser la audiencia.
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Capítulo 3. Errores a evitar durante una presentación
De no hacerse así, lo más probable es que los oyentes permanezcan ajenos a la presentación mien-
tras se realiza e ignoren el mensaje.
•• Realizar la presentación sin haberla estudiado, sin llevar un guión con sus elementos esenciales, sin
tener bien meditado qué decir en cada momento. La consecuencia inevitable es que el orador deberá
leer la presentación.
Al ser tan frecuente, se ha podido llegar a pensar que leer el contenido de una presentación en un
soporte cualquiera (unas fichas, folios, un PowerPoint...) es admisible. Pero no lo es: un buen orador
nunca debe leer su exposición. La razón fundamental es que, al hacerlo, se transmite sensación de
inseguridad, de falta de preparación, de déficit de conocimientos, de poca credibilidad...
En este sentido, no hay que olvidar nunca que una presentación de PowerPoint es solo un apoyo
para el discurso del orador y un medio para que la audiencia pueda seguir fácilmente el hilo del
discurso y captar sus puntos esenciales.
Hay errores en la comunicación no verbal que un buen orador nunca debe cometer, como:
–– No ajustar el tono y el volumen de la voz a los elementos del discurso y a las condiciones físicas en
las que se realiza la presentación.
–– Permanecer sentado tras una mesa, a menos que esta sea la forma en que se ha estipulado que se
desarrolle la presentación.
•• No usar el contacto visual para conseguir que hasta el último integrante del público se sienta partíci-
pe del acto de la presentación. Es imprescindible que el orador cambie de sector al que se dirige, que
dé la impresión de que está mirando, en un momento u otro, a todas las personas de su audiencia.
En este sentido, es muy útil realizar barridos, aplicar lo que se conoce como “técnica del faro” cada
cierto tiempo, para recorrer todo el auditorio con la mirada.
Para evitarlo, hay que tener muy claro, ya desde el momento de la estructuración de la exposición,
cuáles son las partes del mensaje realmente importantes y cuáles son meros añadidos para aclarar
ideas o lograr transiciones entre conceptos.
Al final, la posibilidad de conectar con la audiencia y conseguir que interiorice el mensaje que se les
quiere hacer llegar es consecuencia directa de una buena selección de las ideas y conceptos que
se van a priorizar sobre otros durante la exposición.
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Presentaciones en público
•• Olvidar la interacción con la audiencia, la cual tendrá lugar, habitualmente, al término de la presenta-
ción. Este espacio para que el público pueda proponer ideas y plantear preguntas es fundamental para
conseguir que acepten del todo la presentación. Además, acerca al orador a su audiencia, con el
efecto positivo que ello conlleva.
La mejor manera de afrontar con éxito el turno de preguntas es, durante la preparación de la presen-
tación, haber previsto las que más probablemente puedan surgir y tener estudiada una respuesta
adecuada para cada una.
•• Dejar pasar el inicio y el final de la presentación sin haber impresionado al público, teniendo en cuen-
ta que estos dos momentos son, quizás, a los que más atención presta cualquier audiencia.
Visto esto, es, seguramente, la oportunidad para utilizar algún recurso innovador, sorprendente y con
un gran componente visual, que impacte al auditorio y se quede fijado en su memoria.
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Capítulo 4
Pánico en el escenario
Hablar en público no es fácil para la mayor parte de las personas. La vergüenza por dirigirse a descono-
cidos o a grupos más numerosos que los que se suelen tratar, las expectativas negativas sobre la capacidad
para hacerlo o la mera falta de costumbre pueden pesar como una losa sobre algunos oradores e impedirles
llevar a cabo su cometido tal como ellos querrían.
Una forma más acusada de ese reparo a hablar en público es lo que se conoce como “miedo o pánico escénico”.
Definición:
El miedo escénico es “un estado inhibitorio que reduce la habilidad comunicacional e impide el
despliegue de las capacidades expresivas potenciales”.
El miedo escénico, en Psicología y Psiquiatría, recibe el nombre científico de “glosofobia” y se distingue por
una sintomatología muy concreta:
•• Ansiedad intensa, desconcierto, angustia, ante la perspectiva de tener que dirigirse a un público
mayor de lo habitual o con unas características desconocidas o desacostumbradas.
•• Malestar físico y, a menudo, náuseas y hasta ataques de pánico antes de afrontar la situación en la
que habrá que hablar en público.
