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Determinismo

Doctrina filosófica

El determinismo es una doctrina filosófica


que sostiene que todo acontecimiento
físico, incluyendo el pensamiento y
acciones humanas, está causalmente
determinado por la irrompible cadena
causa-consecuencia, y por tanto, el estado
actual "determina" en algún sentido el
futuro. Existen diferentes formulaciones
de determinismo, que se diferencian en
los detalles de sus afirmaciones. Para
distinguir las diferentes formas de
determinismo conviene clasificarlas de
acuerdo con el grado de determinismo que
postulan:

El determinismo fuerte sostiene que no


existen sucesos genuinamente
aleatorios o azarosos, y en general, el
futuro es potencialmente predecible a
partir del presente. El pasado también
podría ser "predecible" si conocemos
perfectamente una situación puntual de
la cadena de causalidad. Pierre-Simon
Laplace defendía este tipo de
determinismo.
El determinismo débil sostiene que es
la probabilidad lo que está determinado
por los hechos presentes, o que existe
una fuerte correlación entre el estado
presente y los estados futuros, aun
admitiendo la influencia de sucesos
esencialmente aleatorios e
impredecibles.

Cabe resaltar que existe una diferencia


importante entre la determinación y la
predictibilidad de los hechos. La
determinación implica exclusivamente la
ausencia de azar en la cadena causa-
efecto que da lugar a un suceso concreto.
La predictibilidad es un hecho potencial
derivado de la determinación certera de
los sucesos, pero exige que se conozcan
las condiciones iniciales (o de cualquier
punto) de la cadena de causalidad.

Determinismo en Ciencias
Sociales
Dado que las ciencias sociales estudian
tanto la conducta individual, como la
conducta de sistemas formados por
diversos individuos, existen formas de
determinismo que sostienen que el
comportamiento global del sistema es
determinista (sin afirmar nada sobre el
determinismo de los individuos) y formas
más radicales que sostienen el
determinismo incluso a nivel de individuo.

Algunos autores, como Marvin Harris que


no son estrictamente deterministas, han
planteado la posibilidad de un
determinismo probabilista, por el cual no
serían los hechos en sí mismos los que
están determinados sino la probabilidad
de que un sistema social evolucione en un
sentido u otro.

Determinismo en los sistemas


sociales

Existen varias teorías que postulan alguna


forma de determinismo para la evolución
de los sistemas sociales. En general, estas
teorías postulan alguna forma de
determinismo débil, justificando el
determinismo no tanto a que el
comportamiento de los individuos pudiera
ser determinista, sino a que la propia
estructura y las restricciones de los
sistemas son los que producen
determinismo, aun cuando los individuos
puedan estar dotados de libre albedrío.
Algunas formas de determinismo serían:

