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BOLIVIA

El 1 de mayo de 1997, cerró su sistema de pensiones de reparto y lo reemplazó por un


sistema privado de cuentas individuales.

Los bolivianos ahora tienen 10% de sus salarios colocados en cuentas de jubilación
para recibir beneficios a su vejez. El gobierno también suplió una anualidad los
“bonosol”, para todos los pensionados, recursos que eran provenientes de la
privatización de los activos del estado.

El sistema previsional boliviano se basa en el funcionamiento del régimen de


capitalización individual, administrado por empresas privadas, es un sistema de
capitalización puro con una cobertura nacional. La pertenencia es obligatoria para los
trabajadores que se encuentran en una relación de dependencia y voluntario para los
independientes, todos los afiliados al antiguo régimen de reparto y los que se
incorporen al mercado laboral quedarán incluidos en el nuevo sistema. Al igual que el
caso chileno el sistema previsional cubre a la población frente a los riesgos de vejez,
invalidez y muerte.

Aportes: Existen tres tipos:

- Obligatorio: Los trabajadores dependientes aportan el 10% de su


remuneración mensual con destino a la cuenta individual. En el caso de los
independientes la cotización es de un 10% de su ingreso cotizable;
- Voluntarios: Aportes adicionales con el fin de incrementar la cuenta individual
y
- Primas de Seguro: Las prestaciones de invalidez se financian con las primas
pagadas por los afiliados a la AFP. Las primas se cobran como un porcentaje
del ingreso cotizable hasta cumplir los 65 años.

PERU

El 6 de diciembre de 1992, el gobierno peruano promulgó el Decreto Ley N° 25897


creando el Sistema Privado de Pensiones como alternativa a los regímenes de
pensiones administrados por el estado y concentrados en el Sistema Nacional de
Pensiones.

El Perú se convirtió en el segundo país después de Chile que otorgó a sus


trabajadores la opción de moverse de un sistema público a un sistema privado
administrado por compañias de su elección, y además creó bonos de reconocimiento
por los años aportados para aquellos que se trasladaron al sistema privado.
La característica estructural más problemática del sistema del Perú es que todavía
existe el programa gubernamental de Reparto, aún para los nuevos trabajadores que
entran a la fuerza laboral. Esta característica es la que deja la puerta abierta a un
sistema desfinanciado del cual los políticos pueden abusar una vez más y usarlo para
debilitar el sistema privado.

El sistema peruano es mixto y tiene una cobertura nacional, la pertenencia al mismo


es obligatoria para los trabajadores en relación de dependencia y optativa para los
trabajadores autónomos, la reforma del sistema previsional peruano, consistió en la
creación de un régimen de capitalización individual, cuyo funcionamiento es paralelo al
sistema nacional de pensiones. Ambos regímenes funcionan completamente
separados en la legislación, administración y control. El régimen público funciona bajo
la lógica del esquema de reparto y es administrado por la Oficina de Normalización
Previsional, mientras el sistema privado funciona bajo la lógica del esquema de
capitalización individual y administrado por las Administradoras de Fondos de
Pensiones.

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