Presentaciones en público
•• Conductas de evitación, como no asistir al acto en el que habría que haber hablado o acudir, pero
no intervenir.
Entre las causas más habituales del miedo escénico se suelen citar:
•• Evitación continua. Cuando se evita cualquier situación en la que habría que hablar en público, la
persona deja de adquirir práctica en esta competencia, con lo que el miedo crece, pero, en gran me-
dida, ahora sí con cierto fundamento.
La eliminación (o, al menos, la atenuación) del miedo escénico puede requerir la intervención de un profe-
sional, pero antes de llegar a este punto es posible ir adoptando medidas que ayuden a que hablar en público
sea algo más familiar y menos temible:
1. Practicar
2. Reconocer el lugar
Una forma de reducir la ansiedad y sentirse más seguro es conocer de antemano el lugar donde
habrá que hablar y examinar sus elementos: la organización del espacio, la zona donde estará el
público, las características arquitectónicas, las vías de entrada y salida, la iluminación natural y arti-
ficial... La mejor manera para recabar toda esta información tranquilamente es llegar con suficiente
tiempo de antelación al lugar de la presentación.
3. Estudiar al público
Es conveniente saber con tiempo suficiente a quiénes irá dirigida la presentación a realizar y no solo
para poder preparar mejor la presentación, ajustándola al perfil de los oyentes, sino también para
descartar incertidumbres sobre sus posibles opiniones o su nivel de conocimientos del tema a tratar.
Uno de los temores que suelen estar detrás del miedo escénico es no conocer suficientemente bien
el tema de la presentación que hay que desarrollar. Como es lógico, esa inquietud se contrarresta
dominando completamente ese tema.
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Capítulo 4. Pánico en el escenario
Para profundizar, bastará con obtener toda la documentación al alcance, estar al día de las nove-
dades en torno al tema, conocer ejemplos ilustrativos y reseñables... Todo ello revestirá de autoridad
al orador, le granjeará el respeto del público, le volverá más confiado en sus posibilidades y no dejará
lugar a la improvisación, que siempre es fuente de inseguridades.
Cuando se usan recursos tecnológicos para elaborar una presentación (ya sea en PowerPoint o
en cualquier otro formato), el orador sabe que cuenta con una excelente referencia para ir desgra-
nando sus conocimientos, según le indique esa presentación. Además, le suministrará recursos y
apoyo y simplificará notablemente sus tareas.
Ahora bien, no se debe recurrir a este apoyo sin conocer bien el uso de estas herramientas y sin
cerciorarse de que el material con el que se van a reproducir las presentaciones o los vídeos,
imágenes y audios que se quieran utilizar funciona y funciona correctamente: nada es tan angus-
tioso como comprobar ante el público que no se puede usar un recurso cualquiera, porque un
aparato no funciona.
Si la presentación a realizar es de cierta duración, la inquietud vendrá generada, precisamente, por esa
extensión. Por ello, quizás lo más práctico sea dividirla en bloques de contenido y tiempo, que se dife-
rencien bien unos de otros, para que sea más fácil prepararlos en detalle y controlar su desarrollo.
Cada bloque iría ubicado en una parte de la exposición, la cual estaría conformada por la unión
armónica y fluida de las distintas partes. De hecho, cabe hasta la posibilidad de planificar breves
pausas entre cada bloque, que se podrían aprovechar para interactuar con el público (por ejemplo,
solicitando preguntas) o para presentar algún recurso audiovisual.
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Presentaciones en público
Capítulo 5
Queda dicho que uno de los principales errores que se puede cometer al llevar a cabo una presentación es no
haber establecido previamente cuál es el objetivo de la misma, no tener claro para qué se lleva a cabo.
A menudo, hay oradores que se sorprenden de que sus presentaciones no hayan calado en la audiencia
como ellos esperaban. Y esto, aunque están seguros de saber qué es lo que querían transmitir. ¿Qué ha
ocurrido? Pues que han ignorado lo fundamental al preparar una buena presentación: fijar unos objetivos
pensando en su público destinatario y en las expectativas que este tiene con respecto a la exposición.
Efectivamente, antes de empezar a elaborar su presentación, estos oradores deberían haberse hecho
algunas preguntas básicas:
•• ¿Cuál debería ser la respuesta del público si le pidieran su opinión sobre la exposición?
