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Asociación de Padres de Niños Autistas de Cádiz.

Gabinete Psicológico
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DEFINICIÓN DE CONDUCTA DESAFIANTE

De un tiempo a esta parte, para hablar de problemas de comportamiento se viene


utilizando el término “conducta desafiante” (traducido del inglés “challenging behavior”)
para decir que la conducta de la persona supone un reto, un desafío, para el servicio que
intenta cubrir las necesidades de esta persona. Desde esta perspectiva la conducta no es
simplemente un problema, sino un desafío para el servicio que necesita encontrar una
solución que genere un aumento en la calidad de vida de la persona.
El término “conducta desafiante” se refiere a aquella que ocasiona o puede
ocasionar daño a la persona o a los demás, o que interfiere en la educación de la persona o
en la de sus compañeros, o que limite sus posibilidades de integración, es decir, que limite
el uso de las oportunidades que ofrece la comunidad o incluso que se le niegue el acceso a
ellas.

CONDUCTAS DESAFIANTES MÁS FRECUENTES EN EL AUTISMO

 Autoaislamiento
 Conductas Repetitivas
 Negativismo
 Condcutas Disruptivas
 Autoagresiones
 Heteroagresiones o Agresiones a otros.

PRINCIPIOS DE INTERVENCIÓN EN LAS CONDUCTAS DESAFIANTES

Edward G. Carr enumera una serie de principios para la intervención en las


conductas desafiantes:
1. Toda conducta tiene una o varias finalidades, es decir, tiene una o varias funciones,
pero una forma inadecuada.
2. Esas funciones o finalidades las vamos a identificar a través de la Evaluación
Funcional.
3. El objetivo de la intervención es la educación, el desarrollo y la adquisición de
competencias que permitan a la persona con autismo tomar decisiones, la posibilidad de
hacer elecciones y que la dote de las habilidades comunicativas y sociales que necesita
para interaccionar con su entorno.
4. La intervención requiere cambiar sistemas no individuos. Las conductas desafiantes son
una consecuencia directa de las dificultades que tiene la persona con autismo para
adaptarse a su entorno, por lo tanto a la hora de intervenir será necesario proponer
alternativas y modificaciones dirigidas también a ese entorno.
5. Funcionalidad de las conductas desafiantes
El objetivo último de la intervención es el cambio del estilo de vida de la persona con
autismo.

Según Carr, las conductas desafiantes pueden cumplir tres funciones:

a) SENSORIAL. Ligada a la frecuente necesidad de estimulación sensorial que presentan


las personas con autismo.
b) EQUILIBRADORA. En este caso la conducta tiene una función reguladora, conlleva
una intención de reajuste, de búsqueda de control y en definitiva de reducción de la
ansiedad.
c) COMUNICATIVA. La conducta puede tener una función de petición, de rechazo o de
llamada de atención.

La comprensión del Autismo, o más ampliamente del Espectro Autista, es un paso


importante para entender y tratar las alteraciones de conducta que presentan las personas
que lo padecen, es decir, en la medida en que seamos capaces de ponernos en la mente de
alguien con autismo y tratar de ver el mundo del modo en que ellos lo hacen, en la medida
en que seamos capaces de comprender qué es aquello que les causa problemas, seremos
capaces de eliminar esos obstáculos, relacionados la mayoría de las veces, con déficits de
predictibilidad, dificultades de comunicación, interacciones sociales, tiempo libre, etc., y
prevenir, de este modo, los problemas de comportamiento.
Desde el PROGRAMA TEACCH se ha utilizado la metáfora del ICEBERG para
explicar las conductas desafiantes:

Según este esquema las


conductas repetitivas, estarían
causadas, por determinados
déficits subyacentes que, en este
caso, son los intereses especiales,
la necesidad de estructuración y
la necesidad de estimulación
sensorial que presentan las
personas con autismo
Los problemas de comunicación y la
necesidad de estructuración, estarían provocando,
en esta ocasión el autoaislamiento.

Los déficits subyacentes


que estarían provocando las
conductas disruptivas, en este
caso, serían los problemas de
comunicación y la necesidad de estructuración que presentan las personas con autismo.

El negativismo, vendría
determinado por la necesidad
de estructuración y los
problemas de comunicación.
En cuanto a las autoagresiones,
los déficits subyacentes que las
estarían provocando serían, los
problemas de comunicación, la
necesidad de estructuración y
la necesidad de estimulación
sensorial de estas personas.

