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RUTINA DE MANEJO EN EL POTRO RECIÉN NACIDO

Existen varias rutinas básicas en el manejo del neonato, las cuales deben ponerse en
práctica justo en el momento de presentarse la segunda fase del parto, las cuales van
encamidas a prevenir ciertos padecimientos ya conocidos en los potros recién nacidos,
así como de tratar de anticiparnos a algunos otros padecimientos que se pudieran
presentar en los primeros días de vida del potro, como la septicemia, por ejemplo.

Cuidados del ombligo:

Una vez expulsado el potro, normalmente hay un tiempo de relajación en el que la


yegua permanece en decúbito esternal y el potro empieza a moverse, aunque todavía
unido al cordón umbilical. Es importante que el cordón umbilical no se corte
prematuramente debido a que en ese tiempo en que está unido al cordón existe un gran
flujo de sangre de la yegua al potro a través del ombligo, siendo para este de gran
beneficio.
En la mayoría de los casos, el cordón umbilical se rompe espontáneamente cuando el
potro empieza a moverse o cuando la yegua se para. En ese momento, estando la
placenta unida al útero, se estira el cordón umbilical provocando la ruptura de este y
provocando una retracción natural de la arteria y vena. Esta es definitivamente la forma
natural de romperse el cordón umbilical.
En ocasiones, la placenta es expulsada antes de que la yegua se levante y por
consiguiente el cordón umbilical no se rompe. La mejor forma de provocar la ruptura
del cordón es poniendo una mano en el abdomen del potro rodeando el cordón umbilical
y con la otra tirar con fuerza de este. Esto provocará que la ruptura sea lo más parecido
a lo natural, sin embargo, no es nada fácil lograrlo de esta manera. También se puede
aprovechar los intentos del potro por parase y en ese momento pisar la placenta para
provocar la ruptura del cordón.
No se recomienda pinzar y cortar ya que esto se ha asociado con uraco patente y
sangrado. En caso de tener que hacerse se recomienda ligar.
Inmediatamente después de que se rompa el cordón umbilical hay que desinfectarlo.
Existen varias alternativas, sin embargo, la mejor es utilizar clorhexidina ya que es un
muy buen desinfectante y no es irritante. Se ha comprobado que la máxima reducción
en el número de colonias bacterianas se ve después de la inmersión del ombligo en una
solución de clorhexidina en comparación con las soluciones de yodo povidona y las
tinturas de yodo. A parte se ha comprobado que las tinturas de yodo causan necrosis de
los tejidos adyacentes al ombligo provocando infecciones y persistencia del uraco.

Uso profiláctico de enemas:

Los enemas son utilizados para ayudar a evacuar el meconio y tratar de evitar la
incomodidad y el esfuerzo que provoca el paso de este através del canal de la pelvis y el
recto y tratar de evitar que se impacte. Además, en algunos potros el gran esfuerzo que
hacen para evacuar los distrae del propósito mas importante que es encontrar la ubre y
mamar el calostro en las primeras horas de vida.
El meconio son las primeras heces que un potro recién nacido evacua, las cuales, a
diferencia de las heces normales están formadas de líquido amniótico y desechos
celulares y su consistencia es de tipo “aceitosa”, lo que lo hace difícil de que las
soluciones contenidas en los enemas penetren el meconio y lo deshagan. De cualquier
forma, la mayoría de los enemas comerciales estimulan de buena forma la rápida
evacuación del meconio. Los mas comunes son el “Fleet” que está hecho de fosfato de
sodio y el Clyss – go a base de sorbitol y DSS (dioctilsuccinato de sodio). De estos dos,
el Clyss – go es un poco más irritante por el DSS que contiene, por lo que se prefiere el
de fosfato de sodio, sobre todo si se van a poner en varias ocasiones.
El uso de enemas no quiere decir que nos vamos a desentender del potro en cuanto a la
retención de meconio se refiere, por lo que hay que estar observándolo en las próximas
12 – 24 hrs. que es el tiempo en el que normalmente los potros muestran signos de este
problema y debemos recordar que los potros son mas propensos que las potrancas a este
padecimiento.

