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Mayo 30 de 2017

Grafitti: La creación de espacios de

libre expresión, formas de resignificación y la colectividad en lo urbano

Graffiti: the creation of spaces of free

expression, forms of resignification and collectivity in the urban


Gustavo Esteban Chávez Vázquez


Ishua Ali Rodríguez Ortiz

Resumen

La construcción de espacios de libre expresión permite situarnos en la constitución de

colectividades que, a partir de la experiencia que representa el hacer grafitti, posibilitan el

encuentro a las distintas formas de manifestación y trasmisión de sus intenciones y

motivaciones de las personas que lo practican. Hacerlo bajo un marco jurídico no

necesariamente se entiende como regulación dentro de la legalidad o institucionalización de

éste, sino como una forma de (re)significación que permiten delimitar las posibilidades de

implementar su práctica centrada en la articulación con la ciudadanía. En ese sentido, el

presente trabajo tiene el objetivo de compartir la visión que tienen la organización “Paredes

Rayadas” en el desarrollo del grafitti bajo la perspectiva de la libertad de expresión, su

resignificación y la forma de generar colectividad en lo urbano.

Palabras clave: grafitti, libertad de expresión, resignificación, colectividad.

Una versión resumida del trabajo se presentó como ponencia en el 5° Congreso transdiciplinario estéticas de la calle: diversidad y
complejidad en el Grafitti como práctica cultural-urbana, en la mesa El grafitti como herramienta sociopolítica, implementado del
30 de mayo al 01 de junio de 2017 en las instalaciones de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) ubicada en la Ciudad
de México
Estudiante de pregrado en Psicología Educativa por la Universidad Pedagógica Nacional unidad Ajusco (UPN-092) en la Ciudad de

México; miembro fundador del proyecto “Casa Malinalli”, proyecto autogestivo de orientación política, cultural y educativa. Promotor
de la Red Ciudadana por la Igualdad y No discriminación en el Instituto Nelson Mandela del COPRED «Consejo para Prevenir y
Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México» (gustavochávez300591@gmail.com).
 Fundador del Proyecto “Paredes Rayadas” (paredesrayadas@outlook.com).
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Abstract

The construction of spaces for free expression allows us to situate ourselves in the constitution

of communities that, based on the experience represented by doing graffiti, make it possible to

meet the different forms of manifestation and transmission of their intentions and motivations

of the people who practice it. Doing it under a legal framework is not necessarily understood as

regulation within the legality or institutionalization of it, but as a form of (re) meaning that

allows defining the possibilities of implementing its practice focused on articulation with

citizens. In this sense, the present work has the objective of sharing the vision that the “Paredes

Rayadas” organization has in the development of graffiti from the perspective of freedom of

expression, its resignification and the way to generate collectivity in the urban.

Keywords: graffiti, space for free expression, resignification, collectivity.

Introducción

El grafitti como forma de expresión y práctica permite explorar las formas en las que se

desarrolla conforme a las intenciones de sus creadores; permite identificar las intenciones que

inciden en la manera en que se desea comunicar determinado sentir o pensamiento a través de la

creación artística, y las diferentes comprensiones sobre los elementos que lo componen como una

práctica: las técnicas, los principios, los valores y los pensamientos que propician un sentido de

su implementación, lo cual permite significar la vida personal, considerar una forma de libertad

de expresión y constituir colectividad con personas afines a dicha actividad artística. No obstante,

puede que el grafitti sea una práctica incomprensible para algunas personas debido a uno de sus

principios, que es hacerlo ocupando espacios públicos o inmuebles para plasmar determinada

expresión, sin previa autorización o permiso, generando, quizás, algunas tensiones sociales donde

se criminaliza esta actividad, situaciones de riesgo a sus practicantes y consignaciones policiacas

por considerarse ilegal.


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Por lo antedicho, el presente trabajo tiene como objetivo compartir la visión que tienen la

organización “Paredes Rayadas” en el desarrollo del grafitti bajo la perspectiva de la libertad de

expresión, su resignificación y la forma de generar colectividad en lo urbano. En ese sentido, para

cumplir con este objetivo, se abordarán, en primera instancia, algunos significados sobre el

grafitti; en segunda, se abordara un panorama sobre la legalidad de esta actividad como una forma

de resignificarla sin recurrir a su institucionalización o regulación; en tercera, algunas

perspectivas del esta práctica para su resignificación; por ultimó, una descripción sobre la visión

de la organización sobre el grafiti en torno al trabajo que realiza para brindar, a modo de

contribución, un proyecto que versa en esta actividad artística.

