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Iglesia Presbiteriana

Un esbozo histórico,
doctrinal y organizacional de la
Iglesia Nacional Presbiteriana de México A.R.

INP Shalom
Lección 1: Un poco de Historia

La Iglesia Presbiteriana pertenece históricamente a la gran familia de Iglesias


reformadas cuyos ancestros espirituales son los reformadores Juan Calvino, Ulrico Zwinglio y
Juan Knox.
Pero antes de hablar de estos tres grandes reformadores que están muy relacionados
con la Iglesia Presbiteriana, debemos conocer un poco de la vida y obra de Martín Lutero,
quién sin duda, fue de gran influencia para la historia de la Iglesia Cristiana.

A. Martín Lutero (1484-1546)


Lutero cambió el curso de la historia al señalar con valentía los excesos
y errores que se cometían en la Iglesia de Roma. La principal doctrina
evangélica queLutero alzó contra el sistema ritualista de penitencias fue
la de que la salvación es por gracia solamente, no por obras. El
segundo gran punto doctrinal de Lutero es el de que la autoridad final en
materia de fe y conducta reside en las Escrituras, por encima del criterio
de las autoridades y concilios eclesiásticos.
Lutero se inició en la vida religiosa como monje agustino. Su aspiración
era estudiar leyes, pero un día estuvo a punto de morir al caer cerca de
él un rayo, y en un instante de terror hizo el voto de tomar las órdenes y dedicarse al
sacerdocio. En adelante su vida espiritual fue un tormento terrible de autoacusación y de
culpa. Se conciencia gemía bajo la carga de sus pecados, y buscando ansiosamente alivio
cumplía rigurosamente todos los requisitos y ordenanzas de la iglesia, más una serie de
crueles penitencias que se impuso con el fin de castigar su naturaleza pecadora y alcanzar,
si era posible, el mérito de la justificación. Así pasó mucho tiempo. Se dio a una lectura
acuciosa de las Escrituras, mientras su superior contribuyó a alumbrarle su confusión
recordándole que Dios era un Dios de amor en Cristo antes que el Juez temible y vengador
que Lutero imaginaba. Pero fue en las Escrituras donde al fin se le abrió la puerta del perdón
y de la paz. El texto de Habacuc 2:4, citado por Pablo en Romanos 1:17, "Mas el justo por la
fe vivirá", fue la chispa de luz que, junto con otras porciones de las Escrituras, como el libro
de Gálatas, disipó las tinieblas de su alma. Lutero experimentó una paz y un gozo
indescriptibles.
Pero este descubrimiento abrió también sus ojos a las prácticas viciosas de la iglesia
de su tiempo. Un día en Wittenberg tropezó con un dominico vendedor ambulante que
proponía indulgencias. El papa León X había puesto a la venta estos documentos con el fin
de recaudar fondos para erigir una nueva capilla de San Pedro en Roma. El hecho hirió la
más íntima sensibilidad de Lutero, provocándole intensa indignación y repugnancia.
Comenzó a predicar con fogosa elocuencia contra la práctica de las indulgencias, instando al
creyente a poner su confianza solamente en la gracia salvadora de Cristo. Declaró que
estaba dispuesto a ir a un debate sobre la cuestión y poco después, en octubre de 1517,
clavó en la puerta de la iglesia de Wittenberg sus famosas 95 Tesis, en las que exponía los
puntos esenciales de su posición teológica. De estas tesis, la más notable tal vez es la
número 62, que decía: "El verdadero tesoro de la iglesia es el santísimo evangelio de la
gloria y la gracia de Dios."
A partir de este momento, la trayectoria de Lutero está llena de las más dramáticas y
formidables experiencias, tanto en le terreno puramente religioso como en le histórico-
político. Lutero fue citado a Roma para rendir cuentas de sus pronunciamientos ante el papa

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León X; pero la intervención del elector Federico el Sabio hizo que la audiencia se fijara para
Augsburgo, donde su vida estaría más protegida. Más tarde se vio en el caso de responder
de sus ideas ante la Dieta del emperador Carlos V reunida en Works en 1521. Allí,
conminado a retractarse, se negó de plano, respondiendo con su histórica declaración de
que: "A menos que se me refute y convenza con el testimonio de las Escrituras, o con
argumentos bien claros, mi conciencia está atenida a la Palabra de Dios. Ni puedo
retractarme ni me retractaré. Mi posición es invariable y en ella me mantengo, asó Dios me
ayude. Amén." Esta actitud, no obstante el salvoconducto del emperador, lo puso en grave
peligro de caer en manos de las autoridades eclesiásticas y ser llevado al martirio. Una vez
más, su protector, el elector Federico, le salvó la vida, haciéndole secuestrar en el camino a
la salida de Worms y llevándole secretamente a su castillo en Wartburgo. Allí pasó Lutero
diez meses, tiempo que aprovechó para traducir la Biblia al alemán.
Una vida tan llena de actividad no impidió a Lutero el producir una copiosa cantidad de
libros, ensayos, y tratados. En 1525 se casó con la exmonja Katharina Von Bora, con la que
tuvo seis hijos. Su hogar fue un hogar feliz, la casa siempre llena de estudiantes, parientes y
amigos. En 1546 murió en Eisleben, su ciudad natal, y fue enterrado en la iglesia del Castillo
de Wittenberg, en cuya puerta había clavado en sus famosas 95 tesis.

B. Ulrico Zwinglio, (1484-1531)


La figura directriz en el movimiento de la Reforma en los cantones de
habla alemana en Suiza. Zwinglio prendió la chispa de la Reforma en
Suiza al mismo tiempo que Lutero lo hacía en Alemania. Esto es sólo el
inicio del sorprendente paralelo que existe en las vidas y trayectorias de
ambos reformadores: ambos nacieron en 1484; ambos procedían del
pueblo común; ambos recibieron una esmerada educación; ambos
fueron ordenados sacerdotes católicos; ambos admiraban la música y la
poesía; ambos eran predicadores elocuentes; Lutero publicó en Alemania sus 95 tesis;
Zwinglio publicó en Suiza sus 67 artículos. Sin embargo, existían también entre ambos
diferencias no menos notables: la ruptura de Lutero con Roma fue lenta y gradual; la de
Zwinglio fue rápida y fácil; Lutero llegó al clímax de su fe tras una dolorosa crisis de alma;
Zwinglio experimentó una progresiva conversión intelectual.
En sus 67 artículos Zwinglio expuso los puntos fundamentales de su credo doctrinal y
las razones de su rompimiento con Roma. Puso énfasis en Cristo como único Salvador y
Mediador, insistiendo en a supremacía de la Palabra de Dios sobre el sistema papal, el cual
rechazaba. Luego de intensos y prolongados debates públicos, Zwinglio logró convencer a
los magistrados de Zurich, quienes decidieron adoptar oficialmente las reformas propuestas
con la aprobación de la opinión pública. Esto apunta a una diferencia más con Lutero: la
reforma luterana fue llevada adelante con el apoyo de los príncipes; la reforma suiza se
implantó por la voluntad del pueblo.
Fue casi inevitable que los dos grandes reformadores llegaran a chocar. La causa fue
un punto de doctrina. Durante cinco años, de 1524 a 1529, Lutero y Zuinglio se enfrascaron
en una controversia - por carta y finalmente cara a cara - sobre la cuestión de la presencia de
Cristo en la Eucaristía. Lutero sostenía que esta presencia era real; Zuinglio que la Santa
Cena tenía sólo un valor de conmemoración. Los puntos que discutieron fueron realmente
quince. Estuvieron de acuerdo en todos menos en el de la eucaristía. La reunión terminó con
una nota amarga: con lágrimas en los ojos, Zwinglio le tendió la diestra a Lutero, pero este
rehusó estrechársela. De la misma manera, el movimiento suizo tendió a separase cada vez
más del luteranismo alemán, acabando por fusionarse en la Iglesia Reformadora Calvinista.

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Hay un aspecto más de la vida de Zwinglio. El creía que el cristianismo debía tomar parte
activa en los negocios públicos y nacionales. Como patriota militante había acompañado tres
veces a las tropas suizas en incursiones a Italia. Cuando surgió un conflicto entre el cantón
de Zurich y cinco cantones católicos que degeneró en contienda armada, Zwinglio se
incorporó a las fuerzas protestantes y tomó parte en la pelea. Así fue como encontró la
muerte combatiendo en la batalla de Kappel.

C. Juan Calvino (1509-1564)


Si Lutero puede considerarse, en sentido global, como la figura dirigente
de la Reforma que sobresale entre los precursores y los
contemporáneos, Calvino representa el pensamiento institucional de más
vasto y profundo alcance en toda la historia del cristianismo. No es mera
coincidencia que su obra básica, la que a través de múltiples ediciones
"creció" de un manual de seis capítulos a una obra de cuatro volúmenes
y setenta y mueva capítulos, lleve el título de Instituciones de la Religión
Cristiana.
Calvino nació en Noyon, Francia, de familia católica. Hay indicios de que
adoptó la fe protestante durante su vida de estudiante en parís bajo la influencia de
profesores y otros contactos de tendencia protestante. Diversas circunstancias de su vida, en
particular la de verse obligado a ambular de ciudad en ciudad tratando de eludir la
persecución religiosa, hicieron que acabara por ubicarse en Ginebra, Suiza, donde su celo y
sus convicciones lo convirtieron en el caudillo (sin cargo oficial) de una especie de
democracia teocrática basada en la más estricta disciplina a la vez cívica y espiritual.
La teología calvinista parte de la afirmación de la soberanía absoluta de Dios. Y este
concepto, a su vez, se funda en el reconocimiento de las Escrituras como la Palabra revelada
e infalible de Dios.
De estas dos afirmaciones se deriva de manera lógica (como también lo expresa San
Pablo en la Epístola de los Romanos) la doctrina de la predestinación: en su divina voluntad
Dios permitió que el hombre pecara, pero del propio deseo y decisión del hombre,
proveyendo Dios conjuntamente el medio de redención.
Señor del tiempo y del espacio desde la eternidad, Dios predestinó, según su
soberana voluntad, a los que habrían de ser redimidos por gracia mediante la sangre de
Jesucristo. Estos se salvan no por ninguna provisión de su fe o su rectitud sino únicamente
por la gracia gratuita y el amor de Dios. Nadie se arrepiente de su corrupción y de sus malas
obras a menos que el Espíritu Santo toque a su corazón y lo guíe a rendirse a los pies de
Cristo. Cuando el creyente ha experimentado la conversión, Dios derrama en él el Espíritu
Santo para su contante crecimiento en la gracia y en la fe de Jesucristo como Salvador y
Señor... La obra de Calvino, es decir, el impacto de su interpretación bíblica, influyó desde
entonces de manera indeleble no sólo la corriente total del protestantismo sino la misma
civilización occidental.

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D. Juan Knox (1514-1572)
Reformador escocés cuyas ideas y recia personalidad ejercieron decisiva
influencia en el rumbo histórico-religioso de Inglaterra y particularmente de
Escocia. Era cura católico pero a través de conversaciones con algunos
amigos prominentes se convirtió al protestantismo. En adelante, su vida fue
una continua sucesión de movidas experiencias alrededor de su fe y sus
convicciones. Viajó a varios países del continente y en Ginebra estuvo en
contacto con Calvino, cuya teología adoptó con entusiasmo como patrón de
su militancia evangélica.
Vuelto a Escocia expresó sin cortapisas sus opiniones y tomó parte
activa en las luchas turbulentas de la monarquía en medio de la división católico-protestante.
Su posición inflexible lo puso frente a la católica María Tudor, reina de los escoceses, a la
vez que no era bien visto en la corte de Isabel de Inglaterra. Pero aun con peligro de su vida,
Knox no cesó en ningún momento de predicar contra lo que consideraba "idolatría" tanto en
el catolicismo como en la misma Iglesia Anglicana. Su calvinismo se expresó en formas de
organización eclesiástica que dieron origen a la Iglesia Presbiteriana de Escocia. Escribió
un Libro de Disciplina y, su obra más importante, una Historia de la Religión Reformada en el
Reino de Escocia.

