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PROYECTO TUNING – AMÉRICA LATINA 2004-2006

CENTRO NACIONAL TUNING – MÉXICO

I.- LA EDUCACIÓN EN MÉXICO. CONTEXTO.


El derecho a la educación en México está garantizado por el Artículo 3° de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establece que la educación primaria y la
secundaria son obligatorias y gratuitas. Recientemente se ha incorporado la naturaleza
obligatoria para la educación pre-escolar. La educación, establece la Constitución, tenderá
a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la
vez, el amor a la Patria, y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia
y en la justicia.

El propio Artículo 3° Constitucional establece que las universidades y las demás


instituciones de educación superior públicas a las que la ley otorgue autonomía, tendrán la
facultad y responsabilidad de gobernarse a sí mismas; reconoce que sus fines serán
educar, investigar y difundir la cultura, respetando la libertad de cátedra e investigación y
de libre examen y discusión de las ideas; que tendrán la capacidad para determinar sus
propios planes y programas; fijarán los términos de ingreso, promoción y permanencia de
su personal académico; y administrarán su patrimonio.

El subsistema de educación superior público en México se complementa con la


concurrencia de instituciones particulares, facultadas por ley para ofrecer educación en
todos sus tipos y todas sus modalidades.

La función social educativa está distribuida entre la Federación, los Estados y los
Municipios. Las universidades y los institutos públicos son, de ese modo, órganos
descentralizados de los gobiernos que los crean, el federal, el estatal o el municipal.

II.- EL SISTEMA DE EDUCACIÓN SUPERIOR


El subsistema de educación superior público está conformado por tres universidades
federales, 121 universidades públicas (53 estatales, 60 tecnológicas y 8 politécnicas), así

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como por 224 institutos tecnológicos, 457 escuelas normales, 29 centros Conacyt y otros
87 organismos de diversa naturaleza: es decir, hacia finales de septiembre del presente
año, por un total de 921 instituciones. Por razones que quedarán claras posteriormente, es
necesario considerar la fecha: 921 es el número que corresponde al número de IES
públicas hacia finales de septiembre del presente año.

Por otro lado, existen 1115 instituciones de educación superior de carácter particular que
ofrecen programas que gozan de reconocimiento de validez oficial de estudios de la
Secretaría de Educación Pública o de las autoridades educativas estatales. El
reconocimiento de validez oficial de estudios es el mecanismo mediante el cual los
particulares incorporan sus planes y programas al sistema educativo nacional adquiriendo,
con ello, capacidad legal para emitir títulos y grados y asegurando que sus titulados
podrán optar por la cédula que les faculta para el ejercicio de su profesión.

Entre ambos subsistemas, el público y el particular, el sistema de educación superior


mexicano atendió, en el ciclo 2003-2004, a un poco más de dos y medio millones de
estudiantes, -el 67% de los cuales asisten a instituciones públicas-, en un total de
prácticamente 17 mil programas educativos. El crecimiento en la matrícula en las últimas
décadas ha sido espectacular: Hace medio siglo existían apenas 30 mil estudiantes de
educación superior, tantos como profesores tiene a la fecha la Universidad Nacional
Autónoma de México.

El haber transitado de 30 mil a dos y medio millones de estudiantes en medio siglo da


cuenta del esfuerzo nacional que, repito, merece el apelativo de espectacular. No obstante
ello, esta cifra corresponde sólo al 22.5% de jóvenes mexicanos en edad universitaria. Uno
de los grandes retos que enfrentamos, ya volveremos a ello, es incrementar la cobertura
del sistema.

Las instituciones de educación superior en México ofrecen en su conjunto, según se


reconoce en las disposiciones legales vigentes, programas de técnico superior
universitario o profesional asociado (nivel 5B de la Clasificación Internacional Normalizada

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de la Educación de la UNESCO, ISCED, por sus siglas en inglés); licenciatura,
especialidad y maestría (ISCED 5A), así como doctorado (ISCED 6).

La distribución de la matricula por niveles aparece en la figura 1. Es evidente el esfuerzo


que debemos realizar para lograr una mucha mayor proporción de estudiantes en
programas de técnico superior universitario, así como también de estudiantes de posgrado
en todas las áreas del conocimiento.

