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¿Independencia o afiliación?

Felices días tío Sergio de Magali García Ramis:


una batalla literaria contra el olvido
María Fernanda Díaz Basteris*

El ser seres históricos me era inconcebible


Magali García Ramis

Recepción: 4 de octubre de 2012


Aceptación: 11 de diciembre de 2012

* Universidad de Cincinnati, Cincinnati, Ohio, Estados Resumen. Se explora la relación entre la identidad cultural y el sentimiento de pertenencia de los
Unidos de América.
puertorriqueños en la novela Felices días tío Sergio (1986) de Magali García Ramis. El texto plantea
Correo electrónico: diazbama@mail.uc.edu
Se agradecen los comentarios de los árbitros de la que el conflicto transitivo entre colonia y Estado Libre Asociado de la isla de Puerto Rico
revista. afecta de manera compleja las estructuras más sensibles y profundas de una familia. Se analiza
la lucha de ideologías en el texto: conservadores/independentistas, las diferencias entre viejas (el
pasado) y nuevas generaciones (presente y futuro). En esta novela el conflicto social entre mantener
la ciudadanía, como estatus político, y la identidad, como permanencia cultural refleja interesantes
situaciones históricas dignas de un análisis literario
Palabras clave: identidad, ciudadanía, historia, Puerto Rico.

Independence or Affiliation? Felices Días Tío Sergio by Magali García Ramis: a


Literary Struggle Against Forgetfulness.
Abstract. We explore in Magali García Ramis’s novel Felices días tío Sergio the relation between
the cultural identity and the feeling of belonging of the Puerto Ricans. The text claims the
transitive conflict between colony and Assosiated Free State (Estado Libre Asociado) of Puerto
Rico that affects in a complex way the most sensitive and deep structures of a family. Here we
analyze the struggle of different ideologies: conservative/independence, the differences between
old (the past) and new generations (present and future). This novel presents a conflict between
keeping citizenship as a political status and at the same time the identity, as a cultural belonging, it
reflects interesting historical situations worthy of a literary analysis.
Key words: identity, citizenship, history, Puerto Rico.

Introducción la historia de su crianza desde su niñez la identidad y la cultura, la historia


hasta su adolescencia. Tanto en la vida de nacional, la ciudadanía y la vida fami-
Felices días tío Sergio (1986) de Magali Lidia como en la historia de Puerto Rico liar. Es así como surgen las siguientes
García Ramis es una novela narrada en diferentes modelos políticos, económi- preguntas: ¿Qué tanto sabemos de
primera persona a través de la voz de Li- cos e ideológicos mantienen una disputa nosotros mismos como parte de una
dia, quien narra la transición política del continua entre identidades opuestas mas nación? ¿Podemos ubicarnos como
país de Puerto Rico a Estado Libre Aso- no excluyentes. seres históricos en un punto de la his-
ciado de Estados Unidos de América. La Tras la lectura de esta obra, podemos toria de nuestros países? ¿Qué relación
trama de la novela es presentada desde el abrir un espacio en este ensayo para existe entre nuestra historia familiar y
punto de vista de una joven para quien la discusión de ciertos conceptos que las situaciones sociopolíticas que vive
los procesos históricos son paralelos a muchas veces damos por sentados: nuestro país?

