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TUTOR ACADÉMICO:
1.Introducción.
2.2 El nombramiento del/la Fiscal General del Estado y su separación con el Poder
Ejecutivo en otros países.
4. La relación del/la Fiscal General del Estado con la separación de los poderes
estatales.
6. Bibliografía.
1. Introducción
Con motivo del último nombramiento de Dolores Delgado como nueva Fiscal General
del Estado, se ha desatado la polémica sobre si su elección es la más adecuada. Todo
ello se ha producido fundamentalmente por haber sido la Ministra de Justicia del Poder
Ejecutivo actual, lo que ha llevado al rechazo de su nombramiento a varios partidos
políticos y de varios miembros del Consejo General del Poder Judicial. La negativa por
parte de estos miembros se produce porque consideran que no se percibe una
independencia del Ministerio Fiscal con su anterior puesto como miembro del Gobierno.
En primer lugar, explicaré cual es la estructura del Ministerio Fiscal y que funciones
tiene, para seguidamente adentrarme en la figura del Fiscal General del Estado y en su
nombramiento, y lo compararé con cómo se produce el nombramiento y que estructuras
y principios tienen algunos países de nuestro entorno.
Debido a que se trata de una figura muy importante en la Justicia de un país, su análisis
y elección resultan de gran interés para investigar sobre su funcionamiento y ver lo que
el Derecho Constitucional no está siendo capaz de regular y que podría hacer al respecto
para sanar esta situación.
Veremos también si el Poder Ejecutivo excede del poder que tiene encomendado a la
hora de efectuar este nombramiento y si no se establece una separación con el Poder
Judicial como así se manifiesta desde parte del Poder Legislativo y lo compararé con las
relaciones que tienen diferentes países de nuestro entorno entre el Poder Ejecutivo y el
Poder Judicial.
Para ello analizaré la separación de poderes desde su concepto inicial hasta el sistema
que tenemos hoy en día en nuestro país y en los países de nuestro entorno, analizando
cuales son los posibles fallos que se dan y como podrían resolverse.
Por tanto, analizaré la relación que tiene el Poder Ejecutivo con el Poder Judicial a partir
de la figura del/la Fiscal General del Estado, y si esta es contraproducente para el actual
Estado social y democrático de Derecho, para así terminar con una serie de propuestas
de mejora que una vez analizado el trabajo de investigación podremos sacar para
resolver o al menos mejorar este conflicto.
Como hemos visto el Ministerio Fiscal sigue los principios de unidad de actuación,
jerarquía legalidad e imparcialidad, por lo que no rige el principio de oportunidad como
ocurre en otros países de nuestro entorno como veremos posteriormente. Eso significa
que el Ministerio Fiscal debe actuar siempre que tenga conocimiento de posibles delitos.
1
Fernández Sarasola, Ignacio:<<La Primera Constitución Española: El Estatuto de Bayona>>, Revista de
Derecho: División de Ciencias Jurídicas de la Universidad del Norte, Uninorte, Colombia, 2006.
Para reforzar el principio de imparcialidad el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal
fue modificado a través de la Ley 24/2007 de 9 de octubre. Con ello se quiso dotar de
mayor autonomía al Ministerio Fiscal y reforzar así su imagen hacia la sociedad.
Fuente: https://confilegal.com/20170818-que-es-el-ministerio-fiscal/
2.1 Sobre el/la Fiscal General del Estado y su nombramiento.
Como hemos visto el Fiscal General del Estado ostenta la Jefatura Superior del
Ministerio Fiscal, de ahí su gran importancia en el sistema judicial de nuestro país.
Una vez que el Gobierno ha propuesto el candidato que cumpla con los requisitos, el
Consejo General del Poder Judicial realizará un informe sobre la propuesta del
candidato, para que posteriormente una vez se haya recibido el informe, el Gobierno
comunicarlo al Congreso de los Diputados. Allí la persona candidata deberá de
comparecer ante la Comisión correspondiente para que se puedan valorar sus méritos e
idoneidad. Terminado este proceso ya una vez nombrado, el Fiscal General del Estado
jurará o prometerá ante el Rey su acatamiento a la Ley y tomará posesión del cargo ante
el Pleno del Tribunal Supremo2 .