E. Confesión de Fe de Westminster.

Es un breve resumen teológico apologético del credo cristiano protestante


calvinista promulgado en 1646. Recoge la ortodoxia doctrinal de las Iglesias
Reformadas nacidas del movimiento calvinista en Gran Bretaña, cuyas
raíces históricas están en la doctrina expuesta por Juan Calvino durante el
siglo XVI en Ginebra, Suiza y ha influido sobre las iglesias presbiterianas de
todo el mundo.

En 1643, el parlamento inglés convocó a "teólogos piadosos, doctos y juiciosos" para que se
reunieran en la Abadía de Westminster para dar su opinión sobre cuestiones de adoración,
doctrina, gobierno y disciplina de la Iglesia de Inglaterra. Sus reuniones, que se llevaron a
cabo a lo largo de cinco años, produjeron la confesión de fe, así como una Catecismo Mayor
y un Catecismo Menor. Por más de tres siglos, varias iglesias a lo largo del mundo han
adoptado la confesión y sus catecismos como su símbolo doctrinal, subordinado a la Biblia.

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Lección 2: Herencia de la Reforma - Las 5 Solas
Las 5 Solas son 5 frases en latín que emergieron durante la Reforma
Protestante del siglo XVI y resumieron las creencias teológicas básicas de
los reformadores en contraposición a las enseñanzas de la Iglesia Católica
Romana de aquellos días.
Las 5 Solas articulaban 5 creencias fundamentales de la Reforma
Protestante, pilares que los reformadores creyeron esenciales para la vida
cristiana y su práctica.

SOLA SCRIPTURA (Sólo la Escritura)


La doctrina de que la Biblia es por sí sola la autoridad suprema, fue el
“Principio Formal” de la Reforma. En 1521, en el histórico interrogatorio
de la Dieta de Worms, Martín Lutero declaró su conciencia cautiva a la
Palabra de Dios diciendo: “Al menos que se me convenza mediante
testimonios de la Escritura, y claros argumentos de la razón (porque no
le creo ni al Papa, ni a los concilios, ya que está demostrado que a
menudo han errado y se contradicen entre si), por los textos de la
Sagrada Escritura que he citado, estoy sometido a  mi conciencia y
ligado a la Palabra de Dios.”
Del mismo modo, la Confesión Belga (1561) estableció: “Creemos, que esta Santa
Escritura contiene de un modo completo la voluntad de Dios, y que todo lo que el hombre
está obligado a creer para ser salvo se enseña suficientemente en ella… Tampoco está
permitido igualar los escritos de ningún hombre (a pesar de lo santos que hayan sido) con las
Divinas Escrituras, ni la costumbre con la verdad de Dios (pues la verdad está sobre todas
las cosas), ni el gran número, antigüedad y sucesión de edades o de personas, ni los
concilios, decretos o resoluciones; porque todos los hombres son de suyo mentirosos y más
vanos que la misma vanidad. Por tanto, rechazamos de todo corazón todo lo que no
concuerda con esta regla infalible…” (VII).
La Escritura solamente es la regla inerrante y autoridad incuestionable de la vida y
práctica de la Iglesia. La única manera que podemos comprendernos correctamente a
nosotros mismos y ver las provisiones de Dios para suplir nuestras necesidades es a la luz
de la verdad de Dios. La Biblia, por consiguiente, debe ser enseñada y predicada en la
Iglesia.
El trabajo del Espíritu Santo en la experiencia personal no puede estar desconectado
de las Escrituras. El Espíritu de Dios no habla en forma contraria o independiente de las
Escrituras. Sin las Escrituras nunca hubiéramos conocido de la gracia de Dios en Cristo. La
Palabra bíblica, no las experiencias espirituales, son la base de la verdad.

Salmo 119:18; Salmo 138:2; 2 Timoteo 3:16-17; Hechos 17:11; Gálatas 1:8; 2 Corintios 4:2;
Romanos 1:16; 2 Timoteo 4:2-4; 2 Timoteo 2:15; 1 Timoteo 6:3,4

SOLA GRATIA (Sólo la gracia)


Un clamor central de la Reforma fue la “salvación por gracia”.
Aunque la iglesia romana enseña que la misa es un “sacrificio [que] es
verdaderamente propiciatorio”, y que por medio de la misa “Dios…. nos
otorga la gracia y el don de la penitencia, remite nuestras faltas e incluso

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nuestros enormes pecados”, los reformadores regresaron a la doctrina bíblica de la salvación
por gracia mediante la fe.
Nuestra postura justificada ante Dios es imputada por la gracia a causa de la obra de
Jesucristo, nuestro Señor. En contraste con las doctrinas de mérito personal impartido por
Roma, sola gratia y las doctrinas de la gracia, (depravación total, elección incondicional,
redención particular, llamamiento eficaz y la perseverancia de los santos) fueron predicadas
por todos los reformadores protestantes en todo el movimiento protestante.
Como declara la Confesión Bautista de 1689, “Cristo, por su obediencia y muerte,
saldó totalmente la deuda de todos aquellos que son justificados; y por el sacrificio de sí
mismo en la sangre de su cruz, sufriendo en el lugar de ellos el castigo que merecían, hizo
una satisfacción adecuada, real y completa a la justicia de Dios en favor de ellos; sin
embargo, por cuanto Cristo fue dado por el Padre para ellos, y su obediencia y satisfacción
fueron aceptadas en lugar de las de ellos, y ambas gratuitamente y no por nada en ellos, su
justificación es solamente de pura gracia, a fin de que tanto la precisa justicia como la rica
gracia de Dios fueran glorificadas en la justificación de los pecadores.”
Somos rescatados de la ira de Dios solamente por su gracia. El trabajo sobrenatural
del Espíritu Santo es el que nos trae a Cristo a través de liberarnos de nuestra esclavitud del
pecado y resucitarnos de la muerte espiritual a la vida espiritual.
Negamos que la salvación sea de alguna manera el resultado de alguna obra humana.
Métodos humanos, técnicas o estrategias, por sí mismas no pueden producir esta
transformación.
De la misma manera la Fe no es producida por nuestra naturaleza humana no regenerada,
sino un don de Dios y fruto de la gracia de Dios hacia sus escogidos.
La Confesión de Fe de Westminster (1647) dice al respecto: “A todos aquellos a
quienes Dios ha predestinado para vida, y a ellos solamente, le agrada en su tiempo
señalado y aceptado, llamar eficazmente por su Palabra y Espíritu, fuera del estado de
pecado y muerte en que están por naturaleza, a la gracia y salvación por Jesucristo;
iluminando espiritual y salvadoramente su entendimiento, a fin de que comprendan las cosas
de Dios; quitándoles el corazón de piedra y dándoles uno de carne; renovando sus
voluntades y por su potencia todopoderosa, induciéndoles hacia aquello que es bueno, y
trayéndoles eficazmente a Jesucristo; de tal manera que ellos vienen con absoluta libertad,
habiendo recibido por la gracia de Dios la voluntad de hacerlo.
Este llamamiento eficaz es solamente de la libre y especial gracia de Dios y de
ninguna otra cosa prevista en el hombre; el cual es en esto enteramente pasivo, hasta que
siendo vivificado y renovado por el Espíritu Santo, es capacitado por medio de esto para
responder a este llamamiento y para recibir la gracia ofrecida y trasmitida en él” (Cap. X). 

Efesios 1:3-8; Efesios 2:8-10; Romanos 4:4,5; Romanos 11:6;  Juan 6:44;  Juan 6:64,65;  1
Corintios 2:14, Juan 3:3; Hechos 16:14,15; Hechos 11:18; 2 Timoteo 2:25,26; Hechos 13:48;
Filipenses 1:6

SOLA FIDE (Sólo la fe)


El “Principio Material” de la Reforma fue la justificación solamente por fe.
La Confesión de Fe Westminster establece, “La Fe, así recibida y
reposada en Cristo y su justicia, es el único instrumento de justificación;
aunque esta no esta actúa sola en la persona justificada, sino que está
siempre acompañada de todas las demás gracias salvíficas; no siendo una
Fe muerta, sino mas bien, una Fe que obra por el amor” (Cap. XI)

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De la misma manera, la Confesión de Ginebra señaló la necesidad para aquellos
justificados por fe diciendo: “Confesamos que la entrada que tenemos a los grandes tesoros
y riquezas de la bondad de Dios que nos son aseguradas son por fe; como también, con
confianza cierta y seguridad de corazón, creemos en las promesas del evangelio, y recibimos
a Jesucristo como nos es ofrecido por el Padre y nos es descrito por medio de la Palabra de
Dios” (Artículo 11).
Reafirmamos que la justificación es por gracia solamente, a través de fe solamente por
Cristo solamente. En la justificación la santidad de Cristo es imputada a nosotros como la
única posible satisfacción a la justicia perfecta de Dios. Negamos que la justificación
dependa de cualquier mérito encontrado en nosotros, o depende de cualquier infusión de la
santidad de Cristo en nosotros

Gálatas 3:6-11; Romanos 3:28; Romanos 5:1; Gálatas 5:6; Romanos 5:8-10,19; Hebreos
10:10,14; 2 Corintios 5:21

SOLUS CHRISTUS (Sólo Cristo)


La Reforma hizo un llamado a la iglesia a regresar a la fe en Cristo como
único mediador entre Dios y el hombre. Mientras la iglesia romana mantuvo
que “hay un purgatorio y las almas que son detenidas allí son ayudadas por
las oraciones intercesoras de los feligreses”, “los santos deben ser
invocados y venerados;”, y que, “sus reliquias deberán ser veneradas”, los
reformadores enseñaron que la salvación es solamente a través de la obra
de Cristo. Como escribió Juan Calvino en “Institución de la Religión
Cristiana: “…intervino Cristo, e intercediendo por nosotros tomó sobre sus
espaldas la pena y pagó todo lo que los pecadores habían de pagar por justo juicio de Dios;
que expió con su sangre todos los pecados que eran causa de la enemistad entre Dios y los
hombres; que con esta expiación se satisfizo al Padre y se aplacó su ira; Que él es el
fundamento de la paz entre Dios y nosotros... que no podemos albergar sentimiento alguno
de su benevolencia y amor paterno hacia nosotros, sino en Jesucristo” (“Libro Segundo.
Capítulo XVI. Punto 2).
De la misma manera en el Catecismo de Heidelberg, Pregunta 30: “¿Creen pues
también en el único Salvador Jesús, aquellos que buscan su salvación en los santos, o en sí
mismos o en cualquiera otra parte? No, porque aunque de boca se gloríen de tenerle por
Salvador, de hecho niegan al único Salvador Jesús: pues necesariamente resulta, o que
Jesús no es perfecto Salvador o que aquellos que con verdadera fe le reciben por Salvador
tienen que poseer en El todo lo necesario para su salvación.”
Reafirmamos que nuestra salvación es obtenida por el trabajo mediador de solamente
el Cristo histórico. Su vida sin pecado y su pago imputacional (sustitucional) solamente son
suficientes para nuestra justificación y reconciliación con el Padre.
Negamos que el evangelio es predicado si la obra sustituta de Cristo en la cruz no es
claramente declarada y la fe en Cristo no es solicitada.

1 Timoteo 2:5,6; Colosenses 1:13-120; 1 Corintios 1:13, 30, 31; Gálatas 1:9; Gálatas 5:4;
Romanos 1:16; Colosenses 2:10; 1 Juan 1:7

SOLI DEO GLORIA (Sólo a Dios la gloria)


La Reforma recupero la enseñanza bíblica de la soberanía de Dios sobre todos los
aspectos de la vida del creyente. Toda la vida deberá ser vivida para la gloria de Dios.

