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MANUAL

DE
SEGUIMIENTO
AGAPE
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Manual de seguimiento agape


Juan Bobadilla

Iglesia: Capilla Calvario de Oxnard C.A.


Pastor: Juan Parra

Año: 2009
Categoría: Eclesiología
Todos los derechos reservados.
Prohibida la reproducción parcial o total de esta obra con ánimos de lucro
sin la autorización de su editor.

Correo electrónico: apologista777@yahoo.com


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“Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban


agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. “La cosecha es
abundante, pero son pocos los obreros, les dijo a sus discípulos. Pídanle,
por tanto, al Señor de la cosecha, que envíe obreros a su campo.” (Mat.
9:36-38)
“No acumulen para sí, tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido
destruyen, y los ladrones se meten a robar. Más bien, hagan tesoros en el
cielo, donde la polilla, ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a
robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”. (Mat.
6:19-21)
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INDICE

Prólogo…………………………………………………………………………….Pág. 5
Introducción ........................................................................................................ Pág. 11

GRUPO DE SEGUIMIENTO: CUATRO ÁREAS DE TRABAJO

1. Recibimiento .................................................................................................. Pág.12

a. Tarjeta de información para el nuevo visitante .......................................... Pág.12


b. Tarjeta apta para esta labor........................................................................ Pág.12
c. Socializando con los visitantes .................................................................. Pág.13

2. Seguimiento por teléfono ...............................................................................Pág.15

a. Saludos ..................................................................................................... Pág.15


b. Encuesta .................................................................................................. Pág. 16
c. Invitar a la iglesia ...................................................................................... Pág.16
d. Citas ......................................................................................................... Pág.16

3. Seguimiento por visitación ............................................................................Pág.19

a. A los que nos visitan por primera vez ........................................................ Pág.19


b. A los nuevos conversos (visita de consolidación ....................................... Pág.19
c. A los que han faltado 2 o 3 veces seguidas ................................................ Pág.20
d. Familiares o amigos de los miembros ........................................................ Pág.21

Visita pastoral ................................................................................................Pág.21

a. A los que la solicitan ................................................................................. Pág.21


b. A los que tienen necesidades especiales .................................................... Pág.21
c. A los que ocupen consejería ...................................................................... Pág.21

4. Seguimiento por correspondencia .................................................................Pág.22

A los que nos visitan por primera vez ................................................................... Pág.22

a. Tarjeta de agradecimiento ......................................................................... Pág.22


b. Folletos ..................................................................................................... Pág.22

A la iglesia general ............................................................................................... Pág.22

a. Recordatorio sobre diferentes eventos y actividades .................................. Pág.22


b. Cumpleaños, días festivos, etc................................................................... Pág.22
c. Devocionales ............................................................................................ Pág.22
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CUERPO MINISTRANTE ................................................................................Pág.23

1. Coordinador (supervisor) .............................................................................. Pág.23

a. ¿Como se seleccionará este miembro?...................................................... Pág.23


b. Deberes del coordinador............................................................................ Pág.23

2. Lideres .......................................................................................................... Pág.24

a. ¿Cómo se seleccionarán .......................................................................... Pág.24


b. Deberes del líder ..................................................................................... Pág.24

3. Asistentes de líderes ..................................................................................... Pág.25

a. ¿Cómo se escogerán? ............................................................................... Pág.25


b. Deberes del asistente ................................................................................. Pág.25

Gráfica ........................................................................................................... Pág.26


Propósito del programa ................................................................................. Pág.27
Circulo de Cristo................................................................................................Pág.27
Síntesis del programa .................................................................................... Pág.32
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PRÓLOGO

REFLEXIONANDO

Al escribir este material, eché a andar mi imaginación y me puse a pensar que


estaría pasando en nuestra sociedad, si Pablo, el apóstol, y sus colaboradores, junto con
la iglesia primitiva vivieran en estos días, donde la tecnología está de lo más avanzada.
¿Qué estaría pasando por los medios de comunicación masivos? Conociendo a estos
hombres y mujeres, puedo imaginarme a Pablo, no escatimando ninguno de los
recursos que existen hoy en la tierra, para anunciar el amor de Cristo, ni tampoco
escatimando ni un centavo partido por la mitad, para lograr tal propósito (posiblemente
no estaría de acuerdo con las iglesias capitalistas de hoy, que se esmeran por tener el
dinero guardado y no lo usan para difundir el evangelio, mientras miles están partiendo
al infierno todos los días). Usted encendería su televisor, computadora o radio, y el
número de predicaciones que hoy podemos ver o escuchar por estos medios, sería
diminuta a la cantidad de predicaciones que la iglesia primitiva estuviera difundiendo
por todo el orbe. Sin duda observaríamos a todos los apóstoles y aún a los laicos,
predicando el evangelio, con gran denuedo y fervor en todos los medios que le fueran
posible (y en mi opinión personal, creo que, se esforzarían para predicar de preferencia
en medios de comunicación seculares).

Y ni hablar de las telecomunicaciones. Este seria otro conducto por el cual estarían
también difundiendo el evangelio y dándoles un seguimiento a las personas. Me atrevo
a pensar que, hasta fundarían un centro de operaciones, donde se les estaría llamando
por teléfono a sus hogares para ofrecerles el amor de nuestro Señor. Sin duda muchos
rechazarían tal ofrecimiento, pero también sin duda, muchos lo aceptarían. Cuántas
personas afligidas y destruidas por el enemigo, no se encuentran en este momento
encerrados en sus hogares pensando como salir de las garras de ese cruel verdugo de la
depresión, de la soledad, de la ansiedad, etc., que los tiene destruidos; verdugo tan cruel
que muchos, no lo soportan y hasta están considerando el suicidio. Pero que de pronto,
en medio de aquellas densas tinieblas, timbre un teléfono y que al contestarlo el ya
desahuciado por el enemigo, escuche la voz de Priscila que le dice: “yo tengo la
solución para tu vida, se llama Jesucristo”. ¡Que alivio y que alegría para esta persona,
saber que su problema tiene solución y saber que, el Señor lo ama tanto que le habló
por teléfono por medio de su siervo para mostrarle su amor y misericordia!

El correo postal, seria el otro medio que sin duda también tomarían para llegar a
todos los hogares con el evangelio del Señor. Puedo imaginar las miles de cartas que
mandarían al azar semanalmente llenas de tratados y de otros materiales evangelisticos.
Imagine a un hombre o mujer que, arrastrando sus pies, por todos los golpes que le ha
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dado la vida, se dirige a su buzón, y al abrir un sobre, que se le hace desconocido, pero
atractivo, de pronto, se encuentra ante un texto bíblico que le dice “porque de tal
manera amo Dios al mundo… etc. ¡Pueden imaginar el impacto que este sobre le
traería!

Y del recibimiento en la iglesia, que podemos decir. ¿Cómo estaría recibiendo la


iglesia primitiva a todos los visitantes? Creo sin dudarlo que muy gozosos, y llenos de
amor les darían una hermosa bienvenida

Imagínense a todos esos hombres y mujeres en nuestro tiempo y con nuestra


tecnología. Se sentirían como niños que, amando los juguetes con todo su corazón, de
pronto se encontraran en medio de donde los fabrican para escoger todos los que ellos
quisieran. Se sentirían como el amante de las flores que lo pone en un jardín hermoso
para que tome tantas como quiera. ¿Cómo te sientes tú, que tienes toda la tecnología y
facilidades a tu mano para proclamar el evangelio? Si te es indiferente, espero en el
Señor que al leer este escrito, te llenes de esa pasión y fervor que caracterizo a Pablo y a
la iglesia primitiva en la salvación de las almas.

El por qué de AGAPE (amor)

La razón por la cual decidí bautizar con el nombre “AGAPE” (amor) a éste plan de
seguimiento, es porque a mi juicio, el amor es el principal propulsor de todas las cosas.
Así como la gasolina y otros combustibles mueven maquinaria pesada de un lugar a
otro, o la electricidad hace funcionar todos nuestros aparatos electrónicos y máquinas
industriales, así mismo he analizado, que el amor mueve, y hace que todo funcione,
incluyendo aún, el mismo universo. Si no lo cree observe: A la mujer, el amor la mueve
a que no le de importancia, si su novio o esposo tenga una buena posición económica, si
no lo ama, olvídese de que eso suceda; al hombre en cambio, el amor lo mueve a
trabajar duramente para que su esposa é hijos no les falte la comida y el vestido. El
amor hace que mujer y hombre se enfrenten con coraje a los diversos problemas y
aflicciones que atacan su matrimonio y venzan. Con relación a Dios, el amor, fue lo
que lo impulso para que hiciera todos los cuerpos celestes para nuestro deleite, también
por amor, dio a su único hijo, y ese mismo amor, fue el que llevó a nuestro Señor
Jesucristo, hasta aquella temida y escalofriante Cruz.

Aplicando el principio del amor en este plan de seguimiento, lo mismo se puede


decir. Si tú tienes amor, por el perdido y el angustiado, ese amor, será el motor que te
impulse para que hagas algo a favor de ellos, sino no lo tienes será muy difícil para ti,
casi imposible, y todo lo que hagas, lo harás por compromiso a tu líder o pastor. Ahora,
si no tienes amor por las almas perdidas, ni te interesa tenerlo, este escrito no es para
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ti, en vano es que lo leas, pues sólo aprenderás la dinámica del programa y se te hará
muy pesado y aburrido, te faltará esa hermosa sustancia (amor) que te empuja a hacer
algo por el perdido, esa hermosa sustancia que te ayuda a perseverar, aún cuando tus
emociones emotivas se nieguen a ir contigo. Tirado y angustiando allí en el monte de
Getsemaní, a nuestro Señor Jesucristo, sus emociones emotivas lo abandonaron no
queriendo seguir mas con él, pero el amor hacia el Padre, y el amor por ti y por mí lo
tomó en sus brazos y cargó con él hasta la muerte en la cruz.

