Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
shofar
Esto me parece fascinante. Siento que aquí hay un mensaje muy valioso.
Las fuentes judías (en particular Rav Tzadok HaCohen de Lublin), enseñan que este
simple sonido resuena en lo más recóndito de un corazón judío. Su sonido toca una
cuerda y algo profundo comienza a despertar en su interior. Porque el shofar refleja
nuestra voz más profunda; el grito sin palabras del alma judía que anhela elevarse
por encima de la limitación y volver a acercarse a su fuente Divina, a su cercanía a
Dios.
Sin embargo, cuando nos acercamos a las Altas Fiestas, e incluso cuando nos
presentamos ante el Rey de reyes en Rosh Hashaná, a veces nos cuesta sentir esto
en nuestras plegarias, tal como un shofar a veces se niega a emitir un sonido
decente.
Anhelamos expresar nuestro ser espiritual más profundo, pero nuestro corazón a
veces no desea abrirse y sentir. Las distracciones de la vida y de nuestro alrededor
pueden dominar nuestros pensamientos. Decimos palabras que sabemos que
pueden estar cargadas de significado; vemos a otras personas que parecen tener
una plegaria apasionada. Y a veces nos cuestionamos el valor de nuestra propia
plegaria, no estamos seguros cómo recibe Dios las palabras que parecen tan llanas
y poco inspiradas.
Sí, es posible que el aire no flote suavemente a través de mi shofar. Puede tener un
agujero o un defecto. Mi conexión espiritual puede no fluir fácilmente desde el
corazón.
Pero la verdad es que "todos los sonidos son kasher", no sólo para el shofar sino
también para el corazón.
Porque Dios quiere que le hable con sinceridad. Que tenga con Él una conversación
íntima. Es cierto, él es un Dios incomprensible, que inspira asombro y temor. Pero
como Rey también es infinitamente misericordioso y está repleto de amor. Y resulta
que, además, también es mi Padre…
Él recibe con los brazos abiertos incluso el sonido que sale de un corazón
"imperfecto".
De acuerdo con el texto de la plegaria de Rosh Hashaná, Dios "escucha el sonido del
shofar de Su pueblo Israel con compasión".
Yo creo que esto significa que Él escucha algo más profundo. Él siente el deseo
ahogado pero verdadero detrás de nuestra más humilde llamada. Él conoce las
intenciones ocultas en nuestras palabras.
Sí, Dios valora cada una de mis palabras. Él me acepta y me ama tal como soy hoy, a
pesar de que entiende que tengo por delante un largo camino.
Por lo tanto, junto el coraje de mirar cara a cara mis limitaciones, sin esconderme ni
escaparme. Me permito sentir un honesto remordimiento. Este es mi lugar "Ahora".
Por lo tanto, no lucho con ella, no dejo que mi crítico interno me desinfle o me robe
la fe. Acepto esta realidad imperfecta. Te serviré desde este lugar.
Porque eso es exactamente lo que Él desea. "Dios está cerca… de todos los que lo
invocan con sinceridad" (Tehilim 145).
De esta manera, el sonido del shofar se entrelaza con uno de todos esos hilos de
significado. Es la honesta coronación de Dios en nuestras vidas. Simultáneamente
es un llamado de arrepentimiento, de retorno a casa. Es el sonido de la redención;
libera nuestro espíritu para expresar su cántico, dejando de lado el silencio que nace
de la duda y la limitación.
Sobre el Autor