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Revista Gerencia y Políticas de Salud

ISSN: 1657-7027
revistascientificasjaveriana@gmail.com
Pontificia Universidad Javeriana
Colombia

Villamizar Rodríguez, Enrique


El morir y la muerte en la sociedad contemporánea problemas médicos y bioéticos
Revista Gerencia y Políticas de Salud, vol. 1, núm. 2, septiembre, 2002, pp. 66-80
Pontificia Universidad Javeriana
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=54510207

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EL MORIR Y LA MUERTE EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA

El morir y la muerte
EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA
PROBLEMAS MÉDICOS Y BIOÉTICOS*
Enrique Villamizar Rodríguez

Resumen

La muerte es un fenómeno común a todos los seres vivos, incluidos los humanos, pero ella y el
proceso que en ello culmina son eventos muy variables en cada ser humano. Hasta hace algunas
décadas, la muerte era casi exclusivamente un algo dictado por la naturaleza o las paupérrimas
condiciones de vida de cada hombre. Con el paso del tiempo y el devenir epidemiológico y
demográfico de la transición de salud, la ocurrencia de la muerte se modificó, pero también
cambió la intervención que la ciencia médica podía realizar sobre ella. Esto dio origen al surgi-
miento de movimientos sociales en pos de una muerte alejada del sufrimiento y con un mayor
protagonismo por parte del falleciente (lo que corresponde a la eutanasia y el suicidio asistido),
pero también se permitió el desarrollo del cuidado paliativo como alternativa a lo anterior y como
posibilidad para ejercer un derecho a la muerte digna y contrarrestar al encarnizamiento terapéu-
tico.

Palabras clave: Muerte, morir, muerte asistida, eutanasia, cuidado paliativo, muerte digna,
cuidado terminal

Abstract
Death is a common phenomenon among life beings, including humans, but death and dying are
highly variable events in every human being. Until some years ago, death was something dictated
by nature or by the poor conditions each man lived. With the time and the epidemiological and
demographical facts implied in the health transitions, the way people died changed too, as well
as the way the medical science could act upon it. Then, some social forces emerged fighting for
a death far from suffering and for a major role played by the dying (which could means the
request of euthanasia or assisted suicide). As the same time, palliative care evolved as an
alternative to assisted death and as a chance for the right to death with dignity and against
medical therapeutic excesses.

Key words: Death, dying, assisted death, euthanasia, palliative care, death with dignity, end of
life care

66 * Texto de la conferencia presentada el 28 de abril de


2001 en la Cátedra Manuel Ancízar sobre “Ética y
bioética”, Bogotá, Auditorio León de Greiff, Uni-
versidad Nacional de Colombia.

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ENRIQUE VILLAMIZAR RODRÍGUEZ