Ahora, si tú dices, “es que fui muy lastimado(a) y no siento amor hacía mi
prójimo, solo siento amor por mi Señor”. Bueno, este es un buen principio, si dices que
amas al Padre, no dudes en que Él pondrá amor en ti, para el perdido. Sólo pídele con
sinceridad de corazón, que ponga en ti, ese gran amor que Él tiene para la humanidad, y
como es tan bueno, lo más seguro es que, te lo concederá. En una ocasión, relativamente
al poco tiempo de haberme llamado el Señor, con todas las ganas de ser más, como él,
recuerdo que le pedí que me permitiera sentir por un momento lo que Él sentía por el
mundo, especialmente por aquellos que no lo conocían. Al estar escribiendo esto, no
pude evitar mis lágrimas. Una noche mientras oraba, recuerdo como llegó a mi corazón,
un gran amor, pero a la vez un dolor y un pesar profundo e inmenso por todo el mundo.
Entendí que mi Padre me había concedido mi petición. Con un gran llanto y muy
conmovido por ese gran sentimiento, con voz en cuello, casi le grite postrado, mirando
al exterior por una ventana: “¡Señor espera, yo iré por ellos! Ese fue mi clamor ante Él.
Al terminar de orar y de llorar por esa gran impresión, esa conmoción ya se había
diluido. Nunca olvidaré ese día, fue increíble. Ahora, desde ese momento, lo cuestioné,
y en este momento escribiendo este párrafo e inundado en lágrimas lo cuestiono una vez
más, ¿por qué no me dejó ese sentimiento en mi corazón para siempre? si hubiera sido
así, mi vida en estos 7 u 8 años de cristiano, con seguridad no hubiera sido tan
mediocre. Pero como siempre no me quiso decir el por qué. Lo único que sé, basado en
aquella experiencia, es que el amor, la angustia y dolor de mí Padre por todos los que se
pierden es muy grande. Ahora que medito en esto, pienso que tal vez, esa fue la razón
por la cual no me permitió cargar con algo tan pesado. Tal vez esa angustia (como es
tan grande) solo la puede soportar nuestro Padre celestial. Pero, aunque no me dejó
cargar con esa angustia en mi corazón, no obstante, esa experiencia me quedó bien
marcada en mi mente y corazón, y cada vez que lo recuerdo, todas las cosas, aparte de
su amor y su Reino se me hacen verdaderamente triviales. Además ha compartido
conmigo, en parte, como también lo ha hecho con muchos otros de sus hijos, esa gran
carga que tiene por la humanidad.

Una cosa importante que tenemos que saber, es que el amor, hacía el prójimo,
también puede venir a raíz de cumplir el mandamiento del Señor. Este principio lo
podemos ver cuando Jesús dijo: “ama a tu enemigo y oren por quienes los persiguen”.
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¿Acaso yo puedo decidir amar a mi enemigo? Pues según Cristo si, y yo lo creo. Hoy en
día pecamos de negligentes, y la causa se la atribuyo a la enseñanza contemporánea,
pues no pocos de nuestros líderes espirituales, nos han enseñado a que tenemos que,
hacer las cosas cuando lo sintamos de corazón. Si no tenemos ganas de hacerlo, nos
dicen, no lo hagas, pues para algunos, el que no tengas ganas, ellos lo traducen como
señal de que Dios no quiere que lo hagas. Y para el colmo de males, en mucho de los
casos en su ignorancia tergiversan la Santa Palabra de Dios y sacándola de contexto se
apoyan en las palabras del Señor cuando le dijo a Saúl: “yo quiero obediencia y no
sacrificios”, diciendo con esto, que si para nosotros algo es de sacrificio, mejor no lo
hagamos. 1 Se han olvidado de las palabras de nuestro Señor Jesucristo cuando dijo: “el
que quiera ser mi discípulo, niéguese a sí mismo y síganme”. Negarnos a nosotros
mismos consiste en no obedecer nuestras emociones, deseos, etc., y hacer lo que el
Señor nos ha mandado nos guste o no, tengamos ganas de hacerlo o no tengamos ganas
de hacerlo, y, ¿quién puede negar que, para esto, no se necesita un acto de sacrificio?
También al parecer ignoran las palabras que el Señor le dijo enfática y múltiples veces a
Josue: “esfuérzate y se valiente. Todo esfuerzo posee cierto grado de sacrificio.
Ignorando estos principios, se nos ha enseñado a vivir por las emociones y no por
obediencia, y tristemente muy poco se nos ha enseñado o motivado para que nos
esforcemos o sacrifiquemos por la causa del Señor (Y pienso que esta, es la causa
principal por la cual un bajo porcentaje de los miembros, son los que solamente están
activas en nuestras congregaciones). Hay que recordar que, la obediencia va junto con
la fe, nos hace caminar, aún cuando ya no tenemos fuerzas para hacerlo, nos hace hacer
cosas, aún cuando no tengamos ni el más mínimo deseo de hacerlas. Las emociones por
el contrario, te hacen caminar o a hacer cosas, sólo si te sientes motivado. Por lo tanto,
así como las emociones tienen que seguir a la fe y no al adverso, de la misma manera,
las emociones tienen que seguir a la obediencia y no al revés.

Si usted que lee este manuscrito es pastor, co-pastor, maestro, evangelista, etc., o si
trabaja en el ámbito secular como Jefe de una compañía, maestro, ejecutivo, o
simplemente es un empleado común, contésteme una pregunta: aún con el poquito o
mucho amor que tiene por lo que hace ¿Cuántas veces no ha sentido el deseo de aventar
todas sus responsabilidades por un tubo? Si somos honestos, reconoceremos que no han
sido pocas las veces que, hemos sentido esas ganas de hacerlo, cuando hemos estado
cansados, llenos de estrés o tenemos los ánimos por los suelos. Pero lo que hace que aún
con ese estado de ánimo, sigamos llevando a cabo nuestras labores cotidianas, es porque
sabemos que tenemos una responsabilidad y de no cumplirla en muchos de los casos

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En este pasaje, el sacrificio al cual alude el Señor, es el sacrificio de animales que ellos les ofrendaban.
Y se yerra cuando alguien por ejemplo dice que no va a la iglesia, no lee la biblia, no ora, no predica, etc.,
por el hecho de que no siente ganas y hacerlo y lo considera como un sacrificio, y como el Señor no
quiere sacrificios, según él, no hay que hacer nada lo cual representa un esfuerzo para nosotros. ¡Esto es
totalmente antibíblico.
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nos traerá consecuencias negativas. De la misma manera hacer lo que el Señor nos
manda, es nuestra responsabilidad y nuestro deber es ser obedientes pase lo que pase.

Recuerdo en una ocasión que sentí del Señor formar un grupo de evangelismo con
diferentes denominaciones. Fui hablar con varios pastores y me dieron un sí, al plan que
les propuse. Como en ese tiempo, una de las iglesias con las que hablé estaba un poco
ocupada, me dijo que, en tres o cuatro meses más o menos, ellos me hablaban para
avisarme que ya estaban listos para salir a predicar. Como en ese entonces, yo
estudiaba y las tareas eran pesadas, en parte me pareció bien, pues así me iría
preparando para ese día. Paso el tiempo, y recuerdo que, entre más se acercaba la fecha
establecida, ese fuego, ese deseo por llevar a cabo el programa de evangelismo se iba
apagando en mi interior. Cuando se llegó el tiempo acordado ellos fueron muy puntales
y me hablaron diciéndome que ya estaban listos para empezar cuando yo lo dispusiera.
Pero para ese entonces, ya no sentía el mismo deseo de continuar con dicho programa.
Dejé pasar como unas dos semanas más, después de la llamada, y el líder de una de las
iglesias invitadas a evangelizar me llamó nuevamente para preguntarme qué, cuándo
empezaríamos. Todavía recuerdo aquella tarde, terminé de hablar, me recosté en mi
cama pensando en lo que haría. Una gran frialdad recorría todo mi cuerpo y no tenía
ganas de continuar con el evangelismo. Después de pensarlo, por un buen rato me
postré ante mi cama y medité de corazón con el Señor. Con lágrimas en los ojos le
dije: Señor, tú sabes lo que siento y pienso, pero te lo voy a decir con mis propios
labios, ¡la verdad no tengo ganas, ni deseos de continuar con esto! ¡No quiero
evangelizar! Después de decirle esto, me quedé sollozando un poco. Cuando terminé de
hacerlo, una tranquilidad me inundó y sentí como el Señor me dijo por medio de su
Espíritu… “éste es el problema con ustedes, que hacen las cosas, sólo cuando las
sienten hacer. Esto no se trata de emociones se trata de obediencia”. Al instante entendí,
si yo amaba al Señor tenia que ser obediente y no dejarme llevar por mi estado pésimo
emocional. Inmediatamente, trajo a mi mente pasajes bíblicos y me mostró varios
personajes donde tuvieron que actuar en contra de lo que aún ellos sentían, por amor a
su Dios. Entre estos no podía faltar el pasaje del monte del Getsemaní, donde Cristo no
obedeció a sus emociones por amor al Padre y a nosotros (de haberlo hecho, tal vez no
estaría hoy escribiendo esto), sino que aún, en contra de sus deseos fue obediente hasta
la muerte en la Cruz. Le pedí perdón al Señor, por tal conducta y me levanté con nuevas
fuerzas, que adquirí no gracias a mis emociones, sino, gracias al amor que le tengo a mi
Padre Celestial. El amor a Él fue el propulsor que me ayudó a continuar.