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Como pregunta el Catecismo Menor de Westminster, “¿Cuál es el fin principal del
hombre?” Y responde: “El fin principal del hombre es el de glorificar a Dios, y gozar de Él
para siempre”.
Este gran y apasionado propósito fue enfatizado por aquellos en el Siglo 16 y 17 que
buscaban reformar a la Iglesia de acuerdo a la Palabra de Dios. Los reformadores vieron que
toda la vida debe ser vivida bajo el Señorío de Cristo. Cada actividad del cristiano ha de ser
santificado para la gloria de Dios.
Reafirmamos que debido a que la salvación viene de Dios y ha sido obtenida por Dios,
ésta es para la gloria de Dios y que debemos glorificarlo a El siempre. Debemos vivir nuestra
vida completa en la presencia de Dios, bajo la autoridad de Dios y solamente para su gloria.
Negamos que nosotros podemos propiamente glorificar a Dios si nuestra adoración es
confundida con entretenimiento, si descuidamos el evangelio en la predicación, o si auto-
superación, auto-estima o satisfacción propia se han convertido en alternativas para el
evangelio.

1 Corintios 10:31; 1 Pero 4:11; Romanos 11:36;  Apocalipsis 1:6;  2 Pedro 3:1;  Efesios 3:21;
Apocalipsis 7:12; Apocalipsis 4:9-11

Lección 3: Herencia Calvinista

El Calvinismo, perspectiva religiosa protestante asociada a la obra de Juan Calvino,


incluye las enseñanzas de éste y los últimos desarrollos de su visión del mundo. La doctrina
de Calvino era católica en su aceptación de la Trinidad, la naturaleza pecadora del hombre y
la obra salvadora de Jesucristo; era protestante en su compromiso con la autoridad última de
la Biblia, la justificación por la Gracia sólo mediante la fe, y la servidumbre de la voluntad
para la salvación; y fue reformada distintivamente en su énfasis en la soberanía omnipotente
de Dios, la necesidad de disciplina en la iglesia, y la seriedad ética de la vida.

Juan Calvino, a menudo considerado "el sistematizador de la Reforma", perteneció a


la segunda generación de reformadores protestantes del siglo XVI, y reunió la doctrina bíblica
sistemáticamente, como no lo había hecho ningún otro reformador anterior. Al mismo tiempo,
no era un erudito en una torre de marfil sino que un pastor que siempre pensó y escribió sus
obras teológicas con la perspectiva de la edificación de la iglesia cristiana. Aunque sus
opiniones no siempre han sido populares, y a veces han sido groseramente mal
interpretadas, su sistema teológico ha tenido una influencia muy grande hasta el día de hoy,
como lo prueba el hecho de que todas las iglesias reformadas y presbiterianas tienen a
Calvino como el fundador de su posición doctrinal bíblico - teológica.

I. Perspectivas Generales
La Escritura
El principio y la fuente formales del sistema teológico de Calvino se resume en la frase
latina Sola Scriptura (únicamente las Escrituras). En un sentido estricto, Calvino era sobre
todo un teólogo bíblico. Educado en las técnicas de la exégesis histórico-gramatical con sus
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estudios humanísticos y jurídicos, se remitió a lo que las Escrituras decían claramente y
rechazó la cuádruple interpretación medieval que permitía la alegorización, la
espiritualización y la moralización, insistiendo en que se debía tomar el significado literal de
las palabras en su contexto histórico. Sobre esta base buscó desarrollar una teología que
iniciaría de manera sistemática la enseñanza de las Escrituras. Sin embargo, Calvino no era
un racionalista, puesto que enfatizó constantemente el hecho de que si bien la Biblia nos
revela a Dios y sus propósitos, siempre permanece el misterio del Ser y de las
consideraciones divinas, que ningún pensamiento humano puede penetrar. Deut. 29:29 era
un versículo al que se refirió muchas veces.
El énfasis de Calvino sobre las Escrituras se debió a su creencia de que éstas son la
palabra de Dios, y por lo tanto, la autoridad final para la creencia y la acción cristianas. No
creía en una teoría del dictado, aunque en alguna ocasión se refirió a los escritores como
amanuenses de Dios, sosteniendo que el Espíritu Santo, de maneras diversas y a menudo
misteriosas, reveló la voluntad y obra de Dios y guió a los escritores en su registro de las
mismas. Así, la Biblia es autoridad en todas las materias de las que trata, pero no trata de
todo, como por ejemplo, de astronomía. El individuo llega a reconocer la Biblia como la
Palabra de Dios no debido a argumentos lógicos, históricos o de otro tipo, sino
principalmente por la iluminación del "testimonio interno" del Espíritu Santo.

Dios
Esto plantea la cuestión de cómo consideraba Calvino al Dios que así se había
revelado. En esto aceptó la doctrina histórica de la Trinidad: Dios, que es Padre, Hijo y
Espíritu Santo, iguales en sustancia, potencia y gloria. Además, puso gran énfasis en el
hecho de que Dios es soberano, eterno y completamente autosuficiente. En consecuencia,
no está sujeto ni al tiempo ni a ninguna otra entidad, como tampoco es reducible a categorías
espacio-temporales de comprensión y análisis humanos. Para sus criaturas Dios debe ser
siempre misterioso, excepto en la medida en que El mismo se les revele.
Este Dios soberano es la fuente de todo que existe, pero no porque todo lo que existe
aparte de El sea una emanación del divino Ser, sino que El es la fuente de todas las cosas
porque es su creador. Él ha hecho que todo exista, incluyendo la creación del tiempo y el
espacio desde la nada. Ni Calvino ni sus seguidores han pretendido explicar cómo Dios creó
todo, porque eso está en el ámbito del misterio de la acción de Dios. Tampoco creó Dios
forzado por alguna necesidad, sino que libremente según su propio plan y propósito, que
dieron lugar a un universo que era bueno.
Para Calvino y sus seguidores es importante también entender que el Dios trino no
abandonó a la creación después de formarla, sino que continúa sosteniendo y manteniendo
su existencia y operación. Las leyes físicas que gobiernan el universo material son resultado
de la continua obra y acción del Espíritu Santo. Puesto que la soberanía de Dios sostiene
toda su creación, en su providencia El lo gobierna y dirige al cumplimiento de sus propósitos
últimos respecto de que todas las cosas sean sólo para Su gloria (soli Deo gloria). Esta regla
incluía incluso las acciones libres del hombre, de modo que la historia pudiera lograr el fin
que Dios ha determinado desde toda la eternidad. Aquí hay otra vez un misterio que el
calvinista está preparado a aceptar, puesto que lo está para aceptar el misterio último del Ser
y acción de Dios.

El Hombre
Los seres humanos fueron creados a imagen de Dios, con conocimiento, justificación y
santidad verdaderos. El hombre se vio como creación de Dios, puesto en la creación como
administrador de la obra de Dios. Siendo a imagen de Dios, él también tenía voluntad libre,
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esto es, la capacidad de obedecer o de desobedecer libremente las órdenes de Dios. Al
tratar con el hombre Dios hizo un convenio con él, prometiendo su favor y bendición a
cambio de los cuales el hombre iba a gobernar y someter la naturaleza, reconociendo su
cargo como señor de la creación bajo autoridad soberana del Dios trino. En la teología
calvinista esto se conoce como e Pacto de Obras.
A pesar de este lazo y la revelación manifiesta de sí mismo por Dios, el hombre eligió
creer que podría declarar su independencia respecto del Dios soberano. Tentado por
Satanás, el hombre se afirmó como ser independiente adorando a la criatura más bien que al
Creador, y cayó así bajo el juicio de Dios. El resultado fue la condena y el rechazo del
hombre por parte de Dios, la corrupción total del hombre y su legado de la misma a sus
descendientes a lo largo de toda la historia. Solamente por la gracia general o común de Dios
la corrupción del hombre no ha resultado, ni resulta, completa o cabal en esta vida.
Dios soberano, sin embargo, no permitió que sus planes y propósitos se frustraran. Ya
en la eternidad, como parte de su concejo secreto, eligió para sí a una gran cantidad de sus
criaturas caídas, para que se reconciliaran con El. Dios no ha revelado nunca por qué lo hizo
así; sólo ha dicho que lo decidió en su misericordia, porque muy bien podría haber rechazado
a la humanidad por sus pecados. En la prosecución de este plan y propósito de redención el
Padre envió al mundo al Hijo, segunda persona de la Trinidad, para pagar la pena del pecado
de los elegidos y satisfacer cabalmente la justicia de la ley de Dios a favor de aquéllos. En el
AT los profetas y patriarcas ansiaban la venida de Cristo, confiados en su prometida
redención, mientras que en la iglesia del NT, que continúa hasta hoy, los cristianos
contemplan lo que Cristo ya logró para ellos en la historia.
A los elegidos de Dios se les envía el Espíritu Santo no sólo para iluminarlos en la
comprensión del Evangelio dispuesto en las Escrituras sino también para permitirles aceptar
la promesa de perdón de Dios. Por este "llamado eficaz" llegan a la fe en Cristo como Aquél
que los ha redimido, confiando en El como el único que ha cumplido todos los requisitos de
Dios en favor de ellos. Así, es sólo por la fe (sola fide) que ellos se salvan, a través del poder
regenerador Espíritu Santo. Posteriormente, como pueblo de Dios deben vivir las vidas que,
aunque nunca perfectamente santas, deben manifestar el hecho de que son Su pueblo,
intentando siempre glorificarlo en pensamiento, palabra y hechos.

La Iglesia
La vida que ahora vive el pueblo de Dios la viven como que son el pueblo del convenio
con El. Desde toda la eternidad el Dios soberano se propuso hacer un convenio con sus
elegidos en y a través del representante de éstos, el Hijo, que en la historia los redimió por su
vida sin tacha y sacrificio en la cruz del Calvario. En consecuencia, como ciudadanos de su
reino ellos están llamados ahora a servirlo en el mundo, lo que hacen como iglesia. Tienen
esa obligación tanto los creyentes adultos como sus hijos, porque el convenio se hace con
unos y otros, como fue con Abraham y sus descendientes en el AT, y con los creyentes y sus
descendientes en el NT. El bautismo significa esta entrada como miembros del cuerpo visible
del pueblo de Cristo para los niños y los adultos, aunque en ambos casos los votos
bautismales tomados por los adultos se pueden negar más adelante.
La Cena del Señor es el sacramento continuo que comparte el pueblo de Cristo en
conmemoración de El y de su obra redentora. Pero, de nuevo, es sólo a medida que los
elementos se reciben y comparten en la fe, que el Espíritu Santo bendice a los que reciben el
pan y el vino, haciéndoles participantes espirituales en el cuerpo y la sangre del Señor.
En materia de organización de la iglesia, los calvinistas generalmente han concordado
en que la iglesia debe ser gobernada por los mayores o ancianos, los que enseñan y
gobiernan o supervisan, elegidos por la iglesia. Todos concuerdan en que, en lo posible, hay
11
que mantener la unidad exterior, visible, de la iglesia, porque todos los cristianos son
miembros del cuerpo único de Cristo. Por otra parte, los calvinistas también han permitido la
pluralidad de la iglesia reconociendo que ésta no es perfecta, pero han insistido en que debe
haber uniformidad o congruencia básica de la doctrina.

II. Los 5 puntos del Calvinismo


Este sistema de teología fue reafirmado por reformadores en el sínodo de Dort en
1619, como la doctrina de salvación contenida en las Santas Escrituras. En esa época el
sistema fue formulado en "cinco puntos" en respuesta a cinco puntos sometidos por
seguidores de Jacobus Arminius (arminianos) a la Iglesia de Holanda en 1610.
La Salvación es llevada a cabo por el poder de la Santa Trinidad. El Padre es quien
elije, El Hijo muere por ellos, y El Espíritu Santo hace la muerte de Cristo efectiva, al traer a
los elegidos a la fe y al arrepentimiento, por lo tanto causando en ellos, el obedecer de buena
gana el Evangelio. El proceso entero (elección, redención, regeneración) es la obra de Dios
sólo por su gracia. Es a sí que es Dios, y no el hombre, quien determina quienes serán los
recipientes del regalo de la salvación.

