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'ATLAS DE ECOGRAFIA CLINICA ABDOMINAL EN PEQUEÑOS ANIMALES - PDF Versión 1' Contigo
'ATLAS DE ECOGRAFIA CLINICA ABDOMINAL EN PEQUEÑOS ANIMALES - PDF Versión 1' Contigo
1 ~~ 1
Corte transversal de la vejiga de la orina posidonando el transduc Corte longitudinal de la vejiga realizando un giro de 90a con el
tor en la línea media del abdomen caudal, con un desplazamien to tratisductor sobre la posición del dibujo I, Se describe un des
en sentido creal-caudal se realizará un barrido completo de la ve plazamiento con el transductor lateral izquierdo-lateral derecho
jiga desde el cuerpo hasta el cuello vesica! y uretra proximal. consiguiendo una exploración completa.
del bazo puede, en ocasiones, generar una depresión acústica para visualizar más adecuadamente las es
en el cuerpo de la vejiga cuando se sitúa entre ésta y tructuras que se encuéntrala anatómicamente en una
la pared abdominal. posición más dorsal; ellas son: última porción del co
La pared vesical es de contorno liso y regular. Presenta lon descendente, cuerpo del útero y bifurcación de los
tres capas bien diferenciadas cuando el haz de ultra cuernos uterinos, vena cava caudal (y sus derivacio
sonido incide perpendicularmente la pared: la muco nes en sentido caudal), aorta abdominal caudal (y sus
sa y submucosa se confunden en una única capa eco- derivaciones en sentido caudal, ilíacas externas y más
génica, la muscular es hipoecogénica y la más externa caudalmente ilíacas internas y sacra), linfonodos ilía
corresponde a la serosa hiperecogénica. El contenido cos internos, uréteres distales (patológicamente dila
es anecoico puro, aunque los gatos enteros pueden tados), cuerpos vertebrales lumbares y musculatura
presentar conglomerados proteico-celulares de forma sublumbar.
fisiológica que sedimentan con dificultad y no produ El espesor de la pared vesical es difícil de estandarizar
cen sombra acústica. En la pared dorsal y próximas al y dependerá fundamentalmente del grado de reple
cuello de vejiga, se detectan dos pequeñas elevaciones ción y el tamaño del paciente (Geisse AL y col., 1997),
(o pequeños botones hiperrefringentes) que se co aunque otros factores también pueden influir en él,
rresponden al trígono vesical y la desembocadura de como el hábitat donde viva el paciente y por lo tanto
los uréteres; en ocasiones, en condiciones fisiológicas sus hábitos de micción (volumen máximo de reten
y con transductores de alta resolución, se puede dife ción y volumen residual), procesos patológicos, o ci
renciar el recorrido submucoso de los uréteres como rugías previas sobre la vejiga que produzcan un tejido
dos pequeños cordones hipoecoicos que atraviesan la cicatrizal residual. Cuando la vejiga se encuentra sa
pared vesical (figs. 1.1-1.61. tisfactoriamente distendida el espesor de la pared no
Si se realiza el abordaje desde el abdomen ventral y se superará los 2 mm, aunque comúnmente alcanza los
utiliza una sección en eje corto del paciente, situan 3 mm cuando la distensión es moderada. En los gatos,
do el transductor sobre la línea media, puede usarse la pared vesical no supera los 1,5 mm en condiciones
la vejiga de la orina (distendida) como una ventana normales (fig. 1.7). La vejiga escasamente distendida
Gráfico 1.4
i orle transversal a nivel de la
porción media ¡¡el cuerpo de
la vejiga: los vasos situados
dorsaltnentecortvsfxmden n la
vena cava caudal, situada en
el aspecto derecho de la aorta
tAo);el colon descendente a ’/>)
ubicado lateralmente puchas
sombra acústica distal. Un la
pared próxima! de la vejiga se
observa un pequeño artefacto
lAri al coincidir con el campo
próxima! de la sonda.
Gráfico 1.5
l t’ulución del rm te de! diagra
ma 1.4 desplazando el trans-
ditcim en acutido caudal: se vi
sualizan ia dil iislán de la aorta
abdominal cauda! en sus deri
vaciones iliacas externas í. \Il. ..
y u¡ tronco calida! que se divi
dirá en iliacas internas m U) y
sacra media l ena cava caudal
con división de las vena> ilia
cas mientas.
w Tisfpma iir ín a r K ^ ® ®
Gráfico 1.6
Curre transversal de la vejiga y
posición del colon descendente
íCt» en el abdomen caudal, el
orlon se posiciotui inmediata
mente dorsal a la pared ce si-
cal y su contenido producirá
una sombra acústica posterior
(SAI
tráfico 1.7
Corte transversal de la vejiga
(t ttello vesical1 y reiaciótt del
colon descendente (CDt inme
diatamente dorsal; entre am
bas estructuras se identificará
en cuerpo del útero (Ul
Gráfico 1.8
Cane Umggtudina! de Ut veji
ga (V) a nivel del cuello vesi
cal (CWj y morfología normal
cuantió la vejiga se encuentra
satisfactoria man te tihumdida
im
Figura I.I Figura 1.2
Vejiga de la orina distendida normal. Cortes transversal (I.I) y longitudinal (1.2) en un gato macho castrado. Sonda lineal de i) Mllz. Un
la porción central se aprecia la estructura típica trilaminar de la pared vesical.
no presenta medidas con valor diagnóstico por lo que larmente sobre ella). La utilización del modo Doppler
éstas deben ser reevaluadas con un volumen adecua color puede favorecer la visualización del yet ureteral
do. (también visible en modo 2D ajustando las ganancias
Los transductores de alta frecuencia (7,5-10 MHz) son en niveles altos) (figs. 1.8 y 1.9).
fundamentales para la localización del trígono vesical El estudio ecográfico de la vejiga de la orina debe rea
(lo que en algunos pacientes puede resultar una ma lizarse de forma protocolizada ya que puede presen
niobra complicada), así como para visualizar las capas tar múltiples artefactos que el ecografista deberá te
histológicas de la pared vesical (que únicamente serán ner siempre presentes. Los artefactos ecográficos que
visibles cuando el haz ultrasónico incida perpendicu deben considerarse cuando se obtengan imágenes
E Sistema urinario 5
Figura 1.7
Figura 1.5
Figura 1.8
■rs
cm/s
4SM H?.
W3IP2
G70Æ3
WF H
Figura 1.9
Patologías de la vejiga
Alteraciones en la pared
C istitis
F ig u m l.il
Sistema orinario
Figura 1.15
Figura 1.14
¿ "
Cistitis. Perro mestizo de 5 años. (1.16) Esta imagen muestra una deficiente distensión de la vejiga de la orina que no permite establecer un
diagnóstico adecuado (el engrasamiento y la irregularidad de la pared pueden atribuirse a un proceso inflamatorio o al deficiente llenado
d éla vejiga). (1.17) El examen del mismo paciente con la adecuada distensión d éla vejiga muestra un engrasamiento de la pared vesical
con nn contorno irregular y presencia de sedimento en su interior.
Cistitis. Teckel de 7años. Corte longitudinal de la vejiga en el que Cistitis aguda hemorrágica. Setter irlandés de 5 años. El espesor
se observa ttu engrasamiento asimétrico de la pared, que afecta al de la pared no presenta cambios muy evidentes, aunque sí pue
aspecto craneoventral; al mismo tiempo se visualiza una mucosa de apreciarse un contorno sutilmente irregular de la mucosa, Se
de contorno irregular en la zona afectada. aprecia abundante sedimento celular con línea de sedimentación
clara (obsérvese la ausencia de som bra acústica por tratarse de un
sedimento no mineralizado).
Dist 0.30cm
D is t 0 .? 8 c n ), '
Cistitis crónica. Gato Siamés, macho de 3 años. Corle transversal Cistitis recidivante en un gato Común europeo de 6 años. El as
en cuerpo de vejiga. Engrasamiento marcado y difuso de la pared pecto ventral de la pared de la vejiga presenta un engrasamiento
con un contorno claramente irregular que afecta de form a más difuso que alcanza los 7.8 imn de espesor; se observaban abun
evidente su aspecto ventral. dantes partículas ecogénicas en flotación que corresponden a ia
presencia de células (sangre) en suspensión.
U Z Sistema urinarlo J U
En los pacientes con procesos inflamatorios de la pa gas (que producirán más típicamente un artefacto en
red se pueden encontrar unos pequeños ecos refrin- cola de cometa).
gentes en la profundidad de los pliegues irregulares Las cistitis agudas, hemorrágicas y por estrés (tras
producidos en la mucosa; éstos pueden corresponder un ejercicio intenso) en sus estadios iniciales pueden
a pequeños cristales y sedimento mineral (que se aso pasar desapercibidas durante el examen ecográflco;
cía en muchos procesos inflamatorios) o, en procesos en algunos casos sólo se evidencian por la presencia
más crónicos a focos de mineralización de la mucosa de un sedimento celular abundante o la colección de
e incluso pequeños coágulos o pequeñas partículas de coágulos en su luz. A medida que el proceso se hace
Figura 1.23
(1.22) Paciente coa la vejiga poco distendida: en una primera exploración puede sospecharse la presencia de un urolitoy un engrasamiento
marcado de la pared. Tras la distensión de la vejiga (1.23) se puede realizar un diagnóstico conecto: presencia de varios urolitos y un en
grasamiento de pared asociado a un crecimiento de tipo polipoide.
Figura 1.24 A
N eoplasias
I A Sistema urinario Q j
de morfología pedicuíada o de amplia base de inser
ción (figs. 1.26-1.28 A-B). En algunas ocasiones, debe
modificarse la posición del paciente para comprobar
que la estructura en estudio se encuentra adherida
a la pared, o para establecer un diagnóstico diferen
cial con estructuras similares no adheridas (coágulos
sanguíneos). Los modos Doppler color o potenciado
permitirán evaluar si la masa estudiada presenta un
flujo vascular y, por lo tanto, establecer un diagnósti
co diferencial con los coágulos vesicales (que carecen
de señal Doppler) (figs. 1.29-1.30).
Las neoplasias de cuello vesical deben ser exploradas
con transductores de alta frecuencia y con una disten
sión máxima de la vejiga que evite que la lesión pueda
quedar oculta. Incluso, en determinadas ocasiones,
será adecuado proceder al sondaje del paciente para
Figura 1.27 localizar mejor el cuello de la vejiga y la lesión objeto
del estudio (figs. 1.31-1.33).
Neoplasia vesical que afecta múltiples porciones tic ¡a pared vesi
cal. Su aspecto irregular, su crecimiento intraluminaiy el volu
La toma de muestras mediante punción percutánea
men de la lesión sugieren la presencia de un proceso neoplásico con aguja fina ecoguiada se desaconseja debido a que
que afecta la capa mucosa. Su estudio histológico confirmó que se aquellas neoplasias de origen epitelial producen una
trataba de un carcinoma de células transicionales. exfoliación abundante y existe un alto riesgo de dise
minación de células neoplásicas en el trayecto recorri
do por la aguja. Las biopsias vesicales percutáneas no
El patrón ecográfico de las neoplasias vesicales es muy son viables debido al riesgo de perforación o estallido
variable tanto en su localización como en su morfolo vesical. La realización de aspiraciones mediante son
gía. Pueden afectar una porción del cuerpo o el cuello daje ecoguiado con manipulación externa de la veji
de la vejiga, de forma localizada o difusa, y pueden ser ga se presentan como una opción más apropiada. En
Figura 1.28 A
12 ¿íte^^cografía^cfinica^abdomiria^j^pegtienosanlmales 1
nuestra experiencia, las citologías obtenidas median presión externa sobre el organo; luego se manipula la
te sondaje y raspado de lesiones sospechosas de neo sonda con el objetivo de producir un raspado de la le
plasia situadas en el cuello de la vejiga son altamente sión, al mismo tiempo que se efectúa presión negativa
diagnósticas. Previamente se vacía por completo la con el embolo de la jeringa para obtener una muestra
vejiga, introduciendo una sonda uretral y ejerciendo citológica del material contenido dentro de la sonda.
Figura 1.29
Figura 1.30
E Sistema urinaria 13
itti r>ara v.„
gs ovp i ol
Risi 1 ??c¡n
R otura de vejiga
14 JHjasdeecojrafíadínic^ 1
Figura 1.36A Figura ¡.36 B
I'HveriBsulo vesical. Caniche (le 5 años. II.36 A) Vejiga de la orina que presen ta en su aspecto lateral izquierdo una estnictu m ca vitaría, con
contenido liquido; desplazando el transductor caudalmente (1.36 II), se observa la comunicación entre ambas estructuras, lo t/ue permite
establecer el diagnóstico de un divertíanlo de pared vesical.
El divertículo uracal y el uraco persistente son malfor La consistencia de la sombra acústica producida por
maciones congénitas que han sido descritas tanto en un cálculo depende de varios factores, entre ellos su
la especie canina como felina. El uraco persistente se tamaño, su superficie y el transductor utilizado. La cla
relaciona con la aparición de incontinencia urinaria sificación y la composición del cálculo no deben esta
y goteo de orina por el ombligo. Los quistes uracales blecerse por la morfología que éste presente; siempre
pueden detectarse como pequeñas colecciones de lí es imprescindible su estudio laboratorial.
quido en el abdomen relacionadas con la vejiga o la El sedimento mineral (cristaluria) se depositará con
pared abdominal ventral. facilidad formando una línea definida en la porción
más declive de la vejiga; la evidencia de sombra acús
tica está en relación directa a la cantidad de cristales
sedimentados. La percusión externa con el transduc
Alteraciones en el contenido tor produce una reflotación de los cristales y un efec
to de “nevada" muy característico (figs. 1.43-1.46). La
C álculos y sedimento vesical cistopunción deberá ir precedida de una maniobra
de reflotación, mediante el cambio de posición del
Todos los cálculos vesicales presentan un patrón paciente o la agitación externa del contenido, con el
similar: superficie hiperecogénica con sombra acústi objetivo de obtener muestras representativas.
ca posterior (tanto más evidente cuanto mayor sea el
diámetro del cálculo) (Spence S 1997, Johnston GR y C oágulos sanguíneos
col., 1986). Así, con transductores de frecuencia me Los coágulos sanguíneos vesicales no asociados a
dia, los cálculos menores a 2 mm de diámetro pueden traumatismo generalmente se presentan como estruc
no presentar una sombra acústica clara. Se posicionan turas hiperecoicas que no producen sombra acústica,
típicamente en la porción más declive de la vejiga (ex aunque sí pueden generar cierto grado de atenuación
cepto en procesos muy crónicos, en los que pueden del sonido. Usualmente se asocian a otros procesos
verse incluidos en las irregularidades de la mucosa). (inflamaciones de pared, intoxicaciones, enfermeda
La percusión externa con el transductor no suele pro des renales, etc.). Los coágulos no suelen adherirse a
ducir un movimiento evidente de éstos debido a su la pared y varían de situación al cambiar la posición
peso específico (figs. 1.37-1.42). del paciente. En aquellos casos en que se presenten
Urolitiasis vesical. (1.37) Vejiga distendida con presencia de un calculo de 12 nun en su luz, con una superficie lisa hiperreflectim y forma
ción de sombra acústica posterior. (1.33) Vejiga distendida con múltiples cálculus de contorno irregular asociados a un proceso inflamatorio
crónico tic la pared, (¡ue alcanza un espesor de íí ruin en su aspecto craneoeentral. (1.39) Detalle de la pared dorsal de la vejiga de un Dúl-
mata de 3 años con múltiples microcdlctdos depositados en la pared declive: su conjunto produce una sombra acústica débil. (1.40) Cálculo
voluminoso, de 3 cm de dián tetro, de superficie lisa y morfología redondeada, con sombra acústica sólida y engrusatn iento de pared asocia
do. (1.41) Cálen lo de superficie lisa y morfología poliédrica con sombra acústica limpia que ocupa la mayor parte de la luz i vsical. (1.42)
Corle transversal de m iga moderadamente distendida tpte presenta estructura ecogénica central (colon) con sombra acústica evidente: mas
lateralmente se observa acá mulo de pequeños adíalos que también producen sombra acústica.
E Sistema urinaria 1?
Figura 1.43 Figura 1.45
Cistitis crónica con cristahiria moderada. La distensión de la ve Cistitis crónica en gato Persa de 2 años. Se observan sedimento
jiga confirmó el diagnóstico. Se aprecia un pequeño foco ecogéni- mineral en la porción declive de la vejiga, y pequeños focos réfrin
co en la pared menos declive compatible con pequeños cristales gentes en la porción superior que pueden corresponderá áreas de
atrapados en tas irregularidades de la mucosa y/o mineralizacio- nnneralización o cristales adheridos a la pared.
nes de la pared (más evidentes en procesos crónicos).
¿L
W
¿0.
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U retra
'] n
Figura 1.52
Figura 1.50 1 -
Figura 1.53
^tla^^cog^n^clfjfic^Mnmiria^n^^eguenos^aniniales
obstructivo. Se puede intentar un sondaje del pacien vejiga, uretra, uréteres y riñones puede aportar datos
te para delimitar el punto de obstrucción. En los gatos significativos sobre su estadio y compromiso (figs.
con síndrome obstructivo, el estudio ecográfico de la 1.52-1.54 A-C).
uretra !
C Sistema urinario 21
Figura 1.57
V~
Figura 1.56
Paciente can obstrucción uretral. (1.55) Corle transversal de prós
Figura 1.58
tata en el que se absenta tina dilatación patológica de la primera
porción de la uretra. (1.56) En una proyección prostática trans Paciente obstruido con presencia de cálculo en la uretra peneana.
versal más caudal se aprecia la luz uretral ocupada por una es Se identifica el cálculo como una pequeña estructura ecogéui-
tructura ecogénica que produce sombra acústica compatible con ca que produce sombra acústica. El hueso peneano se identifica
cálculo uretral. como una línea ecogénica con sombra posterior.
22 ¿tla^^cografí^Líníca^abdomhia^i^egueflo^niojai« 1
transductores de mayor frecuencia debido a su menor
profundidad; de manera que, en aquellas sondas mul-
tifrecuencia, es posible seleccionar las frecuencias más
adecuadas, de acuerdo con la profundidad del riñón.
Gatos y perros de razas miniatura: los transductores
lineales de alta frecuencia (10 MHz) obtendrán imá
genes de mayor calidad, aunque la manipulación del
abdomen craneal con estos transductores puede ser
mal tolerada especialmente en los perros de menor
tamaño.
Preparativos
En condiciones normales no se debe exigir ningún
preparativo previo especial. El ayuno disminuirá la
presencia de gas digestivo, lo que favorecerá el estu
dio más adecuado, en particular del riñón derecho (no
es imprescindible si se utiliza el abordaje sublumbar
o intercostal). En algunas ocasiones, el colon descen
dente puede interferir en la obtención de imágenes
apropiadas del riñón izquierdo, aunque una mani
pulación correcta del abdomen permite superar este
problema, al realizar el desplazamiento de los seg
mentos intestinales que puedan alterar la imagen.
Los contrastes urinarios (yodados) utilizados en las
urografías descendentes no interfieren en la imagen
ecográfica. La administración de diuréticos y de sueros
intravenosos previo a la exploración ecográfica produ
cirá una incipiente dilatación de la pelvis renal, e inclu
so del uréter proximal, lo cual se debe tener en cuenta
cuando se establezcan los diagnósticos diferenciales.
Las causas más frecuentes de obstrucción uretral son
los cálculos (con el mismo patrón ecográfico: super Técnica de exploración
ficie ecogénica y sombra acústica) y el acúmulo de
sedimento en zonas estenóticas; los tumores uretra La exploración del riñón izquierdo es más sencilla
les y problemas traumáticos también están descritos debido a su posición en el abdomen medio, más cau
como agentes causales (figs. 1.55-1.59). dal que el riñón derecho; éste, se localiza en una posi
Los tumores uretrales, en ocasiones, son difíciles de ción más craneal y generalmente está protegido p or las
identificar ecográficamente. Aquellos que afectan la últimas costillas. El abordaje ecográfico más frecuente
porción más próxima al cuello de vejiga pueden in es la aproximación a través del abdomen ventral (con
vadir este segmento y por lo tanto se distinguen más el paciente en decúbito dorsal); otros abordajes ade
fácilmente. cuados son a través del abdomen lateral (corte dorsal)
y la vista sublumbar, y ambos se obtienen posicionan-
do al paciente en decúbito lateral o en estación. El
riñón derecho, debido a su posición más craneal (in
R iñ o n e s tercostal) y dorsal es de evaluación más complicada.
Su tercio craneal, en ocasiones, no se puede explorar
satisfactoriamente en un abordaje abdominal ventral.
Equipamiento
En estos casos, la exploración sublumbar a través de
Perros: en nuestra experiencia, los perros de peso los últimos espacios intercostales (11° y 12°) es más
comprendido entre los 10 y 40 kg deben ser explorados conveniente y los pacientes la toleran mejor.
con sondas microconvexas o convexas de frecuencia La exploración completa de ambos riñones incluye
media (5 MHz). Los perros de razas gigantes pueden sus cortes sagitales y transversales (abordaje ventral
requerir sondas de frecuencia inferior (3 MHz). El y sublumbar), obteniendo cortes seriados en barridos
abordaje abdominal ventral del riñón derecho, debido craneocaudales y lateromediales. El corte dorsal lon
a su posición más craneal, presenta mejores imágenes gitudinal, en la aproximación lateral, es más apropia
con transductores microconvexos. Cuando se utiliza do para la visualización del uréter proximal y el siste
un abordaje lateral o sublumbar se pueden utilizar ma arteriovenoso.
Corte longitudinal del riñón izquierdo. Se realiza un corte en eje lar Corte transversal del riñón izquierdo. Girando 90a el transductor
go del paciente, en el abdomen lateral izquierdo, para obtener un sobre la figura anterior se realiza un recorrido en sentido craneal-
corte longitudinal del riñón; se desplaza el transductor en sentido caudal visualizando múltiples cortes en eje corta del riñón, desde
medial y lateral para realizar una exploración completa del riñón. su polo craneal al caudal.
Gráfico 1.13
Corte sagital del riñón izqttier-
da. Comparación de la eco
genicidad de la corteza renal
(til y el parénquima espié nica
í HJ, l a primera se establece hi-
poeeoiat ron respecto al paren
quima esplétlico.
Gráfico 1.14
Corte sagital media del ríñón.
Cortea) renal tC). Médula re
nal (Mdi. Seno renal (Snh n i
cer liados renales (Bv) con ul-
sutilización de cenas aram ias
IVA}.
C Sistema urinario
Crájico 1 .15
C o rle ¡.agita! mediai ili ! rinini.
i ortrza renai ■O. Medula re
ani .Miij. Seno runa! (Sri1 (¡ra
sa /nnìpélriea y sena rena! (Cr
Pi. Vasas interiabares IV II.
(iràfico 1.16
La presión ejercida con el transductor resulta funda glándula suprarrenal izquierda; cranealmente con el
mental a la hora de desplazar el gas contenido en las fundus del estómago y, típicamente en los gatos, con
asas intestinales, así como las heces presentes en el el lóbulo izquierdo del páncreas; y caudalmente con el
colon. Esta presión se ve acentuada en la aproxima ovario. El riñón derecho se relaciona anatómicamente
ción ventral del riñón derecho (donde se deberá des en su aspecto medial con el colon ascendente y la vál
plazar el duodeno descendente y colon ascendente!. vula ileocecal; cranealmente el polo del riñón derecho
Es importante comprender las relaciones anatómi reposa en la fosa renal del proceso caudado del lóbu
cas de los riñones, ya que pueden facilitar tanto su lo caudado hepático; en su aspecto ventral (y lateral)
visualización, como la interpretación correcta de las se localizan, en el perro, el duodeno descendente y el
imágenes obtenidas y el establecimiento de los posi lóbulo derecho del páncreas; medialmente se encuen
bles diagnósticos. Así, el riñón izquierdo se relaciona tran la vena cava caudal y la glándula suprarrenal de
ventrocranealmente con el bazo (que en la mayoría recha; y en la porción más caudal se localiza el ovario
de los casos se utilizará como ventana acústica para derecho.
visualizar el riñón), medialmente con el colon ascen En el gato, ambos riñones se ubican en el abdomen
dente (que en algunas ocasiones puede localizarse en medio, una posición más cómoda para la exploración,
relación al aspecto más lateral del riñón); la aorta y la y debido a su movilidad (riñones “flotantes"), el abor-
Figura 1.62
Hiñón normal en un perro. (1.60) corte longitudinal medio del riñón donde se visualizan la corteza y la médula renal. Los pequeños vasos
que se identifican en la unión corticomedular corresponden a las arterias arénalas. Los divertículos y vasos interlobares se evidencian como
pequeños tabiques ecogénicas. (1.61) Corte longitudinal medial respecto a la imagen anterior, la zona hipoecoica central corresponde a
la papila renal central, rodeada de tejido más ecogénico que corresponde a! seno renal. (1.62) Corte longitudinal en aproximación por el
flanco (lateral) con visualización satisfactoria de la corteza, médula y pelvis renales (zona ecogénica central): la porción distal de la arteria
y la vena renales también se visualiza en este corte. (1.63) Exploración en modo Doppler color en el m ismo corle que la imagen an terior con
representación de la vena renal en el hilio.
Sistema urinario ¿i
Figura 1.64 Figura 1.67
Figura 1.68
Riñón normal en un gato. (1.ÍUI Curie longitudinal medio del riñón diferenciando la corteza i' la médula renales: la grasa del seno renal ya
se evidencia como una Jiña línea ecogénica central. (1.65) Corte longitudinal medial: el tejido ecogénico central corresponde al seno renal: la
pelvis se identifica entre los cursores (1.2 mml: la vena renal se visualiza como una estructura redonda anémica central. (1.66) Corte trans
versal medio del riñón !imagen en lierradum); en la zona central se observan la papila, pelvis e hiUo renalect. (1.67) Corte longitudinal en
aproximación lateral: visnalización del.seno renal y la zona del hilio. (1.68) Modo Doppler potenciado con visualización de vasos hiterioba-
res. (1.69) Modo Doppler color en corte transversal; se observan vena y artería renales (la vena renal presenta mayor calibre que la artería).
28 ^tla^^cograff^UnJc^ahdomina^iyjcgiieno^niinales^
; Arteria y vena renales: la vena se sitúa ventralmen sonograma. Obviando pequeños cambios en la ecoge
te a la arteria se debe señalar que, en ios perros, se nicidad debido a la diferente profundidad a la que se
presenta con frecuencia un sistema arterial renal encuentren estas estructuras, se establece que en una
doble. Tanto la arteria como la vena pueden ser se relación ecográfica normal el parénquima esplénico
guidas hasta su unión con la aorta y la vena cava. es hiperecoico respecto al hígado y la corteza renal, y
Las inserciones de la vena y las arterias renales del el hígado se observa moderadamente hiperecoico res
riñón derecho sobre la aorta y la vena cava son más pecto a la corteza renal; aunque esta diferencia en la
craneales que las del riñón izquierdo e inciden tí mayoría de los pacientes no se aprecia y el hígado y la
picamente en el aspecto derecho de éstos. Las arte corteza presentan una ecogenicidad similar, estudios
rias y venas interlobares se localizan en los recesos recientes (lvancicycol.,2008) demuestran la variación
pélvicos, y las arterias y venas arcuatas, a nivel de la en la ecogenicidad de corteza e hígado en pacientes
unión cortícomedular. sanos y en función de la frecuencia de la sonda utiliza
Uréter proximal: en condiciones normales no es da (figs, 1.70-1.71).
identificable; únicamente se observa en pacientes Se debe señalar que en el gato debido a su tendencia
con diuresis forzada como un pequeño conducto a acumular vacuolas de grasa en el epitelio tubular, se
(1 mm) que se dirige inmediatamente hacia el ab puede producir un aumento de la ecogenicidad difu
domen caudal. En estos pacientes también pueden sa cortical, debiéndose considerar este hallazgo como
visualizarse la pelvis renal y los recesos pélvicos. accidental y típico de gatos obesos. Esta particulari
Grasa perirrenal: la grasa acumulada (más abun dad también se ha descrito en gatas gestantes y ani
dante en animales obesos) se identifica ecogénica males diabéticos (fig. 1.72).
(similar a la obtenida en el seno renal) y rodea tí El volumen renal no se ha logrado estandarizar de for
picamente al riñón; se relaciona con el retroperi- ma fiable en el perro. Diversos estudios admiten un
toneo. amplio rango de variabilidad; en estudios más recien
La exploración correcta del riñón incluye la compa tes (Mareschaly col., 2007) se ha establecido una pro
ración de la ecogenicidad de su cortical respecto al porción entre la longitud máxima del riñón y el diá
parénquima esplénico y hepático. Es más fácil esta metro de la aorta con un rango de 5,5 a 9,1 como lími
blecer la relación ecográfica del riñón izquierdo con el tes inferior y superior. Las medidas estándar en felinos
bazo (ya que éste se encuentra generalmente ventral y son más fiables debido a la mínima variación del peso
craneal al riñón) y la del riñón derecho con el hígado (Walter PA y col., 1987). Riñones con longitud superior
(debido a que se encuentra reposando en la fosa renal a 4 cm y anchuras superiores a 3 cm en el gato deben
del proceso caudado del lóbulo caudado del hígado). considerarse signo de renomegalia.
Para una correcta relación de ecogenicidad entre am Artefactos
bas visceras siempre se debe intentar la comparación
entre estructuras que se encuentren a la misma pro Se describe fácilmente en los riñones una sombra la
fundidad, a partir de imágenes obtenidas en el mismo teral que se inicia en el polo craneal y caudal cuando se
Sistema urinario 29
A
visualizan en un corte en eje largo. Los polos del riñón Se ha descrito ampliamente la presencia de un halo
pueden presentar un aumento de ecogenicidad con ecogénico en la unión corticomedular, más frecuen
respecto a la porción media debido a la disposición de temente en gatos, no relacionado con estado patoló
las asas de Henle que, en una aproximación ventral del gico. Este hallazgo debe ser contrastado con análisis
riñón, trascurren perpendicularmente al haz de sonido, sanguíneos y urinarios para descartar procesos pato
produciendo una mayor reflexión de éste y provocando lógicos incipientes (fig. 1.75).
un aumento de la ecogenicidad de esta zona respecto a
la zona de la corteza más central (fig. 1.73).
La ecogenicidad del seno renal puede verse afectada
por artefactos producidos por las crestas renales y los
recesos pélvicos que pueden presentarse altamen
te reflectivos. Las arterias arcuatas, dispuestas en la
unión corticomedular, pueden presentar una interfa
se altamente reflectiva (más evidente en pacientes de
edad más avanzada); este hallazgo no debe confun
dirse con una mineralización renal (fig. 1.74).
Figura 1.74
Figura 1.72
--------- " -
• - ' «T
Figura 1.73
Jtlas^deecogf^fí^lfhlc^bdomina^enjeguefio^mniales 1
Patologías renales debe considerar la técnica ecográfica como altamente
inespecífica, y es necesario en todos los casos apoyar
Para su mejor estudio, éstas se dividen en pato se en signos ecográficos relacionados, datos analíti
logías o alteraciones difusas del parénquima, altera cos e historia clínica. La realización de biopsias bajo
ciones focales, del sistema colector, agenesias y otras control ecográfico deberá ser contemplada dentro del
patologías congénitas. protocolo diagnóstico para establecer un diagnóstico
Las indicaciones del estudio Doppler renal serán des
anatomopatológico y un estado evolutivo de la enfer
critas en el capítulo referente a aplicaciones del estu
medad renal.
dio Doppler abdominal.
Los signos ecográficos incluyen linfonodos asociados
Lesiones difusas (renales e ilíacos), hallazgos en visceras o estructuras
relacionadas (vejiga, uréteres y aparato genital), así
Son aquellas que típicamente producen un au como cualquier otra anormalidad vinculada (por ej,,
mento de la ecogenicidad cortical, aunque también tumores en glándulas suprarrenales, tromboembolis-
se han descrito lesiones que disminuyen la ecogenici mos, lesiones sospechosas de neoplasias secundarias
dad (mucho menos frecuentes y difíciles de detectar). en otras visceras, etc.).
Generalmente, las lesiones renales difusas (de origen Se han descrito aumentos difusos de la ecogenicidad
no neoplásico) incluyen hallazgos en ambos riñones, cortical renal en múltiples procesos que deben in
aunque el curso de la enfermedad puede afectar de cluirse en el diagnóstico diferencial:
forma distinta a cada uno (como ocurre en casos de
enfermedad renal felina con la aparición del síndrome Se presenta en perros con nefritis intersticial y
riñón grande-riñón pequeño) (figs. 1.76-1.77). glomerular, necrosis tubular aguda (resultado de
Las patologías renales que aumentan la ecogenicidad agentes tóxicos o derivados del etilenglicol), glo-
del parénquima son las que se diagnostican con más merulonefrosis y amiloidosis renal (fig. 1.78 A-B).
frecuencia y sus orígenes son múltiples (Walter PA y ^ En pacientes con mineralización del parénquima
col., 1987). La cronicidad del proceso puede afectar en renal se observa nefrocalcinosis. Puede afectar
mayor grado a la ecogenicidad y al volumen renal. Se tanto a la porción cortical como a la medular, y se
RIN DCHOj
Enfermedad renal glomendar crónica en un gato con asimetría renal marcada (riñón grande - pequeño)-, la enfermedad renal produce la
degeneración de un riñón (1,76) y la consiguiente hipertrofia del riñón contralateral que presenta un aumento de la ecogenicidad cortical
y falta de definición corticomedular con pequeñas áreas de mineralización /jibrosis.
Shrema urinario
presentan pequeñas mineralizaciones disemina que más tarde comienzan a ser patentes los cam
das o focos de mineralización más consistentes bios relativos al engrosamiento de la membrana
que producirán una sombra acústica distal (figs. basal [Martínez Castelao A., 2004) (figs. 1.81-1.82).
1.79-1.80). -> En gatos con nefritis intersticial y glomerular, así
y * Pacientes con hiperadrenocorticismo o diabetes, como en pacientes con peritonitis infecciosa [figs.
que establecen una nefropatía diabética que no se 1.83-1.84).
manifiesta en las primeras fases de la enfermedad, 4- En gatos con linfoma renal puede adquirir un pa
excepto por un aumento del tamaño renal, y en los trón típico que aumenta la ecogenicidad cortical;
Necrosis tubular aguda en un Fox terrier de 4 años con 78 A intoxicación aguda y cuadro gastroentèrico de presentación súbita; el a amento
de acogenicidad cortical es evidente, (i. 78 A) Cortical renal isoecoica respecto a parénquima esplénico. (1.7811) Cortical renal hiperecoica
respecto a parénquima hepático.
Figura 1.79
Figura 1.80
32 ^tlasja^cogr£^a^IiriiGa_flbdomina^eni£e^ueno^niiTiales
wn '-m .
* E
r R 'l "
D is i 2 . 6 4 c m
Figura 1.83
Sistema urinario 33
n
Figura ],85
Liiifoma renal en un galo portador del virus de la leucemia. Se observan nefromegalia con bordes irregulares y presencia de derrame sub
capsular abundante, con aumento de la ecogenicidad con icomed alar y dilatación modelada de la pelvis renal (zona anecogénica más
central).
_
21 Z -
/f
Figura 1.86
, ¡)ist 1: 1 . / / c m
___________________________ ___________ Di'jl '¿: 1.11 cm
J
Schnauzerde 10 años con insuficiencia renal crónica, 1.a imagen Figura 1.87
ecográfica de! riñón corresponde a un proceso inflamatorio cró
nica (nefritis) con signos evidentes de degeneración retía/ (riñón Gato Común europeo de 5 años con enfermedad renal crónica: se
abigarrado) con disminución de su volumen, contorno irregular observan disminución del volumen renal y aumento marcado de
y falta de definición corticomeduiai: ecogenicidad cortical.
34 £t¡asid^ecograffa¿lteijMia&domlna^^peqiiertos>anlfnales ]
<► La glomerulonefritis y la pielonefritis crónicas au duce un riñón de reducido volumen e irreconocible).
mentan la ecogenicidad cortical del riñón y dis La falta de definición corticomedular (al aumentar la
minuyen la diferenciación corticomedular (figs. ecogenicidad de ambas estructuras) es un signo ca
1.88-1.90 A-B). racterístico de enfermedad renal crónica (fig. 1.96).
Alteraciones renales congénitas como la displasia Se debe hacer hincapié en otros hallazgos ecográficos
renal, con una falta de definición corticomedular, que pueden asociarse a un aumento de la ecogenici
que en general se asocia a un volumen renal sensi dad cortical y que, a menudo, pueden ser determi
blemente reducido (fig. 1.91). nantes a la hora de establecer un diagnóstico de en
Nefropatlas en razas predispuestas (con mayor fermedad renal; entre ellos, hay que prestar especial
incidencia en perros de raza Boxer o Schnauzer) atención al volumen renal (aumentado o disminuido
con desestructuración de la arquitectura interna, en procesos más crónicos), contorno renal (puede
frecuentemente asociadas a nefropatías juveniles ser irregular o lobulado), presencia de derrame sub-
(figs. 1.92-1.93).
Pacientes con uréteres ectópicos, infecciones as
cendentes y presencia de glomerulonefritis inters
ticial crónica (fig. 1.94).