CIENCIA ergo-sum, Vol. 20-2, julio-octubre 2013. Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, México. Pp. 163-169. 163
Desde el momento de su publicación de quienes no hacen historia: los inte- nidense. Tras años de lucha, el partido
en 1986 Felices días tío Sergio generó grantes marginales de la sociedad –el radicalizó su método para lograr la
un diálogo académico desde diferen- tío homosexual– y los más jóvenes de independencia puertorriqueña, lo cual
tes aristas: es un texto que se presta la familia –los niños– quienes viven la mermó entre varios de sus afiliados y
para un análisis desde la corriente de historia, la cuestionan, la transgreden decayó como una propuesta legítima
los estudios culturales; su campo de y más que nada la sufren. de independencia. De acuerdo con Ma-
investigación es multidisciplinario, ya nuel Maldonado, en 1935 se instaló en
que su eje central son los problemas a 1. El Puerto Rico de los días la isla la dinámica del “Puerto Rico Re-
nivel discursivo y de creación de sig- felices: la historia de la isla y la construction Administration” (prra),
nificado en la cultura de Puerto Rico; familia que postulaba como principal tarea
se trata también de un trabajo casi de fomentar el crecimiento económico
carácter etnográfico por la detenida Durante el siglo xix, la isla de Puerto a partir de la empresa gubernamental
observación de la protagonista y su Rico pertenecía al reino de España y fue y de la inversión extranjera; a la par
minucioso recuento de la situación po- tras la invasión militar estadounidense iba la promoción del empleo para que
lítica de la isla en torno al siglo xx. Lo de 1898 cuando se estableció un gobier- así aumentara la demanda de bienes y
más interesante es que esta narración no civil de ese país en la isla. Se decidió servicios en la isla y, por supuesto, esto
proviene de la memoria de una chica. que el gobernador de la isla fuera ele- arrojaría la creación de un mercado
El texto toma un carácter instructivo gido por el presidente de los Estados de consumo (Maldonado, 1987: 170).
que critica y sistematiza la interacción Unidos de América. A partir de 1917 los Desde la perspectiva capitalista de la
familiar de dos generaciones propo- habitantes de Puerto Rico adquirieron la potencia del norte, la isla era una co-
niendo una jerarquía de valores dentro ciudadanía estadounidense; sin embar- lonia y se necesitaba mejorarla, salvarla
de la moderna familia puertorriqueña. go, la isla no era un estado incorporado de su autodestrucción.
De igual manera, la novela permite al a la nación estadounidense. Puerto Rico Como consecuencia, la desconfianza
lector reflexionar desde una posición obtuvo el derecho a una constitución e incomodidad de la situación sociopo-