1. Depravación o Inhabilidad Total:


Depravación Total es probablemente una de las doctrinas más desentendidas del
Calvinismo. Cuando los Calvinistas hablan de la raza humana como "totalmente
depravados", ellos están haciendo una declaración extensiva en lugar de intensiva. El efecto
de la caída en el hombre es que el pecado se ha extendido a cada parte de su personalidad,
sus pensamientos, emociones y su voluntad. No necesariamente que ellos sean
intensamente pecaminosos, sino mas bien que el pecado se ha extendido a todo su ser.
  El hombre no regenerado esta muerto en sus pecados (Romanos 5:12). Sin el poder
del Espíritu Santo, el hombre natural esta ciego y sordo al mensaje del Evangelio (Marcos
4:11ss.). Esta es la razón del porque la Depravación Total ha sido llamada Inhabilidad Total.
El hombre sin el conocimiento de Dios nunca vendrá a reconocer esta doctrina a no ser que
Dios le dé vida a través de Cristo (Efesios 2:1-5).

2. Elección Incondicional:
Elección Incondicional es la doctrina que declara que Dios escoge, desde antes de la
fundación del mundo, (Efesios 1:4-8) a aquellos que de los cuales Dios se place, a fin de
traerlos al conocimiento de sí mismo, esto no esta basado en ningún mérito de los elegidos,
ni basado en el conocimiento previo de Dios para descubrir quien va aceptar su  oferta del
Evangelio.
Dios ha elegido, basado única y solamente por el consejo de su propia voluntad,
algunos para vida eterna y otros para condenación (Romanos 9:15,21). Sin embargo esta
doctrina no deja de lado la responsabilidad del hombre para creer en la obra redentora de
Dios El Hijo (Juan 3:16-18).
Los elegidos son salvados para buenas obras (Efesios 2:10), y estas son resultado de
la gracia salvadora de Dios, la cual es iniciada en el proceso de salvación, primero la fe
proclamada por Pablo y seguida por la fe proclamada por Santiago; es lo que Pedro trata de
decir cuando exhorta al cristiano a hacer su "llamado" y "elección" segura, (2 Pedro 1:10);
llevar el fruto de las buenas obras es una indicación que Dios ha sembrado las semillas de su
gracia en tierra fértil.
 
3. Expiación Limitada (Redención Particular):

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Expiación Limitada es una doctrina que responde a la pregunta, ¿por los pecados de
quién murió Cristo?, la Biblia enseña que Cristo murió por los pecados de aquellos que Dios
le dio a salvar (Juan 17:9). Cristo murió, en verdad por mucha gente, pero no por todos
(Mateo 26:28). Específicamente, Cristo murió por la Iglesia Invisible de todos los tiempos,
(pasados, presentes, y futuros); es decir la suma total de todos aquellos quienes han sido
elegidos, han nacido de nuevo espiritualmente y llevan con justicia el nombre "Cristiano".
(Efesios 5:25).
A menudo esta doctrina encuentra algunas objeciones, principalmente de parte de
aquellos que piensan que la Expiación Limitada, obstruye el evangelismo. Cristo no va perder
a ninguno que el Padre le dio, (Juan 6:37).
La muerte de Cristo no fue una muerte de expiación "potencial " o simbólica; por si
acaso, alguien no elegido posiblemente pudiese creer en el futuro... esto en verdad
trivializaría la muerte del Señor Jesús en la expiación.
Cristo expió pecados específicos de pecadores específicos; para hacer su iglesia
santa. El no expió los pecados de todos los hombres, ya que obviamente no todos los
hombres son salvos. Cristo murió por los pecadores, y de seguro él no va ha perder ninguno
por los cuales el murió; la expiación de Cristo es suficiente para todas las generaciones, pero
eficiente solamente en los elegidos de Dios. La Gran Comisión debe de continuar hasta que
El Señor Jesús venga.
 
4. Gracia Irresistible:
El resultado de la Gracia Irresistible de Dios es la respuesta positiva del elegido al
llamado interno del Espíritu Santo, cuando el llamado externo es hecho por medio de las
Escrituras.
Cristo enseña que todos los que Dios ha elegido, vendrán al conocimiento de El, (Juan
6:37). Los hombres vienen a Cristo para salvación cuando el Padre los llama, (Juan 6:44), y
el mismo Espíritu de Dios guía a sus amados al arrepentimiento, (Romanos 8:14).
¡Que consuelo es saber que el Evangelio de Cristo penetrara nuestros duros y
pecaminosos corazones y maravillosamente nos salva a través del llamado interno del
Espíritu Santo! (I Pedro 5:10).
 
5. Perseverancia de los Santos:
La Perseverancia de los Santos es una doctrina que enseña que los santos (aquellos
que Dios ha salvado) permanecerán en las manos de Dios hasta que ellos sean glorificados
y llevados con El al cielo. Romanos 8:28-29, establece que cuando una persona ha sido
verdaderamente regenerada por Dios, permanecerá con Dios.
La obra de santificación la cual Dios genera, continuará en el elegido hasta que
alcance su consumación en el cielo, (Filipenses 1:6). Cristo asegura que no perderá a
ninguno de los elegidos y que serán glorificados en el "día postrero", (Juan 6:39).
La posición Calvinista permanece con la palabra de Dios, y confía en la promesa de
Cristo, que El cumplirá perfectamente la voluntad del Padre al preservar a  todos los
elegidos. El elegido persevera porque Dios lo preserva.

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Lección 4: La Organización

Presbiterianismo en México
La Iglesia Presbiteriana de México, en sus orígenes, es fruto tanto de la Iglesia
Presbiteriana del Norte como de la del Sur y más adelante también con trabajo de la Iglesia
Reformada de América; todas estas denominaciones provenientes de los Estados Unidos. Se
reconoce el año de 1872 como la fecha del inicio formal de la Iglesia Presbiteriana en México
con la llegada de los primeros misioneros presbiterianos.
En 1947, la Iglesia Presbiteriana de México, llega a su mayoría de edad y se organiza
en noviembre de ese año la Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de
México. A partir de ese tiempo la Iglesia ha venido marchando con toda fidelidad y ha estado
dando pasos para su mejor organización.
En 1992, el gobierno mexicano modificó las leyes en materia religiosa, y a partir de
entonces, la Iglesia Nacional Presbiteriana tiene el reconocimiento gubernamental como
Asociación Religiosa. El registro constitutivo es SGAR/126/93.
Actualmente, la denominación, a nivel nacional, cuenta con 3,460 templos. La mayoría
de los mismos se encuentran localizados en el sureste del país.

La palabra “Presbiteriano” se deriva de la palabra griega “Presbiteros” que significa


“anciano”. Esta palabra, en el nombre de nuestra denominación, hace referencia al tipo de
gobierno que tiene nuestra iglesia; es decir, que nuestra iglesia se gobierna por medio de
“presbíteros” o “ancianos”.
Este gobierno de ancianos escogidos de entre el pueblo de Dios no es un invento
contemporáneo, sino viene desde los tiempos bíblicos:
 Exodo 18:25: “Escogió entre todos los israelitas hombres capaces, y los puso al frente
de los israelitas como jefes de mil, cien, cincuenta y diez personas”.
 Hechos 12:23: “En cada iglesia nombraron ancianos y, con oración y ayuno, los
encomendaron al Señor en quien habían creído”

El Nombre: Iglesia Nacional Presbiteriana de México A.R.


1. Iglesia - Este término debemos entenderlo aquí como: "el grupo de creyentes y de sus
hijos que profesando la doctrina verdadera se identifican con una forma de gobierno y
doctrina particular, y se asocian para; adorar al Dios único, estudiar las enseñanzas de la
Biblia, participar en los sacramentos, testificar del Señor Jesucristo, etc."
2. Nacional - Reconocemos y afirmamos que la Iglesia Nacional Presbiteriana de México,
es una Iglesia Cristiana que pertenece a la familia Evangélica y Protestante de Iglesias. Que
es autónoma, de arraigo y sostén nacionales y no depende o recibe determinaciones del
extranjero, bien sea de algún poder Eclesial, Político, Económico o Cultural, etc.
3. Presbiteriana - Es la forma o tipo particular de gobierno que la dirige, es decir, es
gobernada por Presbíteros que significa “Ancianos”.

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4. Asociación Religiosa. Antes de 1992, todos los templos eran propiedad de la nación, pero
a partir de esa fecha las Asociaciones Religiosas debidamente constituidas ante la Secretaría
de Gobernación pueden ser propietarias de bienes muebles e inmuebles. Esto es una gran
bendición con la que no contábamos en el pasado, pero también conlleva la responsabilidad
de cumplir con todos los requerimientos que la ley establece.

Tipo de Gobierno
← 1. Teocrático - La autoridad absoluta es la de Dios. Reconocemos que él es la
autoridad final en la Iglesia. Sin embargo, por su gracia, delega autoridad a su santa iglesia.
← 2. Democrático - La autoridad delegada por Dios está en la Iglesia. Al mismo tiempo,
ésta ejerce su derecho eligiendo a aquellas personas que considera capaces para
representarles, guiarles y ministrarles. A través de procesos de elección democrática, los
miembros en plena comunión de la Iglesia eligen y son elegidos para ejercer oficios dentro
de la Iglesia.
← 3. Representativo - La Iglesia elige por medio de su voto a sus líderes. Con esto, la
iglesia cede su autoridad a sus representantes democráticamente electos para que ellos
gobiernen, tomen decisiones y determinen el camino a seguir como Iglesia. Una vez elegidos
los cuerpos de gobierno eclesiástico, la mayoría de las decisiones caen bajo su competencia,
excepto la de elegir otros ancianos y diáconos, así como para elegir al pastor. Estas
decisiones son un privilegio que le corresponde únicamente a la Iglesia por medio de una
reunión plenaria.

Los Oficiales de la Iglesia


Los oficiales de la Iglesia son:
← 1. Los Presbíteros o Ministros de la Palabra y Sacramentos. El oficio de ministro de la
Palabra y de los sacramentos o pastor, es el primero de la iglesia, tanto por su dignidad,
como por su función. Los pastores no son miembros de la Iglesia local, sino del Presbiterio.
El período pastoral regular en la iglesia local es de cinco años, pudiendo ser renovado
mediante reunión congregacional.
← 2. Los Ancianos de Iglesia. Los ancianos de la iglesia son propiamente los
representantes de la Iglesia, elegidos por ésta para ejercer el gobierno y la disciplina, así
como la enseñanza de la doctrina, la práctica de la predicación, cuando fuere necesario y el
cuidado espiritual de la iglesia en unión con los pastores y ministros de la Palabra.
Juntamente con el pastor constituyen el Consistorio.
← Los ancianos de la iglesia tienen la misma autoridad y los mismos derechos y privilegios
en los cuerpos eclesiásticos que los pastores. Aunque la ordenación es vitalicia, el cargo
activo es de un período de tres años, renovable por elección de la Iglesia hasta en dos
ocasiones.
← Para aspirar al ancianato se requiere tener dos años de ser miembro en plena comunión
de la iglesia que lo elige; ser mayor de 25 años en el momento de la elección; ser casado;
ser fiel y activo en la iglesia y observar una vida cristiana dentro y fuera de la iglesia.
← 3. Los diáconos. Los diáconos también son electos por la iglesia local en reunión
congregacional para velar por los bienes y necesidades materiales de la misma. La

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ordenación es vitalicia, pero el cargo activo es de un período de tres años, renovable por
elección de la iglesia hasta en dos ocasiones.
← Para aspirar al diaconado se requiere tener dos años de ser miembro en plena comunión
de la iglesia que lo elige; ser fiel y activo en la iglesia y observar una vida cristiana dentro y
fuera de la iglesia.
Los Cuerpos de Gobierno
Existen cuatro cuerpos de Gobierno en la iglesia Presbiteriana de México A.R. Estos
son: El Consistorio, el Presbiterio, el Sínodo y la Asamblea General.

CONSISTORIO CONSISTORIO CONSISTORIO

PRESBITERIO 5 Iglesias

SÍNODO 3 Presbiterios

ASAMBLEA 3 Sínodos
GENERAL

← 1. Consistorio - El consistorio es el primer cuerpo de gobierno de la Iglesia Presbiteriana.