Introducción otros momentos de la humanidad, en todos


estos casos el culto a los muertos ocupa un
La muerte es uno de los fenómenos más lugar importante en la vida cotidiana de las
importantes en la vida, no sólo en la de los sociedades humanas.
seres humanos sino de las especies vivas en
general. Al estudio de la forma en que los Pero ¿qué es la muerte? La muerte puede
seres humanos morimos nos dedicaremos asumirse como la conclusión del proceso
en el presente trabajo, tratando de ver no vital. En la escala de las especies biológicas,
sólo los aspectos que en lo ontológico (tan- para muchas especies unicelulares ese pro-
to en sus facetas biológicas como sicológicas, ceso vital culmina con la división celular que
fundamentalmente) rodean al morir y a la da origen a células hijas: de esta forma, un
muerte, sino también algunos de los impor- organismo de esta categoría no deja de exis-
tantes determinantes sociales que explican la tir del todo, pues gran parte del material,
ocurrencia de un gran número de muertes procesos e información que permitían su
en edades tempranas de la vida. Abordare- vida son transmitidos a los organismos hi-
mos los aspectos vivenciales que caracterizan jos. En especies más avanzadas, la muerte
el acercamiento personal a la muerte, para celular es la cesación de la existencia de la
finalizar con una revisión de las alternativas unidad celular por virtud de uno de dos
al final de la vida que hoy están en la arena. mecanismos: la apoptosis o la lesión. La
Todo ello con el fin de contextualizar a la apoptosis es un mecanismo genéticamente
muerte y el morir de los seres humanos en mediado: una vez cumplido el tiempo de vida
sus aspectos epidemiológicos, sanitarios y de una célula (el cual parece estar predeter-
personales, como un marco necesario antes minado de acuerdo con el tipo celular), la
de iniciar la profundización del tema desde apoptosis es el mecanismo que permite ex-
la bioética. plicar la aparición de ciertos cambios en su
interior y el que la célula deje de ser viable
por más tiempo; desencadenados estos cam-
1. El morir y la muerte: bios, el proceso culmina con la desaparición
de la célula. El otro mecanismo que puede
de lo biológico a lo humano
explicar la desaparición de una célula es la
La muerte para los seres humanos ha sido lesión: agentes químicos, físicos o biológicos
motivo para indagar no solo sobre ella sino se constituyen en un evento nocivo de ori-
también para aventurarnos a explorar lo que gen externo que ataca la célula, y lo hace
pudiese existir después de terminada la vida más allá de las posibilidades intrínsecas de
tal y como la conocemos. De hecho, el culto reparación del daño por parte de la misma,
a los muertos entraña, entre sus múltiples con lo cual se da origen también a la desapa-
posibilidades, un significado de inmortalidad, rición de la célula. En los organismos supe-
pues se apoya la convicción de que ese ser riores, la ocurrencia de muertes celulares
que ya no está en este mundo vive o está en sucesivas o concomitantes en un tejido u ór-
otra dimensión. Desde Egipto con la cons- gano, lleva al fallo de los sistemas fisiológicos
trucción de las pirámides donde se mantenía que garantizan la vida de ese organismo, pro-
y se preservaba el paso hacia la inmortalidad duciéndose de esta forma la interrupción o
de los faraones, hasta nuestros días con los terminación de la vida en el ser vivo.
cultos de veneración y oración que se cele-
Sin embargo, para los seres humanos, la
bran en nuestros cementerios, pasando por
múltiples culturas, otras épocas históricas y muerte es algo más que este evento de con-
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notaciones biológicas: los seres humanos (Bersh, sf; Yepes, 1990), es posible inferir
somos concientes de nuestra finitud. De esta algunos hechos:
gran diferencia con el resto de los seres vi-
vos nos deja constancia el escritor ruso León i) Desde la perspectiva de la transición epi-
Tolstoi en su obra La muerte de Ivan Ilitch demiológica, o sea del cambio de los per-
(1876, p. 28-30). Era este un próspero co- files de enfermedad de una sociedad, es
merciante en la Rusia de fines del siglo XIX, posible ver que la muerte era, para las
quien desarrolla una enfermedad que lo lle- colectividades en etapas pretransiciona-
vará a la muerte. les, un evento producido por la presen-
cia de enfermedades infectocontagiosas.
Ivan Ilitch veía que se moría y estaba En la medida en que estas eran controla-
exasperado. En el fondo de su alma sa- das, gracias a los adelantos en el mejora-
bía muy bien que se moría; pero no so- miento de las condiciones materiales de
lamente no llegaba a habituarse a ese vida de las personas y al desarrollo de la
pensamiento, sino que no lo compren- higiene pública en particular, se permitió
día siquiera, era incapaz de compren- un mejoramiento en la sobrevida y fue
derlo... posible ver la aparición de las enferme-
‘’Cayo es hombre, los hombres son mor- dades crónicas. En las sociedades pre-
tales: por tanto Cayo es mortal’’ Ese ra- transicionales, la esperanza de vida al
zonamiento le parecía razonable si se nacer es un tiempo de vida por debajo de
trataba de Cayo, pero no de su propia los 50 años: es decir, que alguien que naz-
persona... ca en una sociedad de estas característi-
cas tiene, como mejor tiempo probable
Cayo es, en efecto, mortal y es justo que de vida, una expectativa inferior a los 50
muera. Pero yo,..., Ivan Ilitch, con to- años. Tal era el caso de Colombia a prin-
dos mis pensamientos, con todos mis cipios del siglo XX y aún es posible ver
sentimientos es muy distinto y es impo- este tipo de comunidades en algunas
sible que yo deba morir. Sería demasia- áreas, como el litoral pacífico o los cintu-
do espantoso... rones de miseria de las grandes ciudades
por ejemplo.
De esta forma, Tolstoi deja dibujado lo que
para muchos mortales se constituye en la peor Con los cambios que se suceden en una
tragedia de su existencia: la propia muerte. sociedad de estas características, es posi-
Pero también, de esta forma nos deja en cla- ble entonces ver un desplazamiento de la
ro la existencia del miedo a la muerte como mortalidad de las primeras etapas de la
uno de los motores que pueden llegar a go- vida hacia etapas más avanzadas: de ser
bernar al ser humano en la vida. la muerte algo muy frecuente en los ni-
ños, es posible encontrar, una vez dada
la transición epidemiológica, un panora-
2. Visión socioepidemiológica ma donde la mortalidad se hace presen-
te preferencialmente en los mayores.
del fenómeno de la muerte
en el hombre Indicadores tipo de una etapa pretransi-
cional son, en lo epidemiológico, la pre-
¿Cómo han muerto los seres humanos a tra- sencia de una proporción de muertes
68 vés de la historia de la humanidad? Con base
en la teoría de la transición de la salud
debida a enfermedades infecciosas igual
o mayor al 50% y la existencia de una mor-

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talidad proporcional en población menor han permitido también un cambio en la


de 5 años de edad mayor al 50%. Ya en distribución espacial de la población, la
un período postransicional estos indica- cual de ser predominantemente rural se
dores se atenúan para dar paso a la apa- convierte en urbana esencialmente. De
rición de enfermedades crónicas y los esta forma, la muerte empieza a ser un
estigmas del trauma y la violencia; se des- fenómeno que se vive más en las edades
cribe entonces una sociedad donde el adultas y las costumbres frente a ella, an-
medio ambiente natural es menos hostil taño imbuidas en la vida rural, son modi-
pero el físico y los estilos de vida empie- ficadas por la complejidad y diversidad
zan a ser más determinantes como expli- de las condiciones y los estilos de vida
cativos de la carga de enfermedad. urbanos.