Al observar la exagerada y crónica concentración de la matrícula en unas cuántas áreas


del conocimiento, atributos notables en la figura 2, se hizo evidente también la necesidad
de la puesta en marcha de políticas públicas para lograr una mejor distribución,
particularmente incrementando el interés por las ciencias básicas, exactas y naturales, las
humanidades y las diversas expresiones artísticas.

El conjunto de universidades tecnológicas ofrecen básicamente programas ISCED 5B. La


participación del sector productivo cuyas necesidades atienden en los órganos de decisión
de las universidades tecnológicas, incluyendo los que definen el contenido y la profundidad
de los planes y programas, contribuye a su pertinencia y asegura que las habilidades, las
destrezas, los conocimientos y los valores que caracterizan al perfil de los egresados sean
los indicados para facilitar su incorporación al mercado de trabajo. De los dos años de
formación, divididos en cuatrimestres intensivos, un total del alrededor de 3000 horas de
actividades bajo supervisión docente, los estudiantes deben realizar una estancia de
cuatro meses en el sector productivo de bienes y servicios.

Algunas universidades públicas estatales, que tradicionalmente ofrecen programas de


licenciatura y posgrado, también se han incorporado al esfuerzo de atender programas de
nivel 5B. El mecanismo propuesto es que, en aquellos planes y programas en que esto fué
posible, se ha dividido el programa de licenciatura en dos ciclos, al finalizar el primero de
los cuales se otorga el título de profesional asociado, dejando libre la opción al estudiante
de continuar hacia la conclusión de un programa de licenciatura, o la de incorporarse al
mercado de trabajo.

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Las universidades politécnicas, integradoras de un subsistema de reciente creación en
nuestro país, están concebidas para ofrecer prácticamente un continuo de diplomas, títulos
y grados, con una oferta flexible y pertinente que les permite aceptar estudiantes
egresados de otros subsistemas de educación superior e, inclusive, con base en un
sistema de reconocimiento de competencias laborales y profesionales, por perfeccionarse,
incorporar a quienes no han recibido una preparación académica formal pero pueden
acreditar debidamente su preparación. Los títulos y grados que ofrecerán las
universidades politécnicas cuando estén en completa operación y estado estacionario
cubrirán todo el espectro de niveles del ISCED.

Los institutos y las universidades públicos “tradicionales”, tanto estatales como federales,
ofrecen típicamente programas de nivel ISCED 5A y 6, mientras que los Centros Conacyt
son un conjunto de centros públicos de investigación, distribuidos prácticamente por todo
el país y cuya oferta educativa está concentrada en el posgrado. Las escuelas normales
ofrecen programas de licenciatura y posgrado para la formación de profesores para la
educación básica.

Las leyes orgánicas de prácticamente la totalidad de las universidades públicas reconocen,


en atención al mandato constitucional, a la docencia, la investigación y la difusión de la
cultura como sus tres funciones sustantivas. En general se acepta que el personal
académico, al menos el de tiempo completo, debe estar capacitado para realizar con alto
desempeño las tres funciones.

Si bien, como ya se mencionó, las universidades públicas estatales son organismos


descentralizados de los gobiernos estatales y, en este sentido, es responsabilidad de los
congresos estatales dotarlas de los recursos financieros necesarios para su operación, el
gobierno federal, consciente de la importancia que tienen, contribuye significativamente
con recursos a su operación y crecimiento: Las proporciones con que participan los
diversos gobiernos estatales varía y, en promedio nacional, la federación aporta el 70% de
los recursos ordinarios de las universidades públicas estatales. Adicionalmente, la totalidad

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de los recursos públicos de las universidades federales provienen, asi mismo, del gobierno
federal.

III.- DEFINICIÓN DE POLÍTICAS. PROGRAMA NACIONAL DE EDUCACIÓN


Las leyes de planeación de la administración pública federal mandatan al poder ejecutivo a
establecer y poner en práctica un Plan Nacional de Desarrollo así como, derivados de él,
diversos programas sectoriales. El programa sectorial asociado a la educación, llamado
Programa Nacional de Educación 2001-2006, PNE, contiene objetivos estratégicos,
objetivos específicos, líneas de acción, políticas y metas precisos, todos elementos del
cual son de observancia obligatoria para quienes laboramos en la administración pública
federal. Al Plan Nacional de Desarrollo se corresponden planes estatales y a los
programas sectoriales federales, programas sectorial estatales. Así, en México las
instancias facultadas para emitir los planes y las políticas públicos son los organismos de
los gobiernos respectivos.

