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Cómo Escuchar A Dios

 
Debemos pedirle al Señor que nos revele su plan para
nuestras vidas, y nos ayude a estar preparados y
dispuestos para escuchar sus palabras.
Dios diseñó ese plan mucho antes de que naciéramos.
Nada en nuestra vida ocurre al azar o por casualidad.
Aunque el plan de Dios es el mejor camino, no siempre
será el más fácil de transitar.
 
Quizás tendremos que escalar algunas montañas y
recorrer diversos valles de sombra, pero si seguimos
sus instrucciones, descubriremos las recompensas de
vivir en su voluntad. De allí la importancia de escuchar
a Dios.
Podemos confiar en que el Señor desea guiarnos,
pues ha trazado un plan específico para nosotros.

Proverbios 3:5-6.

Fíate de Jehová de todo tu corazón,  Y no te apoyes en tu


propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos,  Y él
enderezará tus veredas.

Reconocer al Señor significa considerar sus palabras,


reconocer su poder, confiar en su dirección y seguir
sus instrucciones. En todo momento desea guiarnos,
pero si no estamos atentos a su voz, no escucharemos
sus instrucciones y tomaremos el camino equivocado.
 
Jesús quiere que le escuchemos cuando nos
hable.
Marcos 4:1-3.
Otra vez comenzó Jesús a enseñar junto al mar,  y se
reunió alrededor de él mucha gente,  tanto que entrando
en una barca,  se sentó en ella en el mar;  y toda la gente
estaba en tierra junto al mar. Y les enseñaba por parábolas
muchas cosas,  y les decía en su doctrina: Oíd:  He
aquí,  el sembrador salió a sembrar…
Mientras enseñaba a una gran multitud, Jesús captó
su atención al decirles: “Oíd”.

Oír es importante porque nos hace más capaces y


enriquece nuestras vidas. Oír nos permite tener una
vida social, trabajar, interactuar, comunicarnos e
incluso relajarnos. Además, oír correctamente también
nos ayuda a estar a salvo, ya que nos advierte de
peligros potenciales y nos alerta de las situaciones
adversas en que se encuentran los demás.
Oír nos resulta esencial para poder vivir y compartir la
vida de manera más plena. Nuestra capacidad de oír
nos proporciona una enorme fuente de información.
Alguna de esta información es obvia y otra apenas la
percibimos pero, combinada, es el puente entre el
mundo y el modo en que interactuamos con él.
 
Marcos 4:23-24.
 
Si alguno tiene oídos para oír,    oiga. Les dijo
también: Mirad lo que oís;  porque con la medida con que
medís,  os será medido,  y aun se os añadirá a vosotros los
que oís.

No solo es importante oír, sino también saber


comprender  lo que escuchamos
 
Marcos 7:14
Y llamando a sí a toda la multitud,  les dijo: Oídme
todos,    y entended:

Cuando Jesús habló con Nicodemo le dijo en Juan


3:3: “De cierto, de cierto te digo, que el que no
naciere de nuevo, no puede ver el reino de
Dios”. Esta frase “de cierto, de cierto te digo”, es
usada por Jesús veinticinco veces en el evangelio de
Juan. Era la manera que usaba para enfatizar la
autoridad que tenían sus palabras y la atención que
debíamos brindarle.
                          
El oír la voz de Dios y recibir revelación no es tan fácil
como algunos creyentes podrían pensar; muchos de
los hijos de Dios le oyen, pero no han aprendido a
percibir su voz; la palabra percibir significa: aferrarse,
sentir, comprender, entender mentalmente, reconocer,
observar o discernir.
 
Aprender a percibir la voz de Dios y ponerla en
práctica, es la clave para vivir una vida cristiana
exitosa
 
 
¿De Qué Manera Nos Habla Dios Ahora?
 
Sabemos que el Señor se comunicaba con las
personas en los tiempos bíblicos, pero también desea
hablar personalmente con cada uno de sus hijos hoy.
Eso significa que debemos estar atentos.

Dios Nos Habla Por Su Palabra.


 
La manera principal en la que Dios nos habla es por
medio de su Palabra. La Biblia no es solo un libro
antiguo, sino que es la inerrante e infalible Palabra de
Dios. Es al leerla que recibimos su mensaje de manera
directa. Todos los demás métodos para escucharle
deben ser discernidos por medio de las Sagradas
Escrituras, para determinar si en verdad le hemos
escuchado.
Al leer la Biblia, ¿alguna vez le ha parecido que algún
versículo de la página resalta y es para usted? Cuando
esto ocurre, con frecuencia es Dios que nos comunica
una verdad y que es en particular para nuestra
situación.
 Nunca debemos subestimar el poder de la Escritura
como un instrumento de Dios para hablarnos de una
manera personal; de hecho, la Biblia es nuestra
prueba de fuego para cualquier otro tipo de revelación
que sintamos que estamos recibiendo. Si creemos
haber oído a Dios, pero lo que oímos contradice la
Biblia de alguna manera, podemos estar seguros de
que lo que estamos oyendo no es la voz de Dios.
 
Cómo tomar la Biblia
a. Como un abogado, que busca una ley divina
para que le vaya bien.
 
Se busca un principio divino para decretar en el mundo
espiritual. “Dios me dará más abundantemente de lo
que le pido”, esto es una ley. Entonces  tomo este
principio y lo manifiesto “Padre yo decreto que lo que
te pedí no es lo que viene para mi vida, sino más
abundantemente porque acá hay una ley divina que
dice que si te pido de corazón y me pongo de acuerdo,
todo lo que pida será hecho” Eso es una ley en el
mundo espiritual, es una ley de Dios, Él no es hombre
para mentir.
 
b. Como un soldado.
 
Que espera recibir órdenes de su capitán. Señor ¿qué
tengo que hacer?... No eres una oveja que está para
subrayar las promesas: “Jehová es mi pastor, nada me
faltará”... “Y separado de ti nada puedo hacer”. No
puedes leer la Biblia, como que estás buscando una
vendita para tu herida; sino como un soldado que
recibe una orden para cumplirla.
 
c. Como un enamorado.
 A quien le escribe su amada. Amas la Palabra, son
letras de la persona que más amas y estimas, revelan
el corazón de tu amado y su deseo hacia ti. La Biblia
es la voz de Dios que te va a dar las leyes para
obedecer, y el amor de Dios que brota de tu corazón.

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