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Calderas de gas: Toda una historia para

ser más eficientes

La evolución de las calderas para ser más eficientes


En este artículo vamos a intentar entender la historia de las calderas y cómo han
evolucionado en el tiempo con la intención de ser, ya no solo más eficientes, sino
también de intentar mejorar frente al medio ambiente.

1. 1. Sus orígenes

Denis Papin ( 1647 - 1714), un físico francés, inventor y visionario, que dedicó su
vida al estudio de la física, fue el precursor de lo que hoy llamamos “olla a
presión”.

Sus estudios permitieron determinar (junto a su maestro Christiaan Huygens) que


existía la posibilidad de aprovechar la energía del vapor producido por el agua a
presión.

Años después construyó su famosa olla con válvula de seguridad, que es la


antecesora de las autoclaves.
En 1687, siendo profesor en la Universidad de Marburgo (Alemania) presentó un
aparato perfeccionado. Eso le permitió demostrar que la condensación del vapor
produce efectos muy similares a la depresión de los gases.

A finales del S XIX, el ingeniero escocés James Watt (1736-1819) dedicó gran
parte de su vida al estudio de las maquinarias de vapor. Sobre todo, en referencia
a las pérdidas de energía que se producían durante su funcionamiento.

Así fue como, luego de muchas pruebas, consiguió mover cada vez máquinas de
mayor envergadura, con lo que con la imparable Revolución Industrial estaba en
marcha.

A partir de allí todo fueron avances tecnológicos, no sólo pudieron moverse las
máquinas, sino transportar las materias primas y elaborar productos que luego
fueron enviados a destino con los ferrocarriles y los barcos de vapor.

De allí al transporte de personas y a la calefacción de hogares y sitios de trabajo,


sólo hubo un paso.

1. 2. La llegada de las calderas de gas

Con el paso de las décadas, la evolución tecnológica avanzó hasta la aparición de


las primeras calderas de gas. Era una manera novedosa de calentar el agua. Ésta
pasaba por un serpetín mientras que los quemadores alimentados a gas llevaban
el agua hasta los 90 o C

Estas calderas, llamadas atmosféricas, tenían el peligroso inconveniente de que la


zona donde se llevaba a cabo la combustión estaba en contacto con el aire. Esto,
evidentemente, al producir el monóxido de carbono, lo enviaba directamente al
lugar donde la caldera estaba instalada.

Si unimos a esto que esas calderas tienen una baja eficiencia energética, se hizo
necesaria la aparición de las calderas estancas.
Se llaman así porque su zona de combustión está aislada del exterior. Y
lógicamente trabaja con dos tubos. Uno es el de la entrada del aire, y el otro el de
la salida de los gases, que va directamente al sistema de ventilación.

1. 3. Sistemas de las calderas de gas modernas

Las innovaciones, la investigación, y las tecnologías cada vez más avanzadas,


han permitido obtener mejoras sustanciales en el funcionamiento de las calderas
de gas.

Un equipo de caldera es un recipiente cerrado, donde el agua se evapora gracias


al calor que producen determinados gases.

Pero... ¿Qué lugar tienen frente a otros equipos de calefacción modernos?


Aunque es evidente, y como veremos, el mercado nos ofrece muchos tipos de
calderas. Me gustaría añadir la siguiente imagen donde se realiza una
comparación de sistemas de calefacción:
La imagen forma parte del siguiente artículo ovacen.com/calderas-de-gas/ donde
se indaga en las calderas para viviendas en la web de OVACEN. Como podemos
ver, los avances técnicos han logrado que se sitúen en segunda posición desde
una perspectiva de ahorro energético, pero, vamos a indagar un poco más sobre
los diferentes sistemas...

Básicamente podemos distinguir su funcionamiento según esta clasificación:

1. Calderas de gas estancas: Son las que tienen sellada la cámara de


combustión. No consumen oxígeno dentro del local, y son de un tipo de
funcionamiento muy seguro, precisamente porque el aire no entra en
contacto con los gases que se producen con la combustión.
La cámara donde se realiza la combustión es totalmente hermética. Son bi-
tubulares, por un conducto absorben el aire exterior, y por el otro extraen
los gases tóxicos y los eliminan a través de la tubería de ventilación.

1. Calderas de gas de bajo NOX: Estas calderas también son estancas. La


diferencia fundamental está en su diseño. Su sistema es similar a las
calderas de condensación, y ofrece un índice de emisión de NOX ( óxido de
nitrógeno u óxido nítrico) más bajo. De allí su nombre.
Incorpora un diseño especial en el sistema de combustión. Al reducir los
gases contaminantes, cumple con las normativas de ecología y cuidado del
medio ambiente. Usa, como las calderas estancas, el aire del exterior. El
quemador es refrigerado por el circuito de agua, y de esa forma se reduce
la temperatura de los humos y con ello la contaminación.

1. Calderas de gas atmosféricas: En estos aparatos, la cámara de


combustión está abierta. Muy al contrario de las calderas estancas. En
estas calderas el aire que se utiliza para la combustión está en el mismo
sitio de la caldera. Eso hace que sea menos eficiente desde el punto de
vista energético, y que sea más contaminante. Con este sistema, los gases
de combustión quedan en el aire de las viviendas.

