Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Existen varias rutinas básicas en el manejo del neonato, las cuales deben ponerse en
práctica justo en el momento de presentarse la segunda fase del parto, las cuales van
encamidas a prevenir ciertos padecimientos ya conocidos en los potros recién nacidos,
así como de tratar de anticiparnos a algunos otros padecimientos que se pudieran
presentar en los primeros días de vida del potro, como la septicemia, por ejemplo.
Los enemas son utilizados para ayudar a evacuar el meconio y tratar de evitar la
incomodidad y el esfuerzo que provoca el paso de este através del canal de la pelvis y el
recto y tratar de evitar que se impacte. Además, en algunos potros el gran esfuerzo que
hacen para evacuar los distrae del propósito mas importante que es encontrar la ubre y
mamar el calostro en las primeras horas de vida.
El meconio son las primeras heces que un potro recién nacido evacua, las cuales, a
diferencia de las heces normales están formadas de líquido amniótico y desechos
celulares y su consistencia es de tipo “aceitosa”, lo que lo hace difícil de que las
soluciones contenidas en los enemas penetren el meconio y lo deshagan. De cualquier
forma, la mayoría de los enemas comerciales estimulan de buena forma la rápida
evacuación del meconio. Los mas comunes son el “Fleet” que está hecho de fosfato de
sodio y el Clyss – go a base de sorbitol y DSS (dioctilsuccinato de sodio). De estos dos,
el Clyss – go es un poco más irritante por el DSS que contiene, por lo que se prefiere el
de fosfato de sodio, sobre todo si se van a poner en varias ocasiones.
El uso de enemas no quiere decir que nos vamos a desentender del potro en cuanto a la
retención de meconio se refiere, por lo que hay que estar observándolo en las próximas
12 – 24 hrs. que es el tiempo en el que normalmente los potros muestran signos de este
problema y debemos recordar que los potros son mas propensos que las potrancas a este
padecimiento.
Examen General:
Todos los potros deberán ser sometidos a un examen general dentro de las 24 hrs.
posparto, de preferencia lo mas temprano posible con el fin de identificar algún
problema presente o de encontrar indicios de algún problema que se pudiera presentar
en las siguientes horas o días de vida del potro recién nacido.
El examen general deberá dividirse en 3.
a) Examen de la placenta: la placenta deberá ser inspeccionada
meticulosamente por lo que es importante pedirle al dueño o encargado de la
yegua que nos guarde la placenta para que pueda ser examinada. Debemos
revisar la placenta en cuanto a su integridad, que esté completa, cuanto pesa,
buscar zonas engrosada o de edema, secreciones o algunas otras
anormalidades como hematomas, petequias, etc., que nos pudieran sugerir
algún problema tanto en el potro como en la yegua. Cabe mencionar que la
placenta debe de pesar aproximadamente el 11 % del peso del potro al
nacimiento. En cuanto a las posibles áreas de edema, este va a ser normal
solo en la punta del cuerno gestante de la placenta, en cualquier otra parte de
esta no es normal.
b) Examen de la yegua.: en cuanto a la yegua es importante determinar si
existen signos de enfermedad sistémica, fiebre, cólico, etc., que nos pudieran
sugerir algún posible problema en el recién nacido. Es importante
inspeccionar el área perianal de la yegua buscando traumatismos,
laceraciones o desgarres que nos pudieran sugerir algún problema durante el
parto que se pudieran ver reflejados en la salud del potro. Igualmente es
importante revisar la ubre y la leche buscando que no hay mastitis,
laceraciones y que la leche sea de buena calidad y cantidad.
c) Examen del potro: En cuanto al potro es muy importante antes de proceder a
un examen físico meticuloso poner especial atención en el comportamiento
del potro, de la yegua y de la interacción de ambos. Es importante observar
desde fuera del establo ¿como se relaciona con la yegua?, ¿como se echa?,
¿como camina?, ¿como se levanta?, si busca la ubre, si la ubre está llena, si
la yegua tira leche, si el potro está mojado con leche de la cabeza. Si al estar
echado o dormido el potro ¿está relajado o está encogido?, ¿muestra signos
de cólico?, ¿hace intentos por defecar o orinar?, etc. Todo lo anterior nos
puede dar mucha información acerca de la salud del potro.
Hematología de rutina:
A todos los potros de alto riesgo se les deberá practicar un hemograma para determinar
la presencia de enfermedad o no y para posteriores monitoreos en cuanto al progreso de
los tratamientos administrados.