Gracias a la visión epidemiológica es po- Desde el punto de vista demográfico una


sible ver cómo las colectividades huma- sociedad pretransicional es aquella carac-
nas parten de un punto en el cual las terizada por indicadores tales como una
condiciones de vida imponen una lucha tasa de mortalidad general por encima
por la supervivencia, la cual una vez ha de 8/1000, una tasa de mortalidad infan-
sido ganada permite luchar por mejores til mayor a 150/1000, una tasa bruta de
condiciones para la existencia de la vida natalidad mayor a 50/1000, una tasa total
humana. Y cuando las colectividades al- de fecundidad mayor a ocho hijos por
canzan una sobrevida alrededor de la mujer en edad fértil, y una esperanza de
mejor esperanza de vida posible, aparece vida al nacer inferior a los 50 años de
el mejoramiento de la calidad de vida edad; estas son comunidades que pre-
como el reto a superar: ya sabemos cuán- sentan una pirámide poblacional con base
to vamos a vivir, por tanto hagámoslo de ancha. Al darse la transición demográfi-
la mejor manera posible. ca, los anteriores indicadores se atenúan
y es posible ver cómo se avanza hacia la
ii) Desde la perspectiva de la transición de- mejor esperanza de vida al nacer conoci-
mográfica, las colectividades humanas da (85 años) y hacia una tasa de mortali-
recorren un camino desde épocas carac- dad infantil cercana al 5/1000, mostrando
terizadas por la presencia de altas tasas entonces una pirámide poblacional con
de natalidad y mortalidad hacia mejores una base angosta y una cúspide ancha.
escenarios con bajas tasas de natalidad y
mortalidad, que es lo que permite el cre- iii)Desde la perspectiva de la respuesta or-
cimiento poblacional neto (sin tener en ganizada de la sociedad a los problemas
cuenta las migraciones). A ello se aúnan de salud, la transición de la atención en
los cambios vistos en la composición salud se presenta como un cambio en el
etárea de la población, posible a su vez enfoque de la asistencia sanitaria: del
por los cambios epidemiológicos ya des- énfasis en la enfermedad se plantea aho-
critos. Este cambio en la composición por ra una atención centrada en un concepto
edades de una población evidencia una positivo de salud, en una salud que se
disminución del peso porcentual de los promueve y se construye a lo largo de
grupos de menor edad para dar paso a toda la vida. Para la medicina, este cam-
un incremento en el peso de los grupos bio es uno que afecta de manera muy pro-
de mayor edad. A la par, los cambios funda su práctica, pues desde los
sucedidos en las sociedades por virtud
de la industrialización y la urbanización
comienzos de la medicina en Occidente
se ha visto a la muerte como el enemigo
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que hay que derrotar, y para hacerlo hay De los servicios de salud, y en particular de
que centrarse en el conocimiento de la los prestados por la medicina crítica y de
enfermedad y la manera de vencerla. En urgencias, se espera que ante la presencia de
un sistema de salud, como el esperado riesgos o eventos amenazantes de la vida o la
en una sociedad desarrollada que mira salud se interpongan acciones que hagan de
hacia su futuro, basado en la promoción nuevo posible la restauración de la vida o la
de la salud, se continúan los esfuerzos en salud y, por ende, la continuación del proce-
contra de la enfermedad pero ahora el so vital humano. Desde este punto de vista,
punto central de atención es el incremen- la muerte de un ser humano podría ser vista
to del bienestar humano, lo cual involucra como un fracaso de los servicios de salud en
componentes que van más allá de la asis- alcanzar su misión para ese ser humano es-
tencia directa a la enfermedad. En estas pecífico. Incluso, en la actualidad es frecuen-
sociedades es posible ver la aparición de te escuchar en servicios de urgencias tras la
servicios dedicados al cuidado de los en- muerte de una persona a quien se le han in-
fermos con padecimientos graves, avan- fringido lesiones esencialmente mortales (es
zados e incurables (lo que caracteriza a decir, lesiones que obligatoriamente condu-
los enfermos terminales), no con el áni- cen a la muerte a quien las ha sufrido, y que
mo de controlar la enfermedad, sino de son causadas de manera clara por un agente
mejorar la calidad de vida de estas perso- agresor), que ‘’el personal de salud no hizo lo
nas hasta que la muerte, evento natural y suficiente para salvarle la vida a esta persona’’:
esperable, ocurra de la manera más apa- he aquí la gran responsabilidad que le hemos
cible y libre de sufrimiento posible. asignado a los servicios de salud, pues es nada
más y nada menos que, en situaciones como
la que actualmente vive Colombia, resolver la
3. La muerte y la medicina problemática de la violencia y la accidentalidad
del siglo XX a partir de la reparación o la evitación de sus
consecuencias.
La medicina en el siglo XX, con sus grandes
adelantos derivados del desarrollo de la tec- De lo anterior es posible ver que para la
nología biomédica y el descubrimiento y de- medicina existen dos tipos de muerte: una
sarrollo de medicamentos ha permitido en que ocurre tempranamente y otra que ocu-
mucho este cambio en la atención en salud. rre a tiempo, al final de la vida, en las cerca-
Algunos hitos a destacar en este aspecto son nías de la esperanza de vida más probable
los avances obtenidos en la analgesia: los pa- para dicha sociedad en un momento histó-
decimientos dolorosos en el hombre han sido rico y en unas condiciones de vida específi-
durante toda la historia de la humanidad un cas. En la primera es donde el quehacer
flagelo para su existencia. Las prácticas anal- médico ha de centrarse en el deber de lu-
gésicas han visto incrementada su eficacia con char contra la muerte: es el cumplimiento
el advenimiento de nuevos fármacos y for- de su misión antitanásica, su misión de sal-
mas farmacéuticas, los cuales han cambiado var vidas. En la segunda, a la que con fre-
la historia de los intensos, interminables e cuencia se encuentran referencias como
insoportables dolores que aún atacan a pa- muerte natural, es la muerte que se sucede
cientes con enfermedades como el cáncer, en las cercanías de la esperanza de vida como
dolores que hacen que estas personas em- consecuencia de una enfermedad que lleva
al deceso a quien la sufre. En este caso la
70 piecen a desear no vivir más si son víctimas de
una existencia plena de dolor y sufrimiento. medicina puede llegar a convertirse en un