Tiene autoridad sobre la iglesia local y sobre su campo ministerial (congregaciones, ,
misiones e instituciones de servicio) está constituido por el pastor, quien es el presidente de
este cuerpo y los ancianos reunidos en cuerpo colegiado y sobre su campo ministerial.
Deberá nombrar a uno de sus ancianos, como secretario del mismo, indicando el tiempo de
vigencia de dicho cargo.
← 2. Presbiterio – El Presbiterio es el segundo cuerpo de gobierno de la Iglesia
Presbiteriana. Tiene una función central e interrelacionante con los otros cuerpos de
gobierno. Se compone de todos los ministros y un anciano por cada iglesia dentro de cierta
jurisdicción determinada. Se requieren 5 Iglesias como mínimo para poder constituir un
Presbiterio. Nuestra Iglesia Shalom pertenece al Presbiterio Peninsular.
← 3. Sínodo – El Sínodo se compone de tres presbiterios debidamente constituidos y
abarca una amplia región geográfica bajo su cuidado y responsabilidad. Es propiamente una
cuerpo de coordinación, interrelación y de apelación en asuntos de disciplina. El Sínodo al
que pertenecemos como Iglesia y Presbiterio es el Sínodo de la Península de Yucatán.
← 4. Asamblea General – Es el cuerpo de gobierno que engloba a toda la denominación.
Representa a todas las iglesias locales en todo el país y ejerce jurisdicción sobre todos los
cuerpos de gobierno que la integran.
Los Miembros en Plena Comunión de la Iglesia
Un miembro en plena comunión de la iglesia presbiteriana es un creyente en Cristo,
que ha sido recibido como tal en una iglesia local para mantener una relación formal de
compromisos y privilegios.
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Formas de llegar a ser miembro en plena comunión.
Una persona puede ser miembro de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, A.R.
a través de una de las 4 formas reconocidas por la Iglesia, las cuales son:
← 1. Por profesión de fe. Es el caso cuando una persona que hubiere sido bautizada en su
niñez en la iglesia local, en otra iglesia presbiteriana o en alguna iglesia evangélica
reconocida, y previa preparación y examen sobre doctrina, culto y práctica de la Iglesia
Presbiteriana, es recibida en plena comunión.
← 2. Por profesión de fe y bautismo. Este es el caso cuando una o varias personas, han
dado evidencias de haber aceptado al Señor Jesucristo como su Salvador personal, y han
expresado su deseo de pertenecer al Cuerpo de Cristo y servir al Señor con todo gozo y
entusiasmo y testificar de Él en todas partes. Profesión de fe y bautismo significa, que la
persona o personas han recibido una preparación previa, mínima de seis meses, para
recibirse como miembros en plena comunión de la iglesia.
← 3 Por carta de traslado. En este caso, la persona o personas, en forma previa, deberán
entregar al pastor o al consistorio, una carta debidamente escrita, que transcriba el acuerdo
respectivo del consistorio de la iglesia de la cual proceden. Esta carta tendrá una vigencia
máxima de seis meses después de ser expedida. Por su parte, el consistorio de la iglesia en
la cual la persona va a recibirse, deberá tomar nota tanto de la solicitud de ingreso como de
la carta misma de traslado y acordar lo conducente.
← 4 Por testimonio. Este caso se refiere a aquella persona o personas que por motivos
diversos y muy excepcionales no les ha sido posible conseguir y presentar su carta de
traslado, pero tanto el pastor como los miembros de la iglesia tienen evidencias de que esa
persona(s) ha sido miembro de otra iglesia presbiteriana, y por otra parte, con su asistencia
regular a los cultos y participación en las actividades generales de la iglesia, ha dado
pruebas de su interés por la vida y trabajo de la misma a la cual desea ingresar.
Los privilegios de los miembros
1. Ser edificado por medio de la predicación y enseñanza de la Palabra de Dios.
2. Participar de la Santa Cena y de todos los auxilios espirituales de la iglesia y ceremonias
especiales que se practiquen en la misma.
3. Hacer partícipes a sus hijos de las promesas y bendiciones divinas por medio de los
Sacramentos y la orientación de su vida a través de la educación cristiana.
4. Expresar su voluntad mediante el ejercicio del voto, en las reuniones congregacionales.
5. Ser nombrado directivo en los ministerios de la iglesia.
6. Para los miembros varones, ser elegido oficial de la iglesia (anciano o diácono) a la que
pertenece.

Pérdida de los Privilegios en la iglesia local


Una persona pierde sus derechos y privilegios como miembro en plena comunión de
una iglesia local, por las siguientes razones:
← . Por dejar de asistir a los servicios de su iglesia durante seis meses consecutivos,
injustificadamente. En este caso, se requiere la respectiva declaración y testimonio del
consistorio ante la iglesia, que deberá comunicarse por escrito al afectado. Podrá recuperar
su membresía por testimonio, cuando él o ella así lo soliciten.
← 2. Por traslado. Todo miembro de la iglesia que se ausente de la localidad, para ir a otro
lugar, deberá llevar una carta de traslado, misma que deberá presentar a la iglesia

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presbiteriana en donde piensa asistir (o iglesia evangélica reconocida), con el fin de que
tenga derecho a todos los privilegios y deberes en la otra iglesia. La iglesia que lo recibe
deberá dar aviso a la iglesia que extendió dicha carta, con el fin de que el interesado deje de
ser miembro de ésta última.
← 3. Por excomunión. Esta forma se refiere a un caso extremo de separación de un
miembro de la iglesia por haber cometido faltas graves contra el Señor y ofendido a la
comunidad cristiana. Para la aplicación de la excomunión, se requiere que el consistorio se
constituya en tribunal eclesiástico y de acuerdo con la Disciplina de la Iglesia Nacional
Presbiteriana de México, A.R. aplique la sanción sobre el caso.
← 4. Por defunción. Es decir, por pasar a la presencia del Señor.
← 5. Por expulsión o exclusión. Es cuando a una persona bajo disciplina, se le separa
definitivamente y queda sin oportunidad para reingresar a la iglesia como miembro de ella.

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Lección 5: Los Sacramentos
Introducción

La palabra "sacramento" viene del latín sacramentum. Fue el término que escogió San
Jerónimo (autor de la versión latina conocida como la Vulgata, 383-406 d.C.) para traducir la
palabra griega “misterion". En nuestra Biblia, no aparece la palabra "sacramento", pues es un
término que inventaron los teólogos cristianos en sus discusiones sobre la doctrina. Tampoco
aparecen en la Biblia palabras como "Trinidad" "encarnación", o inclusive "teología" pero las
usamos, pues lo que importa no es tanto la palabra, sino la doctrina. Si la Biblia enseña una
doctrina, debemos creerla. Ya después le damos el nombre. Como presbiterianos, tenemos
una Confesión de Fe que resume la doctrina enseñada en la Biblia. El cap 27 de esta Confe-
sión de Fe de Westminster explica la doctrina de los sacramentos, y consta de 5 secciones:

Primera Sección:

"Los sacramentos son signos y sellos santos del pacto de gracia (Rm 4:11; Gn 17:7) insti -
tuidos directamente por Dios (Mt 28:19; 1 Cor 11:23) para simbolizar a Cristo y a sus bene-
ficios y para confirmar nuestro interés en él (1 Cor 10:16 y 11:25-26; Gál 3:27), y también
para hacer una distinción visible de aquellos que pertenecen a la Iglesia y los que son del
mundo (Ex 12:48; I Cor 10:21), y para obligar solemnemente aquellos al servicio de Dios en
Cristo conforme a su palabra. (Rm 6:3-4; 1 Cor 10:2-16).

Segunda Sección:

En todo sacramento hay una relación espiritual o unión sacramental entre el signo y la cosa
significada, de donde resulta que los nombres y efectos del uno se atribuyen al otro. (Gén
17:10; Mat 26:27-28; Tito 3:5)."

I. ¿Que es un Sacramento?

La Confesión dice que "los sacramentos son signos y sellos santos del pacto de gracia".

A. El sacramento es una señal.

La señal sirve para indicar otra cosa (no a la señal misma). Ejemplos de señales serían:

Ejemplo 1- (Ex 4:1-5): La vara de Moisés, al volverse serpiente, fue una señal para los que la
vieron de que Dios en verdad había aparecido a Moisés.

Ejemplo 2- (Mat 24:29, 30, 34): La destrucción de la ciudad de Jerusalén (vv 15-22, por los
romanos en el año 70 d.C.) fue la señal de que Jesucristo había iniciado ya su reinado y
ministerio de mediador en el cielo.

Ejemplo 3- (Juan 2:ll,23) Los milagros de Jesús fueron "señales" de que era quien decía ser:
el Hijo de Dios, el Mesías divino.

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Ejemplo 4- (Rom 4:11): La circuncisión de Abraham fue la señal, "como sello de la justicia de
la fe que tuvo estando aún incircunciso.”

Por lo tanto, no confundamos la cosa señalada con la señal. Un sacramento, en cuanto es


señal, muestra que ha venido la gracia de Dios pero no es en sí el instrumento por el que
vino la gracia de Dios. Solamente la confirma y la declara.

B. El sacramento es un sello.

Un sello sirve para autenticar, o autorizar algo. Por ej., Ester 3:12: "en nombre del rey Asuero
fue escrito y sellado con el anillo del rey". Si no hubiera sido sellado, siempre hubiera sido
autoritativo, pues era un documento genuino del rey. El sello sirvió para los que lo recibieron,
para convencerles de que en verdad procedía del rey. Así es con un sacramento, no
beneficia al que lo da, sino a los que lo reciben. Confirma la gracia ya recibida.

C. El sacramento es algo instituido por Dios

El romanismo afirma que son 7 los sacramentos: el bautismo, la confirmación, la cena del
Señor, el matrimonio, las órdenes, la penitencia y la extrema unción. Nosotros sólo a-
ceptamos 2, el bautismo y la cena del Señor, pues es imposible comprobar por la Biblia que
Dios haya instituido los demás como señal de su gracia y de su pacto. En cambio, es fácil
demostrar que Cristo ordenó tanto el bautismo (Mat 28:19) como la santa cena (l Cor 11:23).

I I. ¿Para Que Es Un Sacramento?

La Confesión habla de 4 propósitos:

A. Para simbolizar a Cristo y a sus beneficios. Es otra manera de decir que un sacramento
sirve como una señal.

B. Para confirmar el interés del creyente en Cristo. Es otra manera de decir que un
sacramento sirve como un sello

Nota: los sacramentos se dan a creyentes. Son de beneficio exclusivamente a los que son
hijos de Dios, no a los que son del mundo. La palabra de Dios es el gran medio que sirve pa -
ra dar a conocer a Jesucristo a los mundanos (1 Cor 1:17), así como para confirmar a los
creyentes en su fe. Los sacramentos son una prueba adicional para los creyentes que les
confirma la gracia que anteriormente han recibido del Señor.

C. Para hacer una distinción visible de aquellos que pertenecen a la Iglesia y los que son del
mundo.

D. Para obligar solemnemente a los creyentes al servicio de Cristo.

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Lección 6: La Cena del Señor

I- ¿Qué es la Cena del Señor?

La Confesión de fe de Westminster dice:


Nuestro Señor Jesús, la noche que fue entregado, instituyó el sacramento
de su cuerpo y de su sangre, llamado la Cena del Señor, para que se
observará en su Iglesia hasta el fin del mundo, para un recuerdo perpetuo
del sacrificio de sí mismo en su muerte, para sellar en los verdaderos
creyentes los beneficios de ella, para su alimentación espiritual y
crecimiento en EL, para un mayor compromiso en y hacia todas las obligaciones que le
deben a Cristo; y para ser un lazo y una prenda de su comunión con EL y de su mutua
comunión, como miembros de su cuerpo místico. 1. I Corintios 11:23-26; 10:16,17, 21 y
12:13.

El catecismo en su pregunta #96 dice: ¿Qué es la Cena del Señor?

R- La Cena del Señor es un Sacramento por el cual dando y recibiendo pan y vino según la
ordenanza de Cristo, se simboliza su muerte; y aquellos que dignamente lo reciben son
hechos, no de una manera corporal y carnal, sino por la fe, partícipes de su cuerpo y sangre,
como también de todos los beneficios consiguientes; lo cual conduce a su nutrimento
espiritual y a su crecimiento en la gracia. (1 Cor 11:23-26; Hech 3:21; 1 Cor 10:16)

Responde las siguientes preguntas con base en los dos párrafos anteriores.

