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Etel Kacero

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I

TEST
GESTÁLTICO VISOMOTOR
DE BENDER:

UNA "PUESTA EN ESPACIO"


DE FIGURAS

1. Lugar
~ Editorial
Capítulo I

Test gestáltico visomotor (B. G.)

Orígenes

La base científica sobre la que se construyó el Bender es la Psicología de


la Gestalt y sus estudios sobre la percepción.
La Gestalt, sobre estudios rigurosamente experimentales y a partir de sus
observaciones acerca de la percepción del movimiento se propuso como una
Psicología que atendiera a lo esencial de los fenómenos.
Se opuso, desde ya, a Wund, al atomismo, al asociacionismo y a la intros-
pección como método.
Las investigaciones de Wertheimer, Kohler y Kofka mostraron que la per-
cepción no puede interpretarse como una suma de sensaciones separadas. El
organismo no reacciona a estímulos locales con respuestas locales. Responde
a constelaciones de estímulos en un proceso total. Es la respuesta del orga-
nismo en su conjunto a la situación total.
No es por ensayo y error, o por sucesivas experiencias que se perciben
agrupaciones, como por ejemplo aquellas agrupaciones de puntos y líneas
que se forman al mirar las estrellas, o lo que está en primer plano y lo que
está en el fondo, o lo que es una figura , un orificio, lo que está completo o
incompleto.
La Psicología de la Gestalt sostiene que se produce una reacción total a
una situación total. La captación de esa totalidad se da de una manera inme-
diata e intuitiva. Ese tipo de captación (insight) sigue ciertas leyes de orga-
nización formal (de la buena forma, del cierre, de la menor distancia ... ).
Hoy podemos decir que ha sobrevalorado los factores internos de desenvol-
vimiento, desechando el papel que la experiencia tiene en la adaptación, y los
cambios que sufren los patrones a partir de las situaciones concretas de la vi-
da. La Gestalt tampoco logró explicar otros aspectos humanos como los im-
pulsos, las tendencias y las regresiones de la conducta.
~o notable es que L. Bender aun basándose en la teoría de la Gestalt, lo-
gró a partir de sus investigaciones sobre la génesis de la percepción de la for-
ma en el niño, reformular y agregar nuevos principios.
Construyó entre 1932 y 1938 su Test Gestáltico Visomotor, conocido como
B.G (Bender Gestalt). A través de esta prueba se propuso estudiar la función
gestáltica en distintas condiciones de la persona. Cómo operaba cuando se

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E1'E1, KAeEno

había n perdido laH li ga zon es cerobralcH(desórdenes orgánicos, perturbacio-


nc•s fun cionalus , dóficit. .. ) y, por otro lado , medir el nivel de maduración de la
función motri z d<~ la t•stru cturación visual.
Halló qu e los díseüm; qu e habfa hecho Werthei mer (1923) para demostrar
los principirn~ do la psicología de la gestalt en relación a la percepción, po-
drían sor útiles pa ra su investigación . Adaptó entonces nueve de las figuras
pnrn usarlas en su test visomotor.
La originalidad de L. Bender consistió en hacerlas copiar, mientras Wert-
hei mer se limitaba a hacerlas describir.
Define a la función gestáltica como "aquella función del organismo integra-
do por la cual éste responde a una constelación de estímulos dada como un to-
do, siendo la respuesta misma una constelación, un patrón, una gestalt".
Esta función gestáltica visomotora es una función fundamental. Está aso-
ciada al lenguaje, a la percepción visual, la habilidad motora, memoria, concep-
tos temporales y espaciales y a la capacidad de organización o representación.
Las experiencias de L. Bender proporcionaron una estimación del desa-
rrollo visomotor que, en general, corre paralelo al desenvolvimiento mental
del niño.
Una afirmación importante que agrega en su tesis es que "... es el estado
de integración del organismo lo que determina la respuesta".
A través de sus propias investigaciones L. B. puede sostener que los prin-
cipios de la gestalt no son fijos, ni están establecidos por la "gute gestalt"
(buena forma) de Wertheimer (proximidad, semejanza, continuidad .... ) sino
que dependen de las características biológicas de los campos sensoriales en
los distintos niveles de maduración y también dependen de la actividad in-
tegradora del sistema nervioso. Asimismo están determinados por los com-
plejos personales, el entrenamiento y la situación específica. Estas afirma-
ciones pudieron ser sostenidas por L. B. gracias a las experiencias realiza-
das con Schilder. Este investigador y compañero de L. Bender escribe en el
mismo prefacio de la obra:

La Dra. Bender no olvida que los patrones gestálticos constitu-


yen experiencias de un individuo con problemas y, que la configu-
ración final de la experiencia no es un mero problema de percep-
ción, sino de personalidad. Esto se manifiesta con especial claridad
cuando se estudia la función gestáltica en los neuróticos.