Se ha descrito una banda hiperecoica en la unión cor
ticomedular renal en pacientes con enfermedad renal
(signo del anillo medular) y vasculitis piogranuloma-
tosa (en gatos con peritonitis infecciosa felina), lep
tospirosis, necrosis tubular aguda o nefrocalcinosis,
pero este hallazgo también se encuentra en pacientes
sanos, por lo que no debe considerarse a priori como
un signo de enfermedad renal sin el respaldo de aná
lisis complementarios u otros hallazgos ecográficos
relevantes (fig. 1.95).
La enfermedad renal crónica en general se acompaña
de una disminución del volumen renal, bordes irregu
lares y una pérdida progresiva de la arquitectura típi
ca, todo ello hace que, en ocasiones, se complique la
identificación del riñón, pues éste se encuentra en un
estado de degeneración avanzado (que a veces pro
Figura 1.89 ¡i
Sistema urinario Ì5
Glmneniionejritis esclefmemte. Yorkshire tie ÍJ oh ns ron /rraleinttria marcada y alteración de cociente pmteinaxreatinina. (i. 1)0 A¡ Valo
ración del riñón derecho que presenta como único hallazgo an incremento de la ecogenicidad cortical respecto al parénquima hepático.
(IJH) íil Exploración tras la realización de hiopsia renal. Se realizaron dos biopsias ecoguiadas con aguja trocid calibre 16; en el polo cau
dal del riñón se observan dos lesiones alargadas anémicas en la cortical renal que corresponden al recorrido seguido por las agujas para
la toma de muestro.
36 ¿lla^e^cogMn^tínica^hdomina^r^eoueno^nimale^ 3
B fru g al tas congénitas diagnosticadas en dos perros de raza Boxer (de 6 meses y ¡ año de edad respectivamente). En ambos casos se evi
dencia un marcado aumento de ecogettiridad del riñón asociado a una pérdida de la diferenciación corticomedular. Los dos perros fueron
Ivopsiados bajo con troI ecográfico y se les diagnosticó glornendonefritis.
Figura 1.94
P Sistema urinario Z B
Figura 1.96 Figura 1.97
Degeneración renal senil en un galo de 18 artos. Disminución del Linfosarcoma renal felino. Se observan un aumento del volumen
volumen renal, falta de nitidez de la arquitectura y anillo ecogé- del riñón, anillo corticomedular mal definido y presencia de de
nico en la unión corticomedular: todos los hallazgos correspon rrame subcapsular moderado.
den a cambios degenerativos renales seniles.
linfermedad renal en un perro Fox terrier de 12 cilios con gastropatía uréniiea asociada. (1.98) Imagen longitudinal del riñón con signos
de nefropatia crónica (aumento de ecogenicidad de la cortical y medular) y presencia de quistes corticales. (1.99) Detalle de la pared del
estómago que presenta un aumento deI espesor de tos pliegues del estómago e infiltrado ecogénko de la mucosa gástrica.
Riñón con signo del anillo ecogéntco corticomedular. Aunque este hallazgo es inespecífico y se aprecia habitual metí te en pacientes asin
tomático, clínicamente sanos, debe de ser investigado. En este American Stanford de 7 años el signo de! anillo se asocia a la presencia de
linfoadenopatías reactivas en los linfonodos ilíacos mediales, porto que son aconsejables tas pruebas diagnosticas adicionales.
c Sistema urinario 39
Figura 1.103
Figura 1.104
Hipoplasia relied imiiaterid en un perm Yorkshire de i I meses. Hipertrofia de papila renal. Paciente mestizo de 9 años. Se ob
Abordaje intercostal derecho en el ipie se eridencia el riñón de serva a nivel del lidio renal un crecimiento de 4.11 .v 2.0 etn que
recho con un enlamen sensiblemente reducido de 10.x (i nuil (en corresponde a la papila renal: la biopsia ecogniada no evidenció
tre cursores). A la derecha de la imagen se eficiencia paréuquima cambios hislológicos sugerenies de un proceso patológico. F.n re
hepático y, en proximal, las costillas con formación de sombra visiones posteriores no se observó un crecimiento de esta estruc
acústica distal. tura.
40 ^tla^d^ecografl^Iftiic^ahdominal^r^egue^Kanlmales 3
Figura 1.109
Figura 1.107
Quiste renal. Imagen del riñón en un corte medial en la que se Cistoadenocarcinoma en un Bulldogde 10 años. Se evidencian tíos
visualiza únicamente una sección de la cortical renal con presen estructuras quísticas que presentan una cápsula definida y mulri-
cia de un quiste renal simple que se observa como una estructura laminanen una de ellas se observa una tabicarían interna. Fl estu
anecoica redondeada. dio histopatológico confirmó el diagnóstico.
K Sistema urinario 41
que los quistes puros. En algunas ocasiones, se puede
identificar la presencia de gas en el interior del absce
so, En el caso de pionefritis avanzadas, el riñón se en
cuentra muy aumentado de volumen, su estructura es
irreconocible y suele ser sustituida por una estructura
con contenido purulento ffig. 1.113).
En el caso de los traumatismos renales, la presencia de
hemorragia en la pelvis renal o, más frecuentemente,
subcapsulares el hallazgo más evidente; en ocasiones
se identifica erosión de ia corteza renal. La evolución
del coágulo renal puede ser controlada ecográfica-
mente (fig. 1.114).
Las masas renales complejas presentan patrones muy
variables y ecogenicidad mixta; las áreas hipoecoicas
corresponden a zonas de inflamación, necrosis o he
morragia, y las hiperecoicas a zonas de fibrosis, calcifi
cación o procesos degenerativos crónicos. Se debe es
tablecer un diagnóstico diferencial entre hematomas,
abscesos, granulomas, infartos o neoplasias primarias
o secundarias.
Las masas sólidas suelen corresponder a procesos
neoplásicos que pueden adquirir un patrón homogé
neo o heterogéneo. Las masas homogéneas se descri-
Figura 1.II1
Figura 1.113
Poliquistosis renal en un galo Persa. Lesión multiquistica ron Pionefritis en un Shih tzu con piuría, decaimiento, fiebre y dolor
presencia de estructuras anémicas redondeadas que producen abdom inal agudo. La dilatación de la pelvis renal con acumu
una desest nieta radón juogresira del parénquima renal. La dis lo de material de patrón h ipoecoko se asocia a ia presencia de
tribución de los quistes es cortical, aunque el crecimiento de éstos un cálculo en el uréter próximaI y focos sépticos en la pelvis del
puede deformar la médula y la pelvis renales. riñón.
42 ^tla^^cograflflHclfnic^abdamlnfl^i^^ijenos^nimates
I
» -r -W S
Traumatismo renal en un paciente atropellado. La imagen mues Mastocitoma melastásko. Presencia de fo to de metástasis en un
tra un área cortical ecogénica que corresponde a un hematoma y paciente con un melanoma. Se observa un nodulo renal de pa
un coágulo cortical asociado a hemorragia subcapsular. El polo trón ecogénica con focos de minendización ipte producen sombra
caudal del riñón no muestra una continuidad clara debido al acústica distal.
traumatismo y la rotura renal.
Carcinoma renal en un Husky siberiano de i ! años. Se observa Carcinoma renal complicado con hemorragia subcapsular en
crecimiento excéntrico de masa compacta, con patrón modera un perro mestizo de 10 años. La lesión neoplásica afecta al polo
damente ecogénica, que afecta al polo craneal del riñón y altera caudal del riñón, con discontinuidad de la cortical renal. En ella
la silueta renal normal. se observa un nodulo hipoecoico mal delimitado y escasamente
diferenciado.
ben hipoecoicas, hiperecoicas e isoecoicas. Aunque el Debido al amplio patrón ecográfico que pueden pre
patrón ecográfico no es característico de ningún tipo sentar las diferentes enfermedades neoplásicas que
tumoral, se han descrito masas hipoecoicas en el caso afectan al riñón, la técnica de aspiración con aguja
del linfoma y la histiocitosis maligna. Aquellas masas fina y la toma de biopsia bajo control ecográfico re
de patrón isoecoico pueden plantear un reto al eco- sultan fundamentales para concluir un diagnóstico
grafista dado que, a veces, el único hallazgo es una definitivo.
prominencia en la cápsula renal (figs. 1.115-1.121). Las masas que afectan la corteza renal y aumentan su
Sistema urinario 43
Figura 1.120
Figura 1.119
rinon
tufarlos ¡vnotes. Presencio de lesión delitnitadZ y ecogénica /¡lie Depósitos ile cristales de .van tina en un Pastor alemán de 7 años
aféela la cortiea! renal (sección triangular) y produce una ligera con leisliinaniasis y tratamiento con atopnrinol. lisios depósitos
depresión en el con torna renal. no se encuentran lihres en ¡a pelvis renal, sino adheridos a la p a
red en los cálices renales.
E Sistema urinario 45
delimitadas que se ubican periféricas al riñón (figs.
1.127-1.129J.
En los gatos, es posible detectar acumulo de líquido
subcapsular o extracapsular en gran cantidad que se
conoce como seudoquiste perirrenal felino. El patrón
del líquido es típicamente anecoico y se sitúa alrede
dor del riñón. El hilio renal es el punto de confluencia
de la corteza renal y la cápsula. El paciente no suele
presentar sintomatología renal y no manifiesta nin
gún signo de patología renal asociada. El análisis del
líquido demuestra, por lo general, un trasudado. El
acúmulo del líquido puede ser subcapsular (entre el
parénquima cortical y la cápsula) o extracapsular (en
tre la cápsula y en tejido fibroso). La denominación
de seudoquiste se refiere a la ausencia de epitelio de
revestimiento. La causa de su formación no está cla
ramente establecida; se describe como un acúmulo
de orina por extravasación de los tejidos perirrenales,
Figura 1.125
secuela de pequeñas obstrucciones parciales, resolu
ción de hematomas corticales o consecuencia de la
Nefrnpatía liipemilcéniica. Teckel (le 7 años con calcificaciones
toma de biopsias (figs. 1.130-1.131).
corticales evidentes que producen una sombra acústica distal
compacta.
46 ^tle^d^cografí^^línlc^abdomina^r^emjeflo^ñrilmales 1
Neoplasia renal (carcinoma) con presencia de nodulo cortical Linfoma renalfelino, en un galo Siamés, de Maños. Se observa au
I
hipoecoico (¡tte produce uncí erosión en el contorno renal y pre mento de la ecogenicidad cortical con derrame suhcapsular me
senda de hemorragia subcapsular, en lin gato Común europeo, dio, lil contorno renal se evidencia irregular y existe una falla de
macho, de 15 años. definición corticomedular, signos de enfermedad renal avanzada.
E Sistema urinario 47
Alteraciones del sistema colector: pielectasia,
hidronefrosis y patología del uréter
Los estadios iniciales de ectasia pueden ser difíci
les de detectar ecográficamente. En general la explo
ración ecográfica de uno o ambos riñones permite
observar una dilatación moderada de la pelvis renal
(pielectasia). El acúmulo anormal de orina repercute
primero en la médula renal que se encuentra despla
zada periféricamente, observándose una cavidad ane-
coica en la pelvis renal, mientras que los senos renales
centrales (hiperecoícos) son separados por el fluido
anecoico. En un plano transversal, se presenta en for
ma de V la pelvis renal hiperecoica (crestas renales)
con un área anecoica central que puede seguirse hasta
el uréter. En las fases iniciales puede confundirse una
mínima dilatación con la vascularización renal nor
mal. Para poder realizar un diagnóstico correcto se de
berá seguir el progreso de estos vasos hasta la aorta o
vena cava; esta técnica resulta más fácil con el uso del
Doppler color. Se debe visualizar la dilatación próxi
ma! del uréter. Las dilataciones incipientes de la pelvis
renal deben incluir como diagnóstico diferencial los
estados de diuresis aumentada (médica o subyacente
a una patología), pielonefritis, obstrucciones vesicales
y uréteres ectópicos. En los pacientes que presentan
una diuresis forzada (fluidoterapia, diuréticos) o en
aquellos con un fallo renal con aumento de diuresis y
enfermedades que cursan con polidipsia/poliuria, se
puede observar una pequeña dilatación bilateral de
las pelvis renales que no se acompaña de una dilata
ción ureteral. En los casos de pielonefritis, y más aun
en las de instauración crónica, se puede presentar una
dilatación moderada unilateral o bilateral, de la pelvis
renal aunque los hallazgos ecográñcos (aumento de
ecogenicidad cortical, falta de definición corticome-
dular, pelvis renal turbia y contorno renal irregular)
sólo permiten establecer un diagnóstico presuntivo
(figs. 1.132-1.135).
El primer signo de una obstrucción total o parcial del
sistema colector de la orina que produce hidronefro
sis es la dilatación de la pelvis renal. Generalmente es
producto de una obstrucción ureteral (por ej., masas
neoplásicas abdominales o del trígono vesical, cálcu
los, accidentes iatrogénicos, adherencias posquirúrgi
cas), aunque también se describe en casos de malfor
maciones congénitas con uréter ectópico (Ruiz de Go-
pegui R y col., 1999) y, con menor incidencia, en tumo
res ureterales. Además puede observarse en procesos
neoplásicos o inflamaciones crónicas evolucionadas
de la vejiga de la orina que afecten al trígono vesical,
neoplasmas prostáticas o de cuello de útero, así como
tras complicaciones del muñón uterino en pacientes Paciente con enfermedad obstructiva de fias urinarias inferiores.
ovariohisterectomizadas (figs. 1.136-1.138). Signos de ectasia renal con dilatación y acúmulo de líquido en
Si la causa de la obstrucción persiste, progresa la di los diuertículos de la peláis renal. (1.133) Vejiga del paciente p a
tológicamente distendida con presencia de abundante sedimento
latación de la pelvis renal y el uréter. Esta fase es más en su luz.
evidente y fácil de detectar ecográficamente. La evo-
48 ^flWa^^eco^raff^cUmca^abdomina^r^e^ueno^animales^ 1
I
D i s t 1: 3 . 2 1 c m
D i s t 2: 4 . 6 3 c m
Figura 1.135
R IN D C H p URETER ^
Figura 1.136
E Sistema urinaria
Hiclronefrosis inedia obstructiva m una /¡erra Cocker delO añas. (1.137) Dilalación media de la pelvis renal con acúmulo de líquido; el
adelgazamiento cortical es moderado. (1.138) Imagen de la vejiga de la orina con presencia de un carcinoma de células transicionales;
corle transversal a nivel del cuello vesical (pie afecta el trígono vesical.
Ilición del proceso conlleva, además de la dilatación ppler del yet ureteral en el trígono vesical puede ayu
de los divertículos pélvicos, un adelgazamiento pro dar al diagnóstico, aunque los estudios radiológicos
gresivo de la corteza renal. En estos casos, debe inten de urografía descendente se presentan más conclu
tarse continuar la dilatación del uréter hasta el punto yentes. La presencia de ureterocele puede estar aso
de obstrucción. El uréter dilatado aparece como un ciada al uréter ectópico; en ese caso se visualizará en
conducto anecoico y debe distinguirse de los grandes la luz vesical un quiste encapsulado que corresponde
vasos abdominales (aorta y vena cava); éstos son de a la porción submucosa del uréter que se encuentra
recorrido rectilíneo, mientras que el uréter dilatado incluida en la vejiga (figs. 1.146-1.154).
presenta un recorrido sinusoide y a la salida del riñón Se han descrito otras lesiones congénitas que afectan
toma una dirección más caudal, apareciendo ecográ- los uréteres. La visualización de un megauréter sin evi-
ficamente como una estructura tubular anecoica re
dondeada que se dirige caudalmente hacia el cuello
de la vejiga de la orina (figs. 1.139-1.141).
En la hidronefrosis terminal, el riñón es sustituido
por una estructura globosa de contenido anecoico
incluido en la cápsula renal. Este estadio se confirma
ecográficamente por unos restos de tejido cortical
funcional (reminiscencia) que se observan adheridos
a la cápsula renal, a modo de pequeños radios o cres
tas ecogénicas que resaltan en medio de la cavidad
anecoica en la que se ha transformado el riñón (figs.
1.142-1.145).
Los uréteres ectópicos pueden ser evaluados eco-
gráficamente (Lamb CR y col., 1998, Lamb CR y col,,
1994, Oglesby PA y col., 2003). La dilatación del uré
ter (megauréter) suele presentarse en estos pacientes
asociado a pielectasia y, en ocasiones, a lesiones re
nales más avanzadas (pielonefritis, glomerulonefri-
tis). La evaluación detenida del recorrido del uréter
puede poner en evidencia la anormal localización de
su salida. El estudio ecográfico se ve favorecido por la
administración previa al examen de un diurético por
vía parenteral o de suero endovenoso, lo que aumenta
la señal del yet ureteral a su entrada en la vejiga (Price
CI y col., 1989). La evaluación mediante estudio Do-
50 ¿Ua^^cojraf^^líníc^abdomina^i^e^ieno^nimale^ 1
Figura 1.142
Dist 1: D.73cm
Dist 2: Q.93cm
Figura 1.141
SI
RIN DCH¡ V
1
(1.143) Perra mestiza de 6 años con hidmnefiosis avanzada del riñón derecho con adelgazamiento cortical y dilatación de la pelvis renal
por acóntalo de orina. (1.144) Imagen longitudinal de la misma paciente a nivel de cuello vesical: se evidencia una dilatación del uréter
derecho (tJr) citando alcanza una masa de natrón hipoecoico que lo comprime y que corresponde a una neoplasia (M) de cuello de útero
(leiomioma): ésta produce un desplazamiento y la compresión del cuello vesical (V).
Figura 1.145
52 ¿Ha^^cojFaffa^cUnic^abdominal^n^ejuefln^nimale^
1
U R E T E R DQ H O j
D is t 0.29cm
Figura 1. 149
(1.149) Corle longitudinal obtenido a nivel del cuello de la vejiga (lateral derecha) en cuyo aspecto dorsal se evidencia una estructura tu
bular nnecoica (entre cursores de 2,9 min) que corresponde con uréter ectópico dilatado (1.150) Imagen transversa del cuello de la vejiga;
lateralmente se evidencia megauréter (entre cursores, de 7,8 rao i de diámetro) y se observa uréter derecho ectópico inris allá de la unión en
el trígono vesical del uréter izquierdo. (1.151) Imagen de la inserción del uréter izquierdo normal a nivel del trígono vesical. Visualización
del yet ureieral con modo Doppler color.
dencia de una causa obstructiva puede ser concluyen ciones recidivantes (pielonefritis, pionefrosis). En pa
te de megauréter congénito o idiopático (Steffey MA y cientes gerentes, la diferenciación entre cálculos pél
col., 2004), el cual constituye una causa predisponente vicos y calcificaciones seniles de la pelvis renal o de las
para infecciones ureterales y pielonefritis recidivante. arterias arcuatas puede ser complicada. En general, las
calcificaciones pélvicas son múltiples y se localizan en
Cálculos renales y ureterales
la región de los divertículos pélvicos, mientras que los
Éstos se presentan con los patrones ecográficos tí cálculos no suelen tener una distribución, tan homo
picos: superficie hiperecoica (hiperreflectiva) con una génea. En nefrocalcemias avanzadas, el diagnóstico
sombra acústica limpia. Esta última debe confirmarse diferencial con los cálculos libres en la pelvis renal no
con transductores adecuados (el de mayor frecuencia suele ser definitivo. En estos casos, se necesita la reali
posible). zación de una pielografía intravenosa para obtener un
Los cálculos en la pelvis renal pueden producir infec diagnóstico definitivo (figs 1.155-1.160). Se ha descrito
C Sistema urinario 55
una mineralización de la pelvis renal por acumulo de
cristales de xantina en los pacientes bajo tratamientos
prolongados con alopurinol.
Los cálculos ureterales producen una dilatación cra
neal del uréter y la pelvis renal debido a la ectasia
urinaria. Un estudio ecográfico detallado, continuan
do la dilatación desde la pelvis renal y el uréter dila
tado, puede concluir en la visualización del cálculo.
En ocasiones, el recorrido tortuoso del uréter puede
complicar esta maniobra. La presencia de gas en el
tubo digestivo puede aumentar la dificultad de la ex
ploración. Una vez más la manipulación correcta del
abdomen y las presiones ejercidas con el transductor
sobre el paciente son definitivas para obtener buenas
imágenes diagnósticas. En estos pacientes puede ob
servarse una inflamación crónica del uréter, con una
pared engrosada, irregular y ecogénica y, en ocasiones,
con reacción periuretral evidente (figs. 1.161-1.1641.
Dist 0.48cm
Figura 1.155
(1,156) Nefrnlitiasis múltiple en una hembra mestiza de 15 años. Se observan múltiples estructuras ecogénicas (que producen sombra
acústica distal) compatibles con múltiples cálculos renales alojados en ¡a pelvis renal, (i. 157) Imagen longitudinal de la Vejiga de la orina
de la misma paciente, con presencia de un urolito en la luz vesical.
D is t 0 .6 8 c m
Figura 1.159
E Sistema urinario 57
Figura 1.161
Figura 1.164
Figura 1.162 (1.163) Corte longitudinal del riñón con presencia de minerali-
zación a nivel cordcomedular: no se evidencian signos asociados
Cálculo a nivel del uréter dista!. A la izquierda de la imagen se de lesión renal ni dilatación de la pelvis renal. (1.164) A nivel del
observa el riñón con dilatación atedia de la pelvis renal y signos uréter distal (en la unión itrelerovesical) se observa una imagen si
de pielonefritis; la dilatación del uréter se puede continuar hasta milar (mineralización o microcálcnlo), sin signos obstructivos. En
la localización de un cálculo alojado en la luz del uréter distal las revisiones posteriores (hasta 6 n ieses después) no se presen taron
(derecha de la imagen). evolución de los hallazgos ecográficos. ni signos clínicos asociados.
56 B illh lliliJfl'lf.llhIjllilffT.l»!'Hillli'h1IJili|Ji|l|JiT'tliinfi'itlI
Oglesby PA, Carter A. Ultrasonographic diagnosis of unilateral ectopic
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K Sistema urinario 59
P róstata te en eje corto como largo, minimizando los artefactos
que pueda producir la interposición del pene.
Preparativos
Equipamiento
Aunque la exploración prostética no resulta com
En los pacientes de tamaño mediano y razas grandes,
plicada, aquellos pacientes con una distensión satis
los transductores microconvexos de frecuencia media
factoria déla vejiga urinaria proporcionarán imágenes
serán la mejor elección para el estudio de la próstata.
más adecuadas, ya que esta distensión producirá una
Las sondas microconvexas son más adecuadas para proyección craneal de la glándula al evitar una posi
animales de pequeño tamaño ya que favorecen la ex ción más intrapélvica; al mismo tiempo la distinsión
ploración y facilitan la manipulación del abdomen vesical produce una ventana acústica más adecuada,
caudal, ya que se puede desplazar lateralmente el facilita las guías anatómicas (cuello de vejiga) y con
pene y ajustar el espacio en función de la angulación tribuye a establecer los diagnósticos diferenciales de
caudodorsal de la sonda al espacio intrapélvico. Por el forma correcta.
contrario, las sondas lineales de alta frecuencia ofre En determinados pacientes, puede ser necesaria la in
cen imágenes de mayor calidad, aunque presentan el troducción de una sonda uretral que ayude a distin
inconveniente (debido a la longitud de su huella) de guir la uretra prostética y su recorrido y que facilite,
una manipulación más incómoda y, en muchos casos, además, la identificación de lesiones relacionadas con
peor tolerada por el paciente. la uretra o el tejido periuretral y la diferenciación entre
La experiencia del ecografista con las sondas lineales éstas y las lesiones del parénquima prostético que es
permite obtener imágenes de la glándula tanto en cor tén próximas o compriman la uretra.
Gráfico 2.1
Corte transversal de la próstata. Se posiciona el tramductoren el abdomen caudal, inmediatamente cra
neal al pubis, y se ejerce con él una suave presión. Al mismo tiempo, se realiza una angulación en sentido
caudal recorriendo la última porción del cuello vesical hasta obtener un sonograma de la próstata. El
barrido completo se realiza desplazando el transductor en sentido craneocaudal.
K 61
Corte en eje largo de la próstata. Una vez obtenido el corte transversal (véase gráfico
2.1), se realiza un giro de 90° respetando la angulación realizada, que permite ob
tener un corte longitudinal del cuello vesical, la uretra prostética y la próstata. La
exploración se completa con un barrido lateromediolateral de la glándula.
Gráfica 2.5
Corle longitudinal ilel aspec
to craneal fie la prímula y el
cuello de la vejiga, t.a visuali-
zación del cuello vesical (CVl
la uretra prvximal se realiza
medíanle este cune ecográfico.
U¡ artería y vena Ilíacas t'jr-
lemas derechas se risimlizan
como dos petpu’ñas estructuras
arrea liras en un corte oblicuo
tMb-VW!.
Gráfica 2M
Curte transversal medio de
la próstata. Morfología típi
ca bihbtdada r obtención de
medidas (altura y espesar). La
cápsula prostdtica <(', Prt se
observa como una fina linea
eeogénka en ia porción m is
próxima'., i l raje intermedio y
el tejido /ieriuretral Iftjj cons
tituyen una zona hipoecoica
central, l i recto más distai se
distingue can formación de
saiabraacústica {.SAI
Gráfico 2.8
Gràfico 2.8
Corte lutigli udì noi medio de la
pròstata. Morfologia tipica y
oblennèn de tnedìdas (iongi-
tud y altura). Io uretra prostd-
tica (Ur) y el tejido penuretral
se niisenaii co la zana centrai
con un patron htpaecuica.
Pi ristata ecogmjicamente normal en carteen ejes sagital y transi'ersal. Paciente Yorkshire terrier, de 2 añas. (2.1) Obsérvese la huella pros-
ttitica que produce la ghindala sobre el calón. F.l trayecto hipoecoico tpie recorre longitudinalmente la próstata corresponde al trayecto de
la uretra y el tejido periuretrat. (2.2) Morfología típica de la ¡¡i nstata en su corte transrersal en donde se aprecia su jornia bilohulada. Un
las porciones más ¡troxininl al iransductory más central se aprecia una linea ecogénica tpie corresponde a la cápsula prostática.
Figuia2.4 Figura 2 .7
Detalle del másenla uretral en la porción más dista! de la ure Formación de imagen especular distal; la linea ecogénica distal
tra prostdtica; se identifica un anillo hipoecogénico que rodea el representa el aire incluido en el recto que sime de línea especula!
recorrido de la uretra y se sitúa en el asjTecto caudodorsal do la para reproducir parle del tejido prostático más disudmeme.
glándula.
66 iñtla^^co2raf^clfnlc¿abdomhiaEei^egiieflo^nlmale¿ 1
Finura 2M
Finura 2.V
liminoli normal ile la intimala vii tíos inicíenles ineimheies (2.Hi Ihislor alemán ile I meses. (2.11) halli Ion de 2 meses. Se a/m ria ima nlaa-
tlalti ile volumen reiltiritlo. reilomleaila y eoa /mirón hi/meeoico.
Se han estudiado el volumen y el peso prostéticos Según avanza el proceso, los hallazgos ecográficos
(Blum MD y col., 1985; Ruel y col., 1998), aunque su es suelen evolucionar y combinarse con lesiones de tipo
tandarización y los parámetros normales para las dife quístico, abscesos o metaplasias que suelen evidenciar
rentes razas son muy subjetivos. El peso del paciente una sintomatologia más definida (por ej„ alteraciones
y su edad son factores determinantes en el volumen en la defecación y micción, o descarga peneana san-
prostático también se han descrito; otras variables,
como actividad sexual y determinadas medicaciones.
En algunas razas está descrita una hiperplasia fisioló
gica (por ej., Scotish terrier). Por lo tanto, el volumen
prostático como dato aislado, sin otros hallazgos eco-
gráficos, no es un índice de patología prostética fiable
cuando se refiere a prostatomegalias moderadas.
Patologías de la glándula
Sistemi^eritaNjelniacho 67
Próstata, corte transversal. Bob taiI de 9 años. Prostatomegalia
(59 x 37 nun) con presencia de múltiples y pequeños tpiistes que
se identifican en ambos lóbulos prostéticos. Imagen compatible
con hiperplasia quística moderada.
Figura 2.12
Corte longitudinal prostético; el parénquima presenta indicios de
hiperplasia prostética, y focos hipoecoicos diseminados en él.
■
•• ............
y .*
; •
Dist 1: 3.20cm
D isi 2: 5.44cm
Figura 2.15
Alteraciones metaplésicas en la próstata de un perro Scortish te
Figura 2.13 rrier de 7 años sin signos clínicos asociados. Se evidencia un au
Corte transversal prostético con presencia deán nòdulo bipoecoi- mento de la glándula (54 .r 32 mrn) junto con cambios múltiples
co en el lóbulo izquierdo}’ un úrea con disminución de su ecogeni- de la consistencia que producen una próstata con patrón hete
cidad (inés distai) compatible con hiperplasia prostética leve. rogéneo.
68
1
Figura 2.16
Figura 2.19
Figura 2.17
E
vistas, resultan complicados de estandarizar y depen alteración más evidente de los patrones ecográficos
derán de los patrones establecidos por los ecografistas descritos anteriormente. Se ha descrito que las pros
ya experimentados. En ocasiones, también se pueden tatitis crónicas, en sus estados iniciales, aumentan
visualizar pequeños focos hipoecoicos intraparenqui- el volumen de la próstata y se asocian por lo general
matosos que corresponden a áreas de inflamación, a un patrón heterogéneo, pudiendo la glándula per
necrosis o pequeños abscesos (fig. 2.24). Las prostati der su simetría o presentar unos bordes irregulares o
tis bacterianas pueden estar acompañadas por forma mal definidos. El incremento de la ecogenicidad de
ción de abscesos prostáticos y se identifican lesiones la próstata es secundario a los procesos de fibrosis y
cavitarias intra o paraprostáticas con un contenido mineralización (Feeney DA y col., 1987) (fig. 2.25).
que puede presentar una ecogenicidad diversa. Las lesiones presentes pueden ser únicas o multifoca
La cronicidad de los procesos (recidivas de episodios les, y también difusas. Se han descrito muchos patro
agudos o prostatitis agudas no resueltas) implica una nes asociados a las prostatitis bacterianas crónicas y,
Figura 2.23
' i O ist 1: 4.64cm
D is t 2: 4.46cm Aumento del volumen prostàtico asociado a un patrón hipoecoi-
co; la glándula presenta ¡mirles irregulares y un diva más distai
que pmtuye de la cápsula; el estudio histológico de la lesión úni
camente confirmó cambios de tipo inflamatorio.
Figura 2.21
70 ¿tlas^^ecograff^Wntca^aMomina^ji^ge^ueno^nimaíe^
1
«M»fV
Ptieiente coii prostatids irònica: pròstata de l'olnnii’ii redttcidn Paciente con foco ecogénico intmprostdtico y formación de som
ani etili tbios desìi cousistcncta: ci patron eeogénieo di’ la giandu bra acústica distnl: la presencia de pequeñas reverberaciones
ia corresponde a degenemeiàn fibrórica y minendizttritm. (cola de cometa) sugiere que existen pequeñas cantidades de gas.
compatibles con absceso pros fótico yk> lesión con bordes minera
lizados (sin seguimiento ni estudio histológico confirmativo).
Figura 2.26
Figura 2.28 —
Prostatitis bacteriana con formación de absceso intra/pampros-
tiitico: la lesión muìtitabicada se encuentra en ci limite prostática Calcificación prostática intraparcnquiniatosa en paciente asin
y produci’ ana protuberancia eu su superficie. La evolución cli tomático. Se observa lesión ecagéntca bien áefinida con form a
nica y orografica del paciente tras la antibioticoterapia fu e satis ción de sombra acústica. FI recto se distingue a la derecha de la
factoria. glándula.
una vez más, la formación de quistes o abscesos es fre plantea imprescindible a la hora de poder determinar
cuente (fig. 2.26). Se pueden presentar lesiones ecogé- una posible etiología infecciosa de la lesión.
nicas asociadas a mineralizaciones, fibrosis o presen Las lesiones inflamatorias de la próstata en felinos son
cia de gas, además de zonas hipoecoicas (abscesos, muy escasas, aunque se han descrito en la bibliografía;
hematomas, focos inflamatorios) y anecoicas (quistes, se ha documentado un caso de prostatitis bacteriana
abscesos, zonas de necrosis o hemorragia activa). Las prostática en un gato (Roura X y col., 2002).
mineralizaciones prostéticas, aunque poco habituales,
suelen presentarse más de forma aislada que múltiple, Neoplasias
aunque de tamaño muy variable (figs. 2.27-2.28).
La exploración ecográfica debe de prolongarse al estu Los tumores prostéticos, aunque poco frecuentes,
dio de los testículos ya que están descritas infecciones están ampliamente descritos en la bibliografía. Los
secundarias a orquitis y/o epididimitis bacterianas, tipos histológicos más comunes son los carcinomas
la vejiga también puede estar implicada en el mismo y adenocarcinomas, y se han documentado tanto en
sentido. El estudio de los linfonódulos sublumbares se machos enteros como orquiectomizados. Aunque con
C 71
D ist t : it.GGcm '
- D ist 2: 2.3Gcin
■'■ 5 64ctn
” 3 .0 2 c m
Figura 2.29 ti
una incidencia muy escasa, también han sido descri Otros hallazgos ecográficos que pueden sugerir la pre
tos ecográficamente linfomas prostéticos, tanto en el sencia de un proceso neopíásico prostático son (figs.
perro (Matthew D y col., 2006] como en el gato. 2.32-2.37): la evaluación de uretra prostética, cuello de
Aunque diversos autores refieren un aumento sig vejiga y trígono vesical puede indicar la extensión del
nificativo del volumen de la glándula (fig. 2.29B), en tumor primario (en este momento el sondaje del pa
nuestra experiencia, el carcinoma prostático habitual ciente será adecuado); linfonódulos ilíacos: la afecta
mente no produce tal efecto. Los patrones ecográficos ción neoplásica producirá generalmente linfadenopa-
nunca deben considerarse definitivos y deben ser con tías evidentes; rotura o estallido de la cápsula prostética;
firmados mediante biopsias. Muy frecuentemente, en invasión de tejidos vecinos: cuerpos vertebrales, recto,
pacientes con diagnóstico confirmado de carcinoma tejido periprostático; lesiones secundarias en otras lo
prostático, se observarán una disminución evidente calizaciones.
de la ecogenicidad del parénquima prostático y múl Las biopsias percutáneas pueden ejecutarse fácilmen
tiples focos ecogénicos de pequeño diámetro disemi te. El examen Doppler previo valorará la irrigación de
nados en él (figs. 2.29A-2.31). la glándula. El sondaje del paciente proporcionará
^flttó^^Kogratta_cynf^^bdo¡¡iina^¡^£egueño^nimale^ 1
una visualización de la uretra prostática durante la
obtención de la muestra, evitando daños indeseables.
Aunque están descritas posibles diseminaciones del
tumor a lo largo del trayecto de salida de la aguja, así
como de pequeños grupos celulares que pasan al to
rrente sanguíneo, la biopsia automática, al ser más rá
pida y ajustada, minimizará estos riesgos.
Figura 2.34
Figura 2.37
—
« » _
_
**"1 r
^ , -■
l igara 2.40
Figura 2.38
I esitai cavitaria ¡traslti tica de baldes irregulares y contenido alic
Próstata de ¡taitón i volumen normales can ¡amencia de micro- anco; el diagnóstico diferencial debe incluir un (¡uiste. absceso o
(¡inste inlraprostatico. hematoma intraprostritico.
74
PPOST
Figura 2.41
Figura 2.44
Quistes intraprostdticos múltiples en un paciente asintonuilico
can diagnóstico de Itiperplasiu prostética anterior a I año. Se
evidencian múltiples quistes tabicados en innlws lóbulos pros
téticos.
2.5lcm
Figura 2.42
Figura 2.45
Pmstatitis bacteriana con formación de abscesos inrmpmstríti- iliperplasiti quística avanzada. Se distinguen múltiples quistes
eos. Cortes transversal y longitudinal La punción eeoguicida con intraprostdttcos evolucionados que desestrueluran la glándula y
firmó el diagnóstico. producen un aumento considerable de su volumen.
Los abscesos prostáticos pueden presentar tam su interior; también se describen como reminiscencias
bién un patrón variable. Pueden adquirir un volu de los conductos de Müller. En ocasiones, son hallaz
men considerable y la presencia de detritos en su gos accidentales y cuando producen sintomatologia
interior de patrón ecogénico revela la existencia de pueden estar muy evolucionados. Son más frecuentes
un materia] contaminado. La cápsula piógena sue los que se encuentran en la cavidad abdominal (pro
le ser más gruesa y ecogénica, la presencia de tabi yección craneal), aunque también se describen quis
ques internos es también frecuente. La evaluación tes paraprostáticos de proyección caudal (vista peri
de los linfonódulos regionales es importante (figs. neali (figs. 2.48-2.49). '
2.46-2.47) ya que pueden observarse linfoadenopa- Los quistes paraprostáticos pueden adquirir un volu
tías reactivas. men considerable y deformar el contorno abdominal
Los quistes paraprostáticos son la evolución de quis desplazando la vejiga urinaria a una posición lateral.
tes prostáticos con acúmulo abundante de líquido en Aveces, el quiste paraprostático puede situarse en la
\ _____ _
Figura 2.47 Figura 2.49
Evolución de abscesos prostáticos en un paciente con prostatitis Quiste paraprostático en la cavidad abdom inal de un Boxerde 10
bacteriana tras la administración de antibiotícoterapia d ura n años. En la imagen se observa una estructura quistica que despla
te 20 días. La cápsula del absceso aparece irregular e hiperecoica za a la vejiga de la orina; ambas se diferencian por la estructura
(con atenuación posterior evidente). más típica de la pared vesical (disposición trilaminar).