Algunas definiciones sobre el grafitti

Hablar de arte es algo complejo, es hablar del hombre y su trayectoria por el mundo. El arte

no conoce fronteras y no se limita a una sola cosa, es cualquier expresión humana en donde

uno encuentra la belleza… yo la encontré en las artes visuales

—“teniente Dan”

A partir de la mirada esencial del grafitti como forma de expresión caracterizada por el uso

de la técnica en aerosol, para plasmar estilos específicos de esta práctica, surge la intención de

indagar sobre algunas de sus miradas que versan en su definición, lo comunicativo y sociocultural,

las cuales buscan sentar un preámbulo para hilar los siguientes apartados que constituirán este

texto.

Para comenzar, es preciso aludir a la conceptualización de Flores (2004), quien indica lo

siguiente: “El graffiti es un tipo de escritura que se apropia de espacios no concebidos para tal fin,

produciendo en consecuencia una reacción y un impacto comunicativo y visual único” (p.14). Con

este primer acercamiento se establece una forma de escritura, con tipografías singulares que se

plasman en espacios que, aunque no son establecidos para “grafittear”, se ocupan con una nueva

finalidad: la de plasmar una expresión, además de otorgar formas de percepción visual que
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generan discrepancias y asimilaciones que se particularizan a través de la observación del

espectador, que pueden motivar algún apreciación y opinión.

Desde un enfoque comunicativo empleamos la descripción de Gaggero y otros autores

(2002), quienes comparten que: “…el grafitti es un medio de comunicación al cual todos tienen

alcance, ya que existe en la medida de que es echo porque se puede realizar en cualquier espacio

disponible” (p.103). Con este planteamiento es importante denotar el aspecto como medio

comunicativo, porque nos adentra a las posibilidades de su existir a través de los espacios y lugares

donde se adentra; además de hacer difusión entre lo público, es decir: el espacio es considerado

como una oportunidad mediadora hacía lo urbano donde socialmente se movilizan los

transeúntes.

Como tercer aspecto, se retoma el siguiente concepto que nos brinda un panorama

inmerso en lo sociocultural: “el graffiti representa una cultura urbana contemporánea, responde

a un amueblamiento de la ciudad el cual adorna y refleja la peculiaridad e idiosincrasia de los

habitantes en un lugar” (Gaggero et al., 2002, p.103). Bajo este delineamiento, esta práctica

permite situar un contexto y narrativa, diversas formas de apreciación desde los ambientes

significativos de cada individuo, y sobre las maneras de comprensión estética de su entorno,

caracterizaciones donde la reivindicación de la memoria histórica, vivencias y experiencias se

comparten de manera expresiva para dotar al grafitti con un elemento sobre la cotidianidad y lo

urbano.

Las definiciones previas, sirven como hilo conductor para realizar el análisis y propuesta

del presente texto, y permiten generar un concepto general sobre la práctica artística ya

mencionada, la cual se puede precisar de la siguiente manera: el grafitti es una forma de expresión

caracterizada por el uso de letras y figuras en espacios que son apropiados, para que comunicar

y/o expresar nombres que constituyen el seudónimo de los creadores, que tienen la intención de

difundirlos y generar un reconocimiento entre las personas involucradas en esta actividad. En

algunas ocasiones, y de formas más compleja, los autores elaboran productos artísticos que tienen
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significados propios, que retratan aspectos sobre su cotidianidad y los entornos como forma de

interpretar su realidad y reafirmar su identidad individual y/o social.