Schilder fue más lejos que la escuela de Berlín (Gestalt) que estudió la fun-
ción gestáltica fija y establecida como proceso fisiológico . Sostuvo que la ges-
talt se autoconstruye en el sistema nervioso y que hay no sólo "forma" sino
"formación". Existe un constante remodelamiento, un movimiento de produc-
ción, no sólo gestalt sino gestaltung (reconstrucción). Sostiene, además, que
"las gestalten están influidas en todos los niveles por las actitudes y expe-
riencias, así como también por la afectividad y los complejos específicos".
Siempre en esa línea superadora de lo estático de la gestalt, formula la
idea de que "la organización adquiere su significación final sólo en relación

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Test gestáltico vison~~~~r-~e Bender: una ''puesta en espacio" de figuras

con situaciones concretas de la vida que adaptan los patrones a las acciones
Y a la experimentación de los individuos".
Por eso, ver y reproducir diseños geométricos no es una tarea simple de
aprendizaje; existen numerosos factores involucrados en este procedimiento.
La manera en que cada individuo maneja cualquier experiencia depende
no sólo del desarrollo biológico alcanzado en el área visomotora, sino de to-
dos los patrones de conducta que ha desarrollado. La represión, rigidez, la
facilidad o dificultad para la expresión emocional, la dependencia o la au-
tonomía exagerada .. . todo ello interviene en los patrones motores y se pue-
de estudiar en el test.
A través de la formulación de estas ideas vemos cómo las vacilaciones que
tuvieron los gestaltistas en el sentido de si considerar a los componentes emo-
cionales como inherentes a los procesos perceptivos, se disuelven como tales
vacilaciones, pasando a conformar la complejidad del proceso perceptivo.
Dice L. Bender que el objeto externo -en este caso las figuras del test-
no son el único factor de la percepción. Las situaciones externas e internas
desempeñan un papel preponderante. La situación externa incluye otros ob-
jetos del campo, tanto en el tiempo como en el espacio. Muchas veces la for-
ma precedente modifica la respuesta en la copia que sigue. Este factor tem-
poral es tan importante como el espacial en la percepción óptica.
La respuesta no es la que da el organismo al estímulo, sino que es la resul-
tante de la propia reestructuración del estímulo y esta reestructuración ocu-
rre a través del factor temporal. El tiempo es fundamental en la organización
perceptiva.
La reducción del tiempo de exposición mediante el taquitoscopio conduce
a la experienciación de formas más primitivas, lo cual confirma la importan-
cia del factor temporal. Si el tiempo es insuficiente, el patrón experienciado
es similar al de un niño pequeño, o sea que sería posible conjeturar que "se
requiere cierto transcurso vital de experiencia" (Bender L.).
En concordancia con las investigaciones de Schilder, Katz y Kanner sostie-
ne que el movimiento está siempre presente en las imágenes ópticas.
De los estudios genéticos de los patrones visomotores se deduce que los pa-
trones sensomotores más primitivos dependen del movimiento constante que
parece ser el movimiento giratorio en remolino, en dirección de las agujas del
reloj y en contra de ellas, con un componente de dirección radial y también
de acentuación de planos horizontales.
Por eso al final de los 2 años vemos espirales y redondeles que se repiten.
El campo óptico está en estado de flujo o de movimiento y la percepción vi-
sual surge en dicho campo a partir de dicho movimiento vertiginoso que va
organizándose progresivamente: primero mediante la repetición de espirales
o redondeles, después por movimientos radiantes especialmente en el plano
horizontal; luego la división en segmentos y finalmente el control (por inhi-
bición de la perseveración); por último aparece la combinación de partes.
En otras palabras: si la gestalt surge de un estado de flujo, nunca está ab-
solutamente determinada. Está sujeta constantemente a modificaciones que
dependen:

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¡

• de la naturaleza del estímulo


• de la recepción de~los órganos sensoriale~ , . . J
• del estndo del sistema nervio.so y su fun_cwn u~~egradora (sin lesión) 1
• de la totalidad de la personalidad (con rncluswn de los complejos erno.
cionaJes) .,
• de la situación o contexto en que la reaccwn se produce.

