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INTRODUCCIÓN A LA REFLEXOLOGÍA PODAL

El tratamiento de enfermedades mediante masajes pertenece a un antiguo método empleado


para ayudar a la recuperación de la salud de forma natural. En la antigüedad, se comprobó que los
efectos de los masajes no estaban limitados únicamente a las regiones corporales tratadas
directamente: descubrieron, a través de la observación, que también había una influencia a nivel
“reflejo”1: los masajes servían, indirectamente, para tratar áreas o zonas corporales y órganos
distantes. La técnica de Reflexología Podal encuentra su origen en esta observación.

En oriente, se utiliza esta terapia desde hace miles de años. Es un método completamente
natural de diagnosis (diagnosticar) y un tratamiento eficaz para prevenir enfermedades y buscar
equilibrar las patologías ya manifestadas en el organismo. Las manipulaciones que se efectúan en
los pies no han de confundirse con un “masaje de pies”, ya que sus estímulos actúan sobre todo el
organismo, ayudando a mejorar sus funciones. Todos los órganos tienen su zona refleja
correspondiente en los pies, pudiéndose localizar ya sea en la zona plantar, dorsal o lateral: como
veremos más adelante, en los pies podemos ver un mapa reflejo del cuerpo humano.

Esta técnica puede influir positivamente en los desórdenes de los órganos y funciones
corporales. El tratamiento ayuda, sobre todo, para la prevención de enfermedades. Sin embargo,
no siempre es suficiente para lograr el equilibrio. En caso de enfermedades graves y urgentes,
sería irresponsable desatender otros tratamientos necesarios. Sin embargo, la Reflexología Podal
puede servir en los casos más delicados como complemento para otros tratamientos, ya que ayuda
a estimular y equilibrar las defensas del organismo.

Esta técnica de estímulo sobre las zonas reflejo de los pies tiene por objetivo equilibrar
las funciones corporales y, debido a esto, ayuda a fortalecer la resistencia ante las posibles
enfermedades. Los efectos secundarios no deben ser temidos, siempre y cuando la terapia sea
ejercida por una persona formada adecuadamente en la técnica de aplicación. Quien se interese
seriamente por esta terapia (y quiera incluirla en sus métodos de tratamiento para el cuidado de
la salud de otras personas), deberá prepararse adecuadamente: es muy importante el perfecto
aprendizaje de la técnica, así como de los puntos reflejos, teniendo en cuenta las posibles
contraindicaciones que serán comentadas a lo largo de la cursada.

1
El término “reflejo” da origen al concepto de “reflexología”, puesto que el estímulo de las zonas reflejas en los pies se
expande hacia todas las áreas del cuerpo. De esta forma, los masajes pueden trabajar patologías de todo tipo: hepáticas,
renales, estomacales, etc.
En la actualidad, la Reflexología Podal está ganando popularidad. Cada día se presentan más
y más personas interesadas en su aprendizaje y se puede percibir un aumento notorio en el interés
de muchachas y muchachos jóvenes. En el ámbito profesional de la terapia, se está empleando de
forma cada vez más habitual en las llamadas Terapias Naturales. Los buenos resultados obtenidos
con esta técnica (y el hecho de que prácticamente no presente efectos secundarios) ha llamado la
atención de los profesionales de estas terapias: naturópatas, osteópatas y fisioterapeutas están
adoptando la Reflexología Podal como una importante herramienta en sus tratamientos para la
recuperación de la salud.

En el Japón actual, tanto la Reflexología Podal como la Digitopuntura (Shiatsu), forman parte
de un sistema terapéutico reconocido por el Ministerio de Salud y ampliamente respetado por la
población. Tal es así, que las personas que tienen ciertas dolencias son libres de escoger entre un
tratamiento de medicina moderna o la tradicional y más antigua. Por ejemplo: para resolver un
problema de crónico, articular, lumbar, dolores de cabeza, insomnio, entre otras.

LOS PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA REFLEXOLOGÍA PODAL

La Reflexología Podal parte de la idea de que los pies representan una imagen esquemática de
la totalidad del cuerpo y sus órganos. Esta técnica se sostiene en los conocimientos antiguos sobre
las conexiones de los nervios entre segmentos internos de órganos, músculos y piel, es utilizada
para influir —a nivel reflejo— sobre enfermedades internas a partir de estímulos externos.