La duración del nombramiento del Fiscal General del Estado se establece por un tiempo
de 4 años, y su mandato no podrá ser renovado excepto en el caso de que hubiera estado
solamente en el cargo por un tiempo menor a 2 años. Únicamente antes de que concluya
esa duración se le podrá cesar por los motivos que se exponen en el artículo 31 de la
Ley 24/2007 de 9 de octubre que son:
2
Ley 24/2007 artículo 29, Boletín Oficial del Estado nº243, Madrid, España, 10 de octubre de 2007.
a) a petición propia,
Por otra parte, el Fiscal General del Estado ni ningún otro fiscal pueden:
Las competencias que tiene el Fiscal General del Estado son muy relevantes. Todas
ellas las recoge el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal de las que podemos destacar
las siguientes funciones y facultades:
3) Nombra a los miembros del Ministerio Fiscal para que actúen en los órganos
jurisdiccionales en los que están legitimados previamente oído el Consejo Fiscal.
Esas directrices generales que imparte el Fiscal General del Estado las realiza a través
de Circulares, Instrucciones y Consultas para así garantizar el principio de unidad de
actuación.
2.2 El nombramiento del/la Fiscal General del Estado y su separación con el Poder
Ejecutivo en otros países.
ITALIA: Es el mayor ejemplo de codecisión que hay en nuestro entorno. Para llegar
hasta esa situación Italia realizó varias reformas entre las que destacaron:
La creación de este CSM es la clave para poder entender esa independencia respecto al
Poder Ejecutivo que Italia tiene por encima del resto de países de nuestro entorno. La
Figura del Fiscal General del Estado como en España no existe como tal al tener al
CSM, que es un órgano de autogobierno de los magistrados, jueces y fiscales. Si que
existe la figura del Fiscal General ante el Tribunal Supremo (Corte di Cassazione) que
se encuentra integrado en el CSM y que es nombrado por este órgano. También existen
Fiscales Jefe
responsables de cada oficina fiscal que son nombrados por el CSM después de haber
realizado un concurso público.
FRANCIA: Comparte varias cosas del modelo italiano como son el principio de unidad
del Poder Judicial, sin embargo, no tiene la misma autonomía respecto al Poder
Ejecutivo que tiene Italia.
A pesar de ello los lazos con el Poder Ejecutivo siguen siendo grandes puesto que puede
supervisar casos delicados alegando que se trata de un motivo de seguridad nacional y
puede seguir nombrando fiscales y sancionarlos. Además, el Ministerio Público sigue el
principio de jerarquía subordinado al Ministerio de Justicia y el principio de
oportunidad en la que la discrecionalidad para perseguir los delitos que tiene la Fiscalía
debe de estar concorde a la política criminal que ejerce el Poder Ejecutivo.
3
Fundación Hay Derecho: << La Fiscalía: propuestas de mejora desde una perspectiva europea
comparada>>, Expansión, España, 2018, p.97-119.
En cuanto a la figura del Fiscal General del Estado, no existe como aquí en España. Lo
más parecido a ello es el Procurador General del Tribunal de Casación. Es un cargo de
los que se denominan en Francia “fuera de jerarquía” por lo que su nombramiento se
realiza a través de un decreto del Presidente de la República oído el CSM. En cuanto a
sus funciones destacan la de convocar y presidir la Sala de Fiscales del CSM, informar
anualmente al Ministro de Justicia sobre la puesta en marcha de sus medidas e informes,
y representar al Ministerio Público ante el Tribunal de Casación.