Legalidad del grafitti como forma de resignificación, no como regulación, ni

institucionalización

La legalidad dentro del grafitti suele ser un tabú que se asocia inmediatamente a la censura

y prohibición de su práctica, por la índole del antecedente histórico que posee, puesto que uno de

sus principios radica en la clandestinidad y transgresión como un postura ideológica y

emancipadora ante la cultura hegemónica. Al respecto Build (2005) señala:

La cultura hegemónica es …aquella que se impone y predomina trasmitiendo sus criterios

y valores a la sociedad en su conjunto a partir de un proyecto de dominación y legitimación

por parte de los grupos en el poder, mediante la utilización de los tradicionales medios de

socialización, tales como la comunicación masiva, la enseñanza escolarizada, las

tradiciones, las modas, las costumbres, y los valores, etcétera. (p.114)

Desde este aspecto, es indispensable pensar que este arte se construye a partir de la

concentración socializadora de los propios practicantes, trascendiendo a partir de las maneras de

pensar contraria a los sistemas sociales dominantes, gestando significados compartidos y

estableciendo la clandestinidad o ilegalidad como forma de representación de su práctica; se

asume como esa manera de dirigir su mirada a la protesta, oposición y resistencia de su entorno,

incluso, de su desafiliación con dicha cultura hegemónica.

Por otra parte, la legalidad dentro del grafitti se asume como una forma de regulación que

se imbrica directamente a la permisividad que los propietarios de cada muro otorgan para la

implementación de una pieza1, permitiendo que cada autor se “exprese” bajo un margen jurídico,

1El término “Pieza” se entiende dentro de la jerga del grafitti como la elaboración de un producto o trabajo con el estilo que cada
autor emplea para dar forma a su expresión.
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lo que puede constituir una forma privativa y alineada de lo que implica la libertad de expresión:

privativa porque es idónea desde lo que se acepta como expresión ante las expectativas de los

espectadores, regulándola y alineándola bajo la cooptación de lo que es admisible como

manifestación artística, institucionalizándola creando una disyuntiva donde se divisan dos

aspectos, donde la ilegalidad es ilícita y la legalidad licita. En la opinión de Andrade (2012):

Para los grafitteros, las paredes se convierten en murales potenciales, en el telar para

liberar y tejer las redes del fluir expansivo y creativo de colores y voces múltiples, antes

silenciadas. La relación con lo Otro, es decir, con el orden social, la pared, el límite, es

transformado en potencial en posibilidad expresiva. El paso del rayado a las imágenes

pictóricas de tipo mural parece ser un ideal a alcanzar por algunos de los que practican

este arte, y las autoridades y el gusto más convencional tratan de encauzarlos hacia allá,

regresándolos a cánones establecidos de lo bello y artístico. El grafitti es considerado ilegal

ante el orden establecido, pero de hecho inaugura, potencializa y legitima nuevas

legalidades. (p. 142)

Dirigirse a una visión de hacer grafitti bajo un marco jurídico puede considerarse como

una regulación; aunque sí se identifican determinadas propuestas que logren incentivar la

ocupación de espacios dispuestos para hacerlo, o determinados proyectos que inhiban las formas

de implementarlo de manera clandestina, se puede resignificar la práctica mediante la creación

de espacios comunes para plasmar y hablar sobre la actividad artística con la finalidad de

encontrar un aproximación a la subjetividad de los autores, ya que esto nos adentraría al mundo

interno del individuo, su forma de pensar y sentir conforme a su experiencia; sobre todo a ir

conociendo las voliciones y motivaciones de las personas que hacen grafitti. De esta forma,

considerar la alteridad como elemento primordial para el reconocimiento de lo que es distinto a

lo que vive una misma o uno mismo. Skliar (2002) señala que: “la alteridad ya no es lo que divisa
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la potencia existencial del otro, sino la presencia anteriormente ignorada, silenciada, aprisionada,

traducida, etc., de diferentes espacialidades y temporalidades del otro” (párr. 5).

Teniendo en consideración la importancia de construir proyectos que permitan construir

posibilidades o espacios para la implementación de grafitti, es importante tener en consideración

la libertad de expresión, ya que esta es un elemento crítico para la democracia, el desarrollo y el

dialogo, sin ella ninguna de estas palabras podría funcionar (Organización de las Naciones Unidas

para la Educación la Ciencia y la Cultura [UNESCO], 2019). Por esta razón, al cooptar y alinear al

grafitti en un referente regulatorio e institucional se quebranta esta libertad; para ello, orientar

está actividad artística hacía su comprensión en la conjugación de colectividades se puede mostrar

como el cúmulo de personas que lo efectúan lo consideran como una práctica, ya que trasmiten

códigos, principios, visiones, valores, significados… que vinculan y generan comunidad; por ende,

permite compartirse en la periferia de una ciudad a fin de establecer una muestra de sus

expresiones.