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esfuerzo por evitar su ocurrencia y de este te (la colisión de un auto), un homicidio (le-
modo se caería en lo que se conoce como sión bélica o por delincuencia común, por
distanasia, o bien podría reconocer su cer- ejemplo) o un suicidio. Cada una de estas
canía y su inevitabilidad y prepararse para formas tiene características particulares que
permitir que ocurra en condiciones libres afectarán la manera en que los seres conec-
de sufrimiento y con el acompañamiento tados afectivamente a quienes han fallecido
terapéutico por parte de su médico y de su vivirán su duelo. Pero también esta causalidad
equipo de salud correspondiente. O bien, permite definir las posibilidades de inter-
podría tomarse el camino de que como no vención médica al final de la vida.
hay nada que hacer para modificar el curso
natural de la enfermedad, entonces es lícito ¿Qué han podido hacer los médicos ante la
el retirarse de la atención y dejar al paciente posibilidad de la muerte de un ser humano?
sin cuidado médico porque no hay nada que Hasta el siglo XIX, el tratar a un paciente
pueda hacerse. era simplemente asumir que se podía cui-
dar de las personas, que se realizaba un diag-
También la muerte puede ser tipificada de nóstico presuntivo de lo que le estaba
acuerdo con el modo de ocurrencia como ocurriendo a alguien, se le definía un pro-
súbita o anunciada. Súbita, cuando ocurre nóstico y se le allegaban los medios para
un infarto, o se presenta un trauma (acci- cuidar de dicha persona hasta su final. Ya
dente automovilístico, laboral o lesión béli- en la primera mitad del siglo XX se observa
ca). Anunciada cuando aparece una causa un cambio gracias a los adelantos tecnocien-
(enfermedad o trauma) que sabemos que tíficos que permitieron un mejoramiento
llevará en un corto tiempo a la muerte de la importante en la eficacia de la medicina: ya
persona: en este caso, los seres humanos era posible reconocer la naturaleza de mu-
confrontados ante el final de su propia vida chas enfermedades con precisión, explicar
pueden empezar a vivir una situación como la causalidad de una forma científica alejada
la experimentada por Ivan Ilitch. Esta situa- cada vez más de explicaciones mágicas, reli-
ción es el morir, el cual comprende el con- giosas o especulativas y predecir el resulta-
junto de cambios que comienzan a sucederse do más probable de acuerdo con la aplicación
en lo orgánico, lo emocional y lo espiritual de las nuevas intervenciones médicas y sani-
de un ser humano una vez este está ante la tarias disponibles. Es en la segunda mitad
presencia cierta de su propia muerte. En el del siglo XX cuando los grandes adelantos
lenguaje común, la expresión moribundo es obtenidos en el curso de esta centuria per-
utilizada para hacer referencia a la condi- miten acercarnos a algo que durante mucho
ción que vive quien se encuentra en el pro- tiempo había sido una utopía: la prolonga-
ceso de morir. Es importante anotar que ción de la vida en sus confines por acción de
mucho de lo emocional característico de este las intervenciones médicas. De esta forma
proceso también se vive en quienes por con- se convertía al momento de ocurrencia de la
diciones no médicas hacen frente a una muerte en el límite de la disponibilidad, el
amenaza de muerte (como el caso de la pena acceso y la eficacia de la técnica médica pues-
capital o de las intimidaciones) ta al servicio de las funciones biológicas del
ser humano.
Otra forma de tipificar la muerte es por su
causa. La muerte puede ser originada por Para fines del siglo XX, la mortalidad en una
una enfermedad (cáncer o enfermedad ce- sociedad desarrollada tiene su origen en dos
rebrovascular, por ejemplo), por un acciden- grandes fuentes:
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o Las enfermedades, cada vez más de pre- años. La muerte en sociedades como la
dominio crónico y degenerativo, con la nuestra al cruce del milenio, es una situa-
esperanza de haber superado la alta inci- ción que desborda el marco de interven-
dencia de enfermedades infectocontagio- ción médica al final de la vida y que compete
sas. a toda la sociedad para su abordaje, análi-
sis y resolución.
o los traumas productos de la accidentali-
dad de la vida urbana en sociedades
industrializadas, la violencia callejera y los
4. Los médicos y el final de la vida
conflictos bélicos.
¿Cuáles serían entonces los problemas que
Sin embargo, los grandes cobradores de vi- se entrelazan con las posibilidades del que-
das en edades tempranas en muchas partes hacer médico al final de la vida?
del mundo siguen siendo aún las carencias
implícitas en la pobreza y la violencia (desde De nuevo, fue en el siglo XX cuando la me-
las grandes guerras mundiales, pasando por dicina y sus disciplinas aliadas encontraron
conflictos como la guerra de Vietnam, los la posibilidad técnica de prolongar la vida
conflictos interraciales, religiosos o políti- más allá de sus límites naturales, pero en
cos en diferentes partes del mundo, hasta la este camino también generaron consecuen-
violencia vivida desde tiempos decimonóni- cias que hoy pueden ser analizadas como
cos en Colombia hasta nuestros días). Au- males o perjuicios para las personas, razón
nado a ellas, las catástrofes naturales tales por la cual se ha empezado a abogar por
como inundaciones, terremotos, erupciones una cesación de tales intervenciones mé-
volcánicas también contribuyen a asolar de dicas o, de una manera más enfática, por
muertos a muchas latitudes. terminar la vida por medio de interven-
ciones específicamente diseñadas para tal
En el caso colombiano (Londoño, 1994), se
fin. En este contexto, se encuentran varias
estimó que la mortalidad nacional está oca-
dificultades:
sionada en 22% por causas relacionadas con
las enfermedades carenciales, en 39% por
i) La incertidumbre clínica que impone una
las denominadas enfermedades crónicas y
sombra sobre la fiabilidad de los pronós-
degenerativas (ocupando el primer lugar las
ticos clínicos: tan útiles y tan exactos en
de tipo cardiovascular y en segundo lugar el
estudios poblacionales pero tan difíciles
cáncer, reflejando la misma tendencia ob-
de manejar en los análisis de caso
servada en el resto del mundo) y en 39%
restante por lesiones de agente externo (en ii) Los límites entre el curar y el cuidar, pues
lo cual se incluyen los homicidios, los aunque en teoría el curar una enferme-
atropellamientos, los choques, entre otros). dad depende de los alcances de la ciencia
En este último ítem, en el lapso comprendi- y de la tecnología disponibles, en la prác-
do entre 1994 y 1997 Colombia ocupó el pri- tica es más difícil determinar el punto en
mer lugar en homicidios entre los países de el cual los esfuerzos curativos ya no son
América Latina, con una cifra muy por enci- plausibles y es menester cambiar el enfo-
ma del promedio de la región (INMLCF, que con el cual se aborda el paciente para
2000). En Colombia, 94 % de las muertes satisfacer ahora primordialmente sus
violentas ocurren en hombres, 29% de ellas necesidades de cuidado. Esto demanda,
72 entre personas entre los 18 y los 24 años y por parte de los integrantes del equipo
de salud, un perfil profesional que aúne
32% entre personas entre los 25 y los 34