El otro cargo que se parecería al de Fiscal General del Estado en España es el del
Procurador General del Tribunal de Apelación. Su nombramiento sigue la misma
normativa que el del Procurador General del Tribunal de Casación, simplemente los
distingue en que el Procurador General del Tribunal de Apelación representa al
Ministerio Público ante todos los Tribunales de 2º grado y ante los Tribunales de
Justicia que se encuentran dentro de la jurisdicción del Tribunal de Apelación4.
ALEMANIA: Alemania se trata de un Estado Federado, por tanto, hay que hacer una
distinción entre las competencias de la Federación y las competencias de los Estados
Federados. Los Estados Federados son los denominados Länder que forman un total de
16 entidades territoriales que integran la República Federal Alemana desde 1990. Cada
Länder tiene su propia fiscalía y tiene competencias en su territorio sobre los delitos
ordinarios.
4
Fundación Hay Derecho: << La Fiscalía: propuestas de mejora desde una perspectiva europea
comparada>>, Expansión España, 2018, p. 66-81.
Por otro lado, se encuentra la Fiscalía Federal. Ella es representada por el Fiscal General
del Tribunal Federal de Justicia que sería una figura semejante al Fiscal General del
Estado en España. Es la máxima autoridad a nivel de seguridad nacional y representa a
la Fiscalía en todos los delitos graves contra el Estado. Su desempeño es controlado y
dirigido por el Ministerio Federal de Justicia el cual sin embargo no tiene potestades de
control sobre los fiscales de los Estados Federados que son independientes y no tienen
relación jerárquica respecto al Fiscal General del Tribunal Federal de Justicia. En
cuanto al nombramiento, es nombrado por el presidente del país mediante
recomendación del Ministerio de Justicia y con el consentimiento del Bundesrat que es
la cámara de representación territorial5.
PORTUGAL: Con su Constitución del año 1976 puso fin a la dependencia del
Ministerio Público con el Gobierno. En ella se constitucionaliza la Procuraduría General
de la República como un órgano superior del Ministerio Público. La Procuraduría la
preside el Procurador General de la República que sería el semejante a la figura del
Fiscal General del Estado en España. Su nombramiento lo realiza el presidente de la
República a proposición del Gobierno y tiene un mandato de 6 años.
5
Fundación Hay Derecho: << La Fiscalía: propuestas de mejora desde una perspectiva europea
comparada>>, Expansión, España, 2018, p.84-96
A pesar de no seguir el principio de unidad judicial al igual que Alemania y España, su
autonomía respecto al Poder Ejecutivo es más que notable. Esto se debe a que el
Ministerio Público no forma parte del Poder Judicial y no se encuentra bajo la dirección
y orientación del Gobierno. El Ministerio de Justicia no puede nombrar ni promocionar
a los miembros del Ministerio Fiscal pues es competencia de la Procuraduría General y
del Consejo Superior del Ministerio Público. Si que puede sin embargo tener influencia
sobre los integrantes de ese Consejo Superior del Ministerio Público dado que tres de
sus integrantes son elegidos por el Gobierno por lo que la autonomía no es tal como en
el modelo italiano. Además, el Poder Ejecutivo tiene ciertas competencias en materia de
dotación, personal de apoyo y en algunas partidas presupuestarias6.
Sin embargo el Grupo de Estados contra la Corrupción (de ahora en adelante GRECO)
en los informes que realiza sostiene que el Ministerio de Portugal disfruta de autonomía
para ejercer su mandato debido a que los aspectos que considera cruciales como son la
carrera de los fiscales, gestión del personal y la acción disciplinaria no sufren
intromisiones por parte del Poder Ejecutivo al corresponder las competencias al
Procurador General de la República mediante el Consejo Superior del Ministerio
Público7.
6
Fundación Hay Derecho: << La Fiscalía: propuestas de mejora desde una perspectiva europea
comparada >>, Expansión, España, 2018, p.50-64.
7 GRECO: << Evaluation Report Portugal Fourth Evaluation Round: Corruption prevention in respect of
members of parliament, judges and prosecutors >>, Strasbourg, 2015.