En cuanto a las
agresiones, éstas vendrían
provocadas por la necesidad de
estructuración y los problemas
de comunicación.

Con esta metáfora, lo que tratamos de explicar es que en la medida en que se traten
los déficits subyacentes (la parte del iceberg que está debajo del agua) el ICEBERG se hará
más pequeño, de lo contrario, es decir, si tratamos de intervenir directamente sobre la
conducta desafiante (la parte que sobresale del iceberg) parte del ICEBERG que estaba
oculto saldrá a flote.

TIPOS DE INTERVENCIÓN SOBRE LAS CONDUCTAS DESAFIANTES

1. PREVENTIVAS

2. TERAPÉUTICAS

3. PROCEDIMIENTOS DE CONTROL DE CRISIS


PREVENTIVAS

Según Carr el mejor momento para poner en marcha una intervención en problemas
de comportamiento es cuando éstos no tienen lugar. La prevención de conductas
desafiantes en personas con autismo iría encaminada por un lado:
1. En hacer predecible el tiempo y el espacio, es decir en estructurar el entorno
para acercarlo a la comprensión de la persona.
2. Puesto que practicamente toda conducta desafiante cumple un propósito y la
mayoría de las veces ese propósito tiene un carácter comunicativo, nos
encontramos con que una de las claves fundamentales en la prevención de
conductas desafiantes es el entrenamiento en comunicación.
3. También es necesario mejorar la interacción entre el entorno y la persona con
autismo. El entorno es un elemento importante para las personas con autismo y
que implica en su diseño diferencias importantes con el diseño de espacios para
otras personas, por lo que será necesario planificar los espacios de trabajo.
Podemos afirmar que aquellos ambientes que proporcionaqn los programas
necesarios para la enseñanza de conductas adaptadas y el desarrollo de
habilidades para enfrentarse y ajustarse mejor al ambiente, permitirán a las
personas con autismo un mejor funcionamiento en su entorno.

TERAPEÚTICAS

1. Según Carr la intervención educativa hay que entenderla como una herramieta
cuyo objetivo es la construcción de competencias básicas y específicas de
comunicación e interacción social que reduzcan las posibilidades de aparición de
conductas desafiantes.
2. El Análisis Funcional de la Conducta es una herramienta que intenta identificar
los sucesos que controlan la emisión y la no-emisión de los problemas de
conducta. Está dividida en cinco niveles:
(a) Descripción del problema. Intenta describir el problema con tal detalle
que pueda ser medido objetivamente
(b) Historia del problema. Describe la historia actual y anterior del
problema.
(c) Análisis de los Antecedentes. Intenta identificar las condiciones que
controlan el problema de conducta.
(d) Análisis de los Consecuentes. Intenta identificar las reacciones y los
efectos que la conducta pudiera tener en el ambiente físico y social.
(e) Análisis de Significado. Identifica las funciones para las que sirven los
problemas de conducta.
3. En cuanto a la intervención farmacológica, sabemos que los fármacos no curan
el autismo, pero en algunos casos, pueden tener efectos favorables sobre determinados
síntomas que aparecen en las personas con autismo. Va dirigido a aliviar los síntomas
secundarios, contribuyendo a la mejora de la calidad de vida de la persona. La
farmacología no desempeña un papel superior en el tratamiento de la persona con
autismo, no sustituye a otros tratamientos, sino que más bien se considera como apoyo a
la eficacia de otras formas de intervención, que siempre debe ser utilizado con
precaución y por supuesto con receta médica.
PROCEDIMIENTOS DE CONTROL DE CRISIS

A veces cuando la conducta se ha presentado y es extremadamente peligrosa, nos


vemos obligado a intervenir ddurante la crisis. Para ello existen unas pautas a seguir

1) Proteger a los otros y al propio sujeto.


2) Contener a la persona que presenta la crisis sin lesionarla, empleando alguna
técnica de bloqueo sencilla y solo si se prevee una lesión inminente.
3) Utilizar el Tiempo-Fuera.
4) Suscitar conductas no problemáticas:
 Decirle verbalmente lo que debe hacer y no lo que no debe hacer.
 Evitar frases imprecisas.
 Hablar con calma y tono comprensible, con frases cortas y pocas
gesticulaciones.

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