Figura 2.56
Figura 2.57
Ahsreso paraprostiitico. l a explurución euidetidn unaform aaYm
cavitaria con con Umido hipoecoico y Itoinogéneo (lic/uido) y una
càpsula gruesay bien definitili. FI tliagnóstica ilifcrencialdelie in-
chiir absceso/ìtenuitoina paraprosnitico.
T estíc u lo s nula. La escasa densidad del pelo escrotal permite ob
viar el rasurado en muchos pacientes.
Cuando la exploración se realiza para localizar testí
Equipamiento culos ectópicos abdominales no se necesita ninguna
preparación previa. Únicamente Ja presencia de un
La exploración ecográfica de los testículos escro- acumulo anormal de heces en el colon descenden
tales o de los ectópicos situados en el canal inguinal, te puede requerir enemas previos, si el ecografista lo
en posición subcutánea, debe realizarse con sondas considera necesario.
lineales de alta frecuencia (idealmente 10 MHz o su
periores), ya que se acoplan perfectamente a la super Técnica de exploración
ficie testicular y obtienen máxima definición en los
Los testículos escrotales deben ser explorados tanto
campos más cercanos. Los testículos de los gatos, in
en un corte transversal como sagital, con un recorrido
dependientemente de su localización, siempre deben
completo. Cuando se utilicen transductores lineales,
ser explorados con estas sondas.
se debe intentar obtener, en un corte transversal, una
Para la exploración de testículos ectópicos abdomina
imagen de ambos testículos en el mismo sonograma,
les en perros de razas medianas o gigantes, debido a la
a fin de poder comparar tanto su volumen como su
posición más profunda de aquellos, la opción más fa
ecogenicidad.
vorable serán los transductores de frecuencias más ba Cuando no se dispongan de transductores lineales de
jas (5-7,5 MHz). Los transductores microconvexos per alta frecuencia, se podrá utilizar un testículo como
miten una manipulación más correcta del abdomen y ventana acústica para explorar el otro testículo. Para
con la presión ejercida por el transductor es posible ello, deben inmovilizarse ambos testículos escrotales
desplazar aquellas asas intestinales que pudiesen en y, utilizando un abordaje lateral, se obviará la imagen
torpecer la visualización correcta de estos testículos. del testículo más proximal y se centrará la exploración
Preparativos en el testículo más alejado del transductor (el testícu
lo más próximo al transductor se utilizará a modo de
La preparación de los pacientes para explorar los ventana acústica). Se debe de repetir la maniobra para
testículos escrotales, en la mayoría de los casos, es explorar el otro testículo. Esta técnica es adecuada en
Gráfico 2.10
Evaluación ecográfica de ¡os testículos mediante el empleo de un testículo como ventana acústica para
explorar el testículo más distal al transductor: Se in movilizan los testículos para incluir ambos en el so
nograma y poder realizar una exploración adecuada del testículo más alejado del transductor, cuando
se utilizan equipos de frecuencia media (5 MHz).
60 BHjttdeecojrafiacUmca abdommijhjry]^^
1
OlpBlil18(1IBljuanSàìsis"
perros mediante el empleo de transductores micro- túnica albugínea es una fina línea ecogénica que ro
convexos y sectoriales de frecuencias medias. dea todo el testículo y se relaciona con el mediastino
Para localizar los testículos ectópicos, se debe realizar testicular. Las diferentes capas escrotales se confun
el rasurado del abdomen medio y caudal incluyendo den en el estudio, y se puede intuir unas pequeñas
la zona inguinal. La exploración debe ser precedida líneas ecogénicas en la superficie más próxima al
por una minuciosa palpación del tejido inguinal para transductor (Pugh CR, Ronde LJ, 1991). El testículo es
intentar localizar estructuras compatibles con un tes recorrido, en su porción más central y en sentido sa
tículo subcutáneo o preescrotal. El barrido ecográfico gital, por un cordón fibroso de patrón ecogénico que
se debe centrar desde el polo caudal de ambos riño corresponde a la rete testis localizada en el mediastino
nes, abdomen medio y aspecto lateral de la vejiga uri testicular (figs. 2.58-2.59).
naria hasta su proximidad al anillo inguinal. El barrido Ambos testículos se encuentran separados por un
subcutáneo se extiende desde el anillo inguinal y re tabique intertesticular de patrón también ecogénico
corre el aspecto lateral del pene hacia el escroto. que puede incluso producir una atenuación marcada
del sonido y presentar sombra acústica (fig. 2.60).
Imagen ecográfica normal
El epidídimo se divide anatómicamente en tres por
El testículo normal se define como una estructura ciones: cabeza, cuerpo y cola. La cabeza se sitúa en
ovalada con una ecotextura finamente granular y un posición más craneal, el cuerpo discurre por el aspec
patrón homogéneo con una ecogenicidad media. La to dorsolateral de la superficie testicular y la cola del
82 ¿tla^^cografl^ílnic^abdomina^r^egueno^nimale^ 1
[SJOTfN. !
B5ÍI/PV
FA4Á7.I
-
* * * '* » ■
epidídimo se localiza en el aspecto cando dorsal del co, no presentan líquido y cualquier cantidad de fluido
testículo. Allí se inicia el conducto deferente, también debe ser considerada anormal y, por consiguiente, se
en el aspecto dorsal testicular, pero en su porción más debe investigar su origen. Se han establecido las medi
medial. El epidídimo presenta un patrón hipoecoico das testiculares (Eilts BE y col., 1993), (longitud, altura
respecto al testículo. Los conductos espermáticos y
y espesor) y su correlación con el peso del paciente.
deferentes son difícilmente evaluables por ecografía
El estudio Doppler de los testículos puede detectar
en condiciones normales, aunque mediante estudio
Doppler se puede evidenciar el plexo pampiniforme fácilmente la arteria que discurre entre la superficie
en su porción más proximal con un característico re dorsal de aquellos y el epidídimo. La vascularización
corrido tortuoso (figs. 2.61-2.65). intratesticular debido al bajo flujo se detectará más
Las bolsas testiculares, desde el punto de vista fisiológi fácilmente con Doppler potenciado.
Figiira 2.59
Detalle del epididimo. La porción del cuerpo recorre el aspecto dorsal (o dorsomedial) del testículo y ¡me la cabeza y cola del epididimo. Su
ecogenicidad puede variar moderadamente, dependiendo del ángulo de incidencia del haz de ultrasonido debido a la disposición lineal
de los tóbalos espermáticos.
(2.64) Corte transversal de ambos testículos a nivel medio en el que se puede observar la disposición del epididimo de ambos testículos en
su aspecto dorsomedial como uno estructura hipoecoica de morfología ovalada. (2.65) Desplazando el transductor en sentido craneal y
siguiendo el epididimo podrá observarse la cabeza epididimaria situada en el extremo craneal del testículo. En esta posición más craneal se
pueden identificar entre ambos testículos la porción del cuerpo esponjoso del pene y la uretra, próxima a su salida de la cavidad pelviana.
Patología de los testículos vez más, se debe tener presente que no se podrá dife
renciar el tipo histológico de la lesión sin la interpre
La ecografía testicular está indicada, principal tación anatomopatológica de una muestra del foco.
mente, para la identificación de masas testiculares Los tumores de células de Leydig (o de células intersti
(palpables o no), orquitis, diferenciación de patolo ciales) son más habituales en perros gerontes, toman
gías extratesticulares (de epididimo y escroto), torsio patrones muy diversos, aunque por lo general no de
nes testiculares, localización de testículos ectópicos y forman la superficie testicular y suelen presentarse en
estudio de hernias escrotales. ambos testículos (Archbald LF, 1997) (figs. 2.66-2.68).
Los tumores de células de Sertoli pueden adquirir un
Neoplasias
patrón mixto y en general deforman la superficie tes
Constituyen la patología testicular más frecuen ticular con un incremento evidente del volumen; son
temente diagnosticada y su patrón puede presentar hormonalmente activos y producen signos de femini
variaciones múltiples (Johnston GR y col., 1991).Una zación y atrofia del testículo no afectado y disminu-
84
1
neoplásica), lo que hace difícil estandarizar ecográfi-
camente los patrones neoplásicos (figs. 2.77-2.78).
Orquitis
Produce un aumento moderado del volumen del
testículo debido a la inflamación difusa de éste; suele
acompañarse de una disminución de la ecogenicidad
de toda la estructura y pueden evidenciarse áreas hi-
poecoicas que correspondan a la formación de abs
cesos testiculares (Pugh CR y col., 1991). En lesiones
más crónicas, el testículo puede aparecer de tamaño
normal e incluso disminuido, la superficie testicular
es irregular y el parénquima presenta ecogenicidad
mixta (figs. 2.79-2.80).
El derrame escrotal (hidrocele reaccional) es un ha
llazgo frecuente en esta patología. Su presencia evi
Figura 2.68 denciará de manera clara el tabique intertesticular.
Tumor de células de Leydigen un mestizo de 9 años. La consisten Generalmente, este proceso se acompaña de infla
cia dei testículo presenta un patrón hipoecoico y heterogéneo. Un mación del epidídimo (epi di dimitís). La valoración
la porción más dorsal se observa dilatación dei plexo patnplnifor- de los linfonódulos ilíacos e inguinales, así como de
me próximo al polo craneal del testículo. La descripción anato-
mopatológica definió un único nodulo testicular de gran volu los conductos deferentes puede aportar información
men y el diagnóstico histológico fue tumor de células de Leydig. relevante. Los hallazgos de derrame escrotal, epididi-
mltis y linfoadenopatías reactivas son sugerentes de
enfermedad inflamatoria testicular (fig. 2.81).
Torsión testicular
ción del volumen de la próstata (figs. 2.69-2.73). Se
describen con menor incidencia los tumores de célu La ecografía se presenta como una técnica sensible
las de Sertoli no palpables en pacientes con infertili para el diagnóstico de las torsiones testiculares (Bird
dad (England GC, 1995). Los seminomas se presentan Ky col., 1983). El resultado de la torsión testicular es
en la mayoría de los casos como masas aisladas, pue una obstrucción aguda del flujo venoso con edema
den adquirir un tamaño considerable y no son hor secundario que evoluciona a obstrucción arterial y
monalmente activos (figs. 2.74-2.76). necrosis de la gónada. La presentación aguda del pro
Las lesiones neoplásicas de los testículos pueden ceso, acompañada del aumento rápido del volumen
presentarse de forma mixta (con más de una estirpe testicular y la sintoinatología (dolor intenso), pueden
Slste¡naqenit£deraidchcT
r i
— 1
TÉSDT OCHO
ÍZOO
-■ !
Tumor de células de Seriali en el testículo ectópico Inguinal sub- Seininoma. Visualizaáón de ambos testículos escrútales en un
cutánea de un mestizo de fi años. Se observa un aumento mar corte sagital. Paciente mestizo de fí años. El testículo izquierdo pre
cado del volumen en este testículo que presenta una superficie senta un aumento de su volumen con un patrón ecogmfico altera
nodular con un patrón heterogéneo. do: el patrón de dicho testículo es heterogéneo, con múltiples focos
hipoecoicos y pequeñas estrías ecogénicas con pequeñas lesiones
cavilarías anémicas. Testículo derecho ecográficamente normal.
Figura 2.77
Tumor mixto de testículo ectópito intraabdominal. lin este Sch
nauzer miniatura de II aftas, se observa ana masa abdominal
bien delimitada, de patrón bipoecoico. La laparotomía explorato
ria reveló torsión testicular y el estudio liistopatológico determinó
ia presencia de un tumor mixto con amplias zonas de necrosis.
Figura 2.75
Seminotna, Paciente Ihtsky siberiano de 2 años. El testículo iz
quierdo presenta aumento marcado de volumen con borde irre
gular; su patrón ecográfico muestra una desestructuración del
uarénquima con un patrón heterogéneo.
Figura 2.78
Tumor mixto de testículo ectópico inguinal subcutáneo en un
mestizo de 9 añas. Un aumento significativo del volumen del
testículo se asocio a un patrón marcadamente heterogéneo y
desestructuración testicular. Tumor mixto de células de Sertoli y
seminoma.
BSO/PIOX
IMWSM
M
CTIDIDIHO
\ *0 ■ ».3m>
■ \ p rn .*9.3n n
Figura 2.81
Orquitis-epididimitis e hidrátele. Detalle de la cabeza del epidídi-
mo y el conducto deferente que presentan un aumento de espesor .
y parrón hipoecoico. Se observa un liidrocele moderado de patrón
anecoico asociado. El testículo de estructura normal presentaba
una disminución moderada de su ecogenicidad.
Figura 2.79
Orquitis supurativa. Paciente Boxer de 3 años. Ambos testículos
presentaban un aumento de volumen de presentación aguda con
dolor intenso. El examen ecogrdfico evidenció un aumento del
volumen testicular de patrón hipoecoico con presencia de unas
estructuras cavilarías irregulares de patrón hipoanecoico.
\
+
m
- — -
.
e ___
DL+: 32.Bnn
DRx: 20.9nn
________
Figura 2.82
98 ¿lla^^cograff^cUnic^abdomina^i^gegiieflo^niniales 1
(tráfico 3.3 A-H
Corle transversal del cueffto y
ios cuernos o ieri nos. A Corle
leí cuerpo del útero y relación
anatóm ica respiriti tt ce jigo
i Vh aorta (Ao) r rena cara
. anclo! (VCCI. Condirti acústi
ca lateral (Si producida en ios
itoriles laterales del cuerpo del
ulero. H Corte transversa! a
nivel de la bifurcación d e los
cuernas uterinos (U'i en la m is
ma paciente progresando cra-
neahnente con el transductor.
Gráfico 3.4
Corte irrimterstd en el aleló
mett lateral ict/uierdn del cuer
no uterino tU): aaneultnenle
se identifica el riñón (Hl. Un la
imagen se observan dos cor
tes de segmentos de intestino
delgado con su disposición en
capas tpie lo diferenciará de tu
sección del cuerno uterino.
mente hipoecoica que le confiere un aspecto turgente frecuencia y, en ocasiones, los cuernos uterinos no se
(figs, 3.4-3.6). En este estadio, los cuernos uterinos son valoran en toda su longitud debido a su pequeño ta
más fáciles de identificar y se los puede seguir a través maño. La técnica de exploración es coincidente con la
del abdomen medio lateral hasta la visualización de descrita en las perras (figs. 3.9-3.10). Los transductores
los ovarios (figs. 3.7-3.8). de alta frecuencia y equipos de gama superior permi
La exploración ecográfica del útero en las gatas resul ten una exploración adecuada de toda la longitud de
ta más complicada. Se requieren transductores de alta los cuernos uterinos en condiciones favorables.
Figura 3.3
Cuerpo tiel útero. Vejiga de la orina escasamente distendida en
cuyo aspecto dorsal se observa la huella producida por el cuerpo
del útero, que incluso puede provocar una imagen de falso creci
miento en la pared vesical.
. *
D is t G .6 3 c m
Figura 3 .1
Figura 3.4
* v
' ^
Figura 3.2
Figura 3.5
Visualizadon de ambos cuernos uterinos próximos al cuerpo del
útero, en una (ciniche de 7 años. Se observan ambos cuernos ute Cuerpo del útero en fase estrogénica. Aumento de! diámetro ute
rinos (flecha) con un diámetro de 3 nini, y una fina línea ecogé- rino con un patrón hipoecoico que facilita sa localización. Se
nica en su luz que corresponde a ¡a interfase entre la luz uterina identifica una sombra al lado de los bardes laterales de la es
y el endometrio. tructura.
Endometritis endometriosis
-
UT —
V _i_
¿
j"
A SA IN T
l igara 3.8
D is t 1: 0.7D cm
D is t 2: 0 .6 4 c ["
Figura 3.7
Cuernos merinas en fase estrogdnjca. Comparación can dos segmentos de intestino delgado (yeyuno en cortes 3.7) transversal y (3.8) lon
gitudinal. ¡.os segmentos de intestino delgado presentan una estructura típica en inultieapas, mientras que el atento uterino posee, una
serosa externa hipercrítica y un patrón hipoecoico y homogéneo.
I ShtemajeiitaM^ 101
X.
o/
Y
Figura 3.10
Figura 3.12
degeneración endometrial crónica en la que se obser
van quistes endometriales de patrón anecoico (figs. Endometritis crónica. Corte longitudinal del cuerno uterino. Au
mento múdente del diámetro uterino, con un patrón heterogéneo
3.14-3.15). Estos quistes pueden presentarse de forma que corresponde a los cambios degenerativos del endometrio. sin
aislada o múltiple, con pequeño tamaño o volumen fluido en la luz uterina.
considerable.
En algunas pacientes, el útero se visualiza con un pa
trón multiquístico en el que se evidencian numero cientes en las que la condición se asocia a una pió-
sos quistes endometriales que le confieren un patrón metra, se observan quistes endometriales junto con
anecoico y multitabicado (fig. 3.16). En aquellas pa- líquido en la luz uterina (fig. 3.17).
^ t l a ^ e iecografiaiel|meaiabdonñna^e[^eguenas¿nímale^ 1
Figura 3.13 ^ Figura 3.16
Endometritis crónica, (lata Común europea de 13 años. Cuerno Uiperplasia emlometrial quistica en una perra Pastor alemán de
uterino con aumento de su diámetro, y un endometrio que evi 7 años. Se evidencia un aumento patológico del diámetro uteri
dencia contorno irregular y patrón ecogénico. no con proliferación endomelrial y presencia de múltiples quistes
endometriales de morfología redonda y contenido anecoico.
___ •
Figura 3. Ì 4
K Slstenwjenlta^^^iwiihra 103
Piómetra representativo, no debe considerarse como definitivo
de ninguna de estas patologías; en casos de piómetra
(Hidrómetra, mucómetra, hemómetra) puede observarse un patrón del fluido tanto anecoico
como hipo o hiperecoico. La anamnesis y los exáme
La ecografía es el método de diagnóstico por imá nes y análisis complementarios orientarán el diagnós
genes más sensible y precoz para identificar esta pa tico diferencial (figs. 3.19-3.22).
tología. Tanto en las pacientes con el cuello uterino En aquellas pacientes que presentan en la luz uterina
cerrado, como en aquellas que presentan descarga un fluido de patrón más ecogénico pueden visualizar
vulvar, los hallazgos ecográficos serán definitivos se la fluctuación que éste produce (similar a pequeñas
(Renton JP y col., 1993). turbulencias) e, incluso, la presencia de una doble eco-
La exploración ecográfica de forma rutinaria y minucio genicidad del líquido debido a la acumulación de los
sa evidenciará generalmente, ya en el cuerpo del úte elementos más densos en la porción más declive del
ro, la presencia de un fluido anormal dentro del lumen útero con la formación de una línea de sedimentación
uterino (situándose dorsal a la vejiga y ventral o lateral claramente definida (véase fig. 3.18). La variación de
a la última porción del colon descendente). La progre (a posición de la paciente o la percusión externa con el
sión con el transductor en sentido craneal permitirá transductor producirán de nuevo la homogenización
observar los cuernos uterinos con acumulo anormal del medio líquido.
de fluido. La imagen ecográfica más típica consiste en La valoración ecográfica no debe limitarse a la iden
múltiples estructuras redondeadas con un contenido tificación de líquido en el interior del útero; se debe
de patrón hipo/anecoico en el abdomen medio. Estas profundizar en el estudio y completarlo enumerando
estructuras corresponden a múltiples cortes de ambos posibles hallazgos secundarios. Entre ellos se debe
cuernos uterinos que se encuentran distendidos, au prestar mayor atención a: patrón del líquido en luz
mentados de volumen yllenos de líquido (fig. 3.18). uterina; patrón ecográfico del endometrio y descrip
La historia clínica del paciente, su examen clínico y ción de posibles lesiones locales (por ej., quistes o
estudios complementarios podrán concluir en un neoformaciones) (figs. 3.23-3.24); estudio y descrip
diagnóstico diferencial de mucómetra, hemómetra, ción de posibles lesiones asociadas en ambos ovarios
piómetra o hidrómetra. No se recomienda la centesis (fig. 3.25); valoración del peritoneo y posible existen
uterina ecoguiada para realizar el diagnóstico diferen cia de fluido abdominal (fig. 3.26 Ay 3.27); estudio de
cial debido al riesgo de peritonitis. El patrón ecográfi- linfonódulos (fig. 3.26 B); descripción de posibles le
co del contenido del útero, aunque muchas veces es siones asociadas en estructuras relacionadas (por ej.,
7£
UT
--
Piómetra. Distension patológica de los cuentos Merinos ron octí- Hidrómetra. Distensión máxima de anillos ruernos Merinos (en
innlo de jlitido en su interior; en su luz se obsernn un rontenido el centro de la ¡mugen y en la porción mas proximal se identifica
ecogénico i/ite se deposito ron facilidad en los porciones más (le la re jigo de la orina). Id rontenido Merino corresponde a un p a
rdees produciendo uno lineo de sedimentación. trón anecoico puro y un endometrio foto y regalar. Perra Pointer
de 11 años con distensión abdominal eiidente y sin alteraciones
en su Iteinograma.
■■ ........ j- ' •-• •• •>/'• ..... ,d -tp " .. ... \ f - '* >. . ^ r*.'i »." ' ’S^'Ñi,; *"'■ '-i _ i*e * *,
D is t 0 .7 3 c m
Jistem^enitaM^^ienibr^ 105
K
Dist 1: 6.27cm '
Disi 2: 2.37cm
Figura 3.24
- H
■ ES D: B5 R: SO Probel í!=l
Figura 3.30
cuello uterino (principalmente leiomiomas, leiomio- de la vejiga de la orina y lateral del colon. En muchas
sarcomas y adenomas), y pueden producir descargas ocasiones, es difícil discernir la posible implicación del
sanguinolentas por vagina y alteraciones en la mic cuello de la vejiga y la maniobra puede resultar com
ción y defecación. El protocolo de estudio del útero plicada por lo que se debe recurrir a los estudios radio
debe incluir una maniobra de máxima angulación del lógicos con contraste. La valoración de los bordes de
transductor en sentido caudodorsal para poder visita la lesión puede aportar información valiosa. Aquellas
lizar la mayor longitud posible del cuello uterino. En lesiones en las que se pierde el contorno y se observa
aquellas pacientes en las que no se realice la angula una menor diferenciación de las estructuras adyacen
ción con el transductor, puede incurrirse en un error tes son más sugerentes de una neoplasia invasiva que
diagnóstico al obviar masas situadas en el cérvix ute está afectando a estructuras adyacentes. También se
rino (figs. 3.28-3.30). deben estudiar la implicación y el compromiso de los
Cuando estas masas adquieren un volumen conside uréteres; el hidrouréter y la hidronefrosis son compli
rable producen un desplazamiento en sentido craneal caciones frecuentes.
C S is te m a je n ita N e ja ^ 107
Granulomas y abscesos de muñón uterino La evolución natural de los cambios que se producen
en el útero y en las estructuras fetales servirá tanto
Los granulomas se observan en general tras una in - para poder realizar un diagnóstico precoz de gesta
tervención quirúrgica (histerectomía) seguida por un ción, como para calcular la edad gestacional y esta
crecimiento anormal de tejido proliferativo conectivo. blecer una fecha probable de parto.
Su patrón ecográfico depende en gran medida de la Los diagnósticos precoces de gestación pueden reali
cronicidad del proceso. A menudo, se presenta un pa zarse a partir del día 16 de la gestación; en un examen
trón heterogéneo con una reacción perítoneal circun ecográfico pormenorizado con sondas de alta frecuen
dante que delimita la lesión (y que adquiere un patrón cia, se visualizarán las pequeñas vesículas embriona
ecogénico); en muchas ocasiones, además, se pueden rias como unas estructuras anecoicas, redondeadas,
observar unos pequeños focos ecogénicos que llegan de aproximadamente 4-5 mm de diámetro, que con
a producir sombra acústica y que corresponden a fieren al útero un aspecto de rosario (Di Salvo P y col,,
restos de suturas no reabsorbidas. En estas pacientes 2006). Se debe hacer especial énfasis en señalar que
también debe incluirse la evaluación de ambos mu la no visualización de estas estructuras no debe con
ñones ováricos, así como la de los uréteres, debido a siderarse definitivo de un diagnóstico de gestación
su posible afectación (figs. 3.31-3.32). negativo (si se valora la vida del espermatozoide en
En otros casos, se pueden localizar, en sentido dorsal el útero, se podría estar explorando a una perra con
y/o caudal al cuello déla vejiga, una colección anormal una gestación real de 10 días). En estos casos se debe
de líquido contenido en el muñón uterino y, a veces, realizar una ecografía de doble control y confirmar la
una reacción peritoneal evidente debido a la presen inexistencia de vesículas embrionarias transcurrida
cia de un absceso de muñón uterino. Su localización 1 semana de la primera exploración. Los protocolos
suele ser caudal (generalmente próximas al cuello de más aceptados coinciden en no informar gestaciones
la vejiga o incluidas en la cavidad pelviana), por lo que negativas antes del día 22 de gestación.
las maniobras de exploración deben ser cuidadosas. Yeager AEy col,, documentaron, en 1992, los hallazgos
La valoración de los linfonódulos ilíacos mediales y, ecográficos relativos al útero, la placenta y el desarrollo
en menor medida, de los hipogástricos y sacros puede fetal y describieron de forma precisa las características
aportar información referente a la presencia de infec ecográficas del desarrollo fetal asociadas a la edad ges
ción del muñón uterino (fig. 3.33). tacional. Estudios posteriores han completado este
Estudio ecográfico del útero gestante trabajo (England GC y col, 1993). Se debe señalar que
la evolución de los equipos de ultrasonografía en los
El uso del ultrasonido para el diagnóstico y segui últimos años han propiciado una mejora en la visua
miento de las gestaciones es un requerimiento muy lización de las estructuras fetales, por ello algunos ha
habitual en la clínica diaria. Dado que es el propieta llazgos ecográficos se evidencian más tempranamente
rio quien suele demandar la exploración siempre se con equipos de gama superior y ciertas particularida
deberá interrogarlo sobre qué información es la que des que se desarrollan durante la gestación pueden va
espera obtener del examen ecográfico, ya que, en mu riar dependiendo del ecógrafo utilizado.
chas ocasiones, sus expectativas no podrán ser satis Los primeros cambios que se aprecian en las hem
fechas por el ecografista. Los interrogantes referentes bras son los referentes al útero y, más concretamente,
al número o sexo de los fetos, la fecha de parto y la al endometrio. Se observan a partir del día 8-10 tras
predicción de posibles distocias, a menudo, no pue la concepción (en condiciones óptimas) y consisten
den ser respondidos por ecografistas experimentados en un engrosamiento difuso de los cuernos uterinos;
en una exploración única. Es por ello de suma impor este signo es muy inespecífico (podría corresponder
tancia explicar y definir detenidamente cuál es el valor también a una endometritis aguda). Se deberá recu
clínico de la ecografía en las hembras gestantes. rrir a estos diagnósticos precoces únicamente en es
Se hace hincapié en el valor clínico de la ecografía de tudios experimentales debido a la gran incidencia de
las hembras gestantes, el ecografista podrá ofrecer res errores diagnósticos.
puestas a otro tipo de interrogantes, entre los cuales En el día 16 de gestación se identifican los sacos em
deben incluirse; el diagnóstico precoz de la gestación; brionarios (vesícula embrionaria); éstos aparecen
cálculo de la edad gestacional y de fechas aproximadas como pequeñas vesículas que no superan los 4-5 mm
o probables de parto; valoración de maduración fetal de diámetro, circulares y con un contenido totalmente
en cesáreas programadas; cálculo orientativo y aproxi anecoico (fig. 3.34).
mado del número de fetos; valoración del estrés fetal y En el día 18 de gestación pueden verse vesículas que
distocias; evaluación de malformaciones fetales; segui aumentan progresivamente de tamaño y en las que se
miento de pacientes tras la administración de aborti evidencia el botón o pliegue germinal, a partir del que
vos; evidencia de reabsorciones embrionarias, muerte se desarrollará el futuro feto (fig. 3.35).
fetal y momificaciones; valoración de gestaciones ectó- No es hasta el día 20-24 de gestación cuando las ve
picas; y seguimiento del útero posparto. sículas embrionarias alcanzan un tamaño apreciable,
1
MUNON
Figura 3.34
N o ta : l.a edad g u s t a c io n a l su c a lc u ló lomando c o m o tiempo de
Figura 3.32 g e s t a c ió n 62 d ía s en la perra, y c o n s id e r a n d o c o m o d í a 0 el d ía
de m o t i la . IJlero con vesícula embrionaria compatible con 16 ( t-/-
(.tanaloma de muñón merino. Paciente orariohisterecunnizada 2) (litis de gestación. Se observan el saco gesiacional y la cavidad
21 días antes de la exploración. Proliferación del muñón merino coriónica a ó a sin evidencia de eco embrionario en su interior; la
con materiaI de sutura en la porción central (focos ecogénicos). fina linca rcogénica que lo rodea corresponde aI trofoblasto. l.a
l os márgenes mal definidos de la lesión hacen sospechar de mi vesícula na sapera los 5 mm de diámetro, aunque puede duplicar
tejido infltratii'o con adherencias a estructuras próximas. su tamaño en 3 días, (válido p a r a fig s . 3 . 3 4 - 3 .6 3 )
y se pueden distinguir en su interior ecos embriona se debe a la alta fiabilidad. También se pueden seña
rios claramente identificables (figs. 3.36-3.38); por lar otras razones que la sustentan: en perras que han
lo tanto, el día 22-24 después de la última monta es permitido varias montas (que pueden incluso supe
el momento óptimo para realizar un diagnóstico de rar el período de 1 semana) a priori se debe conside
gestación altamente fiable. El porcentaje de errores rar como fértil ia última monta antes de realizar la
antes de este momento hace desaconsejable realizar exploración ecográfica; en hembras que únicamente
diagnósticos definitivos (tanto positivos como ne permiten una monta, la viabilidad de los esperma
gativos) de manera precipitada mediante exámenes tozoides en el canal uterino puede alcanzar los 6-7
más precoces. días, de modo que la exploración se estará haciendo
La recomendación de efectuar los diagnósticos de en pacientes con 16 a 18 días de gestación; en gesta
gestación a partir del día 22-24 de la última monta ciones de 24 días se pueden visualizar tanto la vesí-
Figura 3.39
eleafile iti» ih12ti (+1-2) días. I l feto comienza et crecer huís rápida
mente. Se esbozan las costillas como pequeños focos ecogénicos. y
se puede intuir la diferenciación entre las caridades torácica y ab
dominal. Aún no se delectan movimientos fetales espontáneos.
D ía s d e s p u é s d u i. D ía s d e g e s t a c ió n D ía s h a st a
H a l l a z g o s e c o g k á f ic o s
P I C O I II (c o n c e p c ió n ) E L PA RTO
Síslemagenjtal^de [^hembra
Figura 3.4 !
wm
Figura 3.42
C,estación de 42 (+/-2¡ dias. Se visualiza la sombra acústica que
producen las costillas. Fin la imagen se identifican claramente el
hígado, el paréniptima pulmonar y los vasos torácicos. La catire
dad tic liquido arnniótico comienza a reducirse.
^tta^e^co^rafl^cLínJc^bdomlnal^i^geqüeflm^nlrnMes
1
de ser inferior al doble de la frecuencia de la madre (o
inferior a los 200 lpm], aunque se ha descrito que en el
momento del parto puede disminuir hasta los 160 lpm.
La valoración del estrés fetal en relación a la frecuencia
cardíaca fetal se ha establecido como un índice clíni
co de indicio de muerte fetal prematura; su evidencia
puede ayudar al veterinario a determinar cuándo una
gestación está anormalmente alargada y, por lo tanto,
puede indicar el momento de realización de una cesá
rea [figs. 3,48-3.50). Se debe señalar que la realización
de una única ecografía al final de la gestación no es un
método ideal de monitorización fetal cuando se utiliza
Figura 3.45 de forma aislada, y siempre es necesario el seguimien
Clonación de 55 (+/-2) litas, ( ’.orti- transversal del tórax y detalle de to de la paciente para poder establecer el momento
las cuatro cámaras cardíacas y las válvulas aurk idoveitlriculttres. adecuado para la intervención clínica.
Biometría fetal
Los parámetros fetales caninos más habitualmen
te medidos y estandarizados en ecografía gestacional
son: diámetro del saco gestacional, longitud de crá
neo a grupa, diámetro biparietal y diámetro corporal.
Según distintos estudios (Englandy col., 1993;Yeagery
col., 1992), la biometría fetal debe realizarse según pa
rámetros objetivos para la polarización de los resulta
dos. En estadios tempranos de gestación (desde el día
20 al 35), el parámetro más utilizado es el diámetro del
saco gestacional (0SG). La longitud de cabeza a grupa
(LCG) puede utilizarse hasta aproximadamente el día
45 debido a que el tamaño del feto y la flexión que éste
adquiere impiden su medición más allá de este día. El
diámetro corporal (0C) y el diámetro cefálico o bipa-
M ' > rietai (0BP) pueden obtenerse desde el día 40 al 55 de
forma aislada o incluso combinada.
Figura 3.4fí
4- El 0SG se obtiene midiendo el diámetro del saco
Gestación de 55 (+/-2) días. Detalle de la cavidad abdominal en la embrionario en su eje mayor.
fitte se identifica un riñón (cortical, medular y recesos pélvicos).
4- El 0 B P se calcula mediante un corte completa
mente simétrico de la cabeza en el que se obtiene
la hendidura cerebral (fontanela)
4- El 0C se obtiene en un eje corto fetal, visualizando
estómago e hígado, y en función de la distancia que
separa las últimas costillas.
4" La LCG mide la longitud desde la coronilla hasta la
grupa (nacimiento de la cola).
El cálculo de la edad gestacional y la fecha probable
de parto está sujeto a multitud de factores; entre ellos,
el ecografista deberá tener en cuenta el tamaño de los
progenitores, las diferentes razas y sus características
biométricas (braquicéfalas, dolicocéfalas), el número
de cachorros y la variación del tamaño de éstos (Son
Figura 3.47 CH y col., 2001). Por norma general, los fetos de más ta
Gestación de 59 (+/-2) dias. En la cavidad abdominal del feto se maño parecen tener una influencia mayor en el desen
visualiza claramente el hígado. La cavidad anémica más caudal cadenamiento del parto. Todos estos parámetros dan
corresponde a la vejiga de la orina. Las asas intestinales son re una variabilidad evidente a los resultados obtenidos.
conocibles. lo cual es na signo de maduración fetal. Obsérvese la
escasa cantidad de liquida maniática que se encuentra en el saca
NylandyMattoon establecieron, en 1995, unas fórmu
las de predicción de la edad gestacional y la fecha pro-
Gestación patológica
En la primera mitad de la gestación, la patología
más frecuentemente diagnosticada es la reabsorción
embrionaria total o parcial. La ecografía se presenta
como una técnica sensible para su diagnóstico. Es un
fenómeno habitual (según los autores se observa en un
5-12% de las perras preñadas). Se presentan vesículas
embrionarias viables junto con otras en las que no se
observa eco embrionario o no se evidencia la activi
dad cardíaca del embrión. En la mayoría de los casos,
no se produce una involución de todas las vesículas;
normalmente se determina la presencia de algunas en
estadio de reabsorción junto con otras que presentan
todos los parámetros ecográflcos viables (ñgs. 3.51).
Los hallazgos característicos de la involución fetal
comprenden un saco gestacional de menor tamaño;
irregularidad de la pared de la vesícula embrionaria;
disminución del volumen del líquido amniótico; des
integración de las estructuras embrionarias que con
duce al colapso de la cavidad embrionaria y provoca
un aspecto arrugado en la vesícula y un evidente en-
grosamiento de pared. A medida que avanza la ges
tación, los hallazgos ecográflcos se hacen menos evi
dentes debido a la ausencia de líquido amniótico y la
evolución de las vesículas viables; por ello es compli
cado distinguir las vesículas en reabsorción tempra
na pasados los primeros 35 días de la gestación {figs.
3.52-3.53).
En la segunda mitad de la gestación se debe incluir el
estudio de posibles muertes fetales, las cuales, gene
ralmente, se asocian a una sintomatología clínica más
evidente y posibilidad de aborto. Por lo común, son
dos los hallazgos ecográflcos indicativos de muerte fe
tal: ausencia de latido cardíaco evidenciable y aplana
miento de la caja torácica, observándose un 0C menor
que en el resto de los fetos. El parénquima pulmonar
fetal, típicamente ecogénico, se mostrará hipoecoico,
y será menos evidente la interfase pulmón/parénqui-
ma hepático (figs. 3.54-3.55).