La teoría de la separación de los poderes estatales fue iniciada por Locke y formulada
por Montesquieu, escritor y jurista francés y plasmada en su obra “El espíritu de las
leyes”.
a) Cada función capital del Estado (legislativa, ejecutiva y judicial) ha de tener un título
distinto
Esta separación de poderes es el símbolo del actual Estado de Derecho moderno, pero
que no sería posible sin la existencia de la Constitución, figura fundamental para que
pueda llevarse a cabo esta separación. Así lo deja claro el artículo 16 de la Declaración
de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 “Una Sociedad en la que no esté
establecida la garantía de los Derechos, ni determinada la separación de los Poderes,
carece de Constitución”.
8
Wolters Kluwer: <<Separación de poderes >>, disponible en:
https://guiasjuridicas.wolterskluwer.es/Content/Documento.aspx?
params=H4sIAAAAAAAEAMtMSbF1jTAAAUMTSwMLtbLUouLM_DxbIwMDCwNzI2OQQGZapUt-
ckhlQaptWmJOcSoAd1X4BDUAAAA=WKE
La Constitución hace de contrapeso en todos los poderes debido a que garantiza que la
soberanía resida en el pueblo y que todos estos poderes no puedan salirse de lo
establecido en ella. Así por tanto el Poder Legislativo no puede aprobar leyes que
recojan algo distinto a lo establecido en la Constitución, y las leyes que aprobará estarán
subordinadas a lo dispuesto en la Constitución. El Poder Judicial deberá de respetar lo
dictado en la Constitución puesto que encabeza la jerarquía normativa y el Poder
Ejecutivo no podrá actuar fuera del alcance de lo dispuesto en ella.
Así por tanto en ella tenemos el Título III que se refiere a las Cortes Generales, y más
concretamente su artículo 66.2 “Las Cortes Generales ejercen la potestad legislativa del
Estado...”.
Ahora bien, que la norma más importante de nuestro país recoja estos apartados no
quiere decir que la separación de poderes se de correctamente. Nuestra actual
Constitución es bastante ambigua a la hora de articular la separación puesto que como
hemos visto no se manifiesta explícitamente. Esto sirve de aprovechamiento
principalmente por parte del Poder Ejecutivo debido a las numerosas competencias y
gran poder que tiene en el funcionamiento orgánico del país. Como el Poder Judicial es
el poder que sostiene que se cumplan las normas que integran el funcionamiento de un
país, el Poder Ejecutivo tenderá a intentar controlar en su medida al Poder Judicial.
Esto, aunque resulte utópico en España se da con bastante asiduidad. Como hemos visto
anteriormente el Poder Ejecutivo es quien propone al Fiscal General del Estado que es
la figura más importante del Ministerio
Fiscal, por tanto, propondrá alguien afín a sus ideas como denota más claramente si
cabe este caso de la ex ministra de Justicia que analizaremos más en profundidad a
continuación.
Esa no separación, queda vigente en el Consejo General del Poder Judicial que es el
órgano de Gobierno del Poder Judicial. Ese Consejo está integrado por el Presidente del
Tribunal Supremo que es quien lo preside y por 20 miembros de los cuales 12 de ellos
son Jueces y Magistrados que a su vez 4 son elegidos por el Congreso y 4 elegidos por
el Senado. Esto denota la intromisión del Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo en el
Poder Judicial, fundamentalmente en los cargos con mayor jerarquía y que ocupan las
esferas más altas de poder.
Por todo ello es necesario construir un Consejo General del Poder Judicial que sea un
órgano de gobierno funcional y que funcione de manera eficaz. Eso se lograría con un
nuevo modelo de gobernanza judicial que priorice los principios de imparcialidad e
independencia de los jueces y que actúe como un sistema de equilibrio y control al resto
de poderes9.
Es importante destacar que una cosa es el Poder Judicial que es independiente y que se
simboliza en cada juez que aplica la ley y otra el gobierno del Poder Judicial que es
donde se ocupa produce esa ocupación por parte del Poder Ejecutivo10.
