¡Qué rápido pasó un año! Sí… ¿lo recuerdas? Desde el 6 al 11 de septiembre de 2017 tuvimos cerquita al mismísimo Papa Francisco… Recorrió las calles de algunas de las ciudades colombianas, saludó a muchos, quiso dejar un mensaje para todos. Desde la Plaza Bolívar de Bogotá nos dijo con fuerza: «Dios nos ama con corazón de Padre. Y este es el principio de la alegría. El fuego del amor de Jesús hace desbordante este gozo, y es suficiente para incendiar el mundo entero. ¡Cómo no van a poder cambiar esta sociedad y lo que ustedes se propongan! ¡No le tengan miedo al futuro! ¡Atrévanse a soñar a lo grande! A ese sueño grande yo hoy los invito. Por favor no se metan en el “chiquitaje”, no tengan vuelos rastreros, vuelen alto y sueñen grande». Si te parece, en este nuevo día de convivencia podemos detenernos —¡hacer un Stop! —, en tres consejos del Papa Francisco… Atención: lee, reflexiona, ora… ¡aterriza para tu vida! 1. Reflexión diaria: en una entrevista, hace pocos meses, expresaba con tristeza: «algunas veces tengo la oportunidad de escuchar a jóvenes católicos que piensan que están demasiado ocupados para rezar y hablar con la Virgen y con Jesús; a ellos les digo que encuentren quince minutos para hablar con el corazón. Si se le habla a la Virgen con el corazón, siempre se es escuchado».
EL PAPA FRANCISCO Y LOS CHICOS
Tres consejos prácticos para ser valientes hoy ¡Qué rápido pasó un año! Sí… ¿lo recuerdas? Desde el 6 al 11 de septiembre de 2017 tuvimos cerquita al mismísimo Papa Francisco… Recorrió las calles de algunas de las ciudades colombianas, saludó a muchos, quiso dejar un mensaje para todos. Desde la Plaza Bolívar de Bogotá nos dijo con fuerza: «Dios nos ama con corazón de Padre. Y este es el principio de la alegría. El fuego del amor de Jesús hace desbordante este gozo, y es suficiente para incendiar el mundo entero. ¡Cómo no van a poder cambiar esta sociedad y lo que ustedes se propongan! ¡No le tengan miedo al futuro! ¡Atrévanse a soñar a lo grande! A ese sueño grande yo hoy los invito. Por favor no se metan en el “chiquitaje”, no tengan vuelos rastreros, vuelen alto y sueñen grande». Si te parece, en este nuevo día de convivencia podemos detenernos —¡hacer un Stop! —, en tres consejos del Papa Francisco… Atención: lee, reflexiona, ora… ¡aterriza para tu vida! 1. Reflexión diaria: en una entrevista, hace pocos meses, expresaba con tristeza: «algunas veces tengo la oportunidad de escuchar a jóvenes católicos que piensan que están demasiado ocupados para rezar y hablar con la Virgen y con Jesús; a ellos les digo que encuentren quince minutos para hablar con el corazón. Si se le habla a la Virgen con el corazón, siempre se es escuchado».
2. ¿Cuáles son las características que no deben faltar jamás en un
joven…? Esto le preguntaron al Papa. Mira lo que respondió: «Entusiasmo y alegría. Y desde aquí podemos partir para hablar de otra característica que no debe faltar: el sentido del humor. Para poder respirar es fundamental el sentido del humor, que está relacionado con la capacidad de gozar, de entusiasmarse… El entusiasmo y la alegría, después el sentido del humor y finalmente la coherencia. Gracias a la coherencia podemos ser creíbles, y si somos creíbles podemos ser amados por lo que realmente somos, sin máscaras. Y después viene la fecundidad: dar la vida por los demás». 3. Saber cortar para escoger lo mejor: un chico de Bosnia- Herzegobina le preguntó al Papa si era cierto que había tomado la decisión de no ver más TV. Él le respondió: «Sí, desde mediados de los años 90, sentí una noche que eso no me hacía bien, me alienaba, me llevaba... y decidí no mirarla. Cuando quería ver una buena película, iba al centro de televisión del arzobispado y la veía allí. Pero sólo aquella película... La televisión en cambio me alienaba y me sacaba fuera de mí: no me ayudaba. Por supuesto, yo soy de la edad de piedra, ¡soy antiguo! Y nosotros ahora – entiendo que los tiempos han cambiado– vivimos en la época de la imagen. Y esto es muy importante. Y en la época de la imagen hay que hacer lo que se hacía en la época de los libros: elegir lo que me hace bien… Saber elegir los programas, y esta es una responsabilidad nuestra. Si veo que un programa no es bueno para mí, me echa por tierra los valores, me hace ser vulgar, incluso con cosas sucias, tengo que cambiar de canal. Como se hacía en mi época de la piedra: cuando un libro era bueno, lo leías; cuando un libro te hacía daño, lo tirabas. Y luego está el punto de la fantasía mala, la fantasía que mata el alma. Si tú, que eres joven, vives conectado al computador y te conviertes en un esclavo del computador, pierdes la libertad. Y si tú buscas en el ordenador programas sucios, pierdes la dignidad. Ver la televisión, usar el computador, pero para cosas buenas, cosas grandes, cosas que nos hagan crecer…
2. ¿Cuáles son las características que no deben faltar jamás en un