La visualización de cualquiera de estos signos puede
acompañarse de una ausencia total de movimientos
fetales espontáneos; deficiente definición de las di
ferentes estructuras fetales torácicas y abdominales;
postura fetal anormal, disminución del líquido am
niótico, y placenta con aspecto esponjoso, ecogénica o
con áreas de desprendimiento. Por lo general, la evo
lución hacia la maceración y momificación fetal hace
que, según avance la gestación, todas las estructuras
dejen de reconocerse y el saco gestacional se presen
te con límites mal definidos, un interior ecogénico y
amorfo, y pequeños focos ecogénicos con sombra
acústica marcada que corresponde a restos fetales osi
ficados. Asimismo se pueden observar pequeños acú-
FPP = 65 - EG
Gestación de menos de 40 días:
EG = (6x0SG) +20
EG = (3 x LCG) + 27
Gestación de más de 40 días:
EG = (15 x 0BP) + 20
EG= (7x0C) +29
EG = (6 x 0BP) + (3 X0C) + 30
Gestación en gatos:
EG = {25 x 0C) + 3
EG= (11X0BP) +21
FPP = 61 - EG
mulos de gas en el feto o en el interior del útero (figs. 0B P o del líquido intracraneano (hidrocefalia); pre
3.56-3.57). sencia de alguna viscera en posición anormal e incluso
Existen múltiples patologías fetales que pueden evi no contenida en las cavidades fetales (epiteliogénesis
denciarse eco gráficamente. Aunque el examen ru imperfecta); y lesiones en visceras fetales (hipoplasia
tinario sólo permite visualizar aquellas que son más hepática, hidronefrosis, agenesia renal) (fig. 3.62).
evidentes, debe prestarse especial atención a los si Otras alteraciones que han sido descritas y pueden
guientes hallazgos: presencia de derrame pleural o ser identificadas por el ecografista son la presencia
abdominal (que puede correlacionarse con un fallo de vesículas embrionarias intrauterinas en un cuerno
cardíaco fetal) (figs. 3.58-3.59), y/o edema subcutáneo uterino eventrado (hernias inguinales, fundamental
generalizado (anasarca) (figs. 3.60-3.61); aumento del mente, o hernias diafragmáticas) (fig. 3.63) y, aunque
A B
Figura 3.51
A B !
de muy baja incidencia, la existencia de gestación ex disminuyendo progresivamente su diámetro, hasta
trauterina ectópica. alcanzar su dimensión normal (figs. 3,64-3.65]. La in
El útero posparto es visible hasta los 30-35 días des volución uterina normal transcurre durante las 12 se
pués de ia parición (22-26 días en la gata). En la luz manas posteriores al parto.
uterina se aprecia un contenido homogéneo de as Las metritis posparto es una infección bacteriana
pecto moderadamente hiperecoico que corresponde aguda que afecta al útero puerperal. Por lo común se
a los restos de fluidos y moco intraluminales. El endo observan la distensión de los cuernos uterinos y, en su
metrio y el miometrio se observan engrosados e irán luz, un acumulo abundante de gas. Éste dificultará la
16 ^tlfl^^cogn^ía^jnic^abdomjj^Mjemjeño^nima^ U
Figura 3.58
Figura 3.57 B
D is t 0 .6 3 c m
Allusami. Gestación de 40 dias en una pen a Bulldog con edema Corte transversat de un lem a tentuno con dilaninoli patologia,
suhcituineo evidente (elitre cursores). Corte tramucrsal del fe to a de nrsnrrfm n^mtéJettEWihKaivfUiSiì.
nivei de la ultima costilla.
Figura 3.61
118 ¿lla^eecografi^linj^^bdomina^i^eguenosanliiiales 1
■
Otero (3.64) en corte transversal, ! dia pospartoy (3.65) en corte longitudinal, 3 dias posparto. Se obsermn un engrasamiento evidente ile
mio ! endometrio y presencia de contenido luminai de patron homogéneo e hiperecoìco.
7¿
Figura 3.67
Retención piacentaria en una perra Yorkshire tem er 5 dias poste
riores al parlo. Se visualiza un cuerno uterino dilatado con pla
cen ra retenida; el cuerno uterino izquierdo presenta un diámetro
menor y contenido fisiológico ecogénico.
Figura 3.66
detención piacentaria en una perra Cocker spaniel, 3 dias pos-
tenores al parto. Se evidencia un cuerno uterino dilatado local
mente, con placenta de aspecto plegado en su interior.
I <Sistem¿¿erfíta^¿M£ÍÍ£¡il^¡i£1 119
VEJ
UT
Figura 3.70
Presencia de restos fetales osificados en una perra mestiza de 4
años con monta controlada 7 meses antes. Los restos fetales in
trauterinos son irreconocibles y se aprecian remanentes osificados
que producen una sombra acústica evidente.
Figura 3.68
Equipamiento
Perras: la exploración ecográfica de los ovarios
debe realizarse con transductores de alta frecuencia.
El pequeño volumen de las estructuras bajo estudio
y la necesidad de obtener una máxima definición de
las diferentes formaciones que pueden contener ha
cen necesaria una resolución máxima. La posición
superficial a la que pueden situarse ambos ovarios (a
escasos centímetros del transductor) permite el uso
de estos transductores (mayor resolución con menor
penetración).
Gatas: siguiendo el mismo criterio, y debido al menor
volumen de los ovarios, son necesarios transductores
de alta resolución. Los transductores lineales obten
drán imágenes más adecuadas.
Preparativos
El estudio ecográfico de los ovarios no requiere de
ninguna condición previa especial. Debido a su posi
ción más lateral en el abdomen, raramente el colon
descendente (cuando se encuentra lleno de heces o
con gas) puede dificultar la visualización del ovario
izquierdo.
Figura 3.69
La realización de análisis de sangre previos y la inter
Momificación y retención fetal en una perra Bulldog francés, pretación del frotis vaginal pueden, en combinación
transcurridos 28 días del parto. Se observa desestructuración fetal
con restos óseas desorganizados. con la ecografía de los ovarios, completar un estudio
más minucioso.
120 ¿tl^d^^cograffa^clínica^bdommalenpequefíosdriímates
1
Técnica de exploración
El estudio ecográfico de los ovarios requiere cierta
destreza por parte del ecografista ya que, en muchas
ocasiones, su visualización es complicada, y se deben
diferenciar de estructuras próximas que pueden ocul
tar o difuminar los límites de éstos.
La aproximación al ovario puede realizarse tanto des
de un abordaje ventral como desde el flanco, con el
paciente en decúbito lateral; en ambos casos, es ne
cesario un amplio rasurado que permita obtener imá
genes de máxima calidad.
La guía anatómica más adecuada [y mayormente
aceptada] es la que sitúa el ovario caudalmente al polo
posterior de ambos riñones. Tras obtener un corte lon
gitudinal del riñón ipsilateral, se desplaza el transduc
tor caudalmente y se realiza un barrido lateromedial
de la zona (fig. 3,71). Aunque su posición es variable,
un protocolo adecuado permitirá su visualización co
rrecta. En aquellas pacientes en las que la exploración
de los cuernos uterinos sea adecuada, se podrá seguir
el recorrido de éstos en sentido craneal hasta alcanzar
los ovarios.
La presión realizada con el transductor resulta funda
mental; se deberá comenzar con presiones más suaves
aunque, si el ovario no se localiza y se presupone ocul Exploración ecogrdfica del ovario. Se posiciona el transductor en el
to tras un asa intestinal, se deberán realizar presiones polo caudal del riñón ipsilateral y se efectúa un movimiento late
más firmes para desplazar ésta y conseguir imágenes romedial con el objetivo de realizar un barrido completo de esta
zona (caudal al polo caudal del riñón) hasta localizar la ganada.
diagnósticas.
En hembras en fase estrogénica puede seguirse todo el recorrido del
Se debe señalar también que, en algunas pacientes, cuerno uterino hasta alcanzar el ovario.
los ovarios se presentan en una localización atípica,
más craneal en el abdomen, y pueden situarse en el
aspecto lateral del riñón.
Imagen ecográfica normal que en estro (4-8 mm). El patrón es más heterogé
neo que en la fase anterior (fig. 3.78).
No se puede definir un único patrón ecográfico Diestro: reducción progresiva del volumen del ovario
para los ovarios, ya que la ecogenicidad y el patrón y los cuerpos lúteos que concluye con laluteólisis.
de éstos varían según la fase del ciclo estral en que se
encuentren, Se trata de estructuras ovaladas (0.8 a 1.5 Se han descrito la evaluación del ovario y la determina
cmj, caudales a ambos riñones, cuya ecogenicidad ción del momento de ovulación (Silva LD y col., 1995).
depende de la fase del ciclo estral en que se encuen Se deben de realizar estudios seriados pormenorizados,
tre la paciente, de modo que el patrón ecográfico debe con 24 horas de periodicidad, encaminados a determi
describirse de acuerdo a los datos obtenidos del frotis nar el crecimiento folicular progresivo y los cambios
vaginal y los estudios hormonales. Los hallazgos eco- referentes a la eclosión y formación del cuerpo hemo-
gráficos descritos en el ovario, por lo tanto, compren rrágico (de menor volumen y patrón heterogéneo).
den cambios evidentes:
Patologías de los ovarios
❖ Anestro y proestro temprano: su tamaño es menor
(generalmente no superan los 10-12 mm de longi
tud), y presentan un patrón homogéneo e isoecoi- Quistes ováricos
co respecto a las cortezas renales. Pueden eviden Al igual que los quistes identificados en otras vis
ciar una atenuación posterior moderada y sombra ceras, presentan un patrón anecoico puro con bordes
lateral que facilitarán su identificación (figs. 3.73 bien definidos y lisos; pueden ser simples o múltiples
y 3.74). en su estructura y de tamaño muy variable; siempre
Proestro (días 3 a 7) y estro: aumento gradual de producen refuerzo posterior y en los de mayor tamaño,
su tamaño, aumenta la ecogenicidad del estroma y puede apreciarse sombra lateral (figs. 3.79-3.81).
presencia de múltiples estructuras anecoicas (folí En aquellas lesiones quísticas de menor volumen
culos) de crecimiento progresivo (10 mm máximo) (menos de 11 mm) se debe establecer un diagnóstico
que deforman la superficie del ovario. El ovario diferencial con los folículos ováricos o cuerpos lúteos,
adquiere el volumen máximo 3-4 días antes de la y se debe arribar a un diagnóstico definitivo sobre la
ovulación (figs. 3.75-3.77). base de la sintomatología, las lesiones asociadas (por
❖ Metaestro: regresión del ovario y presencia de es ej., piómetra, endometriosis), el tamaño (llegan a al
tructuras quísticas hipo e hiperecoicas (cuerpo he- canzar varios centímetros), los controles analíticos y
morrágico y cuerpo lúteo) con un volumen menor los datos obtenidos del frotis vaginal (fig. 3.82).
Figura 3.74
RD
B
Figura 3.72
Ovario de patrón normal. Paciente con líquido libre abdominal. Figura 3.75
La visttalizadón del ovario Ihipoecoico) con su meso correspon
diente (hiperecogénico) es más clara debido a la presencia de li Fase de proestro temprana. A. Ovario con crecimiento folicular,
quido ascítico, que delimita las estructuras. En el corte tangencial bien definido, redondo y con contenido anecoico. R, Cuerpo del
del riñón únicamente se visualiza la corteza renal (RD). útero con diámetro aumentado de patrón hipoecoico, caracterís
tico de la fase estrogénica del ciclo astral.
D isi 1: l.lD c m
D isi 2: t.23cm
Figura 3.76A
Figura 3.78
O V IZ D
Figura 3.76 B
D i s i 1. 2 8 c m O V IZD
Figura 3.79
A B
1 D is i 2.11 cm OV OCHO UT
Quiste oválico simple en una gata Siamesa de II años. Se observa Quiste folicular atípico. A, En una perra con signos de celo per
una estructura (¡uistica anecoica posterior ai aspecto caudal del sistente, se visualiza una estructura redondeada con contenido
riñón. líquido (ecogénico v homogéneo), caudal al ovario derecho. B,
Corle transversal del cuerpo del útero en fase eslml (con aumento
de volumen e hipaecoico). F.l estudio histopatológico dictaminó
ttn quiste folicular persistente atipico.
Jjsteraflj¡enítai dejajiembre^
uterino (se observará un aumento anormal de su vo
lumen, secundario a la actividad hormonal persisten
te) y la cara caudal de ambos riñones (región ovári-
ca). La evidencia de tejido ovárico puede presentarse,
comúnmente, con lesiones asociadas de tipo quístico
aunque, en otras pacientes, se debe realizar un estudio
más exhaustivo tendiente a detectar pequeños restos
de tejido ovárico (en general, hipoecoicos) con dife
rente ecogenicidad a la de la grasa peritoneal que los
rodea. Los remanentes ováricos se deben distinguir
claramente, con sus bordes delimitados y diferencia-
bles, de la grasa circundante, y deben resultar repro-
ducibles en exploraciones posteriores (fig. 3.88).
Figura 3.86
12G Jfflasdeeragraflac^
B iblio g r a fía
Renton ]P, Boyd JS, Harvey MJ. Observations on the treatment and
diagnosis of open pyometra in the bitch (Canis familiaris). J Re
prod Fértil Suppl. 1993: 47:465-9.
Son CH, Jeong KA, Kim JH. Park IC, Kim SH, Lee CS. Establishment
C A U D A L RD| of the prediction table of parturition day with ultrasonography
in small pet dogs. J Vet Med Sci. 2001 Jul; 63(71:715-21.
Figura 3.88
Preparativos
Debido a su posición superficial (abdomen ventral
y lateral), la exploración del bazo no requiere una pre
paración previa del paciente.
En aquellas ocasiones en las que la cabeza del bazo
se encuentre en una posición más craneal (intercostal
izquierda) es aconsejable ampliar el área de rasurado,
incluyendo los dos o tres últimos espacios intercosta
les izquierdos, para realizar mejor el abordaje inter
costal a esta porción de la viscera.
Técnica de exploración
La exploración ecográfica del bazo es sencilla. Se
debe destacar la necesidad de hacer un recorrido
completo de la viscera, que debe de incluir la totali
dad de la cabeza, el cuerpo y la cola esplénicos. En
aquellos pacientes en los que por su tamaño no se
pueda realizar un barrido completo en un primer re
corrido, se deberá estudiar el bazo en barridos conse
cutivos (aspecto más craneal, porción central y borde
caudal), para completar así un estudio correcto. Gráfico 4.1
Los cortes ecotomográficos que se realizan en un pri
Exploración ecográfica completa del bazo. Una vez localizada la.
mer estudio deben ser cortes sagitales de la viscera cabeza esplénica, en el abdomen craneal izquierdo, deberá des
que permitan estudiar la morfología de la cápsula es plazarse ei transductor para realizar un barrido en eje corto de la
plénica, su parénquima y su vascularización. viscera basta completar su recorrido. La posición de la lengüeta
Una vez localizado el cuerpo esplénico, generalmen del bazo en el perro es variable)' puede atravesar el abdomen me
dio en un sentido transversal o dirigirse más caudalmente hacia
te craneal al aspecto craneal del riñón izquierdo, se la vejiga de la orina.
debe desplazar el transductor hacia el aspecto lateral
Gráfico 4.2
Imagen ecogi tífica con visuaü-
zación de los parénquimas es-
plénico (H) v hepático lili. Sano
grama obtenido en el abdomen
craneal lateral izquierdo donde
✓ / se aproximan la cabeza esplénl-
ca y el tábido lateral izquierda
hepático. La ecogenicidad de
V - ambas visceras es normal y el
parénquima esplénico se pre
senta hiperveoico respecto al
Imrénquima hepático Ambas
visceras pueden compararse co
rrectamente pues se encuentran
a la misma profundidad. Vena
esplénica ( VE), vena hepática
(VID. vena porta inlrahepática
(VP).
Gráfico 4.3
Imagen ecográftca con visiui-
lizaciñn del parénquima es
plénico (B) y el riñón izquier
do (R). Abordaje ventral con
aproximación lateral izquier
da. F.l parénquima esplénico
mantiene una relación normal
con la corteza renal, y es hipe-
recoico respecto a éstos. Un lo
imagen se obtienen dos cortes
sagitales del bazo, el cuerpo
esplénico <p ID. más ventral, y
la cabeza esplénica (Cb B) en el
aspecto más dorsal.
Gráfico 4.4
Corle sagital de la cola del
bazo. Imagen obtenida en el
abdomen medio. Se observa
nítidamente una fina linea
ecogénica que rodea la viscera
v que corresponde a la cápsula
esplénica (Cap); el parénqui-
ma se aprecia homogéneo, con
pequeñas estructuras tubulares
anémicas que corresponden a
ramas intrtiparenqu¡matosas
de la vena esplénica.
Gráfico 4.6
Carie transversal del cuerpo
del bazo y deiaite del bilio es
píen ico. 1m rena espléinca (VE)
penetra por la cara visceral del
bazo y se identifica claramenie
cunto una estnielara anémico
y de paredes finas, l/i cápsula
estilénica (Cap) no se visualiza
adecuadamente en el campo
próximaI debido a su proximi
dad respecto al rmnsduc.rnr y a
la formación de artefactos en
cartifios cercanos (Arl).
Gráfico 4.7
Corte sagi/al del bazo a nivel de
la cola es)>Unica iU>. ( lontomo
liso y regular y bordes esplé-
tneos romos, (lenas esplúnicas
I VE). Más dorsal mente pueden
identificarse dos segmentos in
testinales. yeyuno (V) y colon
descendente (C.j t on formación
de sombra acústica distal (EA).
línea media o superándola en pocos centímetros. En ñón izquierdo (el bazo se utiliza en muchas ocasiones
algunos pacientes, la posición del cuerpo y cola del como una ventana acústica para la visualización del
bazo puede variar, en función del eje longitudinal del riñón), y en muchos pacientes no se consigue ubicar
cuerpo, por lo que se debe realizar un barrido en sen esta porción del bazo y el riñón a la misma profundi
tido craneocaudal (abdomen lateral izquierdo). Según dad. En los perros de edad avanzada puede describirse
la experiencia del autor, esta variación anatómica no un bazo de volumen reducido y ecogenicidad similar
debe considerarse patológica, y es una particularidad a la corteza renal sin evidencia de patología.
sin significación clínica. El patrón ecográfico uniforme del bazo sólo se ve in
En algunos pacientes con esplenomegalia, tanto la ca terrumpido por la presencia de los vasos esplénicos
beza como la cola esplénica pueden prolongarse en el (arterias y venas esplénicas). Las estructuras vasculares
aspecto lateral del abdomen (cabeza en el aspecto iz acceden al bazo por su cara visceral (figs. 4.3-4.5). Las
quierdo y cola en el derecho) y relacionarse con la por arterias esplénicas son difíciles de evaluar en ecografía
ción abdominal más dorsal; esto produce una imagen 2D debido a su pequeño diámetro; ellas se originan en
en herradura o caracol, que obliga a depurar la técnica la arteria celíaca y únicamente se visualizan mediante
para la exploración de esta porción situada en el ab la técnica Doppler (fig. 4.6). Las venas esplénicas son
domen más profundo. claramente distinguibles y penetran a través de varios
hilios; todas ellas confluyen en el tronco esplénico
Imagen ecográfica normal que, antes de unirse en el aspecto craneal izquierdo
El patrón ecográfico normal del bazo es caracte de la vena porta, recibe aferencias de la vena gástrica
rístico. Presenta un patrón homogéneo que se define derecha y gastroepiploica. El flujo de la vena esplénica
hiperecoico respecto a la corteza renal y el parénqui- siempre debe tener sentido hepatópeto. La región del
ma hepático. Para comparar la ecogenicidad de las hilio esplénico debe ser explorada con detenimiento
diferentes visceras abdominales, éstas deben situarse para intentar detectar cambios patológicos en los linfo-
a la misma profundidad en el sonograma, para evitar nodos esplénicos, situados en su proximidad. En algu
cambios en la ecogenicidad, producto de la atenua nos pacientes sanos, puede observarse un aumento de
ción progresiva del sonido (la viscera más superficial ecogenicidad perlhiliar que rodea las venas esplénicas
presentará mayor ecogenicidad, que la que se sitúa en y penetra en el parénquima; por lo general este hallaz
planos más profundos debido a la atenuación de las go no se presenta de forma aislada, sino en múltiples
ondas sonoras) (Nyland TG y col, 1985) (figs. 4,1-4.2). vasos esplénicos. Se ha postulado que la naturaleza de
La cabeza esplénica, por su posición más craneal, es estos focos ecogénicos perivasculares que se presentan
fácilmente comparable con la ecogenicidad del hígado como hallazgos accidentales (sin significación clínica)
(en su lóbulo lateral izquierdo). En general, el cuerpo se vincula posiblemente con pequeñas prolongaciones
del bazo suele situarse inmediatamente ventral al ri de la cápsula esplénica o mielolipomas (figs. 4.7-4.8).
Figura 4.2
Imagen ecográfico normal del cuerpo del bazo respecto a la cane
za renal en un perro Schnauzer de I año. Fl parénquima espléni
co normal es hiperecoico ¡especia a la corteza renal. Obsérvese la
porción del cuerpo esplénico; en la parte más próxima! del sono
grama, en la más distal, se obseri’ti parle de la cabeza del bazo.
132 iñtlas_de>ecograffa_cUn|casaMQ¡Tiina(_^n>£e2uenos>animate^ 1
Figura 4.5
■25 O
cm/s
3.5MHz
M3/P2
G58/E2
WF M
Figura 4.6
X Bazo 133
o
Identificación de mielolipomas múltiples en el haza de un Cocker Corle a nivel de la cola esplénica. La cápsula pierde sus caracte
spaniel de II años. Su ubicación junto al recorrido de los irnos rísticas de ecogenicidad cuando el ángulo de insultación no es de
espíenteos y su ecolexlura (homogéneos, ecogénicos, bien defini 90“ finas evidente a la derecha de la imagen).
dos y sin formación de sombra acústica distaI) son indicativos de
esta lesión.
Valoración del volumen del bazo que afectan los bordes esplénicos y el hilio. El bazo, en
condiciones normales, presenta bordes afilados, for
Los signos de esplenomegalia deben ser estudiados mando un ángulo agudo; cuando su volumen aumen
en su conjunto. Los cambios en el volumen del bazo ta, los bordes se vuelven romos, de morfología más re
deben ser observados con detenimiento; según la ex dondeada. El hilio en los pacientes con esplenomegalia
periencia del autor, los signos más fiables de aumento se observa congestivo, con aumento del diámetro de
de volumen de la viscera se relacionan con los cambios los vasos; al mismo tiempo, el crecimiento que expe-
Figura 4.17
Figura 4.15
lliperplasia esplénico debido a hematopoyesis extramedular en
Fsplenomegalia marcada en un Pastor alemán de 11 años. El au un Fox terrier de 7 años con ehrlichiosis. (4.1.6) F.l aumenta del
mento de volumen de los bordes del hilio esplénico produce una volumen esplénico se relaciona con una disminución difusa de
imagen de depresión de éste. Fl parénquima esplénico se observa su ecogenicidad. (4.17) Se observan, linfoadenopatías esplénicas
hipoecoko y de textura gruesa. como un hallazgo asociado.
hallazgos ecográficos secundarios, historia clínica y tar un cambio significativo en el volumen esplénico.
análisis de laboratorio. La realización de punciones Se han descrito múltiples patologías que pueden pro
con aguja fina del parénquima esplénico debe con ducir reacción esplénica: enfermedades inmunoine-
templarse en los pacientes que lo requieran como un diadas (por ej., anemias hemolíticas autoinmunes),
método de diagnóstico complementario. enfermedades infecciosas (por ej., Ehríichia, B abesia),
Aquellos animales que padecen enfermedades que así como estados que cursan con cuadros anémicos
cursan con anemias graves o crónicas pueden presen crónicos (por ej., sangrado digestivo, hemorragias o
7¿.
H
B|
Figura 4. i 8
Linfoma esplénico en una pen a mestiza de 9 anos. Se identifican, Figura 4.20
a la izquierda de la iinagen, un lóbulo hepático (III y a la derecha,
el bazo (B), ambos separados por el fundas del estómago (ti). La l.infoma esplénico en una perra mestiza de 9 años. (-1.191 Se
marcada disminución de la ecogenicidad del hozo puede produ aprecia una disminución marcada de la ecogenicidad difusa del
cir una semejanza entre las tíos visceras; la situación anatómica parénquitna, hipoecoico respecto a la corteza renal. (4.20) La es-
y la valoración del Itilio son fundamentales para su diferencia plenomegalia se evidencia en los bordes de la viscera, los cuales
ción. adquieren un aspecto romo.
K Bozo 137
z:
Linfoma esplénico en un Cocker spaniel de 3 años. La presencia Linfoma esplénico en un gato Común europeo de 13 años. Espleno-
de múltiples y pequeños focos hipoecoicós diseminados confiere mégalia asociada a una disminución pronunciada de la ecogenici
un patrón heterogéneo al parénquima. dad difusa. Diagnóstico obtenido mediante punción con aguja fina.
K 3EUE1
trón multifocal con incremento de la ecogenicidad en ción realizada sobre 101 gatos con lesiones esplénicas,
el que se distinguen focos de calcificación. (Hanson JA y col., 2001) señaló la inespecificidad de
Ante la gran variedad de patrones descritos, la reco los hallazgos ecográficos en dichos pacientes.
pilación de datos clínicos y analíticos imprescindi
ble para establecer el diagnóstico. La ecografía podrá Lesiones esplánicas focales
aportar información valiosa respecto al volumen del
Las lesiones esplénicas focales son un hallazgo
bazo, cambios en su ecogenicidad (focal o difusa), ca
racterísticas de su vascularización mediante el estu frecuente en nuestros pacientes, que se incrementa
dio en modo Doppler, y acerca de los linfonodos es en los perros de mayor edad (y más raramente en los
píenteos y cualquier otra modificación en las diferen gatos). El diagnóstico definitivo debe efectuarse me
tes estructuras abdominales que pudiese relacionarse diante estudio histopatológico de la lesión debido a la
con la enfermedad (fig. 4.36). Los estudios citológicos inespecificidad del patrón ecográfico, el cual no debe
del bazo guiados mediante ecografía aportarán, asi considerarse, a priori patognoinónico de ninguna en
mismo, datos de interés para el clínico. Lina investiga- fermedad.
140
Las lesiones nodulares más frecuentes en el perro
son los focos de hiperplasia nodular benigna. Éstos
pueden presentar un patrón heterogéneo cuando
evolucionan, aunque se describen en su inicio como
lesiones más típicamente ecogénicas; en algunos pa
cientes, la hiperplasia nodular produce sólo un borde
esplénico irregular como hallazgo más relevante. Los
nodulos hiperplásicos pueden adquirir un volumen
considerable, afectar estructuras vasculares y produ
cir focos de necrosis, infartosy, más raramente, absce
sos esplénicos (Hardie EMycol., 1995, Ohlerth Sy col.
2008, Rossi Fy col., 2008) (figs. 4.37-4.41).
Figura 4.35
Figura 4,37
, (,ato Común europeo de 11 años con un foco de hiperplasia no
dular benigna, aislado, hiperecoico, bien delimitado e intrapa
renquimatoso que no deforma la superficie esplénica.
F ig u r a 4 .3 6 Figura 4.38
Paciente poli traumatizado (gato Persa de 4 años) que presenta Nodulo de hiperplasia nodular benigna próximo al hiiio espié-
una esplenomegalia coa disminución de su ecogenicidady pre nica en un perro Cocker spaniel de 9 años. El patrón ecográfico es
sencia de múltiples y pequeños focos ecogénicos diseminados por inespecífico y debe ser contrastado con datos analíticos y clin icos.
todo el parénquitna. P.l estudio histopatológico de la lesión indicó Se deben contemplar su seguimiento ecográfico y la realización de
múltiples focos de necrosis y microinfartos espíemeos. ptmciones/aspiraciones con aguja fina.
\
BAZO
Figura 4.39
'4 2 ¿tla^^cografí^Unica^bdc^innal^e^g^uenQ^animale^ 3
F / g iíin 4.44
Figura 4.45
Figura 4.43
Figura 4.46
Imagen del bazo de un perro (los D 'atura de 11 años que pre
sentaba un cuadro de cnagulopatia acompañado de diarreas he- Pastor alemán de 10 años, con diagnóstico de sarcoma espléni
morrágicas agudas (intoxicación por dictunaroiJ Se observó una co en el que se distingue un nodulo de ecogcnicidad mixta en la
hemorragia subcapsnlur del bazo sin evidencia de otra lesión cabeza del bazo (imagen derecha), hl parénqttima hepático tam
asociada. I-I diagnóstico presuntivo no fue confirmado posterior bién presenta otra lesión nodular bipoecoica que sugiere la exis
mente. tencia de un foco metastásico.
I gran
/jL.
Figura 4.50
Figura 4.48
Yorkshire terrier de 12 años con un nádalo muy voluminoso en el
Nodulo esplénico de 2,6 cm de diámetro y patrón ¡iipoecoico en la bazo: éste posee un patrón homogéneo y compacto y una ecogeni- ]
zona del cuerpo del bazo de un perro mestizo de 12 años. El estu cidad similar al parénquimtt esplénico normal. La esplenectomia
dio histopatológico concluyó t/ue se trataba de una metástasis de y el estudio histopatológico permitieron diagnosticar un sarcoma
un tumor de células apocrmas. histiocítico.
Figura 4.51
Pastor alemán ele 9 años con un osteosarcoma en el cuello riel
fémur. Una revisión posterior confirmó un derrame abdominal
abundante y la presencia de un crecimiento esplénico muy pedi-
cttladoyde patrón mixto eptesugirió la presencia de una neopla
sia secundaria (sin confirmación histopatológica).
Figura 4.54
Figura 4.52
Linfosarcoma esplénico en un Siamés de .9 años. La masa tumo-
Mestizo de 12 años con un nodulo hipoecoico aislado de patrón mi presenta un patrón hipoecoico y homogéneo, con limites bien
hipoecoico con pequeños Jocos de fibrosis/mmemlización que definidos. Su patrón ecogrdfico es muy similar al que se observa
sugiere la existencia de tina neoplasia. Ut citología no permitió en ia figura 4.55. aunque no es característico y. por ello, obliga
confirmar el diagnóstico. confirmar ei diagnóstico histopatológica.
Figura 4.55
Figura 4.56
146 ^tla^d^cografla^tfnic^ahdomina^ej^geguejlo^ajiknal«^
Figura 4.59 Figura 4.61
Trombosis de la vena esplénica en un paciente canino mestizo de Paciente mestizo d e J5 a n o s U em tle ae (a i/ena espletiti atte me
9 años que presentaba un cuadro de coagulación intravascular smra degtmi'i acton aet eliciutemi No sreviclenciatt sign o s asocia
aguda (también presente en ramas portales). La disminución de do s e n el prnem jijJM ia SügpsnvaZjÍP u n in fa n t i esiilPniro.
la ecogenicidad del parénquima podría ser secundaria a un pro
ceso de necrosis o infarto esplénico.
Disi 0.27cm
Mestizo de 8 años, con exploración clínica y hemograma norma Infarto esplénico. Se detectó una porción del bazo con un patrón
les que presentaba opacificación de una de las venas esplénicas en ecográfico atípico, caracterizado por una disminución difusa de
su recorrido intraparenquimatoso (entre cursores); el diagnóstico su ecogenicidad. El estudio histopatológico determinó que se tra
fu e trombosis esplénica aislada. taba de un infarto esplénico.
requiere punción con aguja fina para su diagnóstico. col., 1995). A criterio del autor, los infartos esplénicos
La presencia de pequeñas cantidades de gas dentro presentan un margen claramente definido que los di
de la lesión puede sugerir un absceso esplénico (figs. ferencia del parénquima no afectado. La trombosis
4.57-4.58). de los vasos esplénicos ha sido señalada como una
Los infartos espíemeos se evidencian, a menudo, con causa de infarto esplénico, aunque ésta debe produ
un patrón hipoecoico y, a diferencia de los infartos cir una oclusión total de la luz del vaso y no tener ra
observados en la corteza renal, no suelen producir mas que originen una vascularización colateral (figs.
una irregularidad en la cápsula esplénica ÍHardie y 4.59-4.63).
B ib l io g r a f ía
Culp WT, Drobatz KJ, Glassman MM, Baez 1L, Aronson LR. Feline
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Infarta espida ico en nn Fox temer de 4 anos. Se identificó una
lesion hipoecoica delimitada det resto dei pnréncfuima; el estudw NylandTG, Hager DA. Sonographyoftheliver, gallbladder, and spleen.
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148 ¿tla^^cograff^línlca^hdamnial^n^gegiieflo^níinale^ ]
Equipamiento Al mismo tiempo se deben de considerar otras espe
cificaciones de los equipos de ultrasonidos que pue
Selección de Infrecuencia de la sonda den ser útiles y que se deben tener presentes cuando
se realice una exploración ecográfica del hígado. Entre
La exploración ecográfica del hígado presenta al estas cabe señalar:
gunas particularidades respecto a la de los otros órga
nos abdominales, sobre todo en pacientes de más de -y- La capacidad de dividir la imagen en dos porciones
15-20 kg de peso. Esto se debe a que la profundidad y distintas. De este modo se podrán comparar fácil
el volumen de tejido hepático son superiores a los del mente las ecogenicidades relativas del hígado y del
resto de los órganos abdominales. Por lo tanto, puede bazo.
ser bastante útil y necesario completar la exploración La capacidad de estudiar las imágenes obtenidas
del hígado y obtener una imagen generalizada del ab justo antes de congelar la imagen (vídeo-memo
domen con una sonda de menor frecuencia a la que ria): de este modo, el ecografista no debe preocu
se utiliza en condiciones normales para la evaluación parse de congelar la imagen en el momento par
detallada del resto de los órganos abdominales. ticular donde aparece la estructura que se quiera
Sin embargo, en pacientes de menor tamaño a veces medir, imprimir o guardar. Esta posibilidad puede
es posible emplear una sonda de mayor frecuencia, la ser de gran ayuda, por ejemplo, cuando se quiera
cual nos ofrecerá imágenes hepáticas de mejor cali medir el diámetro del conducto biliar común.
dad. Cuando el paciente está sedado o anestesiado, a -$■ La posibilidad de reducir el ancho de la imagen
menudo se puede usar una sonda de mayor frecuen ecográfica: si la zona a estudiar es de diámetro re
cia, incluso en animales de mayor talla, ya que se pue ducido, se puede utilizar una imagen más estrecha.
de ejercer mayor presión sobre ella, reduciendo así la De este modo, la calidad de la imagen se incremen
distancia que debe recorrer el haz de ultrasonido. ta, ya que se renueva más a menudo. Esta técnica
Si es posible, resultará interesante trabajar con equi puede ser útil a la hora de concentrarse en el estu
pos con sondas multifrecuencia, es decir, aquellas que dio del sistema biliar, de un nodulo hepático o de
permiten variar la frecuencia, sin tener que cambiar una estructura vascular, por ejemplo.
de una sonda a otra. De este modo, se puede comple ❖ La técnica doppler tiende a utilizarse con menos
tar rápidamente el estudio, tanto de la zona más su frecuencia en estudios abdominales que en estu
perficial como de la zona más profunda del parénqui- dios ecocardiográficos. Sin embargo, es importan
ma hepático, con una única sonda. te para el estudio de patologías vasculares, para
identificar estructuras vasculares normales y dife
Selección del tipo de sonda renciarlas de conductos biliares distendidos.
Otro punto particular a considerar para la explora Preparativos
ción del hígado es el tamaño de la huella de contacto
de la sonda con la piel. Se recomienda utilizar tanto Es importante intentar minimizar la cantidad de
una ventana acústica subcostal (caudal al esternón) gas gastrointestinal, particularmente en el estómago
como ventanas acústicas intercostales para un estu y duodeno, para así poder evaluar completamente no
dio completo. Cuando se usan estas ventanas, se de solamente el hígado, sino también el conducto biliar
ben seleccionar sondas convexas con un punto de común, el mesenterio circundante y los linfonodos
contacto del menor tamaño posible, para así intentar regionales (principalmente los hepáticos, gástricos y
minimizar los artefactos de sombra acústica y de con pancreaticoduodenales). Por lo tanto, se recomienda
tacto defectuoso entre la sonda y la piel asociados con que el paciente llegue en ayunas.
las costillas. Por otro lado, se debe describir detalladamente la
Por lo tanto, en aquellos equipos en los que las sondas zona a rasurar. Las dimensiones de la misma depen
de mayor frecuencia (normalmente superiores a 7 u 8 derán de preferencias personales y, particularmente,
MHz) sean lineales, es frecuente que la sombra acús del número y tipo de ventanas acústicas empleadas.
tica de las costillas obligue a iniciar la exploración del El autor utiliza sobre todo una combinación de venta
hígado con sondas de una frecuencia menor, pero que nas acústicas subcostales con el paciente en decúbito
permitan obtener imágenes libres de artefactos. lateral derecho y ventanas intercostales con el pacien-
IT--------------------------- 149
Gráfico 5.1-5.2
Corte transversal del hígado obtenido desde una aproximación subcostal. El transductor se situará inmediatamente
posterior al apéndice xiphoides del esternón, realizando una presión moderada y una angidación craneal realizará la
exploración del parénquima hepático, realizando un barrido anguiando con el transductor en sentido dorsal y ventral.
Se deberá realizar esta maniobra para explorar primeramente la mitad derecha y después la mitad izquierda de la
viscera.
te en decúbito lateral izquierdo. Por lo tanto, el autor nuevo citando preferencias personales, colocaremos
tiende a extender la zona a preparar y pelar en el lado la señal que suele aparecer en la superficie de la son
derecho del paciente para incluir los últimos espacios da hacia la parte craneal y derecha del paciente, res
intercostales en este lado (figs. 5.1-5.2). Se limpiará pectivamente, situando la señal en la imagen ecográ-
entonces la piel y se aplicará gel ecográfico de forma fica que representa esta señal en la sonda en la parte
rutinaria. izquierda de la imagen (figs. 5.6-5.7).