Hay dos opciones, nosotros escogemos: (1) Si por amor a nuestro Señor cumplimos
el mandamiento de predicar, cuidar e instruir, un amor genuino por el perdido, vendrá
por consecuencia (y en sentido figurado, este amor será el aceite para que nuestros
motores no se averíen); (2) La segunda opción es ésta: si en verdad deseamos hacer la
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voluntad de nuestro Padre, pero lastimosamente, no poseemos amor por los perdidos y
por ende no sentimos deseos de rescatarlos del infierno, tomemos el consejo de Ken
cuando nos dice: “Si desea ver crecer a su iglesia, pero no tiene pasión por los perdidos,
necesita ponerse sobre sus rodillas hasta que sienta una carga, que le impulse a ir por los
caminos y por los callejones y obligar a las gentes a venir, para que su casa se llene”
(1996,137).

Como ven, al final, el amor sigue siendo el promotor de todo, el amor por el Padre,
te lleva, y te pone al servicio de los demás, posteriormente un gran amor y mucha
pasión por el perdido inunda tu ser, o a través de tus rodillas el Señor vaciará en ti, un
gran amor y una gran pasión por las almas.

Si tú eres alguien a quien el Señor, por amor rescató de las garras del enemigo, si
antes de llegar a Él, tu vida iba directamente al fuego, ten en cuenta que, así como tú
estabas, hoy en día hay muchos viviendo esa agonía. Con mucho respeto, escribo lo que
sigue: dejemos de ser egoístas, dejemos de ver nuestro propio bien, dejemos de buscar
la comodidad y riquezas, las cuales solo nos llevan, a una vida vacía y sin propósito.

Por lo tanto, te insto para que te involucres por amor Al Señor, en su Reino. Te
motivo para que, pongas a disposición de los demás, esos dones y talentos que te dio.
Él te dio esos regalos, no para que te quedaras sólo con ellos, sino, por su gran amor, los
puso a tu disposición para beneficiar a otros. Por lo tanto únete al ejército activo de
Cristo y deja de permanecer a los miles que están en la banca.

“No podemos taparnos los oídos espirituales para no oír el llanto y los suspiros de
miles de millones de almas en la tierra, que no conocen el camino que conduce al hogar
celestial” (Orlando, 2001, 132)

Por amor, ¿cómo no he de servir incondicionalmente a aquel que me rescató de las


garras del infierno comprándome con su Sangre Preciosa? Por amor, ¿cómo no he de
poner mi vida a sus pies, para que la use trayendo consuelo al menesteroso, al oprimido
y al espiritualmente desahuciado por el enemigo? ¡Es lo menos que puedo hacer en
agradecimiento por aquel que, me amó y que no escatimó su propia vida por mí!

Mi oración al Señor es, que sature de amor este escrito, y a todo aquel que lo
estudie, para que, al leerlo y ejecutarlo no se le vuelva tedioso, sino al contrario, que
disfrute del material y disfrute del privilegio que el Señor nos da, al compartir con
nosotros la oportunidad de convivir, alentar, ayudar y rescatar (con su ayuda), a todas
esa almas oprimidas que vienen a nuestras iglesias, a todas esas almas, que vagan sin
Cristo por esos caminos que conducen a la destrucción
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INTRODUCCION

Las estadísticas señalan que un alto índice de personas circulan por nuestras
iglesias anualmente, y muy pocas de éstas son las que deciden quedarse, perdiendo
totalmente contacto con el resto. Otra situación, a la cual nos enfrentamos es al hecho de
que algunos creyentes desaparecen de la noche a la mañana sin dejar rastro y en muchos
de estos casos, nunca reciben una llamada telefónica o visita a sus hogares para saber
porque dejó de congregarse.

Con el propósito de contrarrestar las deficiencias ya mencionadas, las siguientes


páginas mostrarán un plan de seguimiento, el mismo que, aunque no lo hacemos
formalmente, ni tan a menudo, consciente e inconscientemente, lo llevamos a cabo en
algunas de las áreas que, vamos a tratar. Por ejemplo, ¿Quién no ha hecho una llamada
telefónica para invitar a un amigo una vez más a la iglesia? ¿Quién no ha visitado a un
hermano, para saber por qué no ha estado con nosotros las últimas semanas? En otro
caso menos usual, ¿Quién no ha enviado una carta para felicitar o bendecir, con
palabras de aliento a un ser que nos preocupa?

En términos generales, todos lo hemos hecho en más de una ocasión. Pero, no es la


misma ni da los mismos resultados, dar un seguimiento informal, que hacerlo de una
manera continua y estructurada. Porque en estos casos no hay una responsabilidad sobre
alguien especial, y aunque podemos decir que la responsabilidad es de todos, y aunque
esto sea en parte verdad, el hecho es que, “donde el deber es de todos no es de nadie”,
pues donde todos somos responsables, nos atenemos, los unos a los otros.

Por otro lado son muy pocos los que no necesitan de alguien que los esté
empujando para hacer lo que ellos de antemano, saben que tienen que hacer y son
muchos los que necesitan de una estructura y de mucha motivación para realizar la tarea
que el Señor les encomendó.

El siguiente escrito presenta cuatro áreas de trabajo bajo los cuales abarca el
seguimiento para los diversos tipos de personas que llegan o están en nuestra iglesia. Y
no sólo eso, sino que, además presenta un plan de discipulado llamado: “El Circulo de
Cristo”, él cual, nos enseña los pasos que nuestro Señor Jesucristo llevó con sus
discípulos. La intención es que todo aquél que llegue a nuestras iglesias camine en el
Círculo de AMOR que Dios con anterioridad ya trazó para él.
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GRUPO DE SEGUIMIENTO

CUATRO ÁREAS DE TRABAJO

Hay cuatro áreas de trabajo donde todo nacido de nuevo puede ser instrumento
para que el Señor canalice la carga y el amor inmenso que él tiene para la humanidad,
Cuatro fuentes de trabajo por donde el creyente mostrará, el gran amor de la nueva
simiente que hay en Él. Estas áreas son:

1. Recibimiento

Primera impresión. Todo empieza cuando la persona llega por primera vez a la
iglesia. En su mente tal vez se preguntará ¿Cómo serán esos fanáticos religiosos? Y ya
dice el conocido refrán “la primera impresión es la que cuenta”. Por lo tanto es
necesario que, a toda persona que visite la iglesia del Señor, se le dé una cordial
bienvenida llena de amor. El recibimiento puede empezar desde los estacionamientos,
por ejemplo, a las personas que vigilan el estacionamiento, se les entrena para que, en
el momento de que miembros o visitantes lleguen en sus carros, además de dirigirlos
hasta sus respectivos lugares, cordialmente, les abran las puertas de sus coches,
especialmente si son damas o personas de la tercera edad. También en la entrada del
edificio, se puede poner a personas carismáticas, para que, después de un saludo y un
amoroso abrazo, abran las puertas para que, el visitante pueda entrar.

Tarjetas de información para el nuevo visitante. Ya adentro cuando la persona se


encuentre sentada y cómoda, el grupo de recibimiento, con una sonrisa, que caracteriza
a un hijo de Dios y con mucho amor proporcionará al nuevo visitante, una tarjeta para
que la llene completamente. Con sus propios ojos se cerciorará, de que, el nombre,
dirección, teléfono (si es que tiene), etc., esté correctamente escrito. Para que el nuevo
visitante se sienta tranquilo, se le dirá que, esa información es confidencial y que
absolutamente nada de ésta saldrá fuera de la iglesia; que sólo es, para uso personal y
que si no tiene inconveniencia, se le mandará una carta de agradecimiento por su visita.
Si la persona ya ha ido en otra ocasión, pero nunca ha llenado una tarjeta de éstas, se le
pedirá que la llene.

Tarjeta apta para esta labor. La tarjeta con la que se trabaje debe de satisfacer las
necesidades del grupo, por lo tanto las preguntas serán más o menos así:

1. ¿Cuál es tu nombre y dirección?


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2 ¿Es la primera vez que nos visitas?

3 ¿Asistes regularmente a una iglesia? Si es así ¿a cuál? o ¿cómo se llama? 2

4 ¿Has recibido alguna vez a Cristo en tu corazón? (o también puede la pregunta


decir: ¿Has hecho la oración de fe?). Si no lo has hecho, ¿te gustaría aceptarlo?

5 ¿Te gustaría que te visitaran en tu hogar? Si es así, ¿con qué fin? Para orar,
para aprender más sobre la Biblia, (otros).

6 ¿Te gustaría hacerte miembro de ésta iglesia?