Determinismo económico: afirma que la


evolución de las sociedades está
gobernada o restringida por factores
económicos. El filósofo Karl Marx
sugirió que las estructuras sociales
están fuertemente condicionadas por
factores económicos y el modo de
producción, a su vez determinado por la
tecnología (las fuerzas productivas).
Esta posición no debe confundirse con
el determinismo económico strictu
sensu (la diferencia está en
"condicionar" frente a "determinar"
completamente). Dentro de algunos
enfoques tecnocráticos, neoclásicos y
neoliberales actuales parece existir una
asunción tácita de determinismo
económico, a saber, que un mismo
conjunto de medidas económicas
aplicadas a gran escala producirán
resultados idénticos (o muy parecidos)
en sociedades diferentes y en tiempos
diferentes, con independencia de otros
factores extraeconómicos de tipo
político, social y cultural.
Determinismo tecnológico: las fuerzas
técnicas determinan los cambios
sociales y culturales. Esta posición es
similar a la mantenida por Jared
Diamond, Marvin Harris o Karl Marx para
los cuales los factores materiales, entre
ellos la tecnología y los recursos
disponibles condicionan fuertemente
otros desarrollos sociales, aunque
ninguno de los tres autores es un
determinista propiamente dicho. Esta
corriente, que se perfila
mayoritariamente en torno a la
denominada Escuela de Toronto, estudia
los medios de comunicación que
prestan especial atención a su
naturaleza tecnológica y a cómo ésta
influye y determina los usos sociales
que se hacen de ella e incluso las
formas sociales que surgen de ellos.
Determinismo geográfico: Para muchos
autores, sobre todo de la segunda mitad
del siglo XIX y primera mitad del siglo
XX, el medio físico determina a las
sociedades humanas como colectivo y
al hombre como individuo y a su nivel de
desarrollo socioeconómico y cultural,
por lo que los seres humanos deben
adaptarse a las condiciones impuestas
por el medio. Esta "escuela geográfica"
o "forma de hacer geografía" se
considera impulsada por el geógrafo
alemán Friedrich Ratzel. La geógrafa
estadounidense Ellen Churchill Semple
llevó estas ideas hasta extremos
radicales en su obra Influences of
Geographic Environment on the Basis of
Ratzel's System of Anthropo-geography.
Una variante de este tipo de
determinismo es el determinismo
climático, que establece que la cultura y
la historia resultan muy condicionadas
por las características climáticas de la
zona donde se vive. Un ejemplo de este
tipo de determinismo es el que plantea
Ellsworth Huntington en sus obras Clima
y Civilización y The Pulse of Asia: los
orígenes de la civilización están
determinados por el clima. Si el clima no
es favorable, no se producirá un elevado
nivel de desarrollo humano
(civilización). Podría definirse también
como un determinismo climático. Otra
forma de determinismo geográfico débil
es la postura de Jared Diamond, quien
sugiere que la presencia de ciertos
animales domesticables o ciertos
recursos naturales en ciertas regiones
ha tenido un impacto decisivo en la
expansión de las civilizaciones antiguas
y modernas.
Determinismo por carácter social
(como sostiene Hobbes) niega la
libertad en virtud de la convivencia
social. La sociedad es la que impone
reglas o leyes necesarias para equilibrar
los intereses y deseos individuales, pues
en caso de faltar dicha reglamentación
el hombre desembocaría en un caos
generalizado que atentaría contra todos
y cada uno de los individuos, pues como
afirma Hobbes: «Homo homini lupus» ('El
hombre es un lobo para el hombre').
Determinismo de clase: dice que el nivel
social en el que moriremos está ligado,
o correlacionado probabilísticamente, al
nivel social en el que nacimos, de
manera que en términos sociales existe
inamovilidad. Se considera un antónimo
del sueño americano porque la sociedad
no mide el valor de las personas en
función de sus ideas, pensamientos o
logros personales sino por su nivel
social, siendo entonces imposible
escalar en la sociedad a menos que se
esté destinado para eso.

Determinismo en los individuos


Nuevamente dentro de las formas de
determinismo, en relación con los
individuos, existen posturas desde el
determinismo probabilista hasta el
determinismo fuerte que niega cualquier
papel al azar. Desde el punto de vista
humano, el determinismo individualista
fuerte sostiene que no existe el libre
albedrío. El determinismo sostiene que
nuestra vida está regida o fuertemente
determinada por circunstancias que
escapan a nuestro control de modo que
nadie es responsable, en última instancia,
de lo que hace o deja de hacer.
Determinismo biológico: Conjunto de
teorías que defienden la posibilidad de
dar respuestas últimas al
comportamiento de los seres vivos a
partir de su estructura genética. Por lo
tanto, la conducta, tanto de los animales
como del hombre, obedece a formas
que han sido necesarias para la
supervivencia de sus genes, y que se
extienden a complejos sistemas
sociales adaptados a su más favorable
proceso evolutivo.
Determinismo genético: afirma, en su
versión más fuerte, que nosotros no
somos libres porque estamos
condicionados o determinados por
nuestros genes. En las versiones más
débiles el determinismo genético
sostiene que nuestra personalidad y en
gran medida nuestro éxito y acciones en
la vida están sujetas ante todo a
nuestros genes, que serían el factor
explicativo principal.
Determinismo ambiental o educacional
o determinismo conductista: afirma que
no son los genes los que nos
condicionan, sino la educación que
recibimos a lo largo de nuestra vida, que
es la causante de nuestro
comportamiento. Para el determinismo
conductista no somos libres porque
nuestras conductas fueron
condicionadas. El psicólogo B. F.
Skinner defendía esta postura
(conductismo) al igual que J. B. Watson.
Determinismo psíquico: concepto
acuñado por el psicoanálisis. El
determinismo psíquico es un concepto
del psicoanálisis que parte de que todo
fenómeno psíquico tiene una causa y,
por lo mismo, también la libre elección o
decisión humana, en las que la causa es
la fuerza del motivo más potente, o bien
la situación interna psicológica
determinada por todos los
condicionamientos procedentes de la
herencia, la biología, la educación, el
temperamento y el carácter de la
persona que decide o el inconsciente.
Determinismo lingüístico. Se refiere a
que la forma concreta de la lengua que
hablamos y los conceptos presentes en
la misma imponen o condicionan
fuertemente el tipo de razonamientos,
concepciones e ideas sobre como es el
mundo. La hipótesis de Sapir-Whorf,
muy popular a mediados del siglo XX, es
una forma de determinismo lingüístico.
En general la mayor parte de formas de
determinismo lingüístico han sido muy
criticadas y discutidas tanto por
lingüistas como por especialistas en
ciencia cognitiva.
Determinismo en Ciencias
Naturales
En física, el determinismo sobre las leyes
físicas fue dominante durante siglos,
siendo algunos de sus principales
defensores Pierre Simon Laplace y Albert
Einstein. Laplace, quien contribuyó
enormemente al desarrollo de la física y la
teoría de probabilidades, afirmó:

