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ANTECEDENTES DEL ESTRÉS laboral

Los antecedentes históricos del estrés vienen desde 1926, cuando Hans Selye, un joven austriaco
de 20 años, estudiante de la carrera de medicina en la Universidad de Praga, se fijó que todos los
enfermos a quienes estudiaba, presentaban síntomas comunes y generales independientes de su
enfermedad. Síntomas como el cansancio, la pérdida del apetito, baja de peso y la astenia fueron
estudiados con más atención por Selye hasta denominar a este conjunto de síntomas como el
“Síndrome de estar enfermo”. Posteriormente, al salir médico y especializarse en química
orgánica, realizó un posdoctorado en Montreal, Canadá, donde llevó a cabo varios experimentos
basados en el ejercicio extenuante con ratas de laboratorio que comprobaron la elevación de las
hormonas suprarrenales ACTH (Hormona Adrenocorticotrófica), adrenalina y noradrenalina,
causando alteraciones orgánicas a las que luego llamó “estrés biológico”. Selye descubrió con el
tiempo de que no solamente los agentes físicos nocivos causan estrés, sino también las demandas
sociales a las que el hombre tiene que adaptarse. Por lo que se comenzó a considerar al estrés
como un fenómeno por sobretodo psicológico, aunque sea activado muchas veces por causas
orgánicas.

2. El concepto del estrés laboral

El concepto de estrés laboral es definido como la respuesta fisiológica, psicológica y de


comportamiento de un individuo que intenta adaptarse y ajustarse a presiones internas y
externas. El estrés laboral aparece cuando se presenta un desajuste entre la persona, el puesto de
trabajo y la propia organización. Se trata de una situación o conjunto de situaciones que el aparato
psíquico no puede asimilar y entonces las registra como malestar. Al intentar adaptarse a estas
situaciones y al no lograr defenderse del malestar, responde con los síntomas propios del estrés

Antecedentes del burnout

A partir de mediados del siglo XX se dedica especial atención a un fenómeno rara vez comentado y
tratado en el mundo académico con anterioridad, cual es el “Burnout” o “Síndrome del
Quemado”. En efecto, este fenómeno comienza a cobrar importancia en la literatura sobre la
década de los setenta a través de la disciplina de la Psicología. Esta visibilidad del Burnout surge
como resultado de una serie de cambios económicos, sociales y culturales acaecidos durante la
primera mitad del siglo XX (Salanova y Llorens, 2008; Schaufeli et al., 2009). Las primeras señales
sobre la presencia del Burnout se identifican con los avances de carácter social, económico y
cultural acaecidos durante los años sesenta en Estados Unidos (Schaufeli et al., 2009), aunque no
adquiere protagonismo hasta los años setenta (Freudenberger, 1974). La popularidad inicial del
Burnout obedece a la descripción de las condiciones de los empleados en profesiones con alto
grado de contacto con terceros. En este sentido, Perlman y Hartman (1982) sugieren que esta
preocupación responde a las características de las profesiones de ayuda; la presencia creciente en
la prestación de los servicios de ayuda (Maslach, 1978); las características de las organizaciones del
sector público; y el impacto físico y psicológico del estrés en los empleados. De forma más
genérica, Maslach y Leiter (1997) consideran que la notoriedad del Burnout resulta de las políticas
empresariales como consecuencia de la globalización económica. El éxito de este sistema radica
en la superioridad de la productividad y la maximización de los beneficios frente al bienestar de los
Recursos Humanos que, a la postre, se traduce en una reducción en los niveles de confianza y
compromiso respecto a las organizaciones empleadoras.

Concepto del Burnout

El concepto del Burnout se ha definido, tradicionalmente, a través de los síntomas que este
fenómeno suscita entre los individuos que lo experimentan (Schaufeli y Buunk, 2003). En este
sentido, Freudenberger (1973, 1974) ya anunció, en sus primeras aproximaciones, sobre la
descripción del Burnout que las formulaciones del fenómeno se caracterizaban por ser imprecisas,
contradictorias o extremadamente comprensivas. De acuerdo con Schaufeli y Buunk (2003), la
definición del Burnout basadas en los síntomas presenta inconvenientes, dado que excluyen
aspectos esenciales del constructo y, en última instancia, tienden a ignorar el proceso que se lleva
a cabo en el desarrollo del Burnout. Sin embargo, a pesar de que no existe una conceptualización
que cuente con el beneplácito unánime de los invetigadores, existe cierto consenso al considerar
el Burnout como un respuesta al estrés laboral crónico (Gil-Monte y Peiró, 1997) cuya incidencia
se refleja en mayor medida en las profesiones asistenciales (Maslach y Leiter, 2016). Al mismo
tiempo, la manifestación del Burnout se asocia con “una experiencia subjetiva interna que
conlleva un deterioro de las condiciones del individuo (en especial de su autoevaluación
profesional), de sus efectos y emociones, y de Analía López Carballeira 19 sus actitudes hacia el
cliente de la organización y hacia el contexto laboral” (Gil-Monte, 2005a:54). Por último, los
síntomas conductuales y fisiológicas que se derivan de la aparición del Burnout ocasionan
consecuencias nocivas tanto para la organización como para el individuo (GilMonte y Neveu, 2013;
Schaufeli y Salanova, 2014; Maslach y Leiter, 2017)

Antecedentes del Estrés Laboral en los Recursos Humanos

Cada año se dan en el mundo 160 millones de casos de enfermedades profesionales, por lo que es
necesario aplicar medidas tendientes a mejorar el entorno laboral, indicó el portal
Trabajando.com.

El portal, líder en Iberoamérica en el mercado de reclutamiento, refirió que pasar ocho horas
sentado frente a una computadora durante la jornada laboral puede originar enfermedades que
se van haciendo crónicas a través de los años.

Diversos padecimientos, destacó, se originan a partir de tensiones y de posturas incorrectas, lo


que ocasiona dolor de espalda, de cuello, de cabeza y agotamiento, entre otros malestares.

Todos esos síntomas podrían evitarse con acciones simples, como sentarse derecho, con la
espalda recta, evitar cruzar las piernas y mantener cierta distancia de la pantalla, que por exceso
de brillo puede causar visión borrosa, tensión ocular e irritación en los ojos.
Concepto del estrés laboran en recursos humanos

El estrés laboral es aquel que se produce debido a la excesiva presión que tiene lugar en el
entorno de trabajo. Generalmente es consecuencia del desequilibrio entre la exigencia laboral
(también propia) y la capacidad o recursos disponibles para cumplirla eficientemente. Aunque en
ocasiones, también puede originarse por factores completamente ajenos al trabajador. Los
síntomas pueden ir desde un ligero mal humor hasta graves depresiones, y casi siempre suelen ir
acompañadas de un cierto agotamiento y debilidad física.

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