bastante flexible o neutral sobre la re- que gobernara sus asuntos internos de- lítica aumentó considerablemente y en
lación entre las categorías de identidad, jando al Estado sujeto a los poderes del 1946 se fundó el Partido Independen-
cultura y nación. Congreso estadounidense; por lo tanto tista Puertorriqueño (pip) que tenía el
Felices días tío Sergio explora el el poder de ejercer su soberanía recaía, propósito explícito de “laborar pacífi-
devenir de una familia de clase media como hasta la fecha, en el gobierno de camente por la constitución del pueblo
puertorriqueña que vive la influencia eua. Comenzó desde ahí una situación de Puerto Rico en una república inde-
del modelo estadounidense impuesto compleja de asimilar, enredada y un pendiente, soberana y democrática”
en la isla durante los años cincuenta. tanto desconocida, incluso por cierto (Maldonado, 1987: 181). Es así como la
El orden, el progreso y la política son número de habitantes de la isla (entre lucha independentista puertorriqueña
tópicos recurrentes de Lidia. De igual ellos los niños de la familia Solís). La queda fragmentada entre la tenden-
modo, sus reflexiones se intensifican población puertorriqueña percibe la cia nacionalista y la independentista.
cuando describe la complicada relación invasión estadounidense como un he- Posteriormente, en 1948, el líder del
entre el contexto sociopolítico de una cho perenne. Poco a poco se oficializa Partido Popular Democrático, Luis
nación apoyada en el legado español de desde todos los ámbitos y esto da pie Muñoz Marín –personaje nombrado
la conquista: el catolicismo, la diferen- a nuevos y diferentes conflictos, como consecutivamente en la novela de Gar-
ciación de razas, el honor y los valores los que plantean el tío Sergio, Lidia y los cía Ramis– ejecutó un proyecto que le
sociales y la imposición de un modelo demás niños de la familia. concedía a los puertorriqueños mayor
capitalista estadounidense de mediados Volviendo a la historia, el punto de autonomía política sobre asuntos loca-
del siglo xx. Sin embargo, la vida priva- vista de quienes habitaban la colonia de les a cambio de una fuerte dependencia
da de los habitantes del texto proviene Puerto Rico era distinto al del gobierno económica respecto a eua. De esta ma-
de la cultura puertorriqueña, la comida, estadounidense y, en respuesta a esto, nera se pretendía estimular la economía
la música y los roles de género. La obra en 1922 se funda el Partido Naciona- local. Para completar el desarrollo de
de García Ramis es una estampa inva- lista Puertorriqueño (pnp) que buscaba esta línea política, en 1952, el congreso
luable de la percepción de la historia nacionalizar el gobierno y romper la de los Estados Unidos, con el apoyo
nacional puertorriqueña desde los ojos dependencia con la metrópoli estadou- del nuevo Partido Popular Demócrata,