No hay que olvidar nunca que definir unos objetivos adecuados al mensaje que se quiere transmitir y a la
audiencia a la que este va dirigido presenta dos ventajas:
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Capítulo 5. Establecer el propósito de una presentación
1. Para la audiencia, lograr identificar el tema central de la exposición desde los primeros momentos de
esta.
2. Para el orador, conseguir elaborar un discurso coherente y que tenga una finalidad clara. Además,
ayuda mucho a seleccionar y desarrollar los contenidos de ese discurso y a dar con su hilo conductor.
En cualquier caso, estos objetivos principales de la presentación deberían ir acompañados siempre de una
serie de objetivos transversales, como estos:
•• Captar la atención del público, dirigiéndola hacia aquellos aspectos del mensaje en los que se tenga
especial interés.
•• Lograr que el público conserve en su memoria la presentación, porque haya producido un impacto
relevante en ellos.
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Presentaciones en público
Capítulo 6
Definir el objetivo o objetivos de la presentación es solo el primer paso en su desarrollo. Lo siguiente debería
ser elaborar un listado de las ideas y elementos esenciales que esta debe contener. Y, a continuación, habría
que dotar de una estructura adecuada a la futura exposición, una estructura que permita alcanzar los obje-
tivos fijados, que ayude a proyectar el mensaje principal y que cohesione y dé coherencia al conjunto.
Esta estructura suele presentarse como una secuencia compuesta por cuatro fases:
1. BIENVENIDA
2. PRESENTACIÓN DE IDEAS
3. DESARROLLO
4. CONCLUSIONES Y CIERRE
Se trata de fases con características distinguibles unas de otras, cada una con un valor propio que aportar al
conjunto y con una contribución particular a la consecución de los objetivos.
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Capítulo 6. Fases de desarrollo de una presentación
1. Bienvenida
Esta fase supone el encuentro entre el orador y su público, por lo que debe contener los suficientes
elementos de interés como para que los oyentes mantengan la atención fija en los que se les esté
diciendo y recuerden ese arranque como algo reseñable.
Esto significa que buena parte de la atención que se concedan a la presentación en su conjunto
dependerá de este primer momento. Efectivamente:
–– Una bienvenida sin atractivo o improvisada reducirá los niveles de motivación de los oyentes para
seguir atendiendo a la presentación.
2. Presentación de ideas
En esta fase, el público averigua cuál o cuáles van a ser las ideas centrales de la exposición, a partir
de la presentación resumida de los temas de los que va a tratar el orador a lo largo de su discurso.
Es también un momento muy delicado para conseguir mantener la atención de esa audiencia, por lo
que ser muy concretos y saber recurrir a elementos llamativos puede ser de vital importancia.
De hecho, ambos aspectos de esta fase se relacionan: cuanto más conciso y directo se sea en la
presentación de las ideas principales de la exposición, antes y mejor comprenderá el público de qué
se va a hablar durante esta.
–– Asociar las ideas a imágenes o metáforas que permitan al público retenerlas más tiempo.
–– Las ideas centrales de una presentación no deberían ser más de tres, a menos que sea de cierta
duración. En ese caso, lo mejor sería desarrollar una idea en cada bloque de la presentación, por
separado.
–– La información que acompañe a la presentación de cada idea debe ser la suficiente para que se
recuerde con facilidad, pero no más.
3. Desarrollo
Con las ideas ya presentadas, hay que centrarse en ir desarrollando cada una de ellas, aportando los
contenidos idóneos en los distintos casos.
22
Presentaciones en público
Ahora bien, dicho desarrollo tiene que partir de una premisa fundamental: los diferentes tipos de
público condicionan la forma en que se van explicando las ideas, ya que es imprescindible acomodar
los contenidos y los recursos expositivos a las características de la audiencia, para lograr que estos
les resulten comprensibles. La falta de adaptación del desarrollo de las ideas al público es un escollo
que no podrá salvar ni el mejor de los oradores.
–– Se vale de recursos de todo tipo: gráficos, vídeos, fotografías, esquemas... Aunque todo en su justa
medida, sin que su aportación llegue a abrumar o aburrir al público.
–– Cada idea tiene un tratamiento similar, en énfasis y tiempo. Si no se hace así, el público tenderá a rela-
cionar menor tiempo de exposición de una idea con menos importancia de la misma, por ejemplo.
–– Se ilustran las ideas con ejemplos que las clarifiquen y relacionen con la realidad.
