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Hora Santa por los enfermos.

«Sean misericordiosos así como el Padre de ustedes es misericordioso » (Lc 6,36).


Estar al lado de los que sufren en un camino de caridad

Monitor:

Hoy ante Jesús Eucaristía, hemos de expresar nuestra solidaridad a los enfermos, el Papa
Francisco, nos ha invitado a vivir la jornada por los enfermos, por ello, dispongamos el
corazón para recibir y adorar a Jesús Eucaristía. Se ponen de rodillas…

EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO

El Papa nos dice:


El testigo supremo del amor misericordioso del Padre a los enfermos es su Hijo unigénito.
¡Cuántas veces los Evangelios nos narran los encuentros de Jesús con personas que
padecen diversas enfermedades! Él «recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas de
los judíos, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y
dolencias de la gente» (Mt 4,23). Podemos preguntarnos: ¿por qué esta atención
particular de Jesús hacia los enfermos, hasta tal punto que se convierte también en la
obra principal de la misión de los apóstoles, enviados por el Maestro a anunciar el
Evangelio y a curar a los enfermos? (cf. Lc 9,2).

La respuesta es que, cuando una persona experimenta en su propia carne la fragilidad y el


sufrimiento a causa de la enfermedad, también su corazón se entristece, el miedo crece,
los interrogantes se multiplican; hallar respuesta a la pregunta sobre el sentido de todo lo
que sucede es cada vez más urgente. 
Lucas Cap. 17(11-19)

Lector 1:

DE CAMINO HACIA JERUSALEN, JESUS PASABA ENTRE SAMARIA Y GALILEA…

Como sabemos Dios vienen a sanar a todos, tanto blancos como negros, tanto a ricos
como pobres, tanto viejos o niños porque este Dios es nuestro Padre y Padre de
Misericordia. Es un anuncio también de que la Iglesia de Jesucristo manifestará su
gloria, cuando todos los pueblos sean un solo rebaño, dirigidos por un solo pastor.

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Esto nos hace descubrir el mundo extenso, casi incontable de todos los que hoy, en una y otra medida
sufren en sus casas y hospitales, solos o acompañados, con la Fe como fuerza, o debilitados
interiormente por la ausencia de Dios.
CANTO
TODOS:
ORACION: Señor, hoy quiero pedirte por los enfermos en todo el mundo, quiero decirte que ahora
con tu amistad, he comenzado a descubrir el lazo misericordioso de amor que me une a todos los
hombres; pero de una manera muy especial a los enfermos.
En este lazo misericordioso de unión estás Tú, tu dolor, tu pasión, tu muerte, y también tu
Resurrección.
Mis hermanos enfermos y yo enfermo, estamos unidos a Ti, a tu dolor, a tu amor, a tu Misericordia.
Por eso comienzo a entender que por Ti, el sufrimiento tiene un nuevo sentido.
Compartimos el dolor contigo.
Te pido por mis hermanos enfermos, dales fuerza y Fe; paciencia y esperanza, que descubran los
signos de la Misericordia y te descubran como amigo, apoyo y Maestro del dolor.

Lector 2:

VINIERON A SU ENCUENTRO DIEZ LEPROSOS, QUE SE DETUVIERON A DISTANCIA…


LA LEPRA:
La enfermedad.

La enfermedad es un tesoro para el que sabe amar. El hombre, que no ha sufrido, no sabe lo que es
amar de verdad, porque el sufrimiento es el alma del amor y el amor tiene las raíces en forma de cruz.
Cuando más amas, más capacidad tienes para sufrir por la persona que amas. Y yo te pregunto:
¿Cuánto amas tu a Dios? (unos segundos para meditar)
¿Cuánto eres capaz de sufrir por El? (unos segundos para meditar)
¿Eres capaz de dar tu vida por su amor como los mártires? (unos segundos para
meditar)

Cuando el dolor llame a tu puerta, no te rebeles contra Dios, ofréceselo con amor. El sufrimiento con
amor es la perla más preciosa que puedes ofrecer a tu Padre Dios.

Tu vida es de Dios, no lo olvides, y a Dios debe volver. Tu vida solo tendrá sentido en la medida en que
vivas con amor por Dios y para Dios, sólo así te realizaras como persona serás de verdad plenamente
feliz.
Me preguntarás: ¿Por qué Dios me ha castigado de esta manera? ¿Por qué tengo que sufrir esta
enfermedad incurable? ¿Hasta cuando? ¿Por qué Dios se ha llevado a mis seres queridos? ¿Por qué? Y
podrás seguir preguntándome muchas mas cosas.