7 Al final o al dorso de la tarjeta, dejar para que el líder, bajo su propio criterio
escriba algo peculiar sobre el visitante (algo así como un perfil o algo que crea que es
importante, que sepan los demás a la hora de leer la tarjeta). 3

Socializando con los nuevos visitantes. Además de dar la tarjeta y asegurarse de


que ésta se llene de una manera satisfactoria, el deber del que este a cargo de este
ministerio, será socializar mostrando el amor de Dios con los que nos visitan. Se han
fijado que siempre, ya sea en el parque, en el trabajo o en cualquier lugar de reunión,
cada quien trata de juntarse con los de su mismo grupo. Esto suele pasar tristemente en
ocasiones en la misma iglesia del Señor. ¿Dónde está el amor de Cristo, que decimos
tener? Ya sea antes de entrar al servicio o al concluir éste, cada quien busca para
platicar a los ya conocidos, dejando solos y confusos a los que nos visitan por primera
vez. ¿Te ha pasado esto a ti? ¿Has ido a un lugar de reunión donde hay mucha gente y
cada quién interactúa con su grupo, ignorándote sino total al menos parcialmente?
¿Cómo te has sentido? Cuando esto me pasa, me siento fuera de lugar. Todos pasan y
me miran. Si acaso solo me dan una sonrisa esteriotipada y luego siguen de largo. ¿Te
han quedado ganas de volver a lugares donde te sientes así?... ¡A mí para nada!... Pero
que diferencia cuando vas a un lugar y a pesar de que, no los conoces, las personas te
saludan de mano (y en ocasiones hasta de un abrazo), y platicando contigo te hacen
sentir como si estuvieras en tu hábitat natural. ¿Te quedan ganas de volver otra vez?...
¡Claro que si, yo volvería encantado!

Ahora, alguien puede objetar: “si haces eso sin sentirlo en tu corazón, ¿no es
hipocresía?, o que, ¿esto no es una estrategia para retenerlos? Por lo tanto, donde queda
el Espíritu Santo, ¿no es él quien lo tiene que retener”? A la primera objeción puedo

3
Esta lista esta sujeta a modificaciones, según se requiera.
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contestar: “claro que no es hipocresía saludar y charlar con alguien cuando tu intención
principal es obedecer al Señor”. Él, con su misma voz dijo: “y si saludan a sus
hermanos solamente, ¿qué de más hacen ustedes? ¿Acaso no hacen esto, hasta los
gentiles? (Mat. 5:47). Por lo tanto, no es un sentimiento saludar y conversar con los
demás, es un mandamiento. A la segunda objeción digo: “claro que, es el trabajo del
Espíritu retener y salvar las almas, no obstante, es el deber de nosotros como cristianos
recibir a todos con una sonrisa y a través de la charla mostrarles el amor de Cristo,
haciéndoles sentir que son personas que estaban siendo esperadas, y que nos importan”.
No es una estrategia, es la conducta que, todo nacido de nuevo debe de tener con todos,
especialmente con los que no conocen del amor de nuestro Señor, para que así ellos
vean que en verdad el amor de Cristo está con nosotros (Jn. 13:35). Además, y por si
fuera poco, Cristo mismo nos enseña y motiva para que nosotros interactuemos con los
pecadores. Pues como él mismo lo dijo: “No son los sanos lo que ocupan el médico,
sino los enfermos” (Mat. 9:12). No siempre tendremos ganas de juntarnos con los
pecadores, pero no es una opción, es un mandamiento.

Cuando he hablado con personas que por una razón u otra han asistido a una
iglesia cristiana, y me cuentan lo que les gusto más, me doy cuenta que todas estas
personas dicen algo en común. En sus palabras más o menos dicen “me gusta porque
ahí todos son muy atentos y amables y todos te saludan. No es como la iglesia
(tradicional) a la cual voy, donde nadie te toma en cuenta”. Un caso de la vida real fue
una historia que no hace mucho escuché, la cual testifica a favor de lo que estoy
diciendo. Javier (es su verdadero nombre) es un joven que, unos años atrás empezó a
asistir a nuestra iglesia. Hablando con él, me contó la forma como llegó a los pies de
nuestro Señor. Estas fueron más o menos sus palabras:

“A muy corta edad empecé asistir a la iglesia con mi mamá, cuando radicaba en
México, pero nunca le entregué mi vida a Cristo. Cuando emigre a los Estados Unidos
deje de ir por completo a la iglesia por un tiempo. Andando vagando por el mundo,
entré a trabajar a un rancho donde mi jefe, me enteré era cristiano. Se llamaba Daniel
(su nombre verdadero). Daniel me invitaba persistentemente a su iglesia, pero yo nunca
quería ir, pues los placeres del mundo me llamaban mucho más, la atención. Hasta que,
un día pasando unos problemitas, Daniel me invitó, a un concierto que su iglesia iba a
tener. Creo que iba a llegar un tal Rabito. Pues decidí, ir sin saber lo que me esperaba.
Al llegar a la iglesia me recibió Daniel, el cual muy contento por mi asistencia me dio
un amoroso abrazo y me dijo: “me alegra que estés aquí”. Yo me sentí muy bien porque
supe que alguien se preocupaba por mí. A partir de ese momento mi vida ya no fue la
misma y con el tiempo gracias a ese abrazo decidí entregarle mi vida a Cristo”.
15

¿Qué increíble testimonio verdad? ¡Un solo abrazo de Daniel fue todo lo que
necesitó para que, se canalizara el gran amor y preocupación que el Señor tenía por
Javier! ¡Era el Señor mismo, directa o indirectamente, quien le estaba diciendo: “yo me
preocupo por ti, bienvenido a mi casa”! Pero hay algo más todavía, Javier me dijo algo
que me llamo la atención y creo que le llamará la atención a usted también, dijo: “antes
ya había asistido a muchas otras congregaciones, pero nunca me saludaban y mucho
menos me daban un abrazo”. ¿Pudo notar lo mismo que yo? El ya había visitado a otras
iglesias, pero en éstas, nunca hubo nadie quien le diera un abrazo. Tal vez, en mi propia
hipótesis, El Padre ya había estado buscando a este muchacho para mostrarle su infinito
amor, pero nadie se había prestado para ser el instrumento por el cual el Señor
canalizaría su gran ternura y preocupación. ¿No te gustaría ser el próximo instrumento
del Señor?

Por todo lo dicho, es menester que, todo el grupo de seguimiento sin excepción,
tenga siempre los ojos en busca de los nuevos visitantes o de los que tienen pocas
semanas de asistencia, pero se aclara que la responsabilidad principal de hacer esto le
pertenece al que este encargado del ministerio de recibimiento. Los demás sólo entrarán
como auxiliares.

Yo se que, es confortable y agradable no tener ninguna responsabilidad mas que ir


a la iglesia y conversar con quién te venga en gana, e ignorar a aquellos que te caen mal
o que no conoces. Pero, si en verdad, amamos al Señor y queremos servirle, debemos de
cambiar de actitud, tenemos que dejar nuestra manera egoísta de actuar, nuestra
comodidad, una plática confort, etc., para ir y atender a esa gente que esta atada por los
lazos del enemigo y que anda deseosa de que alguien la tome en cuenta.

2. Seguimiento por teléfono. No hay excusas para no trasmitir un mensaje a una


persona por más lejos que ésta se encuentre, dentro de la ciudad o fuera de ella, nacional
o internacional, de un continente a otro, no hay límites. Sin mover un solo pié, desde la
comodidad del hogar se puede poner en contacto en cuestión de segundos con alguien
más, a grandes distancias. Por lo tanto, este es otro conducto por el cual se podrá
mostrar también el amor del Señor.

Se le llamará a los visitantes para:

a. Saludarlos. Una llamada telefónica al nuevo visitante, si es posible en la


misma semana que nos acompañó, caerá muy bien para saludarlo. Se le puede
hacer preguntas acerca de su trabajo, familia, etc.
16

b. Encuestas. Después de darle un cordial saludo, y si es posible después de


charlar un poco con él, se le preguntará, que fue lo que más le gusto de la iglesia y
que no le gusto mucho. Si bien es cierto, no podemos guiarnos totalmente por las
opiniones de los demás, sin embargo, podemos aprender mucho cuando nos
quitamos la idea de que, tenemos una iglesia perfecta y nos damos la
oportunidad de escuchar el sentir de los que nos rodean.

c. Invitarlos a la iglesia. Si la persona se muestra amable y abierta, se le


invita para que asista una vez más al servicio, haciéndole hincapié de que
estaremos muy contentos con su visita.

d. Citas. Tal vez por el momento no puede volver, pero nos dice que le
gustaría que se le visitara, porque quiere conocer un poco más del evangelio o
desea que oren en su hogar, etc., entonces se resolverá una fecha específica para
que sea visitado. Es aquí donde se activa el ministerio de visitación a los hogares
(en el siguiente punto hablaremos de este ministerio).

¡NOTA! Algo muy importante, en todo esto, hay que tener mucha prudencia,
pues no queremos fastidiar a nadie. Queremos ser de bendición y no lo contrario,
por esto hay que considerar las siguientes recomendaciones:

Si al momento de hacer contacto telefónico con la persona, ésta le dice


que esta ocupada, o usted misma lo percibe, y por lo tanto no tiene mucho tiempo
para conversar, sea breve y objetivo y vaya al grano, y con mucha delicadeza
despídase, haciéndoles saber que, mejor en otra ocasión, cuando no esté tan
ocupado, se le llamará, para conversar con más calma. De ésta forma para la
siguiente ocasión, la persona le contestará con gusto el teléfono, pues sabrá que
usted, no es de esos que se aferran a hablar sabiendo que él esta ocupado. Muy a
menudo escucho a personas quejarse de ciertos individuos. Dicen: “les dije que
estaba ocupado pero no les importó y ahí me tuvieron por un largo rato, sin
considerar lo que estaba haciendo”. Para evitar este tipo de comentarios es
necesario que como embajadores de Cristo, practiquemos la prudencia y la
educación

Otra recomendación es que, si usted percibe que la persona no está ocupada y


ella tampoco se lo hace saber, pero aun así, se muestra fría y sin ningún interés de
escucharlo, es mejor que, igual al caso anterior, sea objetiva y precisa para no causar
mala impresión. Hay que tener bien presente un principio, el amor del Señor se ofrece
pero si el receptor no muestra ningún interés en ese momento, déjelo no insista, él en
17

ese momento se lo pierde. Ya habrá otra ocasión para ofrecérselo y tal vez las
circunstancias para ese tiempo ya lo ablandaron.

