Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“SALMOS”
A menudo, con las palabras de los salmos, podemos orar con mayor facilidad y fervor, ya se trate
de dar gracias y alabar a Dios en el júbilo, ya de invocarlo desde lo profundo de la angustia. No obstante -
sobre todo si el salmo no se dirige inmediatamente a Dios- surgen a veces ciertas dificultades. Pues el
salmista, como poeta que es, con frecuencia habla al pueblo trayendo a la memoria la historia de Israel;
a veces interpela a otros, sin exceptuar siquiera a las criaturas irracionales. Es más: hace hablar a Dios- y
a los hombres, e incluso a los enemigos de Dios, como sucede en el salmo segundo. Con lo cual se
manifiesta que el salmo es un tipo de oración diverso de las preces o colectas compuestas por la Iglesia.
Además, la índole poética y musical de los salmos no exige necesariamente que se dirijan a Dios, sino
que se canten ante Dios, como advierte san Benito: «Consideremos de qué modo conviene estar en la
presencia de la Divinidad y de sus ángeles, y recitemos los salmos de forma que nuestra mente
concuerde con nuestra voz.» (LC 105)
Quien recita los salmos abre su corazón a los sentimientos que éstos inspiran, según el género
literario de cada uno, ya sea de lamentación, confianza, acción de gracias u otros que acertadamente
señalan los exegetas. (LC 106)
217
Seminario Conciliar de Yucatán Salmos
218
Seminario Conciliar de Yucatán Salmos
219
Seminario Conciliar de Yucatán Salmos
A C#m D Bm E A B7
Crea en mí, oh Señor, Venid aclamemos al Señor,
E A C#m A B7
un corazón puro. demos vítores a la roca que nos salva.
F#m D Bm F#m A B7 E
1. Por tu gran misericordia Entremos ante Él dándole gracias,
D E F#m E7 A B7 E
lava todos mis delitos, aclamándolo con cantos.
D Bm D G# C#7 A B7 C#m
libérame de todos mis pecados. 1. Porque el Señor es un Dios grande,
A B7 C#m
2. Presta oídos a mi súplica, soberano de todos los dioses:
pues soy pobre y desdichado, protégeme, A B7 C#m
Señor, porque te amo. tiene en su mano las cimas de la tierra
A F#m B7
3. Reconozco mis delitos, y son suyas las cumbres de los montes.
aparté de ti mis pasos;
espero tu bondad y tu perdón, Señor. 2. Suyo es el mar por que Él lo hizo
la tierra firme que sus manos modelaron.
4. A ti clamo todo el día, Entremos y postrémonos por tierra,
a ti levanto mi alma; bendiciendo al Señor, nuestro creador.
llena a tu siervo de alegría.
3. Porque el Señor es nuestro Dios
5. Eres bueno y clemente, y nosotros su pueblo escogido,
todo amor con quien te busca; somos el rebaño que el guía
escucha mi oración y mi súplica. ojalá escuchéis hoy su voz.
4. No endurezcáis el corazón,
EL SEÑOR TE GUARDARÁ como el día de Masá en el desierto,
Benigna Carrillo cuando vuestros padres me pusieron a prueba,
Salmo 90 / Salida y dudaron aún viendo mis obras.
3. No temerás al malvado,
pues tu Dios te cuida, el Todopoderoso.
220
Seminario Conciliar de Yucatán Salmos
221
Seminario Conciliar de Yucatán Salmos
222
Seminario Conciliar de Yucatán Salmos
223
Seminario Conciliar de Yucatán Salmos
224
Seminario Conciliar de Yucatán Salmos
EL SEÑOR ES MI LUZ F Dm Gm
Alberto Taulé así están nuestros ojos en el Señor,
Salmo 26 / Entrada A7 Dm D7
esperando su misericordia.
F Am Bb F
El Señor es mi luz y mi salvación. 2.- Como están los ojos de la esclava
Dm Gm C7 fijos en las manos de su señora,
el Señor es la defensa de mi vida. así están nuestros ojos en el Señor,
Am Dm Bb F esperando su misericordia.