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declaró un nuevo estatus político para monopolizaba el nuevo ambiente colo- la esencia de identidad colonizada
la isla: el Estado Libre Asociado (ela). nial. Esto provoca una falta de informa- anteriormente. La categoría de colonial
Este suceso se celebró como una en- ción histórica en la vida de los niños, ya va más allá de lo pertinente al Estado
trada a la modernidad y al progreso, que crecen aislados y encerrados en las como gobierno, se trata también de la
situando a la isla en el imperio. creencias familiares. Lidia experimenta política cultural de la isla y sus habitan-
En este momento político es donde durante toda su evolución biológica y tes, el estatus de “colonia” no le permi-
se desenvuelve la narración de la vida mental la interiorización de conceptos te a los adultos de la familia aceptar un
de Lidia en Felices días tío Sergio. La opuestos: civilización europea vs. barba- cambio de mentalidad, de reconocer
voz narrativa nos permite comprender rie caribeña, Estados Unidos capitalista nuevas maneras de pensar como las
los cambios que sufre la población vs. Cuba comunista, raza negra vs. raza del tío Sergio; no hay un espacio para
como consecuencia histórica; algunos blanca, catolicismo vs. ateísmo. Esta pensarse a sí mismos. El país se vuelve
son graduales, pero los más difíciles información es sistematizada por la de un día a otro una entidad fluctuante
de digerir sucedieron con radical ra- aculturación de Puerto Rico a eua, por a la que constantemente hay que definir
pidez para las nuevas generaciones. la imposición de la ciudadanía estadou- para comprender:
Tras esta vorágine de información, la nidense, la cual mantiene una dinámica
vida cambió forzosamente para todos no excluyente con la identidad cultural Cuando decían ‘país’, así, se referían a
en la familia Solís. Esto se refleja en puertorriqueña. Lidia narra con lujo de Puerto Rico, aunque nos explicaban a
la técnica narrativa de la novela. Los detalles cómo los adultos proyectan en cada momento que no éramos un país,
pensamientos vienen cargados de sen- su vida diaria los cambios suscitados que nuestro país era Estados Unidos.
timientos con los que no concuerdan en la isla después de la década de 1950: Era algo que se les escapaba y nos
en muchas ocasiones; se atora todo confundía mucho, a veces (García,
en una espiral que parece infinita para Del lado del bien estaban la religión 1986: 92).
Lidia. Esta voz tiene diferentes tonos católica, apostólica y romana, el Papa,
y puede interpretarse de diferentes Estados Unidos, los americanos, Ei- Lidia se da cuenta que el país cambió
maneras, puesto que tenemos a la senhower, Europa, sobre todo los de lugar de una generación a otra, aho-
narradora omnisciente, a la niña Lidia europeos finos, Grace Kelly, la gente ra para los niños se tiene que nombrar
Solís y a la mujer autora Magali García. preferiblemente blanca, todos los mili- de manera diferente, se tiene que re-
Mezcla de ficción y autobiografía en tares, Franco, Evita Perón, la ópera, la pensar, por lo tanto ella se cuestiona si
Felices días tío Sergio domina una téc- zarzuela, todos los productos de Espa- habrá que repensar dónde se ubican los
nica narrativa sencilla, pero dolorosa: ña desde las mantillas hasta los chorizos ciudadanos tras este cambio político.
la búsqueda de la identidad dentro de y Sarita Montiel, y absolutamente todo La reflexión sobre el recurrente pro-
un país que transita por su segunda lo germano y suizo, desde el vino del blema identitario de la protagonista se
“colonización”. Rin hasta los relojes cucú. extiende fuera de ella, se cuestiona por
Es interesante detenernos en el texto Del lado del mal estaban los comu- qué su familia no le ha brindado sufi-
en torno a la valorización que la familia nistas, los ateos, los masones, los ciente información sobre las revueltas
proyecta sobre las diferentes influencias protestantes, los nazis, las naciones independentistas. Durante un periodo
culturales en la isla, tanto las estadouni- recién formadas por negros en África, casi efímero conoce, gracias a las con-
denses como las europeas. La primera (porque derramaban sangre europea y versaciones con el tío Sergio, que es el
generación de la familia conforma mataban a hermanitas de la caridad), otro lado de la historia de la familia,
el grupo denominado por Lidia “los los nacionalistas e independentistas que la colonización del país no es un
adultos”; entre ellos se encuentran su puertorriqueños […] (García, 1986: 28). signo positivo. La relación de tutorías
madre, su abuela, sus tías y el marginal que el tío mantiene con los sobrinos
tío Sergio. Este grupo guarda una re- La autora utiliza la figura del infante crea un punto de encuentro con el
lación específica entre sus integrantes, que narra –en su transición a la etapa lector, un puente transitable en todas
pero una relación secreta y misteriosa adolescente– como una metáfora que las páginas; de parte de Lidia la relación
con Sergio. Las adultas tratan de homo- expone la situación colonial de la isla, se vuelve cada vez más estrecha. El tío
geneizar las diferencias culturales de la la imposición de los nuevos rasgos representa aquello que nunca apareció
familia y educan a los niños dentro de culturales y la persistencia de la socie- en la historia anteriormente y es urgen-
las categorías binarias de bien y mal que dad más conservadora de preservar te incorporarlo a la vida diaria.

