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República Bolivariana de Venezuela.

Universidad Nacional Experimental de Guayana.


Vicerrectorado Académico.
Coordinación General de Pregrado.
Proyecto de carrera: Administración de Empresas.
Cátedra: Reencuentro con mi ser .
Sección: 1

Cuentos
PARA
REFLEXIONAR
Profesor: Alumnos:

Yenicne Rojas. Albarracín Berlys. C.I: 27.955.557

Puerto Ordaz, diciembre 2021


La casa imperfecta

Un trabajador que se dedicaba a la construcción ya estaba listo para dejar el


trabajo y esperar su pensión, al contarle a su jefe que quería disfrutar de su familia
y esposo y aun así sabiendo que extrañaría su salario el decidió que de alguna u
otra forma el sabría cómo arreglárselas.

El jefe accedió ya que era inevitable para el que el empleado siguiera en la


compañía y le pidió, que construyera una casa más antes de retirarse. El hombre
accedió y comenzó a trabajar, pero no estaba haciendo el mejor de los trabajos y
los materiales que estaba utilizando no eran los de mejor calidad, era una mala
manera de dejar su carrera.

Cuando termino el trabajo su jefe fue a inspeccionar la casa y para su sorpresa,


el jefe por sus años de trabajo le regalo la casa que el mismo había construido.

Si su jefe le hubiese dicho desde el principio que esta seria su casa, el albañil
no hubiese trabajado de esa forma, e incluso, no trabajaría de esa manera. Ahora
tendría que vivir en su casa imperfecta

Reflexión sobre “La casa imperfecta”

Muchas veces por estar cansados y ya con ganas de dejar las cosas, no
aprovechamos lo que tenemos delante, a veces solo vemos más trabajo donde
pueden ver oportunidades. Cuando no hacemos el esfuerzo necesario en las
cosas que tenemos nos daremos cuenta que las cosas no saldrán de la manera
que nosotros buscamos.

Esta lectura nos deja una gran enseñanza y es que, por más cansados, agotados,
agobiados siempre tenemos que hacer un excelente trabajo así sea el último (y no
solo en el ámbito laboral) porque no sabremos que grandes oportunidades nos
deparara el camino

Las piedras y el frasco


Un conferencista motivador estaba con un grupo de profesionales. Donde les
quiso dejar un ejemplo no solo para la vida, sino también en el ámbito empresarial,
ejemplo que no olvidarían jamás.

De debajo de su mesa sacó un jarro de vidrio, luego sacó una docena de


piedras y comenzó a colocarlas en el jarro.

Cuando el jarro estaba lleno el conferenciaste pregunto a los profesionales si


estaba lleno a lo que todos juntos contestaron que ¡SI!

Él al darse cuenta de su mala respuesta, echó un poco de piedras pequeñas


de construcción al jarro y lo movió haciendo que las piedras pequeñas se
acomoden en el espacio vacío entre las grandes.

Cuando estuvo lleno por segunta vez el conferenciasta volvió a preguntarles y


los profesionales ya sabían que responder y sería “NO”

El conferencista al ver su buena respuesta volvió a llenar el jarro, pero, esta


vez con arena. Otra vez les pregunto a los profesionales y ellos también
respondieron que “NO”.

Luego el expositor sacó una jarra llena agua y la coloco en el jarro con piedras
hasta que estuvo lleno hasta el borde mismo. Cuando terminó preguntó: ¿Cual
creen que es la enseñanza de la demostración?

Uno de los espectadores levantó la mano y dijo: La enseñanza es que no


importa como de lleno esté tu horario, si de verdad lo intentas, siempre podrás
incluir más cosas.

El expositor respondió que no era la respuesta y dijo “La enseñanza es que si no


pones las piedras grandes primero, no podrás ponerlas en ningún otro momento”.

Reflexión Sobre “Las piedras y el frasco”:


Este cuento nos enseña que muchas veces por el trabajo, los problemas y
demás cosas dejamos de priorizar las cosas importantes en nuestra vida y la
llenamos de cosas que están en segundo plano.

Las bases importantes que tenemos, sea nuestra familia, amigos, salud,
valores, enseñanzas, son las que nunca debemos dejarlas a un lado y debemos
priorizar a pesar del momento que estemos pasando, a veces es difícil en la rutina
diaria tomar las perspectiva necesaria para asignar bien las prioridades, a veces
priorizamos las cosas más pequeñas frente a las que tienen más valor para
nosotros y dejamos a un lado lo importante.

Saber organizarse es importante para poder llevar una vida más tranquila.

Hacer Café

Una hija de un chef estaba cansada y no sabía que hacer porque todo le salía
mal, tenía muchos problemas que se le hacían difícil de solucionar, se quejaba
con su padre acerca de su vida y de cómo las cosas le resultaban tan
dificultosos.

Su padre, la llevó a su trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó
sobre el fuego. En cada olla coloco una zanahoria, un huevo y en otra granos de
café, sin decir ni una palabra y dejo hervir.

La hija impacientemente espero. A los minutos el chef apagó las tres


hornillas. Sacó las zanahorias, sacó los huevos, de último coló el café

Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿Qué ves?"; "Zanahorias, huevos y café"


respondió. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias, ella lo hizo y
notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera.
Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el
café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.