¿Quién instituyó este sacramento?

¿Concretamente en qué consiste el acto?

¿Qué simbolizan los elementos de este ritual?

¿Con qué finalidad se practica este sacramento? (Ver Confesión de Fe, arriba)

a) RECUERDO. Recuerdo del S_________________ de Cristo.


b) SELLO. Sellar en los verdaderos creyentes los B_________________ de la muerte de
Cristo.

c) ALIMENTO. Alimento e________________ y crecimiento en él.

d) COMPROMISO. Más compromiso en y hacia todas las o_______________.

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e) COMUNIÒN. Lazo y prenda de c______________ con él y con los miembros del
Cuerpo de Cristo.

II- El Significado Espiritual:

2.1- Los elementos:

a)- El pan: representa el cuerpo del Señor. Desde el tabernáculo en el A.T. (Lv 24:1-9) había
en el Lugar Santo--"delante de Jehová"--una mesa con el Pan de la Proposición, q. en
realidad eran 12 hogazas de pan (1 por c/u de las 12 tribus), las que se comían por los
levitas en el Lugar Santo cada día de reposo y se reponían con nuevas hogazas. La Mesa
del Pan en el Tabernáculo simbolizaba a Jesús, la fuente del sustento diario para todo el
pueblo elegido.

En Juan 6, Jesús alimenta en forma milagrosa a más de 5,000 personas, y seguidamente


discute con la gente sobre la señal del maná ( w 30-35). Jesús dice que él en su persona
cumple el simbolismo del maná, pues él (Jesús) es el pan de vida que descendió del cielo y
da vida al mundo Comer de este pan (de Jesús), es "creer en él" (v 29), o bien, "venir a él" (v
37). El resultado para el que comiere de él, sería nada menos que ¡la vida eterna! (v 47-51).

b)- El vino: representa la sangre del Señor. También en el A.T., en el sistema de ofrendas en-
señadas por Moisés ante al Monte Sinaí, estaban incluidas las llamadas "libaciones",
ofrendas de vino que se tomaban o se derramaban junto con las ofrendas por el pecado y
por la culpa.

La vid es un cultivo muy importante para los pueblos del medio oriente. En el desierto, Israel
sólo tuvo maná, no hubo mucha oportunidad de tomar del fruto de la vid. Los 12 espías
trajeron grandes racimos de uvas (Núm 13:17-24) como muestra de lo fértil que era la Tierra
Prometida, pero el pueblo tuvo miedo, y no entró. Cuarenta años más tarde, bajo el mando
de Josué, entraron, celebraron la pascua, cesó el maná, y comieron del fruto de la tierra (Jos
6:12). Para muchos, el racimo de uvas representa los frutos del Espíritu Santo en la vida del
creyente.

En Juan 15, Jesús dijo, "Yo soy la vid verdadera, mi Padre es el labrador". Jesús derramó su
propia sangre en ofrenda (libación) por nosotros. Y nos envía su Espíritu Santo para darnos
la energía espiritual que necesitamos para vivir la vida cristiana en obediencia a Dios.

c)- no hay carne: La Cena del Señor sustituye lo que en el A.T. celebraban en la Pascua, con
el sacrificio de un cordero, recordando así la liberación de la esclavitud en Egipto y de la
muerte de los primogénitos. Cristo es el sacrificio único para los creyentes. El derramó su
sangre en sacrificio cruento. En la Iglesia del N.T. no hay más derramamiento de sangre, por
lo que en los sacramentos del N.T. (a diferencia de los sacramentos del A.T., Pascua y
Circuncisión) no hay más necesidad de derramar sangre. Tanto el Bautismo, como la Santa
Cena, son sacramentos incruentos, recordatorios solamente del único sacrificio hecho una
vez para siempre por Jesús. (Ver Heb 9:26 y 10:12)

2.2- Los requisitos:

El catecismo dice:
22
Preg #97: ¿Qué se requiere para recibir dignamente la Cena del Señor?

R- Para que los participantes reciban dignamente la Cena del Señor, es necesario que hagan
un examen del conocimiento que tienen para discernir el cuerpo del Señor; de su fe para
alimentarse en él; de su arrepentimiento, amor y nueva obediencia, para que no sea que
recibiendo indignamente el sacramento, coman y beban su propia condenación. (1 Cor
11:27, 31-32; Rom 6: 17-18)

a)- El discernimiento. Esto quiere decir que el creyente debe, ante todo, entender perfecta-
mente que el pan no es más que pan, y el vino no es más que vino; pero que ambos
elementos representan cuerpo y sangre del Salvador; y que al participar de ellos se recibe
una especial bendición espiritual, por la comunión con Cristo el Señor.

b)- La fe en el comulgante (no necesariamente en el oficiante). Debe haber certidumbre de


que efectivamente estamos en Cristo (2 Cor 13:5); que estamos dispuestos a confesarlo en
todo tiempo, lugar y circunstancia (Mar 8:38; Lc '2:8-9). Por ello, en la Iglesia Presbiteriana
sólo permitimos a los que han hecho ya su pública profesión de fe en Cristo y han entrado
así a formar parte de su Iglesia, que participen de la Cena del Señor.

c)- El arrepentimiento. Aun siendo miembros de la Iglesia, sabemos que hemos


desobedecido a los santos mandatos del Señor, por lo que debe haber un arrepentimiento
sincero, nacido desde lo más hondo del corazón. Por ello, ningún creyente que,
desgraciadamente, esté viviendo en vida escandalosa (prueba evidente de que no hay
arrepentimiento), debe participar de la Cena del Señor.

d)- El amor. Debemos examinarnos con respecto al amor que hay en el corazón, no tan sólo
para Dios, sino también para con nuestros prójimos (1 Jn 4:20-21). Por ello, ninguno que está
en disgusto con alguno de sus prójimos, o que sabe que alguno está con él disgustado, debe
participar de la Cena, sino hasta que haya quitado el obstáculo, perdonando y buscando
verdadera reconciliación (Mat 5:23-24).

e)- Por último, un propósito de nueva obediencia al Señor (14 Ped 1:22). De este modo, se
renueva el pacto, la alianza con el Señor, en la que Jesús promete estar con nosotros, ser
nuestro Dios y tenernos como su pueblo (Deut 29:12-13); y nosotros a la vez le prometemos
lealtad, amor y obediencia. Todo ello, por gratitud.

III- Los Resultados:

3.1- Cristo se hace presente. No en sentido literal, como en la doctrina romana de la


transubstanciación, que enseña que al comer el pan y beber del vino, tomamos del
verdadero cuerpo y de la verdadera sangre de Jesús. Recordemos Jn 6:63 "El espíritu es el
que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y
son vida".

3.2- Cristo nos da nuestro nutrimento y nuestro crecimiento en gracia. Así como el pan y el
vino son asimilados por el cuerpo para darle vigor, así Cristo viene al alma para darle fortale-
za, consuelo, y todas las gracias salvíficas que necesitamos para nuestro crecimiento y
madurez en Cristo. De modo que resistamos a la tentación, obedezcamos su voluntad

23
revelada, testifiquemos con valor, y aumentemos en nuestro amor a él y a todo aquello que él
ama.

IV- Su Celebración

4.1- Su frecuencia: Jesús dijo:”Haced esto en memoria de mí”, Pero no especificó con cuanta
frecuencia debíamos participar de la Cena. Hay iglesias que la practican cada semana y
otras, una vez al mes. Puesto que Cristo no específico la frecuencia, hay espacio para las
dos prácticas. Las dos presentan sus ventajas y desventajas prácticas. Al final de cuentas, la
autoridad eclesiástica de cada iglesia local define la frecuencia de la celebración. Lo que es
incorrecto es no celebrarla en lo absoluto o celebrarla muy raras veces, porque es un
sacramento que alimenta nuestra alma.

Lección 7: El Bautismo

I – ¿Qué es el bautismo?

La Confesión de Fe de Westminster dice:


El Bautismo es un sacramento del Nuevo Testamento, instituido por
Jesucristo, no para admitir solemnemente en la iglesia visible a la persona
bautizada, sino también para que sea para ella una señal y un sello del pacto
de gracia, de su injerto en Cristo, de su regeneración, de la remisión de sus
pecados, y de su rendición a Dios por Jesucristo, para andar en novedad de
vida. Este sacramento, por institución propia de Cristo debe continuarse en su
Iglesia hasta el fin del mundo.

El Catecismo menor en su pregunta 94 dice: ¿ Qué es el Bautismo?


R. El bautismo es un sacramento, en el cual. el lavamiento con agua, en nombre del
Padre del Hijo y del Espíritu Santo, significa y sella nuestra unión con Cristo, nuestra
participación en los beneficios de la alianza de gracia y nuestro comprometimiento de ser del
Señor. ( Mateo 28:19 Juan 3:5; Romanos 6:3,5; Gálatas 3:27).

En términos concretos, el bautismo es:


1. Un S____________________.
2. El elemento principal es el a_____________.
3. Se hace en el nombre del _____________, del _____________ y del _____________.

II. Su Significado espiritual (Simbolismo del Bautismo)

24
2.1- el bautismo con el Espíritu Santo:

El N.T. habla de dos "bautismos” en la vida de la iglesia: uno con agua, y uno con el
Espíritu Santo. Más bien, serían dos aspectos del mismo bautismo como vemos en el
siguiente esquema:

ASPECTO BAUTISMO CON EL BAUTISMO CON AGUA


ESPÍRITU SANTO

Tipo Real Ritual

Donde ocurre Internamente Externamente

Valor Verdadero Simbólico

Elemento El Espíritu Santo El agua

El que lo administra Jesucristo Un ministro

Le da validez Llamamiento eficaz Arrepentimiento y fe

Resultado Adopción a la familia de Dios Membresía de la iglesia

El bautismo con agua simboliza, o representa en forma actuada, que el Espíritu Santo
ha caído sobre la persona a la que se bautiza. En el caso de adultos, se trata de bautizar con
agua a los que ya fueron bautizados con el Espíritu Santo. De modo que hay una relación
muy íntima, o sea, una unidad fundamental entre el bautismo con agua y el bautismo con el
Espíritu Santo (Hch 10:44-48).

Ver Ez 36:25-28. Aquí en un mismo pasaje se habla del rociamiento con agua, y de la
venida del Espíritu que cambia el corazón. Entonces, el bautismo externo (con agua)
representa una realidad interna (venida del Espíritu). No representa la muerte, sepultura y
resurrección sino representa en primer lugar, nada menos que el bautismo con el Espíritu
Santo. Indica que el Espíritu Santo ya vino sobre la persona;...ya la regeneró, ya la adoptó,...
¡ya la salvó!

Cuando Dios me bautiza con el E.S. entonces Dios me da vida nueva, me cambia el
corazón de piedra a un corazón de carne, me llama eficazmente, me levanta de mi condición
de muerto en mis pecados y me pone en capacidad de abrazar a Cristo por fe. En fin...¡me
convierte! (ver Tito 3:3-5). Por eso, sí me uno a Cristo en su muerte, sepultura y resurrección.
Pero lo hago porque el Espíritu Santo ya ha sido derramado sobre mí. Por eso hago lo que
ahora hago en Cristo.

2.2- Lavamiento (limpieza, purificación):

Ez. 26:35 indica que el agua que esparce Dios sobre nosotros es la que nos limpia de
toda inmundicia. En Jn 7:39, Jesús explica que el agua que él da es realmente el Espíritu

25
Santo. El agua es buen símbolo para el Espíritu Santo, por dos razones: a)- ambos dan vida;
y b)- ambos limpian.

a)- Como las corrientes de agua simbolizan la vida abundante que viene de Dios (Isa
55:1; Jer 2:13; Ez 47:1-9; Ap 22:1-2), así el Espíritu Santo es el que da vida al hombre (Rm
8:6-11; Gál 6:8). Isa 44:3 hace claro el simbolismo,"Yo derramaré aguas sobre el sequedad y
ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus
renuevos."

b)- Como el agua sirve para limpiar suciedad (Ez 16:4; Mt 15:2; Hb 10:22 etc) así es el
Espíritu Santo quien limpia el corazón (Tito 3:5, 1 Cor 6:11). Ver Hech 22:16: "Levántate y
bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre".