Sea prudente con el tiempo. Con esto quiero decir que no abusemos del tiempo
de los demás. Tal vez la persona tenga tiempo para hablar, solo unos minutos y usted
se pase de largo hablando como loro. Si esto sucede, la persona con seguridad,
quedará tan enfadada, que no le contestará a su siguiente llamada y quedará con una
mala impresión del embajador de Cristo.

Quien de ustedes amados lectores al sonar su teléfono no mira primeramente el


identificador de llamadas, y después de ver quien es, decide si contesta o no contesta;
y la decisión la toma según el factor tiempo. Si es alguien que conoce, es una persona
que habla como cotorra y que cada vez que habla con ella, es una plática sin fin, y
muchas veces sin sentido, sin duda lo pensará dos veces para contestar esa bocina;
pero aún, con ese mismo tiempo reducido timbra su teléfono y se da cuenta de que es
Pedro, el cual es prudente y objetivo (pues conoce que usted la mayor parte del
tiempo esta ocupado, por esto, siempre trata de ir al grano y es conciso) si duda que
contestará esa bocina para ver que se le ofrece a Pedrito.

A través de mis años de estudio y a través de mis años en el ministerio he


experimentado este principio, pues he tenido que contactarme frecuentemente con
maestros, directores, compañeros de clases, pastores, etc. Estando conciente de sus
diversas ocupaciones y actividades, cuando les hablo para hacerles preguntas sobre
ciertas cosas que necesito saber, siempre trato de ser objetivo y conciso, por esto
tengo la convicción que, en la mayoría de los casos contestan a mis llamadas.
También hay ocasiones donde puedo percibir cuando la persona tiene ganas de
conversar (pues uno puede notar en su tono de voz cuando la persona está ocupada,
enojada, apresurada, relajada y con ganas de platicar), y tenemos pláticas mas
extensas y agradables. No sugiero un tiempo estándar determinado para cada llamada
que se haga, lo dejo a juicio de su sensatez y prudencia. Usted podrá notar, como lo
dije anteriormente, en su tono de voz el límite de esa llamada.

No discuta con nadie. En muchas de las ocasiones la persona dirá que ella es de
X religión y que no está interesada en ninguna otra. Es aquí donde se debe de tener
mucho cuidado y no empezar una contienda religiosa. Nunca haga contraste entre su
iglesia y la de él, ya sea católico, testigo de Jehová, etc. Usted sabiamente le dirá que
no se trata de religión, sino de establecer una comunión con Dios. Si la persona se
muestra inflexible y cerrada de mente, despídase amablemente haciéndole saber que
el Señor le ama tanto como lo ama a usted.
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No trate de hacer prosélitos. Esta recomendación es para todo el grupo de


seguimiento sin excepción. Si la persona, a la cual se contacta resulta ser un miembro de
otra congregación cristiana de diferente denominación, no intente traerla a la suya.
Pues recuerde que el llamado del grupo de seguimiento es atender, cuidar, evangelizar,
etc., sólo a los de nuestra iglesia o a los que no conocen de Cristo. No nos dejemos
llevar por la corriente de hoy, donde las iglesias se evangelizan entre ellas mismas. 4
Esto lo podemos ver en cientos de cristianos que tratan de sacar a miembros de sus
iglesias para traerlos a las suyas. También esto se puede percibir en los medios de
comunicación masivos. Muchos gastan miles de dólares, poniendo sus estudios bíblicos,
predicaciones o anuncios de sus diferentes actividades, donde la mayoría de sus
oyentes son cristianos, e ignoran los medios seculares donde allí todos son inconversos.
Con esto no quiero decir que, se debe de ignorar la radio u otros medios cristianos, o
que no se debe de dar estudios bíblicos o predicaciones en estos, pues estoy consciente
que, el pueblo de Dios necesita todo eso, para alimentarse y crecer espiritualmente. Lo
que quiero decir es que si nuestro propósito, al poner el estudio, predicación o anuncio
es, atraer a otros cristianos a nuestras iglesias, estamos mal. Cualquier medio de
comunicación cristiano, es un conducto por el cual todos los cristianos, y una minoría
inconversos, se alimenten y crezcan espiritualmente, no son medios para tratar de
evangelizarnos a nosotros mismos. Eso no es correcto delante del Señor. Porque mejor
no invitar a los que, no conocen de Cristo o, predicar, anunciar nuestras iglesias, etc., en
más medios seculares. Cuando intentamos traer a alguien de otra congregación, estamos
diciendo indirectamente que nuestra iglesia es la única que salva, lo cual es ridículo y
herético. Por todo lo dicho les insto a que tengan el mismo sentir de Pablo cuando dijo:

“Y de ésta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese


sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno, sino, como está escrito:
Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de Él, verán; Y los que nunca han
oído de Él, entenderán” (Romanos 15:20-21).

4
Estas iglesias se exhiben como diciendo: vengan a mí, que yo tengo algo mejor que darles. Esto me
recuerda a hace un tiempo atrás cuando andaba en busca del anillo de compromiso para mi novia. Yo
había escuchado por un medio donde anunciaban los diamantes, de muy buena calidad y un muy buen
precio. Cuando quisimos saber más acerca de esta joyería, intentamos buscarla por el Internet, pero como
no teníamos la página web, recuerdo que le dije a mi novia, “ellos dijeron que tenían los mejores
diamantes”, a si que, pongamos como palabras claves “los mejores diamantes”. Cuando hicimos eso para
nuestra sorpresa aparecieron no pocas páginas de joyerías donde afirmaban que ellos solamente tenían los
mejores diamantes. Ahora ¿a cual iríamos si todas decían tener lo mejor? Esto es análogo a unas iglesias
contemporáneas, afirman que solo ellas tienen lo mejor y se jactan de sus predicaciones, estudios, danzas,
lenguas, etc. Se jactan de lo que ofrecen o dan, más que de nuestro Señor Jesucristo. Como hace falta
vivir las palabras de Pablo cuando inspirado por el Espíritu Santo dijo: “Mas el que se gloria, gloríese en
el señor, Porque no es aprobado el que se alaba a si mismo, sino aquel a quien Dios alaba (2 Cor. 10:10).
19

3. Seguimiento por visitación

a. A los que nos visitan por primera vez. Que bonito seria, para algunos,
visitar una iglesia, y al poco tiempo recibir la visita de un hombre o mujer en
nuestro hogar con la intención de conocernos, enseñarnos, u orar por nuestras
necesidades. Dios nos hizo, para que nos relacionemos unos con otros y no para
que estemos aislados. Además por naturaleza nos gusta ser tomados en cuenta, y
nos sentimos bien cuando alguien toma de su tiempo para hablar con nosotros.
Esta acción la traducimos como: “soy o somos importantes”. Tal vez para muchos
de nosotros, estas palabras, suenan sin sentido, pues estamos tan acostumbrados a
que nos visiten constantemente a nuestros hogares diversas personas, o estamos
tan ocupados con las diferentes actividades que nos agobian, que no tenemos el
tiempo o la necesidad para desear una visita. Es más, muchos desean más tiempo
para estar a solas. Esto sucede especialmente con los que están más activos en la
iglesia y en otras actividades, y estoy seguro que la mayoría que leerá este escrito,
son personas como las que describo. Pero no todos están en nuestros zapatos, no
todos están saturados de cosas por hacer, así que en la mayoría de los casos tienen
mucho tiempo disponible. Por todo esto, ellos se sentirán muy contentos cuando
alguien con previo aviso llegue a su hogar. Ahora, esta visita, solo se efectuará si
señala en la tarjeta, que es lo que él desea, o si al hacer contacto por medio del
teléfono, él mismo la requiere. De ninguna manera ésta será forzada.

b. A los nuevos conversos (visita de consolidación). Otro grupo que necesita


visitación a sus hogares, aparte de llamarle por teléfono, son los que recién han
aceptado a nuestro Señor Jesucristo, como el salvador de sus vidas. Es menester
que, por lo menos reciban de dos a tres visitas para que se les consolide. Esto es
muy importante, pues recordemos que son nuevas criaturas, acaban de nacer y por
lo tanto, necesitan que se les cuide, al menos por un tiempo. La naturaleza misma
nos enseña. ¿Qué padre o madre de buen corazón después de que nace su hijo, no
lo cuida, lo alimenta y lo protege de los peligros que lo asechan, hasta que el niño
se puede valer por si mismo? Hacer lo contrario es anti-natural.