Esta práctica toma un rumbo hacia la búsqueda de colectividades y bosqueja la alteridad

porque se sustenta en las diferentes formas de concebirla en lo urbano, donde las personas

practicantes plasman un contexto, generación, época, significado, y vivencia de lo cotidiano, desde

esta comprensión se hace público y se resignifica; la resignificación proviene de la propia narrativa

y experiencia creativa-expresiva, donde prevalece la subjetividad de la persona, posibilitando

diversos usos del grafitti acordes a un proyecto en particular. En este sentido, sí se aprecia la

legalidad de dicha práctica, lo que se busca, considerando los expuesto línea atrás, es mantener

una postura que incida del convenio para pedir “bardas” a la acción participativa por parte de una

comunidad, permitiendo que el permiso para elaborar una expresión trascienda y sea desplazado

a la participación de la ciudadanía, generando vinculación y complicidad dentro de los barrios,

pueblos o colonias, por consecuencia, el impulso a este arte, su trasformación y conciencia a través

del nuevo significado.


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Perspectivas del grafitti desde su resignificación: creación de espacios de libre

expresión, narrativa y ethos social

Considerar el derecho a la libertad de expresión es una base donde se fundamenta la gesta

de los espacios que son participes del impulso al grafitti; sin embargo, esta práctica ha sido forzado

a desarrollarse de manera ilícita, esto detiene el abordaje de la temática de manera sensible a favor

de su impulso que, quizás, se debe al marco jurídico privativo que lo regula y a la poca

comprensión de la legalidad en la práctica de dicha actividad. Lo que realmente se ha pensado es

que está asociado a acciones que empobrecen y perpetúan situaciones de violencia e inseguridad

en los lugares donde se desarrolla, generando situaciones de conflicto ideológico y estigmas,

induciendo al poco esclarecimiento situacional y contextual donde se desarrolla, además de

generalizarlo en aspectos desfavorables para las personas que lo practican; por consecuencia, se

margina a través de la censura y privación, creando significados que se internalizan en el espectro

social, para Lederach (como se citó en Ballesteros, 2005): “la construcción de significado tiene

que ver con el proceso de dar sentido a algo y se logra al relacionar ese algo con otras cosas ya

conocidas” (pág. 233).

Hacer referencia a la resignificación es uno de los aspectos que ocupa el interés en este

trabajo, recordando que implica un nuevo significado o sentido a una situación; para ello, la

creación de espacios de libre expresión, como una perspectiva y propuesta que abona a la

resignificación de esta práctica, es un elemento que puede aportar una forma de comprender su

implementación. Anteriormente, la apropiación de un espacio era fundamental para la

implementación de una pieza, en la búsqueda de un lugar, la importancia se remite al encuentro

con el muro con la intención de manifestar y expresar una idea, darle vida y sentido bajo un

margen que es específicamente libre de elección y determinación; pero es posible que pueda surgir

situaciones de riesgo dado que, comúnmente, la apropiación se hace en un ambiente nocturno y

bajo una circunstancia clandestina, lo que puede desprender vivencias de violencia directa. De
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manera contraria, la creación de estos espacios permite construir formas diferentes de

comprensión, porque se construyen otras formas de practicarla, plenamente bajo el estandarte de

la libertad de expresión y de forma segura, colectivizando no solo a las personas involucradas

dentro del grafitti, sino a la comunidad que es participe de manera indirecta de esta creación.

Otra perspectiva para considerar es la experiencia dentro de la narrativa del grafitti, que

posibilita identificar las diversas valoraciones sobre las formas de plasmar las piezas,

posibilitando representaciones, manifestaciones y transmisiones de sus estilos2, permitiendo

explorar las subjetividades de las personas que lo practican a partir de la exposición oral, para

reconocer la intencionalidad y la motivación al realizar determinada pieza, que parte de su criterio

el cual es complejo a partir de la individuación. La expresión y resignificación es importante

dentro de la narrativa del creador, porque estos elementos se convierten en una guía para generar

acercamientos con las interpretaciones de su realidad (Tangarife, 2016).