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destrezas necesarias para el cuidado 5. Alternativas al final de la vida


como son la capacidad de diálogo, de es-
cucha, de acompañamiento, de apoyo al Todos estos aspectos enmarcan la presen-
otro. También hace parte de este perfil la cia de alternativas al final de la vida. Si se
tolerancia a la vulnerabilidad propia, a toma como punto de partida la ocurrencia
las crisis, el dolor, el sufrimiento y la muer- de la muerte de una manera natural en un
te, lo cual es diferente a la insensibilidad punto del tiempo, existe la posibilidad de
pues aquí lo que se espera es poder mover ese punto en la línea de tiempo de tal
afrontar estas situaciones impulsándose forma que la muerte se adelante -y en ese
hacia su atención de una manera asertiva caso se estaría hablando de la muerte asisti-
y no hacia el abandono. da- o se atrase -en cuyo caso se hablaría de
las alternativas que prolongan la vida o de-
iii) A la par de la anterior dificultad, la cerca-
sarrollan un encarnizamiento terapéutico.
nía de la muerte de un paciente trae tam-
En este último caso, se habla de distanasia,
bién como consecuencia el preguntarse
término que también comprende el morir
hasta dónde se han de privilegiar las in-
acompañado de sufrimiento innecesario ya
tervenciones destinadas a mantener un
no por la práctica desproporcionada de in-
tiempo de vida (o a prolongar la vida) en
tervenciones médicas sino por lo contrario,
comparación con aquellas destinadas a
por la ausencia de éstas cuando se deja de
mejorar la calidad presente en la vida sin
asistir al paciente porque se considera que
importar tanto su duración y sin hacer algo
como no hay posibilidad de modificación de
orientado a prolongarla sin necesidad.
la enfermedad no se genera el espacio para
Este problema surgido en la práctica de
alguna otra intervención médica.
la asistencia a pacientes con enfermedad
avanzada o en fase terminal impone tam-
bién la necesidad de desarrollar criterios Se considera como muerte asistida a la rea-
y consensos para privilegiar uno u otro lización por parte de terceros de actos con-
curso de acción. ducentes de manera deliberada a la muerte
de otro que se encuentra ya en proceso de
iv) El morir y la muerte son fenómenos que morir. Aquí están incluidos el suicidio asisti-
escapan a la comprensión clásica que se do y la eutanasia. En el suicidio asistido, el
ha tenido en la medicina sobre la vida, la que va a morir toma la determinación de
salud y la enfermedad, y que exigen, a su poner fin a su vida por su propia mano, pero
vez, no solo un horizonte ampliado por solicita la ayuda de un tercero para aclarar
parte de los actores que intervienen en el el cómo ha de hacerlo de una manera eficaz.
proceso sino una integración de saberes Esta es la forma que ha hecho conocido en
y disciplinas que a su vez imponen una el mundo al patólogo norteamericano Jack
dinámica para la cual con mucha frecuen- Kevorkian (1993), a quien las autoridades
cia no se encuentran preparados quie- norteamericanas acusan de practicar la eu-
nes han de abordar el tema. tanasia de manera ilegal.
v) Existen dilemas éticos que hacen más di-
fícil la toma de decisiones al final de la En la eutanasia quien va a morir ha tomado
vida y para los cuales ha de prepararse también la determinación de acelerar el pro-
no solamente el médico, sino los equi- ceso pero solicita a otro que ponga fin a su
pos de salud, las instituciones, los pa- vida. Esta postura es defendida, además, por
cientes, las familias y la sociedad en
general.
los movimientos proeutanasia en los países
de Europa Occidental y Norteamérica, en
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EL MORIR Y LA MUERTE EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA

contraposición a los defensores a ultranza de manera definitiva una garantía solida-