En atención a las particularidades que he descrito muy brevemente, el Programa Nacional


de Educación vigente identifica tres objetivos estratégicos:

o Ampliación de la cobertura con equidad


o Educación superior de buena calidad
o Integración, coordinación y gestión del sistema de educación superior

Cobertura
La necesidad de ampliar la cobertura; de hacerlo diversificando la oferta con programas
pertinentes; de cerrar las brechas en las tasas de cobertura entre entidades federativas; de
obtener un mejor balance por área de conocimiento así como por niveles de programas y,
particularmente, de lograr lo anterior con equidad, de modo que todo estudiante que
cumpla con los requisitos académicos establecidos por las propias instituciones tenga
acceso a la educación superior, independientemente de su situación socio-económica, es
el motivo de la existencia de políticas públicas claramente definidas. Entre las medidas
adoptadas para ello se encuentran:

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Apertura de nuevas instituciones de educación superior públicas. En los cuatro años que
han transcurrido desde el 2000 se han creado 64 nuevas instituciones de educación
superior públicas, en promedio una cada 23 días.

Programa Nacional de Becas de Estudios Superiores. De septiembre del 2000 a la fecha


se han ofrecido becas a 174,510 estudiantes provenientes de los estratos económicos más
deprimidos para que puedan acceder a la educación superior, permanecer en sus
programas y terminarlos oportunamente.

Ampliación y diversificación de la oferta educativa en las IES públicas existentes. En los


últimos tres años se han otorgado recursos extraordinarios a 61 instituciones públicas que
aún tienen capacidad de crecimiento, para la apertura de 252 nuevos programas, así como
recursos para la consolidación de 1353 programas iniciados recientemente en 35
universidades.

Educación superior de buena calidad.


Ambiciosas como se observan las metas asociadas a la ampliación de la cobertura no
representan, sin embargo, el reto mayor que enfrentamos como sistema de educación
superior: El mayor tiene que ver con la mejora continua de la calidad de la oferta
educativa. De ahí que el PNE ha definido como su principal prioridad la atención a la
mejora de la calidad.

Vale aclarar que tomó tiempo coincidir en que debería emprenderse la transformación
cualitativa que hoy está en marcha. El tránsito a las nuevas políticas no ha sido fácil pues
nuestro sistema educativo y nuestra sociedad exhiben ya todas las complejidades de la
modernidad a la vez que muestran resabios de problemas sociales graves y crónicos.
Además, los ajustes necesarios para atender a la calidad en todas sus facetas tienen
mucho de cambio cultural, en el que la educación misma juega un doble papel, de objeto y
de sujeto de las transformaciones.

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Así pues, los intereses nacionales y las condiciones externas conducen a México a asignar
máxima prioridad al mejoramiento cualitativo de su educación superior. La cruzada en pro
de la calidad es ahora no sólo necesaria, sino afortunadamente también viable.

Para impulsar la mejora de la calidad de los programas educativos que ofrecen las
universidades públicas, la SEP ha fomentado la formulación y actualización anual de sus
Programas Integrales de Fortalecimiento Institucional, que construidos mediante procesos
de planeación participativa, han permitido precisar sus políticas y estrategias para la
superación institucional, la atención de problemas estructurales y la construcción de
esquemas de mejora continua de la calidad de sus programas que les permita lograr su
acreditación como un medio para rendir cuentas a la sociedad de su funcionamiento. Para
ello se han desarrollado proyectos relacionados con aspectos estratégicos asociados a la
mejora particular de la calidad de profesores universitarios, la incorporación de nuevos
enfoques educativos, la atención individual o en grupo de los estudiantes, los principales
procesos académicos, la infraestructura y la mejora de las condiciones de trabajo de los
profesores y sus alumnos.

El ajuste de prioridades hacia la calidad, y la conquista del apoyo social para impulsar su
avance constituyen, pues, el frente a la vez más importante y más vulnerable de la batalla
que el país libra por su educación superior.

Integración, coordinación y gestión del sistema de educación superior


En lo que respecta al objetivo relacionado con la integración, coordinación y gestión del
sistema de educación superior, el reto es establecer y operar un nuevo esquema de
planeación y coordinación que permita integrar el sistema nacional y los sistemas
estatales, así como revisar el ejercicio de la planeación para convertirla en el instrumento
que armonice las acciones por realizar.

