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TEORÍA DE PAULIN NIBOYET

Las teorías tendientes a la formación de un Derecho Internacional Privado universal,


Derecho Internacional Privado. Se encarga de resolver los conflictos legales entre
individuos de distintos Estados o entre un Estado y los individuos de otro. Estos conflictos
se suscitan por la incompatibilidad de las leyes aplicables en los diferentes Estados.
Algunos tratadistas lo han denominado Derecho Civil Internacional

Jean Paulin (1886-1952), se afilia a la doctrina de Pillet y esta establecía tres grandes
principios:

La aplicación de las leyes extranjeras competentes es obligatoria, pues dicha aplicación es


una de las formas del principio del respeto internacional de la soberanía.

No puede admitirse la clasificación de las leyes en dos grupos según su objeto, sino que
habrá de admitir tantos grupos como la necesidad exija.

Los límites de aplicación de las leyes están determinados, en general, por el objeto social de
las mismas, tal como resulte de su naturaleza jurídica.

Bajo la denominación de teorías modernas se ubican los esfuerzos doctrinales


correspondientes a los siglos XIX y XX tendientes a establecer bases científicas en la
solución de los conflictos internacionales de leyes Los criterios clarificativos que emplean,
los autores son diversos, entre ellos tenemos el de ARELLANO, que destaca la
clasificación en tres grandes grupos de los puntos de vista doctrinales orientada por la
postura frente al predominio de la aplicación de la norma jurídica propia o de la norma
jurídica extranjera, NIBOYET, desde esta perspectiva, considera a la escuela de la
territorialidad, escuela de la personalidad del derecho y la escuela intermedia

NIBOYET, cuestiona la doctrina italiana en cuanto a su principio fundamental expresando


que la soberanía se ejerce tanto sobre un territorio como sobre un cierto número de
personas y que no es exacto que la soberanía del estado sea ante todo personal y
accesoriamente territorial. Que la personalidad del derecho ha existido en la época de las
leyes bárbaras cuando el Estado no ejercía ninguna soberanía territorial.
A su vez, Niboyet, apoyándose en Pillet, afirma que el papel que desempeña el orden
público es de: “un remedio para no aplicar una ley extranjera, cuando esta aplicación
perjudica verdaderamente al país donde se la quiere aplicar”

En palabras de Niboyet: “Cada país tiene, teóricamente, su propia concepción del orden
público; de modo que, puede muy bien ocurrir que una institución extranjera quebrante
el orden público de un país y no quebrante el de otro”. Un claro ejemplo de lo anterior,
citado por Niboyet, consiste en el momento en que el Instituto de Derecho
Internacional, en 1910, trató de enumerar los casos de orden público internacional. No
obstante, al estudiar el problema más de cerca, se convenció de que era imposible
enumerarlos por vía de acuerdo internacional, a causa, precisamente, de tener cada país
su propio orden público.

Siguiendo la teoría de Niboyet, aceptada por la doctrina mayoritaria, para que se


aplique una ley extranjera es preciso que entre los países exista, no de una manera
general, sino sobre cada punto en cuestión, un mínimum de equivalencia de
legislaciones, de lo cual se puede concluir que para que opere la excepción de orden
público internacional, en cada caso concreto debe existir una contradicción o diferencia
manifiesta entre ambas legislaciones.

CONFLICTOS DE LEY

Son aquellas que tienen un valor económico, es decir, bienes materiales e inmateriales. Los


derechos de la persona están excluidos. Se encuentran bajo el poder jurídico de los sujetos
de Derecho, son susceptibles de que sobre ellos reciba la titularidad de un Derecho real.

Es una designación técnica, con la que se expresa la idea de la posibilidad del nacimiento
de una persona, que no está concebida en el momento de la creación de un acto jurídico que
se produce para el caso de su nacimiento.

La naturaleza jurídica, reside en la vinculación de un bien jurídico a un titular futuro, por lo


cual, existe el acto de disposición del que quiere atribuir un determinado derecho a un
futuro ser humano.
ANTONIO TRUYOL Y SERRA DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO

Antonio Truyol y Serra duro desde el año de 1913 hasta el año 2003, fue un catedrático de
Derecho y Relaciones internacionales y de Derecho internacional público en la Universidad
Complutense de Madrid. En 1972 fue elegido académico de número de la Real Academia
de Ciencias Morales y Políticas, y en 1981 fue nombrado magistrado del Tribunal
Constitucional. Fue director, fundador, colaborador o asesor de numerosas revistas,
colecciones y publicaciones nacionales e internacionales. Autor de numerosas obras, su
opus magnum fue la Historia de la Filosofía del Derecho y del Estado, de la que publicó en
vida el tomo 1: De los orígenes a la baja Edad Media y el tomo 2: Del Renacimiento a
Kano, y cuyo tercer tomo, Idealismo y positivismo, hasta las teorías jurídicas y políticas del
siglo XX.