de la santidad de la vida, entre los cuales se ria de un buen morir, de un morir que
encuentran la mayoría de los movimientos permite el control de los eventos que fa-
religiosos. Tanto la eutanasia como el suici- vorecen un mal morir, de un morir que
dio asistido, son en la actualidad alternati- garantiza un alivio definitivo del sufri-
vas técnicamente factibles para sus miento
defensores y consumidores, quienes encuen-
o La eutanasia es un acto de la autodeter-
tran en textos como Final Exit (Humphry,
minación del ser humano
1990) los elementos técnicos y los procedi-
mientos que las hacen posibles. o La práctica de la eutanasia obedeciendo
a una política formal en una sociedad,
evita los abusos que se permiten por la
5.1 Pros y contras de la eutanasia
práctica secreta de la misma, a la vez que
Estas salidas de la vida han desatado enar- define fronteras y pone seguros en con-
decidos debates en la sociedad contempo- tra de ellos
ránea. Con relación a la eutanasia aquellos
que se pronuncian a favor de ella se basan Del lado de aquellos que se oponen a la prác-
en posiciones como: tica de la eutanasia, los argumentos apuntan a:

o La enfermedad y la muerte son una falla o La vida es sagrada y tiene una dignidad
e implican la derrota del ser humano, lue- que no debe ser mancillada por el hom-
go por qué se ha de permitir una mayor bre. La vida y su valor son conceptos que
pauperización del mismo? Ello puede ser escapan del dominio exclusivo de la me-
evitado con la práctica de la eutanasia dicina y de los médicos

o Dejar morir cuando se está en una situa- o La práctica de la eutanasia y en especial


ción con un sufrimiento incontrolable es su legalización son estímulos al descuido
un proceso que conlleva la pérdida de la de los deberes médicos. En el caso de
dignidad del ser humano. Cuando esta personas con enfermedad en fase avan-
situación sucede con un animal, una zada y próximas a la muerte con gran su-
muestra del aprecio que se siente por esta frimiento, el deber fundamental del
forma de vida es la terminación de ese médico es procurar el alivio por medio
sufrimiento por medio de la realización del cuidado paliativo. Vista así, la euta-
de un procedimiento que acabe la vida, nasia ocasionaría un daño a una esencia
que acelera el morir. ¿Es entonces un pro- benefactora y cuidadora de la práctica
ceder de esta naturaleza equiparable a médica, lo cual minaría la confianza que
matar? Desde este enfoque la eutanasia el público tiene en la relación con los
sería un acto de compasión y de cuidado médicos
o Los ataques contra la eutanasia que pro- o En realidad, la solicitud en torno a la eu-
vienen de fuentes de orden religioso de- tanasia es de baja incidencia, luego se trata
ben ser tenidos en cuenta como una más de casos excepcionales que de una
opinión más en el marco de una socie- necesidad de primer orden en la agenda
dad civil y pluralista y no como el dogma de los problemas de salud
a seguir
o El hecho de que exista la autodetermina-
74 o Cuando una persona solicita la eutana-
sia, la práctica de este procedimiento es
ción de los pacientes es algo que no obli-
ga a otros a proceder en concordancia,

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en especial cuando de por medio está un observado un procedimiento de consenti-


acto relacionado con la terminación vo- miento informado y se haya documentado
luntaria de la vida o el acto de matar. una segunda opinión médica.

o Es absurdo abogar por la realización de


un acto eutanásico como expresión ple- 5.2 Pros y contras del suicidio asistido
na de la autonomía de un ser humano si
este acto lleva, precisamente, a la no vida, El suicidio asistido, a su vez, es una opción
a la nada que es la muerte que se ha defendido como lo lícito cuando
no es posible la eutanasia. Esta opción equi-
o La eutanasia conlleva una culpabilidad in-
libra el balance de poder en la relación mé-
trínseca, asociada con una acción positi-
dico paciente, el cual favorece al médico en
va que lleva a morir a un ser humano.
contra del paciente en el caso de la eutana-
Esto, además, puede influir de manera
sia, a la vez que evita el abandono por parte
negativa en el proceso de duelo de los
de los médicos de pacientes incurables y com-
sobrevivientes
petentes. Es también una alternativa defen-
o El optar por una opción eutanásica guia- dida con base en respaldos biográficos del
dos por el sufrimiento es algo que va en paciente y de la historia de la relación de un
contra de una toma racional de decisio- médico con un paciente en particular (Quill,
nes. De igual modo, esta opción puede 1994). Argumentos en contra del suicidio
impedir el crecimiento espiritual y hallaz- asistido se basan en que el médico en lo fun-
go del significado del sufrimiento a la luz damental se apartaría de sus deberes para
del sentido de la vida y de la muerte con el paciente.

o La adopción de una política formal es un


antecedente que ofrece más peligros que 5.3 Pros y contras de la distanasia
beneficios y seguridades. Ello puede esti-
mular la aparición y desarrollo de prácti- En el otro lado de la muerte asistida con
cas nocivas tales como la criptanasia –o relación al punto de la ortotanasia se en-
terminación de la vida en ausencia de vo- cuentra la distanasia. Esta es una muerte
luntad–, la eutanasia estimulada –se lleva acompañada de sufrimiento innecesario, el
a cabo la eutanasia por medios coerciti- cual puede ser producido por el interven-
vos–, la eutanasia subrogada –los apode- cionismo médico o por el abandono médico
rados deciden la comisión de la eutanasia al paciente. Se denomina encarnizamiento
en sus poderdantes–, o la eutanasia terapéutico a la práctica de intervenciones
discriminativa –la eutanasia es llevada a médicas que permiten el sostenimiento de
cabo en población vulnerable por sus con- algunas funciones vitales, pero que conlle-
diciones minoritarias, de marginación o van grandes perjuicios a los pacientes, so-
de exclusión social. bre todo en términos de calidad de vida, y su
uso se hace de manera desproporcionada
En Holanda, nación donde la eutanasia es con relación a los beneficios esperados y con
legal, para proceder a realizarla debe cum- relación al daño adicional que imponen en
plirse con una serie de requisitos, como: se la calidad de vida.
haya constatado una solicitud voluntaria, se
haya verificado la presencia de un sufrimien- Son estos pacientes convertidos en objetos
to intolerable, se hayan agotado todas las
posibilidades del cuidado paliativo, se haya
del encarnizamiento terapéutico quienes
más plantean la necesidad de discutir sobre
75