Técnica de exploración
La exploración completa de la zona hepática in
cluye tres áreas: el parénquima hepático, la vesícula
biliar y conductos biliares, el sistema vascular intra-
hepático.
La siguiente descripción se basa en asumir que el pa
ciente está en decúbito lateral, aunque esto, de nue
vo, se basa en preferencias personales.
Parénquima hepático
Punto de inicio: pared abdominal ventral y central,
en la línea media, y justo detrás de la zona más caudal
del esternón (ventana acústica subcostal). Se necesita
de una angulación bastante craneal de la punta de la
sonda para así evaluar el hígado en vez del estómago
y mesenterio circundante (figs. 5.3-5.5).
Desde aquí, y sin desplazar el punto de contacto de la
sonda con la piel, se modificará el ángulo de la son
da. El objetivo es obtener imágenes longitudinales y
transversas de todo el parénquima hepático, minimi
zando de este modo la posibilidad de pasar por alto
una lesión de dimensiones reducidas. Gráfico 5.3
Las imágenes longitudinales se obtienen con la zona Corte sagital del hígado obtenido desde una aproximación sub
craneal hepática a la izquierda de la imagen. Las imá costal, girando 90° el transductor desde la posición descrita en la
imagen 1, se realizará un desplazamiento con el transductor de
genes transversas se obtienen con la zona derecha
derecha a izquierda manteniendo la angulación craneal.
hepática a la Izquierda de la imagen. Para ello, y de
150 ^Ua^d^eco^^h^clfníci^flbdorniria^njie^ueáo^aniniales 1
Ventana intercostal para la visualización del hígado. Tanto la aproximación intercostal derecha como izquierda serán
adecuadas para la exploración hepática, siendo la ventana intercostal derecha más comúnmente utilizada. Posicio-
rumdo al paciente en decúbito lateral se posicionará la sonda en los 3 últimos espacios intercostales obteniéndose
imágenes verticales, se deberá utilizar una aproximación tanto dorsal como ventral para explorar la porción más
dorsal y lateral del hígado.
Gràfico 5.5
Im a g a i k ugittulintd dei ab-
d o m a i craneal ¡irarumi e ia
uqtiienhi de la irrutgen) còte
nàia usando la (sentana icu
tira subeoslal fresa dirigieado
hi ¿astia en d ire nin o mtty cer
netti de intuir tpu’ hi m ano tei
aragrafisln p rò li bramente luca
hi paredabfliimitml centrai. &<’
(aie m odo se ahtiene Itt imtigen
tipica del Ingadn que utiliza-
rernos corno ¡turi tu de angeli
para la explanttinn hcpatha.
I tt M in io de hi sonda tiene que
dirigine mas a nomo* bacia
la zona del hamhrofcolumna
uertebrttl torthioa p a m attener
està im agen tìpica. Nótese Im
linea qae representa h a litui-
res hepdti ts y im del camf&>
pmimona . interfase higda
p ttb uò n {iti. Se fiche internar
¡‘iiìuilizBr està linea en cado
tmiigntjiu, yu gite està indica
tftte se ivi a mtaliitttnki ri limile
mutuai Itepéiiiu. Crosci falci
forme i(ìr li.
Grafico 5.6
Im ag eti Ira n s v a sti, co n hi p a r
le d c m l i a tini p a c i a v e h a c ia la
m iittierda d e Iti im agert a h i riti-
d a itsmndti la re m a n ti a r tis tica
su b co s ta i, i a m / r iffl b iiia r
1-7) i «s la z a n a re d o n d e a d n
a n e m i c a sia m e la a la izip tier
d a de la ¡m agm i, lis n o m in i d e-
l e u a r alg u n u s e r o s iniarn u s usi
con iti un tiru fiictn d e c e fit v z o
a r tis tic o disiti! a ia v e s i a d a t i f i
y la s o n ib r a a c u s tic a ¡a le r a i
(SI) p r o d i ir id a n i su s hordes.
In terfa se del c a m p o p id m o n a r
e Iuguliti (Iti.
Gráfico 5.7
Imagen transversal ableoid a
desde una rem an a acústica
intercostal derecha con el p a
lien re posicicmtldo en tleciihilo
lateral izquierdo y que mtiesrm
la imagen de la vesícula biliar
( 17)1 así com o la imagen d e las
venas hepáticas i MI: pricipa
les en dirección lutria ei hilco
Lhl.
Para completar el estudio del parénquima hepático en el sentido contrario al movimiento de las agujas del
imágenes longitudinales, y sin alterar necesariamente reloj, partiendo del mismo punto donde se habían ob
el punto de contacto de la sonda con la piel, se incidirá tenido las imágenes longitudinales. A partir de ahí, se
ahora hacia las costillas y límites hepáticos laterales. A enfocará primero hacia la zona más craneal del híga
ser posible, se debe intentar obtener una imagen que do y luego hacia la zona más caudal (ñg. 5.9).
demuestre la sombra acústica asociada a las costillas, Dependiendo del tamaño del paciente y del volumen
así como una reducción marcada del volumen hepá del hígado, es posible que el ecografista se deba con
tico incluido en la imagen, para saber que uno se está centrar primero en la mitad craneal y, posteriormente,
acercando a los límites laterales del hígado. Este ejer en la mitad caudal del parénquima hepático al realizar
cicio debe repetirse en ambos lados (elevando y des cortes longitudinales y, del mismo modo, concentrar
cendiendo la posición de la muñeca del ecografista se primero en la mitad derecha y después en la mitad
para evaluar la zona derecha e izquierda del hígado, izquierda del hígado al realizar cortes transversos si no
respectivamente) (fig. 5.8). se consigue incluir todo el hígado en un mismo corte.
Para completar el estudio del parénquima hepático en Es fundamental entender que, aunque desde esta ven
imágenes transversas, se girará la sonda 90 grados en tana acústica subcostal se pueda evaluar un porcen-
G2dB V + 3 f4 fA
GAIN= -12dB
' i - ' ¿
J. ^ -
M l'X -W l'tt
■' - t r *
Figura 5.1
Figttm 5.2
- I e s i/e t e r i w a r y s p e c i a l i s t s
18-M AR-09
imagen que muestra la zona rasurada en el lado derecho det paci 10 A3 11AM
U7______ - 5
ente para luego realizar una ecografía abdominal completa. En el f j l J L ir- 70mm |
caso del estudio del hígado y estructuras asociadas, nótese que la GENERAL
zona a pelar incluye los últimos espacios intercostales y además 62dB - f * 3/4/A
se extiende desde la zona más dorsal del abdomen hasra el límite GAIW^12dB
ventral del mismo, para poder utilizar asi las distintas ventanas
intercostales derechas.
G2d6 - / + 3 / 4 / ,
G AIN =-12dB
Figura 5.8
Figura 5.9
Figura 5.7 Imagen transversa, con la parte derecha del paciente hacia la iz
quierda de la imagen, de la misma perra de las imágenes ante
Imagen que demuestra la señal de la superjicie de la sonda (en el riores. La restada biliar es la zona redondeada anecoica situada
rectángulo rojo) que utilizaremos para orientar las imágenes. Si a la izquierda de la imagen, demostrando los artefactos típicos
la señal representada en la foto 5.6 se sitúa hacia la izquierda de (flechas) asociados con los bordes de su pared redondeada (dos
la imagen, bastará orientar la señal de la superficie de la sonda líneas anecoicas que se extienden distales a la zona externa de su
hacia ¡a cabeza y la parte derecha del paciente, respectivamente, pared debido a una combinación de reflejo y refracción del lutz de
para obtener las imágenes rutinarias longitudinales y transver u Itrason idos) asi como el artefacto de refuerzo acústico dista/ a la
sales ya descritas. zona cent ral de la misma.
154
Usando una ventana intercostal derecha, el punto de longitudinales y transversas (verticales en este caso)
inicio es la zona dorsal derecha del abdomen, alrede de la zona hepática craneal al riñón, pasando luego a
dor de la última costilla en este lado, en un punto que una ventana acústica intercostal derecha de situación
nos permita encontrar el riñón derecho. Nótese que un poco más ventral.
este riñón no se visualiza cuando se utiliza la ventana La ventana acústica intercostal derecha dorsal permi
acústica subcostal y, por lo tanto, toda la zona hepáti te además evaluar fácilmente la zona de la glándula
ca craneal a este riñón derecho (proceso caudado del adrenal derecha, la porción más proximal del duode
lóbulo hepático caudado y su fosa renal correspon no, la parte derecha del páncreas y la zona del hilio
diente) no se ha investigado desde la línea media. hepático incluyendo la bifurcación de la vena porta
Desde este punto de inicio, se obtendrán imágenes en sus porciones intrahepáticas y la entrada de las ve
nas hepáticas en la vena cava caudal. La cantidad de
gas en el estómago y duodeno, así como el grado de
extensión caudal del campo pulmonar determinarán
cuanto parénquima hepático puede evaluarse desde
esta ventana (fig. 5.10).
En nuestra experiencia, se recomienda obtener las
imágenes verticales de estas ventanas con la señal en
la superficie del transductor dirigida hacia la colum
na vertebral. De este modo, todas las imágenes verti
cales obtenidas desde la zona más dorsal abdominal,
ya sea desde el lado derecho o desde el lado izquierdo,
aparecerán en la pantalla siempre del mismo modo:
la zona izquierda de la imagen representará la zona
más dorsal en el paciente en este corte vertical {figs.
5.11-5.12).
Desde aquí, se deslizará la sonda hacia la zona más
Figura 5.10
ventral abdominal. Esta ventana acústica intercostal
derecha ventral (punto 2 de la foto 5.10) nos permitirá
Imagen que muestra la posición de la última costilla derecha.
evaluar la zona lateral derecha hepática, incluyendo
Se pueden obtener imágenes de la estructuras a estudiar ya sea
introduciendo la sonda por debajo de las costillas (tal y como la vesícula biliar y, sobre todo, la zona del cuello de
representa la mano en esta fotografía) o a través de los músculos la misma junto con la porción proximal del conduc
intercostales. Se situará ia sonda en los puntos I y 2 para obtener to biliar común. Aunque esta zona del hígado sí que
imágenes de la ventana intercostal derecha de situación dorsal y
ven trai, respectivamen te. puede evaluarse desde la ventana subcostal, esta ven
tana intercostal derecha ventral puede ser superior a
GEMERAL
62dB - 7 + 3 / d / A
G AIN=-12dB
TÌOM
EW SUPINE "ROTATE/giTffa
Figura 5.16
Imagen vertical (áorsal hacia la izquierda de la imagen) de un
perro Pastor Alemán, obtenida a nivel de la bifurcación intra
hepática tle la vena porta. Bt origen de la rama derecha portal se
Figura 5.14 demuestra claramente (ventral, y por lo tanto un poco hacia la
derecha en la imagen, a la otra estructuro anecoica circular que
Imagen longitudinal de la misma perra de las imágenes anteri representa la vena cava caudal, de situación dorsal en el organis
ores, (craneal es a la izquierda), demostrando un patrón de vas mo, y. por lo tanto, izquierda en la imagen). Esta imagen es típica
cularización hepática normal. Nótese la diferencia en la e' ogeni- y estándar y normalmente se obtiene al desplazar la sonda a un
cidad de las paredes de los vasos (portales, flechas horizontales: espacio intercostal craneal al que nos ofrece la imagen represen
hepálicos, flechas verticales). tada en la foto 5.12).
-ÍES VETERINARY SPECIALISTS
I
18-M AR-09
0 9 ; 26 - 04AM
V7_____ * 4
i-í" * %-n.mVlK 9Qr
A bdomen
GENERAL
LIVER 6 I üe - r * 3 / 4 / m
t t G A lN í-lO d B
t y/
Figura 5.17
imagen ligeramente oblicua obtenida desde la ventana subcostal Imagen longitudinal (craneal hacia la izquierda de la imagen)
en la misma perra Spaniel de imágenes anteriores, demostrando del mismo Pastor Alemán de imágenes anteriores demostrando
el patrón típico en doppler color de los vasos intrahepáticos (en la diferencia en ecogenicidad entre el parénquima hepático y la
este ejemplo: rojo: vena portal; azul: vena hepática). grasa alrededor del ligamento falciforme (flechas).
dirigirá desde la periferia hepática hacia la zona del trado que esta afirmación puede ser incorrecta y que
hilio y la vena cava caudal, alejándose, por lo tanto, de con sondas de frecuencia media alta (8MHz en este
la sonda (fig. 5.17). estudio en particular) el riñón puede ser hiperecogé
Al usar el doppler pulsado, el flujo portal es normal nico al hígado (Ivancic and Mai 2008). El punto ideal
mente de velocidad más homogénea que el hepático/ para comparar estas ecogenicidades es el límite dorsal
vena cava caudal. Ver más detalles en el capítulo del y craneal derecho del abdomen, utilizando una venta
uso del doppler en el abdomen. na intercostal derecha. En animales sedados o anes
tesiados, se puede realizar esta comparación introdu
Estudio ecográfico normal ciendo la sonda entre la pared lateral abdominal del
paciente y la mesa, con el paciente en decúbito lateral
Parénquima hepático derecho, y buscando la zona de la fosa renal del proce
so caudado del lóbulo hepático caudado.
El hígado normal aparece como una estructura La posición y el tamaño del hígado suelen estar re
bastante homogénea (figs. 5.4-5.14), excepto por la lacionados el uno con el otro. Es difícil, sino casi im
presencia de la vesícula biliar y de los vasos intrahepá posible, examinar el tamaño del hígado de un modo
ticos. El hígado normal es de ecogenicidad diferente a totalmente objetivo, aunque se han realizado estudios
la grasa circundante, sobre todo a la grasa acumulada al respecto. Desde un punto de vista práctico, el autor
alrededor del ligamento falciforme (ñg. 5.18), y al me recomienda utilizar un sistema más subjetivo: con la
senterio situado entre el aspecto visceral del hígado y sonda situada justo detrás del esternón (ventana acús
el estómago (fig. 5.3). Sin embargo, se suele aceptar la tica subcostal) pero dirigiéndola perpendicular a la co
comparación rutinaria entre la ecogenicidad relativa lumna vertebral, la imagen longitudinal normal a este
del hígado y del bazo como el mejor método (aunque nivel debería incluir más que nada la zona gástrica,
pueda ser muy subjetivo en algunas ocasiones) para como ya se ha mencionado (fig. 5.3), con una cantidad
determinar si el hígado posee una ecogenicidad nor relativamente pequeña de tejido hepático en la zona
mal. El bazo es normalmente hiperecogénico al híga izquierda de la imagen. La zona caudoventral hepáti
do (figs. 5.19-5.20). ca (situada en la parte dorsal y derecha de la imagen
Se tiende a mencionar también la relación entre las ecográfica) estará más o menos a nivel del estómago
ecogenicidades relativas del hígado y del riñón de o quizás un poco más caudal. Sin embargo, casos con
recho (fig. 5,11). Durante bastante tiempo se aceptó hepatomegalia mostrarán un mayor volumen de tejido
que la zona cortical del riñón derecho tendía a ser hi- hepático extendiéndose más caudal al nivel gástrico en
poecogénica en comparación al hígado. Sin embargo, este tipo de imagen. Como es natural, la conformación
la frecuencia de la sonda puede alterar esta relación. del paciente puede determinar también la cantidad de
También hay estudios más recientes que han demos hígado que detectemos desde esta ventana acústica
62d B - / + 3 / 4 / A 62dB - / + 3 / 4 / A
G A IN = -1 2 d B GAÍN=-12c®
K B'Ilv/;1
t /
Figura 5.19 Figura 5.21
VETERINARY S P E C IA L IS T S
Imagen longitudinal (craneal baria la izquierda) del mismo
1 8 -M A R -05 perro Spaniel anterior. Nótese la Jalsa extensión del parénqttima
r Ci r 1 0 : 4 7 : 14AK
V7 - hepático más allá de los limites craneales abdominales, liste ar
bMaBUsr 7* tefacto de espejo puede Ucear a confusiones y debe reconocerse
ABDOMEN ,
GENERAL tanto en imágenes longitudinales como transversas.
62dB - / * 3 / 1
G A IN = -1 2 d B i
¿a *■»•••••■7
»t
Imagen de una vesícula biliar normal en el mismo perro Spa Imagen de la papila duodenal normal (flechas verticales dirigidas
niel incluido con. anterioridad. Es una imagen longitudinal, hacia arriba) de un gato Siamés de 12 años obtenida usando la
craneal hacia la izquierda, obtenida desde la ventana subcostal ventana acústica intercostal derecha ventral. Dorsal es hacia la iz
y apuntando con la sonda ligeramente hacia la derecha. Nótese quierda de la imagen. Los límites del duodeno proxhnal (en sección
sobre lodo la apariencia de la pared, prácticamente invisible. transversal) se indican con flechas verticales dirigidas hacia abajo.
- íT m m u?,
VP
Figura 5.24 F im ir a 5 .2 5
Imagen del conducto biliar com ún del mismo gato de la imagen Imagen longitudinal lcraneal hacia la derecha) de un Terrier
anterior, usando la misma ventana pero dirigiendo la punta de de II añas con Iinfama mullicéntricu y hepatomegalia. Nótese
la sonda en dirección ligeramente más craneal en el abdomen. el grado de extensión caudal del parénquima hepático (flechas)
Flechas verticales: duodeno próximal. Flechas horizontales: con más allá de la zona gástrica cuando se compara con la imagen
ducto biliar común de2,5mm. VP: vena porta. en la foto 5.3.
no están sedados o si existe mucho gas en el sistema la sonda un poco más ventral. Como siempre, la pre
gastrointestinal. El autor recomienda de nuevo el uso sencia de gas a nivel gástrico y a nivel del duodeno
de ventanas intercostales derechas a la hora de inten próxima! puede dificultar la evaluación de esta zona
tar identificar esta papila. La papila duodenal, si se vi (figs. 5.12,5.14-5.17).
sualiza, aparece como una pequeña zona redondeada
y ecogénica dentro de la pared del duodeno. En gatos Patologías del hígado
mide 2.9-5.5 mm de ancho por 4mm máximo de alto
(Etue et al. 2001) (figs. 5.23-5.24). Lesiones hepáticas difusas
- ' 59dB - / + 3 / 4 / A
GAIN= OdB
59dB - / + 3 / 4 / A
GAIN= OdB
~Cr -■.
«V
WrWMim EHEH3
\
Imágenes longitudinales (craneal hacia la izquierda) de un Bordee Terrier diabético de 9 años. Nótese que el hígado y el bazo presentan la
misma ecogenicidad. Las dos imágenes se obtuvieron con los mismos parámetros para poder comparar las ecogenicidades respectivas de 1
los dos órganos.
59dB - / + 3 / 4 / A 59UB - / + 3 / 4 / A
GAIN--20C1B G AIN=-20dB
• K -
Imágenes longitudinales (craneal liada la derecha de la imagen) ríe ana ¡ierra mestica ríe 11 años demostrando un incremento marcado
ríe ecogenicidad hepática en un caso con diagnóstico histopatológico ríe hepatopatía inducida por esferoides. Nótese asimismo el aspecto
heterogéneo del paréntptima hepático, con nádalos liipoecoicos (flechas) de dimensiones muy variables.
mastocitoma, en ciertos casos y fases de cirrosis (por quizás ver este signo también en algunos casos de ci
la fibrosis que acompaña) y determinados casos de rrosis o linfoma.
hepatitis crónica. Este patrón puede ser muy sutil y la valoración es
En casos de lipidosis y hepatopatía por esferoides se muy subjetiva, por lo que se considera un patrón re
habla de un incremento de la atenuación del haz de lativamente poco práctico y reservado a ecografistas
ultrasonidos a medida que éste atraviesa el parénqui- más experimentados. En estos casos las paredes de los
ma hepático, lo cual conlleva a una caída marcada de vasos portales serán menos obvias que en casos con
la ecogenicidad relativa de la zona distal/profunda hígados completamente normales ecográficamente.
del hígado al compararla con las zonas más superfi Este es otro signo subjetivo pero que también puede
ciales (O’Brien 1998). El artículo cita que es posible ser útil (fotos 5.26-5.29).
.
•
•- : H
| ^ s (|
Imagen clásica ele un quiste hepático incidental en un perro Pas Imagen transversal obtenida desde la linea media mostrando,
tor Alemán de 3 años. Nótese el refuerzo acústico distal (flechas). una lesión hepática focal de hasta 5cm en algunas dimensiones
en un perro cruce de 5 años. Histopatología tras muestra ecoguM
iada: hiperplasia nodular.
02-NOV-C6 >
j 0 2 : 3 5 : 38PM
. ¡*ía
V7
m m it t 60mm
39Hz los quistes. La presencia de muchos quistes de redu
ABDOMEN
GENERAL
cidas dimensiones suele acompañarse de la presen
C ? -
\
59clB - / + 3 / 4 / A
cia de una lesión que aparece más bien hiperecoica
> vV V . y
■ -V
G AIN =-19dB ■ en las zonas periféricas, pero aún mostrando algo
V -
L7 -
de refuerzo acústico distai. Esta apariencia es debi
BEBÉS da al artefacto de reverberancia entre las paredes de
los diversos quistes. La presencia de áreas quísticas
de mayor tamaño dentro de la lesión conlleva nor
malmente la presencia también de un artefacto de
refuerzo acústico pero, en este caso, asociados a una
---------------- —^
lesión principalmente anecoica o con zonas internas
anecoicas de un tamaño ya considerable. En ciertos
casos, los quistes pueden llegar a ser de gran tama
ño. En estos casos, el efecto masa y la destrucción del
Figura 5.33 parénquima hepático circundante serán los que pro
Imagen longitudinal (craneal a la izquierda) mostrando el patrón duzcan el cuadro clínico.
ecográfico de cistadenomas en un gato de fí años. Nótese la carie- La hiperplasia nodular benigna es diagnosticada con
dad de diámetros entre los distintos quistes asi como la presencia mayor frecuencia en la especie canina pudiéndose
de cieno refuerzo acústico distal.
presentar nodulos aislados o múltiples de ecogenici-
dad mixta (fig. 5.34).
Deben incluirse en este apartado la neoplasia tanto
Los cistadenomas son lesiones que afectan con mucha primaria hepática, afectando al tejido hepático o bi
más frecuencia a pacientes felinos de mediana edad o liar, principalmente, como por ejemplo en casos de
geriátricos (fig. 5.33). Son lesiones caracterizadas por carcinomas hepatocelulares o los colangiocarcino-
un acumulo de pequeños quistes que, a medida que mas, pero también pudiendo encontrase casos de
coalescen, van formando quistes de mayor tamaño. linfoma, histiocitoma, mastocitoma, hemangiosarco-
La pared de los mismos es epitelio biliar (Adler and mas, etc., asi como lesiones tumorales metastáticas
Wilson 1995). En realidad no tienen una cápsula sino (insulinoma, carcinoma pancreático, hemangiosar-
que comprimen el parenquima hepático circundante, coma metastàtico entre otros). Un punto clave a re
y, a pesar de su nombre, no contienen bilis (Nyland, calcar en este contexto es el de las lesiones con una
Koblik, andTellyer 1999). apariencia ecogràfica de diana (centro hiperecogéni-
Podemos encontrar diversos patrones ecográficos co con anillo externo hipoecogénico), Estas lesiones
con los cistadenomas, dependiendo del tamaño de nos deben llevar a considerar la posibilidad, sobre
. „ íe s v e t e r in a r y s p e c ia l is t s
17-ÛCT-B6 24-A P R -06
0 2 ' 04 58PM 0 3 :1 7 ! 33PM \
V?_____ - 7 V?_____ - 4 \
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ABDOMEN ABDOMEN
GENERAL GENERAL
59dB - / + 3 / 4 /A 52d8 - / « 3 / 4 / A ;
G AIN- 12dB G A ÎN = -l? d B I
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1 OIST= 8.39cm
2 OIST= 6 09cm ■
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04-MA.R-B8
/ 0 2 : 2 4 . 20PM
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V7 - 5
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ABDOMEN
GENERAL
80mm
59dB - / + 3 /4 /A
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1/ \
V v WOMEN SUPINE "ROTATE/¡¡¡¡Qä m y
Imagen longitudinal de una perra Cárter Spaniel inglés de I) Imagen vertical (dorsal hacia la izquierda) de la zona dorso late
años con un hemangiosarcoma hepático. Aunque una imagen ral derecha del hígado de una perra boyero de Berna de 5 años
de masa de apariencia multiquística como esta puede/tlebe hacer con un patrón difuso de nodulos hipoecoicos pero heterogéneos.
sospechar de este tipo de tumor en animales con clínica e historia Histopatología: histiocitosis, con otras lesiones en bazo y en gan
que acompañe, este patrón no es patognomónico. glios linfáticos.
165
ES VETERINARY SPECIALISTS /ÍES VETERINARY SPECIALISTS
I7 -S E P -0 7 07-FE B-C 8 Ti
11 50-42AM 02 05 49PM
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ABDOMEN ABDOMEN
LIVER GENERAL GENERAL
* 59dB - / * 3 / 4 / A I
59CJB - / + 3 /4 /A
GAIM= -7clB GAIN= -2dB
BMMsm ■ag-MtCT
’'ROTAIE, 232 3
Imagen transversal (derecha del paciente hacia la izquierda) Imagen longitudinal lateralizada de la ¡jarte derecha del hígado
obtenida usando una ventana acústica subcostal en una perra de un IVe.sT Highland White Terrier de 12 años con un absceso»!
Collie de IO años, lista imagen muestra dos lesiones en diana. Ci hepática (flechas verticales). Nótese la sombra acústica (flechas
tología: carcinoma metastàtico. No se pudo determinar la natu horizontales) debida a la presencia de gas. La ruptura reciente
raleza del foco primario. del absceso había provocado una peritonitis. L:l absceso parece
fu e el resultado de una complicación de un cuadro de co-lan -i
giohepatitis.
normalmente de aparatos ecográficos relativamente los lóbulos hepáticos afectados, así como decidir la
nuevos que permitan utilizar unas sondas y un soft relación de la masa con los principales vasos situados
ware específico que trabaje con los medios de contras en la zona del hilio hepático. Aún así, es útil intentar
te (la mayoría de las veces se trabaja rompiendo las definir si la masa es más bien de localización derecha,
microburbujas para crear un efecto ecogénico en las izquierda, craneal, caudal, y sobre todo, la relación
áreas vascularizadas a las que llega el contraste, bus con la zona del hilio hepático, así como la obtención
cando detectar lesiones de un modo más claro ya sea de muestras ecoguiadas.
porque están muy vascularizadas, porque no toman
contraste tan rápidamente como el tejido normal cir
Alteraciones de los conductos biliares y vesícula
cundante o porque reaccionan de un modo diverso al Existen dos hallazgos ecográficos que tienden a
tejido circundante durante el proceso de aclarado del detectarse con cierta frecuencia y cuyo significado clí
contraste). El lector podrá encontrar más información nico debe siempre valorarse cuidadosamente: barro
respecto a la técnica: (Nyman et al. 2004), (O’Brien biliar y la presencia de un conducto biliar común tor
and Holmes 2007) y (Haers and Saunders 2009). Estu tuoso en pacientes felinos.
dios recientes han demostrado que el uso de medios El barro biliar tiende a aparecer como zonas o áreas
de contraste puede ser útil en la clínica diaria (O’Brien muy ecogénicas acumulándose en el aspecto ventral
et al. 2004), (Ivancic, Long, and Seiler 2009), donde de la vesícula biliar, dependiendo de la posición del
la presencia de lesiones hipoecoicas en el momento paciente. En ciertos casos, esta zona ecogénica se aso
del aclarado del contraste del parénquima debe hacer cia con una ligera sombra acústica distal (dificultan
sospechar de un proceso más bien maligno. do la distinción entre sedimento biliar y cálculo). Este
Desde un punto de vista práctico, los conceptos más último, a no ser que esté adherido a la pared, debería
importantes a recalcar son los siguientes: primero, que moverse como un solo núcleo ecogénico, mientras
la ecografía no podrá sustituir un examen histopato- que el barro puede suspenderse y mezclarse con el
lógico. (Casos de quistes y cistadenomas quizás sean resto de la bilis al mover al paciente.
los únicos que pueden diagnosticarse ecográficamen- La identificación ecográfica del barro biliar podrá
te con cierta certeza). Y segundo, que como ya se ha concluirse si se examina la vesícula biliar desde una
mencionado brevemente con anterioridad, en ciertos ventana acústica subcostal transversal con el paciente
casos puede ser difícil decidir sobre la extirpación de en decúbito lateral derecho o una ventana intercostal
una masa hepática basándose únicamente en una derecha ventral con el paciente en decúbito lateral
ecografía. Resultará difícil determinar exactamente izquierdo y con las imágenes orientadas en el modo
Mr»!'.:-"-
wamw/Á
estándar. Ese barro biliar debería acumularse parale
lamente a la mesa de ecografía (fig. 5.41).
La presencia de barro biliar es relativamente común
al realizar ecografías abdominales, y por lo tanto,
7
se debe siempre valorar la relación entre el cuadro
clínico y los hallazgos ecográficos para intentar de
finir si esta lesión puede ser importante en el caso
particular que se está estudiando. Por ejemplo, la Aoomen SUPINE "RQTATE/2SÜ1
c
/ Í E S VSTSWNARy SPECIALISTS /ÍE S VETERINARY SPECIALISTS
16-AUG-07 16-AU G -07 1
04 16:01PM a £ - 0 4 1 7 42PM
V?_____ 41 Hz V7_____ 40Hz
6025m 60*m
, -N.' ' ABDOMEN ABDOMEN
GENERAL GB At GENERAL
59dB - / + 3 / 4 / A 59dB - / + 3 /4 /A
G AIN- -6dB GAIN= -GdB
BEHES
No es infrecuente detectar zonas mineralizadas linea sencia de lesiones focales, que pueden hacer sospe
les intrahepáticas con sombra acústica distal sin estar char de pólipos o masas como los tumores de tejido
directamente relacionadas con la vesícula biliar. Estas muscular. Sin embargo, es importante recordar que
áreas pueden representar cálculos en los conductos el barro biliar a veces puede aparecer como lesiones
biliares o zonas de mineralización en el parénquima focales (bolas biliares) y que, dependiendo de los pa
hepático. Éstas últimas normalmente son poco signi rámetros en el ecógrafo y la analítica de un cálculo,
ficativas si no existe sintomatología asociada, sobre éste puede asociarse con relativamente poca sombra
todo en animales de edad avanzada. Sin embargo, si acústica.
la zona de mineralización no es lineal y no está ob Las lesiones difusas de la pared de la vesícula, normal
viamente asociada a estructuras biliares uno debe mente asociadas a un incremento de su grosor, de
investigar la posibilidad de masas o lesiones crónicas ben hacer sospechar en un edema o colecistitis, con
mineralizadas. o sin colangiohepatitis, si el grosor se incrementa más
Cuando la bilis se gelatiniza (excesiva producción de allá de un milímetro en gatos y 2-3 milímetros en pe
mucina) puede llegar a formarse un mucocele. Cuan rros. La pared puede presentar un patrón multicapa
do el proceso avanza hasta la zona del conducto biliar (hipoecoica en el centro). En procesos inflamatorios
común se puede producir estasis biliar y, en procesos más crónicos la pared puede llegar a mostrar minera
avanzados, ruptura de la vesícula y peritonitis secun lización distrófica y por lo tanto un incremento muy
daria. Los perros de raza Cocker parecen sufrir de este marcado de la ecogenicidad. Como diagnósticos di
proceso con mayor frecuencia que otras razas. Pare ferenciales de un engrosamiento de la pared se citan
ce que el proceso se inicia con una hiperplasia de la también: hiperplasia de la mucosa de la pared o, en
mucosa de la vesícula, pasando luego a un proceso escasas ocasiones como proceso difuso, neoplasia
inflamatorio y la gelatinización de la bilis. A veces el (fig. 5.48).
mucocele crea un foco de infección, complicando el Otro patrón ecográfico a mencionar es el de la pre
cuadro aún más. El patrón típico en ecografía es el de sencia de un halo hipoecoico alrededor de la vesícula
una vesícula biliar de apariencia muy heterogénea y biliar. Los diagnósticos diferenciales a considerar son
que presenta una imagen similar a la de un kiwi cor básicamente dos: edema de la pared de la vesícula
tado transversalmente o patrón de estrella. La mucina (asociado a congestión venosa, hipoproteinemia mar
periférica (hipoecoica) conlleva al acúmuío del barro cada, colecistitis aguda, o en algunos casos, a obstruc
biliar (hiperecoico) en la zona central. Además, y como ción biliar) o la presencia de ascitis abdominal que se
detalle importante, se cita que el contenido biliar no acumula alrededor de la vesícula biliar. A veces puede
se mueve al modificar la posición del paciente (Besso ser difícil determinar si se encuentra ante un patrón
y col. 2000). (Figs. 5.46-5.47) multicapa de la pared, como se ha descrito con ante
Otras posibles lesiones de la vesícula incluyen la pre rioridad, o a la presencia de un halo por acúmulo de
GB 70CÍB - / + 3 / 4 / A -. 70dB - A 3 / 4 / A
. GAIN= 4dB GAIN= AdB
E E & E E E
•
• -
^ _____________
|
imágenes longitudinales y transversales, respectivamente, de la vesícula biliar de una perra American Coeker Spaniel tic 6 años con un
mucoceley peritonitis biliar.
« :
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■MES3 E S »
Im a g en lo n g itu d in a l ( c r a n e a l h a c ia la d e r e c h a d e la im a g e n ) c e n
t r a d a en la z o n a d e la re g icid a b ilia r d e un J a c k R u ssel T errier d e
10 a ñ o s c o n d e r r a m e p le u r a l y a s e á is , d e m o s t r a n d o la p r e se n c ia
d e u n h a l o c a si c o m p le t a m e n t e a n e c o ic o a lr e d e d o r d e la m is m a
d e b id o a l a c u m u lo f o c a l d e líq u id o ascirico. Ul p a c ie n t e e s t a b a
s ie n d o tr a ta d o con in m u n a su p re sió n p o r u n a a n e m ia h e m o lít ic a
a u t o im n u n e r u á n d o s e p r o d u je r o n lo s d er ra m e s.
VETERINARY SPECIALISTS
737 SOSCO NADEN 16-AU G-87 '
C4 ¡3 17P K
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rM ■ : 6 Q.r.n
ABCOHEN
GENERAL
59 q B - / + 3 / 4 / A
GAIN= -6tíB
Figura 5.52 ^
Im a g en d e l c o n d u c t o b ilia r c o m ú n d e l m is m o g a l o d e la s fo t o s
5.4 4 y 5 .45 (c á lc u lo s) d e m o s t r a n d o la p r e s e n c ia d e u n a o b s t r u c
c ió n b ilia r e .u r a h e p á tic a p o r un ed íc u lo b iliar. X ó rese e l e n g r a Normalmente se habla de lesiones intraluminales,
s a m ie n to d e la p a r e d d e l c o n d u cto , la c u a l n o r m a lm e n te n o se
murales o extramurales a la hora de intentar descri
id e n tific a etn ográficam en te. D u ra n te la ciru g ía e l c o n d u c to b ilia r
d e m o s t r ó u n d iá m e t r o d e un cen tím etro . bir a grandes rasgos los tipos generales de patologías
que pueden asociarse con estasis biliar extrahepática.
La presencia de barro biliar (ecogénico o anecoico) o
estudio de pacientes felinos con obstrucción biliar de cálculos biliares a nivel del conducto biliar serían
extrahepática se encontró que el hallazgo de un con ejemplos de lesiones del primer tipo; la presencia de
ducto biliar común de más de 5 mm de diámetro es masas o pólipos serían ejemplos del segundo grupo,
un hallazgo útil para llegar a este diagnóstico usando mientras que cualquier tipo de lesión o masa regio
el ecógrafo (Leveille, Biller, and Shiroma 1996] (figs. nal que pueda comprimir el conducto biliar común
5.50- 5.52). entrarían dentro del tercer grupo, por ejemplo masas
S9dB - / + 3 / 4 / A 59dB - / + 3 1 4 /
G A IN = - lld B G A IW =-l l d B
Figura 5,53
, t $ VETERINARY SPECIALISTS
1S-MAR-09
03 5 2 11PM
V7 - '
ABDOMEN
GENERAL
Im á g en es d e u n a g a t a c o m ú n e u r o p e a d e 13 a ñ o s co n con g estió n
6 2 ® - /+ 3 /4 /A
h e p á t ic a s e c e m y a s c itis s e c u n d a r ia a u n a c a r d io m io p a t ia arrit- GA.IN+ IScfS
m o g é n ic a d e! v en tríc u lo d e r e c h o . 5.53: c o n g estió n d e la s v en a s h e
p á t ic a s a n iv el d e l h ilio h e p á tic o : v e n ta n a s u b c o s ta l tran sversal.
5.5 4 m a r c a d a c o n g es tió n d e u n a v en a h e p á t ic a c u a n d o s e c o m
p a r a co n u n a v en a p o r t a l in tr a h e p á tic a ; v en ta n a s u b c o s ta l lo n g i
tu d in a l. 5 .5 5 m a r c a d a co n g es tió n d e la v en a c a v a c a u d a l c u a n d o
se co m p ara con e l d iá m e t r o re la tiv o d e la v en a p o r ta a l m is m o
nivel, ju s t o c a u d a l a l h ilio h e p á tic o ; v e n ta n a a c ú s tic a in te rco s ta l
d e r e c h a d o r sa l.