Por todo ello, es importante adecuar la Constitución al contexto actual y que sea más
explícita para poder garantizar así una separación de poderes real, principalmente en los
órganos de mayor poder dado que sin contrapeso judicial no hay separación de poderes.
Jiménez Asensio, Rafael:<< El Poder difuso: Poder Judicial y separación de poderes >>, Hay Derecho,
9
10 Viada, Salvador: <<La colonización política de la Justicia>>, Hay Derecho, Expansión, España, 2014
4. La relación del/la Fiscal General del Estado con la separación de los poderes
estatales.
Como hemos visto, la Constitución hace una distinción entre los tres poderes estatales.
Si bien, a la hora de aplicarse, esta separación no se da tal cual y en muchos casos se
relacionan los poderes más de lo que deberían. Ese es el caso del nombramiento y las
funciones del/la Fiscal General del Estado. Aunque normativamente no existe
dependencia jerárquica del Ministerio Fiscal al Poder Ejecutivo, sus lazos de unión son
fuertes principalmente en lo que respecta a la estructura orgánica y un poco menos a la
funcional.
El/la Fiscal General del Estado, como analicé en el punto 2.1 de este trabajo, es
nombrado por el Gobierno tras revisar su idoneidad el Congreso. Por tanto, intervienen
en el nombramiento los tres Poderes del Estado, lo que indica que no hay una
separación de poderes al respecto.
El caso que nos ocupa muestra aún más una mayor relación entre el Poder Ejecutivo y el
Poder Judicial, dado que estamos hablando de una Fiscal General del Estado que
anteriormente ocupaba el puesto de Ministra de Justicia en el partido que actualmente se
encuentra al mando del Poder Ejecutivo.
A parte, no existe una pluralidad de candidatos por lo que se reitera que sea un trámite
meramente consultivo.
Una de las modificaciones que produjo la Ley 24/2007 fue la de que el Gobierno no
pudiera cesar libremente como ocurría antes al Fiscal General del Estado. Sin embargo,
las causas del cese deben ser apreciadas por el Consejo de Ministros es decir por el
Poder Ejecutivo. Ello conlleva como ocurre en este caso a que el Gobierno busque un
candidato que sea obediente y de absoluta confianza y si no se da el caso lo puede
presionar a que dimita mediante el incumplimiento grave o reiterado de sus funciones.
Además, el Consejo Fiscal que es un órgano del Ministerio Fiscal que asiste en sus
funciones a la Fiscal General del Estado y debería de hacer de contrapeso para su
control, tiene un papel que es meramente consultivo. Ello se da debido a su composición
en la que los miembros se alinean con la Fiscal General del Estado y los demás son
elegidos por Asociaciones Profesionales que se suelen alinear con los partidos
mayoritarios como son el PP y el PSOE.
Esa dependencia del Poder Ejecutivo, también se deja ver en la duración del mandato
del/la Fiscal General del Estado. La duración que son 4 años coincide con la duración
del mandato que se le da al Poder Ejecutivo, algo que debería de ser totalmente
independiente.
Esa relación entre Fiscal y Gobierno se da también a la hora de elegir a los candidatos
para promociones y ascensos. La promoción profesional para puestos de libre
designación es demasiado discrecional, y no existen unos controles ni una valoración en
cuanto a méritos y capacidades, por lo que podría darse el caso de que el Gobierno no
estuviera de acuerdo en la promoción de algún fiscal y ejerciera a través de la Fiscal
General del Estado su rechazo. Es algo de una gravedad mayúscula para nuestro Estado
de Derecho, puesto que se da una capacidad de influir sobre la carrera de los fiscales en
base a fundamentos distintos de los del mérito y capacidad y se puede condicionar las
actuaciones de ellos en casos concretos mediante instrucciones que sean opacas,
principalmente en casos con mayor trascendencia política, económica o mediática.