Revista Gerencia y Políticas de Salud


EL MORIR Y LA MUERTE EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA

los aspectos inherentes a la toma de deci- el mantenimiento de la capacidad de actuar


siones al final de la vida. Hoy se acepta que del ser humano, la preservación de su mun-
una decisión de prolongar la vida es algo do relacional y ocupacional y la confronta-
que depende de factores tales como los de- ción conciente de este ser humano al final
seos del paciente, el propósito terapéutico de su vida con la realidad de su propia muer-
de cada intervención, los efectos no desea- te y el significado de ésta para sí mismo.
dos de la intervención terapéutica, los efec-
tos benéficos concretos de la intervención Es en estos pacientes -conocidos en la lite-
terapéutica para cada paciente y el recono- ratura como enfermos terminales o perso-
cimiento del derecho a morir con dignidad, nas con enfermedad en fase avanzada-
como una exigencia para el ser humano al donde se ha podido estudiar y describir
final de la vida que llama a no retrasar la mejor el acercamiento que un ser humano
llegada de la muerte y a permitir que esta hace a su propia muerte. En ellos se han
ocurra lo más libre posible de sufrimiento. identificado diferentes tipos de necesidades,
Por eso a la hora de considerar una inter- a partir de cuya satisfacción es posible hoy
vención que pueda llevar a prolongar la vida día atenderles y mitigarles el sufrimiento o
de un paciente es importante tener en cuenta las molestias que deterioran su diario vivir.
los deseos de éste y un balance riesgo/bene- Estas necesidades son:
ficio de la intervención a aplicar. También es
importante el reconocimiento de que, para o Físicas, y comprenden la presencia de do-
efecto de la valoración del uso de este tipo lor y síntomas por el avance de la enferme-
de medidas al final de la vida, puede ser lo dad o los tratamientos instaurados, la
mismo no iniciarla que retirarla, pero en la evlución de la enfermedad y sus efectos
práctica se ve que es más fácil no iniciar que sobre el organismo, y el deterioro funcio-
tener que tomar la decisión de retirar una nal que incrementa la dependencia de otros
medida de soporte. Es en esta posibilidad
o Emocionales, en lo cual se incluye la com-
de prolongar la vida donde se hace más
prensión que tanto el enfermo como el
necesario reconocer que la vida no es eter-
entorno humano han de tener del pro-
na, que ella no es siempre buena y que la
ceso que vive la persona al final de su
muerte no es siempre mala.
vida, proceso que incluye el duelo
anticipatorio sobre la pérdida de la pro-
5.4 El morir en el momento que corresponde pia vida, el cumplimiento de tareas sig-
nificativas y resolución de asuntos
Entre el prolongar y el adelantar el final de pendientes antes de fallecer y, por últi-
la vida se encuentra el punto de ortotanasia. mo, el retiro o desprendimiento de la car-
En este punto se admite que la muerte del ga vital presente en el ser humano
ser humano ha de ocurrir cuando la enfer- (deca-tectización)
medad naturalmente lo mande, de una ma-
nera libre de sufrimiento (antidistanasia) y o Sociofamiliares, pues se altera el cumpli-
respetando la dignidad humana, por lo cual miento de los roles del individuo y por
se encuentra en la literatura la referencia a tanto se daña todo aquello que depende
este modo de morir como el característico de su efectivo desempeño, incluso la su-
de una muerte digna. pervivencia de aquellos que dependen de
él; además, el sufrimiento de otros em-
76 Este morir con dignidad requiere el conoci-
miento de la cercanía de la propia muerte,
pieza a hacer parte del sufrimiento total
que puede acompañar el final de la vida

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o Espirituales, pues adquiere una inusita- críticos y el desarrollo de medidas que