Un caso reciente que me pasó, y el cual me inspiró para que añadiera esta sección,
es el siguiente:

“Hace unos días atrás, en el servicio del miércoles por la tarde, al concluir el
estudio me llevé una sorpresa, pues miré a una persona que hacía ya mucho tiempo no
la veía en la iglesia. Ésta, unos días antes de que le perdiera el rastro, había entregado
su vida a Cristo. Todavía recuerdo, estaba muy emocionada. Fue uno de esos casos
donde, no queda duda de que, la confesión la hizo de corazón. El brillo de sus ojos, su
20

amplia sonrisa y todo lo que salía de sus labios lo testificaban. Después le perdimos la
pista y no supe nada por alrededor de un año. Yo llegué a pensar que, se había ido a
otra congregación, lo cual, me dio tranquilidad. Pero ahora estaba allí una vez más, la
saludé y con mucho entusiasmo la llené de preguntas: ¿cómo te ha ido? ¿Qué has
hecho? ¿Dónde te congregas? etc. Esta persona, sólo me miró y con una voz
quejumbrosa solo exclamó: “!ay Juan, no sabes por las que he pasado!”. ¡Esos ojos que
vi, la última vez no eran los mismos; esos ojos que anteriormente, brillaban como el Sol
por el gozo del Señor, ahora estaban tristes y oscuros como una noche sin luna; esa
sonrisa que antes llenaba su rostro, ahora estaba opacada! Con lágrimas en los ojos me
contó parte de lo que le había ocurrido. Por ética no puedo contar con detalles lo que le
pasó, lo único que puedo decir, es que, a raíz de su conversión el enemigo, la atacó por
diferentes frentes, a tal grado que no pudo resistir. Por lo que me contó, fue algo muy
fuerte, tanto que, hasta para un creyente maduro no hubiese sido fácil soportar”.

Por todo esto considero que, es necesario visitar a los nuevos creyentes, al menos
hasta que se consoliden. Ellos son literalmente niños espirituales y necesitan a alguien
que los enseñe a caminar. No seamos padres espirituales desnaturalizados. Yo se que,
estamos muy ocupados, pero también se que, nos guste o no, un día daremos cuentas
de este descuido que, como iglesia estamos teniendo (Rom. 14:10-12, 2 Cor. 5:10)

A los que han faltado 2 a 3 veces seguidas. Por otro lado tenemos a personas que ya
son miembros de nuestra iglesia, pero que por x razón ya tienen algunos domingos que
no asisten al servicio. El motivo puede variar, pero mientras no les preguntemos
personalmente, nunca lo sabremos, sólo estaremos especulando, y en muchas ocasiones
criticando la ausencia del hermano, sin saber la verdadera razón o motivo. Puede ser
que tenga un problema familiar, o que, por la situación económica, se vio en la
necesidad de tomar dos o tres trabajos; tal vez solo perdió las ganas de volver; o algo
más dramático, puede que hasta ya haya fallecido y nosotros no nos enteramos. En
última instancia, cualquiera haya sido el motivo o circunstancia por la cual él ya no se
congrega, seria bonito que nosotros sus hermanos le hiciéramos una visita (se le puede
hablar por teléfono pero es mejor verlo cara a cara) para saber cuál es su problema. Con
esta acción estaremos mostrando el amor de Cristo que tenemos y le estamos diciendo a
la vez que nos interesa lo que pasa con su vida. Después de convivir y de darle aliento,
según el problema que tenga, se le motivará para que, vuelva a congregarse,
recalcándole que nos interesa que él retorne, no por el hecho de que, queremos un
miembro más en el templo, sino porque le amamos y nos preocupa su vida. Jesús nos
enseña este principio explícitamente en su parábola de la oveja perdida: “¿no dejará las
noventa y nueve en las colinas para ir en busca de la extraviada? (Mat. 18:12) ¡haa
Señor Jesús, cuánta falta hace tu presencia, en carne en la iglesia actual!
21

c. Familiares o amigos de los miembros. Habrá casos también, donde un


miembro de nuestra iglesia tiene el deseo de que visitemos a uno de sus familiares, o
porque no, aún a ellos mismo. En su mayoría todos tenemos familia o amigos que no
tienen la bendición de conocer a nuestro Señor Jesucristo, hemos intentado traerlos a
sus pies, pero todos nuestros intentos han sido nulos, pues como dicen las Santas
Escrituras: “nadie es profeta de su propio pueblo”. Es aquí cuando alguien querrá traer
al pastor, o a un líder de seguimiento para que comparta con ellos del evangelio. Otro
caso típico es, cuando alguien acaba de convertirse. El quiere predicarles, pero se siente
insuficientemente capaz por su limitado conocimiento. Es en este momento que se
sentirá muy contento si alguien le ayuda en esta hermosa tarea. ¿Qué medio usarán para
manifestar si ese es su deseo? Una forma por la cual lo podrán expresar es, llenando una
tarjeta. Y para animarlos a que lo hagan, se puede anunciar desde el pulpito.

Visita pastoral. Por motivos especiales también dentro de la visitación estarán las
visitas por parte del pastor, pues como expongo a continuación es imprescindible. Por lo
tanto la visita pastoral se hará:

a. A los que la solicitan. El pastor juega un papel muy importante en la


visitación, pues en mucho de los casos la persona preferirá hablar con él. Es aquí donde
el pastor visitará, basado en su calendario, al que tenga el deseo de hablar con él.

b. A los que tienen necesidades especiales. En otros casos, puede que la


persona no tenga preferencia, no obstante, si el líder de visitación se percata de que la
presencia del pastor es indispensable, por la delicadeza del asunto, éste, tiene que
remitirlo inmediatamente.

c. A los que ocupen consejería. Muchos de los nuevos y viejos miembros en


ocasiones requieren de consejería. es aquí, que, por su capacidad y experiencia el pastor
principalmente tendrá que llevarla a cabo, pero para bien de su propia salud y para bien
de toda la iglesia, es necesario que, a todo el grupo de seguimiento se les capacite para
que puedan ellos también ayudar con esta labor, ya que, tal vez serán muchos los que
ocupen o soliciten de un consejo. Por esto, se tomará el sabio consejo de Jetro. Como
bien saben Jetro fue el suegro de Moisés, quien, al hacerle una visita a su campamento se
dio cuenta del exhaustivo trabajo que estaba haciendo Moisés sin ayuda de nadie.
Después de jalarle un poco la oreja por este error tan nefasto, le dio un consejo. En
resumen el consejo consistía en que Moisés tomara del pueblo a hombres temerosos de
Dios, para que le ayudaran a juzgar al pueblo. Con esta recomendación estos hombres
seleccionados tomarían todos los casos, con excepción de los más difíciles, que los
remitirían a Moisés para que él, se encargara de ellos. Siguiendo este sabio consejo, lo
mismo se requiere en este plan. Ya capacitados, los líderes tomarán los casos fáciles de
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resolver y los más difíciles se le transferirán al pastor. Será esto un gran descanso para los
pastores que, día a día viven llenos de tareas.

4. Seguimiento por correspondencia

El seguimiento por correspondencia, es otro medio por el cual nos podemos poner en
contacto con las personas, ya sean miembros activos, nuevos creyentes o personas que
nos visitan por primera vez.

A los que nos visitan por primera vez:

a. Tarjeta de agradecimiento. Para las personas que nos acaban de visitar por
primera vez, sería muy adecuado mandarles una tarjeta donde se les agradezca su visita.
También se le puede hacer saber que nos agradó mucho tenerlo en nuestra iglesia y que
nos encantaría volver a verlo.

b. Folletos. Otra cosa que también les podemos mandar, es folletos de


evangelismo. Así, si esta persona no es cristiana, tendrá la oportunidad de conocer a
Cristo por este medio. En una ocasión escuché un testimonio de un cristiano que decía
que él se había convertido a través de un folleto que encontró tirado en la calle. Cuando
se trata de evangelizar no debemos de escatimar ningún medio posible.

A la iglesia general:

a. Recordatorios sobre diferentes eventos y actividades. A la iglesia en


general se le puede enviar cartas para recordarles las diferentes actividades que se van
aproximando, como: retiros, campamentos, reunión de varones y damas, etc. Esto se
puede hacer una vez por mes o queda al criterio del liderazgo.

b. Cumpleaños, días festivos, etc. También se puede remitir una tarjeta


dependiendo la ocasión. Qué bien se siente, cuando recibimos una tarjeta felicitándonos
en un día especial.

c. Devocionales. Otra cosa que ayudará, es un devocional, que se les puede


enviar para el crecimiento espiritual de todos. La elaboración de éste, se puede rotar
entre el pastor y los líderes de seguimiento. Así cada quien, podrá expresar lo que el
Espíritu Santo le inspire en un corto pensamiento, el cual será de mucha bendición para
todos.
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CUERPO MINISTRANTE

Dentro de este cuerpo están las personas que se requieren para llevar a cabo el
trabajo en las diferentes áreas: coordinador, líderes y asistentes de líderes.

I. Coordinador-supervisor

1. ¿Cómo se seleccionará este miembro? En primer lugar esta el pastor, quién


puede llevar directamente, él mismo a cabo esta labor, o bien podrá seleccionar a otra
persona para que le ayude con esta tarea. Es por esto que en la gráfica que más adelante
expongo, dejé como opción, para que ya sea el pastor u otro personaje, escogido por él,
lo pueda realizar. En última instancia, si decide buscar a alguien mas, éste, tendrá la
obligación de reportarle todo lo que se hace dentro del ministerio de seguimiento.