Figura 5.55
3ED
nerales de alteraciones, un poco más frecuentes, que pulsado). Se espera por lo tanto también un patrón
deben reconocerse: por un lado, las comunicaciones en mosaico o irregular al utilizar la técnica de doppler
arterioportales, y por otro lado, las comunicaciones color y por último, si el incremento de flujo al sistema
portosistémicas. portal conlleva a una hipertensión portal constante y
Comunicaciones arterioportales son un tipo particular significativa, se puede detectar ascitis y la presencia
de comunicación arteriovenosa (comunicación entre de múltiples comunicaciones portosistémicas adqui
una arteria y una vena) donde el vaso(s) anómalo une ridas extrahepáticas (figs. 5.56-5.58).
el sistema arterial hepático con el sistema portal (en Comunicaciones portosistémicas intrahepáticas: en
vez del sistema venoso hepático). Este proceso nor este caso, en comparación con el apartado anterior,
malmente afecta a un único lóbulo hepático, lo cual la comunicación anómala se produce entre el siste
' permite intentar a veces un tratamiento (dependien ma venoso portal y el sistema venoso hepático. Como
do de las condiciones del paciente) quirúrgico donde regla general, estas comunicaciones son congénitas,
se extirpa el lóbulo que contiene los vasos anómalos. más típicas en animales de razas de mayor tamaño (en
El diagnóstico ecográfico de las comunicaciones arte el caso de perros), afectando normalmente a un solo
rioportales se basa en la identificación de estructuras vaso portal y a uno solo hepático. En ciertas ocasiones,
vasculares intrahepáticas de un diámetro (a veces in sin embargo, pueden verse casos de comunicaciones
crementado de un modo severo) y distribución anó portosistémicas intrahepáticas múltiples o complejas
malos, junto con la pulsatilidad de los vasos (tanto en (dos o tres asas/giros o comunicaciones muy largas).
imágenes en gama de grises como al utilizar doppler El cuadro clínico no será distinto de aquel de los pa-
62dB - / + 3 /4 /A 62d B - / + 3 / 4 A
GAIN= - 7 e)B G AIN » -7 d B
F ístu la a r te r io p o r tn l en u n a p e n a S ita r P ei d e 8 m es es d e ed a d .
D as im á g e n e s tra n s v er sa le s v er tica les (d o r s a l a la iz q u ie r d a ) o b
t e n id a s u s a n d o u n a v e n ta n a a c ú s tic a in te r c o s ta l d e r e c h a d o r s a l
¡ja r a d e m o s t r a r la p r e s e n c ia d e un v a s o a n ó m a l o d e g ra n d i á m e
tro d e n t r o d e l ló b u l o h e p á t ic o c a u d a d o . E ste v aso s e d ir ig ía h a c ia
la p e r ife r ia d e ! ló b u lo y s e p u d o ver d u r a n t e la c ir u g ía (5.58). l.a
d isten s ió n d e o t r o s v a so s in tr a lo h u la r e s s e d e m o s t r ó g e o g r á fic a
m e n t e (5.56) y s e id e n tific ó t a m b ié n d u r a n t e la c in ig ia . E l f l u j o
a n ó m a l o d e l v a s o s e ¡¡o d ia t a m b ié n v er a tra v és d e la p a r e d d e l
m is in o d u r a n t e la in te rv e n c ió n . L as z o n a s a n e c o ic a s s it u a d a s
a lr e d e d o r d e l v a s o p r in c ip a l se c o r r e s p o n d ía n a v a s o s d ila t a d o s
c o m o c o n s e c u e n c ia d e la h ip e r te n s ió n p o r ta l. E stos vasos t a m
b ié n sv v en e n la J o t o 5.58. E xiste a scitis. S e d e le c t a r o n a s im is m o
la p r e s e n c ia d e c o m u n ic a c io n e s p o r to s is t é m ic a s a d q u ir id a s y
u n a v en a g a n a d a / d i l a t a d a c o m o c o n s e c u e n c ia d e h ip e r te n s ió n
p o r ta !.
Figura 5.58
172 ^hjsdf^^^j^^fc^^^^aTenjieaueflosanimdles
1
cientes con comunicaciones portosistémicas congé- intervención quirúrgica es probable que la segunda
nitas extrahepáticas, pero el diagnóstico ecográfico clasificación sea más útil.
varía ligeramente. Las alteraciones ecográficas típicas La combinación de una disminución marcada del
de pacientes con comunicaciones portosistémicas volumen hepático y de la presencia de gas en el es
congénitas (microhepatopatía, renomegalia, cálculos tómago suele dificultar en gran medida la evaluación
urinarios), también se ven aquí (pero en gatos es me del hígado desde la ventana acústica subcostal en es
nos frecuente la renomegalia y la microhepatopatía es tos casos. Por lo tanto, se recomienda el uso de una
quizás menos severa). combinación de ventanas, dependiendo del tipo de
El diagnóstico se basa en la identificación del vaso paciente y el grado de presencia de gas. En ciertos ca
anómalo. Normalmente, la comunicación se describe sos, el vaso anómalo se sitúa tan craneal dentro del
como derecha o izquierda según si el vaso portal de abdomen que únicamente se puede visualizar cuando
origen es la rama portal principal derecha o izquier el animal espira, minimizando el efecto de la sombra
da, respectivamente. Otros autores han descrito las acústica asociada con el aire pulmonar. En algunos de
comunicaciones intrahepáticas como centrales, o de estos casos, es recomendable evaluar la zona hepática
división derecha o izquierda. Esta última clasifica más craneal con el paciente de pie para poder visuali
ción se basa más principalmente en la morfología del zar el vaso anómalo.
vaso comunicante si éste se observa con el paciente Las comunicaciones intrahepáticas de división izquier
en decúbito dorsal, en vez de únicamente en el vaso da se corresponden normalmente a la comunicación
de origen. Para el diagnóstico ecográfico y la posterior que existe durante el período fetal (conducto venoso
9
CR TO CO • GENERAL
y 59dB - 7 + 3 / 4 / A
G AIN- -3dB
y
m am
¡ w
;
i
BOOM
EN B/l
é
"ROTATE/ltiCTá
Figura 5.59
¿1es v e t e r in a r y s p e c ia l is t s
02-D E C -00
0 1 : 4 6 : 19PM
VT_____ 40Hz m
aaffiE '60mm
ABDOMEN
GENERAL
59dB - / * 3 / : 4 / A
GAIN= -4dB
Figura 4.61 ^
E Hígado 173
persistente). La comunicación crea un cierto arco que Haers H, Saunders JH. Review of clinical characteristics and appli
discurre desde la línea media hacia la izquierda para cations of contrast-enhanced ultrasonography ill dogs. Jour
nal of the American Veterinary Medical Association. 2009. 234
luego volver a una posición central. Este es el tipo más (4):46G-470.
frecuente de comunicación portosistémica intrahepá-
tica. Las comunicaciones de división central normal Hittmair KM, Vielgrader HD, Loupal G. Ultrasonographic evalua
tion of gallbladder wall thickness in cats. Vet Radiol Ultrasound,
mente conllevan la apertura de la vena porta casi direc
2001.42 (2): 149-155.
tamente en la vena cava caudal, formando una especie
de ampolla en el momento en que se unen. Las comu tvancic M, Long F, Seiler GS. Contrast harmonic ultrasonography of
nicaciones de división derecha normalmente forman splenic masses and associated liver nodules in dogs, lournal of
the American Veterinary Medical Association, 2009. 234 (I):88-
un arco que se dirige hacia la derecha del paciente. Su 94.
morfología es quizás ligeramente más variable que la
del conducto venoso persistente (figs. 5.59-5.61). Ivancic M, Mai W. Qualitative and quantitative comparison of renal
vs. hepatic ultrasonographic intensity in healthy dogs. Vet Ra
Independientemente del tipo o morfología del vaso
diol Ultrasound, 2008.49 (4):368-373.
anómalo, estas comunicaciones suelen ser de un ta
maño más bien considerable. El uso de las técnicas do LeveilleR, Biller DS, Shiroma JT, Sonographic evaluation ofthe com
ppler puede ser útil en estos casos, aunque quizás no mon bile duct in cats. ] Vet Intern Med, 1996.10 (5):296-299.
será fundamental. Sea como sea, es improbable que el McAloose D y col. Polycystic kidney and liver disease in two related
uso del doppler sustituya a la identificación del vaso West Highland White Terrier litters. Vet Pathol, 1998. 35 (1):77-
anómalo. Con doppler pulsado se espera ver un cam 81.
bio en el patrón normal de una vena hepática o la vena NylandTG y col. Hepatic ultrasonographic and pathologic findings
porta. En ciertos casos, la velocidad en el vaso comuni in dogs with canine superficial necrolytlc dermatitis. Vet Radiol
cante es bastante elevada, a diferencia de lo que ocurre Ultrasound, 1996. 36 (3}:2Q0-205.
con las comunicaciones portosistémicas extrahepáti NylandTG, Gillett NA. Sonographic evaluation of experimental bile
cas donde existe una mayor resistencia a la llegada de duct ligation in the dog. Veterinary Radiology and Ultrasound,
sangre hacia el hígado en la zona craneal al punto de 1982. 23 (6):252-260.
origen del vaso anómalo. Tanto con doppler pulsado Nyland TG, Koblik PD, Tellyer SE. Ultrasonographic evaluation of
como con doppler color se puede intentar determinar biliary cystadenomas in cats. Vet Radiol Ultrasound, 1999. 40
que el flujo sanguíneo dentro del vaso anómalo no pre (31:300-306.
senta las características de pulsatilidad que se esperan
Nyman HT y col. A review of the sonographic assessment of tumor
en casos de una comunicación arterioportal. metastases in liver and superficial lymph nodes. Vet Radiol Ul
trasound, 2004. 45 (51:438-448.
Etue SM y col. Ultrasonography of the normal feline pancreas and Wu )X, Carlisle CH. Ultrasonographic examination of the canine li
associaled anatomic landmarks: a prospective study of 20 cats. ver based on recognition of hepatic and portal veins. Vet Radiol
Vet Radiol Ultrasound, 2001. 42 (41:330-336. Ultrasound, 1995.36 (31:234-239.
Gráfico 6.1
El recorrido completo del colon se realizará obteniendo múltiples
cortes transversales del colon descendente, transverso y ascendente Gráfico 6.2
hasta alcanzar el ciego y la válvula íleo-cecal.
Localizando el colon descendente dorsal a la vejiga se realiza en La exploración completa del duodeno debe de iniciarse a nivel del
sentido craneal un barrido de este, que generalmente se desplaza píloro, en abdomen craneal derecho, en un corte en eje largo del
hacia el abdomen lateral izquierdo, en la angulación esplénica del paciente y desplazando el transductor en sentido lateral derecho
colon se gira 90" el transductor para continuar con el colon trans podrá observarse la transición del píloro a duodeno proximal, gi
verso, que más com únmente se situará caudal a la curvatura m a rando el transductor y realizando un corte transversal del duode
yor del estómago, se completará el examen girando el transductor no descendente se realizará un seguimiento de este segmento en
de nuevo en abdomen craneal derecho para descender por el colon sentido caudal a nivel del abdomen lateral derecho del paciente
descendente hasta alcanzar la válvula íleo-cecal. hasta su angulación cauda!.
176 ¿lla^e>ecografía>clhiíc^abd^mina^i^£e2ue(los_animaLes¡ 1
ascendente {duodeno ascendente) que en sentido co una posición más centrada, el píloro se encuentra
oblicuo llega al abdomen craneal derecho para con situado en abdomen craneal en la proximidad de la
tinuarse con el yeyuno. líneamedia (Newell SM ycol. 1999).
El estómago del perro se explorará situando el fundus Aunque el protocolo de exploración se inicia con el
gástrico en el abdomen craneal izquierdo, inmedia paciente en decúbito dorsal, se debe señalar que la
tamente caudal al hígado, se comienza el estudio con variación en la posición del paciente y su estudio en
el paciente en decúbito dorsal abordándolo desde el decúbito lateral derecho e izquierdo con un aborda
aspecto lateral izquierdo (en algunos casos utilizando je a través de mesas con hendidura o el estudio con
la cabeza esplénica como ventana acústica), en múl el paciente en estación (o en decúbito esternal con
tiples ocasiones el fundus gástrico presenta fluidos en mesa con hendidura) resulta adecuado y convenien
su interior con un patrón característico. El antro piló- te en este tipo de estudios. Están especialmente in
rico en el perro recorre desde el abdomen craneal me dicados para valorar el contenido del estómago y de
dio hacia la derecha donde se continúa con el píloro toda la pared gástrica (al poder desplazar los acúmu
(Agut A y col. 1996) (Choi M. y col. 2002). En aquellos los de gas que puedan existir en su luz), la valoración
pacientes que permiten una manipulación correcta del duodeno proximal y píloro a menudo también
del abdomen craneal y presenten escaso contenido requieren un abordaje intercostal derecho con el pa
en estómago puede visualizarse el hiato del diafrag ciente en decúbito lateral. Lina aproximación lateral
ma con la porción más distal del esófago y el cardias, izquierda, con el paciente posicionado en decúbito
situándose ventralmente al paso de la aorta por el lateral izquierdo permitirá la evaluación más correc
hiato diafragmático. ta del fundus gástrico al desplazar el gas a porciones
En el gato la principal diferencia anatómica se refie menos declives (antro pilórico), por el contrario, el
re a la posición del estómago, el fundus del estómago decúbito lateral derecho y abordaje por el flanco de
presenta una posición más oblicua y el antro pilóri- recho permitirá, en ocasiones, una mejor valoración
del antro pilórico, píloro y duodeno proximal (Brink
man, E.y col. 2007)
I Ecografía digestida 3 Ü
Gràfico fi ti
U isposkión cii capta itrl mbo
cligettii’rj. Corte loiigitudina!
f ìlli d t l/ k I t l i i l ilm iC M Ild i’ IUC.
hsiriteluriición ni coprii p o
micimi: ¿¿rosa lltipcrcatiial,
inusailar (hipoecoìau, sub
mucoso (ìtipcm oiai). mucosa
lltiftorcoletti c barrirne tir hi
mucoso y «! cwitmìdo digesti
vo ihipvrecoicai.
Gràfico fi b
Disposteioti cu copi is tic! tubo
/¡¡gestivo, <'urte limi.arasti! dei
ti notimi) iiescen drntc (i) PI
v colon usi rudenti ■ .■l.Jpfi
sèivtvf la mismti disposinoli
m t tiptis ijuc et: imagi n V HI
colon uscm dm ie presenta una
stìntimi acùstica distili debbio
u la presentiti de gas ni su iitz.
i n lima inoii mitico duodcnal
Vpii' se identifica cn ci aspcc-
to dormi del duodeno.
Grafico fi e
i urie longitudimii di <cgnieu-
de ytyttftv ( Y . Se utiliza iti
cola del buso iB conio ¡•emana
aaisriOt. Pispnsicion ni ctipas
airaciertsiica.
Gràfico 6 d
Corte transversal del mismo
segnumUt intestiititi ri "1. l a
cola chi bazo B \c siuiti eu e!
aspecto ventral. Se observa en
Iti imagen tot corti transversal
del ilei ni th coti un grosor de
pared menor t/ite el yeyuno.
Grafico 6 e
Imagen ecografia! dei cuerpo
de estómago (li), colon trans
verso (() tri y yeyuno . l ’J. ( urie
en eje longitudinal del p a
ciente situando el transducror
sobre la linea media en a b
domen craneal. Obsérvese in
característica de las capas en
cada segmento digestivo. La
capa muscular del estomago
se presenta como una capa
consisteum ■en yeyuno, par el
contrario, la capa mas eviden
te lo constituye la mucosa. Ln
el i-olmi todas las capas son de
un grosor reducido.
Orrìfico fi f
( ¡reifico fi h
mera porción del duodeno presenta una capa mucosa invaginación) (figs. 6.6-6,9). En el colon las capas son
fina, de grosor similar a la capa muscular en su reco más difícilmente identificables debido a que la disten
rrido proximal puede observarse como la mucosa ad sión de la luz (generalmente con presencia de heces)
quiere progresivamente su grosor máximo. La papila produce la elongación de la pared y por lo tanto la
duodenal no es visible en muchos pacientes, cuando disminución de su grosor, la capa mucosa se hace tan
esta se observa, se localiza en la primera porción del fina como el resto de las capas (fig. 6.10), únicamente
duodeno (aproximadamente a unos 2 cm del píloro) cuando el colon se observe sin contenido pueden ob
abordando al duodeno en su aspecto dorso medial, servarse su ecoanatomía característica.
con una pequeña papila que interrumpe la capa sero Dentro de la luz digestiva se definen diferentes con
sa introduciéndose en la capa mucosa. En el intestino tenidos, producirán una imagen ecográfica particular
delgado se diferencian más claramente todas las capas y deben ser identificados para realizar una correcta
siendo la más evidente, por su grosor, la capa mucosa, evaluación del tubo digestivo. Patrón líquido: que eco-
el tramo intestinal que presenta un mayor grosor es el gráficamente se presenta característicamente anecoi-
duodeno descendente. La válvula íleo cecal se observa co; el líquido contenido en el tubo digestivo presen
claramente definida como una unión lateroterminal ta partículas en suspensión y pequeñas burbujas de
de íleon distal y colon ascendente (imagen de seudo- gas por lo que puede observarse con pequeños ecos
Figura 6.4
togralíjnjújestiua^l^l
Figura 6.5 Figura 6.7
Estudio del estómago normal. Detalle del esfínter pilórico. A la Estudio del duodeno normal. Corte transversal del duodeno (asa
izquierda de la imagen (lateral derecho del paciente) se sitúa el de mayor volumen). Lateralmente se evidencia el lóbulo derecho
duodeno pmximal. Se visualiza el conducto biliar común en la del páncreas y la vena pancreático duodenal (entre ambas estruc
porción mas distal a este como un pequeño conducto a ñecoico, turas).
próximo a la papila duodenal.
E S C ^Ua^^^ecn^raff^cLfrúca^a^bdorTiina^n^gegijenosl^afiimales I
Figura 6.8 Figura 6.9
Estudio de la válvula ileocecal normal en un gato. Inserción lateroterminal de la última porción del íleon (a la derecha de la imagen) en el
colon ascendente. (6.08) aproximación del íleon al colon ascendente y (6.09) inclusión del íleon en la porción del colon donde se visualiza
la válvula ileocecal.
Figura 6.10
Estudio del colon descendente normal. Corte transversal del colon Figura 6.11
distendido con presencia de heces form adas en su luz que pro
ducen sombra acústica. La pared presenta estructura en capas Patrones digestivos: patrón líqiddo. Acumulo de líquido en Jun-
aunque su menor grosor hace más difícil su diferenciación. dus gástrico en un paciente con gastritis (hipersecreción).
Figura 6.14
Figura 6.15
Figura 6.13
Patrones digestivos: patrón gas: Fstómago distendido con presen
Patrones digestivos: patrón mucoso. Cuerpo de estómago disren cia de gas que se sitúa en la porción proximal al transductor (me
dido con presencia de contenido alimenticio (quima). Se observa nos declive) produciendo una interfase ecogénica con formación
la presencia de una contracción peristáltica. de sombra acústica distai.
184 [^tlasde^^^^^^^^^^^^j^e2uenDSjanlmales 1
! * * i Figura 6.18
• /■
Patrones digestivos: alimento. Distensión de estómago con pre
sencia de alimento (pienso estrusionado triturado), se observa
Figura 6.16
una atenuación progresiva del sonido con formación de sombra
Patrones digestivos, patrón gas y mucoso. Intestino delgado con acústica distal.
presencia de material de patrón mucoso (quilo) y gas (izquierda
de la imagen) con sombra acústica definida.
Figura 6.17
Patrones digestivos: patrón heces. Imagen ecogràfica normal del
colon descendente distendido con presencia de heces form adas en
su luz, sedefine una interfase ecogénica con formación de sombra
acústica.
C «
EcograffajJigestjua 185
Figura 6.22
Patrones digestivos: alimento. Paciente con ingesta voraz. Se oh
! servan unas estructuras bien definidas, de patrón hipoecoico. tras
la anamnesis se constató que el propietario premiaba a su perro
\ 1 con trozos d e zanahoria que el paciente ingería práctica mente sitt !
masticar.
Figura 6.20
186 ¿Ua^^cogMfifa^lInlc^abdomJna^njegueno^anlmale^ 1
Figura 6.24
Ecografra digestiva
Gastritis linfoplasmocitaria. i.a lesión crónica déla pared gástrica
no permite la diferenciación de las diferentes capas del estomago.
El engrasamiento marcado de la pared (12 mm) y su pérdida de
estructura puede producir una imagen que también sugiera la
presencia ele un proceso neoplasia, únicamente diferenáable
mediante biopsia g astria y estudio anatomopatológico.
Figura 6.26
Gastritis crónica. Perro con vómitos alimenticios. Aumento del
grosor de la pared gástrica, no se definen claramente las diferen
tes capas de la pared del estómago, hallazgo más habitual en los y de edad media a avanzada (de 3 a 15 años, 8,8 en
procesos de presentación crónica. promedio). Las razas más afectadas son Lhasa Apso,
Shih Tzu, Maltés, Yorkshire (razas tipo terrier) y razas
poodle miniatura. En menor proporción se presentan
el Chihuahua, Corgi, Bulldog inglés y mestizos. Apa
rentemente no existe predisposición entre machos
y hembras. El signo clínico más común es el vómito
intermitente pocas horas después de haber comido.
Este vómito raras veces contiene bilis. Los perros
afectados presentan pérdida de peso y distensión ab
dominal que pueden ser aparentes en el examen físi
co. También puede observarse polidipsia, depresión
letárgica, anorexia y dolor abdominal. En general no
se reportan anormalidades físicas o hallazgos de labo
ratorio consistentes. Cuando el examen clínico, prue
bas de laboratorio y técnicas de apoyo complementa
Figura 6.27 rias descartan cualquier posible causa del vómito, se
Gastritis crónica. Paciente de 2 años con historia de vómitos re establece una sospecha de GPHC por la consistencia
currentes y adelgazamiento progresivo. La biopsia en doscopia de la historia clínica. El diagnóstico definitivo de la
confirmó una gastropatia hipertrófica crónica eosinofilia. GPHC puede requerir biopsia del estomago, especí
ficamente de la región pilórica. Histológicamente, la
GPHC se clasifica de acuerdo a la distribución de la
conocible (figs. 6.27-6.28). En las gastropatías urémicas lesión en: Grado 1: Engrosamiento de la capa muscu
asociadas a fallo renal, la mineralización de la mucosa lar que contiene haces de fibras musculares hipertro
fiadas (fig. 6.34). Grado 2: Hiperplasia de la mucosa
gástrica produce una interfase mucosa marcadamen
y de la muscular. Grado 3: Hiperplasia de la mucosa
te ecogénica que incluso llega a producir atenuación
con hiperplasia glandular y foveolar, dilatación quís-
posterior (figs. 6.29-6.30). Las lesiones inflamatorias
tica glandular y varios grados de inflamación de la
de la pared gástrica pueden ser generalizadas o afectar mucosa y submucosa (figs. 6.32-6.33) (Walter, M. C.
a una porción concreta del estómago y muy frecuente y col. 1985). El estudio ecográfico de las diferentes
mente se asocia a lesiones de la misma naturaleza en capas de la región pilórica presenta una correlación
intestino delgado Figs. (31-31 bis). con su disposición histológica (mucosa, submuco
La gastropatía pilórica hipertrófica crónica se pre sa, muscular y serosa). Esto permitirá una valoración
senta comúnmente en perros pequeños, de pura raza ecográfica precisa que puede aproximarse a la altera-
Gastropoda hipertrófica del fundus gástrico. Perro Pekinés de ¡4 años. Paciente con vómitos crónicos. Se evidencia un engrasamiento evi
dente que afecta principalmente a la región del fundus del estómago. La presencia de unos pliegues prominentes caracteriza esta lesión
(6.31). Gastritis linfoplasmocitaria. Revisión de un gato con diagnóstico de gastritis Unfoplasmacitaria. El grosor de la pared y la péniida de
la estructura en lesiones cronificadas puede ser similar a los hallazgos ecográficos evidenciados en algunas neoplasias gástricas, (6.31 bis).
Gastropatía hipertrófica pi¡úrica crónica grado III. Pacten te de 7 meses de edad de raza Bull Dog Francés con historia devómitos frecuen tes
de alimento no digerido y distensión abdominal. Se observan a nivel de antro pilórico la presencia de irnos crecimientos de la pared que
producen una estenosis del canal del píloro que corresponden a alteraciones hiperplásicas de la mucosa del antro pilórico. (6.32) Corte
transversal deI antro pilórico. (6.33) Corte longitudinal a nivel del antro y píloro.
D is i 2 .5 7 c m
Figura 6.35 1 — :
Cuerpo extraño gástrico (pelota de silicona). La composición del
cuerpo extraño permite su definición y contraste con el resto del
contenido del estómago,
Figura 6.39
Figura 6.36
rentes patrones ecográficos dependiendo de su natu
Cuerpo extraño rígido (rama de árbol). Se observa superficie li raleza y localización {figs. 6.38-6.39), los signos eco-
neal ecogénica (¡ue atraviesa longitudinalmente el estómago
definida como una interfase ecogénica.
gráficos asociados son fundamentales (linfoadeno-
patías, metástasis peritoneal) en el estudio aunque la
clasificación histológica de la lesión es necesaria para
el diagnóstico de la patología. Los tumores intralumi-
nales situados en la zona del antro pilórico pueden
producir un deficiente vaciado gástrico que se asocia a
una dilatación del cuerpo del estómago con acúmulo
de contenido en su luz. Los tumores en el antro piló-
rico se identifican con más facilidad que los situados
en el fundus. La preparación adecuada del paciente,
el estudio en los diferentes abordajes descritos (con el
paciente en decúbito lateral y estación) resultarán im
prescindibles para poder obtener imágenes adecua
Figura 6.37 das en este tipo de lesiones (Pennick D y col. 1998).
Los leiomiomas se describen más frecuentemente en
Cuerpo extraño gástrico. La sombra acústica producida por la su
perros de edad avanzada, suelen presentarse como
perficie ecogénica corresponde a un calcetín.
lesiones localizadas que desplazan la serosa hipereco-
Leiomioma gástrico localizado en fundas gástrico. Paciente mes- Linfoma gástrico en un perro mestizo de 13 años, lil engrasamien
fizo de 15 años asintomático. Se absenta masa hipoecoica bien to evidente de la pared gástrica con la pérdida de la ecoarquitec-
delimitada en la pared dorsal del estómago. turay un patrón hipoecoico y homogéneo es la presentación más
típica del linfoma gástrico.
Figura 6.41
Figura 6.43
Leiomioma gástrico en antro pilórico. Perro Mestizo de 13 años
sin presencia de síntomas digestiros. Se observa una pequeña Linfoma gástrico en antro pilórico. Cato Persa ríe II años. Pre
masa de patrón hipoecoico que se asocia a la capa muscular del sencia de masa hipoecoica bien definida que produce desplaza
estómago con crecimiento extraluminai. miento de la interjase de gas del lumen gástrico.
génica y la submucosa y mucosa [hiper e hipoecoica), lisa y la motilidad en la zona afectada está reducida. El
aunque su patrón inicial suele ser hipoecoico puede estudio de los linfonodos regionales a menudo mani
verse alterado en relación a la cronicidad y evolución festará un aumento de su volumen y disminución de
del proceso. La sintomatología en estos pacientes es su ecogenicidad de forma difusa. Es el tumor gástrico
irregular presentando en muchos casos vómitos espo más frecuentemente diagnosticado en gatos y segura
rádicos de contenido alimenticio aunque pueden evi mente el mejor caracterizado ecográficamente (figs.
denciarse de forma accidental en chequeos geriátricos 6.42-6.43). Los carcinomas gástricos son los tumores
rutinarios en perros asintomátícos (figs. 6.40-6.411. más frecuentemente diagnosticados en perros (Beck
Los leiomiosarcomas también más frecuentes en el Cy col. 2001, Paoloni MCy col. 2002), pueden produ
antro pilórico presentan lesiones mucho más evolu cir una afectación difusa de la pared aunque también
cionadas, pueden presentar un volumen considerable se observan más delimitados, el estudio de los linfo
y presentarse ulcerados (pequeños focos ecogénicos nodos es fundamental en estos pacientes ya que en
incluidos en la superficie del tumor] (Pennick D. y col la mayoría de los casos se encontrarán invadidos, se
1997). El linfoma gástrico adquiere un patrón típica describe el patrón en diana como el más característico
mente hipoecoico en el que no se aprecia la disposi de los nodulos linfáticos afectados (centro ecogénico
ción en capas característica. Su superficie suele ser y periferia hipoecoica). La cronicidad del proceso in-
Figura 6.46
[•uteritis parasitaria. Distensión del asa intestina/ y patrón li
quido en el que se visualiza una lombriz, To.xastwis Leonina
delimitada por las dos líneas ecogénicas paralelas, se observa art
aumento del patrón líquido intestinal y presencia de Unfoadetto-
patías asociadas.
xa
alterado con otro no afectado (figs. 6.47-6.49). Las en- La evaluación aislada del grosor de la pared intestinal se
teropatías crónicas pueden presentar un infiltrado en propone como un dato insuficiente para el diagnóstico
la capa mucosa, una peor definición y diferenciación de enfermedad inflamatoria intestinal, pudiendo obte
entre mucosa o submucosa, la pérdida de la estructura nerse falsos positivos. Se propone la evaluación del gro
en multicapas o el predominio evidente de alguna de sor intestinal junto con la alteración en la capas diges
ellas (figs. 6.50-6.51). En la enfermedad inflamatoria in tivas como un hallazgo que puede ayudar a diferenciar
testinal del gato se aprecia una pérdida de definición de la enfermedad inflamatoria intestinal de las lesiones
las capas intestinales, generalmente las linfadenopa- neoplásicas, aunque aquellas lesiones inflamatorias
tías mesentéricas (linfonodos yeyunales) se observan más crónicas pueden alterar la estructura en capas (en
con un patrón homogéneo e hipoecoico (Schereurs E teritis necrotizante o hemorrágicas). En las enteritis lin-
' y col. 2008) y la reacción peritoneal difusa puede tam foplasmocitarias los hallazgos referentes al grosor de la
bién ser evidenciada con un incremento de su ecogeni- pared pueden ser menos evidentes, se observa un infil
cidad (fig. 6.52). Cuando se aprecia un engrosamiento trado difuso de la mucosa a modo de pequeño puntea
de la capa muscular (que incluso supera el grosor de la do ecogénico uniformemente distribuido, las linfoade-
mucosa) pueden poner de manifiesto una enfermedad nopatías asociadas suelen ser evidentes, y en aquellos
intestinal de la capa muscular, aunque generalmente casos más cronificados pueden existir segmentos intes
presenta un patrón difuso donde pueden observarse tinales más rígidos, con pérdida de elasticidad y déficit
segmentos intestinales más afectados (fig. 6.53). de transmisión de los movimientos peristálticos. Se ha
Figura 6.53
EZ Jxografjadjjestiua^ 95
Dist 1.38cm
Figura 6.54 Figura 6.55
Enteritis tinfopkismocitaria. (6.54) iinfoadenopatia acusada ileal de patrón Itipoecoico y homogénea. (6.55) Segmento intestinal afectado
can infiltrado et'ügénico de la t apa mucosa y pérdida de la elasticidad del segmento intestinal.
descrito para la enteropatía perdedora de proteínas un (figs. 6.59-6.62). El leiomioma intestinal, al igual que
patrón ecográfico a modo de estratificaciones vertica en estómago, suelen ser delimitadas y afectan única
les ecogénicas que afectan a la capa mucosa como más mente a una porción del perímetro (fig. 6.63). Ellinfo-
característico (figs. 6.54-6.551. sarcoma presenta, por lo general, un patrón ecográfi
Los procesos inflamatorios que afectan al colon se ca co más irregular, su morfología suele ser más abrupta
racterizan normalmente por un engrasamiento uni y en más ocasiones produce imagen de íleo obstruc
forme de su pared, su evaluación es más satisfactoria tivo (fig. 6.64). Los carcinomas intestinales presentan
debido generalmente a la ausencia de heces formadas características más similares a los linfosarcomas y su
que permite una valoración correcta de todo su perí caracterización es más difícil (Rivers BJ y col. 1997), las
metro, se pueden asimismo evidenciar crecimientos linfoadenopatías asociadas a estos tumores tampoco
de tipo polipoide y lesiones ulcerativas que produ permiten su diferenciación (figs. 6.65-6.66). Resulta
cen lesiones en cripta con restos de gas en su seno así interesante la identificación de la luz intestinal, ge
como linfoadenopatías asociadas a los procesos mas neralmente presenta pequeños acúmulos de gas que
crónicos (Agthe Py col. 2009) (figs. 6.56-6.58). permiten observar su recorrido, la transición del seg
Las lesiones de tipo neoplásico presentan una deses mento inmediatamente anterior y posterior al tramo
tructuración de la pared y la pérdida de la estructu intestinal afectado también pueden orientar sobre la
ra en capas. Hay múltiples estudios que describen el agresividad del proceso, en ocasiones la identificación
patrón ecográfico de los tumores intestinales más fre de los linfonodos regionales afectados puede confun
cuentemente descritos en pequeños animales aunque dirse con la pared intestinal tumorizada y hacer difícil
siempre la confirmación se realice por examen histo su diferenciación.
lógico (Pennick D y col. 2003). El linfoma intestinal es Los tumores que afectan al colon suelen presentar una
quizás el tumor más uniforme, raramente constrictivo imagen más agresiva que las lesiones de tipo inflama
de la luz intestinal, predominantemente adquiere una torio, a la pérdida de estratificación se suelen asociar
forma de anillo concéntrico que afecta a todo el perí un contorno más irregular y posiblemente linfoade
metro del asa afectada, adquiere un patrón hipoecoi- nopatías regionales. Las úlceras y los crecimientos
co y puede afectar a distintos segmentos intestinales, intraluminales de tipo polipoide también pueden ser
las linfoadenopatías asociadas suelen ser voluminosas observados (figs. 6.67-6.70).
(continúa en la pág. 200)
196 Atlas de ecn-raffa clínica abdominalen peqaeños animales " " 1
z
Figura 6.56
V
Figura 6.63
Léiamioma intestinal. Nòdulo hipoecoico delimitado que afecta
a segmento intestinal en paciente sin sintomatologia digestiva.
La punción intestinal percutánea no evidenció signos de malig
nidad.
Figura 6.64
Lmfosarcoma intestinal. En la imagen se evidencia la transición
del segmento intestinal no afectado (parte izquierda de la im a
gen) hacia la lesión neopldsica, con engrasamiento y pérdida de
la estructura.
Ecografía digestiua j LO
GG ILIACO
TRANS RECTAL
Figura 6.69
Nòdulo co ùltima pardon ilei colon descendente t/iw /m ultar nnn obstmcción /tom ai de io in- del colon, hnagen obtenidn con tmnsdudì
toc triinseaginal co imo ctpivxnnación transreclal tulli diagnòstico ¡tisiologia)} i&lW). Unfoadenn/uuia iliaca, homogénea e hi/ìoecoica
ivi el misnia iincieliti•(6.70).
El patrón ecográfico de los cuerpos extraños es muy tálicos, corchos, huesos, algunos tipos de juguetes,
variable y depende de su composición y por lo tanto pelotas, etc., todos ellos por lo general son cuerpos
de la interfase acústica que produzcan. Como norma extraños rígidos, no deformables y que por lo tanto,
general debe considerarse sospechoso de cuerpo ex además producen una alteración del contorno regular
traño todo aquel cambio en los patrones ecográflcos del asa intestinal (figs. 6.71-6.74). Otro tipo de cuerpos
digestivos normales en su situación anatómica co extraños, al impactarse, producen una imagen similar
rrespondiente dentro del tubo digestivo. aunque por lo general en una longitud intestinal ma
La mayoría de los cuerpos extraños producen interfa yor, este es el caso de los trapos, ímpactaciones por
ses acústicas que se denominan duras y por tanto se huesos o plásticos, por lo general no producen una
presentan en la imagen como una estructura ecogé- dilatación localizada de un tramo intestinal corto sino
nica bien delimitada que se acompaña de una som que suele ser una deformación de un menor diámetro
bra acústica marcada. Dentro de este grupo pueden aunque de mayor longitud. Los materiales compues
encontrarse huesos de frutos, piedras, cuerpos me tos de siliconas (chupetes, prótesis, juguetes) permi-
m _ñlla^^ecograff^£lhilc^ahdomina^i^e2ueno^nlmale¿ I
ción brusca de los patrones digestivos normales y con
dilatación anormal del asa intestinal e imagen de íleo
obstructivo son característicos de los cuerpos extra testinales que producen las que nos orientan para su
ños intestinales (figs. 6.77-6.78). mejor visualización. Dependiendo del material y gro
Los cuerpos extraños lineales pueden ser difíciles de sor del cuerpo extraño lineal se podrá visualizar más
identificar, en muchas ocasiones son las lesiones in cómodamente. La tensión que se genera en el cuer-
^cojra^dijestkm
Figura 6.77
Figura 6.75 ^
Figura 6.78
Cuerpo extraño intestinal (lente ele tina gafa) qu en a produce una
obstrucción com pleta de la luz digestiva. La pared intestinal a p a
rece desestructurada y el peritoneo engrosado (am bos signos son I
com patibles con una necrosis del segmento intestinal).