joven…? Esto le preguntaron al Papa. Mira lo que respondió: «Entusiasmo y alegría. Y desde aquí podemos partir para hablar de otra característica que no debe faltar: el sentido del humor. Para poder respirar es fundamental el sentido del humor, que está relacionado con la capacidad de gozar, de entusiasmarse… El entusiasmo y la alegría, después el sentido del humor y finalmente la coherencia. Gracias a la coherencia podemos ser creíbles, y si somos creíbles podemos ser amados por lo que realmente somos, sin máscaras. Y después viene la fecundidad: dar la vida por los demás». 3. Saber cortar para escoger lo mejor: un chico de Bosnia- Herzegobina le preguntó al Papa si era cierto que había tomado la decisión de no ver más TV. Él le respondió: «Sí, desde mediados de los años 90, sentí una noche que eso no me hacía bien, me alienaba, me llevaba... y decidí no mirarla. Cuando quería ver una buena película, iba al centro de televisión del arzobispado y la veía allí. Pero sólo aquella película... La televisión en cambio me alienaba y me sacaba fuera de mí: no me ayudaba. Por supuesto, yo soy de la edad de piedra, ¡soy antiguo! Y nosotros ahora –entiendo que los tiempos han cambiado– vivimos en la época de la imagen. Y esto es muy importante. Y en la época de la imagen hay que hacer lo que se hacía en la época de los libros: elegir lo que me hace bien… Saber elegir los programas, y esta es una responsabilidad nuestra. Si veo que un programa no es bueno para mí, me echa por tierra los valores, me hace ser vulgar, incluso con cosas sucias, tengo que cambiar de canal. Como se hacía en mi época de la piedra: cuando un libro era bueno, lo leías; cuando un libro te hacía daño, lo tirabas. Y luego está el punto de la fantasía mala, la fantasía que mata el alma. Si tú, que eres joven, vives conectado al computador y te conviertes en un esclavo del computador, pierdes la libertad. Y si tú buscas en el ordenador programas sucios, pierdes la dignidad. Ver la televisión, usar el computador, pero para cosas buenas, cosas grandes, cosas que nos hagan crecer…
EL PAPA FRANCISCO Y LOS CHICOS
Tres consejos prácticos para ser valientes hoy ¡Qué rápido pasó un año! Sí… ¿lo recuerdas? Desde el 6 al 11 de septiembre de 2017 tuvimos cerquita al mismísimo Papa Francisco… Recorrió las calles de algunas de las ciudades colombianas, saludó a muchos, quiso dejar un mensaje para todos. Desde la Plaza Bolívar de Bogotá nos dijo con fuerza: «Dios nos ama con corazón de Padre. Y este es el principio de la alegría. El fuego del amor de Jesús hace desbordante este gozo, y es suficiente para incendiar el mundo entero. ¡Cómo no van a poder cambiar esta sociedad y lo que ustedes se propongan! ¡No le tengan miedo al futuro! ¡Atrévanse a soñar a lo grande! A ese sueño grande yo hoy los invito. Por favor no se metan en el “chiquitaje”, no tengan vuelos rastreros, vuelen alto y sueñen grande». Si te parece, en este nuevo día de convivencia podemos detenernos —¡hacer un Stop! —, en tres consejos del Papa Francisco… Atención: lee, reflexiona, ora… ¡aterriza para tu vida! 1. Reflexión diaria: en una entrevista, hace pocos meses, expresaba con tristeza: «algunas veces tengo la oportunidad de escuchar a jóvenes católicos que piensan que están demasiado ocupados para rezar y hablar con la Virgen y con Jesús; a ellos les digo que encuentren quince minutos para hablar con el corazón. Si se le habla a la Virgen con el corazón, siempre se es escuchado».
EL PAPA FRANCISCO Y LOS CHICOS
Tres consejos prácticos para ser valientes hoy ¡Qué rápido pasó un año! Sí… ¿lo recuerdas? Desde el 6 al 11 de septiembre de 2017 tuvimos cerquita al mismísimo Papa Francisco… Recorrió las calles de algunas de las ciudades colombianas, saludó a muchos, quiso dejar un mensaje para todos. Desde la Plaza Bolívar de Bogotá nos dijo con fuerza: «Dios nos ama con corazón de Padre. Y este es el principio de la alegría. El fuego del amor de Jesús hace desbordante este gozo, y es suficiente para incendiar el mundo entero. ¡Cómo no van a poder cambiar esta sociedad y lo que ustedes se propongan! ¡No le tengan miedo al futuro! ¡Atrévanse a soñar a lo grande! A ese sueño grande yo hoy los invito. Por favor no se metan en el “chiquitaje”, no tengan vuelos rastreros, vuelen alto y sueñen grande». Si te parece, en este nuevo día de convivencia podemos detenernos —¡hacer un Stop! —, en tres consejos del Papa Francisco… Atención: lee, reflexiona, ora… ¡aterriza para tu vida! 1. Reflexión diaria: en una entrevista, hace pocos meses, expresaba con tristeza: «algunas veces tengo la oportunidad de escuchar a jóvenes católicos que piensan que están demasiado ocupados para rezar y hablar con la Virgen y con Jesús; a ellos les digo que encuentren quince minutos para hablar con el corazón. Si se le habla a la Virgen con el corazón, siempre se es escuchado».