Finalmente, los significados del grafitti vistos desde el ethos social no permite explorar —

como última perspectiva a tratar— su conformación en su modo de concepción dentro de una

cultura hegemónica; además del pensamiento que se tiene de esta actividad, por lo que es

importante señalar que la inmersión de sus significados posiciona determinadas características

que exponen las comprensiones que se tienen de éste, tal como lo precisa Manco (como se citó en

Flores, 2004):

A simple vista, resulta difícil entender las intenciones y motivaciones primarias de una

pinta callejera. No obstante, el mensaje más claro que existe en cualquier grafitti va más

allá de su simple apreciación artística y estética y radica en el uso del espacio urbano, la

transgresión a la propiedad privada generando entre sus autores un sentimiento de

2Dentrodel Grafitti, los estilos se comprenden en las diferentes técnicas de expresión de esta práctica, entre las más conocidas: Tagg,
Bomba, Wild Style, Caricatura o Carácter y Realidad fotográfica.
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autoridad, no solo sobre los demás grupos marginados sino sobre la moral y el orden

establecido. (pág. 15)

Aunado a la cita anterior, al identificar susodicha práctica en lo marginal, segregada ante

los comportamientos convencionales, resulta indispensable que los grupos reconsideren su

sentido de pertenencia y reafirmen su participación en los procesos vivenciales dentro de la esfera

social; mejor aún, dentro de la cotidianidad. El reagrupamiento adentra a las personas

practicantes de la actividad artística a una consolidación de la identidad colectiva, lo que permite

construir representaciones acordes a su ideología y generación, ante la presencia de la

caracterización de lo invisible para hacerse visible en el espacio público: “la generalizada

significación de transgresión de los sistemas sociales y la clandestinidad del grafitti como

expresión de subversión, como fantasía de guerrilla urbana (con bombas y placas, como los

combatientes)” (Andrade, 2012).

Es preciso considerar al ethos como la concepción individual del entorno que rodea a la

persona; en este sentido, es formativo en el macroentorno en el que se desarrolla como efecto del

encuentro entre la socialización y la transmisión de lo simbólico, como aquello que permite

contextualizar el aquí y ahora conforme a la mismidad y desde las relaciones interpersonales.

Bolívar Echeverría (como se citó en Andrade, 2012) “alude con el termino ethos a la imbricación

entre las costumbres y hábitos automáticos naturalizados en el ambiente social y la interiorización

y resignificación, de modo particular, por el sujeto individual de ese ambiente y determinación

social” (p. 61), incide directamente en el nuevo sentido y nueva forma de concebir una realidad.

Cuando dirigimos nuestra mirada al grafitti visto desde la perspectiva del ethos social se

configura su complejidad en lo urbano y la colectividad, perpetuando su acción en una sociedad

en constante resignificación, constituyendo un sentido al asumir a éste en el espacio público. En

la persona dedicada a esta práctica, su ethos traza senderos para mantener presente la narrativa

y experiencia en la realización de la pieza plasmada, compartiendo sus vivencias, concepciones,


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significados e interpretaciones desde su pensamiento y en la exteriorización del acto, e

imprimiendo fuerza y contenido a su expresión en el ejercicio artístico, todo ello a través de su

ethos social, que se caracteriza por:

…la disposición o actitud predominante y generadora de tipos de actos, que mantiene [la

persona] hacía sus congéneres. Y esa actitud también está regida por la cultura grupal

imperante que establece un marco de valores y de tendencias, donde nos habremos de

situar en alguna disposición ética, entre todas y todos. (Vila, s. f.)

Ante este punto de vista, el grafitti se posiciona en un arte que está en constante transformación

de los individuos, que lo trasladan a sus construcciones de lo social y cultural, y encuentran más

que una forma de expresión artística, una identidad.

Grafitti: una experiencia en el proyecto “paredes rayadas”

¡Paredes Rayadas, por la libertad y el progreso!

"La materia organizada da luz a una gran masa pensante que se identifica como un

todo. Como la vida misma… Como está gran nación"

—Nahual Urbano

Este apartado está dedicado a recuperar de manera pragmática los planteamientos y

perspectivas anteriormente descritas en el proyecto denominado “Paredes Rayadas” con la

intención de construir un hilo conductor conforme a los objetivos y acciones que tiene esta

organización. Para lograr este cometido, se hará referencia al surgimiento, los planteamientos y

las acciones que realiza dicha organización en torno a la práctica artística del grafitti.