Cuerpo extraña lineal intestinal (cordón). (6.80) Imagen longitudinal del segmento Intestinal con imagen fruncida, el cuerpo extraño se
define com o una línea ecogénico. (6.81) Corte transversal d e la m ism a lesión con presencia de múltiples anillos que reflejan las diferentes
capas Intestinales qu e se superponen debido a la tracción del cuerpo extraía) (punto ecogénico central).
' :r í
xO*
V -
Paciente con invaginación intestinal e imagen de ileo obstrnctivo.(6.85) Corte transversal d e la invaginación intestinal con imagen ca
racterística en anillos concéntricos. (6.86) Dilatación an orm al d e diferentes segmentos intestinales que corresponde a un ileo obstructivo.
rr "
Paciente con peritonitis con perforación digestiva. (6.87) se visualiza la presencia de líquido libre abdom in al ¡unió con acum ulo d e gas
situado inm ediatam ente posterior a la pared abdom inal, tto incluido dentro del tubo digestivo u otra viscera abdom inal. (6.88) Segmento
de intestino delgado d e aspecto plegado (aserrado) en el m ism o paciente, este hallazgo, aunque no es exclusivo si puede visualizarse fr e
cuentemente en pacientes con peritonitis sépticas.
íleo intestinal y estudiar los signos asociados. Deter siempre debe ir encaminado a la visualización de un
minar la presencia de un íleo intestinal con asas in cuadro digestivo que revele la imagen de un íleo me
testinales y/o estómago con dilatación evidente con cánico (obstructivo) (Agut A y col. 2003, Manczur F y
acumulo de líquido y gas por obstrucción mecánica, col. 1998)).
se observa modificación del peristaltismo intestinal Pueden ser definidos los hallazgos obtenidos en el
llegando hasta la paralización total de los movimien íleo mecánico: distensión anormal de las asas intes
tos en el íleo paralítico (figs. 6.85-6.86). La valoración tinales y/o estómago (figs. 6.89-6.91), acúmulo de gas
de los signos asociados debe basarse en el estudio de generalmente posterior a la obstrucción, acumulo de
los linfonodos regionales, mesenterio, presencia de líquido anterior a la obstrucción (fig. 6.92), aumento
líquido libre y/o gas abdominal, páncreas, desplaza marcado deí peristaltismo (fase aguda), pared intesti
miento de visceras abdominales que puedan afectar
nal de grosor disminuido.
a un tramo intestinal (neoplasias, adherencias) {figs.
Uno de los hallazgos más fiables se refiere a una dila
6.87-6.88).
tación anormal de la luz intestinal próxima a la zona
de la obstrucción, este tramo intestinal anterior más
frecuentemente presenta en su luz material de patrón
E st u d io eco g ráfico de pacientes con
hipoanecoico (asa centinela). El aumento de su peris
cuadro o b st r u c t iv o : íleo taltismo es muy evidente en los primeros estadios de la
obstrucción (aprox. las primeras 24-48 horas), poste
El reto de enfrentarnos a una exploración ecográfi- riormente el cuadro de íleo mecánico puede cambiar
ca con sospecha de interrupción del tránsito digestivo hasta observar una disminución e incluso ausencia de
Ecojrafí^jigestjua 205
D ist 2.59cm
Figura 6.89 F ig u r a 6 .9 0
Newell SM, Graham JP, Roberts GD, Ginn PE, Harrison JM. Sono
graphy of the normal feline gastrointestinal tract. Vet Radiol
Ultrasound. 1999 Jan-Feb;40(l):40-3.
Lamb CR, Mantis P. Ultrasonographic features of intestinal intussus Watson PJ. Gastroduodenal intussusception in a young dog. J Small
ception in 10 dogs. J Small Anim Pract. 1998 Sep;39(9):437-41. Anim Pract. 1997 Apr; 38(41:163-7.
i EcogFfl^digestiuaH 207
C T
H e rn á n F o m in a y a G arcía
^tla^d^ecograffajclírfica^abdorTÚna^r^e^ueñas^ammam^ 3
del meso que la rodea, estableciéndose su ecogenici- al enmascarar algunas alteraciones. Asimismo, cuan
dad similar a la del parénquima hepático e hipoecoica do se utilizan sondas multifrecuencia, el observador
respecto al parénquima esplénico (Boroffka SA y col. deberá tener presentes que las frecuencias más altas
1998], La dificultad de la visualización de la glándula que permitan el transductor proporcionarán imáge
se debe precisamente a la difícil diferenciación de la nes más adecuadas cuando el páncreas se sitúe en los
grasa circundante, su forma irregular y su cápsula mal campos más proximales al transductor.
definida. Debe señalarse que debido a la mejora técni Se identifica como una estructura delgada moderada
ca de los equipos de ecografía y a la mayor utilización mente hipoecoica que discurre dorsal (o dorsomedial)
de transductores de frecuencias altas se ha consegui al duodeno descendente, ventral a la vena porta y cau
do una mejor estandarización y diferenciación del dal a la curvatura mayor del estómago, el ecografista,
páncreas fisiológico tanto en el perro como en el gato deberá en algunos casos evaluar exhaustivamente la
(Saunders HM 1991). denominada “área pancreática’' sin identificar en su
Se recomienda evitar el uso de ganancias altas al exa totalidad toda la anatomía pancreática (figs. 7.1-7.7).
minar el páncreas (error frecuente en ecografistas no Se debe considerar como una guía anatómica funda
veles), ya que la reflectividad aumentada en esta región mental la vena pancreaticoduodenal que recorre el
puede conducirnos a resultados falsamente negativos páncreas en un sentido longitudinal en su lóbulo de-
Gráfico 7.2
I aludo izt/uierdo dr! pancreas
en /ni ¡ierro. Corre longitudi
n a l riel paciente (l’a ) en vi t/ue
se observa e l cuerpo de! esto
m ago { i !. ¡d u r e este (atrrntura
mayor, n el colon transverso n
ir! se sitúa el lóbulo izquierdo
pancreático. Darsalmeute se
localiza la reirá esplenica l
b). Sam bia aciistica (SAi.
Gráfico 7.3
iiib t ilo d e r e c h o d e l ¡hiñerais
C orn a b l l a t o d e ! p a c ie n t e en
a b d o m e n c r á n e o ! d e r e c h o , l-n
e l a s p e c t o d o r s o ! d e l d tm d en ft
s e o b s e r v a u n c a r ie trctnsven.nl
d e l lo P u lo d e r e c h o d e ! f Minervas
il'a K Se o b s e r v a d o r s a ln n tile el
ptnV m pthna h ep á tico CH>. P a
p ila d u o d e n a l (l'üt.
I USI
Páncreas 211
Gráfico 7.4
Papila duodenal Detalle eco-
gráfico de Itl papila duodenal
(PD) obteniendo un corte lon
gitudinal del duodeno próxi
mal, se aprecia una inietrntp-
ción en la serosa y subrmtcosa
del aspecto dorsal del duodeno
donde se introduce el conducto
pancreático y biliar. Páncreas
(Pal. Duodeno (DI.
Gráfico 7.5
Gráfico 7.6
Ltibtdo izquierdo del páncreas
en un gato de 14 años. El lóbu
la pancreático (Pa) presenta
un contorno más irregular. La
vena esplénica l VE) se localiza
en sti aspecto dorsal.
/Z.
PANCRj
* v^,
T v -
D is i 0 ,9 1 c m
Lóbulo rlerecho pancreático normal. Corte longitudinal del lóbu Corte transversal del duodeno descendente e identificación de la
lo pancreático obtenido con sonda lineal (CHBMhz). En la im a vena pancreaticoduodenal como marca anatómica para la loca
gen se observa el duodeno descendente y en su aspecto ventral el lización del páncreas (en su aspecto dorsal). El segmento intesti
lóbulo pancreático izquierdo con un patrón característico, en su nal situado medialmente v conteniendo gas corresponde con el
porción más craneal se identifica la vena pancreaticoduodenal. colon ascendente.
Figura 7.4
K Páncreas 213
F igura 7.5 F igura 7.6
Corte transversal del lóbulo izquierdo pancreático. Las relaciones anatómicas son identificadas en la imagen: cranealmente se sitúa el
estómago (curvatura mayor), caudalmente el colon transverso)'dorsalmente se identifica la vena esplénica próxima a su inserción en el
tronco portal. (7.5) Corte en eje longitudinal del paciente a nivel de la línea media. (7.6) Corte similar al anterior desplazando el trans
ductor levemente hacia el aspecto lateral derecho del paciente.
214 ¿tlas^^^o^rafí^ynic^hdamlna^r^eguenos^nimales 1
do, su diámetro tiene un rango de 0,5 a 2,5 milímetros, laboratorios, clínicas y estudio de imagen, el que esta
presentando un mayor diámetro en gatos de edad blezca los posibles diagnósticos y defina métodos de
avanzada. La papila duodenal se localiza en el duo diagnóstico definitivo, entre los que se deberá incluir
deno proximal, en su pared dorsal, como un pequeño la punción ecoguiada de las lesiones evidenciadas.
foco hipoecogénico que puede medir hasta 5 mm de Las patologías pancreáticas estudiadas ecográfica-
diámetro que interrumpe la capa serosa para alcanzar mente se incluyen en lesiones de tipo inflamatorio
la luz intestinal (figs. 7,8-7.10). (pancreatitis agudas o crónicas), lesiones de origen
Se ha descrito, en ambas especies, la presencia en al neoplásico, hiperplasia nodular benigna y lesiones
gunos pacientes de un aumento difuso de la ecogeni- cavitarias (abscesos o lesiones quísticas).
cidad del páncreas sin un cambio significativo de su
volumen, sin corresponderse con ninguna alteración Pancreatitis
analítica ni presencia de signos clínicos. Esta imagen Las lesiones pancreáticas agudas pueden pasar
aún no siendo significativa de patología pancreática desapercibidas en su primer estadio pudiendo bajar
debe ser reflejada en el estudio y descripción ecográ- la sensibilidad de la técnica ecográfica en su diag
fica (figs. 7.11-7.12). nóstico entorno al 68% (Hess y col., 1998), es por ello
Patologías pancreáticas que un examen seriado de estos pacientes (tras 24-48
horas) puede ser definitivo para la obtención de un
Los hallazgos ecográficos referentes al páncreas diagnóstico más aproximado. El hallazgo ecográfico
deben siempre ser contrastados clínicamente. La pre predominante es un aumento de moderado a severo
sencia de múltiples lesiones pancreáticas (tanto di del volumen pancreático asociado a una disminución
fusas como focales) pueden ser considerados como difusa de la ecogenicidad de la glándula debido a los
hallazgos patológicos, simplemente ser el reflejo de procesos de edema y necrosis, estos procesos produ
lesiones asintomáticas (hiperplasia nodular o secuela cirán una mejor definición del páncreas al contrastar
de algún proceso antiguo) o incluso cambios fisiológi más nítidamente de la grasa circundante (Hess RS y
cos en pacientes de edad más avanzada (Larson MM col. 1998) (figs. 7.13-7.15). Generalmente en losproce-
y col. 2005). Es por ello que la ecografía pancreática sos más agudos se podrá evidenciar uno de los princi
es un método de diagnóstico por imagen adecuado, pales signos asociados: la presencia de dolor a la ex
sensible, pero altamente inespecífico, será el clínico, ploración y presión con el transductor en el abdomen
al recoger los datos procedentes de las evidencias de craneal (ecopalpación) (MaierW 1990).
\
Dist 1: 0.92c/ V D ist1:l.07cm
V Dist 2: 0.1r Dist 2: 0.34''
Figura 7.8 Figura 7.9
Corte longitudinal (7.8) y transversal (7.9) del lóbulo izquierdo del páncreas normal en un gato Común F.umpeo de 13 años. En el corte
longitudinal se identifica claramente los límites del páncreas (entre cursores I) y el conducto pancreático (entre cursores 2) que lo recorre
longitudinalmente.
Páncreas 215
W.
Dist 0.58cm
Figura 7.10
Corte longitudinal del lóbulo derecho del páncreas normal en
un gato Siamés de 4 años. Entre los cursores se delimita el lóbulo
pancreático que presenta una ecogenicidad similar al tejido que
lo rodea y que puede dificultar en ocasiones su diferenciación.
Pancreatitis aguda con linfoadenopatia pancreatoduodenal asociada. (7.131 Aumento del volunten pancreático, lóbulo derecho, que se
visufdiza en el aspecto dorsomedial del duodeno, que presenta un patrón homogéneo, hipoecoico, con reacción peritoneal asociatla peri
férica. (7.14) Linfonodo pancreatoduodenal reactivo, situado próximo a ¡a flexura craneal del duodeno.
PANCRj
Figura 7.16
Figura 7.15
Pancreatitis aguda en un perro Samoyedo de 8 años, ¡unto al au
Pancreatitis aguda en un perro Mestizo de fí años. Sonograma mento de ecogenicidad peripancreálica y el aumento de volumen
longitudinal del lóbulo derecho pancreático aumentado de volu y dismin ación de ecogen icidad pancreáticas se evidencian peque
men, borde irregular y reacción peritoneo! evidente con aumento ñas colecciones de liquido en la proximidad del duodeno, situado
de ecogenicidad de la grasa. más lateralmente.
C Páncreas 217
Pancreatitis aguda. Obsérvese en los tres pacientes un aumento
marcado de la ecogenicidad de la grasa peripancreática que nu
men ta el con traste en tre el tejido pancreático inflamado y su pe
riferia. La reacción peritoneal asociada a la saponificación de la
grasa provocan el incremento de su ecogenicidad.
Figura 7.20 Figura 7.22
Figura 7.21
Figura 7.23
Cambios en el duodeno descendente asociados a pancreatitis. (7.20) Hl patrón fruncido del segmento intestinal asociado a la pérdida de
inutilidad del segmento intestinal son signos frecuentes asociados a este proceso. (7.21,22 y 23) La peritonitis focal asociada y la inflama
ción crón tea de la pared duodenal pueden asociarse a la pérdida de diferenciación de las diferentes capas intestinales y a la presencia de
pequeñas cantidades de fluido en la luz de este tramo intestinal.
K Páncreas 219
❖ la evaluación de las vías biliares extrahepáticas en fibrosis y cicatrización); en muchos de estos pacientes
ocasiones revela una dilatación del conducto biliar los hallazgos de laboratorios y signos clínicos del pa
común, colecistitis secundaría u obstrucción biliar ciente no se corresponden con la imagen ecográfica
extrahepática (con dilatación de la vesícula biliar, descrita (Steiner JM 2000) (figs, 7.29-7.33).
conducto cístico y conducto biliar común) (Akol En el gato, aunque los hallazgos ecográficos referidos
KgycoL 1993) (figs. 7.24-7.26). son similares a los expuestos con anterioridad, los sig
> la exploración mediante modo Doppler color o nos ecográficos no son tan evidenciables. En nume
potenciado puede manifestar la existencia de una rosos casos, el único hallazgo ecográfico en los gatos
hipervascularización asociada (fig. 7.27). con pancreatitis es un moderado descenso de la eco-
genicidad pancreática con presencia de múltiples y
En aquellos pacientes con lesiones que corresponden
pequeños focos ecogénicos. En ocasiones, la pancrea
a pancreatitis hemorrágicas o necrotizantes pueden
titis felina se asocia con derrame peritoneal moderado
aparecer lesiones más evolucionadas, de mayor volu
y presencia de íleo funcional, la afectación de las vías
men y patrón heterogéneo, siendo estos casos en los
biliares es menos constante. Se ha descrito como un
que será imposible establecer una diferenciación cla
hallazgo secundario en pacientes con esteatosis he
ra con otros procesos de origen neoplásico (fig. 7.28).
pática. Estudios realizados sitúan la sensibilidad de la
La inflamación prolongada de la glándula o la recidi
va de varios procesos agudos producirán la aparición ecografía en la detección de pancreatitis felina entre
de una pancreatitis crónica que coincide en múltiples un 11 y 67% (Gerhardt y col., 2001) (figs. 7.34-7.36).
ocasiones con la aparición de un patrón más hetero Tumores pancreáticos
géneo en el que se suelen mezclar las zonas de infla
mación (hipoecoicas) con áreas de fibrosis o minerali- Los tumores pancreáticos exocrinos son raros en
zación (ecogénicas) en general junto a lesiones de tipo pequeños animales (y suelen afectar a animales de
quístico que confieren a todo el páncreas un aspecto edad más avanzada), siendo el adenocarcinoma el de
muy irregular y evolucionado, con un contorno irre presentación más frecuente. Los signos clínicos y de
gular debido a la retracción del parénquima (áreas de laboratorios no son específicos. Aparecen ecográfica-
imagen de tina obstrucción biliar asociada a tata pancreatitis crónica en un gato Común Europeo de 3 años. (7.24) La dilatación del con
ducto cístico y conducto biliar común se observan en la imagen como un conducto anecoico de recorrido tortuoso. (7.25) visualizado!! del
cuerpo pancreático del paciente, se observan una sección del conducto biliar dilatado próximo a la vena porta.
220 ^lla^^cograH^líni^ahdomina^ei^gejueno^anifiiale^ 1
>
Dilatación del conducta biliar en un paciente con una pancrea Pancreatitis necrotizanie en un perro Mestizo de 10 años. Corte
titis aguda, se evidencia en conducto biliar dilatado (lOmrn)ysu transversal del lóbulo izquierdo del páncreas situado caudal
relación con la vena porta. Ventralmente se sitúa el antro pilárico mente al cuerpo del estómago. El aumento marcado del volumen
parcialmente colapsado, en su aspecto caudal se observa el lóbu pancreático se asocia a una disminución evidente de su ecogeni-
lo izquierdo pancreático de patrón hipoecoico, mal definido, con cidad. El estudio histopatológico confirmó la lesión.
reacción perifoneal circundante.
I Páncreas 221
. PANCRj
Figura 7.31
Pancreatitis crónica en un perro Mestizo de 15 años con presencia
de múltiples focos de rnineralización que se diseminan por todo
el parénquima.
Figura 7.30
Pancreatitis aguda en un gato Común Europeo de 6 años. Un aumento marcado del volumen pancreático es observado en este paciente,
que presenta una disminución marcado de su ecogenicidad asociada a una reacción peritoneal moderada. (7.34) Corte transversal del
lóbulo pancreático izquierdo. (7.35) Corte longitudinal del cuerpo y lóbulo derecho. En posición más distal de sonograma se observa una
porción del parénquima hepático que presenta un aumento de su ecogenicidad compatible con una esteatosis hepática. La vena portase
identifica en una sección transversal.
Páncreas m
Figura 7.36
Figura 7.38
D is t 1.51 cm
Figura 7.41
c Páncreas 225
E E Z ñtlas de ecografía clínica abdominal en pequeños animales 3
■
Figura 7.48
Figura 7.47
Figitra 7.49
I Páncreas 127
El insulinoma es el tumor endocrino más frecuen fico del páncreas podrá evidenciar nodulos aislados
te que afecta al páncreas. Niveles de insulina sérica generalmente de un diámetro inferior a 2 cm, en oca
elevados asociados a hipoglucemias mantenidas son siones muy difíciles de diferenciar del parénquima
signos evidentes de esta patología. El estudio ecográ- que lo rodea. La alta probabilidad de metástasis de
estas neoplasias hace que la ecografía pueda eviden
ciar afectación secundaria en otras visceras (hígado,
linfonodos regionales) (figs. 7.50-7.53). Hay descritos
otras neoplasias endocrinas menos frecuentes (glu-
cagonomas, gastrónomas) cuya caracterización eco-
gráfica no está definida.
La evidencia de nodulos pancreáticos ha aumentado
su incidencia en los últimos años, esto es debido la
mejora de los equipos ecográficos, a la disponibili
dad de sondas de mayor frecuencia y definición y la
mayor experiencia y habilidad de los ecografistas, no
debiéndose concluir únicamente con la imagen eco-
gráfica la existencia de un proceso neoplásico pan
creático (Hecht S y col. 2007).
Figura 7.52
Insulinoma pancreático en una perra Mestiza de 30 Kg de i) años.
Una masa voluminosa (3,9 cm) situada caudal al cuerpo del es
tómago con un patrón hipoecoico estableció el diagnóstico pre
suntivo (fue fu e confirmado tras el estudio histopatológico de la
lesión.
■- *y-' '
»
« A
í
“ 0 * . . V-
„ JT
__
Hiperplasia nodular benigna pancreática en dos perras Yorkshire de 7 y (i añas sin hallazgos analíticos ni signos clínicos patológicos,
fin it a s pacientes presentaron cambios en la consistencia del páncreas con un aumento moderado de su volumen, donde se observaban
petpteños nódulos de patrón hipoecoico. Ambas imágenes son obtenidas sobre el tabulo derecho del páncreas y muestran su relación con
el duodeno descendente.
Figura 7.56 ^ Figura 7.57 ™ ----------‘ ------- ------------—
Quistes pancreáticas en un perro Mestizo de 13 años sin hallazgos clínicos. (7.56) Lóbulo izquierdo del páncreas con presencia de peque
ños quistes de aspecto complejo, el estómago se sitúa cranealmente. (7.57) Lóbulo derecho del páncreas del mismo paciente que presenta
también múltiples quistes que producen un refuerzo posterior, proximalmente se sitúa el duodeno.
Dist 3.4Qcm
Quistes pancreáticos en un pen o Schnauzer de 12 años sin signos clínicos. Asociado al páncreas (que se observa en la parte más proximal)
se observa una estructura quística compleja, con múltiples tabicaciones y sin signos asociados de enfermedad pancreática.
Figura 7.62
Páncreas
y un patrón multiseptado, aunque en muchas ocasio
nes será la punción con aguja fina la que diferenciará
estas lesiones. Su identificación suele asociarse a un
pronóstico desfavorable y presentan una mortalidad
elevada. Las punciones de las lesiones cavitarias para
la obtención de muestra está establecida en los planes
diagnósticos (figs. 7.64-7.67).
La litiasis pancreática es infrecuente, aunque descrita
en la literatura en dos gatos, asociada a procesos in
flamatorios crónicos puede producir una obstrucción
del conducto pancreático.
Figura 7.64
Figura 7.66
232 i>fitla¿idei£cografí^línJ¿^Momina^njegu£ño£miimalís 1
B ib l io g r a f ia
I
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E Páncreas 233
H e rn á n F o m in a y a G arcía
■ — 235
Gráfico 8.1 Gráfico 8.2
Protocolo de exploración de la adrenal izquierda: obteniendo un Protocolo de exploración de la adrenal derecha: obteniendo un
corte sagital del riñón izquierdo se desplaza el transductor en corte sagital del riñón derecho se desplaza el transductor en
sentido medial, localizando el hilio renal, recorriendo la arteria sentido medial, localizándose ia cena Cava caudal, inmediata
renal hasta su inserción en la aorta y desplazando sobre esta el mente caudal al borde hepático, a la altura del polo craneal del
transductor en sentido craneal se alcanzará la glándula supra riñón se visualizará la adrenal derecha situada, dorsalmente al
rrenal izquierda. vaso.
mayor de gas o heces en tubo digestivo y por tanto no testinal van a producir el colapso de la vena cava, no
permitan la valoración de las glándulas por un aborda visualizándose cuando se realizan presiones modera
je ventral, se podrá utilizar una aproximación lateral, das, por tanto, se deberán realizar presiones intermi
posicionando el paciente en decúbito lateral derecho, tentes con el transductor que nos permitan visualizar
se obtendrá una imagen frontal del riñón izquierdo, la vena cava y confirmar su posición. Si el sonograma
siguiendo el trayecto de la arteria renal y alcanzando se centra en el aspecto craneal del riñón, se podrá ob
la aorta se deberá hacer un barrido en sentido ventral. servar el proceso caudado hepático en su aspecto cra
La misma técnica deberá repetirse para la evaluación neal, partiendo de esta imagen y desplazando el trans
de la glándula derecha posicionando el transductor ductor medialmente se podrá evidenciar la vena cava
entre el penúltimo o último espacios intercostales, to sin colapsar en su recorrido interhepático.
mando como referencia el polo craneal del riñón y la
Imagen ecográflca normal
vena cava caudal.
Las manipulaciones y la presión realizada con el La glándula izquierda presenta una morfología
transductor se presentan decisivas para la exploración que se asemeja a un cacahuete, con una escotadura
de estas glándulas. Cuando se explora la glándula su central en la que se podrá evidenciar la arteria y vena
prarrenal izquierda las presiones que se realizan con frénico abdominales en el aspecto dorsal y ventral res
el transductor van dirigidas fundamentalmente a des pectivamente (figs. 8.1-8.4).
plazar el colon descendente, más fácilmente manipu- La glándula suprarrenal derecha, que es más difícil
lable; la guía anatómica que se utiliza (la aorta) no se de visualizar, tiene forma de coma o lágrima, en ella
colapsa con las presiones ejercidas y por tanto siem también pueden visualizarse la arteria y vena frénico
pre es visible. En cambio, cuando el estudio se centra abdominales (figs. 8.4-8.7).
en ia glándula suprarrenal derecha, las presiones que Las glándulas suprarrenales presentan una ecogenici-
se realizan con el transductor para desplazar el gas in dad similar a la corteza renal e hipoecoica si se compara
G rá fico 8.3
Gráfico 8.4
Corte-sagiiai de la ndrcnal
izquierda (Adi. Abordaje ven-
Ira!. Se otorini su morfnh¡¿iñ
hdohuiadii con una escoutdu
tu ren ira!. ¡’lAW.ionamientn
respecto a grandes vasos a b
dominales. t ha sulfílenle avila
ubif¡¡mimd ¡ Uj j. caudalmente
salida de tu arteria renal izqui
erda i‘A n i lurtealinente stili
dus d, ir arteria o.r-rut e i i!
craneal irti r tronco celiaco
' ii.l l'eufrairnenSì se observa
el colori descendente ¡CífJ sin
contenido en su luz que )m>
duzca artefai tus y bazo fíjJ.
Gj^ria^ugrarrenales^ J it M
ta
Gráfico 11.5
Corre sagital de la adrenal
derecha. Abordaje ventral.
Posición mas típica de la tul
renal t-\d) mu respecto a la
licita ¡ni a caudal. I a glándula
suprarrenal derecha presenta
una morfología más variable
(omlcula!
y se localiza dorsal ai recorrido
de la vena cara caudal l i C),
craneal a la inserción de ia
vena renal derecha. Intestino
delgada (ID).
Gráfico 8.6
Curtesagital déla adrenal dere
cha rettlizat¡tío una presión
alternante, con el ¡mnsductoi:
maniobra más adecuada para
obtener una remana acústica
adecuada. I ’ Se observa el
recorrido de la vena cara cau
dal uniforme i i t ( i.
Gráfico 8.7
La presión realizada con el
transtluctor produce el colapso
de la retía cava t¡uc única-
inenie puede ser evidenciada
en los extremos donde vuelve
o recupera' <u diámetro. luffífj
ritió delgado (V)>.
Figura 8.1
Realización de las mediciones de la glándula suprarrenal izquierda imagen de ambas glándulas suprarrenales en un paciente Mes
en un perro Rottweiller de 9 años. Las medidas deben de realizarse tizo de 12 años. La adrenal izquierda presenta una morfología
atando se obtenga una imagen en su eje longitudinal máximo, en bilobulada, la derecha, aunque también presenta una escotadura
la zona central de ambos lóbulos (craneal y caudal) observando central presenta más variaciones fisiológicas en su morfología,
una perpendicularidad con el trazado del eje longitudinal. asemejándose en ocasiones a una "coma".
HIG
Figura 8.5
Figura 8.7
Imagen de la glándula suprarrenal derecha de un gato Siamés de
8 aíios utilizando una aproximación lateral desde el l Ia espacio
intercostal (la izquierda corresponde con aspecto dorsal y dere
cha con ventral) en un corte transversal. La vena cava es utilizada
como una guía anatómica fiable. Presencia de micromineraliza-
ciottes de la glándula.
Figura 8.6
240 ^tlas_d^^cag^fía¿l(riic^^bdomma^f^ge£uenos¿ii^male^
1
A D R IZ D
'•k.
’i
D is t 1: 0 .5 1 v
D is t 2: 0 ,3 '”
Figura 8.8 F ig u r a 8 .1 0
\ -
Glándülas'suprarrenalfcs
Figura 8.13
242 ¿Ha^^cag^ff^lfm^abdomlna^F^e^ueño^nimafe^ 1
■»-X
Focos de mmeraliztición en ambas glándulas en u n gato C o m ú n Lam peo de i) artos sin hallazgos clínicos n i de laboratorios. Los pequeños
focos de minertdización se identifican com o pequeños puntos ecogénicos en el fiarénquima glandular
Patología de las glándulas suprarrenales pueden presentarse pacientes con aumentos significa
tivos de las glándulas sin evidencia de enfermedad de
La exploración ecográfica de las glándulas supra Cushing. El diagnóstico ecográfico de las glándulas su
rrenales patológicas debe de incluir las medidas re prarrenales completará el estudio junto con la historia
ferentes a su tamaño (grosor y longitud), descripción y hallazgos clínicos y de laboratorio del paciente con
de su morfología, ecogenicidad (referida a la grasa hiperadrenocorticismo (Peterson ME 2007).
peritoneal, cortex renal o parénquima hepático), tex En los tumores adrenales hormonalmente activos se
tura (presencia de lesiones focales nodulares, mine- evidencia un aumento unilateral de la glándula afec
ralizaciones), hallazgos referentes a sus bordes (si se tada asociado a una disminución evidente del volu
presenta bien definida o invade tejidos adyacentes) y men de la glándula contralateral, lo que puede llegar
otros posibles hallazgos relacionados (posibles metás a hacer difícil su identificación. Se ha descrito más
tasis u otras lesiones secundarías en diferentes visce comúnmente la presencia de nodulos adrenales que
ras) (Tidwell AS y col. 1997). deforman la superficie y alteran la morfología normal
Síndrome de Cushing de la glándula, aunque existen casos de Cushing adre
nal sin evidencia de lesiones en la glándula afectada
El hiperadrenocorticismo se presenta como una de (figs. 8.27-8.32).
las endocrinopatías más frecuentes en el perro. El hi Los hallazgos ecográficos en el síndrome de Cushing
peradrenocorticismo pituitario representa alrededor en los gatos son similares a los descritos en el perro,
del 80% de todos los síndromes de Cushing, frente al aunque su incidencia es muy baja (figs. 8.23-8.26).
20% que corresponden a un hiperadrenocorticismo La exploración sistemática de todo el abdomen en pa
adrenal (por un tumor funcional adrenocortical). cientes con hiperadrenocorticismo puede poner en
Un aumento simétrico de ambas glándulas suprarre evidencia otros hallazgos ecográficos, así están descri
nales (con un diámetro superior a 7,5mm) con una tas lesiones asociadas en páncreas (diabetes) con un
textura homogénea es el patrón más característico del aumento de la ecogenicidad pancreática e inyección
hiperadrenocorticismo pituitario, adquiriendo ambas vascular. La exploración hepática puede demostrar
glándulas un aspecto globoso con bordes claramente un aumento difuso de la ecogenicidad acompañado
definidos (Zimmer y col. 2000) (figs. 8.16-8.26). Se debe de un incremento sensible del volumen en casos es
indicar que el diagnóstico del síndrome de Cushing no tablecidos de hepatopatía esteroidea, la presencia de
debe de basarse en su patrón ecográfico ya que se han sedimento biliar abundante e hiperplasia mucilagi-
descrito pacientes con esta enfermedad y unas glándu nosa biliar también presentan mayor incidencia (figs.
las suprarrenales dentro de rango, asimismo, también 8.33-8.34).
(continúa en la peíg. 249)
!•200
cmfs
5.5MHz
M3ÍP2
G5Q/E2
WF M
Figura 8.18
7Z,
.. - 4
... • •
H ip e r p la s ia a d r e n a l b ila te r a l en un p a c ie n t e co n h ip e r a d r e n o c o r -
lic is m o p itu ita r io . A u m en to e v id e n te d e su g ro so r con un p a tr ó n
\ h o m o g é n e o e h ip o e c o ic n . A m b a s g lá n d u la s p re se n ta n u n a m o r
fo l o g í a g lo b o s a . (8.18) M od o D o p p le r C o lo r en e l q u e s e a p r e c ia
la a o r t a a b d o m i n a l c o m o m a r c a a n a t ó m ic a p r in c ip a l d e l la a d
re n a l iz q u ier d a .
Dist 1: 1.23r.ro
V Dist 2 :1 ,3 ^
Figura 8 .Í7
^nUa^e^cograflaiclÌhEcaiabdornina^n_ge^iie2osianimales 3
Glándulas suprarrenales 245
D is t 0 .7 3 c r r
D is i 0.82cm
Hiperadrenocorticismo pituitario e hiperplasia adrenal bilateral en un gato Común Europeo de 16 años. Imagen de la glándula izquier
da en un abordaje lateral (8.24) y ventral y transversal (8.25) en el que se describen el polo craneal del riñón izquierdo (Rl), Aorta (Ao) y
adrenal izquierda (Adr I). (8.25) Corte longitudinal de la adrenal derecha en una aproximación ventral donde se identifica el recorrido de
la vena cava caudal. (8.26) Aproximación lateral a la misma glándula situándose en el aspecto dorsomedlal del polo craneal del riñón.
Ambas glándulas presentan un aspecto redondeado}1patrón hipoecoico.
A D R IZ D 0
-
/A
'
Figura 8.33
5,3
1,03cm
"12cm y
Figura 8.34
Paciente mestizo de 13 años con hiperadrenocorticismo central y hepatopatía esteroidea asociada. (33) Imagen ecográfica del hígado que
presenta un aumento difitso de su ecngenicidad, con presencia de una atenuación marcada debido a la degeneración esteroide que pre
senta. (34) Aumento uniforme y homogéneo de la glándula suprarrenal izquierda.
Neoplasias adrenales
Las masas adrenocorticales pueden ser o no hormo
nalmente activas, aunque afectan de forma principal a
una de las glándulas también esta descrita una lesión
bilateral. El diagnóstico diferencial de estas masas se
corresponde con la hiperplasia nodular benigna, aun
que estas puedan presentar un patrón más nodular.
Las neoplasias adrenales más frecuentemente descri
tas incluyen los adenomas, adenocarcinomas, feocro-
mocitom as y neoplasias secundarias (Barthez PY y col.
1997). Estudios realizados sobre una población de 26
perros con patología adrenal (Besso JG, ycoL.1997) se
intentó establecer rasgos diferenciales entre neopla
sias benignas y malignas, todas las masas superiores
a los 4 cm. eran malignas, la mayoría de las masas de
2 a 4cm eran malignas, los feocromocitomas eran las
neoplasias que presentaban un mayor volumen (aun
que no guardaba relación con su capacidad invasiva
\ , Dist
ni con la gravedad de los signos clínicos), las glándulas
suprarrenales hiperplásicas presentaban mayormen Figura 8.37
te un patrón nodular. La mayoría de los adenomas se Adenoma adrenal. Corte sagital de la glándula afectada en un
presentan como pequeños nodulos hiperecogénicos, perro Setter Irlandés de 9 años. Una masa voluminosa y de patrón
heterogéneo localizada en el aspecto medial del polo craneal del
aunque este patrón no es exclusivo de estas lesiones
riñón izquierdo.
(figs. 8.35-8.40).
i GlánrtulasjugfarmialK 249
ADROCHA ' IZDñ
v i
Adenocarcinoirta adrenal derecho en una perra Caniche de 12 Adenoma adrenal localizado en el lóbulo craneal de la glándula
años. La glándula derecha presenta un aumento significativo del suprarrenal izquierda. Se observa un nodulo ecogénico bien d e
volumen, con unos márgenes mal definidos (posible afectación de limitado que deforma el contorno de la glándula y le proporciona
tejidos circundantes) y múltiples focos de mineralización itttra un aspecto asimétrico.
parenquimatosos que producen sombra acústica distal. La glán
dula izquierda presenta una morfología y volumen
dentro de normalidad.
7 * ----- . tW
y ¿ Las lesiones hiperplásicas son las que con más fre
cuencia presentan una afectación bilateral, aunque
también estaba descrito en lesiones neoplásicas (figs.
8.41-8.44). Las mineralizaciones presentes en algunas
glándulas aunque pueden sugerir la presencia de una
y lesión neoplásica cuando se asocian a otros hallazgos
(aumento significativo del volumen o pérdida del con
torno), han sido descritas también en lesiones benig
nas e hiperplásicas (figs. 8.45-8.46).
La presencia de lesiones secundarias en otras visceras
puede apoyar el diagnóstico de neoplasia adrenal, se
han descrito lesiones metastásicas con mayor inci
dencia en cortical del riñón, hígado, músculo y vér
\ tebras. Las lesiones secundarias más frecuentemente
descritas afectan al endotelio vascular de la vena cava
caudal, produciendo lesiones intraluminales que obli
teran parcialmente la luz vascular, estas lesiones de
ben ser cuidadosamente estudiadas ya que también
■ 65 D:65 R: SO Probel r 1 pueden afectar a otras estructuras vasculares (venas
Figura 8.39 renales o frenicoabdoniinal). La presencia de estas le
siones se ha descrito tanto en neoplasias de adrenal
Adenomaadrenal en una perra Huskyde 7años. Una masa volu
minosa, homogénea y de patrón ecogénico es identificada medial izquierda como derecha. Las lesiones trombóticas
al riñón izquierdo, ventral al trazado de la aorta. Hn el aspecto en esta situación son muy raras; debido al enlenteci-
caudal se identifican múltiples estructuras anémicas de aspecto miento del flujo y estados de hipercoagulabilidad se
tubular que corresponden al útero patológicamente distendido y
pueden presentar trombos aórticos o viscerales (figs.
con acúmulo de líquido en su luz (piómetra).