2. Deberes del coordinador:

a. Supervisar que todo se este realizando según el plan de trabajo. Son


muchas las ocasiones que algo se empieza, pero como no hay alguien quien las
supervise, es fácil que todo se haga a la viva México (expresión que se utiliza para
decir: al aventón, como caiga, como sea, o en palabras técnicas: algo desordenado). Es
por esto que, la tarea del coordinador es de suma importancia, pues él se ocupará de que
todos los líderes estén cumpliendo con lo establecido.

b. Tomar el lugar vacío, cuando no haya quien lo ocupe. Otra cosa que el
coordinador tendrá que hacer, es ayudar en los lugares que, por falta de personal no este
trabajando.

c. Preparar la agenda. En la preparación de la agenda habrá actividades


como:

Programar juntas con los líderes. Se designarán juntas, en fechas específicas para
hablar sobre todo lo que se ha estado haciendo o todo lo que ha estado pasando con el
seguimiento. Es en este momento, cuando todos los líderes llevaran el reporte.

d. Otros. También programará otras actividades que serán necesarias.


24

II. Lideres.

1. ¿Cómo se seleccionarán?

a. Por medio directo. La forma primaria para escoger a los líderes principales, es
por medio de la selección directa. Al criterio del pastor, junto con el coordinador (si es
que decidió tomar a alguien más para que lleve esta tarea), seleccionarán a los hombres
o mujeres más propicios para que lleven a cargo estos privilegios. Después de una
entrevista individual a cada uno de los escogidos se decidirá si estas personas, son aptas
para llevar a cabo tal tarea. Recordemos que la base de este grupo estará en estos
hombres o mujeres, por lo tanto es necesario que con ayuda del Señor sean
seleccionados.

b. Por medio indirecto. Ahora, si estas personas, ya sea por otras ocupaciones que
tengan dentro de la congregación o por falta de interés, no desean o no pueden llevar
este ministerio, se tendrá que hacer un llamado a la congregación en general, para que
de ésta salgan los líderes. Tal vez nos llevemos una sorpresa al ver que no pocos, de
aquellos que nunca hacen nada, se levanten en forma valiente, queriendo con todas sus
ganas servir al Señor. Tal vez, sólo están esperando a que se les abran medios por los
cuales ellos puedan servir.

2. Deberes del líder:

a. Tiene que cumplir con su labor. Dependiendo el área que le haya


tocado, el líder junto con sus asistentes (de los asistentes hablaremos mas
adelante), cumplirá la tarea que le corresponde. Por ejemplo, si le tocó en el
área de seguimiento por teléfono, podrá repartir (a la vez que supervisa) con
sus asistentes, las diferente labores que se estarán llevando a cabo en esa área.

b. Llenar la nómina de su labor y entregarla. Cada contacto que se haga


con las personas las registrará en una nomina, 5 la cual reportará el día de la
junta.

c. Asistencia a las juntas. Otro de los deberes del líder es que tiene que
estar presente (en cuanto le sea posible) en cada reunión que se lleve a cabo. 6

5
Esta nomina se encuentra al final
6
La frecuencia de éstas se decidieran según el tiempo y la disposición del grupo, pero es muy importante
que se haga a menudo, un mínimo es una vez al mes
25

En estas juntas, a través de las nominas, se dará un reporte de lo que ha estado


pasando. Además, se discutirá sobre nuevas ideas y nuevas cosas

III. Asistentes de líderes

1. ¿Cómo se escogerán?

a. Por medio directo. El proceso de reclutamiento en esta sección, es similar a la


pasada, con excepción de que aquí, los líderes tendrán la oportunidad de escoger a sus
ayudantes principales. Los líderes suelen conocer a hermanos, en los cuales han visto
ganas de servir a nuestro Señor, con quienes les gustaría trabajar. Así que, el líder podrá
proponer a personas, para que le ayuden en el área que le corresponde. Ahora, todo
esto, se podrá llevar a cabo al menos que el pastor ponga una objeción por alguna
persona que el líder proponga. El pastor suele conocer a todos los miembros mejor que
las personas promedio, y en mucha de las ocasiones, él sabe cosas de alguien que
nosotros no sabemos. Es aquí donde él decidirá esta cuestión.

b. Por medio indirecto. Si bien es cierto el líder, como ya se mencionó, tendrá la


oportunidad de escoger algunas personas con las cuales les gustaría contar
primeramente, no obstante, para ayudar a los miembros en general a que descubran los
dones que el Señor puso en ellos, se hará un llamado, para que todo aquel que, quiera
apoyar en las diferentes áreas de trabajo que se abrirán, participe libremente y ejercite lo
que Dios le dio. Esto se puede llevar a cabo pasando una lista cuando esté reunida toda
la iglesia. De todas las opciones que habrá para trabajar, ellos podrán subscribirse en el
área que ellos sientan que Dios los quiere usar. Después el líder los entrevistará
personalmente a cada uno y si no percibe ningún inconveniente los tomará como parte
de sus asistentes. Aunque en la gráfica, son solo tres los asistentes de líder que se puso,
no obstante, aquí no hay límite. Pueden ser tres, cinco, ocho, etc. A sí que, si el líder de
seguimiento por teléfono tiene que llamar a 20 personas, todas estas llamadas las
repartirá dependiendo con cuantos asistentes cuente.

NOTA: Todo esto se tiene que hacer sin discriminación alguna.

a. Deberes del asistente. Su principal deber se da por sobre entendido, pues como
ya se dijo, realizarán el trabajo que su líder les encomiende. Otro deber de estos es,
asistir a las diferentes clases de preparación que se llevaran a cabo y a las diferentes
juntas que se realizaran.
26

GRÁFICA
La siguiente gráfica muestra cómo será la estructura de este grupo:

Pastor
coordinador

O líder
Coordinador

Líder 1 Líder 2 Líder 3 Líder 4


Recibimiento Seguimiento Seguimiento
Seguimiento
tarjetas por por por
visitación teléfono correspond
encia

Asistente Asistente Asistente Asistente Asistente Asistente Asistente Asistente


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PROPÓSITO DEL PROGRAMA

Hasta aquí hemos visto ya las diferentes áreas de trabajo y al cuerpo de miembros
que se necesitan, para dar un seguimiento organizado y satisfactorio. Ahora, ¿qué se
hará con aquellas personas que por diferentes medios vengan a nuestras iglesias y
decidan ser parte del cuerpo de Cristo? ¿Se quedarán sentados como un miembro más,
estériles y sin fruto? ¡Claro que no! Nunca debe pasar eso. El Señor a nadie llama para
que se quede sentado como espectador, Él tiene un propósito para cada uno, y no hay
excepciones. Por lo tanto, ya una vez hayan dado ese gran paso hay que prepararlos
como a soldados que se alistan a las filas del ejército del Señor para que sean guerreros
fructíferos en el Reino de nuestro Padre Celestial. No lo pudo decir mejor Carlos
Spurgeon cuando expresó las siguientes palabras:
“Deberíamos contemplar a la Iglesia Cristiana, no como a un hotel de lujo donde los
caballeros cristianos pueden morar cómodamente en sus aposentos, sino como un
cuartel en cuyo interior se apiñan los soldados para ser adiestrados y preparados para
la guerra. Deberíamos mirar a la Iglesia Cristiana, no como a una asociación para la
admiración recíproca el mutuo consuelo, sino, como a un ejército que marcha hacia la
pelea precedido por sus estandarte, para ganar victorias para Cristo, para tomar por
asalto las fortificaciones enemigas y para añadir provincia tras provincia al reino del
Redentor” (1984, 216)
Con esto en mente, a continuación hablaremos de un programa que se ha
denominado el Círculo de Cristo. En éste seguiremos los pasos que nuestro Maestro
realizó cuando en carne estuvo en la tierra: El Llamó, Discipuló y Envió.

El Círculo De Cristo

1. Los llamó. Las Santas Escrituras nos narran de una ocasión en que, Jesús
caminaba por el mar de Galilea. De pronto ve a dos hombres pescadores, a los cuales les
dijo: “vengan, síganme, y al momento lo siguieron” (Marcos 1:17-18). Así mismo
muchas de las personas a las cuales se les dará seguimiento, decidirán aceptar el
llamado de Cristo. Ya arrepentidos y como nuevas criaturas se quedarán y formarán
28

partes, muy contentos y felices, del cuerpo de Cristo. Pero, esto no termina aquí, viene
el siguiente paso.

2. Los discipuló. Inmediatamente después de que Jesús les extendió la invitación


para que le siguieran, algo mas les añadió: “los haré pescadores de hombres” (Marcos
1:17). Esto consistía en que, él mismo los iba a capacitar para lograr los propósitos
divinos que posteriormente vendrían. En nuestro caso como iglesia debe de ser lo
mismo, a toda persona que llegue a nuestras instalaciones, el seguimiento no terminará,
solo hasta que ella decida darle la vida a Cristo, sino que también el grupo tendrá el
privilegio de discipular a estas personas.

Se puede hacer un discipulado oficial en la iglesia, donde después de que cursen


por ciertas clases Teológicas y Bíblicas se lleve a cabo una graduación con Diploma. Es
conocimiento que no sólo el pastor, misionero, evangelista, etc., debe de tener, sino, es
conocimiento que todo creyente, por su propio bien, debe también poseer. Esto ayudará
para que, los miembros crezcan espiritualmente y a la vez se preparen para lo que el
Señor tiene para ellos. Además, nos ayudará a contestar sabiamente a todo aquel que
demande saber acerca de nuestra fe (1 Pedro 3:15). Y por si fuera poco también nos
ayudará para que, no seamos engañados por sectas o lobos rapases. La siguiente lista de
clases, la cual he acomodado en un orden coherente y lógico, es la que formará parte del
discipulado. Éstas son fundamentales para la formación teológica y bíblica de todo
creyente:

Afirmación Cristiana. Esta es una clase que enseñará lo básico del evangelio. En
ésta aprenderán:

El plan de Salvación. Si la persona todavía no a hecho la decisión de aceptar a


Jesús en su corazón, aquí tendrá la oportunidad de hacerlo. Y si ya lo hizo, aprenderá
más a fondo sobre la oración de fe que recito.
29

Bautismo en agua. Si ya aceptaron a Jesús y están arrepentidos de sus pecados, se


les hará saber a través de un estudio que, el siguiente paso a seguir es el bautismo en
agua.