Entre otras cosas, se pretende alcanzar la transformación de un actual sistema cerrado en


uno abierto donde las IES participen en redes estatales, regionales, nacionales e
internacionales de cooperación e intercambio académico y así facilitar el tránsito de los

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estudiantes entre niveles y programas educativos, así como para lograr el establecimiento
y la consolidación de redes académicas de profesores-investigadores para la realización
conjunta de investigación y la oferta compartida de programas educativos.

En este particular los trabajos del Proyecto Tuning-América Latina 2004-2006 adquieren
relevancia fundamental: La experiencia lograda en la conformación de alianzas
estratégicas como las resultantes de los procesos de Bolonia nos serán de extremada
utilidad para enriquecer los esfuerzos nacionales que se han desplegado en este sentido,
así como para integrarlos a procesos hemisféricos que les den contexto internacional.

IV.- INSTITUCIONES SELECCIONADAS


Para participar en el proyecto por México, la Secretaría de Educación Pública ha
seleccionado a una universidad federal, la Universidad Autónoma Metropolitana, y cinco
universidades públicas estatales: la Universidad de Guadalajara, la Universidad Autónoma
del Estado de Hidalgo, la Universidad de Sonora, la Universidad de Guanajuato y la
Universidad Autónoma de Yucatán.

Se trata de instituciones diversas, localizadas a lo largo de todo el territorio nacional, de


diferente tamaño, historia y grado de desarrollo, pero todas comprometidas con las
políticas públicas en materia de mejora de la calidad.

Las instituciones ofrecen programas educativos en las áreas que se pretende cubrir con el
proyecto, han establecido grupos de investigación en las mismas y demostrado interés y
liderazgo en su voluntad por establecer redes académicas de intercambio. Sus
autoridades, tenemos la certeza, comprometerán la presencia y participación de sus
comunidades en los términos que se requieran para el buen desarrollo del proyecto
Tuning.

Por nuestra parte, asumimos con entusiasmo los objetivos que se han planteado en el
marco del programa que ahora inicia, agradecemos la oportunidad que se nos ofrece de
participar en él, y ofrecemos nuestra colaboración para hacerlos realidad.

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Figura No. 1
Educación Superior 2003-2004

Matrícula no
6%
3%
escolarizada
153,822
7%
estudiantes
Matrícula
escolarizada
2,322,781
estudiantes

Cobertura
22.5%
84%

TSU LIC NORM POS


Figura No. 2
Los 10 Programas de Licenciatura con
Mayor Matrícula

1 CONTADURÍA 140,195 1 CONTADURÍA 157,208 1 DERECHO 205,125


2 DERECHO 111,584 2 DERECHO 155,191 2 COMPUTACIÓN Y SISTEMAS 195,347
3 ADMINISTRACIÓN 92,911 3 ADMINISTRACIÓN 116,167 3 ADMINISTRACIÓN 184,607
4 COMPUTACIÓN Y SISTEMAS 68,855 4 COMPUTACIÓN Y SISTEMAS 112,263 4 CONTADURÍA 141,280
5 MEDICINA 56,472 5 MEDICINA 57,930 5 INGENIERÍA INDUSTRIAL 97,445
6 INGENIERÍA INDUSTRIAL 48,365 6 INGENIERÍA INDUSTRIAL 56,780 6 ARQUITECTURA 94,590
7 INGENIERIA ELECTRICA Y ELECTRÓNICA 42,777 7 INGENIERIA ELECTRICA Y ELECTRÓNICA 55,349 7 MEDICINA 84,644
8 INGENIERIA MECANICA Y ELECTRICA 41,979 8 ARQUITECTURA 48,945 8 PSICOLOGÍA 71,302
9 ARQUITECTURA 40,533 9 INGENIERIA MECANICA Y ELECTRICA 45,521 9 CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN 65,604
10 INGENIERÍA CIVIL 35,147 10 CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN 36,504 10 EDUCACIÓN 64,174
Total 678,818 Total 841,858 Total 1,204,118

1 1 2 1 2
3
2 3 4 4
3
4 5 5 6 7
6 7 8 9 5 6 7 8 9 8 9 10
10 10
10
1990-91 1996-97 2002-2003
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