Como forma de hacer una breve referencia, se comparte que “Paredes Rayadas” surge

como una respuesta a la marginación y privación del grafitti, se origina como una organización de

la sociedad para la integración de esta, no como una plataforma de asistencia social, que permite

explorar nuevas formas de hacerlo, ante la necesidad de enfatizar la libertad de expresión como

forma de reivindicación a este arte contra la normatividad que la coopta. De acuerdo con el
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testimonial del fundador del proyecto, Ishua Rodriguez, se comparten los siguientes

planteamientos y perspectivas:

Por la libertad y el progreso

Como bien se sabe en el mundo, México es un país próspero, lleno de riquezas y de

problemas políticos-administrativos, al igual que muchas otras naciones. Asimismo, es un

país de gran diversidad cultural, en donde uno no siempre hace valer con plenitud sus

derechos como ciudadano, pero tampoco cumple con sus responsabilidades.

También sabemos que la participación ciudadana y la responsabilidad social que

ejerce cada persona es fundamental para llevar a cabo una toma de decisiones y acertar en

las soluciones integrales y colectivas para la mejora de la sociedad y el medio ambiente.

Así que partimos desde la idea de hacer valer y difundir nuestros derechos y las

garantías que se tienen, y a la par, incentivar un mejor desarrollo y progreso nacional

difundiendo las responsabilidades que deben cumplirse al ser parte de esta gran nación.

(I. Rodríguez, comunicación personal, 15 de marzo de 2017)

Libertad de expresión

Sin duda, el tema de la libertad de expresión ha progresado bastante a lo largo de la

historia, y se ha propagado este derecho por diferentes medios que siguen evolucionando

en todo el mundo, sin embargo, aún hay normas que regulan y dañan dicha libertad y

provocan una frustración cultural dañando siempre el tejido social.

El graffiti tiene una gran influencia desde sus orígenes, ya que se da a raíz de una

gran necesidad expresiva gráfica que genera una opinión crítica sobre las cosas. Por eso es

muy importante que sea definitivamente legal esta actividad y que cuente con medios

específicos para su libre desarrollo. (I. Rodríguez, comunicación personal, 15 de marzo de

2017)
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Legalidad

El graffiti, en la actualidad, ha sido tergiversado y marginado por las autoridades y,

posteriormente, por la misma sociedad al carecer de un marco jurídico correcto y sensible

que desahogue las diferentes necesidades expresivas de la ciudadanía. Esto se debe a la

poca legalidad que tiene esta actividad y a los medios casi inexistentes que provocan el

vandalismo con el fenómeno de su aplicación.

El graffiti ha sido forzado a desarrollarse de manera ilícita y se encuentra lejos de

la atención de los investigadores ya que han sido décadas enteras de constante censura.

Esto detiene el abordaje del tema de manera sensible a favor de la cultura y se debe al

marco jurídico privativo que lo regula y a la poca legalidad en la práctica de dicha

actividad. (I. Rodríguez, comunicación personal, 15 de marzo de 2017)

Espacios públicos, privados y de libre expresión

Como se ha analizado antes, el graffiti así como cualquier tipo de expresiones gráficas en

la urbe, tienen un sinfín de manifestaciones que generan una cultura colectiva más rica en

técnicas artísticas y diversidad visual. A la vez hacen más o menos estética la manera en la

que se mira el arte desde diferentes perspectivas.

Existen espacios públicos que pocas veces al año se usan para este tipo de

actividades y el rescate de estos ha sido muy importante para darle espacio a la gran

diversidad de "artistas urbanos" que requieren de estos medios.

Por otro lado, tomamos en cuenta los espacios que se ocupan de forma privada

para estas prácticas artísticas y en la mayoría de los casos hay una gran censura a las

propuestas que hacen los artistas a los privados, dado que los temas que manejan los

artistas, en la mayoría de las ocasiones son temas de interés social que no siempre son

bien recibidos por la ciudadanía o las autoridades y terminan siendo rechazados. De esta
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manera se disponen estos espacios privados a terceros para mejorar el aspecto de la

propiedad y el mero beneficio del propietario, dejando sin oportunidad a la verdadera

libertad, consumiendo la creatividad y reprimiendo la necesidad del artista.