Además, en un informe realizado por el GRECO que fue publicado en junio de 2019,
muestra que la Justicia en España está politizada. Las recomendaciones que el GRECO
hizo para España no se han cumplido debido a que las estructuras de Gobierno del
Poder Judicial siguen sin percibirse como imparciales e independientes. La supervisión
y rendición de cuentas según el GRECO son sus aspectos más débiles y se aprecia una
gran brecha entre legislación y su implementación en la práctica12.
11
Viada, Salvador: << La colonización política de la Justicia >>, Hay Derecho, Expansión, España, 2014.
12
B. García, Luis: << El Consejo de Europa afea a España que no solucione la “supuesta politización” de
la Justicia, La Vanguardia, España, 2019.
Tras haber investigado sobre la relación entre los poderes estatales y concretamente
entre el cargo de Fiscal General del Estado y el Poder Ejecutivo, puedo concluir en que
no existe una separación o por lo menos la que debería de existir entre ellos dos.
Para mejorar esa separación entre poderes, debería de darse la participación de distintos
agentes en los procesos de toma de decisiones que actualmente no se da. Ello haría de
contrapeso al poder que se concentra en la cúpula de la Fiscalía y evitando así la
posibilidad de politización y arbitrariedad por parte del Poder Ejecutivo.
Además, sigue faltando un sistema de evaluación objetivo del trabajo de los fiscales.
Debería de existir un sistema de evaluación continua para tomar decisiones sobre
promociones profesionales y sanciones y que se mantuviera a quienes han actuado con
imparcialidad y profesionalidad en momentos difíciles. No puede ser que las
competencias sancionadoras estén muy concentradas en la Fiscalía General del Estado y
que no haya contrapesos que eviten que se produzcan decisiones arbitrarias del superior
jerárquico, pues el régimen disciplinario actual se basa en sancionar lo que el superior
jerárquico considere oportuno. Ese sistema de evaluación haría de contrapeso para
evitar posibles decisiones arbitrarias del superior jerárquico.
Otro motivo por el que no se da tal separación es por la falta de transparencia. Los
cauces de comunicación institucionales deberían de reforzarse para que los ciudadanos
puedan comprender los mecanismos de la toma de decisiones y sus motivos, y evitando
filtraciones que dañen el prestigio de la institución. Así se evitarían las especulaciones
sobre intercambios informales de información entre Fiscalía y Gobierno.
Y es que las reformas que se han producido en Justicia como hemos visto son
insuficientes, simplemente se han orientado hacia mantener la politización del Consejo
General del Poder Judicial y de la Fiscalía. Los políticos deberían de ser capaces de
diseñar un sistema penal moderno y de dotar a la Justicia los medios personales y
materiales necesarios o copiar los modelos que funcionan en otros países13.
Es muy clara la relación que se da entre la Fiscal General del Estado y el Poder
Ejecutivo como así se ha demostrado. El GRECO ya ha recomendado que se
establezcan claramente los requisitos y procedimientos de relación entre el Fiscal
General del Estado y el Gobierno en la Ley.
Una mejor forma del nombramiento sería que se nombrara a propuesta del Congreso de
los Diputados por una mayoría reforzada de sus miembros y que el posible cese que
actualmente tiene la potestad el Gobierno, la tuviese el Congreso de los Diputados con
el voto favorable de una amplia mayoría14.
En este trabajo ha podido verse que las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el
Ministerio Fiscal van más allá de lo que establece el Estatuto Orgánico del Ministerio
Fiscal. Actualmente nos encontramos en la cola de países europeos en percepción de
independencia judicial respecto a los ciudadanos, por lo que estamos faltos de
credibilidad. Es necesario una reforma de la Fiscalía con una regulación actualizada y
que se base en los principios de legalidad, imparcialidad y la búsqueda del bien común
sin influencias de ningún tipo.
13
Viada, Salvador: << La colonización política de la Justicia >>, Hay Derecho, Expansión, España, 2014.
Álvarez Menéndez, Pilar: << Ministerio Fiscal ¿qué somos y dónde vamos? >>, Hay Derecho,
14