Transferencia de inmunidad pasiva:

Al nacimiento, el potro prácticamente nace sin inmunoglobulinas debido a que no existe


transferencia transplacentaria de la yegua hacia el potro, por lo que es vital que el potro
mame calostro de buena calidad en las primeras 6 hrs. de nacido.
Una vez que la yegua empieza a lactar, la cantidad de inmunoglobulinas declina
rápidamente, a las 6 hrs. la cantidad de IgG en leche ha caído un 75 % y para las 24 hrs.
ya no se encuentra.
El cierre del intestino se completa aproximadamente a las 12 hrs. de vida del potro.
Una vez nacido el potro y antes de que mame, se deberá limpiar la ubre perfectamente y
desinfectar, así como las entrepiernas de la yegua, ya que el potro antes de encontrar la
ubre empezará a chupar el área alrededor de esta.
Se debe tomar una muestra de calostro para determinar la cantidad de IgG que contiene,
se puede utilizar un calostrómetro o un refractómetro de azúcar para este fin. Si la
calidad del calostro es pobre, esto es con una gravedad específica < 1.060 con el
calostrómetro o < de 20 % con el refractómetro de azúcar o < 50 g/l, entonces se debe
suplementar al potro con calostro de buena calidad proveniente de un banco de calostro
o con algún sustituto de calostro comercial. Lo ideal es utilizar un calostro proveniente
de la misma granja, ya que este va a estar rico en anticuerpos contra infecciones o
antígenos del lugar.
Es mejor el calostro fresco que el congelado, ya que en el proceso de congelación se
llega a desnaturalizar algo de complemento, sin embargo, el calostro congelado es una
buena alternativa. Es importante descongelar el calostro en baño maría a 37°C. No
utilizar horno de microondas ya que este desnaturaliza las proteínas.
La absorción de IgG parece ser mejor si el calostro se ofrece en una mamila y es
succionado por el potro a que si se da por sonda naso gástrica. Así mismo es mejor si la
yegua está presente a que si la yegua no está.
Se deberá suplementar calostro si.
1.- Si la yegua presentó lactación prematura.
2.- Si el calostro de la madre está por debajo de 20 %.
3.- Si la yegua presenta agalactia.
4.- Si el potro quedó huérfano.
5.- Si el potro no tiene la capacidad de ponerse de pie.
6.- Si después de 3 hrs. el potro no es capaz de encontrar la ubre y mamar por si
solo.
Un potro clínicamente sano necesita por lo menos 1 lt. de calostro de buena calidad, el
cual deberá empezar a suplementarse a mas tardar a las 3 hrs. de nacido en tomas de 250
ml cada hr. (Para un potro de 45 kg.)
Pasadas 18 – 24 hrs. el potro debe ser evaluado en cuanto a la cantidad de IgG presente
en suero. En base a esta cantidad de IgG los potros se podrán clasificar como:
a) Potro con falla de transferencia pasiva de inmunidad con alto riesgo de infección
bacteriana, es el que tiene niveles ≤ a 200 mg/dl de IgG.
b) Potro con falla de transferencia pasiva de inmunidad con riesgo moderado de
infección bacteriana, es el que tiene niveles ÷ 200 y 400 mg/dl de IgG, dependiendo de
la higiene y manejo sanitario de la granja.
c) Potro con falla parcial de transferencia pasiva de inmunidad, es el que tiene niveles ÷
400 y 800 mg/dl de IgG.
d) Potro con adecuada transferencia pasiva de inmunidad, es el que tiene niveles ≥ 800
mg/dl de IgG. Es lo ideal.