Queda claro que es la totalidad de estos ~actores ~~ que"cont~~buye a deter.


minar la organización de cada gestalt. La mtegracwn °fu1:c 10n gestáltica"
es una función activa y progresiva de todas las partes del sistema nervioso
en una situación total.
O sea, que si bien las leyes biológicas d~te:mi~an las prop~eda~es del cani.
po sensorial, es necesario considerar las hmitac10nes Y modificac10nes a que
están sujetas.
Si hay lesión en los centros integradores superiores habrá primitivización.
Pero la cualidad de esa primitivización va a depender de:

• la matriz biológica básica


• el nivel de maduración previa
• el nivel integrativo que permite el tipo de lesión
• la extensión de la lesión
• el estado emocional.

Por eso cuando hay lesiones cerebrales desintegradoras, las respuestas se


vuelven primitivas. Pero tan pronto el cerebro se recupera las respuestas
tienden a seguir las leyes de la maduración.

Proceso involucrado en la percepción visomotora


Se pueden considerar cuatro etapas:

a) la visión del estímulo


b) la comprensión de lo que se ha visto (percepción)
c) la traducción de lo percibido en acción o expresión motora
d) la coordinación de la acción motriz.

Es decir que lo que se llama "percepción visomotora" es una complicada


función integrativa que comprende tanto la percepción como la expresión mo-
tora de la percepción.
Estas funciones están sujetas a un proceso de maduración. En los niños
ambas están inmaduras, por eso es dificil distinguir una de otra.
Los ritmos de maduración perceptiva y expresiva en los niños no siempre
van al unísono. Puede ser precoz en la maduración para percibir la configu-
ración de cada dibujo de Bender, pero sin embargo su función expresiva pu?-
de permanecer algo m~s inmadura y en consecuencia, no puede reproducir
correctamente. Otro mño puede percibir los detalles de una figura pero no

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Test gestáltico visom otor de Bender: una "puesta en espacio" de figuras

puede integrar las partes de la figura 4, por ejemplo, o no se da cuenta de que


está dibujando invertidamente.
Esta característica despareja no es significativa salvo que la discrepancia
entre función receptiva y expresiva sea extrema y continúe en una edad en
que la mayoría ya ha alcanzado madurez en ambas.
Un déficit neurológico que causa problemas en la visión puede ser compen-
sado en un niño inteligente y a pesar de la dificultad llega a rendir bien en
la escuela.
Hasta aquí las ricas observaciones que Lauretta Bender recogió entre los
años 1932 y 1938 mientras construía su test gestáltico visomotor.

Desarrollos
La aplicación de la teoría piagetiana permitió acceder a otro nivel de cono-
cimiento y significación, distinto al alcanzado desde la teoría de la Gestalt.
Desde el punto de vista genético la captación no es inmediata y menos
todavía apriorística. El niño debe recorrer un largo camino que le permita
adquirir esquemas que posibiliten la copia correcta de los modelos. Cuan-
do mira las figuras realiza movimientos oculares que asimila a esquemas
de acción ya interiorizados. Más tarde coordinará estas representaciones
mediante operaciones reversibles para llegar a una realización cada vez
más correcta. .
Al atender a los procesos psicológico-cognitivos condicionantes de la ejecu-
ción, la aplicación de la teoría de Piaget, da un paso más allá, ya que no se
propone sólo observar el resultado o producto como un indicador. Se trata
ahora de diferenciar niveles de organización cognitiva y de poder explicar
cuáles fueron las condiciones que pudieron generar cambios.
El estudio cuidadoso de las operaciones pone al niño en interacción con el
objeto: las figuras del test, y observa los procedimientos que se ponen en mar-
cha para la representación de las figuras .
El resultado de esas observaciones pone en evidencia los niveles de concep-
tualización de los modelos o sea de las figuras (Negri, Estruch, Matticoli). Lo
que posibilita explicar cuál es el modo de representación del espacio al que
se ha accedido.
Para la teoría psicogenética lo sensomotor prepara el desarrrollo de la in-
teligencia.
La visión desde la teoría operatoria permite explicar los funcionamientos
anticipa torios, las equilibraciones y~o _n;'~quilibracione~. ~~tudia los distintos
tipos de regulaciones hasta la ad~ms1c1on ~e la r~v~rs1b1lida~. .
Como es conocido desde la ep1stemologia genetica cobra importancia el
proceso de construcción de las oper~~iones infral~gicas y, c~n ellas, e! des~-
rrollo la organización y representac10n del espacio. Y es as1 que este enfas1s
puest~ en el desarrollo de la representación permite obtener hipótesis ricas
sobre los modos de aprendizaje del niño, en especial sobre el aprendizaje de
la lectoescritura.