Técnicamente, es la sangre de Cristo la que limpia de todo pecado (Heb 9:14; 1 Jn


1:7; Ap 1:5c); pero el Espíritu Santo aplica esa sangre a nuestra vida; o sea, aplica a los
elegidos los beneficios de la obra redentora de Jesús. Limpieza... santidad... purificación.
Requisitos para estar en la presencia de Dios. Bienaventurados los de limpio corazón,
porque ellos...

2.3- Señal del pacto:

La Biblia enseña un solo pacto de gracia desde Adán hasta Cristo. Sólo hay una
manera de obtener la salvación en todas las épocas: es por gracia, por medio de la fe. En el
A.T. se anticipaba la persona y la obra salvífica de Jesús mediante ritos y otras figuras exter-
nas. En el N.T conmemoramos esa obra de Jesús y la aplicamos a nuestra vida.
Simplemente no hay otro mediador del pacto, sino sólo Jesús. No hay otra sangre que limpia,
sino sólo la de Jesús. El A.T. y el N.T.: 2 administraciones, pero un solo pacto de gracia. Por
eso, sólo hay un evangelio para todos (Hechos 13:32-33).

Al entrar en este pacto con Dios (o sea, al aceptar uno los términos que él
soberanamente nos ofrece), se da una señal, la "señal del pacto" (ver Gén 17:9-14), que le
da el derecho a ser miembro del pueblo de Dios con todo lo que ello implica (Ex 12:48; Rom
4:11). En el A.T. la señal del pacto era la circuncisión; en el N.T. es el bautismo (Mc 16:16;
Hch 2:38; 8:12, 36-37; 18:8). Pablo dijo en Ef. 4:5, que sólo hay "un Señor, una fe, un
bautismo". En Col 2:11-13, Pablo prácticamente identifica el bautismo que ahora practicamos
con el rito antiguo de la circuncisión.

El bautismo, pues, es el sello externo del pacto de la gracia que Dios hace con
nosotros en el nombre y por la mediación de Cristo, y solamente por él. Es por decirlo así, la
puerta de entrada a la Iglesia visible de Cristo, por lo cual todo aquel que de veras cree en -
Cristo como su Salvador y está arrepentido de sus pecados, para entrar a formar parte de la
Iglesia de Cristo, debe ser bautizado (1 Cor. 12:13; Hech 2:41; 10:47-48; 16:31-33). Es un
solemnísimo compromiso que hace quien lo recibe, de ser de Cristo por toda su vida.
(Tomado del Cat. Menor Explicado de Ezequiel Lango, p 153.)

2.4- Unión con Cristo: Gál 3:27, "Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de
Cristo estáis revestidos".

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Cuando la Biblia habla de estar bautizado en alguien, quiere decir que la persona
bautizada se identifica con aquella persona; o sea, unen sus vidas y destinos. Por ej:

a)- I Cor 10:1-4. Aquí Pablo hace una comparación entre los corintios y los israelitas
del tiempo de Moisés. Todos los israelitas pasaron por la prueba y la liberación del éxodo, en
virtud de haber confiado en su líder Moisés Lo dice Ex 14:31: que después de haber cruzado
el Mar Rojo y haber sido salvados por el Señor de la mano de los egipcios, "vio Israel aquel
grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron
a Jehová y a Moisés su siervo".

Lo importante es entender el verso 2: todos "en Moisés fueron bautizados". Ese


bautismo, claro, no fue por inmersión, pues los sumergidos fueron los egipcios, que murieron
ahogados. Dice Pablo que fueron bautizados en la nube y en el mar. Pero sabemos que
pasaron por el mar ¡en seco! Simplemente quiere decir que tuvieron un líder (Moisés), y
tuvieron que creer en él. Su suerte dependía de la suerte de Moisés. Estaban
ligados...identificados...unidos. Así sucede con el que se bautiza en Cristo, o "en el nombre
de Jesús". Indica que cree en él a tal grado que se identifica con él, y une sus intereses y su
destino a los de él.

b)- Rom 6:3-7, y Col 2:11-13. Nuevamente se trata del EFECTO del bautismo y no su
modo. Si nos bautizamos en Jesús, significa que nos unimos a él en su muerte, resurrección,
e inclusive en su ascensión. Donde esté Jesús, ahí estoy con él. ¡Estamos UNIDOS!

III. El modo de Bautismo

Mucho se discute acerca del modo correcto de Bautizar. A lo largo de la historia


cristiana, se ha bautizado de tres maneras: Por inmersión, por efusión y por aspersión. La
iglesia Presbiteriana acostumbra bautizar por aspersión. Aunque acepta como válido el
bautismo trinitario de otras denominaciones evangélicas sin importar él método empleado.

La Confesión de Fe de Westminster dice: “No es necesaria la inmersión de la persona


en el agua; sin embargo se administra correctamente el bautismo por la aspersión o efusión
del agua sobre la persona”.

Aunque se acepta otras formas de bautizar como válidas, la iglesia Presbiteriana de


México argumenta a favor de su práctica del bautismo por aspersión con base en las
siguientes líneas de pensamiento.

Algunos Casos en el N.T.:

3.1- El etíope (Hech 8:38-39)

Los verbos "bajar" y "subir" en este pasaje simplemente indican lo que tuvieron que hacer
para primero llegar al agua (un oasis en el desierto) y dejarla.

3.2- Los 3,000 y los 5,000 (Hch 2:41 y 4:4)

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a)- Difícil la logística si en un solo día; cada uno de los 11 apóstoles tendría que haber bau-
tizado a 273 personas. Es más fácil pensar que fue por aspersión (o efusión) ...dando 15
segundos por persona, en una hora lo habrían hecho.

b)- Y ¿dónde en Jerusalén lo harían? Si por inmersión, debió ser en el estanque de Salomón
alimentado por acueducto, y guardado para el uso de los habitantes de la ciudad. El estan-
que de Siloé tenía usos de orden religioso. No permitirían las autoridades la entrada de unos
3,000 a contaminar el agua; ni se cree que las autoridades darían permiso para ello a los de
una "secta" odiosa.

3.3- Saulo de Tarso (Hch 9:17-19; 22:12-16)

Nótese las acciones enumeradas, y tómese en cuenta el estado físico de Saulo, y el lugar
donde estaba. Dice:

"le cayeron de los ojos como escamas..."


"recibió al instante la vista..."
"levantándose, fue bautizado..."
"habiendo tomado alimento, recobró fuerzas" Por supuesto, que bautizado en el mismo
cuarto donde esta guardando reposo. No pudo haber sido por inmersión.

3.4- Cornelio (Hech 10:44-48)

El bautismo con agua sucedió al bautismo con el Espíritu Santo; probablemente en la misma
casa.

3.5- El carcelero de Filípos (Hch 16:30-33)

Las circunstancias no permiten pensar que pudo haber sido por inmersión. Considera:

 a)- La hora: medianoche (o poco después)


 b)- La condición física de Pablo y de Sílas: lacerados, necesitando curación... ¿tener
que caminar una distancia para encontrar un río o un estanque?
 c)- El agua que sirvió: fue la misma agua traída para lavarles sus heridas (v 33).

Conclusión:

No hay ningún caso evidente de bautismo por inmersión. Más bien pareciera ser que fue por
otro medio, por las circunstancias en las que se dieron estos bautismos. Realmente, el
bautismo no habla tanto de un método, sino representa más el EFECTO que produce el
Espíritu Santo al purificarnos (lavarnos) del pecado, y unirnos a Jesucristo para una vida
nueva en él.

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29
Lección 8: El Bautismo de Niños
Introducción:

Pocos entienden el significado del bautismo de infantes. Los que tienen tendencia católica
piensan que el agua “bendita" tiene propiedades casi mágicas, o sea, que el sacramento da
al niño automáticamente una seguridad eterna para su alma...;que le asegura su salvación!

Otros evangélicos entienden que la ceremonia simplemente es una "dedicación" del niño al
Señor...una promesa que hacen los padres de consagrar al hijo a Dios, pero no se habla de
una promesa de Dios a los padres.

I- NUESTROS SIMBOLOS DOCTRINALES:

1.1- E1 Catecismo Menor (Pr. 95)

Pr.- ¿A quiénes ha de administrarse el bautismo?

R- E1 bautismo no debe administrarse a los que están fuera de la Iglesia visible hasta que no
profesen su fe en Cristo y su obediencia a él; mas los párvulos de los que son miembros de
la Iglesia visible han de ser bautizados.

1.2- La Confesión de Fe (Cap 28, inc. 4)

"No sólo los que personalmente profesan su fe en Cristo y su obediencia a él deben ser -
bautizados, sino también deben serlo los párvulos cuyos padres son, a lo menos uno de
ellos, creyentes".

II- LOS PRINCIPIOS BIBLICOS:

2.1- Los niños están incluidos en el pacto:

a)- Doctrinas bíblicas:

 El bautismo es la señal del pacto (anteriormente lo había sido la circuncisión).


 El pacto de gracia es el plan de Dios para la redención del hombre.
 La comunidad del pacto es la Iglesia.
 Hay Iglesia en el Antiguo Testamento, así como en el Nuevo.
 La Iglesia incluye tanto a niños como a los adultos. En apoyo a este principio y a las
verdades arriba enumeradas, notemos la siguiente relación breve de textos, tanto por
lo que directamente enseñan, como por lo que claramente implican:
o (1) Gén 17:7-8.
o (2) Deut 29:10-11 (Tanto niños como mujeres tomaron parte en la ceremonia
solemne de la ratificación del pacto).
o (3) Hech 2:38-39: La promesa es para los hijos. ¿Cuál promesa? R- La
mencionada por Joel, que es la misma dada a Abraham cuando Dios hizo el
pacto con él.
o (4) Tito 1:6 Un requisito para ser anciano es que sus hijos sean creyentes.

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o (5) Mar 1:17 (compara con Jn 21:15-16). La función del pastor es de pastorear
ovejas, incluyendo a los corderos. Hay ovejas grandes, como las hay recién
paridas (Is 40:11). Como Jesús, llevarlas en sus brazos...

b)- Beneficios del pacto:

El pacto es para adultos, y para sus hijos. Todos reciben los beneficios que señalamos a
continuación. Si los niños los reciben, solamente sería porque Dios ya los incluye dentro de
los términos de su pacto. Veámoslos:

 (1) Pertenecer a Dios: "yo seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo”
(yo soy suyo, y mío es él).
 (2) Tener comunión con Dios (orar a él).
 (3) Tener fe en Dios, Tito 1:6. Es decir, creer en sus promesas, y esto desde temprana
edad.
 (4) Recibir la protección, la dirección de Dios, tanto en lo físico como en lo espiritual
 (5) Ser salvos. Creemos que los niños que mueren en su infancia van al cielo, y
estarán con Cristo por toda la eternidad.

2.2- E1 principio representativo:

Es el principio que Dios nos trata siempre como parte de una comunidad (sea familia, iglesia,
nación o inclusive raza humana). El individuo es parte de una entidad mayor. Por ello, sus
acciones, siempre afectan de algún modo a los demás. Se conocen grados de jerarquía, y
dentro de éstos, los responsables llevan la representación de su grupo (sea familia, tribu,
etc.). Unos ejemplos serían:

a)- Estuvimos en Adán, Rom 5:15,18-19. No sólo en potencia o en semilla, sino que ju-
rídicamente hablando, él nos representó, y - nuestro destino (para bien o para mal) estuvo
ligado con el de él.

b)- Estamos en Cristo: en su vida, muerte, resurrección, ascensión. Con él estábamos


cuando él vivió aquí en el mundo; y con él estamos hoy día (Gál 2:20; Ef 2:6; etc.).

c)- Estamos ligados a nuestros padres:

 Por las maldiciones del pacto (Ex 34:7; 20:5 ver Jos 7:24, el caso de Acán).
 Por las bendiciones del pacto; o sea, la consecuencia de la fe en un padre (Dt
4:37,40).
o Ej 1- Noé, Gn 6:8: Noé halló gracia ante los ojos de Dios, y fueron salvas ocho
personas.
o Ej 2- Abraham, Gn 17:7.
o Ej 3- Isaac, Gn 26:3,5,24. Se benefició por ser el hijo de Abraham.
o Ej 4- Los israelitas en Egipto, Ex 2:24-25. Dios se acordó de su pacto ¡con
Abraham!
o Ej 5- Salomón, 1 Rey 11:11-12. "No lo haré en tus días, por amor a David tu
padre; lo romperé de la mano de tu hijo".