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La protagonista plantea el dilema de pendencia a eua; su rechazo hacia los ción no se le proporciona y al mismo
que al sabernos ignorantes de nuestro nacionalistas es explícito y evidente, es tiempo se le pide que se mantenga ale-
origen, de dónde venimos y por qué el conflicto central con el tío Sergio. jada de él, de la información nueva, del
estamos en cierto punto de la historia, Desde los ojos de Lidia, los adultos género masculino, de la voz en contra,
nos convertimos en seres impotentes de su familia se oponen a aquellos que que se aleje de la fuente histórica, que
ante la falta de información, lo cual quieren ver libre a la isla (los vecinos), a no confíe en cuestionamientos sobre
es una causa justa para examinar una esos que no comprenden que la depen- la verdad. Los adultos quieren prevenir
identidad postcolonial que se ajuste a dencia económica y social de la cultura el cambio de mentalidad en la nueva
ellos mismos, a todos aquellos habi- estadounidense necesaria para escalar generación:
tantes de un país que fue conquistado hacia la cima de la civilización:
consecutivamente. Y ahora que estamos hablando del tío
Pero a pesar de que no tuvieran cultura, les voy a leer la cartilla a los dos. No los
2. Memoria y permanencia: a los americanos habías que admirarlos quiero molestándolo, ni husmeándole el
la influencia del tío Sergio sobre y quererlos más que a nadie, porque cuarto, ni haciéndole preguntas sobre lo
los niños eran buenos, habían salvado al mundo que ni les va ni les viene a ustedes. Él es
del nazismo y ahora estaban en vías de un hombre, y a los hombres no se les va
[…] me di cuenta que necesitaba infor- salvarlo del comunismo. Además eran detrás preguntándoles qué hacen o qué
mación que de ninguna manera íbamos genios de la tecnología y el progreso. dejan de hacer.
a conseguir en esa casa y con esa familia La represa que acabábamos de ver la Era un hombre. Y nosotros, por todo
[…] (García, 1986: 85). habían diseñado los americanos y al- lo que podíamos recordar de nuestras
gunos puertorriqueños que estudiaron vidas, habíamos vivido siempre entre
En Felices días tío Sergio García allá, y además Mami constantemente los mujeres […] (García, 1986: 9).
Ramis presenta el conflicto que tienen alababa (García, 1986: 42).
los jóvenes que dejan de ser niños: El conflicto identitario de Lidia va
entender que la infancia ha quedado Sin duda, los adultos de la familia en aumento de acuerdo con su edad.
atrás. Aquellos que conscientes miran buscan a toda costa mejorar la situa- Desde la llegada de Sergio, todo aquello
de frente los cambios sociopolíticos que ción económica, racial y social de la que se había establecido dentro del bi-
muchas veces no se pueden comprender tribu Solís siempre mirando hacia el nario bueno-malo no tiene más validez
son quienes pueden integrar diferentes futuro, tratando de olvidar el pasado, para los niños. Como menciona Aurea
elementos en una misma identidad. En limpiando la raza, evitando el mesti- María Sotomayor: Sergio es “muestra
el caso de Lidia, la identidad cultural zaje, sin siquiera un árbol genealógico del país auténtico forzado a callar […]
puertorriqueña que no necesariamente para perpetuar la memoria. Es fácil él es lo prohibido político, lo prohibido
es la española o la estadounidense. La ignorar de dónde venimos y hacia sexual. Es el nacionalista, el trotskista,
joven representa este conflicto con un dónde vamos. Son los valientes quienes el inconforme […]” (Sotomayor, 1993:
constante reclamo hacia sus mayores: buscan el origen en el olvido. Este fue 319-320). El tío es el sustituto de maes-
el legado del tío Sergio para los niños. tro de historia nacional, es un libro de
Era cierto que no sabíamos casi nada Como un rayo de esperanza, ante la información que nunca hubo en la sala
de nuestro país, porque ni ellos ni nadie adversidad de olvidarlo todo, el tío Ser- de la familia Solís, el tutor sobre arte,
nos lo había enseñado. Vivimos tantos gio representa un personaje misterioso: el que sabe qué ha pasado antes en la
años encerrados tras el cerco agridulce por diferente, por radical, por no tener historia del país, el ejemplo de humildad
de la casa, donde todo lo heredado era las verdades categorizadas en binarios y solidaridad. Los niños ven en él los
europeo y todo el porvenir era nortea- como el grupo de adultos. Se comenta valores morales que no tienen relación
mericano, que no podíamos saber quié- poco sobre su pasado, Lidia concluye directa con la religión católica sino con
nes éramos. Pero toda nuestra familia sí que se ha exiliado por sus preferencias la fraternidad revolucionaria.
sabía. Eran puertorriqueños; aún más comunistas y sexuales, vive en Nueva A través de esta figura, la protagonista
que nosotros (García, 1986: 152). York y es “antiyanquista”. Ante la lle- puede cuestionar todo lo establecido;
gada sorpresiva y sin aviso alguno del el género masculino que idolatra por
La familia de Lidia, como muchas tío, Lidia cuestiona su procedencia con la familia queda desestabilizado por la
en la isla, favorece la estadidad y la de- Mami, su abuela, pero esta informa- supuesta homosexualidad de Sergio y