Si el Señor es mi luz, ¿a quién temeré?
Bb C7 F 3.- Misericordia Señor, misericordia,
¿Quién me hará temblar? que estamos saciados de burlas;
Bb C7 F Dm misericordia, Señor, misericordia
1. Una cosa pido al Señor que estamos saciados de desprecios.
Gm C7 F
habitar por siempre en su casa, 4.- Nuestra alma esta saciada
Bb C7 F del sarcasmo de los satisfechos;
gozar de la dulzura del Señor, nuestra alma esta saciada
Bb G7 C C7 del desprecio de los orgullosos.
contemplando su templo santo.
226
Seminario Conciliar de Yucatán Salmos
228
Seminario Conciliar de Yucatán Salmos
231
Seminario Conciliar de Yucatán Salmos
Am G Am Bm F#7 Bm
Alma mía, recobra tu calma, 1. Levanto mis ojos a los montes:
Dm G7 C Em Bm Bm7
que el Señor fue bueno contigo; ¿De dónde me vendrá el auxilio?
E7 Am E Em Bm
alma mía, recobra tu calma, El auxilio me viene del Señor,
B7 E7 Am F# C#7 F#
que el Señor escucha tu voz. que hizo el cielo y la tierra.
Am Em7 Am Bm F#7 Bm
1. Amo al Señor porque escucha El auxilio me viene del Señor,
Em7 Am Em A7 D Bm
mi voz suplicante, que hizo el cielo y la tierra.
Em Em7 E Em Bm
porque inclina su oído hacia mí El auxilio me viene del Señor,
Am G Am Em F#7 Bm
el día que lo invoco. que hizo el cielo y la tierra.
Am Em7 Am Bm F#7 Bm
2. Me envolvían redes de muerte, 2. No permitirá que resbale tu pie,
Em7 Am Em Bm Bm7
me alcanzaron los lazos del abismo, tu guardián no duerme;
Dm7 G7 C Em Em7 E Em Bm
caí en tristeza y angustia; no duerme ni reposa
Am Em Em7 F# C#7 F#
invoqué el nombre del Señor: el guardián de Israel.
Am F Am Bm F#7 Bm
“Señor, salva mi vida”. 3. El Señor te guarda a su sombra,
Am Em7 Am Em Bm Bm7
3. El Señor es benigno y justo, el Señor está a tu derecha;
Dm7 G7 C Dm6 Em Em7 E Em Bm
nuestro Dios es compasivo; de día el sol, no te hará daño,
Am Em Em7 F# C#7 F#
el Señor guarda a los sencillos, ni la luna de noche.
Am F Em7 Am Bm F#7 Bm
estando yo sin fuerzas, me salvó. 4. El Señor te guarda de todo mal,
Am Em7 Am Em Bm Bm7
4. Arrancó mi alma de la muerte, el Señor guarda tu alma;
Em7 Am Em7 Am E Em Bm
mis ojos de las lágrimas, mis pies de la caída. el guarda tus entradas y salidas,
Am6 Em F# C#7 F#
Caminaré en presencia del Señor ahora y por siempre.
Em7 Am G Am
en el país de la vida.
234
Seminario Conciliar de Yucatán Salmos
Bm A G F#7 E B7
El justo florecerá como la palma primaveral 1. Tú eres el Dios que nos salva,
Em Bm F#7 Bm E E7
y se multiplicará como cedro del Líbano. la luz que nos ilumina,
A B7 E
1. Bueno es alabar al Señor la mano que nos sostiene
F#7 A B7 E E7
y a su nombre folklores cantar, y el techo que nos cobija,
A B7 E
de mañana su gloria anunciar la mano que nos sostiene
Em F# Bm A B7 E
y de noche su fidelidad. y el techo que nos cobija.
235
Seminario Conciliar de Yucatán Salmos
238