La oración. Si queremos que ellos sobrevivan ante un mundo que continuamente


nos ataca este estudio es imprescindible.

La importancia de leer la Biblia. Si la oración es vital para el crecimiento del


cristiano, no lo es menos la lectura de la Santa Biblia. Si queremos ser buenos oradores
tenemos que ser buenos lectores de la Biblia. Por lo tanto, esto lo tiene que saber aquel
que inicia en los caminos del Evangelio.

Esta primera parte es, para los que se acaban de convertir (y también para los que
ya tienen mucho tiempo de cristianos pero que aún no han tomado estas enseñanzas), es
la leche de todo bebé, que necesita nutrirse. Las siguientes clases que deben de tomar
posteriormente serán:

Bibliología (estudio de la Biblia). Anteriormente vimos la importancia de leer este


Santo Libro. Ahora, siempre es bueno saber, de donde viene aquello a lo que le
dedicaremos nuestra vida. A través de este estudio, se aprenderá su procedencia: de
dónde vino, los idiomas originales, evidencia interna y externa de su inspiración divina,
etc. Todo esto, les ayudará a contestar preguntas como: “¿si la Biblia fue escrita por
hombres por qué le tengo que creer? o a debatir argumentos de algunos confundidos que
dicen: “La Biblia está llena de errores”, o a contrarrestar a los mormones que objetan:
“la Biblia perdió su veracidad al pasarse de un idioma a otro.

Hermenéutica Bíblica o método subjetivo (interpretación Bíblica). Esta materia


ayudará al creyente a que, entienda lo que la Biblia dice. El Libro Santo en sí, se
interpreta por sí solo, y nosotros no le damos luz al pasaje, él nos lo da a nosotros, 7 pero
para comprender su mensaje es necesario conocerla como un todo, y de saber sobre

7
Dicho de autor desconocido
30

ciertas reglas; reglas que, ella misma nos impone para que la entendamos con más
claridad y coherencia. Conociendo sus reglas, ayudará a no sacar un texto de contexto.
Hoy en día tristemente depredadores y aun hermanos de buen corazón dicen o enseñan
herejías por pasar por alto o ignorar estas hermosas reglas. No por nada, alguien dijo
que este maravilloso libro (la Biblia) era uno de los libros mas atacados en la tierra,
pues según él, no sólo lo atacaban sus adversarios, con intención de desprestigiarlo, sinó
también, era atacado por muchos que lo amaban al no interpretarlo correctamente.
Homiletica (arte de preparar un mensaje). Hasta aquí hay un orden lógico,
dentro de las tres últimas clases, para alguien que desea enseñar la Palabra. Pues todo
buen predicador estará de acuerdo conmigo, de que antes que cualquiera se pare ante un
grupo de personas para enseñar, tiene que conocer al menos un poco de la Biblia, su
contenido, autoridad, mensajes centrales, etc., y también tiene que estar al tanto de las
reglas de interpretación de la misma. Pues sus enseñanzas, estarán limitadas a su
conocimiento que tenga sobre la Biblia y estará gobernada por la interpretación personal
que éste le de. Por esto a mi juicio personal la homilética debe de ser precedida por
Bibliología y hermenéutica Bíblica.
Historia de la iglesia. Aquí el creyente aprenderá las raíces del cristianismo. Esta
es una hermosa clase que ningún hijo de Dios puede prescindir.

Teología. Dentro de la teología se estudiaran clases como:


La Trinidad. Si no quiere que sus miembros piensen o hablen herejías como los
Unitarios que dicen que fue Dios Padre, quien murió en la cruz, o como los repartidores
de atalayas, que dicen que Jesús no es Dios, es necesario que tomen esta hermosa clase
Los atributos de Dios (su omnisciencia, omnipresencia, etc.
Cristología (doctrina de Cristo)
Neumatologia (doctrina del Espíritu Santo)
Evangelismo. Esta es otra clase indispensable para todo creyente

¿Pero qué pasa si no hay maestros capacitados en la iglesia? Este párrafo decidí
añadir, después de una charla que mantuve con un pastor. El me decía que su iglesia
tenía un sistema de discipulado estructurado, pero que, por no tener maestros
31

capacitados no lo estaban llevando a cabo. Esto me puso a pensar, pues pensé, el


problema que actualmente tiene tal iglesia por falta de maestros capacitados, no es
ajeno a pocas de nuestras iglesias hermanas (iglesias cristianas). Es por esto que,
analizando el problema daré unas soluciones que el liderazgo puede tomar:
a. El pastor puede empezar a dar estas clases al grupo de seguimiento al inicio,
con la mira de que, en el futuro de este mismo grupo salgan los maestros que
se irán necesitando. Todo pastor debe estar preparado para impartir estas
clases esenciales, sino es así, él, junto con el grupo de seguimiento tienen
que tomarlas.
b. Pero si el pastor esta demasiado ocupado con otros quehaceres como para
añadirse otros más, puede pedirse ayuda a las iglesias afiliadas. Tal vez éstas
si tienen docentes capacitados, y pueden pedirle de favor que le provean de
instructores por un tiempo. Ya una vez capacitando al grupo de allí saldrán los
nuevos maestros (Y no sólo en la enseñanza se pueden apoyar, sino en
cualquier cosa que una u otra necesiten: músicos, diáconos, etc. Qué hermoso
sería ver a las iglesias de Cristo, ayudarse mutuamente.)
c. Si la iglesia no tienen afiliación con nadie (ó sea si es independiente), o si por
cualquier cosa, las iglesias hermanas no pueden proveerle de esta ayuda, otra
opción es, mandar a un hermano que tenga el deseo de estudiar y prepararse
para maestro a un instituto Bíblico, donde le darán las herramientas necesarias
para llevar a cabo tan noble labor. a la vez que estudia, puede enseñarles a los
demás lo que está aprendiendo. De esta forma no se perderá tiempo pues
Cristo viene pronto.

2. Los envió. Ya en el último paso Jesús, una vez que se dio cuenta de que sus
discípulos habían obtenido cierta preparación, los envió a predicar (Mat. 10). Con
él, la cosa no terminó solo en el llamado y la preparación, sino que además los
envío. Así mismo, nuestra obligación no es sólo preparar o discipular a todo aquel
que llegue a la iglesia y le rinda su vida a Cristo, también tenemos que ponerlos a
trabajar en la obra de Dios. Es por esto que el grupo dará seguimiento y una vez
que, el visitante decida quedarse, se le instruirá y ya discipulado entonces se
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motivará para que se haga parte de este grupo y nos ayude con el seguimiento de
los que están por llegar.

La cosa es no quedarse con los brazos cruzados esperando a que algo suceda sin hacer
nada. Cristo viene pronto y dichosos serán todos los que trabajan arduamente en la
viña del Señor.

SÍNTESIS DEL PROGRAMA

Un día Pedro llega a la iglesia por primera vez. Tania, que está encargada del
recibimiento, le da una grata sonrisa y con mucha amabilidad le pide que llene una
tarjeta, haciéndole saber que se le mandará una cartita de cortesía. Tania y sus
ayudantes socializan con él, antes o después del servicio y éste se siente muy
confortable por el gran amor y amabilidad de estas personas. Después de esto Tania le
da directamente esta tarjeta a Jenny y a Omar (Jenny está encargada del seguimiento por
correo y Alex de las llamadas telefónicas). Jenny esa misma semana, le envía una tarjeta
agradeciéndole su visita y un folleto evangelistico. Alex por su parte, por vía telefónica,
se pone en contacto con Pedro y después de un amable protocolo le hace una cordial
invitación para que asista de nuevo a nuestra iglesia. Tal vez Pedro desee que le visiten
para que oren por él y su familia, o para que le enseñen mas sobre la Biblia. Entonces,
Omar se pondrá en contacto con Alejandro, quién lleva acabo la visitación a los
hogares. Ya Alejandro sabiendo el día de la cita, va personalmente, o manda a alguien
de sus asistentes a visitar a Pedro. Éste, contento por la grata visita decide seguir
asistiendo a la iglesia y un día es tocado por el Espíritu Santo y le entrega su vida al
Señor. Ya como nuevo miembro y con muchas ganas de servir a su Dios, toma las
diversas clases de discipulado que se están dando. Una vez que las concluye, contento y
muy gozoso se integra al grupo de seguimiento para recibir y servir a los que están por
llegar. Así el círculo de Cristo continúa hasta que el Señor venga.
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Palabras de Jenny Tirado

“Este proyecto no sólo es ambicioso, sino que también hace un llamado


directo a la conciencia de todos aquellos quienes estamos dejando pasar el
tiempo sin ver resultados substanciosos, en cuanto al dejar un legado, antes de
partir. Que mejor legado que dedicar tiempo para recibir a otros, cuidarlos,
darles seguimiento, discipular y capacitarlos para que el Circulo de Jesús
continúe hasta que El venga”.

El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve.


Amén; sí, ven, Señor Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea
con todos vosotros. Amén. (Revelaciones 22:20-21)
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MINISTERIO DE SEGUIMIENTO

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