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, establecidas en relac10n a otras. Cuando se avanza hacia la cons-
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t I·t UCIO· ' n del espacio euclidiano comienzan a o servarse os 1n 1cadores de
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posición y de distancia, que van coor~inánd?se con as inc 1na_c10nes _Y _Pro-
porciones para configurar ya el funcionamiento en un espacio euclidiano
proyectivo. . . . , , ..
Pero debemos puntualizar que para pnvilegiar este metodo de anahs1s de
las producciones Bender, sobre todo en su valor predictivo para el aprendizaje,
es necesario dejar entre paréntesis los aspectos emocionales o de organicidad.
En efecto para Piaget el espacio se define como "la actividad misma de la
inteligencia, en tanto ésta coordina los cuadros exteriores unos con otros" (La
construcción de lo real en el niño, 1937).
Para el maestro suizo sujeto y objeto siguen una evolución paralela, gober-
nada por la progresión de la inteligencia "en el doble sentido de la exteriori-
zación y la interiorización" (Id.).
Con los trabajos de Inhelder se agrega al punto de vista estructural el apor-
te del encuadre funcionalista e interaccionista que intenta estudiar los proce-
dimientos que el sujeto utiliza al implementar estrategias para resolver un
problema. Se relativiza la noción de estadio, ya que se considera insuficiente
para caracterizar la operatividad que se despliega. Por eso puede sostener que:

Se ha desplazado el acento de una psicología de los universales a


una psicología de. los procesos individuales. Además las investigacio-
nes sobre las estrategias de resolución de problenias, han puesto el
acento en los esquemas procedurales, interdependencia de medios y
fines, y comportamiento del sujeto en el ámbito espacio-temporal que
nos ocupa. (Inhelder, B. y Piaget, J. 1979).

Evidentemente la epistemología genética ha ido transformando sus con-


c~ptos a partir de los hallazgos de las investigaciones desde el sistema cogni-
tivo (esque~as Yestructuras estables) hacia la consideración del proceso que
se caracteriza
• 1 a d cont·1nua, fr ente a nuevas aperturas.
por sumoVI·1·d
. ~ora bien, se puede redoblar la eficacia de estos estudios que centran su
interes en los modos evo1u t·1vos d e1 nmo,
· - s1· observamos en el adulto cuan
' do
esas formas regresan · •t· .
, se pnrm 1v1zan, se deforman o no fueron alcanzadas.
Un autor contemporáne S • Al" h ,, . . .
psicogenéticas S f o, arm I, ace una cntica a las exphcac1ones
. . · os iene que hay un factor que está minimizado en dichas ex-
plicac1ones; ya que es la · ., . "
espacio empiece a e . f i~serc1on, corporal primordial la que permite que el
Tanto 1 xis ir esplegandose en profundidad" (1974).
e cuerpo como las cosas d I d . .
les y ellas están indisol bl °
_e mun tienen características espacia-
u emente ligadas.

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Test gcstáltico visomotor de Bender: una "puesta en espacio" de figuras

Las ideas de Merleau Ponty abonan esta fundamental relación entre cuer-
po y espacio, ya que sostiene que la percepción y la experiencia del propio
cuerpo se implican una en otra.
El considerar que los modos de representación del espacio son contempo-
ráneos a las vicisitudes de las experiencias del cuerpo como espacio y del
cuerpo en la relación vincular, permite pensar en una modalidad de análisis
de las producciones Bender que tiene sus fundamentos precisamente en ese
conjunto de experiencias.

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Capítulo II

El acceso al grafismo: de la experiencia


al acto motor, de la realidad a la
representación

La representación gráfica reproduce el vaivén de una manipulación, es un


g~st_o, una mímica que, al pasarse al papel deja la huella de ese acto. Los mo-
vimientos de exploración en los que se articulan los datos kinestésicos, tácti-
les Y visuales (S. Alí, 197 4) proporcionan el punto de partida para reconstruir
el objeto en imagen.
Estas ideas permiten abrir un campo de indagación en el sentido de mirar
a las figuras que dibujó la persona como un conjunto melódico, con sus tiem-
pos fuertes y débiles, su ritmo o su curso característico.
Describir los rasgos uno a uno, parte por parte, desagregaría el conjunto y
la melodía que quedó escrita a través de las distancias, silencios, interrup-
ciones, compresiones y expansiones.
Cuando hacemos un movimiento inauguramos la vinculación de un aquí y
un allá, de un ahora y de un futuro porque así como está necesariamente
aquí, el cuerpo existe necesariamente ahora. M. Ponty escribe:

