Está en la página 1de 2

Un ejemplo de ejercicio de aceptación podría consistir en que se

imaginase una experiencia angustiosa –tal como una discusión con un


amigo– y se trabajase en la asimilación de cuantos sentimientos pudieran
suscitarse. La metáfora de los dos juegos constituye un buen ejemplo de
una tal metáfora.
T4: ¿Por qué no prueba usted a considerarlo en los siguientes términos?
Hay dos juegos en la vida. El primero de ellos se encuentra aquí, en esta
mano [el terapeuta puede entonces extender una de las suyas], y la clave
estriba en él en atenuar la intensidad de cualquier idea o sentimiento con
los que haya tenido alguna vez problemas. De salir usted victorioso en
esta partida, esos pensamientos e ideas se desvanecerán. Hasta la fecha,
¿cómo le ha ido en este juego?
C5: ¡Venga hombre! Llevo jugando a ese juego la mayor parte de mi vida,
y mis sentimientos siguen mostrándose tan inexpugnables como el primer
día.
T: Diríamos, entonces, que en cierto modo ha estado usted compitiendo
contra un equipo de profesionales, por lo que no había manera de que
pudiese ganar.
C: Esa sería una buena manera de expresarlo.
T: Si por casualidad ganase, ¿qué es lo que conseguiría?
C: Pienso que si alguna vez lograra hacerme con el control de esa parte
de mi vida, podría hacer todo eso que he estado perdiéndome, como salir
con chicas, cambiar de trabajo o ser una persona más activa.
T: He aquí lo que le ofrezco: tengo aquí otro juego [el terapeuta extiende
entonces la otra mano] al que la mayoría de la gente no presta ninguna
atención. Se parece en ciertos respectos al primero, pero difiere de él en
cosas muy importantes. Para empezar, es un juego limpio. Cuanto más se
pone en él, más cosas se sacan también de él por regla general. Y lo que
es aún más importante, en lugar de jugar con el fin de controlar sus
pensamientos, en él va usted a jugar por esas cosas que quiere
realmente hacer en la vida. En lugar de dedicarse a tener bajo control a
sus sentimientos antes de dar siquiera un paso, ¿qué le parece si
empezásemos directamente por avanzar? Lo que tendría que hacer
entonces es sacar a su equipo del primer juego y trasladarlo al que ahora
le propongo. Tal vez se le haga un poco difícil, porque los jugadores
querrán mirar de vez en cuando a la otra cancha y comprobar el
marcador, es decir, seguir, si fuera ello posible, jugando un poco más
como hasta ahora. De suceder eso, tendrá usted que tomar consciencia
de ello y recordarle a su equipo que el juego es ahora otro.
C: ¿Y limitarme entonces a sentirme angustiado?
T: Angustiado diría yo que ya lo está. Pero ahora podrá percibir su
angustia cuando se sienta angustiado, y, en lugar de sentarse pura y
simplemente a esperar a que su angustia desaparezca, continuar a la vez
haciendo esas cosas que le parecen importantes.

También podría gustarte