Podemos mirar el estado presente


del universo como el efecto del
pasado y la causa de su futuro. Se
podría condensar un intelecto que en
cualquier momento dado sabría
todas las fuerzas que animan la
naturaleza y las posiciones de los
seres que la componen. Si este
intelecto fuera lo suficientemente
vasto para someter los datos al
análisis, podría condensarse en una
simple fórmula de movimiento de los
grandes cuerpos del universo y del
átomo más ligero; para tal intelecto
nada podría ser incierto y el futuro,
así como el pasado, estaría frente
sus ojos.

Laplace

La mecánica clásica y la teoría de la


relatividad son teorías que postulan leyes
de evolución temporal, es decir,
"ecuaciones de movimiento" de tipo
deterministas. Ha habido autores como
Karl Popper o Ilya Prigogine que han
intentado rebatir este determinismo en la
física clásica con base en argumentos
tales como la existencia de sistemas con
bifurcaciones, la flecha del tiempo, el caos,
etc. Sin embargo, según López Corredoira,
todo lo que están haciendo estos autores
es básicamente confundir de manera
inapropiada el determinismo con la
predictibilidad.[1] El determinismo es
inseparable de la mecánica clásica y la
teoría de la relatividad, no así la
predictibilidad pues, a pesar del hecho
determinista en el modo en que las
mecánicas clásica y relativista tratan la
evolución temporal de los sistemas
físicos, en la práctica existen muchas
dificultades para lograr un conocimiento
completo del estado físico de un sistema
clásico o relativista.

La mayor parte de la comunidad científica


considera la mecánica cuántica como un
evento azaroso y no determinista, al
basarse en probabilidades y al parecer no
estar regida por principios comunes a la
mecánica tradicional. Desde el principio
de incertidumbre de Heisenberg, pasando
por el teorema de Bell, hasta las
evidencias mostradas por miles de
experimentos realizados en las últimas
décadas se demuestra que en la mecánica
subatómica rigen leyes indeterministas, al
contrario de lo que pensaba Einstein que
sostenía la idea de no predictibilidad
basándose en la existencia de variables
ocultas desconocidas que determinarían
esa aparente realidad aleatoria. La
cuestión abierta en la ciencia actualmente
no es si las escalas cuánticas se
comportan o no de manera determinista
sino porqué la realidad macroscópica es
determinista y la realidad cuántica
indeterminista.
La solución a este problema podrá llegar
de la mano de la ansiada y esquiva teoría
del todo, que explicaría las aparentes
contradicciones entre las observaciones
de la realidad macroscópica de la Teoría
de la relatividad y las observaciones de la
Teoría cuántica, ambas indudablemente
demostradas empíricamente por el
método científico. En el ámbito
subatómico una aproximación válida a
este salto indeterminista-determinista sin
necesidad de tener la teoría del todo
podría venir de la explicación de como la
observación y más concretamente la
conciencia provoca el colapso de la
función de onda definiendo esa
indeterminación.