En tanto que tengo un cuerpo y que actúo a través del mismo en


el mundo, el espacio y el tiempo no son para mí una suma de pun-
tos yuxtapuestos, como tampoco una infinidad de relaciones de las
que mi conciencia operaría la síntesis y en la que ella implicaría mi
cuerpo; yo no estoy en el espacio y en el tiempo, no pienso en el es-
pacio y en el tiempo, soy del espacio y del tiempo y mi cuerpo se
aplica a ellos y los abarca" (1945).

La representación está entonces inserta en la vivencia corporal. En este


estado inicial el espacio está arraigado en la motricidad (S. Alí, 1974), resu-
me acciones simples como seguir con la mirada y con la mano, rodear, acer-
car, tocar, dar vuelta.
Es sabido que el niño construye desde el nacimiento el espacio y que esa
construcción está ligada a sus progresos y experiencias perceptivo-motrices.
Sin embargo tales conquistas no permitirían todavía dibujar círculos, rectas,
ángulos o cuadrados en el plano. Es alrededor de los 3 ó 4 años que pueden
construir representaciones a partir de establecer relaciones topológicas de
vecindad, separación, envoltura, continuidad, orden.

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mi,,n zo. ignorundo lrn-1 nwdiduH y luH proporciones ya que la figuración remi-
t.,, n lot-i dnt.mi Ht'llHil>h•H (Piugot, HH18) .

ta ,na no. ¡,or medio de sus ,novirnientos cíclicos, crea la reali-


dad el" la im.a!(C'n ... niediante relaciones topológicas de orden, ~ie-
rr<' , apertura , proxiniidacl .Y separación. Y es por eso que reduce to-
das las fi[.(uras geométricas (recta$, curvas) a la sola imagen del
drculo, es decir una forrna cerrada que la mano recorre sin discon-
tin.uida.d . Las acciones de acercar, rodear, seguir con la mano son
todavía aconteci,nientos corporales destinados a borrarse tras la
realidad que hacen nacer (S. Alí, 1974).

Sin embargo, aunque luego se pueda alcanzar un espacio dominado por las
operaciones lógicas y abstractas, algo de ese origen sensible persiste dando
cuenta de la presencia -ahora opaca- del propio cuerpo.
Este pasaje por el ·propio cuerpo, necesario para alcanzar niveles más ra-
cionales, lleva siempre esa impronta experiencial. El universo percibido y re-
presentado mediante el grafismo no puede disociarse de los movimientos del
cuerpo en el mundo.

Intrincación cuerpo-espacio
Es la experiencia con el cuerpo la que va constituyendo el espacio y los ob-
jetos. Para Piaget la experiencia sensorial pasa por transformaciones y com-
plejizaciones que van conformando unidades primordiales, estructuradas y
estructurantes: los esquemas de representación. Estos esquemas de repre-
sentación permiten una elaboración cada vez más precisa de los datos a par-
tir de las invariantes funcionales de asimilación y acomodación.
Sin embargo, más allá de constituir esquemas de representación, el hecho
de que están saturados de vivencia corporal determinaría -según la concep-
ción de S. Alí- la idea de que es el cuerpo mismo el que funciona como es-
quema de representación.
Los objetos son primero imágenes de cuerpo, y el espacio es una entidad
corporal. S . Alí introduce el concepto de proyección sensorial, proyección que
está desprovista de cualidad defensiva y que es constitutiva de la realidad
misma. Esta forma primitiva de proyección moldea al mundo sensible en el
momento en que comienza a generarse el espacio y el tiempo. Es el propio
cuerpo el que va a funcionar como esquema de representación.
El cuerpo es, desde el comienzo una realidad sensorial y es también ese es-
pacio que se crea a partir de gestos, de movimientos de manipulación entre
la madre y el niño.
Esto permite sostener que la percepción misma está consustancialmente