8.47 a 8.52).
(continúa, en la pág. 254)
250 ^t|asjd£_ec^raffaiCl(níca¿bdomina^j^ge2iieño^animales5 1
Figura 8.41 ^ Figura 8.42
lliperplasia nodular adrenal. Hallazgos accidentales en chequeos en pacientes asimomáticos. (41) Paciente Mestizo de 9 años con presen
cia de un foco ecogénico claramente definido en el polo craneal de la glándula suprarrenal izquierda, el lóbulo caudal también presenta
un agrandamiento moderado y un patrón no homogéneo. (42) Perro Golden Retriever de 9 años con adrenal izquierda de patrón multi
nodular, la presencia de tres focos ecogénicos, delimitados se obserua en un corte sagital.
1,
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•
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é
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k S
2 j V I
Adenocarcinonia adrenal en un perro Mestizo de 13 años. Un au Aumento del volumen adrenal en un perro Potnerania de 13 años
mento asimétrico de la glándula izquierda es evidente, el patrón sin correlación clínica ni analítica. Un aumento del diámetro de
ecogénico (aunque moderatlamente heterogéneo) hacen indife- la glándula que alcanza en su lóbulo caudal los 12 mm de diá
renciable la caracterización ecográfica de la lesión, debiéndose metro, su patrón homogéneo y la ausencia de lesiones asociadas
realizare/ estudio histopatológico de la lesión. sugieren una posible lesión de naturaleza hiperplásica.
^Iándulfls_su£rarrenále^ 251
■■
■' .
V
Figura 8.45
Figura 8.46
Feocromocitoma adrenal izquierdo en un perro de raza Cocker
Foco de mineralización en la glándula suprarrenal derecha en spaniel de 14 años con una lesión metastáiica en endotelio vas
un perro Rottweiller de 9 años con un adenocarcinoma adrenal. cular de la vena cava caudal. (47) Una glándula de márgenes mal
Una glándula de márgenes mal definidos, con reacción ecogénica definidos y patrón heterogéneo es identificada medial al riñón
periférica y la presencia de un foco de mineralización consistente izquierdo. (48) Se evidencia invasión de la luz de Itt vena cava
pueden ser sugerentes de un proceso neoplásicu adrenal, su con caudal que presenta un crecimiento endoluminal que oblitera
firmación histopalológica es necesaria. parcialmente la luz del vaso.
Dist 1: Ü.J9cm
Dist 2: D.G6j ;e'
Figura B.53
Figura 8.55
0 ,1 9 c m
Figura fi. 59
Figura 8.57
: 4»^' -d 1 *•
ADR O CHÍ * ^ ' ' *
5 T r: - 3-
t t ,
■
■v *
Síndrome de Addison en un Pomemnia de 12 años, la reducción
del volumen de ambas glándulas (inferior a los 2mm) es acentu
ada. (57) Corle sagital de la glándula izquierda (fue mantiene su
morfología bilobulada. (58y 59) La glándula suprarrenal derecha
es localizada gracias al recorrido de la Vena Cava Caudal posi-
donándose inmediatamente dorsal a la pared del vaso.
Figura 8.58
Besso JG, Penninck DG, Gliatto JM. Retrospective ultrasonographic Tidwell AS, Penninck DG, Besso JG.lmaging of adrenal gland
evaluation of adrenal lesions in 26 dogs. Vet Radiol Ultrasound. disorders. Vet Clin North Am Small Anim Pract. 1997
1997 Nov-Dec;38(6):448-55. Mar;27(2):237-54.
Brinkman EL, Biller DS, Armbrust LJ, O'Brien RT. The clinical util Zimmer C, Horauf A, Reusch C. Ultrasonographic examination of
ity of the right lateral intercostal ultrasound scan technique in the adrenal gland and evaluation of die hypophyseal-adrenal
dogs. J Am Anim Hosp Assoc. 2007 Jul-Aug;43(4): 179-86. axis in 20 cats.) Small Anim Pract. 2000 Apr;41(41:156-60.
Figura 9.4
Linfadenitis crónica asociada a una enteritis linfoplasmocitaria.
Gata, Común europeo de 12 años. El aumento marcado del volu
men de los linfonodos celiacos se corresponde a un proceso infla Paciente con Erlichiosis. Yorkshitv, hembra de 14 años. Se eviden
matorio crónico secundario a proceso digestivo. Se observa una cia un aumento del volumen esplénico (con disminución de su
mayor heterogenicidad del parénquima del linfonodo causado ecogenicidad) asociado a la presencia de linfonodos esplénicos
I por la cronicidad del proceso. reactivos.
TRANS RECT
Figura 9.8
Figura 9.7
Linfadenitis crónica en paciente con enteropatía linfoplasmo-
citaria. (Perro, mestizo, macho de 7 años). El ¡infonodo yeyunal
presenta un aumento de volumen con disminución de su ecogeni-
cidad y mayor diferenciación corticomedular. Se asocia una reac
ción del peritoneo que presenta un patrón ecogénico y engrosado.
Cavidadabdominal
Figura 9.14 _________________________________ Figura 9.16
Exploración de los linfonodos ilíacos mediales en una perra (Coc Linfonodo ilíaco medial en paciente con linfoma multicéntrico.
kerspaniel de 9 años) con diagnòstico de carcinoma inflamatorio El aumento del volumen y disminución de la ecogenicidad difusa
de mama. El aumento del volumen de los linfonodos ilíacos me son el patrón más característico de las neoplasias linfoides. Con
diales establece la sospecha de una diseminación metastásica de firm ado mediante punción aspiración de aguja fina. Distalmen
la neoplasia primaria. te se observa la aorta abdominal y la bifurcación de las ilíacas.
Figura 9.15
Lifadenopatía ilíaca medial. Paciente con presencia de masa pe Carcinoma hepatocelular con afectación de linfonodos portales.
rianal ulcerada en el que el estudio ecográflco abdominal eviden Corte longitudinal en el que se observa silueta hepática con bor
ció un aumento marcado del volumen del linfonodo ilíaco me des irregulares y patrón heterogéneo. Se observa entre el hígado
dial que presentaba un patrón ecográflco heterogéneo, la imagen (izquierda de la imagen) y estómago (derecha y proximal de la
es compatible con afectación neoplásica del linfonodo (sin confir imagen) la presencia de linfoadenopatía periportal. Cranealmen
mación his topatológico). te se identifica la vena porta 3/distalrnente la vena cava caudal.
266 ñUasdeaecograf^^ I
HOHHH
Figura 9.22
Visualización de cantidad moderada de líquido libre abdominal situada entre el cuerpo del bazo y el riñón izquierdo. La angulación con
el transductor permitirá evaluar la presencia de líquido entre la pared abdominal y la cabeza esplénica y elegir un punto satisfactorio
para realizar una punción ecoguiada.
Figura 9.23
Presencia de líquido libre abdominal de patrón anecoico. El p a Figura 9.24 ________________________________________
ciente, Mastín español de 9 meses de edad, presentaba hipoprotei-
nemia marcada. El acúmulo abundante de líquido permite eva Presencia de líquido libre abdominal de patrón moderadamente
luar los diferentes lóbulos hepáticos y su contorno. El aumento de ecogénico. La punción del líquido reveló la presencia de un he-
ecogenicidad hepática es debido a un refuerzo acústico causado moperiioneo en este paciente, Cocker americano de 11 años con
por la presencia ele líquido libre abundante. presencia de masa esplénica.
Cavidad abdominal
Así pues, es la patología causante de la efusión abdomi una exploración de la cavidad pleural en busca de acú-
nal la que determinará el patrón del líquido. Aunque el mulos de líquido pleural o pericárdico, ya que en estos
examen ecográfico pueda precisar la patología primaria pacientes el riesgo de producir un colapso circulatorio
no podrá desplazar la recopilación de datos de interés y un shock se multiplican. Los procesos hepáticos cró
como la historia clínica, exploración y datos obtenidos nicos degenerativos y la cirrosis pueden acompañarse
de la analítica sanguínea y del líquido ascítico, siendo de líquido abdominal, la valoración en estos casos de
decisiva la clasificación del líquido en trasudado, trasu la morfología y de los bordes de los diferentes lóbulos
dado modificado y exudado (séptico o aséptico). hepáticos serán puntos clave a evaluar (fig. 9.27).
La presencia de un líquido de patrón anecoico, sin in
terfases en su interior, sugiere la presencia de un tra
sudado o trasudado modificado, aunque la analítica
puede revelar la presencia de una hipoproteinemía, el
estudio ecográfico debe centrarse en primer lugar en el
tracto digestivo intentando revelar signos ecográficos
que evidencien una enteropatía crónica o un síndro
me de mala absorción, el estudio del hígado y riñones
en todos estos pacientes es fundamental en busca de
glomerulopatías (glomerulonefritis, síndrome nefróti-
co) o hepatopatías (cirrosis, hepatomas u obstrucción
portal) aunque estos pueden pasar desapercibidos en
estadios iniciales. En aquellos pacientes con hipopro-
teinemia severa pueden describirse lesiones trom-
boembólicas en otros órganos (hipercoagulabilidad)
debiéndose profundizar en el estudio ecográfico de las
estructuras vasculares (Figs. 9.25-9.26).
La presencia de un trasudado modificado puede ser
observada en aquellos pacientes con una dificultad Figura 9.26
del retorno venoso o linfático e hipertensión portal. La
T ra n su d a d o a b u n d a n t e e n p a c ie n t e c o n d ia g n ó s tic o d e cirro sis
visualización de un estasis venoso, que se detecta con h e p á tic a . L a p re se n c ia d e l f l u i d o p e r m ite e v a lu a r la silu e ta h e
mayor facilidad a nivel de la vena cava y venas hepáti p á t ic a q u e s e a p r e c ia m a r c a d a m e n t e irreg u lar (m u itin od u lav ). El
cas significará un problema cardíaco derecho y el desa flu id o p re se n ta u n p a tr ó n a n e c o ic o sin p re se n c ia d e ec o s en su s
p en s ió n , p a tró n m á s típ ico d e l tra n su d a d o .
rrollo de una cardiomiopatía congestiva, Ja imagen de
un hígado cardíaco debe ir inmediatamente seguida de
Figura 9.27
T ra n su d a d o m o d ific a d o . P a c ie n te c o n h ip e r te n s ió n p o r t a l y a c ú -
Figura 9.25 m u lo m a s iv o d e líq u id o lib r e a b d o m in a l (H usky s ib e r ia n o d e 13
a ñ o s ). FA p a tró n ec o g r á fic o d e l líq u id o p r e s e n ta b a e s c a s o s e c o s en
T ra n su d a d o en p a c ie n t e co n e n t e r o p a t ía p e r d e d o r a d e p ro te ín a s. su s p en s ió n y su v o lu m en p r o d u c ía un d e s p la z a m ie n t o d e la s vis
Y orkshire, 4 a ñ o s . P resen cia d e f i n i d o d e p a tr ó n a n e c o ic o s it u a d o c er a s a b d o m in a le s a u n a p o s ic ió n m á s a l e fa d a d e l tran sdu ctor,
en tre d ifer en tes s e g m en to s in te stin a les q u e p r e s e n ta n un in filtr a d e b ié n d o s e u tiliz a r d iferen tes a b o r d a je s (la tera les) p a r a la c o r r e c
d o en la c a p a m u cosa . ta e v a lu a c ió n d e l resto d e visceras a b d o m in a le s .
Quiloabdomen secundario a un mesutelioma. La presencia de un Derrame serohemorrágico. Fluido de patrón hipoecoico con múl
derrame de pail ón hipoecoico sugiere la presencia de un exudado o tiples ecos en suspensión. El hígado presenta un patrón multino
transudado modificado. I-I análisis de líquido evidenció una con - dular con borde irregular, imagen compatible con cirrosis hepá
centrarían elevada de triglicéridos y colesterol (característicos de tica, neoplasia hepática, sin confirmación anatomopatológica.
la linfa). Una masa en el aspecto craneodorsal del riñón izquierdo Pastor alemán de 12 años.
fu e localizada, la hiopsia ecogttiada confii otó su diagnóstico.
F ig u r a 9 .2 9 Figura 9.31
Hemoabdotnen. Fluido de patrón hipoecoico que presenta una Derrame serohemorrágico en paciente con adenocarcinoina bi
perra mestiza de (i años. Se evidenció una masa oválica, caudal liar. El liquido abdominal visualizado entre diferentes lóbulos he
al riñón. Su estudio histopatológico resulto un adenocarcinoina páticos permite la valoración de la silueta hepática que presenta
ovdrico. unos márgenes irregulares.
En los pacientes que presentan algún proceso neoplá- neoplásicos que afecten a cualquier viscera, la rotu
sico abdominal potencialmente pueden desarrollar ra tisular puede producir la efusión abdominal de un
ascitis, siempre se deberán incluir dentro de los diag líquido hemorrágico o serohemorrágico, evidencian
nósticos presuntivos. Dependiendo de las causas que do un exudado. Cuando el estudio del líquido ascí
produzcan el derrame en los procesos neoplásicos, tico evidencia la presencia de células tumorales se
se pueden encontrar diferentes patrones ecográficos determinará la presencia de una efusión neoplásica.
del líquido ascítico. En los procesos neoplásicos que Dentro de los procesos neoplásicos asociados más
afecten al riñón, hígado o tubo digestivo, en el que se comúnmente a la presencia de líquido libre abdomi
puede ver afectado la formación de proteínas plasmá nal se incluyen los carcinomas, linfomas, sarcomas y
ticas el líquido que acompaña a estas lesiones podrá inesoteliomas (figs. 9.28-9.31).
ser un transudado; por el contrario, en otros procesos Aquellos animales que presentan un traumatismo
F igura 9.39
Figura 9,40
Peritonitis asociada a un itroabdomen. Paciente operada de urolitiasis restad (pie presenta distensión y dolor abdominal 24/4H horas
posteriora la cirugía. Se evidencia cantidad moderada de líquido libre abdominal asociada a un aumento de la ecogenicidad y grosor del
peritoneo, l.a imagen sugiere la presencia de un itroabdomen por una dehiscencia de la satura de la pared vesical. (9.39) Vejiga de la orina
con engrasamiento de su pared cptese aprecia de contorno irregular y presencia definido en su pan e externa. (9.40) imagen de cuerpo y
cabeza espié nica con pequeña cantidad de líquido libre abdominal y reacción peritoneal evidente.
272 ^tla^d^cojrafí^cllnic^^bdomina^r^e^uenosaniniales 1
Peritonitis infecciosa felina. Valoración ecográflca dei abdomen
de tres pacientes con diagnóstico de peritonitis infecciosa felina
en la que se observa cantidad moderada de liquido libre abdom i
nal con presencia de ecos en suspensión, un aumento de ecogeni-
cidad peritoneoI también es observado.
F igura 9.45
Peritonitis focal en paracondrio derecho asociada a una pancrea
Peritonitis focal asociada a tmicocele. Vesícula biliar con necrosis titis. En la imagen se observa un corte transversal del duodeno y
bacteriana en un pen o mestizo de 10 artos, se evidencia una re aumento del volumen del lóbulo derecho del páncreas (de patrón
acción ecogénica alrededor de la vesícula biliar que corresponde hipoecoko), asociado al proceso se aprecia una estructura ecogé
a la afectación de la grasa periférica y que sugiere la presencia de nica bien definida que corresponde al engrasamiento de la metn-
una perforación biliar. brana peritoneal y saponificación de la grasa peripancreàtica.
Figura 9.48
Figura 9.50
Absceso peritoneal con peritonitis focal. La paciente (mestizo de l
año) fu e intervenido de una invaginación intestinal 7 días antes, Hematoma y reacción peritoneal localizada. La exploración ecográ
la presencia de dolor abdominal y leucocitosis fueron evidencia fica posteriora una mordedura con herida penetrante en abdomen
dos. La exploración ecográfica detecto un absceso peritoneal (es de este paciente (Pointer de 7 años) evidenció la presencia de una
tructura redondeada con contenido líquido y ecos en suspensión estructura ecogénica d e2 centímetros de diámetro situada entre dos
que corresponden con pequeños acúmulos de gas) y una reacción asas intestinales, el diagnóstico establecido fu e de hematoma y re
peritonea/ asociada. acción peritonealfocal. La evolución ecográfica fu e satisfactoria.
Figura 9.52
Z76 ^tla^d^^cogFafí^^línlc^^bdomhj^^i^e^ijerto^flriimale^ 1
Figura 9.54 Figura 9.55
Esteatitis. F.l paciente (gato Conuin europeo de 10 años) con un cuadro de distensión abdominal agudo presentan! examen ecogreifico un
aumento de la ecogenicidad de ¡a grasa mesentérica, con una atenuación moderada. 1:1 estudio histopatológicn de la lesión mostró una
esteatitis con focos de necrosis de la grasa peritoneal sin evidencia de origen, neopldsico y perivasatlitis asociada, hallazgo relevante en la
peritonitis infecciosa felina.
Neoplasias de la cavidad abdominal múltiples artefactos. Muchas de las lesiones que afec
tan al peritoneo pueden al mismo tiempo alterar el
Los procesos neoplásicos difusos en el perro son de espacio retroperitoneal.
baja incidencia, elmesoteliomase describe como el más El patrón ecográfico del retroperitoneo presenta una
frecuente aunque la extensión de procesos neoplásicos imagen similar al descrito para el peritoneo, con un teji
a peritoneo que afectan a otras visceras es más común do hipoecoico con estrías ecogénicas dispuestas unifor
(Monteiro y O'Brien, 2004). La carcinomatosis (disemi memente y sin evidencia de líquido en su interior.
nación neoplásica a través del peritoneo) se describe La existencia de un uroabdomen se ha descrito como
tanto en el perro como en el gato, en los primeros la una de las principales causas de presencia de líqui
principal causa referida es el hemangiosarcoma, sien do e inflamación retroperitoneal, la rotura del uréter
do en el gato principalmente la diseminación produci proximal, casos de insuficiencia renal aguda y urino
da por el tracto gastrointestinal y sus glándulas. mas son etiologías causantes de este derrame. La pre
El patrón ecográfico de estas lesiones puede ser variable, sencia de cuerpos extraños migratorios (pulmonares)
con presencia o no de líquido libre abdominal, lesiones y percutáneos pueden ser evidenciados en el examen
que se describen de aspecto más difuso o con efecto ecográfico asociados a la presencia de una reacción
masa de márgenes más definidos. De nuevo el aumento retroperitoneal (de patrón ecogénico y generalmente
de la ecogenicidad y atenuación posterior se reconocen encapsulados) que pueden afectar ai mismo tiempo
como los hallazgos eco gráficos más frecuentes, aunque al tejido muscular (Mm. Psoas) y vértebras más cerca
las lesiones nodulares múltiples asociadas a la membra nas. La presencia de una hemorragia retroperitoneal
na peritoneal también son descritas (figs. 9.56-9.59). puede estar relacionada con la existencia de un trau
Estudio ecográfico del retroperitoneo matismo previo (figs. 9.60-9.62).
Más raramente se pueden describir lesiones neoplá-
El estudio adecuado del retroperitoneo debe ser sicas que afecten al retroperitoneo, al igual que en la
abordado desde una ventana acústica dorsal o sub cavidad peritoneal, los hemangiosarcomas se descri
lumbar, ya que aproxima la zona de estudio y evita ben como una causa probable de afectación neoplási-
Figura 9.59
Figura 9.58
Masa de aspecto infiltrativo que afecta al mesenterio. La mem
Mesotelioma. Paciente Yorkshire de 13 años con distensión abdo brana peritoneal engrosada presentaba un patrón heterogéneo,
minal y caquexia. 1.a exploración ecogrdflca abdominal reveló de márgenes irregulares, la punción del liquido ascítico era de
la presencia de tina masa compacta situada en abdomen medio, aspecto serohemorrágico. La laparotomía exploratoria evidenció
que afectaba ai hilio esplénico, el estudio citologico del liquido la presencia de un linfoma intestinal con extensión a membrana
ascitico evidenció la presencia de células neoplásicas peritoneal.
Cuerpos extraños retroperitoneales (espigas). Ambas imágenes muestran el cuerpo extraño como una doble línea ecogénica paralela, ro
deada de tina pequeña colección da líquido a su alrededor. (9.61) Se aprecia la piesencia de un trayecto fistuloso en la proximidad de la
pared sublumbar.
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Pablo G óm ez O choa
■ -------- 281
importante conocer las diferencias y las aplicaciones
de cada uno, porque ambos son complementarios,
pero también tienen puntos fuertes y limitaciones que
se resumen a continuación:
Doppler continuo (Fig, 10.3): es una tecnología más
antigua, basada en una sonda con un emisor y un re
ceptor que emiten y reciben de manera continua. No
se puede "afinar” la profundidad de la insonación,
manda información de todas las células sanguíneas
que atraviesan esa columna, así que no es capaz de
discriminar entre dos vasos que están en la pantalla a
diferentes profundidades. Su ventaja es que no tiene
limitación de velocidad, siendo capaz de representar
velocidades muy altas, que ocurren en las insuficien
cias, en las estenosis o en la mayoría de las comuni
caciones.
Doppler pulsado (Fig. 10.4): es una tecnología mo
derna que integra en un solo elemento la emisión y la
recepción de ultrasonidos mediante pulsos. Emite pa
quetes de pulsos a una frecuencia (PRF) y luego los re
cibe, siendo su principal limitación la vulneración del
límite Nyquist, impidiendo representar velocidades
elevadas, que suelen estar en torno a 2-3m/s depen
diendo de la profundidad de la insonación y de otros
elementos. Cuando se supera este límite se produce el
artefacto conocido como aliasing o solapamiento (Fig.
10.5J. La tecnología de pulsos hace posible modular la
ventana de muestreo en tamaño y profundidad, inso
nando zonas precisas sin solapamientos. Los trazados
espectrales obtenidos con Doppler pulsado son más
nítidos y tienen menos contaminación.
Los pasos para conseguir un buen trazado espectral de
un vaso se podrían resumir de una forma esquemática
en las siguientes observaciones: (1) Localizar el vaso
o la zona a explorar en modo B. (2) Obtener un buen 'ese
corte en modo B; sin buena señal en escala de grises, mutati
la señal Doppler no será óptima, una imagen en modo
B nítida y sin artefactos es imprescindible. (3) Activar
el Doppler color. En el abdomen es preferible un poco
de permanencia, así se identifica más fácilmente pe
queñas estructuras vasculares. La escala o PRF tiene
que ser la adecuada para producir un buen rellenado
del vaso, es preferible usar ganancias de color altas
y escalas bajas, aunque se genere algún artefacto de
aliasing. (4) Activar el Doppler pulsado. Se debe ajus
tar la ventana de muestreo al tamaño del vaso (una
ventana de entre 2 y 4 mm es adecuada para la ma
yoría de vasos abdominales), aunque se deberá variar
i ■■ J .n* ■ !I,, J.
según el diámetro del mismo. (5) Ajustar el ángulo de
insonación. Es conveniente recordar que el ángulo de
•25.9cm/s
la sonda respecto a la dirección del vaso condiciona
los valores absolutos de la velocidad obtenidos. Es
decir, un ángulo incorrecto dará valores no fiables de
Figura 10.4
velocidad. Sin entrar en la física del efecto Doppler,
pues no es el objetivo de este capítulo, se recomienda Doppler pulsado de una uena porta normal. Con la ventana de
muestreo se puede definir el tamaño de la zona a insonar, en este
ángulos de insonación entre 0 y 60 grados. Ajustando caso 5 mm.
la línea interior de la ventana de muestreo paralela a la
animales
dirección del vaso el equipo señalará el ángulo al que
se está insonando, cuando este supere los 60 grados,
habrá que recolocar la sonda buscando otro ángulo
inferior. (61 Optimización del trazado espectral. En
muchos equipos la optimización de la señal al tamaño
de la pantalla se realiza automáticamente. Mediante la
línea base y la escala se consigue que el trazado quede
perfectamente visible en la pantalla (Fig. 10.6).
Masa esplénica mscularizada. ,-1 la izquierda de la imagen se ab- Shunt porto-cara e.xtrahepàtìco eri un Yorkshire terrier.
seiva parénquima esplénico normal.
Figura 10.9
Vasvularización en un linfonodo metastchica con Power Doppici:
Estos rasos no servimi con el Doppler color.
trazado característico condicionado por el lecho vas que incluye la valoración del perfil bioquímico y de
cular que irrigan o por los territorios que conectan. A los electrólitos, la radiología torácica y el estudio del
modo de ejemplo, es totalmente diferente el trazado líquido ascítico, determinaciones todas ellas valiosas
de la vena cava, condicionada por la respiración y la para el diagnóstico pero difícilmente evaluables como
presión en el atrio derecho, del de la vena porta, mu criterios de seguimiento evolutivo. Y es sobre todo en
cho más estable, ya que conecta el territorio digestivo este aspecto, en la monitorización de la marcha real
con el hepático (Fig. 10.12). de la HP, en el que el examen ecográfico y sobre todo
la ecografía Doppler aportan una nueva herramienta
Estudio Doppler en la hipertensión portal para su estudio en los animales de compañía.
El desarrollo de la HP se produce por la obstrucción
El estudio Doppler venoso abdominal tiene como al flujo sanguíneo, que inicialmente distiende el lecho
protagonista a la vena porta, siendo una manera rá venoso anterior al lugar del obstáculo, y que precisa
pida y sencilla de diagnosticar y monitorizar la hiper mente sirve como criterio de clasificación: HP prehe
tensión portal (HP). La HP representa un incremento pática (territorio vascular previo al hilio hepático), HP
persistente de la presión venosa en el sistema porta, intrahepática (alteración de las estructuras hepáticas)
y aunque no siempre se asocian, es la principal causa e HP poshepática (venas suprahepáticas, cava caudal
de ascitis en los animales de compañía. En la prác o corazón derecho).
tica diaria, la HP tiene un enfoque clínico complejo La HP prehepática es rara en los animales de compa-
284 fflia^^coj^fí^línic^bdonñnaUj^ejueno^ninialK 1
Figura 10.12
A la izquierda la vena cava con su parrón bi o trifásico. A la derecha de la imagen la vena porra.
ñía y así como en las formas agudas -trombosis por encima de la mesa, se suelen usar dos posiciones de
tal- tiene un pronóstico fatal a corto plazo, la evolu pendiendo de la ventana elegida: el decúbito lateral
ción crónica -compresión extrínseca, neoplasia,..- es izquierdo es la posición más adecuada para perros y
más benigna y permite el desarrollo de mecanismos gatos, porque permite posicionar la sonda en el undé
comp ensadores. cimo o duodécimo espacio intercostal derecho o tras la
En los perros y gatos la HP intrahepática es la más última costilla. En decúbito supino se puede acceder a
frecuente y desde luego tiene una mayor incidencia la ventana ventral acústica por debajo del xifoides.
en los perros. Casi siempre se origina por las altera Con cualquiera de las posiciones seleccionadas, el
ciones de la circulación sinusoidal producidas por la objetivo es la visualización de la porta en su entrada
fibrosis o por los nodulos regenerativos de la cirrosis al hígado (porta hepatis), ventral a la vena cava caudal
hepática. Sin embargo, aunque éste sea el mecanismo y dorsal al conducto biliar común. El porta hepatis es
más frecuente, cualquier enfermedad hepática difusa el lugar de elección para examinar la calidad del flujo
-hepatitis, lipidosis, neoplasia,...- puede producir HP
(Fig. 10.13).
La HP poshepática es poco frecuente, y además del
aumento de resistencias en las venas suprahepáticas 12 -
o en la cava, no hay que descartar como posibilidad - V ME D = 6 . 2 C M / S
etiológica las alteraciones del corazón derecho -peri 8 -
carditis constrictiva, dirofilariasis,...- [Fig. 10.14).
La ecografía del sistema portal en modo B permite
valorar el trayecto de la vena porta y su integridad, y
desde la introducción en la práctica veterinaria de la
ecografía Doppler, además se pueden realizar me
diciones cualitativas y cuantitativas del flujo y de las
velocidades. Sin embargo los resultados del estudio
ecográfico pueden ser insatisfactorios si no se tienen -
en cuenta algunos factores previos, hasta tal punto -12 -
condicionantes, que la preparación inadecuada es el Figura 10.13
principal motivo de una visualización incorrecta del
Trazado espectral en una hipertensión porral de un Pastor ale
trayecto prehepático de la vena porta. mán con carcinoma pancreático y con metástasis hepáticas.
Para iniciar el estudio ecográfico, con el animal ya
i
El procedimiento exploratorio incluye varios pasos
sucesivos. En primer lugar se localiza el linfonodo, los
más sencillos son los ilíacos mediales y el linfocentro
30 -
yeyunal, y a continuación mediante el Doppler color o
20 -
el power Doppler se visualiza la vascularización (Fig.
IO - 10.18). Una vez identificado un vaso se realiza la in-
cm/s ■ sonación, obteniendo el trazado espectral. Mediante
-10 - este estudio puede discriminarse con un 93% de sen
15.3em/s sibilidad y un 100% de especificidad el estado patoló
6.9cm/s
RI 0.55 gico del linfonodo, y separar por un lado a las pato
logías benignas, que engloban ganglios normales, in
Figura 10.19 ™ flamatorios y reactivos y por otro lado a los malignos,
Linfonodo reactivo en una enteritis, el trazado espectral muestra fundamentalmente linfoma o metástasis. Los valores
un IR de 0,55. a partir de los cuales se debería considerar un linfo
nodo abdominal como maligno son de 0,7 para el IR y
de 1,1 para el IP (Fig. 10.19 y 10.20).
Estos cambios tan evidentes en el patrón vascular
de un linfonodo maligno se deben a la presencia de
shunts arteriovenosos producidos por la angiogénesis
tumoral y a las turbulencias creadas por compresión,
circunstancias que no ocurren en un linfonodo infla
matorio o normal, y que hace que no aparezcan estas
alteraciones y por tanto no se detecten cambios en el
patrón.
Aunque el estudio del trazado espectral de las arterias
de los linfonodos resulta una herramienta de gran uti
lidad tiene algunas limitaciones. La primera reside en
el aparato, que exige que tenga Doppler y una configu
í8.8cm/s ración óptima; la segunda reside en las peculiaridades
16.2cm/s
0.79 del animal, ya que en muchas ocasiones la profundi
Figura 10.20
dad a la que se encuentra el linfonodo y los movimien
tos durante la exploración, hacen muy complicado la
Linfonodo con metástasis de un carcinoma oválico. El trazado es obtención de una buena señal, no debiéndose excluir
completamente diferente al de la fotografía anterior, obteniendo
un Ili de 0,79. en ningún caso la toma de muestra mediante punción
con aguja fina (Fig. 10.21).
'I
40 40
20 20
Himi----- ------ -----------
32-lcm/s -2 0
O S c m fi
V.l 03« -40
Figura 10.24
Trazado espectral sistolizado en un gato con insuficiencia renal
crónica terminal
X
l
i
30 -
i
i
\ 1
12 K\ i
30.7cm/s l ì j'ti
2.1c m/s ^ jfcfj À , , i * i 1 * dfl h * k 4 ‘i u \
0.93 J i 11 '*i' A n P t’
Figura 10.25
Figura 10.23
Trazado espectral de una arteria arcuata de un perro coa leish
Trazarlo espectral alterado ea un perro con diabetes niellitus. maniasis e insuficiencia renal.
La introducción del Doppler dentro del protocolo ab El conocimiento de la circulación portal normal se re
dominal rutinario es un hecho necesario e imparable, fiere tanto a la identificación de las ramas portales y el
que aporta mayor precisión diagnóstica y se comple estudio de su flujo normal, que debe ser en todo mo
menta con las facilidades técnicas que añaden la gran mento en dirección hacia el hígado (hepatópeto). El
calidad de los nuevos aparatos disponibles. Los próxi diámetro de la vena porta debe ir aumentando según
mos años permitirán recorrer un camino apasionan se acerca al porta hepatis, se ha establecido un ratio
te, en el que sin duda, surgirán nuevas aplicaciones de que compara el diámetro de la vena porta (a nivel del
gran utilidad para el diagnóstico y la monitorización porta hepatis] con el diámetro de la aorta abdominal
de las enfermedades de los animales. (craneal a la inserción de la vena renal) estableciéndo
se este ratio VP/Ao siempre superior a 0,7. El estudio
Valoración de los shunts de la velocidad portal ha sido descrito anteriormente.
portocava extrahepáticos Los shunts portocava extrahepáticos son diagnosti
cados con más frecuencia en perros de raza pequeña
Los pacientes con sospecha de shunt extrahepá
y gatos, aunque el estudio es complejo en ocasiones
tico deben ser preparados rigurosamente antes del
el conducto anormal es de diámetro considerable y
examen, esta preparación irá encaminada a la elimi
recorrido tortuoso. El estudio ecográfico debe ir en
nación de gas y alimento del tubo digestivo y heces en
caminado al diagnóstico del shunt, a evidenciar su
el colon que pueden en muchas ocasiones entorpecer presencia, en un segundo plano debe intentar rela
el estudio correcto, la sedación del paciente es nece cionarlos vasos implicados que, en muchas ocasiones
saria en los animales más nerviosos, con jadeo o poco pueden presentar derivaciones múltiples de difícil es
colaboradores. Es especialmente importante utilizar tandarización. La mayoría de los shunt extrahepáticos
ventanas acústicas adecuadas para el estudio de toda terminan en la vena porta, en el trayecto comprendido
la anatomía de la vena porta y cava. Se debe señalar entre la inserción de la vena renal derecha y las rami
que las ventanas acústicas intercostal derecha y dor ficaciones hepáticas, también están descritos, aunque
sal son las más comúnmente utilizadas, debiéndose con mucha menor incidencia las comunicaciones con
completar el estudio con una ventana abdominal ven la vena azygos.
tral y lateral izquierda (utilizando el bazo y músculo El estudio de las tributarias de la vena porta debe ser
psoas como ventana acústica]. La ventana acústica minuciosamente explorado, las venas gastroduodena
dorsal permitirá una evaluación correcta de todo el les y gastroesplénica presentan una mayor incidencia
recorrido de la aorta y vena cava abdominales, la ven de derivaciones anormales, por tanto el estudio del
tana intercostal derecha situará la vena cava ventral flujo de estos vasos es fundamental para el diagnósti
a la aorta y la vena porta ventral y a la derecha de la co correcto del shunt, observándose una alteración del
vena cava, deben ser localizadas en este corte las ve flujo e inversión del mismo en la rama afectada. Aun
nas gastroduodenal y gastroesplénica a su llegada al que se han descrito hallazgos asociados en diferentes
tronco portal. La ventana acústica ventral se utiliza visceras en pacientes con shunt portocava, estos no se
rá más frecuentemente para evaluar el tronco portal, han constatado en todos los pacientes aunque deben
porta hepatis e hilio hepático. ser tenidos en cuenta; microhepatopatía, hígado de
La evaluación del sistema portal extrahepático requie volumen reducido e hipovascularizado, nefromegalia
re de un conocimiento anatómico profundo, los vasos y litiasis renal y vesical (Figs. 10.26-10.28). Un cam
tributarios portales lo forman las venas mesentéricas bio en el diámetro de la vena porta en pacientes con
craneal y caudal que son la prolongación directa de la shunts extrahepáticos ha sido estudiado, apreciándo
vena porta en la línea media del paciente, que recogen se un cambio en su diámetro reduciéndose este en la
vascularización del paquete intestinal, la vena gastroes porción más craneal a la derivación, un ratio VP/Ao
plénica accede al tronco portal por su aspecto izquier inferior a 0,65 es un valor predictivo de shunt extra
do y está formada por la vena esplénica, gástrica y gas- hepático, mientras que valores superiores a 0,8 son
troepiploica (aunque la vena gástrica derecha puede excluyentes de este tipo de shunt (Figs. 10.29-10.30).
drenar directamente al tronco portal sin unirse antes a Otro hallazgo descrito anteriormente, la turbulencia
la esplénica], por último, la vena gastroduodenal acce de entrada en la vena cava, también resultan de ayu
de a la porta por su aspecto derecho y está formada por da. Recientemente se han descrito técnicas de inyec
la vena pancreaticoduodenal y gástrica derecha. Hay ción intraesplénica de suero salino fisiológico agita
que señalar que las venas gástricas y gastroepiploicas do, ecoguiado, para determinar la presencia de shunt
derechas e izquierdas forman un anillo alrededor del portosistémicos, siendo útil para los portocava intra y
estómago y están comunicas entre sí. El tronco azygos extrahepáticos, y para los porto-azygos. En un animal
se localiza más profundamente, a la derecha de la aorta sano las microburbujas salen por la vena esplénica, se
drenando a nivel de la vena cava craneal, ya en cavidad dirigen a la porta y desaparecen en la barrera sinusoi
torácica, sus tributarias están formadas por las venas dal. En un animal con shunt las microburbujas apare
lumbares, intercostales y esofágicas. cen en la cava y/o en el atrio derecho (Fig. 10.31).
Figura 10.31
292 ifltla^^cograffaiclínica^hdomina^iy2e2uenosaiiiiTiales 1
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