4. Conclusiones y cierre
Cuando se hayan desarrollado todas las ideas que se querían exponer, se habrá llegado al final de la
presentación y habrá que mostrar al público qué conclusiones se pueden extraer del discurso reali-
zado y, posteriormente, proceder al cierre de la exposición y a la despedida de los asistentes.
Las conclusiones se obtendrán asociando las ideas expuestas en enunciados con sentido y
mostrando claramente al público qué mensaje encierra cada uno de esos enunciados. Por tanto, la
concisión y la capacidad de impresionar al público vuelven a ser de capital importancia.
En este sentido, como el final de la presentación puede venir precedido por algunos de los
momentos de exposición en los que el público muestre menos atención al orador, habrá que recurrir
una vez más a la creatividad y a la imaginación para dar un giro inesperado y sorprendente y llevar
su interés de nuevo a las cotas más altas. Puede ser cuestión de lanzar preguntas de invitación a la
reflexión, de usar el humor de una anécdota relacionada con el tema, de citar alguna frase que sirva
como corolario de la presentación, de involucrar al público en una actividad...
Sea como sea, se trata de marcar la diferencia entre un final que se olvide apenas abandonada la
presentación y otro que se conserve en la memoria durante mucho tiempo.
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Capítulo 7
Herramientas audiovisuales
Lo normal es que las presentaciones se realicen con algún tipo de apoyo audiovisual. Gracias al avance
tecnológico, ese apoyo es suministrado ahora, casi sin excepción, por herramientas digitales. Saber cuándo
usarlas, como usarlas y, sobre todo, cuál usar va a depender de varios factores, que habrá que analizar y
tener en cuenta:
7.1. PowerPoint
En la actualidad existe gran cantidad de programas y herramientas que permiten al orador disponer de recursos
audiovisuales de apoyo durante sus presentaciones. Las más usadas se caracterizan por ofrecer recursos de
relativamente alta calidad a un coste muy bajo (o de manera gratuita) y gracias a un manejo muy sencillo.
Presentaciones en público
De todos estos programas y herramientas, sin duda la más usada durante años en las presentaciones ha sido
y sigue siendo Microsoft PowerPoint.
PowerPoint (o PPT, abreviado) es un programa desarrollado por Microsoft e incluido en su paquete Office,
con el que se crean presentaciones que incluyen textos, imágenes, gráficos, música y animaciones. Se
caracteriza por:
•• Formatos variados.
•• Catálogo de transiciones.
Si las otras características ofrecen un amplio abanico de opciones estéticas, la última es la que contribuye
de manera más evidente a incrementar la variedad en la presentación, al permitir alternar recursos de dife-
rentes tipos, y a aumentar su dinamismo y efectividad.
Las presentaciones creadas con PowerPoint se pueden utilizar durante las exposiciones en público, pero
también se pueden publicar. Una opción para hacerlo es subirlas a una plataforma como Slideshare, que, al
estar vinculada a LinkedIn, facilita la distribución de esas presentaciones entre los contactos que se tengan
incluidos en “Mi red”, dentro de esta red social y profesional. En sentido contrario, las presentaciones se
pueden subir a LinkedIn y se vincularán de manera automática a la cuenta que se tenga en Slideshare.
PowerPoint reúne tantos adeptos como detractores entre quienes realizan presentaciones en público. Para
aclarar este debate quizás sea provechoso conocer cuáles son realmente las ventajas y desventajas de este
programa:
Los resultados son presentaciones que muestran de forma clara y sencilla los
contenidos.
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Capítulo 7. Herramientas audiovisuales
Para maximizar las ventajas de PowerPoint y minimizar sus inconvenientes sería recomendable hacer caso
de consejos como los siguientes:
•• “Menos es más”. Este viejo aforismo del mundo del diseño gráfico, en el caso de PowerPoint hace refe-
rencia, sobre todo, al texto incluido en cada diapositiva de las presentaciones: hay que simplificarlo lo
máximo, reducirlo a las palabras clave o a las ideas principales. Al fin y al cabo:
–– La presentación solo es un apoyo: debe ser el orador el que explique las pocas palabras que apa-
rezcan en ella, ampliándolas con sus explicaciones.
–– Aunque se quisiera que el auditorio leyera el texto que va apareciendo en las diapositivas, habría
asistentes que no lo lograrían por leer despacio y faltarles tiempo y otros, simplemente, que no po-
drían leerlo por problemas en la vista, mala posición con respecto a la pantalla de proyección...