Tomando esto en cuenta, nos dimos a la tarea de buscar lugares de libre expresión

donde no se difunda más que la originalidad de lo que se quiere lograr desde su autoría,

sin ningún tipo de censura y así dar a conocer dichos espacios para prevenir el abuso de

autoridad, pero también atender a la prevención del delito o vandalismo tan obligado en

este tema.

En esta búsqueda no se encontró ningún "Espacio de libre expresión" salvo en las

modalidades antes señaladas, así que creamos colectivamente el primer espacio gratuito,

libre y permanente, haciendo participar a las autoridades y a la sociedad en general y

resignificando el uso de espacios públicos y privados. Así creamos un nuevo medio de

comunicación y de libre expresión para la ciudadanía y abordar este tema de manera

sensible y responsable: espacios de libre expresión. (I. Rodríguez, comunicación personal,

15 de marzo de 2017)

Espacios de libre expresión

En el transcurso de los años (2011/2014) dentro de la Ciudad de México y el Edomex, el

fenómeno del graffiti ha sido tan controversial que decidimos hacer un estudio de campo

donde se analizaron factores esenciales para saber en qué posición sociocultural se ubica

esta actividad y, así mismo, identificar a quienes lo llevan a cabo, a quienes lo sufren y a

quienes lo regulan.

Sin sorpresa reconocimos el gran marco jurídico con el que se regula esta actividad

y nos dimos cuenta de que en lo urbano y el colectivo cotidiano faltan espacios específicos

y medios para el desarrollo de esta actividad de manera saludable e integral. Así que nos

dimos a la tarea de crear los primeros "Espacios de libre expresión" (Véase Anexo A) con
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tres cualidades importantes para su trascendencia en la cultura mexicana: gratuidad,

permanencia y libertad. (I. Rodríguez, comunicación personal, 15 de marzo de 2017)

Gratuidad, libertad y permanencia

Al conceptualizar el graffiti desde una perspectiva psicosocial como: una necesidad

expresiva del ser humano está bien entendido que esta necesidad se manifiesta de forma

permanente en las diferentes etapas en su desarrollo, así que pensar en limitar o restringir

esta actividad es, sin duda, una idea sin fundamento.

El aplicar reprensión en este tema tiene grandes repercusiones en la personalidad

del sujeto y su forma de manifestar sus emociones socialmente, así que antes de prohibir

el graffiti se debió de haber pensado en enaltecer esta rama del arte gráfico dentro de la

historia del hombre y del mismo arte universal. Ya que la sociedad también se ve afectada,

porque se le está prohibiendo desde hace décadas expresarse con libertad y de forma

gratuita. (I. Rodríguez, comunicación personal, 15 de marzo de 2017)

Colectividad

Concebimos el concepto de "Espacios de libre expresión" analizando a quienes lo

llevan a cabo, pero no significaba generar una resignificación de espacios y su uso para

mejorar la cultura, pues había que integrar a todos los personajes de este conflicto. Así que

nos llamó la atención como la sociedad entera se ve relacionada siempre de forma directa

con esta actividad y sus vértices. Entonces creamos "Paredes Rayadas" (2014/2017), una

plataforma de integración social autónoma y responsable con la realidad colectiva de la

sociedad mexicana, y decidimos hacer participar y responsabilizar a todas las partes para

potenciar nuestra capacidad organizacional como sociedad. (I. Rodríguez, comunicación

personal, 15 de marzo de 2017)


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Paredes Rayadas y los grandes retos

Al analizar el ambiente en torno al graffiti encontramos muchas otras necesidades a

consecuencia del desarrollo del ser humano que no se toman en cuenta y que carecen de

soluciones inteligentes por diferentes factores, en temas como: salud pública,

alimentación saludable, drogadicción, y como bien se sabe entre muchas otras dificultades

se encuentran: la violencia, la falta de información y orientación sexual, abuso de

autoridad, la cuestión laboral y la deserción escolar, etcétera.

Con el paso del tiempo y a medida que avanzamos con el tema; propusimos con

éxito, en colonias populares de La CDMX y EDOMEX, campañas inteligentes en estos

temas para la prevención, con ayuda de instituciones públicas que aportaron y siguen

aportando material como: condones, folletería diversa, ácido fólico, tratamientos

desparasitantes, anticonceptivos, información cívica, entre otros, para erradicar y las

malas costumbres.