Vacunación del neonato:

No se recomienda la vacunación en el potro neonato que haya recibido una adecuada


transferencia de inmunidad pasiva. Aunque el potro es inmuno competente al
nacimiento, los anticuerpos adquiridos pasivamente pueden interferir en la respuesta
inmune, por lo que el calendario de vacunación deberá de ser programado para el
tiempo en que los niveles de anticuerpos recibidos pasivamente hayan descendido, esto
es para los 4 – 5 meses de vida.
Es recomendable vacunar a las yeguas 4 – 6 semanas antes de parir para que el calostro
esté bien “cargado” de anticuerpos, así mismo es importante tener a la yegua en el lugar
donde va a parir 1 – 2 meses antes, por lo que si esta en otro lugar, hay que planear su
traslado, esto con el fin de que la yegua tenga contacto con los antígenos específicos del
lugar donde va a parir y de esta manera el calostro estará rico en anticuerpos contra las
enfermedades específicas de ese lugar.
Si la yegua no fue vacunada contra tétanos antes de parir, al potro se le pueden
administrar 1500 UI de antitoxina tetánica al nacimiento lo cual le dará protección por 3
meses aproximadamente.

Examen General:

Todos los potros deberán ser sometidos a un examen general dentro de las 24 hrs.
posparto, de preferencia lo mas temprano posible con el fin de identificar algún
problema presente o de encontrar indicios de algún problema que se pudiera presentar
en las siguientes horas o días de vida del potro recién nacido.
El examen general deberá dividirse en 3.
a) Examen de la placenta: la placenta deberá ser inspeccionada
meticulosamente por lo que es importante pedirle al dueño o encargado de la
yegua que nos guarde la placenta para que pueda ser examinada. Debemos
revisar la placenta en cuanto a su integridad, que esté completa, cuanto pesa,
buscar zonas engrosada o de edema, secreciones o algunas otras
anormalidades como hematomas, petequias, etc., que nos pudieran sugerir
algún problema tanto en el potro como en la yegua. Cabe mencionar que la
placenta debe de pesar aproximadamente el 11 % del peso del potro al
nacimiento. En cuanto a las posibles áreas de edema, este va a ser normal
solo en la punta del cuerno gestante de la placenta, en cualquier otra parte de
esta no es normal.
b) Examen de la yegua.: en cuanto a la yegua es importante determinar si
existen signos de enfermedad sistémica, fiebre, cólico, etc., que nos pudieran
sugerir algún posible problema en el recién nacido. Es importante
inspeccionar el área perianal de la yegua buscando traumatismos,
laceraciones o desgarres que nos pudieran sugerir algún problema durante el
parto que se pudieran ver reflejados en la salud del potro. Igualmente es
importante revisar la ubre y la leche buscando que no hay mastitis,
laceraciones y que la leche sea de buena calidad y cantidad.
c) Examen del potro: En cuanto al potro es muy importante antes de proceder a
un examen físico meticuloso poner especial atención en el comportamiento
del potro, de la yegua y de la interacción de ambos. Es importante observar
desde fuera del establo ¿como se relaciona con la yegua?, ¿como se echa?,
¿como camina?, ¿como se levanta?, si busca la ubre, si la ubre está llena, si
la yegua tira leche, si el potro está mojado con leche de la cabeza. Si al estar
echado o dormido el potro ¿está relajado o está encogido?, ¿muestra signos
de cólico?, ¿hace intentos por defecar o orinar?, etc. Todo lo anterior nos
puede dar mucha información acerca de la salud del potro.

Hematología de rutina:

A todos los potros de alto riesgo se les deberá practicar un hemograma para determinar
la presencia de enfermedad o no y para posteriores monitoreos en cuanto al progreso de
los tratamientos administrados.
En cuanto a la hematología de rutina en todos los potros, deberá ser evaluada en costo –
beneficio para la granja, sin embargo, en algunos lugares con historia de problemas si se
recomienda, así mismo el valor de algunos potros lo puede justificar.
Hay que recordar que el hematocrito en el potro es bajo al igual que las proteínas
plasmáticas. El fibrinógeno normal debe estar por debajo 300 mg/dl. No debe haber
neutrofilia, neutropenia ni neutrófilos en banda.
Se puede practicar una prueba de glucosa en sangre en la misma granja utilizando un
monitor de glucosa portátil para diabéticos, lo cual puede ser de gran utilidad para
detectar tanto potros hipoglucémicos como hiperglucémicos en el momento.