•• Un máximo de dos tipos de letra. Aunque PowerPoint facilite el uso de múltiples tipos de letra, no se
debe abusar de esta posibilidad. Habría que seleccionar sólo un par de ellos, cuyo estilo corresponda
al mensaje que debe transmitir la presentación y que sean fácilmente legibles.
Si no se hace así, se puede dar la impresión de desconocimiento de los principios más elementales
del diseño y el estilo.
•• Limitar la paleta de colores. Si no hay que usar más de dos tipos de letra en una misma presenta-
ción, el número de colores no debe exceder de tres. Deberán ser agradables para la mayor parte de las
personas, ya que, no lo olvidemos, cada color despierta sentimientos, emociones y sensaciones de
muy distinto tipo en los seres humanos. Y, una vez elegidos, se deberán combinar con orden y armonía.
•• Usar imágenes de calidad. Las imágenes son un elemento muy valioso para el discurso contenido en
una presentación de PowerPoint y para su aspecto final. No obstante, nada de esto se conseguirá si se
escogen imágenes que no tengan buena calidad y un tamaño adecuado.
Una imagen pequeña y de poca calidad, aunque se vea bien en la pantalla del ordenador, en cuanto
se proyecte en una superficie de mayor tamaño, perderá nitidez, colorido o se pixelará. Y esto será
fatal para la impresión que el público se haga de la presentación.
26
Presentaciones en público
•• Evitar el exceso de animaciones y efectos. Como ocurre con los tipos de letra, una de las virtudes
de PowerPoint es que dispone de un amplio surtido de efectos, transiciones y animaciones. Sin embar-
go, si se abusa de estos elementos o se eligen los más raros, la impresión que causarán en la audiencia
será negativa.
Como se dijo en el caso de la cantidad de texto a introducir en una presentación, aquí también
“menos es más”.
•• Vídeos y audios incrustados. PowerPoint permite incorporar los vídeos y los audios a las diapositi-
vas, de manera que quedan incrustados en ellas y se pueden reproducir desde la diapositiva en que se
encuentran.
Si se quieren usar vídeos o audios en una presentación, esta es la opción a elegir y nunca, en un
momento dado de la exposición, salir de la aplicación para poder abrir un enlace externo o el archivo
que contenga el vídeo o audio.
Además, utilizar la opción de vídeo o audio incrustado revela que el orador domina las posibilidades
de PowerPoint, aumentando la confianza de la audiencia en él.
7.2. Prezi
Prezi se ha ido convirtiendo en una seria alternativa a PowerPoint, porque también permite realizar presenta-
ciones multimedia, como la herramienta de Microsoft.
No obstante, sus resultados son más originales: con Prezi se crea una presentación global, pero al repro-
ducirla, su herramienta de zoom permite acercarse a cada apartado, ubicados en lugares distintos de la
presentación, y mostrarlo por separado, saltando de un elemento a otro. Por eso, es especialmente reco-
mendable para elaborar mapas conceptuales y presentaciones dinámicas, en las que se puede navegar.
Además, las presentaciones creadas se almacenan en la nube, con lo que son accesibles (previa identifica-
ción con contraseña) desde cualquier dispositivo conectado a internet, en cualquier lugar.
En su contra juegan una menor variedad del diseño que PowerPoint, al disponer de menos plantillas y
recursos, y el hecho de que es de pago, si se quiere tener acceso a todas sus funciones.
27
Capítulo 7. Herramientas audiovisuales
Hasta que se alcanza cierto nivel de manejo, es de uso más complejo que otras
aplicaciones.
Desventajas
Hay que aprender bien a navegar por las presentaciones, porque si no, resul-
tarán confusas para el público.
Siguiendo unas sencillas directrices es posible maximizar las ventajas y minimizar los inconvenientes de Prezi,
sacándole el máximo partido. Entre esas directrices se pueden citar:
•• Aprovechar la libertad de movimientos. Con Prezi se puede decidir en todo momento cómo mo-
verse a lo largo y ancho de la presentación, lo cual facilita el cambio en el foco de atención y la posi-
bilidad de profundizar más en la explicación de unos elementos que de otros.