Han pasado más de treinta años desde que Truyol y Serra publicara, allá por 1974, La
sociedad internacional. El paso del tiempo, sin lugar a dudas, ha convertido esta obra en un
"clásico" del derecho internacional público; en una obra imprescindible para el
conocimiento y entendimiento de la vida internacional.

La sociedad internacional, señala el profesor Truyol y Serra, implica una trama de


relaciones sociales, cuya naturaleza ontológica constituye el primer problema que se nos
presenta, la estructura de la sociedad internacional es, por antonomasia, compleja, debido a
su constante estado de evolución y el ensanchamiento de las relaciones internacionales,
además, cuando nos referimos a las relaciones sociales internacionales, la primera pregunta
que nos debemos hacer, como bien señala Truyol y Serra, es ¿en qué consiste esta nota de
internacionalidad? , pues bien, a estas y otras cuestiones responde La sociedad
internacional.

Truyol y Serra analiza la formación histórica y la estructura contemporánea de la sociedad


internacional, en particular, se ocupa del análisis de la función que desempeñan los Estados
soberanos tanto las grandes potencias como los países pequeños o medianos, el estatuto
especial al que aspiran las fuerzas transnacionales grupos financieros, sindicatos, iglesias,
partidos políticos, etcétera, y el problema de la personalidad jurídico-internacional del
individuo.

En este sentido, el estudio de la sociedad internacional y sus miembros ha sido un tema a


tratar jurídicamente desde hace algunos años. El nacimiento, las transformaciones y la
extinción de los Estados o el estudio de otros sujetos de la sociedad internacional de
naturaleza no estatal han preocupado a la doctrina más autorizada. Por lo que se refiere a su
estructura formal, esta obra se articula en dos partes bien diferenciadas.

El autor trata en la primera parte "La expansión de la sociedad internacional en los siglos
XIX y XX", la formación histórica de la sociedad internacional, abordando en la segunda
parte "Estructura de la sociedad internacional mundial", el estudio de la estructura
contemporánea de la sociedad internacional. En la primera parte, Truyol y Serra realiza una
radiografía de la sociedad internacional en los siglos XIX y XX; "El sistema de Estados
europeos" (capítulo I), "El sistema de Estados de civilización cristiana" (capítulo II) y "La
sociedad de Estados civilizados" (capítulo III), dan paso al análisis doctrinal (capítulo IV),
necesario para justificar el surgimiento de nuevos Estados, y la reformulación de las
funciones del derecho internacional público (capítulo V). Para analizar la "Estructura de la
sociedad internacional mundial" (segunda parte), el profesor Truyol y Serra presta especial
interés por "Los Estados en la sociedad internacional" (capítulo I), "Las grandes potencias
en la sociedad internacional" (capítulo II), y las fuerzas transnacionales y el individuo en la
sociedad internacional (capítulos III y IV).

No obstante, mención especial presenta, a nuestro entender, la introducción general de esta


obra, donde Truyol y Serra establece los hechos a tener en cuenta para comprender las
diferencias entre el derecho internacional y el derecho interno, y justificar el proceso
evolutivo en el que se encuentra la sociedad internacional. La obra finaliza con un epílogo
"El fin de la era de Yalta y la revolución del Este europeo" en el que Truyol y Serra
manifiesta con acierto y así lo prueban los últimos acontecimientos que estamos ante una
Europa fluida, en busca de un nuevo equilibrio, y llena de interrogantes; pero por fortuna,
ante una Europa íntegra, la Europa global histórica. Acompañan a la obra diversos anexos
gráficos que contienen rica información histórica y que fueron adaptados como
consecuencia de la reimpresión a la segunda edición de esta obra, 1994.
Ahora bien, si tuviéramos que ponerle algún "pero" a La sociedad internacional, podríamos
decir que falta la inclusión de una bibliografía general sobre la materia incomprensible por
otra parte, pues son profusas las notas a pie de página con referencias documentales sobre
la materia, incorporadas por el autor donde el estudioso de la materia que quiera
profundizar en el tema vea colmados sus deseos. En definitiva, La sociedad internacional es
una obra que merece el calificativo de "clásica", pues es una fuente de conocimiento de
derecho internacional público; por méritos propios, es una obra de referencia que nos sirve
de punto de partida para el conocimiento de la comunidad internacional, y un instrumento
necesario para los estudiosos del derecho internacional público y las relaciones
internacionales.

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