El determinismo fuerte en las ciencias


naturales en general es sinónimo de
determinismo cosmológico, que afirma
que el universo se rige por unas leyes
físicas inquebrantables (incluso nosotros);
por tanto, todo lo que acontece sucede así
porque nunca podría haber sucedido de
otra manera.

Determinismo religioso
La postura del determinismo teológico se
resume así: «si Dios lo sabe todo, será
porque Él mismo ha determinado todas
las cosas según su criterio, por lo que Dios
es la causa de las acciones humanas».
[cita requerida]

El calvinismo mantiene que el ser humano


carece de libre albedrío y está
predestinado;[cita requerida] mientras que
otras corrientes del protestantismo se
oponen en general al determinismo,
señalando que si Dios es omnipotente
también puede hacer libre al ser humano
aunque sepa lo que vamos a hacer; es
decir, Dios y el hombre son conjuntamente
los autores de los actos humanos.

El determinismo ambiental
También llamado determinismo climático,
hace referencia a las circunstancias
condicionantes que “determinan” limites
sobre el medio estrictamente humano, es
decir las actitudes y actividades de la
sociedad están determinadas por un límite
ambiental.

La historia del determinismo ambiental se


remonta al siglo V A.c; época desde la
cual se conoce un tratado médico que se
atribuye a Hipócrates titulado: Aires, aguas
y otros lugares. El determinismo reviste la
idea de la causalidad, según lo cual nada
se ordena ni organiza por azar; sino más
bien todo es una consecuencia de todo y
por esto es previsible: al conocer un efecto
es posible determinar su causa o al
determinar una reacción es posible
identificar la acción detonante. Desde el
determinismo el ambiente modela y
moldea no solo al individuo sino también a
la sociedad en su conjunto, sus relaciones,
sus interrelaciones, sus estructuras y
demás actividades.

En el marco del concepto del


determinismo ambiental hay una especie
de orden inmanente en la naturaleza el
cual está determinado por las leyes,
físicas, biológicas, químicas, etc., todo
obedece a estas leyes y todas las
actividades son determinadas por estos
parámetros, en contraposición a esta
teoría emerge el indeterminismo como
alternativa, con su máximo representante
Karl Popper, quien niega rotundamente ese
orden natural perfecto argumentando que
la previsión causal del universo sería un
ejercicio en extremo complejo e imposible,
por ello propone una teoría probabilística
en la que el azar o un azar ordenado sería
el responsable de la conformación
universal.

Véase también
Antropología cultural
Determinismo científico
Dinámica de sistemas
Fatalidad
Fatalismo
Incompatibilismo
Libertad
Libre albedrío
Necesario
Violencia simbólica
Principio de determinismo
Sistema complejo
Sistema dinámico

Referencias
1. López Corredoira, M., 2001,
“Determinismo en la física clásica: Laplace
vs. Popper o Prigogine,” El Basilisco, 29: 29-
42.

Bibliografía

Harris, Marvin: El desarrollo de la teoría


antropológica: una historia de las teorías
de la cultura (1968, 1a. edición en
español: 1979) (revisado y reeditado en
2001).
Huntington, Ellsworth. Civilization and
Climate. Publisher: Yale University Press,
1915. Disponible online en [1] ,
Universidad de Harvard.
Gonzalo Sanz, Luis Mª. Entre libertad y
determinismo, 2007 ISBN 978-84-7057-
519-8

Enlaces externos
Causal determinism, Entrada sobre
determinismo en la Stanford
Encyclopedia of Philosophy
Determinismo e indeterminismo,
Diccionario Filosófico Soviético
Determinismo, por N L Geisler, CREER
Fuente de información religiosa
Determinismo y libertad, por Jacinto
Rivera de Rosales, Realidad y Ficción,
marzo-2004
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Última edición hace 26 días por Pat…

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