En cuanto a la hematología de rutina en todos los potros, deberá ser evaluada en costo –
beneficio para la granja, sin embargo, en algunos lugares con historia de problemas si se
recomienda, así mismo el valor de algunos potros lo puede justificar.
Hay que recordar que el hematocrito en el potro es bajo al igual que las proteínas
plasmáticas. El fibrinógeno normal debe estar por debajo 300 mg/dl. No debe haber
neutrofilia, neutropenia ni neutrófilos en banda.
Se puede practicar una prueba de glucosa en sangre en la misma granja utilizando un
monitor de glucosa portátil para diabéticos, lo cual puede ser de gran utilidad para
detectar tanto potros hipoglucémicos como hiperglucémicos en el momento.
El potro de alto riesgo es aquel que presenta una o más de las condiciones anteriormente
enunciadas y deberá ser tratado como potro enfermo hasta demostrarse lo contrario. No
se debe asumir que el potro está sano porque se ve sano después del parto.
Estos potros es importante monitorearlos de cerca (frecuencias, comportamiento, si
mama, si orina, sus heces, glucosa, temperatura, etc.)
Score de APGAR:
Score 0 1 2
Fc. Cardiaca Indetectable < 60 > 60
Fc. Respiratoria Indetectable Lenta/irregular Regular/> 60
Tono muscular Flácido Flexión de las Recumbencia esternal
extremidades
Estimulación nasal No hay respuesta Mueca/movimiento Estornuda/reacción
activa
Interpretación:
7 – 8 Normal.
4 – 6 Moderadamente deprimido.
1 – 4 Marcadamente deprimido.
0 Muerto.
APGAR Avanzado
Score 0 1 2
Pulso/min. Ausente < 60 o irregular > 60 o regular
Respiración/min. Ausente < 60 o irregular > 60 o regular
Tono muscular Flácido Intentos flojos para incorporarse Recumbencia esternal
Cosquilleo en la Sin respuesta Ligera sacudida de cabeza Sacude la cabeza
oreja
Estímulo nasal Sin respuesta Mueve la cabeza Hace mueca
Rascado de grupa Sin respuesta Se mueve/no intenta pararse Intenta pararse
Mucosas (color) Azules/grisáceas Rosa pálidas Rosadas
Interpretación:
11 – 14 Normal; monitorear a distancia. Evitar interferencia.
7 – 10 Depresión moderada; administrar O2 nasal, fricción externa,
alentar la recumbencia esternal.
2–6 Depresión severa; Administrar doxopram, O2 nasal, fricción
externa, alentar recumbencia esternal, resucitación cardiovascular
y respiratoria.
0–2 Muerto o cercano a la muerte; Administrar respiración artificial y
resucitación cardio – pulmonar. No perder el tiempo en estos
potros.
Una vez que hemos valorado al potro, es necesario hacer un examen físico meticuloso
apoyado con exámenes de laboratorio y algunas otras ayudas diagnósticas para
determinar que tan comprometido está el potro y tomar las medidas pertinentes para su
tratamiento. En este momento nos tenemos que plantear si el potro se pude tratar en la
granja o hay necesidad de trasladarlo a un centro de referencia.
Manejo inicial del potro neonato comprometido:
- Estabilización.
- Prevención de la Falla de Transferencia Pasiva.
- Prevención y tratamiento de la infección.
- Cuidados de soporte.
BIBLIOGRAFÍA:
1.- Knottenbelt D.C., Holdstock N., Madigan J.E., Equine Neonatology Medicine and
Surgery. Saunders, 2004: 69 – 71, 75 – 78, 180 – 181.
2.- Koterba A.M., Drummond W.H., Kosch P.C., Equine Clinical Neonatology.
Philadelphia: Lea & Febiger, 1990: 4 – 11.
3.- Knottenbelt D., Leblanc M., Lopate Ch., Pascoe R. Equine Stud Farm Medicine and
Surgery. Saunders, 2003: 355 – 362.
4.- Traub-Dargatz J.L. Posnatal care of the foal. In: McKinnon A.O., Voss J.L eds.
Equine Reproduction. Philadelphia: Lea & Febiger, 1993: 981 - 984.
5.- Adams R. Identification of the mare and foal at high risk for perinatal problems. In:
McKinnon A.O., Voss J.L eds. Equine Reproduction. Philadelphia: Lea & Febiger,
1993: 985 - 994.