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Aplicación: Leer Jer 32:18. Padres, madres: tus pecados tendrán sus efectos en tus hijos.
Esto nos debe instar a cuidar nuestro testimonio, nuestro proceder y andar en el camino de
Dios, no sólo por nuestro propio bien, sino por el de nuestros hijos también.

2.3- La unidad de la Biblia:

Hay una unidad entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Este principio merece
una mayor explicación, pero nos limitamos en este estudio a recordar las verdades
siguientes:

 a)- Hay un solo plan de salvación. Tanto en el Nuevo Testamento como en el Antiguo
Testamento, la salvación es sólo por gracia, por medio de la fe.
 b)- Los signos externos pueden cambiar de un testamento a otro; pero la realidad
espiritual que simbolizan es la misma (ver estudio anterior sobre el significado del
bautismo).
 c)- La relación entre los dos testamentos: el Antiguo Testamento es preparación para
el Nuevo; el Nuevo encuentra su base en el Antiguo.
 d)- E1 Nuevo Testamento no puede ser más limitante, o reducido, en sus beneficios
que el Antiguo; sino todo lo contrario. El Nuevo amplía y profundiza las experiencias
del Antiguo. La Ep. a los Hebreos habla de cuánto mejor es el nuevo pacto. El Antiguo
es en parte; el Nuevo es la plenitud. El Antiguo Testamento es promesa; el Nuevo
Testamento es cumplimiento. El Nuevo no es menos que el anterior, sino más.

Ejemplos:
 El Espíritu Santo. Su presencia y su actividad en ambos testamentos: son limitadas en
el Antiguo Testamento, pero plenas en el Nuevo Testamento.
 El concepto del Pueblo de Dios. En el Antiguo Testamento, es Israel como nación; en
el Nuevo Testamento, es la Iglesia universal.
 Los sacramentos. En ambos testamentos son dos. En el Antiguo Testamento, fueron
la circuncisión y la pascua; en el Nuevo Testamento son el bautismo y la Cena. Pero
tanto Cena como Bautismo comprenden un significado mucho más rico que la
circuncisión y la pascua, por la obra de Cristo realizada.
 El bautismo. Hoy se ofrece a mujeres como a varones, cuando que en el Antiguo
Testamento la señal del pacto se daba sólo a varones. Si en el Antiguo Testamento se
daba a niños, ¿por qué no dárselos hoy?

III. Los niños en el Nuevo Testamento

Podemos aprender mucho de la manera en la que Jesús y los apóstoles trataron a los niños,
especialmente a los hijos de creyentes. Veamos los cinco considerandos siguientes:

1- DIOS Y LA FAMILIA:

Tenemos varios casos de hijos que recibieron bendición de Jesús, por la consideración que
tuvo a los padres. Por ej.,

 Mat 9:18-19 y 23-26. La hija de un hombre principal murió y Jesús intervino, pero por
la fe del padre.
 Mat 17:14-18. El caso del muchacho ''epiléptico" (realmente, endemoniado).
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 Luc 7:11-17. El hijo de la viuda de Naín. Ella ni pidió, Jesús simplemente tuvo
compasión de ella, y el hijo recibió la vida como un favor hecho a la madre.
 Jn 4:46-54. El hijo de un oficial del rey en Capernaum.

2- JESUS BENDICE A LOS NIÑOS:

Los textos son: Mat 18:1-6; 19:13-14; Mar 9:36-37; 10:14-16; y Luc 18:15-17.

El término traducido niños, es "brefe", que significa infantes. Ahora bien, notamos que:

--Jesús puso sus manos sobre ellos. Para los judíos era un acto solemne, de significado
teológico, de transferir algo a otra persona. Leemos de casos de imposición de manos en
señal de unción, otros de bendición impartida, de comunicación de autoridad, de recepción
del Espíritu Santo, de pronunciación de anatema, etc. En cuanto es para bendición, las
manos no se imponen a incrédulos, sino sólo a los que están en el Pacto.

--Jesús oró por ellos. Esto confirma los privilegios del Pacto: el que el Mediador (Cristo) ore
por la persona. Recordemos que las oraciones de Jesús siempre son efectivas (ver Luc
22:32 y Jn 17:9 y 20).

--"De los tales" es el reino de los cielos. No dice que el reino sólo es de los adultos que se
hacen semejantes a los niños; sino que de ellos (de los niños) ES el Reino.

¿Por qué, pues, no las habrá bautizado? R- Porque Jesús aún no había muerto y resucitado;
no había establecido aún el Pacto nuevo "en su sangre". Por lo que el antiguo todavía estaba
vigente. Los niños de estos padres (por lo menos los varoncitos) ya tenían la señal del pacto,
la circuncisión: estaban dentro del Pacto.

3- LOS NIÑOS DE UN CREYENTE SON SANTOS:

El contexto es el problema de los matrimonios mixtos, y si la mujer cristiana debe o no dejar


a su marido inconverso. La respuesta es: si él consiente en que vivan juntos, que así sea
(ella no debe dejarlo). Y la razón que da el apóstol es, que la parte creyente del matrimonio
"santifica" a la parte no creyente. La base que se tiene para afirmar esto es: que el hijo de un
creyente es "santo". Es decir, son "apartados", y Dios los mira de una manera especial, por la
relación que tiene con su madre (o padre) creyente; o sea, por consideración a la parte
creyente el hijo recibe beneficio espiritual que obrará para su salvación también.

4- EFESIOS 6:1.4 comparado con EF. 1:1: y Col 3:20-23, comparado con Col 1:2.

La epístola está dirigida a los "santos". ¿Quiénes son estos "santos"? R- La Iglesia. Y ¿qué
grupos sociales incluye la Iglesia? R- Incluye a maridos, a esposas, a padres, a hijos, a
siervos y a amos. Vemos, pues, que los niños ("hijos") están entre los "santos".

5- LOS TEXTOS DE LAS "CASAS" (familias):

--Luc 19:9, Zaqueo, "hoy ha venido salvación a esta casa".

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--Hech 16:15, Lidia, "fue bautizada, y su familia".

--Hech 16:31, el carcelero de Filípos:

"Cree (tú) en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa". Luego, vv 33-34: "se bautizó él
con todos los suyos... se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios".

--I Cor 1:16, "También bauticé a la familia de Estéfanas'.

--Otras referencias: Hech 10:47-48; 11:14.

CONCLUSIONES:

--Hay pocos casos de bautismos en el Nuevo Testamento. Los apóstoles bautizaron a


muchos, pero sólo conocemos de 12 casos, y de éstos, tres fueron de familias enteras.

--No hay seguridad, pues la Biblia guarda silencio, pero sería sorprendente que en ninguno
de estos casos de familias enteras hubiesen niños; lo razonable por su grado de probabili-
dad, es pensar en que sí los hubo.

--Lo importante es la unidad de la familia. Estos casos son un ejemplo más del principio
representativo en acción: por la decisión y la acción de uno (su jefe), los demás se bene-
fician.

IV. Objeciones comunes al Bautismo de Niños.

Para concluir nuestro estudio sobre los sacramentos, y en especial sobre el tema del
bautismo, hacemos hincapié sobre la realidad de que a nosotros los presbiterianos se nos
critica mucho nuestra doctrina y práctica en cuanto al bautismo. Sólo los metodistas
comprenden y comparten con nosotros. Los demás se dedican a la crítica. Sin embargo,
creemos que sus objeciones carecen de base. Por ello, analicemos los argumentos
siguientes:

OBJECION #1: QUE LA BIBLIA ENSEÑA QUE SOLO LOS QUE PUEDEN HACER UNA
PROFESION DE FE DEBEN SER BAUTIZADOS.

(Esto obviamente no incluye a niños)

Respuesta: Hay que ver el contexto de cada caso mencionado en la Biblia. Los bautistas, por
ejemplo citan textos como Hech 2:38 y Rom 10:9 entre otros, que enseñan que es necesario
creer para ser bautizado. Lo que no hay que olvidar, sin embargo, es el contexto de la
situación en la que se dio esa enseñanza, pues son pasajes dirigidos a personas adultas, y
no a infantes, ni acerca de infantes. La instrucción es para adultos, no para niños. Si la
referencia principal hubiese sido los niños, otra cosa se diría. De hecho, en los textos vistos
en el estudio anterior sobre los casos de bautismos de familias enteras, no aparece la
instrucción de que todos tienen que creer para poder ser bautizados. Al carcelero de Filípos,
por ejemplo, Pablo le dijo a él que creyera, y que incluyera a toda su casa en su decisión, lo

34
cual hizo. El tuvo que creer, como adulto y como jefe del hogar, pero los que fueron salvos (y
bautizados) fueron todos los de su casa.

OBJECION #2: QUE NO SABEMOS SI LOS NIÑOS SERAN REGENERADOS (SALVOS),


POR LO QUE ES PREFERIBLE ESPERAR HASTA QUE ELLOS PUEDAN DECIDIR POR SI
MISMOS.

Respuesta: Si bautizamos a niños, debemos tener una base bíblica para ello. ¿Cuál es? La
base no lo constituye el que sepamos o no sobre su futura salvación (eso sólo Dios lo sabe).
La base es, más que nada, el mandato de Dios. El ordenó que a nuestros niños les diésemos
la señal del Pacto, y es por eso que lo hacemos. Es más: Abraham, aún sabiendo que su
primer hijo Ismael NO era el hijo elegido, todavía así lo hizo circuncidar (Gn 17:18-27).

Si un niño recibe una propiedad en herencia, ¿no lo procuraría guardar el padre o el tutor
responsable, hasta que el niño llegase a la mayoría de edad para disfrutar de ella, aun que
quizá luego él la desprecie? Por otra par te, si un padre dice dudar sobre la salvación futura
de su hijo, es hombre de poca fe. Realmente no cree la promesa de Dios: "porque para
vosotros es la promesa, y para vuestros hijos" (Hechos 2:39).

OBJECION #3: QUE LOS NINOS NO ENTIENDEN ELSIGNIFICADO DE LO QE SE HACE.

Respuesta: Por supuesto que no lo entienden. Mas no por falta de entenderlo dejan de recibir
ellos los beneficios del acto (de bautismo) y del Pacto. Luego lo entenderán.

OBJECION #4: QUE LA TRISTE HISTORIA ES QUE MUCHOS BAUTIZADOS EN SU


NIÑEZ LUEGO ERRARON EL CAMINO Y MURIERON EN SU INCREDULIDAD

Respuesta: ¡Es muy cierto! Pero lo mismo podemos decir acerca de muchos adultos que han
sido bautizados, y luego se echaron para atrás y murieron en su incredulidad. No porque ello
suceda se deja de practicar el bautismo. Lo mismo sucede con el bautismo de infantes. El
hecho de que se pervierta una práctica, no por ello la desvirtúa o la invalida.

CONCLUSION: Tenemos como cristianos, ciertas responsabilidades con respecto a esta


doctrina.

LOS PADRES debemos ser cumplidos con lo que el Señor nos ordena. Al bautizar al niño,
no le damos un seguro de vida (o contra incendio). Gén 18:19 dice: "Yo sé que mandará a
sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová..."

Por ello, debe enseñar a sus hijos el camino del Señor. Esto no es deber principalmente de la
Iglesia, ni de la madre, sino del Padre.

También, debemos ponerlos a los hijos en el camino del Señor. Esto quiere decir: llevarlos al
templo, enviarlos a los campamentos y a escuelas bíblicas, aconsejarlos cristianamente en
sus decisiones vocacionales y sentimentales

Y por último, hay que darles el buen ejemplo: amarse como esposos, que la disciplina sea en
el Señor; en fin, tener a Cristo como el centro del hogar. Amén. "Soli Deo gloria"

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