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Test gestáltico uisom otor d e B end er: una "puesta en espacio" d e figuras

ligada a la proyección. Ambas se construyen desde un principio a partir de la


motricidad y de las relaciones con el entorno.
Aunque más tarde la percepción del espacio se libere de la motricidad y del
"ser en el espacio", para que podamos representar el espacio es necesario que
hayamos sido introducidos por nuestro cuerpo. El cuerpo nos brinda el "pri-
mer modelo de transposiciones, equivalencias, identificaciones, que hacen
del espacio un sistema objetivo" y posibilita que tengamos experiencias con
objetos (M. Ponty, 1945).
En una palabra, la experiencia kinestésica del cuerpo propio es el funda-
mento de la organización y del dominio del espacio.
Según S. Alí las formas primitivas permanecen intactas en el inconsciente;
basta que sobrevenga un momento regresivo para que se observen formas an-
teriores de organización del espacio: espirales en lugar de puntos (figura 1),
bucles en lugar de círculos (figura 2), trazos que se fragmentan ...
Al pensar que cuerpo y espacio están presentes uno en el otro, pondríamos
en cuestión la inevitabilidad de la "desubjetivación progresiva" de los proce-
sos estructuradores del espacio. No se alcanzaría del todo la eliminación del
egocentrismo inicial del que hablaba Piaget.
Ese comienzo de la experiencia perceptiva en que las coordenadas del pro-
pio cuerpo marcan líneas de fuerza que se dirigen al mundo haciendo surgir
los objetos, tiene una presencia permanente. Aun cuando se hayan alcanza-
do niveles de objetivación y abstracción, el "cuerpo no cesa de funcionar co-
mo esquema de representación" (S. Alí, 1977).
No se puede divorciar el propio cuerpo de la red de comunicaciones de la
cual es a la vez el centro y la periferia (Id.). En la adquisición de la identidad
se incluyen los modos de organización espacio temporales, relacionales y si-
nestésicos (correspondencia entre las percepciones de los distintos sentidos).
Pensemos en el hecho obvio de que el "trazo sale del cuerpo, no sólo meta-
fóricamente" (R. Rodulfo,1999), es la mano misma la que deja la huella sobre
el papel, hay algo de "mano" en ese trazo.

Manos que
dibujan.
M.C. Escher
(1948)

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Em,. KAcERo

Con el tien1po, 1nano y trazo se van separando, pero siempre queda algo de
ese cuerpo vivo; el corte nunca es del todo. Tampoco es sólo cuerpo. A medida
que se va con1plejizando ya no es el cuerpo fusiona! el que está presente; van
tomando figurabilidad las experiencias del campo vincular, que se van montan-
do y plegando sobre las primeras organizaciones formando "tramas" de cuerpo.
Al mismo tiempo dibujar es ocupar una superficie, enmarcar un lugar: un
lugar que se desea, se teme, se evita, se necesita ... ocupar.
El concepto de pictograma (Aulagnier, P.) "marca de cuerpo" viene en nues-
tro auxilio para entender la dimensión corporal que se traza al m~smo tiem-
po que el trazo .
Considerar que los modos de representación del espacio son contemporáneos
de las vicisitudes de la experiencia del cuerpo como espacio y del cuerpo en la
relación vincular, me permite pensar en otra dimensión que podemos construir
a partir de la observación de las eje~uciones de las figuras del Bender.
Esta modalidad de análisis no anula los estudios anteriores, pero permite
hacer emerger este nuevo status de análisis, que tiene sus raíces precisamen-
te en las reflexiones acerca del cuerpo, su presencia "más" o "menos" opaca y
en la concepción de la percepción como una actividad compleja del sujeto en
un entorno diverso y -hoy en día- en flujo permanente.
El sujeto que ejecuta la "copia" de las figuras del Bender, el sujeto que ve,
organiza y plasma en el papel las huellas de los movimientos de su mano, no
está escindido del cuerpo, está inserto en la realidad presente y concreta que
"marca" asimismo ritmos, distancias, tamaños y ubicaciones.
No se dibujan las figuras sólo poniendo en práctica los esquemas alcanza-
dos a lo largo del desarrollo mental. Se dibuja poniendo en juego deseos, re-
chazos, propósitos, miedos, cuidados, pérdidas, interrupciones ... que se actua-
lizan a raíz de las fuerzas que se ponen en juego en las mismas figuras y que
acompañan al sujeto en el momento de su ejecución. Se dibuja en presencia de
un otro que no es indiferente, que ejerce su efecto, perturbador o continente.
En una palabra, el acto grafomotor no se detiene con el logro de la madu-
ración de la función visomotriz. Analizado en el adulto -a través de disposi-
tivos pertinentes- podrá hacer emerger las vicisitudes que acompañaron a
la persona para que esta acción tenga lugar.

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