Vamos a jugar. Completa las siguientes frases con lo primero que se te
venga a la cabeza: Vuelve a casa ésta _____________________ No por mucho madrugar _____________ México lindo y _____________ ¿Por qué crees que has escrito lo que has escrito? ¿No es porque esas frases ya forman parte de tu historia?
El lenguaje no resulta siempre tan inocuo.
Por ejemplo, completa las frases siguientes: No soy una buena persona. Soy ____________________________ Me pongo triste solo de pensar que yo ______________________ Lo peor de mí es que yo ____________________________________
Resulta muy sencillo construir una red de relaciones que puede
durar toda la vida. Pero sialgún elemento de tu historia te causa dolor, también es muy fácil incluirlo en la red mental y eso también dura toda la vida. Algunas de las palabras que resuenan en tu cabeza son evaluaciones negativas, como: “En el fondo, tengo miedo de que yo ______”. ¿Quién sabe de dónde habrán venido las demás frases en las que sueles pensar? Puede que vengan de tus padres, de la TV o de un libro o, simplemente, de la misma lógica del lenguaje. Rotular las experiencias personales como lo que son Un consejo que te puede ayudar a que caces tus pensamientos, sentimientos, recuerdos y sensaciones corporales, tal como aparecen cuando tienen lugar, consiste en etiquetarlas como realmente son: Verbaliza en voz alta lo que estás haciendo exactamente más que lo que piensas que estás haciendo. Por ejemplo, si estás pensando que hoy tienes cosas que hacer más tarde, en lugar de decir: “Hoy tengo cosas que hacer más tarde” añade una etiqueta con la clase de vivencia que está teniendo lugar exactamente: “Estoy teniendo el pensamiento de que tengo cosas que hacer más tarde”. Si te sientes triste, toma nota diciéndote a ti mismo: “Estoy teniendo el sentimiento de tristeza”. Cuando te apliques este tipo de etiquetas, deberán seguir el siguiente formato:
• Estoy teniendo el pensamiento de que… (describe el pensamiento)
• Estoy teniendo el sentimiento de que… (describe el sentimiento) • Estoy teniendo el recuerdo de que… (describe el recuerdo) • Estoy teniendo la sensación corporal de que… (describe la naturaleza y localización de tu sensación corporal) • Estoy sintiendo el impulso de… (describe tu tendencia de comportamiento o predisposición) Ahora, estás listo para probar tus habilidades de etiquetado. Deja que surjan tus experiencias y etiquétales adecuadamente cuando aparezcan. Este proceso te permite desligarte del contenido de tus vivencias privadas. Por ejemplo, puedes observar que existe una gran diferencia entre la frase “estoy deprimido” y “estoy teniendo el sentimiento de que estoy deprimido”. Te animamos a que apliques este tipo de etiquetado a tu diálogo interno, o sea, a la manera que tienes de hablar contigo mismo y te recomendamos que seas muy riguroso en la aplicación de las etiquetas, al menos durante una semana.