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Hermano enfermo, escúchame, quiero hablarte al corazón, con sinceridad. Una de las penas más
grandes que puedes sufrir es tu soledad. Ya se que los demás no pueden comprender la profundidad
de tu dolor interior al sentirte inútil y sin ganas de vivir. Pero Jesús, que ha sufrido más que tu, si
puede entenderte. Acude a El, acércate a El, no te quedes a distancia y dile que te abra los ojos del
alma para que puedas comprender el sentido de tu vida y de tu dolor. Dios tiene para ti una misión
especial, que no ha encomendado a ningún otro. Quizás sea una misión poco brillante, quizás sea
oculta y oscura a los ojos del mundo, pero no por ello, menos importante. Tú vales infinitamente para
Dios. Jesús murió por ti y te ama infinitamente. No te desanimes, mira a lo alto, mira a Jesús clavado
en la cruz y dile:
CANTO
TODOS:
Señor, gracias por mi vida. Gracias por haber muerto por mí en la cruz. Gracias por tener un plan
maravilloso para mí. Gracias porque a pesar de todas mi rebeldías y de todos mis miedos y
rechazos, Tu sigues teniendo paciencia conmigo y me amas a pesar de todo. Gracias, porque me has
hecho así. Gracias, Señor. Te ofrezco mi vida y te ofrezco mi amor con todos los besos y flores de mi
corazón. Amen.

LECTOR 3:
JESUS, MAESTRO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS…

Señor, ten piedad; Señor ten piedad; he aquí la oración que no deja de brotar de lo mas profundo de
nuestro ser.
MUSICA…Levanto mis ojos a los montes, de donde me vendrá el auxilio? El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
JESUS SANA HOY.

No olvides que Jesús sana a los enfermos. Por eso, cuando haya algún enfermo en tu familia, aparte
de acudir al médico, debes preocuparte de pedir oraciones a todos los que puedas. Muchos enfermos
son sanados y muchos más podrán ser sanados, si sus familiares tuvieran mas Fe y pidieran
insistentemente a Dios la curación de sus seres queridos. Nunca pierdas la esperanza de su curación.
Frecuenta la comunión, y recibe la Unción de los Enfermos, Sacramento maravilloso de reconciliación
con tu Dios y de Sanación.

VAYAN Y PRESÉNTENSE A LOS SACERDOTES…

Antiguamente había una ley que aquel que estuviera enfermo de lepra tenia que apartarse del pueblo
y de la gente, porque era considerado un gran pecador. Y si obtenía la curación, debía presentarse a
los sacerdotes para que ellos comprobaran el hecho. Jesucristo vino a cambiar esas leyes por las leyes
del amor, pues la enfermedad no es porque haz pecado, sino por voluntad de Dios que de ese mal
sacará grandes bienes.

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Hoy, la ley del enfermo es que no por estar enfermo, podemos aprovecharnos de los demás, debemos
ser agradecidos y respetuosos.
Debemos respetar también las leyes fuera y dentro de nuestras casas. Esto es lo que manda nuestro
Dios. Cuando llega la enfermedad no es solo dolorosa para aquel que la padece sino también para
aquellas personas que nos aman.
CANTO
TODOS:
Señor te doy gracias por mi familia y por todos aquellos que me ayudan a cargar esta Cruz.
Dales fuerza, serenidad, paz y esperanza.
Págales Tu con tu AMOR, todo lo que hacen por mí.
Ojala yo pudiera aparecer ante sus ojos, como si fueras Tu mismo el enfermo, el que sufre, el que
necesita misericordia.
Señor te pido por mi familia. Bendícela, únela, ayúdala a crecer en el amor; que te conozcan cada
día más para que Tú inspires sus actos y toda su vida, AMEN.

Lector 4:

…Y MIENTRAS IBAN DE CAMINO QUEDARON LIMPIOS. UNO DE ELLOS, AL VERSE SANO REGRESÓ
ALABANDO A DIOS EN ALTA VOZ…
CONFIANZA, ALABANZA.

