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Rompecabezas

Soneto XV. Garcilaso de la Vega.

Si quejas y lamentos pueden tanto


que enfrentaron el curso de los ríos
y en los diversos montes y sombríos
los árboles mecieron con su canto

si convirtieron a escuchar su llanto


los fieros tigres y peñascos fríos
si, en fin, con menos casos que los míos
bajaron a los reinos del espanto

¿por qué no ablandará mi trabajosa


vida, en miseria y lágrimas pasada
un corazón conmigo endurecido?
con más piedad debería ser escuchada
la voz del que se llora por perdido
que la del que perdió y llora otra cosa
La Lola. Federico García Lorca

¡Ay, amor,
-en el olivarito
-cantaba un gorrión
-bajo el naranjo en flor

-¡Ay, amor
-tiene verdes los ojos
-y violeta la voz
-bajo el naranjo en flor

-¡Ay, amor
-el agua de la acequia
-iba llena de sol
-bajo el naranjo en flor

-luego, cuando la Lola


-bajo el naranjo lava
-pañales de algodón
-vendrán los torerillos
-gaste todo el jabón
La estructura del relato. Vladimir Propp (adaptación de Gianni Rodari)

1) Prohibición
2) Transgresión
3) Fechoría o carencia
4) Partida
5) Misión
6) Encuentro con el donante
7) Dones mágicos
8) Aparece en antagonista
9) Poderes diabólicos del antagonista
10) Duelo
11) Victoria
12) Vuelta
13) Llegada a casa
14) El falso héroe
15) Pruebas difíciles
16) Daño reparado
17) Reconocimiento
18) Descubrimiento del falso héroe
19) Castigo del antagonista
20) Bodas

Estructura básica del relato:


1) Reina la armonía en el mundo.
2) Aparece el problema origen del relato.
3) Aparece el protagonista, el héroe.
4) Lucha en soledad por resolver el problema.
5) Aparece el antagonista.
6) El protagonista vence las dificultades.
7) Se restablece la armonía inicial.
Creación de diálogos. Manuel Puig, The Buenos Aires affaire.

Oficial – Hable
Voz – Señor, oficial, verá usted, lo que me ha pasado… Yo estaba en casa y entonces…
Han venido a reclamarme cosas, señor oficial, hablaban y gritaban y golpeaban la
puerta… Recriminando, acusando y pidiéndome que le devuelva sus cosas, ¿qué cosas,
señor oficial? Si me ha dejado sola con los niños, ¿qué le debo a él, si ya me ha quitado
todo? ¿Me oye, usted? ¿Por qué no me contesta?

Oficial – Sí, la escucho.


Voz – Pues lo que le contaba, que han venido gritando y llamando, llamando a la puerta
como locos… Y el perro, señor oficial, no ha parado, el maldito perro que encima fue
idea suya, para los niños decía, ¿qué niños, señor oficial? Ahora paseo yo al chucho y
recojo su mierda del parque… Lo que le decía que han venido golpeando la puerta,
patadas y golpes, señor oficial, y el perro, el perro… ¿Qué puedo hacer yo? Pues por
eso le llamo a usted, ¿puede hacer algo para ayudarme a que se callen todos?

Oficial – Para consultas está mi asistente, le vuelvo a dar con él.


Voz – No, no, no me pase usted que ya llevo veinte minutos con la musiquita y ya no lo
aguanto más… Siento que pueden hacerme algo, no puedo perder más el tiempo, siguen
golpeando, señor oficial, y el perro… Tengo miedo de que entren, de que rompan la
ventana o encuentren la llave que tengo en la maceta, señor oficial, es un loco, ¡siempre
ha sido un peligro!

Oficial - ¿Peligro de qué clase? Ante todo, deme su nombre.


Voz – Pues, ¿cómo de qué clase? De la clase que le estoy contando, que es un loco
capaz de todo, de todo por su colección de conchas marinas, irrumpirá en casa y se la
llevará, imagine qué trauma para los niños… Y para Firulais, ¿usted imagina el estrés
para el chucho? ¿El nombre dice usted? Si se entera de que he llamado, ¡ay! Todo lo
que puede hacerme… Usted no lo conoce…

Oficial – Le prometemos reserva absoluta


Voz – Usted no me prometa nada y haga algo, ¡estoy a punto de desmayarme con tanto
grito y ladrido! Y claro si me desmayo… Imagine qué desastre, y si me entra nausea, y
si vomito, y si el perro se lo come y vomita, y ¿quién lo va a recoger? ¿Usted? ¿Se da
usted cuenta de lo que estoy sufriendo? Ya no me hable más y ayúdeme de alguna
forma…

Oficial – Hable con menos vueltas. ¿Cuál es el peligro?, ¿de qué clase?
Voz – Que ¿cuál es el peligro? Pues es lo que le estoy intentando explicar, él es un
peligro para mí y para todos

Oficial – Nadie se va a enterar de su llamada, esté tranquila. ¿En qué consiste el


peligro?
Voz – Se lo he dicho ya, es mi exmarido y no sé si viene con alguien más… Oh, Dios
Mío, espero que no haya traído a la fulana de su nueva mujer a mi casa, ¿se imagina
usted qué panorama?

Oficial – Deme los nombres de ellos, y los domicilios.


Voz – ¿Pero de quién?

Oficial – El nombre del sujeto este que le parece peligroso y el de ella.


Voz – Pues el de mi exmarido es José Luis Sandoval y el de ella, pues es que no sé, no
estoy segura… Tiene tantas, que ya me pierdo.

Oficial – Si usted no está segura la cuestión cambia. Usted sabrá que las falsas alarmas
están penadas por la ley. Deme su nombre y número de teléfono, la llamo enseguida.

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