•• Armonizar tipografías, colores y otros elementos de diseño. Como en PowerPoint, buena parte
del efecto que cause la presentación de Prezi se deberá a una correcta elección de las líneas maestras
de su diseño, así como de una combinación acertada de colores, letras y tamaños. Ya que la aplicación
es especialmente cuidadosa con estos aspectos, merece la pena valerse de ello para potenciar el re-
sultado de la presentación.
28
Presentaciones en público
•• Incrustar vídeos. En Prezi, al igual que en PowerPoint se pueden incrustar vídeos en la propia presen-
tación, para que así no haya que salir de ella cuando se quiera reproducir uno, ni haya que buscar este
en internet o tenerlo preparado en un archivo aparte.
•• Imprimir en PDF. Las presentaciones de Prezi resultan innovadoras y atractivas, por lo que se puede
dar algo más de valor a las que se realicen con esta aplicación imprimiéndolas y entregándolas al pú-
blico como material adicional. También se podrían descargar en este mismo formato para hacerlas
llegar a quien lo desee por correo electrónico, por ejemplo.
7.3. Keynote
Los usuarios de dispositivos diseñados por Apple tienen a su disposición la suite ofimática iWorks, en la cual
está integrada la aplicación para crear presentaciones Keynote. Con ella, como ocurre con PowerPoint, se
pueden elaborar presentaciones con un alto impacto visual y en las que se pueden insertar fotos y vídeos,
así como elementos más particulares como los marcos o los reflejos, ambos encadenados por transiciones.
Al estar conectado a la nube, las presentaciones de Keynote se pueden crear o modificar desde cualquier
dispositivo Apple y esos cambios serán visibles para otros dispositivos igualmente conectados. De este
modo, la versión accesible de una presentación es siempre la última.
•• Uso de guías inteligentes, con lo que es más sencillo y efectivo alinear elementos, centrarlos o agru-
parlos automáticamente.
•• Exportación a numerosos formatos y aplicaciones, entre ellas PowerPoint. Las presentaciones de Key-
note se pueden guardar, además de en su formato nativo, en PDF, HTML, JPG y PNG...
En cuanto al balance de ventajas y desventajas, ya realizado con las anteriores aplicaciones, en el caso de
Keynote sería el siguiente:
29
Capítulo 7. Herramientas audiovisuales
•• Se aprovechan los elementos de diseño para reforzar palabras clave o ideas fuerza de la presentación.
Keynote se distingue por el alto nivel de su diseño, el cual se puede poner al servicio del mensaje a
transmitir y de las habilidades comunicativas del orador, mediante esta opción.
•• Se utilizan los efectos disponibles para aportar profesionalidad y elegancia a la presentación. Keynote
incluye un abanico de efectos my diferentes a los de otras aplicaciones similares, tanto por su estilo de
diseño como por su originalidad y elaboración.
•• Se incluyen imágenes que realcen el valor de la presentación. De hecho, en Keynote es sencillo elimi-
nar los fondos para que esas imágenes se integren aún mejor con el resto del conjunto.
7.4. Powntoon
Una presentación animada tiene, sin duda, un efecto mayor y más duradero en el público que la contempla.
Esto es, precisamente, lo que permite hacer Powntoon, con solo registrarse en la página web de la aplica-
ción.
Aunque el resultado del trabajo con esta herramienta es un vídeo, no se necesita tener conocimientos
previos de audiovisuales para que ese resultado sea óptimo, ya que Powntoon es de manejo sencillo e
intuitivo. Así, será relativamente simple crear un vídeo que incluya textos con la tipografía que se prefiera,
imágenes fijas o animadas, y efectos y transiciones de gran impacto.
30
Presentaciones en público
Como otras aplicaciones, Powntoon también incluye funcionalidades más complejas y elaboradas que solo
están activas para la versión premium, de pago. De hecho, con la versión gratuita, a la que se accede regis-
trándose en la web de la herramienta, se pueden crear presentaciones muy eficaces y atractivas, pero todas
llevan una marca de agua con el nombre de la aplicación. Esta marca se puede hacer desaparecer con la
opción premium.
En la mayor parte de los casos, sus presentaciones solo pueden ser partes
de una mayor, desarrollada con otra herramienta, o se usan como apoyo en
Desventajas alguna parte de la exposición.
31
Capítulo 8
Los únicos recursos que se pueden usar en una presentación no son las herramientas digitales, como las
que se acaban de describir: hay otros más tradicionales, “analógicos” (por así decirlo), que han probado de
sobra su efectividad.