da importancia el hallarle sentido a la vida, mejoren la parte práctica del cuidado del
al sufrimiento, lo cual es desencadenado paciente, sobre todo cuando éste se en-
por la conciencia intensificada acerca de cuentra en un ambiente diferente al de la
la finitud de la vida y de la cercanía de su institución hospitalaria
final.
o Lo emocional, brindando soporte a
Estas necesidades han sido mejor entendi- partir del desarrollo de relaciones te-
das gracias a múltiples adelantos posibles rapéuticas y de acompañamiento con
también en el siglo XX. Destaca Elisabeth los diferentes proveedores de cuidado,
Kübler-Ross (1967), una siquiatra suizo- mejorando la comunicación entre pacien-
norteamericana quien estudió en pacientes te y cuidadores y favoreciendo una toma
terminales su acercamiento a la propia muer- de decisiones plena de comprensión y li-
te y describió las fases del duelo como reac- bre de culpas
ciones emocionales presentes de una o Lo sociofamiliar, donde los seres queri-
manera más o menos típica en personas que dos y los cuidadores son tomados en
evidencian una pérdida: en el caso que nos cuenta y son atendidos de manera simi-
ocupa, la pérdida de la propia vida. Tales lar a como se asisten las necesidades
reacciones son una manifestación de la ma- emocionales del paciente, tratando de
nera como el ser humano, en su interior, se mitigar también su carga en su atención y
aproxima hacia la aceptación de su propio de anticipar problemas que se generan
final. por la enfermedad y por la muerte de su
ser querido. El núcleo relacional también
ha de ser atendido en sus necesidades de
6. El morir bien atendido: comunicación por parte del equipo de
la emergencia del cuidado paliativo cuidado, ha de ser acompañado antes y
después del fallecimiento de su ser que-
Pero adicionalmente, los avances alcanza- rido y ha de ser guiado también en el pro-
dos por la medicina en materia de analgesia y ceso de toma de decisiones al final de la
control de síntomas (Doyle et. al., 1993), así vida
como en la organización del cuidado de los
pacientes en diferentes escenarios, desde la o Lo espiritual, pues el proceso de búsque-
casa y la comunidad hasta instituciones to- da y encuentro del sentido a la vida, al
tales como los hospicios o los hospitales, sufrimiento, a las pérdidas y a la muerte
permitieron en muchos lugares el desarro- necesita también de apoyo, comunicación
llo de programas de atención integral a las y acompañamiento, a la vez que hay as-
necesidades de estos enfermos, población pectos de los procesos de toma de deci-
cada vez más creciente. siones al final de la vida que tocan esta
parte y que necesitan ser valorados des-
Este tipo de respuestas a las necesidades de de esta perspectiva.
cuidado, integran alternativas tendientes a
satisfacer al enfermo y su entorno en aspec- Por ello es que los miembros del equipo de
tos como: cuidado del paciente con enfermedad en fase
avanzada han de tener una formación que
o Lo físico, proveyendo un adecuado alivio les permita no sólo ser competentes en su
del dolor y los síntomas presentes, asu-
miendo el manejo anticipado de eventos
área disciplinar sino integrar conocimien- 77
tos, habilidades y destrezas que les permi-

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EL MORIR Y LA MUERTE EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA

tan ser comunicadores eficaces y sensibles, Conclusión


a la vez que guías éticos abiertos al diálogo y
a la comprensión del otro. Poder comprender el mundo que vive un
ser humano al final de su vida es un reto que
exige mirar de frente a aquel para quien ya
7. ¿Y quién quiere morir? hay más certidumbre acerca de su mortali-
dad, es un reto que exige penetrar en el in-
En este terreno de los seres humanos al fi- terior de ese ser y desarrollar una empatía
nal de su propia vida es frecuente escuchar que nos permita asumir las necesidades pre-
expresiones que podrían ser interpretadas sentes en esta situación y acompañar, satis-
como solicitud de eutanasia, cuando en rea- facer, escuchar, guiar.
lidad tienen otro sentido:
Para el ser humano, la muerte es uno de los
o Déjeme morir, puede significar una solici- hechos básicos de la vida, pero por su pro-
tud para impedir la continuación de pia naturaleza llega a ser tanto misteriosa
medidas que sostienen funciones vitales como inevitable. Ella tiene muchas caras,
o que se hacen con una ínfima posibili- pero de las más duras de aceptar es la exis-
dad de alterar el curso de la enferme- tencia de muertes absurdas, carentes de sen-
dad; también es la solicitud de quien tido, atiborradas de sufrimiento innecesario,
siente que necesita un permiso de alguien tanto para quienes fallecen como para quie-
para partir nes les sobreviven. Y si bien es cierto que al
nacer tal vez el único evento que se puede
o Quiero morir, puede ser la expresión de
dar por seguro es que vamos a morir, más
aceptación plena de la finitud humana, o
cierto aún es que el temor a morir y, por
la expresión que denota cumplimiento de
tanto, nuestra propia muerte es uno de los
una cierta misión en la vida y, por tanto,
faros que ilumina nuestra vida.
también permite comprender que la per-
sona está lista para dejar este mundo
A la par de estas consideraciones tan im-
o Máteme, expresión de súplica que para portantes cuando el médico se enfrenta
muchos es el dictado del sufrimiento in- ante pacientes con una enfermedad avan-
soportable y que implica un deseo vehe- zada, a las puertas de su muerte y sin sus
mente de no vivir más, de acabar de necesidades satisfechas, se encuentra con
manera rápida con la existencia. aquellos que, presas de un sufrimiento in-
necesario, interminable e insoportable,
Por lo anterior comprender el mundo que claman por la pronta muerte y exigen de
viven los seres humanos al final de su vida es sus proveedores de cuidado una mano
una tarea que exige el abordaje de proble- bondadosa que ponga fin a tal indignidad.
mas clínicos, emocionales, espirituales, éti- Tales solicitudes han puesto en cuestión a
cos, legales, entre otros, pasados por la las éticas de la vida, entre las cuales se
perspectiva de los diferentes actores que encuentra la médica hipocrática. Una ra-
participan de la atención del final de la vida: zón aducida con frecuencia es su obsoles-
el ser humano enfermo a la espera de su fin, cencia, pues la ética de Hipócrates es la
sus seres queridos, y sus proveedores de ética del médico de la antigüedad, no la
cuidado. del médico moderno y mucho menos la
del médico de la era del conocimiento, la
78 informática, la biotecnología y de la aten-

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ción en salud de tipo corporativo y guiada En el tarot, uno de los arcanos mayores, el
por factores de índole económico. De arcano 13, es el arcano de la muerte. Para
manera paralela, hay quienes plantean que muchos significa un signo trágico en el des-
en estas circunstancias, el derecho a deci- tino, para otros es simplemente una señal
dir la propia muerte y su forma se han de que denota cambio o una llamada al cambio,
constituir en un derecho civil, como pare- a dejar de ser algo para ser otra cosa. He
ce esbozarse en algunas iniciativas del oc- aquí otra de las múltiples posibilidades que
cidente de Europa. abre el estudio del morir y la muerte como
fenómenos arraigados en la vida humana.

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