2. ¿Cuáles son las características que no deben faltar jamás en un
joven…? Esto le preguntaron al Papa. Mira lo que respondió: «Entusiasmo y alegría. Y desde aquí podemos partir para hablar de otra característica que no debe faltar: el sentido del humor. Para poder respirar es fundamental el sentido del humor, que está relacionado con la capacidad de gozar, de entusiasmarse… El entusiasmo y la alegría, después el sentido del humor y finalmente la coherencia. Gracias a la coherencia podemos ser creíbles, y si somos creíbles podemos ser amados por lo que realmente somos, sin máscaras. Y después viene la fecundidad: dar la vida por los demás». 3. Saber cortar para escoger lo mejor: un chico de Bosnia- Herzegobina le preguntó al Papa si era cierto que había tomado la decisión de no ver más TV. Él le respondió: «Sí, desde mediados de los años 90, sentí una noche que eso no me hacía bien, me alienaba, me llevaba... y decidí no mirarla. Cuando quería ver una buena película, iba al centro de televisión del arzobispado y la veía allí. Pero sólo aquella película... La televisión en cambio me alienaba y me sacaba fuera de mí: no me ayudaba. Por supuesto, yo soy de la edad de piedra, ¡soy antiguo! Y nosotros ahora – entiendo que los tiempos han cambiado– vivimos en la época de la imagen. Y esto es muy importante. Y en la época de la imagen hay que hacer lo que se hacía en la época de los libros: elegir lo que me hace bien… Saber elegir los programas, y esta es una responsabilidad nuestra. Si veo que un programa no es bueno para mí, me echa por tierra los valores, me hace ser vulgar, incluso con cosas sucias, tengo que cambiar de canal. Como se hacía en mi época de la piedra: cuando un libro era bueno, lo leías; cuando un libro te hacía daño, lo tirabas. Y luego está el punto de la fantasía mala, la fantasía que mata el alma. Si tú, que eres joven, vives conectado al computador y te conviertes en un esclavo del computador, pierdes la libertad. Y si tú buscas en el ordenador programas sucios, pierdes la dignidad. Ver la televisión, usar el computador, pero para cosas buenas, cosas grandes, cosas que nos hagan crecer… 2. ¿Cuáles son las características que no deben faltar jamás en un joven…? Esto le preguntaron al Papa. Mira lo que respondió: «Entusiasmo y alegría. Y desde aquí podemos partir para hablar de otra característica que no debe faltar: el sentido del humor. Para poder respirar es fundamental el sentido del humor, que está relacionado con la capacidad de gozar, de entusiasmarse… El entusiasmo y la alegría, después el sentido del humor y finalmente la coherencia. Gracias a la coherencia podemos ser creíbles, y si somos creíbles podemos ser amados por lo que realmente somos, sin máscaras. Y después viene la fecundidad: dar la vida por los demás». 3. Saber cortar para escoger lo mejor: un chico de Bosnia- Herzegobina le preguntó al Papa si era cierto que había tomado la decisión de no ver más TV. Él le respondió: «Sí, desde mediados de los años 90, sentí una noche que eso no me hacía bien, me alienaba, me llevaba... y decidí no mirarla. Cuando quería ver una buena película, iba al centro de televisión del arzobispado y la veía allí. Pero sólo aquella película... La televisión en cambio me alienaba y me sacaba fuera de mí: no me ayudaba. Por supuesto, yo soy de la edad de piedra, ¡soy antiguo! Y nosotros ahora – entiendo que los tiempos han cambiado– vivimos en la época de la imagen. Y esto es muy importante. Y en la época de la imagen hay que hacer lo que se hacía en la época de los libros: elegir lo que me hace bien… Saber elegir los programas, y esta es una responsabilidad nuestra. Si veo que un programa no es bueno para mí, me echa por tierra los valores, me hace ser vulgar, incluso con cosas sucias, tengo que cambiar de canal. Como se hacía en mi época de la piedra: cuando un libro era bueno, lo leías; cuando un libro te hacía daño, lo tirabas. Y luego está el punto de la fantasía mala, la fantasía que mata el alma. Si tú, que eres joven, vives conectado al computador y te conviertes en un esclavo del computador, pierdes la libertad. Y si tú buscas en el ordenador programas sucios, pierdes la dignidad. Ver la televisión, usar el computador, pero para cosas buenas, cosas grandes, cosas que nos hagan crecer…