APRENDIZAJE Y DESARROLLO

El aprendizaje, según Ardila, es un cambio relativamente permanente en el comportamiento,

que refleja una adquisición de conocimiento o habilidades a través de la experiencia, y que
puede incluir el estudio, la instrucción, la observación o la práctica. El desarrollo es una
secuencia ordenada de cambios en la conducta, en el pensamiento, en la afectividad,
relacionado con la edad y con las diferentes formas de organizar la actividad. Pero el desarrollo
no es solo producto de cambios debidos al aprendizaje, sino que en el influyen otra serie de
procesos y factores relacionados con la maduración. La maduración podría definirse como el
conjunto de procesos asociados a la aparición, de modo natural y espontáneo, de una serie de
pautas y conductas, que están programadas biológicamente y cuyos límites, aunque dotados
de cierta elasticidad, vienen determinados por aspectos genéticamente programados. El
aprendizaje y la maduración están íntimamente relacionados, estableciéndose entre ellos
múltiples conexiones de interdependencia y, así, muchas adquisiciones fruto del aprendizaje
no pueden darse hasta que no se han producido los procesos madurativos correspondientes,
aunque también hay que señalar que el aprendizaje no acelera los procesos madurativos, que
aparecen cuando la programación genética de la especie/persona así lo determina. El
desarrollo de la persona es, pues, fruto de la confluencia tanto de los procesos ligados al
aprendizaje como a la maduración, y, a su vez, son el resultado de la interacción herencia-
medio. Veamos algunas características de este proceso de desarrollo, según las describen
Hoffman, Paris y Hall en Psicología del desarrollo hoy, McGraw-Hill, 1995.
 El desarrollo es continuo, a lo largo de la vida y en todos los momentos de la misma.
 Es acumulativo, esto explica que la capacidad de aprender depende en parte de las
experiencias previas en situaciones semejantes.
 Es direccional, es decir, va de menor a mayor complejidad.
 El desarrollo es organizado, así, la coordinación, precisión, rapidez y fuerza para correr,
saltar, coger y soltar, supone integración y organización de diferentes músculos y
funciones sensoriales.
 Es diferenciado, esto significa que las acciones de los niños al principio son globales y poco
a poco van haciendo diferenciaciones, cada vez más precisas en lo que perciben, sienten y
piensan.
 El desarrollo es un proceso personal, especifico para cada individuo que, aunque se ajusta
a pautas y patrones comunes, presenta una serie de rasgos distintivos para cada uno,
reflejando de este modo la carga genética y la ontogénesis propia.
 Por último, el desarrollo es holístico, es decir, las adquisiciones están siempre integradas y
no aisladas. Los diferentes aspectos del desarrollo cognitivo, social, motriz y lingüístico,
dependen unos de otros. Así, el habla del niño y su desarrollo del lenguaje, supone
integrar a la vez aspectos del desarrollo físico, cognitivo, social y emocional.
Unos autores creen que en nuestro desarrollo y en nuestras acciones influyen más los aspectos
biológicos. Otros, por el contrario, opinan que las experiencias del ambiente son más decisivas.
Según esto, podemos hablar de determinantes biológicos y de determinantes ambientales…
Son determinantes biológicos los específicos de cada especie y las particularidades genéticas
de cada persona:
- Los específicos de cada especie hace que todos los humanos seamos iguales. Así, por
ejemplo, ningún niño al nacer camina erguido o salta de forma automática.
- Las particularidades genéticas de cada persona, por el contrario, establecen las diferencias
entre los individuos. La importancia de los factores hereditarios en el determinismo de las
características orgánicas (anatómicas y funcionales) y psíquicas (intelectivas y
temperamentales) no es necesario subrayarla. También los factores evolutivos pueden ser
sustancialmente asimilados a los hereditarios; de hecho, se aprecian influencias hereditarias
en el ritmo de desarrollo.

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ASPECTOS DEL DESARROLLO FÍSICO
Engloba: crecimiento (peso, talla, …), desarrollo sensorial (visual, auditivo, ...); desarrollo
psicomotor; aspectos relacionados con la salud, como trastornos y posibles enfermedades.
Es preciso respetar los ritmos personales del desarrollo físico. Esto se traduce en la existencia
de distintos ritmos de aprendizaje. Si al sujeto se le exigen determinados aprendizajes para los
que no está preparado se retrae y se niega a exponerse a nuevas experiencias, es decir, a
nuevos aprendizajes. Esta inhibición se transfiere también a inhibiciones de orden afectivo y
social.