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la muestra de sus sentimientos con su sin la guía adecuada, sin el mentor que el tío rompe con lo establecido en la
llanto por un compañero muerto. De resuelva sus dudas, se deja envolver en familia Solís, podemos recordar que
igual modo, los adultos Solís tienen el ambiente del imperio: el discurso patriótico de los habitan-
una explícita urgencia por salir de la isla tes de la isla a mediados del siglo xx
para mejorar su situación económica, Pero todo era dado, recibido y agrade- (1930-1950) encasillaba a la identidad
mientras que Sergio pide a los niños ser cido en inglés, desde nuestras califica- puertorriqueña en categorías que hoy
enterrado en ella (a pesar de morir en ciones hasta nuestras oraciones, y así nos parecen ilógicas: haber nacido en la
otra parte). Este personaje siembra en aprendimos a sentir y pensar en inglés y isla, hablar español, profesar la religión
la protagonista la “puertorriqueñidad” alejarnos más y más, algunos para siem- católica, ser tradicionalista y portar
que ella buscaba desde la infancia, la pre, del español […]. Yo me zambullí en alguna herencia hispánica. Sergio no
hace comprender que puede estar en todo lo que me permitiera escapar de lo cumplía con esta enumeración. Además
desacuerdo, le muestra el descontento que yo era y lo que yo sentía (García, de que este discurso excluía radicalmen-
ante lo establecido. Sergio lleva por 1986: 138). te el elemento de la raza negra, cosa
dentro lo que podría llamarse patria, lo explícita en Felices días tío Sergio. La
que la familia Solís oculta a los niños, La protagonista deja de ser una niña única herencia afroantillana del Caribe
de lo que quieren desprenderse para y comienza a reclamar un espacio no tiene cabida en la realidad inmediata.
adoptar la patria de la ciudadanía, la propio; a través de la madurez de Li- El mestizaje resultaba fatídico para los
estadounidense. Estas pautas generan dia, García expresa una metáfora: los Solís. Conservar la estirpe blanca era
en Lidia una lucha decisiva en busca sujetos colonizados ya no quieren el una de las tareas primordiales y por eso
de una cultura identitaria, algo que dé estatus de subalternos. “¿Por qué no no hay negros integrantes de la familia:
solidez a su crecimiento espiritual; sin soy lo que supone ni me gusta lo que
embargo, la familia sigue en desacuerdo me debe gustar?” (García, 1986: 142). Y nos contaron por ochocientoava vez
con la cercanía de ambos personajes: La ambigüedad de todo lo que tuviera cómo los hijos de blancos y negros no
que ver con el tío (su sexualidad, su pueden ser felices […]. Y así por el estilo
Con todo el poder que daba el dinero militancia política, su destino) traza dos fuimos interiorizando todas las razones
que mi familia tenía y él no, nos movili- líneas paralelas: una con la generación heredadas de siglos atrás de por qué
zaban a otras esferas lejos del tío Sergio de adultos que siempre quieren vivir las razas no deberían mezclarse. Todos
[…]. Pero la influencia que él ya tenía en en otra realidad, en otro país, en otra daban razones distintas y todos estaban
nosotros, su irreverencia, su mal llamada civilización, y al mismo tiempo con la de acuerdo con todos. Andrés y Quique
por mi familia ‘vulgaridad’, su destino al identidad cultural de las nuevas genera- aprendieron que cada vez que querían
parecer tan ajeno al nuestro, sus cartas ciones de puertorriqueños, como Lidia, molestar a la familia bastaba amenazar
mensajeras de dolor, y su olor, sobre su hermano y su primo que están en con que casarían con negras cuando
todo yo insisto en su olor, lo mantenían constante búsqueda del origen. Pero, fueran grandes” (García, 1986: 113-114).
arraigado en nuestra cotidiana y pequeña la ambigüedad también es el silencio:
vida de clase media (García, 1986: 80). la historia nunca contada por una fa- Vemos una clara representación de
milia que ante todo busca el progreso. una clase económica y social que busca el
Pero la fantasía de Lidia de vivir fuera Niños y adultos que no pueden decidir control absoluto de la situación familiar,
de la enciclopedia familiar se ve trunca- por sí mismos, es la metáfora de la di- valores arraigados que se oponen al
da, la repentina partida del tío Sergio es námica que ejerce la potencia sobre la cambio, a la reestructura moderna de
el anticlímax. Sergio no se despide, no isla, dependencia económica que crea las instituciones como el matrimonio
hay más información sobre él nueva- dependencia intelectual. y la familia. Sin embargo, para las nue-
mente. Lidia sigue creciendo, entra a la Los niños de la familia –influidos vas generaciones de la novela, tras la
pubertad y comienza una vida calificada por Sergio– cuando llegan a la juven- diáspora puertorriqueña a eua, ocurre
por ella misma como colonizada: pien- tud comienzan a desafiar las esferas de un diálogo abierto con las fronteras
sa, siente y habla en inglés, hace viajes la vida familiar, empiezan a pensar en raciales, identitarias, nacionales y lin-
a Europa, frecuenta los lugares que a todo lo que se les ocultó anteriormente, güísticas. Podemos también rastrear
la familia Solís le parecen adecuados. no mantienen las mismas ideas que los en la novela que un gran porcentaje
Consciente de su situación llega pronto adultos que representan al siglo anterior. de los puertorriqueños después de la
a la prematura adultez, poco a poco Para comprender exactamente por qué creación del Estado Libre Asociado han