Dios te ama, y tu vida esta en las manos de Dios, bajo control de tu Padre Dios, que te ama
infinitamente. Confía en El, pase lo que pase, y dale las gracias, porque todo lo permite por tu bien.
Vale la pena confiar en El sin condiciones.
Una religiosa escribía: Me detectaron un cáncer avanzado. Me operaron dos veces y tuve que soportar
muchos tratamientos de quimioterapia y radioterapia. Un día subí a mi celda y me arrodille ante el
Cristo, que tengo en mi cabecera y, con todo mi amor, le di gracias por mi cáncer. No sé lo que pasó,
me quedé fuera de mí. ¡Veía en el cáncer tanto amor y tanta delicadeza, haciéndome participar del
misterio de su Pasión! En esos momentos, estaba gustando interiormente las alegrías del cielo,
disfrutando de una felicidad incomparable. De verdad que es mas grande el gozo que siento de sufrir
por Jesús que el mismo cáncer. El Señor, interiormente, me ha enamorado con su cruz y puedo decir
como San Pablo: Me alegro de mis padecimientos por vosotros, porque suplo en mi carne lo que
falta a las tribulaciones de Cristo a favor de su Cuerpo que es la Iglesia (Col 1,214).
CANTO
TODOS:
Mi corazón esta siempre con la puerta abierta para que entre Jesús, cuando El quiera, sin pedir
permiso. Yo le digo: “Estoy en tus manos, haz de mi lo que Tu quieras, sea lo que sea te doy las
gracias, porque te amo y confió en Ti

Vale la pena confiar en Dios sin condiciones. Por eso, cuando tengas sufrimientos, dite a ti
mismo:”Mi Padre Dios vela sobre mi. El lo sabe todo, sabe lo que me esta pasando y conoce mis

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necesidades. Mi Padre es bueno y me ama. Puedo estar tranquilo, sabiendo que El esta tomando
todas las medidas necesarias para ayudarme y solucionar mi problema.
”OH Señor, aunque pase por un valle de tinieblas no temeré mal alguno porque Tu vas
conmigo”(Sal. 23)

Lector 5

¿NO QUEDARON LIMPIOS LOS DIEZ?


¿DONDE ESTAN LOS OTROS NUEVE?...

Nuestro Dios, es un Dios de amor y quiere que el hombre siempre se acerque más y más a El. Y una
forma de acercarse agradable para Dios es el agradecimiento. Nosotros debemos de apreciar todo lo
que nos ofrece día con día, desde un hermosos amanecer, el piar de los pájaros, como crecen los lirios
del campo, el calor de los rayos del Sol, el sonido suave del agua, el pan que nos alimenta, el abrazo
de un amigo etc.
CANTO
TODOS:
Señor cuando todo iba bien no sabia yo apreciar la alegría de levantarme de un salto, y de abrir la
ventana para que entrase la luz a raudales en mi cuarto.
No apreciaba la felicidad que supone ofrecerte de rodillas mi cuerpo que despertaba, mis ojos, mis
brazos, mis piernas, todo mis músculos y prepararme a una nueva jornada de trabajo.
Ha sido necesaria esta enfermedad, Señor para hacerme comprender que la salud es un Don de tus
manos y que yo era un ingrato. Para reparar mi indiferencia de entonces te ofrezco todos mis
sufrimientos y los uno a los tuyos. AMEN

Lector 6

LEVANTATE, TU FE TE HA SALVADO…

MISION
LAS MANOS DE DIOS.
Cuando veía a un moribundo es su agonía lleno de dolor, cuando veía a una esposa traicionada y
abandonada o veía niños inocentes, que sufrían sin que nadie les tuviera compasión, me seguía
preguntando: ¿Dónde esta Dios?

Un día tuve la osadía de enfrentarme a Dios y decirle: Señor, ¿Por qué permites tanto sufrimiento?
¿Por qué no haces algo para que haya más amor y mas consuelo? ¿Dónde están tus manos para
acariciar a tantos que necesitan consuelo y amor, porque nadie los quiere? ¿Por que no echas una
mano de ternura a los que más te necesitan, especialmente a los que sufren?

Después de un largo silencio, escuché una voz en el fondo de mi alma, que me dejó sin aliento. El me
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dijo: Hijo mío, ¿no te das cuenta de que yo quiero que tú seas mis manos y mis pies, mi corazón y mi
alma, y que con tu vida y tu amor, lleves alegría y consuelo a los que lo necesitan? Entonces,
comprendí, de un solo golpe, que yo debía ser las MANOS DE DIOS y que, en vez de criticar a Dios, lo
que debía hacer…
CANTO
TODOS:

Señor, ¿quieres mis manos para dar amor a los pobres enfermos?
Señor, te doy mis manos.
¿Quieres mis pies para pasar el día, visitando a los encarcelados, a los necesitados a los
marginados?
Aquí estas mis pies.
¿Quieres mi voz para pasar todo el día hablando a quienes necesitan palabras de amor?
Aquí esta mi voz.
Señor, ¿quieres mi corazón para amar todo el día y toda la noche a quienes me rodean?
Aquí está, Señor, mi corazón y mi vida.
¿Quieres mi dolor para seguir salvando a los hombres?
Aquí está mi dolor y mi alma con todo lo que tengo y todo lo que soy.

CANTO
RESEVA DEL SANTÍSIMO

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