Uso profiláctico de antibióticos:

En algunas explotaciones se utiliza una dosis de penicilina G procaínica o benzatínica


(larga acción) comúnmente como medida profiláctica al momento del nacimiento o
poco tiempo después. Sin embargo hay que recordar que la mayoría de las bacterias
patógenas para el neonato son Gram -, y en caso de que el potro sea afectado por una
bacteria susceptible a la penicilina, una sola aplicación no es suficiente.
En caso de sospecharse de que un potro pueda estar infectado hay que dar los
antibióticos indicados, a las dosis indicadas y en el intervalo de tiempo indicado.
Generalmente utilizamos antibióticos de amplio espectro o la combinación de
antibióticos para cubrir un amplio espectro (penicilina + gentamicina, amikacina +
penicilina, etc.).
El uso profiláctico de los antibióticos es cuestionable, sobre todo si no se aplican como
debe ser y si no cubren un amplio espectro, sin embargo, hay que evaluar algunos
puntos antes de considerar su uso. Los puntos para evaluar son:
a) Etapa de la temporada de partos, esto es, si es al principio o al final de la
temporada o en época de frío o de calor, etc.
b) Tamaño de la explotación, si son pocas o muchas yeguas para parir.
c) Problemas infecciosos previos en la explotación.
d) Problemas infecciosos actuales en la explotación.
e) Manejo de las instalaciones, esto es limpieza y desinfección, ropa y zapatos
especiales, área gris y blanca, etc.
De cualquier forma, es preferible tener un cultivo y antibiograma antes de implementar
un tratamiento con antibióticos.

Características generales en el potro neonato:

En el neonato los signos de enfermedad son vagos, es importante conocer el


comportamiento normal del potro para poder detectar cualquier anormalidad y poder
acercarnos a un diagnóstico oportuno. Muchas veces la presencia de un signo clínico, ej.
diarrea, puede enmascarar la presencia de otros signos o de otros órganos afectados.
En el neonato los cambios se suceden rápidamente, un potro normal puede deteriorarse
en horas, por lo que hay que estarlos vigilando muy de cerca para detectar cualquier
cambio en su comportamiento que nos pudiera indicar que algo anda mal con el potrillo,
ej. cuando una yegua tira leche no es porque la yegua produce mucha leche, sino porque
el potrillo no está mamando lo suficiente o ha dejado de mamar, por lo tanto es probable
que el potro esté deshidratado y hay que determinar la causa que lo ha llevado a dejar de
mamar.
Es importante monitorear de cerca al potrillo en los 3 primeros días de vida, esto
permite recocer problemas a tiempo e instaurar un tratamiento adecuado a tiempo, ya
que un retrazo en el diagnóstico y tratamiento de un potro puede ser la diferencia entre
el éxito o fracaso de este.
La mayoría de los potros enfermos no solo presentan un solo problema, entre más
enfermos se vean, mas complicada estará su salud.
Casi todos los potros de alto riesgo se ven normales al nacimiento y después de 12 – 24
hrs. empiezan a mostrar signos de enfermedad súbitamente.

Identificación del potro potencialmente anormal o enfermo:

Por lo anteriormente expuesto, es importante reconocer al potro enfermo lo más


rápidamente posible.
Existen condiciones predisponentes que nos pueden ayudar a reconocerlos:

a) Condiciones asociadas con la madre: existen algunas condiciones en la madre


que pueden predisponer a un potro a estar enfermo. Es importante tener en
cuenta la historia de la yegua en la presente gestación, pero también en las
gestaciones pasadas.
- Descargas purulentas.
- Fiebre.
- Anestesia general.
- Cólico o cirugía de cólico.
- Endotoxemia.
- Excesiva medicación.
- Problemas con sus anteriores potros.
- Lactación prematura.
- Transporte prolongado.

b) Condiciones asociadas con el parto:


- Parto prematuro.
- Gestación prolongada.
- Parto prolongado.
- Parto inducido.
- Distocia.
- Ruptura temprana del cordón umbilical.
- Cesárea.
- Separación prematura de la placenta.

c) Condiciones asociadas con el potro recién nacido:


- Teñido de meconio.
- Placentitis.
- Gemelos.
- Huérfano.
- Tardó en pararse, en encontrar la ubre, en mamar.
- Inmaduro, prematuro o con retraso en el crecimiento intrauterino.
- Enfermedades infecciosas.
- Condiciones ambientales adversas.
- Trauma.