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nacido y crecido en eua, utilizando el aparece en el diccionario donde Lidia hecho de ser feliz se torna en una pregun-
inglés como lengua dominante, algunos la busca. ¿Dónde quedan los sujetos si ta perpetua para la protagonista puerto-
convirtiéndose al protestantismo, mez- la Isla desaparece como país? ¿Dónde rriqueña: ¿Podrá alcanzarse la felicidad
clándose étnica y racialmente con otros están si el país ya había cambiado dos como estado de ánimo permanente si
grupos no-hispánicos y no blancos, lo veces de lugar? Viene entonces la valo- nunca se está satisfecho con su historia
cual nos habla de una brecha genera- rización negativa y la reflexión personal personal? La novela es una constante
cional donde es muy probable que la a partir de las enseñanzas independen- búsqueda identitaria que, al tener un
nueva generación olvide el origen que tistas del tío: resultado insatisfactorio, forma parte
nunca se le enseñó: del tema recurrente en la narrativa de
[…] la nuestra no aparece porque no culturas que por diferentes cuestiones
Nos criaron bien tío, nos criaron, somos nada, ni país, ni colonia, ni han sido asimiladas dentro de otras que
pensaba yo, muy bien. Junto con ‘Uncle mancomunación como los británicos ni dominan.
Tom’s Cabin’ vino una explicación de los nada, no existimos. Somos una mierda y A manera de conclusión, vemos que
derechos civiles y del racismo en Estados yo no quiero ser de aquí, pensé (García, la situación sociopolítica del país cam-
Unidos […] (García, 1986: 138). 1986: 143). bia la memoria familiar, el rumbo de la
vida, que de una generación a otra se
En este sentido, el texto nos permite Sin embargo, el elemento contra- encuentra ya relacionada con la identi-
entrar a las discusiones más recientes dictorio era de esperarse porque la dad estadounidense. En esta novela el
sobre la identidad cultural de Puerto protagonista absorbió características de grupo de adultos representa una severa
Rico. De acuerdo con Jorge Duany la la escuela inglesa a la que es obligada a dependencia económica que muchas
construcción de la identidad cultural de asistir, poco a poco se fue “civilizando” veces no es cuestionada en pos de una
la isla involucra una profunda ideología sin siquiera entender qué era ser una dependencia cultural. Mientras que
“agrietada entre la ciudadanía y la na- colonizada y se adaptó al nuevo siste- una familia busca mejorar su situación
cionalidad. Esto conlleva la constante ma de vida de la isla. Estamos frente a económica, la situación colonial puede
transgresión de fronteras territoriales, una identidad fluctuante que va y viene orillarla a dejar de lado el pasado.
lingüísticas y étnicas […]” (Duany, dependiendo de las circunstancias, que Gracias a Lidia este texto cuestiona
2002: 18). Este es el caso de la prota- es compleja y se contradice a ella mis- las demarcaciones establecidas, las co-
gonista/narradora, quien nace y crece ma. Pensemos en cómo se conduce un munes estructuras familiares se abren
en un momento diferente al de sus automóvil: no se tiene claro el pasado, a un diálogo generacional: identidades
antepasados, quienes tras la adopción pero puede indagarse porque está es- sexuales, preferencias políticas, lengua
del Estado Libre Asociado buscan crito; el presente es algo que se puede materna, estatus socioeconómico y
ante todo la asimilación con la cultura manejar, pero el futuro es lo incierto. distancia entre parientes. Por último, la
dominante. Lidia aprende a manejar y así García patria mantiene una relación compleja
Lidia mantiene un carácter bastante ejemplifica la metáfora: “Yo nunca con el corazón de la familia siendo el
pasivo en la novela; hasta muy avanzado pude aprender bien porque solo podía integrante marginal quien explica que
el texto, en forma de epístola, mantiene llevar el carro en línea recta cuando no equivale necesariamente a una ciu-
un reclamo con Sergio; comenta su iba hacia atrás. Cuando guiaba hacia el dadanía o a una ubicación territorial.
necesidad dolorosa de pertenecer a frente, el adorno en la punta del bonete A pesar del tono de descontento y
algo. Vemos la desesperación de García me confundía y perdía el sentido de la frustración durante la trama, nada en la
Ramis contra la dinámica gubernamen- dirección” (García, 1986: 129) ¿A dónde novela nos da muestra de un arrebato
tal, contra todo lo absurdo que repre- ir sin una dirección que sirva de guía, contra el origen. Es hasta el episodio
sentaba la partida repentina de Sergio, si la dirección en la que confiabas te final cuando vemos la acción inversa.
la dependencia intelectual de los niños abandona súbitamente? La familia se muda de la casa antigua.
queda expuesta sin posible guía futura, Cuando Lidia es adolescente regresa a
la narración tiene una aire derrotista: Conclusiones: ver el edificio semi destrozado. Parada
“Me molestó este calor, este pueblo, esta ¿Seremos felices tío Sergio? frente al pasado derruido, la voz na-
Isla […] este sentimiento de pequeñez” rrativa confiesa el origen, lo que nunca
(García, 1986: 142). Todo se agrava No es fortuito el título que García se delineó, lo que nunca se contó ni se
cuando la bandera de Puerto Rico no Ramis da a esta novela. El tan cotidiano entendió o tal vez nunca se cuestionó.