1. Calderas de gas de condensación: Estas calderas se consideran una


revolución en el funcionamiento. También son estancas, pero con la ventaja
añadida de que se reutiliza la energía que genera el vapor de agua en la
combustión del gas.
La normativa europea exige desde el año 2015, que estas sean las únicas
calderas domiciliarias de instalación permitida.
Su rendimiento comparativo puede ser mayor al 100%. Ahorro de energía y
de costes, y mejor producción de agua caliente y/o sistemas de calefacción.
Esto se obtiene en estas calderas, gracias a que la cámara estanca enfría
los gases hasta aproximadamente los 70o C. Entonces el calor latente que
está cerca de los 200 o C se aprovecha para generar más energía. Siendo
el gas enfriado el dióxido de carbono, lo que sale mayormente al exterior es
vapor de agua, de bajo o nulo nivel contaminante.

Actualmente la mayoría de las calderas instaladas para la provisión de agua


caliente y calefacción, son del tipo estanco. Su emisión de NOX (óxido nítrico) es
muy baja aunque contaminante.
Las calderas atmosféricas ya no se fabrican debido a su prohibición por el alto
nivel de contaminación del medio ambiente.

Y las calderas de condensación van imponiéndose en el mercado, gracias a su


efectividad energética, su rendimiento y el bajo poder contaminante. Y, si bien su
precio es más alto respecto a las otras, se amortiza rápidamente la inversión con
el ahorro del combustible gaseoso.

1. 4. Calderas más eficientes y ecológicas.

Con el tiempo, obtenemos calderas más eficientes y ecológicas. Las calderas de


condensación han sido la mayor innovación de las últimas décadas.

Como nota, desde este artículo publicado en linkedin nos reseña que las calderas
aún existentes de carbón en Madrid son la posible causa de una buena parte de la
contaminación existente en el ambiente de esta ciudad. EL mapa siguiente reseña
cuántas calderas de carbón aún hay en los barrios de madrid:
El tráfico rodado es el factor que más incide en la contaminación de la ciudad.
Aunque los sistemas de climatización juegan otro papel importante, y eliminar el
uso del carbón es el objetivo se reseña en este artículo de Elconfidencia donde
diferentes expertos debaten sobre la temática.

Son ideales para la distribución de la calefacción por radiadores o por losa


radiante. En el caso de la calefacción por radiadores, la humedad ambiente se
mantiene en valores muy aceptables, siendo una de las más recomendadas por
los expertos.

Mientras las calderas de condensación se imponen en el mercado y son


actualmente las únicas que se fabrican para cumplir la normativa, se mantienen en
uso las que están instaladas. Como ya hemos dicho, la mayoría del tipo estanco.
Otros sistemas de calefacción, como por ejemplo las calderas de ventilación o tiro
forzado, que funcionaban con gas y con el envío del aire caliente a través de
conductos, han quedado en desuso.

Sin duda el futuro apunta a calderas más ecológicas y otros sistemas menos
contaminantes de calefacción que ya hablamos en este mismo portal. La
Normativa ecológica (Directiva EcoDesign 2009/125/EC) afecta directamente a las
bombas de calor, los electrodomésticos, y especialmente a las calderas de gas.

La intención de la Comunidad Europea a través de estas normativas es la de


reducir las emisiones de gases en un 20% y producir el equivalente, es decir otro
20%, en energías renovables, en un período que se estima llevará hasta el año
2020.

Las calderas de gas continúan su viaje mientras las calderas de biomasa o las
bombas de calor geotérmico y aerotérmico intentan buscar su sitio en el mercado.

1. 5. Calderas de gas industriales

Es importante conocer también el funcionamiento de las calderas industriales. Es


importante resaltar que requieren un mantenimiento intensivo, ya que, por las
grandes presiones ejercidas en su interior, siempre subyace el peligro de una
explosión con el consiguiente riesgo para las personas y las construcciones.

Las calderas industriales son utilizadas en innumerables procesos. Son, como


sabemos, equipos para generar vapor.

Su comportamiento es el de un instrumento térmico que convierte el agua en


vapor mediante la combustión del gas.

Siempre que un proceso industrial requiera altas temperaturas, por ejemplo en las
químicas o petroquímicas, se utilizan calderas de gran tamaño.

El vapor es producido por un generador. De allí avanza por tuberías. Calientan


agua y generan vapor. Y se utilizan para ello dos sistemas muy comunes que son
el tubo de humos y el tubo de agua.

Conclusiones
En nuestro pequeño capítulo referido a los orígenes de las calderas, hemos
hablado de esas máquinas de vapor que eran capaces de hacer funcionar grandes
maquinarias.

Las calderas industriales modernas hacen lo mismo, aunque con un mayor nivel
de seguridad.

Constan de un quemador donde se realiza la combustión del gas, y un recipiente


separado. En este recipiente que está unido directamente a la caldera, y es donde
se libera el vapor.

Las más utilizadas actualmente son las flamotubulares, donde el gas se envía
directamente a través de una tubería, y el aceite a través de un tanque a presión.

Ahora bien, en cualquier tipo de caldera, con cualquier funcionamiento, el


combustible debe ser suministrado para crear calor y vapor.

La temperatura está regulada por un termostato, que es el que indica la presión y


temperatura que existen en la caldera.

De esa forma, cada sitio de la industria que lo requiera obtiene la presión y


temperatura necesarias.

Desde el S XVII hasta el S XXI, las calderas en cualquiera de sus formas,


primitivas, o modernas, forman parte del confort de todos los hogares y son un
equipamiento indispensable en el mundo de la industria.

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