Sin duda generar un proyecto inclusivo y competente con las necesidades de la

sociedad de hoy en día, haciendo participar a tod@s es un reto muy grande… Pero no

imposible. (I. Rodríguez, comunicación personal, 15 de marzo de 2017)

Integración y participación

Primeramente, pensamos en pedir los muros externos a escuelas primarias y secundarias

en préstamo como comodato para ponerlos a disposición de la comunidad de forma

gratuita y que estos espacios fuesen permanentes para su uso libre. Sin embargo, hubo

una inconformidad con la SEP, por lo que tuvimos que recurrir los unos a los otros ya que

se negó la propuesta también por la clase política de varias demarcaciones donde se

propuso el proyecto.
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Al darnos cuenta de las grandes metas del proyecto Paredes Rayadas,

consideramos recaudar fondos haciendo campañas de asistencia social (anteriormente

señaladas) con ayuda de instituciones públicas como centros de salud, centros cívicos,

museos, negocios, empresas, autoridades, estudiantes, trabajadores, entre otras y así

fomentar responsabilidad en temas de prevención e información y fuente de empleo para

quienes difundían los beneficios en las calles y, a la vez, ayudaban a erradicar los males

culturales que se tienen en comunidad y los malos hábitos desde lo particular haciendo

poco a poco el cambio de hábito. (I. Rodríguez, comunicación personal, 15 de marzo de

2017)

Por lo anterior descrito en cada una de las categorías, es importante denotar la

importancia de proyectos entorno al grafitti que resignifican y dotan de una comprensión de lo

urbano y la colectividad a través de su práctica, como en este caso “Paredes Rayadas”, que

partiendo de su objetivo en la creación de espacios de libre expresión y la construcción de nuevas

legalidades, permiten identificar un sendero que se logra abrir paso a nuevas comprensiones

sobre esta práctica artística.

Consideraciones finales

Al presentar la ponencia correspondiente en su versión resumida en el 5° Congreso

Transdiciplinario “Estéticas de la Calle” Diversidad y Complejidad en el grafitti como práctica

cultural-urbana, tuvimos un intercambio de opiniones que resultaron interesantes para nuestra

propuesta, en primer instancia se hacía alusión a una inconformidad sobre el uso del término

legalidad en el grafitti , permitiendo identificar que aún se mantiene como tabú; sin embargo, se

mencionó en la opinión de los presentes que lo correcto es emplear el término arte urbano para

referirse a la “legalidad” y “grafitti” para referirse a la ilegalidad. Por otra parte, la valoración por
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el trabajo en la libertad de expresión genero gran aceptación entorno a que es una de las acciones

que reivindican sus significados, y hasta la actualidad, una postura relevante.

Respecto a la experiencia recuperada en el proyecto “Paredes Rayadas” y su relación con

los apartados del texto, identificamos la importancia de generar significados diferenciados al

grafitti, con la intención de impulsarlo a otras formas de concebirlo, y al compartir a la audiencia

resulto evidente encontrar resistencias que indicaban que era un proyecto de orientación

regulatoria, por supuesto se hizo hincapié a que la organización corresponde a una acción

propiamente autónoma e independiente que procura la búsqueda de espacios de libre expresión,

el que decide ocuparlo lo hace con plena determinación.

La resignificación del grafitti, en general, nos adentra a las diversas personalidades de esta

plástica, para ello es importante tener en cuenta que el grafitti se convierte en tópico porque puede

ser abordado en diferentes aspectos (lo político, social, cultural, educativo, etc.) provocando, así,

información entorno a esta práctica, y tornándolo en una actividad compleja, no obstante, se

asume como una cuestión meramente pragmática y se construye bajo la interpretación de las

personas interesadas en ese tema, posibilitando el adentrarse a investigaciones o trabajos

académicos que contribuyen a una construcción significativa de sus manifestaciones.


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Referencias

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de grafitti. Universidad Pedagógica Nacional.

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Anexos

Anexos A. Imágenes

Imagen 1. Espacios de libre expresión propuestos y creados por la organización “Paredes Rayadas”.

Imagen 2. Elaboración de un espacio de libre expresión de la organización “Paredes Rayadas”.

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