La hija le preguntó: - "¿Qué significa esto, padre?" Él le explicó que los tres
elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían
reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero
después de pasar por el agua hirviendo se había puesto débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido;
pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los
granos de café, sin embargo eran únicos: después de estar en agua hirviendo,
habían cambiado el agua. "¿Cuál eres tú, hija?, Cuando la adversidad llama a tu
puerta, ¿Cómo respondes?", le preguntó a su hija.

¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero cuando la adversidad y el dolor
te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza
con un corazón maleable, poseías un espíritu fluido, pero después de una
pérdida, una crisis, o un problema te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves
igual, pero ¿Eres amargada y áspera, con un espíritu y un corazón endurecido?
¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviendo, el elemento
que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su
mejor sabor.

Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas
en forma positiva, sin dejarte vencer y haces que las cosas a tu alrededor
mejoren, que ante la adversidad exista siempre una luz que ilumina tu camino y el
de la gente que te rodea. Esparces con tu fuerza y positivismo el "dulce aroma del
café".

Reflexión sobre “Hacer Café”

Muchas veces por tener grandes problemas nos ponemos como en el caso de la
zanahoria, débiles y frágiles, otras veces cuando no podemos afrontar o aceptar
algún problema preferimos aislarnos y endurecer nuestros corazones, pero,
cuando nos damos cuenta que podemos solucionar los problemas nos
convertimos en granos de café, a pesar de las adversidades saldremos adelante y
no solo como simples granos de café si no demostrando nuestra mejor versión.

Por eso es importante que cuando tenemos problemas o adversidades que no


se puedan controlar, nosotros aclaremos la mente y veamos las soluciones.
Pedro y el hilo mágico

Pedro era un niño muy astuto. Todos a su alrededor lo querían, pero tenía la
debilidad de no disfrutar el momento en el que se encontraba, es decir, no
apreciaba el proceso de la vida.

Un día, Pedro estaba caminando por un bosque cerca de su casa. Al rato,


decidió sentarse a descansar y se quedó dormido. Tras unos minutos de sueño
profundo, oyó a alguien gritar su nombre con voz aguda.

Cuando abrió los ojos, se sorprendió de ver una mujer de pie a su lado. Debía
de tener bastantes años de edad y sus cabellos blancos como la nieve caían
sobre su espalda como una larga manta de lana. En su arrugada mano había una
pequeña pelota mágica con un agujero en su centro, y del agujero colgaba un
largo hilo de oro.

La señora le dijo: "Pedro, este es el hilo de tu vida. Si tiras un poco de él, una
hora pasará en cuestión de segundos. Y si tiras con todas tus fuerzas, pasarán
meses o incluso años en cuestión de días" Pedro estaba muy emocionado por
este descubrimiento. "¿Podría quedarme la pelota?", preguntó. La anciana se la
entregó.

Al otro día Pedro estaba aburrido y decidió tirar de la tira y empezó a


adelantar el futuro, y siguió así cada vez que estuvo fastidiado. Cuando se dio
cuenta de lo que hacía ya habían pasado 90 años, de los cuales no había
disfrutado.

Pedro se entristeció y decidió ir al bosque donde solía pasear de muchacho


para aclarar sus ideas y templar su espíritu. E caminar se quedó en el bosque
dormido y apareció la anciana que le había dado la pelota con hilo de oro y él
le confesó que quisiera volver a ser niño de nueva para poder revivir todos los
momentos que había perdido, ella le concedió el deseó.

Pedro saltó de la cama al momento y empezó a vivir la vida tal como había
esperado. Conoció muchos momentos buenos, muchas alegrías y triunfos, pero
todo empezó cuando tomó la decisión de no sacrificar el presente por el futuro y
empezar a vivir en el ahora.

Reflexión sobre “Pedro y el hilo mágico”

Cuando nos acostumbramos a los momentos de la vida empezamos a


menospreciar las enseñanzas que vendrán, cuando tenemos malos momentos
queremos agarrar un hilo y tirar de el para así poder adelantar ese momento pero
lo que no sabemos es que son enseñanzas que nos deparara la vida. A veces no
disfrutamos de los buenos momentos porque queremos crecer rápido. Desde
niños siempre quisimos ser adultos pero no sabíamos que serían tantas
responsabilidades, a diferencia del cuento, ya no podemos volver a ser niños otra
vez.

Las tres rejas

El discípulo de un filósofo sabio llega a su casa y le cuenta que un amigo suyo


estuvo hablando de él de manera malévola…

-¡Espera! - lo interrumpe el filósofo - ¿ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas
a contarme?

¿Las tres rejas?- le responde el joven discípulo

-Sí. La primera es la verdad. Y le pregunta que si esta seguro que eso sea
absolutamente cierto

-No. Lo oí comentar a unos vecinos- respondió el joven

Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso
que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?

-No, en realidad no. Al contrario..., respondió nuevamente

!Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que
tanto te inquieta?
-A decir verdad, no- dijo

Entonces, dijo el sabio sonriendo

Si no sabemos si es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

Reflexión sobre “Las tres rejas”

En la vida hay muchas personas mal intencionado que siempre buscan inventar
o tan solo decir cosas que no sabemos si es verdad, si es bueno o necesario que
preferiblemente debemos dejarlo en el olvido.

No siempre las cosas que vamos a escuchar vendrán de buenas personas,


porque si así lo fueran, no comentarían nada a espaldas de otros.

Es mejor ignorar y olvidar todos los malos comentarios de la vida y así vivir de
una manera más feliz sin complejos.

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