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Ser docente: más allá de enseñar contenidos, transmitir

experiencias de aprendizaje
Dr. Juan Pedro Barberá Cebolla
Universidad Internacional de Valencia (VIU)

"El desafío de un docente de este siglo está en generar experiencias de aprendizaje


para motivar la capacidad de asombro de los estudiantes".
Adriana Araque Bermúdez

Podríamos coincidir en que son muchas las exigencias y los retos a los que se enfrenta
el docente del siglo XXI, como por ejemplo: ya no le basta con transmitir conocimientos
curriculares al alumnado sino que, además, hay que enseñarles a ser autónomos en su
propio aprendizaje: “aprender a aprender”; debe saber adaptarse a nuevos parámetros
físico y temporales de enseñanza que se encuentren mediatizados principalmente por
las TIC, como es el caso del blended learning, e-learning o el flipped classroom; debe
ser un innovador y dinamizador del aula para que el aprendizaje sea activo, proactivo
y significativo; debe ser un gestor de los diferentes ritmos de aprendizaje del alumnado
proporcionando experiencias de aprendizaje individualizadas; debe estar formándose
continuamente para ofrecer la mayor calidad curricular y pedagógica, pero además de
todo esto tiene un reto que se considera fundamental, y es el de ser capaz de captar
la atención, asombrar y motivar al alumnado dentro del aula, así como dirigir y ayudar
a gestionar los tiempos en su aprendizaje fuera de ella frente a otras opciones mucho
más gratificantes como las tecnológicas representadas por Internet, Redes Sociales,
Youtube, Videojuegos.

Tal vez el profesorado en la actualidad debería formularse la siguiente pregunta: ¿Cómo


podría enfocar mi enseñanza para que pudiera cautivar a mi alumnado como lo hacen,
entre otros, el archiconocido videojuego “Fortnite” o los 40 “Youtubers” más seguidos
en España durante el año 2018 como, por ejemplo; elrubiusOMG, VEGETA777 o
Willyrex…

Es cierto, y tal y como habéis respondido mentalmente, es muy difícil competir con los
videojuegos y los Youtubers, pero tal vez si adoptamos las indicaciones dadas por la
experta en Innovación Pedagógica Adriana Araque Bermúdez en su conferencia en
TEDx “El docente asombroso”, podemos tener una solución si nos planteamos la
enseñanza teniendo como directrices las cinco “I” que debería tener un profesor que
sorprende cuando enseña.
IMPACTAR
La enseñanza efectiva se basa en la capacidad de sorpresa que pueda proporcionar el
profesorado cuando está transmitiendo conocimientos, las clases no pueden tener un
único formato metodológico de enseñanza como por ejemplo el magistral porque
provocan aburrimiento, desconexión y desmotivación.

INVENTAR
El docente debería dominar diversos registros y formatos de presentación de los
contenidos curriculares, para ello debe prestar más atención a cómo van a aprender
los contenidos que a cómo explicarlos. Un aspecto importante es que para explicar los
contenidos estos deben estar ligados a la realidad cotidiana, en este sentido debe
reinventar la forma de presentarlos para que sean más significativos y se aprendan con
mayor facilidad.

INNOVAR
El docente debe partir de un conocimiento profundo del alumnado en aspectos como
el estilo, las estrategias y el ritmo de aprendizaje. Es importante saber cuáles son sus
necesidades, cómo accede a la información y trabaja los contenidos, en definitiva, no
sólo debe conocer cómo aprende dentro del aula, sino que debe instruirle para que
pueda aprender fuera de ella de forma autónoma.

INSPIRAR
El docente debe ser un comunicador eficaz que tenga como objetivo principal dejar
huella e impactar en el recuerdo del alumnado del tiempo que ha estado con él en el
aula.

INVESTIGAR
El docente debe actualizar constantemente sus conocimientos en la materia,
tecnológicos y pedagógicos. Hay que ser expertos en el tema, pero también saber
enseñar.

Como puede observarse el objetivo principal de la profesión del docente no es el


aprendizaje masivo por parte del alumnado de conocimientos curriculares, de actitudes
predefinidas y de formas similares de enfrentarse a las situaciones que se les plantean.
La profesión del docente conlleva sacar lo mejor de cada alumno atendiendo a sus
particularidades que se encuentran mediatizadas por la singularidad de su contexto
sociocultural y entorno familiar, de su personalidad, de su estilo y estrategias de
aprendizaje, de sus conocimientos previos, de su ritmo de aprendizaje, de su
motivación. En definitiva, la profesión del docente debería concebirse como “el arte de
enseñar” en el que se moldean personalidades, se forjan actitudes y se adquieren
conocimientos.

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