1. Gráficos y dibujos
Las representaciones gráficas de conceptos, datos, procesos o, incluso, objetos son una estupenda
alternativa o complemento a los recursos audiovisuales, a la hora de mostrarlos. El dibujo da forma a
ideas y relaciona planteamientos, al tiempo que concentra la atención del público en un solo punto y
puede conseguir que participen de su desarrollo o explicación.
2. Preguntas
Una pregunta dirigida al público permite a sus integrantes participar e interactuar con el orador y entre
ellos. También puede resultar un estímulo, sobre todo si es necesario que intervengan de manera activa
en la presentación, y una eficaz forma de captar o recuperar su atención.
Para que den más resultado, las preguntas deben ser lo más dirigidas que sea posible, ya que así se
controla mejor que se hable sobre los temas que realmente se quieren tratar en la exposición.
Presentaciones en público
3. Dinámicas
Aquí la participación llega a su nivel más alto: si se plantea una dinámica para que el público participe,
sus integrantes terminan, en mayor o menor medida, implicados en el desarrollo de la presentación.
¿Y qué consigue el orador haciendo que su audiencia se involucre en una dinámica? Pues, varios
objetivos:
–– Aumentar la receptividad de la audiencia a lo que se les quiera transmitir desde ese momento.
4. Comparaciones y símiles
En ocasiones, algunos de los conceptos que hay que introducir en una presentación resultan espe-
cialmente complejos, por lo que el recurso a comparaciones, símiles y metáforas puede facilitar su
compresión.
5. Demostraciones
Una demostración es, simplemente, sustituir una explicación, que puede resultar farragosa y poco
atractiva, por una acción que muestra clara y directamente lo que se quería explicar. Por ejemplo,
es más complicado explicar con descripciones ilustrativas y detalladas cómo se fríe un huevo que
proceder a freírlo en directo.
33
Capítulo 9
Por más que se conozcan las características de las presentaciones eficaces, las acciones que pueden
mejorar y perjudicar a una presentación o las herramientas disponibles para elaborar esas presentaciones,
es posible que se necesite una ayuda más para aprender a estructurarlas y para establecer para cada una
de una línea argumental y de desarrollo sólida. Esto lo proporcionan técnicas como las que se describen a
continuación.
H Corresponde a “Hábitos”, es decir, a convertir en hábitos todos y cada uno de los elementos de la
comunicación, a base de practicarlos y trabajarlos, una y otra vez. La idea de Gordoa es que alcanzar
los niveles más altos como orador no es una cuestión puntual, fruto de una actuación concreta, sino
que depende de la creación de un hábito a base de práctica.
Presentaciones en público
A Por “Abrir fuerte”, lo que implica que, ante una presentación, el primer objetivo es empezar causando
una impresión considerable y positiva, que perdure durante toda la exposición. Porque el desarrollo
de una presentación, desde el punto de vista del público, está muy condicionado por esa primera im-
presión que el orador provoca a cada oyente.
B De “Buena voz”, ya que esta es una de las armas más poderosas con las que cuenta el orador para
causar buena impresión en su público. La voz se puede y debe entrenar para que cumpla con ese
cometido y, en ese sentido, hay numerosas técnicas y recursos para utilizar en ese entrenamiento.
A De “Acabar”. Para Gordoa, una buena presentación se cierra de manera sensacional, con la audiencia
con una impresión sumamente positiva del orador y su exposición y ganas de más. Un elemento clave
de ese cierre ha de ser la emoción, como forma de crear vínculos con la audiencia e incrementar su
acercamiento al orador.
9.2. Storytelling
El storytelling consiste, básicamente, en contar una historia utilizando un lenguaje con un gran componente
sensorial y con elementos que permitan a la audiencia interiorizar los mensajes de esa historia, para crear
con ellos conceptos y sentimientos con significación personal.
1. Recuerdo
La mejor manera de lograr que un mensaje se mantenga lo más íntegramente posible y durante más
tiempo es vincularlo a una carga emocional de cierta magnitud.
2. Conexión
Una forma excelente de conectar con la audiencia es contar una historia. El efecto es aún más
acusado si la historia tiene como protagonista al propio orador.
3. Confianza
Las historias aportan un punto de vista novedoso, cercano y más fresco que una mera exposición
academicista. Es una manera de empatizar con la audiencia, lo que hará que esta deposite más
confianza en el orador.