168 Díaz Basteris, M. F. ¿Independencia o afiliación? Felices días tío Sergio ...
El espacio de la casa marca el antes o tesoro lejano, un baúl enterrado en las futuras. Implica comprender que ser
el después, todo lo que pasó dentro de profundidades del mar de los consejos ciudadano estadounidense nunca será
ella y toda la información que se tuvo de la familia Solís. Sin embargo, no un impedimento para ser puertorrique-
que buscar afuera. todo tiene este tono, el último mensaje ño. Ambas categorías pueden convivir
Se podría pensar que los días feli- de la novela, tras el cuestionamiento, sin necesariamente excluirse una de la
ces no regresarán para Lidia porque es también propuesta: la pertenencia otra. Con este texto García Ramis nos
en el presente, cuando se tiene un propone dejar atrás estructuras estáti- invita sobre todo a no dejar en el olvido
conocimiento “civilizado”, bilingüe y cas, pertenecer a la isla implica también las tradiciones nacionales y la cultura
colonizado, la felicidad parece más un abrir un diálogo con generaciones familiar.

Bibliografía

Duany, J. (2002). The Puerto Rican Nation García Ramis, M. (1986). Felices días tío Sergio. Sotomayor, A. M. (1993). “Si un nombre convoca
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CIENCIA ergo-sum, Vol. 20-2, julio-octubre 2013. 169

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