Potro de alto riesgo:

El potro de alto riesgo es aquel que presenta una o más de las condiciones anteriormente
enunciadas y deberá ser tratado como potro enfermo hasta demostrarse lo contrario. No
se debe asumir que el potro está sano porque se ve sano después del parto.
Estos potros es importante monitorearlos de cerca (frecuencias, comportamiento, si
mama, si orina, sus heces, glucosa, temperatura, etc.)

Score de APGAR:

El score de APGAR es un examen preliminar que se le practica al potro recién nacido


por medio del cual nos podemos dar cuenta del estado de salud de un potro al
nacimiento. El score de APGAR considera los siguientes puntos:
Apariencia.
Pulso (frecuencia).
Muecas (respuesta).
Actividad (tono muscular).
Respiración (frecuencia).
Esta evaluación se debe hacer en los 1 – 3 minutos de vida. Normalmente en ese
momento la yegua presenta un período de relajamiento y las patas del potro todavía
están dentro del canal parto. En ocasiones al practicar la evaluación en este tiempo,
provoca una ruptura temprana del cordón umbilical la cual no es deseable debido a que
puede perderse hasta 1 lt. de sangre en la circulación placentaria, la cual no es esencial
para el potro, pero si benéfico. Por lo que hay que tener cuidado a la hora de hacerlo
para no provocar que la yegua se pare.
APGAR Simple

Score 0 1 2
Fc. Cardiaca Indetectable < 60 > 60
Fc. Respiratoria Indetectable Lenta/irregular Regular/> 60
Tono muscular Flácido Flexión de las Recumbencia esternal
extremidades
Estimulación nasal No hay respuesta Mueca/movimiento Estornuda/reacción
activa

Interpretación:
7 – 8 Normal.
4 – 6 Moderadamente deprimido.
1 – 4 Marcadamente deprimido.
0 Muerto.

APGAR Avanzado

Se evalúa a los 10 minutos de vida.

Score 0 1 2
Pulso/min. Ausente < 60 o irregular > 60 o regular
Respiración/min. Ausente < 60 o irregular > 60 o regular
Tono muscular Flácido Intentos flojos para incorporarse Recumbencia esternal
Cosquilleo en la Sin respuesta Ligera sacudida de cabeza Sacude la cabeza
oreja
Estímulo nasal Sin respuesta Mueve la cabeza Hace mueca
Rascado de grupa Sin respuesta Se mueve/no intenta pararse Intenta pararse
Mucosas (color) Azules/grisáceas Rosa pálidas Rosadas

Interpretación:
11 – 14 Normal; monitorear a distancia. Evitar interferencia.
7 – 10 Depresión moderada; administrar O2 nasal, fricción externa,
alentar la recumbencia esternal.
2–6 Depresión severa; Administrar doxopram, O2 nasal, fricción
externa, alentar recumbencia esternal, resucitación cardiovascular
y respiratoria.
0–2 Muerto o cercano a la muerte; Administrar respiración artificial y
resucitación cardio – pulmonar. No perder el tiempo en estos
potros.

Una vez que hemos valorado al potro, es necesario hacer un examen físico meticuloso
apoyado con exámenes de laboratorio y algunas otras ayudas diagnósticas para
determinar que tan comprometido está el potro y tomar las medidas pertinentes para su
tratamiento. En este momento nos tenemos que plantear si el potro se pude tratar en la
granja o hay necesidad de trasladarlo a un centro de referencia.
Manejo inicial del potro neonato comprometido:

- Estabilización.
- Prevención de la Falla de Transferencia Pasiva.
- Prevención y tratamiento de la infección.
- Cuidados de soporte.

BIBLIOGRAFÍA:

1.- Knottenbelt D.C., Holdstock N., Madigan J.E., Equine Neonatology Medicine and
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Equine Reproduction. Philadelphia: Lea & Febiger, 1993: 981 - 984.
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