Esa confianza es clave para que el público esté receptivo, primero, a escuchar los mensajes de
la presentación y, segundo, a aceptarlos e interiorizarlos. Con la confianza del público ganada, el
orador realizará el resto de su exposición contando con una ventaja notable.
35
Capítulo 9. Técnicas para mejorar las presentaciones
Para contar una buena historia que produzca todos estos efectos mencionados, el narrador debe tener
siempre presente que esa historia ha de contar con tres elementos esenciales:
•• Un personaje o personajes, a los que les ocurra lo narrado en la historia. Lo más efectivo es que ese
personaje tenga puntos de contacto con los integrantes del público, para que, así, estos se identifi-
quen con el protagonista de la historia, más fácilmente.
Esta identificación es muy importante por dos razones: por un lado, crea un vínculo emocional con
la audiencia, gracias al cual es más sencillo hacerles aceptar los mensajes de la presentación, y, por
otro, atrae la atención sobre lo que se está contando.
•• Un problema al que se tiene que enfrentar el personaje de la historia. Este problema, que constituye
el nudo de la historia, también debe estar relacionado con los rasgos definitorios de la audiencia y con
el tema sobre el que verse la exposición. De nuevo, es una manera de capturar la atención del público
e, incluso, de dotar de significado a la propia historia.
•• Una solución que sirva de desenlace a la historia y, al mismo tiempo, de cierre a la presentación. No
aportar esa solución es un error que puede empañar todo el desarrollo de la presentación, ya que
nada desconectará más al público del orador que el que sientan que este les ha hurtado el final de la
historia.
Cuando se acaba con una solución satisfactoria, no solo se consigue que el público se vaya con la
impresión de que han oído una buena historia, con su planteamiento, nudo y desenlace bien deli-
neados, sino de que esa historia ha enriquecido su conocimiento sobre el tema del que trataba la
presentación.
Cada uno de estos cinco pasos, como ocurre con el método HABLA, recibe el nombre de un concepto cuya
primera letra forma parte del acrónimo con el que se conoce a la técnica:
B De “Bienvenida”, una de las partes más importantes de la presentación, ya que condiciona el desarro-
llo posterior del resto de esta y el resultado que se obtenga a su término. Por ello, el objetivo será em-
pezar de una manera que impacte, sea de difícil de olvidar y consiga que el público no se desconecte
en ningún momento de la exposición.
Hay numerosas formas de alcanzar estos objetivos de la bienvenida, pero algunos de los más
comunes son:
36
Presentaciones en público
–– Proponiendo un reto que se irá desentrañando durante la exposición y cuya solución llegará con el
cierre de la presentación.
R Por “Reconocimiento”, en el sentido de ganarse el respeto del público y adquirir para ellos el marcha-
mo de experto. Para ello, habrá que demostrar que se conoce en detalle el tema del que se trata, lo
que pasa por estar uno mismo convencido de que realmente se es un conocedor profundo de esa
área.
A Procedente de “Autoridad”. En este contexto, la autoridad significa seguridad en uno mismo y con-
fianza, lo que, entre otras cosas, se logra haciendo coincidir lenguaje verbal y no verbal, especial-
mente elementos de este como los gestos, la voz, la mirada, la sonrisa, el movimiento y posición de
manos y piernas, el uso del espacio...
V Del “Valor” que siempre se debe aportar a una presentación a través de:
–– Las emociones que se introducen en el discurso para conseguir que el público lo acepte.
Como ya se ha visto al hablar del storytelling, una buena manera de transmitir emociones al público
es mediante la narración de una historia.
O Por “ovación”, es decir, lo que se debería producir al término de la presentación, porque se haya ce-
rrado de una manera impactante, difícilmente olvidable. Y esto se consigue con una reflexión atracti-
va, una cita concluyente, una metáfora sugerente o de cualquier otra forma que dicte la imaginación
y la creatividad.
Da igual lo que sea, pero el público debe dejar la presentación con una sensación de bienestar y con
los mensajes de esta suficientemente interiorizados.
37
Capítulo 10
Otras competencias
En la capacidad para hablar en público y desarrollar presentaciones que produzcan un efecto duradero en
la audiencia, están también implicadas una serie de competencias transversales. El buen orador debe saber
cuáles son y trabajar para conseguir dominarlas.
Creatividad
Capacidad de persuasión
Comunicación verbal
Comunicación no verbal
Inteligencia emocional
Autor
Alejandro Durán Asensio