ASPECTOS COGNITIVOS
La percepción es una aprehensión de la realidad a través de los sentidos. Es la primera forma
de conocimiento del niño. Depende del desarrollo sensorial y de la experiencia y capacidad de
formar imágenes mentales. Así, el niño descubre los objetos, y mediante su actividad y la
manipulación perfecciona los procesos sensomotores y aprende a coordinar los datos
perceptivos con los motrices. La correcta percepción de los objetos y de su cuerpo en relación
a ellos es importe a la hora de realizar aprendizajes como el esquema corporal, la lectura, etc.
La percepción es un proceso previo a la inteligencia simbólica. Se da en el periodo sensoriomotor.
Será necesario enseñar a percibir, estimulando sus sentidos y facilitándoles experiencias variadas.
La representación es un proceso mental por el que el niño es capaz de operar con las
imágenes mentales de los objetos sin necesidad de su presencia. Empieza a entender que
aunque no vea las cosas, éstas no han dejado de existir y comienza a solucionar problemas sin
tener que experimentar y a establecer causas donde ve los efectos.
El lenguaje permite desligar el pensamiento de la acción y es la función que crea la
representación. La madurez en este aspecto va a ser definitiva en sus aprendizajes escolares,
no olvidemos que un alto % se produce a través del lenguaje. Su correcta articulación, su
vocabulario, su fluidez, ... le permitirá comunicarse e insertarse en el medio social.
La representación y el lenguaje son las principales adquisiciones del periodo preoperacional.
Por tanto, proporcionaremos experiencias que permitan el paso de lo concreto a lo abstracto.

ASPECTOS AFECTIVO-SOCIALES.
La afectividad es motor o freno de todos los desarrollos. Un niño seguro de sí mismo, que
cuenta con la confianza y el cariño de los que le rodean aprenderá más fácilmente, puesto que
los estados afectivos "positivos" favorecen la adquisición de nuevos aprendizajes. Por ello, en
la escuela se deberá proporcionar al niño seguridad y afecto para que adopte sentimientos de
confianza e iniciativa que le permitan centrarse en la adquisición de nuevos logros.
El proceso de enseñanza - aprendizaje implica la interrelación de factores:
 Intelectuales: determinan la percepción e intelección de la situación que condiciona y
despierta interés por aprender.
 Afectivos: inciden en el interés, motivos y metas a lograr
 Sociales: configuran el marco de estímulo y aceptación para efectuar dicho esfuerzo
Pedagógicamente, motivación significa proporcionar motivos, estimular la voluntad de
aprender, despertar el interés y la atención. Psicológicamente, es el conjunto de procesos
implicados en la activación, dirección y mantenimiento de la conducta, observable o no. Se
relaciona con el interés, necesidad, valor, actitud y aspiraciones, es decir, con factores
psicológicos, conscientes o inconscientes, en base a los cuales tiene lugar el querer y actuar.

Podemos considerar que son determinantes ambientales, tanto el entorno físico (el barrio en
que vivimos) como el social (las personas, las costumbres, las creencias, la familia, otras
instituciones) como el individual (nuestras propias experiencias en el camino particular por la
vida). Otros tipos de determinantes ambientales son el contexto cultural, el contexto histórico,
el contexto étnico y el contexto socioeconómico.

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RELACIONES ENTRE APRENDIZAJE Y DESARROLLO.
La educación se orienta al desarrollo del individuo y la sociedad y descansa sobre una acción
intencional, el proceso de enseñanza aprendizaje. Este denominador común es el que
fundamenta la doble interdependencia: el desarrollo es la base y condición que permite una
acción educativa y; la educación se dirige a optimizar el desarrollo.
 Posiciones innatistas: La maduración es base y condición de la acción educativa, lo que
conlleva una pedagogía de la espera: sólo se puede enseñar algo si el alumno ha alcanzado
el nivel adecuado de madurez para poder asimilarlo. No tiene en cuenta que con
entrenamiento adecuado se pueden adquirir conductas independientes del nivel de
desarrollo y que hay conductas universales, lentamente adquiridas que han sido
aprendidas.
 Posiciones ambientalistas: Si el desarrollo es aprendizaje, se ha de recomendar una
pedagogía de la acción: la conducta de un individuo está determinada por las
características del ambiente en el que se desarrolla o de las experiencias a las que es
sometido, y el desarrollo es un cúmulo de respuestas aprendidas. Considera al individuo
como absolutamente pasivo y manipulable. No tiene en cuenta la variabilidad Inter e
intraindividual ni los hitos de desarrollo
 Posiciones interaccionistas: Esta perspectiva no presenta fronteras nítidas entre desarrollo
y aprendizaje. La falta de nitidez tiene su origen en la voluntad de no subordinar de forma
unilateral el aprendizaje al desarrollo o viceversa, sino de integrar el desarrollo, el
aprendizaje y la educación en un mismo esquema explicativo del comportamiento humano
y de su evolución.