El mapa reflejo del cuerpo es una guía para encontrar las conexiones nerviosas que median
entre los órganos (interior) y las zonas de la piel (exterior). Al estimular determinadas zonas del
pie, podremos “tratar” las patologías manifestadas en el cuerpo. El tratamiento mediante la
Reflexología Podal no es un descubrimiento de nuestro siglo. Hace ya mucho tiempo, se observó
que la mayoría de las funciones corporales son guiadas por reflejos, los cuales en parte son
innatos: los órganos transmiten sus señales a nivel reflejo al sistema nervioso y a las
correspondientes zonas de la piel. El ejemplo más típico es el de las patologías del corazón, que
suelen manifestarse a través del brazo izquierdo.

Este fenómeno, que en la antigüedad era un conocimiento de la medicina tradicional, está


siendo comprobado cada vez con más seguridad por la ciencia moderna. Esa relación, que hace
miles de años percibían exclusivamente por sus resultados, hoy empieza a tener fundamentos
científicos. Además, sigue siendo un hecho que podemos verificar cada día cuando trabajamos con
esta técnica.
En resumen, mediante la Reflexología Podal estimulamos estas “zonas reflejas” en los pies
para diagnosticar y tratar todos los órganos y las vísceras del cuerpo humano.

Todos los órganos y vísceras están en relación con zonas de reflejo. A través de una zona
reducida del organismo (los pies), podamos lograr un tratamiento completo sobre todo el
organismo. En otras palabras: en los pies está el cuerpo. La Reflexología Podal es una técnica que
trabaja a partir de estos puntos reflejos en los pies: a través de su estimulación, el cuerpo entero
es tratado. Y esa es una de las características primordiales de esta técnica.

La Reflexología Podal puede tratar por sí misma, como una terapia autónoma, pero también
como apoyo complementario de otros métodos de terapia. Es altamente recomendada para
trabajar trastornos de la salud y desequilibrios en el organismo.

El amplio alcance de este tratamiento se explica debido a que la terapia no sólo es efectiva
localmente (contra determinados dolores, lesiones o trastornos funcionales corporales, físicos y/o
psíquicos), sino que actúa de forma general sobre todo el organismo y, en muchos casos, sobre
el plano mental y emocional del paciente.

El tratamiento de la Reflexología Podal produce una estimulación de las defensas del


organismo y esto favorece la eliminación de residuos y sustancias toxicas. Y eso la destaca
entre otras terapias a la hora de complementar tratamientos médicos de otras disciplinas.
Mediante esta práctica sana y no invasiva, disponemos de un medio de sanación natural con
campos de aplicación múltiples.

La Reflexología responde a dos exigencias fundamentales de cualquier terapia naturista:

 Actúa de forma general sobre cuerpo, mente y estado de ánimo. Una condición
indispensable, ya que las enfermedades no deben entenderse aisladamente como
trastornos locales, pues las personas siempre están enfermas en su totalidad, y por ello
también deben ser tratadas como un “todo”.

 Para la recuperación de la salud, se sirve del “médico interno”; es decir, de las fuerzas
de “auto curación” naturales de todo organismo. La reflexología acompaña los
procesos naturales del cuerpo. A través de la estimulación, se equilibra la auto regulación
y son eliminadas las causas de las enfermedades (no sólo los síntomas). Esta es la
condición fundamental para cualquier reestablecimiento completo de la salud.
Como toda terapia holística, un buen tratamiento de Reflexología Podal requiere prestar
especial atención a las prácticas cotidianas de los pacientes (y, por qué no, de los terapeutas). Por
eso, es muy recomendable andar descalzos por zonas de tierra o césped alrededor de 15 a 20
minutos (todos los días). Esta es una forma de “descarga a tierra” las tensiones diarias. La dieta
deberá ser la más natural posible, evitando las comidas ultraprocesadas y volviendo a los
hábitos culinarios caseros, aunque las dietas son variadas de acuerdo a cada organismo.

La Reflexología Podal apunta a equilibrar el funcionamiento de cada órgano y, por lo tanto,


de cada sistema. La premisa es que el correcto funcionamiento de los sistemas es lo que genera un
buen estado de salud. Desde esta perspectiva, la enfermedad es una “desarmonía” en alguno de los
mencionados sistemas. El trabajo de estimulación puede ser solo en los pies (lo que se llamará
Reflexología Podal), en las manos o en todo el cuerpo (Digitopuntura), pero siempre trabajando
todos los puntos involucrados, pues es la forma más completa de lograr una armonía.

Todos los aspectos del ser son tenidos en cuenta por esta terapia. Es decir, no sólo se centra
en el plano físico para “aliviar el dolor” o “quitar el síntoma”, sino que trabaja en el energético
(busca brindar una mejor canalización de la energía) y en los aspectos emocionales y mentales,
tratando a cada persona como una integridad compleja.

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